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Así pues, la pérdida de un ser querido no solo reúne las características propias
de una crisis sino, además, las de un desastre y las de una emergencia. De ahí
la importancia de implementar servicios de atención inmediata al duelo.
Intervención En Crisis
La Intervención en Crisis (IC) es el proceso que sirve para ayudar a una
persona, familia o grupo, a aceptar un hecho traumático, de modo que la
probabilidad de efectos debilitantes (estigmas emocionales, daño físico) se
minimice y la probabilidad de crecimiento (nuevas habilidades, perspectivas y
opciones en la vida) se maximice. La IC es el primer nivel de intervención y es
iniciada inmediatamente después del incidente crítico y continúa por 2 o 3 días.
En situaciones de duelo, la IC “extendida” continúa por 6-8 consultas, hasta su
estabilización y remisión simultánea al grupo de ayuda mutua.
Nivel de
Proceso Características Responsable
atención
Intervención en Personal de servicios de urgencias,
crisis (PAP o hospitales, clínicas, medicina legal y
1 Individual
Primeros Auxilios ciencias forenses, funerarias, salas de
Psicológicos) velación, cementerios y tanatorios.
Personal de servicios de urgencias,
hospitales, clínicas, medicina legal y
2 Debriefing Grupal
ciencias forenses, funerarias, salas de
velación, cementerios y tanatorios.
Profesionales capacitados en consejería
3 Consejería Individual
y terapia de duelo
Profesionales capacitados en consejería
4 Terapia de Grupo Grupal
y terapia de duelo
Profesionales capacitados en consejería
5 Terapia de duelo Individual
y terapia de duelo
Así, los primeros auxilios psicológicos en duelo agudo tienen los siguientes
objetivos fundamentales:
(1) UBIQUE: Sitúe a la persona en un lugar privado donde pueda dar expresión abierta
a su dolor y siéntese junto a ella; esta habitación deberá ser cómoda, segura, austera y
desprovista de objetos peligrosos. En caso de no disponer de este recurso (habitación),
aíslese un poco de las demás personas, siéntese junto a ella y anime la expresión de
los sentimientos dolorosos. El acompañamiento deberá ser tan largo como la persona
así lo exprese. Si la ayuda es por teléfono, pregunte el lugar dónde la persona se
encuentra y las personas con quien se halla. En la medida de lo posible, intente
siempre que esté otro familiar presente.
(4) LEGITIME: Es importante reconocer que los consejos "no piense más en eso", "no
se preocupe" o "no llore", son pueriles, ingenuos, imposibles de lograr y no ofrecen
ningún apoyo al deudo; por el contrario, al legitimar sus preocupaciones (al decirle que
es normal lo que siente) le situamos en un contexto de normalidad, pudiendo incluso
introducirle en un rango de respuestas normales que pueden a su vez servirle como
base y antecedente para futuras reacciones similares en otras fases del duelo. Más
efectivo que asegurarle que todo irá bien es reafirmarle que nos ocuparemos de él y
que hemos tomado las medidas posibles en tal sentido. Habitualmente el deudo tiene la
necesidad imperiosa de saber y comprobar que se le presta atención, se le respeta y
se toman medidas referentes a su situación emocional.
(9) CONSIDERE: En una situación tan aguda como la del duelo, con frecuencia los
pensamientos de suicidio suelen hacer presencia y generan una gran angustia en el
entorno que rodea al deudo y en el propio asistente. Si los antecedentes personales del
deudo son positivos para trastornos psiquiátricos, deberá hablarse con un familiar
cercano y sugerirles ayuda profesional. En caso contrario, cuando no hay
antecedentes, escuchar las quejas principales del deudo, jamás juzgar ni criticar, y
orientar al deudo hacia una actitud constructiva o positiva es una forma de apaciguar la
situación. En todo caso, no deje de sugerir ayuda profesional y/o remitir a la unidad del
duelo de la empresa. Con objeto de que la persona afectada recupere su actividad
normal, se puede hacer hincapié en los siguientes puntos: Planificar siempre tareas y
actividades próximas y en compañía; promover el funcionamiento independiente;
dejarle siempre acompañado, bien sea con otros profesionales o voluntarios, bien con
familiares, amigos u otros deudos; planificar actividades para el hogar.
(11) ASEGÚRE: Una vez finalizada esta primera intervención, asegure al deudo la
continuidad de la atención y los servicios que la institución pone a su disposición
(literatura, conferencia, consulta personalizada, grupos de duelo, talleres especiales,
etc.). El objetivo es que el deudo internalice la idea de la institución y sus empleados
como “acompañantes de duelo” durante el período que el deudo y/o su familia así lo
necesite. En este punto es importante que la persona afectada comprenda la magnitud
de la crisis; para ello, se puede dar información general acerca de los problemas y
efectos del estrés agudo (síntomas) por la pérdida del ser querido, de su control y
afrontamiento, y de las reacciones normales que se presentan en situaciones
excepcionales. También será importante promover una narración de los hechos en
compañía de otros como una de las estrategias más útiles en el duelo.
Bibliografía
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Living with Grief After Sudden Loss: Suicide, Homicide, Accident, Heart Attack, Stroke.
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Moderno, Segunda Edición en español, 2001
3. Johnston, J. En: Sherr, L.: Agonía, muerte y duelo. Editorial El Manual Moderno,
México, 163-174, 1992
4. Sherr, L: Una guía para el desastre. En: Sherr, L.: Agonía, muerte y duelo. Editorial El
Manual Moderno, México, 175-179, 1992
5. Montoya Carrasquilla, J.: Pérdida, aflicción y luto: Herramientas para la recuperación
tras la pérdida de un ser querido. Editorial Trillas, México, 2012
6. Montoya Carrasquilla, J.: Guía del duelo. Instituto John Bowlby, Consultores. Medellín,
2015