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Mauricio Azero A. (Ed.

Evaluación de sistemas
agroforestales dinámicos
en el semiárido de
Cochabamba

Diez estudios de caso de las comunidades de Rodeo


(Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí (Tapacarí) y
Combuyo y Pairumani (Vinto)

Schweizerische Eidgenossenschaft
Confédération suisse
Confederazione Svizzera
Confederaziun svizra

Cooperación Suiza en Bolivia


Evaluación de sistemas agroforestales dinámicos en el semiárido de
Cochabamba
Diez estudios de caso de las comunidades de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata),
Aramasí (Tapacarí), y Combuyo y Pairumani (Vinto)

© Mauricio Azero A. (ed.)


© Carrera de Ingeniería Ambiental
Departamento de Ciencias Exactas e Ingeniería
Universidad Católica Boliviana San Pablo
Primera Edición: noviembre de 2018

DL: 2-1-3098-18
ISBN: 978-99974-0-470-1

Diseño y Diagramación: Grupo Editorial Kipus

Foto Portada: Mauricio Azero

Ingeniería Ambiental
Universidad Católica Boliviana San Pablo
Calle M. Márquez s/n, esq. Parque J. Trigo, Tupuraya
Tel. 591 4 4293100
Fax. 591 4 4291145
www.ucbcba.edu.bo
Cochabamba, Bolivia

Los conocimientos generados en las acciones de investigación resultado del


proyecto PIA.ACC, apoyado por la Cooperación Suiza en Bolivia, se constituyen
en un bien público de acceso libre y gratuito. Todos(as) los generadores de
conocimiento deben ser debidamente reconocidos(as) en su nivel de contribución
en cada uno de los materiales producidos.
A manera de prólogo

Uno de los desafíos para afrontar el incremento de los marcados


periodos de sequías, amenazas de granizadas y heladas en los valles
secos de nuestro país, es la generación de nuevos sistemas de
producción agrícola que mejoren la productividad, el valor nutritivo
de los cultivos, la resistencia a plagas y enfermedades, y que además
requieran un menor uso de agroquímicos.
Ante esta necesidad, sin lugar a dudas la producción agroecológica
surge como la alternativa viable, más aún la implementación de los
Sistemas Agroforestales, que básicamente son la asociación ecológica
de organismos de manera análoga a la dinámica de un bosque natural,
donde la asociación de cultivos y/o especies leñosas (que pueden ser
arbustos y/o árboles frutales, forrajeros, maderables, y medicinales)
acompañan y protegen los cultivos. La idea fundamental es combinar
cultivos anuales con árboles y arbustos en la misma huerta o parcela.
En los últimos quince años se ha avanzado sistemáticamente
en la implementación de este tipo de sistemas de producción,
principalmente de manera empírica entre extensionistas y productores
campesino, pero es muy poco lo que ha logrado sistematizarse en
materia de reporte del impacto que estos tienen sobre el ecosistema y
su productividad (menos aun desde el punto de vista científico)
Es precisamente en este punto que la experiencia de Mauricio
Azero Alcocer hace la diferencia, pues lleva más de diez años de
arduo trabajo e investigación en gestión y conservación de suelos
y en agroforestería, siendo miembro fundador de la Red Espacio
Compartido en Sistemas Agroforestales (ECO-SAF), así como
docente e investigador principal del área de SUELOS en la carrera de
Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Boliviana San Pablo
regional Cochabamba (UCB).
Esta obra integra cinco investigaciones científicas y un artículo
de integración, realizadas en sistemas agroforestales implementados
en las Comunidades de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí
(Tapacarí), Combuyo y Pairumani (Vinto) desarrolladas por tesistas
y estudiantes investigadores de Ingeniería Ambiental (UCB).
Estas investigaciones abarcan ámbitos de diseño, identificación
de relaciones optimas, evaluación de efectos en calidad de suelos y
fijación de carbono, hasta el impacto de los incendios forestales sobre
estos sistemas de producción agroforestal.
Por lo tanto, tengo el placer de presentar a la comunidad
cochabambina este aporte elaborado con fondos de investigación de
la Cooperación Suiza en Bolivia, a quienes agradecemos la confianza
depositada en nuestro equipo.
Confío que este trabajo pasará a ser un buen material de consulta
y estudio tanto para estudiantes y profesionales del área, así como
para productores comprometidos con el desarrollo de sistemas de
producción alternativos y resilientes frente al escenario ambiental en
el cual estamos involucrados.

Estela Herbas Baeny


Directora de la carrera de Ingeniería Ambiental
Universidad Católica Bolivia “San Pablo”
Unidad Académica Regional Cochabamba
Contenido

Elementos para el diseño e implementación de sistemas


7 
agroforestales dinámicos en el semiárido de Cochabamba,
Bolivia
Mauricio Azero Alcocer
Fijación de carbono en 10 sistemas agroforestales
21 
dinámicos (SAFD) de la zona seca de Cochabamba
Cindy Shiomara Herbas García, Nelly De la Barra Ricaldes,
Mauricio Azero Alcocer
51 Efecto del componente arbóreo de sistemas agroforestales
dinámicos sobre la respiración, humedad y temperatura
edáficos en el semiárido de Cochabamba, Bolivia
Mayra E. Terán V., Alexandra M. Gutierrez Q., Mauricio
Azero Alcocer
63 Relaciones árbol – árbol entre productores y acompañantes
de sistemas agroforestales dinámicos de bioma tropical
estacionalmente seco
Jorge D. Saavedra Goytia
87 Efectos de un incendio forestal en el comportamiento
de especies vegetales de consorcios agroforestales y
descripción de la sucesión ecológica inicial en Combuyo,
Cochabamba
Nicole Andrea Drew Roca y Nelly De la Barra Ricaldes
105 Evaluación comparativa de la calidad de suelos en sistemas
agroforestales dinámicos versus sistemas convencionales
en el semiárido de Cochabamba, Bolivia
Andrea Arce Alvarez, Mauricio Azero Alcocer
Elementos para el diseño e
implementación de sistemas agroforestales
dinámicos en el semiárido de
Cochabamba, Bolivia
Elements for the design and implementation of dynamic
agroforestry systems in semiarid Cochabamba, Bolivia
Mauricio Azero Alcocer1
1
Grupo de Investigación en Agroecología y Gestión Sostenible de Suelos,
Ingeniería Ambiental, Universidad Católica Boliviana San Pablo.
mazero@ucbcba.edu.bo

Resumen: La crisis del modelo agrícola actual ha llevado a la


necesidad de desarrollar propuestas de modelos alternativos capaces
de generar alimentos e ingresos, y a la vez restablecer la calidad de
los suelos degradados por los distintos procesos antrópicos. En este
trabajo se evalúan 10 estudios de caso de sistemas agroforestales
dinámicos (SAFD), con el objetivo de obtener de estas experiencias,
aprendizajes que permitan reflexionar sobre aspectos del diseño y
la implementación de SAFD en la zona semiárida de Cochabamba,
Bolivia. Se planteó una metodología que permita el abordaje
multidimensional: calidad de suelos, almacenamiento de Carbono,
relaciones entre especies leñosas, composición de especies,
indicadores de edafoclima y tolerancia al fuego de las especies
leñosas. Los resultados muestran que los SAFD son capaces de
aportar de manera significativa en la recuperación de los suelos
degradados, tienen una mayor calidad productiva y ambiental y son
sistemas climáticamente inteligentes por su fijación de Carbono
en la biomasa y los suelos. Se proponen algunos elementos para
la etapa de diseño e implementación de SAFD, que permitan
aprovechar mejor este potencial.
Palabras clave: Sistemas agroforestales dinámicos, recuperación
de suelos degradados, secuestro de Carbono, agricultura
climáticamente inteligente, Cochabamba, Bolivia.
Abstract: Current agricultural model’s crisis has led to the urgency to
develop alternative models capable of generating food and income,
and at the same time to restore the quality of degraded soils. In this
paper, 10 case studies of dynamic agroforestry systems (SAFD) are

7
evaluated, with the aim of obtaining from these experiences, lessons
that allow reflection on aspects of the design and implementation of
SAFD in the semiarid zone of Cochabamba, Bolivia. We proposed
a methodology with a multidimensional approach: soil quality,
carbon storage, tree-tree relationships, species composition of
SAFD plots, edaphoclimate indicators and fire tolerance of woody
species. The results show that the SAFD are able to contribute in
a significant way in the recovery of degraded soils, have a higher
productive and environmental quality and are climatically intelligent
systems because of their carbon fixation in biomass and soils. Some
elements are proposed for the design and implementation phase of
SAFD, that allow to take better advantage of this potentials.
Key Words: Dynamic Agroforestry Systems, Soil quality
restauration, Carbon sequestration, climate smart agriculture,
Cochabamba, Bolivia.

1. Introducción
A consecuencia de la crisis del modelo agrícola actual, han
surgido una serie de enfoques alternativos de producción. Uno de
ellos es el enfoque agroforestal. Dirige su atención al aspecto más débil
del modelo convencional: la simplificación extrema del ecosistema
natural hasta el monocultivo.
En oposición al monocultivo, el sistema agroforestal (SAF) es
una asociación de al menos dos especies: una agrícola (un cultivo
tradicional) y una forestal (una especie leñosa). Sin embargo, la mayor
ventaja del sistema agroforestal se obtiene cuando se diversifica
mucho más la asociación, de manera que se aproxime lo más posible
a un sistema natural.
El enfoque agroforestal se basa en principios (Stadler-Kaulich,
2018): (1) la diversidad de especies, (2) la elevada densidad de
plantación y (3) el manejo de la poda que permite la convivencia
entre las especies productivas y las especies acompañantes. Otros
principios adicionales han sido propuestos por Vargas (2018): (4) la
presencia de estratos y una sucesión ecológica en la parcela, (5) la
cobertura permanente del suelo, (6) la elevada actividad biológica,
(7) la minimización de la remoción del suelo, (8) la solubilización
de minerales y el equilibrio nutricional de las plantas, (9) el alto

8
flujo de energía en la parcela, (10) la convivencia armónica entre
plantas, microorganismos y fauna (incluido al ser humano), y (11) el
mejoramiento sostenido de la fertilidad de los suelos. Otros principios
que se debería aún añadir, son: (12) la existencia de uno o más cash
crops, que conformen el núcleo del sistema productivo en el aspecto
económico, (13) la interacción de al menos dos subsistemas, tal como
el forestal con el agrícola, la agricultura con la ganadería, la ganadería
con la forestación, etc., es decir, establecer sistemas integrados. Todos
estos principios, en el caso de confluir en un sistema productivo,
dan lugar a un Sistema Agroforestal Dinámico (SAFD) y tiene la
características de ser además de un sistema productivo, también un
sistema más estable frente a los procesos degradativos y un sistema
con potencial de recuperación de ambientes agrícolas degradados.
La agroforestería es una manera de hacer agroecología y es
también un enfoque de agricultura climáticamente inteligente
–climate smart agriculture- (FAO, 2015). El enfoque agroforestal ha sido
identificado como uno que facilita la adaptación al cambio climático,
pero además como un enfoque de lucha contra la desertificación y
la pérdida de biodiversidad. En este sentido ha sido recomendada
su aplicación de manera explícita por organizaciones internacionales
tales como la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el
Cambio Climático (UNFCCC), el Panel Intergubernamental para el
Cambio Climático (IPCC), la Conferencia de Partes 2011 en Durban
(COP 17), la Convención Marco de las Naciones Unidas para el
Combate a la Desertificación (UNCCD) y la Convención Sobre la
Diversidad Biológica (CDB) (ver en FAO, 2015).
A pesar de esta multifuncionalidad de la agroforestería que es
manejada ampliamente al nivel de discurso, en la práctica ha sido
poco promocionada, tanto al nivel de los gobiernos como al nivel de
las ONG’s.
Por otro lado, los SAF –y los SAFD- han sido poco estudiados,
y menos aún su aplicación en las zonas secas.
En este sentido, para la segunda convocatoria del Proyecto de
Investigación Aplicada para la Adaptación al Cambio Climático (PIA.
ACC, financiada por la Cooperación Suiza COSUDE), se elaboró una
propuesta denominada “Desarrollo de un modelo y una metodología

9
para la implementación de sistemas agroforestales a partir de procesos
participativos: 10 estudios de caso de comunidades de Sacaba, Vinto,
Tarata y Tapacarí”. El proyecto pretendía recoger las experiencias
de diversas instituciones que en la región semiárida de Cochabamba
en los últimos años han implementado sistemas agroforestales con
un enfoque denominado SAF Dinámico (SAFD) o SAF Sucesional
(SAFS). Este proyecto fue implementado entre los años 2016 y 2018
por el Grupo de Investigación “Agroecología y gestión sostenible de
suelos” de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Boliviana
San Pablo, con el nombre de Proyecto PIA.ACC-UCB.28.
El marco del proyecto era dar respuesta a una serie de
planteamientos que surgen a propósito de la agroforestería (Azero,
2016). Concretamente, algunas hipótesis que se atribuyen a los
SAFD como beneficios potenciales son las siguientes: protegen al
suelo de la desecación (adaptativos al cambio climático), sirven para
prevenir la erosión hídrica y eólica, brindan un mantillo al suelo e
incrementan el nivel de materia orgánica del mismo a partir de la poda
(climáticamente inteligentes), mantienen la actividad microbiana
edáfica durante el año, mejoran la infiltración y el almacenamiento
del agua (adaptativos al cambio climático), diversifican la producción
permitiendo fortalecer la resiliencia de los sistemas agrícolas
(adaptativos al cambio climático), permiten una producción menos
dependiente de insumos externos, etc.
El presente proyecto buscaba dar elementos de evidencia
ante estas hipótesis. Si bien no atenderlas completamente, por la
envergadura de ese trabajo, pero brindar algunos elementos iniciales
sobre estos aspectos, y principalmente orientar en el campo práctico
sobre qué cuidados metodológicos enfocar en los momentos de
diseño e implementación de SAFD, para aprovechar sus potenciales
en mayor medida. En otras palabras, el principal aprendizaje que
buscaba lograr este proyecto era recuperar elementos que hacían al
éxito de los sistemas agroforestales y traducirlos a prácticas de diseño
e implementación, que permitieran consolidar los aprendizajes
obtenidos por los diferentes proyectos.
Como los sistemas agroforestales implementados en la zona
semiárida de Cochabamba eran muy diversos, en términos de su
diseño, del tiempo de implementación y de las características del

10
espacio natural, se optó por el enfoque de estudios de caso, que
permitieran comprender a mayor profundidad las parcelas SAFD en
sus distintas dimensiones.
2. Metodología
Dado que el proyecto buscaba levantar información, en las
distintas dimensiones que tienen un sistema productivo agroforestal,
se definieron varios abordajes de investigación para proveer la
información requerida:
2.1. 
Información de la calidad ambiental y productiva de los
suelos. Se plantearon dos estudios paralelos para este objetivo,
midiéndose 30 parámetros en total. (1) Toma de muestras de
suelos para realizar una batería amplia de parámetros de suelos
que permitieran monitorear la gama de propiedades edáficas
afectadas por el manejo agroforestal. Se definió un set de 27
parámetros del suelo, que luego para el análisis fueron reducidos
a 15 a través de un análisis de componentes principales (los
cuales explicaban el 62 % de la variabilidad). Los parámetros
físicos medidos fueron: arena, limo, arcilla, parámetros hídricos
para cada suelo (capacidad de campo, humedad equivalente,
punto de ruptura capilar, punto de marchitez reversible,
punto de marchitez permanente), densidad aparente, densidad
real y porosidad. Entre los parámetros químicos estuvieron:
pH, conductividad eléctrica, cationes cambiables (Calcio,
Magnesio, Potasio, Sodio), capacidad de intercambio catiónico,
porcentaje de saturación de bases, Nitrógeno Total, Fósforo
disponible y Fósforo total. Entre los parámetros biológicos:
materia orgánica total, materia orgánica particulada, carbono
orgánico activo, número de colémbolos y número de ácaros. (2)
Evaluación a campo de parámetros in situ de calidad biológica
de suelos. Con el objetivo de tener un parámetro integral, se
decidió utilizar la tasa de respiración heterotrófica, medida a
campo a través de sensores de CO2. Al mismo tiempo se levantó
datos de humedad y temperatura edáficos, como información
del edafoclima que acompañaba a la tasa de respiración. Estas
investigaciones se encuentran descritas en los artículos de Arce
y Azero (2018) y Terán et al. (2018).

11
2.2. Información de identificación de especies acompañantes
más adecuadas para un SAFD, en el sentido de que puedan
aportar más, tanto en términos económicos como en
términos ecológicos, al mejoramiento de la calidad de los
suelos degradados. Se desarrolló para esto un método
estadístico que permitió relacionar variables de desarrollo de
las especies frutales, con variables de desarrollo de los cultivos
acompañantes principales, buscando determinar qué pares
habían sido los más exitosos. Los resultados de este estudio se
presentan en Saavedra (2018).
2.3. Información acerca de la producción de biomasa de los 10
distintos sistemas agroforestales. Se cuantíficó el nivel de
biomasa acumulada en los distintos estratos de la parcela:
arbóreo, arbustivo, herbáceo y en la hojarasca. Para esto
se utilizaron modelos alométricos para estimar la biomasa
aérea de las especies leñosas, y métodos gravimétricos para
la biomasa de herbáceas y de hojarasca. Se estimó la biomasa
total acumulada en los años de desarrollo de la parcela, hasta
pasada la estación de crecimiento 2017/18. Los resultados
pueden encontrarse en Herbas et al. (2018).
2.4. Identificación de los pisos ecológicos correspondientes a las
10 parcelas agroforestales casos de estudio. Evaluación de la
correspondiencia de las especies acompañantes utilizadas en
los SAFD con las especies nativas más representativas, propias
de cada piso. Esta identificación se presenta en Herbas et al.
(2018).
2.5. Al comenzar el estudio, dos de las parcelas caso de estudio, que
estaban ubicadas en el mismo predio, sufrieron un incendio
forestal relativamente intenso, que afectó a más del 90 % del
predio y casi completamente a las parcelas caso. Se observó y
describió el rebrote de las especies incluidas en los sistemas
agroforestales luego del incendio. Ademas se describió
aspectos de la sucesión ecológica instaurada en las parcelas.
Algunas recomendaciones en este sentido se encuentran en
Drew (2018).

12
 lementos para el diseño e implementación de SAFD
3. E
y discusión
A partir de los resultados obtenidos en los 5 estudios aquí
publicados, surgen los siguientes elementos de recomendación, para
considerar en los momentos de diseño e implementación de SAFD
en la zona semiárida de Cochabamba. Estas recomendaciones están
pensadas para que los técnicos agroforestales puedan
• E
 n el contexto de la zona semiárida, agrícola, que presenta
importantes procesos de degradación de suelos, es necesario
lograr una producción elevada de biomasa vegetal. Esto
permitirá aportarla al mejoramiento de los suelos (a partir de una
mayor acumulación de humus). Por otro lado, también permitirá
generar una capa de hojarasca que los proteja de la erosión y
de la desecación. Finalmente, permitirá también aportar con
otros productos al sistema de vida de los agricultores, tales como
forraje para el ganado en la época seca y leña para el consumo
familiar. En el transcurso de los estudios se observaron mayores
acumulaciones de biomasa en las parcelas que tienen una mayor
densidad de plantas leñosas por hectárea. En este sentido, una
recomendación es el diseño de sistemas de alta densidad de
especies acompañantes. En el lenguaje de la agroforestería SAFD
en sistema de callejones (alley cropping) practicada en la zona, la
densidad se mide en términos de especies acompañantes que se
incorporan en medio de dos especies productivas principales.
Por ejemplo, en medio de frutales espaciados 3 m uno del otro,
se añaden 1, 2, 3 ó más especies leñosas acompañantes. En este
sentido, la alta densidad de especies acompañantes se entendería
aquí como la inclusión de al menos 2-3 plantas leñosas, pudiendo
ser incluso más, en ese espacio de 3 m. Más adelante se explica
que dentro del radio de 1,5 m de un manzano, no se ha observado
efectos negativos de parte de especies acompañantes.
• O
 tro factor que incidió en la alta acumulación de biomasa fue la
combinación de especies nativas y exóticas. Herbas et al. (2018)
muestran algunas recomendaciones de especies nativas y exóticas
que tuvieron un alto desempeño en las distintas distintas fases de
los sistemas agroforestales estudiados. Durante la primera etapa
(1-3 años), tuvieron un alto performance especies principalmente

13
exóticas, tales como acacias (A. dealbata, A. retinoides, A. melanoxylon
y Parkinsonia aculeata), tagasaste, ceticio, olmo, y retama. Entre las
nativas destacaron tecoma, aliso y cedrón. Durante la segunda
etapa (4-8 años) sobresalieron por su crecimiento las especies
ceibo, cedrón, aliso, molle y pacay; entre las especies exóticas
lo hicieron tagasaste, álamo, ceticio, acacias y duraznero. En la
tercera etapa (9-17 años) tuvieron un mayor crecimiento tipa
(con una elevada tasa) y jacarandá entre las nativas, y pino, olivo
y fresno entre las exóticas. Por lo general, en 8 de 10 parcelas, las
especies exóticas aportaron en biomasa un monto mayor al de su
participación en número en la parcela.
• A
 unque va más allá de la etapa de diseño e implementación de una
parcela SAFD, un aspecto muy importante que no se quiere dejar
de mencionar, resultó ser el manejo riguroso de la poda durante
el invierno y un seguimiento durante la época de crecimiento,
para permitir un desarrollo más armónico de la integralidad de
las especies (Herbas et al., 2018).
• A
 pesar de que el 90 % de los sistemas agroforestales (9 de 10)
tuvieron entre sus componentes a especies (árboles y arbustos)
nativas, las mismas no tienen una estrecha relación con las especies
más representativas correspondientes al piso ecológico en que se
encuentran, en este caso el piso montano (Aramasí, Combuyo y La
Maica) y altimontano (Rodeo). Una recomendación en este sentido
es incluir a especies representativas de sus pisos ecológicos, en
el diseño de los SAFD, con el fin de aportar con las especies
mejor adaptadas para cada zona, así como aportar también a las
funciones ecológicas del sistema productivo. Concretamente, en
el piso montano, se incluye ya frecuentemente al molle (Schinus
molle) y ceibo (Erythrina falcata) en los SAFD, y con mucha menor
frecuencia a chirimolle (Zanthoxylum coco), lloque (Kageneckia
lanceolata), jarka (Acacia visco) y soto (Schinopsis haenkeana). Se
sugiere tener en cuenta en mayor medida a las especies citadas,
pero incluir además también a la gargatea (Vasconcellea quercifolia)
y najna (Escallonia millegrana). En el piso altimontano de la zona
de estudio predomina la khewiña (Polylepis subtusalbida), que muy
rara vez es incluída dentro de los SAFD. Ver mayor detalle en
Herbas et al. (2018).

14
• L
 a evalución de relaciones árbol-árbol mostró que, en el caso del
cultivo de manzano en SAFD, que es el cash crop más común de
la zona de estudio, las relaciones de árboles de manzano entre
sí fueron de competencia, mientras que las relaciones entre
manzanos y cualquier otra especie acompañante fueron neutras,
es decir, ni de facilitación ni de competencia (Saavedra, 2018).
Esto cuando los árboles (acompañantes o los mismos manzanos)
estaban a menos de 1,5 m de distancia del manzano (dado que
la distancia de plantación más común de esta especie en cultivo
es de 3 m y dado que las especies acompañantes se acomodan
entre plantas productivas). Esta evaluación surge del análisis de
las relaciones árbol-árbol entre manzanos y 29 distintas especies
(entre productivas y acompañantes). En este estudio, los árboles
vecinos al manzano se encontraban entre pocos cm de distancia,
hasta 1,5 m, y en ningún caso se detectaron relaciones negativas
(es decir, de competencia) entre los demás árboles cercanos y los
manzanos. Esta interesante observación sugiere que es posible
manejar sistemas SAFD de elevada densidad (regularmente
hasta 2-4 árboles entre manzanos), sin ocasionar disminuciones
en el crecimiento y producción normal de los manzanos. Esta
constatación a partir de herramientas estadísticas coincide
también con las observaciones de los agricultores y técnicos, que
manifiestan que los árboles conviven aún estando plantados a
distancias menores a 0,5 m (Peñarrieta, 2018; Vargas, 2018).
• O
 tro aspecto que se observó acerca de las relaciones entre
árboles es que, contrariamente a las hipótesis iniciales del trabajo,
aparentemente no existirían especies acompañantes que sean
“mejores” que otras. Tanto las evaluaciones estadísticas como las
conversaciones con técnicos y productores practicantes de SAFD,
interesantemente no manifiestan que en la práctica ciertas especies
“convivan” con los manzanos, mejor que otras. Aunque estos
estudios deben ser aún ampliados y generalizados, creemos que en
primera instancia la recomendación de aumentar la diversidad de
acompañantes, más que pensar en pocas especies “de mayor calidad
acompañante” desde el punto de vista de los manzanos, es pensar
más en los beneficios que trae el incremento de la biodiversidad a
los sistemas productivos.

