BARATARIA
Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales
Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825, e-ISSN: 2172-3184
Paul BOGHOSSIAN
EL MIEDO AL CONOCIMIENTO.
CONTRA EL RELATIVISMO Y EL
CONSTRUCTIVISMO.
Madrid: Alianza. 2009, [2006].187 pp.
Paul Boghossian, catedrático de
filosofía en la Universidad de Nueva York,
presenta una obra, breve pero sustantiva, a
contracorriente.
La postmodernidad, un término quizá
ya no tan de moda pero que duda cabe que
influyente, lleva hermanada una
epistemología constructivista y una praxis
relativista. Este es el paradigma dominante
entre las ciencia sociales. Lo objetivo y
estructural sucumbe ante lo subjetivo e
interpretativo. Y Boghossian pretende
combatir este “mal” desde los presupuestos
de la epistemología y la filosofía analítica.
Las tesis básicas del constructivismo-
relativista se pueden resumir en dos grandes
principios: El primero, la “doctrina de la
Validez Igual”, que afirma básicamente que
“existen muchas formas radicalmente
distintas, pero «igualmente válidas», de
conocer el mundo, de las cuales la ciencia
es sólo una” (p. 17); y segundo, la
concepción de la “dependencia social del
conocimiento”, según la cual “una creencia
sea o no conocimiento estaría en función, al
menos en parte, del entorno social y
material contingente en el que haya sido
producida (o sostenida)” (p. 22). En otras
palabras, que todo conocimiento es una
creación humana contingente y, por tanto,
relativa al grupo que la creó o utilizó.
No hay, en consecuencia, una
“metanarración” -por usar la terminología
de Lyotard-, privilegiada. La ciencia es una
forma de conocimiento más entre las otras.
A Boghossian lo que más le preocupa son
las consecuencias epistemológicas del
paradigma constructivista, no sus
implicaciones políticas.
DOI: http://dx.doi.org/10.20932/barataria.v0i10.139
Mantiene que se puede aplicar el
constructivismo sobre el conocimiento a tres
campos relacionados, pero diferentes (pp. 42-
43): (1) el “constructivismo sobre los hechos”,
según el cual los “hechos” son construidos
socialmente y, en consecuencia, son un reflejo
de nuestros intereses; (2) el “constructivismo
sobre la justificación”, para el cual las
justificaciones de una creencia son tan
construidas como el hecho a justificar; y (3) el
“constructivismo sobre la explicación
racional”, que mantiene que las evidencias y
pruebas no justifican un hecho, sino que son
muestra de necesidades e intereses
contingentes de quienes las producen. En el
libro revisa el primer tipo en los capítulos 3 y
4, el segundo en los capítulos 5, 6 y 7 y el
tercero en los últimos dos.
El primer tipo de constructivismo parte
de una vieja premisa filosófica: no hay
conocimiento objetivo, todo “hecho” parte de
la mente y es socialmente construido. Es el
constructivismo más radical y
“contraintuitivo”, pero tal vez por ello es uno
de los más influyentes. Mantiene el autor que
adopta dos formas: el constructivismo “del
molde de galletas” y el “relativista”. La
primera de ellas, mantiene que la realidad es
dependiente de la descripción que realicemos
de la misma. El mundo, dicho de un modo
muy grosero, es un continuo y la mente
humana trocea ese continuo y da forma a los
hechos. Mientras que la segunda, afirma que
una vez que los seres humanos adoptamos un
esquema interpretativo del mundo hay hechos
objetivos, pero solamente en relación a dicho
esquema interpretativo. En ambos casos, la
realidad no escapa de nuestra mente.
Boghossian analiza todos los problemas
lógicos a los que se enfrenta esta perspectiva
para concluir que “en gran medida, el mundo
de ahí fuera es lo que es, con independencia de
nosotros y de nuestras creencias sobre él. Hay
muchos hechos que jamás contribuimos a
configurar. Si queremos alcanzar una
226 Reseñas y Críticas
concepción verdadera acerca de cómo es el
mundo, nuestras creencias tienen que
reflejar fielmente tales hechos
independientes de la mente” (p. 89).
Posteriormente trata de desmontar las
tesis del relativismo epistémico, según la
cual la justificación sobre la veracidad o
falsedad de un hecho es relativa a la
comunidad que interpreta ese hecho. En este
caso no se sigue que la realidad sea relativa,
pero sí que la interpretación que hacemos de
ella lo es. Y, por último, analiza críticamente
la creencia relativista según la cual las
evidencias para confirmar una creencia
acerca del mundo son contingentes y no
prueban el hecho, simplemente reflejan las
circunstancias de los seres humanos que las
crean o adoptan.
Hay un tema que preocupa
recurrentemente a Boghossian a lo largo de
la obra: cómo es posible que una teoría tan
“contraintuitiva” como el constructivismo
haya podido tener éxito. No es lugar para
responder a esta pregunta, enmarcada de
lleno en el terreno de la sociología del
conocimiento.
Pero quizá se puedan apuntar algunos
hechos. En primer lugar, el alejamiento
humano de la vida natural. Esto puede
parecer una simplicidad, pero la vida urbana
aleja a las personas del entorno dado y lo
sumerge en el entorno construido por su
mano. Los seres humanos viven inmersos en
un mundo moldeado por otros seres
humanos y se termina concibiendo ese
mundo como el único real. En segundo
lugar, la virtualización de la existencia
también nos hace entender el mundo en
términos de nuestros deseos y expectativas.
Para muchos lo dado no es aceptable y
termina siendo irreal. Por último, y sin
deseos de ser exhaustivo, como reconocía
acertadamente Norbert Elias en su obra
Teoría del símbolo, esta duda acerca de la
validez del conocimiento y de la propia
realidad tiene su fundamento en la recepción
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de las categorías filosóficas kantianas entre las
Ciencias Sociales. En este sentido cabe
hacerse, como Elias, una pregunta: si el ser
humano está dotado de unos sentidos y una
mente que puede inducir tan fácilmente a error
y a crear sistemas explicativos tan diferentes y
contradictorios sobre el mundo, ¿cómo es
posible que haya tenido tanto éxito evolutivo y
esté presente en prácticamente todos los
ecosistemas del planeta? Podríamos responder
que tal vez porque es capaz de generar
conocimiento objetivo sobre la realidad.
Finaliza Boghossian afirmando que el
constructivismo ha tenido éxitos y virtudes
notables. En concreto, su capacidad para
desmontar ideologías y prácticas sociales dadas
por naturales, cuando eran sin duda una
construcción social. Pero mantiene que ha
superado un límite lógica y científicamente
aceptable.
Acabemos como lo hace él: “Nuestras
intuiciones nos dicen que las cosas tienen una
manera de ser que es independiente de las
opiniones humanas, que somos capaces de
alcanzar creencias objetivamente razonables
sobre cómo son las cosas y que estas creencias
son vinculantes para todas aquellas personas
capaces de apreciar -independientemente de su
origen social y cultural- la evidencia
correspondiente. Por muy complejas que
puedan parecer estas ideas, es un error pensar
que la filosofía reciente ha descubierto razones
poderosas para rechazarlas” (p. 179).
A. MARTÍN CABELLO
URJC
Francisco MARCOS-MARÍN y
Amando DE MIGUEL
SE HABLA ESPAÑOL.
Madrid: Biblioteca Nueva. 2009. 279 pp.
Este libro es fruto del trabajo conjunto
realizado por los catedráticos de la Universidad

española, Francisco Marcos-Marín, filólogo,
y Amando de Miguel, sociólogo, a raíz de la
estancia laboral de ambos en la Universidad
de Texas en San Antonio (EUA) durante
2008; por lo demás, su realización fue
posible gracias al patrocinio de la Fundación
Rafael del Pino.
