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DESCRIPCIÓN/ DEFINICIÓN

¿Qué es la diabetes mellitus?

Es una enfermedad metabólica cuyo problema básico consiste en la incapacidad del


cuerpo para sacar la glucosa de la circulación sanguínea. Y esto es especialmente
perceptible después de las comidas.

EPIDEMIOLOGÍA

¿A cuántas personas afecta esta enfermedad?

En el mundo, la diabetes es la enfermedad metabólica más común. En España


afecta, de media, a un 3- 5% de la población.

TIPOS/ CLASIFICACIÓN

¿Cuántos tipos de diabetes mellitus existen?

Existen dos formas principales de diabetes: la insulino- dependiente (tipo I), y la no


insulino- dependiente (tipo II). Aproximadamente, el 90% de todos los casos
documentados de diabetes son de tipo II, y su presencia aumenta
considerablemente, tanto en varones como en mujeres, a partir de los 40 años,
afectando al 9% de la población mayor de 65 años. No obstante, además, se
estima que por cada caso de diabetes tipo II diagnosticado queda otro por
diagnosticar.

CAUSAS

¿Por qué aparece esta enfermedad?

En la diabetes tipo I la causa parece estar asociada a factores genéticos,


autoinmunes y medioambientales, que llevan a una destrucción de las células
pancreáticas que producen la insulina.
En el caso de la Diabetes tipo II, entre los factores de riesgo que predisponen a su
desarrollo destacan la obesidad, el envejecimiento y una historia familiar de
diabetes, además de la hipertensión arterial y la hiperlipidemia. La diabetes no
insulino-dependiente progresa despacio durante la tercera, cuarta y quinta décadas
de la vida y tiende a asociarse con un incremento del peso corporal. Como
consecuencia de ello, más del 80% de los diabéticos tipo II tiene sobrepeso o son
obesos

PATOFISIOLOGÍA

En realidad, ¿dónde reside el problema?

En la diabetes tipo I el problema reside en el páncreas que no es capaz de producir


insulina, lo que obliga al paciente a tener que inyectarse insulina de forma regular
cada día.
En el caso de la diabetes tipo II, el problema no reside necesariamente en una
ausencia de insulina (durante los primeros años de la enfermedad el páncreas
produce incluso más insulina de lo habitual), sino que reside principalmente a nivel
del músculo, lugar al que va a parar la mayor parte de la glucosa que se extrae de
la sangre. Por lo tanto, en este tipo de diabetes el músculo parece ser resistente a
la insulina, y puesto que la glucosa no puede entrar al músculo tan fácilmente, su
concentración en sangre aumenta por encima de los niveles normales; esto
estimula el páncreas, que produce más insulina pero con resultados poco
satisfactorios.

¿Cómo se diagnostica la diabetes?

Mediante un análisis de sangre, cuando existe una


glucemia basal (en ayunas) mayor de 140mg/dl
[>7.8 mmol/l]. En la diabetes tipo II, además, al
comienzo de la enfermedad también se encuentra
una hiperinsulinemia.

¿Qué complicaciones pueden asociarse a la


diabetes?

La diabetes mellitus puede reducir tanto la calidad como la esperanza de vida de las
personas porque va asociada a un mayor riesgo de enfermedad coronaria,
hipertensión arterial, accidente cerebral vascular, claudicación intermitente y
enfermedad microvascular, que es causa de retinopatía, nefropatía, diversas
neuropatías, ceguera y un mayor riesgo de infección.

El ejercicio físico regular, la dieta y la medicación (insulina en el diabético tipo I y los


antidiabéticos orales, generalmente, en los diabéticos tipo II) son los tres pilares básicos
del tratamiento de la diabetes. Sin embargo, a diferencia de la diabetes tipo II, en la
diabetes tipo I todavía hoy no está claramente documentado que el ejercicio físico
regular mejore su control glucémico. No obstante, existen evidencias epidemiológicas
que sugieren que aquellos diabéticos, sean de tipo I o de tipo II, que realizan ejercicio
físico regularmente a lo largo de su vida, desarrollan menos complicaciones y viven más
años que aquellos que no lo realizan.
El seguimiento de un programa de entrenamiento físico tiene el potencial de aportar
diferentes beneficios en una persona diabética.

POSIBLE MEJORA EN EL CONTROL DE LA GLUCEMIA

¿El ejercicio físico mejora el control de la glucemia del diabético?