15
• O
 tro aspecto importante en la zona semiárida de Cochabamba,
dada la tradición de quemar los pastizales para habilitar zonas
de cultivo y también permitir el rebrote del forraje, es evaluar
la tolerancia de los árboles de SAFD al fuego. En este sentido,
Drew (2018) encontró que existen especies de alta tolerancia
al fuego. Destaca la tuna (Opuntia ficus-indica) como especie
que generalmente no es dañada por incendios forestales de
intensidad normal. Por otro lado, las especies que rebrotan con
facilidad, como son el jacarandá (J. mimosifolia) y la tipa (Tipuana
tipu). Se sugiere, además de las barreras cortafuegos, utilizar estas
especies en zonas de quemas frecuentes.
• C
 on respecto a los cambios en las propiedades del suelo, fruto de
la implementación de sistemas agroforestales, los estudios de corte
transversal, comparando con parcelas convencionales adyacentes,
mostraron sorprendentemente mejoras estadísticamente
significativas en 11 parámetros. Parámetros de fertilidad química
tales como el contenido de materia orgánica, Nitrógeno total,
Fósforo disponible y capacidad de intercambio de cationes,
mostraron cambios significativos en el conjunto de las 10 parcelas
caso. En algunos casos los cambios fueron dramáticos, tales
como la materia orgánica, que mostró un contenido promedio de
4,81 % debajo de las hileras de árboles, 4,02 % en los callejones
de los SAFD, y 1,87 % en los sistemas de agicultura convencional
testigo (Arce y Azero, 2018). Esto representa un cambio
cualitativo, desde un contenido bajo de materia orgánica hasta
uno alto, ¡en un lapso de pocos años! Esta diferencia significa,
además de todos los beneficios que le brinda la materia orgánica
a la calidad (y productividad) del suelo, un secuestro de Carbono
muy apreciable. En la Tabla 1 se muestra un cálculo estimado de
la masa de C secuestrado en el suelo en comparación de la masa
de C en la biomasa vegetal aérea más el mantillo, en términos
promedio de los 10 sistemas caso de estudio. Se puede observar
que en el sistema agroforestal promedio se tiene almacenado en
el suelo una cantidad de C de alrededor de 3 a 3,5 veces más que
en la biomasa aérea más el mantillo, según se considere la hilera o
el callejón. Esto mostraría de manera clara que en SAFD de zona
semiárida el reservorio de Carbono más relevante se encuentra
en el suelo y no en la vegetación. Por otro lado, la tabla también

16
muestra que el contenido de C en el suelo del SAFD está 2-2,5
veces por encima del sistema convencional.
Con esto se muestra el carácter de agricultura climáticamente
inteligente del SAFD en relación al sistema convencional, en las
condiciones de la zona semiárida de Cochabamba. También se
muestra la elevada eficiencia de un SAFD para mejorar la calidad del
suelo.
Tabla 1. Estimación del C almacenado en el suelo de un sistema agroforestal y otro
convencional, en comparación al C almacenado en la parte aérea. Para el cálculo
se consideró una profundidad de horizonte Ap de 0,20 m , una Dap genérica de 1,3 g
cm-3 y un contenido de C de 58 % de la materia orgánica del suelo. (Elaborado con
datos de Arce y Azero, 2018)

Carbono almacenado en el suelo Sistema agroforestal dinámico Sistema


o en la biomasa + mantillo convencional
Hilera Callejón
% de Carbono en el suelo 4,81 4,02 1,87
Mg de Carbono en el suelo 72,5 60,6 28,2
Mg de Carbono en la biomasa 19,7 -
aérea más el mantillo

Con relación a otros parámetros de calidad del suelo, también


se destaca la mejora en la densidad aparente, desde 1,39 g cm-3 en
la parcela convencional promedio, hasta 1,32 g cm-3 en el callejón
promedio de SAFD y 1,24 g cm-3 en la hilera promedio de SAFD.
Una discusión más pormenorizada de estos aspectos se encuentran
en Arce y Azero (2018).
En relación al diseño, se debe destacar la importancia, que ya se
mencionó, de generar la mayor biomasa posible, para incorporarla al
suelo a través de la poda y con ello lograr niveles muy importantes de
recuperación de la calidad de los suelos.
• C
on relación al edafoclima, se comparó mediciones de
temperatura y humedad del suelo debajo de las hileras de árboles,
levantados in situ con sensores, en relación a los callejones. Con
esto se pretendía determinar la influencia de los árboles en estos
parámetros. Los resultados dieron diferencias significativas,
donde tanto la humedad como la temperatura eran superiores en
los callejones (Terán et al., 2018), lo cual se explica por el hecho
de que en los mismos generalmente se tienen cultivos manejados
con riego durante la época seca, lo cual fue coincidente con el
17
momento de las mediciones realizadas. Es necesario ampliar
este estudio a otras épocas del año para comprender mejor el
verdadero rol de los árboles sobre la humedad del suelo. Respecto
a la respiración heterotrófica del suelo, se encontraron diferencias
estadísticamente significativas a favor de las hileras en relación a
los callejones. Esta característica tiene lógica comparando con
el mayor contenido de materia orgánica total del suelo en las
hileras, lo mismo que la materia orgánica particulada y el carbono
orgánico activo. Todo esto refuerza la necesidad de manejar el
sistema en el sentido de incrementar sus niveles de biomasa.
Agradecimientos
Los autores de la presente investigación agradecen sinceramente
a los agricultores practicantes de sistemas agroforestales (Alfredo
Escalera, Indalecio Vallejos, Maura Sánchez, Alicia Rojas, José
Sánchez, Noemi Stadler-Kaulich, Mirko Fernandez, Andrés
Herrera, Isidro García y Orlando Bascopé) que apoyaron con su
tiempo –y abriendo las puertas de sus parcelas SAFD– al grupo
de investigadores. Hemos aprendido mucho de los momentos de
diálogo con todos ellos. Asimismo agradecemos a los socios del
proyecto: Centro de Estudios Superiores Universitarios-UMSS (Dra.
Tania Ricaldi), Centro de Estudios y Trabajo de la Mujer (Lic. Sonia
Pardo), Asociación Agroecología y Fe (Ing. Germán Vargas), Predio
Experimental Mollesnejta (Dra. Noemi Stadler-Kaulich) y Red
Espacio Compartido en Sistemas Agroforestales (Dr. José Sánchez).
Cada uno de ellos ha hecho posible la realización de alguna porción
de este trabajo.
Referencias
[1] Arce Alvarez, Andrea y Mauricio Azero Alcocer. 2018. Evaluación
de la calidad del suelo en sistemas agroforestales dinámicos versus
sistemas convencionales en el semiárido de Cochabamba. En: Azero
Alcocer, Mauricio (ed.), 2018. Evaluación de sistemas agroforestales
dinámicos en el semiárido de Cochabamba: Diez estudios de caso
de las comunidades de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí
(Tapacarí) y Combuyo y Pairumani (Vinto). Proyecto de Investigación
Aplicada para la Adaptación al Cambio Climático, PIA.ACC-UCB.28,
Universidad Católica Boliviana San Pablo.

18
[2] Azero Alcocer, Mauricio. 2016. Desarrollo de un modelo y una
metodología para la implementación de sistemas agroforestales a
partir de procesos participativos: 10 estudios de caso de comunidades
de Sacaba, Vinto, Tarata y Tapacarí. Proyecto de Investigación
Aplicada para la Adaptación al Cambio Climático, PIA.ACC-UCB.28,
Universidad Católica Boliviana San Pablo.
[3] Drew Roca, Nicole. 2018. Efectos de un incendio forestal en el
comportamiento de especies vegetales de consorcios agroforestales
y descripción de la sucesión ecológica inicial en Combuyo,
Cochabamba. En: Azero Alcocer, Mauricio (ed.), 2018. Evaluación
de sistemas agroforestales dinámicos en el semiárido de Cochabamba:
Diez estudios de caso de las comunidades de Rodeo (Sacaba), La
Maica (Tarata), Aramasí (Tapacarí) y Combuyo y Pairumani (Vinto).
Proyecto de Investigación Aplicada para la Adaptación al Cambio
Climático, PIA.ACC-UCB.28, Universidad Católica Boliviana San
Pablo.
[4] Herbas García, Cindy, Nelly De la Barra, Mauricio Azero Alcocer.
2018. Fijación de Carbono en 10 sistemas agroforestales dinámicos
de la zona seca de Cochabamba, Bolivia. En: Azero Alcocer, Mauricio
(ed.), 2018. Evaluación de sistemas agroforestales dinámicos en el
semiárido de Cochabamba: Diez estudios de caso de las comunidades
de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí (Tapacarí) y Combuyo
y Pairumani (Vinto). Proyecto de Investigación Aplicada para la
Adaptación al Cambio Climático, PIA.ACC-UCB.28, Universidad
Católica Boliviana San Pablo.
[5] FAO. 2015. Promoviendo la Agroforestería en la Agenda Política.
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación. En : <http://www.fao.org/3/a-i3182s.pdf>
[6] 
Peñarrieta, Isidro. 2018. Comunicación Personal. Practicante
Agroforestería en Aramasí, Tapacarí, Cochabamba.
[7] 
Saavedra Goytia, Jorge. 2018. Relaciones árbol-árbol entre
productores y acompañantes en sistemas agroforestales dinámicos
de bioma tropical estacionalmente seco. En: Azero Alcocer, Mauricio
(ed.), 2018. Evaluación de sistemas agroforestales dinámicos en el
semiárido de Cochabamba: Diez estudios de caso de las comunidades
de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí (Tapacarí) y Combuyo
y Pairumani (Vinto). Proyecto de Investigación Aplicada para la
Adaptación al Cambio Climático, PIA.ACC-UCB.28, Universidad
Católica Boliviana San Pablo.
19
[8] 
Stadler-Kaulich, Noemi. 2018. Comunicación Personal. Predio
Experimental de Agricultura Andina Mollesnejta, Cochabamba.
[9] Terán Velez, Mayra, Alexandra M. Gutierrez Q., Mauricio Azero
Alcocer. 2018. Efecto del componente arbóreo de sistemas
agroforestales dinámicos sobre la respiración, humedad y
temperatura del suelo en el semiárido de Cochabamba. En: Azero
Alcocer, Mauricio (ed.), 2018. Evaluación de sistemas agroforestales
dinámicos en el semiárido de Cochabamba: Diez estudios de caso
de las comunidades de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí
(Tapacarí) y Combuyo y Pairumani (Vinto). Proyecto de Investigación
Aplicada para la Adaptación al Cambio Climático, PIA.ACC-UCB.28,
Universidad Católica Boliviana San Pablo.
[10] 
Vargas Aguilar, Germán. 2018. Comunicación Personal.
Coordinador de la Asociación Agroecología y Fe, Cochabamba.

20
Fijación de carbono en 10 sistemas
agroforestales dinámicos (SAFD) de la
zona seca de Cochabamba
Carbon fixation in 10 dynamic agroforestry systems
(SAFD) from Cochabamba inter-Andean dry valley
Cindy Shiomara Herbas García
Nelly de la Barra
Mauricio Azero Alcocer
Grupo de Investigación en Agroecología y Gestión Sostenible de Suelos,
Ingeniería Ambiental, Universidad Católica Boliviana San Pablo, Av. General
Galindo s/n, Cochabamba, Bolivia.
shomylu91@gmail.com

Resumen: Los sistemas agroforestales dinámicos (SAFD) son una


estrategia para mitigar el dióxido de carbono y restaurar los suelos
degradados. Por esta razón, el presente estudio tiene como objetivo
estimar el contenido de carbono fijado en 10 SAFD de los valles
interandinos de Cochabamba para determinar el papel ecológico
que desempeñan estos sistemas como sumideros de carbono en
zonas secas. Los 10 SAFD se encuentran en los municipios de
Tarata (2), Sacaba (2), Vinto (3) y Tapacarí (3). La metodología
utilizada fue un muestreo variable de la biomasa arbórea y arbustiva
(aérea), herbazal y hojarasca. La biomasa aérea se cuantificó a partir
de dos ecuaciones alométricas [19; 5]. En cambio la biomasa del
herbazal y la hojarasca se obtuvo por pesado previo secado en
laboratorio. El contenido más alto de carbono corresponde a una
de las parcelas en Vinto de 17 años con 29,7 MgC ha-1 seguido
de dos parcelas en Tapacarí de 4 y 3 años con 29,6 y 27,6 MgC
ha-1 respectivamente. Según un modelo estadístico se describió a
la diversidad de especies como el factor de mayor influencia en los
valores de carbono obtenidos.
Palabras clave: Fijación de Carbono, Biomasa, Cambio climático,
Sistemas Agroforestales Dinámicos (SAFD)
Abstract: The dynamic agroforestry system (SAFD) is a strategy
to mitigate carbon dioxide and restore degraded soils. The present
study estimate the carbon fixation in 10 SAFD from Cochabamba
inter-Andean dry valley to determine the ecological role these

21
systems play as carbon sinks. The 10 SAFD are located in four
municipalities: Tarata (2), Sacaba (2), Vinto (3) and Tapacari (3).
The aboveground biomass, grassland and litter were measured
after a variable sampling method. The aboveground biomass was
quantified by two allometric equations [19; 5]. Instead, grassland
and litter biomass was obtained after a laboratory drying method.
The highest carbon fixation was at 17 years old Vinto plot, with
29,7 MgC ha-1 followed by two plots in Tapacarí of 4 and 3 years
with 29,6 and 27,6 MgC ha- 1 respectively. According to a statistical
model, the diversity of species was described as the factor with the
greatest influence on the obtained carbon values.
Keywords: Carbon fixation, Biomass, Climate change, Dynamic
Agroforestry.
1. Introducción
El dióxido de carbono (CO2), es el gas ¨no contaminante¨
atmosférico de mayor preocupación por ser el principal aportador al
efecto invernadero. La concentración atmosférica de este gas aumentó
de 280 ppm (valor preindustrial) a 410 ppm al año 2018. Los árboles,
junto con los suelos, cumplen una función clave al brindar servicios
ambientales para la vida en la Tierra; ambos reservorios determinan
el nivel de CO2 en la atmósfera y con ello la estabilización climática.
La vegetación incorpora el carbono atmosférico al ciclo biológico
por medio de la fotosíntesis. De igual manera el suelo participa en
el reciclaje y almacén de carbono en la materia orgánica a partir del
humus [11]. Sin embargo, este último factor también juega un papel
importante en el intercambio de CO2 entre la biósfera y la atmósfera [13].
En especial los bosques tienen una influencia mucho mayor
de fijación que cualquier otro tipo de vegetación en los ecosistemas
terrestres. Aproximadamente almacenan 1/3 del total del carbono
[5], pero desafortunadamente esta capacidad se estima que puede
reducirse de un 20 % a 40 % como consecuencia de la conversión de
los bosques y los pastizales nativos en tierras de cultivo y pastoreo.
Tan solo en Bolivia se revela que entre el año 2001 y 2017,
se perdió 4,53 Mha de cubierta arbórea, equivalente a 374 Mt de
emisiones de CO2. En este sentido cobra mucha importancia la
reposición de áreas forestales boscosas como sumideros de CO2. Una
alternativa para ello es la agroforestería, que ofrece esta, entre otras,

22
ventaja comparativa con relación a algunos otros sistemas de uso de
la tierra [3, 15, 16].
Por otro lado, en las zonas secas, la fijación de carbono tiene
la connotación fundamental de que implica un incremento en la
producción de biomasa del ecosistema, lo cual se traduce en beneficios
ecológicos y económicos. Significa también una mayor cobertura y
protección del suelo ante procesos erosivos, mejores condiciones
para la resiliencia ante el cambio climático, una recuperación del
nivel de nutrientes en suelos degradados, una mayor oferta forrajera
principalmente en condiciones de pequeña agricultura y una
diversificación de la producción, creando oportunidades para mejorar
la seguridad y soberanía alimentaria.
En este sentido, los sistemas agroforestales, pero especialmente
los sistemas agroforestales dinámicos (SAFD, caracterizados por una
alta biodiversidad de especies leñosas, por incluir especies productivas
y acompañantes, por un manejo enérgico de la poda y por el uso
de distintos estratos de vegetación), se constituyen realmente en una
alternativa productiva con potenciales beneficios múltiples.
En Bolivia, a diferencia de la gran llanura amazónica tropical,
donde pueden encontrarse decenas de tipos de bosques y formas
de aprovechamientos nativos, incluidos los SAFD, la extensión de
estos sistemas en las zonas secas es muy inferior a su distribución
natural en las zonas húmedas. Además de esto, los SAFD no han sido
investigados a profundidad aún en las zonas secas, con lo que no se
dispone de información técnica-científica suficiente que ayude en la
toma de decisiones al momento de promover la implementación de
SAFD en zonas secas como medidas de mitigación frente al cambio
climático [2]. Ante tal situación, con el presente trabajo se pretende
aportar con el conocimiento de la medida del almacenamiento de
carbono para con ello promover la mitigación de GEI y respaldar
el papel de estos agroecosistemas como proveedores de servicios
ambientales [4].
2. Metodología
El presente estudio se efectuó en 10 parcelas SAFD situadas
en los valles secos interandinos de Cochabamba, que se encuentran
ubicados entre 2000 y 3500 m.s.n.m. Su clima es de estepa, con una

23
precipitación de 400 a 600 mm y una temperatura promedio de 16-
19˚C [9]. Se estudiaron en total 10 parcelas. De ellas, 7 pertenecían a
familias productoras en pequeñas propiedades distribuidas dentro de
los municipios de Tarata, Sacaba, y Tapacarí, 2 pertenecían al centro
de investigación en agroforestería andina Mollesnejta, y 1 parcela
pertenecía a la Granja Modelo Pairumani (GMP). Estas últimas 3 se
encuentran en el municipio de Vinto provincia Quillacollo (Tabla 1).
Para una mejor caracterización se definieron códigos a cada
localidad en las que se encuentran situadas las parcelas según la edad
como se observa en la tabla 2. Los números que figuran asociados a
cada localidad representan los años desde la implementación, al año
2018, en el que se llevó a cabo el estudio.
Tabla 1. Ubicación geográfica de las parcelas temporales del estudio
Código Latitud Longitud Altitud Localidad Provincia Municipio
TAR 5a 17 ˚38´25.88´´ 66˚04´23.84´´ 2.914 m La Mayca Tarata Esteban Arze
TAR 5b 17 ˚39´06.06´´ 66˚05´21.27´´ 2.998 m La Mayca Tarata Esteban Arze
SA 3a 17 ˚25´25.61´´ 65˚53´46.05´´ 3.492 m Rodeo Sacaba Chapare
SA 3b 17 ˚25´24.20´´ 65˚53´50.16´´ 3.475 m Rodeo Sacaba Chapare
PA 3 17 ˚21´35.37´´ 66˚19´21.19´´ 2.672 m Pairumani Vinto Quillacollo
VIN 17 17 ˚21´22.38´´ 66˚20´50.76´´ 2.765 m Combuyo Vinto Quillacollo
VIN 14 17 ˚21´13.28´´ 66˚20´55.50´´ 2.818 m Combuyo Vinto Quillacollo
TAP 8 17 ˚36´46.30´´ 66˚26´46.80´´ 2.994 m Aramasí Tapacarí Tapacarí
TAP 4 17 ˚36´18.20´´ 66˚27´13.00´´ 2.966 m Aramasí Tapacarí Tapacarí
TAP 3 17 ˚36´06.75´´ 66˚27´14.67´´ 2.931 m Aramasí Tapacarí Tapacarí
Tabla 2. Códigos de cada parcela por edad
Provincia/ Comunidad Parcela Código por edad de la parcela
Tarata TAR TAR5a TAR 5b
Sacaba SA SA 3a SA 3b
Pairumani PA PA3
Vinto VI VI 17 VI 14
Tapacarí TAP TAP 8 TAP 4 TAP 3

2.1 Muestreo
Cada parcela se estratificó en 3 sub-parcelas (en algunos casos
hasta 4 considerando el tamaño de la parcela y la diversidad de
especies) tomando en cuenta 3 diferentes situaciones topográficas
[10], y un transecto variable en largo y ancho.

24
La caracterización de los sitios de muestreo se ejemplifica en la
figura 1. La sub parcela está representada por el rectángulo mayor (de
dimensiones 25 x 4 m) que aplica al muestreo de especies arbóreas
de tallos leñosos y especies arbustivas. Dentro de cada sub-parcela se
seleccionaron al azar 2 cuadrados pequeños (de 0,5 x 0,5 m) donde se
cuantificaron las plantas herbáceas y la hojarasca [3].
Figura 1. Estratificación de las parcelas
Sub - parcela Alta
0,5 x 0,5 m
Sub - parcela Media
0,5 x 0,5 m
Sub - parcela Baja
0,5 x 0,5 m

En cada lugar de estudio, se tomaron los datos generales siguientes:


Municipio, comunidad, propietario, área, tipo de plantación, especies,
distanciamiento entre especies, altitud media, edad y coordenadas
UTM. También se recopiló información del bioclima y las series
de vegetación potencial; los cuales fueron útiles para construir el
concepto de piso ecológico para cada región en estudio [14].
Luego se hicieron las siguientes mediciones dasométricas dentro
de cada sub parcela instalada: diámetro a la altura de pecho (cm),
diámetro basal (cm) (medido al ras del piso o de lo contrario a una
altura de 10 cm, de acuerdo a las circunstancias), la altura total de los
árboles y arbustos, y por último se efectuó la medición del área de
cada sub-parcela.
Se eligieron al azar dos cuadrantes de 0,5 x 0,5 m, en cada una de
las sub-parcelas y se cortó la biomasa epigea del estrato herbazal. Así
también se recolectó la biomasa de la hojarasca que comprendió todos
los residuos orgánicos (hojas, ramas, frutos y semillas) que se hallaban
sobre la superficie del suelo. Posteriormente, se trasladó este material
hasta el laboratorio en bolsas de plástico cerradas herméticamente,
previamente etiquetadas.

25
2.2 E
 stimación de la biomasa y fijación de carbono
Al medir los diámetros con una cinta métrica convencional fue
necesario convertir el valor de las circunferencias al diámetro [17],
con la siguiente ecuación:
c
D= π , Ecuación 1

donde:
D = Diámetro (cm),
c = circunferencia (cm), y
π = 3,1415.
A partir de los datos dasométricos tomados en las sub parcelas,
se estimó la biomasa arbórea y arbustiva empleando 2 ecuaciones
alométricas, las mismas que fueron seleccionadas considerando
características similares a las zonas secas de Cochabamba. Para las
especies arbóreas se utilizó la ecuación 2, aclarando que el diámetro a
la altura de pecho debía ser igual o mayor a 5 cm [5]:
BAG=0,112 × (ρ * D2 * H )0,916, Ecuación 2
donde:
BAG = Biomasa aérea gruesa (g)
𝜌 = Densidad de especie (g/cm)
D = Diámetro a la altura del pecho (cm), y
H = Altura (m).
La densidad de la madera se obtuvo en función a cada individuo,
árbol, liana o hemi-epífito, es decir, utilizando la densidad de la
especie a la que corresponde cada individuo. En los casos de ausencia
de datos de densidad de especies, se utilizó el promedio de densidad
por género o por familia.
Para el cálculo de la biomasa de las especies arbustivas y especies
arbóreas con diámetro a la altura de pecho menor a 5 cm se utilizó la
ecuación 3 [19].
Ecuación 3
BT=(0,026884+0,001191D H+0,044529D–0,01516H)+
2

1,025041 + 0,023663D2– 0,17071H–0,09615lnH)+


�(-0,1701H – 0,09615lnH)+(-0,43154+0,011037D2 H+�,
0,113602D+0,307809lnD

26
donde:
BT = Biomasa total aérea (kg),
D = Diámetro basal (ras del piso) o a una altura de 10 (cm), y
H = Altura total (m).
Cálculo de la biomasa arbórea y arbustiva por hectárea [17]:
�AU 1000
BA=����� x � ��������� � Ecuación 4
1000 área de la subparcela

donde:
BA = Biomasa arbórea y arbustiva sobre el suelo (t MS/ha)
∑AU= S umatoria de la biomasa arbórea de los árboles y arbustos de la sub
parcela (kg M.S./área de la subparcela)
Factor 1000 = C  onversión de las unidades de la muestra de kg MS/tMS
Factor 10000= Conversión del área (m2) a ha.
En laboratorio durante el análisis de las muestras de herbazal
y hojarasca, se obtuvo el peso total húmedo de cada cuadrante de
0,25 m2. A partir de una sub-muestra de 50g previamente pesada y
secada en el horno a 70° C, se determinó el peso seco de cada material
colectado [6].
Para el cálculo de la biomasa en estos depósitos (herbazal y de
hojarasca), se calculó el contenido de humedad de la siguiente manera:
(Phs – Pss)
CH= –––––––––––– x 100 Ecuación 5
Pss
donde:
CH = Contenido de humedad (%),
Phs = Peso húmedo submuestra (g),
Pss = Peso seco submuestra (g).
Con el contenido de humedad se calculó la proporción del peso
húmedo que corresponde a biomasa:
(Ph Bt)
B = –––––––––––– x 100
CH
1+ �––––� Ecuación 6
100

27
donde:
B = Biomasa seca (g)
PhBt = Peso húmedo total de biomasa (g)
CH = Contenido de humedad (%)
La biomasa del herbazal y hojarasca fue calculada a partir del
tamaño del marco (0,25 m2 ), y expresada en t con la ecuación 7 [17].
Ecuación 7
1000 m2 �AC
� CBN(t/ha=����� � x ������������/1000�
0,25 m2 Número de muestras

donde:
ΔCBN= Cantidad de biomasa en la vegetación herbazal y hojarasca (t/ha),
∑ΔCBN Muestras= Sumatoria de la cantidad de biomasa de todas las muestras
(kg /0,25m2),
Factor 1000= Conversión de las unidades de la muestras de kg MS a tMS,
Factor 10000= Conversión del área a ha.
Para la estimación indirecta por depósito del contenido de
carbono en la biomasa arbórea, arbustiva, herbazal y hojarasca del
sistema agroforestal se tiene estimado que aproximadamente el
45,4% de la biomasa vegetal corresponde al carbono, por lo cual para
estimar el carbono almacenado total se multiplicó la biomasa total de
cada parcela por el factor 0,45 [19].
CC=CB (g de C)×0,45 , Ecuación 8
donde:
CC = Contenido de Carbono almacenado por parcela (g de C),
CB = Carbono biomasa.
Cabe mencionar que el presente estudio se limitó a estimar
solamente el carbono almacenado en la biomasa sobre el suelo,
resultante de la sumatoria [3] definida por:
CB=CAb+CAvHB+CH Ecuación 9
donde:
CB = Carbono de la biomasa
CAb= Carbono arbóreo
CAvHB = Carbono arbustivo y herbáceo
CH= Carbono cuantificable, hojarasca

28
El potencial de captura de carbono, expresado en términos de
dióxido de carbono equivalente, se estimó mediante la relación del
contenido de carbono almacenado por área del sistema [16].
44 (g de CO2)
CO2=CC(g de C)x ���������, Ecuación 10
12 (g de C)

donde:
C02fijado = g de dióxido de carbono,
CC= Contenido de Carbono almacenado por parcela (g de C),
44/12 = Relación de moles
2.3 Análisis estadístico
A partir de un análisis de varianza de un factor y un análisis
regresiones mediante el programa SAS, se evaluó el efecto individual
y en conjunto de dos factores (variables independientes, categóricas
de forma cuantitativa y cualitativa) sobre la variable dependiente
cuantitativa.
Este análisis tiene 3 factores independientes; un factor cualitativo
(manejo), y dos factores cuantitativos (diversidad y edad) sobre la
variable dependiente de fijación de carbono (en distintos estratos)
dentro de 10 SAFD (Tabla 3).
Tabla 3. Identificación de factores dependientes e independientes
Factor dependiente
Factores
Fijación de carbono
independientes
Localidad Estratos
La Maica
Arbóreo
Rodeo Densidad de individuos por área
Arbustivo
Pairumani Manejo de la parcela
Herbazal
Vinto Edad
Hojarasca
Aramasí
Para caracterizar el tipo de manejo (poda) dentro de la parcela
es necesario considerar algunas características, que se señala a
continuación en la tabla 4:

29
Tabla 4. Tipo de manejo aplicado en la parcela SAFD
Tipo de manejo Características
Es una poda intensa en el invierno, le da seguimiento
Alto
durante el resto del año y/o raleo de especies en la parcela
La poda se realiza solamente en el invierno, una vez
Medio
al año
La poda es esporádicamente, con una periodicidad
Bajo inferior a un año y/o incluyendo solamente a algunas
especies

Tales análisis condujeron a reemplazar empleando el modelo de:


Y=μ+ τA+βB +φA×B , Ecuación 12
donde:
Y = Valor de la variable de respuesta (g de C),
µ = Media general,
τA = Efecto fijo del factor A (Diversidad de especies),
βB = Efecto fijo del factor B (Edad),
φAxB = Efecto fijo de la interacción del factor A con el B.
3. Resultados y Discusión
La vegetación natural potencial de cada bosque descrito en las
zonas de estudio (Tabla 5), se halla afectada por perturbaciones o
impactos de origen humano, hasta el punto de llegar a etapas de
degradación con pérdida de idoneidad ecológica y sus características.
También se observa que esta vegetación atraviesa etapas sucesionales
cuando se observa su recuperación después del impacto, en caso de
que no haya nuevas perturbaciones [14].
Actualmente se encuentran escasos relictos de bosques naturales
potenciales menos degradados. Incluso se encuentran árboles aislados
y dispersos, que se refugian preferentemente en laderas abruptas
de fuerte pendiente ubicadas en quebradas montañosas, de acceso
dificultoso, donde se hallan más protegidos de los incendios, de la
explotación para la extracción de leña y de acceso para los hervíboros
[14].
En el piso altimontano de la zona de estudio predominaba
khewiña (Polylepis subtusalbida). En el piso montano, Najna (Escallonia
millegrana), Lloque (Kageneckia lanceolata), Chirimolle (Zanthoxylum coco),

30
Molle (Schinus molle), Escallonia schreireteri, Jarka (Acacia visco), Ceibo
(Erythrina falcata), y Soto (Schinopsis haenkeana). En este contexto resulta
útil la presencia de Chakatea (Dodonaea viscosa) entre otros, como etapa
sucesional cuando la vegetación degradada se va recuperando.
Tabla 5. Clasificación de la vegetación potencial, piso bioclimático y el piso
ecológico en las distintas localidades de estudio

Piso Piso Serie de


Código Localidad Ecológico bioclimático Tipo de Bosque Vegetación
Bosque Serie de
prepuneño Carica
Mesotropical
TAR 5a-b La Maica Montano inferior de la quercifolia-
árido cuenca del Río Schinopsis
Grande haenkeana
Bosque
Supratropical Serie
Puneño de
Altimontano submedio
–húmedo Polylepis Berberido
SA 3a-b Rodeo de la
a Cordillera de commutatae-
superior Cochabamba Polylepidetum
Serie de
Mesotropical Ceibo (Acacia
PA3 Pairumani Montano seco a sub-
Bosque vico Erythrina
húmedo
prepuneño de falcata)
la Jarka y del Serie de
Mesotropical Ceibo Ceibo (Acacia
VIN 17-14 Combuyo Montano seco a sub- vico Erythrina
húmedo falcata)
Bosque Serie de
Mesotropical Escallonia
montano
TAP 8-4-3 Aramasí Montano superior millegrana-
boliviano-
xérico seco Kageneckia
tucumano lanceolata

En la tabla 6, se muestra una breve descripción de cada parcela


SAFD, aclarando que la clasificación del SAFD que corresponde
a: un cultivo en callejones se refiere a una plantación de líneas de
árboles con el establecimiento de cultivos anuales entre las líneas de
los árboles. El huerto familiar es un sistema de uso de la tierra que
tiene límites definidos y una vivienda, incluye una mezcla de plantas
anuales y perennes así como animales y ejerce una función biofísica,
económica y sociocultural para el propietario. Los cultivos bajo
cubierta arbórea, son árboles maderables que ejercen una función
de cobertura sobre los cultivos. Y por último los árboles asociados
a estructuras de conservación de suelos, son muros de piedra en
sentido transversal a la pendiente del terreno complementada con

31
una barrera viva constituida por árboles o arbustos, los mismos que
se establecen debajo del muro.
Una característica particular de las 10 parcelas SAFD es la
presencia de una capa gruesa de rastrojos (mulch) alrededor del pie
de todos los árboles frutales, de aproximadamente 10 cm de espesor,
producto del material de poda de otras especies y/o del pasto nativo.
Tabla 6. Descripción de las parcelas SAFD
Nombre Posición Clasificación Principal Edad de Tamaño
Código del Riego de la
de Ladera del SAFD cultivo la Parcela Parcela
Productor
Alfredo Noroeste a Cultivo en
TAR 5a Escalera Diverso 5 años 850 m2
Sudeste Atajado/ Callejones
De Sudeste manguera
TAR 5b Indalecio Cultivo en Diverso 5 años 706 m2
Vallejos a Noroeste Callejones
Maura De Noreste
SA 3a Sánchez Huerto Familiar Manzano 3 años 576 m2
a Sudoeste
Manguera
Delicia De Noreste Cultivo en
SA 3b Callejones Manzano 3 años 494 m2
Rojas a Sudoeste
José De Norte a Por Cultivo en
PA 3 aspersión Callejones Manzano 3 años 582 m2
Sánchez Sud
Noemí De Cultivo bajo Aceituna
VIN17 Stadler- Noroeste a 17 años 541 m2
Kaulich Sudeste Producción cubierta arbórea
Noemí De a secano
Cultivo bajo 12 y 14
VIN 14 Stadler- Noroeste a cubierta arbórea Manzano 556 m2
años
Kaulich Sudeste
Andrés De Este a Terrazas con Manzano 3, 5 y 8
TAP 8 Herrera 650 m2
Oeste árboles años
Isidro De Este a Sistema Cultivos en Manzano
TAP 4 de riego 4 años 800 m2
García Oeste Callejones
completo
Orlando De Este a Terrazas con Manzano
TAP 3 Bascopé 3 años 500 m2
Oeste árboles

La caracterización de las parcelas, el inventario forestal y


arbustivo constituyó el punto de partida del estado actual de los SAFD,
bajo lo cual se sustentan las bases del análisis y la planificación del
estudio. La tabla 7 describe el número de especies e individuos tanto
arbóreos como arbustivos, y la predominancia de algunas especies
acompañantes de los principales árboles frutales en cada parcela.

