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Notas. Revista de información y análisis núm.

23, 2003

Las viviendas en el ámbito rural


Guillermo Boils Morales*

La cuestión de la vivienda en el país puede enfocarse desde


diferentes perspectivas, una de ellas corresponde a su
diversidad, la forma en que los habitantes de las distintas
regiones geográficas del país han resuelto la situación
del clima, el suelo y los recursos disponibles, así como sus
tradiciones y cultura en la construcción de sus viviendas.
El artículo presenta un examen de este bien en el ámbito
rural, específicamente el de los campesinos, durante
el Porfiriato.

Introducción

El estudio de los espacios habitados


se orienta casi siempre al examen de
las edificaciones y sitios propios de
los sectores sociales intermedios o
de las clases dominantes. Igualmente,
se advierte una inclinación de éste
hacia las ciudades y, por consiguiente,
a descuidar el análisis de la vivienda
popular campesina. La razón
primordial en que se sustenta esta La consideración anterior no
tendencia reside en la ponderación de puede ser rechazada, pero tampoco
la complejidad constructiva, evidente es posible partir de ella para dejar de
en las áreas creadas para los sectores lado el diagnóstico de la vivienda de
privilegiados; asimismo, interviene las clases subalternas. Aquí se da un que más intervinieron en la guerra
la consideración de que éstas son panorama en esta materia de los civil; ellos conformaban los
prefiguradas y erigidas con la habitantes del campo mexicano en el segmentos más numerosos de la
intervención de profesionales del periodo porfirista, momento histórico población mexicana, al tiempo que
diseño y la construcción, generándose, en el que el país iba acumulando eran los principales responsables de
por tanto, productos cuyo lenguaje tensiones y contradicciones sociales, la generación de riqueza material,
arquitectónico pretende expresar que más tarde estallarían en la de la que no resultaban beneficiarios.
su motivación racional, funcional insurrección revolucionaria de 1910. La pobreza rural de sus pobladores
y estética. Los campesinos fueron los personajes en esa época constituyó la principal

*
Es investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Teléfono: (55) 56 22 74 00. Correo
electrónico: boil@servidor.unam.mx

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premisa explicativa de la acumulación gran influencia de cambio; esa saldo negativo pesa también el
capitalista en la naciente industria, modificación se ha dado al grado de descuido creciente por la adecuación
el transporte, el comercio y otros que en grandes regiones hasta hace ambiental que los conceptos
sectores productivos que la oligarquía unas décadas típicamente adoberas, viviendistas contemporáneos
había logrado expandir para su ahora se use el tabicón u otros suponen; y, en fin, la pérdida, cada
provecho. elementos de elaboración industrial vez mayor, de esa arquitectura del
o semi-industrial. paisaje que suele acompañar a la
En concordancia con lo anterior, casa rural tradicional.
las casas de la gente del campo eran En nuestros días, a casi un siglo de
pobres, incluso, llegaron a extremos distancia, los jacales y las chozas Volver los ojos a la vivienda
de miseria casi insólita, con del siglo XIX han disminuido rústica del Porfiriato no es un intento
características constructivas poco enormemente; su evidente discurso de retorno integral a las fórmulas
elaboradas, decoración escueta y de pobreza y marginalidad se ha constructivas de aquellos años, el
dimensiones reducidas, sin embargo, refugiado en las comunidades examen apunta, principalmente, a la
al observarlas se siente en ellas una indígenas más apartadas: selvas, búsqueda de elementos rescatables
notable espontaneidad, esa suerte de montañas y desiertos son escenarios para llegar a propuestas más
construcción sincera que revela la fundamentales de esas viviendas. adecuadas para las clases populares
identidad de sus usuarios frente a Hoy, la miseria va teniendo otro del agro mexicano; asimismo, se
sus vecinos. En éstas, del mismo aspecto y otra morada: se puede analizan las experiencias del pasado
modo, se percibe la integración dar el lujo de una techumbre de con el fin de conocer e identificar
respecto al entorno ambiental: la concreto y muros de tabicón. La aquellos productos arquitectónicos
casa campesina del Porfiriato idea de solidez a ultranza, junto que forman parte de la historia de
recogió, a la vez que asimiló, el con la incorporación de los nuevos nuestro país. Por tanto, la revisión
paisaje inmediato que la circundaba; conceptos y materiales, así como histórica tiene, también, un propósito
recuperó con gran armonía la idea y un gusto cada vez mayor por las de preservación y defensa de la
el propósito de adecuación climática propuestas tipológicas provenientes cultura material.
y visual a un nivel que jamás lograría de la ciudad han devenido en
la residencia burguesa o pequeño pérdida de autenticidad en el sentido La importancia de lo anterior se
burguesa en el medio citadino. vernáculo de la arquitectura rural acrecienta si tomamos en cuenta
mexicana. De esa forma, cada que esos espacios no suelen ser
Aunque similares en sus alcances día resulta más difícil advertir las considerados convencionalmente
espaciales, las casas diferían de diferencias entre las edificaciones como patrimonio histórico. Desde
manera notable en la diversidad en los barrios populares urbanos y la óptica de la ideología dominante, la
de materiales con que se erigieron. las casas de la gente del campo. sencillez de la arquitectura popular
Tampoco eran iguales en apariencia la invalida para ser tomada en
y adecuación frente a la pluralidad Al hacer esta reflexión, no se cuenta. En efecto, no se trata de
de condiciones climatológicas del pretende expresar nostalgia por un grandes construcciones de ostensible
país. En todas ellas estaba presente pasado que se fue, por un momento magnificencia, tampoco se puede
una larga tradición constructiva de histórico que pudiera considerarse argumentar en su favor que sean
siglos. En muchas partes del México con una calidad de vida superior a la obras de gran contenido artístico y
agrario actual, ese concepto de actual, pero resulta incuestionable económico, pero forman –y siguen
vivienda se mantiene inalterado que las modificaciones operadas en formando– parte de la realidad
de forma sustancial; es difícil que gran parte de las construcciones edificada en México.
las viviendas del campo conserven campesinas de nuestros días no han
sus rasgos y procedimientos sido afortunadas. Hoy se producen Capitalismo y sociedad rural en el
tradicionales, pues la intensa presión casas con un costo muy alto para México del Porfiriato
publicitaria que desde los grandes las posibilidades de la economía
centros de población se emite hacia campesina debido, sobre todo, al uso A lo largo del último cuarto del
las áreas campesinas ha ejercido una de materiales industriales. En ese siglo XIX, la sociedad mexicana

