Você está na página 1de 14

El Mesolítico.

La revolución neolítica y su expansión.


Sociedades urbanas: concepto y teorías explicativas.
Mesopotamia.
Egipto.

El Neolítico: análisis cultural y material. 25.2. La Edad de los Metales: Calcolítico,


Edad del Bronce y Edad del Hierro. 25.3. El origen de las primeras sociedades
urbanas. 25.4. Mesopotamia 25.5. La civilización egipcia

1. LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA Y SU EXPANSIÓN


TEORÍAS sobre el origen del neolítico
No está claro que pudo llevar a los grupos de cazadores-recolectores del Mesolítico, a
convertirse en agricultores y ganaderos, de modo que La formación de las primeras
sociedades neolíticas se ha explicado a través de varias teorías, destacando las
llamadas teorías medioambientales y las demográficas.
El neozelandés Gordon Childe, ofreció una de las teorías medioambientales, conocida
como teoría de los oasis. Según la misma, tras la última glaciación, hacia el 10.000 a. C.,
se produjo una desertización del Próximo Oriente que hizo que plantas y animales se
concentraran en torno a los únicos puntos donde había agua, los ríos y los oasis. Los
seres humanos se vieron forzados también a desplazarse a estos lugares
donde observa y comprende el ciclo biológico de plantas y animales y, al contar con
menos recursos, tuvieron que optar por hacerse ganaderos y agricultores, es decir,
pasar de una economía depredadora a una de producción.
Por su parte, R.J. Braidwood formuló en 1960 la teoría de las zonas nucleares.
Braidwood consideraba que el inicio de la agricultura y la ganadería no corresponde
con el cambio climático del que hablaba Childe, sino que sostenía que las especies
potencialmente domesticables se encontraban en una zona restringida que llamó zona
nuclear y que abarcaba el área del Creciente Fértil. Para este investigador, esta fue la
zona en la que se iniciaron los cambios socioeconómicos origen del Neolítico después
de que los grupos que allí vivían comenzaran a experimentar con dichas especies.
Braidwood, sólo señalaba dónde y cómo se había iniciado la agricultura, pero no
explicaba por qué. Sus discípulos K. Flannery y L. Binford, sí intentaron contestar a esta
pregunta mediante la teoría de las áreas marginales. Estos, ponen de manifiesto que,
al final del Pleistoceno, la abundancia de recursos del Creciente Fértil produjo un
aumento de la población y, en consecuencia, un desquilibrio entre ésta y los recursos
disponibles. Así, los grupos habrían optado por expulsión de población que debía
emigrar hacia zonas marginales donde los recursos eran inexistentes o escasos. La
supervivencia pasaba, por tanto, por intentar establecer en estas zonas plantas y
animales de las zonas nucleares, para lo cual tuvieron que Idear formas artificiales para
su reproducción, es decir, la agricultura y la ganadería.
Una de las teorías más novedosas basada en la presión demográfica es la de M. N.
Cohen, quien en 1977 puso de manifiesto que el origen de la agricultura no se da
únicamente en Próximo Oriente, sino que existen otras zonas primarias como el área
de Mesoamérica. La cuestión es que la agricultura se desarrolló en estas zonas de
forma paralela y sin ningún tipo de conexión, por lo que Cohen intentó buscar un
factor común a todas ellas: la presión demográfica. Según este investigador, la
saturación espacial hizo que se sustituyera una estrategia de subsistencia por otra de
producción que requería menos movilidad espacial.
Frente a las teorías de carácter demográfico y medioambiental, se han dado otras que
exponen otros factores como causa. Así, por ejemplo, para J. Cauvin, el cambio
socioeconómico se produjo gracias a la transformación cultural y mental de los grupos
al iniciarse el Holoceno. Así basándose en los restos de los primeros poblados, las
estatuillas femeninas, etc., Cauvin habla de un cambio ideológico (se pasó de adorar a
un dios que otorgaba caza a otro que aseguraba las cosechas), que dio lugar al cambio
tecnológico. Finalmente, encontramos teorías basadas en el materialismo histórico
como la Teoría del factor social de A. Testart (1982), quien parte de la hipótesis de la
existencia de dos grupos: cazadores-recolectores móviles; y cazadores-recolectores
sedentarios y acumuladores. Un grupo social de estos últimos presionaría para
producir más, llegándose a la economía de producción y la complejidad social.