32
Tabla 7. Diversidad y número de especies según inventario forestal
y arbustivo en las parcelas SAFD
Número de Número de Predominancia
Parcela especies individuos
Acompañantes Número Frutales Número
Chacatea,
101 Manzano
Dodonea viscosa
VIN 14 17 195 (Malus 13
Tuna, Opuntia
19 domestica)
ficus-indica
Chacatea, 86 Manzano
TAP 8 24 326 Dodonea viscosa (Malus 82
Thola, Baccaris sp. 52 domestica)
Retama, Spartium 140 Duraznero
junceum
TAR 5a 28 392 (Prunus
Cedrón, Aloysia 17
citrodora 50 persica)
Retama, Spartium
junceum 46 Duraznero
TAR 5b 15 285 Acacia, Acacia (Prunus 20
retinodes, A. 21 persica)
melanoxylon
Aliso, Alnus 79 Manzano
acuminata
TAP 4 24 553 (Malus
Chacatea, 164
Dodonea viscosa 75 domestica)
Acacia, Acacia
retinodes, A. 13 Manzano
SA 3a 17 105 melanoxylon (Malus 52
Ligustro, Ligustrum 8 domestica)
lucidum
Acacia, Acacia
retinodes, A. 19 Manzano
SA 3b 20 146 melanoxylon (Malus 54
Retama, Spartium 14 domestica)
junceum
Acacia,
Parkinsonia 11 Manzano
PA 3 8 47 aculeata (Malus 18
Ceticio, Cytisus 7 domestica)
racemosa
Chacatea,
44 Manzano
Dodonea viscosa
TAP 3 22 237 (Malus 98
Molle, Schinus
21 domestica)
molle

A continuación en la tabla 8 se presentan los resultados finales


de la densidad de individuos en función del área de cada parcela y la
fijación de carbono y de dióxido de carbono equivalente, a partir de la
estimación de la biomasa determinada en los 10 SAFD, más adelante

33
se describe con más detalle las prácticas de manejo agroforestal en
cada parcela.
Tabla 8. Estimación de la biomasa, fijación de Carbono y dióxido de carbono
equivalente (CO2)
Densidad
Municipio/
N Área de árboles Edad Biomasa Carbono CO2(eq)
Comunidad
y arbustos
m2 Arb-arb/m2 año Mg /ha MgC /ha Mg CO2/ha
1 Vinto 174,1 0,18 17 65,9 29,7 108,78
(Mollesnjeta)
2 Vinto 191,6 0,17 14 49,1 22,1 81,02
(Mollesnjeta)
3 Tapacari 304,0 0,25 8 33,5 15,1 46,61
(Aramasí)
4 Tarata 441,8 0,21 5 31,5 14,1 51,57
(La Mayca)
5 Tarata 224,9 0,12 5 54,8 24,6 90,34
(La Mayca)
6 Tapacari 228,1 0,88 4 65,9 29,6 108,65
(Aramasí)
7 Sacaba 243,4 0,27 3 25,2 17,4 63,76
(Rodeo)
8 Sacaba 134,2 0,39 3 38,6 11,3 41,57
(Rodeo)
9 Vinto 301,8 0,14 3 13,1 5,9 21,59
(Pairumani)
10 Tapacari 167,7 0,72 3 61,4 27,6 101,28
(Aramasí)

Parcela VIN17
Tiene una edad de 17 años (aunque en 2017 sufrió un incendio
con una alta pérdida de individuos y especies). Esta parcela se
caracteriza por desarrollarse bajo una producción a secano.
Cada año se controla si los frutales tienen bastante espacio
para el desarrollo; caso contrario se efectúa la poda necesaria. Por
otro lado, también para proporcionar el suficiente espacio, fueron
extraídos ejemplares de acacia, retama y jacarandá en los años 2012 y
2017 como forma de “aclareo” en la parcela.
Cabe aclarar también que el presente estudio de biomasa incluyó
sólo a las especies que sobrevivieron al incendio, las cuales fueron en
una gran mayoría arbóreas.

34
Es importante mencionar que la parcela VIN17 prácticamente
era un pequeño bosque joven. Logró un dinamismo que imita a
la naturaleza en su búsqueda de recuperar su estado anterior, para
culminar en un bosque clímax. Sin embargo, como un sistema
agroforestal dinámico productivo no debe llegar al estado clímax, el
manejo busca rejuvenecer la parcela a partir de la poda periódica.
En la parcela de VIN17 la mayor cantidad de biomasa la almacenan
24 individuos de la especie jacarandá con un total de 32,47 Mg ha-1,
lo cual significa un promedio por árbol de 1,353 Mg ha-1. La segunda
especie en importancia fue el olivo que almacena un total de 16,183
Mg ha-1 de biomasa. La tercera especie de gran cantidad de almacenaje
promedio por individuo es la Tipa con 11,052 Mg ha-1.
Parcela TAP4
El diseño de esta parcela tiene como característica las barreras
vivas con pasto falaris (Phalaris tubero-arundinacea) en terrazas. Entre
los árboles frutales se colocó uno a dos acompañantes y también se
utilizó pasto falaris entre los mismos para que se proteja y se conserve
el suelo teniendo como antecedente el deterioro y la baja calidad
productiva del suelo. Este pasto dio buenos resultados también para
mejorar el suelo que tenía un carácter arcilloso.
La parcela TAP4 almacenó un total de 63,3 Mg ha-1 de biomasa
con mayor abundancia de biomasa en la especie de aliso con 19,42
Mg ha-1 ha en 41 individuos. Le sigue el manzano con 14,04 Mg ha-1
con la presencia de 67 individuos distribuidos entre hileras, seguido
de tagasaste, tecoma y cedro colorado. Es preciso mencionar que en
esta parcela se tiene en particular la presencia de cedro colorado por
su potencial maderable (por lo que se lo poda muy poco). Tanto
el aliso como la oreja de mono son los que aportan más biomasa
en promedio por individuo. Las especies de menor aporte son la
chacatea y la retama por su estructura arbustiva.
Parcela TAP3
La parcela TAP3 es el resultado de prácticas anteriores y se instaló
considerando las lecciones aprendidas, con ello, incluyó hasta 3
acompañantes en medio de los frutales. El diseño de la parcela consta
de terrazas con muros de piedra. En las calles tenía policultivos:
hortalizas como brócoli, rábano, lechuga, cebolla. El año 2017 solo se

35
podaron algunas especies acompañantes. Dicha poda se efectuó sin
considerar las yemas e incluso cortando desde el eje vertical.
La especies que más aportan al total es el manzano con una
acumulación de 20,278 Mg ha-1, al que se suman las especies de
tagasaste, acacia y chacatea. Sin embargo es preciso mencionar que de
igual manera que la parcela TAP4 es el aliso quien aporta más biomasa
por individuo en la parcela. Y las que tienen menor aporte de biomasa
son andrés huallna y toborochi (Ceiba speciosa). El primero es de
estrato arbustivo y el segundo es una especie de clima seco, pero por
la altura a la que se encuentra la parcela recién se está desarrollando,
considerando además que es una especie de desarrollo lento.
Parcela TAR5a
El éxito de la parcela TAR5a se debe principalmente al manejo y el
riego (por almacenamiento en atajado). Se tiene una gran diversidad de
especies, en especial de frutales, y cultivos de papa, maíz, trigo, alfalfa
y cebolla en los callejones. El manejo y mantenimiento de la parcela,
a través de la poda, deshierbe, limpieza de chupones en los árboles
frutales, poda de formación y rebaje de los árboles acompañantes se
realiza al menos una vez al año en invierno, desde su implementación.
La especie que aporta mayor concentración de biomasa es la
retama con 16,190 Mg ha-1en 29 individuos junto a la acacia con
14,032 Mg ha-1; esta última también tiene un gran aporte de biomasa
por individuo con 1,079 Mg ha-1y a este le sigue el ceticio con 0,962
Mg ha-1.
Parcela VIN14
La parcela VIN14 fue instalada el año 2004 siguiendo un diseño
de: cultivos de manzana bajo una cubierta arbórea, compuesta
por pinos y otros maderables. Entre las especies nativas podemos
mencionar chacatea, thola y jacarandá. Por la poca disponibilidad de
agua para el riego, en las primeras tres temporadas secas los frutales
fueron regados periódicamente, desde entonces los cultivos frutales
no reciben riego.
El valor alcanzado de biomasa (con un número reducido de
especies) se debe principalmente a la presencia de especies exóticas
como pino (20,48 Mg ha-1), fresno (9,12 Mg ha-1) y la especie nativa
jacarandá (9,54 Mg ha-1). Estas especies son de igual manera las que
acumulan mayor cantidad de biomasa por individuo.
36
ParcelaTAP8
Se implementó hace 8 años bajo un diseño de barreras vivas con
pasto falaris en terrazas sobre las curvas de nivel. Durante su inicio
el agricultor aún no estaba convencido de la presencia de árboles que
acompañen a los árboles frutales, y de manera personal extraía las
especies arbóreas.
Asimismo se pudo observar en la parcela la dinámica de
regeneración y la emergencia múltiple de chacatea y thola. Esto se
relaciona a las actividades que realizaba el agricultor al momento de
recoger material (hojarasca) de los bosques cercanos, como: residuos
de chacateas y tholas, y trajo consigo semillas que de forma natural se
prendieron y esparcieron en la parcela, esto explica la distribución de
estas especies dentro de la parcela.
La parcela TAP8 tiene una acumulación de 26,577 Mg ha-1de
biomasa, y las especies que dan mayor aporte a este valor son el
manzano, el ceibo y la chacatea. Este valor puede estar relacionado
por la poca presencia y menor desarrollo de acompañantes arbóreos.
Parcela TAR5b
A pesar de que tanto la parcela TAR5a como la parcela TAR5b
fueron instaladas en similares condiciones y casi al mismo tiempo,
la parcela TAR5b tiene menor acumulación de biomasa. La pérdida
de individuos y la falta de reposición de plantines sería la explicación
para la disminución de individuos en la parcela. Sin embargo, los
problemas más sentidos en la parcela son la falta de riego (por el uso
del agua para desarrollar otras actividades económicas) y la dejadez
en lo que respecta el manejo (poda), dejando descubierta el pie de
algunos frutales por falta de rastrojo.
La parcela TAR5b almacenó un total de 28,514 Mg ha-1de
biomasa, y las especies que aportaron más son las especies de la acacia
(7,50 Mg ha-1) y el tagasaste (9,11Mg ha-1). Ambas especies también
tienen una acumulación de biomasa promedio por individuo bastante
significativa.
Parcela SA3b
La implementación de las parcelas SA3b y SA3a se realizaron
a finales del año 2015. Aprovechando el espacio entre las filas de
árboles, la parcela SA3b produce una variedad de tubérculos, hortalizas,

37
leguminosas y flores como: papa, maíz, haba, cebolla, rábano, brócoli,
zanahoria y claveles. La mayoría para consumo propio y el resto para
vender. Durante los meses de junio y julio, en la época de invierno, se
evita el riego y se podan algunos árboles acompañantes para generar
material de cobertura y para que las copas de los árboles no den
mucha sombra a los árboles frutales. En la época de lluvia, se realiza
el deshierbe selectivo dejando como cobertura sobre el suelo.
La parcela SA3b acumuló un total de 36,6 Mg ha-1 de biomasa,
con mayor almacenaje en las especies de: manzano (11,32 Mg ha-1),
retama (5,38 Mg ha-1) y olmo (4,88 Mg ha-1). Las especies que tienen
mayor acumulación de biomasa por individuo son olmo, retama,
acacia y tecoma.
Parcela SA3a
La parcela SA3a es un huerto de frutales (en su mayoría árboles
de manzano) situado delante de la casa de la agricultora, con
disponibilidad de agua para el riego. La práctica de manejo (poda)
que se realiza en la parcela de SA3a es considerada como alta. En este
sentido se realiza una poda anual (varias veces al año) de las especies
acompañantes como las acacias. Esto no le permite con facilidad
regenerar nuevo follaje, por lo tanto, puede ser considerada de bajo
rendimiento en cuanto a la proporción continua de materia orgánica
para el agricultor; no obstante, las acacias son consideradas de hoja
perenne que dejan caer constantemente sus hojas como rastrojo
sobre el suelo para mantener la humedad.
La actividad de la poda repercute directamente en la capacidad
de fijación de carbono mayormente en los suelos, que en la biomasa
aérea. Es por este motivo que los SAFD fueron instalados en suelos
severamente degradados con el fin de recuperar su fertilidad mediante
el incremento de materia orgánica proveniente de los residuos de
poda.
El manzano fue quien aportó mayor acumulación de biomasa,
con 8,12 Mg ha-1. Seguido de las acacias con 5,62 Mg ha-1. Las especies
que tienen un aporte promedio considerable por individuo son ceticio
(0,77 Mg ha-1) y olmo (0,54 Mg ha-1).

38
Parcela PA3
La parcela PA3 no cuenta con un componente nativo como
acompañante al cultivo de manzanas, y también es la parcela con una
menor biodiversidad. Durante el censo de especies se pudo constatar
que había varios espacios vacíos procedentes de plantas muertas, por
lo tanto no hubo una reposición de individuos. Es de esta manera
que existe una menor densidad y número de individuos en la parcela.
La parcela PA3 tiene acumulado un total de 11,01 Mg ha-1 de
biomasa. Quienes aportaron más a este valor fueron la acacia (3,13
Mg ha-1), manzano (2,65 Mg ha-1) y cedrón (1,56 Mg ha-1). Asimismo
son el cedrón (0,78 Mg ha-1), ceticio (0,50 Mg ha-1) y el tagasaste (0,48
Mg ha-1) las especies con mayor biomasa promedio por individuo.
Análisis de la fijación de carbono por año
En un análisis temporal del conjunto de las parcelas, la figura 2
sugiere que la fijación de carbono por año, a excepción de la parcela
TAP3, muestra una tendencia de crecimiento exponencial los primeros
años, hasta llegar a aproximadamente los 4 años. Posteriormente a esta
edad comienza a descender la tasa de acumulación de biomasa por año
hasta llegar a un punto de estabilización que varía entre los 8 hasta
los 14 años. Esta representación muestra que los primeros 4 años las
parcelas SAFD se encuentran en desarrollo permanente de biomasa
aérea. Posteriormente los árboles y arbustos son constantemente y,
en general, drásticamente podados cada año, con lo que la biomasa
generada pasa a formar parte del sustrato suelo.
Figura 2. Fijación de carbono en cada parcela SAFD por año

16,0
14,0
MgC ha -1 año-1

12,0 14,8
10,0
8,0 9,2
6,0 7,0
4,0 4,5 4,9
2,8
2,0 2,4 1,8 1,6 1,7
0,0
Parcelas SAFD
TAP3 PA3 SA3a SA3b TAP4 TAR5a TAR5b TAP8 VIN14 VIN17

39
Análisis de la biomasa promedio por especie según la edad
De acuerdo con el análisis de diversidad de especies, no existe un
arreglo genérico de especies en todos los casos, pero si una similitud
de algunas especies entre una y otra parcela SAFD que acompañan a
los árboles frutales. A partir de los resultados obtenidos de biomasa
promedio por especie, se discute la importancia en cuanto al desarrollo,
de ciertas especies acompañantes según la edad de los SAFD.
La siguiente tabla 9 clasifica (con cierto número de asteriscos) a
las especies que tengan un desarrollo considerable por especie y que
sean replicadas en varias parcelas según un parámetro.
Tabla 9. Clasificación de las especies según su desarrollo
Descripción Parámetro Identificación
Según la frecuencia y desarrollo de las especies Alto ***
en cada etapa de las parcelas, se valora en
Medio **
función a un parámetro y bajo una identificación
a partir de asteriscos. Significativo **

Este estudio considera 3 etapas considerando la edad de cada


parcela, en cada parcela se evalúa el desarrollo biomasa promedio de
5 especies. La primera etapa toma en cuenta las parcelas hasta los 3
años de edad (Tabla 10), la segunda etapa figura las parcelas de 4, 5 y
8 años (Tabla 11), y por último la tercera etapa está representada por
las parcelas de 14 y 17 años (Tabla 12).
Durante los 3 primeros años de haber sido instalado un SAFD,
una de las especies que logra un desarrollo rápido y por lo tanto un
aporte de biomasa importante, es la acacia. Esta especie lograría
adaptarse con facilidad a las variaciones de eventos climáticos y
del suelo, al ser resistente a la sequía, heladas y apto para penetrar
suelos compactados, pedregosos, sueltos y pobres. Su presencia se
hace notoria en 3 de las 4 parcelas que alcanzan la de edad de 3 años
ubicados en las comunidades de Rodeo-Sacaba y Pairumani-Vinto
(Tabla 10); con las especies de Acacia dealbata, Acacia retinoides, Acacia
melanoxylon y Parkinsonia aculeata. Así también, le siguen las especies
de tagasaste, ceticio, y olmo que contribuyen con aporte de biomasa
significativo en esta primera etapa de las parcelas.
Existen otras especies como el cedrón en Sacaba (SA3) y Pairumani
(PA3) y el cedro colorado en Tapacari (TAP3) que se destacan por su
desarrollo rápido del fuste durante los 3 primeros años.

40
Se podría concluir que los primeros años de la parcela SAFD se
frena el proceso degradativo y se inicia la restauración del suelo con
la ayuda sobretodo de ciertas especies, como una estrategia para dar
paso y oportunidad de crecimiento a otras especies.
Tabla 10. Estimación de la biomasa promedio por especie los 3 primeros años
Localidad SA3a SA3b PA3 TAP3
N° especies Mg ha -1
Mg ha -1
Mg ha -1
Mg ha-1
1 Ceticio (0,77)** Olmo (1,63)** Cedrón (0,78) Tagasaste (1,01)**
2 Olmo (0,54)** Retama (1,34)* Ceticio (0,50)** Aliso (0,95)**
3 Acacia (0,52)*** Tecoma (1,07)* Tagasaste (0,48)** Cedro Colorado (0,67)
4 Cedrón (0,35) Acacia (1,02)*** Limón (0,29) Molle/Chacatea (0,41)*
5 Granada (0,31) Duraznero (0,66) Acacia (0,28)*** Manzano (0,39)

En la segunda etapa (tabla 11), se evalúan las parcelas que tienen


una edad de 4, 5 y 8 años, en las cuales las parcelas de Tarata coinciden
en señalar a la acacia, como una de las especies con gran capacidad de
desarrollo en suelos pobres, pero también la presencia del tagasaste
y ceticio, acompañan durante el proceso de restitución del suelo a lo
largo de los 5 primeros años.
En lo que respecta a las parcelas en Tapacarí, el aliso es una de
las especies que muestra una tendencia de desarrollo en cada una de
las parcelas de 3, 4 y 8 años (tabla 10 y 11). Así también por su parte,
el molle en las parcelas (TAP3) y (TAP8) se muestra como una especie
nativa tolerable a toda clase de suelos.
En cada caso particular existen especies que sobresalen por su
desarrollo en la parcela (TAP4) las especies de álamo, tara y oreja de
mono desarrollan rápido; en (TAR5a) el cedrón y en (TAP8) el ceibo
y el níspero.
Tabla 11. Estimación de la biomasa promedio por especie los 4 y 5 primeros años
Localidad TAP 8 TAR 5a TAR 5b TAP 4
N Mg ha-1 Mg ha-1 Mg ha -1
Mg ha-1
1 Ceibo (1,73) Cedrón (0,78)* Tagasaste (4,56)** Álamo (0,73)
2 Aliso (0,65)** Ceticio (0,50)** Acacia (2,50)*** Duraznero (0,52)
3 Molle (0,54)* Tagasaste (0,48)** Pacay (1,38) Aliso (0,47)**
4 Tecoma (0,36)* Limón (0,29) Olivo (0,85) Tara (0,42)
Níspero (0,35) Acacia (0,28)*** Limón (0,73) Oreja de mono
5
(0,41)

41
Por lo que se refiere a la tercera etapa, las parcelas de mayor
edad se encuentran en Vinto (tabla 12) de 14 y 17 años, ambas tienen
dos especies en común, el jacarandá y la chacatea, sin embargo esta
última se vio afectada por el incendio. El jacarandá se constituye en la
especie arbórea que mejor ha respondido debido a que se encuentra
en su rango natural de dispersión y no necesita cuidado, pero además,
la presencia de la acacia en una de las parcelas (VIN17) ha sido de gran
aporte los primeros años, y dada la densidad fueron extraídos varios
ejemplares.
Se tiene como antecedente que a partir de la edad de 10 años
aproximadamente, fue necesario limpiar parte de la regeneración
natural de la chacatea con el fin de tener mayor espacio para el
desarrollo de los árboles frutales. Esta especie es muy buena
acompañante y de desarrollo rápido.
Tabla 12. Estimación de la biomasa promedio por especie los 17 y 14 primeros años
Localidad VIN 17 VIN 14
N° Mg ha -1
Mg ha-1
1 Tipa (11,05) Pino ( 5,12)
2 Olivo (4,05) Fresno (1,82)
3 Jacarandá (1,35) ** Jacarandá (1,06) **
4 Acacia (0,46) *** Manzana (0,49)
5 Retama (0,42) * Chacatea (0,20) *

Las especies retama y tecoma en algunas parcelas, logran un


desarrollo significativo, la primera es una trampa para pulgón y
gracias a sus raíces mitiga el peligro de erosión y deslizamientos, por
otro lado el tecoma produce mucha hojarasca de fácil degradación y
se desarrolla mejor en suelos sueltos.
Análisis de la proporción en porcentaje y de aporte a la fijación
de carbono por parte de especies nativas y exóticas
Por otro lado, en cada parcela existe un porcentaje de especies
tanto nativas como exóticas y con ello cierta fijación de carbono por
parte de estas. A continuación se describe el porcentaje de especies
exóticas y nativas dentro de cada parcela y lo que respecta el aporte
de fijación de carbono, a partir de la tabla 13.

