El despertar del

CRISTAL interior

Desde los Manantiales Intraterrenos

un Mensaje hacia el Humano de Superficie

Rodrigo Accurso

3
 EL DESPERTAR DEL
CRISTAL INTERIOR
Desde los Manantiales Intraterrenos
un mensaje hacia el H umano de superficie

Accurso, Rodrigo
Rodrigo Accurso
El despertar del cristal interior : desde los manantiales intraterrenos
un mensaje hacia el humano de superficie / Rodrigo Accurso ;
editado por Esteban Pablo Pérez Ghersi. - 1a ed . -
Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Esteban Pablo Pérez Ghersi, 2019.
261 p. ; 21 x 15 cm.

ISBN 978-987-86-1901-9

1. Autoconocimiento. I. Pérez Ghersi, Esteban Pablo, ed. II. Título.

CDD 158.1

Diseño de tapa e interior: Lea Colombo Berruti

4 5
 A todos los Caminantes

y Pacificadores…

…La Luz de la Nueva Aurora

nos acompaña.

6 7
 “Allí donde las agresiones persisten continúen
trabajando, proponiendo sanación y enmiendo.
Allí, donde el mal persiste,
donde la falta de entendimiento no colabora,
sean factor de transformación.”

ALCIR

Maestro de los Retiros Intraterrenos

de la Gran Hermandad Blanca

8 9
INDICE 10. SILLUSTANI: Santuario Solar 145
Muerte a las viejas Creenias
1. PROLOGO 12 Elevar la Frecuencia
INTRODUCCIÓN 16 11. HAYUMARKA: Puerta al Camino Interior 157
El Cóndor y el Águila: De Regreso a la Paz
Un sueño que nos impulsa a la realidad
Pensar y sentir de la mano TERCERA PARTE: EL TESORO 171

PRIMERA PARTE: EL MAPA 43 12. TIEMPO DE GRANDES TRANSFORMACIONES: 173

Asumir nuestro destino común
2. CENTROS DE PODER: Puertas a la Conciencia 53 Cambio de Era
Un viaje interior Etapas Evolutivas
¿Qué es lo que hace que un lugar sea tan mágico? La Mentalidad de Hoy
Lugares energéticos Ciencia con Consciencia
Magnetismo y Conciencia El Portal del Corazón
3. HACIA TIERRA DE AMAUTAS 67 13. MENTE INTUITIVA: 189
El canto de la Tierra Una invitación por parte de los Maestros de la Hermandad Blanca
Mensajes a través de los sueños El recuerdo cósmico
En busca del Conocimiento Hacia la superconciencia
4. UN NUEVO TIEMPO 79 14. EPÍLOGO 201
Reencuentro en el Bosque
Pachacuti CONQUISTADOR Y CONQUISTADO 203
La Necesidad de Perdonar
5. LA GRAN HERMANDAD BLANCA 91
CUARTA PARTE: ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE 211
SEGUNDA PARTE: EL VIAJE 99
15. PAUTAS REVELADAS 212
6. SANTA CRUZ DE LA SIERRA 101
16. REFLEXIÓN 214
7. EN LA PAZ: Cosmosentir Andino 109
Ingresar a los Infiernos 17. MENSAJES RECIBIDOS 220
Guardianes de Tradición 18. EJERCICIOS PRÁCTICOS 231
8. TIAHUANACO: Valle hacia los orígenes 123 Mantras / Meditaciones
El servicio y la misión 19. AGRADECIMIENTOS 254
La velocidad del silencio
20. BIOGRAFIA 256
9. TITICACA: El Lago Mayor 133
Espejo infinito 21. BIBLIOGRAFIA 260
Caminar una Ruta Sagrada
Bajo la Guía de Venus 22. GLOSARIO 262
10 11
PRÓLOGO
Acepto las bendiciones con diferentes matices: alegría compar-
tida, buenos deseos, buenas opiniones, reconocimiento, etcétera actúo
como un toroide que absorbe y luego expande para ser proveído nue-
vamente; expando las bendiciones recibidas y aceptadas previamente,
a todos ustedes que a su vez sí reconocen, aceptan y comparten, juntos
podríamos purificarnos. Sólo con el corazón bien sintonizado, lo estará
la mente y el espíritu. Entraríamos a un plano de conciencia “correspon-
diente” al grado mental alcanzado.
No somos tan estúpidos como parecemos hoy en día. ¿Hay algo
más que la rutina y ‘las golosinas’ del sistema para las granjas llamadas
ciudades? Y ello con la ironía de cómo se viene tratando a los anima-
les en la industria alimenticia, hoy en día. La justicia, la verdad, la paz, la
libertad que la institucionalidad se etiqueta, es incumplida y absurda-
mente contradictoria entre la Ley y su praxis.
Vivimos aglomerados en la ciudad, sometidos a sus reglas tan tru-
cadas y cada vez más aprovechadoras por los gobiernos del sistema. El
ser humano ya no piensa, no hace cálculos aritméticos mentales y está
perdiendo sus competencias básicas. Como va el mundo dicen que no
pasa del 2050. ¿Sabes tú vivir en condiciones de supervivencia? ¿Lo
saben tus hijos? ¿Te sientes afianzado ahí donde estás? ¿Qué pasa si se
corta la luz o el internet? ¿O se acaba el agua potable? ¡POR FAVOR! In-
digna la impotencia de saber que estamos al alcance ”mental” de hacer
que los ríos sean bebibles, ese es un paradigma digno de la humanidad.
Otro ejemplo es que sabemos que NO debemos usar más plástico, pero
12
muchos están en una vida plástica en sí. El sustantivo se vuelve adjetivo
y la indiferencia se ve tan despreciable por quien tiene la visión.
Los gobernantes y su sistema nos han fallado. La farsa de una dis-
puta ideológica de “izquierdas y derechas” que en medio de su provoca-
do juego de agitamiento dejan una marea turbia, no esconde lo bochor-
noso. Por ahí alguien preguntó: ¿cuántas veces has sido robado por un
ladrón y cuantas veces por una autoridad?
Se disfraza el éxito descaradamente y la sociedad dormida en su
conjunto lo consiente y celebra. Se le brinda respeto reverencial a los
exitosos “Gerentes” de las industrias que están acabando con los recur-
sos naturales y haciendo cada vez más difícil la habitabilidad del planeta.
Esas gerencias a lo que apuntan nuestros universitarios, son paradigma
de éxito y la generalidad de los avances tecnológicos destruyen más y
más rápido: ejemplo todas las empresas de gaseosas con plástico de un
sólo uso. ¡Esto es ya el absurdo! Tomar algo en cinco minutos y dejar
basura de 1000 años de duración es retrógrado. Y yo no me apunto.
Llama la atención el sentido de “propiedad” con el que maneja-
mos el mundo, es “nuestro mundo” y disponemos de él como sin pensar
en un mañana, en las reservas, en el equilibrio en general y ello con el
énfasis en la ALARMA que ya debería sonar en todas las ciudades del
mundo con respecto a la basura que generamos y que está causando
tantas desgracias ambientales. Alarma ver más aún la displicencia con
la que las autoridades y los mismos ciudadanos tardamos TANTO en re-
13
accionar. Se destruye el futuro inmediato y el de las generaciones que
vienen y que ojalá sobrevivan en las condiciones que tan egoístamente
les estamos legando.
No queda otra que encomendarse… Encomendarse ¿a qué? ¿A
quién? Por el momento no lo sabemos o no lo podemos certificar, pero
por el momento sí sabemos claramente que esta realidad ya no nos es
suficiente, y que tenemos el derecho a la reivindicación humana en exi-
gir y exigirnos a nosotros mismos nuestra verdadera identidad, y por
ende imponer la realidad o la verdad auténtica en vez de la amenazante
ilusión en la que parte del mundo duerme.
Reflexionemos en medio de tanto enredo conceptual de técnicas,
profesiones, leyes, políticas, y todo el mundo que pisamos está tan des-
controlado y que cada vez que nos sofisticamos, lo hacemos para com-
plicarnos más la vida o para limitárnosla; cuando la simple demanda que
comunica el planeta es que lo tratemos razonablemente bien: al huma-
no le bastaría con ser un sencillo JARDINERO, y nada más. Desde allí
poder edificarnos decodificando cada uno de los atributos de la crea-
ción divina que somos. O al menos merecer este planeta.
Rodrigo Accurso nos transporta a un estado de reflexión en el
que fluye con información que parece intrínseca a nuestro “ser” aquel
que por los paradigmas que gobiernan este sistema de cosas desde la
14
humanidad, parecen cada vez más adormecer nuestro despertar y de-
sarrollo integral: cuerpo, mente, alma y espíritu. Esa conciencia parece
ser elemental a los mensajeros como Rodrigo y desde ese desaprender
y desde el desarraigo de cualquier conocimiento preconcebido es don-
de se gesta el nuevo conocimiento: el verdadero, aquel que se comparte
al interior de este por lo mismo: excelente aporte del autor.
Los mensajes como los compartidos en esta obra urgen en este
tiempo, a manera de despertar y ayudar en este proceso a todos si es
posible. Las vivencias del autor en Bolivia son muy nítidas y rescatable
la información que en varios casos llega desde fuentes bastante compli-
cadas de acceder, pero cuando se entra en la sincronicidad de las cosas,
cuando nos damos la oportunidad de no luchas contra la vida, más bien
ir de ella con la mano agradeciéndole a cada paso; la propia vida conecta
experiencias que son tan reales como mágicas.
Todos cosecharemos lo que estamos sembrando. Agradecido por
tu siembra hermano jilata Rodrigo y que las bendiciones que llegaron a
ti y que ahora expandes lleguen a mí y a los demás para ser expandidas
nuevamente. Purifiquemos.
Eduardo Montaño
Investigador y fundador de la Ecoaldea Warajawira,
en Wiñaymarka, Lago sagrado Titicaca
15
 INTRODUCCIÓN

