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Primaria como de
Secundaria "la elaboración de un plan de acción tutorial". Toda la normativa educativa,
incluida la LOE; contempla esta función
Por este motivo, es esencial que el profesorado reciba una formación específica en este
campo que tiene una influencia decisiva en la calidad de enseñanza y una relación directa
con el quehacer educativo de cualquier etapa del Sistema Educativo.
Debemos tener en cuenta que todavía existen quienes piensan que son funciones diferentes.
"Existe una idea generalizada de que la tutoría es una actividad que se debe realizar en un
tiempo determinado, dedicado exclusivamente a ella y desconectado de la función docente
del profesor. Por otra parte, es frecuente escuchar la siguiente expresión: !Cómo vamos a
ser tutores si no nos han preparado para ello!"3
Bien es verdad que se requiere un mínimo de formación, que hace falta una planificación
para llevar a cabo un programa serio de acción tutorial e incluso que son necesarias unas
condiciones personales y una actitud favorecedora. Pero ¿es que esos mismos requisitos no
hacen falta para desempeñar la labor docente?
Sin embargo, desde mi perspectiva encuentro que existen mecanismos que pueden
favorecer esta tarea, tales como la coordinación entre los tutores del centro, el apoyo del
Departamento de Orientación o del Equipo de Orientación, el asesoramiento por parte de
los representantes de los CPR, su integración en el proyecto curricular, etc.
Este puede ser uno de los aspectos diferenciales de la nueva función tutorial, su carácter de
trabajo coordinado en Equipo y con una planificación previa.
He creído conveniente hacer una breve introducción histórica para tener una idea clara de la
situación de partida y de los prejuicios que ahora se poseen derivados de la antigua
concepción de la función tutorial ya que la labor de asesoramiento por parte del orientador
debe contextualizarse a la realidad del centro y a la de sus profesores.
He tratado con profusión la normativa legal vigente más actual ya que es el marco en el que
debemos desarrollar nuestra tarea. Por tanto, he huido de disquisiciones teóricas y juicios
de valor que poco contribuyen a esclarecer la labor tutorial. Considero que es muy
importante estar al corriente de la normativa que está surgiendo con motivo del desarrollo
legislativo de la LOE ya que va a servir de guía a nuestra tarea educativa y asesora.
La profusa inclusión de citas y autores puede servir para ampliar la información al respecto.
En todo momento he intentado que sean referencias bibliográficas actuales y autores de
probada experiencia en este campo.
A lo largo del Sistema Educativo Español se han dado experiencias interesantes sobre la
función tutorial de los profesores. Sin embargo, no estimo oportuno hacer un estudio
pormenorizado de tales experiencias. Tan sólo me remontaría a los aspectos que todavía
están influyendo en la práctica docente. Si tenemos en cuenta exclusivamente nuestro
pasado reciente veremos que las instituciones privadas han abierto camino y han favorecido
la institucionalización de esta función. Prácticamente hasta hace pocos años esta tarea se
consideraba sin conexión con el currículo escolar. "La institucionalización de la orientación
como actividad especializada ha sido un largo proceso en el que han influido varios
factores" 4
"La función tutorial tiene una tradición consolidada en nuestra normativa educativa. La Ley
General de Educación de 1970, en sus artículos 125 y 127, relataba el derecho de los
estudiantes a la Orientación Educativa y Profesional, vinculando el cumplimiento de ese
derecho con el establecimiento de un régimen de tutorías en los centros educativos". 5
Siguiendo con otras referencias legislativas, en la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la
Educación (LODE), de 1995, en su artículo 6º; atribuye al Claustro coordinar las funciones
de Orientación y tutoría de los alumnos.
Concretando medidas que se pusieron en marcha para favorecer la acción tutorial podemos
citar las siguientes:
En el curso 87-88 los centros de Enseñanzas Medias comenzaron con carácter experimental
programas de orientación en centros seleccionados para ello y que habían presentado la
correspondiente solicitud con acuerdo del Claustro y Consejo Escolar. La implantación de
un programa de Orientación en un centro supuso, entre otras cosas, la liberación de la mitad
de su horario lectivo de un profesor, para realizar las tareas de asesoramiento hacia los
tutores. Entre estas tareas está la de coordinación de las tutorías del centro. En aquellos
centros que se incorporaron a este programa y que llegaron a ser 475 en el curso 94/95, los
profesores tutores son coordinados y apoyados por el profesor orientador (al que no se le
exigía la condición de especialista en Psicopedagogía, tan sólo que tuviera destino en el
centro).
De igual manera desde el curso 88/89 en EGB se convocaron proyectos (SAPOE o PIPOE)
que potenciaban la orientación e implícitamente la tutoría en los centros de Primaria. Al
frente de ellos si que figuraba la condición de profesor especialista en Pedagogía y
Psicología.
"La Ley General de Educación consideraba la orientación educativa como parte esencial de
la actividad de los centros. Al no aplicarse la Ley tal como estaba previsto, la orientación se
convirtió en una actividad paralelaa la actuación del profesorado, llevada a cabo por
equipos de especialistas, agrupados en servicios externos a los centros. La intervención de
los centros quedaba ceñida a la información que sobre estudios y profesiones facilitaban al
alumnado de los últimos cursos" 6
Como vemos la preocupación "teórica" del Sistema por la orientación y la tutoría de los
alumnos no llevaba aparejada la suficiente dotación de recursos materiales y humanos que
hicieran posible su puesta en práctica y sobre todo un marco global que clarificara las
funciones de cada uno. Por tanto, todo quedó en una mera declaración de intenciones y la
constitución de programas deslabazados. Y lo que es peor, ha generado algunos sesgosy
tendencias que posteriormente son difíciles de cambiar.
Por otro lado, la actuación del profesor tutor variaba sensiblemente en función del nivel
escolar en el que se encontraba. La tutoría en la Universidad tendía a centrarse más en el
alumno individual y a reducirse a los aspectos relacionados más directamente con el
asesoramiento científico. En cambio, en el otro extremo, en la anterior EGB y en el BUP, la
acción del tutor se extendía a amplios sectores del entorno del escolar: grupo clase,
institución escolar, ocio, familia, etc.
Consideración aparte merecía la Ed. Primaria. La tutoría era sólo un remedio institucional a
la desventaja estructural desde el momento en que el alumno abandona el sistema de grupo-
clase con maestro único. En los primeros cursos se da la situación óptima: profesor y tutor
se funden en una misma persona. Las funciones del profesorado “y la “…tutoría aparecen
como el haz y el envés de un proceso unitario que, sólo a fines metodológicos, admite una
consideración por separado." 8
Este modelo de tutoría tenía muchas carencias e imponía una cierta forma de trabajo y
organización. Por una parte, el profesor tutor "funcionarializaba" su trabajo al dedicar la
mayor parte de su tiempo a tareas burocráticas. Por otra parte, presentaba lagunas muy
importantes:
- No tenía en cuenta la clase como un grupo estructurado y por tanto no incidía en las
potencialidades del grupo.
- Tampoco ofrecía ninguna orientación académica salvo la información a las familias sobre
si iba bien o mal, o sobre la asistencia a clase.
- Incluso en el campo de la orientación personal, única tarea que sí parecía que competía a
la tutoría tradicional, su actuación era muy limitada: aconsejar o amonestar al alumno,
informar a las familias en caso de problemas, y poco más.
"En este modelo, el lugar del tutor ya no es docente, sino algo añadido a su función de
profesor: la de atender al sistema receptor, además de asegurar la transmisión"10
En este marco, las funciones del tutor discurrían externamente a la docencia. Debía
personalizar la enseñanza, pero fuera del aula en unas entrevistas centradas en los
"problemas personales" del alumno y no en su aprendizaje. Debía transmitir las quejas del
alumnado pero sin poder meterse en la actuación docente de sus compañeros de claustro.
Debía tratar de resolver las quejas del profesorado respecto a los alumnos, convocando a las
familias en busca de soluciones exteriores. Debía acompañar a los alumnos en las
actividades extraescolares. Y también tenía que asumir, en su caso, la orientación
profesional o de estudios a través de tareas asimismo externas a la vida docente cotidiana.
"El proceso esbozado ha dado lugar a que coexistan en la actualidad distintas maneras de
entender y de llevar a cabo la acción tutorial. En un mismo centro pueden realizarse
actividades directamente dirigidas al control de la disciplina; a la aportación de información
académica y profesional, a facilitar técnicas de estudio o información sobre sexualidad
mediante cursillos en horas de tutoría; a fomentar valores cívicos entre el alumnado
mediante debates y trabajos grupales; o a tratar algunos de los temas transversales del
currículo como la educación para la paz o para el consumo. En cierto modo la acción
tutorial era un cajón de sastre"11
Es prescriptivo que en cada uno de los cursos de las Etapas Infantil, Primaria, Secundaria,
Ciclos Formativos y Bachillerato exista un profesor tutor por grupo. Más adelante,
desarrollaré este aspecto. Fundamentalmente van a ser estos profesores los responsables de
la acción tutorial directa con los alumnos.
