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Asignatura

Sexualidad Humana

Tema

Tarea 7

Facilitador (a)

Ilusión Gracia

Participante/matricula

Maritza Paulino / 04-0531

Fecha

11 Agosto del 2019


INTRODUCCIÓN

La sexualidad constituye una dimensión fundamental de la persona humana


que no puede ser vista como una conducta meramente instintiva. En verdad, la
sexualidad humana encierra varias configuraciones. Ella es el resultado de
vertientes integradoras de orden biológico, psicológico, social, cultural y
antropológico. Para Ricoeur, la sexualidad es "el lugar de todas las dificultades,
de todas las dudas, de los peligros y de los impases, del fracaso y de la
alegría".

La preocupación por los enigmas de la sexualidad ha existido en todos los


lugares y todos los tiempos, pero es verdad que sólo recientemente esta
interrogación fundamental intenta adquirir el perfil de un discurso científico.
Entre los pioneros hay que citar a Kraft Ebing (1840-1939), Havelock Ellis
(1859-1939) y Sigmund Freud (1856-1939). Pero es Alfred Kinsey quien sienta
las bases de la sexología científica al publicar (1949) su famoso informe, que
constituye un análisis objetivo del comportamiento sexual de grandes grupos
humanos en Estados Unidos. Posteriormente, W. Masters y V. Johnson, al
estudiar la respuesta sexual humana en condiciones experimentales,
establecen los fundamentos de la sexoterapia y de ulteriores desarrollos.
1. Realiza una tabla donde describas los diferentes trastornos sexuales
estudiados, sus criterios diagnósticos y el posible tratamiento, incluyendo
el tipo de terapia o las técnicas que se le podrían aplicar.

TRASTORNOS CRITERIOS POSIBLE


SEXUALES DIAGNÓSTICOS TRATAMIENTO
Criterio A.- Debe El tratamiento de este
evidenciarse que el trastorno es difícil y
individuo se identifica pocas veces se ve
de un modo intenso y coronado por el éxito si
persistente con el otro es que la meta es que la
sexo. persona afectada
reasuma su identidad y
En los niños, el
el rol sexual que le
trastorno se manifiesta
corresponde. Sin
por cuatro o más de los
embargo, se puede
siguientes rasgos:
Trastornos de la aliviar los síntomas
identidad sexual concomitantes y ayudar
a) Deseos repetidos de
a los pacientes a que se
ser, o insistencia en que
sientan mejor con el rol
uno es, del otro sexo.
sexual que adopten. Los
b) En las niñas, diferentes afrontes
insistencia en ponerse psicoterapéuticos:
solamente ropa psicodinámico,
masculina; en los niños, cognitivo-conductual,
preferencia por vestirse familiar sistémico, entre
con ropa de niña o otros, pueden ser útiles.
mujer. Igualmente, en función
de cada caso, se
c) Preferencia intensa y
emplearán la
persistente por el papel
psicofarmacoterapia, el
del otro sexo o fantasías
tratamiento hormonal y
recurrentes de
la reasignación
pertenecer al otro sexo.
quirúrgica. En lo
d) Atracción intensa de referente a esta última,
participar en los juegos en pacientes
y pasatiempos propios cuidadosamente
del otro sexo. seleccionados y
preparados, los
e) Marcada preferencia
resultados satisfactorios
por compañías del otro
oscilan entre el 70 y el
sexo.
80% (Kaplan, H., 1994)
a pesar de lo cual sigue
En los adolescentes y
siendo una medida
adultos, el trastorno se
controvertida.
manifiesta por síntomas
tales como:

a) Un deseo intenso de
pertenecer al otro sexo,
lo que se revela por un
afán de adoptar el rol
del otro sexo o de
adquirir su aspecto
físico, mediante
tratamiento hormonal o
quirúrgico.

b) Un deseo firme de
ser considerado como
del otro sexo, para lo
cual adoptan el
comportamiento, la
vestimenta y los
movimientos contrarios
a su sexo anatómico.
c) Un deseo de vivir o
ser tratado como si
fuese del otro sexo.

d) La convicción de que
ellos experimentan las
reacciones y las
sensaciones propias del
otro sexo.