En el Prólogo, los autores declaran
que el proceso de colaboración mantenido,
laborioso y eficaz, parte de la consideración
sociológica de la lengua como un hecho
social, mientras que la lingüística entiende la
lengua como una estructura. Además,
coinciden en propugnar el respeto común a
la diversidad de lenguas y hablas, al tiempo
que reconocen el español como matriz fértil
de convivencia de millones de personas.
El capítulo primero está dedicado a
definir conceptos y procesos claves
relacionados con el lenguaje. De ese modo
se evidencia la riqueza de la polisemia de la
lengua, tanto por la influencia cultural, como
por la importancia del medio social. Entre
otros, se contempla el significado de
términos como lengua, lenguaje, habla,
idioma y lengua materna, en relación a los
marcos históricos, socioculturales y políticos
en los que se configura la lengua con
carácter general. En oposición a los abusos
de poder que pueden detectarse, los autores
estiman la lengua como propiedad
individual que requiere de la acción humana
para su realización. Y se detienen en los
conflictos lingüísticos derivados de la
convivencia en la diversidad, analizándolos
desde las perspectivas diacrónica y
sincrónica.
Los capítulos segundo y tercero
muestran un recorrido histórico a través de
las vicisitudes políticas, económicas y
culturales que han favorecido el predominio
del castellano-español entre el conjunto de
lenguas específicas de las comunidades
nacionales, al punto de consolidar su uso
práctico mayoritario dentro del país y
afianzar su expansión internacional con el
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Reseñas y Críticas 227
respaldo de la comunidad hispanohablante; a lo
que hay que añadir su condición de lengua
oficial del Estado. Lamentan los autores que,
junto a las funciones sociales del lenguaje que
inciden en la comunicación, la apelación al
otro, la diferenciación identitaria de individuos
y grupos, desde determinados centros de poder
se enfatiza la función de control y
manipulación, provocando una percepción de
ruptura de la convivencia y de pérdida de
derechos en el seno de la sociedad española.
El capítulo cuarto se centra en la relación
entre formas de expresión elegidas por los
hablantes de una lengua y la mentalidad y
caracteres colectivos que esas opciones
reflejan. En este caso, los profesores Marcos-
Marín y de Miguel estudian
pormenorizadamente los usos del español para
referirse al binomio espacio-tiempo, en cuanto
definidor de la conciencia, constatando que “al
hablar acerca del tiempo, en español, hay que
tener en cuenta la equivalencia entre
expresiones de lugar para el tiempo, o
viceversa, así como si la acción se presenta
como terminada o no. Todo ello da paso a una
rica panoplia de posibilidades.” (p. 139). Esa
variedad comprende, entre otros aspectos, el
tiempo cronológico y el atmosférico, la
medición del tiempo y el tiempo social.
El capítulo quinto, el más extenso, se
detiene en las variaciones en el habla de los
españoles, distinguiendo una tipología de las
mismas según el uso correcto o incorrecto del
idioma en el hablar culto (y escrito) y en el
hablar cotidiano. Dichas variaciones son
catalogadas como neologismos, vacilaciones,
perversiones y degradaciones, y operan en un
proceso continuo y de ritmo lento de enrique-
cimiento y empobrecimiento del español, en
cuya dinámica “lo más difícil es averiguar por
qué se produce ese incesante movimiento de
sustitución de unas palabras por otras.” (p.
172). Pese a ello, los autores llevan a cabo un
riguroso y minucioso examen de la tipología
mencionada, detectando los procedimientos
habituales que facilitan tales variaciones.
228 Reseñas y Críticas

El capítulo sexto, y último, tituladotítulo. Es una obra muy densa en su contenido,

“Con el español por el mundo”, desgrana las está bien documentada y actualizada en los
fases históricas de la expansión moderna delmuchos datos que recoge y de lectura
español, detalla las vicisitudes y los factores
asequible por las abundantes tablas, cuadros y
que la propician en el último siglo, añade gráficas que presenta.
estimaciones cuantitativas de su implan- La España inmigrante quiere reflejar esa
tación en el mundo globalizado actual, y nueva realidad, la realidad de este país en el
apunta reflexiones acerca de su futuro. siglo XXI, sobre la que se interroga y hace
Cabe concluir que se trata de un libro
propuestas para esta piel de toro que debe
que aúna las aportaciones científicas de dosdefinir el cómo quiere incorporar “al otro” en
áreas disciplinares, Sociología y Lingüística,
la nueva sociedad que se está formando.
por lo que presenta un novedoso y elaborado Contemplar la inmigración como positiva o
estudio sobre la situación actual del idiomanegativa haciéndolo depender sólo de si se
español, sin olvidar las polémicas circuns- necesita, o no, mano de obra en el país de
tancias que rodean su vigencia, dentro y acogida es una visión muy reduccionista.
fuera de España. Interesa, por tanto, a un En varios capítulos se desarrolla la
público muy amplio y con motivaciones muy estrecha relación entre la inmigración y el
diversas, que encuentra un texto de escritura
mercado de trabajo, pero no es la única causa
precisa y comprensión accesible. y el Profesor desmenuza, en las dos primeras
En su tarea de indagación y reflexión,
partes del texto, aspectos relacionados con esta
los autores desenmascaran prejuicios y problemática, comenzando, en el primer
mitos generados en torno al hecho capítulo, con un apartado netamente teórico y
lingüístico, que interpretan asociados casi lo plantea, entre otros artículos, como “Notas
siempre a la intención de convencer o para una sociología del mercado de trabajo”
imponer otros sentidos interesados del que, si bien no es la primera vez que son
lenguaje en la mayoría de los contextos de la
publicadas -como otras partes del texto (p.12)-
comunicación, sobre todo, en las esferas delsiguen teniendo la trascendencia de entonces,
poder. Ello les lleva a adoptar una posiciónpues analiza la relación entre el mercado de
crítica frente a las políticas de inmersión lin-
trabajo y la inmigración, intentando sacar a la
güística aplicadas en algunas comunidades, luz las reglas de funcionamiento de ese
lo que puede suscitar polémica o rechazo en mercado -economía- que ya Weber había
lectores no afines a esos argumentos. esbozado.
Y si el mercado de trabajo es una de las
principales causas de las corrientes
M. I. MORÁN MORÁN migratorias, también es paradójico que en ese
UNEX entorno la discriminación sea uno de los
rasgos característicos, especialmente cuando el
empleador tiene varias opciones.
Lorenzo CACHÓN RODRÍGUEZ La normativa dentro de los países de la
LA ESPAÑA «INMIGRANTE»: MARCO Unión Europea trata de evitarlo pero es difícil
DISCRIMINATORIO, MERCADO DE de atajar porque no se manifiestan
TRABAJO Y POLÍTICAS DE abiertamente las “verdaderas” razones de la
INTEGRACIÓN. discriminación (pp.46 y 101). Y si la teoría de
Barcelona: Anthropos. 2009. 351 pp. las migraciones y el ámbito europeo nos
pueden marcar las líneas, el caso específico
El Prof. Cachón vertebra su texto en español es analizado en especial a partir del
los tres grandes apartados que recoge el

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capítulo tres con la formación de la “España
inmigrante” y utiliza para ello la teoría del
“ciclo migratorio” de Dassetto pues
considera que las aportaciones de este
sociólogo belga son referentes relevantes
para comprender lo que sucedió y sucede en
España (p.106-108).