En el diabético tipo I, no se ha podido demostrar que mejore el control de la


glucemia. No obstante, un diabético tipo I debe hacer ejercicio físico regularmente
para obtener otros beneficios como la prevención de los factores de riesgo de las
enfermedades cardiovasculares (para evitar la hipertensión, el colesterol elevado, el
sedentarismo,…).
En el caso de la diabetes tipo II, está científicamente demostrado que el ejercicio
físico sí mejora el control de la glucemia.

MEJORA DE LA SENSIBILIDAD A LA INSULINA


(NECESIDAD DE MENOS MEDICACIÓN)

¿El ejercicio físico mejora la sensibilidad a la insulina?

Si, el músculo se hace más receptivo a la insulina y esto se traduce, en muchos


diabéticos, en una menor necesidad de insulina o antidiabéticos orales.

REDUCCIÓN DE LA GRASA CORPORAL

¿La reducción de grasa corporal mejora la sensibilidad a la insulina?

La reducción del peso (graso) corporal, por sí mismo, sin realizar ejercicio físico,
mejora la sensibilidad a la insulina. Para perder peso graso el mejor método es una
dieta moderadamente hipocalórica y ejercicio físico prolongado y de baja/
moderada intensida

BENEFICIOS CARDIOVASCULARES

¿El ejercicio físico practicado regularmente ayuda a prevenir las


enfermedades cardiovasculares?

Sí, ayuda a prevenir las enfermedades cardiovasculares porque evita o mejora los
factores de riesgo de este tipo de enfermedades como la hipertensión arterial
(mejora las cifras de la tensión arterial), la hipercolesterolemia (aumenta el
cociente Colesterol- HDL/ Colesterol Total, desciende el Colesterol- VLDL, y también
descienden los Triglicéridos), el sedentarismo, la obesidad, etc.
DISMINUCIÓN DEL ESTRÉS

¿El ejercicio físico puede mejorar el estrés de una persona?

El estrés en un diabético puede alterar el control de su diabetes al hacer que aumente en


la sangre la concentración de algunas hormonas, cuerpos cetónicos, o ácidos grasos
libres. Por lo tanto, evitar este estrés es un objetivo importante del diabético y el
ejercicio físico puede ser una herramienta muy útil para lograrlo.

PREVENCIÓN DE LA DIABETES TIPO II

¿Se puede prevenir la diabetes tipo II?

Diferentes estudios epidemiológicos indican que aquellas personas que mantienen


un estilo de vida físicamente activo tienen muchas menos posibilidades de
desarrollar esta enfermedad. Además, se ha visto que este efecto protector de la
actividad física es más marcado en aquellas personas con mayor riesgo de padecer
una diabetes tipo II (aquellas que tienen sobrepeso, hipertensión arterial o tienen
una historia familiar de diabetes). Se ha visto que por cada 500kcal de incremento
en el gasto energético semanal se reduce un 6% el riesgo de desarrollo de esta
enfermedad.

¿Cómo se puede consumir 500kcal haciendo ejercicio físico?

Gasto energético que supone practicar durante 30 minutos diferentes actividades


físicas, en relación con el peso de la persona…

Caminar a 5Km/h
Actividad Física (12’/Km)
Caminar rápido (6
Km/h)
Trotar a 8.8 Km/h (6
´50´´/Km)
Correr 12 Km/h (5´/
Km)
Nadar Crawl, suave
Nadar braza, suave
Tenis parejas (no
competicion)
Golf
Bicicleta paseo, llano
Baloncesto
Aerobic (intensidad
media)
Saltar a la cuerda (70 /
minuto)
Entrenamiento Circuito
(Hydra - Fitness)
Entrenamiento Circuito
(Universal)
Entrenamiento Circuito
(Nautilus)
Entrenamiento Circuito
(Peso Libre)

Gasto energético que supone practicar durante 30 minutos diferentes actividades físicas. en
relación con el peso de la persona.

¿Por qué el ejercicio físico regular previene la diabetes tipo II?

Probablemente porque el propio ejercicio físico actúa de forma positiva en el


músculo haciéndolo más receptivo a la insulina, y porque una persona físicamente
activa es más delgada que otra sedentaria de su mismo sexo y edad

¿Se puede prevenir la mayor incidencia de diabetes tipo II en la vejez?

