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El Deber de Fidelidad

Dice Cornejo Chávez, que consagrada la monogamia como el sistema matrimonial en


vigencia por todos las legislaciones civiles modernas, el primer deber, u obligación, que
tienen los cónyuges recíprocamente, es el de la fidelidad, no sólo en las relaciones sexuales,
sino que también se extiende al comportamiento en general de los cónyuges.
El incumplimiento de este deber, o sea la infidelidad, se desdobla en dos formas según la
gravedad, el primer caso se refiere a las relaciones sexuales de uno de los cónyuges con
tercera persona, y el segundo acualquier otro supuesto de deslealtad conyugal.
La forma más grave de la infidelidad conyugal, o sea el adulterio, invariablemente a través de
la historia del Derecho de Familia, ha sido sancionado severamente, con mayor dureza a la
mujer, porque según los romanos el adulterio de ésta conlleva el riesgo de incorporar a la
familia hijos de terceros, lo que no ocurre con el adulterio del varón. Pero modernamente
tanto el adulterio de la mujer como del varón está vedado con la misma estrictez y sancionado
por igual, por tratarse de una obligación recíproca, como lo prescribe, en el caso del Perú, el
artículo 288 del C.C. de 1984.
El adulterio tiene incidencias tanto en el derecho Civil como en el Derecho Penal. Según lo
primero se constituye en causal de separación de cuerpos y de divorcio absoluto, como lo
establecen los artículos 333 y 349 del C.C. de 1984; y de acuerdo a lo segundo, daba lugar al
correspondiente delito de adulterio, sancionado por el artículo 212 del Código Penal de 1924,
pero suprimido por el Código Penal de 199Í, vigente.
Las otras modalidades de la infidelidad conyugal, diferentes a las relaciones sexuales, pueden
presentarse en diferentes y múltiples formas de deslealtad conyugal, que podrían dar lugar
también a la disolución del matrimonio como el causal de conducta deshonrosa previsto
igualmente por los artículos 333 y 349 del C.C. de 1984.

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