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transcurrió bajo una doble apariencia,


que en sustancia vienen ha ser dos
caras de una misma moneda. Los
integrantes de esa presencia dual en la
realidad porfirista eran quienes iban
entrando a la creciente modernidad,
ligada a ciertos núcleos de desarrollo
capitalista y, frente a ellos, una gran
masa empobrecida, sumida en
condiciones de existencia material
de índole agrario-tradicional, con un
alto índice de marginalidad respecto
al sistema educativo, al consumo de
bienes y servicios, así como a los
canales de participación política.

Lo cierto es que no se trataba de


dos realidades desconectadas entre
sí: antes bien, la una se explicaba El panorama anterior simplificaba habitantes, mientras que sólo otras
en función de la otra, y la relación una situación social que, sin duda, cuatro localidades fluctuaban entre
principal que las vinculaba era el resultaba más compleja. En ella 50 mil y 100 mil pobladores: éstas
complejo sistema de mecanismos de también tenían cabida otras fuerzas, eran Guadalajara, León, San Luis
explotación y sobreexplotación que nada más que su presencia efectiva Potosí y Guanajuato. Ya para 1900,
el México privilegiado del Porfiriato adquirió poco significado, comparada la capital del país se acercaba a los
ejercía sobre los pobres. Así, entre con la de los componentes 350 mil habitantes, al tiempo que la
1891 y 1908, el salario promedio de fundamentales antes apuntados. población urbana de México crecía
los peones agrícolas en los estados Tal es el caso de las clases medias que prácticamente al mismo ritmo que
de mayor desarrollo en el país pasó se estaban formando y desarrollando la total. Aun así, el número de
de 29 centavos a 31.6 centavos al en la sociedad porfirista, así como habitantes asentados en localidades
día, experimentando un incremento núcleos aún poco numerosos de mayores a 15 mil personas era de
cercano a 10% a lo largo de 17 años. proletarios industriales, ambos 1 millón 400 mil individuos, de un
En ese mismo periodo, el precio del teniendo como asiento casi exclusivo total de 13 millones 500 mil en todo
maíz se elevó en 96.6%, mientras las áreas urbanas. Y es que, en el país, lo que arrojaba poco más
que el fríjol aumentó 64%. Estos verdad, la polarización social de de 10% de la población nacional
datos sobre productos de consumo México hacia 1900 era un fenómeno ubicada en centros urbanos. Las
imprescindible para el campesino bien pronunciado, que con suma otras 12 millones 100 mil personas
testimonian el hondo desnivel que frecuencia alcanzaba un mayor conformaban lo que en líneas
acusa el alza en el costo de la vida contraste en las zonas agrarias que generales puede considerarse
y el modesto aumento salarial. Con en las urbanas. como población rural.
cifras como éstas se puede entender
el deterioro constante en los niveles Por otra parte, en el último Desde el punto de vista
de vida para los trabajadores del agro. cuarto de siglo XIX, la composición productivo, las actividades de esos
Este fenómeno repercutió menos en demográfica del país mostraba un 12 millones de mexicanos eran de
las economías de campesinos no desproporcionado predominio de la carácter agropecuario. Se trataba
asalariados, entre quienes la posesión población rural sobre la urbana. De de una población eminentemente
de una parcela –por reducida que esa suerte, el número de localidades campesina, cuyos patrones
ésta fuera– permitía obtener alimento con más de 15 mil personas ascendía culturales correspondían, de manera
siempre y cuando el clima no afectara a 51. De ellas, únicamente la capital incuestionable, a los prevalecientes
las cosechas. de la República rebasaba los 200 mil en ese mundo donde, por un lado,

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El proceso transformador no abarcó


al grueso de los mexicanos, sino que
se concentró a una reducida fracción
privilegiada de los mismos.