ORÍGENES Y DIFUSIÓN DEL NEOLÍTICO


Victoria Cabrera Valdés y colaboradores (2009), establecen varios centros como origen
del Neolítico:
En América, el Neolítico surgió en 3 focos de desarrollo independientes: Mesoamérica,
los Andes septentrionales y la Amazonia occidental. Las primeras evidencias de un
cultivo más o menos controlado, se encontrarían en torno al 5000 a.C. Hacia el 3500-
3400 a. C se obtienen las primeras evidencias claras de horticultura en la Cueva de
Coxcatlán y en pequeños huertos del valle de Tehuacán. Los principales cultivos fueron
el maíz, la calabaza y el frijol.
En Asia, debemos destacar en primer lugar China, donde ya en el VIII milenio a. C. las
culturas de la zona del valle del río Amarillo se hicieron sedentarias. Entre el VII y VI
milenio a. C. surgen las primeras civilizaciones neolíticas, precursoras de la cultura de
Yangshao, ya plenamente neolítica y en la que se da sobre todo el cultivo del arroz y la
cría de bóvidos y gallinas, y las primeras evidencias del cultivo del gusano de seda.
Fabricación de una cerámica de función ceremonial, con piezas de ornamento de jade.
En la Península de India, aunque ya hacia el 7000 a.C, se llevaba a cabo un cultivo de
trigo y cebada, así como la cría de ovicaprinos y ganado vacuno, será desde el 3000
a.C, cuando hallemos las primeras comunidades agrícolas propiamente dichas en el
Valle del río Indo, donde destacaban las ciudades de Harappa y Mohenjo-Daro, ambas
en Pakistán. En principio contaban con cultivos casi exclusivos de invierno (cebada,
trigo y leguminosas), pero más tarde introdujeron otros de verano, como el mijo, sorgo
y arroz. La ganadería era sobre todo de bóvidos. Usaban el algodón y el lino y
fabricaban cerámica a torno, cocida en hornos desarrollados. Múltiples
manifestaciones zoomorfas de arcilla, hachas de cobre y producción lítica. Destacada
figurilla de bronce de Mohenjo Daro del 2500 a.C. También apareció el Neolítico en la
zona de Tailandia y Taiwán en torno al 3000 a.C. con el Cultivo del arroz, y la cría de
cerdos, perros, aves de corral, bóvidos…
El neolítico en Próximo Oriente, se inició entre los años 8.000 y 7.000 a.C., con el
cultivo de trigo y cebada y la cría de ovino. La industria lítica todavía era abundante y
no se trabajaba aún la cerámica. Las casas eran reconstruidas periódicamente en los
mismos emplazamientos, formando con sus derribos superpuestos los llamados tells.
Los yacimientos neolíticos más antiguos, correspondientes a la fase precerámica son
los de Jericó (Israel), Jarmo (Irak) y Mureybat (Siria), datados entre el IX y VIII milenio
antes de Cristo.
En el VII milenio ya hay cerámica en todo el Creciente Fértil, aunque todavía de formas
sencillas y poco decoradas. El gran tell de Catal Hüyük ha aportado una documentación
muy importante en relación a las casas rectangulares en adobe, calles, pintura mural y
santuarios. Los enterramientos se realizaban en sepulturas bajo el suelo de las casas,
con un ajuar funerario reducido. El VI milenio a.C. fue la edad de oro del neolítico,
prueba de ello es la expansión de las cerámicas pintadas en Iraq tipo Hassuna.
DIFUSIÓN DEL NEOLÍTICO
Las teorías sobre la difusión del Neolítico se articulan en torno a dos posturas
antagónicas. Por un lado encontramos a los evolucionistas o autoctonitas, para
quienes el neolítico se habría desarrollado de forma independiente y casi paralela en
diferentes lugares.

La difusionista Proponía una difusión del Neolítico desde unos núcleos


originarios hacia Europa atendiendo a dos principios: 1) gradación cronológica este-
oeste, que situaba los yacimientos más antiguos en el este; 2) ausencia de agriotipos
de las principales especies domesticadas en los yacimientos europeos.
Una tercera vía explicativa es la del modelo del frente de avance, atribuida a
Ammerman y Cavalli-Sforza (1984). La difusión del Neolítico obedecería a un
movimiento migratorio reducido y de carácter aleatorio. Según Moure hubo tres formas
de transmisión:
a) Traslado de población en busca de recursos, llevando sus modos de vida. Responde al modelo de
colonización.
b) Traslado de grupos reducidos que transmiten sus modos de vida a la población autóctona. Es el
modelo de aculturación.
c) Contactos de grupos neolíticos con otro epipaleolíticos que adquieren algunos de los elementos
propios de la nueva cultura, pero mantienen sus modos de vida no productores. Son llamadas las
culturas subneolíticas.
Las rutas utilizadas fueron una ruta danubiana que colonizó los Balcanes, la Europa
Central y Nórdica,
De acuerdo con el registro arqueológico, la expansión del Neolítico, que ha provocado
un "arduo debate científico" en los últimos 50 años, siguió dos ejes principales
asociados a dos complejos culturales diferentes.
a) Mediterráneo. Llevada por poblaciones de la región Sirio-Palestina por toda la costa Mediterránea
mediante navegación de cabotaje hasta la Península Ibérica. El poblamiento es en cuevas, y se
documenta una economía mixta, productora y depredadora. El elemento característico es la cerámica
cardial. y las Islas Británicas con posibles penetraciones en el interior, y al Sur de Europa -
Grecia, Yugoslavia, Italia, Francia y España - con escasa penetración hacia el interior.
b) El segundo eje de expansión, ligado al complejo cerámico Impresso-Cardial, siguió la
cuenca mediterránea hasta el levante español y la costa atlántica portuguesa.
otra mediterránea que alcanzó la Península Ibérica, Portugal y las Islas Británicas, la ruta
del Este por la India hasta Indochina y la ruta del Sur que colonizó Egipto. otra
mediterránea que alcanzó la Península Ibérica, Portugal y las Islas Británicas, la ruta del
Este por la India hasta Indochina y la ruta del Sur que colonizó Egipto.
c) Norteafricana.Hacia el V milenio llega el Neolítico al valle del Nilo. Su evolución será rápida gracias a las
especiales condiciones medioambientales de Egipto se extendió por el Norte de África y llegó en
primer lugar al Valle del Nilo, dotado de condiciones para la agricultura y favorecido por su
proximidad; alcanzó luego a la costa mediterránea del Mogreb, .