16 17
 EL CÓNDOR Y EL ÁGUILA
UN SUEÑO QUE NOS IMPULSA A LA REALIDAD

“Cada colina, cada valle, cada llanura

y cada arboleda ha sido reverenciada por algún
recuerdo afectuoso o por alguna
experiencia triste de mi tribu.”
Cacique Seattle

Los mitos, leyendas, profecías, relatos e historias antiguas de los

diferentes pueblos y culturas de la Tierra nos hablan a cada ser huma-
no en un lenguaje que nos invita a conectarnos a través de símbolos y
códigos de carácter universal con una trama común, en la cual pode-
mos vernos reflejados y entender que a pesar de todas las diferencias
que podamos encontrar, en el fondo estamos unidos. La trama puede
ponernos en lugares diametralmente opuestos, sin embargo, esos
opuestos son complementarios. Al principio de un relato, los antago-
nismos tienden a resaltarse, justamente, porque es solo a través de esa
contraposición de opiniones y puntos de vistas enfrentados que puede
surgir la tensión creativa que da origen al mito y a la leyenda; la crisis
que desemboca en la necesidad de superación y resolución de aquello
que se presenta como adversidad y desafío. Una de las principales, sino
la principal paradoja a la cual la Humanidad se enfrenta día tras día, y
que perduró a lo largo de milenios, es el opuesto de bien y mal, que
también es concebido como luz y sombra, conocimiento e ignorancia.
18 19
 Las culturas siempre desarrollan, a la par de un lenguaje técnico,
(que tiene como finalidad organizar el mundo que se percibe con la in-
tención de generar comandos lo más precisos posibles que se dirigen
hacia la ejecución de actos concretos y que darán por producto un co-
nocimiento práctico de la vida), un lenguaje abstracto y simbólico que
no tiene como objetivo lo específico sino todo lo contrario: abrir nue-
vos campos de percepción que develen significados ocultos dentro de
los comandos que la sociedad ya ha diseñado, y que si bien contienen
su experiencia, la limitan y restringen. Para que surjan ideas, experien-
cias y expresiones nuevas, es necesario dedicar tiempo a explorar este
tipo de lenguaje simbólico y abstracto, que poco a poco, comenzará a
formar parte del lenguaje técnico y concreto. El juego entre el saber
y el no saber se vuelven fundamental en el aprendizaje y la enseñanza.
El error y el acierto, como caminos esenciales en la vida del hombre en
comunidad, donde súbitamente, en los momentos más caóticos, pue-
de presentarse un nuevo orden que siempre estuvo allí, solo que no
contábamos con los recursos cognitivos para verlo. Hablamos enton-
ces de nuevas pedagogías, necesarias para adentrarnos en este Nuevo
Ciclo Planetario, en donde la sociedad occidental muestra evidencias
cada vez más contundentes de no contar con los recursos técnicos
para ordenar correctamente la información que llegada desde el futu-
ro inmediato que nos apremia. La tan anhelada Libertad, Fraternidad e
Igualdad que impulsó el desarrolla de las sociedades del mundo luego
de la Revolución Francesa, hoy demanda una actualización. ¿Seremos
capaces de hacerla nosotros, ahora? Me propondré, con este libro, que
todos los lectores tomen conciencia, más allá de lo mágico y maravillo-
so que es el planeta que habitamos, del valor que tiene cada uno de los
lenguajes y expresiones a través de los cuales se manifiesta la vida en
su superficie. Puesto que ello fortalece nuestra condición humana.
Nos proyectamos dentro un proceso natural biológico que la Hu-
manidad ha conseguido racionalizar a través de la observación, y que a
partir de asimilar los ritmos, ciclos y leyes naturales, ha logrado identi-
ficar, luego de años y años de estudios, investigaciones y experiencias
de todo tipo, que van desde la guerra, la creación de la industria, de
diferentes monedas y formas de intercambio, de exploración artística
20
y desarrollo de herramientas, tecnología y vehículos, técnicas y ejerci-
cios para la autoregulación del ánimo (meditación); a raíz de toda esta
convivencia humana, se ha alcanzado en la actualidad la posibilidad de
concebir un sistema de relaciones que trascienda lo puramente sanguí-
neo, para pasar a un sistema de relaciones más amplio, que nos permita
identificarnos con una cultura global, donde cada subcultura, estaría
aportando una característica determinada a ese gran rompecabezas
de la Tierra-Humana.
El reconocimiento de esta Mente Colectiva no es nada nuevo,
solo que a medida que más y más individuos consiguen interpretar la
vibración que corresponde a dicho nivel de conciencia, esa vibración
va ganando potencia en el campo colectivo, permitiendo que esa forma
de actuar, que reconoce la unidad en la diversidad se vuelva moneda
corriente. Hablamos entonces de una forma de educación que opera
en espectros y radios muy distintos a los que comúnmente entende-
mos. Esta forma de educación se transmite por vías al momento desco-
nocidas para el general de la población mundial. Hablamos del campo
de resonancia electromagnético al cual todos los seres humanos nos
encontramos adheridos, independientemente de nuestras creencias,
costumbres, deseos y sueños. Este campo de información opera por
sobre el campo de arquetipos que describíamos al inicio. Es la matriz
que sostiene a dichos arquetipos, que en cada cultura varia, mas que en
el fondo de la trama, se están apoyando en una misma base.
Para entenderlo mejor, podemos tomar como ejemplo las pala-
bras y sus significados. Computadora, por ejemplo, es un término que
se emplea para describir una maquina que hoy día se utiliza como so-
porte de infinidad de programas, datos e información, pero también
como acceso a la red virtual que llamamos internet. Estas serían las
dos principales funciones de esta máquina a la cual llamamos en idioma
castellano computadora, y que en otros idiomas se denominará de dife-
rentes maneras, pero que se remite a lo mismo en su carácter práctico
y funcional. Esta matriz a la cual me refiero, sostendría en su trama los
principios fundamentales que se condensan a través de una serie de
conceptos más complejos que describen procesos relacionados con
21
dichos principios. A través del encadenamiento de ideas, arribamos a
la comprensión, y es dicha comprensión que nos permite, o bien acep-
tar o bien rechazar aquellos principios. Al referirnos a computadora no
vamos a encontrar problema en su comprensión, puesto que es una
herramienta que todos manejamos y en cierto nivel conocemos, pero
si buscamos otras palabras dentro del lenguaje, palabras relacionadas
a campos de la ciencia social por ejemplo, seguramente descubramos
que ponernos de acuerdo respecto de la definición y de su implemen-
tación en nuestra realidad, no es tan sencillo. Pensemos en Amor por
ejemplo.
Concebimos una Red Común que como Humanidad compar-
timos. Pero qué tal si les dijera que no existe solo una Red, sino que
convivimos con múltiples Sistemas de Redes. Es más, podrías llegar a
enunciar, que cada especie “viva” de la Tierra comparte un mismo cam-
po de expresión arquetípico, y que a su vez, se conecta con una matriz
particular, y que además, estas matrices pueden llegar a superponer-
se, o bien, según el caso, fusionarse, integrarse o bien vincularse. Esta
idea, tal vez no es hoy día aceptado por el común de las personas, más
no estoy inventando nada, y es lo que deseo que se entiende, estos
conceptos ya han sido enunciados y hasta investigados. Estoy simple-
mente permitiéndome poner en práctica esta capacidad de razonar y
de codificar aquello que experimentamos y percibimos, con el fin de
condensarlo y así darle una entidad, un nombre. E invitándolos a uste-
des a acompañarme en dicho proceso. Aquí encontramos entonces la
importancia de los nombres, de los archivos, de almacenar y de tener
registro. Estas redes son como Bancos de Información. Y estos Ban-
cos de Información no son estáticos, están constantemente en movi-
miento; aunque a veces, sin embargo, pueden perdurar con una misma
información durante mayores periodos. Lo podemos visualizar como
lagos y sus aguas. Quiero que retengan por un instante esta imagen, la
de los Bancos de Información como lagos. Recuerden el subtítulo del
libro “Desde los Manantiales Intraterrenos un Mensaje hacia el Huma-
no de Superficie”. Hoy la ciencia informática está logrando almacenar
información en líquido, y ha descubierto que la capacidad de almace-
namiento es mayor que a través de los componentes que utilizaba an-
22
teriormente. De algún modo, el avance de nuestra tecnología humana,
pone en evidencia la capacidad receptiva de los líquidos, lo cual es una
