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INSTITUTO JUSTO AROSEMENA

NOMBRE:

LUIS A. COLLINS

MATERIA:

BIOLOGIA I Y II PARTE

PROFESORA:

GIOCONDA CABAL

FECHA:

01 DE SEPTIEMBRE DE 2019
INDICE

POBLACION

I. ANATOMIA

II. BIOLOGIA, REPRODUCCION Y EVOLUCION

III. COMPORTAMIENTO

IV. EDAD
I. POBLACION

La clasificación de los insectos ha variado a lo largo de los años, al mismo tiempo


que lo hacían las ideas filogenéticas y a medida que la información sobre insectos
iba en aumento. En la actualidad esta clasificación está aún lejos de estar
establecida firmemente, es decir, hay variaciones que surgen de la diferente
valoración dada a los mismos hechos observables y que dependen de las ideas
filogenéticas de los diferentes autores.

De todas formas, vamos a hacer aquí un acercamiento a esta clasificación


científica, sin entrar en tanto detalle y refiriéndonos a lo que está prácticamente
aceptado universalmente.

Como se sabe todos los grupos del Reino animal están agrupados en varios
"Phyllum". Pues bien, los insectos están dentro del Phyllum Arthropoda, al igual
que los arácnidos y los crustáceos, por ejemplo. Estos últimos estarían enmarcados
dentro de otras Clases. O sea, los insectos, como grupo tienen categoría
taxonómica de Clase, que se llama (según las diferentes clasificaciones que se
pueden encontrar en la bibliografía) Clase Hexapoda o Insecta. Es decir estaríamos
en este punto

Reino Animalia

Phyllum Arthropoda

Clase Insecta

Dentro de la Clase Insecta parece estar bastante reconocido dividir el grupo en dos
subclases:

1. Subclase Apterigota (insectos sin alas)


2. Subclase Pterigota (insectos con alas)

Prácticamente, todo lo que vamos a explicar en estas páginas está referido a los
insectos con alas, a la Subclase Pterigota.
Las discordancias más grandes en cuanto a las distintas clasificaciones de los
insectos viene a partir de aquí, pero para no complicarnos, vamos a ver los Órdenes
(que es la siguiente gran categoría taxonómica) más conocidos en la tabla
siguiente:

Clase Insecta: Subclase Pterigota

Orden Nombre común

Orthoptera Saltamontes, grillos

Phasmida Insectos palo, insectos hoja

Dictyoptera Cucarachas, Mantis religiosas

Hemiptera Chinches, cigarras, pulgones

Lepidoptera Mariposas, polillas

Hymenoptera Abejas, avispas, hormigas

Coleoptera Escarabajos

Diptera Moscas, mosquitos


Clase Insecta, Subclase Pterigota, Orden Hemiptera.

Clase Insecta, Subclase Pterigota, Orden Hymenoptera.


Clase Insecta, Subclase Pterigota, Orden Coleoptera.

Hay más, pero como ejemplo creo que con esto ya está bien para hacernos una
idea. Sólo recordar que dentro de cada Orden hay varias Familias, dentro de éstas
varios Géneros y dentro de éstos varias Especies.

También quiero recordar que, aunque la tabla este incompleta, no vayamos a


obviar que, por ejemplo, las arañas y los ciempiés no están porque NO SON
INSECTOS.

ANATOMIA

Antes de adentrarnos en este punto es conveniente recordar que los insectos son
artrópodos, es decir, que están clasificados dentro de una categoría taxonómica
superior, donde también están las arañas, escorpiones o las gambas, por ejemplo.
Las características de este grupo entero, en cuanto a lo que nos concierne ahora
son, por una parte, que su cuerpo está dividido en segmentos. Se podría decir que
el segmento es la unidad anatómica fundamental de todos los artrópodos. Por otra
parte, cada uno de estos segmentos está cubierto por una piel especialmente
dura (que posiblemente sea la causa de su éxito evolutivo), a modo de armadura.
Se dice, por lo que se pueda leer más adelante, que cada parte está más o
menos esclerotizada, en relación a esta dureza de la epidermis.
Anatomía Externa

La Clase Hexapoda o Insecta tiene el cuerpo organizado en tres partes ("tagmas",


si se denominan técnicamente): Cabeza, tórax y abdomen. Esto lo tienen en común
todos los insectos y es la causa principal de su clasificación taxonómica con
categoría de Clase.