b) Europa continental. Hay una difusión terrestre de un modelo agrícola y ganadero de tala y roza, con
poblados construidos de una sola vez y reutilizados tras años de abandono. Se introduce por Grecia y
los Balcanes, llegando al interior de Europa por las fértiles llanuras del Danubio, formando la
Cultura Danubiana. Hay otra vía de penetración hacia el norte configurando el Neolítico Nórdico.
La segunda oleada se dirigió hacia el Norte, también en varias direcciones, abarcando las
llanuras centrales de Europa - ruta danubiana, caracterizada en una primera fase por
su cerámica en bandas y en una segunda por la decorada con impresiones
y las de Asia, hasta el Norte de China. Finalmente, otra se extendió por el Sudeste
asiático: India, donde apareció, en el segundo milenio, la importante cultura de
Mohenjo-Daro, de tipo urbano y escritura jeroglífica: Indochina y Sur de China..
Concretamente en el caso de China, algunos prehistoriadores, sobre todo chinos,
defienden el carácter autóctono de su Neolítico, como origen de la posterior cultura
china.
Una última teoría es el modelo percolativo, que propone una neolitización integrada
en las redes de intercambio, negando los aportes demográficos.

CARACTERÍSTICAS DEL NEOLÍTICO


El término neolítico se debe a John Lubbock, quién en 1865 aludía a la "nueva piedra"
en referencia a la piedra pulimentada por oposición a la piedra tallada del Paleolítico.
Sin embargo, para Gordon Childe el neolítico es algo más, pues se caracteriza por un
conjunto de cambios económicos, sociales, tecnológicos y culturales.
Transformaciones económicas y sociales: Además de al desarrollo de la agricultura y
la ganadería y el paso de una economía depredadora a otra productora, asistimos al
nacimiento del comercio (trueque), surgido gracias a la especialización y los diferentes
recursos de cada zona, así como a la capacidad de generar excedentes. El excedente
también posibilitó que una parte de la población quedara libre de las tareas agrícolas,
surgiendo así la división del trabajo, y con ella la jerarquización social. Además, el
aumento de población supuso la aparición de poblados permanentes, pues, al poder
vivir de la explotación de un lugar concreto, el hombre se hizo sedentario.
Transformaciones tecnológicas: El invento más significativo fue la cerámica, que
permitía cocer los alimentos a temperaturas mayores que los recipientes de cuero, y
servía para almacenar alimentos durante más tiempo. También destacan la sustitución
de los útiles de piedra tallada por los de piedra pulimentada, que uniformiza las piezas
y es más funcional, la especialización de los útiles líticos relacionados con la agricultura
(geométricos, láminas para hoces...) y un menor uso de la industria ósea, que fue
sustituida por la madera. Asimismo, se desarrollaron el telar, la cestería, las técnicas de
navegación, y los sistemas de irrigación y drenaje, lo que implicaba un nivel elevado de
especialización. Finalmente, Las necesidades técnicas hicieron que desde el V milenio
se comenzaran a trabajar los metales (cobre).
Transformaciones culturales, religiosas y artísticas: En el campo espiritual e
ideológico, se desarrollan los cultos telúricos y el culto a la fertilidad. La Tierra,
materializada en forma de estatuillas femeninas (Venus), era adorada como diosa
madre. También se impuso el culto a los muertos con distintas formas de
enterramiento, algunas vinculadas a la arquitectura megalítica. En arte, frente al
naturalismo del Paleolítico, se impusieron las formas esquemáticas y abstractas.
EL NEOLÍTICO EUROPEO
En aquellos territorios donde la adaptación de las especies domesticables no
presentaba ninguna dificultad y el substrato mesolítico era poco importante, se daba
lo que se denomina neolítico primario (es lo ocurrido en los Balcanes y en Europa
Central entre el 6.000 y el 4.000 a.C.). El neolítico secundario se producía cuando la
población mesolítica era más densa y por lo tanto había fenómenos de hibridación
cultural, como es el caso de Europa occidental. Cuando el medio se prestaba mal a las
especies domesticadas del Próximo Oriente, como en Europa septentrional y parte de
Asia, no se daba un neolítico desde un punto de vista estricto.
Neolítico balcánico. Se trata de un neolítico primario que llega hacia el 6.000 a.C.
Tesalia es la única región de Europa continental en la que se ha descubierto un
neolítico comparable al de Próximo Oriente. Se conocen tres tipos de cerámica de
relación lejana con los prototipos orientales. Se han encontrado pequeños poblados
con casas de madera que forman la base de los tells tesalienses, siendo los yacimientos
más destacables Starcevo, Koros y Karanovo.
Neolítico de Europa central. También se trata de un neolítico primario que aparece a
mediados del V milenio a.C. Su cerámica tiene relación con la civilización Starcevo-
Koros, pero las formas son más pobres. Los poblados son más modestos que en los
Balcanes y muestran una forma de vida más comunitaria.
