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No te avergüences del Evangelio

Romanos 1:16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.”

El verso nos enseña 2 cosas: La primera: El Evangelio es poder de Dios para salvación
a todo aquel que cree. La segunda: No debemos avergonzarnos del Evangelio.

El Evangelio son las buenas noticias de que Jesucristo, el Hijo unigénito de Dios, vino en
carne, murió en una Cruz, resucitó al tercer día, pagó por los pecados de muchos, para
que todo aquel que en Él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. ¿No te parece
valioso este mensaje? ¡El mensaje del Evangelio de la gracia de Dios es infinitamente
valioso!

El Evangelio es tu vida, tu vida completa (Pr. 4:13). Si tú hoy no tienes hogar, ni buena
salud, ni dinero, ni nadie que te quiera, pero tienes el Evangelio, entonces tienes
esperanza. No puede haber nada más valioso para un hombre pecador que escuchar: “Tu
fe te ha salvado”.

El pecado es la tragedia de la humanidad, y solo el Evangelio es poder de Dios para ser


salvos de semejante tragedia, mediante el sacrificio de Cristo por nuestros pecados.

Ahora que estás en Cristo, ¿no das gracias a Dios porque cada día te santifica más y más?
Si eres un verdadero creyente, estoy seguro que sí. Cada día de nuestro caminar como
hijos de Dios, mientras más seamos como Jesucristo, más y más veremos nuestra propia
pecaminosidad y cada vez más daremos gracias a Dios porque solo su gracia nos mantiene
en obediencia a Su Palabra (Flp. 1:6).

Yo espero que estas breves reflexiones Bíblicas sobre el Evangelio te ayuden a que jamás
te avergüences de él. ¿Te avergüenzas de la vida que Dios te da por medio de Jesús? ¿Es
el mensaje de la Cruz de Cristo una vergüenza para ti? ¡Dios te libre de que así sea! Más
bien, dichoso eres si practicas y predicas el Evangelio con valentía, con amor y toda sana
doctrina.

El pecado y Satanás tratarán de decirte: “El Evangelio Bíblico es muy radical; mejor
maquíllalo un poco, no seas tan duro cuando predicas”. Esa sugerencia es lo mismo que
escuchar: “Oye, avergüénzate del Evangelio”. Pero tú debes recordarte a ti mismo esto:
“El Evangelio es algo precioso. La muerte de mi Señor Jesús para salvarme es algo digno
de ser predicado a toda criatura. No hay mayor regalo de Dios para Su gloria, que nuestra
salvación en Cristo, el perdón de pecados. ¡No me avergüenzo del Evangelio para nada,
más bien lo amo y lo honro!”

Sí, bendito sea Dios, y bendito sea el Evangelio de la gracia de Dios. Si no fuese por este
Evangelio, nuestra esperanza sería el juicio justo de Dios, y cada día que pasa sería como
tormento insoportable, una antesala al tormento eterno en la llamas del infierno.

Si te has avergonzado del Evangelio, arrepiéntete, y no vuelvas a avergonzarte jamás de


ese poder de Dios para salvación a todo aquel que cree.
Ama el Evangelio: “¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.” Sal.
119:97

Vive el Evangelio: “Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé
a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.” Mt. 7:24

Predica el Evangelio: “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.” Mr. 16:15

Por Andrés Ferrer. Fundador de Vida En Cristo.


Etiquetas: Andrés Ferrer, Evangelio

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