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Farmacología y su historia

Comunidades primitivas
mediante la observación a los animales, y gracias a la casualidad muchas veces, sabían de plantas o
sustancias de origen animal e incluso mineral que aliviaban su malestar. Y esos pequeños y primitivos
conocimientos básicos pasaban de generación en generación. Así, se tienen pruebas de que hace 35.000
años el hombre ya cultivaba plantas como la manzanilla y la valeriana con fines curativos.

Civilizaciones de la antigüedad
Mesopotamia.
Usaban como excipientes agua, cerveza, vinagre, leche, orina, harina, grasa y resinas. Conocían más de
250 plantas diferentes y sus usos terapéuticos, así como, las utilidades farmacológicas de 180 animales y
de 120 minerales. Los más activos eran el eléboro, la mandrágora, estos 2 no se usan en la actualidad por
su toxicidad, el opio, cáñamo indiano, azufre, arsénico, estaño, mercurio; carne, grasa, vísceras y leche de
cabra, zorro y visón, entre otros animales.

Egipto
Es bien conocido el hecho de que los egipcios lograron grandes avances en áreas como la fisiología, la
patología y la cirugía, fundamentalmente por el arte de embalsamar a sus muertos. Obviamente, su saber
también se extendía para favorecer el bienestar de los vivos. Muchas de sus drogas de origen vegetal o
animal siguen en la actualidad vigentes.
 Entre los vegetales más usados encontramos la mandrágora, las adormideras, el eléboro, etc.…
 Animales: cabra, zorro, murciélago, buey, cocodrilo
 minerales: arsénico, estaño y plomo. Usaban los mismos excipientes que en mesopotamia.

Entre los documentos de historia farmacológica más importantes se encuentra el papiro de ebers, donde
dejaron reflejados en jeroglíficos estos conocimientos.
La farmacología está descrita en papiros, muy similar a la mesopotámica, usaban alrededor de 700 drogas
entre animales, vegetales y minerales.

El papiro ebers consta de 110 páginas conteniendo algunas de las 700 fórmulas magistrales y remedios.
contiene un "tratado del corazón". Destacando que el corazón es el centro del sistema sanguíneo, con
vasos unidos a cada parte del cuerpo. Los egipcios describieron el corazón como el punto de reunión de
numerosos vasos que transportaban los distintos fluidos como la sangre, lágrimas, orina y el esperma.
También tiene un capítulo para los desordenes mentales, en el que se recoge trastornos tales como la
depresión y la demencia. Contiene capítulos de contracepción, diagnóstico de embarazo así como otros
trastornos ginecológicos, enfermedades intestinales y parasitarias, urología; como así la observación
medica de ambos órganos sexuales; enfermedades oftalmológicas y cutáneas, odontológicas y
tratamientos quirúrgicos de los abscesos y tumores, trastornos óseos y de quemaduras. Aparte de las
recetas mágicas de los sacerdotes de la diosa sekhmet como el texto sobre la leche de una madre recién
dada a luz para curar las quemaduras.

Grecia
Los griegos son los que realmente aportaron grandes avances a una ciencia que aún no estaba disociada
de la medicina. Hipócrates fue quien asentó la base ética de la medicina, y fue un gran conocedor tanto
de la teoría médica como de su práctica, a través de sus estudios sobre las plantas medicinales.
De todos modos, la cultura griega se caracterizó por no concederle importancia a la práctica, y un exceso
de atención a la teoría pura, la filosofía. Es por eso que no se realizaran mayores avances en esta
dirección

Roma
En el imperio romano destaca el médico Pedacio dioscórides y fundamentalmente su obra de materia
médica, donde estudia sustancias tanto de origen vegetal como animal y mineral. Es un tratado en el que
se recogen 600 plantas medicinales, con descripción de sus virtudes y su forma de administrar con fines
curativos. Lo malo fue que se le concedió tanta importancia que supuso un freno para posteriores
investigaciones.

Edad media
Durante la edad media todo el saber recopilado hasta entonces se estancó en un oscurantismo
generalizado, y sólo cónclaves concretos como las instituciones religiosas se encargaban de mantener y
transcribir los conocimientos de épocas pasadas, a veces bajo rigurosa censura.

