CORPUS CRISTI

1er. Cuartel: El niño que llevaba Isabel en su vientre saltó de gozo

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 39-45

En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región
montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a
Isabel. Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de
gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y
exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito
el fruto de tu seno; y ¿quién soy yo para que la madre de mi Señor venga
a verme? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de
gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas
que le fueron dichas de parte del Señor!

Reflexión
Nos causa felicidad al ver que María nos visita y se quiere hospedar en
nuestro pueblo de Mixtlán, pero nos causa aún más alegría el saber que
a quien lleva en su seno es al mismo Señor Nuestro Jesucristo, en quien
confiamos y nos ponemos en sus manos. La Alegría del encuentro es una
parte de nuestra realidad humana, es parte de nuestro vivir. El saber que
hoy el Señor visita este cuartel es una de los más grandes encuentros.

Oración
Señor, bendice este Primer Cuartel haz que las relaciones entre vecinos,
entre familias, entre amigos sea de unidad, de paz y de Alegría. Haz que
nuestra caridad de ir al encuentro del otro sea un deseo de Dios en el
corazón de cada persona, vernos felices porque el Señor está con nosotros
y se quiere quedar en cada corazón que lo quiere recibir.
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2do. Cuartel: El bautismo de Jesús

Del santo Evangelio según san Mateo 3, 13-17

Entonces Jesús llegó de Galilea al Jordán, a donde estaba Juan, para ser bautizado por
él. Pero Juan trató de impedírselo, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes
a mí? Y respondiendo Jesús, le dijo: Permítelo ahora; porque es conveniente que
cumplamos así toda justicia. Entonces Juan se lo permitió. Después de ser bautizado, Jesús
salió del agua inmediatamente; y he aquí, los cielos se abrieron, y él[a] vio al Espíritu de Dios
que descendía como una paloma y venía sobre El. Y he aquí, se oyó una voz de los cielos
que decía: Este es mi Hijo amado[b] en quien me he complacido.

Reflexión
Juan cree en Dios y en su Palabra, siente que él necesita ser bautizado
por Jesús, porque el bautismo de Juan es solo de arrepentimiento y
perdón de sus pecados, pero el Bautismo de Jesús compromete aún más,
es del Espíritu de Dios, de ser Hijos de Dios. Por eso, los cielos están
abiertos para sentirnos amados como Jesús se sintió.

Oración
Señor bendice este segundo cuartel, aquí esta tu pueblo sediento de Dios
y confiado en que tú nos lo das todo. Somos creyentes bautizados y
queremos sentirnos amados como tu Hijo Jesucristo. Suplicamos y
pedimos que bendigas este cuartel, cada niño, cada adolescente y joven,
cada adulto y cada persona que quiere conocerte y amarte. Nos
comprometemos a aumentar nuestra fe y buscarte de todo corazón.
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3er. Cuartel: No soy digno de desatarle las sandalias

Del santo Evangelio según san Mateo 1, 27

«El pueblo estaba en la duda, y todos se preguntaban interiormente si
Juan no sería el Mesías, por lo que Juan hizo a todos esta declaración:
Yo les bautizo con agua, pero está para llegar uno con más poder que
yo, y yo no soy digno de desatar las correas de su sandalia. El los
bautizará con el Espíritu Santo y el fuego»

Reflexión
No cabe duda que Juan el Bautista no es el protagonista del Evangelio, él
nunca quiso ser el más importante, él solamente quería presentar a Jesús
como el Mesías, el enviado por parte de Dios. Su bautismo ayudaba a
acercar a Dios a las personas y a buscar la conversión de corazón. Pero
el Bautismo de Jesús hacía que cada persona tuviera enraizado en su
corazón a Dios. Juan no se siente digno, por eso se pone siempre en el
lugar que le toca.

Oración
Señor bendice este tercer cuartel, nuestro bautismo nos hace buscarte y
saber que no somos importantes ante los ojos de nuestros hermanos,
pero ante tus ojos somos pequeños e indefensos. Tú cuando nos miras
encuentras dentro de nuestro corazón nuestra fragilidad pero también nos
das el valor tan grande de sentirnos tus hijos. Bendice este cuartel en el
cual queremos que tú seas el grande, el que nos dirija, el que nos guíe.
Bendice cada proyecto, ideal y sueños que hagamos, confiamos en que tu
mirada esta sobre nosotros, sobre cada persona y sobre cada familia.
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4to. Cuartel: Este es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo

Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el
pecado del mundo. 30 Este es aquel de quien yo dije: “Después de mí viene un hombre que
es antes de mí[a] porque era primero que yo.” 31 Y yo no le conocía[b], pero para que El fuera
manifestado a Israel, por esto yo vine bautizando en[c] agua. 32 Juan dio también
testimonio, diciendo: He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y se posó
sobre El. 33 Y yo no le conocía[d], pero el que me envió a bautizar en[e] agua me dijo: “Aquel
sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre El, éste es el que bautiza en[f] el
Espíritu Santo.” 34 Y yo le he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.

Reflexión
Juan señala que Jesús es el salvador, no era tan solo el Mesías, sino
también el Salvador. El es un gran salvador porque es el Cordero de Dios,
es un salvador perfecto, completo porque quita el Pecado. El testimonio
de Juan es que sus ojos nunca se despegan de aquél que da la vida, de
aquel que busca con agrado… Jesús nos enseña a verlo y convencernos
en nuestra vida que quiere quitarnos todos nuestros pecados.

Oración
Señor, bendice este cuarto cuartel, hemos conocido a Jesús, por medio
de sus palabras y obras, por medio de los sacramentos en especial de
este sacramento de la Eucaristía, quítanos el pecado de la indiferencia,
de la división, de la envidia de nuestro pueblo, de nuestra familia y de
nosotros mismos. Para que así podamos dar testimonio tuyo ante los
demás.