La cabeza siempre porta 4 pares de apéndices. El tórax tiene tres segmentos y tres
pares de apéndices locomotores (patas) asociados a ellos, además de dos pares de
alas. Por último, el abdomen puede tener 6, 11 o 12 segmentos (según los grupos).

Los dos párrafos anteriores expresan lo más importante con respecto a la


identificación de un insecto de forma zoológica. Repare el lector en que, por
ejemplo, las arañas (4 pares de patas) no pertenecen al grupo taxonómico de los
insectos.

El dibujo esquemático de la portada ilustra muy bien el esquema corporal de los


insectos.

Cabeza

La cabeza de los insectos se muestra con una continua y fuerte esclerotización, de


tal forma que se habla de la existencia de una cápsula cefálica en estos animales.
La esclerotización de la cápsula cefálica no es totalmente homogénea, sino que
presenta suturas, surcos y fosetas que permiten la identificación de un conjunto de
placas o escleritos.

La presencia de un par de ojos compuestos a ambos lados de la cabeza es


característica, o varios ojos simples laterales en la misma posición. Pueden existir
ambos y es bastante general; en este caso, los ocelos (ojos simples) que acompañan
a los ojos compuestos son generalmente 3.

En cuanto a los apéndices que porta la cabeza de los insectos, sólo las antenas son
prebucales, los otros 3 se corresponden con piezas bucales externas. Es decir, los
4 pares de apéndices que portan las cabezas de los insectos son:

 Antenas
 Mandíbulas
 Maxilas
 Las dos piezas que forman el labio

Entre todo el grupo la diversidad morfológica de estos apéndices es enorme. Las


formas de las antenas son diversas: filiformes, pectinadas, claviformes, setiformes,
etc. y se articulan en su base por un refuerzo más o menos circular de la cápsula
cefálica.

Observa las antenas de este escabajo.


También existe muchísima diversidad respecto a los apéndices que conforman el
aparato bucal. Típicamente el aparato bucal de los insectos es el que denomina
masticador, con mandíbulas poderosas, en algunos casos dentadas y una maxilas
también prominentes.

Pero existen otros tipos de aparatos bucales, como el lamedor de las moscas, el
picador de los mosquitos y pulgones, el chupador de las mariposas. En todos estos
casos se considera que las piezas bucales de estos insectos han sufrido,
evolutivamente, las modificaciones pertinentes a partir del las mandíbulas y
maxilas de un aparato masticador típico.

Tórax

Como hemos visto antes, el tórax de la Clase Hexapoda está compuesto por 3
segmentos. Pues bien, lo importante en este caso es que en cada segmento se
encuentra inserto un par de patas.

A veces esto no parece así, sobre todo si vemos a los insectos desde arriba (vista
dorsal), como en el esquema de abajo, en el que sólo el primer par de patas parece
inserto en el tórax. Parece incluso que el último par de patas sale de una zona muy
trasera del cuerpo de los insectos, pero no es así.
Otra particularidad del tórax de los insectos es que es la parte del cuerpo que porta
las alas. El número de alas de los insectos (de los insectos pterigotas) siempre son
cuatro, dos pares. El primer par sale del primer segmento del tórax (protórax) y el
segundo del mesotórax (segmento central del tórax).

Esto se comprueba muy bien en las abejas y las mariposas, por ejemplo, pero no
en las moscas, escarabajos, hormigas... Pues bien, estos últimos también tienen dos
pares de alas; en las moscas se puede ver que el segundo par de alas es muy
pequeño y actúa como timón en el vuelo. Los escarabajos tienen el primer par de
alas endurecidas y alojan al segundo par que es el normal. Las hormigas es cierto
que no tienen alas, pero sólo en el caso de las obreras y los soldados que son
distintas castas; las reinas sí las poseen.

Pero lo importante en este punto es el hecho de que el tórax de todos los insectos
siempre porta tras pares de patas y dos pares de alas.