El siguiente paso va hacia la
Institucionalización de la cuestión migra-
toria, es decir, ver a la inmigración como un
“hecho social” no sólo como mano de obra
que llega y se va al terminar el trabajo. La
sociedad, a través de la administración, crea
las instituciones administrativas específicas
que se ocupan de este hecho así como
procesos “institucionales” y extraordinarios
de regularización de extranjeros entre otros.
Pero esa institucionalización no es
sólo referente a la relación de los
inmigrantes con las instituciones sino que
esa realidad ha pasado al resto de la
sociedad, ha dejado de ser algo minoritario,
que sólo afectaba a las personas implicadas,
empleador y empleado, ahora se ha
socializado, nos afecta a todos y por lo tanto
el inmigrante ha pasado a ser uno más de
nuestra sociedad, generando dinámicas
sociales como un miembro más. Y si en
este apartado el Estado, la sociedad, es la
que evoluciona, en el capítulo cuatro se
denomina a ese mismo Estado como el
“marco institucional discriminatorio” pues
es esa institución la que tiene la potestad de
establecer fronteras y la de administrar los
derechos de las personas pero, a la vez, esa
institución queda reducida a ser un mero
sancionador de las posibilidades que el
mercado ha establecido previamente, es
más, “La función básica del marco insti-
tucional es hacer llegar a su destino, llegar a
poner a disposición de los empresarios, esa
mano de obra que necesitan” (p.162).
Después de estas bases para la
inmigración en España, el autor continúa
aportando gran cantidad de datos sobre
aspectos concretos como la población
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activa inmigrante y los empleos de éstos o su
vulnerabilidad en el mercado de trabajo.
La última parte se corresponde con las
políticas de integración de y con los
inmigrantes que van desde el Plan estratégico
de ciudadanía e integración (2007-2010),
como proyecto político, en el que se reconocen
una serie de retos y desafíos, hasta la
dimensión territorial de las políticas de
integración en España o la política
antidiscriminatoria por razón de origen racial o
étnico que, procedente de la Unión Europea,
se ha realizado una transposición a España.
Concluye el trabajo con las políticas de
integración o las “3R”: Redistribución -en la
línea del Estado de Bienestar-, Reconoci-
miento -del otro en su singularidad y
colectividad- y Representación -participación
en el ámbito político.
Sin lugar a dudas un texto que significa
un paso hacia delante en el estudio teórico de
la inmigración y en el reconocimiento del otro,
del inmigrante, como un actor más de nuestra
sociedad.
E. DÍAZ CANO
URJC
Roland TERBORG y
Laura Gabriela GARCÍA LANDA (coords.)
LOS RETOS DE LA PLANIFICACIÓN
DEL LENGUAJE.
México: Universidad Nacional Autónoma de
México. 2006. 2 vols. 630 pp.
En este libro, obra colectiva que reúne
artículos, intervenciones y análisis de decenas
de profesores de diferente procedencia, se
reflexiona sobre la importancia de las políticas
del lenguaje y sobre la necesidad de poner en
práctica una correcta y útil planificación del
lenguaje. Esto es especialmente necesario en
un mundo como el nuestro, en el que casi a
diario desaparece una lengua, y con ella
también un trozo de Historia y de cultura; un
230 Reseñas y Críticas
mundo en el que las migraciones masivas y
el “interculturalismo” provocan cambios
copernicanos, también a nivel lingüístico,
difícilmente previsibles hasta hace poco.
Se trata de una obra colectiva,
dividida en 5 grandes áreas de
investigación, pensada y publicada en
Méjico dentro del proyecto “Lenguaje y
migración” del Departamento de
Lingüística aplicada del Centro de
Enseñanza de Lenguas Extranjeras. Pero,
lejos de limitarse al ejemplo mejicano,
aborda decenas de casos lingüísticos
repartidos por todo el mundo. No podemos
olvidar que los organismos oficiales
publican anualmente datos que tendrían que
asustarnos y sobre los que muchas veces no
nos paramos a reflexionar lo suficiente: el
75% de los Estados tienen sólo diez lenguas
oficiales y que 1500 lenguas del mundo
tienen menos de cien hablantes.
Ante la imposibilidad de analizar en
detalle las decenas de intervenciones que
componen la obra, nos gustaría destacar,
entre las reflexiones más interesantes, la de
William F. Mackey, quien en el primer
capítulo subraya cómo las políticas del
lenguaje no pueden aislarse del contexto
histórico y social en el que operan y no
tienen que tomarse como fórmulas fijas,
inmutables, que se aplican sin la
consideración previa del contexto.
Casos como el de Québec, o, en el
contexto español, el del País Vasco,
atestiguan que las políticas del lenguaje
en muchos casos van más allá de la mera
lengua en sí y pueden llegar a tener
importantes consecuencias a nivel
político, e incluso coincidir con las luchas
por el reconocimiento y la autonomía
política. De ello hablan con gran acierto
también Taylor y Habermas (Habermas, J.
y Taylor, Ch. 1998 Multiculturalismo. Lotte
per il riconoscimento, Milano, Feltrinelli).
Además, las políticas pueden influir sobre
el mantenimiento, desarrollo o evolución
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de una lengua. Al fin y al cabo, como dice el
mismo Mackey (p.: 26), es la gente la que
decide el destino de su propia lengua cuando
la utiliza más o menos.
Si la desaparición de una lengua es un
hecho contra el que luchar con todos los
medios a disposición, también es cierto que
hay que evitar caer en el error opuesto: forzar
situaciones y convertir a la fuerza o por
decreto lenguas y culturas orales en escritas,
sólo para garantizar su ficticia supervivencia.
De hecho, las políticas lingüísticas recientes
han conseguido importantes logros, como con
la lengua maorí, que ha renacido en los
últimos treinta años gracias al
reconocimiento de los derechos políticos a
este pueblo. Otro ejemplo nos lleva a
Australia, donde multiculturalismo y
multilingüismo han viajado paralelos. Por
último, el caso “idealtípico” de Canadá -que
nos recuerda Jerzy Smoliez- país que tutela
las minorías lingüísticas ya desde 1962.
Pero la Historia de las políticas
lingüísticas también está llena de clamorosos
fracasos que no pueden ser borrados de
nuestra memoria y que deberían servir como
ejemplo en el futuro, para no volver a
cometer los mismos errores.
Bernard Spolsky nos recuerda el uso
político que se ha hecho de la lengua, desde
Richelieu en adelante, y la idea de “una
nación, una lengua”, defendida por el
nacionalismo, desde los tiempos de Fichte y
del romanticismo alemán.
Todos los autores de esta obra colectiva,
más que indicar verdades apodícticas y
dispensar sentencias irrefutables, parecen
sugerir temas de discusión, y se hacen
preguntas que, muchas veces, ni ellos mismos
contestan y dejan abiertas para el debate. Así
ocurre, por ejemplo, en el segundo apartado,
donde se concentran las intervenciones que
reflexionan sobre las lenguas minoritarias y las
políticas de educación: también aquí las
soluciones son sugeridas o recomendadas,

nunca propuestas como únicas respuestas
válidas.
En definitiva, este sugerente texto
quiere, en primer lugar, subrayar la
importancia que tendrá en el futuro la
lengua, también como consecuencia de los
cambios a nivel planetario, ya sea la
imparable globalización o los cada día
crecientes flujos migratorios. La
diversidad y el pluralismo lingüístico
merecen atención y tutela si no queremos
que, como decía Stuart Mill, “la
humanidad llegue pronto a ser incapaz de
comprender la diversidad dado que ha
perdido la costumbre de verla”, y por
consiguiente todo lo que no suene a inglés
nos parezcan raros sonidos barbáricos.
