y a esta tierra de Dios por el mal uso de la libertad. Es absurdo pensar siquiera que el Padre Celestial absolutamente santo, le haya hecho al hombre pecador; que siendo absolutamente justo, le haya hecho injusto; L que siendo absolutamente feliz, le haya hecho infeliz; que siendo EI absolutamente sabio, le haya hecho al hombre un ignorante; que siendo suprememente ordenado, le haya hecho un caos en la mente, en el coraz6n, en la conciencia, en el cuerpo, en el espiritu. Jestis al ensefiarnos a pedir al Padre que venga a nosotros su Rein nos invita a que pidamos la renovacién universal, el cambio actual de las cosas que van muy mal. Nos invita a pedir: en esta tierra haya justicia, pues el reino de Dios es de justicia: Que haya paz, porque el reino de Dios es reino de paz. Que haya amor, porque el reino de Dios es amor. fa felicidad, abundancia, comprensién, verdadera sabiduria, porque el reino de Dios es todo eso. El Padre Celestial pudiera cambiar todo en un momento imponiendo su voluntad. Pero como nos creo seres libres, no lo hace y no lo hara. Este cambio se realiza por la suprema ley de la oraci6n Venga a nosotros Tu Reino El hombre ha cambiado a esta tierra de Dios. El hombre se ha cambiado a si mismo, a los demas y por la propia cooperacién nuestra. 7 jerechos a rvados _*