Abdomen

El abdomen es el último tagma del cuerpo de los insectos, además del telson, que
en la mayoría de los casos no es diferenciable del último segmento abdominal, y
es la parte menos esclerotizada, más blanda. Como vimos el abdomen consta de 6,
11 o 12 segmentos aunque el número que es más frecuente encontrar en este grupo
de animales es 11. Pero hay que explicar que en la inmensa mayoría de los casos
no todos son visibles.

La importancia morfológica de esta zona es que contiene los órganos sexuales (en
algunos casos muy prominentes) y los orificicos de excreción. Generalmente se
pueden observar 8 pares de estigmas respiratorios (1 par por segmento). Se podría
decir, por tanto que es la zona más dedicada a labores fisiológicas.

Anatomía Interna

Sería muy complicado explicar ahora con todo detalle la anatomía interna de los
insectos. No porque no se conozca, por supuesto, sino porque es ya una labor que
de nuevo iría a encaminada a formar especialistas y no es el caso. De cualquier
manera, veamos los principales aspectos.
El sistema respiratorio es típicamente traqueal. Está compuesto de un sistemas de
tubos que reciben el oxígeno directamente desde el exterior y gracias a posteriores
ramificaciones se reparte por todo el cuerpo. Estas tráqueas están abiertas al
exterior a través de unos orificios denominados estigmas. Las tráqueas son
invaginaciones tegumentarias, más o menos ramificadas y más complicadas en el
caso de los insectos acuáticos que toman el oxígeno del agua.

El sistema nervioso de los insectos consiste en una cadena nerviosa ventral en


forma de una escalera de cuerda y una formación cerebral. El cerebro está dividido
en tres partes que se llaman protocerebro, deutocerebro y tritocerebro. El
protocerebro lleva siempre los centros ópticos y el deuto y tritocerebro residen la
mayor parte de los centros de asociación olfativa y gustativa. Aparte de estas dos
zonas existen diferentes terminales sensoriales, por ejemplo, multitud de pelos y
microsetas, las antenas son las encargadas del olfato...

El sistema endocrino es muy importante en los insectos (regulan las mudas y las
metamorfosis) y puede decirse que tiene los siguientes componentes: grupos de
células neurosecretoras, axones que llevan esa secreción a los lugares de dispersión
y glándulas endocrinas, de origen epidérmico, que segregan y liberan directamente
hormonas.

El aparato digestivo podría considerarse como un tubo con zonas diferentes según
las funciones que ocurren en cada una (también por su origen embrionario, pero
eso es otra historia) y están separadas por válvulas. La parte delantera,
o estomodeo trata de retriturar el alimento que ha entrado por la boca y para ello
pueden presentar estructuras especializadas. El mesodeo sería el equivalente a
nuestro estómago y se secretan enzimas para la digestión, además, aquí se realiza
la absorción digestiva y presentan unos tubos "ciegos" para el efecto. Por último,
el proctodeo no es más que una bolsa rectal en la que se produce una intensa
reabsorción de agua e iones; a esta parte también desembocan los llamados tubos
de Malpighi, que varían en número y que podían ser el equivalente, en cuanto a su
función de los riñones de vertebrados.

Los insectos poseen sistema circulatorio como norma general, con un corazón, que
puede no ser más que un tubo a nivel del tórax, prolongado hacia delante por una
aorta, que lanza la hemolinfa al líquido (hemocele) de la cavidad general del cuerpo
a nivel cefálico. Este líquido actuará como circulación de retorno, dentro de la
cavidad.

Por último, los aparatos genitales de ambos sexos están también diferenciados. El
masculino consta de folículos testiculares (de número variable), que producen el
esperma, y que se conectan en un canal deferente común. Las gónadas de las
hembras presentan más o menos la misma disposición, con ovariolas que contienen
ovarios en número variable.

Para terminar, hay que señalar que en las larvas (orugas de las mariposas, por
ejemplo), la anatomía sigue generalmente el esquema aquí citado, tanto exterior
como interiormente, excepto en lo concerniente a las alas y los órganos
reproductores (ver la foto de abajo).

Además, como se sabe, hay larvas que tienen muchas patas en el abdomen, como
las orugas de mariposas, pero estas patas no son articuladas, no son verdaderas
patas y se denominan pseudopatas, y que tienen unas connotaciones anatómicas a
las que no nos referiremos aquí.