G. TARDIVO
URJC
María GÓMEZ ESCARDA e
Isidro SEPÚLVEDA MUÑOZ (eds.)
LAS MUJERES MILITARES EN
ESPAÑA.
Madrid: Instituto Universitario General
Gutiérrez Mellado. 2009. 322 pp.
Los veinte años de la incorporación de
la mujer a las Fuerzas Armadas es un
proceso que se describe en esta obra desde
el Derecho a la Psicología, desde la Historia
comparada a la Sociología, analizando en
profundidad y desde puntos de vista
diferentes todo el proceso en su conjunto.
Este libro se divide en tres bloques
generales que analizan en profundidad la
incorporación de la mujer a las Fuerzas
Armadas españolas, la cotidianeidad de ese
hecho, las características sociales de dicho
proceso y el impacto social, individual e
institucional.
El primer bloque, a grandes rasgos,
muestra un recorrido por el proceso de
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Reseñas y Críticas 231
incorporación y la evolución de la presencia
femenina en el Ejército español, recalando en
el contexto histórico internacional en el que
se haya inmerso. Este primer bloque titulado
‘La incorporación de la mujer a las fuerzas
armadas’ está integrado por cuatro
aportaciones “Las mujeres en los ejércitos
europeos y americanos” de Víctor Martín
Martínez donde se hace un recorrido
comparativo entre la integración e
incorporación de la mujer en las Fuerzas
Armadas en América y Europa considerando
la realidad inicial del rechazo para concluir
en la aceptación e incorporación desde la
normalidad. “Los estudios previos a la
incorporación de la mujer” de Carlos Gil
Muñoz, muestra la encuesta que realizo el
Ministerio de Defensa en 1984 para recabar
la opinión de los españoles acerca de la
incorporación de la mujer a las Fuerzas
Armadas. “La evolución normativa en la
incorporación de la mujer a las Fuerzas
Armadas” escrito por Juan-Cruz Alli Turillas
que trata desde un aspecto jurídico social el
proceso de incorporación y el debate sobre la
igualdad atendiendo a una serie de
propuestas. “El proceso de incorporación de
la mujer a las fuerzas armadas en España.
Pasado, presente y futuro” escrito por
Valentina Fernández Vargas, cuyo contenido
contempla los antecedentes, el marco legal, la
situación internacional, la situación actual y
las perspectivas de futuro.
El segundo bloque ‘El compromiso de
la mujer militar’ introduce un primer texto de
Manuel J. Solana Cortés “El reclutamiento en
las Fuerzas Armadas españolas, Un caso
singular: los primeros 20 años de presencia
de la mujer”, detalla, mediante un minucioso
análisis estadístico, los distintos factores que
han permitido identificar la trayectoria y
evolución de la mujer en las Fuerzas
Armadas, desde el sistema de acceso a la
carrera militar, los grados de formación, la
procedencia, los destinos y el grado de
permanencia.
232 Reseñas y Críticas
El estudio muestra cómo se ha llegado
a cotas elevadas de igualdad de género y
conciliación familiar. “Mujeres en los
Centros Militares de Formación” de
Epifanio Artigas Aína, describe la presencia
de la mujer en los Centros Militares de
Formación haciendo especial hincapié en
tres ejes vertebradotes de dicha presencia: el
rendimiento académico a nivel conceptual,
teórico y técnico, el rendimiento ante el
nivel de exigencia física planteada, y la
capacidad para dirigir y liderar unidades.
“La mujer soldado en España” firmada por
Beatriz Frieyro de Lara y que aborda la
integración de la mujer española en las
Fuerzas Armadas comparándola con la
situación de sus semejantes en otros países
occidentales similares en su concepción de
la defensa. Consuelo del Val Cid con su
texto “La mujer militar en las misiones de
paz de la Unión Europea” habla de la
realidad militar de la mujer militar en
misiones de paz internacionales,
comentando cómo son sus relaciones con el
contexto, la situación, compañeros así como
cometidos y responsabilidades, para ello
introduce un estudio el cual arroja no sólo el
perfil de la mujer militar que participa en
esas misiones sino su grado de satisfacción,
sentido de cohesión e identificación con la
institución y escasa percepción de
discriminación.
El tercer bloque ‘Las características
psicológicas y sociológicas de la mujer
militar’ comienza con un texto de María
Pilar Bardera Mora “Perfil psicosocial de la
mujer militar”, la autora en este trabajo
analiza las variables de tipo biológico,
cultural, económico y político que han
favorecido desde múltiples causas a la
inclusión de la mujer en el empleo militar y
cómo se ha procedido a un cambio en la
apreciación de los roles socio-laborales de la
mujer española en los últimos veinte años.
“La igualdad y desigualdad entre sexos en
las Fuerzas Armadas” firmado por Lola
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Frutos Balibrea expone el término y concepto
de igualdad en el contexto y situación de la
mujer en el ejército, mostrando que a través del
acceso de la mujer a niveles profesionales y
sociales anteriormente inalcanzables, basados
en la diferencia de género, se ha concluido en
una situación social donde han aparecido
nuevos valores para la feminidad y la
masculinidad, fenómeno que se cristaliza y
ejemplifica con la incorporación de la mujer al
ejercicio castrense.
María Gómez Escarda hace una
reflexión-análisis de la familia en el contexto
militar en su texto “La mujer militar y la
familia” es un minucioso y detallado estudio de
la familia con miembros militares y las
dificultades de armonización y conciliación
que pueden surgir en el seno de esas familias,
haciendo especial hincapié en la mujer militar
y madre, la cual si bien cuenta con unas
mejores condiciones de conciliación de vida
profesional y familiar se encuentra ante
situaciones críticas al respecto, definidas por la
autora como ‘anti famlilia’, como son
maniobras, misiones internacionales y/o
navegaciones. Este tercer y último bloque
culmina con la presentación del “Observatorio
de la mujer en las Fuerzas Armadas
españolas”, realizada por María Belén
Caballud Hernando. La autora en esta
presentación y broche final del conjunto de la
obra Las mujeres militares en España (1988-
2008) detalla el proceso de creación del
Observatorio desde sus inicios, señalando el
régimen jurídico en el que se sustenta, las
funciones que lleva a cabo, su composición y
sistema de funcionamiento así como los logros
alcanzados.
Las mujeres militares en España (1988-
2008) es una obra que toda biblioteca de
estudios de mujer, género, feminismo,
estructura social y cambio social debería tener
entre sus volúmenes.
A. GARCÍA MANSO
URJC

Antonio MARTÍN CABELLO
PERSPECTIVAS TEÓRICAS EN
TORNO A LA SOCIOLOGÍA DE LA
CULTURA.
Madrid: Dykinson S.L. 2009. 134 pp.
La presente obra pretende un doble y
complicado objetivo, en palabras del
propio autor: uno está relacionado con el
contenido teórico y es realizar una síntesis
de un cuerpo teórico cada vez más extenso
y, por ende, más fragmentario y
difuminado entre las muchas corrientes de
pensamiento que lo analizan y, por otra,
hacerlo accesible, casi de un plumazo, a
todos los interesados, desde los eruditos a
los más profanos en la materia. En esta
concentración de conceptos, el más
avanzado en conocimientos encontrará los
elementos necesarios para continuar y
profundizar las obras exclusivas sobre
cada uno de los aspectos planteados que
aparecen, de forma prolija, en el apartado
de Bibliografía, 18 páginas con los autores
y obras más representativas de cada una de
las tendencias – si es que se puede llamar
así a las más de 300 acepciones de las que
habla Pierre Vilar al tratar de definir
cultura o, en palabras de algunos
sociólogos: promiscuidad semiótica del
término (p.15).