La edad es uno de los principales factores de riesgo de la diabetes tipo II porque,


con el envejecimiento, se produce un descenso en la acción de la insulina y se
desarrolla una resistencia a esta hormona que cursa con hiperinsulinemia e
intolerancia a la glucosa. Sin embargo, queda por dilucidar si esta resistencia es
debida a un efecto de la edad per se o es debida indirectamente al desarrollo de
una obesidad, a la inactividad física o a otros factores asociados a la vejez. Para
diferentes autores este efecto de la edad sobre la tolerancia a la glucosa se elimina
esencialmente después de eliminar el efecto negativo de la obesidad y de la
inactividad física. Por lo tanto, debemos tener en mente la inactividad física y la
obesidad como dos variables esenciales, sin olvidar la hipertensión arterial y la
hiperlipidemia, a la hora de determinar las causas de la alta prevelencia de esta
enfermedad a partir de la quinta década de la vida de las personas.

Por otro lado, numerosos estudios han constatado que existe una estrecha relación
entre la inactividad física y la obesidad y que, al mismo tiempo, el ejercicio físico
regular puede ser una buena herramienta de trabajo para ayudar a perder peso y,
sobre todo, para mantener esta pérdida a lo largo del tiempo; y es sabido que la
pérdida de peso corporal se acompaña de una mejora tanto de la tolerancia a la
glucosa como de la hipertensión arterial y de las cifras de colesterol. Sin embargo,
una persona diabética que quiera participar en un programa de entrenamiento físico
debería someterse previamente a una evaluación médica (Ver capítulo 4). Esta
evaluación médica debe interesarse especialmente por la presencia de
complicaciones macro y microvasculares que pudieran agravarse con el desarrollo
de un programa de ejercicio físico.

TIPO DE ACTIVIDAD FÍSICA

Para la mayor parte de las personas diabéticas, que no practican deporte


de competición, ¿qué tipo de actividad física sería la más recomendable?
Puede realizar un ejercicio aeróbico como caminar, trotar, bici,… pero también lo
puede combinar con el ejercicio de pesas fuerza. El entrenamiento de fuerza puede
ser seguro y efectivo si no existen complicaciones y el programa se diseña de forma
individual.

Un porcentaje elevado de sedentarios que comienzan una actividad física


lo dejan a los pocos días o semanas (baja adherencia a la práctica de
ejercicio), ¿se puede hacer algo para evitar esto?

En el niño, parece ser que el tipo de actividad física que pueda integrarse en su
estilo de vida (participar en algún deporte del colegio,…) aumenta la adherencia al
ejercicio físico; y en el adulto, parece ser que el tipo de actividad física que pueda
realizarse en casa mejora la adherencia al ejercicio físico.

INTENSIDAD DEL EJERCICIO FÍSICO

¿Qué intensidad sería la más recomendable?

En este tema la palabra clave se llama INDIVIDUALIZACIÓN. Hay que olvidarse de


los programas de entrenamiento de los amigos. Cada persona tiene una condición
física diferente y la intensidad que recomendable para una persona puede resultar
contraproducente para otra. La intensidad de una actividad física la podemos
medir…

- Cuando se trata de una actividad física aeróbica la podemos controlar de dos


maneras:

1º) controlando el pulso. Esa persona debería llevar un pulso equivalente al 40-
69% del pulso máximo; y éste se puede conocer de una forma directa haciendo
una test de esfuerzo máximo (en bicicleta o en cinta rodante) con un especialista
en cardiología o en medicina deportiva, o también se puede calcular (estimar) de
modo indirecto : Fcmax = 208 - 0.7 x edad (¿Esta fórmula puede ser interactiva de
modo que calcule automáticamente la edad de esa persona con sólo sustituir la
palabra edad por el número de su edad?) restando a 220 la edad (una persona
tiene 35 años: 220- 35 = 185 latidos/ minuto); y

2º) controlando la respiración: si una persona sedentaria, sin experiencia deportiva,


jadea cuando está haciendo ejercicio físico quiere decir que la intensidad es
excesiva, debería bajar el "ritmo". Puede ser que una persona jadee simplemente
caminando deprisa, mientras que otra para jadear tiene que correr muy rápido…
cuestión de forma física (Link con págs 157 a 162, que incluyen las preguntas:
"¿Cómo se define la intensidad de un ejercicio de resistencia aeróbica de intensidad
moderada?" (¡¡¡ IMPORTANTE: al final de esta pregunta sustituir la frase "…
restando a 220 la edad, es decir, una persona que tiene 50 años: 220 - 50 = 170
latidos/ minuto" por "utilizando la fórmula 208 - 0.7 x edad" !!!).