parte importante del futuro. ¿Cómo vamos a manejarnos en el cuidado
de las aguas del planeta? En el libro encontrarán sentido a ello. Pero
sigamos.
Las ideas que perduran dentro de estos Bancos de Información,
comúnmente las englobamos con la forma de Épocas, donde se sos-
tiene en el campo colectivo un sistema de creencias a través de deter-
minados códigos y símbolos, hasta que, o bien esos símbolos cambian,
o bien se van intercalando en presencia y atención con otros nuevos
que comienzan a ganar terreno, o oxigeno, si lo vemos dentro de la idea
de lago, ya que es el oxigeno lo que hace que algo salga a la superfi-
cie de las aguas. También, esta idea de atención y desplazamiento del
foco, lo podemos visualizar como sucede con el Zodiaco durante el Año
Solar, o bien durante el Ciclo Lunar, cada 28 días, donde la energía se
va desplazando de un signo a otro, y a través de este movimiento, se
van intercalando las diferentes energías afectando la vida humana so-
bre la Tierra. ¿Cómo será la Humanidad del Futuro? ¿Cómo han sido
las Humanidades del Pasado? Tomar dimensión de lo finito de nuestra
existencia puede resultar aterrador, más es justamente esa sensación
la que puede llegar a jugarnos una muy mala pasada, ya que nos impide
tomar consciencia del momento presente, donde se interrelacionan los
tejidos y dimensiones de la vida humana con el resto de información
que proviene del afuera, pero sobre todo, y ya creo que no podemos
negarnos a ello, del adentro. Aquí es donde la meditación y la contem-
plación, dos de las principales técnicas y ejercicios de los caminos es-
pirituales de la Humanidad, se presenta para que podamos indagar en
este Tiempo Interior, donde la realidad que percibimos es suspendida
por un rato, y damos lugar que se aquieten las aguas y se pacifiquen los
pensamientos. A partir de allí, el ruido, da paso a cierto nivel de silencio
y amplifica nuestra capacidad de escucha y atención. Lo demás, cada
cual sabe. Pero si podemos dar algunas orientaciones sobre como sue-
le darse el proceso de investigación de la realidad a través de los 5 sen-
tidos reconocidos. Para quien nunca práctico la meditación, entiendo
que esta parte del texto puede comenzar presentarse algo difuso. Por
23
ello, al final del libro, encontrarán una serie de ejercicios de meditación
y prácticas de mantralización que ayudan justamente a sentir esta ex-
periencia relacionada al vaciarse, el silencio y la quietud, que sin duda
todos tuvimos alguna vez en nuestras vidas, pero que tal vez la rutina y
nuestras tareas cotidianas nos ha llevado a desvalorizar.
En este movimiento de la atención humana sobre este Campo
de Información Colectivo o Mente Colectiva de la Humanidad pode-
mos contemplar tres partes: la Construcción de un concepto, código y
símbolo, su Deconstrucción, que contempla la re significación, amplia-
ción y reelaboración, y otra fase de Destrucción, que nos habla de un
proceso de purificación más profundo, donde aquello que concebimos
es afectado al punto de casi ser borrado, aunque tal vez, esto sea más
bien una cuestión puramente de percepción, puesto que nada puede
ser totalmente desintegrado de un sistema, sino transformado. En este
caso, estaríamos hablando de un proceso de hiperfusión. La hiperfu-
sión, la podemos reconocer como algo positivo y negativo a la vez, en sí,
es un comando que logró una efectividad de integración tal dentro del
sistema, que deja de ser percibido como comando. O visto desde la idea
de naturalizar, podemos decir que se refiere a algo que, cuando de tan
corriente y vulgar deja de ser percibo como patrón y nos identificamos
con nuestra atención al punto de creer que somos eso y que no hay
forma de modificarlo. Aquí es donde el lenguaje simbólico se presenta
como la herramienta más efectiva para desarticular, desestructurar y
permitir que vuelva a salir a la superficie aquello que se torno fondo.
Este mismo proceso que describimos, tiene su analogía en la Al-
quimia, donde se trabaja la química oculta, y donde se interactúa con
la materia y sus substancias a un nivel más profundo que nos permite
integrar a los fenómenos físico-químicos elementos del campo psíqui-
co. En la alquimia, la biología y la psiquis se encuentran, permitiendo
que emerjan propiedades y atributos que se expresan solo a través de
ciertos rituales o ceremonias que, en su simpleza, ponen en funciona-
miento ciertos principios del orden de lo invisible. La alquimia nos ha-
bla de Separación, Purificación y Reunión. Y aquí, a mi criterio, la “cosa”
se comienza a poner interesante. Y algo es interesante, a mi criterio,
24
no solo cuando nos devela algo desconocido, nos brinda sensación de
poder o capacidad de libertad y desarrollo, sino también cuando todo
ello sucede dentro del plano de la emoción, y sobre todo, de un sen-
timiento de unidad con algo mayor. Cuando la asociación de mente y
corazón permite que se proyecte nuestro estado de ánimo al nivel de-
nominado de flujo. Al ingresar al flujo, comenzamos a crecer en nuestro
optimismo, y este optimismo da paso a la auto-realización. Por más que
lo que estemos haciendo solo afecte una porción pequeña del universo,
algo nos dice que ello está modificando todo en absoluto. Que a partir
de ese instante, el mundo dejará de ser el mismo. Y les aseguro que si
este estado es real, no hay necesidad alguna de comunicarlo, porque
estamos tan presentes en lo que estamos haciendo, que nos olvidamos
por completo del mundo exterior, ya que en ese momento, mundo ex-
terior e interior se vuelven uno. Sin embargo, hay más. Ya que si es po-
sible comunicar desde ese estado de conciencia. Y los seres humanos
estamos pudiendo sentir lo que ello significa. Empezar a comunicarnos
desde ese punto de entendimiento y percepción de la realidad, descu-
brimos lo sanador que resulta, y la retroalimentación que se produce al
hacerlo. Un efecto en cadena que comienza a emitir ondas expansivas,
incrementando el nivel de flujo para que más individuos puedan cap-
tar esa resonancia. Continuemos. Deseo que escuchen con atención la
Profecía de Cóndor y del Águila, y les aseguro que entenderán porque
tanta introducción dentro de la introducción.
Hablamos entonces del poder de la palabra como ventanas al
mundo. Y del poder del Verbo, como fuerza que da vida a esas palabras.
Más es necesario el Cuerpo que encarné esa fuerza verbal, y que de
vida a lo concebido intelectualmente. Podemos entonces hacer la ana-
logía dentro del mismo campo psíquico, descubriendo que no todas las
palabras poseen los mismos atributos y cualidades, ni la misma capaci-
dad de afectar nuestro entendimiento. Y del mismo modo, las mismas
palabras dichas por una persona pueden llegar a generarnos un efecto,
y dichas por otra, las mismas palabras pueden generar el efecto con-
trario, o al menos, un efecto diferente. Aquí entramos en un territorio
poco abordado por la ciencia ortodoxa, más que no dudo que el sentido
común de quienes estén leyendo estas páginas sabrá identificar.
25
 En esto, tanto las metáforas, como las instrucciones concre-
tas que hacen al ordenamiento de nuestras costumbres y hábitos se
complementan hacia nuestro entendimiento. Muchas veces, la sola
ejecución de una acción no alcanza para integrar aquello que estamos
realizando. Seguir métodos, pasos y modelos puede ser sencillo para
algunas personas y conseguir rápidos resultados. Sin embargo, para
otras personas, esos mismos programas pueden resultar totalmente
improductivos. Es allí donde la reflexión, el silencio, la quietud y la con-
templación, llegan para completar un ciclo de la energía humana, que
en su autodescubrimiento, necesita indagar no solo en los aspectos
materiales de su existencia, sino también en aquellas ideas abstractas
que dan vida a mundos posibles e imaginables, que nos invitan cada día
a superarnos a nosotros mismos, en vistas a alcanzar nuestros sueños
y metas tanto a nivel personal como comunitario. Entendiendo lo co-
munitario como un proyecto que no solo une al Reino Humano sino al
resto de los Reinos que componen la Realidad Planetaria en la cual la
Humanidad cumple una función. Einstein decía que nos encontramos
en la Era donde es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. No
dudo que se estaba refiriendo a esta situación tan paradójica en la cual
la especie humana se encuentra. Hemos alcanza al parecer un límite en
el conocimiento de la materia. Sin embargo, entrando en el microsco-
pio encontramos solo más y más y más materia. La materia no parece