Criterio B.- Deben


existir pruebas de
malestar persistente por
el sexo asignado o un
sentimiento de
inadecuación en el
desempeño del rol
sexual. En los niños
este malestar se pone
en evidencia merced a
los siguientes rasgos:

En los varones,
sentimientos de que el
pene o los testículos
son horribles o van a
desaparecer; que sería
mejor no tener pene; o
sentimientos de rechazo
a los juguetes, juegos y
actividades propios de
los niños.
En las niñas, rechazo a
orinar en posición
sentada; sentimientos
de tener o presentar en
el futuro un pene; el
anhelo de no querer
poseer senos ni tener la
menstruación; aversión
hacia la ropa femenina.

Criterio C.- Este


diagnóstico no se hará
si el sujeto presenta
simultáneamente una
enfermedad intersexual
(por ejemplo, el
síndrome de
insensibilidad a los
andrógenos o una
hiperplasia suprarrenal
congénita).

Criterio D.- El trastorno


debe producir un
sentimiento de malestar
clínicamente
significativo o deterioro
social, laboral o de otras
áreas importantes de su
actividad.

En función de la edad
del individuo, el
diagnóstico será
clasificado como
trastorno de la identidad
sexual en niños, o
trastorno de la identidad
sexual en adolescentes
o adultos. Y, en el caso
de individuos
sexualmente maduros,
especificar si son
atraídos sexualmente
por hombres, por
mujeres, por ambos o
por ninguno.

Exhibicionismo. La Las parafilias,


sintomatología esencial antiguamente
de este trastorno denominadas
consiste en desviaciones o
necesidades sexuales y perversiones sexuales -
fantasías sexualmente términos dejados de
Las parafilias excitantes, intensas y lado por su connotación
recurrentes de por lo peyorativa- se definen
menos seis meses de por que la imaginación o
duración, ligadas a la los actos inusuales o
exposición de los extravagantes son
propios genitales a una necesarios para la
persona extraña, sin excitación sexual. Tales
que se pretenda luego imágenes o actos, que
tener relaciones tienden a ser insistentes
sexuales con el e involuntariamente
desconocido, aunque repetitivos, implican:
muchas veces el
exhibicionista se
masturba al tiempo que a) La preferencia por el
se muestra (o cuando uso de objetos sexuales
se imagina que se no humanos para
expone). Este trastorno alcanzar la excitación
se presenta, sexual.
aparentemente, sólo en
b) Actividad sexual
hombres y las víctimas
repetitiva con personas,
son mujeres y niños.
pero en la que se da
Las consecuencias
sufrimiento o
médico legales de esta
humillación real, no
conducta son
simulada.
frecuentes y no son
pocos los arrestos por
c) Actividad sexual
tal causa.
repetitiva con niños o
personas que no
2. Fetichismo. Lo
consienten.
esencial de este
trastorno consiste en el
Dado que una cierta
uso de objetos no
imaginación parafílica
vivientes (fetiches)
forma parte de la
como método preferido,
conducta sexual normal,
a veces exclusivo, para
sólo ingresan en la
conseguir excitación
categoría de parafílicos
sexual. Los fetiches
aquellos que la
tienden a ser artículos
requieran como
de vestir (ropa interior
condición indispensable
femenina, zapatos) o,
para obtener la
menos frecuentemente,
excitación sexual. Por
partes del cuerpo
otro lado, en la medida
humano (por ejemplo,
que muchos de estos
cabellos). Se excluyen
trastornos implican el no
aquellos objetos
consentimiento de la
diseñados
pareja, ellos pueden,
especialmente con fines
de provocar la frecuentemente,
excitación sexual, como asociarse a problemas
el caso de los legales y sociales.
vibradores.
Por lo general, los
3. Froteurismo. Lo parafílicos no
esencial de este experimentan su
trastorno consiste en conducta como
intensas necesidades patológica,
sexuales recurrentes, considerando que su
así como fantasías problema es la
sexualmente excitantes, "incomprensión" de los
que implican el contacto demás. Otros
y el roce con una experimentan
persona desconocida sentimientos de
que no consiente. Es el vergüenza y culpa y
contacto y no la presentan
naturaleza coercitiva del sintomatología ansiosa
acto lo que resulta y depresiva asociada. A
excitante para el menudo los parafílicos
individuo. presentan disfunciones
psicosexuales y es
4. Paidofilia. Lo
frecuente hallar entre
distintivo de esta
ellos marcada
alteración es que el
inmadurez emocional.
individuo, durante un
Son también comunes
período de por lo menos
los problemas
seis meses,
conyugales, de
experimenta
adaptación social y
necesidades sexuales
aquellos de naturaleza
intensas y recurrentes,
legal. El exhibicionismo
así como fantasías
representa un tercio de
sexualmente excitantes
todos los delitos
que implican actividad
sexual con niños pre- sexuales denunciados,
púberes (generalmente seguido por la paidofilia.
de 13 años o menos).
La edad del paciente se
sitúa arbitrariamente en
16 años o más y debe
ser por lo menos cinco
años mayor que el niño.