Neolítico de Europa septentrional.
Alrededor del 5000 a.C. y gracias a la mejora del clima, se establecieron en las costas
de Escandinavia hombres del mesolítico e iniciaron formas de vida similares a las del
neolítico, de modo que practicaron una cerámica simple. Hacia el 3000 a.C.
comenzaron las colonias francamente neolíticas, venidas de las orillas meridionales del
Báltico. Se instalaron junto a los pobladores anteriores, introdujeron el culto a los
muertos, e niciaron el cultivo y la tala de árboles. También se produjo en esta zona la
cerámica propia de la llamada cultura de los vasos de embudo, y se desarrolló el
fenómeno megalítico.
Neolítico de Europa mediterránea. Se trata de un neolítico primario. En el VI milenio
a.C. se desarrolló a lo largo de las costas españolas, francesas y otros lugares del
Mediterráneo la llamada cultura de la cerámica Cardial, ya que cerámica se caracteriza
por la impresión sobre el barro tierno de una concha de cardium. Los yacimientos más
importantes son la Cueva de la Carigüela de Piñar (Granada), la cueva de l'Or
(Valencia), y Arene Candide (Italia).
2. LA EDAD DE LOS METALES
Como señala Ana Fernández Vega (2011), la Edad de los Metales presenta tres etapas:
el Eneolítico, Calcolítico o Edad del Cobre, etapa de transición entre el Neolítico y la
Edad del Bronce, la Edad del Bronce (III-II milenio); y la Edad del Hierro (a partir del I
milenio). Según la teoría tradicional de Childe, la metalurgia llegó a Europa desde las
altas culturas del Próximo Oriente, alcanzando primero Anatolia, después el
Mediterráneo Oriental y posteriormente los Balcanes, donde se desarrolló la cultura
de Vinca. Hoy en día esta teoría está en revisión y se sostiene un posible origen
autóctono de la metalurgia en Vinca y en la Península Ibérica. En cualquier caso, hacia
el 4.000 a.C., existió un centro metalúrgico precoz en los Balcanes que, independiente
o no, se extendió hacia la Europa interior.
LA EDAD DEL COBRE
La primera metalurgia se apoyó en un elemento escaso en la naturaleza, el cobre, y por
ello los objetos metálicos eran bienes muy valiosos: armas, adornos y objetos de lujo.
En este periodo, aumentó la complejidad social (se generó cierta división del trabajo y
aparecieron incipientes jerarquías) y tuvo lugar el origen del urbanismo. La principal
fuente arqueológica es el vaso campaniforme, una manifestación cultural asociada al
período inicial de la Edad del Bronce (aunque su cronología e interpretación son
controvertidas). Su nombre se debe a la forma de campana invertida de estas vasijas
profusamente decoradas, que se han encontrado, generalmente, en contextos
funerarios por casi toda la Península Ibérica, en islas del Mediterráneo occidental, en la
Francia mediterránea y atlántica, Gran Bretaña, Irlanda, los Países Bajos y parte de
Europa central. Su presencia está relacionada con la difusión de la metalurgia del cobre
por Europa occidental.
LA EDAD DEL BRONCE
Bronce en el Egeo. En el III milenio a.C. se produjo en la Europa Mediterránea una
clara diferenciación entre la metalurgia occidental y la del Egeo, donde se
desarrollaron el Heládico en la Grecia Continental, que evolucionó hacia la Civilización
Micénica, el Cicládico en las Islas Cícladas y el Minoico en Creta. Se trata de
civilizaciones que caminan hacia formas urbanas y desarrollan la escritura, cerámicas
ricas, vidrio, pinturas al fresco, etc. La civilización cicládica dejó tras de sí cientos de
figurillas de barro y mármol, la mayoría femeninas, y diversos utensilios de uso
doméstico que se depositaban en las tumbas. La cultura minoica coincide con la
construcción de los primeros palacios en Cnossos, Malia y Festos, que testimonian un
nuevo poder político y económico concentrado en pocas manos. Los palacios eran a la
vez centro administrativo, residencia del señor y santuario. El culto está dedicado,
fundamentalmente, a la Diosa, representada con serpientes en las manos. De la
cultura micénica destacan los palacios excavados en Micenas, Tirinto y Pilos, así como
sus grandes construcciones ciclópeas.
Bronce antiguo en Europa. En el Bronce Antiguo (2.300/2.200 a. C. – 1.600/1.500 a. C)
aparecieron el carro y del arado. La base económica de todas las culturas del periodo
la seguían constituyendo la agricultura y la ganadería. Las técnicas metalúrgicas eran
similares al periodo anterior, mejorando la aleación con la aparición del bronce. El
papel social del metal se hizo más importante según nos indican los depósitos de las
tumbas. Los asentamientos eran de dos tipos: en el este europeo, hábitats no muy
grandes, situados estratégicamente, y con sistemas defensivos artificiales, y en el oeste
poblados pequeños, probablemente estacionales, y sin defensas.
En Europa central: Se desarrolló la Cultura de Unetice, cuyo origen es muy debatido.
Europa mediterránea: Encontramos importantes grupos como Asciano y Ritranpasone