- Cuando se trata de un ejercicio de fuerza pesas: siempre que al entrenar la fuerza


(estamos hablando de personas sedentarias, sin experiencia, o muy poca
experiencia en el trabajo de la fuerza) se respete el principio de trabajar con cargas
moderadas; entendiendo por ejercicio de fuerza moderado aquel que mueve una
carga equivalente al 50-69% de la fuerza máxima en ese ejercicio. ¿Cómo saber
cuál es nuestra fuerza máxima con un ejercicio determinado?. De dos maneras: 1º)
de forma directa: haciendo un test de 1-RM (pero si una persona está
diagnosticada de un problema de corazón u otro problema cardiovascular, o tiene
un problema de retina,… mejor no hacer este test, puede ser peligroso) calculando
después qué peso supone el 50- 69% de ese carga máxima. Por otro lado, para
realizarlo correctamente, y de forma segura, necesitaremos necesariamente el
asesoramiento y la ayuda de una persona con experiencia en trabajo de fuerza; y
2º) de forma indirecta utilizando cargas submáximas. Así, todo ejercicio de pesas
con una carga que no permita hacer un mínimo de 12 repeticiones supondrá un
esfuerzo superior al 70% de la fuerza máxima con ese ejercicio. Un objetivo
recomendable sería una carga que permita entre 12 y 15 repeticiones sin
agotarnos, pudiendo hacer todavía unas tres repeticiones más.

Por lo tanto, para una persona sin experiencia, sería recomendable comenzar con
un circuito con cargas suaves- moderadas, que permiten hacer un mínimo de 12 a
15 repeticiones (50- 69% 1- RM). Por ejemplo, empezando con cargas fáciles (50%
1- RM), trabajando 6 ejercicios, haciendo una serie de 15 repeticiones para al cabo
de 3 a 4 semanas pasar a una serie de 12 repeticiones (60% 1- RM). Es
recomendable realizar movimientos completos y bastante rápidos. ¿Qué músculos
trabajar?: 1) Cadera y piernas, 2) Pecho, 3) Hombros, 4) Espalda, 5) Brazos, 6)
Abdominales.

ATENCIÓN: el primer objetivo tiene que ser conocer la respuesta de la glucemia y que
el pulso y la tensión arterial no excedan "los límites de seguridad".

DURACIÓN DE CADA SESIÓN DE EJERCICIO FÍSICO

Para la mayor parte de los diabéticos que no hacen deporte de


competición, ¿cuánto debería durar una sesión de entrenamiento?

- Actividad física aeróbica: en personas sedentarias, sin experiencia deportiva, sería


recomendable que empezasen por caminar sesiones cortas de unos 30 minutos
para ir aumentando progresivamente hasta los 60 minutos; no obstante, al
comienzo del programa, cuando el ejercicio aeróbico se combina con ejercicios de
fuerza la duración es menor.
En personas habituados a caminar su experiencia determinará la duración. No
olvidemos que un diabético puede hacer un deporte de nivel competitivo "siempre
que no presente complicaciones y mantengan un buen control de la glucemia". Por
lo tanto, en las personas con experiencia deportiva, será su experiencia en esa
actividad física y en el control de sus glucemias y de las posibles complicaciones las
que marcarán la duración de cada sesión de entrenamiento.

- Actividad física de fuerza: la duración de la sesión dependerá, sobre todo, del


número de ejercicios a realizar y de las series y repeticiones con cada ejercicio.

"No tengo tiempo…" suele ser la excusa más frecuente entre las personas
sedentarias.

Se pueden dividir el tiempo estipulado para una sesión de entrenamiento (por


ejemplo, 40 minutos) en varias sesiones diarias más cortas, siempre que sean de,
al menos, 10 minutos cada una. Por ejemplo, una persona que se plantea caminar
30' cada día y cuyo trabajo se encuentra a 15- 20' de su casa, puede cumplir
perfectamente con este objetivo dejando el coche en casa. Pero todavía será mejor
si, además de ir caminando al trabajo, añade otros 30' diarios de paseo.