BIOLOGIA, REPRODUCCION Y EVOLUCION

El ciclo biológico de los insectos es muy variable. En general se pueden explicar


como se verá más adelante, aunque veremos ciertos matices que también serán
generales. Vamos intentar hacer un seguimiento de este grupo de animales desde
la transferencia de esperma hasta que la hipotética descendencia de esta
transferencia esté en condiciones de reproducirse, es decir, analizaremos las
generalidades de su ciclo biológico.

Transferencia de esperma: la transferencia indirecta primitiva

El proceso normal de reproducción en los insectos implica la fecundación del


óvulo por un espermatozoide, si bien hay otras maneras de hacerlo, estando muy
extendida la partenogénesis en varias modalidades que no vamos a tocar en
profundidad.

Considerando el conjunto del grupo, la transferencia de esperma es en principio


indirecta, mediante un espermatóforo e incluso, en los casos menos evolucionados
en este aspecto, implica un comportamiento reproductor primitivo en el conjunto
de los artrópodos terrestres; el comportamiento se va complicando siendo
necesario el encuentro de la pareja, acoplamiento, etc., y en los órdenes más
evolucionados se alcanza transferencia directa de esperma con la complejidad que
ello conlleva.

En los órdenes más primitivos (aunque no todos ellos) los machos deponen un
espermatóforo sencillo y delicado, típicamente pedunculado y con cuerpo esférico
y ovoidal. La localización por la hembra del espermatóforo se realiza al azar o
intervienen feromonas masculinas atrayentes que lo embadurnan, sin hilos guías o
estructuras semejantes. Esta forma de transferencia de esperma se da sólo en
algunos insectos no alados (apterigotas)

Apareamiento

En los casos más evolucionados se da un apareamiento, que es absolutamente


necesario en todas las especies actuales de pterigotas (insectos con alas).

Para producirse el apareamiento se necesita que se haya encontrado la pareja y que


se haya producido el reconocimiento entre los dos miembros como posibles
acoplantes. El encuentro se produce como consecuencia de una determinada acción
que uno de los sexos ejerce sobre el comportamiento de un individuo del contrario
que es atraído. Implica por tanto un estímulo y una recepción. Los estímulos son
generados normalmente por las hembras y pueden ser de tres tipos: olfatorios,
fónicos y visuales.
A. Los estímulos químicos son los más frecuentes y podrían considerarse los
más primitivos. Las sustancias de reclamo son feromonas, segregadas por
glándulas diversas, según los casos. Este tipo de sustancias se encuentra
sobre todo en las hembras de mariposas (Lepidoptera) pero también se han
reconocido en Isoptera, Dictyoptera Blattaria, Coleoptera e Hymenoptera.
El caso es que las hembras segregan estas sustancias azarosamente, y los
machos, al detectarlas, seguirán el rastro de esa sustancia para encontrarse
con su pareja y consumar la cópula.

B. Los estímulos audibles están menos difundidos y son de dos tipos:

I. Aquellos "ruidos" producidos por el macho con ese fin, como


la estridulación de Ortópteros (los sonidos que producen los grillos
para atraer a las hembras son un buen ejemplo).

II. Aquellos otros que producidos por el macho o la hembra guían al


congénere. En concreto este punto se refiere al sonido de las alas, que
es característico de cada especie. Esto es muy común en los
mosquitos.

C. Los estímulos visuales también están muy difundidos y son de diversos


tipos, pero los que predominan son sobre todo la luz y el color. La luz es un
estímulo conocido en las luciérnagas, pero no está muy claro que sea un
estímulo puramente sexual y es producida por muy pocos insectos. El color
(y el "diseño") es estímulo para emparejamiento de muchos lepidópteros,
así como el color que presentan determinadas flores, que es atractivo para
machos y hembras de una especie.

Al encuentro de la pareja le sigue el reconocimiento, que es el primer paso e


incluso, en ocasiones, el único sentido de la parada nupcial. El reconocimiento en
ocasiones -y según los diferentes grupos- lo realiza sólo la hembra, sólo el macho
o ambos. Este reconocimiento puede realizarse por estímulos del mismo tipo e
incluso los mismos que facilitaron la aproximación, pero también por otros
diferentes.