Civilizaciones orientales
Los árabes, recopilaron todo el estudio del hombre en el pasado, y además siguieron aportando y
desarrollando conocimientos en las varias ciencias en las que por entonces se clasificaba el saber.
Crearon las boticas e incluso una escuela de farmacia.
Entre los médicos más famosos del mundo islámico están Avicena o el Cordobés Averroes. Otro árabe
hispano, ibn al baitar, escribió un tratado en el que se describían aproximadamente 1500 sustancias bajo
criterios médicos: empleo, usos, dosis e incluso reacciones adversas.

China
La civilización china es la primera en constatar determinados tratamientos. En el 5.000 a.c. se conocían
las propiedades beneficiosas del té y el ruibarbo, y en la actualidad se ha confirmado que la presencia de
la soja en la alimentación china no es en vano: hace milenios que utilizan un extracto de soja fermentada
que puede considerarse como precursor del antibiótico.
En el antiguo imperio se utilizaban el pent'sao, tratado farmacológico chino que en función de las
distintas dinastías recibía diferentes nombres; en ellos se refleja la materia médica mineral, vegetal y
animal que se utilizaba en la época.

Siglo xvi
Ya en el siglo xvi otro gran hombre vino a enriquecer la ciencia de la farmacología, el filósofo suizo
Paracelso. Era un excelente químico, (es más conocido incluso como alquimista), y basándose en su
experiencia e investigación descubrió las propiedades de numerosas sustancias, aplicándolas a la terapia
de varias enfermedades. El buscaba lo que denominó “la quinta esencia”, y que bien podría entenderse
en términos farmacológicos como el “principio activo” de un medicamento. Durante los siglos xviii y xix el
mundo sufrió numerosos y revolucionarios cambios sociales, políticos e ideológicos.

El farmacéutico alemán sertürner, en 1803, es el primero en aislar un principio activo, la morfina, de una
planta medicinal, el opio. Este hallazgo fue el catalizador para posteriores descubrimientos de lo que ya
sería la farmacología moderna.

Después de él constan los investigadores pelletier y caventou, que aislaron lo que se denominan
“alcaloides”;
Runge, que aisló la cafeína del café; y

Meissner, hesse y otros, que aportan al grupo de los alcaloides una importante lista de principios activos.

En 1830, leroux aísla lo que él llamó la salicina,

Robiquet la codeína y nativelle la digitalina cristalizada: con esto comienza a formarse la lista de los
llamados heterósidos o glicósidos.

En 1838 schleiden incorpora el microscopio a la investigación farmacológica. De este modo el


conocimiento de las drogas adquirió una consistencia más exacta

Puede decirse que el siglo xix es el siglo de oro de la farmacognosia. A los avances mencionados
anteriormente es importante añadir los resultados del investigador francés claude bernard, que introdujo
el método experimental en el estudio de la acción y los efectos de los fármacos. Desde entonces, cada
nueva aportación ha originado la potencialización de esta ciencia, abriendo nuevos caminos para la
investigación. El siglo XIX es la época dorada de la farmacología. Claude bernard introdijo el método
experimental de la farmacología. Cada nueva aportación a generado la potencialización de esta ciencia.
Consta de varias fases
• Hay que aislar los productos químicos purificados
• Reproducción sintética de dichos productos
• Verificación de su utilidad (a través de la fisiología)

En el siglo XX
Pasamos de la farmacología sintomatología a la farmacología causal. La farmacología experimental se
corona como farmacología clínica. Empezamos con la experimentación en los seres humanos y otro
aspecto relevante como el ensayo clínico es decir un registro estadístico, de los efectos farmacológico.
El último aspecto está relacionado con la ética (cuales son los riesgos y cuáles son los beneficios que este
puede obtener)

Siglo XXI
Va en proceso de desarrollo junto con la genética y las variantes de los nucleótidos aislados, genes
predisponentes al desarrollo de determinadas patologías.

Si quieres ser sabio, aprende a interrogar razonablemente, a escuchar con atención, a responder
serenamente y a callar cuando no tengas nada que decir.

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