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EL ISLAMISMO

Religión primitiva de Los árabes. - EL imperio romano había detenido su marcha por la parte del
este ante los arenales de Arabia, y los pueblos que en ellos vivían siguieron siendo independientes
y bárbaros y divididos en numerosas tribus. Los de la costa poseían pequeñas poblaciones y
campos cultivados, y enviaban al occidente por medio de sus caravanas café, incienso y dátiles. Los
del interior recorrían el desierto con sus rebaños siempre armados y a caballo, en parte pastores
mitad bandidos y así es aún la vida de los beduinos.

Sus tribus vivían en guerras continuas; pero todos ellos se consideraban miembros de una misma
raza, la semítica, a que también pertenecían los judíos, y que se distingue perfectamente de los
aryas de la India y de Europa por la. lengua y la religión. Los árabes creían en un dios supremo y
creador, Allah taala; pero adoraban principalmente a los espíritus invisibles o dijnns. Cada tribu
tenía su deidad particular, que veneraba bajo forma de estrella, de piedra o de ídolo1; mas el
santuario de la Meca, era común a todas; la Kaaba, que así se llama, consiste en una capilla de
forma de dado y cuyas paredes de piedra están cubiertas con tela de lana. Allí se conservaba la
famosa piedra negra venerada por los árabes, pedazo de basalto que actualmente está hecho 12
pedazos. Además cada tribu llevó allí un ídolo particular; según dicen había 360, y entre ellos una
imagen de Abrahán y otra de la Virgen con el Niño Jesús. - La pequeña ciudad de la Meca fue
edificada, hacia el siglo V, por la tribu de los koreischitas, en el estrecho valle rodeado de rocas
peladas en donde estaba la Kaaba. Allí se celebraba todos los años una gran feria, con fiestas y
certámenes poéticos: en ese momento nadie batallaba. La Meca era la ciudad santa, a donde
acudía en peregrinación toda Arabia.

Mahoma - Mahoma nació entre los años 569 y 571 en la tribu sagrada de los koreischitas, dueños
de la Meca y guardianes de la Kaaba. Huérfano y pobre, vivió oscurecido hasta los cuarenta años.
Era un hombre tímido y melancólico que padecía ataques de calentura y de nervios. Había entrado
en la secta de los hanifs (impíos), que no adoraban a los ídolos sino a un dios único, el de Abrahán
padre de la raza árabe. Como las gentes de su tribu lo veían con malos ojos, Mahoma se instaló a
una legua de la Meca, en medio de rocas peladas y ardientes; y allí fue donde tuvo, en 611 según
la leyenda árabe, una visión que lo convirtió en padre de una religión. "Apariciósele un ser
poderoso (que Mahoma llamó más adelante el ángel Gabriel) y le dijo: ¡Predica!2 -No sé, contestó
Mahoma. -¡Predica!", repitió el espíritu. A partir de entonces se consideró como encargado por
Dios de restaurar la verdadera religión y empezó por enseñarla a su mujer y a sus hijas, y después
a sus amigos y a las gentes de la Meca; pero los jefes de la tribu se declararon contra él,
obligándolo a refugiarse en Medina (622)3, cuyos habitantes, que eran enemigos de los de la
Meca, lo reconocieron como profeta y le juraron fidelidad. Mahoma empezó entonces contra las
caravanas de la Meca, ayudado por los medinenses y por ochenta compañeros que lo siguieron en

1
Muchos árabes habían adoptado el judaísmo; otros el cristianismo.
2
La palabra árabe es Ikra, que significa al mismo tiempo leer y predicar.
3
Este año de la huída (hégira) es el primero de la era musulmana, como el nacimiento de Cristo es el
primero de la nuestra.
su huída, guerra de escaramuzas y de bandolerismo, que acabó con la sumisión de sus enemigos.
Después de esto obligó a todos los árabes a aceptar su religión.