El reconocimiento permite en ocasiones distinguir especie y sexo, pero en otras


solamente la especie, lo cual hace relativamente frecuentes los intentos de machos
para acoplarse con otros de su especie. En ocasiones es tan perfecto que permite
conocer si la hembra está fecundada o no. En definitiva, el objetivo de estas paradas
nupciales es el acoplamiento, y los comportamientos en ellas puedan llegar a ser
muy diferentes para llegar a culminar todo con la cópula.

Inseminación

Como hemos visto antes, la inseminación indirecta es un comportamiento propio


de los insectos menos evolucionados y es propia de todos los apterigotas. Para ello,
el esperma se transmite mediante una estructura especializada, más o menos
compleja, que lo encierra en su interior, llamada espermatóforo.

Pues bien, en los insectos con alas, también se pueden encontrar espermatóforos
como vehículos para la inseminación, aunque haya acoplamiento. De esta forma,
se han descrito 4 maneras en las que el espermatóforo llegará a ser recibido por la
hembra durante el acoplamiento, que van desde una cópula digamos "no
verdadera" en la que un espermatóforo muy complicado se inserta en el brocal del
orificio genital femenino (no en el propio orificio), hasta una verdadera cópula con
verdadera eyaculación, en la que el espermatóforo es sólo una reminiscencia, como
una especie de tapón que se segrega después de la expulsión del esperma. Como
se puede deducir, estas formas de inseminación tienen que ver con el grado de
evolución que posea la especie, y, por tanto se dará más en unos Órdenes que en
otros; pero como dentro de cada Orden se pueden apreciar distintos grados de
evolución, es fácil encontrar más de una de estas formas de inseminación
relacionadas con la complejidad de los espermatóforos.

El número de espermatóforos que puede producir un macho está más o menos


determinado por cada especie y es muy variable. La salida del esperma implica, en
los casos más primitivos, una rotura del espermatóforo. Esto se puede lograr
traumáticamente por acción del macho durante la cópula o por unas estructuras
escleróticas, endurecidas, que las hembras poseen en la vagina. Pero lo más
frecuente es que se consiga químicamente, como consecuencia de secreciones
proteolíticas de las glándulas del aparato reproductor femenino.

Pero además, ocurren entre los insectos inseminaciones directas, sin


espermatóforos y que implican la existencia de órganos masculinos penetrantes,
que no eran necesarios en los casos anteriores.

Puesta

La oviparidad es una norma primaria entre los insectos (hay excepciones, en las
que se da viviparidad).

El número de puestas es unas característica propia de la biología de las hembras,


característica que puede ser particular o extensiva a un grupo taxonómico más
amplio. En este sentido hay insectos que sólo ponen huevos una vez en la vida
(Ephemeróptera) y otros cuyas hembras están toda la vida poniendo huevos sin
parar, como las reinas de las termitas.

Los huevos se pueden poner aislados, en grupos, protegidos o no... y de muy


diversa morfología.

El número de huevos dentro de cada puesta es también variable y característico


dentro de unos límites lógicos marcados por el estado de alimentación de las
hembras, sobre todo, y también según ciertos requisitos ambientales. El récord en
este sentido lo tienen las hembras de una especie de termitas (Anoplotermes
silvestri) que pueden poner 7570 huevos al día durante varias decenas de años.

Huevos

No podemos entrar aquí en la consideración por su diversidad, de las formas,


tamaños y peculiaridades de los huevos de los insectos. La estructura íntima de los
huevos de insectos sí que presenta una notable homogeneidad, como era de
esperar.

El zigoto está externamente recubierto por el corion, constituído por una capa
superficial más o menos rígida y otra interna de naturaleza cérea. Internamente al
corion se encuentra la membrana vitelina, que está asociada a la serosa que el
embrión desarrolla rápidamente, costituida por una endocutícula quitinosa y una
epicutícula con otra capa de cera, de tipo fibroso.

El corion es una envuelta de protección de todo tipo, pero no puede aislar


totalmente al embrión (de hacerlo, éste no se desarrollaría). Al efecto hay que
destacar que existen diversos dispositivos anatómicos y fisiológicos que se dan
para permitir el paso de oxígeno, dióxido de carbono y agua.

El desarrollo postembrionario y la metamorfosis

Estamos ante unos de los puntos en los que los insectos son únicos en la naturaleza,
incluso como grupo: la metamorfosis.