Debe especificarse si el
paciente se siente
atraído por el sexo
masculino, el femenino
o ambos; si el trastorno
está limitado al incesto
o si se trata, o no, del
tipo exclusivo, es decir
únicamente atraído por
niños, o del tipo no
exclusivo.

El trastorno empieza por


lo general en la
adolescencia.
Frecuentemente son los
varones de 30 a 40
años de edad los que
prefieren la actividad
sexual con niños del
sexo opuesto. La
atracción hacia las
niñas parece dos veces
más frecuente que la
atracción hacia los
niños. Cerca del 11% de
los paidofílicos son
extraños para sus
víctimas, mientras que
en un 15% se trata de
relaciones incestuosas.

5. Masoquismo
Sexual. El masoquista
consigue la excitación
sexual a través del
sufrimiento, es decir,
siendo humillado,
golpeado o atormentado
de cualquier manera. El
diagnóstico debe
hacerse cuando el
individuo realiza actos -
hechos reales, no
simulados- que
impliquen sufrimiento y
no solamente cuando
se entrega a fantasías
de tal género.

6. Sadismo Sexual

Lo esencial aquí es la
imposición de
sufrimiento físico o
mental –real, no simu-
lado – a otra persona
con el propósito de
obtener la excitación
sexual. La pareja del
sujeto sádico puede
consentir o no este
trato. En el segundo
caso, la actividad sádica
puede determinar
problemas legales. En
casos severos los
sujetos llegan a violar,
torturar o matar a sus
víctimas.

7. Voyerismo. Llamada
también escoptofilia, se
caracteriza por la
observación repetida y
subrepticia a gente que
está desnuda,
desvistiéndose o
realizando el coito, pero
sin que el voyeur
busque ningún tipo de
contacto sexual con la
gente observada. Esta
conducta constituye el
método preferido y en
los casos más graves,
exclusivo, para
conseguir la excitación
sexual. A menudo el
individuo se masturba
durante el acto o poco
tiempo después, pero
no busca tener
relaciones sexuales con
las personas
observadas.

8. Fetichismo
travestista. Este
trastorno implica
necesidades sexuales y
fantasías sexualmente
excitantes, intensas y
recurrentes, de por lo
menos seis meses de
duración, que
involucran el uso de
vestimentas del sexo
opuesto (en un varón
heterosexual). El sujeto
con este trastorno no
desea cambiar de sexo.
Debe especificarse: con
disforia sexual, si la
persona no se siente
bien con su identidad o
su rol sexual.