tener un límite. Y lo mismo sucede con el universo. El frió del cosmos
pareciera mostrarnos aquello que nuestros órganos de percepción lo-
gran interpretar, pero ¿será que existen otros sentidos, y que estamos
comenzando a reconocerlos, aceptarlos y estudiar seriamente de que
se tratan? Este libro se escribió justamente por creer en ello, y no solo
por creer, sino poner en práctica y salir en busca de dichas experien-
cias. Les aseguro que todo lo que aquí encontrarán, por más fantástico
que parezca, ha sido parte de una vivencia real; tenida de mi subjetivi-
dad, más que justamente, fue a través de tomar el impulso que dicha
subjetividad me planteaba, que fue posible afrontar algo mayor a ella, y
animarme a recibir ese impulso y dejarme transformar.
Nuestra Mente Intuitiva tiene la capacidad de percibir por fue-
ra de las fronteras del conocimiento práctico, despertando a un te-
26
rritorio-laguna del cual aún no tenemos el mapa elaborado, más que
por ello, no podemos determinar que no exista dicho continente-mar
de la vida. Da toda la impresión que muchos de nuestros ancestros, y
muchos de sus descendientes, han mantenido una relación fluida con
dichos “universos-océanos mágicos”. Seguramente, porque desarrolla-
ron una forma de comunicación, a la par de un sistema de transmisión
de enseñanzas que fue pasando de generación en generación, hacien-
do que el conocimiento no se perdiera, que se ampliara y que creciera
la conciencia sobre la trascendencia de la vida. Crecieron material y
espiritualmente a la par. Y tal vez por ello, hay cosas que aún nosotros,
los hombres modernos no logramos entender, porque nuestras leyes y
modos de vida actuales, se preconcibieron a partir de ciertas creencias
y comandos que nos enlazan a una matriz de información diferente a la
cual se encontraban enlazados estos pueblos antiguos. Y ojo, con esto
no pretendo hacer un juicio de valor al respeto, simplemente poner de
manifiesto que existen otras leyes, principios y códigos que nos posibi-
litan una forma de vida diferente, y a la cual nuestra biología está vin-
culada, más que necesita que nosotros le demos la orden para hacer el
cambio, y que para hacerlo, requiere cierto grado de entrenamiento y
preparación. Y que además, sumado a este legado nativo, y según las
informaciones que venimos recibiendo los diferentes grupos de con-
tacto con los Hermanos Mayores, esta posibilidad de cambio estaría
siendo impulsada de manera casi violenta por ciertas energías, ondas
y vibraciones cósmicas que se implantaron en el Corazón de la Tierra;
que también fueron anunciadas por estos mismos pueblos antiguos,
como una forma de advertirnos a los futuros pobladores del planeta,
en que iba a llegar un tiempo donde las condiciones materiales que fué-
ramos a idear como cultura ya no serían aceptadas por el organismo
Tierra, y que ello nos traería serias complicaciones para seguir soste-
niendo nuestro sistema de relaciones, invitándonos “amablemente“ a
cuestionarnos y descubrir esas posibilidades dormidas y latentes en
nuestra Conciencia. Una memoria que ciertos pueblos se encargaron
de custodiar, una información tanto genética como psíquica, un saber
práctico y un conocimiento científico-espiritual. En esta instrucción,
los mitos, leyendas, parábolas y cuentos nos hablan a los hombres y
mujeres del mundo desde un Plano Universal, donde se integran los
27
sentimientos y las emociones con las ideas, creencias y conceptos que
hacen a la vida de un pueblo, cultura, nación y sociedad. Si bien cada
pueblo y cultura construye su propio núcleo de conocimiento y saber,
vamos a encontrar ciertas similitudes entre ellos. Hablamos entonces
de arquetipos, y vamos a notar que existe en la Humanidad un sus-
trato común de la psiquis planetaria, a lo que Jung y otros psicólogos
comenzaron a estudiar y dar el nombre de Inconsciente Colectivo. Al
parecer, desde allí emergen estos arquetipos que nos abren un extenso
Universo Simbólico, del cual nuestra Mente Intuitiva, parece tener la
capacidad de descifrar. Claro, en principio, va a ser necesario un en-
trenamiento, más la capacidad de decodificar los símbolos e ingresar
en las realidades que ellos nos proponen, es un ejercicio, más que un
don, talento o virtud especial con la cual ciertos individuos podamos
disponer. Por favor, no creamos que la posibilidad de acceder a esta
información es solo para unos pocos. No caigamos nuevamente en este
error. Todos los seres humanos, más allá de algunas diferencias, posee-
mos una estructura biológica que nos da la facultad de ampliar nuestra
conciencia hasta niveles realmente asombrosos.
Por último quisiera dejar una aclaración: para quien vaya a leer,
y sobre todo para aquellos que vayan a entrar en contacto por primera
vez con esta información, sepan que mi interpretación de la profecía, si
bien no escapa de lo que comúnmente podemos escuchar, no deja de
ser una interpretación, y que seguramente, van a existir otros puntos
de vista al respecto tanto o más validos que este. Pasemos a la profecía
en mención.
Pensar y Sentir de la Mano
Según la memoria de los Pueblos Nativos de América, una de las
Profecías que se está hoy día empezando a cumplir en la Humanidad es
la Profecía del Cóndor y el Águila. Y ojo. Aquí debemos entender un pri-
mer punto. Las profecías, en general, no responden a la concepción de
tiempo que comúnmente nuestra humanidad maneja, por lo tanto, más
allá de la idea que impera en nuestra cultura del tiempo tridimensional,
donde pasado, presente y futuro se reflejan en un eje cartesiano, las
28
profecías estarían asentadas dentro de un tiempo espiralado, donde
el ejercicio de la consumación de las cosas se vuelve a repetir hasta el
infinito, pero siempre en un nuevo nivel de esa espiral, que se expande
tanto hacia adentro o hacia afuera, si es que podemos concebir adentro
y afuera en el vasto universo. Que quiero decir con esto, La profecía
puede responder a un hecho concreto, pero también a algo puramen-
te simbólico, y lo simbólico, como veíamos, se va internalizando en los
individuos hasta que se plasma realmente con peso en lo colectivo. De
este modo, la profecía se concibe como una visión o imagen que da un
sentido orientador a nuestra existencia a través de despertarnos una
emoción que sirve como impulso hacia un proceso que guía a los indivi-
duos dentro del campo de experimentación social y que también claro
está, va guiando pequeños grupos, cada vez más grandes en número,
que van reconociendo dichas metas y objetivos que imperan dentro del
desarrollo cultural de los pueblos. De modo similar, y tan solo como un
pequeño apéndice, los invito a comenzar a ver a los milagros. Dejar de
verlos como algo imposible, sino como algo que espera a que nosotros
estemos disponibles, y que esa disponibilidad, va depender de cierto
grado de fe. En sentido opuesto al de las profecías, delante de la idea de
un milagro, yo mismo seré invitado a crear mi propia leyenda o profe-
cía, que al realizarla despertará la emoción necesaria para orientarme
en mi camino. Les propongo en otro momento reflexionar sobre ello.
Ahora sigamos.
El Cóndor y el Águila son dos de las Aves de carácter Sagrado
más importantes del mundo, que representan cada una a dos regiones
del Continente Americano, y a dos de sus principales Confederaciones
o Agrupaciones en clanes. Es llamativo que Águilas existen en diversas
partes del mundo, sin embargo el Cóndor, al menos en este momento
de la historia de la Tierra, se encuentran en América del Sur. Sin embar-
go, si consideramos su posible parentesco con ciertos buitres, si exis-
ten en otras regiones. Pero Cóndor, El Cóndor con su particular collar
blanco, y su majestuoso plumaje y envergadura, solo lo vamos a poder
presenciar, especialmente, volando la cordillera de los Andes, y algunas
otras cadenas montañosas del Cono Sur. Existen dos aves que se ase-
mejan mucho al Cóndor, pero que no está comprobado que pertenezca
29
a una misma familia, ellas son el Cóndor Californiano y el Cóndor de la
Selva. De todos modos, basta una imagen para entender la diferencia
que hace al Cóndor de los Andes, o Kuntur, destacarse.
¿Qué es lo representa que esta profecía se este cumpliendo?
El Cóndor, y a través de esta ave sagrada, la región Sur del conti-
nente americano, está asociada a las propiedades y facultades del Co-
razón, tal vez podemos hablar de la parte más humana del ser humano,
valga la redundancia, humana en el sentido de calidez, afecto, amor,