Además de estos tutores, hay otros profesionales encargados de colaborar con ellos en esta
tarea: los Orientadores de los Equipos de Orientación Educativa y Psicopedagógica en
Primaria, de los Departamentos de Orientación en Secundaria y de ambas etapas en los
centros privados.
En este curso 2006/2007, en todos los Institutos de Educación Secundaria (ver Real Decreto
de 16 de febrero de 1998 por el que se modifica y completa el RD 986/1991 en que se
aprueba el calendario de aplicación de la nueva ordenación del sistema educativo (BOE 17
febrero de 1998) hay un Departamento de Orientación, que cuenta con un profesor
especialista en psicología y/o en pedagogía; profesores de apoyo o de ámbito (socio-
lingüístico, científico-técnico y práctico); maestros especialistas en pedagogía terapéutica
y/o profesores compensatorio de en los centros de integración. También puede haber
profesores de formación y orientación laboral (FOL) y/o profesores técnicos de servicios a
la comunidad en donde se imparten varios ciclos formativos. En algunos centros hay más
de diez personas en este Departamento mientras que en otros sólo está el especialista de
Psicología y/o Pedagogía.
En estos momentos en que está en vigor la Ley Orgánica de Educación (LOE), se refunden
las referencias a la tutoría planteadas en la LOGSE y en la LOCE.
- "El aula, y del grupo de alumnos, con la función tutorial y orientadora que corresponde a
todos los profesores y, en particular, al profesor tutor.
- El del sistema escolar, como tal, concretado en la demarcación de sector, que ha de contar
con un Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica, y desde donde en
coordinación con otros programas y servicios, el sistema ha de dar respuesta adecuada y
completa a las necesidades que en el sector aparecen".12
La función tutorial y la orientación son los componentes básicos que han de asegurar una
educación integral y personalizada del individuo. Para que esto sea posible la acción
tutorial y la orientación se han de diseñar y planificar por parte de todos los agentes
educativos; no se puede dejar al libre albedrío voluntarista. "Para ponerlo en práctica es
necesario que la Administración facilite las condiciones que lo hagan viable, haciendo
explícito el reconocimiento de la importancia de la acción tutorial"13
Uno de los principales cambios con respecto al anterior sistema educativo es que ahora sí
que se delimitan y se regulan los horarios, recursos humanos, temporalización, etc. que
posibilite la real efectividad de la acción tutorial.
Aparece el Plan de Acción Tutorial prescriptivo tanto en los centros de Ed. Infantil y
Primaria y en los de Ed. Secundaria en los Proyectos Curriculares de Etapa.
En el horario de los cuatro cursos de Ed. Secundaria y en 1º de Bachillerato hay una
sesión semanal en el horario de los alumnos dedicado a la Tutoría.
También está estipulado prescriptivamente una hora semanal de tutoría con padres
(Como una de las cinco horas complementarias de permanencia en el centro)
Existe personal especializado que colabora con los tutores y facilita apoyo técnico
para desarrollar sus funciones: El Dto. de Orientación en Ed. Secundaria y los
EOEP en Primaria. Gracias a la existencia de estos profesionales se posibilitan
reuniones con los tutores.
Por último, pretendemos incorporar algunas ideas respecto a la acción tutorial y la figura de
los tutores en nuestros colegios, indispensables para garantizar la calidad de la intervención
educativa y el desarrollo integral y armónico de nuestros alumnos y alumnas ; y esenciales
también en la tarea de “asesorar” a las familias respecto a la educación de sus hijos e hijas.
Se trata de profundizar la participación ciudadana, expresada en este marco jurídico por el
estudiante universitario, integrando el binomio conocimiento-comunidad a través de la
vinculación del estudiante del 3er. nivel de educación superior, la universidad y los
Consejos Locales de Planificación Pública de los municipios del país, instancias locales
integradas por el alcalde o alcaldesa, concejales y concejalas, presidentes de juntas
parroquiales y representantes de las comunidades organizadas y de los sectores productivos
del Municipio, conformando un triangulo multiplicador, redundando en beneficios para las
comunidades y por ende de sus habitantes.
Estructura de la Ley.
Precisa el objetivo, los principios y el ámbito de aplicación de la Ley. Destaca la norma que
en relación al ámbito de aplicación corresponderá a cada institución de educación superior
determinar el espacio geográfico donde desarrollará su actividad, bien sea a nivel nacional,
regional o local.
Este capítulo también define lo que se entiende por Servicio .Comunitario, y a tal efecto
expresa que es "la actividad que deben desarrollar en las comunidades los estudiantes de
educación superior que cursen estudios de formación profesional, aplicando los
conocimientos….adquiridos durante su formación académica, en beneficio de la
comunidad…"
Define igualmente lo que se entiende por comunidad a los efectos de la Ley, y dice que "es
el ámbito social de alcance nacional, estadal o municipal donde se proyecte la actuación de
las instituciones de educación superior…"
Establece de manera obligatoria la prestación de este servicio para la obtención del título de
educación superior, aclarando que no generará derechos laborales y que será prestado de
manera gratuita.
De igual manera contempla los fines que se persiguen con la prestación del Servicio
Comunitario., el cual beneficiará al estudiante, a la sociedad y a la propia institución de
educación superior.
Sobre la duración del Servicio Comunitario establece la Ley que la prestación tendrá una
duración mínima de ciento veinte (120) horas académicas las cuales deben cumplirse en un
lapso no menor de tres (3) meses. En todo caso unas 10 horas semanales durante 12
semanas de clases regulares, dependiendo de la naturaleza del proyecto y del reglamento de
cada institución universitaria.
La Ley igualmente establece que cada institución debe facilitar las condiciones para el
cumplimiento de la tarea a desarrollar, ofertando al estudiante proyectos para su
participación (Art. 13). En tal sentido se prevé la celebración de convenios entre el
Los prestadores de servicio son los estudiantes de educación superior que hayan cumplido
con el 50% de la carga académica de su carrera. Para cumplir con tal requisito el estudiante
debe capacitarse debidamente para conocer la realidad de la comunidad donde prestará su
servicio.
Así como también estable las infracciones y sanciones a quienes incumplan la Ley.
La Ley establece que deben ser elaborados de acuerdo a las necesidades de las
comunidades, ofreciendo respuestas eficientes y tomando en cuenta los planes de desarrollo
municipal, estadal y nacional. Nos dice que quienes tienen la iniciativa para presentar
proyectos: Ministerio de Educación Superior, instituciones de ese nivel educativo,
asociaciones gremiales, instituciones públicas y privadas, comunidades organizadas.
De igual manera indica los requisitos para la presentación de proyectos, estos deben ser
escritos, especificar las necesidades de la comunidad, justificación, objetivos generales,
enfoque metodológico, así como cualquier otra exigencia contemplada en el reglamento de
la institución. Todo proyecto requiere ser aprobado por la respectiva institución
universitaria para su instrumentación.
Disposiciones Transitorias
La Disposición transitoria segunda establece que los estudiantes que para el momento de
entrada en vigencia de la Ley se encuentren cursando los dos últimos años de la carrera o su
equivalente en semestres "podrán estar exentos de realizar el servicio comunitario".
Los facilitadotes de este gran servicio es llevar tantos los conocimientos como la ayuda
para satisfacer los problemas que las comunidades presentan, somos nosotros mismos
los estudiantes de educación superior, que indagando, observando y cooperando de
acuerdo al perfil de la carrera que nosotros estudiemos, iremos combatiendo esas
necesidades para darle una mejor vista a nuestras entidades.
Es preciso que nosotros para prestar este servicio comunitario estemos en la mitad de
la carrera por esta razón debemos cursar y recibir la asesoria adecuar para realizar y
desempeñar las actividades sobre el trabajo comunitario.
Del mismo modo tenemos que actuar con respeto, honestidad y responsabilidad
durante su aplicación, por esta razón conviene destacar que nosotros también
debemos recibir un trato digno y ético en las comunidades.
Los recursos
Cabe aclarar que los medios utilizados en la prestación de este servicio necesitamos
abarcar tanto el material humano como el material (dinero, herramientas, equipos y
otros). Estos dos elementos se deben combinar de tal forma que se logren los objetivos.
Los estudiantes como la universidad deben incluir los recursos necesarios para ka
realización del servicio comunitario, y así integrar las entidades a la participación
ciudadana de l misma manera que a la sociedad.