en Italia, la Necrópolis de Tarxien en Malta o el yacimiento de Castellucio en Sicilia. En
la región Mediterránea Francesa y Suiza Occidental tuvo lugar la expansión de la
cultura del Ródano. Europa atlántica: Se dio la cultura del Bronce Atlántico,
caracterizada por las espadas de cobre o bronce de pequeño tamaño y adornos como
lúnulas, gargantillas y torques. En Francia destaca la zona de Armorica, y en Inglaterra
la de Wessex.
EDAD DEL BRONCE MEDIO EN EUROPA
Durante el Bronce Medio (1.600/1.500 – 1.200 a. C.) hubo un predominio claro del
bronce sobre el cobre. Se hizo patente un aumento de la elaboración de utensilios,
armas y adornos. El metal estuvo relacionado con actividades cotidianas y no solo
como factor de exhibición social.
Europa central: Florece la cultura de los Túmulos, se la llama así por sus sepulturas
de inhumación individual con túmulos o montículos de tierra, generalmente de forma
circular u ovalada. Europa nórdica: A mediados del II milenio a. C. aparece una
metalurgia ya medianamente desarrollada, su retraso se debió a la absoluta falta de
recursos de cobre y estaño. Europa mediterránea: En Italia encontramos las culturas
de Terramaras y la Apenínica. En Sicilia la de Thapsos. En Cerdeña la Nurágica. En
Córcega la cultura Torreana. Europa atlántica: En esta zona hay una continuidad
cultural con el periodo anterior, destacan como fuente arqueológica las hachas de
talón.
BRONCE FINAL EN EUROPA
El Bronce Final (1.200 – 750 a. C.). Experimentó grandes cambios en Europa y en el
Mediterráneo. Los dorios destruyeron Micenas y hostigaron Egipto; el imperio hitita
comenzó su decadencia y los aqueos destruyeron Troya. Paralelamente se produjo un
cambio de costumbres y cultura material, y todo ello se atribuye a los movimientos de
las gentes de los Campos de Urnas, pueblos considerados indoeuropeos, que
avanzaron hacia el Mediterráneo.
Europa central: Se vive la cultura de los Campos de Urnas que evoluciona
posteriormente a la cultura de Hallstat, de menor expansión territorial que la anterior.
Europa nórdica: En esta zona no se registran cambios con el periodo anterior.
Europa mediterránea: La diversidad cultural en la zona mediterránea es muy grande
desde el punto de vista arqueológico. En la península italiana destaca la cultura
Apenínica. Europa atlántica: Se vive el Bronce Atlántico. LA EDAD DEL HIERRO
En Europa occidental el paso de la Edad del Bronce a la Edad del Hierro fue
tradicionalmente considerado consecuencia de las oleadas de guerreros hallstáticos de
finales del siglo IX y comienzos del VIII a.C. Durante largo tiempo se dividió a la Edad
del Hierro en dos culturas: Hallstat y La Tène, pero actualmente se habla de una
Primera y Segunda Edad del Hierro. El uso y expansión del hierro fue fruto de un lento
proceso, su empleo pudo comenzar en el II milenio a.C. en el Cáucaso. Los hititas
fueron el primer reino que controló su producción hacia el 1200 a.C., fecha en que el
decaimiento del poder hitita provocó el comienzo de la difusión del metal por Europa.
La expansión se hizo desde Irán, a través del Cáucaso, pasando desde aquí a Europa
central, en la transición entre el II y I milenio a.C., llegando a Europa occidental y las
Islas Británicas en los siglos VII-VI a.C. por vía continental y mediterránea. Los colonos
fenicios y griegos llevaron su siderurgia a las islas y costas mediterráneas,
extendiéndose desde allí por el interior. La civilización hallstática se había
caracterizado por el uso de la siderurgia desarrollada, el nacimiento de un arte
decorativo geométrico, la coexistencia de dos ritos de enterramiento (inhumación e
incineración) y la progresiva consolidación de una sociedad jerarquizada con jefes
militares. El siglo V estuvo marcado por la quiebra del mundo hallstático y el
nacimiento de la civilización de La Tène o Lateniense en Europa central. En Europa del
este aparecieron los escitas y los pueblos de las estepas euroasiáticas
3. LAS SOCIEDADES URBANAS DEL PRÓXIMO ORIENTE
Las primeras sociedades urbanas de Oriente Próximo presentan las siguientes
características comunes:
Transformaciones económicas y sociales: Tuvo lugar una mayor estratificación social,
con una esclavitud institucionalizada formando la clase inferior. También se vivió la
especialización del trabajo con la proliferación de artesanos y comerciantes, que
llegarán a desarrollar en muchos lugares un comercio de objetos de lujo. Por otro lado,
la vida urbana trajo consigo problemas sanitarios y epidemias contagiosas que en los
poblados rurales eran mínimas. Las ciudades mantenían su nivel de población gracias
al flujo constante de habitantes de las zonas rurales vecinas y no por un crecimiento
natural.
Transformaciones políticas: Con el paso del tiempo algunas de estas ciudadesestado
comenzaron a aumentar su tamaño y poder, lo que provocó numerosos problemas
políticos y bélicos entre ellas. En la búsqueda de mercados distantes y fuentes de
materias primas surgieron situaciones que desembocarían en guerras con los vecinos