inteligencia emocional, lo femenino, receptivo y nutricio. Y si hablamos
de Hemisferios Cerebrales estaríamos refiriéndonos al Hemisferio
Derecho, que comanda la creatividad, el subconsciente, la intuición y
los universos más abstractos de la mente. Sin embargo, desde otro as-
pecto, el Cóndor es un ave que vuela muy alto, a más de 9.000 metros
de altura, con lo cual nos estaría invitando a pensar esa conexión con
los planos más espirituales, justamente, a través de la conexión con el
Corazón, con los sentimientos más profundos. Aquí ya comenzamos
a detectar algunas ideas que nos orientan respecto al Mensaje de la
Profecía. Pueblos y regiones el mundo asociadas a animales, animales
que representan diferentes atributos, energías y procesos que se con-
figuran a través de ciertos códigos y principios, y que la Humanidad es
capaz de captar para inspirarse en su desarrollo. Recrear el mundo.
¿Qué nos sugiere el Águila? El Águila nos hablaría de otras facul-
tades, que también los seres humanos poseemos, y que sin desmedro
una de la otra, nos enseñarían la importancia de la complementarie-
dad, al verlo como dos partes o alas de un mismo territorio; que pue-
de aparentemente estar divido; más aún si lo vemos desde las lógicas
geopolíticas actuales, donde los mapas con sus fronteras nos reflejan
un mundo dividido y fragmentado. Hablamos de provincias, de distri-
tos, de barrios, ciudades, localidades. Y dentro de estos pequeños uni-
versos, las mismas divisiones y etiquetas que nos ponemos entre los
mismos seres humanos, con el fin de reconocernos, pero también, en
general, como forma de generar discriminación y prejuicios. Estas aves,
se encuentran en los escudos, insignias y banderas de varias de las na-
30
ciones, por no decir de todas las naciones del continente americano. Si
no están en sus banderas, las vamos a encontrar seguramente en algu-
na moneda, billete, himno o como parte de alguna leyenda popular y
del del folklore. Y si nos referimos al Águila, veremos como en el senti-
do común se encuentra relacionada de manera más que contundente
con los Estados Unidos. Y no creo que haga falta enunciar todo lo que
representa esta Nación en estos momentos de la Humanidad. Nos es-
tamos refiriendo tal vez a uno de los Pueblo que mayor influencia ha te-
nido en los últimos 250 años de historia humana sobre el planeta, que
en lo general no significa realmente nada, pero que gracias al impacto
de la tecnología y como esta ha repercutido en amplificar el alcance de
los medios de comunicación y sofisticación de la producción, sí significa
mucho. En poco tiempo, la huella de esta civilización humana se ha gra-
bado como una capa más de la Tierra, lo que habla de un impacto a con-
siderar, sobre todo si pensamos en las futuras generaciones y los desa-
fíos que vendrán. Aquí comenzamos a identificar un atributo asociado,
desde la visión o concepción del mundo de los pueblos nativos de Amé-
rica, al Águila. Expansión, Poder, Organización, Estrategia. Y dentro de
estos esquemas, tal vez una de las consecuencias de estos atributos
sea la división del trabajo. Sabemos lo que esta lógica generó a nivel
mundial, y más aún al incorporar las tecnologías, otra de las caracterís-
ticas que estaría depositándose dentro del arquetipo del Águila. Pero
además, no tendríamos que pasar por alto, la relación del poder, con el
centro energético o 3er chackra. Este punto es central de comprender,
ya que nos habla de un marco general que se presenta identificado a
nivel particular en la mayoría de la población mundial. Y es el hecho de
que si bien los seres humanos contamos con la razón, el intelecto y la
capacidad de procesar y gestionar nuestras emociones, para respon-
der de manera inteligente a las adversidades y amenazas del ambiente,
continuamos reproduciendo una lógica de relaciones similar a la del
Reino Animal, manejándonos más por instinto y respondiendo a creen-
cias que están fundamentadas en miedos ancestrales que descono-
cemos, pero que conforman nuestra psiquis y campo morfo genético.
Con lo cual, aún pareciera ser que tanto colectiva como individualmen-
te, estamos aprendiendo a manejar este tercer nivel de conciencia y de
energía, que está asociado a la territorialidad y el cuidado de nuestras
31
pertenencias, identidad y defender nuestra parcela del mundo. Y el
riesgo de seguir avanzando tecnológicamente, con este nivel de con-
ciencia sin ser trascendido e integrado, es que toda tecnología que de-
sarrollemos, será aplicada a satisfacer las necesidades y caprichos de
nuestro ego primario, que aún se percibe herido, victima y sin recursos
para alcanzar sus objetivos en el plano material. El 4 nivel de conciencia
que se comienza a vislumbrar, nos habla de la capacidad de comenzar a
guiarnos por una inteligencia que comprende la visión del alma. Y en el
alma, todos estamos unidos, porque justamente, no solo compartimos
un territorio, sino que también un universo simbólico y abstracto, en
el cual, al momento, por la atención centrada en nuestro 3er chackra,
también vamos a percibir un estado de lucha y conflicto, sobre cuál de
todos esos universos simbólicos gana mayor exposición y visibilidad en
la trama mayor. Lo que me interesa que quede de esta puerta hacia los
estados y niveles de conciencia y su relación con los centros energé-
ticos del cuerpo humana, es la idea de que ningún nivel es superior al
otro, a lo que estamos refiriéndonos aquí es a un capacidad de dirigir
la atención y entender que si continuamos en el 3er nivel, ya no vamos
a poder sostener la realidad material que hemos creado. Más esto lo
verán evidenciado a lo largo del libro. Cuando a partir de diferentes
mensajes, encuentren que la crisis humana, no es simplemente una cri-
sis material, sino, y sobre todo, una crisis de conciencia, y que contamos
con los recursos para hacerle frente.
En mi camino de autoconocimiento, me fui dando cuenta de
la importancia que tiene para los seres humanos conectar con el Ser
Planetaria antes de pretender elevar nuestra conciencia hacia otros
planos del orden espiritual y cósmico. El Ser Planetario, por más que
puede sonar una idea abstracta en su terminología, refiere a algo muy
concreto y que está asociado a ciertas prácticas y modos de vida bas-
tante simples de detectar. Son niveles de resonancia que los seres
humanos, por diversas razones que aquí no abordaremos, hemos ido
entendiendo que no nos correspondían manifestar y expresar como
Humanidad. Según los mensajes de los Guías Cósmicos podemos verlo
de este modo: piensen que nuestra sangre humana, haya sido interve-
32
nida por seres del espacio, que sin afectar nuestra psiquis como sucede
hoy con los medios de comunicación y sus mensajes subliminales, sino
de forma genética, estas civilizaciones del cosmos hayan dejado un
mensaje que implicaba, para ser liberado, que la humanidad atraviese
una serie de experiencias que no eran propias de la Tierra ni del huma-
no en sí. De este modo, el diseño original de la Vida en la Tierra se fue
olvidando. Puesto que si el ser humano es un ser de la Tierra, tendría
que tener el “manual” para vivir saludablemente sobre ella. Ha llegado
el momento de recordar dicho origen, para repensarnos y aprender a
convivir con estas civilizaciones, pero sin necesidad ya de reproducir lo
que ellas han necesitado que se muestre en la Tierra, como un espejo
donde uno busca que se muestre cierta imagen que lo va a inspirar y
motivar. Sé que suena algo extraño. Poner la responsabilidad afuera de
nuevo, pueden llegar a pensar, sin embargo, si lo vemos de otro modo,
es sencillo: purificar nuestra sangre. Los lazos sanguíneos que nos unen
a las estrellas pero que en el interior del Humano, ya no generan reso-
nancia con la Tierra y sus designios más profundos. Esto nos revelaría
una posibilidad de sanación de la memoria, que no solo se encuentra en
los campos morfo genéticos que describimos al inicio, sino que se aloja
en nuestro propio interior, como reflejo de océanos cósmicos que inte-
ractuar con los manantiales Intraterrenos y la información que en ellos
es almacenada. Aquí comenzamos a ver la importancia del agua, como
elemento primordial de la vida. “No hay misterios sino desconocimien-
to”. No tengo dudas de que es así, y que todo a su debido tiempo será
enseñado y aprendido, para que la vida en la Tierra se oriente hacia una
memoria sagrada, que nos propone una forma de vida acorde a las ne-
cesidades no solo de las mentes con más poder y fuerza sino de todos
los seres. Nos deberíamos preguntar quiénes controlan hoy el acceso