CAPÍTULO II
La Universidad Simón Bolívar tiene como misión contribuir a la formación integral de sus
estudiantes:
f. El fomento de las bases del auto-aprendizaje, en el que cada persona es agente activo de
su propia educación;
Los fines principales del Servicio Comunitario, conforme a lo previsto en la Ley del
Servicio Comunitario del Estudiante de Educación y a objetivos de carácter institucional de
la Universidad, son los siguientes:
El proceso a seguir para la prestación del Servicio Comunitario corresponde a las fases de
la prestación del Servicio Comunitario, comenzando con la Publicación de la Oferta de
Proyectos, la realización de Seminario Preparatorio, la elaboración del Proyecto y Plan de
Trabajo y su presentación y aprobación; la realización de la Práctica; la Presentación de
Informe Final; la Evaluación de los resultados y la Certificación. Una vez aprobado el
Proyecto en las coordinaciones docentes, el mismo será remitido a la coordinación de
Cooperación Técnica y Desarrollo Social y de Cursos en Cooperación con la empresa de la
Sede del Litoral para su tramitación.
Los proyectos de Servicio Comunitario, deben contar con los recursos necesarios para su
ejecución, asignados en el presupuesto ordinario o por financiamiento externo. Los
programas institucionales del Servicio Comunitario serán incluidos en los Planes
Operativos Anuales, con la finalidad de ser incorporados en los presupuestos. Los
programas incluirán el cálculo de recursos que, en adición a la dedicación de los estudiantes
y sus tutores, son requeridos para el cabal desarrollo del trabajo, tales como materiales y
suministros, bonificación de asesores y tutores, viáticos, transporte, alojamiento y
seguridad.
Los prestadores del Servicio Comunitario son los estudiantes que hayan cursado la mitad de
la carrera y este es indispensable para la obtención del titulo, se debe cumplir en un lapso
no menor de tres meses, al finalizar el servicio comunitario el estudiante debe entregar un
informe al asesor para su estimación.
Los estudiantes para prestar el servicio deben solicitar por escrito ante el director su
voluntad de participar, como también la constancia de haber aprobado el curso o taller
sobre las realidades de la comunidad y la constancia de haber aprobado la mitad de la
carrera, como también pueden proponer sus propios proyectos para la ejecución del
proyecto.
La UNEFM nos dicen que los derechos de los asesores es ser asignado a un proyecto
acorde con su perfil profesional y recibir infamación del proyecto, disponer del apoyo para
su movilización hacia la comunidad donde realicen el servicio los estudiantes asesorados.
En el transcurso del primer año en vigencia d esta ley y del argumento de la Universidad
Nacional Experimental Francisco de Miranda, se evaluaran los proyectos de acción social o
comunitaria que los estudiantes de la universidad estén desarrollados, aunque el espíritu de
esta ley es orientar el desarrollo de los proyectos no sustituidos por practicas profesionales
pasantias u otras actividades propias de unidades curriculares que cursen los estudiantes de
educación superior.
En fin…, se explica claramente que el servicio se regirá por los principios constitucionales
de solidaridad, responsabilidad social, igualdad, cooperación, corresponsabilidad,
participación ciudadana, asistencia humanitaria y alteridad, en proyectos con una duración
mínima de 120 horas en un lapso no menor de tres meses, con proyectos elaborados y
propuestos por estudiantes, atendiendo a las necesidades de las comunidades, con miras a
darles respuestas de manera metodológica, siendo propiamente aprobado por lo menos el
50% del total de la carrera académica para la iniciación del mismo servicio.
Y el no cumplimiento de los deberes del alumno o prestador será causa suficiente para
suspenderlo del servicio comunitario, sin reconocer el tiempo prestado en el proyecto, no
permitiendo su integración a un nuevo proyecto por lo menos durante tres meses a su
suspensión.
Una vez culminado el proyecto comunitario se deberá presentar ante la institución que ha
elaborado, el informe final del servicio comunitario donde tendrá datos generales del
prestador, periodo de realización, nombre del proyecto, nombre del coordinador del
proyecto, nombre del asesor, horas de servicio cumplidas, relación de actividades
desarrolladas, productos o logros, conclusiones o resultados obtenidos y recomendaciones.
Esto quiere decir, que todas las dependencias universitarias deben acondicionarse a la
atención a las demandas y necesidades de los proyectos comunitarios, donde cada
extensión, facultad, núcleo y escuela universitaria cumpla con el reglamento establecido del
servicio comunitario, siempre y cuando dichos procedimientos sean acordes con este
reglamento.
Por lo que podemos decir que, el servicio social no es una relación unidireccional. Por el
contrario es doble su propósito; a la vez que le ofrece a los estudiantes la oportunidad de
usar los conocimientos adquiridos en su formación profesional para la solución de
necesidades reales en el entorno social en el cual se desenvuelve, el estudiante como
prestador del servicio se beneficia al complementar su formación mediante el desarrollo y
fortalecimiento de valores como lo son la solidaridad, responsabilidad social, igualdad,
cooperación, participación ciudadana, asistencia humanitaria y alteridad",
Es por todo ello y en virtud del deber que tiene todo ciudadano venezolano, de cumplir y
acatar las leyes, específicamente que surge la iniciativa legislativa por parte de la Comisión
Permanente de Participación Ciudadana, Descentralización y Desarrollo Regional, con
miras a la sanción de la presente: "Ley del Servicio Comunitario del Estudiante
Universitario", instrumento legal destinado a establecer los lineamientos jurídicos y las
bases que permitan organizar e implementar la prestación del Servicio Comunitario, por
parte del estudiante, en su condición de aspirante al ejercicio de su profesión.
CAPÍTULO III
Integrar a sus comunidades, sin desviarse de su misión principal, la cual no es otra que
educar a sus estudiantes.
Permite formar en valores y cumplir con parte de su responsabilidad social universitaria.
Lograr una mayor identificación y sentido de pertenencia por parte de los estudiantes con
la universidad.
La presente Ley tiene como objeto normar la prestación del servicio comunitario del
estudiante de educación superior, que a nivel de pre-grado aspire al ejercicio de cualquier
profesión. Los estudiantes de Educación Superior en esta ley de servicio comunitario tienen
como beneficio:
Por una parte, el sentido social que se expresa en la Ley nos remite a procesos para el
desarrollo de capital social, lo que nos concatena curricularmente, con la revisión de los
perfiles de desarrollo y de egreso, hoy llamados perfiles de competencias.
Cuando hablamos de perfiles de competencias, tenemos que dirigir las acciones hacia dos
vías: la revisión curricular de las carreras y las funciones que se derivan de ello, al ubicar en
los planes de estudios el avance de las competencias, en la formación de estudiantes con
sensibilidad social, valores ciudadanos de convivencia, ética y responsabilidad social,
además de las habilidades para transferir conocimientos adquiridos, traducido en una suerte
interdisciplinaria, no típicas de nuestra currícula universitarias; inserto además en una
metodología de trabajo denominada por "proyectos" y sustentado sobre un método
didáctico de aprendizaje-servicio. Esto por entrar en preámbulo, un poco sinuoso, de las
implicaciones de la Ley, desde los aspectos curriculares e instruccionales.
Sobre esto, la Ley plantea aspectos importantes que son objetos curriculares, escogidos
algunos, por su importancia y por los cuales se quiere enfatizar. Entre ellos: a) el
aprendizaje-servicio, b) la duración del servicio comunitario, en el marco de un plan de
estudios y c) los fundamentos teóricos epistemológicos pedagógicos de las acciones de la
Ley.
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Dra. Marina Polo, Extraído de Boletín Vicerrectorado UCV. (31/01/2006) Ley de servicio
comunitario del estudiante de educación superior- Reflexiones desde el currículo
[Documento en línea] Disponible: http://www.educredito.org.ve/detalle_noticia.asp?ID=23
[Consulta: 2006, Septiembre 11]
Participantes:
Vásquez Johan
Benítez Abraham
Márquez Frank
Suárez Raiza
Gutiérrez Glenys
Quiñónez Yonifer
()
SIMON RODRIGUEZ
NUCLEO – EL VIGIA
La educación como proceso político-cultural (Bowen y Hobson, 1994; Luzuriaga, 1986) ha estado
siempre vinculada a los acontecimientos y circunstancias particulares de los pueblos. Pero, además
Avanzini (1998) comenta, “(…) según Durkheim, la educación mantiene con la sociedad una
relación que no es en lo absoluto contingente, externa o propia sólo a los estados, sino interna,
intrínseca y necesaria para la socialización e integración” (p.61). La educación entonces, es praxis y
reflexión concreta sobre la “realidad” para facilitar su autorregulación y adquiere una
direccionalidad enmarcada en lo político, al producir determinados valores y antivalores sociales, y
no otros. En cuanto a lo utópico, que le es inmanente, vale resaltar que apunta hacia determinados
modelos de significación sociales y no otros; hacia ciertos rasgos estratégicos-políticos y no otros.