Vivienda rural en México hacia


1900

La marcada polarización social a que


hemos aludido corresponde con una
imagen diferenciada de las viviendas
erigidas en el agro: de esa suerte,
estaban por un lado las de los
trabajadores agrícolas, peones
acasillados y campesinos pequeños
propietarios o comuneros, todos ellos
con escasos recursos económicos y,
se desenvolvía la hacienda, con Díaz. Sólo en el ejercicio de la por tanto, con prototipo de viviendas
cultivos de plantación extensiva y dominación se aplicó el criterio de muy similares por su modestia
producción destinada a mercados orden para los sectores populares, y relativa simpleza de edificación,
extrarregionales y, por el otro, se mientras que el de progreso contó cuyo común denominador fue
hallaban comunidades agropecuarias de manera exclusiva para las clases la reproducción de modelos
de autoconsumo. dominantes. Y, ciertamente, el habitacionales que venían de mucho
profundo malestar que se advertía tiempo atrás; y por el otro, se
Una incipiente burguesía con en los núcleos menos favorecidos de encontraban las de las clases
fuertes rasgos oligárquicos y vestigios la población estallaba en diversas dominantes en el agro, las de los
precapitalistas se encontraba en la manifestaciones localizadas de hacendados terratenientes, con su
cúpula del país. Esa misma debilidad violencia social. A éstas, el Estado ostensible comodidad, sus amplios
relativa de la clase dominante y la liberal-oligárquico dirigido por Díaz espacios y sus patrones constructivos
carencia de un proyecto nacional respondió invariablemente levantando generados con suma frecuencia por
bien cimentado en sus alcances la bandera del orden y reprimiendo arquitectos profesionales; eran sus
definieron, en gran medida, que el el descontento con la acción militar. palacetes en los barrios residenciales
aparato estatal se desenvolviera a urbanos o en sus haciendas del medio
través de una señalada exclusión Contrastando con la situación rural, tomando casi siempre como
de los sectores populares. En anterior, la administración porfirista modelo arquitectónico los encuadres
concordancia con este fenómeno, pretendió lograr la modernización estilísticos provenientes de Europa.
las capas sociales, abrumadoramente de la sociedad. Fue así que el
mayoritarias, quedaron descartadas desenvolvimiento de un sector La estancia o casco de la hacienda
como sujetos de participación agrominero, orientado en gran –hasta antes de la Revolución– con
política. Al mismo tiempo, su acceso medida al mercado internacional, frecuencia tenía más proximidad
a los beneficios del proclamado se configuró como eje del progreso con la residencia acomodada o el
progreso económico del país resultó capitalista. A su lado, aparecieron palacete urbano que con las casas
absolutamente marginal. las primeras industrias del país de los habitantes que poblaban el
y se abrieron nuevas redes de campo en forma mayoritaria. Así,
Al comenzar el siglo XX, el comunicación en el territorio se empleaban de manera profusa
apotegma positivista orden y progreso nacional, desplegándose el telégrafo columnas clásicas como soporte
se había convertido en una de las y el ferrocarril. Este último se o decoración, se solucionaban los
preposiciones entre los ideólogos incrementó en cerca de 20 mil espacios con los mismos parámetros
oficiales del régimen de Porfirio kilómetros durante el Porfiriato. de las residencias citadinas, o bien,

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se importaban elementos decorativos Por otra parte, la aludida que oscilaban entre un mínimo
y mobiliario, propios de los lujosos similitud acerca de la sencillez en de 10 m2 (sólo en ocasiones muy
alojamientos de la elite urbana.1 Sin los conceptos constructivos de la excepcionales llegaba a ser más
embargo, escapa a los propósitos de vivienda campesina no significa, reducida) y un máximo de 100 m2
este ensayo adentrarse en el examen de manera alguna, que fueran casas (nunca rebasada).
de las casas de los hacendados en el iguales en las diferentes regiones del
campo del Porfiriato; aquí sólo se país. Antes bien, desde el punto de La escasa información censal
han apuntado ciertos lineamientos vista formal, la diversidad tipológica para esos años, así como la poca
muy generales de ellas, a efecto de fue considerable de región en región. confiabilidad de los datos existentes
situar mejor los alcances de la De este modo, en el altiplano central sobre el particular, dificultan el
vivienda campesina. del país presentaban características establecimiento de la relación entre
diferentes con relación a las de la número de habitantes y extensión de
Hablar de un denominador común península de Yucatán, por ejemplo. casas. Por ello, no se pueden precisar
en cuanto a sencillez y conceptos Si bien en ambas la planta espacial índices de densidad en las condiciones
constructivos en las casas campesinas tendía a ser equivalente en su de alojamiento campesino. Aun así,
responde a que éstas suelen ser conformación general y dimensiones, una aproximación estimada nos
menos elaboradas que en las y coincidente en la distribución de refiere una cifra superior a las seis
ciudades. Empero, el elemento sus áreas interiores, también es personas por edificación, lo cual
primordial que debe considerarse indiscutible que el uso de materiales nos pone ante una relación alta,
al respecto es que la vivienda rural de construcción no era el mismo, y que alcanza con frecuencia niveles
tiende, ante todo, a satisfacer las que las propiedades de adecuación de hacinamiento, sobre todo, porque
necesidades de protección frente frente a las diferentes condicionantes en la gran mayoría de los casos en el
al medio natural; ello no ocurre en de humedad y temperatura ambientales agro se trataba de viviendas
rigor con la citadina, donde además eran, asimismo, particulares. En compuestas por un solo cuarto.
de la cuestión de defensa frente al consecuencia, se trataba de fórmulas
clima existen diversos condicionantes habitacionales específicas que no En efecto, por encima de 50%
de carácter ideológico, los cuales se correspondían, en la medida en de las viviendas censadas en 1910
inciden a veces a tal punto que las que atendían a las determinantes “...caían bajo la categoría de chozas.
edificaciones urbanas llegan a geográficas y a otros elementos Generalmente, constaban de una
responder más a dichos criterios de locales o regionales que modificaban sola pieza que servía de recámara,
convención que a los de necesidad. aspectos vertebrales de la expresión comedor, cocina y cuadra”2 . Sin
viviendista. Es más, en una misma embargo, este hacinamiento rural
Ciertamente, no se puede decir zona llegaban a configurarse se traducía en resultados menos
en absoluto que la vivienda del prototipos diferentes de casas, a pesar insalubres que el urbano, ya que si
campesinado no contenía también de ser, a veces, comunidades distantes bien las familias campesinas tenían
elementos de orden convencional e entre sí unos cuantos kilómetros. mayor número de integrantes que
ideológico-regional, sólo que el peso las de la ciudad, sus condiciones de
de éstos, por lo general, quedaba de Vivienda rural: superficie y vida eran más higiénicas entonces.
manera sobrada superado por sus propiedad
propósitos de adecuación climática, Cabe preguntarse: ¿cómo es
y en algunas casas rurales estaban La extensión superficial cubierta posible que la vivienda popular de las
limitados por la debilidad económica por las viviendas rurales del periodo clases rurales presentara tales rasgos
que caracterizaba a sus pobladores. estudiado presentaban dimensiones de hacinamiento, si la población en