Pero vamos a situarnos un poco, al salir del huevo cualquier insecto posee una
característica común: no puede reproducirse (eso lo hará en la fase de imago o
adulto) y su única función vital es la alimentación. Pues bien, el conjunto de
cambios de forma y hábitos que sufre el insecto hasta alcanzar las características
del adulto se denomina METAMORFOSIS.

Podemos decir que hay dos tipos principales de metamorfosis, que se pueden
generalizar hasta niveles taxonómicos de Orden:

A. Metamorfosis completa. El insecto que sale del huevo es una larva, un


pequeño gusanito que no se parece en nada al insecto adulto. A los insectos
que sufren este tipo de metamorfosis en su ciclo vital se les llama
holometábolos, y son los más evolucionados en este sentido. El paso de
larva a imago tiene una fase intermedia, que se denomina pupa (donde los
cambios preparan al insecto para reproducirse, despues de una buena
alimentación).Es decir, los insectos incluidos aquí sufren dos metamorfosis:
de larva a pupa y de pupa a adulto. Se podría resumir este camino hacia la
madurez así: larva - pupa - adulto (y los guiones serían las metamorfosis).
Como ejemplo digamos que este tipo de desarrollo se da en mariposas,
escarabajos, moscas, etc. En el esquema de abajo se ilustra todo esto.

B. Metamorfosis incompleta. El insecto que eclosiona del huevo es parecido al


adulto, pero donde no tiene los atributos genitales desarrollados ni alas. A
estos estados juveniles se les llama ninfas, y en estos casos la metamorfosis
es progresiva. O sea, en este caso ninfa - adulto. A los insectos que se
desarrollan así se les llama heterometábolos. Este tipo de desarrollo se da
por ejemplo en los saltamontes, o las cucarachas, o las chinches, como se
ilustra en el esquema siguiente.

O sea, del huevo de un escarabajo eclosionará un gusano, que tras cierto tiempo se
convertirá en una pupa que, de nuevo al cabo del tiempo, dará lugar a otro
escarabajo adulto que se preocupará sobre todo en reproducirse.
Por otra parte, del huevo de un saltamontes nacerá un saltamontes pequeño, sin
alas, que las irá desarrollando hasta convertirse en un adulto con capacidad
reproductora.

Hay muchas clasificaciones de tipos de larvas, pupas y ninfas, según su


morfología, que no veremos ahora.

Quiescencia y diapausa

No podemos terminar el tratamiento del ciclo vital de los insectos sin referirnos
brevemente a hechos tan importantes como la quiescencia y la diapausa.

Ambos procesos son detenciones del crecimiento o de la actividad vital del animal.

La quiescencia es una detención del crecimiento debida a condiciones


ambientales desfavorables. Por ejemplo, algunas moscas con adultos invernantes
en lugares protegidos salen de ellos en días soleados y templados.

La diapausa es una detención producida exclusivamente por factores


internos (establecida perfectamente en la especie). Ocurre así aunque en su origen
remoto hayan intervenido pretéritas condiciones ambientales y aunque el factor
desencadenante del proceso sea ambiental, pero siempre tras haber pasado un
periodo preestablecido.

COMPORTAMIENTO

Los insectos sociales, como las termitas, hormigas y muchas abejas y avispas son
las familias más conocidas de animales sociales. Viven juntos en grandes colonias
altamente organizadas y genéticamente similares a tal punto que en algunos casos
son consideradas superorganismos. Se dice que la abeja doméstica es el único
invertebrado que ha desarrollado un sistema de símbolos abstractos de
comunicación en que un comportamiento se usa para representar y transmitir una
información específica acerca del ambiente. En este sistema de comunicación,
llamado danza de la abeja, el ángulo de la posición de la abeja danzante representa
la dirección en relación al sol y la duración de la danza representa la distancia a la
fuente de alimento de flores.
El sistema de comunicación de los abejorros no es tan avanzado como el de la
abeja doméstica pero ellos también tienen medios de comunicación. Por
ejemplo, Bombus terrestris aprende más rápido como manipular flores cuando
visita un grupo de flores desconocidas si ve a un coespecífico forrajeando en tales
flores.
Solamente los insectos que viven en nidos o colonias demuestran una verdadera
capacidad de orientación espacial o de navegación fina. Esto les permite retornar
a su nido que puede estar a unos pocos milímetros de muchos otros similares de
los demás miembros de la agregación de nidos después de un viaje de varios
kilómetros. En el fenómeno conocido como filopatríalos insectos que hibernan o
pasan un período de dormancia demuestran una habilidad de recordar una
localidad determinada hasta un año más tarde de la última vez que la vieron.
Algunos insectos emigran largas distancias a otras regiones geográficas cuando el
cambio de estación (por ejemplo la mariposa monarca la esfinge colibrí).