Freire (1975) decía: “imposible abstraer una dimensión política de la educación pues toda ella es
política” (p.45).
Es así como, históricamente, muchas han sido las definiciones que intentan interpretar la
educación, todas ellas directamente asociadas con la noción del homo faber por ello, el Estado,
precisa definir acciones y con este fin introducir elementos normativos y prescriptivos de los cuales
resulta una la tendencia predecible en su actuación y en esa medida, es un área de atención crítica
del proyecto político con una elevada carga valorativa asociada a los resultados esperados.
La educación no constituye, en consecuencia, un factor neutro y como hemos visto, es insoslayable
a la dimensión histórica, social y política de la nación. En tal sentido, Manganiello (1998) expresa:
“la educación es el proceso interior de formación del hombre realizado por la acción consciente y
creadora del sujeto que se educa y bajo la influencia exterior o el estímulo del medio socio –
cultural con el que se relaciona” (p.13). Ello es así, por cuanto la educación surge como resultado
de la conexión del sujeto con el mundo socio-cultural y político.
De ahí que, aproximarnos al Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, como
experiencia formativa y política educativa en momentos de revolución, implica conciliar los
diferentes intereses y puntos de vista que coexisten dentro de la organización social e intentar su
elucidación a la luz del proyecto sociopolítico implícito en nuestra Carta Magna (1999) que apunta
la necesidad de construir una nueva manera de significar la ciudadanía, que orienta una nueva
lógica social y define el camino hacia la nueva República.
En este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV, 1999) promueve la
refundación nacional y la transformación de los entornos sociales, y sus actores, sobre la base de
una dinámica participativa y protagónica, pertinente y comprometida con el desarrollo social,
tendente a alcanzar la soberanía. Aquí, juegan un importante papel las políticas públicas e
institucionales, en la medida que se posicionan nuevas reglas de ordenamiento del poder que
interpelan los fundamentos filosóficos y científicos de la vida moderna.
Podría decirse que se asoman las tensiones de fuerza de un paradigma emergente que pulsa por
redefinir o reajustar los modos de construcción y reconstrucción de saberes establecidos. Así, la
educación –que es política en movimiento- constituye un espacio muy marcado por los reajustes
estructurales que se imponen como estrategia de transformación político-cultural. Todo se trastoca
entonces; todo se coloca a revisión. En ese orden argumental, Rodríguez (2003) señala que: el
nuevo conocimiento (…) ha dado la vuelta al mundo que conocíamos; ha sacudido los pilares del
poder que le mantenían en su sitio (p.535).
Ahora bien, al considerar la intención de los procesos educativos a través de la participación
consciente, corresponsable, comprometida y pertinente en los entornos sociales, durante los
últimos años, se ha generado una visión distinta de los alcances que supone la educación en la
formación integral de los ciudadanos y su bienestar. La pregunta clave parece no obstante-
mantenerse en pie: ¿Educación para qué? ¿Para cuál sociedad? ¿Para cuál individuo? Si bien, en el
Informe Nacional sobre políticas, programas y estrategias de la Educación venezolana (INPPyEEV,
2004) del Ministerio de Educación y Deporte se expone que el proceso educativo constituye uno
de los nudos críticos más importantes para lograr el cambio social orientado hacia una sociedad
más justa y equitativa, persiste la noción acerca que los modelos educativos actuales no parecen
responder a las expectativas y los desafíos que esto supone. El síndrome pudiera responder a una
sensación de vaciedad pedagógica, en la cual nuestro conocimiento ya no coincide con los saberes
en su conjunto, y se convierte en un torbellino que reta persistentemente nuestra creatividad,
nuestra búsqueda.
En esta línea argumental, es oportuno señalar el contexto que define los objetivos de la educación
en general y, en particular, la educación con vocación comunitaria. Por un lado, su sentido
filosófico que atiende la necesidad de humanización. El ser cada vez más humanos es el principio
clave de lo educativo (INPPyEEV, 2004), aunque la mercantilización de la vida apunte hoy hacia
otros lados y remita a todas sus consecuencias.
Por otra parte, la educación universitaria comunitaria, busca reproducir las condiciones de vida de
lo individual-social. Vale decir, reproducir dentro de cada conglomerado humano las condiciones,
aprendizajes y experiencias (cultura). De allí la relación del poder político con los modelos
tecnoformativos y los saberes sociales en su conjunto.
Sin embargo, la Universidad, como espacio educativo, denota no sólo el mundo que se vive (lo real
social) sino el mundo que se sueña (lo real soñado) de modo que el referente utópico y la promesa
–entre ella el ideario del bienestar como posibilidad- asume una condición preeminente en su
discursividad. De modo que, el discurso educativo, es también un discurso sustancial al género
complejo, en la medida en que tiene la posibilidad de mostrar la desnudez del rey. Parra (1995),
señala que el Servicio Comunitario, que es en esencia un discurso complejo, se inscribe en el
correlato donde se producen y reproducen las lógicas que rigen las representaciones sociales. De
allí la fundamentación que permite referir los enlaces entre el carácter político de la gestión
educativa y el pensamiento complejo, bajo la simbología utópica alternativa ó alternativas reales
del Servicio Comunitario en la universidad venezolana.
En el Informe Nacional sobre políticas, programas y estrategias de la Educación venezolana
(INPPyEEV, 2004) del Ministerio de Educación y Deporte se señala que: El ejercicio de la soberanía
se concibe en la escuela venezolana, como participación protagónica y corresponsable a través de
la educación (…) y, en este contexto, el Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior
tiene gran relevancia.
La educación, reconocida como factor decisivo para el desarrollo humano, con incidencia sobre la
vida política, social, cultural económica y democrática (INPPyEEV, 2004 p. 5) permite percibir la
política dentro de un marco multifacético, multipropósito, controversial. En este sentido, la
educación universitaria en cuanto acción, proceso, forma de acompañamiento y sistema, en virtud
de su carácter político, supone una doble dimensión: Tanto de orden descriptivo como normativo.
Este último aspecto tiene amplias consecuencias de orden teleológico; es decir, los fines, el ¿para
qué se educa? ¿Qué, quién y cómo se acompaña? De modo que establece una relación estrecha
con la dimensión política y lo social.
Es así como, se postula que, una de las tareas de la Universidad es la de contribuir al logro de una
relación armoniosa entre los actores sociales dentro del espacio local, como la unidad básica por
excelencia, a través del acompañamiento en la construcción de un perfil profesional que responda
a las necesidades del individuo en consonancia con los requerimientos contextuales. De igual
manera, como situación ideal, se espera que la Universidad fortalezca la bases o competencias
necesarias para el fomento de vínculos transaccionales del profesional con su comunidad, que
permitan el protagonismo real de los miembros del entorno social y, entre los actores que le
conforman, los futuros profesionales.
Con énfasis en vincular el momento histórico que vive la Nación, fortalecer este compromiso y los
procesos educativos universitarios, en 2005, la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de
Venezuela promulgó la Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior (LSCEES,
2005) a objeto de favorecer escenarios de participación comunitaria, para los profesionales en
formación, que incidieran en el perfil del egresado de este subsistema educativo. La citada Ley
(LSCEES, 2005), en su Artículo 2, establece los principios orientadores del Servicio Comunitario:
Artículo 2. ° Esta Ley se regirá por los principios constitucionales de solidaridad, responsabilidad
social, igualdad, cooperación, corresponsabilidad, participación ciudadana, asistencia humanitaria
y alteridad.
Artículo 4. ° A los efectos de esta Ley, se entiende por Servicio Comunitario, la actividad que deben
desarrollar en las comunidades los estudiantes de educación superior que cursen estudios de
formación profesional, aplicando los conocimientos científicos, técnicos, culturales, deportivos y
humanísticos adquiridos durante su formación académica, en beneficio de la comunidad, para
cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del bienestar social, de acuerdo con lo
establecido en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y en esta Ley.