9. Parafilias no
especificadas (o
atípicas). Estas
alteraciones no cumplen
los criterios para
cualquiera de las
categorías específicas
citadas. Ejemplos:
escatología telefónica
(llamadas obscenas)
necrofilia (cadáveres)
parcialismo (atención
centrada
exclusivamente en una
parte del cuerpo)
zoofilia (animales)
coprofilia (heces)
clismafilia (enemas)
urofilia (orina).

El DSM-IV considera Las disfunciones


siete categorías de sexuales se
disfunción sexual: caracterizan por una
perturbación del deseo,
1. Trastornos del
por los cambios
deseo sexual.
psicofisiológicos en
alguna de las fases de
Disfunciones sexuales a) Deseo sexual
la respuesta sexual y
hipoactivo. Lo
por el sentimiento de
fundamental de este
malestar y las
trastorno es la ausencia
dificultades
o la declinación del
interpersonales que
deseo de actividad
ellas generan.
sexual y de las
fantasías sexuales
La perturbación de la
(Criterio A), inhibición
respuesta sexual puede
que provoca marcado
darse en cualquiera de
malestar y dificulta las
sus fases, aunque
relaciones
aquella de la fase
interpersonales (Criterio
resolutiva carece de
B), y que no se debe a
significación clínica. En
la presencia de otro
la mayor parte de las
trastorno del Eje I – disfunciones
excepto otra disfunción psicosexuales se
sexual–, o a los efectos alteran tanto las
fisiológicos de alguna manifestaciones
sustancia o a una subjetivas cuanto las
enfermedad médica objetivas y sólo
(Criterio C). raramente se presentan
disociadas.
La evaluación clínica de
esta disfunción debe El diagnóstico clínico
hacerla el clínico debe tener en cuenta
tomando en cuenta los factores tales como
factores que afectan el frecuencia, cronicidad,
deseo sexual, como la grado de sufrimiento
edad, el sexo, la salud, subjetivo y su
la autoestima, el estilo repercusión en otras
de vida personal, el áreas del
contexto interpersonal y funcionamiento.
el entorno cultural. Cabe
Las disfunciones
subrayar que las
pueden ser primarias,
necesidades sexuales
cuando han existido
varían no sólo de una
siempre, o adquiridas,
persona a otra, sino que
cuando ellas aparecen
una misma persona
después que el
puede experimentar
individuo ha logrado un
cambios en función del
nivel de funcionamiento
momento que vive. Las
sexual normal; pueden
personas con deseo
ser generalizadas,
sexual hipoactivo no
cuando se dan en
experimentan apetencia
cualquier situación,
por el coito, aun ante
o situacionales, cuando
una pareja atractiva,
sólo se presentan en
circunstancias o con
adecuada y diestra en parejas determinadas;
el arte de amar. y, finalmente, pueden
ser totales, cuando la
b) Trastorno por
respuesta es nula,
aversión al sexo. Tres
o parciales, cuando
son los criterios para
existe un cierto grado
establecer este
de respuesta.
diagnóstico:
Estas alteraciones, que
- Aversión extrema,
pueden considerarse
persistente o recurrente
muy frecuentes, se
al contacto sexual
observan sobre todo al
genital y evitación de
final de los 20 y
dicho contacto en forma
comienzo de los 30. Se
total -o casi total- con
asocian molestias
una pareja sexual
diversas tales como
(Criterio A).
ansiedad, depresión,
sentimientos de
- Malestar personal
vergüenza, culpa y
marcado y dificultad en
miedo al fracaso.
las relaciones
Comúnmente aparece
interpersonales (Criterio
una actitud de
B).
espectador, de
- El trastorno no es autocontemplación, así
mejor explicado por la como una extrema
presencia de otro sensibilidad a las
trastorno del Eje I, a reacciones de la pareja
excepción de otra sexual, todo lo cual
disfunción sexual genera circuitos
(Criterio C). autoperpetuadores de la
disfunción y un
Hay una naturaleza
comportamiento de
fóbica en esta reacción, evitación de los
la cual puede
contactos sexuales que
acompañarse de puede deteriorar la
sudoración, relación de pareja.
palpitaciones, náuseas
Actitudes negativas
y otras respuestas
hacia la sexualidad y
somáticas semejantes
conflictos internos
al pánico, aun cuando
ligados a experiencias
hay quienes no
particulares, sean
muestran
actuales o de los
manifestaciones tan
primeros años de vida,
intensas de angustia. El
así como la pertenencia
deseo sexual se
a grupos culturales con
mantiene, lo que se
esquemas sexuales
revela porque estas
rígidos, predisponen a
personas no
este tipo de trastornos.
experimentan el temor
Al evaluar las
fóbico cuando se
disfunciones sexuales
masturban.
es importante tener en
El tratamiento sigue las cuenta que muchos
pautas de la trastornos orgánicos
desensibilización pueden manifestarse
sistemática. alterando alguna fase
de la respuesta sexual.
2. Trastornos de la
Por ello, las
excitación sexual.
enfermedades físicas
deben descartarse
a) Trastorno de la
siempre cuando la
excitación sexual en la
dificultad sexual es
mujer. El DSM-IV
crónica, invariable o
señala como
independiente de la
característica esencial
situación.
de este trastorno la
incapacidad recurrente
o persistente para
obtener o mantener la
respuesta de lubricación
vaginal, propia de la
fase de excitación,
hasta el final del acto
sexual (Criterio A). A
ello añade, como en
todas las otras
disfunciones, el
malestar marcado y la
dificultad en las
relaciones
interpersonales (Criterio
B), y el hecho de que el
trastorno no sea mejor
explicado por la
presencia de otro
trastorno del Eje I -
excepto otra disfunción
sexual- y que no se
deba a los efectos
fisiológicos directos de
una sustancia o a una
enfermedad médica
(Criterio C).