1
Respecto a las edificaciones de las clases dominantes en el ámbito citadino pueden consultarse Bonet Correa, Antonio. La arquitectura de la época
porfiriana. Distrito Federal, México, Instituto Nacional de Bellas Artes, 1980. // Katzman, Israel. Arquitectura del siglo XlX en México. Distrito Federal,
México, UNAM, 1973. // Martín Hernández, Vicente. Arquitectura doméstica en la ciudad de México. Distrito Federal, México, UNAM, 1981.
2
Cosío Villegas, Daniel (director de la obra). Historia moderna de México: El Porfiriato, la vida económica. Distrito Federal, México, El Colegio de
México, 1975.

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el campo era muy inferior a la notablemente estrechos en relación haciéndose cada vez más mestiza;
actual? La explicación medular de con sus necesidades habitacionales. esto es, en cuanto la influencia
ello se encuentra, en esencia, en la Con frecuencia, levantaron sus casas decisiva de la cultura indígena iba
impresionante concentración de en áreas que no les pertenecían, sino asimilando patrones constructivos
la propiedad rural en unas cuantas que les prestaban las haciendas. En de origen hispánico, se iba operando
familias. Así, el latifundismo agrario la superficie reducida de su vivienda un evidente crecimiento en el espacio
prosperó incontrolable después de debía verse la propia limitación construido. Era una suerte de
las reformas liberales a todo lo largo financiera de la economía familiar, la ladinización de la morada a través
del último tercio decimonónico. La cual no permitía hacer grandes gastos; de una serie de modificaciones
propiedad de los solares en manos además, la sobreexplotación y los que, entre otras cosas, suponían la
de las clases mayoritarias del campo altos índices de desgaste fisiológico consiguiente expansión superficial
mexicano era muy escasa y sus que imponía su vida no hacían de la misma.
dimensiones de suyo reducidas; aquí posible compensar con trabajo del
sólo se considera a los solares para propio usuario y de sus familiares, En las zonas indígenas o
vivienda y no a los predios para la ese escueto poder adquisitivo. indomestizas del agro se erigían
producción, en los cuales la situación casas cuya solución constructiva
resultaba todavía desfavorable para En un sentido similar, actúa el databa de hace siglos y cuya
el campesinado. Una visión analítica concepto de vivienda que el hombre evolución había sido lenta, sin
de aquella época evoca un panorama del campo heredó de otros tiempos. alteraciones considerables. Esa
en el que “...todas las grandes Un concepto que por tradición se ha vivienda tenía una tecnología y
planicies pertenecen a las haciendas aceptado –durante siglos en algunos un sistema de edificación que ya
y los pequeños centros poblados casos– y que consistía en espacios se conocía desde antes de que
están reducidos a las montañas”3 . raramente mayores a 8 metros de llegaran los europeos a América.
Y es que en los años del Porfiriato, ancho por 12 de largo, como máximo, La permanencia a esos procesos
las haciendas de México alcanzaron aunque las longitudes promedio respondía, principalmente, a la
su máxima extensión dentro de toda eran la mitad de éstas. probada efectividad de ese tipo de
la historia del país. moradas, aparte de las influencias
La extensión, por lo general, tradicionalistas de la cultura.
De acuerdo con lo anterior, los tendía a ser mayor, en la medida
campesinos edificaron espacios en que la vivienda campesina iba Cualquier visión modernizante,
como las prevalecientes entre
algunas corrientes intelectuales
que adquirieron gran vigor en
el Porfiriato, condenaba a las
construcciones ancestrales. Desde
su punto de vista, con pretensión
académico-científica, la vivienda
indígena resultaba un producto
del atraso precivilizatorio y, en
consecuencia, un objeto a ser
superado por nuevas formas de
vivienda. Se perdía la perspectiva
de cómo esas casas seguían siendo
las más adecuadas, frente a las
condiciones ambientales, en
las múltiples regiones del campo
mexicano. Esos conceptos

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Molina Enríquez, Andrés. Los grandes problemas nacionales (1908). México, Ed. INJM, 1964.