La novísima LEY ORGÁNICA DE EDUCACIÓN (LOE, 2009) expone, como objeto del dispositivo
normativo, desarrollar principios y valores rectores, principios, garantías y deberes que el Estado
asume como función indeclinable y de máximo interés en materia educativa. Explica el ámbito de
aplicación de sus disposiciones y lo extiende a la sociedad y el Estado, a través de las dependencias
con competencia en la materia. Cuando la LOE (2009), exhibe las competencias del Estado Docente
(art. 6), garantiza el derecho a una educación integral (art. 6.1.a). Asume la regulación, supervisión
y control de los procesos educativos (art. 6.2) como la planificación, ejecución, coordinación de
políticas y programas del sistema educativo (art. 6.3) de índole formativa, de desarrollo socio-
cognitivo integral, impulsoras de un nuevo modelo educativo, reconocedora de la experiencia y el
diálogo de saberes como fuente del conocimiento (art. 6.3. a, d, e, h). Se compromete también a
promover la participación social (art. 6.4) y integración cultural, la identidad nacional e integridad
territorial (art. 6.5) y con ello al intercambio de teorías y prácticas sociales, desde una concepción
integracionista para la independencia y cooperación científica y tecnológica, capaz de crear un
nuevo orden comunicacional (art 6.5. a, b, d, y e).
En el artículo 14, la LOE (2009) define la Educación como un derecho humano y un deber social
fundamental y la caracteriza como un “… proceso de formación integral (…), promueve la
construcción social (…) la formación de nuevos republicanos y republicanas para la participación
activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación individual y social…”. El mismo
artículo 14 (LOE, 1999) explica el proceso de acompañamiento-aprendizaje con base en la
investigación, la creatividad y la innovación que dan respuesta a la diversidad de intereses y
necesidades de los actores involucrados.
El art. 15, contiene la enumeración de los fines del Estado en materia educativa entre los cuales
resaltan a los fines de esta reflexión, el desarrollo del potencial creativo, la personalidad, la
ciudadanía a través de la participación activa, consciente, protagónica, responsable, solidaria y
comprometida con la transformación social. Así mismo el desarrollo de una nueva cultura política
fundada en la participación protagónica, el fortalecimiento del Poder Popular, la democratización
del saber y la redimensión de los espacios de aprendizaje. En fin, la construcción de un nuevo perfil
del ciudadano y ciudadana, capaz de fortalecer la soberanía, los valores constitucionalmente
instituidos en búsqueda de la suprema felicidad social.
Al definir el subsistema de educación universitaria (art. 32) enfatiza que, el mismo, profundiza la
formación integral de ciudadanos y ciudadanas críticos (as), reflexivos (as), sensibles y
comprometidos (as) social y éticamente con el desarrollo del país cuyos principios rectores tienen
base constitucional (art. 33) abierto a todas las corrientes del pensamiento para desarrollar valores
académicos y sociales que se reflejen en sus contribuciones a la sociedad. La Ley de Universidades
(1970), expone por su parte, la misión de las Instituciones de Educación Superior así cómo los
procedimientos a seguir para su cumplimiento.
En este orden, y a riesgo de simplificar un debate muy rico, puede percibirse cierto consenso en
torno a que la relación universidad-comunidad debe resultar en una suerte de intercambio cultural
y cooperativo que, junto a otro tipo de recursos (físico, monetario, conocimientos), permita el
logro de determinados objetivos como: el satisfacer necesidades, mejoras en el bienestar o la
superación de situaciones adversas de distinta naturaleza.
Sin embargo, es en este contexto que, resulta de interés pensar las políticas sociales y educativas
del universo del conocimiento, la universidad, cuando la realidad social evidencia que los
profesionales egresados del subsistema de Educación Universitaria no se distinguen, al menos
explícitamente, como activadores sociales entusiastas es decir cuando, pareciera, no se ha logrado
el cometido institucional relacionado con construir una sociedad más libre, más justa y más
humana. El ciudadano, en lo individual, creemos, está inmerso en la modalidad del “nada me
importa” y se plantea como objetivo el obtener -así no se logre- un bien material a toda costa,
recibir asistencia a sus necesidades desde el “no compromiso personal”. Esta premisa moral, hace
que el ser humano refleje la impresión de estar bloqueado éticamente a toda posibilidad de ser,
participar como protagonista, asumir la corresponsabilidad de los procesos sociales y
autorrealizarse.
Por otra parte, las prácticas tradicionales de enseñanza, trabajo social y contribución institucional
en forma de asistencia, insisten en la superespecialización del ser en lugar de: su integración
planetaria, el fomento de la autoconciencia como fundamento de la reforma educativa y del
pensamiento (Morín, 2005). Se hace urgente entonces reflexionar acerca de ¿Cuál es la propuesta
de aprendizaje que subyace del Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, capaz
de resultar en la construcción de un perfil profesional integral?
Pareciera que es, desde el plano privilegiado de acción de las políticas institucionales
coordinadamente con el plano analítico o cognoscitivo, como se determinará la función social a
desarrollar por los grupos humanos para emprender acciones colectivas e individuales que
redunden en un beneficio mutuo. Esta función se asocia tanto a la institucionalidad que rige la vida
grupal o comunitaria (leyes, procedimientos, medios de comunicación, forma de resolver
conflictos, controles y sanciones) como a las normas y hábitos construidos y compartidos por los
actores sociales, entre quienes cuentan los estudiantes universitarios y futuros profesionales y que
contribuye con la visión compleja de la relación propuesta.
La educación comunitaria, como oportunidad de análisis y construcción del hecho social, se viene
desarrollando a partir de la primera mitad de los ochenta, década durante la cual, el concepto de
Trabajo Comunitario tomó un gran terreno en el debate académico, en las discusiones políticas, en
las opiniones de los analistas y en el comentario de profesionales y técnicos. Resulta llamativo que,
en un lapso tan breve, el concepto se difundió por áreas tan distantes como los programas de
lucha contra la pobreza y las nuevas técnicas de gestión educacional universitaria y a pesar de ello,
las situaciones en las cuales se pretendió incidir (tales como las crisis sociales y educacionales, el
retraso relativo entre los países), persisten y parecieran profundizarse.
Sin embargo, es innegable, que vivimos un momento histórico trascendental para la
transformación de la humanidad. En este proceso, la Educación requiere convertir las prácticas
tradicionales de transmisión de saberes en propuestas que faciliten el desarrollo integral de los
futuros profesionales pero, el facilitar el aprendizaje depende de ciertas cualidades, competencias
en las que la razón y el diálogo inciden en la esfera pública y supone que la persona que aprende
participa en la vida social a través del intercambio transaccional basado en la argumentación, que
reconoce los diferentes puntos de vista sobre una misma “realidad” e intenta aproximarse y
vincularse a ella, para reflexionar y autorregularse.
Desde esta perspectiva, aprender a ser y aprender a vivir en comunidad, requiere de la
construcción de herramientas de participación que permitan el desarrollo de relaciones, durante
las cuales, los saberes y experiencias de los sujetos participantes constituyan un aporte a la
solución de necesidades e inquietudes comunes, con base al diálogo, para dar respuestas
contextuales y orientadoras de los procesos sociales, entre ellos los universitarios. A tono con ello,
el Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior (SCEES), debería edificarse sobre la
base del reconocimiento y análisis acerca de la sociedad y el pensamiento humano desde la
perspectiva de la activa relación del hombre con la “realidad”, a través de la cual el proceso objeto
de esta reflexión (SCEES) es la consecuencia de la integración de las lógicas de quienes participan
en la experiencia, como modos de observación, signado por la complejidad de la interrelación
humana con el mundo, en su doble determinación, material e ideal a la vez que objetiva e
intersubjetiva.
Ramos (2001), plantea que al asumir el enfoque teórico de la actividad humana se integra
coherentemente lo sustancial y lo funcional en el análisis; que su método es la dialéctica (…)
entendida como instrumento de y para la actividad del hombre; que posee como dimensiones
fundamentales a lo ontológico, lo gnoseológico, lo lógico, lo axiológico, lo antropológico y lo
praxológico; que su estructura se encuentra compuesta por una problemática propia, un núcleo
teórico específico y una diversidad de disciplinas filosóficas que refractan la multivariedad de lados
y planos en que tiene lugar la activa relación del hombre con la realidad y consigo mismo; que sus
funciones se reconfiguran en tanto las mismas contribuyen a concienciar, racionalizar, optimizar y
perfeccionar la actividad social de los hombres; y que persigue como finalidad general propiciar la
superación de la enajenación mediante la fundamentación y promoción de la transformación
revolucionaria de la realidad a través de un tipo de sociedad donde, cada vez más, se
correspondan la esencia y la existencia del hombre.
La situación planteada por el autor (Ramos, 2001), hace concebir y caracterizar la complejidad de
la actividad del hombre, así como su significación, para la comprensión del Servicio Comunitario
del Estudiante de Educación Superior. En este sentido, la actividad humana se entiende como
aquel modo mediante el cual el hombre existe y se vincula con los objetos y procesos que le
rodean, los cuales transforma en el curso de la misma, que le permite a su vez modificarse a sí
mismo (autorregularse) y edificar el propio sistema de relaciones sociales en el que desenvuelve su
vida.
El Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, cómo situación educativa (Art. 4
LSCEES), se caracteriza por su naturaleza social; su adecuación a fines colectivos (Art. 5 LSCEES),
pero también particulares en cuanto el carácter conciente de su planeación, ejecución y
perfeccionamiento (Art. 7 LSCEES). A tenor de lo dispuesto en la LOE (Arts. 14 y 15), el Servicio
Comunitario del Estudiante de Educación Superior debería contar entre sus elementos
constitutivos las necesidades, los intereses, los motivos, los objetivos, los fines, las acciones, los
medios, las condiciones, las relaciones, las competencias, los conocimientos, los valores, las
emociones y los resultados; su naturaleza autorregulada; su carácter universal; la interrelación del
objeto y el sujeto en la misma; la correlación de su estructura sustancial (compuesta por un lado
material y otro ideal) y funcional (constituida por un aspecto objetivo, uno subjetivo y otro
intersubjetivo); así como la delimitación de sus formas fundamentales de existencia (entendiendo
por tales a las actividades económica, política, cognoscitiva, moral y estética).
Examinando asimismo el Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, como proceso
educativo, encargado por la sociedad al Sistema de Educación, en general y en lo particular, al
Sistema de Educación Universitario (Arts. 1 y 3), y descrito a la luz de los planteamientos
normativos vigentes a nivel nacional e internacional, se puede entender como el conjunto de
acciones interdependientes propuestas para vincular a los actores del hecho educativo con la
“realidad” contextual desde una perspectiva conciente y responsable que permita la participación
comunitaria activa y protagónica.
El Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, entonces, debe ser analizado desde
una perspectiva investigativa humanista, coherente con el paradigma complejo que intenta
aproximarse a los procesos de naturaleza social y que exige vincularse estrechamente con la
comprensión y el análisis de la “realidad” y su carácter dialéctico, entre otros aspectos, sobre cuya
base se estructura el pensamiento humano. Allí la importancia de asumir concientemente una
posición o actitud, para comprender y argumentar consecuentemente acerca de la misma. Es así
como emerge toda la trascendencia de reconocer y llevar a la práctica una experiencia de Servicio
Comunitario, más allá de la descripción e intervención de la realidad y la transmisión acrítica de
información, a los fines que apunte hacia la necesidad de instrumentar un sistema de actividades
reflexivas que propicien la autorregulación transformadora del ser de manera socialmente
pertinente.
Con esta aproximación se intenta dilucidar la aparente divergencia entre la demanda normativa y
la praxis del Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior, el cual requiere que las
organizaciones y grupos de individuos tengan un carácter abierto hacia otros individuos y grupos.
Esto supone crear las condiciones para el énfasis de liderazgos individuales y grupales desde una
visión de gestión prospectiva (Inneraty, citado por Caraballo 2008) al interior del grupo, hacia una
gestión que privilegie la apertura y la transacción entre Universidad-comunidad y reflexionar
acerca del rol que, estudiantes profesores y comunidad, deberían jugar, desde el protagonismo
participativo, dentro del plano local, regional y nacional, para ampliar así el ámbito de contribución
y comunicación hacia lo institucional-comunitario, de manera permanente.
En consecuencia, de las posturas referidas con antelación, se puede inferir que tanto la prospectiva
u otras técnicas del pensamiento asociadas a la construcción del saber, no pueden seguir modelos
rígidos, pues la mismas exigencias de los cambios sociales ameritan alternativas flexibles y
ajustables a la variabilidad del contexto socio-político-cultural (Caraballo, 2008) bajo la orientación
y tutela en el caso particular, de una Universidad socialmente pertinente y comprometida,
concebida como parte del contexto comunitario y cuya dinámica de planificación y ejecución así lo
evidencie.
Por lo expuesto, se hace necesario repensar en la interpretación de las políticas del subsistema de
educación universitaria, con el ánimo de apuntalar la insoslayable plataforma común en la cual se
desplazan estudiantes, profesores y entorno comunitario, más allá de las consideraciones de orden
técnico-burocrático cuando la construcción del perfil del estudiante y futuro profesional, hoy, más
que un enunciado del discurso sobre la reforma, constituye un imperativo estratégico, que se debe
incorporar progresivamente a las formas de pensar y hablar sobre la nueva concepción de la
educación. Una educación que rompan con las relaciones tradicionales de los escenarios
universitarios y se oriente hacia lo participativo, multidimensional e investigativo.
El Servicio Comunitario, con base en los argumentos expuestos, debe orientarse hacia la formación
profesional de un ciudadano capaz de cumplir con sus deberes y exigir el goce pleno de sus
derechos, cuyo desempeño esté fundado en los principios de solidaridad, responsabilidad social,
igualdad, cooperación, corresponsabilidad, participación ciudadana, asistencia humanitaria y
respeto mutuo para lograr los objetivos planteados en pro del bienestar común. Es así como, en
efecto, el vínculo UNIVERSIDAD-COMUNIDAD se materializa y da paso al cumplimiento del
mandato legal que tiene como fundamento, entre otros, la corresponsabilidad social, la
reivindicación de espacios no tradicionales para la construcción del saber, la investigación
universitaria pertinente.
De lo dicho se desprende que el servicio comunitario, trasciende la mera actividad asistencial o
altruista, para convertirse en una oportunidad de reflexión a través de la cual, el Estudiante se
reconoce como miembro de un contexto y contribuye con los fines de Estado, que no son otros
que conformar un entramado social capaz de dar cumplimiento a los preceptos contenidos en el
Preámbulo de nuestra Carta Magna (1999). Así, lo aclara el Ministerio del Poder Popular para la
Educación Universitaria (MPPEU) en su circular Nº 000001.08 de fecha 20 de febrero de 2008,
dirigida a las Instituciones de Educación Universitaria (antes Educación Superior) que en su
numeral 4, expone: (…) 4. El servicio comunitario, no debe utilizarse con fines punitivos, ni
confundirse con labores voluntariado ni altruismo (…)
Para lograr estos objetivos, sería útil pensar en la necesidad que el Servicio Comunitario del
Estudiante de Educación Superior, se lleve a cabo en sus comunidades de origen o en aquellas
dónde el estudiante desarrolle o proyecte su vida, con el acompañamiento de Profesores que
también formen parte de ese conglomerado social, con empatía y coincidencia de intereses, esto
con el fin de favorecer en ambos experiencias significativas de socialización, que promuevan un
aprendizaje, planificado, replanificado, consiente y sistemático como producto de la reflexión
permanente de los acontecimientos que del mismo se deriven y que permitan percibir y valorar la
transformación individual, colectiva y contextual de la realidad hacia la construcción de aquella
deseada y posible. En este orden de ideas, Estudiantes y Profesores, podrían afianzar valores de
identidad y reconocimiento, al tiempo de facilitar la organización jerárquica y pertinente de los
aspectos de la realidad, sobre los cuáles, su aproximación comprometida resulte en el
mejoramiento de la calidad de vida de la sociedad.
Finalmente, el Servicio Comunitario, más que el cumplimiento de un simple requisito
administrativo y legalista o una condición indeclinable para acceder a la acreditación profesional,
pudiera cohesionar a Estudiantes, Profesores y miembros de las comunidades en el ejercicio de la
activación sociocomunitaria con miras a su adopción como estilo de vida con la firme convicción
que, tal orientación, podría garantizar el ejercicio efectivo del Poder Popular y de la democracia
participativa y protagónica de la que tanto se dice y por la que tan poco se hace.
Referencias
LEY DE SERVICIO COMUNITARIO DEL ESTUDIANTE DE EDUCACIÓN SUPERIOR (2005). Gaceta Oficial
de la República Bolivariana de Venezuela Nº. 38.272 de fecha 14 de Septiembre. Caracas
MANGANIELLO, E. (1998). La Educación y sus Fundamentos. (3ra. Edición). Buenos Aires: Lozada.
MINISTERIO DEL PODER POPULAR DE PLANIFICACIÓN Y FINANZAS (s/f). Líneas Generales del Plan
de la Nación 2001-2007. [Documento en línea disponible en
http://www.mpd.gob.ve/pdeysn.plan.html]. Consultado el 22 de junio de 2010.
MINISTERIO DEL PODER POPULAR DE PLANIFICACIÓN Y FINANZAS (s/f). Proyecto Nacional Simón
Bolívar Primer Plan Socialista -PPS- 2007-2013 [Documento en línea disponible en
http://www.mpd.gob.ve/Nuevo-plan/plan.html]. Consultado el 22 de junio de 2010.