EDAD
El conocimiento actual de la evolución de los insectos se basa en estudios en las
siguientes ciencias: biología molecular, morfología de los insectos, paleontología,
taxonomía de los insectos, evolución, embriología, bioinformática y ciencias de la
computación. Con base en todos estos estudios se estima que la clase Insecta se
originó aproximadamente hace 480 millones de años, en el Ordovícico, al mismo
tiempo que aparecieron las plantas terrestres. Los insectos evolucionaron a partir
de un grupo de crustáceos. Los insectos más tempranos carecían de alas. Los
primeros insectos voladores aparecieron aproximadamente hace 400 millones de
años en el Devónico, siendo los primeros animales en adquirir dicha capacidad. El
fósil más antiguo que indiscutiblemente pertenece a este grupo es Rhyniognatha
hirsti encontrado en Escocia cuya edad se estima entre 407 a 396 millones de años.
Desde entonces las condiciones climáticas cambiaron repetidas veces, y con ellas
la diversidad de insectos. Los Pterygota (insectos alados) sufrieron una radiación
evolutiva significativa durante el Carbonífero (de 365 a 299 millones de años
atrás), mientras los Endopterygota (insectos con metamorfosis completa) sufrieron
otra igualmente importante durante el Pérmico(de 299 a 252 millones de años
atrás).
La mayoría de los órdenes existentes de insectos se desarrollaron durante
el Pérmico. Muchos de los grupos basales se extinguieron durante la extinción
masiva del Pérmico-Triásico, el evento de extinción en masa más grande que jamás
haya azotado nuestro planeta, la cual ocurrió aproximadamente hace 252 millones
de años atrás. Los grupos que sobrevivieron a este evento evolucionaron durante
el Triásico (de 252 a 201 millones de años atrás) para convertirse en lo que son
esencialmente los grupos de insectos modernos que persisten hoy en día. La
mayoría de las familias modernas de insectos aparecieron en el Jurásico (de 201 a
145 millones de años atrás).
En un importante ejemplo de co-evolución, un gran número de insectos
evolutivamente exitosos, especialmente himenópteros, lepidópteros y varios
grupos de dípteros y coleópteros se desarrollaron conjuntamente con las plantas
con flores durante el Cretácico (de 145 a 66 millones de años atrás).
La mayoría de los géneros actuales se desarrollaron durante
el Cenozoico (aproximadamente 65 millones de años atrás).
Afortunadamente, muchos insectos de ese período se encuentran usualmente
preservados en ámbar, en condición perfecta. Esto permite compararlos con los
especímenes actuales, y muchos han demostrado ser miembros de un género
existente.

II. 3 TIPOS DE INTERACCIONES BIOLOGICAS

NEUTRALISMO
El neutralismo es una relación biológica, entre dos especies o poblaciones que
interactúan, en la cual ninguno de los individuos recibe beneficio ni perjuicio.
El neutralismo puro es muy poco probable o imposible de probar. Al tratar las
complejas redes de interacciones presentadas por los ecosistemas, puede ser difícil
afirmar con certidumbre que no hay absolutamente ninguna competencia o
beneficio entre ninguna de las especies. Dado que el neutralismo puro es raro o
inexistente, este término a menudo se aplica a situaciones donde las interacciones
son poco más que insignificantes o despreciables.