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constructivos tradicionales resultaban llamada de tipo español, aunque su siempre sin vidrios y que cumplían
los únicos accesibles a la economía escaso número hace que disminuya básicamente la función de permitir
del campesinado, empobrecido hasta su importancia; de igual manera, estaba o impedir el paso de la luz y el aire.
niveles críticos bajo la sociedad la planta de forma de U o L, pero la El empleo de vidrios en las ventanas
oligárquica de la época. solución espacial más generalizada era un indicador de una tipología
fue la de rectángulo. viviendista con mayor mestizaje.
El campesino contaba con Más aún, se advierte la tendencia de
posibilidades espaciales relativamente Este prototipo no tenía divisiones que el uso de ventana, en general, y
más amplias para edificar su casa interiores en un alto porcentaje de vidrios, en particular, se encontraba
que las existentes en los predios las viviendas. También, se trataba, sobre todo en zonas rurales cercanas
urbanos de los sectores populares. generalmente, de una edificación a los centros de población con cierta
A pesar de ello, esa gente continuó de escasos vanos. Era frecuente que magnitud e importancia regional
levantando viviendas de dimensiones sólo tuviera el acceso o la puerta de o nacional.
pequeñas. En el agro existía una comunicación con el exterior, de tal
sensación más libre del espacio manera que cumplía una doble También, las subdivisiones
exterior circundante a su morada. función: por un lado era el elemento internas revelan el grado de
Esta realidad venía a compensar la que permitía entrar y salir y, por otro, integración a una cultura
situación de un área interior estrecha, constituía –en estos casos– la única arquitectónica que a falta de un
habida cuenta de que, además, se o principal fuente de iluminación mejor nombre, llamaremos europea.
amplificaban las zonas vitales fuera natural hacia el interior de la casa. Así, la modalidad menos elaborada,
de la superficie construida. Era en el en las regiones predominantemente
solar –y de manera eventual en la Por lo regular, en viviendas indígenas o indomestizas, solían no
calle– donde con frecuencia se con una puerta, ésta se colocaba admitir muros interiores que separaran
realizaban actividades diversas de al centro de algunos de los muros, el espacio. El fuego conformaba el
carácter productivo o, simplemente, de preferencia en los de mayor eje en la morada campesina, pues en
se le daba un uso como sitio de estar longitud, aunque esta forma de torno a éste se comía y preparaban
y aun de comedor, funciones, estas acceso admite sus variantes (puerta los alimentos; del mismo modo,
últimas, bastante difundidas en las hacia una esquina del rectángulo o de él se obtenía calor en la noche,
regiones calurosas, de tal modo de la existencia de una más: la que durante el descanso de los habitantes,
que resultaba bastante común, daba al exterior, comunicando la casa quienes procuraban dormir alrededor
además de recomendable, que el con la calle, y otra hacia el solar, en del fogón. Este fenómeno importante,
terreno estuviera sombreado por la parte trasera, u otras modalidades); que incide en la conformación
árboles o arbustos. aun así, era el modelo más recurrente. espacial al interior, adquirió un
peso mayor tratándose de las
Composición espacial en el Variedades más complejas comunidades del altiplano o de
interior de la vivienda campesina contemplaban la existencia de un las serranías, donde el clima
pórtico al frente o alrededor de la resulta ser más frío.
En su aspecto formal, la vivienda, o bien, hacia dos de los
distribución espacial de las casas muros, así como un número variable La existencia de agua corriente
rurales del Porfiriato variaba de de ventanas. Éstas, por lo normal, dentro de la vivienda era algo casi
acuerdo con la región. Las variantes eran de dimensiones pequeñas, con desconocido. Por consiguiente, la
que presentaban fueron en verdad un claro que difícilmente llegaba a casa campesina del Porfiriato no
innumerables. Aquí sólo se apuntan rebasar el metro cuadrado. contemplaba el uso de baños. El
las modalidades más generales, a fin aseo personal se realizaba en la
de acercarse con más detalle a las De igual manera, el modelo más mayoría de las veces afuera: un río
características que perfilen mejor la sencillo de ventana se trataba de o lago cercano, por ejemplo, o bien,
morada campesina. En efecto, puede simples espacios vacíos en el muro, con un recipiente se llevaba agua
señalarse la presencia de plantas los cuales se abrían y cerraban con para el efecto. Ocasionalmente, en
como la de patio central, también pequeñas puertas de dos hojas, casi las comunidades más indígenas

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tenían el temascal4 , pero su finalidad La casa campesina de dos niveles natural inmediato. Los pobladores de
primordial era de carácter medicinal estaba en aquellas zonas donde la las comunidades agrarias mantenían
y aun mágica o religiosa, más que topografía del terreno mostraba un casi una mayor compenetración con
de índole higiénica. Como quiera relieve pronunciado. Vale decir, eran su hábitat, de tal suerte que la
que sea, se construía fuera del espacio edificaciones que, principalmente, ecología viviendista se desenvolvió
destinado a la vivienda, y su se encontraban en las regiones allí con más armonía entre seres
importancia para fines del siglo XIX montañosas del país. En ellas se humanos y medio ambiente, lo cual
disminuyó de manera considerable. incorporaba la escalera, que quedaba adquirió un peso que está por encima
casi siempre integrada a la estructura de cualquier motivación de índole
Por otra parte, casi todas las de la edificación, bien fuera interior cultural, e incluso, de cuestiones
viviendas del agro porfirista eran de o exterior. Ésta enriqueció la económicas. El elevado empleo de
una sola planta. No obstante había composición espacial de la morada, componentes naturales atiende a la
regiones, tal es el caso de la sierra añadiendo un uso que se insertó paulatina adecuación que los
de Michoacán, donde se edificaban por su función dentro de las áreas usuarios han experimentado a lo
casas de madera de dos pisos. de circulación. largo de siglos. Este fenómeno se
conservó casi intocable durante el
Porfiriato, en vista de que para aquella
época la producción y empleo de
materiales de construcción elaborados
industrialmente era muy pobre.

Hacia comienzos del siglo XX,


en unas cuantas edificaciones
–particularmente en las ciudades e
instalaciones fabriles– se usaron
materiales industriales. En los
primeros años se empezó a fabricar
cemento, al igual que acero en varilla,
alambrón y vigueta, insumos que
constituyeron los fundamentos de la
construcción moderna.