menos avanzados o en conflictos con sociedades competidoras que tenían el mismo
nivel cultural. Transformaciones tecnológicas: El arado, que implicará por un lado la
utilización de una fuerza motriz importante (buey), y un considerable aumento en la
producción agrícola (empezó a utilizarse en Egipto durante el IV milenio a.C.). La rueda,
junto a la tracción animal, permitirá el transporte de grandes cargas a mayor distancia
(aparecen en las primeras civilizaciones urbanas de Oriente Próximo y de la India). El
paso siguiente fue la creación de carros ligeros con ruedas de radios que se utilizaban
en la guerra. La cerámica a mano aparece alrededor del 6.000 a.C., y evolucionará su
fabricación con la aparición, un milenio más tarde, del torno de alfarero. El transporte
fluvial fue utilizado y desarrollado para desplazar grandes cargas por los ríos (pesados
materiales de construcción y sobrantes de las cosechas a las ciudades) y tuvo gran
importancia en las civilizaciones de valles fluviales (Mesopotamia y Egipto). Las obras
públicas son el resultado del control organizado de la mano de obra (sistemas de
regadío en Mesopotamia, murallas defensivas, y control de inundaciones en Egipto).
Transformaciones culturales, religiosas y artísticas: La religión fue el primer catalizador
político en la formación de las sociedades urbanas ya que los primeros estados fueron
de carácter teocrático (gobierno de origen divino), con el sacerdocio constituido por la
clase gobernante. Así, el templo se convertirá en el centro de la organización
económica, política y religiosa; controlaban el sobrante (excedente agrario), y eran una
minoría intelectual que monopolizaba el conocimiento. Con el tiempo el poder se irá
desplazando a manos de gobernadores seculares (mandos del ejército) que se
impondrán a los sacerdotes y establecerán sus propias leyes, convirtiéndose en los
primeros reyes de la historia y ejerciendo el despotismo político. Pero los sacerdotes
no perderán todo su poder e influencia, ya que controlarán una parte de la economía,
los conocimientos y la religión. La arquitectura monumental fue inicialmente de
naturaleza religiosa y era consecuencia de una mano de obra organizada, aunque
también implicaba progresos en ingeniería y capacidades estéticas. Aparecieron
objetos artísticos y ornamentales dedicados a los servicios religiosos o como bienes de
lujo. El arte es característico de muchos centros urbanos y hoy proporciona una fuente
de información histórica muy importante, aunque en general se inclinaba fuertemente
hacia la religión y mitología. Hubo importantes avances intelectuales que se sitúan en
el campo de las matemáticas y de la astronomía, y que llevaron a los sistemas de pesas
y medidas, y a los calendarios. La escritura fue el logro intelectual más importante, en
Mesopotamia empezó como teneduría de libros, inspirada por la necesidad de
conservar registros.
LAS PRIMERAS SOCIEDADES URBANAS EN MESOPOTAMIA
Los sumerios habitaron la baja Mesopotamia. Su origen se localiza en los pueblos
neolíticos, que al evolucionar acabaron por convertirse hacia el III milenio a.C. en
ciudades-estado como Ur, Uruk, Eridú y Lagash; la más antigua de ellas es Uruk, que
data de mediados del IV milenio a.C. El esplendor sumerio se vivió entre los años
29002334 a.C. hasta la invasión de los acadios en 2334-2193 a.C., pueblo semita del
que se recuerdan gobernantes como Sargón I y Naramsim. En el 2193-2112 a.C.
sobreviene la invasión de los bárbaros guti, y tras esta última fecha se vive el
Renacimiento Sumerio con la dinastía Amorita 1894-1595 a.C., a la que perteneció
Hammurabi en Babilonia (1792-1750 a.C.) y Gudea en Lagash. Hammurabi adoptó el
título de rey de Sumer y Akkad y extendió su autoridad por toda Mesopotamia; el
descubrimiento de una estela donde aparecen sus leyes le ha hecho pasar a la Historia
como un monarca justo y humanitario. Las tribus nómadas casitas, hicsos y caldeos
acabaron con la dinastía, a lo que hay que sumar la expansión de los hititas y los
asirios. En el año 539 a.C. Babilonia se convirtió en una satrapía persa; A. Magno
conquistará esta ciudad en el 331 a.C.
Su sociedad era jerárquica: el rey (Ensi o fugaf) no era un dios sino su delegado y jefe
militar, la aristocracia (awilum) estaba formada por los burócratas (sacerdotes) y
militares, y el resto de la población era productora (agricultores, artesanos y
comerciantes); la categoría social más baja eran los esclavos. Los sumerios eran un
pueblo esencialmente agrícola y comerciante capaz de desarrollar la escritura e
inventar la rueda. El paso del poblado neolítico a la ciudad se hace de forma gradual, y
está estrechamente vinculado al descubrimiento de los sistemas de irrigación y drenaje
en los ríos Tigris y Éufrates, lo que originó un incremento de la producción agrícola que
posibilitó que una parte de la población quedara libre de las tareas del campo para
convertirse en artesanos o grupos dirigentes. La vida urbana giraba alrededor del