La respuesta excitatoria
consiste en una
vasocongestión pélvica,
que se traduce en una
lubricación y dilatación
de la vagina y en una
tumefacción de los
genitales externos.

Este trastorno, conocido


también como "frigidez",
es relativamente
frecuente, pudiendo
afectar hasta un tercio
de las mujeres casadas,
y se asocia
comúnmente con
trastornos del orgasmo
y, en otras, con
dispareunia y pérdida
del deseo. Durante el
coito, el trastorno puede
provocar evitación
sexual y, por esa vía,
perturbar el vínculo de
pareja.

b) Trastorno de la
erección en el varón
(disfunción eréctil,
"impotencia"). La
característica esencial
de este trastorno es la
incapacidad persistente
o recurrente para
obtener o mantener una
erección apropiada
hasta la terminación de
la actividad sexual
(Criterio A). Los
Criterios B y C son los
mismos que los de las
otras disfunciones
sexuales.

Kaplan, H.S., señala


que "el sistema eréctil
es sumamente complejo
y depende de la
integridad de la
anatomía peneana, de
los vasos sanguíneos
de la pelvis y de los
nervios
correspondientes, del
equilibrio de los
neurotransmisores en el
cerebro, de un medio
hormonal adecuado y,
por último, de un estado
psíquico susceptible de
concentración erótica".
Por ello, "nada tiene de
extraño que la erección
sea la fase más
vulnerable de la
respuesta sexual del
varón ni que la
impotencia pueda estar
determinada por
diversidad de drogas,
enfermedades o
factores psíquicos. Por
lo mismo, esta
alteración es la que
cuenta con mayores
probabilidades de
asentarse en un factor
orgánico. En la práctica
tales factores pueden
descartarse, en más del
90% de los casos,
basándose en la
entrevista. Si el paciente
tiene erecciones
espontáneas, sea en la
mañana sea en la
noche, es inútil seguir
buscando patología
orgánica.