Es innegable que existieron


factores económicos, propios del
medio rural, que intervinieron para
El inferior estaba destinado a ser la mantener al agro apartado del
habitación, por lo menos el área para Del jacal a la casa de empleo de materiales industriales
dormir, en tanto que el superior mampostería: los materiales de por la desconexión –a veces casi
servía como granero o para almacenar construcción absoluta– de la economía y la
otros productos agrícolas; la planta sociedad agrarias respecto a los
alta configuraba la troje, y fue así La vivienda rural se caracterizó por canales de circulación comercial,
como se empezó a designar a toda un notable aprovechamiento de el medio básicamente autárquico.
la vivienda de este tipo. Esa materiales de construcción locales, Este carácter de autoconsumo
denominación ha llegado hasta con un manejo casi exclusivo de los canceló por completo la adquisición
nuestros días. elementos existentes en el entorno de cualquier insumo de procedencia

4
Este interesante baño de vapor, de origen prehispánico, funciona a través del calentamiento de piedras en una fogata, las que después son sumergidas en
un recipiente con agua para producir vapor. Es un cuarto pequeño, de aproximadamente un metro de ancho por uno y medio de largo y otro tanto de alto,
construido, la más de las veces, con adobe o mampostería.

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industrial, y ello aumentó, si se estructura sobre la cual se habrían usados especialmente en muros y
toma en consideración el grado de de asentar otros materiales. cimentaciones, aunque también se
aislamiento de múltiples comunidades aplicaban con inmejorables
que a veces se localizaban a varios La tecnología constructiva para resultados en techumbres y pisos:
días de distancia a lomo de bestia en la obtención y aplicación de la piedra labrada, o en bruto, adobe,
relación con el punto ferroviario madera resultó relativamente cal, tabique cocido, ladrillo, teja y
más cercano. sencilla, en virtud de que para tal solera fueron las fórmulas que de
fin se podían emplear herramientas forma habitual se emplearon.
Los materiales que se emplearon manuales de fácil manejo; su corte,
en aquella época fueron de origen preparación y colocación requerían Al comenzar el siglo XX, el
vegetal, mineral y animal. Los de sierras, hachas, cepillos y otros tabique cocido fue un insumo
que componen el último grupo instrumentos de carpintería que con con un uso restringido entre los
desempeñaron una función poco frecuencia los propios habitantes del campesinos; su presencia en la
significativa, al punto de que en campo fabricaban en forma artesanal. manufactura de una vivienda
una gran cantidad de viviendas no Además, era muy común el uso casi sin lugar a dudas indicó
se utilizaron: primordialmente se de madera sin gran agregado de una situación social superior al
trata de grasas animales, cueros y trabajo, como sucedía en las promedio de los pobladores del
osamentas que sólo intervinieron viviendas hechas de troncos, sin agro; esto no ocurrió con otro
en cuestiones de apoyo, y en cuyo cepillar: fue el caso de las cabañas material muy cercano, como la teja
examen no es pertinente adentrarse, construidas en las regiones de barro cocido, cuya difusión se
dado su carácter marginal. montañosas del bosque frío. hallaba más generalizada.

Los elementos naturales, por su Muchos otros elementos de Había, además, combinaciones de
parte, jugaron un papel fundamental. origen vegetal se emplearon en la materiales vegetales e inorgánicos;
La madera, ante todo, intervino casi construcción de casas en el medio en este aspecto, sobresalía la
en toda vivienda del agro y también rural; los más usados fueron hojas fabricación de muros a base de varas
de la ciudad. En zonas boscosas, de palma, maíz y caña de azúcar; terciadas con lodo a manera de
tanto tropicales como templadas y espiga y hojas de paja de trigo u recubrimiento: a este procedimiento
frías, la abundancia de dicho recurso otras gramíneas; cañas de maíz y se le conoce como bajareque y se
natural posibilitó su uso para la de carrizo (otate); hueso de palmera; hallaba ampliamente difundido en
mayor parte de la construcción. hoja y penca de maguey; penca de regiones de climas diversos. Su
En otras regiones, donde su nopal; fibras de diversas cactáceas; existencia se remonta al México
existencia era más limitada, se le así como tallos y hojas de tule, prehispánico y constituyó una
destinó principalmente a propósitos zacates y pastos diversos; además, solución constructiva que gozó de
estructurales y a otras finalidades debe mencionarse, fuera de la lista gran aceptación entre el campesinado
complementarias del proceso de anterior, el aprovechamiento de del Porfiriato, toda vez que combina
edificación. Había por lo menos plantas vivas, sobre todo cactáceas las ventajas térmicas del adobe con la
27 familias de árboles que eran como el órgano (propio de las zonas resistencia y durabilidad de la madera.
aprovechables en el levantamiento desérticas del altiplano), que era
de casas; ya fuera en tronco, tabla, usado como elemento muy difundido Por otra parte, el piso de la
viga, polín o vara, la madera les en calidad de cerca; esos verdaderos vivienda en un alto porcentaje era
daba la ventaja de poseer una notable muros vivientes se empleaban de de tierra o cubierto con lozas de
capacidad de compresión y flexión; manera particular para delimitar piedra. Sin embargo, en zonas de
se aplicaba en columnas de carga, predios en las comunidades clima frío era muy frecuente que
muros, pisos, trabes, cerramientos, campesinas de la región central se le fabricara de madera. Entre
etc., pero donde su empleo en las del país. aquellos campesinos con un nivel
viviendas campesinas se tornó socioeconómico menos limitado,
de verdad imprescindible fue En lo que se refiere a los era común el empleo de algún otro
en las techumbres, en especial en la materiales inorgánicos, éstos eran material para el piso: tabique, lozas