Dividiendo el ejercicio físico diario en varias sesiones de al menos 10 minutos cada


una, se observa una mayor adherencia al ejercicio (hay menos personas que
abandonan el ejercicio) y una mayor pérdida inicial de peso. Desde un punto de
vista de adaptaciones del organismo, tanto en un tipo de actividad física como en el
otro, producen, en personas sedentarias, físicamente muy desacondicionadas, las
mismas mejoras de la condición física.

IMPORTANTE: en el caso del diabético tipo II (más de un 90% de ellos tienen


sobrepeso u obesidad) el objetivo tiene que ser "quemar" calorías, y para eso vale
cualquier actividad física por pequeña que sea. Evidentemente, cuantas mayor sea
el número de pequeñas actividades físicas mejor.

¿Qué objetivo habría que marcarse respecto al gasto energético extra?

En cada sesión el objetivo sería de un gasto energético de entre 250kcal y 450kcal,


para completar un gasto de energía extra cada semana de unas 2000kcal.

FRECUENCIA DE LA ACTIVIDAD FÍSICA

¿Con qué frecuencia tiene que realizar la


actividad física un diabético?

En el diabético tipo I, sería recomendable no menos


de 3- 4 días de actividad física por semana, con no
más de 48 horas entre cada sesión.

En el caso de la diabetes tipo II, con problemas de


sobrepeso u obesidad, debería de hacer no menos
de 5 sesiones semanales. Bien 5 sesiones de
actividades aeróbicas solamente o, si se combina entrenamiento aeróbico y de
fuerza, 3-4 sesiones aeróbicas y habrá que incluir 2 sesiones de fuerza en los con
48 horas de separación entre ambas, como se muestra en el ejemplo del Programa
de Iniciación.

¿Qué objetivos tiene que marcarse un diabético tipo II (con sobrepeso u


obeso) que quiere comenzar a practicar una actividad física?

1º) Ejercicio físico regular, todos o casi todos los días, para aumentar el gasto
calórico diario; al principio, la mejora de la condición física es secundaria...,

2º) Comenzando durante las primeras semanas con un ejercicio de baja intensidad
(caminar, bicicleta en llano, nadar para alguien que nada bien,…)

3º) Además del punto 1º, es necesario estimular la quema de calorías al realizar las
actividades cotidianas (dejar el coche en casa, olvidarse del ascensor,…)

4º) Al cabo de 4- 6 unas 8 semanas replantear la actividad física (aumento de la


intensidad, …)
VALORACIÓN MÉDICA PREVIA

¿Es recomendable algún control médico en un diabético que hace ejercicio


físico o quiere empezar a realizarlo?

Sí, el Colegio Americano de Medicina del Deporte y la Asociación Americana de la


Diabetes recomiendan que, por ejemplo, un diabético tipo I que presente los
siguientes criterios:

- Mayor de 35 años de edad, o


- Más de 15 años de evolución, o
- Algún factor de riesgo de enfermedad cardiovascular, o
- Enfermedad microvascular (retinopatía o nefropatía, incluyendo
microalbuminuria), y/ o
- Enfermedad vascular periférica, o
- Neuropatía autonómica…

…antes de comenzar un programa de ejercicio intenso, o aunque ya lo esté


haciendo, debe realizar un test de esfuerzo máximo con control del
electrocardiograma y de tensión arterial porque tiene un riesgo elevado de
enfermedad cardiovascular.

Recordemos que ejercicio físico intenso se considera aquél en el hay que trabajar
con pulsaciones igual o superior al 70% del pulso máximo; y tratándose de ejercicio
de fuerza, aquel que mueve cargas igual o superiores al 70% de la fuerza máxima
para ese ejercicio.
Caminar, o realizar cualquier otra actividad física que mantenga unas pulsaciones
por debajo de las que acabamos de señalar no necesita una valoración médica
previa pero sí una supervisión del médico.

MANEJO DE LAS COMPLICACIONES DE LA DIABETES

COMPLICACIONES MÁS FRECUENTES CUANDO SE REALIZA EJERCICIO


FÍSICO

¿Cuáles son los riesgos más frecuentes para un diabético tipo I que realiza
ejercicio físico?

1º) la hipoglucemia: es el riesgo más frecuente del diabético tipo I que realiza
ejercicio físico; puede aparecer durante, inmediatamente después, o muchas horas
después de haber acabado la actividad física. En el diabético tipo II, tratado con
antidiabéticos orales, es muy raro que aparezcan cuadros de hipoglucemia; y

2º) la hiperglucemia.