42
Tabla 13. Proporción en porcentaje y de aporte a la fijación de carbono de especies
de especies nativas y exóticas
Carbono Especies nativas Especies exóticas
Parcela
MgC /ha % Aporte % Aporte
TAR 5a 24,6 21 6 79 94
TAR5b 14,1 31 5 69 95
SA3a 11,3 6 2 94 98
SA3b 17,4 17 17 83 83
PA3 5,9 0 0 100 100
VIN17 29,7 89 97 11 3
VIN14 22,1 64 27 36 73
TAP8 15,1 93 97 7 3
TAP4 29,6 64 64 36 36
TAP3 27,6 62 46 38 54

Tarata
En las parcelas de Tarata, el 79% de TAR5a son especies exóticas.
Estas especies aportan el 94 % de la fijación de Carbono de la parcela;
entre ellas sobresalen la retama, Acacia retinoides, tagasaste y ceticio. Es
el mismo caso para la parcela de TAR5b, aunque con el 69% de especies
exóticas, logra aportar con el 95% del Carbono fijado, sobresaliendo
las especies de Acacia dealbata, Acacia retinoides y tagasaste.
Sacaba
Ambas parcelas en Sacaba tienen uno de los porcentajes más
elevados de especies exóticas. SA3a alcanza un 94% de especies
exóticas, que aportan el 98% del Carbono secuestrado; siendo las
más importantes las especies Acacia melanoxylon, Acacia dealbata, olmo
y ceticio. Ocurre algo similar con la parcela SA3b donde la densidad
de especies exóticas dentro de la parcela es del 83%, siendo el mismo
porcentaje que suma al aporte de fijación de carbono con similares
especies como retama, Acacia dealbata, olmo y ceticio.
Vinto
En la parcela de VIN17 existe predominancia de especies nativas
(89%), es decir, solamente 19 % son especies exóticas. En este
caso, el aporte a la fijación de carbono por parte de especies nativas
constituyen el 97% del total, entre los que se pueden mencionar al
jacarandá y tipa como las principales. En la parcela VIN14, como en

43
el caso anterior, predominan las especies nativas (64%), mayormente
jacarandá y chacatea, sin embargo, estas especies aportan solamente
el 27 % del Carbono secuestrado, siento que el otro 73% es fijado
por especies exóticas como el pino y fresno seguidos luego por el
jacarandá como especie nativa. En la parcela de Pairumani existe
un dominio total de las especies exóticas, que aportan un 100% a la
fijación de carbono, teniendo como especies principales a tagasaste y
Parkinsonia aculeata.
Tapacarí
La parcela más antigua de Tapacarí de 8 años de edad, tiene
93% de especies nativas. Estas especies son las que más aportan a la
fijación de carbono con el 97% al total, caracterizándose las especies
de ceibo, chacatea, molle, thola y tecoma. La parcela TAP4 tiene el
64% de especies nativas, es el mismo valor que aporta para la fijación
de carbono con las especies de aliso, chacatea, oreja de mono; a estas
se añaden las especies de tagasaste y pino como especies exóticas
que más aporte tienen a la fijación de carbono. Si bien la parcela
TAP3 tiene el 62% de especies nativas, aportan en 46 % a la fijación
de carbono de la parcela. Las especies que más aportan son Acacia
melanoxylon, tagasaste y cedro colorado, y dentro las especies nativas
que más aportan se encuentran chacatea, aliso y molle.
Análisis estadístico
Considerando los factores seleccionados, se obtiene la siguiente
tabla 14, para reemplazar y realizar el análisis estadístico.
Tabla 14. Factores de influencia para la fijación de carbono
Parcela Carbono Edad Densidad Manejo
SAFD MgC ha-1 (años) (Individuos/ m2) (Poda)
TAR5a 24,6 5 0,21 Medio
TAR5b 14,1 5 0,12 Bajo
SA3a 11,3 3 0,27 Alto
SA3b 17,4 3 0,39 Bajo
PA3 5,9 3 0,14 Medio
VIN 17 29,7 17 0,18 Alto
VIN 14 22,1 14 0,17 Alto
TAP 8 12,7 8 0,25 Medio
TAP 4 29,6 4 0,88 Medio
TAP 3 27,6 3 0,72 Bajo

44
Estadísticamente en el análisis de varianza, no se observó
ninguna relación directa y significativa con el factor manejo (Tabla
15), al obtener el valor p > 0,05 no se tienen proporciones explicativas
de los valores de fijación de carbono definidas por la variable manejo.
Esto posiblemente debido a que el número de unidades de análisis en
el estudio estuvo reducido a 10 datos.
Tabla 15. Nivel de significancia de la variable manejo
Variables F p>F Nivel
Manejo 0,57 0,6054 No es significativo
Sin embargo gráficamente se determinaron 3 posibles escenarios
según el manejo (Tabla 15).
Figura 3. Promedio de fijación de carbono según el manejo en las parcelas SAFD
30,0
25,2
25,0
18,9
20,0
Mg C h a -1

14,4
15,0
10,0
5,0
0,0
Alto Bajo Medio
Manejo

De acuerdo a las prácticas de manejo en las parcelas evaluadas, las


que corresponden a un manejo alto tienen mayor fijación de carbono,
le continúan las parcelas de manejo bajo cuyo valor de carbono fijo
corresponde a 18,9 Mg ha-1, por último las parcelas que tienen un
manejo medio el valor de carbono disminuye a 14,4 Mg ha-1.
Así también, se analizó bajo un análisis de regresión las variables
de edad y densidad de árboles, que individualmente no tenían tanto
efecto como interactuando ambos factores. El modelo regresional
obtenido (Tabla 16) por ambas variables se considera como
significativo < a 0,05.
Tabla 16. Nivel de significancia del modelo regresional
F Pr > F Nivel
Modelo 8,52 0,0133 Significativo

Ambos efectos de la edad y densidad tienen mayor incidencia


sobre la fijación de carbono, en comparación con el factor de manejo
porque su nivel de significancia es < a 0,05 (Tabla 17).
45
Tabla 17. Nivel de significancia de las variables de edad y manejo
Variables F p>F Nivel
Manejo 9,85 0,0164 Significativo
Densidad 13,48 0,008 Significativo
Según el análisis de regresión múltiple el cual determina el aporte
de cada factor al modelo; identifica a la densidad de individuos por
área como el factor que genera mayor incremento en la fijación de
carbono (Tabla 18). Esto se puede relacionar que por cada incremento
de la edad de las plantas (o las parcelas) el incremento de carbono es
igual a 1,15 Mg ha -1 en cambio por cada incremento de la densidad
de árboles por área el incremento de carbono es de 26,11 Mg ha -1.
Tabla 18. Modelo estadístico de influencia para la fijación de carbono
Modelo estadístico Factor
Carbono = 3,0302 + 1,15 Edad + 26,11 Densidad Densidad de especies

4. Conclusiones y recomendaciones
En la zona donde estuvieron ubicadas las 10 parcelas en estudio,
se identificaron 2 pisos ecológicos: montano (Aramasí-Tapacarí,
Pairumani-Combuyo-Vinto y La Maica-Tarata) y altimontano (Rodeo-
Sacaba). La vegetación potencial del piso montano corresponde
al bosque de Schinopsis haenkeana-Vasconcellea quercifolia, el bosque
de Acacia visco-Erythrina falcata y el bosque de Escallonia millegrana-
Kageneckia lanceolata. El piso altimontano corresponde a bosques
potenciales de Polylepis subtusalbida. Ninguna de las especies que
caracterizan estos dos pisos ecológicos se encontraron en las parcelas
SAFD. Una recomendación en este sentido es probar el desempeño
de estas especies nativas en los SAFD de los pisos correspondientes,
a fin de que los sistemas puedan aportar en la conservación de la
biodiversidad.
La información de las especies e individuos de cada parcela, ha
permitido determinar a la parcela con mayor número de especies, que
corresponde a la parcela TAR5a (28 especies) y con menor número de
especies a la parcela de PA3 (8 especies). Se tiene a la parcela TAP4 con
el número más elevado de individuos (553 ejemplares) y la parcela de
PA3 con menor número de individuos (107 ejemplares).
A partir de la caracterización de la biomasa se ha determinado la
fijación de carbono acumulada en los 10 sistemas agroforestales. La

46
parcela que fijó más carbono es VIN17 (29,7 MgC ha-1) y la que menos
fijó es la parcela PA3 (5,9 MgC ha-1).
La tasa de fijación de carbono promedio por año, a excepción
de la parcela TAP3, señaló un incremento de carbono durante el
desarrollo de los arboles hasta la edad de 4 años, a partir de esta edad,
disminuyó paulatinamente.
Las parcelas fueron divididas en 3 etapas según la edad de las
parcelas y a partir de esto son considerados los mejores almacenes
de biomasa promedio por especie las especies de Acacia, tagasaste,
ceticio, y olmo, en la primera etapa de 3 y 4 años. En la segunda etapa
(4, 5 y 8 años) las especies de tagasaste, Acacia, aliso y ceticio, por
último la tercera etapa de 14 y 17 años resaltan jacarandá y Acacia. Del
mismo modo, existe la presencia de otras especies en cada una de las
etapas que destacan por su desarrollo entre ellas podemos mencionar
retama, tecoma, molle y chacatea.
Se pudo evidenciar que en las parcelas con menor porcentaje de
especies nativas, que varía desde la ausencia de especies hasta el 31%
del total, los valores de carbono se encuentran entre 24,6 y 5,9 MgC
ha-1. De manera similar ocurre cuando el porcentaje de las especies
introducidas son reducidas alcanzando un porcentaje del 7% y el
valor de carbono se reduce a 15,1 MgC ha-1, a excepción de VIN17 que
ha sufrido un incendio y además un raleo de especies introducidas
como la acacia. En cambio cuando existió una combinación mixta
de especies nativas e introducidas con una proporción de 60% de
especies nativas y un 40% de especies introducidas, los valores de
carbono fijado fueron los mayores y se encontraron entre los valores
más elevados de carbón con 29,7 y 27,6 Mg C ha-1.
En este sentido la combinación de árbol frutal, árbol nativo más
la compañía de un árbol introducido generó mayor acumulación y
fijación de carbono en la parcela a partir de la biomasa como es el
caso de las parcelas de TAP4 y TAP3.
El análisis estadístico para determinar el factor de mayor
influencia en la fijación de carbono muestra a la densidad de individuos
por área como el parámetro de mayor incidencia sobre los valores de
carbono obtenidos en las 10 parcelas SAFD, esto significa que existe
un incremento mayor de fijación de carbono al reemplazar los valores
de la densidad de individuos.

47
Para ejecutar posteriores investigaciones relacionadas con el
tema, se debería tomar en cuenta los siguientes aspectos: un principio
clave a complementar es el estudio de la biomasa podada, durante el
invierno al menos, para evaluar el aporte de carbono al suelo como
también un estudio tomando en cuenta el sustrato suelo para tener
una visión más clara de fijación de carbono total con respecto a un
sistema agroforestal en zona seca. Esto en el sentido de que el suelo
también se constituye en un reservorio importante de Carbono en un
SAF, dado que el aporte de biomasa al suelo luego de la poda puede
ser muy significativo. En cuanto a las ecuaciones alométricas se debe
considerar desarrollar ecuaciones asociadas al lugar de estudio, para
comparar los valores obtenidos. Se debe llegar a comparar la fijación
de carbono entre sistemas agroforestales dinámicos y sistemas de uso
tradicional en zonas secas.
Al identificar las especies caducifolias y perennifolias, se tiene
conocimiento del aporte específico de biomasa en el estrato de la
hojarasca. Es necesario realizar un estudio de la diversidad de especies
de uso local y potencialmente útiles en los sistemas agroforestales.
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50
Efecto del componente arbóreo de
sistemas agroforestales dinámicos sobre
la respiración, humedad y temperatura
edáficos en el semiárido de Cochabamba,
Bolivia
Effect of the arboreal component of dynamic agroforestry
systems on soil respiration, moisture and temperature in
semiarid Cochabamba, Bolivia
Mayra E. Terán1
Alexandra M. Gutiérrez Q1
Mauricio Azero Alcocer 1
Grupo de Investigación Agricultura y Gestión Sostenible de Suelos,
1

Ingeniería Ambiental, Universidad Católica Boliviana San Pablo.


mayraelizabethteran@gmail.com
Resumen: El presente estudio compara la respiración
heterotrófica, la humedad y temperatura de suelos en sitios con
diferente vegetación (hileras y callejones) dentro de sistemas
agroforestales dinámicos, con el objetivo de obervar la incidencia
de la vegetación leñosa en las variables anteriormente mencionadas.
La evaluación de las variables se la realizó en nueve parcelas de
estudio, a través del uso de sensores específicos para el análisis de
estas tres variables (Vernier). Se realizó análisis de varianza para
detectar diferencias estadísticas entre medias. De esta manera se
determinó que la mayoría de las parcelas de estudio presentaron
una respiración mayor en las hileras de árboles en relación a los
callejones de cultivos. Por el contrario, con relación a la humedad y
la temperatura, mostraron promedios mayores en los callejones que
en las hileras, lo cual sin embargo está vinculado al riego practicado
en los cultivos de los callejones.
Palabras clave: Sistemas agroforestales dinámicos, respiración
heterotrófica de suelos, humedad del suelo, temperatura del suelo,
semiárido, Cochabamba, Bolivia.
Abstract: Present study compares heterotrophic soil respiration,
humidity and temperature in sites with different vegetation (rows
and alleys) within dynamic agroforestry systems, in order to observe
the incidence of woody vegetation in the aforementioned variables.

51
The evaluation of the variables was carried out in nine study plots,
through the use of specific sensors for the analysis of these three
variables (Vernier). Variance analysis was performed to detect
statistical differences between means. In this way, it was determined
that most of the study plots showed a greater respiration in the
rows of trees in relation to the alleys of crops. On the other hand, in
relation to humidity and temperature, they showed higher averages
in alleys than in rows, which nevertheless is linked to the irrigation
practiced in the crops of the alleys.
Key Words: dynamic agroforestry systems, heterotrophic soil
respiration, soil moisture, soil temperature, semi-arid, Cochabamba,
Bolivia.
1. Introducción
La respiración es la producción de dióxido de carbono (CO2)
como resultado de la actividad biológica en el suelo, realizada por
microorganismos, raíces vivas, y macroorganismos tales como
lombrices, nematodos o insectos (USDA,1999). La respiración del
suelo es utilizada como un indicador biológico de calidad del suelo;
integra distintos parámetros de calidad, lo cual lo convierte en un
índice confiable debido a que los microorganismos se encuentran en
contante respiración (Guerrero et al., 2012).
La respiración debajo del suelo se puede dividir en dos
componentes principales: la respiración autotrófica proveniente
de los organismos autótrofos, como las raíces de las plantas y las
algas, y la respiración heterotrófica, que proviene de la fauna y los
microorganismos descomponedores. Un primer paso importante
para interpretar la respiración, es diferenciarla en sus compontes, ya
que la respiración autótrofa es rápidamente lanzada a la atmósfera y
la heterotrófica puede ser almacenada como carbono en el suelo. Para
diferenciarla se tienen diferentes métodos de medición, que incluyen
naturalmente la exclusión de las raíces, de la muestra de suelos (Ryan
y Law, 2005).
La respiración de las raíces está determinada principalmente por
el metabolismo de carbono subterráneo de las plantas, mientras que
la heterotrófica depende del ambiente del suelo y la disponibilidad de
sustratos de Carbono. Por ello, responden de manera significativamente
distinta a la variabilidad del entorno y deberían considerarse por
separado (Li et al., 2013).

52
Técnicamente no es posible medir totalmente el valor de
producción de carbono en el suelo, por lo que la respiración se
cuantifica a través del valor de eflujo del suelo a la atmósfera, que es
controlado por la respiración del suelo y el transporte a lo largo del
perfil del suelo y en la superficie (Luo y Zhou, 2006).
Estudios previos han determinado que las tasas de respiración
dependen en gran medida de la temperatura y humedad del suelo
(Luo y Zhou, 2006). Otros factores que regulan la respiración del
suelo son: la precipitación (Jeong et al., 2018) y el tipo de vegetación
(Raich y Tufekcioglu, 1999).
Raich y Tufekcioglu (1999) realizaron una comparación de
diferentes estudios, evidenciando que la respiración del suelo es
mucho mayor en bosques que en pastizales, y este a su vez es mayor
que en cultivos. Por otro lado, también está muy relacionado con la
forma de manejo dentro de los sistemas agrícolas, por ejemplo, la
incorporación de materia orgánica y el laboreo, entre otros, dado
que influyen de manera importante sobre la actividad microbiana del
suelo (Benítez et al., 2017).
La respiración del suelo es altamente variable, principalmente
con la temperatura y humedad, por lo que se debe conocer la historia
del sitio de muestreo y las características de los suelos del lugar. El
color del suelo ayuda en la interpretación de la respiración del suelo,
es decir un color oscuro indica presencia de materia orgánica y un
suelo saludable, a diferencia de un suelo claro donde el mismo valor
de respiración indicaría que está perdiendo materia orgánica (USDA,
1999).
Estudios referidos a la comparación de índices de respiración
edáfica en diferentes sitios y en épocas diferentes, evidencian que las
muestras de suelo deben ser tomadas a las diferentes temperaturas
y contenido de agua del suelo (USDA, 1999). Para las correlaciones
entre la temperatura y respiración del suelo se utiliza la ley de Vant
Hoff, según la cual la actividad biológica se incrementa en un factor
de dos cada 10 °C de aumento de temperatura. Para la humedad en
cambio, la actividad biológica más intensa ocurre cuando el 60 % de
los poros del suelo están ocupados por agua; sin embargo, cuando el
contenido de agua excede el 80 %, los datos de respiración ya no son
confiables (USDA 1999). La respiración tiene un cambio predecible

53
a medida que el suelo se seca; es así que un pequeño cambio en el
potencial hídrico puede causar la disminución del 10 % de la actividad
microbiana del suelo (Orchard y Cook, 1983).
Otro factor que influye sobre la tasa de respiración es la
diversidad biológica del suelo, como lo mostró Vasquez et al. (2013)
relacionando índices de diversidad con tasas de respiración. Este
estudio también mostró altas tasas de producción de CO2 en suelos
de bosque (Vasquez et al., 2013).
El presente estudio se realizó con el sentido de aportar en
la comprensión de la actividad biológica en suelos de Sistemas
Agroforestales Dinámicos (SAFD), caracterizados por una elevada
diversidad de especies leñosas, con una consiguiente y probable alta
variabilidad de la tasa de respiración. Se midió in situ la respiración
heterotrófica del suelo, en relación con la humedad y la temperatura,
en 9 parcelas agroforestales durante la transición de la época húmeda
a la época seca. La misma se llevó a cabo estableciendo un esquema
de sitios de muestreo en transectos, que incluían las hileras de especies
leñosas, y los callejones de cultivos agrícolas tradicionales entre las
hileras. Este sistema agroforestal recibe el nombre de sistema en
callejones o alley cropping.
2. Metodología
2.1 Descripción del sitio
Esta investigación fue realizada en SAFD de las provincias
de Vinto, Tapacarí, Tarata y Sacaba del departamento de
Cochabamba, Bolivia. Las ubicaciones de las parcelas se
encuentran descritas en la tabla 1.
Tabla 1. Ubicación geográfica de las zonas de estudio.
Código de la Coordenadas Zona 19 k
Municipio Comunidad
parcela Latitud Longitud
Sac13 17°25’26,04”S 65°53’46,30”O
Sacaba Rodeo
Sac23 17°25’24,81”S 65°53’50,43”O
Tap14 17°36’17,81”S 66°27’13,41”O
Tapacarí Aramasí Tap23 17°36’7,28”S 66°27’14,59”O
Tap38 17°36’46,44”S 66°26’48,38”O
Tar15 17°38’25,31”S 66°4’23,01”O
Tarata La Maica
Tar25 17°39’5,83”S 66° 5’21,60”O
Vin117 17°21’22,26”S 66°20’50,94”O
Vinto Mollesnejta
Vin214 17°21’13,65”S 66°20’55,09”O
54
Dentro de las parcelas SAFD, cada hilera está compuesta de especies
productivas (frutales) y especies acompañantes (especies arbóreas
o arbustivas) que mejoran las condiciones ambientales para el
crecimiento de los árboles frutales, los cuales son el cultivo principal
de la parcela. Los callejones generalmente poseen el componente
agrícola que incluye cultivos anuales; sin embargo, no todas las
parcelas de estudio poseían cultivos, aunque en estos casos de todas
maneras mostraban una cobertura herbácea.
Parte esencial del manejo de los SAFD incluye el uso de residuos de
poda, proveniente de las especies leñosas, como cobertura muerta
(mulch o mantillo), alrededor de las especies frutales en especial, con el
fin de conservar la humedad y aumentar la fertilidad principalmente
en esas zonas.
A continuación, las tablas 2 y 3 presentan algunas características de las
parcelas de estudio, como información de contexto.
Tabla 2. Propiedades físicas de las 9 parcelas de estudio.
Parcela Arcilla (%) Limo (%) Arena (%) CC PMP
H C H C H C H C H C
Sac13 19.33 21 34.33 33.00 46.33 46.00 21.00 21.00 9.81 11.09
Sac23 17.33 18.67 32.67 32.33 50.00 49.00 16.00 18.00 7.62 7.67
Tap14 44.00 43.33 31.33 26.00 24.67 30.67 29.00 29.00 18.06 17.17
Tap23 21.00 23.33 38.33 31.00 40.67 41.67 22.00 21.00 11.67 11.63
Tap38 13.33 18.33 26.00 28.67 60.67 53.00 16.00 18.00 7.37 8.27
Tar15 23.67 22.33 39.67 39.00 36.67 38.67 21.00 20.00 11.20 10.7
Tar25 22.33 14.00 41.33 33.67 36.33 52.33 16.00 16.00 6.81 7.17
Vin117 20.33 25.33 35.33 39.67 44.33 35.00 23.00 19.50 12.61 10.61
Vin214 14.33 14.00 34.33 33.67 51.33 52.33 23.80 25.50 13.26 14.02
Fuente: Arce y Azero (2018)
Tabla 3. Propiedades químicas y biológicas de las parcelas de estudio.
Parcela pH Ca++ K+ CIC MO Nt Pd
H C H C H C H C H C H C H C
Sac13 7.3 7.4 7.9 7.1 1 1 13.5 12.3 5.1 4.1 0.24 0.21 20.6 18.87
Sac23 6.6 6.6 5.0 4.2 0 0 9.93 9.1 2.9 2.6 0.15 0.16 18.9 16.30
Tap14 7.6 7.7 8.6 10. 1 1 16.6 17.1 4.2 3.2 0.21 0.24 16.1 11.80
Tap23 6.8 6.6 7.7 7.2 1 1 13.6 13.0 4.9 3.8 0.25 0.14 32.3 21.27
Tap38 7.3 7.1 5.1 5.2 1 1 10.4 8.1 4.6 1.8 0.16 0.11 12.3 4.97
Tar15 7.5 7.7 7.6 6.1 1 1 12.3 10.3 2.4 1.4 0.18 0.14 5.2 3.17
Tar25 7 7 6.7 6.2 1 1 9.8 8.1 2.2 2.3 0.14 0.1 10.0 7.42
Vin117 6 6 11.0 10.0 0 0 19.0 19.0 7.7 8.5 0.33 0.3 22.4 8.90
Vin214 6 6 6.5 7.3 1 1 14.8 14.3 9.3 8.1 0.35 0.2 12.3 14.28
Fuente: Arce y Azero (2018)
55
Estudio 1. Municipio de Sacaba
Las parcelas agroforestales (2 parcelas) se sitúan en zonas con
pendientes marcadas (20- 30 %); se encuentran dispuestas en hileras
y callejones, además de poseer el componente agrícola con cultivos
anuales (hortalizas). Las hileras cuentan con especies frutales entre los
que predomina el manzano, así como forestales y arbustivas (retama).
Ambas parcelas se encuentran cercadas, lo que da mayor protección
a los cultivos.
Estudio 2. Municipio de Tapacarí
Las tres parcelas tienen como cultivos principales a árboles
frutales, dominando los manzanos. Cuentan con manejo de cultivos
anuales entre callejones. Por otro lado, dos de las parcelas poseen
manejo de terrazas, donde se encuentran las especies leñosas,
formando barreras vivas (en el borde).
Estudio 3. Municipio de Tarata
Las parcelas agroforestales (2 parcelas) están situadas en zonas
con pendientes marcadas (20-30%). Sus cultivos principales son
árboles frutales, como el duraznero, manzano, vid, limonero, pacay,
higuera, entre otros. También se producen cultivos anuales en los
callejones, tales como el maíz y la alfalfa. Por otro lado, la primera
parcela contaba con una vertiente, que constantemente proveía de
agua; dificultando la sobrevivencia de algunas especies por el exceso
de agua.
Estudio 4. Municipio de Vinto
Las parcelas (2) son manejadas a secano, haciendo uso de
cobertura vegetal muerta o mulch, y carbono activado principalmente
para los frutales; se encuentran en terrenos pedregosos y con
pendientes significativas. En caso de la primera parcela no existía
una marcada diferencia entre hileras y callejones, debido al manejo
y regeneración natural. Las parcelas tampoco presentan manejo de
cultivos anuales en callejones, haciendo que en los mismos se puedan
desarrollar otras especies entre ellas arbustivas y herbáceas.
2.2 Evaluación de la respiración heterotrófica, humedad y
temperatura
Se realizó mediciones de la respiración heterotrófica, humedad y
temperatura, tanto en las hileras como en los callejones.
Las mediciones se hicieron por medio de un transecto, a favor
de la pendiente, que cruzaba toda la parcela agroforestal. Dentro del
56
mismo se definieron subtransectos, en los que se tomaron en cuenta
de tres a cinco puntos de muestreo, dependiendo del ancho del
callejón, de los cuales dos son en hileras y el resto en callejones.
Los datos de respiración heterotrófica, humedad y temperatura
del suelo, se midieron in situ a través de sensores y una interface
LabQuest2 de Vernier. Para las mediciones de CO2 se extrajo una
porción de suelo de 10 cm de profundidad, se eliminó las raíces y
midió las variables durante 10 minutos. De igual manera se tomó
los datos de humedad y temperatura por medio de sensores que se
introdujeron directamente en el suelo. (figura 1).
2.3 Análisis estadístico
Los valores obtenidos de los indicadores de calidad biológica de
suelos, de las hileras y callejones, se relacionaron entre sí mediante
análisis univariado en cada parcela. Asimismo se realizó un análisis
de varianza, con los valores promedio de hileras y callejones de cada
parcela de CO2, humedad y temperatura con otros datos de MO, pH
y CIC.
También se realizó análisis de correlación con datos promedio
de las parcelas; todos los análisis se hicieron con el paquete estadístico
SAS versión 9.12.
3. Resultados y discusión
Los valores promedio de las variables de estudio se presentan en
la tabla 4, comparando hileras y callejones de las 9 parcelas de estudio.
Tabla 4. Valores promedio de CO2, humedad y temperatura de las 9 parcelas de estudio

Cultivo Humedad Temperatura Mos [%]


Parcela (Durante las Co2 [ppm] Ph Cic
[%] [°c]
evaluaciones)
H C H C H C H C H C H C
Sac13 No 3207.7 2988.7 5.36 7.68 11.8 11.12 5.15 4.10 7.33 7.4 13.58 12.33
Sac23 Si 4761.8 4489.3 11.05 12.8 8.37 8.11 2.93 2.66 6.63 6.63 9.93 9.17
Tap14 No 6574.3 3722.6 10.55 13.6 12.06 12.17 4.26 3.21 7.63 7.73 16.67 17.10
Tap23 Si 3931.9 5025.8 10.58 17.9 14.36 14.61 4.90 3.88 6.77 6.57 13.67 13.07
Tap38 No 4620.4 4822.7 8.04 8.17 14.23 14.57 4.64 1.86 7.33 7.13 10.47 8.13
Tar15 Si 3380.1 4463.8 12.85 12.7 11.83 12.99 2.41 1.47 7.47 7.67 12.33 10.33
Tar25 Si 2961.2 2840.7 6.09 6.22 14.73 14.96 2.23 2.27 6.97 7.1 9.83 8.17
Vin117 No 6056.4 4717.0 5.17 6.04 18.05 19.95 7.70 8.50 5.7 5.63 18.97 19
Vin214 No 2753.4 2564.4 5.12 5.74 15.73 15.88 9.26 8.06 6.2 5.73 14.77 14.33

57
El análisis multivariante MANOVA (tabla 5) se realizó tomando
en cuenta datos de las 9 parcelas de forma global en cuanto a CO2,
humedad y temperatura; además de datos promedio de MOS, pH y
CIC de cada parcela (tabla 6).
Tabla 5. Resultados del análisis multivariante MANOVA de las 9 parcelas de estudio
Componentes Valor F Grados de libertad Grados de libertad P
numerador denominador
Hileras/callejones 0,1558101 4,52 6 5 0,0507

A través del análisis multivariante MANOVA se estimaron


diferencias para los componentes principales de estudio (hileras y
callejones). Asimismo para las variables CO2, humedad, temperatura,
MOS, pH y CIC (p=0,0507), como se puede ver en la Tabla 5. Por lo
que el tipo de manejo en hilera o callejón de las parcelas tiene un efecto
estadísticamente significativo a nivel de p=0,10 sobre estas variables.
Cabe mencionar que la forma de manejo de las hileras y callejones
varia no solamente con la incorporación del mantillo, que se hace
principalmente en las hileras; sino que además en los callejones se labra
el suelo habitualmente para cultivar especies productivas anuales. Se sabe
además que la incorporación de materia orgánica influye en la actividad
microbiana y que la mayor intensidad de laboreo repercute en una menor
actividad de microorganismos del suelo (Benitez et al., 2017).
Tabla 6. Valores promedio de las 9 parcelas de estudio en hileras y callejones
Componentes Co2 [ppm] Humedad [%] Temperatura [°c] Mos [%] Ph Cic
Hileras 4150,65 8,14 13,45 4,86 6,85 13,33
Callejones 3888,95 9,73 13,82 4,13 6,81 12,36

El Análisis MANOVA evidencia valores más altos en hileras


en cuanto a CO2, MO, pH y CIC; además de valores más altos para
humedad y temperatura en callejones (Tabla 6). Los valores más altos
de CO2 en hileras pueden deberse a diversos factores, entre ellos la
incorporación de restos vegetales frescos como cobertura en hileras,
ya sea proveniente de la poda de las especies dentro de la parcela o
de fuentes externas; que ocasiona una mayor actividad heterotrófica
en el suelo (Mu et al., 2016). Se sabe también que la producción de
hojarasca, micorrizas y exudados de raíz pueden alterar la respiración
del suelo, por lo que la presencia de árboles es importante en estos
procesos y explicaría una mayor respiración del suelo en las hileras de
las parcelas agroforestales (Ryan y Law, 2005).