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pulidas, loseta de barro cocido y, visual, haciendo más atractivas las del predio. Si no había árboles, los
excepcionalmente, mosaico, edificaciones. Esto se presentaba, plantaban, aunque era más común
aunque este material sólo empezó incluso, en regiones semidesérticas, aprovechar los que naturalmente se
a presentarse en los últimos años en las cuales la casa campesina encontraban en el solar.
del Porfiriato. recuperaba, hasta donde la escasez
de agua lo permitía, una notable En suma, este fenómeno no
A fin de cuentas, por tratarse de superficie de áreas verdes. constituyó un mero pintoresquismo
viviendas autoconstruidas, sus bucólico. Fue, ante todo, la pretensión
propios usuarios se procuraron los De acuerdo con lo anterior, intuitiva del campesino de lograr
materiales de construcción, sin costo puede afirmarse que los habitantes armonía entre necesidades objetivas
económico alguno, valiéndose sólo del agro porfirista integraban en y adecuación ambiental subjetiva.
de su propia fuerza de trabajo, mayor grado las posibilidades del Puede decirse que se logró un
aprovechando al máximo las paisaje, a pesar de las profundas equilibrio relativo entre lo agradable
posibilidades que su hábitat les privaciones materiales a las que y lo funcional inmediato. Pero,
ponía al alcance. estaban sujetos. Su propia limitación sobre todo, resulta incuestionable
de recursos económicos aumentó, que el habitante rural tuvo una
Arquitectura del paisaje en la decididamente, su inclinación mayor sensibilidad frente a la
vivienda campesina por aprovechar los recursos de conveniencia de incorporar la flora
ambientación natural. Es frecuente del entorno a su morada.
La realidad a la que tenían que que las flores circundaran las
enfrentarse la mayor parte de los viviendas y el verdor de los árboles Las instalaciones y servicios o el
hombres del campo en el México apuntalara el contraste con la testimonio de la carencia
porfirista fue, a todas luces, muy mampostería encalada, el adobe, el
difícil. Hay que desterrar esa visión bajareque o el tabique. La presencia Un reducido número de viviendas en
idílica que suele tenerse entre visual resultaba así más rica en el agro porfirista contaba con servicios;
personas del medio urbano sobre el contrastes, en tanto que las texturas la dotación de agua potable dentro
mundo rural de aquella época: esa se hacían menos monótonas, en de la vivienda, aun en localidades de la
visión de un campo florido y lleno de virtud de ese mayor juego de colores provincia que alojaban a varios
habitantes sonrientes, bien nutridos que se lograba en muchas regiones millares de pobladores, era un hecho
y gozando u holgazaneando en un del país. totalmente desconocido; el pozo,
mundo bucólico. río, lago o manantial cercanos eran
Pero ese mayor manejo de la los proveedores del líquido. En las
Por el contrario, para grandes arquitectura del paisaje, a partir de zonas áridas, los habitantes tenían
núcleos de pobladores, la situación un notable aprovechamiento de la que caminar a veces muchos
de existencia material en que se flora, no debe verse sólo como kilómetros para poder abastecerse
desenvolvían resultaba sumamente elemento estético. Antes bien, de agua. Este punto se constituye
ardua. La miseria impregnaba sus el componente vegetal en las como una de las principales carencias
vidas y, por ello mismo, resultaba proximidades de la vivienda que confrontaban los campesinos al
difícil esperar que su entorno hubiera respondía a una empírica pero comenzar el siglo XX. La red de
estado siempre lleno de imágenes deliberada búsqueda de agua potable por esos años sólo
amables. Empero, la propia mejoramiento del clima en los se extendía parcialmente en
asimilación al medio permitía que espacios habitados. Este hecho llegó algunas poblaciones, sobre todo en
su vida incorporara elementos de a ser fundamental dentro de las las de mayor importancia numérica
origen natural que daban un sentido zonas calurosas, donde, es obvio, y económica.
más agradable a la vivienda en la que las sombras resultaban muy
se alojaban. En particular, la presencia reconfortantes. Incluso, la ubicación Por lo que hace a las instalaciones
de árboles y plantas en los solares y de la vivienda solía estar definida a sanitarias, era mínima o nula la
áreas aledañas a las casas se traducía partir de la existencia de algún proporción de casas que contaban
en una mayor frescura física y laurel o amate, por ejemplo, dentro con ellas. La inexistencia de lugares

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era mayor a la del espacio construido.


Asimismo, se advierte con claridad
la tendencia a la unidad estilística,
con conceptos formales de aceptación
rara vez cuestionada en el plano
local o regional, del mismo modo
en que se desarrollaron parámetros
edificatorios que prácticamente no
variaban en sus procedimientos
constructivos entre casa y casa, lo
cual creaba una definida propensión
a la unidad expresiva, equivalente a
la expresión social de un medio
donde las diferencias de status no
fueron tan contrastantes, salvo
frente al hacendado.