¿Porqué se produce la hipoglucemia relacionada con el ejercicio físico?


- Por un exceso de Insulina antes y/ o después del ejercicio,… y/ o
- Por una alimentación escasa en hidratos de carbono antes y/ o durante y/ o
después del ejercicio.

Nueve consejos para evitar la hipoglucemia durante y después del ejercicio


físico…

La hipoglucemia puede evitarse, pero es necesario que el diabético sea cuidadoso


con el autocontrol de sus glucemias en los diferentes tipos de actividad física y, si
es posible, tenga un adecuado conocimiento de las respuestas metabólicas y
hormonales al ejercicio.

1. Medir la glucemia antes (-30' y 0'), durante y después del ejercicio (0', 1h, 8h,
12h), sobre todo con los nuevos programas de ejercicio,

2. Si se trata de una actividad física no prevista (previamente se ha inyectado la


dosis habitual de insulina): es recomendable tomar 20- 30g de hidratos de carbono
cada 30' de ejercicio; y seguramente tendrá que disminuir la dosis de insulina
posterior al ejercicio,

3.- Si se trata de una actividad física prevista:

- Si es de corta duración (30') con glucemias rondando los 100mg/dl, tomar unos
20- 30g de hidratos de carbono de rápida asimilación antes del ejercicio,

- Si es un ejercicio prolongado (más de 60'), debería empezar con una glucemia de


150- 180mg/ dl, y seguramente será necesario tomar de 15 a 30g de hidratos de
carbono cada 30' durante todo el periodo que dure el ejercicio y, además, el
aumento en la ingesta de alimentos puede ser necesario hasta 24h después de
acabado el ejercicio. Además, si el ejercicio comienza en las primeras horas de la
mañana la dosis de insulina anterior al desayuno debe reducirse (¿incluso hasta un
50%?). En el caso de utilizar insulina de larga duración, podría ser necesario
suspender la dosis de insulina de la mañana (los ajustes en las dosis pueden
resultar difíciles por la hiperinsulinemia sostenida). No obstante, cuanto más
prolongada sea la actividad física y mejor sea la condición física del diabético, más
drástica deberá de ser la reducción de la insulina.

4.- Evitar el ejercicio durante el pico de acción de la insulina y el que necesite la


participación de músculos próximos a la zona de inyección,

Tipo de Insulina Regular


NPH
Lente
Ultralente

Tipos de insulina.
5.- Mejor realizar el ejercicio físico de 1 a 3 horas después de haber comido. Sin
embargo, el riesgo de hipoglucemia es particularmente bajo cuando el ejercicio se
realiza antes de la inyección de insulina de la mañana. Sin embargo, hay que ser
precavidos porque, en esta situación, una sesión de ejercicio intenso podría
precipitar una hiperglucemia por los bajos niveles de insulina durante estas horas
del día,

6.- El riesgo de hipoglucemia es particularmente alto cuando el ejercicio físico se


realiza por la tarde; y por ello es necesario reducir en algunas unidades,
empezando poco a poco, la dosis de insulina de la tarde (¿reducir hasta, incluso, en
un 50% la dosis de insulina?),

7.- Una sesión de ejercicio muy intenso, de corta duración, estresante, puede
acompañarse de una fase transitoria de hiperglucemia, especialmente en las
personas menos entrenadas…... si inyectamos insulina, su efecto se añadirá al del
propio ejercicio y probablemente se provocará un cuadro de hipoglucemia,

8.- Después del ejercicio a menudo es necesario reducir la dosis de insulina, incluso
al día siguiente (la cantidad dependerá del tipo de insulina),

9.- Para diabéticos con horarios muy irregulares, o para aquellos que quieren
realizar ejercicio físico de larga duración y de elevada intensidad, el ajuste en sus
necesidades de insulina sólo puede realizarse dentro de la Terapia Insulínica
Intensiva

Es decir, el principal responsable de que no haya complicaciones y del


control glucémico antes, durante y después del ejercicio es el propio
diabético…

El papel jugado por el propio diabético controlando la evolución de sus glucemias en


respuesta a diferentes tipos de ejercicio físico, sabiendo utilizar esta información
para mejorar tanto el rendimiento físico como su seguridad, es un factor esencial.

¿Por qué se produce la hiperglucemia relacionada con el ejercicio físico?

