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DE VERDAD ES TAN SANA, LA SANA CRITICA

Tratar de entender porque el legislador consagro la Sana crítica en las


decisiones que podrá tomar un funcionario judicial, frente a los
pronunciamientos dentro de un proceso, suelen dejar un sinsabor en las
personas que somos afectadas con las mismas, cuando esta son
basadas o argumentadas bajo el imperio de la mal llamada SANA
CRITICA.

Lo anterior me atrevo a enunciarlo, porque si bien es cierto, existen


medios o recursos para alegar las respectivas inconformidades frente a
la decisión, no considero pertinente el desgaste judicial que esto
acarrea, porque estaríamos frente a reemplazar la subjetividad de los
jueces de primera instancia por la de los miembros de los tribunales
superiores, toda vez que la modificación de las sentencias supone que
estas no han identificado o aplicado correctamente las reglas de la Sana
Critica.

Nos enfrentaríamos a un círculo que nunca cerraría, porque nunca se


estaría conforme con las decisiones, cuando una prueba es valorada o
una decisión es definida bajo el imperio de la subjetividad de la Sana
Critica.

Cómo puede un juez demostrar que su decisión no está viciada de la no


sana critica, que en verdad su decisión no es arbitraria, que su decisión
es racional y verdaderamente razonable, este es el punto que me lleva
a realizar este ensayo, realmente el juez tiene la capacidad de tomar la
decisión si “un testigo es inhábil para rendir su declaración bajo la Sana
Critica”, o estamos frente a la parte subjetiva de dicha postura ?, o
contrario a esto, la no aceptación de la decisión por la parte afectada,
estará viciada de la NO sana crítica?

Según la Doctrina se establece “que el sistema de la sana crítica o


persuasión racional, es aquella en la cual el juzgador debe establecer por
sí mismo el valor de las pruebas con base en las reglas de la lógica, la
ciencia y la experiencia1”.

Lo anterior fundamenta mi critica, porque se le otorga este poder una


persona que desvistiéndolo de su linaje, es un ser humano igual que todos,
con errores, sueños, triunfos, frustraciones, problemas, convicciones,
creencias, experiencias, y un sin número de características, que irrumpen
una decisión basada en la Sana Critica, imaginemos un juez que tome una
decisión aquel día que tuvo problemas con su familia, o aquel juez que se
ganó la lotería – como seria esta decisión?

Me atrevería a pronosticar, que estas decisiones estarían tan viciadas de


la subjetividad de estos jueces, más aún, si no están en la capacidad de
apartarse de valorar la prueba o tomar una decisión de manera absurda o
irracional

Soy partidario en que el área en la que pueden desenvolverse los jueces


al tomar una decisión debería estar limitada , remitiéndolos a otros campos
de justificación de sus decisiones, no basados en sus creencias y
experiencias vividas porque aflora la decisión de su propia convicción, que
a mi punto de vista es reprochable, porque en el evento de ser reprochada
su decisión, hará todo a su alcance para que la misma no sea derrotada,
quien nos asegura que entre los mismos funcionarios opere los favores

1
Whitman (2008) p. 17
políticos, o será tan cierta la parte justa de la justicia que tanto se habla,
en la actualidad a mi concepto, la realidad es otra, estamos conviviendo
con una Justicias que perseverantemente viola el Derecho de Defensa, al
practicar irregularmente las pruebas en contra o a favor del otro; debido a
que se viola, además, el derecho a ser oído y vencido en juicio, el derecho
a presentar pruebas, ya que si partimos de subjetividad del juez al no
permitirla o en su defecto permitirla baja esta misma subjetividad, no
estaría dentro las normas legales y criterios doctrinales que salvaguardan
la existencia, validez y eficacia de las pruebas; violando incansablemente
de esta manera el Debido Proceso.

No es que los Jueces deban ser un ser supremo para poder fallar según
la verdad, aquí mi critica va mas allá, lo que defiendo es que los jueces no
deben fallar según el conocimiento privado del mismo (subjetividad), los
jueces deben fallar según la necesidad de la prueba que protege nuestro
derecho a ser escuchados y derrotados en el transcurso del proceso,
nuestros requerimientos formales o pruebas solicitadas dentro un proceso,
no son solicitados a nuestro libre albedrio, o a nuestra libre convicción, son
necesidad para el proceso, por lo tanto el juez debe apartarse de lo que
para el según la sana critica, es válido, o según su convicción es necesario
o pertinente, es necesario seguir las formalidades legales que acerca del
recaudo de pruebas, esta exigencia lo que indica es que es necesario que
exista evidencia dentro de un proceso para que pueda ser controvertida,
por lo cual es impertinente que un juez sustente su motivación en el
conocimiento privado que pueda tener, por más verás que este sea.

JOHN MARIO MENDOZA JIMENEZ


Maestría en Derecho
Profundización en derecho Laboral y Seguridad Social.

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