Otro de los objetivos, claramente
planteados por el Prof. Martín cabello, es
el de servir de guía para los alumnos
universitarios que se acercan, en la
mayoría de los casos, por primera vez al
término de una forma sistemática y aquí es
donde el contenido encuentra su
destinatario pues si bien la obra es concisa,
alberga una cierta complejidad, obstáculo
que queda claramente salvado si tenemos
delante a alguien que nos pueda guiar por
los muchos vericuetos que esconde
concepto tan simple, en apariencia, pero
complejo en el fondo.
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
Reseñas y Críticas 233
En las Conclusiones del primer
apartado vemos esta complejidad limitada al
ámbito de la sociología y lo aborda desde tres
vertientes la humanista, la antropológica y la
filosófica pero antes ha hecho un recorrido
por diferentes disciplinas que utilizan y
definen el término según su campo de trabajo
y con los variados matices que esta
multiplicidad nos deja percibir. Es como un
salto de flor en flor por el que Martín Cabello
nos dirige magistralmente.
La segunda parte nos habla de lo
clásico, situándolo antes de los años cuarenta
según la clasificación de Jeffrey C.
Alexander y presenta a los autores clásicos
para la Sociología sistematizándolos en
cuatro grupos. Los capítulos tres y cuatro los
dedica a la concepción funcionalista, el
primero, y a las diferentes escuelas críticas el
segundo, alemana, francesa e inglesa.
Dentro de la teoría crítica destaca la
Escuela de Birmingham, de la que el autor ya
ha publicado la obra La Escuela de
Birmingham. El Centre for Contemporary
Cultural Studies y el origen de los estudios
culturales (2006) de esta misma editorial,
obra que se ha convertido en referente en
castellano de esta Escuela.
Los tres últimos capítulos los dedica al
estructuralismo de Lévi-Strauss y
posmodernismo, a la crítica conservadora de
la cultura de masas y termina con las últimas
tendencias en sociología de la cultura, no
tanto por la fecha de edición de los textos
concretos cuanto por la vigencia actual de sus
contenidos, como son Castells, Bourdieu o
Giddens.
Concluye el autor hablando de las
cuestiones prácticas y si a Francis Bacon le
podemos atribuir la paternidad del
conocimiento social como proceso de
transmisión de prejuicios, sugiere que la
sociología de la cultura se ha convertido en la
actualidad en una disciplina central para
manejarnos en el mundo pues nos hallamos
inmersos en un momento histórico con gran
234 Reseñas y Críticas
movimiento de población de diferentes
latitudes, “grupos culturales diversos en un
mismo entorno geográfico” (p.114) lo que
hará que el conocimiento de estos
planteamientos teóricos sean impres-
cindibles para una mejor convivencia.
E. DÍAZ CANO
URJC
Juan MAESTRE ALFONSO
GUATEMALA. ENTRE VOLCANES Y
POETAS.
Córdoba: Editorial Almuzara, Colección
Sotavento. 2008. 192 pp.
Guatemala. Entre volcanes y poetas
es un viaje especial, a un país repleto de
belleza pero de sufrida realidad social y
política. Este es un relato cuajado de
preciosos trazos de la poesía que
Guatemala inspiró acompañados de las
vivencias y realidades ahí vividas por el
autor. Poesía que describe el amor y el
odio que los poetas compañeros de viaje
del autor profesaron por el país “de la
eterna primavera…el país de la gusanera”.
En su recorrido por Guatemala el
autor se acompaña, no sólo de su realidad
ahí vivida y ahí experimentada -un viaje al
pasado y un constante recuerdo mirando al
presente del país de los volcanes- sino
también de los versos de poetas tales como
son: Julio Fausto Aguilera, Enrique Juárez
Toledo, Carlos Zipfel y García, Mario
René Matute, Melvin René Barahona, Luís
Alfredo Arango, Miguel Ángel Asturias,
Romelia Alarcón Folgar, Otto Raúl
González, Manuel José Arce, Francisco
Acevedo, Roberto Paz y Paz, Marco
Antonio Flores, Roberto Obregón Morales,
Otto René Castillo, Raúl Leiva.
Este periplo repleto de experiencias,
sentimientos, vivencias y vida propia nos
descubre un país que cuarenta años
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
después sigue siendo el mismo en multitud de
aspectos, aquellos que por desgracia no
deberían permanecer, pero manteniendo una
inmensa riqueza cultural, feraz, rica, tortuosa
que describe cómo es “el país de los lagos y
volcanes”.
Entre los relatos descritos en esta
amena y amigable obra se cruzan y mezclan
muchos recuerdos, hechos y personas, todas
ellas componen un mosaico de experiencias
que van dando cuerpo a la obra, van haciendo
el viaje y recorrido por Guatemala, testigos
directos y descriptores de la realidad del país.
Guatemala. Entre volcanes y poetas no
sólo destaca por su singular y evocadora
recurrencia poética sino por tratarse de un
recorrido, social, político, histórico y cultural
por un país quizás no muy recordado en las
obras literarias pero de vital interés e
importancia para comprender hechos
presentes y pasados del continente
americano, todo ello hace que este sea un
libro de obligada lectura para aquel que
quiera deleitarse con un maravilloso viaje de
evocadora lectura del país de “tortuosa
epidermis”.
A. GARCÍA MANSO
URJC
Abel HERNÁNDEZ
HISTORIAS DE LA ALCARAMA.
Madrid: Gadir. 2008. 244 p.
Abel Hernández es un periodista de
reconocida trayectoria y autor en el pasado de
exitosos ensayos como Crónica de la Cruz y
de la Rosa y Quinto Poder. Llegado a un
tiempo de la vida en el que los balances se
mezclan con las nostalgias, por primera vez
ha decidido dejar de lado, por lo menos
momentáneamente, la crónica política y la
Transición española, que vivió de cerca con
sus apasionantes crónicas diarias, para

escribir las memorias de su infancia y de
su querido pueblo. Se trata de Sarnago un
pueblo abandonado de la provincia de
Soria, una zona que representa, como
recuerda el mismo autor, “el mayor
desierto demográfico de Europa”. Es un
lugar físico real, pero en el apasionante
relato emerge más como lugar del alma, de
los recuerdos y la nostalgia, si la hay. Es
más un alegato a un tiempo y unos valores
que han desaparecido para siempre que la
descripción de un lugar en su concreción
física.
El relato, dividido en cuarenta
pequeños capítulos, está constituido por
una serie de cartas a su hija Sara, que,
como todos los jóvenes que no vivieron
aquello está llamada a descubrir un mundo
que parece muy lejano y sin embargo es
nuestra vida de hace pocas décadas. Un
mundo hecho de puertas abiertas, calles sin
números, peregrinos tomados por
Jesucristo pero donde, a la vez, hombres y
naturalezas se fundían a la perfección, las
ovejas acompañaban los andares de los
hombres, el pasar de las estaciones no se
percibía sólo en los escaparates de las
tiendas de ropa y unas simples sandías
podían dar la felicidad más que los viajes
al Caribe de hoy.