3. Trastornos del
orgasmo.

a) Trastorno
orgásmico femenino.
Lo esencial de este
trastorno es la inhibición
recurrente o persistente
del orgasmo femenino,
manifestada por una
ausencia o un retraso
del orgasmo después
de una fase de
excitación sexual
normal (Criterio A). El
diagnóstico requiere
que el clínico evalúe si
la capacidad orgásmica
de la mujer es menor a
la que debería tener en
función de su edad,
experiencia sexual
previa y estimulación
sexual recibida. Los
Criterios B y C son los
mismos que para otras
disfunciones.

Este trastorno, conocido


también como
anorgasmia, puede
definirse, en otros
términos, como la
inhabilidad de una
mujer para alcanzar el
orgasmo por
masturbación o por
coito. Si una mujer es
capaz de lograr el
orgasmo por uno u otro
procedimiento no será
incluida en esta
categoría diagnóstica,
aun cuando pueda
mostrar algún grado de
inhibición. La
investigación sexológica
ha mostrado que,
definitivamente, el
orgasmo por
estimulación clitoridiana
o por estimulación
vaginal es
fisiológicamente el
mismo, aunque algunas
mujeres experimentan -
subjetivamente- mayor
satisfacción cuando el
orgasmo es precipitado
por el coito. Por otro
lado, muchas mujeres
requieren la
estimulación clitoridiana
manual durante el coito
para obtener el
orgasmo.

b) Trastorno
orgásmico masculino.
La característica
esencial de este
trastorno es la ausencia
o retraso persistente o
recurrente del orgasmo,
luego de una fase de
excitación sexual
normal en el transcurso
de una relación sexual
que el clínico juzga
adecuada en cuanto al
tipo, intensidad y
duración de la
estimulación erótica
(Criterio A). Los otros
criterios, B y C, son los
mismos que hemos
mencionado a propósito
de otras disfunciones.

Según Kaplan, H., la


prevalencia general de
este trastorno –también
conocido como
eyaculación retardada–
es del 5% y su
incidencia mucho más
baja que la de la
impotencia o la
eyaculación prematura.
Para Masters y
Johnson, la incidencia
de este trastorno fue de
3.8% en un grupo de
447 casos de disfunción
sexual. La mayor parte
de quienes lo presentan
están por debajo de los
50 años. Algunos
varones pueden llegar
al orgasmo intravaginal
luego de un largo
período de estimulación
no coital, mientras que
otros sólo pueden
eyacular vía la
masturbación. Hay,
todavía, quienes
únicamente alcanzan el
orgasmo en el momento
de despertar tras un
sueño de contenido
erótico.

La disfunción orgásmica
masculina puede
deberse a causas
orgánicas, por ejemplo,
una hiperprolactinemia,
o una reducción de la
sensibilidad cutánea del
pene a consecuencia de
una afección
neurológica (lesiones
medulares, neuropatías
sensoriales); pero en
tales casos el
diagnóstico correcto es:
trastorno sexual debido
a una enfermedad
médica. Y si el trastorno
fuera causado por la
acción de una sustancia
–por ejemplo, alcohol,
opiáceos, neurolépticos
como la tioridazina, o
antihipertensivos–
entonces el diagnóstico
sería: trastorno sexual
inducido por sustancias.

c) Eyaculación precoz.
La característica
esencial de este
trastorno es la
eyaculación persistente
o recurrente que se
presenta en respuesta a
una estimulación sexual
mínima o la que se da
antes, durante o poco
después de la
penetración, y antes
que la persona lo desee
(Criterio A). El clínico
debe tomar en cuenta
los factores que influyen
en la duración de la
fase de excitación, tales
como la edad, la
novedad de la pareja
sexual o de la situación
y la frecuencia de la
actividad sexual. Los
criterios B y C son los
ya señalados a
propósito de otros
trastornos.