Resumen
El presente artículo analiza los alcances del Servicio Comunitario del Estudiante en el
contexto de la Educación Superior venezolana. Basado en una investigación cualitativa,
se realizó una entrevista de profundidad a los coordinadores de Servicios Comunitarios
pertenecientes a cinco (5) Universidades públicas y privadas de la región Zuliana. Se
evidencia por parte de la comunidad universitaria, diversas interpretaciones en relación
al cumplimiento de la Ley, tal y como lo evidencian iniciativas descritas, refiriendo una
resistencia implícita por parte del estudiante para el desarrollo de las iniciativas
programadas. Se invita a reflexionar sobre la necesitad de fortalecer la acción social,
de forma tal, que el estudiante pueda internalizar los valores de cooperación
participación y responsabilidad, necesarios para lograr los objetivos de construir un
ideal de ciudadanía, reconociendo que no puede darse en todos los contextos de la
misma forma, pues depende de los procesos sociales en sus múltiples expresiones, de
las coyunturas particulares existentes en cada comunidad y de la diversidad de
relaciones entre actores sociales involucrados.
Abstract
This article analyzes the scope of Student Community Service in the context of
Venezuelan higher education. Based on a qualitative investigation, in-depth interviews
were carried out with Community Services coordinators belonging to five (5) public and
private universities in the Zulia region. The university community evidences diverse
interpretations related to fulfillment of the Law, as the described initiatives show,
referring to an implicit resistance by the student to development of the programmed
initiatives. The results invite reflection on the need to strengthen social action so the
student can internalize the values of cooperation, participation and responsibility
needed to achieve the objectives of building an ideal of citizenship, recognizing that
this will not appear in all contexts in the same way, since it depends on social
processes in their multiple expressions, on the particular circumstances existing in
each community and on the diversity of relationships among the social actors involved.
1. Introducción
Bajo esta perspectiva la participación hará factibles condiciones para que la comunidad
aprenda; se ejercite en el planeamiento y la gestión, y vea crecer sus capacidades; se
fortalecerá entonces su posibilidad de sustentabilidad de cualquier programa
participativo potenciando, la autoestima individual y colectiva; que se multiplicarán en
energías y capacidades por la mejora de la calidad de vida futura.
A partir del reconocimiento de esa condición humana, se otorga una vital importancia
al proceso educativo en el entendido, que éste está conciente de la necesidad de
desarrollar competencias genéricas, que vayan mas allá del ámbito del conocimiento y
la racionalidad. Su formación debe rebasar el campo cognitivo para entrar en un
proceso de carácter ético. Es decir, dada la complejidad de su práctica por la
diversidad cultural y pluralidad de individuos y contextos, es recomendable que
internalice principios y valores éticos institucionales que los apoyen para la generación
de los líderes de futuro.
Tal y como puede visualizarse el sustento teórico tiene como soporte el papel activo
del individuo, en el marco del contructivismo (Llano, 2006), evidenciado en la
actuación que asumen las comunidades que participan en la propuesta problema,
rompiendo de esta forma con la dicotomía separatista entre la teoría y la práctica. Este
es un rasgo distintivo de la propuesta comunitaria, el cual conlleva a involucrar
aquellas personas que están afectadas por los cambios planificados (Romero et al,
2006), las cuales tienen una responsabilidad primaria en cuanto a decidir acerca de la
orientación de una acción críticamente informada que parece susceptible de conducir a
una mejora y valorar los resultados de las estrategias sometidas a una verificación a
través de una auditoría social.
Ahora bien, teniendo a la responsabilidad como principio rector de acción, surge la Ley
Orgánica de Participación Ciudadana y Poder Popular, aprobada en primera y segunda
discusión el 22 de noviembre de 2001 y el 19 de julio de 2006 a los efectos de su
disertación y opinión del pueblo venezolano.
Bajo la realidad actual, se hace necesario orientar las incipientes iniciativas tomadas
por las universidades venezolanas, como forma de avanzar en la solución de
problemas demandados por las comunidades; a través de la detección de necesidades
y construcción de proyectos sociales de pertinencia social, un conocimiento de sus
demandas, convirtiéndolas en protagonista del proceso antes descrito; como forma de
garantizar una autogestión donde sujeto y objeto se superponen e interrelacionan a
favor del colectivo (Morín, 1999). Y es a partir de tal interrelación, donde se establecen
vínculos de cooperación sujeto - sujeto, a fin de garantizar la determinación real de las
necesidades sentidas por los afectados; como condición necesaria para que ellos sean
principales protagonistas del proceso, dentro de las comunidades afectadas en una
zona de influencia.
Igualmente, con esta Ley; se busca transformar las prácticas de las pasantías, dejando
de un lado el individualismo, y profundizando en la importancia que tienen las mismas
para la formación integral del individuo, de esta manera el estudiante deberá aportar
sus conocimientos y servicios encaminados al desarrollo y mejora de las comunidades.
Dicha Ley, entro en vigencia a partir del 14 de Septiembre del 2006. A tales efectos se
entiende como Servicio Comunitario, la actividad que deben desarrollar en las
Comunidades los estudiantes de Educación Superior que cursen estudios de formación
profesional, aplicando los conocimientos científicos, técnicos culturales, deportivos y
humanísticos adquiridos durante su formación académica, en beneficio de la
comunidad, para cooperar con su participación al cumplimiento de los fines del
bienestar social, de acuerdo con lo establecido en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela y esta Ley (Asamble Nacional, LSC, art. 4). Igualmente, se
entiende como “Comunidad”, el ámbito social de alcance nacional, estadal o municipal,
donde se proyecta la actuación de las instituciones de Educación Superior para la
prestación del Servicio Comunitario.
Así mismo, el artículo 7 de la Ley de Servicio Comunitario, establece los fines que se
plantean para dicho servicio, destacando: la necesidad de fomentar en el estudiante, la
solidaridad y el compromiso con la comunidad como norma ética y ciudadana; hacer
un acto de reciprocidad con la sociedad; enriquecer la actividad de educación superior,
a través del aprendizaje del servicio, con la aplicación de los conocimientos adquiridos
durante la formación académica, artística, cultural y deportiva; integrar las
instituciones de educación superior con la comunidad, para contribuir al desarrollo de
la Sociedad Venezolana; y sobre todo, formar a través del aprendizaje del servicio, el
capital social en el país.
Sus argumentos apuntan a destacar las herramientas puestas en práctica para llevar a
cabo el servicio comunitario y satisfacer los requerimientos de las comunidades, según
lo exigido por la Ley de Servicio Comunitario para el Estudiante de Educación Superior.
Además, las universidades están dispuestas a ofrecer según sus áreas de competencia,
otros servicios de acuerdo a la necesidad manifestada por las comunidades; lo cual
implica formar un estudiante para que aporten sus conocimientos y servicios,
encaminados al desarrollo y mejora de sus comunidades, permitiendo al mismo tiempo
la integración de la institución de educación superior con la comunidad y contribuyendo
así, al desarrollo de la sociedad venezolana.
Todavía no ha llegado el tiempo exigido para que los estudiantes cumplan con
las actividades y proyectos de Servicio Comunitario.
Se están planificando discusiones de la ley y la realización de foros donde los
estudiantes tengan la posibilidad de conocerla, de estudiar sus deberes,
objetivos y beneficios que ésta le ofrece, además de concientizarlos de la
importancia de la misma.
Sin embargo, los estudiantes evalúan de manera permanente la problemática
de sus comunidades, esto con la finalidad de que adquieran conciencia social y
ofrezcan soluciones en las situaciones acontecidas en su localidad.
Se están llevando a cabo reuniones para definir las diferentes modalidades que
asumirá en práctica cada facultad en el cumplimiento de la Ley de Servicio
Comunitario.
Existe la posibilidad de crear una Dirección o Coordinación independiente que
regule las actividades establecidas en la LSC.
6. Reflexiones Finales
.En última instancia se busca llegar al momento en Ley de Servicio Comunitario para el
estudiante de Educación Superior, quede establecida como cultura, es decir, como
fundamento de las formas de relación, producción, creación, y reproducción de la
sociedad, establecida a todo nivel al ser interiorizada por individuos y actores sociales
como una manera natural de vinculación entre la Universidad y las comunidades.