En definitiva, el autor nos da una
perfecta versión en prosa del llamado
panismo dannunziano, esa capacidad única
que tenía el poeta D’Annunzio para
acercarse a la naturaleza no para
contemplarla, sino para conocerla desde
dentro y hacerse parte de ella. Sólo quien
ha vivido lo que se cuenta en primera
persona, como Abel Hernández, puede
lograrlo. Hasta la muerte tenía otro valor y
sentido en aquellos pueblos y en aquella
civilización rural, algo que la llamada -y
demasiado celebrada- “modernidad”, ha
hecho desaparecer. Abel Hernández parece
decirnos que, al fin y al cabo, se estaba
mejor cuando se estaba peor, cuando la
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
Reseñas y Críticas 235
simple sombra de la torre de Sarnago o el
sonido de las campanas eran los encargados
de señalar el rutinario pasar de las horas, y
nuestras vidas no dependían de móviles ni
relojes.
En este libro está perfectamente
delineada la verdadera esencia del pueblo
castellano y español, que tanta importancia
da, o sería mejor decir daba, a las pequeñas
cosas de todos los días, a los valores
familiares y religiosos o al simple hecho de
reunirse delante de una mesa y una chimenea
un domingo de invierno. Los momentos
autobiográficos, algunos conmovedores,
como los que se refieren a la prematura
muerte del padre (que dejará al autor un vacío
y una frustración perenne), sirven al autor
para recordar etapas decisivas de la Historia
de España, como la Guerra Civil, que
también en aquellos pueblos se vivieron de
manera directa y afectaron profundamente.
Sarnago dejó de ‘existir’ entre los años
sesenta y setenta, cuando el último habitante,
Aurelio, murió y los políticos prefirieron
convertir la zona en un bosque de pinos
protegidos. Como dice Gustavo Martín
Garzo: “Historias de la Alcarama es un libro
sobre el milagro de la memoria”, una
memoria que concierne incluso al léxico,
dado que el libro concluye con un pequeño
glosario que nos aclara el significado de
algunas palabras hoy en desuso.
Efectivamente en su relato, que puede
ocupar de forma placentera una tarde de
nuestro caluroso verano, Abel Hernández,
como decía el poeta italiano Salvatore
Quasimodo, descubre el jardín que todos
nosotros buscamos siempre e inútilmente
después de haber vivido en los lugares
perfectos de la infancia.
G. TARDIVO
URJC
236 Reseñas y Críticas
Ángel VALERO LUMBRERAS
EL GIRO POLÍTICO DE LA
EPISTEMOLOGÍA.
Madrid: Biblioteca Nueva. 2008. 316 pp.
Centrado en el cuestionamiento de las
perspectivas tradicionales de la filosofía
analítica de la ciencia, el presente texto
ahonda en las aportaciones heterodoxas
realizadas por el filósofo y sociólogo de la
ciencia norteamericano Steve Fuller, el
representante de mayor prestigio hoy día
dentro de la corriente de la epistemología
social que opta abiertamente por la
propuesta de la gestión política de la ciencia.
El autor de este interesante trabajo de
análisis y reflexión es el profesor Dr. Ángel
Valero, quien añade a su meritoria labor
profesional como catedrático de Filosofía de
Bachillerato, una reconocida tarea de
indagación y divulgación sobre filosofía de
la ciencia y sociología del conocimiento
científico.
El libro se organiza en tres amplios
capítulos, precedidos por un Prólogo
firmado por Jacobo Muñoz, y por una
Introducción del autor, donde apunta la
consideración de la epistemología social
como vertiente complementaria o alternativa
a la epistemología clásica de corte
anglosajón, proclive a una concepción
subjetivista del conocimiento; la
epistemología social se distingue, así, de las
opciones de las epistemologías
individualistas, ya sustenten éstas la
legitimación o justificación del
conocimiento a priori o a posteriori; pero a
la vez, dentro de la corriente de la
epistemología social, se constata una clara
contraposición entre las modulaciones
analíticas, que se mantienen en la tradición
dualista y dicotómica del análisis
epistemológico, y los planteamientos
sociopolíticos (entre cuyos defensores
destaca Steve Fuller) que derivan hacia
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
nuevas posibilidades de la filosofía normativa
de la ciencia.
El primer capítulo se dedica a enmarcar
la epistemología sociopolítica de Steve Fuller
en el escenario naturalista e historicista
generado, a partir de la década de los años
sesenta del pasado siglo, especialmente contra
el “empirismo lógico” y su visión racionalista
y apriorística del conocimiento gestado por las
ciencias empíricas. El desplazamiento de estos
cánones implica, recogiendo el pensamiento de
Steve Fuller citado por el autor, “un supuesto
básico, un analogado principal, a saber:
cualesquiera disputas que se establezcan sobre
la racionalidad del conocimiento se pueden y
deben resolver apelando a los “hechos
naturales” – los hechos sociales y políticos
formarán parte de esta concepción genérica
naturalista – tal como quedan provisionalmente
configurados e interpretados por las propias
ciencias.” (p. 49). Un exhaustivo repaso de este
giro de la epistemología y la filosofía de la
ciencia, y sus lazos con la posición de S. Fuller,
permite comprobar las contribuciones de W. O.
Quine, Th. S. Kuhn, J. Dewey, R. Rorty, K.
Mannheim, así como de B. Barnes y D. Bloor,
principales responsables de la sociología crítica
del llamado Programa Fuerte de Edimburgo.
El segundo capítulo ahonda en las
tendencias y autores más relevantes de la
categoría que Ángel Valero denomina
epistemología social analítica, caracterizada
por “legitimar las prácticas cognoscitivas
mediante la apelación última a la esfera
individual del sujeto cognoscente, y su elección
de la búsqueda de la verdad como objetivo
epistémico principal.” (p. 109); y aunque la
elaboración de esa verdad por cada sujeto
depende de los otros sujetos cognoscentes y del
medio social, se trata de una legitimación
formal y apolítica de la producción de
conocimiento, en definitiva justificada a priori
según cánones abstractos. Frente a ello, la
epistemología social de Steve Fuller destaca
por asimilar ese proceso a coordenadas sociales
y por justificarlo en la consecución de

proyectos sociales y políticos. Los dos
frentes abiertos dentro de la epistemología
social establecen, por tanto, dos filosofías
normativas sobre el conocimiento dispar,
cuyas discrepancias y consecuencias son
ampliamente expuestas, tras profundizar en
los enfoques analíticos de A. Goldman, Ph.
Kitcher y H. Longino.
El último capítulo ofrece un extenso
estudio de la epistemología social de S.
Fuller entendida como epistemología
política, en línea “con la condición de
“movimiento” social y político que el autor
aspira otorgar a su empresa epistemológica:
el objetivo primordial sería la traza de un
marco general “constitucional”, a la manera
de las leyes fundamentales de las
democracias políticas, que ofrezca posibles
vías de desarrollo a la producción de
conocimiento científico, donde el
predominio tradicional de los expertos en la
dirección de la empresa deje paso a un
público interesado y en principio inexperto,
capaz de adquirir en las circunstancias
apropiadas los recursos necesarios para un
juicio político ilustrado sobre el papel de la
ciencia en la vida cívica.” (pp. 161-162).
Este complejo programa es objeto de
una completa indagación y explicación por
parte del profesor Ángel Valero, abarcando
sus raíces en el marco de los estudios
sociales de la ciencia, su validez como teoría
de la ciencia, la fuerte crítica que recibe por
parte del filósofo norteamericano J. Rouse, y
el debate que mantiene con H. G. Grasswick
por el rechazo al panglossianismo, término
aplicado a las primeras fases de la
epistemología social. A continuación, se
añaden las propuestas más atrevidas y
controvertidas de Steve Fuller, relacionadas
con la aplicación normativa de sus ideas;
entre otras pretensiones, defiende la
transformación de la figura del
epistemólogo social, y la dimensión
intervencionista articulada en torno a los
ejes de la sociedad abierta y el
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
Reseñas y Críticas 237
republicanismo, derivando en profundas
implicaciones, que afectan necesariamente el
papel de la universidad.