58
El análisis de varianza se realizó también por parcela comparando
la variabilidad de hileras y callejones en cuanto a CO2 humedad y
temperatura, utilizando el total de set de datos recogidos a campo. Los
resultados de los análisis (Tabla 7) muestran que existe variación del
CO2 entre hileras y callejones en el 67% de las parcelas. Sin embargo,
para la humedad y temperatura se da el caso contrario que la mayoría
(78%) de las parcelas no presenta una variación significativa.
Tabla 7. Análisis de varianza callejón/hilera de las 9 parcelas de estudio.
Parcelas Grados de libertad totales F Probabilidad>F
Análisis de varianza (Humedad)

Sac13 20416 0,29 1


Sac23 4803 2,1 <0,0001
Tap14 14411 1,71 <0,0001
Tap23 18014 0,55 1
Tap38 24019 0,63 1
Tar15 22818 1,16 <0,0001
Tar25 4803 4,13 <0,0001
Vin117 28823 1,23 <0,0001
Vin214 4803 11,38 <0,0001
Análisis de varianza (Humedad)
Sac13 20416 1,82 <0,0001
Sac23 4803 0,85 1
Tap14 14411 0,72 1
Tap23 18014 3,17 <0,0001
Tap38 24019 0,03 1
Tar15 22818 0,03 1
Tar25 4803 0 1
Vin117 28823 0,8 1
Vin214 4803 0,17 1
Análisis de varianza (Temperatura)
Sac13 20416 0,27 1
Sac23 4803 0,02 1
Tap14 14411 0,08 1
Tap23 18014 0,07 1
Tap38 24019 0,06 1
Tar15 22818 0,98 0,7121
Tar25 4803 0,12 1
Vin117 28823 1,85 <0,0001
Vin214 4803 0,2 1

59
Contrariamente a lo mencionado antes, los valores menores en los
callejones podrían deberse a la remoción de cobertura vegetal, para
habilitar al cultivo, lo que usualmente hace que la respiración decrezca
(Luo y Zhou, 2006). Esta práctica de “limpieza” todavía es aplicada por
algunos agricultores, o en ciertas ocasiones, aunque la generalidad no lo
hace gracias a los esfuerzos de sensibilización por el uso de la biomasa
para la mejora del suelo.
El tipo de vegetación que tienen las hileras y los callejones
(tabla 4) también puede afectar a la respiración heterotrófica, siendo
diferente especies anuales a especies perennes, por lo que la actividad
biológica será diferente ya que la actividad microbiológica está asociada
a diferencias en la vegetación (Sánchez et al., 2005).
Al tener presencia de cultivos anuales en los callejones el riego es
necesario, lo que explica mayor humedad en los mismos (tabla 4).
En la tabla 4 se puede observar que 3 parcelas (Sac23, Tap14, Vin214)
de las 5 que tienen valores de respiración más altos en hileras, tienen
valores de MO más altos en hileras; podría deberse principalmente al
aporte de residuos orgánicos por parte de la vegetación de las hileras,
incluyendo la poda.
4. Conclusiones
Existen diferencias estadísticamente significativas entre hileras
y callejones en cuanto a la respiración heterotrófica, humedad,
temperatura, materia orgánica, pH y capacidad de intercambio de
cationes.
Siendo mayor en las hileras que en los callejones, que se debería al
tipo de vegetación y forma de manejo tomando en cuenta las marcadas
diferencias las mismas dentro los componentes del sistema agroforestal.
Referencias
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calidad del suelo en sistemas agroforestales dinámicos versus
sistemas convencionales en el semiárido de Cochabamba. En: Azero
Alcocer, Mauricio (ed.), 2018. Evaluación de sistemas agroforestales
dinámicos en el semiárido de Cochabamba: Diez estudios de caso
de las comunidades de Rodeo (Sacaba), La Maica (Tarata), Aramasí
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Departamento del Magdalena, Colombia. Bioagro, 176.

62
Relaciones árbol – árbol entre
productores y acompañantes de sistemas
agroforestales dinámicos de bioma tropical
estacionalmente seco
Plant - plant relationships between productive tree and
accompanying trees in agroforestry systems of seasonally
dry biome
Jorge D. Saavedra Goytia1
Grupo de Investigación en Agroecología y Gestión de Suelos, Ingeniería
1

Ambiental, Universidad Católica Boliviana San Pablo.


jorgedaniel21sg@gmail.com
Resumen: La agroforestería es una alternativa de producción
sostenible que intenta imitar a un bosque para la producción.
Como en todo ecosistema, existe una red compleja de interacción
entre los individuos y especies. Dicha relación puede ser positiva,
de facilitación; o negativa, de competencia. En este trabajo se
establece una metodología y se analiza el tipo de relación entre
los árboles productores y los árboles acompañantes en parcelas
agroforestales de bioma estacionalmente seco. Se observa que los
árboles acompañantes forestales y siempreverdes mantienen una
relación de facilitación con los árboles productores, mientras la
relación entre árboles productores y frutales acompañantes es de
competencia. También se determinó que la distancia entre árboles,
las especies acompañantes, la abundancia u otras características de
los acompañantes son neutrales al desarrollo de los productores. En
otras palabras, no tienen una relación de facilitación, pero tampoco
significan un perjuicio o competencia. Por otro lado, se logró
determinar que los árboles leguminosos, micrófilos, semideciduos,
son los que mejor se lograron adaptar y los macrófilos y deciduos,
los que menos se lograron adaptar.
Palabras clave: Agroforestería, sistema agroforestal, relación
planta – planta, facilitación, competencia, desarrollo de vegetación
leñosa, adaptación de vegetación leñosa.
Abstract: Agroforestry is a sustainable production alternative that
tries to imitate a forest in order to produce. As in any ecosystem,
there is a complex network of interaction between individuals
and species. This relationship can be positive, of facilitation; or
negative, of competition. This paper establishes a methodology

63
and analyzes the type of relationship between the producing trees
and the accompanying trees in agroforestry plots of seasonally dry
biome. It is observed that the accompanying forest and evergreen
trees maintain a facilitation relationship with the producers, while
the relationship between producing trees is competitive. It was
also determined that the distance between trees, the accompanying
species, the abundance or other characteristics of the companions
are neutral to the development of the producers. That is, they
do not have a facilitation or a competition relationship. Also, it
was possible to determine that legume trees, microphiles, semi-
deciduous trees, are the ones that were best adapted, and the
macrophyll and deciduous trees were least able to adapt.
Keywords: Agroforestry, agroforestry system, plant - plant
relationship, facilitation, competition, development of woody
vegetation, adaptation of woody vegetation.
1. Introducción
Los valles de la zona central del departamento de Cochabamba se
encuentran en un bioma tropical estacionalmente seco. Esto significa
que las temporadas de lluvia están marcadas, según la estación, en
tiempo de lluvia y tiempo de sequía. Por esta razón la producción de
la zona es muy susceptible al clima. Así mismo, al ser una zona de
mucho relieve los terrenos productivos son propensos a la erosión.
Por estas razones se propuso, a modo de estrategia de conservación
del suelo y agricultura sostenible, la agroforestería como alternativa
de producción.
La agroforestería es un conjunto de técnicas de manejo y sistemas
de producción agropecuaria que se encuentran secuencialmente y
en combinación con la aplicación de prácticas de conservación del
suelo (FAO, 1999). Estos sistemas intentan imitar a un bosque natural
creando ecosistemas que permitan una producción sostenible (Vidal
y Vargas, 2013; Mendieta y Rocha, 2007).
Los sistemas agroforestales pueden incluir árboles frutales y
forestales, cultivos agrícolas o pastizales para ganado (Vidal y Vargas,
2013; Mendieta y Rocha, 2007). Citando a Somarriba (Mendieta y
Rocha; 2007), la agroforestería debe cumplir cinco condiciones
fundamentales:
• Cultivo múltiple
• Al menos dos especies

64
• Al menos una especie leñosa perenne
• Al menos dos especies manejadas
• Las especies interactúan biológicamente.
Los sistemas agroforestales propuestos y estudiados en la
presente investigación, están divididos en hileras y pasillos. Los
pasillos son espacios entre hileras donde se puede cultivar. Las hileras
son filas de árboles frutales y forestales. En cada parcela se escogió
producir algún tipo de fruta principal; en los casos estudiados, este
árbol productor es el manzano. Entre los árboles productores se
intercalaron árboles acompañantes forestales y otros frutales cuya
principal función es aportar materia orgánica, y en el caso de frutales,
variar la producción en la parcela.
Entonces, un sistema agroforestal es fundamentalmente una
comunidad vegetal. Como en toda comunidad vegetal, todos los
individuos están relacionados entre sí, directa o indirectamente, y son
afectados por estas relaciones de forma positiva o negativa (Stadler-
Kaulich, 2016; Farfán, 2014; Farrell y Altieri, 2014; Saiz, 2014; Alcaraz,
2013; ASPB, 2013; Verdú et al., 2010; Verdú, 2008). El conjunto de
relaciones planta-planta forma redes complejas de interacción (Saiz,
2014; Verdú y Valiente-Banuet, 2008).
Existe una gran complejidad de relaciones entre plantas; como
las relaciones a través del aporte que realizan al medio (Farrell
y Altieri, 2014), relaciones alelopáticas (Acosta, 2015; Oliveros-
Bastidas, 2008), relaciones micorrízicas (ASPB, 2013), entre otras.
Por ello hay numerosos métodos científicos para su estudio, desde
biológicos como la dendroecología (García-Cervigón, 2015) hasta
químicos como la alelopatía (Oliveros-Bastidas, 2008).
En general, la rama de la biología que estudia las interrelaciones en
una comunidad vegetal se denomina fitosociología (Imaña et al., 2014;
Alcaraz, 2013). Por lo tanto, siguiendo un enfoque fitosociológico,
en el presente trabajo se intentará establecer algunas relaciones
árbol-árbol en sistemas agroforestales haciendo uso de herramientas
biológicas, como la dendrocronología, y de herramientas estadísticas
de población.
El estudio se basa en la premisa que afirma que las comunidades
ecológicas están ensambladas en redes complejas de interacción tanto
positiva, como la facilitación; o negativa, como la competencia (Verdú

65
et al., 2010; Verdú, 2008). Las relaciones de competencia pueden
dificultar el desarrollo de algún individuo o población. Por el contrario,
las relaciones de facilitación pueden asegurar la sobrevivencia y
mejorar el desarrollo y producción de especies o individuos en un
sistema forestal (ASPB, 2013; Stadler-Kaulich, 2013; López y Altésor,
2010; Verdú et al., 2010; Verdú, 2008; Verdú y Valiente-Banuet, 2008;
Gómez-Aparicio et al., 2004).
En las relaciones de facilitación, una o varias especies nodrizas
facilitan el desarrollo y subsistencia de otras especies beneficiadas.
Estas nodrizas suelen ser generalistas y las especies más abundantes
en la comunidad vegetal (ASPB, 2013; Verdú y Valiente-Banuet, 2011;
López y Altésor, 2010; Verdú, 2008; Verdú y Valiente-Banuet, 2008;
Gómez-Aparicio et al., 2004).
Por otra parte, la relación de facilitación suele darse en función a
la lejanía filogenética de los árboles que interactúan, ya que a menor
número de necesidades comunes, menor competencia y mayor
facilitación. Así también, las relaciones de facilitación se acentúan
bajo condiciones ambientales severas, como sequías; llegando a
prevalecer sobre las relaciones de competencia. (Saiz, 2014; Verdú y
Valiente-Banuet, 2011; Brooker y Callaway, 2009; Verdú, 2008; Verdú
y Valiente-Banuet, 2008; Tirado 2003).
Debido al limitado conocimiento sobre las redes complejas de
interacción en comunidades vegetales multi-específicas (Saiz, 2014;
Verdú y Valiente-Banuet, 2008), el presente trabajo buscará establecer
una metodología para su estudio en sistemas agroforestales en un
bioma estacionalmente seco. Y así, definir si hay relaciones relevantes
y el tipo de relaciones que existan, de facilitación o competencia,
entre los árboles forestales acompañantes y los árboles productivos.
Con este enfoque será posible diseñar de manera mas eficiente los
sistemas agroforestales con el fin de mejorar la producción y la
conservación del suelo, y así desarrollar estrategias de adaptación al
cambio climático (ITDG, 2008).
2. Metodología
El objeto de estudio fueron las especies productivas y el objetivo
fue estudiar cómo son influenciadas por las especies acompañantes
en su desarrollo y producción. Por lo que la metodología fue enfocada
principalmente en el desarrollo de los productivos y el muestreo se
realizó en base a la población de frutales en sistemas agroforestales.
66
Se estudiaron nueve parcelas en las localidades de Tapacarí
(3), Vinto (2), Sacaba (2) y Tarata (2). Todas las parcelas están en
un bioma tropical estacionalmente seco, en valles interandinos del
departamento de Cochabamba. La especie productora común es el
manzano. Por esta razón se lo tomó como árbol productor para el
estudio, y se consideraron similares las condiciones climáticas y de
adaptación.
En primera instancia, para determinar si existe alguna relación
ente los acompañantes y la especie productora, se estableció una
variable que refleje el desarrollo de los árboles y una serie de variables
que reflejen las características de los acompañantes. Así, se comprobó
la relación entre árboles, al verificar alguna dependencia entre la
variable de desarrollo del productor y las variables del acompañante.
Esta relación entre variables se estableció a través de una prueba de
independencia estadística.
En las pruebas donde se encontró una relación entre árboles,
se aplicó un estadístico para evaluar el grado de dependencia.
Posteriormente se aplicó otra prueba estadística más para analizar el
tipo de dependencia entre las categorías de las variables y así definir
el tipo de relación entre productor y acompañante; si la relación es
de facilitación o de competencia, según el efecto que tenga sobre el
desarrollo del árbol productor. Se consideró árbol acompañante a
toda estructura vegetal leñosa en un rango de 1,50 m alrededor del
árbol productor a muestrear.
Las variables deben tener ciertas características exigidas por
las pruebas estadísticas. Deben ser nominales categóricas, con por
lo mínimo dos categorías; aunque lo óptimo es que cada una tenga
más de dos categorías. Además, deben agrupar los datos de manera
que, al hacer una tabla de contingencias, cada casilla espere una
frecuencia superior a 5 en más del 20% de los datos. De otra manera
la prueba de independencia no sería válida pues se observaría una
falsa dependencia ocasionada por escasez de datos (Barón y Téllez,
2009; Montanero, 2011).
En base a estas exigencias se establecieron las variables. La
aplicación del método no se restringe sólo a estas variables, puede
aplicarse a otras que cumplan las condiciones necesarias.

67
Tabla 1. Descripción de variables
Variable Categoría Descripción
Bajo El IDV es determinado tanto para Productores como
Índice de Acompañantes. El indicador está basado en principios
Desarrollo Medio
Dendrocronológicos (DC) y categorizado según la distribución
Vegetal (IDV) Alto normal del indicador DC.
Hay La variable es aplicada sólo en acompañantes. Indica si hay
Presencia No hay acompañantes o no.
1–2 La variable es aplicada sólo en acompañantes. Indica si no
Abundancia >3 hay acompañantes, si hay entre 1 y 2 acompañantes, o más
de 3.
A: 0,01 - 0,50 m Aplicado sólo a acompañantes, indica a qué distancia están
Distancia B: 0,51 - 1,00 m los acompañantes. Especialmente el acompañante más
C: 1,01 - 1,50 m cercano. Según los rangos de distancia establecidos.
Según la especie
Especie acompañante Las categorías son cada especie acompañante.
Nativa
Origen Exótica
Decidua
Deciduo Semidecidua
Siempreverde
Leguminosa Otras variables que agrupen diferentes características de los
Leguminoso No leguminosa árboles acompañantes en diferentes categorías.
Productor o Frutal
Forestal Forestal
Macrófilo o Macrófilo
Micrófilo Micrófilo
Fuente: Elaboración propia.

El IDV está basado en indicadores dendrocronológicos


(Navarro, 2018). La Dendrocronología es una ciencia que analiza los
anillos formados anualmente en troncos de árboles leñosos durante el
desarrollo vegetal. Dichos anillos reflejan el desarrollo vegetal de una
planta leñosa dicotiledónea y son directamente afectados por algunas
características del medio, como se explicará a continuación (UACh,
2003).
El crecimiento de los árboles leñosos en general está dado por
la actividad de dos tejidos, los merismas primarios y secundarios.
Los primarios están encargados de la altura y los secundarios del
grosor. Al merisma secundario se le denomina cámbium, y forma
una capa fina que de células que envuelve al tronco, ramas y raíces.
Este produce capas sucesivas de xilema por la parte interna y floema
por la parte externa (Gutiérrez, 2008) (UACh, 2003). El xilema, que
significa madera, es un tejido leñoso proporciona soporte mecánico
y conduce sales de forma ascendente. El floema es un tejido vascular

68
que conduce, de forma ascendente y descendente, azúcares y otros
nutrientes sintetizados desde los órganos que los producen hacia
otros que los consumen y almacenan (González, s.f.).
La actividad del cámbium es muy sensible a los factores
ambientales y la variabilidad en ellos, por lo que las condiciones y
cambios en el medio quedarán reflejados y evidenciados en el tronco
y su grosor. Por ejemplo, al principio del verano la producción de estas
células es rápida, abundante y vigorosa, sin embargo, al disminuir las
lluvias y bajar la temperatura, la velocidad de formación disminuye.
Esta diferencia en el ritmo de crecimiento de células forma anillos
cada año, reflejando su edad y algunas condiciones ambientales que
afectan estrechamente el desarrollo del árbol (Gutiérrez, 2008).
Para calcular el IDV, se tomó una muestra de una rama de cada
árbol. La muestra era un corte transversal de alrededor de 1 cm de
diámetro y fue catalogada según el árbol obtenido para ser enviada
a laboratorio. En laboratorio se pulió con lija la parte a observar
para hacer notorios los anillos. Con ayuda de una lupa o estéreo-
microscopio se contaron los anillos (UACh, 2003). De cada muestra
se midió el diámetro. El diámetro se dividió entre dos para sacar un
estimado del radio de la rama.
Se dividió el radio de la rama entre los anillos de la misma, de
manera que se reflejó, aproximadamente, el crecimiento de radio de
rama por año. La relación (radio / # anillos) definió el desarrollo de
cada individuo muestreado. Sin embargo, este IDV es una variable
cuantitativa, por esto se tuvieron agrupar los datos en rangos o
categorías con el fin de obtener una variable cualitativa; ya que las
pruebas estadísticas que se aplicaron exigen este tipo de variable.
Como la edad y las características de suelo, manejo, clima y suelo
varían entre parcelas, la categorización se realizó comparando el
desarrollo de los árboles dentro de una misma parcela agroforestal.
Figura 1. Obtención del IDV

IDV= R
–––
#A

Fuente: Elaboración propia


69
La categorización se basó en el Teorema del Límite Central.
Que indica que, si una muestra es lo suficientemente grande (más de
30 individuos), los datos tienden a un promedio central, adoptando
una distribución Normal. La distribución Normal puede aplicarse
también si se conoce la desviación típica (σ) de la población. Caso
contrario debe aplicarse la distribución t-Student. Para comparar, se
categorizaron los datos según las distribuciones Normal y t-Student.
Los resultados tuvieron más del 95% de similitud, por lo tanto, el
procedimiento no se vio afectado. Este principio se aplicó a los
datos de IDV de los árboles en cada parcela (Barón y Téllez, 2009;
Montanero, 2011).
Calculando el intervalo de confianza con el 90% de probabilidad
que la media se encuentre dentro un rango de datos, se establecieron
las categorías. Los datos encontrados en el intervalo de confianza
se categorizaron como desarrollo Medio. Los datos por encima del
intervalo se categorizaron como desarrollo Alto y los datos por
debajo se categorizaron como desarrollo Bajo.
Figura 2. Distribución Normal de datos y categorización del IDV

Medio
Alto
Bajo
5% µ - z �σ� µ µ + z �σ� 5%
�N �N
Fuente: Elaboración propia en base a gráfico de vitutor.net

Debido a las condiciones que plantea el Teorema Central del


Límite, fue necesario que en cada parcela se tome una muestra de
31 o más individuos (manzanos). Donde la población era menor, se
tomó el 100% de la población de manzanos y se calculó el σ del IDV.
El muestreo fue al azar. Los datos fueron registrados en tablas para
el análisis estadístico. Toda la estadística fue realizada en el programa
SPSS.

70
Para analizar la dependencia entre dos variables se realizó la
prueba de independencia de Chi-cuadrado de Pearson (X2 de Pearson).
Esta prueba determina si hay asociación entre dos variables de dos
o mas categorías cada una, a través de la correlación en una tabla de
contingencias. Entonces, se contrapone la variable del desarrollo del
árbol productor, con una de las variables de los acompañantes.
En la tabla de contingencias, si menos del 20% de los datos
esperaron un recuento menor a 5, se debe discriminar datos o
aumentar el tamaño de la muestra; de manera que no haya casillas que
esperen un recuento menor a 5, para que la prueba de X2 sea válida
(Díaz, 2012). Discriminar datos implica no poder analizar la relación
con una de las categorías, pero la prueba sigue siendo válida con
las categorías disponibles. Una vez calculado el X2 de Pearson, si el
valor de significancia era menor al 5% (0,05), había una dependencia,
consecuentemente, una relación.
En base a la significancia de la prueba X2 de Pearson se calculó
el Coeficiente V de Cramer (Ec. 1), para establecer el grado de
asociación entre variables.
Ec 1. V=���� X2
n(k–1)

Donde V es el Coeficiente de Cramer, X2 la significancia en la


prueba X2 de Pearson, n el tamaño de la muestra y k el menor número
de filas o columnas en la tabla de contingencias.
El coeficiente V oscila entre 0 y 1, lo que facilita la interpretación
del grado de asociación. Un valor menor a 0,3 indica una asociación
baja, entre 0,3 y 0,5 es una asociación media y por encima de 0,5
hay una asociación alta (Trueba et al., 2017; Molina y Rodrigo, 2010;
UGR, 2005; Molinero, 2004).
Una vez identificadas las variables que tengan dependencia y
calculado el grado de asociación, se procedió a un Análisis Factorial
de Correspondencia Simple (AFCS). El resultado es un gráfico que
refleja la relación entre categorías de variables, según la cercanía de
puntos en el área delimitada.
En el gráfico, cada color representa una variable, cada punto una
categoría. Si el punto de un color está junto al punto de otro color, hay
relación entre dichas categorías. Este análisis requiere por lo menos

71
tres categorías de cada variable. En caso que alguna variable tenga
menos de tres categorías, se aplicó el Gráfico de Barras Agrupadas
(Molina y Rodrigo, 2010; Montanero, 2011).
De esta manera se logró determinar si existe una relación, el grado
y tipo de asociación entre árboles. Siguiendo el mismo procedimiento
comparando el IDV de los acompañantes con sus características,
también se logró determinar qué especies fueron las mejor adaptadas.
3. Resultados y discusión
La Figura 3 es un gráfico de barras con la frecuencia de especies
acompañantes en todas las parcelas. Las especies aquí representadas
son los acompañantes de los 203 manzanos que representaron la
muestra.
Figura 3. Recuento de Acompañantes

60

40

20

0
No hay

Cedrón
No identificado
Acacia 1
Acacia 2
Aliso

Chacatea
Durazno
Damasco
Gandul
Jacarandá
Ligustro
Manzano
Membrillo
Molle
Nispero
Olmo
Oreja de Mono
Pacay
Pino
Retama
Romero
Sauce
Tumbo
Tecoma
Tagasaste
Thola
Tipa
Tuna
Uva

Fuente: Elaboración propia

72
Tabla 2. Características de Muestra
Frutal- Macrófilo-
Especie Recuento Origen Deciduo Leguminoso Forestal Micrófilo
Manzano 203 Población de muestra. Se estudió la relación entre estos 203
(Muestra) manzanos y sus respectivos árboles acompañantes.
Durazno 6 Exótico Deciduo No Leguminoso Frutal Macrófilo
Manzano (Acomp.) 12 Exótico Deciduo No Leguminoso Frutal Macrófilo
Uva 3 Exótico Deciduo No Leguminoso Frutal Macrófilo
Damasco 2 Exótico Deciduo No Leguminoso Frutal Macrófilo
Membrillo 1 Exótico Deciduo No Leguminoso Frutal Macrófilo
Jacarandá 9 Nativo Deciduo Leguminoso Forestal Micrófilo
Tumbo 1 Nativo Deciduo No Leguminoso Frutal Macrófilo
Tagasaste 25 Exótico Semi-deciduo Leguminoso Forestal Micrófilo
Gandul 3 Exótico Semi-deciduo Leguminoso Frutal Macrófilo
Cedrón 7 Exótico Semi-deciduo No Leguminoso Forestal Macrófilo
Olmo 10 Exótico Semi-deciduo No Leguminoso Forestal Macrófilo
Tipa 4 Nativo Semi-deciduo Leguminoso Forestal Macrófilo
Tecoma 25 Nativo Semi-deciduo Leguminoso Forestal Macrófilo
Pacay 2 Nativo Semi-deciduo Leguminoso Frutal Macrófilo
OrejaMono 5 Exótico Semi-deciduo Leguminoso Forestal Macrófilo
Acacia (2) 4 Exótico Siempreverde Leguminoso Forestal Micrófilo
Acacia (1) 28 Exótico Siempreverde Leguminoso Forestal Micrófilo
Pino 6 Exótico Siempreverde No Leguminoso Forestal -
Ligustro 12 Exótico Siempreverde No Leguminoso Forestal Macrófilo
Sauce 1 Exótico Siempreverde No Leguminoso Forestal Macrófilo
Níspero 1 Exótico Siempreverde No Leguminoso Frutal Macrófilo
Romero 1 Exótico Siempreverde No Leguminoso Forestal Micrófilo
Retama 15 Exótico Siempreverde No Leguminoso Forestal Micrófilo
Tuna 1 Exótico Siempreverde No Leguminoso Frutal -
Chacatea 70 Nativo Siempreverde No Leguminoso Forestal Macrófilo
Molle 16 Nativo Siempreverde No Leguminoso Forestal Micrófilo
Thola 4 Nativo Siempreverde No Leguminoso Forestal Micrófilo
Aliso 35 Nativo Siempreverde No Leguminoso Forestal Macrófilo
No identificado 13 - - - - -
No hay 51 - - - - -
Fuente: Elaboración propia de acuerdo a datos de De la Barra, 2018.

La Tabla 2 describe las características de la muestra. Como ya


se mencionó, los datos se tomaron en base a 203 manzanos y sus
respectivos acompañantes. De estos 203 manzanos, 51 no tenían
acompañantes y 13 acompañantes no pudieron ser identificados.
Todos los acompañantes suman un total de 322 y son clasificados
según sus características en base a las variables mencionadas en la
Tabla 1.

73
Tabla 3. Pruebas de Independencia
N° de Recuento <5
Relación casos Sig. X2 V
válidos % Casillas
IDVP - Especie 170 0 0 0,705 No hay relación
IDVP - IDVA 317 11,1 1 0,591 No hay relación
IDVP - Presencia 203 0 0 0,733 No hay relación
IDVP - Abundancia 152 16,7 1 0,881 No hay relación
IDVP - Distancia 150 0 0 0,096 No hay relación
IDVP - Origen 309 0 0 0,073 No hay relación
IDVP - Leguminoso 309 0 0 0,279 No hay relación
IDVP - Forestal 309 16,7 1 0,016 0,164
IDVP - Macrófilo 302 0 0 0,621 No hay relación
IDVP - Deciduo 309 11,1 1 0,012 0,144
Fuente: Elaboración propia
La Tabla 3 muestra los resultados de las pruebas de independencia
(X2) entre el Índice de Desarrollo Vegetal del Productor (IDVP) y
las características de los acompañantes. Así mismo, se muestra el
Coeficiente de Cramer (V). Por medio de estas pruebas se determina
si hay alguna relación y el grado de asociación.
Según los resultados en las pruebas de independencia, el
desarrollo de la especie productora es influenciado de alguna manera
por los acompañantes frutales o forestales, y por los acompañantes
deciduos, semideciduos y siempreverdes. La prueba V señala que el
grado de asociación es bajo en ambos casos.
Para evaluar la influencia de las especies sobre el desarrollo de
los productores se tuvo que discriminar datos, por ello es que el
número de casos válidos es 170. Como se ve en la Figura 3 y en la
Tabla 2, hay muchas especies con baja frecuencia, esto genera varias
casillas y una gran cantidad de datos que esperan un recuento menor
a 5, invalidando la prueba de X2 de Pearson. Por eso sólo se evaluó
la influencia de las especies más numerosas, que tenían los datos
suficientes para formar la tabla de contingencias. Las especies son:
Acacia 1 (especie de acacia no identificada), Aliso, Chacatea, Tecoma
y Tagasaste.
También se quitó la categoría Medio del IDVP por la misma
razón, midiendo la dependencia entre las cinco especies y el desarrollo
alto o bajo. No existe relación entre la especie acompañante y el
desarrollo del manzano productor.