a dichos archivos planetarios. Así como nos preguntamos quiénes son
los dueños de los medios de comunicación. Sabemos que estos medios
hegemónicos son la principal arma de dominación masiva, y que justa-
mente el mal llamado Fenómeno OVNI no es una cuestión de fe sino de
información, investigación y conocimiento. Continuemos.
Árboles, flores, ríos, montañas, selvas, valles y pájaros, desiertos,
osos, liebres, puma, mariposa, golondrina, y así podríamos continuar
33
casi hasta el infinito. Cada una de estas palabras representa, si nos pa-
ramos en los conceptos actuales del mundo, una especie biológica que
contribuye a un ecosistema. Se le da entonces cierto valor biológico.
¿Cuál es el valor biológico de nosotros, los seres humanos, y cómo este
valor se conjuga con la dimensión espiritual del ser? Tomemos una fra-
se como punto de partida.
“El hombre tiene una función especial que otras criaturas no pue-
den cumplir. Puede servir a la Tierra al convertirse en un puente para cier-
tas energías superiores. Sin esto, la Tierra no puede vivir de la manera ade-
cuada. Pero el hombre, tal como es por naturaleza, está incompleto. Para
cumplir la función que le es propia necesita desarrollarse. Hay una parte
en él que está insatisfecha con su vida. A través, de las tradiciones religio-
sas o espirituales puede llegar a darse cuenta de lo que esa parte necesita.”
Jeanne de Salzmann, extracto del libro
“Un Corazón Sin Medida” de Ravi Ravindra
A través del estudio de la geometría sagrada, podemos llegar a
comprender ciertas lógicas matemáticas que se encuentran implíci-
tas en todas las formas de vida y existencia. Al parecer, estos códigos
numéricos, encierran un enigma, que al ser experimentado, y no solo
analizado y estudiado desde la mente racional, puede servirnos como
puente hacia nuevas formas de ver y entender la realidad. Los símbo-
los, son multidimensionales. Y a medida que profundizamos en el estu-
dio de las formas geométricas, podemos detectar su correspondencia
e interrelación con diversos ordenes y aéreas de la vida, que la Huma-
nidad, en su desarrollo, fue estudiando por separado, fragmentando su
visión e ingresando en una especie de enfrentamiento entre modos de
percepción que son complementarios, y que en el fondo, siempre estu-
vieron unidos, solo que, en ellos, nuestra educación y “entrenamiento
de percepción de la realidad” los fue dividiendo, y concibiendo como
partes separadas del todo. Ahora, regresa la necesidad de integrar y
generar puentes de entendimiento, para desde lo interdisciplinario,
comenzar a identificar los puntos en común. ¿Y si lo humano es mucho
más de lo que creemos y nos enseñaron a creer? ¿Existe otro nivel de
34
existencia que continué a la forma humana? Creo que debemos comen-
zar a preguntárnoslo. Al menos, este libro, es una invitación hacia ello.
Si vas a iniciar su lectura, debes saber que no estoy aquí deseando que
me creas, tampoco los seres con los cuales afirmo estar en contacto.
Lejos de volver a crear religiones, sectas y grupos que jueguen con la
buena voluntad y confianza humana, los Hermanos Mayores buscan
impulsarnos a tomar protagonismo en nuestras vidas cotidianas, y
traer sus mensajes a una acción concreta, que sirva a un propósito ma-
yor, basado en leyes universal que nos hablan de la posibilidad concreta
que tenemos los seres humanos de la superficie de la Tierra de vivir
una vida plena en sintonía con leyes naturales y cósmicas, que guían los
pasos de nuestra evolución terrestre. Y aquí abrimos una nueva puer-
ta, la creencia en un proceso humano biológico-psicológico y un pro-
ceso llamado comúnmente de espiritual al cual nuestro cuerpo físico y
nuestra personalidad humana con su carácter y fuerza egoíca asociada
acompaña, pero donde su muerte no es el final.
Según las corrientes esotéricas y escuelas iniciáticas de oriente
y que luego fueron adaptadas a la filosofía y modo de vida de occidente,
existen dentro del planeta tierra dos procesos bien definidos que se
entienden como evolución e involución. Los Hermanos Mayores tam-
bién nos han instruido sobre ello, pero también existe este conocimien-
to y sabiduría de carácter espiritual en América. Esto es importante de
reconocer. De nuevo, no por menos preciar, sino por identificar que, si
bien podemos tener cierto agrado con alguna forma u otra, con algun
camino o método, sistema o práctica, el saber y conocimiento espiritual
se ha despertado no sólo en la India, Medio Oriente, Druidas, Templa-
rios y Órdenes Religiosas del Mundo. Con otros conceptos, pilares y
principios, también en América existió, pero por sobre todo, aún existe
este saber originario, del cual este libro intentará despertar su interés,
por reconocerlo parte fundamental de las bases de la Nueva Humani-
dad. Así como lo es la Cultura China y las Tribus de África. En síntesis,
debemos comenzar a mirar con otros ojos aquello que consideramos
primitivo.
La idea de evolución e involución es común a todas las culturas
de la Tierra. La energía, que es neutra, tiende a ir hacia un lado u ha-
35
cia el otro de la experiencia. Aquello que veíamos al inicio sobre luz y
sombra, parece ser parte de esta misma dualidad y principio que rige la
vida planetaria. La evolución la vamos a asociar lógicamente a la luz, y la
sombra a la involución. Pero detengámonos aquí. Y hagamos el esfuer-
zo de atención necesario para romper el juicio de valor sobre ello. ¿Qué
tiene de malo involucionar, si tarde o temprano nos desintegraremos y
volveremos al vacio mismo, creamos o no creamos en Dios? El mismo
concepto cristiano de vida eterna es ya absurdo e infantil, a la mente
humana actual le queda chico el paraíso, sin embargo, tampoco tiene
la capacidad de idear algo menor. Parece como si se hubiera quedado
peleando aún con los demonios, dándole entidad en vez de liberarse de
ellos. ¿Cuáles son nuestros recursos para innovar en esta visión de la
trascendencia? ¿Con que herramientas contamos para desafiar la invo-
lución, la tendencia de la energía hacia la degradación y el deterioro? El
factor tiempo es determinante, y el tiempo, es de aquellos enigmas que
poco a poco la Civilización ira comprendiendo en su dimensión real,
que si bien podemos llegar a teorizar, escapa aún de nuestra posibili-
dad de darle un valor práctico. Y sin duda que lo que necesitamos los
seres humanos no es seguir teorizando y fortaleciendo nuestro orgullo
de saber. Miremos todo lo que hemos construido potenciados por di-
cho orgullo. Creo que sobran ejemplos para dar por hecho que necesi-
tamos poner un límite amoroso a las ganas de conocer. La curiosidad
mato al gato dicen. Y parece que estaban en lo cierto. ¿Conocer para
qué? El amor por el conocimiento tampoco parece ser ya una excusa
válida. En estos tiempos de la Humanidad, las necesidades materiales
nos presentan un desafío claro, que en la jerga económica se denomi-
na decrecer con equidad. Será entonces la evolución en estos tiempos
sinónimo de Decrecimiento. Hice esta pregunta a los Hermanos Ma-
yores y me dijeron que en cierto modo, lo que necesitamos los seres
humanos es abrirnos a la condición solar de nuestro ser, pero que para
ello, es necesario pasar por una purificación, puesto que estamos llenos
de parásitos, y que es debido a esos parásitos que estamos consumien-
do de la forma en que lo hacemos. Que el planeta nos da todo lo que
necesitamos, pero que somos malos administradores y que perdemos
dimensión, de la simbiosis que tenemos con todo lo que nos rodea. Me
dijeron que en sí, nos comemos a nosotros mismos, y que si nos diéra-
36
mos cuenta realmente de ello, automáticamente cambiaríamos poco a
poco nuestros hábitos y costumbres. Empezaríamos a escuchar la voz
de la Madre Tierra, y dejaríamos de preocuparnos por lo material, para
ingresar en otra fase del desarrollo humano, que se refiere al plano in-
tuitivo y percepción. Pero ¿Cómo se conecta todo esto con la Profecía
del Cóndor y de Águila?
Veíamos que todo es dual. Por lo tanto, la misma naturaleza del
Águila, tiene tanto su parte que podemos llamar de positiva, como ne-
gativa, más hacia afuera y más hacia adentro, explosiva o implosiva. En
la Astrología, a la Constelación de Escorpio se la conoce también como
el Águila, y sabemos que la energía de Escorpio es una energía muy po-
derosa, asociada también a la muerte y la transformación. Al misterio,
a los enigmas y a la sanación. Como decimos, la ciencia en si no es bue-
na ni mala, es el uso que hacemos de ella. Creo que nadie es capaz de