Unas ‘Consideraciones finales’ del autor
sitúan las aportaciones de Steve Fuller, dentro
del contexto de la epistemología en general, en
la ingeniería social, valorando su defensa de
implementar una gestión democrática en la
construcción, control, supervisión e
información de la ciencia y la tecnología,
cuestión ineludible si se repara en la pluralidad
de disciplinas fragmentarias que caracteriza el
conocimiento en las sociedades actuales. Se
intenta, así, “enriquecer a la par que
transformar la tradicional labor analítica,
explicativa o legitimadora del empeño diverso
y plural del conocimiento humano.” (p. 304).
Una última sección, dedicada a la Bibliografía,
cierra el volumen.
Contribuye, sin duda, este libro a
esclarecer una de las líneas innovadoras de la
epistemología social, y lo hace con un
tratamiento completo y bien incardinado en el
conjunto de los estudios sociales de la ciencia.
Es preciso destacar la calidad del trabajo
ofrecido en estas páginas por el profesor Ángel
Valero, y que interesa de forma especial al
epistemólogo, al filósofo, al sociólogo y al
historiador de la ciencia, y con no menos
intensidad a los científicos de ramas y
condiciones diversas en cuanto desempeñan
una profesión social. Su contenido también
puede ayudar a quienes, desde instancias
oficiales, organizaciones sociales y empresas,
planifican y evalúan directrices y programas de
investigación. Y, finalmente, por la índole de
las propuestas contenidas en la teoría de Steve
Fuller, puede suscitar en lectores ajenos a los
citados campos, interrogantes e inquietudes
que les hagan más conscientes de su
responsabilidad ciudadana.
M. I. MORÁN MORÁN
UNEX
238 Reseñas y Críticas
Vicente José BENITO GIL,
José Manuel CANALES ALIENDE y
María Erley ORJUELA RAMÍREZ
(coords.)
ESTADO DEL BIENESTAR Y incluso quitando al Estado atribuciones que
POLÍTICAS SOCIALES: UNA
APROXIMACIÓN A LA SITUACIÓN
ESPAÑOLA Y COLOMBIANA.
Alicante: Editorial Club Universitario.
2008. 294 pp.
Hablar del Estado de Bienestar y
hablar de crisis se ha convertido ya en un
binomio clásico, sin embargo, el Estado de
Bienestar es el logro de una sociedad tras
largos años, siglos, de lucha por conseguir
que el Estado, es decir la totalidad de los
habitantes del país (mayoritariamente
Europa y Norteamérica, cada uno con sus
matices) tuviesen una serie de
“seguridades” (pp. 213-217) que hiciesen
el presente más llevadero pues en el futuro
se intuían menos nubarrones que cuando
una persona se enfrenta sola a sus
circunstancias negativas.
La crisis económica (mejor sería
llamarla de “valores” parapetada tras la
economía) ha sacado a la luz las
dificultades para seguir manteniendo ese
tipo de Estado y, tras haber logrado un
bienestar individual suficiente de un buen
porcentaje de la sociedad, se mira más a la
gestión individual del “bienestar”
olvidándose de que ese Estado es el que
nos ha permitido llegar hasta donde nos
encontramos pero que su función sigue
siendo la misma, aunque cambien las
necesidades, se necesite adecuar la gestión
y los recursos, y los “aspirantes” a ese
bienestar sean otros -ley de dependencia,
inmigrantes, etc.
La obra no es un estudio comparado
entre distintos países sino el plasmar
diferentes momentos históricos de una
misma aspiración. El café, té o tila para
todos no es lo más efectivo cuando una o
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
varias partes del conjunto no aportan nada a la
colectividad sin razones justificadas pero
igualmente de peligroso es pensar que, a partir
de ahora, la ley del más fuerte es la que rige
hasta ahora ostentaba y dejándolo en manos de
otros actores que defienden menos el interés
general y más el particular, la cadena se
rompería dejando el Estado de ser Estado y el
bienestar correspondería sólo a unos pocos
como queda reflejado en el texto de Javier
Pinazo Hernandis (2007), Neoinstituciona-
lismo estratégico y gobernabilidad, publicado
por el mismo Observatorio Lucentino (p. 125).
El Estado del Bienestar nos introduce
en esta problemática, presentando ejemplos
de España, Europa y América Latina. Para
José Manuel Canales, los desafíos de la lucha
contra la exclusión social son, en cierto
sentido, similares en América Latina y en
España-Europa pues lo plantea desde el punto
de vista de las entidades locales, en su nuevo
papel, mucho más cercanas al ciudadano y,
por lo tanto, satisfacer las demandas que este
plantea. Entidades locales que son de gobierno
y de participación, en ese nuevo papel fruto de
la descentralización y de la mayor autonomía
local que le atribuye la mundialización
(pp.95-96) y es por esta razón por la que
justifica el cambio de Estado de Bienestar
(asistencial y centralizado) al de Estado del
Bienestar mediante la gobernanza urbana
democrática (gobierno local) lo que sería un
factor de gran utilidad para implantar con
éxito el e-gobierno.
Las aportaciones de los diferentes
autores nos sitúan ante problemas concretos
de cada uno de los escenarios geográfico-
políticos de los que estemos hablando:
Europa - Los cuidados de larga duración-
dependencia (Vicente Pérez), Las reformas
administrativas como instrumento de cambio
y fortalecimiento del Estado del Bienestar
(Vicente José Benito); tercera parte - España
- Las políticas sociales en inmigración,
discapacidad y exclusión social (Juana María

Otazu), Políticas de salud laboral (José
Manuel Canales), Prevención de riesgos
laborales como elemento fundamental de
la políticas públicas socio-laborales
(Rafael Agullo) y Pensiones seguras y
viables (Vicente Pérez); una segunda parte
sobre -América Latina- y los nuevos
desafíos de la lucha contra la exclusión
con especial consideración del nuevo papel
de los gobiernos locales (José Manuel
Canales) y una cuarta parte –Colombia– La
prevención de riesgos laborales (María
Erley Orjuela), Estado del Bienestar y
salud pública (Marta Lucía Alzate), El
sistema de salud colombiano en el marco
de la Seguridad Social y el Estado del
Bienestar (Gloria Lucía Arango y Yolanda
Vega) y Los hospitales públicos y el
Estado del Bienestar (Juan Carlos García).
El por qué las cuatro aportaciones
finales tienen como objetivo la salud nos
lo indican, quizás, Gloria Lucía y Yolanda
Vega “...la implementación de la norma
(Sistema General de Seguridad Social en
Salud) significa quizá la más grande
reforma que la salud ha tenido en las
últimas décadas en Colombia, ... en tanto
que lo introduce en un escenario de
transformación total en la concepción de lo
asistencial, para dar un paso al proceso de
aseguramiento en salud” (p.245).
Y si bien es la “más grande reforma”
y las previsiones eran que para el año 2000
la cobertura fuese universal, múltiples y
diferentes crisis lo han retrasado pero sí se
han producido avances muy notables
llegando, en el 2005, al 82,5% de la
población, (surgen dudas a la hora de
interpretar las cifras de la p. 263 y el
porcentaje anterior), sin embargo, los
logros son muchos y los objetivos
propuestos por los responsables políticos
muy loables, sólo falta, como en las
administraciones de cualquier parte, que
los gestores sean eficientes y los políticos
no pongan en peligro estas actuaciones por
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
Reseñas y Críticas 239
conseguir unos réditos para su carrera a corto
plazo.