74
La relación el Índice de Desarrollo Vegetal del productor (IDVP)
y del acompañante (IDVA), es la relación con mayor número de
casos válidos. De los 322 acompañantes, no se tomaron en cuenta 5
individuos de los que no se tenían datos. El resto de acompañantes
fue contado y no se encontró relación entre el desarrollo del árbol
productor y el acompañante.
Los resultados muestran que, en realidad, el simple hecho que
haya acompañante o no, no es determinante para el manzano. No
existe una facilitación o competencia marcada entre árboles. Por esto
en los siguientes análisis se excluyó a los manzanos sin acompañante.
No obstante, se observó que podría haber cierta desventaja de los
árboles sin acompañante respecto a aquellos con acompañante
deciduo o semideciduo.
Para la influencia de la abundancia de acompañantes sobre
cada productor, se estudiaron los 152 frutales con acompañante. El
tener de 1 a 2, o mas de 3 acompañantes no afecta al desarrollo del
manzano, ni de manera positiva ni de manera negativa. En el caso de
la distancia, se quitaron los acompañantes a menos de 50 cm, ya que
eran sólo dos individuos; lo cual generaba datos insuficientes para la
prueba de X2 de Pearson.
En los casos de origen, si es leguminoso, forestal, macrófilo o
deciduo, se contabilizaron todos los acompañantes identificados. En
el caso de los macrófilos o micrófilos, no se tomaron los seis pinos y
la tuna, por no tener hojas propiamente dichas. Ni el origen, ni el ser
leguminoso, macrófilo o micrófilo representa una influencia sobre los
manzanos. No facilitan ni son competencia, son neutrales.
Con los datos obtenidos, además se puede analizar la adaptación
de los árboles acompañantes según sus características. Para ello
se establecen la dependencia entre el IDVA (Índice de Desarrollo
Vegetal del Acompañante) y las características del acompañante.
La Tabla 4 justamente refleja esta relación entre las características
del árbol y su adaptación según su desarrollo. Se puede ver que la
especie, el ser leguminoso, forestal, macrófilo, o deciduo afecta
estrechamente a la adaptación.
La única característica independiente a la adaptación es el origen.
Aunque algunas observaciones parecen indicar que los nativos
se mantienen en un desarrollo medio y los exóticos tienden a un
desarrollo extremo, es decir un desarrollo marcadamente alto o bajo.

75
De ser así, podría haber algunas implicaciones ecológicas que
deberían ser evaluadas con datos de las especies para ser aplicadas.
Y se aclara esto, pues las especies exóticas de alto desarrollo podrían
aportar con bastantes beneficios, pero también podrían ser potenciales
invasores en un ecosistema. De cualquier manera, el origen no
afectaría al desarrollo de los frutales.
Tabla 4. Adaptación de acompañantes
N° de casos Recuento <5
Relación sig. X2 V C
válidos % Casillas
IDVA - Especie 181 13,3 2 0 0,284 0,373
IDVA - Origen 304 0 0 0,158 No hay relación  
IDVA - Leguminoso 304 0 0 0 0,338 0,32
IDVA - Forestal 304 16,7 1 0,002 0,201 0,197
IDVA - Macrófilo 297 0 0 0 0,233 0,227
IDVA - Deciduo 304 0 0 0,024 0,136 0,189
Fuente: Elaboración propia
Entre las variables mas significativas, la leguminosa es la mas
importante. Registra un V de 0,338, lo que significa que hay un
grado de asociación medio entre esta característica y el IDVA. Siendo
este grado de asociación el mas alto y el único que alcance el nivel
medio. Le secunda especie, que podría estar fuertemente ligado con
la característica leguminosa.
Figura 4. Relación IDVP – Frutal o Forestal
150

100
Recuento

Índice de desarrollo
vegetal del
productor
50

Bajo
Medio
Alto
0
Frutal Forestal

Fuente: Elaboración propia

76
Figura 5. Relación IDVP - Deciduo
Puntos de fila y columna
Simétricos Normalización
0,5

Bajo
Siempre
Deciduo
Bajo Deciduo, Semideciduo,
0,0
Siempreverde
Índice de Desarrollo
Semideciduo Vegetal del Productor

-0,5 Medio

-1

-1,5
-1,5 -1 -0,5 0,0 0,5
Dimensión 1

Fuente: Elaboración propia


Figura 6. Relación IDVA – Leguminoso
Puntos de fila y columna
Simétricos Normalización
1
Leguminoso Alto

No hay No hay
0 Índice de Desarrollo
Vegetal del
No Leguminoso Acompañante
Medio Bajo
Leguminosa o No
Leguminosa
-1

-2

-3
3 -2 1 0 1
Dimensión 1
Fuente: Elaboración propia

77
Figura 7. Relación IDVA – Frutal o Forestal
Puntos de fila y columna
Simétricos Normalización
1,0

0,5
Medio
Alto
No hay Frutal o Forestal
0,0 Forestal
No hay
Índice de Desarrollo
-0,5 Bajo Vegetal del
Acompañante

-1,0

Frutal
-1,5

-2,0

-2,5
-2,5 -2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0
Dimensión 1

Fuente: Elaboración propia


Figura 8. Relación IDVA – Macrófilo o Micrófilo
Puntos de fila y columna
Simétricos Normalización Índice de Desarrollo
1
Micrófilo Vegetal del
Acompañante
Alto
No hay Micrófila o Macrófila
No hay Medio
0
Macrófilo
Bajo

-1

-2

-3
-3 -2 -1 0 1
Dimensión 1

Fuente: Elaboración propia

78
Figura 9. Relación IDVA – Deciduo
Puntos de fila y columna
Simétricos Normalización
1 Deciduo, Semideciduo,
Semideciduo Siempreverde
Alto
Índice de Desarrollo
No hay No hay Vegetal del
0 Siempreverde Acompañante
Medio
Bajo

Deciduo
-1
Dimensión 2

-2

-3
-3 -2 -1 0 1
Dimensión 1

Fuente: Elaboración propia


Figura 10. Relación IDVA – Especie
Puntos de fila y columna
Simétricos Normalización
Especie acompañante
1,0 Índice de Desarrollo
Vegetal del
Acompañante
Aliso
0,5
Bajo

Tecoma
Dimensión 2

Chacatea Alto
0,0

Tagasaste
Acacia
Medio
-0,5

-1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0


Dimensión 1
Fuente: Elaboración propia

79
La Figura 4, es un gráfico de barras agrupadas que refleja la
relación de facilitación entre forestales y productores, mientras los
acompañantes frutales tienen una relación de competencia con los
productores muestra. Estudios demuestran que a mayor lejanía
filogenética mayor grado de facilitación y mayor probabilidad
de formar redes de interacción. Afirmación que se encuentra en
concordancia con estos resultados (Verdú y Valiente-Banuet, 2011;
Verdú, et al., 2010).
La Figura 5 es un gráfico de AFCS donde se observa que las
especies acompañantes siempreverdes suelen tener una relación de
facilitación con los árboles productores ya que están asociados a los
productores de desarrollo alto. Esto puede deberse a la constante
producción y aporte de materia orgánica de las siempreverdes.
Estas características deben ser aprovechadas para mejorar los
sistemas agroforestales. Las relaciones de facilitación y competencia
fueron aplicadas con éxito en proyectos de reforestación y
tranquilamente podría aplicarse en parcelas productivas. No obstante,
es necesario tomar en cuenta que todas estas relaciones, de facilitación,
competencia o relación neutra pueden variar con el tiempo, según el
desarrollo de los árboles (Verdú y Valiente-Banuet, 2011; Verdú, et al.,
2010; Gómez-Aparicio, et al., 2004).
Las Figuras 6, 7, 8, y 9 muestran que los acompañantes
leguminosos, los micrófilos y los semideciduos tienen un desarrollo
alto. Los forestales tienen un desarrollo medio-alto, los no
leguminosos un desarrollo medio-bajo y los macrófilos y deciduos
tienen un desarrollo bajo. La Figura 10 indica que la especie mejor
adaptada es el Tecoma. Tiene todas las características de adaptación,
excepto que es macrófilo. Es un leguminoso, forestal, semideciduo.
En las Figuras 6, 7, 8, y 9, la categoría No hay de árboles
productores sin acompañantes fue añadida para que cada variable
tenga tres categorías y pueda observarse el AFCS. Esto no cambia los
resultados de X2, ni la asociación entre categorías de variables. Como
se espera, la categoría No hay del IDVA se asocia a la categoría No hay de
la característica, ya que representan lo mismo prácticamente. Además,
la relación se mantiene aislada del resto de puntos, demostrando la
poca influencia de esta categoría sobre las demás.
Debe tomarse en cuenta que todo el estudio está basado en
establecer relaciones entre alguna característica y el IDV. Existen
80
otros métodos para el estudio del crecimiento y desarrollo vegetal,
cómo el índice de área foliar. No obstante, el tiempo y recursos
necesarios rebasaban la capacidad del estudio para aplicarlos (Courtis,
2014; Barrera et al., 2010; intagri, s.f.).
Entre los métodos propuestos se contempló el medir la
producción como índice de desarrollo. Sin embargo, esto limitaría
el índice a solo los árboles productores y condiciona el estudio a la
temporada de cosecha. Esto hace que la medición sea susceptible a
situaciones naturales como granizada, helada o plagas.
De cualquier manera, se sugiere encontrar el método más exacto
posible para medir el IDV. El IDV no necesariamente tiene que ser
cualitativo, puede ser cuantitativo, pero en tal caso se deben seguir
otros procedimientos estadísticos para analizar la relación entre
variables cualitativas y cuantitativas (Montanero, 2011; Molina y
Rodrigo, 2010; Barón y Téllez, 2009; Molinero, 2004).
4. Conclusiones
Se planteó una metodología para estudiar las relaciones entre
árboles. Siguiendo esta metodología se observó que existe una
relación entre los frutales y los árboles acompañantes productores,
forestales y siempreverdes.
Entre los manzanos estudiados y los acompañantes tanto
forestales como productores, existe un grado de asociación bajo, con
un V de 0,164. La relación con los forestales es de facilitación y la
relación entre productores es de competencia.
El grado de asociación entre árboles productores y acompañantes
siempreverdes es igualmente bajo con un V de 0,144. La relación
entre productores y siempreverdes es de facilitación.
El resto de variables no tienen un efecto determinante en el
desarrollo de los manzanos productores en la zona. Ni de facilitación,
ni de competencia.
Los árboles que mejor se adaptaron son leguminosos, micrófilos,
semideciduos y hasta cierto punto, forestales. La característica más
influyente para una adaptación alta en la zona es ser Leguminoso.
La especie que mejor se adaptó, según el IDVA, es el Tecoma,
que cumple con casi todas estas características, excepto que es

81
macrófila. Es secundado por el Tecoma y Acacia 1. La especie con
menor desarrollo es la Chacatea, aunque es la más abundante. Los
árboles que menos se lograron adaptar son deciduos, macrófilos; y
con desarrollo medio-bajo, los no leguminosos.
Con esta información, y datos de posteriores estudios con
esta metodología, se escogerá mejor las especies para una parcela
agroforestal en bioma estacionalmente seco. Por un lado, se puede
elegir las especies que ayuden a los árboles frutales a desarrollar y
producir mejor, y por otro, escoger especies acompañantes que mejor
se adapten a la región.
Agradecimientos
El presente trabajo fue realizado en el marco del Proyecto de
Investigación Aplicada en Adaptación al Cambio Climático, PIA.
ACC-UMSS, liderado en la UCB por M.Sc. Mauricio Azero a quien se
agradece por la confianza depositada y por el apoyo en la revisión del
documento y durante el desarrollo de toda la investigación.
Así mismo, se agradece al Dr. Gonzalo Navarro quien dio la base
para la medición del IDV, al M.Sc. Edgar Montenegro por su guía
en la aplicación estadística, al Ing. Germán Vargas por su apoyo en
el trabajo de campo y a la M.Sc. Nelly de la Barra por su ayuda en la
clasificación de muestras.
Se agradece también a Nicole Andrea Drew por su apoyo en
la revisión del documento, así como en la toma y registro datos a lo
largo de toda la investigación, a Diego Vigabriel, Andrea Arce, Cindy
Herbas, Melisa Gutiérrez y Mayra Terán por su ayuda en la toma de
datos y a la Lic. Elisa Goytia y Ana Rebeca Saavedra por su ayuda en
el registro y medición de muestras.
Se agradece a cada uno los dueños de las parcelas en las que se
trabajó, que abrieron sus puertas para que se pueda realizar el estudio.
Sin todas estas personas, la investigación no hubiera sido posible,
gracias.
Nota de información: No se incluyen las tablas en base a las
cuales se hizo toda la estadística debido a su tamaño y el espacio que
ocupan. Pero si requiere dichas tablas, póngase en contacto a través
del correo al inicio del artículo.

82
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En: https://allyouneedisbiology.wordpress.com/2015/05/25/
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85
86
Efectos de un incendio forestal en el
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consorcios agroforestales y descripción de
la sucesión ecológica inicial en Combuyo,
Cochabamba
Effects of forest fire on the behavior of vegetal species
of agroforestal consortia and the description of initial
ecological sucession in Combuyo, Cochabamba
Nicole Andrea Drew Roca
Nelly De la Barra Ricaldes1
Grupo de Investigación en Agroecología y Gestión Sostenible de Suelos,
1

Ingeniería Ambiental, Universidad Católica Boliviana San Pablo.


nicole.andreadr@gmail.com

Resumen: Mollesnejta es un predio experimental de agroforestería


andina ubicado en Combuyo, Vinto, en el Valle de Cochabamba
(2.700 msnm). En agosto de 2017 sufrió un incendio forestal, el
cual afectó aproximadamente al 90% del lugar. En octubre, se inició
un estudio de los efectos del incendio sobre el comportamiento
de las especies vegetales de los consorcios agroforestales, tomando
en cuenta el rebrote de individuos de la parcela por observación
directa y analizando sus características fisiológicas con revisión
bibliográfica. Posteriormente, se describió la regeneración natural
dividiendo cuadrantes de trabajo en la parcela y utilizando índices
de diversidad, densidad, similitud y frecuencia. Opuntia ficus-indica,
Tipuana tipu y Jacaranda mimosifolia son las especies que menos se
vieron afectadas por el incendio, gracias a sus características
particulares, seguidas por Spartium junceum y Schinus molle. En el caso
de Olea europaea, Dodonaea viscosa y Psidium guajava, rebrotaron menos
del 50% de individuos por especie. La regeneración natural mostró,
en cuanto a índices de diversidad, que las familias predominantes
eran Asteraceae, Poaceae y Fabaceae. Los otros índices mostraron
la disimilitud entre cuadrantes, lo cual es algo normal ya que el
fuego no se comporta de manera homogénea porque depende de
una serie de factores climáticos, topográficos y condiciones del
material combustible.

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Palabras clave: Agroforestería, incendio forestal, características
fisiológicas, sucesión ecológica, composición florística,
Cochabamba, Bolivia.
Abstract: Mollesnejta is an Andean agroforestry experimental farm
located in the Cochabamba Valley. In August 2017 the farm suffered
a forest fire, which affected approximately 90% of the place. In
October 2017, we started a study about the effects of fire on the
behavior of plant species of agroforestry consortia, considering
the regrowth of individuals from the plot by direct observation
and analyzing their physiological characteristics with bibliographic
review. On second instance, we described the natural regeneration
by dividing the plot in work quadrants and using indices of diversity,
density, similarity and frequency. Opuntia ficus-indica, Tipuana tipu and
Jacaranda mimosifolia were the species that were least affected because
of their particular characteristics, followed by Spartium junceum
and Schinus molle. In the case of Olea europaea, Dodonaea viscosa and
Psidium guajava, less than 50% of individuals per species rebounded.
Natural regeneration showed in terms of diversity indices, that the
predominant families Asteraceae, Poaceae and Fabaceae. The other
indices show the dissimilarity between quadrants, which is normal
since the fire does not behave in a homogeneous way because it
depends on a series of climatic, topographical and combustible
material conditions.
Key Words: Agroforestry, forest fire, physiological characteristics,
ecological succession, floristic composition, Cochabamba, Bolivia.
1. Introducción
Mollesnejta es un predio experimental de agroforestería andina
que se encuentra ubicado en el Valle de Cochabamba. Cuenta con
una superficie de 16 hectáreas y presenta un clima semiárido (Red
ECO-SAF, 2016). En el pasado, antes de 1999, el suelo de Mollesnejta
había sido muy pedregoso y sumamente degradado y erosionado,
mostrando cárcavas y deslizamientos debido a la sobrecarga de
animales de pastoreo (Yapu, 2014). Cuando se empezaron a realizar
prácticas agroforestales, el suelo se fue recuperando gracias a la
vegetación permanente que permitió incrementar la fertilidad del
mismo, al igual que su capacidad de almacenar humedad. Las prácticas
de manejo fueron tan eficientes que para el año 2014 se contaban con
486 especies identificadas, entre nativas, exóticas, frutales, melíferas,
forrajeras, medicinales, maderables y ornamentales (Yapu, 2014).

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Se puede observar así que a través de la agroforestería es posible
mejorar la calidad del suelo respecto a fertilidad y almacenamiento de
precipitaciones naturales.
Los registros de la Unidad de Gestión del Riesgo abalan que en
los valles ocasionado por diversas causas como ser quema tradicional,
chaqueo o, en el caso de Mollesnejta, quema de basura (Crespo, 2014).
El incendio ocurrió en agosto del 2017 y quemó aproximadamente el
90% del lugar.
Los incendios forestales se consideran perturbaciones en las
cuales el fuego se propaga sin control y consume el material vegetal
que está a su paso (Campo y Bernal, 2010). Con el impacto del
fuego se producen cambios evidentes en un terreno, aunque mucho
depende de la intensidad y severidad que tenga el mismo (FAO, 2005).
Los factores que influyen en la ocurrencia de incendios son el clima
(viento, temperatura y humedad), topografía (el fuego se propaga
con mayor rapidez cuesta arriba) y las condiciones del material
combustible, siendo este último el que determina la intensidad que
tendrá el fuego (Jiménez et al., 2016).
Existen 3 tipos de incendios forestales. El primero, de superficie,
en los cuales el fuego se propaga de forma horizontal sobre la superficie
del terreno. El segundo tipo es el de copa, cuando la continuidad
vertical del combustible permite que el fuego alcance la parte aérea
de los árboles, lo que daña severamente la vegetación, se consideran
peligrosos y difíciles de controlar ya que su propagación es de copa
en copa. Por último están los subterráneos, que se ven favorecidos
por acumulación y compactación de combustibles (Villers, 2006)). La
mayoría de incendios se comportan como fuego de superficie pero es
muy común que se combine con el de copa (Iglesias, 1993).
El fuego tiene efecto sobre la dinámica de las comunidades
vegetales, reduce la biomasa e influye en su composición y estructura,
por causa del color negro de la vegetación y del suelo quemado, ya
que se incrementa la cantidad de calor recibido lo que provoca a su
vez una disminución de la humedad relativa debido a una mayor
insolación (Iglesias, 1993). La respuesta de la vegetación al fuego
dependerá tanto de las características del incendio como también de
la condición fisiológica de cada especie, por ejemplo, aquellas con alto
contenido en aceites y resinas son muy inflamables, es por ello que en
un mismo incendio los efectos varían (Vélez, 2000).
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Según la respuesta de las especies vegetales al fuego, se dividen
en los siguientes grupos: las especies rebrotadoras, con capacidad
de volver a crecer después de ser quemadas gracias a estructuras
especializadas de la propia planta, y las no rebrotadoras o conocidas
igual como germinadoras, que son aquellas en las que el individuo
muere pero no las semillas (Acosta, 2015). Existen también especies
facultativas que poseen semillas adaptadas al fuego y se ven
favorecidas después de un incendio; por último hay especies que no
pueden rebrotar, ni sus semillas resisten las altas temperaturas (Bodí
et al., 2012).
Después de una perturbación, el ecosistema pasa por un proceso
de recuperación o regeneración vegetal (Caamal y Armendáriz, 2002),
el cual es un proceso lento y con ciertos niveles de complejidad,
normalmente inicia con una sucesión secundaria: fase herbazal,
matorral, arbustiva y arbórea. Las comunidades forestales pasan
por diferentes estadios sucesionales en búsqueda de encontrar
nuevamente su equilibrio (Rivera, 2008). El presente trabajo tiene
como objetivo evaluar los efectos del incendio forestal sobre los
consorcios agroforestales de Mollesnejta, mediante la cuantificación
de especies vivas y la caracterización de sus condiciones fisiológicas;
a la vez describir el comportamiento de la regeneración de especies
post-incendio, a través de índices de diversidad, densidad, similitud y
frecuencia.
2. Metodología
Mollesnejta se encuentra ubicado por encima de la comunidad
de Combuyo, municipio de Vinto, en la provincia de Quillacollo.
Presenta un clima semiárido con precipitaciones anuales entre 400 a
600 mm y una altitud que oscila entre 2700 a 2.800 m.s.n.m., cuenta
con 16 ha divididas en diferentes parcelas agroforestales (Yapu, 2014).
El procedimiento de trabajo fue dividido en 2 etapas.
2.1 Primera etapa: Efectos del fuego sobre los consorcios
agroforestales
2.1.1 Área de estudio
Se trabajó con la parcela de los olivos, la cual es la más
antigua del predio, contando con 17 años al momento de ocurrir
el incendio, y porque era parte de la investigación del proyecto

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PIA-ACC. Las condiciones específicas de la parcela fueron las
siguientes:
- Coordenadas geográficas: 17°21 22”S 66°2050”
- Altitud: 2770 m.s.n.m.
- Área: 1254,4 m2
- Pendiente: 9º, el valor de la inclinación es considerado como
alto haciendo que el terreno tenga un riesgo de erosión
significativo en caso de no tener cobertura.
2.1.2 Cuantificación de especies vivas
Se elaboró el inventario agroforestal de la parcela. Se trabajó
con la identificación de especies y toma de medidas pertinentes,
en cuanto a altura de individuos y distancia entre los mismos.
Una vez levantado estos datos la información fue procesada
utilizando el Sistema de Información Geográfica (SIG) ArcGIS.
Pasado los tres meses después del incendio se observó
si existía o no rebrote en cada individuo, lo cual permitió la
cuantificación del porcentaje de especies vivas. Posteriormente
se hizo un análisis bibliográfico para estudiar la relación existente
entre el grado de afección que habían sufrido las especies y sus
características fisiológicas.
2.2 
Segunda etapa: Sucesión ecológica inicial de
recuperación
Una vez que culminó la época de lluvia se eligieron 5 cuadrantes,
de 3 x 2 m, para ser muestreados dentro de la parcela (ver fig.1).
El siguiente paso fue inventariar y cuantificar las especies pioneras
que aparecieron en esta fase de reconstrucción, para luego medir
y estudiar las características cuantitativas en cuanto a diversidad,
densidad, similitud y frecuencia.
Figura 1. Cuadrantes muestreados

3 4

2 1

91
2.2.1 Diversidad
Es la variedad de organismos de distinta especie que existen en
una comunidad.
Cálculo de la diversidad relativa por familias:
ni x 100
div R = ��
N
Cálculo de diversidad de especies: Se determinó utilizando el
índice de Shannon (H). Índice que toma en cuenta la riqueza de las
especies y la uniformidad de la distribución del número de individuos
de cada especie:
H´ = – ∑Pi lnPi ,
ni ,
donde: Pi =----------
N
Pi = Proporción de individuos de la especie,
ni = Número de individuos de la especie,
N = Número total de individuos de todas las especies.
2.2.2 Densidad
Es el número de individuos por unidad de superficie. Se
determinó la densidad global de cada cuadrante:
n
D = ��i ,
A
donde:
D = Densidad por cuadrante,
ni = Número total de individuos,
A = Superficie muestreada.
2.2.3 Similitud
Conllevó a demostrar la similitud y disimilitud entre las áreas
muestreadas. Se utilizó el índice de Sorensen:
CCs = ��� 2c ,
s1+s2
donde:
s1 y s2 = Número de las especies de las comunidades 1 y 2,
c = Número de las especies comunes a las dos comunidades.

92
2.2.4 Frecuencia
Es la regularidad de distribución de una especie dentro de un
área muestreada:
j
fi = ��
i ,
k
donde:
fi = frecuencia de la especie i,
ji = Número de parcelas donde aparece la especie i,
k = Número total de parcelas.
3. Resultados y discusión
3.1 Efectos del fuego sobre los consorcios agroforestales
El inventario inicial luego del fuego, dio un total de 598 individuos,
de los cuales 35 no lograron ser identificados por las condiciones
tan desfavorables en las que se encontraban debido a los efectos del
incendio. Fueron igual cuantificadas 30 acacias. Cabe destacar que la
mayoría habían sido cosechadas, con el fin de aprovechamiento de
su madera y es por eso que no se toma en cuenta a la especie para el
presente estudio.
Los resultados del inventario agroforestal de la parcela de los
olivos se muestran en la figura 2, representados en porcentajes.
Figura 2. Inventario de especies agroforestales

Los resultados del inventario mostraron la predominancia


de Jacaranda mimosifolia, Spartium junceum, Dodonaea viscosa y Opuntia
ficus-indica. Una vez concluido el inventario, después de 3 meses del
incendio, se prosiguió con la cuantificación por especie de individuos
vivos, mediante presencia/ausencia de rebrote.

93
En la tabla 1 puede observarse la cantidad de individuos que
rebrotaron en función a cada especie y en la figura 3 se muestra la
representación en porcentaje.
Tabla 1. Rebrote de individuos por especie
Especie Rebrote
Presencia Ausencia
Jacaranda mimosifolia 156 6
Schinus molle 2 1
Tipuana tipu 2 0
Spartium junceum 90 40
Dodonaea viscosa 36 83
Psidium guajava 3 10
Olea europaea 5 6
Opuntia ficus-indica 93 0
Total 387 146
Total % 73 27
Figura 3. Porcentaje de rebrote

Opuntia ficus-indica es la única especie a la cual el fuego no


dañó directamente su parte aérea, esto se debe a sus características
fisiológicas. Esta especie presenta segmentos frescos que contienen
alrededor de un 90 % de agua. Tiene pencas con tejidos carnosos
y muy resistentes, los cuales actuaron como barreras corta fuego
(Guzmán y Chávez citado en Pérez et al., 2015). Las destacadas
características de la especie cactácea, no fueron suficiente a la larga,
porque se vio afectada por el ataque de hongos después de los dos

94
meses del incendio; en general el fuego produce un debilitamiento
que mayormente se manifiesta volviendo lento el crecimiento de
las especies y también provoca que quedan expuestas al ataque de
hongos e insectos (Pedrazas citado en Rivera 2008).
En Jacaranda mimosifolia y Tipuana Tipu el impacto del fuego fue
mínimo, presentaron muy altos porcentajes de rebrote. Si bien la
parte aérea fue quemada las cepas se mantuvieron vivas y pudieron
rebrotar con rapidez, gracias a su sistema radicular profuso, lo cual les
permitió penetrar profundamente en el subsuelo, y también gracias
a su tronco grueso, el cual protegió sus órganos y tejidos vitales
volviéndolos así más resistentes ante el incendio. El rebrote es uno
de los mejores mecanismos de piroresistencia. Para ello se desarrollan
cortezas gruesas y poco inflamables, que actúan como aislantes
térmicos que protegen a la planta para que después del incendio sea
capaz de rebrotar (Granados y López, 1998).
Dodonaea viscosa fue una especie que se vio muy afectada por el
incendio debido a ser un arbusto bastante resinoso (CONABIO, s/f).
Generalmente son más vulnerables ante el fuego aquellas especies ricas
en resinas y aceites, que se van descomponiendo despacio y forman
una buena fuente de combustible para los incendios superficiales; otra
característica que convierte a Dodonaea viscosa vulnerable es su altura
escasa, porque esto provocó que el follaje sea cercano a la tierra y el
fuego se haya podido extender a la corona (Granados y López, 1998).
Dentro de las mismas especies hay variedad en las que rebrotan y
las que no lo hacen; es algo normal ya que la intensidad del fuego no
es igual en todos los lugares del predio (Úbeda et al., s/f) y también
por el tamaño de los individuos, cuanto más grande sea, tendrá mayor
resistencia ante el fuego por sus raíces profusas y su tallo maduro.
Se puede considerar al fuego como uno de los principales factores
de destrucción de comunidades, pero a la vez, puede considerarse
como un factor de renovación de las mismas, por el hecho de conducir
a una sucesión ecológica.

