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10 Características del Funcionalismo

Funcionalismo

El funcionalismo es una corriente teórica que surge en Inglaterra


en la década de 1930 en las ciencias sociales, fundamentalmente en las
ramas de la Sociología y de la Antropología Social. Para el etnógrafo de origen
polaco Bronislaw Malinowski, quien seguía las teorías de Durkheim, las
culturas se presentaban siempre integradas, funcionales y por consiguiente
coherentes. De allí la denominación de funcionalismo para esta corriente.

Esta teoría está relacionada con autores como Émile Durkheim, Talcott
Parsons, Herbert Spencer y Robert Merton. Los ejes de los trabajos de estos
especialistas están centrados en la comunicación de masas, la teoría de los
efectos limitados y la teoría matemática de la comunicación, entre otros
desarrollos y postulados.

Esta corriente marcó el utilitarismo empleado para concebir a los quehaceres


que se deben sostener en el orden instaurado de las sociedades, como así
también se destacó por poseer una perspectiva empirista, que celebra las
superioridades del trabajo de campo.

La sociedad será estudiada por el funcionalismo dejando de lado su


historia, es decir que se la tomará tal y como se la encuentra en un momento
determinado, para de este modo intentar comprender como es posible que
cada elemento perteneciente a ella se articule con los restantes conformando
un todo.
Cabe destacar que una diferencia importante con el estructuralismo es que
en el funcionalismo se aplica una observación atenta y establecida de cada
unidad de un hecho o fenómeno, una perspectiva no abordada por los
estructuralistas al centrarse en otros aspectos más ligados al conjunto y no a
las partes de un problema.

Características del funcionalismo

1. Bases
Tiene sus bases, junto al estructuralismo, en la conocida teoría positivista
y organicista de Spencer, como así también en la acción social de Max
Weber. Ambas ejecutan un análisis de los fenómenos sociales.

2. Impacto
La corriente funcionalista se ha diversificado de tal modo que ha llegado a
convertirse en la escuela más extendida en ciencias sociales. Se estudia como
el modelo de las ciencias de la comunicación. Precisamente en este campo
tienen vital trascendencia sus esquemas de acción,
aportando conocimientos claves sobre la teoría y la práctica de la
comunicación social.

3. Concepto de sociedad
Se considera a la sociedad como un sistema formado y articulado por partes
interdependientes. Por consiguiente, cada cambio que se realice afectará a
otras partes, influyendo así sobre el todo.
La teoría funcionalista plantea que las sociedades disponen de unidades
propias competentes y capaces de regular los problemas, conflictos y normas
que establecen códigos de conducta.

4. Orden social
El funcionalismo supone que la intención y finalidad de toda sociedad es la
de lograr mantener el orden, como así también la persistencia de la
misma.

5. Positivismo
Aunque se trate de una teoría sociológica contemporánea, el positivismo tuvo
un significado trascendental en su desarrollo y ha marcado sus postulados.

6. Trabajo de campo
El funcionalismo es claramente empirista, por consiguiente el trabajo de
campo será vital en su perspectiva centrada en el valor de la experiencia
directa.

7. Antropología
La corriente funcionalista abrió el camino de la Antropología Científica, que
con posterioridad pudo desplegarse rápidamente y con gran éxito en los
Estados Unidos.
8. Influencias
La principal influencia que recibió el funcionalismo provino del sociólogo
francés Émile Durkheim. Entre otras cosas, Durkheim sostenía que los
hechos sociales son los que establecen y determinan a los hechos
culturales.

9. Enfoque
Los ideólogos del modelo funcionalista toman un enfoque biologicista de
la sociedad, entendiéndola como una entidad orgánica cuya estructura se
sustenta en hechos que se reiteran de forma regular y sistemática.

10. Sociedad como sistema


Para Parsons, la teoría de sistemas se fundamenta en la teoría funcionalista,
instituyendo que la sociedad se establece como un sistema que deberá
esclarecer cuatro imperativos elementales para así lograr subsistir, estos son:
el ajuste al ambiente, la preservación del modelo, la revisión de resistencias y,
por último, el seguimiento del propósito e integración mediante las disímiles
clases sociales permanentemente en tensión y conflicto.
¿Qué es el conductismo?

El conductismo es una corriente de la Psicología que se centra en el estudio de las


leyes comunes que determinan el comportamiento humano y animal. En su origen,
el conductismo tradicional deja de lado lo intrapsíquico para focalizarse en la
conducta observable, es decir, prioriza lo objetivo por encima de lo subjetivo. Esto
opone el conductismo a planteamientos previos como los psicodinámicos y los
fenomenológicos.