E. DÍAZ CANO
URJC
Maximiliano FERNÁNDEZ FERNÁNDEZ
LARRA, EN LAS ELECCIONES DE 1836,
CÓMPLICES Y ADVERSARIOS.
Segovia: Fundación Instituto Castellano y
Leonés de la Lengua, Junta de Castilla y
León. 2009. 231 pp.
El dos veces doctor, Maximiliano
Fernández Fernández, nos ofrece en su nuevo
libro sobre Mariano José de Larra unas
nuevas e interesantes impresiones -algunas
hasta ahora inéditas- sobre la figura humana,
política y literaria, amén de periodística -ante
todo y por encima de todo- del aspirante a
diputado por el partido liberal-moderado.
Unas veces se trata de aspectos larrianos
explicitados, otras veces sólo se manifiestan
sugeridos como en sordina. La cuestión
amorosa figura ineludiblemente, como no
podía ser de otra manera.
Hace casi un cuarto de siglo que el
doctor Fernández Fernández viene ofreciendo
sus publicaciones sobre temática larriana.
Como óptimo conocedor de la centuria
decimonónica en sus diversas e intrincadas
vertientes, centra con buen acierto, las
circunstancias que hicieron de Larra un
aspirante a ser elegido para aquel parlamento,
si bien de nada le valió por la irrupción
imprevista de la sargentada en La Granja de
San Ildefonso.
Llama la atención el rigor con que en el
libro se nos describen documentalmente los
engranajes del entramado electoral, con sus
tejes y manejes, para conseguir el número de
votos (dentro del colectivo censitario de la
época) que condujeran a la obtención de la
ansiada acta representativa. En este aspecto el
240 Reseñas y Críticas
libro escenifica detalladamente los pasos
de quienes ayudan a Larra en su
aspiración, con la envoltura de luces y
sombras, por los distritos electorales de la
provincia de Ávila.
Vemos los esfuerzos del candidato
cunero Larra, enfrentado a Juan Martín
Carramolino y a José Somoza Carvajal, “el
hereje de Piedrahita” o a Francisco Agustín
Silvela. Y ayudado por Eugenio de Tapia.
El libro nos muestra cómo en junio de 1836
se inicia la campaña electoral. Los
aspirantes eran o progresistas o moderados.
Estos segundos siguen, contra Mendizábal,
la línea de Istúriz. En Ávila, entre los
aspirantes, en dicha línea, estaba Larra, dos
de cuyos protectores, amigos o cómplices,
eran Ramón Ceruti, secretario del
gobernador civil y Domingo Acilú,
matemático y sustituto provisional del
anterior.
La campaña se intensifica a partir del
25 de junio de 1836, día en que se inserta
en El Español el anuncio oficioso
publicado antes en el BOPA, de que Larra
“piensa presentarse de candidato… en las
próximas Cortes revisoras”. Tras la nota,
suscrita por “Varios amigos de Larra”, se
inserta otra, sin firma, pero en la que se
señala que “varios amigos del progreso y
del orden público constitucional”
proponen a los candidatos Avión, Tapia,
Ladrón de Guevara, Larra…Y con
anterioridad, en la misma columna,
encabeza una nota más extensa, dirigida al
Editor de El Español y firmada por “tres
contribuyentes de la provincia de Ávila y
amantes de lo mejor”, en la que se propone
como candidatos a “representar
dignamente a la provincia” a una lista en la
que coinciden con la anterior los nombres
de Eugenio Tapia, Avión, Ladrón de
Guevara… Pero no aparece Larra, por lo
que hay que suponer que se hizo a
espaldas de las autoridades institucionales
de Ávila, más concretamente desde
BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825
Arévalo, ya que figuran Lorenzo del Río y
Arnedo, ilustrado y propietario arevalense (en
segundo lugar, tras Eugenio de Tapia); Luis
[de] Usoz y Río (en tercer lugar), “oriundo de
Arévalo”, abogado en Madrid y doctor por
Bolonia; Juan Martín Carramolino, natural de
Ávila, catedrático de Humanidades en
Salamanca; José Vélez Crespo, vecino de
Ávila y propietario en Ávila y Salamanca;
Antonio Guillermo Moreno, de origen
abulense y comerciante en Madrid; y Juan
Francisco Díaz, labrador y ex procurador
general del partido de Arévalo.
Hay algunos libros que encierran un gran
valor tanto por lo que expresan como por lo
que sólo sugieren. Es el caso del que aquí
recensamos y que es de lo mejor que se ha
publicado en este año de efeméride de Fígaro,
que pronto ya habrá concluido. Todo lo
expresado en el párrafo anterior es de absoluto
dominio para el doctor Fernández Fernández,
eminente periodista y destacado sociólogo.
Pero por peculiaridades editoriales, en su
nuevo libro sobre Larra no ha podido
extenderse más minuciosamente en el
intríngulis de singulares personajes aspirantes
a candidatos en aquellas malogradas
elecciones. Me consta que lo hará con
detención en futura obra, ya muy avanzada.
En ella aparecerá recuperada -y
documentada- la figura destacadísima y muy
relevante del citado Luis de Usoz y Río,
erudito español, hijo de José Agustín de Usoz
y Mori, natural de Madrid, oidor y alcalde de
Corte, y de María Antonia del Río y Arnedo,
de Arévalo. Estudió Moral y Derecho Natural
en la Universidad Central, Derecho español
en Valladolid (el paso a Valladolid parece
que estuvo motivado por un duelo) e
Instituciones civiles y Teología moral en
Alcalá. Volvió a Valladolid, esta vez a
enseñar hebreo como regente de cátedra.
Amplió sus estudios en San Clemente de los
españoles de Bolonia.
Usoz colaboró en El Artista y fue uno
de los fundadores del Ateneo de Madrid. En
 Reseñas y Críticas 241

1836 escribió en El Español y,

ocasionalmente, en El Observatorio
Pintoresco, que dirigía Basilio Sebastián
Castellanos de Losada. Conoció a George
Borrow, y se interesó por la labor
evangelizadora de la Sociedad Bíblica
Británica. En 1837 empezó en el Ateneo
sus clases de hebreo. Se apasionó por el
Romancero, por los estudios filológicos,
por la salvaguardia del patrimonio cultural
español, y por la libertad, sobre todo,
religiosa.
Durante 1842 viajó y estudió en
Simancas, Burgos, Bilbao, Santander y
Sevilla, ciudad esta última en donde
colaboró en la Revista Andaluza.
Estableció entonces contactos con los
cuáqueros ingleses, y en 1847 emprendió
su obra de más aliento: la Colección de
Reformistas Antiguos Españoles, que no
era una obra de proselitismo protestante,
sino de justicia histórica y de alegato por
la libertad de conciencia.
Dentro del ambiente de “campaña
electoral” por tierras abulenses, en una
carta enviada desde Ávila a Madrid por
Domingo Acilú a Mariano José de Larra
(de fecha 29 de junio de 1836), vemos
cómo hacia el final aparece nombrado Luis
de Usoz, quien finalmente y por el motivo
que fuera no se presentó como candidato
en aquellas elecciones en las que Larra
consiguió un escaño (que no llegó a
ocupar).

F. RUIZ DE PABLOS
UNED

BARATARIA. Revista Castellano-Manchega de Ciencias Sociales, Nº 10, pp. 225-241, 2009, ISSN: 1575-0825