Você está na página 1de 7

ENSAYO ARGUMENTATIVO- REFLEXIVO

Tabla de Contenido

Introducción 3
Contenido 4
Conclusiones 6
Referencias 7

I
Introducción

El ser humano atraviesa por diversas etapas durante el desarrollo,

las cuales se han formado y establecido con el cumplimiento de ciertos criterios como son la

edad y la madurez física e intelectual, estas inician con la infancia y terminan con la muerte, pero

que debe hacer la persona para adaptarse a cada una de ellas y sacar el mejor provecho de las

mismas.

En el siguiente ensayo se tocarán brevemente las tres etapas finales

del desarrollo personal, en las cuales se tendrá en cuenta a manera general los diversos rasgos

que se pueden presentar a través de la madurez como fin de los procesos de desarrollo biológico,

la vejez como estado mental y resultado de la buena utilización de las herramientas a través de

sus anteriores etapas y la muerte como un duelo representativo por la finalización de un ciclo

propio o de algún ser querido.

II
Adultez, vejez y muerte

La vida puede considerarse como una acumulación de procesos y

etapas por medio de las cuales un individuo genera estrategias suficientes para vivir y sobrevivir

en el contexto social al cual se encuentra expuesto, en el transcurso de nuestras vidas

estructuramos muchos mecanismos que facilitan el proceso de adaptación, pero depende

completamente de nosotros trabajar de la manera adecuada para que cada una de las fases del

ciclo de la vida sean acordes a nuestra visión y de esta manera poder llegar a tener una la

oportunidad de cursar a plenitud estas etapas.

Tres de estas etapas llaman particularmente la atención porque

hacen parte del clímax del desarrollo y el final que nos espera a todo ser vivo, entre ellas está la

adultez que se ha representado como una de las etapas más relevantes dentro del desarrollo del

ser humano, ya que en ella están presentes muchas de las características y habilidades que el

individuo ha venido cultivando desde las anteriores etapas, por ello aquí se refleja la experiencia,

la madurez, y la objetividad la cual logra ampliando sus perspectivas, y lleva al pleno desarrollo

del ser, es donde se establecen criterios que perduraran debido a que se fortalecieron en las

anteriores etapas.

Para muchos estas etapas se pueden ver representadas como la

escalada de una montaña en la cual existen diferentes perspectivas todas muy importantes,

existen los que la ven como el fin de la subida, debido a que allí encontraron su estabilidad

emocional, física y psicológica, por tal razón solo piensan en buscar la manera de mantenerse allí

y postergarla lo más posible, claro está que no es así, ya que la tendencia natural de esas

habilidades se inclina a descender, y su desarrollo se estanca ya sea en lo físico como también en

III
las ambiciones. Otros la ven como una meseta, donde todo deja de subir y por consiguiente la

idea y la única necesidad es mantener la armonía, es el momento de hacerse padres, establecer un

hogar, trazar el futuro de sus hijos y empezar el clímax de su propia vida, logran conseguir la

estabilidad que querían y por tanto ya no ven la necesidad de asumir nuevos retos y mucho

menos poner en riesgo el estilo de vida por el cual han decidido optar y los que la ven como una

estación más dentro de los intereses por alcanzar que están mucho más altos y por tanto

utilizando las herramientas tan importantes que han conseguido trabajar para que su legado no

quede ahí, sino que puedan seguir creciendo en los diversos ámbitos que rodean al ser humano.

Después de esta etapa de madurez viene una mucho más crítica, y

es que así como la adultez reúne experiencia, la vejez es el resultado o la consecuencia de lo

vivido en las diferentes etapas anteriores a esta, al trabajo realizado a través de la utilización de

herramientas adquiridas en las etapas anteriores, puesto que en esta etapa por ejemplo a nivel

social menguan las oportunidades laborales ya que la utilidad que presta un anciano en la tercera

edad para la sociedad es prácticamente nula en esta época, ya que sus capacidades mentales y

físicas empiezan a decaer, y el individuo no se encuentra en condiciones de efectuar ciertos retos,

y no tiene la capacidad de desarrollar ciertas tareas.

Se habla del resultado porque si mediante la juventud y la madurez

el ser logra fijar esa estabilidad anhelada le será más fácil al individuo sobrellevar la vejez, y es

que este resultado se ve reflejado en muchas personas que al llegar a esta etapa no son tan

siquiera capaces de sustentarse a sí mismo, y es por ello que vemos tantos problemas de

abandono del anciano por parte de su familia lo que lo empuja a la mendicidad; tanta frustración

por no haber aprovechado ese espacio de tiempo tan precioso como es la juventud y la madurez,

por consiguiente como resultado la vejez no tiene nada para brindarle.

IV
Necesariamente al hablar de la vejez nos llevara a la muerte y nos

lleva a enfatizar más específicamente en el duelo ya sea experimentado por el fallecimiento de

seres queridos o por una perdida a nivel general, algunos pueden considerar la vejez como un

abismo en el cual solo se puede esperar que el siguiente paso que se dé sea la muerte, o puede

verse como la etapa en la cual se puede vivenciar el gozo y recoger los frutos de aquello que se

cosecho en las etapas anteriores, algunos entregan sus últimos momentos a arrepentimientos por

las decisiones ya tomadas cultivando un temor al castigo del más allá pero la verdad es que como

nadie sabe que hay después de la muerte, solo nos queda especular y aceptar que algún día nos

llegara como la representación del final de nuestras vidas y de las etapas de nuestro desarrollo.

V
Conclusiones

La adultez es el fin del desarrollo físico y por tanto es la etapa en la

cual nos podemos comportar con mayor madurez, aquí estamos a tiempo de hacer que nuestra

vejez sea de una manera grata y que con ello podamos seguir consiguiendo los diferentes

objetivos que nos hemos trazado en la vida.

La vejez es el inicio del fin, por consiguiente, es de vital

importancia trabajar en cada una de las etapas anteriores, haciendo conciencia de que en ella, no

tendremos ni la fuerza, ni la lucidez para trabajar por una vejez digna.

La muerte es el fin de toda etapa, y la experimentamos a través del

duelo, no sabemos que pueda haber después de ella y por tal razón debemos esforzarnos lo

suficiente para que en vida logremos todos nuestros objetivos antes de que ella llegue.

VI
Referencias

Papalia, D., Martorell, G., (2017) Desarrollo Humano Decimotercera Edición. Ciudad de

México: Mc Graw Hill., 7, 440-562.

VII

Você também pode gostar