templo (zigurat), que no sólo cumplía una función religiosa, sino que también era un
centro económico de almacenamiento, control y distribución de productos agrícolas, y
disponía de talleres artesanales y organizaba el comercio a larga distancia. Su religión
era politeísta —encontrándose entre sus dioses a An, Marduk, Ki y Enlil—, y estaba
basada en la idea del premio y del castigo, contando con sacrificios cruentos e
incruentos, y quizá humanos.
OTRAS SOCIEDADES URBANAS EN PRÓXIMO ORIENTE
Asiria. Los asirios estaban situados al Norte de Mesopotamia y consiguieron
independizarse de Babilonia a principios del II milenio a.C., estableciendo su capital en
Assur. La caída de Mitanni a manos de los hititas y los enfrentamientos entre estos y
los egipcios en Kadesh posibilitaron el nacimiento del Imperio Medio 1392-1077 a.C.
con Asur-Uballit I. Salmanasar I acabó con Mitanni hacia 1250 a.C., pero sus sucesores
llevaron el imperio a la decadencia hasta la llegada del Imperio Nuevo 911-609 a.C. Los
últimos reyes fueron los sargónidas, cuyo fin se debió a la invasión caldea y meda. El
imperio asirio nunca fue un imperio coherente como Egipto, sino que imponía
tremendos impuestos y sometía a sus prisioneros. El rey, que ostentaba todo el poder,
era sacerdote y administrador del dios Assur.
Hatti. Civilización localizada en Anatolia, Asia Menor, Armenia y Norte de Siria, inicia su
expansión en el 2.000 a.C. y termina en el 1.200 a.C.; su capital era Hattusas. Su
evolución política se puede dividir en: Antiguo Reino, donde gobernaron Hattusil I y
Mursil I; Periodo Oscuro, marcado por la decadencia; Primer Imperio, creado por
Subiluliuma, que consigue el máximo esplendor de Hatti derrotando a Mitanni en
Karkemish; Segundo Imperio, caracterizado por las sublevaciones internas. Ramsés II
les vence en Kadesh, y además tuvieron que soportar la expansión asiria. El ataque
asirio y la invasión de los Pueblos del Mar acabaron con el imperio, que quedó dividido
en los estados neohititas 1200-700 a.C. A semejanza con los sumerios, el rey era un
intermediario entre la divinidad y el pueblo, y la elección del monarca se realizada en
una asamblea llamada Panku, lo que explica la gran cantidad de conflictos internos.
Entre sus dioses destaca Cibeles.
Mitanni. Eran habitantes del noreste de Asiria, en la Alta Mesopotamia. El reino de
Mitanni aparece en el siglo XVI a.C., su divinidad principal era Mitra, su capital
Wassakani, el rey era llamado sar, y contaba con una buena administración
centralizada. Antes de su enfrentamiento con los hititas, protagonizaron otro contra
Egipto en el que alcanzaron la consideración de igualdad con este reino, aunque con la
llegada de los hititas el reino se fragmentó y hacia 1245 a.C. los asirios invadieron su
territorio, con lo que el reino desaparece.
Medos y persas Aqueménidas. Los medos llegaron a Irán con los Pueblos del Mar,
ocasionando la caída del Imperio Asirio. Ciro I, el persa, inició su imperio en el año 640
a.C. Los persas se extendieron por Media, Babilonia, y tomaron Lidia en Asia Menor,
Fenicia, Siria, Asiria y Egipto. Darío I inició las guerras médicas contra Grecia, y Darío III
fue el último representante de esta dinastía Aqueménida, siendo derrotado por
Alejandro Magno. El imperio persa se organizaba en satrapías (provincias); las ciudades
más importantes eran Persépolis, Ecbatana, Susa y Babilonia. El rey era el
representante de la divinidad Ahura-Mazda, y se rodeaba de un protocolo que le hacía
prácticamente inaccesible. Es bien conocida su guardia personal, los llamados
inmortales, con una cantidad de 10.000 soldados.
EGIPTO
Egipto es una civilización hidráulica que surgió a lo largo del río Nilo. Estaba dividida en
el Alto Egipto (sur del país) y Bajo Egipto (norte del país), estando el norte más
desarrollado.
Mantuvo siempre una monarquía teocrática donde el Faraón (rey de Egipto) era
considerado un dios viviente. Constituye de este modo la primera sociedad organizada
en forma de ciudades-estado. La administración recaía en el faraón, y los jefes de las
tribus que gobernaban las provincias (nomos) le rendían cuentas sólo a él. El rey era de
origen divino, por eso llevaba el título de Horus, Seth, o los dos, además era rey del
Alto y Bajo Egipto, y por ello llevaba una corona doble. El rey era el estado; la
propiedad privada no existía como tal, sino que todo pertenecía al faraón. Su sociedad
muestra una estructura piramidal: rey, familia real, nobleza, funcionarios, sacerdotes,
artesanos, campesinos y esclavos. Practicaron una escritura pictográfica que fue
evolucionando a jeroglífica y finalmente al copto.
La religión egipcia tuvo como principal objetivo la interacción entre los seres humanos
y los dioses. Estas deidades eran adoradas con ofrendas y oraciones, en altares locales
y en los propios hogares, así como en templos administrados por sacerdotes.
Diferentes dioses se destacaron en diversos períodos de la historia egipcia, así que