Referencias Bibliográficas
5. De Roux, G.; Pedersen, D.; Pons, P.; Pracilio, H. (1990). Participación social y
sistemas locales de salud. In: Los Sistemas Locales de Salud (OPS, org.), pp. 28-
49, Washington: OPS. [ Links ]
9. Gwatkin, D.; Wilcox, J. y Wray, J., (1979). Can Interventions Make a Difference?
The Policy Implications of Field Experiment Experience. Report to the Word Bank,
Washington D.C.: World Bank. Editorial Mimeo. pp. 45-85. [ Links ]
12. Lozano, Josep (1999). Ética y Empresa. Editorial Trotta. México. [ Links ]
13. Manderson, L.; Valencia, L.; Thomas, B. (1991). Bringing the people. In:
Community Participation and the Control of Tropical Diseases. Resource Papers for
Social and Economic Research in Tropical Diseases Nº 1, UNDP/WORLD
BANK/WHO/TDR, Geneve: World Health Organization. pp. 34-42. [ Links ]
15. Morín, Edgar (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del
futuro. UNESCO- París. [ Links ]
20. Romero, Bievenida; Sarmiento, Marcos; Abreu, Mercedes (2006). Cómo diseñar
proyectos comunitarios. Fundacite. 3era edición. Venezuela. [ Links ]
21. Winch, P.; Kendall, C.; Gubler, D. (1991). Community Participation in the Control
of vector-Borne Diseases: A Review of Selected Activities in Latin America. Trabalho
apresentado no Simpósio “Community Participation and Control Efforts in Developing
Countries”, Annual Meeting of the American Mosquito Control Association, Louisiana.
[ Links ]
vvmejor calidad de vida, el cambio social y el bienestar de toda la población.
Para llevar acabo el Desarrollo Local es necesario realizar un análisis del territorio para
luego hacer un diagnostico de la situación y saber cual es la prioridad social en la
comunidad, se continuara con la definición de metas, objetivos generales y específicos,
resultados, acciones e insumos. Luego se seleccionaran las estrategias que sean mas
viables, y se comenzará a ejecutar la planificación planteada con el fin de que se
aprovechen todas las oportunidades y los recursos con los que cuentan, que se de un trabajo
en equipo, y la participación de los actores político administrativo, empresariales y sociales,
buscando un cambio de actitud y la creación de responsabilidad social en la comunidad.
.
Elementos Claves del Desarrollo Local
a. Territorio:
“El territorio en este contexto se debe entender, no solo como el mero marco físico, sino
también:
Por lo tanto, el territorio, no tan solo debe ser entendido como un espacio o una
demarcación física; también se conjugan o interrelacionan seres humanos, que buscan una
convivencia, pero también toman en cuenta aspiraciones que busquen el mejoramiento de
las condiciones y calidad de vida.
.
b. Economía:
La economía, es un factor importante dentro del espacio local. Para ello, se diversifican una
serie de actividades que permiten generar mercado, pero a la vez, crear actividades
productivas, extractivas y de servicio. Donde los agentes económicos generan riqueza.
Motivo por el cual, concebimos que el aspecto económico dentro de lo local y como gestión
estratégica es importante a ser incorporado; ya que de esa manera va a generar estabilidad,
crecimiento, mejoras y más que todo calidad de vida de sus pobladores; es decir va a
generar desarrollo económico local.
.
c. Sociedad:
“En un territorio con determinados limites es entonces sociedad local, cuando uno es
portador de una identidad colectiva expresada en valores y normas interiorizados por sus
miembros y cuando conforma un sistema de relaciones de poder constituido en torno a
procesos locales de generación de riqueza. Dicho de otra forma, una sociedad local es un
sistema de acción sobre un territorio limitado, capaz de producir valores comunes y bienes
localmente gestionados”(PNUD, 2005:37)
.
d. Identidad:
“La afirmación de una identidad local se basa en ese reconocerse en una historia colectiva.
Todos los componentes de esa identidad solamente se explican si se percibe la existencia de
una historia viviente en cada uno de los habitantes de la sociedad local. Ahora bien, este
reconocerse en la historia no tiene sentido si es para quedarse en una mirada nostálgica
hacia el pasado. Solo adquieren toda su potencialidad cuando la fuerza de esa carga
histórica provoca interrogantes sobre el presente y sobre el proyecto. La identidad se
convierte en palanca del desarrollo cuando lleva a descubrir la posibilidad de actuar”
(2004:150)
.
Principales Características del Desarrollo Local
- Cambio
- Análisis de la realidad
- Trabajo de base
- Accion social racional
- Participación
- Evaluación
- Participación voluntaria
- Mejoras sociales
- Bienestar Social
mejor calidad de vida, el cambio social y el bienestar de toda la población.
Para llevar acabo el Desarrollo Local es necesario realizar un análisis del territorio para
luego hacer un diagnostico de la situación y saber cual es la prioridad social en la
comunidad, se continuara con la definición de metas, objetivos generales y específicos,
resultados, acciones e insumos. Luego se seleccionaran las estrategias que sean mas
viables, y se comenzará a ejecutar la planificación planteada con el fin de que se
aprovechen todas las oportunidades y los recursos con los que cuentan, que se de un trabajo
en equipo, y la participación de los actores político administrativo, empresariales y sociales,
buscando un cambio de actitud y la creación de responsabilidad social en la comunidad.
.
Elementos Claves del Desarrollo Local
a. Territorio:
“El territorio en este contexto se debe entender, no solo como el mero marco físico, sino
también:
Por lo tanto, el territorio, no tan solo debe ser entendido como un espacio o una
demarcación física; también se conjugan o interrelacionan seres humanos, que buscan una
convivencia, pero también toman en cuenta aspiraciones que busquen el mejoramiento de
las condiciones y calidad de vida.
.
b. Economía:
La economía, es un factor importante dentro del espacio local. Para ello, se diversifican una
serie de actividades que permiten generar mercado, pero a la vez, crear actividades
productivas, extractivas y de servicio. Donde los agentes económicos generan riqueza.
Motivo por el cual, concebimos que el aspecto económico dentro de lo local y como gestión
estratégica es importante a ser incorporado; ya que de esa manera va a generar estabilidad,
crecimiento, mejoras y más que todo calidad de vida de sus pobladores; es decir va a
generar desarrollo económico local.
.
c. Sociedad:
“En un territorio con determinados limites es entonces sociedad local, cuando uno es
portador de una identidad colectiva expresada en valores y normas interiorizados por sus
miembros y cuando conforma un sistema de relaciones de poder constituido en torno a
procesos locales de generación de riqueza. Dicho de otra forma, una sociedad local es un
sistema de acción sobre un territorio limitado, capaz de producir valores comunes y bienes
localmente gestionados”(PNUD, 2005:37)
.
d. Identidad:
“La afirmación de una identidad local se basa en ese reconocerse en una historia colectiva.
Todos los componentes de esa identidad solamente se explican si se percibe la existencia de
una historia viviente en cada uno de los habitantes de la sociedad local. Ahora bien, este
reconocerse en la historia no tiene sentido si es para quedarse en una mirada nostálgica
hacia el pasado. Solo adquieren toda su potencialidad cuando la fuerza de esa carga
histórica provoca interrogantes sobre el presente y sobre el proyecto. La identidad se
convierte en palanca del desarrollo cuando lleva a descubrir la posibilidad de actuar”
(2004:150)
.
Principales Características del Desarrollo Local
- Cambio
- Análisis de la realidad
- Trabajo de base
- Accion social racional
- Participación
- Evaluación
- Participación voluntaria
- Mejoras sociales
- Bienestar Social
V
Investigación cualitativa
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Índice
1 Tipos de investigación cualitativa
o 1.1 Investigación participativa
o 1.2 Investigación-acción
2 Técnicas proyectivas
3 Véase también
4 Referencia
o 4.1 Bibliografía
Investigación participativa
Artículo principal: Investigación participativa.
Se trata de una actividad que combina la forma de interrelacionar la investigación y las
acciones en un determinado campo seleccionado por el investigador, con la participación de
los sujetos investigados. El fin último de este tipo de investigación es la búsqueda de
cambios en la comunidad o población para mejorar sus condiciones de vida.
Investigación-acción
Artículo principal: Investigación-acción.
Tiene semejanza con la participativa, de allí que actualmente se hable con bastante
frecuencia de investigación-acción participativa. Es uno de los intentos de resumir la
relación de identidad necesaria para construir una teoría que sea efectiva como guía para la
acción y producción científica, que esté estrechamente ligada a la ciencia para la
transformación y la liberación social. Tiene un estilo más afín a la investigación ligada a la
educación llamada "criterios de evaluación diagnóstica".
Investigación etnográfica
Técnicas proyectivas
Las técnicas proyectivas pueden usarse para cuestionar de forma indirecta a los
participantes a proyectar sus motivaciones, creencias, actitudes o sentimientos subyacentes
con respecto a los temas de interés. Al Interpretar la conducta de otros, los participantes
proyectan de manera indirecta sus propias motivaciones, creencias, actitudes o sentimientos
en la situación. Entre las técnica proyectivas más comunes están:
Grupos focales con testimonios de vida; vivencia directa dentro del grupo. Ejemplo: un
grupo de personas con SIDA.