Los conductistas tienden a concebir a los seres vivos como “tabulas rasas”
cuya conducta está determinada por los refuerzos y castigos que reciban más que
por predisposiciones internas. El comportamiento, por tanto, no depende
principalmente de fenómenos internos, como los instintos o los pensamientos (que
no dejan de ser, por otra parte, conductas encubiertas) sino más bien del entorno,
y no podemos separar ni la conducta ni el aprendizaje del contexto en que tienen
lugar.

Conceptos básicos del conductismo

A continuación definimos los principales términos de la teoría conductista.

1. Estímulo

Este término se refiere a cualquier señal, información o evento que produce una
reacción (respuesta) de un organismo.

2. Respuesta

Cualquier conducta de un organismo que surge como reacción a un estímulo.

3. Condicionamiento

El condicionamiento es un tipo de aprendizaje derivado de la asociación entre


estímulos y respuestas.

4. Refuerzo

Un refuerzo es cualquier consecuencia de una conducta que aumenta la


probabilidad de que ésta vuelva a darse.
5. Castigo

Opuesto al refuerzo: consecuencia de una conducta que disminuye la probabilidad


de que vuelva a darse.

Wundt: el nacimiento de la Psicología Experimental

Wilhelm Wundt (1832-1920), considerado por muchos “el padre de la Psicología”,


sentó las bases de lo que acabaría siendo el conductismo. Creó el primer laboratorio
de Psicología científica y utilizó de forma sistemática la estadística y el método
experimental para extraer reglas generales sobre el funcionamiento de los procesos
mentales y la naturaleza de la conciencia.

Los métodos de Wundt dependían en gran medida de la introspección o


autoobservación, técnica en la que los sujetos experimentales proporcionan datos
sobre su propia experiencia.

Watson: la Psicología vista desde el conductismo

John Broadus Watson (1878-1958) criticó el uso de la metodología introspectiva de


Wundt y sus seguidores. En una conferencia en 1913 que se considera el
nacimiento del conductismo, Watson afirmó que para ser verdaderamente
científica la Psicología debía centrarse en la conducta manifiesta en lugar de en los
estados mentales y conceptos como “conciencia” o “mente”, que no podían ser
analizados de forma objetiva.

Watson también rechazaba la concepción dualista que separaba el cuerpo y la


mente (o el alma) y planteaba que la conducta de las personas y la de los animales
debía ser estudiada del mismo modo ya que, si se dejaba de lado el método
introspectivo, no había una diferencia real entre ambas.

En un conocido y controvertido experimento Watson y su ayudante Rosalie


Rayner consiguieronprovocar una fobia a las ratas a un bebé de nueve meses (“el
pequeño Albert”). Para ello emparejaron la presencia de la rata con sonidos fuertes.
El caso del pequeño Albert demostró que la conducta humana no sólo es predecible
sino también modificable.

 Artículo relacionado: “Los 10 experimentos psicológicos más perturbadores


de la historia”

La caja negra

Para Watson los seres vivos somos “cajas negras” cuyo interior no es observable.
Cuando los estímulos externos llegan a nosotros damos respuestas en
consecuencia. Si bien se dan procesos intermedios dentro del organismo, al ser
inobservables deben ser ignorados al analizar el comportamiento.
Algunos neoconductistas como Clark Hull y Edward Tolman sí incluyeron procesos
intermedios (o variables intervinientes) en sus modelos. Hull incluía el impulso o
motivación interna y el hábito, mientras que Tolman afirmaba que construimos
representaciones mentales del espacio (mapas cognitivos).

Watson y el conductismo en general fueron influidos de forma clave por dos autores:
Ivan Pavlov y Edward Thorndike.

Condicionamiento clásico: los perros de Pavlov

Ivan Petrovich Pavlov (1849-1936) era un fisiólogo ruso que se dio cuenta, mientras
realizaba experimentos sobre secreción de saliva en perros, de que los
animales salivaban de forma anticipada cuando veían u olían la comida, e incluso
simplemente cuando se acercaban los encargados de darles de comer.
Posteriormente consiguió que salivaran al oír el sonido de un metrónomo, de una
campana, de un timbre o de una luz por asociar estos estímulos con la presencia
de comida.

A partir de estos estudios Pavlov describió el condicionamiento clásico, un concepto


fundamental en el conductismo.

Un estímulo incondicionado (es decir, que no requiere aprendizaje para provocar


una respuesta) provoca una respuesta incondicionada; en el caso de los perros, la
comida causa salivación de forma espontánea. Si se empareja repetidamente el
estímulo incondicionado (la comida) con un estímulo neutro (por ejemplo la
campana), el estímulo neutro acabará produciendo la respuesta
incondicionada (salivar) sin necesidad de que esté presente también el estímulo
incondicionado.