Egipto nunca tuvo una jerarquía coherente de deidades o una mitología unificada.
Entre sus divinidades destacamos a Anubis (con cabeza de chacal, relacionado con el
culto a los muertos), Apis (toro sagrado adorado en Menfis) y AmónRa (dios nacional).
Su historia comienza tras el asentamiento de grupos neolíticos en el valle del Nilo que
desarrollaron varias culturas, como la de El Fayum durante la época predinástica.
Podemos dividir la historia de Egipto en las siguientes fases:
Época Tinita 3000-2778 a.C.: La primera dinastía surgió de la unificación de los
nomos a manos del rey Menes, fundador de Menfis.
Reino Antiguo 2778-2263 a.C.: Su fundador fue Zoser, que contó con la ayuda del
visir Imhotep. A este periodo pertenecen las pirámides de Keops y Kefrén en la
Necrópolis de Guiza, cerca de El Cairo. Primer Periodo Intermedio 2263-2050 a.C.: En
el primer periodo intermedio se vive una gran descentralización política, los jefes de
las tribus se convirtieron en nomarcas y el rey empezó a apoyarse en una densa
administración, abandonando la dirección del estado. Al Norte la principal ciudad era
Heracleópolis y al Sur lo fue Tebas. Reino Medio 2050-1785 a.C.: Fue el faraón
Mentuhotep quien consiguió la unificación del Alto y Bajo Egipto, que se extendió por
Nubia, península del Sinaí y Libia. Segundo Periodo Intermedio 1785-1580 a.C.: Los
hicsos llegaron hacia el 1730 a.C., cuando ya el imperio estaba fragmentado; se cree
que fue una penetración lenta y pacífica de gentes empujadas por los hititas. Reino
Nuevo 1580-1085 a.C.: El faraón Ahmosis consiguió la unificación tras la guerra de la
liberación contra los hicsos. A este periodo pertenecen faraones como Tutmosis I, II y
III y la reina Hatsepsut de la Dinastía XVIII. Amenofis IV 1353-36 a.C. fue el autor del
cisma de Tell el-Amarna, que sustituyó el culto de Amón por el de Atón —identificado
con el disco solar—, la capital se trasladó a Aket-Atón, y Amenofis tomó el nombre de
Akenatón (útil para el disco). Su esposa era Nefertiti, pero el fanatismo provocado
entre los seguidores monoteístas que persiguieron a los de Amón provocó la
animadversión entre el pueblo. Su sucesor, Tutankamón, restauró el culto a Amón, y
con él se extinguió la Dinastía XVIII. A la Dinastía XIX pertenecen Ramsés I, Seti I y
Ramsés II, faraones que se enfrentaron a los hititas en la batalla de Kadesh durante
decenios de años, siendo Ramsés II quien aprovechando la muerte de Muwatalli
reconquistó Kadesh y firmó la paz en 1278 a.C. Los últimos faraones soportaron la
invasión de los Pueblos del Mar (licios, sículos, filisteos). Tercer Periodo Intermedio
1085-730 a.C.: Tiempo de fragmentación política; encontramos dos reinos importantes
Tanis y Tebas. Baja Época 730-330 a.C.: Se consigue de nuevo la unificación del
Imperio, pero en poco tiempo llegaron los asirios, que conquistaron Egipto. A estos les
sustituyeron los persas hasta la llegada de Alejandro Magno. La última representante
de la dinastía de los Ptolomeos fue Cleopatra, en el año 31 a.C. Egipto se convirtió en
provincia romana.
CONCLUSIÓN
Los grupos humanos primitivos del Pleistoceno experimentaron un verdadero desafío
ecológico con el cambio climático del Holoceno. La respuesta para adaptarse al
territorio fue la puesta en marcha de nuevas estrategias de supervivencia adaptadas a
una caza de menor tamaño. En algunos lugares del planeta el ser humano dio un gran
paso más allá mediante las primeras prácticas agrícolas y ganaderas, experimentando
la revolución neolítica. El esplendor de algunas de estas sociedades posibilitó el
aumento de la producción y que algunos individuos abandonaran las tareas
productivas; con el tiempo, estas sociedades metalúrgicas se fueron urbanizando, y
dieron como resultado las primeras sociedades urbanas, caracterizadas por un
conjunto de importantes transformaciones económicas, sociales, políticas, técnicas,
religiosas, culturales y artísticas que configuran los primeros estados y primeras
civilizaciones, como las de Mesopotamia y Egipto. Con el nacimiento de la escritura, la
Prehistoria llegó a su fin, empezando así la Historia del hombre.
BIBLIOGRAFÍA
CABRERA VALDÉS, Victoria, MENÉNDEZ FERNÁNDEZ, Mario, RIPOLL PERELLO,
Eduardo, FERNÁNDEZ VEGA, Ana Mª, MUÑOZ AMILIBIA, Ana Mª, HERNANDO GRANDE,
Amparo, RIPOLL LÓPEZ, Sergio (2009): Prehistoria (Unidades Didácticas). Editorial
UNED, Madrid (2 volúmenes) VEGA TOSCANO, G., BERNABEU AUBÁN, J. y CHAPA
BRUNET, T. (2003): La Prehistoria. Editorial Síntesis, Madrid. FERNÁNDEZ VEGA, A.
(COORD.), HERNANDO, A., MAÍLLO, J. M., MUÑOZ, F. J., QUESADA, J. M., RIPOLL, S.,
(2011): Prehistoria II: las sociedades metalúrgicas. Editorial Centro de Estudios Ramón
Areces, Madrid. RIPOLL, S., FERNÁNDEZ, A. Mª., HERNANDO, A., MUÑOZ, F.J.,
QUESADA, J.M. MAILLO, J.M.; JORDÁ, J.F. (2014): La Prehistoria y su metodología.
Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid

Você também pode gostar