95
3.2 Descripción de la sucesión ecológica inicial de
recuperación
El incendió provocó degradación en el ecosistema de Mollesnejta;
pero después del tiempo de lluvia empezó un proceso de recuperación
o regeneración vegetal. Este proceso es lento y complejo, inicia con
una sucesión secundaria, que comprende cuatro fases: herbazal,
matorral, arbustiva y arbórea (Caamal y Armendáriz, 2002).
Figura 4. Sucesión ecológica

Se determinaron los índices de diversidad, densidad, similitud y


frecuencia, para los 5 cuadrantes de trabajo para describir de esta forma
la sucesión inicial de recuperación. Una vez obtenidos los valores por
cuadrante, los resultados fueron comparados e interpretados.
3.2.1 Diversidad relativa de familias
Aplicando el índice de diversidad relativa de familias se pudo
comparar la variedad de familias existentes entre los diferentes
cuadrantes de la parcela y se encontraron las más representativas.
Figura 5. Comparación de diversidad de familias entre cuadrantes

96
Los resultados muestran que Asteráceas y Fabáceas destacan en
diversidad en el cuarto cuadrante, mientras que Poáceas lo hacen de
manera abrupta en el primer cuadrante. Además de ser representativas
en diversidad también lo son en presencia, porque se encontraron en
los 5 cuadrantes.
Figura 6. Comparación de diversidad de familias para el área total

En la comparación de diversidad de familias para el área total se


detectó la presencia de 87 especies pertenecientes a 15 familias. Se
expresan de manera explícita 8 de ellas ya que el resto tenía valores
demasiado bajos y por eso fueron agrupados como otros (14%). La
familia más representativa en diversidad fue Asteraceae, seguida de
Poaceae y Fabaceae.
3.2.2 Comparación de diversidad de especies según el
índice de Shannon
La variedad de especies existentes por cuadrante se determinó
mediante el índice de Shannon. El índice contempló la cantidad
de especies presentes en el área de estudio y la uniformidad de
distribución de los individuos de cada especie.
Figura 7. Comparación de diversidad de especies entre cuadrantes

97
El cuadrante con mayor diversidad fue el 2 con un valor de 2,21 y
el que tuvo menor diversidad fue el cuadrante 5 con un valor de 1,36.
El índice de Shannon tiene como valores de referencia a 1 para
baja diversidad y a 5 para alta diversidad. Caviedes (1999), citado
en López et al. (2012), afirma que, valores entre 3 y 5 describen
comunidades con alta heterogeneidad en sus especies; mientras que
los valores que se encuentran entre 2 y 3 están en un rango normal.
Dicho esto los cuadrantes 1 y 2 tienen un rango normal de diversidad
y en cuanto a los cuadrantes 3, 4 y 5 presentan una diversidad baja.
En ningún cuadrante existe una diversidad alta, lo cual es
completamente normal ya que se trata de un sistema perturbado por
un incendio y que recién está en la fase de reconstrucción, por lo tanto
sus condiciones ambientales aún son precarias, pero a medida que
pasen las diferentes etapas de sucesión y logre obtener condiciones
óptimas el índice irá aumentando (CONICET, s/f).
3.2.3 Densidad global
La densidad global reflejó el número de individuos por unidad de
superficie. El área de trabajo fue de 6m2 por cuadrante y los resultados
obtenidos son mostrados en la tabla 3.
Tabla N°3. Densidad global por cuadrante
Cuadrante 1 Cuadrante 2 Cuadrante 3 Cuadrante 4 Cuadrante 5
48 37 40 30 28
Luego de siete meses de ocurrido el incendió, la densidad global
de especies por cuadrante varió desde 28 hasta 48 plantas. Siendo el
cuadrante 1 el que presentó mayor densidad mientras que el cuadrante
5 fue el de menor densidad global. Es un resultado coherente ya que
a simple vista en la parcela de los olivos, se podía apreciar que los
cuadrantes 4 y 5 tenían menor densidad en comparación al primero;
la causa de ello puede ser que en estos sectores había presencia de
árboles productivos los cuales se encontraban con mayor cobertura
vegetal al momento de ocurrir el incendio y por eso el fuego tuvo
mayor impacto en estos espacios, debido al combustible presente en
la materia en descomposición.

98
3.2.4 Similitud de Sorensen
El índice de similitud expresa el grado en el que dos muestras
son semejantes por las especies presentes en ellas (Moreno, 2001).
El resultado puede ser visualizado como la proporción de especies
compartidas permitiendo, de esta forma, conocer la semejanza entre
pares de comunidades florísticas definidas (Soler et al., 2013).
Figura 8. Similitud de Sorensen

Entre el cuadrante 1 y el cuadrante 2, por un lado, y entre el


cuadrante 2 y el cuadrante 4, por otro, son los que tienen mayor
similitud con un valor de 0,70; ya que el valor más cercano a 1 indica
la semejanza. Es decir que existe una tendencia a la homogeneidad
entre la comunidad vegetal de los cuadrantes mencionados. En todos
los casos los valores fueron superiores a 0,50 indicando que la mayoría
de especies de una comunidad estaban presentes en la otra.
3.2.5 Frecuencia
La frecuencia puede ser definida como la regularidad de
distribución de una especie dentro de un área muestreada. Está
relacionada con la probabilidad de encontrar una especie en una
determinada área (Maciel et al., 2015).
La siguiente tabla resume las especies cuya frecuencia se repite
en los 5 cuadrantes de trabajo.

99
Tabla N°4. Frecuencia

Especie F Frecuencia relativa


Bidens pilosa 5 5,62
Dodonaea viscosa 5 5,62
Jacarandá mimosifolia 5 5,62
Melinis repens 5 5,62
Opuntia ficus-indica 5 5,62
Rubiaceae sp. 5 5,62
Viguiera sp. 5 5,62

Opuntia ficus-indica, Dodonea viscosa y Jacaranda mimosifolia; formaban


parte de los consorcios agroforestales. El resto de especies eran
colonizadoras (o pioneras).
La Viguiera es un género de plantas fanerógamas, de la familia
Asteraceae y en el caso de la Rubiaceae no pudo ser identificado su
género.
La especie Bidens pilosa pertenece a la familia Asteraceae. Es
una hierba anual que crece de 30 a 100cm (Lastra y Ponce, 2001).
Considerada como mala hierba e invasora, por ser hospedera del
nematodo Meloidogyne sp. y de algunos patógenos (CONABIO, s/f).
Es común que aparezca en suelos modificados (Herbotecnia, s/f).
Melinis repens pertenece a la familia Poaceae. Es un pasto anual
o perenne, que llega a crecer hasta 100cm (CONABIO, s/f). Su
aparición es asociada a suelos muy degradados. Considerada dentro
de las especies invasoras de alto impacto a la biodiversidad por el
hecho de desplazar a la vegetación nativa y por promover regímenes
anómalos de fuego (Melgoza et al., 2014).
4. Conclusiones
La respuesta al fuego varía dependiendo la especie y el estado
en el que se encuentre el individuo. De un total de 533 individuos
del consorcio agroforestal de la parcela de los olivos, 387 rebrotaron,
destacando entre ellos Opuntia ficus-indica, Jacaranda mimosifolia y Tipuana
tipu, seguidos en menor porcentaje por Spartium junceum y Schinus molle.
En el caso de Opuntia ficus-indica el bajo impacto del incendio
se debe a sus segmentos frescos, los cuales contienen alrededor de
un 90 % de agua y también gracias sus pencas con tejidos carnosos

100
y muy resistentes, actuando así como barreras corta fuego. Tanto
Jacaranda mimosifolia como Tipuana tipu; son árboles que rebrotaron, ya
que no fueron tan dañados por el fuego debido a la corteza gruesa y
poco inflamable que presentan; también por el hecho de su sistema
radicular profuso. En el caso de especies más afectadas se encontraron
a Psidium guajava y Dodonaea viscosa, siendo esta última tan dañada por
ser un arbusto muy resinoso.
En el proceso de descripción de la regeneración natural se
identificaron 87 especies pertenecientes a 15 familias. De ellas
destacaron las familias Asteraceae, Poaceae y Fabaceae; las 3 con
índices de diversidad relativa muy altos. La comparación de diversidad
de especies entre cuadrantes según el índice de Shannon mostró
que el cuadrante con mayor diversidad es el 2 con un valor de 4,80
y el que tiene menor diversidad es el cuadrante 5 con un valor de
2,96. La densidad global por cuadrante varío de 28 (cuadrante 5)
hasta 48 (cuadrante 1). En cuanto a similitud el índice refleja que la
mayoría de las especies de un cuadrante estaban presentes en el otro
mostrando así una homogeneidad de especies. Por último, en el índice
de frecuencia destacaron las agroforestales: Dodonaea viscosa, Jacaranda
mimosifolia y Opuntia ficus-indica y la especies colonizadoras: Rubiaceae
sp., Viguiera sp., Bidens pilosa y Melinis repens.
Agradecimientos
El presente trabajo fue realizado en el marco del Proyecto de
Investigación Aplicada para la Adaptación al Cambio Climático, PIA.
ACC-UCB.28, ejecutado en la Universidad Católica Boliviana San
Pablo por el Ing. Mauricio Azero, a quien agradezco por la confianza
depositada para el desarrollo de la investigación y el apoyo en la
revisión del documento. A la M. Sc. Nelly De La Barra, gracias por la
orientación y atención a mis consultas sobre el estudio y por la ayuda
recibida en cuento a toma de datos de campo. A la Dra. Noemí
Stadler, gracias por estar predispuesta a la investigación y permitirme
trabajar en el predio agroforestal de Mollesnejta. A Jorge Saavedra,
gracias por el apoyo en cuanto a toma y análisis de datos, y su
colaboración en la revisión del documento. Por último, agradezco a
Diego Vigrabiel y Tulasi Cuadros, por la colaboración en la toma de
datos durante la primera etapa de la investigación.

101
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104
Evaluación comparativa de la calidad
de suelos en sistemas agroforestales
dinámicos versus sistemas convencionales
en el semiárido de Cochabamba, Bolivia
Comparative assessment of soil quality in dynamic
agroforestry systems vs. conventional systems in the
semiarid of Cochabamba - Bolivia
Andrea Arce Alvarez1
Mauricio Azero Alcocer1
1
Grupo de Investigación en Agroecología y Gestión Sostenible de
Suelos, Ingeniería Ambiental, Universidad Católica Boliviana San Pablo.
andreaa5193@gmail.com

Resumen: En la zona semiárida de Cochabamba, Bolivia, se han


implementado sistemas agroforestales dinámicos (SAFD), como
una opción de sistemas productivos rentables y que a la vez permiten
revertir los procesos de degradación de suelos que prevalecen
en toda la zona productiva del semiárido de Cochabamba. Para
evaluar el desempeño de estos sistemas, en relación a su capacidad
de restauración de suelos, se seleccionó 10 parcelas SAFD
acompañadas de 8 testigos (sistemas convencionales), que tengan
distintas características de diseño, manejo, ubicación y tiempo de
implementación. Para dicha evaluación, se analizaron 27 variables
edáficas, entre físicas, químicas y biológicas. De ellas, por análisis
de componentes principales (ACP) se redujeron a 11 variables que
explicaban el 62 % de las variaciones. De este nuevo conjunto, a
través de ANOVA y t-Student se analizó la existencia de diferencias
significativas entre el manejo agroforestal y convencional, a partir
de las 11 variables. De esta manera, se encontró que los sistemas
agroforestales generaron cambios significativos en propiedades
físicas (densidad aparente), químicas (CIC, pH, CE, Nt, Pd) y
biológicas (MO, COA, N° de Colémbolos) de los suelos. Con ello se
concluye que los SAFD son una alternativa para mejorar variables
de calidad de suelos que debe ser desarrollada y promovida en el
semiárido de Cochabamba, para revertir procesos de degradación.
Palabras clave: Calidad de suelo, indicadores, sistemas
agroforestales dinámicos, semiárido, Cochabamba.

105
Abstract: In the semi-arid zone of Cochabamba, Bolivia, several
dynamic agroforestry systems (SAFD) have been implemented,
which do not have an integral evaluation of their soil quality, so
this study was carried out with 10 case studies (10 SAF and 8
conventional plots) to determine the differences in terms of
management. 27 soil parameters were analyzed, including physical,
chemical and biological variables, from which the analysis of
principal components (ACP) was reduced to 11 variables. Through
the analysis of variance and t-student statistic differences of all
the variables were analyzed. We found that agroforestry systems
generated significant changes in the physical properties (bulk
density), chemical (CIC, pH, CE, Nt, Pd) and biological (MO, COA,
N° of Collembola) of the soils. We concluded that SAFD are a
productive alternative that improve soil quality parameters, that
must be developed and promoted in the semiarid of Cochabamba,
to reverse degradation processes.
Key Words: Soil quality, indicators, dynamic agroforestry systems,
semiarid, Cochabamba
1. Introducción
De acuerdo al Informe Mundial sobre Crisis Alimentarias 2018,
existe un fuerte incremento de la inseguridad alimentaria, reflejando
los problemas de la población para producir y acceder a los alimentos
debido a los conflictos y a eventos meteorológicos extremos como la
sequía y las lluvias irregulares. Estas tendencias son reflejadas también
en el alza de precios de los alimentos (FSIN, 2018), lo cual repercute
especialmente en los segmentos más vulnerables de la población.
Según FAO (2015), 33 por ciento de la tierra se encuentra de
moderada a altamente degradada debido a la erosión, salinización,
compactación, acidificación y la contaminación química de los
suelos. En Bolivia, en la zona andina, los niveles de degradación
son aún mayores; en 1996 llegaban a cerca del 45 % de la
superficie (PRONALDES, 1996), valores que con seguridad se han
incrementado notablemente dada la debilidad institucional en la
temática de la conservación de suelos. Los procesos de degradación
se manifiestan además con una fuerza especial en los suelos agrícolas,
y tienen incidencia en aspectos socioeconómicos y ambientales de
las comunidades rurales, que finalmente determinan condiciones
de inestabilidad social (PRONALDES, 1996). Sin embargo, esta

106
tendencia podría revertirse si los países, o en este caso Bolivia, tomaran
la iniciativa de desarrollar programas masivos de conservación de
suelos y de uso de tecnologías apropiadas (FAO, 2015).
Un enfoque productivo que está recibiendo un especial impulso
por parte de los organismos internacionales es la agroforestería. Esto
en especial por sus características adaptativas al cambio climático
(IPCC, 2014; ICRAF, 2016), pero también por su capacidad de
promover la recuperación de los agroecosistemas degradados (Altieri
y Farelli, s.f.). Por otro lado, se menciona como un aspecto destacable
el hecho de que en ciertas zonas de los andes existirían saberes
tradicionales antiguos referidos al uso de sistemas agroforestales
(SAF) como mecanismos de adaptación al cambio climático (Mathez-
Stiefel, 2016).
En Cochabamba en los últimos 12-15 años se han implementado
sistemas agroforestales con un enfoque sucesional (SAFS),
impulsados por distintas instituciones (Proyecto SARA, Predio
Experimental Mollesnejta). Debido a la complejidad de los sistemas
sucesionales, posteriormente estas experiencias migraron hacia
un nuevo concepto, más pragmático, que es conocido actualmente
como sistemas agroforestales dinámicos (SAFD). Son sistemas
altamente cambiantes, inspirados en la dinámica de los bosques, que
combinan distintas especies “productivas” (función económica) y
“acompañantes”, (función ecológica), cuya presencia y relevancia va
cambiando a lo largo de la sucesión. Se basan en ciertos principios,
entre ellos la alta diversidad de especies leñosas utilizadas, la elevada
densidad de plantación de especies leñosas, la plantación de especies
productivas y acompañantes, el uso de estratos de vegetación, el uso
de la poda como una práctica de manejo fundamental que busca
controlar el balance entre especies productivas y acompañantes,
por lo general la disposición de árboles en hileras, acompañados
de cultivos tradicionales en los callejones (alley cropping), entre otros.
Estas experiencias son promovidas actualmente por un conjunto de
instituciones, tales como la Red ECO-SAF, Granja Modelo Pairumani,
NatureFund eV, CETM, AGRECOL-Andes, Escuela Forestal UMSS,
Ingeniería Ambiental UCB, entre otras.
Estas experiencias son relativamente nuevas y no han sido
todavía adecuadamente registradas, sistematizadas ni evaluadas
de manera suficiente. Es así que el objetivo de este trabajo es

107
aportar en la evaluación comparativa de la calidad de los suelos
bajo sistemas agroforestales dinámicos, en relación a sistemas
convencionales vecinos. Para esta evaluación se seleccionaron 10
parcelas agroforestales dinámicas y 8 parcelas convencionales, todas
ellas con distinto tiempo de implementación, un distinto diseño,
distintas características de manejo y distinta localización en la región
semiárida de Cochabamba, Bolivia. A partir de esta evaluación se
pretende extraer recomendaciones que permitan la mejora del diseño
de parcelas SAFD en la zona seca de Cochabamba.
2. Metodología
2.1 Contexto geográfico
El estudio se realizó en cinco comunidades (Rodeo, Aramasí,
La Maica, Combuyo y Pairumani) de cuatro diferentes municipios
(Sacaba, Tapacarí, Tarata y Vinto) del departamento de Cochabamba,
Bolivia. Para ello se establecieron 18 estudios de caso, que incluyeron
10 parcelas SAFD y 8 testigos (parcelas convencionales). En la
tabla 1 se detallan las características geográficas de capa parcela y la
identificación del manejo de las mismas (agroforestal o convencional).
Tabla 1. Ubicación geográfica de las parcelas y tipo de manejo
Parcela - Altitud
Lugar Código Latitud Longitud Manejo
implementación m.s.n.m
Sacaba- Sacaba 1 – 3años Sac1
17°25’26.04”S 65°53’46.30”O 3.491 SAF
Rodeo Delicia R.
Sacaba- Sacaba 2 – 3años Sac2
17°25’24.81”S 65°53’50.43”O 3.473 SAF
Rodeo Maura S.
Sacaba- Sac test
Testigo Sacaba 17°25’22.46”S 65°53’52.25”O 3.468 Convenc.
Rodeo
Tarata- Tarata 1– 5 años Tar1
17°38’25.31”S 66°4’23.01”O 2.913 SAF
Maica Orlando E.
Tarata- Tar1 test
Testigo Tarata 1 17°38’26.25”S 66°4’23.86”O 2.914 Convenc.
Maica
Tarata- Tarata 2– 5años Tar2
17°39’5.83”S 66° 5’21.60”O 2.997 SAF
Maica Indalecio V.
Tarata- Tar2 test
Testigo Tarata 2 17°39’6.32”S 66° 5’22.89”O 2.997 Convenc.
Maica
Tapacarí- Tapacarí 1– 4años Tap1
17°36’17.81”S 66°27’13.41”O 2.961 SAF
Aramasí Isidro G.
Tapacarí- Tap1 test
Testigo Tapacarí 1 17°36’17.39”S 66°27’13.96”O 2.958 Convenc.
Aramasí
Tapacarí- Tapacarí 2– 3años Tap2
17°36’7.28”S 66°27’14.59”O 2.932 SAF
Aramasí Orlando B.
Tapacarí- Tap2 test
Testigo Tapacarí 2 17°36’7.82”S 66°27’15.64”O 2.929 Convenc.
Aramasí
108
Tapacarí- Tapacarí 3– 8años Tap3
17°36’46.44”S 66°26’48.38”O 2.987 SAF
Aramasí Andres H.
Tapacarí- Tap3 test
Testigo Tapacarí 3 17°36’44.96”S 66°26’49.85”O 2.981 Convenc.
Aramasí
Vinto- Vinto 1– 17años Vin1
Combuyo 17°21’22.26”S 66°20’50.94”O 2.766 SAF
Noemi -Olivo
Vinto- Vinto 2– 14años Vin2
17°21’13.65”S 66°20’55.09”O 2.813 SAF
Combuyo Noemi- Manzana
Vinto- Testigo 1-2 Vin test
Combuyo Mollesnejta 1-2 17°21’23.45”S 66°20’44.75”O 2.748 Convenc.
Vinto- Vinto 3– 3años Vin3
17°21’35.17”S 66°19’21.12”O 2.673 SAF
Iskaypata GMP
Vinto- Vin3 test
Testigo 3 GMP 17°21’36.22”S 66°19’23.42”O 2.673 Convenc.
Iskaypata
Fuente: Elaboración propia. Datos de latitud, longitud y altitud, de Google Earth Pro

El trabajo incluyó tres fases:


2.2 Muestreo en campo
Para las parcelas SAF el muestreo se realizó a lo largo de transectos.
Se seleccionaron 3 hileras de árboles que sean las más representativas
de la parcela y 3 callejones que quedaban por debajo (menor altitud)
de las hileras. Al momento del muestreo de los suelos se procedió a
tomar 6 submuestras con una separación de aproximadamente 5 m
cada una. La muestra provino de los primeros 20cm de profundidad.
Para cada hilera se tomaron 3 muestras compuestas, lo mismo que
para cada callejón. Para las parcelas convencionales el muestreo fue al
azar en zigzag con 6 submuestras constituyendo 1 muestra compuesta
por cada testigo.
Este proceso se realizó 2 veces, el primero en los meses de
octubre a diciembre y el segundo en mayo a junio, teniendo un set de
muestras para los análisis físico-químicos y otro para los biológicos
los cuales se mantuvieron a 5ºC en un lugar oscuro en bolsas ZIP
para la realización de los análisis correspondientes.
2.3 Análisis de laboratorio
De las muestras de suelo levantadas, un set de ellas fue derivado
al Laboratorio de Suelos y Aguas de la Universidad Mayor de San
Simón, donde se realizaron los análisis físico-químicos: textura,
densidad aparente, densidad real, curva de retención de humedad,
pH, conductividad eléctrica, cationes intercambiables (Calcio,
Magnesio, Sodio y Potasio), capacidad de intercambio catiónico,

109
materia orgánica, nitrógeno total y fósforo disponible. Otro set se
llevó al laboratorio de biología de la Universidad Católica Boliviana
donde se analizó el carbono activo. Un tercer set se condujo a un
laboratorio privado para los análisis biológicos (mesofauna del suelo
y materia orgánica particulada), el cual fue analizado por la Ing. Agr.
Elva Fátima Rojas.
Indicadores físicos y químicos del suelo
Los análisis físicos que se determinaron fueron textura
(Hidrómetro Bouyoucos), densidad aparente (Terrón, anilla y
probeta), densidad real (Picnómetro), curva de retención de humedad
tensión: 0,33-1-5-10-15 bares (Extractor plato poroso), la cual está
representada por capacidad de campo, humedad equivalente, punto
de ruptura capilar, punto de marchitez reversible, punto de marchitez
permanente. Estos fueron analizados en el Laboratorio de suelos y
aguas de la UMSS.
Así también se analizaron parámetros químicos como pH
(Potenciometría), conductividad eléctrica (Conductivimetría),
cationes intercambiables (Acetato de amonio 1N pH:7, Bower),
(Calcio, magnesio, sodio y potasio), capacidad de intercambio
catiónico (Complexometría de Verseno), materia orgánica (Walkley-
Black), nitrógeno total (Kjeldahl,), fósforo disponible (Bray-K 1,
Olsen (modificado).
Indicadores biológicos del suelo
Los parámetros analizados fueron materia orgánica particulada
estimada por (tamices), mesofauna edáfica (embudos Tullgren
considerando solo el número de colémbolos y ácaros), y se analizó el
carbono activo adoptando el protocolo recomendado por Weil et al.
(2003) y Culman et al. (2013)
2.4 Análisis estadístico
Se realizó análisis de componentes principales (ACP) y análisis
de varianza (ANOVA) para observar las diferencias en cuanto a las
variables debido al manejo en cada una de las parcelas, además del
análisis de t-student si existe significancia en el ANOVA a través del
software SAS versión 9.2.
4. Resultados y discusión
El análisis de las propiedades del suelo mostró que en la zona de
estudio se presentaron tres grupos: hilera de árboles (hilera), callejones

110
de los SAF donde se siembran diferentes cultivos convencionales
(callejón) que son parte del sistema agroforestal y manejo convencional
(testigo). En la figura 1 se muestran dos imágenes de dos sistemas.
Figura 1. Fotografías de dos sistemas agroforestales
dinámicos con sus componentes

Los sistemas agroforestales dinámicos estudiados incluyen


especies productivas (más que todo frutales, entre los que destacaron
los manzanos) y especies acompañantes (especies forestales,
leguminosas, especies nativas, otras). Ambos grupos se alternan en las
hileras y van acompañadas de cultivos tradicionales (hortalizas, papa,

111
cereales, etc.) en los callejones. El tiempo de implementación de los
sistemas agroforestales en las parcelas estudiadas fue muy variable,
entre 3 y 17 años.
En general, en los primeros años la producción de estos sistemas
agroforestales se destina inicialmente al autoconsumo. Luego de
que se van produciendo excedentes (desde el año 3 o 4), la venta de
productos y su aporte a la economía del productor es cada vez más
importante.
Por otro lado, las parcelas de manejo convencional (testigo)
estudiadas, están reservadas principalmente a los cultivos tradicionales,
tales como maíz, avena, cebada, trigo y papa, para el consumo del
ganado o su comercialización ya sea como grano o como forraje. En
la tabla 2 se registran las principales características de los sistemas
estudiados.
Tabla 2. Características de manejo de los sistemas estudiados
Código Manejo
Sistema agroforestal dinámico
Sac 1 Plantación de 20 especies representadas por 146 plantas entre las más
representativas la manzana, acacia, ligustro y tumbo, con cultivos de cebolla y
flores en los callejones. Suelos cubiertos parcialmente de rastrojo de la poda;
comercialización de cebolla; disponibilidad de agua para riego.
Sac 2 Plantación de 17 especies representadas por 105 plantas entre las más
representativas la manzana, acacia, retama, ceticio con cultivos de flores
y papa solo en los callejones inferiores de la parcela; no contiene mucho
rastrojo; agua de riego restringida.
Tar1 Plantación de 28 especies representadas por 392 plantas entre las más
representativas la retama, cedrón, tara y tipa con cultivos de alfalfa en la parte
superior y maíz en la parte inferior; no hay rastrojo en los callejones; venta de
hojas de cedrón y flores de retama; disponibilidad de agua para riego.
Tar2 Plantación de 18 especies representadas por 162 plantas entre las más
representativas la durazno, retama, tara y acacia con cultivos en la parte
inferior de flores, maíz y otras hortalizas; parcela semi-abandonada; agua de
riego restringida.
Tap1 Plantación de 24 especies representadas por 553 plantas entre las más
representativas la manzana, durazno, aliso y chacatea presencia de barreras
verdes; disponibilidad de agua; comercialización de manzana.
Tap2 Plantación de 22 especies representadas por 237 plantas entre las más
representativas la manzana, acacia, molle y chacatea cultivo en la parte
inferior de cebolla y papa; baja disponibilidad de agua.
Tap3 Plantación de 24 especies representadas por 326 plantas entre las más
representativas la manzana, thola, molle y chacatea; sin cultivo; presencia
de algunas herbáceas; rastrojo presente; baja disponibilidad de agua;
comercialización de manzana.

112
Vin1 Plantación de diversas especies entre las más representativas el olivo,
jacaranda y tuna; el resto cubierto por una diversidad de herbáceas; alto
contenido de rastrojo; el muestreo se realizó después de que el incendio
ocurrió (2017); no dispone de agua para riego.
Vin2 Plantación de 17 especies representadas por 195 plantas entre las más
representativas la manzana, thola, jacaranda y chacatea; sin cultivos; pinos
como lindero de la parcela; presenta alto contenido de rastrojo y carbón en el
área de los árboles para la retención de agua; no dispone de agua para riego.
Vin3 Plantación de 8 especies representadas por 47 plantas entre las más
representativas la manzana, acacia y ceticio sin ningún cultivo; cubierta de
diversas herbáceas silvestres; presencia de rastrojos; disponibilidad de agua.
Sistema convencional
Sac test Parcela en estado de descanso cubierta por pastura.
Tar1 test Parcela en estado de descanso cubierta de diferentes herbáceas muy dispersas
y algunas pasturas.
Tar2 test Plantación de cebada o trigo para su comercialización; suelo descubierto.
Tap1 test Plantación de maíz; presencia de abono.
Tap2 test Plantación de maíz con pequeñas terrazas con barreras verdes.
Tap3 test Plantación de maíz, abonada; influencia de una parcela SAF que está al lado
en pendiente superior.
Vin test 1-2 Plantación de papa, quilquiña y flores; disponibilidad de agua.
Vin3 test Parcela en estado de descanso cubierta por diversas herbáceas; disponibilidad
de agua; el muestreo con elevada humedad se realizó después del riego.