Para Pavlov no es necesario el concepto de mente ya que conceptualiza las


respuestas como reflejos que se dan después de la aparición de estímulos externos.

El experimento del pequeño Albert de Watson y Rayner es otro ejemplo de


condicionamiento clásico. En este caso la rata es un estímulo neutro que se
convierte en un estímulo condicionado que provoca la respuesta de miedo por
asociación con el ruido fuerte (estímulo incondicionado).

Los animales en el conductismo

Los conductistas clásicos empleaban frecuentemente animales en sus estudios. Los


animales son considerados equivalentes a las personas en cuanto a su conducta y
los principios de aprendizaje extraídos de estos estudios se extrapolan en muchos
casos a los seres humanos.
La observación sistemática de la conducta animal daría paso a la Etología y
la Psicología Comparada. Konrad Lorenz y Niko Tinbergen son dos de los
representantes más importantes de estas corrientes.

Condicionamiento instrumental: los gatos de Thorndike

Edward Lee Thorndike (1874-1949), contemporáneo de Pavlov, realizó diversos


experimentos con animales para estudiar el aprendizaje. Introdujo gatos en “cajas-
problema” para observar si conseguían escapar de ellas y de qué modo.

En las cajas había varios elementos con los que los gatos podían interactuar, como
un botón o una anilla, y sólo el contacto con uno de estos objetos podía hacer que
se abriera la puerta de la caja. Al principio los gatos conseguían salían de la caja
por ensayo y error, pero a medida que se repetían los intentos cada vez escapaban
con más facilidad.

A partir de estos resultados Thorndike formuló la ley del efecto, que afirma que si
una conducta tiene un resultado satisfactorio es más probable que se repita, y que
si el resultado es insatisfactorio esta probabilidad disminuye. Posteriormente
formularía la ley del ejercicio, según la cual los aprendizajes y hábitos que se repiten
se ven reforzados y los que no se repiten se debilitan.

Los estudios y las obras de Thorndike introdujeron el condicionamiento


instrumental. Según este modelo el aprendizaje es consecuencia del reforzamiento
o el debilitamiento de la asociación entre una conducta y sus consecuencias.

El conductismo radical de Skinner

Las propuestas de Thorndike fueron el antecedente de lo que conocemos como


condicionamiento operante, pero este paradigma no se desarrolló de forma
completa hasta la aparición de las obras de Burrhus Frederic Skinner (1904-1990).

Skinner introdujo los conceptos de refuerzo positivo y negativo. Se denomina


refuerzo positivo al hecho de premiar una conducta dando algo, mientras que el
refuerzo negativo consiste en la retirada o la evitación de un evento desagradable.

Skinner defendía el conductismo radical, que mantiene que todo el comportamiento


es resultado de asociaciones aprendidas entre estímulos y respuestas. El enfoque
teórico y metodológico desarrollado por Skinner se conoce como análisis
experimental de la conducta y ha sido especialmente eficaz en la educación de
niños con discapacidad intelectual y del desarrollo.

Desarrollo del conductismo: la revolución cognitiva

El conductismo entró en declive a partir de los años 50, coincidiendo con el auge de
la psicología cognitiva. El cognitivismo es un modelo teórico que surgió como
reacción al énfasis radical del conductismo en la conducta manifiesta, dejando de
lado la cognición. La inclusión progresiva de variables intervinientes en los modelos
conductistas favoreció en gran medida este cambio de paradigma, conocido como
“revolución cognitiva”.

En la práctica psicosocial, las aportaciones y principios del conductismo y el


cognitivismo acabarían confluyendo en lo que conocemos como terapia cognitivo-
conductual, que se centra en encontrar los programas de tratamiento más avalados
por la evidencia científica.

Las terapias de tercera generación desarrolladas en los últimos años recuperan


parte de los principios del conductismo radical, reduciendo la influencia del
cognitivismo. Algunos ejemplos son la Terapia de Aceptación y Compromiso, la
Terapia de Activación Conductual para la depresión o la Terapia Dialéctica
Conductual para el trastorno límite de la personalidad.
¿En qué consiste la psicología cognitiva?
La psicología cognitiva es la vertiente de la psicología que se dedica al estudio de los
procesos mentales como la percepción, la planificación o la extracción de inferencias.
Es decir, procesos que históricamente se han entendido como privados y fuera del
alcance de los instrumentos de medición que se han venido utilizando en estudios
científicos.

El cognitivismo y la psicología cognitiva han supuesto un golpe sobre la mesa por parte
de una comunidad de investigadores que no quería renunciar al estudio científico de los
procesos mentales, y aproximadamente desde los años 60 han formado la corriente de
psicología hegemónica en todo el mundo.