Mahoma no hacía milagros y no se consideraba ser divino, sino únicamente un hombre inspirado,
que hablaba y procedía en nombre de Dios presentábase, pues, como profeta y reformador. Desde
Adán, decía, existe la verdadera religión, que consiste en creer en el solo dios verdadero y en
cumplir las órdenes que da a los hombres por boca de sus profetas, en cuyo número contaba a
Noé, Abrahán, Moisés y Jesús. El judaísmo y el cristianismo no eran para él errores absolutos, sino
formas alteradas de la religión del verdadero Dios, que Mahoma venía a restaurar en su prístina
pureza, como el último y el mayor de los profetas. Este es el nombre que le dan todavía sus
adeptos. La doctrina de Mahoma se inspira parcialmente en la Biblia y el. Evangelio4; así es que se
ha podido decir de él que era un heresiarca cristiano, y llamar a su doctrina una herejía del
cristianismo para uso de los árabes.

El Corán. - Mahoma no sabía escribir. Cuando se sentía inspirado y hablaba, sus palabras eran
conservadas, escritas en piedras, en hojas de palma o en huesos da camello: el Corán (el libro) es
la colección de estos fragmentos5, añadidos unos a otros, no en el orden en que los dictó el
Profeta, sino empezando por los más largos. No fue redactado hasta después de morir Mahoma,
por su secretario Zaid; más adelante mandó al califa Otmán hacer una edición oficial, que es la que
ha llegado hasta nosotros6.

El Corán contiene consejos, historias, preceptos y leyes, todo revuelto y confundido, y se puede
decir que es al mismo tiempo una revelación religiosa, una moral, un código y una. constitución

El islamismo. - La religión fundada por Mahoma se llamó islam, voz que significa resignación a la
voluntad de Dios; sus fieles se llaman musulmanes (resignados). Toda la doctrina se resume en
estas palabras: "No hay más que un Dios y Mahoma es su profeta. » Hay, por tanto, que creer en
Dios, que ha creado el mundo y que lo gobierna sentado en su trono, rodeado por sus ángeles; hay
que someterse a su voluntad, que da a conocer por boca de sus profetas. Sus órdenes están
escritas en el Corán, "el libro que contiene la verdad ». Quien cree en él y observa las divinas
reglas que contiene, se hace agradable a Dios y será premiado. El incrédulo o el desobediente es
culpable para con Dios y éste le castigará.

Vendrá un día « en que la tierra temblará con violento temblor, en que los hombres serán
dispersos como mariposas, y en que volarán las montañas como vellones de lana teñida. Entonces
los hombres irán en grupos a contemplar sus obras. Los infieles serán impulsad os en bandas hacia
el Gehenne, y cuando lleguen allí se abrirán ante ellos las puertas. Entrad, les dirán, y aquí estaréis
eternamente. Los creyentes se dirigirán por el contrario aI Paraíso, y allí les dirán: entrad, para
morar aquí perpetuamente. Lo que vivan en el jardín de las delicias descansarán en asientos

4
Mahoma no conoció probablemente la vida de Cristo sino por los evangelios apócrifos.
5
Hay 114, cada uno de los cuales forma un capítulo (sura o surate)
6
Los musulmanes se han acostumbrado desde el siglo X a ponderar la elegancia del lenguaje del Corán; pero
los árabes de los primeros siglos no pensaban así y un hombre que entiende mucho de estas cuestiones,
Dozy, cree por el contrario que la mayor parte del Corán está escrito en árabe muy mediano.
adornados con oro y pedrerías y se miraran cara a cara;... serán servidos por niños de eterna
juventud, que les presentarán copas... Comerán de los frutos que apetezcan y de la carne de
animales muy raros. Junto a ellos habrá vírgenes de hermosos ojos negros, parecidos a las perlas
en el nácar... Los réprobos vivirán en medio de vientos pestilenciales y de aguas hirvientes, en
negra humareda... y beberán agua hirviendo7 »

El culto es sumamente sencillo: el creyente debe orar cinco veces por día a horas fijas, que son
anunciadas en toda población musulmana desde lo alto de la mezquita por un pregonero llamado
muezzin. - Antes de cada oración hay que lavarse, y si no tiene agua a su disposición, puede hacer
su ablución con arena. - Ayunará durante un mes (el Ramadán), no comiendo sino de noche, « á la
hora en que no es ya posible distinguir un hilo blanco de otro negro" . Debe dar como limosna por
lo menos la décima parte de su fortuna, y, si puede, ir en peregrinación a la ciudad santa, la Meca.