negar todas las posibilidades que este modelo de civilización que tuvo
su principal punto de apoyo en la región del Norte de América nos ha
brindado, y como la fuerza del Águila, representada principalmente por
Estados Unidos, se ha propagado alrededor del mundo generando un
movimiento que hoy gobierna la Tierra y que tiene que ver con el con-
sumismo y el prevalecimiento del método científico deductivo como
principal fuente de conocimiento y sabiduría. Sin embargo, existe una
“Realidad Mayor” que nos sigue siendo velada. Lo que veíamos al inicio
al hacer mención de la capacidad de desarrollar otras área del cerebro,
y no solo quedarnos con la región asociada al Hemisferio Izquierdo,
que es la parte analítica, funcional y organizativa Es aquí donde las an-
tiguas comunidades de nuestro planeta vienen a señalarnos con inten-
sidad algo: una forma de vivir que parece lejana y distante en el tiempo
pero cercana en su aspecto fundamental. Esta tarea corresponde al
Espíritu del Cóndor, que se encuentra íntimamente relacionada con la
compasión, la solidaridad, la comunidad y la empatía, con el 4 nivel de
conciencia. Y ustedes dirán, como se llega del Cóndor a la compasión.
Veamos lo siguiente. El Norte, está dirigido por ciertas fuerzas, fuer-
zas que si las percibimos como un cuerpo, tiene ojos, y a través de esos
ojos, ven el mundo de una manera, y que para sostener dicha visión, ne-
cesitan constituirse bajo ciertos límites, donde otras ideas no pueden
37
integrarse, ya que de ser así, se pierde foco, que es lo mismo que per-
der energía. Para ir en una dirección, es necesario relegar ciertas cosas,
que en el camino hacia dicha meta, nos representaran una carga, un
peso insoportable. Veámoslo de manera práctica. Si lo que prima es la
organización, prevalece el objetivo sobre lo subjetivo. De forma sinté-
tica, esta sería la característica del Norte. En el Sur, y por ello hablamos
de la compasión, lo que prevalece es lo subjetivo, el arte, la creatividad
y la belleza. Se da lugar a la expresividad, y a la posibilidad de que en esa
colectividad podamos reunirnos y que gobierne una guía más intuitiva,
donde las metas y logros tendrán otro peso, más primara el proceso y
la búsqueda del encuentro a través de la cooperación, intentando que
la mayor cantidad de individuos logren integrarse y participar de las
tareas, reconociendo un orden circular, donde se trabaja desde las lógi-
cas del consejo y consenso. Claro, este ejercicio de lo comunitario nos
marca otros tiempos y ritmos muy diferentes. Otras formas de creci-
miento y desarrollo. Y porque de algún modo, el organismo tierra, ya
alcanzo la meta deseada, y para esa meta, necesitaba cierta educación.
Ahora, al cambiar la meta, cambiará la educación, la economía y todos
los sistemas.
La tensión del Continente Americano se extiende al resto del
mundo, ya que Norte y Sur, o Hemisferio Derecho y Hemisferio Iz-
quierdo, son algo general del Planeta. Mas que al parecer, en este tiem-
po de la historia humana, tiene su punto focal en las Tierras de América,
lo que antes de la Conquista, término que utilizo mas con el cual lógica-
mente no adhiero, estaba en Europa, África y Asia.
Ambas energías deben complementarse; ninguna debería es-
tar por encima de la otra para que el ser humano pueda avanzar en su
evolución, creciendo en armonía y equilibrio con su entorno. Podemos
verlo entonces como lo ven los pueblos originarios: Cóndor y Águila; o
tomarlo desde la visión científica y más occidental, como Razón y Sen-
timiento. El punto interesante, a mi criterio, es no solo identificar estas
diferencias y características, sino, y por sobre todo, hacer el esfuerzo
de unificación, asumiendo que ambas fuerzas, sino logran complemen-
tarse como parte de una organización mayor, tienden al fracaso. Por
38
más que siempre va a haber periodos donde una sea más necesaria que
la otra, y que habrá siempre individuos que se mantengan más tiempo
polarizados en una más que en otra. Ello no quita importancia al hecho
de que es necesario sostener un equilibrio dinámico que nos permita
interactuar y no perder de vista que en el Planeta Tierra, el principio de
polaridad existe, pero que nos muestra que solo en el centro vamos a
encontrar la fuerza para la conquista de nosotros mismos, y de la ma-
yor conquista a la que podemos aspirar como Humanidad, que es la de
unificarnos como una sola familia sobre la Tierra.
Veamos algo más. Porque entiendo que la idea ya está cerrada. Y
que sin duda con esta información ya tenemos suficiente tela por corta.
Este mensaje espiritual, que nuestros ancestros supieron prote-
ger a través de sus tradiciones orales, hoy ve su exteriorización y forma
de medición a través de las tecnológicas y desarrollo científico como
las Anomalías del Atlántico Sur y el Cinturón de Fuego; sin embargo,
la pena es que seguimos sin atender el llamado. ¿Qué sentido tiene
entonces saberlo? Y es aquí donde la labor de servicio cobra un valor
inconmensurable para torcer la balanza a favor de la evolución humana
y comenzar a trabajar de forma consciente por el Mundo Nuevo, sin es-
perar que desde las esferas políticas hagan algo, o que cambie la situa-
ción económica, social y cultural de nuestros pueblos. ¿Qué nos dicen
los Hermanos Mayores al respecto? Tal vez piensen que ellos tienen
la capacidad de revertir esta situación y que no lo hacen por egoísmo.
Todo lo contrario, ellos nos dicen que esta situación de crisis es nuestra
gran oportunidad de dar un salto de conciencia. Que justamente es lo
que necesitamos para darnos cuenta de manera definitiva que el poder
del amor y el compromiso con esta fuerza cósmica nos puede elevar en
nuestro entendimiento y volver al lugar donde estábamos antes de que
todo esto sucediera. Es posible regresar a ese punto cero, más que no
es a nivel material que se va a ver plasmado primero, sino que el cambio
comenzará en las conciencias, para luego, a su debido tiempo, exteriori-
zarse y reflejarse en la materia. Ellos, los Guias Cósmicos, simplemente
nos presentan una orientación, y es bueno que si la tomemos, como
un Consejo de las Estrellas, por lo que para que su ayuda sea efectiva,
39
debemos nosotros tomar cartas en el asunto y dar los pasos hacia un tendimiento de nosotros mismos y de la existencia, y donde, junto con
nuevo estado de ser, que nos habla de escuchar menos para afuera y una serie de herramientas aún desconocidas para la ciencia que nues-
empezar a escuchar más para adentro. tra Humanidad ha desarrollado, se colabora para que esas vibraciones
se irradien hacia los seres de la superficie. Este libro trata de ello. De
Y porque hablo especialmente a todas las almas que se encuen- cómo podemos pasar a despertar a un nuevo nivel de conciencia, que
tran viviendo en el Continente Americano. Porque el foco espiritual del nos permita no solo ser felices nosotros, sino también hacer felices a
planeta se ha trasladado. El epicentro ahora se encuentra en América, los demás, y colaborar en la restauración de la vida planetaria, junto a
y uno de los puntos centrales de la región es justamente Los Andes y El las Jerarquías Cósmicas y las Hermandades Planetarias que participan
Lago Titicaca. Pero además, las Selvas del Manú, donde estaría locali- día y noche en esta labor dentro del Plan de Dios.
zada una Ciudad Perdida de los Inkas: el Paititi. Esta zona, sería la Base
de una Civilización Intraterrena, que vive en otros planos de concien- ¿Te animas a sumergirte en estas aguas de letras?
cia acompañando la evolución de la Humanidad. Pero además de estos
Retiros Intraterrenos, de los cuales hablan muchos contactados e in-
vestigadores, místicos y esotéricos, existirían otro tipo de bases más
poderosas aún, que canalizarían energías del Cosmos hacia la Tierra.
Se les da el nombre de Centros Planetarios, y el Centro Planetaria que
rige la evolución hay día, en este ciclo de la Humanidad, se encuentra
justamente en esta región del mundo denominada por los Hermanos
Mayores como Miz Tli Tlan, un enclave espiritual del que la Humanidad
ahora comenzará a conocer más detalles sobre su función y energía, ya
que la mítica Shambhala, que tantos buscadores de misterios intenta-
ron contactar y que los mismos lamas del Tíbet aseguran haber podido
corroborar su existencia, este Centro Sagrado de Paz de la Tierra ha
entrado en una fase de sueño, para dar paso a Los Andes como Nuevo
Santuario de Paz y Peregrinaje de la Almas que buscan Instruirse res-
pecto de la Vida y sus Secretos.