Para explicar los orígenes de la psicología cognitiva hay que retroceder a mediados del
siglo pasado.

La psicología cognitiva y la metáfora computacional

Si en la primera mitad del siglo XX las escuelas dominantes en el mundo de la psicología


eran la psicodinámica iniciada por Sigmund Freud y la conductista, a partir de los años
50 el mundo de la investigación científica empezó a vivir una época de cambios
acelerados ocasionados por la irrupción de los progresos en la construcción de
ordenadores.

A partir de ese momento empezó a ser posible entender la mente humana como un
procesador de información comparable a cualquier ordenador, con sus puertos de
entrada y de salida de datos, partes dedicadas a almacenar datos (memoria) y ciertos
programas informáticos encargados de procesar la información de manera adecuada.
Esta metáfora computacional serviría para crear modelos teóricos que permitiesen
formular hipótesis e intentar predecir el comportamiento humano hasta cierto punto.
Nacía así el modelo informático de los procesos mentales, muy utilizado en psicología
a día de hoy.

La revolución cognitiva
A la vez que se sucedían los progresos tecnológicos en el ámbito de la informática, el
conductismo iba siendo cada vez más criticado. Estas críticas se centraban,
básicamente, porque se entendía que sus limitaciones no permitían estudiar
adecuadamente los procesos mentales, al limitarse a extraer conclusiones sobre lo que
es observable directamente y lo que tiene una repercusión clara sobre el entorno: la
conducta.
De este modo, durante los años 50 surgió un movimiento a favor de una reorientación
de la psicología hacia los procesos mentales. En esta iniciativa participaron, entre otros,
seguidores de la antigua psicología de la Gestalt, investigadores de la memoria y el
aprendizaje interesados en lo cognitivo, y algunas personas que se habían ido
distanciando del conductismo y, especialmente, Jerome Bruner y George Miller, que
encabezaron la revolución cognitiva.

Se considera que la psicología cognitiva nació como fruto de esta etapa de


reivindicaciones a favor del estudio de los procesos mentales, cuando Jerome Bruner y
George Miller fundaron el Center for Cognitive Studies de Harvard en el año 1960. Poco
más tarde, en el 1967, el psicólogo Ulric Neisser aporta una definición sobre lo que es
la psicología cognitiva en su libro Cognitive psychology. En esta obra explica el
concepto de cognición en términos computacionales, como un proceso en el que se
procesa información para poder usarla más adelante.

La reorientación de la psicología

La irrupción de la psicología cognitiva y el paradigma cognitivista supuso un cambio


radical en el objeto de estudio de la psicología. Si para el conductismo radical de B. F.
Skinner lo que debía estudiar la psicología era la asociación entre estímulos y
respuestas que puedan ser aprendidas o modificadas a través de la expriencia, los
psicólogos cognitivos empezaron a hipotetizar sobre estados internos que permitían
explicar la memoria, la atención, la percepción, e infinidad de temas que hasta ese
momento solo se habían tocado tímidamente por los psicólogos de la Gestalt y algunos
investigadores de finales del siglo XIX y principios del XX.

La metodología de la psicología cognitiva, que heredaba muchas cosas del


conductismo, consistía en realizar suposiciones sobre el funcionamiento de los
procesos mentales, realizar inferencias a partir de estas suposiciones, y poner a prueba
lo que se da por supuesto mediante estudios científicos, para ver si los resultados
encajan con los supuestos de los que se parten. La idea es que la acumulación de
estudios acerca de los procesos mentales irían perfilando cómo podría funcionar y cómo
no funciona la mente humana, siendo este el motor del progreso científico en el campo
de la psicología cognitiva.

La psicología cognitiva a día de hoy


Actualmente la psicología cognitiva sigue siendo una importantísima parte de la
psicología, tanto en investigación como en intervención y terapia. A su progreso han
ayudado los descubrimientos en el ámbito de neurociencias y la mejora de las
tecnologías que permiten escanear el cerebro para obtener imágenes sobre sus
patrones de activación, como por ejemplo la fMRI, que aporta datos extras acerca de lo
que pasa en la cabeza de los seres humanos y permite "triangular" la información
obtenida en los estudios.

Sin embargo, cabe destacar que ni el paradigma cognitivista ni, por extensión, la
psicología cognitiva están libres de críticas. Las investigaciones realizadas en el seno
de la psicología cognitiva reposan sobre varios supuestos que no tienen por qué ser
ciertos, como por ejemplo la idea de que los procesos mentales son algo distinto a la
conducta y que lo primero causa lo segundo. Por algo es que, aún a día de hoy, existe
el conductismo (o un descendiente directo de este, más bien, y no solo no ha sido
totalmente asimilado por la escuela cognitiva, sino que ademásla critica duramente.

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