La eyaculación precoz
es la más frecuente de
las disfunciones
sexuales, estimándose
que entre un 20 y 30%
de los adultos la
presentan. No se
conoce la causa de la
eyaculación precoz. Se
asume que el control de
la eyaculación es una
conducta aprendida,
que ésta ocurre en el
momento en que el
individuo se inicia en la
masturbación, época en
que la eyaculación
ocurre más a menudo
con rapidez y en la
intimidad, y que este
patrón aprendido se
refuerza con las
primeras experiencias
sexuales, siendo luego
difícil de alterar. Ella es
fuente de dificultades en
la relación de pareja. La
compañera, inicialmente
comprensiva, puede
devenir rechazante,
sintiéndose frustrada en
su acceso al orgasmo.
Por su lado, el marido
se siente culpable y se
exige a sí mismo
controlar su
eyaculación, sin éxito, lo
que puede conducirlo a
establecer una pauta de
evitación sexual.
4. Trastornos sexuales
por dolor.

a) Dispareunia. La
característica esencial
de este trastorno es el
dolor genital recurrente
o persistente asociado a
la relación sexual, tanto
en hombres como en
mujeres (Criterio A).
Esta perturbación
genera malestar
acusado o dificultad en
las relaciones
interpersonales (Criterio
B). Ella no es debida
exclusivamente a
vaginismo o falta de
lubricación, tampoco se
explica mejor por la
presencia de un
trastorno del Eje I,
excepto otra disfunción
sexual, y no es debida
exclusivamente a los
efectos fisiológicos de
una sustancia o una
enfermedad médica
(Criterio C).

La incidencia de la
dispareunia es poco
conocida. Raramente se
le observa en el varón.
Lo que sí es frecuente
es su asociación y
coincidencia con el
vaginismo. Ambos
trastornos se
condicionan
recíprocamente. El dolor
sexual está ligado
frecuentemente a
trastornos urológicos y
ginecológicos, los
cuales deben
descartarse. Si el dolor
es "cambiante" lo más
probable es que la
etiología sea
psicológica. Por el
contrario, si es
localizado y consistente,
hay que pensar en un
trastorno orgánico.
Cuando el dolor es
psicógeno, el mismo
constituye un modo de
expresar los conflictos
sexuales, ansiedad,
culpa, ambivalencia en
torno a la sexualidad.
Algunas veces se
asocia a depresión,
preocupaciones
hipocondríacas,
obsesivas y fóbicas y,
más raramente, a
esquizofrenia. A veces,
el origen se halla en
prácticas sexuales
teñidas de sadismo o en
historias de abuso
sexual en la infancia.

b) Vaginismo. La
característica esencial
del vaginismo es la
aparición persistente o
recurrente de espasmos
involuntarios de la
musculatura del tercio
externo de la vagina
que interfiere con el
coito (Criterio A). Dicha
alteración provoca
malestar marcado y
dificulta las relaciones
interpersonales (Criterio
B). Y el trastorno no se
explica mejor por la
presencia de otro
trastorno del Eje I, y no
es debido
exclusivamente a los
efectos fisiológicos
directos de una
enfermedad médica
(Criterio C). La tirantez
muscular vaginal es tal,
que hace la penetración
dolorosa, difícil o
imposible. Por ello el
vaginismo constituye
una de las causas
principales del
matrimonio no
consumado. Las causas
del espasmo pueden
ser físicas o psíquicas.
Cualquier patología
pélvica que torne
doloroso el coito puede
condicionar, como
mecanismo defensivo,
el vaginismo.
Psicológicamente
algunas mujeres son
relativamente sanas y
viven en armonía con su
pareja. Otras son
conflictivas, agresivas o
ambivalentes en cuanto
a la sexualidad, el
matrimonio y el
embarazo. En
ocasiones hay historia
de abuso sexual,
incesto o intentos
dolorosos de realizar el
coito.
5. Disfunción sexual
debida a una
enfermedad médica.