1º) Cuando se hace ejercicio físico con muy poca insulina en sangre (por ejemplo,
ejercicio físico a primera hora de la mañana o muchas horas después de la última
inyección de insulina) hay un aumento excesivo de hormonas contrainsulares
(adrenalina, hormona del crecimiento,…) en sangre. En conjunto, la ausencia casi
total de insulina y el exceso de hormonas contrainsulares en sangre, hace que el
hígado libere una cantidad excesiva de glucosa, y como casi no hay insulina, el
músculo no puede consumir este exceso de glucosa y ésta se acumula en la
sangre; y

2º) Cuando se hace un ejercicio físico intenso (que se manifiesta porque esa
persona jadea cuandohace, por ejemplo, jogging; o porque con los ejercicios de
pesas no puede hacer más de, por ejemplo, 5 repeticiones seguidas), se produce
una elevación de hormonas contrainsulares en sangre que desencadenan la
hiperglucemia).

¿Cuándo no es recomendable hacer ejercicio físico?

Si la glucemia antes de comenzar un ejercicio es superior a 250mg/ dl y hay


cuerpos cetónicos en orina (probablemente no hay suficiente insulina en la sangre),
o si la glucemia es superior a 300mg/ dl aunque no haya cuerpos cetónicos en
orina, mejor controlar este desequilibrio metabólico con una inyección de insulina y
retrasar la actividad física hasta que los cuerpos cetónicos hayan desaparecido de la
orina y los niveles de glucemia hayan descendido hasta valores más seguros.

El diabético tiene que tener claro cuáles son los objetivos, los beneficios,
los posibles riesgos…

Si un diabético manifiesta alguna contraindicación para algún tipo específico de


actividad física debe recibir una clara información sobre el tipo de ejercicio físico
más apropiado en su caso. Por ejemplo, si presenta una neuropatía periférica que
se traduce en un déficit de sensibilidad térmica y vibratoria en los pies debería
evitar la carrera continua y practicar la natación o el ciclismo.

¿QUÉ HACER PARA EVITAR QUE EL EJERCICIO AGRAVE UNA


COMPLICACIÓN DE LA DIABETES?

Si alguna persona ha desarrollado alguna de las complicaciones que suelen


asociarse a la diabetes, debería saber…

- Retinopatía: debería evitar actividades físicas intensas o muy intensas, o que


incluyan la maniobra de Valsalva (por ejemplo, pesas con cargas elevadas o
ejercicios isométricos haciendo el esfuerzo al mismo tiempo que se toma y retiene
aire en los pulmones). Evitar ejercicios que bajan la cabeza (por ejemplo, yoga o
gimnasia) o que corren el riesgo de golpear la cabeza.

ATENCIÓN: si la persona está diagnosticada de una retinopatía proliferativa y ha


sido tratada recientemente con fotocoagulación o cirugía (o no está siendo
convenientemente tratada) está contraindicada la práctica de ejercicio físico. Por
otro lado, a la hora de hacer un test de salud cardiovascular en cinta rodante o
bicicleta, en un paciente con retinopatía proliferativa y neuropatía autonómica, es
recomendable un test de esfuerzo submáximo.

- Hipertensión arterial: debería evitar levantamiento de pesas con cargas


máximas o ejercicios que requieren tomar y retener aire en los pulmones
(maniobra de Valsalva). Mejor realizar, sobre todo, ejercicios dinámicos utilizando
grandes grupos musculares (caminar, ciclismo) a intensidad moderada
- Neuropatía autonómica: con este tipo de complicación existe un mayor riesgo
de hipoglucemia, de hipertensión arterial, de un pulso de reposo elevado y de una
frecuencia cardiaca máxima disminuida. Por lo tanto, es recomendable el uso de las
propias sensaciones, más que la frecuencia cardiaca, como marcador de la
intensidad del ejercicio físico. Además, hay que tener en cuenta que esta será una
persona proclive a la deshidratación e hipotermia. Para pacientes con neuropatía
autonómica se recomienda un test de esfuerzo submáximo.

- Neuropatía periférica: evitar ejercicios que pueden ocasionar traumatismos en


los pies; son más apropiadas actividades como la natación o el ciclismo. Evaluación
regular de los pies; tienen que estar limpios y secos. Cuidadosa selección del
calzado para realizar deporte.

