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Cereijido, Marcelino; Blanck-Cereijido, Fanny

La muerte y sus ventajas


Fondo de Cultura Económica
4a edición
México, D.F.
2011
190 páginas

Reseña de La muerte y sus ventajas de Marcelino Cerejido y Fanny Blanck-Cerejido

Los seres humanos mueren de distintas formas y cada una tiene ventajas. La muerte es un

tema ignorado por algunas personas por múltiples razones, ¿se han preguntado los motivos

de muerte de una persona o las contingencias que la pondrían causar?

La muerte y sus ventajas tiene seis capítulos, más algunos apéndices. “La muerte de las

células”, refiere la función de las células y la genética en general. “La muerte de los

organismos”, resume algunas maneras de morir del ser humano y la supervivencia de las

especies. “La muerte de los seres humanos”, analiza las causas del deceso de las personas.

“Psicología del envejecimiento”, determina la importancia del tiempo en la conciencia del

ser humano. “El papel de la muerte en la vida psíquica”, expone cómo el subconsciente

influye en la vida. “Y tú, ¿qué edad tienes?”, representa cómo las creencias acerca de la

muerte cambian de acuerdo al entorno de alguien.

La introducción proporciona ejemplos de distintas visiones que algunas personas exponen

acerca de la muerte. Por ejemplo, en un apartado, los autores transcriben una frase de Jorge

Luis Borges: “Las pruebas de la muerte son estadísticas; luego nadie está a salvo de llegar a

ser el primer inmortal” (página 13). Por otro lado, el libro finaliza con un epílogo; en éste,

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los autores reflexionan acerca de la evolución, concluyendo con la frase: “…y tal vez la falta

de angustia de muerte haría que no tuvieran una cultura ni un lenguaje para pensar y hablar

de estos problemas” (página 179).

El primer capítulo, “La muerte de las células”, puntualiza la función del cuerpo,

específicamente las células; nos incorpora a un mundo lleno de preguntas que, tal vez, nos

hemos hecho, por ejemplo, ¿existen los genes de la muerte? Los autores evocan con

frecuencia el término “genes de la muerte”, genes eliminados a causa de un mal

funcionamiento.

El capítulo “La muerte de los organismos” describe en general, la duración de vida de los

seres vivos; cómo funcionan sus organismos, algunas hipótesis acerca de la muerte y el

envejecimiento; la “muerte silvestre”, demostrada por los animales en la vida salvaje,

luchando por su vida; y la “muerte civilizada”, representada por los animales del zoológico,

quienes no batallan por su vida.

A lo largo del capítulo “La muerte de los seres humanos”, los autores señalan lo diferente

que es la muerte del ser humano, en comparación a la de los animales. A lo largo de los años,

las expectativas de vida han aumentado, y los autores lo representan a través de gráficas,

señalando que las principales causas de muerte en un ser humano son las enfermedades. En

1900, la principal causa de muerte era la Tuberculosis; en cambio en 1970 eran las

enfermedades del corazón; actualmente, entre las diez principales causas de muerte a nivel

internacional, se encuentra la Cardiopatía isquémica y los accidentes cerebrovasculares,

preservando su lugar por 15 años, según la Organización Mundial de la Salud.

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Con el tiempo las cosas evolucionan, las personas envejecen y sus ideas cambian, como se

muestra en “Psicología del envejecimiento”. La idea de la muerte se altera de acuerdo a las

creencias generadas por el ser humano a lo largo de su vida; por ejemplo, las personas

religiosas que afirman la existencia de un “más allá”, usualmente no le temen a la muerte, lo

ven como algo esperado; sin embargo, algunas personas no poseen las mismas creencias.

La voluntad del ser humano influye en su muerte y “El papel de la muerte en la vida psíquica”

lo demuestra. Un ser humano, normalmente, tiene un plan en la vida; ese propósito,

inconscientemente, incita al humano a seguir viviendo, aunque también coopere la parte

fisiológica. En algunos casos, si se pierde el plan de vida, la vitalidad de una persona cae,

disminuyendo su esperanza de vida.

El último capítulo, “Y tú, ¿qué edad tienes?”, despliega la importancia que fue tomando la

edad de un ser humano a lo largo de los años. En siglos anteriores, por ejemplo, no le daban

importancia a la edad de una persona; sin embargo, en la actualidad, es una pregunta clave

en la vida diaria.

Los apéndices, en general, son una compilación de distintos “apoyos extra” para

complementar la lectura; algunos de ellos contienen frases o dichos referentes al tema; otros,

resúmenes de teorías acerca de lo mencionado en el libro. Por ejemplo, un apéndice,

transcribe una frase de Pitágoras: “El hombre es mortal por sus temores, e inmortal por sus

deseos” (página 177).

El apéndice VIII de La muerte y sus ventajas, introduce el tema de “la pulsión de muerte”,

impuesto por Sigmund Freud en su texto Más allá del principio del placer. En su libro, Freud

propone los términos “pulsión de vida”, refiriéndose a los placeres que el humano considera
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para vivir placenteramente; y “pulsión de muerte”, afirmando que el ser humano busca

regresar a un estado de reposo, ejemplificando los casos de furia que, en cierto punto, causan

placer.

La muerte y sus ventajas de Marcelino Cerejido y Fanny Blanck-Cerejido es un libro

interesante para alguien que le atrae el tema de la muerte, especialmente para un fanático la

biología. El escrito aborda temas importantes, la mayoría los expresa de manera amena; sin

embargo, en cierto punto, el desarrollo del tema llega a ser tedioso para las personas que no

estamos atraídas al ámbito de la biología.

Todo tiene termine, y la vida no es la excepción. Finalmente, introduzco un segmento de El

laberinto de la soledad (página 59), escrito por Octavio Paz: “Nuestra muerte ilumina nuestra

vida. Si nuestra muerte carece de sentido, tampoco lo tuvo nuestra vida. Por eso cuando

alguien muere de muerte violenta, solemos decir: ‘se la buscó’. Y es cierto, cada quien tiene

la muerte que se busca, la muerte que se hace. Muerte de cristiano o muerte de perro son

maneras de morir que reflejan maneras de vivir. Si la muerte nos traiciona y morimos de mala

manera, todos se lamentan: hay que morir como se vive. La muerte es intransferible, como

la vida. Si no morimos como vivimos es porque realmente no fue nuestra la vida que vivimos:

no nos pertenecía como no nos pertenece la mala suerte que nos mata. Dime cómo mueres y

te diré quién eres”.

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