. Lo fundamental de
este trastorno es la
presencia de una
alteración sexual
clínicamente
significativa que se
juzga etiológicamente
relacionada a una
determinada
enfermedad médica. En
este tipo de
perturbación puede
hallarse dolor ligado al
coito, deseo sexual
hipoactivo, disfunción
eréctil u otras formas de
disfunción sexual, las
cuales son capaces de
provocar malestar
personal o dificultad en
las relaciones
interpersonales (Criterio
A). A ello debe sumarse
la evidencia por la
historia, el examen
físico o los hallazgos de
laboratorio, de que la
alteración es explicable
totalmente por los
efectos fisiopatológicos
de la condición médica
subyacente (Criterio B),
y que dicha alteración
no se explica mejor por
la presencia de otro
trastorno mental; por
ejemplo, trastorno
depresivo mayor
(Criterio C).

6. Disfunción sexual
inducida por
sustancias.

La característica básica
de este trastorno es una
alteración sexual
clínicamente
significativa que
produce malestar
marcado y dificultad en
las relaciones
interpersonales (Criterio
A). La historia, la
exploración física y los
análisis
complementarios
prueban que el
trastorno se explica en
su totalidad por el
consumo de sustancias,
sean estas drogas,
psicofármacos o tóxicos
(Criterio B); y, que la
alteración no se explica
mejor por la presencia
de un trastorno sexual
primario (Criterio C).
Los síntomas del
trastorno se desarrollan
durante o dentro de los
treinta días siguientes a
la ingesta de sustancias
tales como el alcohol,
anfetaminas, cocaína, u
otras. En cada caso
debe especificarse si
desmejora el deseo, la
excitación, el orgasmo,
o si aparece dolor
ligado al coito.

7. Disfunción sexual
no especificada.

Esta categoría
diagnóstica comprende
los trastornos sexuales
que no alcanzan a
cumplir con los criterios
para un trastorno sexual
específico. Ejemplos:

a) Ausencia -o
disminución importante-
de pensamientos
eróticos, a pesar de la
presencia de los
componentes
fisiológicos normales de
la excitación y el
orgasmo.

b) Situaciones en las
que el clínico concluye
que existe una
disfunción sexual, pero
no puede determinar si
ésta es primaria, debida
a una condición médica
general, o inducida por
sustancias.

Los casos de cefalea


postcoital, de anhedonia
orgásmica y de dolor al
masturbarse pueden ser
considerados en esta
categoría.
CONCLUSION

La investigación, permite llegar a las siguientes conclusiones:

Es bien sabido que los trastornos sexuales afectan a un gran número de


personas de ambos sexos.

El trastorno sexual más frecuente en las mujeres, fue el deseo sexual inhibido.

Es probable que estas mujeres tengan la incapacidad de enfocar su atención


en la relación sexual, desviándola hacia pensamientos negativos que interfieren
cuando se presenta la oportunidad de tener relaciones sexuales. La disfunción
orgásmica. Puede ser que la falta de concentración y la incapacidad de enfocar
la atención pudiera dificultar el logro del orgasmo.

De esta manera podrían distraerse, de forma tal que activan los mecanismos
naturales de inhibición fisiológica que suprimen el deseo sexual.

En el hombre el trastorno sexual más frecuente fue la disfunción eréctil. Es


probable que el componente de ansiedad en los varones pudiera interferir con
el mecanismo de erección en pacientes jóvenes. En pacientes de mayor edad,
pues podría haber una combinación de factores psicológicos y fisiológicos.

La eyaculación precoz. Es probable que el componente de impulsividad


presente en estos pacientes pueda ser una variable que contribuya a la
disfunción.

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