3.1 Análisis de Componentes Principales (ACP)


Se aplicó ACP para la reducción de variables. Se evaluaron un
total de 27 variables físicas, químicas y biológicas. No obstante, los
primeros seis componentes principales (CP1, …, CP6) explican más
del 81% de la varianza observada en los mencionados indicadores
(Tabla 3).
Tabla 3. Descripción de los primeros seis componentes principales
CP1 CP2 CP3 CP4 CP5 CP6
Valor propio 8,720 4,400 3,678 2,027 1,733 1,303
Proporción 0,323 0,163 0,136 0,075 0,064 0,048
Acumulativa 0,323 0,486 0,622 0,697 0,761 0,810
Propiedades
Y 0,186 0,182 -0,310 -0,108 -0,074 -0,190
L 0,026 -0,145 0,219 -0,172 -0,308 -0,369
A -0,192 -0,092 0,171 0,200 0,245 0,390
Dap -0,124 0,136 -0,267 -0,049 0,121 -0,218
DP -0,139 -0,058 -0,130 0,076 -0,213 0,034
CC 0,308 0,008 -0,081 0,148 -0,085 -0,010
HE 0,306 -0,028 -0,109 0,183 -0,094 0,040
PRC 0,309 -0,001 -0,123 0,149 -0,073 -0,019
PMR 0,308 0,003 -0,138 0,150 -0,061 0,000
PMP 0,306 0,003 -0,143 0,148 -0,058 0,005
113
pH 0,021 0,420 0,025 0,056 0,175 0,067
CE 0,179 0,306 0,078 -0,130 0,221 0,012
Ca++ 0,163 0,121 0,344 -0,227 0,133 -0,078
Mg++ 0,123 0,179 -0,092 -0,141 -0,057 0,482
Na+ 0,131 0,238 0,051 -0,182 0,132 -0,300
K+ 0,137 0,099 0,266 0,216 0,025 0,286
TBI 0,232 0,068 -0,184 -0,227 -0,103 0,313
CIC 0,255 -0,163 -0,150 -0,268 -0,004 0,058
SB -0,076 0,416 0,041 0,073 -0,053 0,068
MO 0,176 -0,344 0,075 -0,117 0,198 0,052
Nt 0,227 -0,247 0,109 -0,177 0,126 0,028
Pd 0,145 0,060 0,380 -0,053 -0,167 0,044
COA 0,163 0,121 0,344 -0,227 0,133 -0,078
Col 0,063 0,017 0,292 0,172 -0,500 0,002
Acar 0,156 0,024 0,178 0,484 -0,009 -0,185
Idm 0,117 -0,006 -0,031 0,354 0,459 -0,233
MOP 0,118 -0,359 0,047 0,019 0,240 0,059
En la tabla 3 se presentan los valores propios, proporción de
varianza explicada por cada componente, porcentaje de varianza
acumulada explicada por los componentes (Acumulativa), es así que
los 3 primeros CP explican más del 62% de variabilidad, con lo cual
se podrá reducir las variables a las más representativas en cuanto a
calidad de suelo se refiere.
El CP1 sintetiza cerca del 32% de la varianza observada teniendo
como propiedades de mayor influencia a todos los parámetros hídricos
como capacidad de campo del suelo (CC), humedad equivalente
(HE), punto de ruptura capilar (PRC), punto de marchitez reversible
(PMR), punto de marchitez permanente (PMP) que representan la
curva de retención de humedad del suelo. Como las variables más
significativas son CC y PMP (dado que permiten definir la Humedad
Aprovechable), solamente se decidió mantener estas dos.
El CP2 abarca el 48% de la varianza acumulada comprendida por
parámetros químicos tales como: acidez del suelo (pH), conductividad
eléctrica (CE), materia orgánica total (MO), nitrógeno total (Nt) y
materia orgánica particulada (MOP).
Por último, el CP3 comprende el 62% de la varianza observada
representado por la densidad aparente del suelo (Dap ), calcio
intercambiable (Ca++), fósforo disponible (Pd ) y carbono orgánico
activo (COA). Cabe recalcar que la arcilla (Y) es una variable influyente
pero no es un indicador que se pueda modificar.
114
De acuerdo a ello las variables que se utilizaron como las
indicadoras de calidad más relevantes, fueron CC, PMP, Dap, pH, CE,
Ca++, Nt, Pd, MO, COA y MOP. Sin embargo, también se incluyeron
en el análisis 3 parámetros adicionales: capacidad de intercambio
catiónico (CIC), N° de colémbolos (Col) y N° de ácaros (Acar).
3.2 Análisis de parámetros físicos, químicos y biológicos
más influyentes
Para describir estas variables se realizó un análisis de varianza,
donde se obtuvo que existe una diferencia significativa entre estas
variables, en relación al “manejo” (hileras SAF, callejones SAF y
manejo convencional). De igual manera, se detectaron diferencias
significativas en la combinación de “lugar” + “manejo”. En
contraposición, no se detectaron diferencias significativas entre las
variables, en relación al “lugar” (ubicación geográfica de la parcela,
es decir, comunidad). De acuerdo a las diferencias significativas se
realizó la comparación de medias mediante contrastes de un 1 grado
de libertad con el estadístico t de Student.
A continuación se interpretan los parámetros físicos, químicos
y biológicos de mayor influencia para los 10 estudios de caso
considerando que el SAF tiene dos tipos de manejo (hilera-callejón) y
el sistema convencional responde a uno solo (testigo).
Análisis de lugar vs manejo
Las variables que tienen diferencias significativas, por la relación
lugar*manejo son CC, pH, CE, Nt, Pd, COA, Col y MOP. Las que
no son significativamente diferentes en relación a la combinación
lugar*manejo, son Dap, CIC y MO. Pero sí son significativas
considerando solo el manejo por lo tanto estas 3 variables si tuvieron
diferencias entre hilera-callejón-testigo, aunque de acuerdo al lugar.
El resto de las variables que no se incluyen no muestra relevancia
estadística para dicho estudio.
A continuación se explican las variables significativas para cada
lugar con la intervención de las no significativas en forma general.
Densidad Aparente (Dap)
Para la variable densidad aparente se estimaron diferencias
significativas entre los tipos de manejo (p=0,0389) y no así para la

115
interacción de los tipos de manejo en cada una de los lugares de
muestreo (p=0,6315). Ver Tabla 4.
Tabla 4. Análisis de varianza para densidad aparente.

Fuentes de variación GL SC CM F p>F


Lugar 10 1,002 0,100 4,4 0,0003
Manejo 2 0,160 0,080 3,52 0,0389
Lugar*manejo 14 0,265 0,019 0,83 0,6315
Residual 41 0,934 0,023
Corrector total 67 2,494
Así, las parcelas de control (Testigo) (1,39 g cm-3) y los callejones
(1,32 g cm-3) presentaron mayor densidad aparente en comparación
a las parcelas en las que se establecieron las hileras de los árboles
(Figura 2). Por lo que cuanto mayor la densidad, menor el espacio
poroso para el movimiento del agua, crecimiento y penetración de
raíces, y el desarrollo de las plántulas. Así también los valores son
aceptables puesto que se encontraron por debajo de 1,46 g cm-3 valor
desde el cual se empieza a afectar el desarrollo radicular de las plantas
(Veihmeyer y Hendrickson, 1948).
Figura 2. Promedios de densidad aparente en los tres tipos de manejo
ϭ͕ϰϱ
Ă
ϭ͕ϰ

ϭ͕ϯϱ Ă
ĂƉ;ŐĐŵͲϯͿ

ϭ͕ϯ
ď
ϭ͕Ϯϱ

ϭ͕Ϯ

ϭ͕ϭϱ
,ŝůĞƌĂ ĂůůĞũſŶ dĞƐƟŐŽ
DĂŶĞũŽ

Contenido de Humedad en Capacidad de campo (CC)
CC mostró diferencias significativas (al 10 %) sobre el tipo de
manejo dentro de cada lugar estudiado (p=0,0563).
En la figura 3 pueden observarse el conjunto de los datos a
nivel de todos los municipios. Puede observarse que no existieron
tendencias claras ni con la diferencia entre SAF y convencional,
ni con las parcelas dentro de las comunidades. Con esto, se puede

116
concluir que la capacidad de campo no fue un parámetro sensible al
manejo agroforestal.
Figura 3. Valores promedio de capacidad de campo en sistemas agroforestales y
convencionales de cada municipio.


6$&$%$ 7$3$&$5,
VDF VDF WDS WDS WDS

 D  D
 D

D D
 E E E E
E
  E
F E E

&F 

&F 
 F
 

 
 
+LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR +LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR
0DQHMR 0DQHMR


 7$5$7$ 9,172
 WDU WDU YLQ YLQ YLQ

   D
D D
D  D D E D D D
  E
E E F
E 

&F 

&F 

 

 
 

 
 +LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR +LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR
0DQHMR 0DQHMR


pH
Para la variable pH se observaron diferencias altamente
significativas entre los tipos de manejo (p=0,0004) y la interacción
de los tipos de manejo en cada una de los lugares de muestreo
(p=0,0057).
En las figuras 4 puede observarse que por lo general en las
distintas parcelas existe la tendencia a valores de pH mayores bajo las
hileras, seguidos de valores menores en callejones y menores aún en
parcelas convencionales.

117
Otro aspecto que se puede observar es que en todos los casos,
en las parcelas agroforestales los niveles de pH caen en el rango de
6,5 – 7,5, lo cual se puede considerar como adecuado (Garrido, s.f.).
En cambio, en parcelas convencionales de Sacaba y Tapacarí, se
tienen valores menores a 6. En el caso de Tarata, el valor de pH de la
parcela convencional es también inferior al de los SAF. En Vinto esta
tendencia no se aprecia. Sin embargo, valdrá la pena monitorear en
general la proyección del pH en el tiempo en los SAF.
Figura 4. Diferencias del pH en los manejos para cada lugar

SACABA TAPACARI
sac1 sac2 tap1 tap2 tap3

8 a a 10
b b a a
a
6
c c 8 b a b b
c c
6
4
pH

pH

4
2 2
0 0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

TARATA VINTO
tar1 tar2 vin1 vin2 vin3

8 a 8 a a
a a a a
pH

b
7,5 a c c c
b 6
b
7
4
pH

b
6,5
2
6
5,5 0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

En Vinto (Figura 4), las parcelas Vin1 y Vin2 presentan pH


ácidos siendo que Vin2 es más acida que Vin1 esto se puede deber a
la presencia de un alto contenido de materia orgánica, especialmente
elevados en esos suelos. Sin embargo no se encontraron pH menor
a 5,5 que ya son valores que provocan dificultades para el desarrollo
de la mayoría de los cultivos debidos a la baja disponibilidad del
conjunto de los nutrientes. Del mismo modo puede asociarse a al bajo
contenido de Ca (Gerónimo et al., s.f.) y las características de la zona.

118
Conductividad eléctrica (CE)
La variable CE conductividad eléctrica obtuvo diferencias
altamente significativas (p<0,0001) en el manejo, asimismo en la
relación lugar*manejo (p=0,0233).
Todos los manejos dentro del SAF alteraron la condición
original considerada como el testigo, generaron aumentos en la CE
(Figura 5) en especial en las hileras de árboles, pero ninguno se acercó
a los niveles que afectan el normal desarrollo vegetal. Este aumento
relativamente consistente en la CE de las hileras, en relación a los
callejones y a los testigos muy probablemente esté asociado a que los
SAFD reciben un riego auxiliar en casi todas las parcelas en estudio (a
excepción de Vin1 y Vin 2), no así los testigos. Posiblemente también
esté asociado a la mayor evapotranspiración que los árboles generan
(Jackson et al., 2005).
Figura 5. Diferencias de la conductividad eléctrica en los manejos para cada lugar


6$&$%$ 7$3$&$5,

VDF VDF WDS WDS WDS

 D  D D

&H PPKRVFP

E
&H PPKRVFP

 D 
E E
E
  E  E
F
 F F  E F
  
 

+LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR +LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR
 PDQHMR 0DQHMR


 7$5$7$ 9,172
 WDU WDU YLQ YLQ YLQ
  D D 
D D
D  D D

&H PPKRVFP

&H PPKRVFP

 
 D D D
E 
 E
 
E E E
 
 
  
+LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR +LOHUD &DOOHMyQ 7HVWLJR
 0DQHMR 0DQHMR

119
Capacidad de intercambio catiónico (CIC)
Para CIC se estimaron diferencias altamente significativas entre
los tipos de manejo (p<0,0001) y en menor grado en la interacción
de los tipos de manejo en cada una de los lugares de muestreo
(p=0,1454). En la figura 6 se observa que los valores de CIC son
similares en hileras y callejones, pero ambos superiores a CIC de las
parcelas convencionales, en promedio.
Figura 6. Capacidades de intercambio catiónico promedios,
con los tres tipos de manejo
14 a a
12
CIC (me 100g-1)

10 b
8
6
4
2
0
Hilera Callejón Tesgo

Manejo

La figura 6 también muestra que CIC en hileras y callejones


reflejan promedios que caen en el rango 12,4 –13,1 cmol kg-1,
representando niveles de CIC moderados. En cambio, el promedio en
parcelas convencionales (8,4 cmol kg-1) ya cae en una categoría de CIC
bajo. Estas diferencias presentadas en hilera-callejón y testigo sobre
la CIC posiblemente estén asociadas con las mayores acumulaciones
de materia orgánica y carbono activo (Figura 7) en el suelo (Rosas et
al., 2012).
Materia orgánica del suelo
La variable materia orgánica (MO) presentó diferencias
altamente significativas entre los tipos de manejo (p<0,0001), no así
en la interacción de los tipos de manejo en cada uno de los lugares
de muestreo (p=0,1435). Es así que el tipo de manejo incidió en la
mayor acumulación de MO en el suelo, siendo este comportamiento
similar en cada lugar.
En la figura 7, se observa que los promedios de las hileras
(4,81%) y los callejones (4,04%) presentaron mayor cantidad de MO
en comparación a los testigos (1,87%). En los primeros dos casos,
los valores pueden ser catalogados como altos, en tanto que en los

120
últimos casos los valores entrarían en el rango de valores bajos de MO
(Molina, s.f.). Estos valores bajos sin embargo son los prevalecientes
en los suelos de la zona semiárida del departamento de Cochabamba
(Bugarín et al., 2010) debido a la pobre incorporación de hojarasca o
algún cultivo de cobertura, que supliera los nutrientes extraídos por
la agricultura.
Figura 7. Materia orgánica con tres tipos de manejo
6,00
a
5,00
a
4,00
MO (%)

3,00
b
2,00
1,00
0,00
Hilera Callejón Testigo
Manejo

Esto tiene lógicamente relación directa con el aporte de MO


proveniente del manejo agroforestal, cuya característica es la poda
periódica que busca mejorar la calidad de los suelos.
El incremento observado de materia orgánica (Figura 7) y la
disminución de la densidad aparente (Figura 2) puede ser interpretado
como el mejoramiento integral del ecosistema agroforestal. En este
caso, se beneficia la diferenciación de un horizonte A, que influye
decisivamente en las propiedades del suelo.
Nitrógeno total (Nt)
Nt mostró diferencias altamente significativas entre los tipos de
manejo (p <0,0001) y significativa (a nivel de 5%) en la interacción de
los tipos de manejo en cada lugar de muestreo (p=0,0178).
En términos generales, la fig. 8 muestra de manera bastante
consistente la mayor concentración de Nitrógeno ocurrida bajo las
hileras de árboles, seguida por los callejones y en menor medida por
los cultivos convencionales.
Los resultados presentados anteriormente tienen relación con la
incorporación de nitrógeno por las leguminosas arbustivas y arbóreas

121
que han sido incluídas en todos los SAFD, siendo esto de vital
importancia para la recuperación y mejoramiento del suelo.
Figura 8. Nitrógeno total con tres tipos de manejo

SACABA TARATA
sac1 sac2 tar1 tar2

0,3 a 0,2 a
a a a
0,2 b b 0,15 b
Nt (%)

Nt (%)
b b
b b 0,1
0,1
0,05
0 0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
manejo Manejo

TAPACARI VINTO
tap1 tap2 tap3 vin1 vin2 vin3

0,3 a a 0,4 a a a
a
0,2 b 0,3 b b b
b b
Nt (%)

b
Nt (%)

b b c
0,2
0,1 c c
0,1
0
Hilera Callejón Testigo 0
. Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

De esta manera, los resultados sugieren que los sistemas


agroforestales dinámicos estudiados han mostrado un potencial para
la mejora de la fertilidad nitrógenada. Este hecho se ha mostrado en
otros trabajos, tal como Alegre et al. (2015).
Fósforo disponible (Pd)
Para Pd se obtuvieron diferencias altamente significativas
de acuerdo al tipo de manejo de cada uno de lugares de muestreo
(p<0,0001). Así también para el tipo de manejo (p=0,0069). En
las hileras, existió una disponibilidad menor de Fósforo que en los
callejones.
Contrariamente a la mayoría de los otros indicadores, aquí la
tendencia es que los sistemas agroforestales tienden a reducir sus
niveles de Fósforo disponible.

122
Figura 9. Fósforo disponible con tres tipos de manejo

SACABA TAPACARI
sac1 sac2 tap1 tap2 tap3

30 a a 60 a
a a a b
Pd (ppm)

Pd (ppm)
20 40 b
c b
10 20 c c c c
c
0 0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

TARATA VINTO
tar1 tar2 vin1 vin2 vin3

15 80,0 a a
a
60,0 b
Pd (ppm)

Pd (ppm)

10 a b
a a
40,0 c
5 b c c d c
b 20,0
0 0,0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

De acuerdo a los resultados obtenidos, se tiene ciertamente


mayor disponibilidad de fósforo en las hileras de árbol que en los
callejones, como una generalidad. Sin embargo, en algunos casos se
observaron valores mayores de Pd en los sistemas convencionales, lo
cual está relacionado con la aplicación de fertilizantes o abonos en
los cultivos tradicionales. Los abonos son utilizados como fuente de
P. Según Gracey (1984), por ejemplo, los estiércoles se constituyen
en una fuente importante de P. Esto concuerda con la observación
de que los suelos de Tapacarí y Vinto donde regularmente se aplican
abonos de vacas, tienen mayor contenido de P disminuyendo para
Sacaba, donde se utiliza más bien, regularmente, abono de ovejas,
a diferencia de los SAF donde no se aplican fertilizantes ni abonos.
Carbono activo (COA)
Existió diferencias altamente significativas tanto por el manejo
(p=0,0001) como por la interrelación de lugar por manejo (p=0,002),
mostrando que el COA fue distinto en las hileras, callejones y el

123
cultivo convencional, de manera muy consistente. Estas diferencias
también se registraron entre las parcelas.
Figura 10. Carbono activo con tres tipos de manejo

SACABA TAPACARI
sac1 sac2 tap1 tap2 tap3

1,5 a 1,5
a
COA (µg kg-1)

COA (µg kg-1)


a a
1 b 1 a a a
b b b b b b
b
0,5 0,5

0 0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

TARATA VINTO
tar1 tar2 vin1 vin2 vin3

0,8 a a 1,5
a a a
COA(µg kg-1)

COA(µg kg-1)

0,6 a
b 1 a a
0,4 b b b b
0,5 c c
0,2
0 0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

El contenido de carbono activo representa la fracción activa,


más lábil de la materia orgánica. Es un indicador a corto plazo de los
cambios de calidad del suelo y, además, de utilidad para la rápida toma
de decisiones, siendo la determinación del carbono activo más sensible
al cambio de prácticas agro ecológicas (Gilsanz y Peralta, 2015), por
esa sensibilidad se observó una clara diferencia entre hilera-callejón-
testigo lo cual muestra que el SAF tiene mayor disponibilidad de
carbono activo en la mayoría de los casos. Esto, además del hecho de
que presentan también mayor materia orgánica tal como se vió antes.
Al respecto Sandoval et al. (2008) encontraron que las coberturas
de rastrojos aumentan el contenido de carbono en el suelo.
Colémbolos (Col)
El número de colémbolos tuvo diferencias altamente significativas
(p=0,0007) entre hileras, callejones y el sistema convencional.
124
Asimismo en la relación lugar*manejo (p=0,0001), el número de
colémbolos varió significativamente de una comunidad a otra.
Figura 11. Número de colémbolos con tres tipos de manejo

SACABA TAPACARI
sac1 sac2 tap1 tap2 tap3
a
6,0 15,0
a a
a a
4,0 10,0
a
Col

Col
b b
2,0 5,0 b b b b b b b
0,0 0,0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

TARATA VINTO
tar1 tar2 vin1 vin2 vin3

10,0 a 25,0 a
8,0 a 20,0
6,0 15,0
b
Col
Col

b
4,0 b b 10,0 b b
2,0 5,0
b b c b b b
0,0 0,0
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

Las hileras en general presentaron mayor número de colémbolos,


posiblemente vinculados con la mayor acumulación de materia
orgánica (figura 7) y la acumulación de carbono orgánico activo
(figura 10), y posiblemente también con características de microclima
auspiciado por la influencia de los árboles (ver Alegre et al., 2015).
El incremento de colémbolos en los SAF, interviene de manera
directa en los procesos de fragmentación y redistribución de los
residuos orgánicos, lo que facilita la descomposición de la materia
orgánica y la disponibilidad de nutrientes en la zona radicular, así
como la aceleración del reciclaje de nutrientes (Socarrás e Izquierdo,
2016), en particular, en la mineralización del fósforo y el nitrógeno
(Socarrás, 2013), ello garantiza el mantenimiento de la productividad
del suelo.

125
Los sistemas convencionales (testigos) obtuvieron menor
presencia de colémbolos esto se puede deber a diversos factores
(Covarruvias y Contreras, 2004): reducción general de la diversidad
de fauna del suelo por efecto de la ausencia de árboles, mayor llegada
de luz en superficie, mayores fluctuaciones térmicas y cambios en la
humedad del suelo, desecación superficial, agregación en superficie de
agroquímicos, compactación del suelo por hombres y máquinas, etc.
Además la menor abundancia de colémbolos del suelo encontrados
en los testigos se caracteriza por el elevado consumo de fertilizantes
y plaguicidas; este tipo de compuestos pueden estar afectando la
población de la mesofauna (Genoy et al. 2013).
De igual manera otros investigadores, al evaluar el efecto de
sistemas silvopastoriles en la fertilidad edáfica, encontraron que
el mantenimiento de MO y la asociación de árboles y gramíneas
incrementó los niveles de materia orgánica y la diversidad de
organismos, beneficiando la fertilidad del suelo y, por consiguiente, la
producción de biomasa (Cairo et al., 2008).
Materia orgánica particulada (MOP)
Para la variable materia orgánica particulada se encontraron
diferencias significativas, frente al tipo de manejo dentro de cada uno
de los lugares de muestreo (p=0,0348) y no así para el tipo de manejo
en sí (p=0,1756).
La fracción de MOP a la que se hace referencia comprende todas
las partículas de materia orgánica del suelo con un tamaño inferior a
2 mm y mayores de 0,053 mm (Cambardella y Elliott, 1992), siendo
quizás la fracción más fácilmente descomponible de la MO sin vida,
después de la biomasa microbiana. La MOP cumple muchas funciones
del suelo atribuidas a la MO. Es una fuente de alimento/energía para
microorganismos y animales del suelo, así como nutrientes para el
crecimiento de las plantas. La materia orgánica particulada mejora
la estabilidad de los agregados, la infiltración de agua y la aireación
del suelo, aumenta la capacidad de intercambio catiónico y el pH de
tamponamiento (NRCS, 2011).
En las distintas parcelas, la respuesta de MOP al manejo fue
poco clara (Figura 12) y presentó un comportamiento bastante
homogéneo en los distintos lugares. Una excepción es lo que ocurrió
en Vinto, donde la MOP de las parcelas testigo fue notoriamente baja;
sin embargo se trata de una excepción. A pesar de que el contenido

126
de MO fue mayor en los SAF (figura 7), MOP no muestra esa
respuesta. Posiblemente en este caso incluyó el hecho de la aplicación
de estiércoles a los cultivos convencionales. Se ha registrado que el
contenido de MOP del suelo se ve afectado por los aportes orgánicos
y la actividad de los agentes de descomposición del suelo (Fronning et
al., 2008). La adición de materiales orgánicos, como el abono, estiercol
o residuos de cosecha, causa normalmente un aumento de la MOP
(Fronning et al., 2008).
Figura 12. Número de colémbolos con tres tipos de manejo

SACABA TAPACARI
sac1 sac2 tap1 tap2 tap3

1,00 1,50 a a
a a a
Mop (%)
Mop (%)

1,00 a a a a
0,50 a b a a a
0,50 b
0,00 0,00
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

TARATA VINTO
tar1 tar2 vin1 vin2 vin3

0,60 a a 8,00 a
a a a
6,00
Mop (%)

Mop (%)

0,40 b b
4,00 b b
0,20 c c
2,00 c c c
0,00 0,00
Hilera Callejón Testigo Hilera Callejón Testigo
Manejo Manejo

En general los resultados obtenidos de acuerdo a todas las


variables analizadas en el estudio son similares a los informados en
las evaluaciones de la fertilidad del suelo en sistemas silvopastoriles,
bosques y campos dedicados a la agricultura (CAST, 2002), donde
encontraron que la fertilidad del suelo, cantidad de materia orgánica
y estructura de los agregados fue más alta en sistemas que incluyen
árboles, influida principalmente por la cantidad de hojarasca y
penetración que hacen las raíces hacia las partes más profundas del
suelo. Demostrando que un sistema agroforestal tiende a mejorar
las condiciones de suelos degradados permitiendo la sostenibilidad,
incrementando la fertilidad del mismo y siendo un sistema adaptativo
ante el cambio climático.
127
Conclusiones
Las 27 variables estudiadas fueron reducidas a 15 que fueron las
más influyentes con las cuales se compararon los tipos de manejo.
De ellas, sorprendentemente 11 variables mostraron diferencias
significativas, las cuales permiten extraer algunas conclusiones
respecto a la capacidad de los SAF de mejorar la calidad de los suelos.
Los resultados mostraron una clara tendencia de que las variables
asociadas a la fertilidad química del suelo tuvieron valores superiores
en las hileras de árboles, disminuyendo en los callejones y luego más
aún en las parcelas convencionales testigo. Se destaca entre ellos Nt,
Pd, CIC, pH y CE.
Por otro lado, variables edáficas asociadas con el comportamiento
físico del suelo (mayor porosidad, almacenamiento de agua,
permeabilidad al ingreso de raíces, etc.) tales como la densidad
aparente y el contenido de materia orgánica total, también tuvieron
una mejora significativa, lo cual se constituye también en un aspecto
de gran importancia en el contexto actual.
Finalmente, indicadores biológicos importantes como MO,
MOP, COA y N° de colémbolos, reflejan también mejoras en las
condiciones integrales de calidad de los suelos.
Algunos de estos parámetros son clave también para mejorar el
comportamiento del suelo frente a las sequías cada vez más recurrentes
en la zona. En especial, la significativa disminución de la densidad
aparente y el incremento de la materia orgánica total son aspectos que
aportan en la mejor captación y almacenamiento del agua. En este
sentido, los SAFD también mostrarían características promisorias de
fortalecimiento del sistema productivo frente al cambio climático,
atributo que habitualmente ya se les confiere.
Agradecimientos
Se agradece a los agricultores propietarios de las 18 parcelas
estudiadas, que amablemente permitieron nuestra intromisión en
sus actividades y en sus parcelas. Asimismo al equipo del Grupo de
Investigación Agroecología y Gestión Sostenible de Suelos, de la
Carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Boliviana,
por el apoyo fundamental en la toma de datos de campo.
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