- Nefropatía: evitar actividades físicas que aumenten la tensión arterial (por


ejemplo, levantamiento de pesas, ejercicios aeróbicos de elevada intensidad o que
incluya la maniobra de Valsalva).

- Todos los pacientes: llevar encima una identificación con información de la


diabetes. Rehidratación cuidadosa (antes, durante y después del ejercicio). Evitar
actividades en las horas más calurosas.

CONTROL GLUCÉMICO

¿Por qué es importante que un diabético tipo I controle sus glucemias


cuando hace una actividad física?

En un paciente diabético que va a comenzar un nuevo programa de ejercicio físico y


que, por lo tanto, desconoce cuál va a ser su respuesta glucémica, es muy
recomendable que en las primeras sesiones controle estrechamente esta respuesta
hasta que pueda ajustar las dosis de insulina y su alimentación. Por lo tanto, en
estas primeras sesiones de ejercicio físico, los niveles de glucosa deberían ser
medidos antes de la sesión (-30' y 0'), cada 15' durante la actividad física, justo al
acabar y 4 a 5 horas después. Con el paso de las sesiones, cuando la actividad
física vaya repitiéndose en horario, duración, intensidad… esa persona podrá
establecer una rutina con dosis de insulina y alimentación para evitar la
hipoglucemia y la hiperglucemia.

ABSORCIÓN DE LA INSULINA

¿Por qué es importante que un diabético no se inyecte la dosis de insulina


en un lugar próximo a los músculos que van a trabajar en una determinada
actividad física?

La absorción de la insulina inyectada se acelera cuando la dosis se suministra justo


antes de hacer ejercicio físico. No se sabe con seguridad si esta aceleración en la
absorción se debe a que con el ejercicio aumenta la cantidad de sangre que circula
cerca de la superficie de la piel, o a que con el movimiento se produce una
estimulación mecánica en esa zona. Por otro lado, hay que tener también muy
presente que la velocidad de absorción varía en una misma persona dependiendo
del sitio de inyección (abdomen, muslo, brazo,…). Cuanto mayor sea el tiempo
transcurrido entre la inyección y el comienzo del ejercicio menos importante será el
sitio de inyección. En definitiva, es muy recomendable que exista un tiempo de 60 a
90' entre la hora de la inyección de insulina y el comienzo del ejercicio.
ALIMENTACIÓN Y EJERCICIO FÍSICO

¿Cómo tiene que comer un deportista


diabético?

En el caso de la alimentación de un diabético tipo I


que hace deporte de competición, no tiene por qué
ser diferente de la de un deportista no diabético
(Link con págs 212- 233, ambas inclusives). Un
diabético que entrena para correr una maratón o un
triatlón debe alimentarse exactamente igual que un
compañero no diabético, siempre que su control
metabólico sea el adecuado. Un diabético tipo I que sólo quiere hacer una actividad
física suave- moderada, del estilo de caminar, monte,… tendrá que preocuparse de
que su alimentación sea variada y equilibrada (Link sólo con pág 212, completa).
En el caso de un diabético tipo II (sedentario, con sobrepeso u obeso) que quiere
comenzar a practicar una actividad física para bajar peso y mejorar su metabolismo
energético (bajar la glucemia en ayunas, bajar la hemoglobina glicosilada,…), las
sugerencias relacionadas con la alimentación más adecuada se describen en el
apartado de la obesidad (Link con págs 90 a 93, ambas inclusives) y en el capítulo
6 (Link sólo con pág 212, completa).

HORARIO PARA HACER DEPORTE

¿Qué horas son las mejores para una persona diabética tipo I que quiere
hacer ejercicio físico?

En general, esta persona debería practicar el ejercicio físico en horas en las que los
efectos de la insulina son más bajos ("en la cola de acción de la insulina") y la
glucosa en sangre está comenzando a subir. Para evitar la hipoglucemia, es mejor
no practicar una actividad física en los 60 a 90 minutos posteriores a la inyección
de insulina o durante el pico de acción de la misma.

DIABETES Y DEPORTE DE COMPETICIÓN

¿Puede un diabético ser ciclista profesional o dedicarse a la halterofilia?

Sí, siempre que no presente complicaciones y mantengan un buen control de la


glucemia. Es fundamental la capacidad de esa persona para saber ajustar sus dosis
de insulina (¿terapia insulínica intensiva?) y su dieta que le permita una
participación segura y un rendimiento físico en óptimas condiciones.

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