En el agro porfirista se apreciaban


con agua entubada dentro de la 1910, sólo algunos barrios de las dos grandes vertientes acerca de la
vivienda coincidía con la ausencia ciudades importantes estaban manera en que se organizó la
de servicios como lavabo, inodoro electrificados, en particular los que distribución de las viviendas en los
o regadera, componentes medulares eran asientos de las clases dominantes diferentes asentamientos. Por un
de un baño. A su vez, tampoco había e intermedias. Dicho servicio era lado estaba el sistema de la
ningún procedimiento para el desalojo absolutamente inexistente entre los hacienda, donde la vivienda del
entubando de las aguas negras, en campesinos mexicanos de la época. peón agrícola se localizaba en las
vista de que no se tenía servicio de proximidades o a un costado del
baño en el interior de las edificaciones. La ausencia de un registro de caso o casa central del fundo. Las
En algunas regiones –especialmente información aceptable sobre el casas habitadas por los peones y sus
en la península de Yucatán– se conjunto de los servicios en la familiares raramente eran propiedad
encontró una preocupación por vivienda popular del Porfiriato de los usuarios. Sólo que, debido a
conducir las aguas pluviales, no imposibilita tener estimaciones las relaciones semiserviles del
tanto en función del desagüe de precisas para ponderar la magnitud. peonaje acasillado en las haciendas,
las mismas, como para captarlas Aun así, es incuestionable que una con el permanente –y aun creciente–
y almacenarlas. Incluso, antes del abrumadora mayoría de los habitantes endeudamiento de aquél con éstas,
siglo XIX, este sistema se venía rurales existentes casi no disfrutaban resultaba muy improbable el
empleando para suplir la escasez de servicio alguno. Probablemente, es desempleo y el subsecuente desalojo
de agua en esta zona durante el en este aspecto donde la condición del trabajador. Claro que el precio
periodo de estío. marginada de la vivienda campesina que tenían que pagar por ello era
se muestra con mayor evidencia. muy alto. Con ese estado de cosas,
Algo similar ocurrió con los los terratenientes salían más
servicios de electricidad. La instalación Poblamiento beneficiados, puesto que si bien no
de redes eléctricas apenas empezaba cobraban, por lo general, renta por
a tenderse en las ciudades principales Hacia los albores de este siglo, la la vivienda, incrementaban la cuota
del país en los albores del siglo XX. modalidad generalizada, como de sobreexplotación del trabajador.
Era muy frecuente, entonces, que en fórmula viviendista en el campo
las pocas localidades que contaban mexicano, es la de los edificios que La forma más recurrente de
con electricidad sólo disfrutaran de albergan a una sola familia. Esta ordenamiento de las casas de los
esa energía durante unas cuantas vivienda unifamiliar se edificaba en peones en las haciendas se daba a
horas por la noche. Todavía en un solar, cuya superficie casi siempre través de fórmulas multifamiliares,

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con prototipo de vivienda en seguía la costumbre de que al casarse, propios necesitados de alojamiento.
serie, incluso con edificaciones los hijos varones construyeran su Y lo mismo ocurrió con los
en dos niveles. En este género de casa en el mismo lote paterno. capitalistas, para quienes lo
agrupamiento, la dotación de servicios referente a la vivienda era algo
–en las escasas experiencias en Conclusiones particular, que cada familia debería
que los hubo– se hacía en forma resolver con sus propios recursos.
compartida para varias viviendas. El Estado liberal-oligárquico, Sólo en algunas regiones donde se
En cierta forma, la disposición de encabezado por el general Díaz, no crearon establecimientos industriales,
las mismas tendía a repetir el concepto manifestó la menor preocupación por los propietarios de las empresas
de vivienda colectiva de la vecindad, atender las necesidades populares de emprendieron la construcción de
tan difundida en los centros urbanos. alojamiento. La línea imperante entre casas para sus trabajadores, ocurriendo
la clase dirigente de la época era la en algunas fábricas que adoptaron
La otra gran modalidad de de un Estado cuya participación procedimientos muy cercanos a los
distribución de casas de los peones en la sociedad estaba reducida, existentes en la hacienda.
acasillados consistió en la construcción estrictamente, a la regulación del
de viviendas en las cercanías del orden interno y a la realización En suma, ni los sectores privados
casco hacendario, con una disposición de obras de infraestructura para económicamente dominantes ni el
menos rígida, en tanto que los garantizar el dinamismo de los Estado porfirista se ocuparon de
propios usuarios decidían, dentro de polos capitalistas; la práctica real atender la insatisfecha demanda
ciertos límites superficiales, dónde demostró la naturaleza de esa de alojamiento entre las clases
levantar su choza o jacal. Este tipo estructura sociopolítica, como una sociales más urgidas de ellos.
de poblamiento se asemejaba al entidad excluyente de los sectores Esta situación, desde luego, era
modelo de una localidad pequeña, populares orientada a garantizar, a más evidente en las zonas rurales.
con calles trazadas más o menos toda costa, la estabilidad social y el En tales condiciones, la fórmula
en línea recta y con viviendas orden político. autoconstructiva continúo siendo
independientes entre sí. la única salida posible para la gente
En la perspectiva anterior, la del campo, cuestión que, por otra
Por otra parte, en pueblos y acción estatal sólo contemplaba parte, no presentó ninguna
rancherías, fuera de las haciendas, la construcción de obras de interés característica novedosa en relación
estaba la vivienda en propiedad de público (como mercados, escuelas y con la forma en que se venía
los usuarios. Ésta, invariablemente, hospitales), cuya localización estuvo desarrollando desde la misma época
asumió patrones bien definidos de en las 10 principales ciudades de la colonial. Ciertamente se trata de
edificios unifamiliares con dos época. La publicidad que el régimen modelos viviendistas cuyo diseño y
tendencias: hacia la dispersión de Díaz montaba para la realización de materialización se ajustan a patrones
de los inmuebles, como en el caso de esas obras llegó a ser desmedida, a preestablecidos muchas generaciones
los otomíes del valle del Mezquital; tal punto que lograba dar la imagen atrás y va admitiendo cambios poco
y hacia la concentración, al de múltiples edificaciones, cuando significativos a través de largos
construirse dos o más viviendas en en realidad se trataba de unas periodos. Tampoco se contaba,
el mismo predio, toda vez que se cuantas. Debe destacarse, además, como es obvio, con ningún tipo de
que la tendencia arquitectónica que asistencia económica o profesional,
imperaba estaba impregnada de un y cuando excepcionalmente se dio
discurso de monumentalidad, tratando la intervención de un albañil en
de lograr efectos positivos ante la apoyo al usuario, aquél siempre
opinión pública. lo hizo ciñéndose a las fórmulas
conocidas y aplicadas de manera
Pero el Estado jamás se planteó local. Puede decirse que se trató de
siquiera la edificación de casas para el una arquitectura sin arquitectos que
pueblo. La elite dirigente consideraba se realizó en una gran parte de las
que esa función le correspondía a los regiones rurales del mundo.

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