MUTUALISMO
El mutualismo es una interacción biológica, entre individuos de diferentes
especies, en donde ambos se benefician y mejoran su aptitud biológica. Las
acciones similares que ocurren entre miembros de la misma especie se
llaman cooperación. El mutualismo se diferencia de otras interacciones en las que
una especie se beneficia a costas de otras especies; éstos son los casos de
explotación, tales como parasitismo, depredación, etc.
La simbiosis puede ser un tipo particular de mutualismo de carácter íntimo, en que
una de las partes (o ambas) es estrictamente dependiente de la otra. Otros tipos de
simbiosis incluyen casos de parasitismo o de comensalismo.
Las relaciones mutualistas juegan un papel fundamental en ecología y en biología
evolutiva. Por ejemplo las micorrizas son esenciales para el 70% de las plantas
terrestres. Otro papel importante de los mutualismos está en el incremento de
la biodiversidad, ejemplificado por las interacciones entre polinizadores y
las flores de plantas angiospermas. La coevolución entre angiospermas
e insectos ha acarreado una gran proliferación de ambos tipos de organismos.
Infortunadamente el mutualismo no ha recibido tanta atención como otras
interacciones tales como predación y parasitismo; su importancia es igual o mayor
a estas. En los procesos de mutualismo es importante determinar el grado de
beneficio de aptitud, lo cual no es fácil, especialmente cuando las interacciones no
son sólo entre dos especies sino que una especie puede recibir beneficios de
numerosas otras especies. Tal es el caso de muchos sistemas de polinización en los
que una especie de planta es polinizada por varios polinizadores diferentes y éstos
a su vez visitan o son mutualistas con una variedad de plantas. Por lo tanto es
preferible categorizar a los mutualismos según el grado de vínculo de la asociación
que puede ir desde obligada (de dependencia) a facultativa (no imprescindible).
También la dependencia puede ser mutua o sólo de un lado (por ejemplo un
polinizador especializado en una sola clase de flor mientras ésta recibe los
beneficios de más de un polinizador).
Un ejemplo de mutualismo obligado son los endosimbiontes bacterianos de los
insectos que tienen una relación muy íntima que data de millones de años. Los
insectos no pueden sobrevivir sin sus simbiontes. Tal es el caso del pulgón
(Acyrthosiphon pisum) y su endosimbionte, la bacteria Buchnera.

DEPREDACION
En ecología, la depredación es un tipo de interacción biológica en la que un
individuo de una especie animal (el predador o depredador) caza a otro individuo
(la presa) para subsistir. Un mismo individuo puede ser depredador de algunos
animales y a su vez presa de otros, aunque en todos los casos el predador es
carnívoro u omnívoro. Esta interacción ocupa un rol importante en la selección
natural.
En la depredación hay un individuo perjudicado que es la presa y otro que es
beneficiado el depredador, pasando la energía en el sentido presa a depredador. Sin
embargo, hay que resaltar que tanto los depredadores controlan el número de
individuos que componen la especie presa, como las presas controlan el número
de individuos que componen la especie depredadora; por ejemplo, la relación entre
el león y la cebra.
Otro ejemplo de esta relación muy especial entre estos depredadores y
el ecosistema es que los depredadores, al controlar el número de individuos de una
especie, pueden proteger al ecosistema de ser sacado de equilibrio, ya que si una
especie se multiplica sin control podría acabar con el equilibrio de dicho
ecosistema. Por ejemplo: el águila y la serpiente se alimentan de ratones, y éstos a
su vez se alimentan de determinados tipos de plantas; si uno de los depredadores
se extinguiera, el otro no podría disminuir la población de esos roedores y esto
disminuiría la población de plantas.
Una forma particular de depredación la constituye el parasitismo, en el cual un
organismo se alimenta de otro, desarrollando un vínculo muy fuerte con él. Un
parásito suele iniciar dicha relación con un único organismo huésped en su vida, o
bien con unos pocos.
CONCLUSION

Una vez que terminamos con este proyecto podemos decir que:

El aprendizaje esperado con este trabajo es que desde ahora vean a los insectos de una forma
diferente y podamos identificar las ventajas que representan para las actividades agronómicas
el uso y la interacción del hombre con estos seres vivos. Aprendimos a identificar las
características y partes básicas de un insecto; Determinamos que no todos los insectos son
considerados como plagas. Reconocemos su importante labor en la conservación de los
ecosistemas
Identificamos que los métodos de control biológico o natural son mejores que el uso
indiscriminado de productos químicos.
Bibliografia

https://www.botanical-online.com/animales/insectos-reproduccion

https://es.wikipedia.org/wiki/Insecta#Comportamiento_social

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