La moral se limita a algunos preceptos no cometer acción ruin ninguna; no beber vino; no prestar
con asura; aceptar sin quejarse la voluntad de Dios, pues todo hombre tiene su destino decretado
de antemano, y no puede sustraerse a él por ningún medio. El islamismo es una religión fatalista.

Propagación del islamismo. — Mahoma empezó su predicación el año 610 y al ocurrir su muerte
en 632, todos los árabes eran musulmanes. Habíanlos convertido en parte de grado y en parte a la
fuerza; como ejemplo puede citarse la tribu de los takifitas. Éstos habían hecho anunciar a
Mahoma que deseaban adoptar la nueva religión, si consentía en eximirlos de los rezos y dejarles
tres años más su ídolo Lat. "Tres años de idolatría es demasiado », contestó el Profeta. Entonces
los takifitas dijeron que se contentarían con un año y Mahoma aceptó; pero al firmar el convenio,
se arrepintió de lo que había concedido y exclamó « no quiero que se hable de semejante cosa: o
la sumisión o la guerra. Déjanos adorar a Lat por lo menos otros seis meses — No. - Un mes. — Ni
una hora » Los takifitas se resignaron y los guerreros musulmanes entraron en la ciudad
destruyendo la imagen. - Cuando el Profeta murió, los árabes siguieron propagando la religión por
medios análogos; así fue que enviaron ejércitos, y no misioneros como los cristianos, para
convertir a los demás pueblos, El Profeta bahía dicho:

"Combatid á los incrédulos hasta que acabe toda resistencia y no haya más religión que la de Dios.
La guerra contra los infieles es santa; Dios está con los míos y el creyente que muera en la batalla
irá derecho al Paraíso. Los Califas, sucesores de Mahoma, fueron los directores de esa lucha, y
enviaron a todos los pueblos inmediatos un mensajero encargado de ofrecerles la elección entre
tres cosas, a saber: el Corán, el tributo y la espada.

Los que se hagan musulmanes serán iguales a los primeros creyentes; los que consientan en pagar
tributo serán súbditos; los que resistan serán exterminados. Nadie pudo contener a esos fanáticos.
Los musulmanes conquistaron en Oriente la Siria, la Palestina, todo el imperio persa, a Armenia, el
Turkestán y parte de la India y en el oeste Egipto, Trípoli, África y España. Casi todos los vencidos
se convirtieron no quedando cristianos más que en las antiguas provincias del imperio: la nueva
religión se extendió en menos de un siglo (622 á 711) desde el Atlántico hasta el Indo, y ninguna

7
Corán, cap. 39, 99, 101.
otra se ha propagado con semejante rapidez. El imperio de los Califas no tardó en derrumbarse
pero los países convertidos siguen siendo musulmanes y el islamismo no ha perdido más que la
España, ganando en cambio otras regiones: los turcos lo llevaron a Constantinopla, y todavía hoy
hace prosélitos en Chin a, en la India, en Oceanía y sobre todo entre los negros africanos, teniendo
cerca de 200 millones de adeptos. Esta religión sencilla, al alcance de las inteligencias de esos
países, se ha convertido en creencia de los pueblos del sur, mientras que el cristianismo asentaba
su imperio en el norte.

Ch. Seignobos. Historia de la civilización en la Edad Media y en los Tiempos Modernos. Paris,
México, Librería de la Vda de Ch Bouret, 1899, p. 38-44.

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