Bien, hasta aquí he intentado desarrollar estas ideas, que lógi-

camente, se nutren de diversos estudios, lecturas, investigaciones en
terreno y meditaciones. Los he llevado desde la Tierra hasta el Cosmos,
presentándoles una interrogante más que una certeza, respecto de es-
tas fabulosas imágenes que nos impulsan a repensarnos, puesto que es
hora ya de dejar la silla y comenzar a actuar.
Los invito entonces a acompañarme a ciertos Lugares Sagrados
que conversan una vibración fundamental que nos eleva en nuestro en-

40 41
 PRIMERA PARTE
El mapa

42 43
 EN BUSCA DEL ORIGEN...
Y DE LOS POTENCIALES

“Somos recibidos en su interior

cuando se preparan para ello... estamos atentos
como siempre, esperando que sepan
por ustedes mismos encontrarse...
El caminante crece con la investigación,
la atención en la conciencia, el compromiso, la fe y
el coraje para ir hacia el encuentro con eso
que se llama superior”
Guía Sampiac

A comienzos del año 2012 sentí el llamado de “Las Tierras del

Sol” brotar de lo más profundo de mi pecho. Como muchos sabrán, el
2012 no fue un año más; si bien para algunos significó el fracaso de las
Profecías Mayas, para quienes pudimos ver más allá del amarillismo y
de las informaciones y anuncios tendenciosos, esta coordenada espa-
cio-tiempo significó un punto clave dentro del proceso de Parto Plane-
tario que estamos atravesando como Humanidad.

Desde entonces, no he dejado de estudiar, investigar, viajar, ge-

nerar encuentros, proyectos e iniciativas con el fin de experimentar en
carne propia las implicancias y posibilidades que estos tiempos plane-
tarios nos ofrecen a los seres humanos, al involucrarnos y comprome-
ternos de manera consciente con la información y conocimiento que
recibimos. Pero mi búsqueda no comenzó en el 2012, sino varios años
atrás, cuando me encontraba recorriendo mi formación escolar pri-
maria; ya que mi padre se involucró en su búsqueda interior y me hizo

44 45
partícipe de sus inquietudes y experiencias, hasta llegar a compartirlas
y acompañarnos en diferentes tramos del camino. A mis 8 años ya es-
taba haciendo cursos de control mental, meditando y dibujando naves
extraterrestres con mis amigos, con los cuales manteníamos conversa-
ciones sobre el tema.
Nunca dude de la posibilidad de que en las estrellas estuvieran
observándonos, y siempre creí que ello no alteraba mi idea de Dios y de
la Creación como algo sagrado y misterioso, de lo cual, siempre sabre-
mos menos de lo que pensamos y creemos al respecto.
¡Es imposible que seamos los únicos en el universo! Pensaba
hacia mis adentros en mis primeras introspecciones espontaneas al
presenciar los hermosos atardeceres de la localidad de Escobar en la
Provincia de Buenos Aires. ¡Tienen que existir otras formas de vida
más allá de lo humano!
¿De dónde venimos? ¿Dónde se encuentra la ciencia con la re-
ligión; las ideas de Darwin con el relato cristiano? ¿Si Jesús jamás dijo
de fundar una iglesia, porque se tomó su nombre para ello? Desde mi
inocencia me hacia estas preguntas, y las mismas que supongo que mu-
chos de ustedes se habrán hecho. ¿Quién determina lo que es oficial de
lo que no?
Mi experiencia con lo divino era muy sentida. Tenía, y aún conser-
vo, una gran fe y sentimiento de unidad con todo. Pero a medida que fui
creciendo, me resultaba casi inevitable investigar aquellos fundamen-
tos religiosos con un carácter más científico; no podía concebir la ad-
hesión a una creencia de manera absolutista, y no quería disociarme y
mantener una postura radical sin fundamentos propios y conclusiones
que fueran producto de mi propia experiencia. Necesitaba comprender
el sufrimiento humano a través de mi propio sufrimiento y angustia. No
me satisfacía la idea de pecado, culpa, cielo e infierno, muerte y vida
eterna. Mi vida entonces parecía ser algo negativo, y este paso por la
tierra una especie de castigo por algo de lo cual yo no tenía recuerdo
alguno. Algo que un hombre había cometido hace vaya a saber cuándo,
46
en un jardín sin tiempo. Pensaba que la Biblia encerraba un simbolismo
y comencé a ver evidencias en ella de la posible interacción con cul-
turas y civilizaciones cósmicas, y que luego se hizo presente en otros
relatos religiosos de oriente.
¿Pero hasta qué punto se puede decir que las experiencias de un
solo individuo o grupo contribuyen a desafiar la lógica del colectivo, sin
quedar atrapadas bajo la idea de una simple alucinación o fantasía, de
experiencia mística intransferible, que por más que sea válida, difícil-
mente impacte en su entorno? ¿O acaso será esta la manera en la que
el universo encontró la forma de ir despertándose, uno por uno, paso a
paso en una especie de escalera al infinito? ¿Existirá un conocimiento
oculto, del cual no se habla ni se hablará jamás, y que cabe a cada ser
humano descubrir por el mismo, una sabiduría interna que en la medida
que como individuos nos comprometemos puede aflorar? ¿Dicho cono-
cimiento requiere de nuestra especial atención para ser develado? ¿Es
necesario despertar a una nueva visión del mundo, y desarrollar ciertas
capacidades dormidas?
La mente de los seres humanos parece estar bloqueada, y me
di cuenta en mis investigaciones personales que fui realizando en pa-
ralelo a mis estudios secundarios, que existen en la Humanidad diver-
sos caminos para “destrabar” nuestros mecanismos de defensa ante lo
abrumador de la existencia, y permitirnos sentir el impacto que esta
energía puede producir en cada uno de nosotros. ¿Pero porque no se
manifiesta esta información de manera abierta y gratuita para todo el
mundo? ¿Qué sucede que aún se orientan nuestros sistemas producti-
vos y educativos hacia una forma de civilización que honra y venera a
los bienes materiales como si fueran los más grandes logros a los que
podemos aspirar?
Comencé entonces a detectar grandes contradicciones. Perso-
nas muy religiosas que niegan toda investigación científica, y personas
científicas que niegan toda experiencia religiosa. Si bien hay excepcio-
nes, y cada vez descubro más casos de ello, investigaciones con un en-
foque integral suelen ser, aún, difíciles de insertar en la opinión pública.
47
Y es que existen 4 paradigmas que organizan nuestro mundo actual y
los cuales son fundamentales trascender para comenzar a darle lugar a
una nueva concepción de la vida: Ciencia, Religión, Economía y Política.
El tema de las Civilizaciones Perdidas toca de algún modo estos
cuatro paradigmas y los sacude intensamente, puesto que rompe con
lógicas de espacio-tiempo tridimensional sobre las cuales se apoyo la
conciencia humana. Abrirse paso a otras dimensiones y niveles de la
existencia, implica entonces una educación y orientación diferentes de
los sentidos.
Son muchas las evidencias, testimonios, informaciones, investi-
gaciones que confirman la veracidad del llamado popularmente: Fenó-
meno OVNI. Es probable que una vez que nos metamos a buscar no
paremos de encontrar casos de gente que ha fotografiado o bien filma-
do sus naves y luces. Así como también relatos y anécdotas contem-
poráneas, pinturas antiguas, petroglifos, artes rupestres, alegorías, etc.
Por ello, creo que nos corresponde reflexionar sobre porque, siendo
una realidad aceptada por mucha gente (entre ellos gobiernos, fuerzas
armadas, obispos, artistas, científicos, escritores, etc.) se torna incomo-
do asumirlo públicamente y seguimos sin poder vislumbrar lo que hay
detrás de este presunto relacionamiento con civilizaciones que no solo
habitan el espacio, sino que moran junto con nosotros en el planeta,
y de las cuales me enfocaré en este libro: hablo de las Hermandades
Intraterrenas, y de los mensajes e informaciones que luego de decidir-
me a ser testigo activo de su existencia, comencé a recopilar, con el fin
de comunicar y brindar herramientas que ellos mismos nos indicaron
para mantener una especie de relación directa con ellos, y volvernos
voluntarios de las tareas y misiones que realizan para acompañar este
proceso de grandes transformaciones que los seres humanos estamos
viviendo. Cómo verán, el preguntarme fue clave en todo ello, y el ani-
marme a encontrarme con personas diferentes a mí, pero con las cua-
les comencé a reconocer la misma necesidad de vincularse de manera
cada vez más real con dichos enigmas y misterios de la vida. Ser tomado
como loco no es sencillo, sin embargo, no fue una excusa para dejar de
adéntrame en el campo de lo insólito, y detectar que si bien abundan
48
los espejismos y falsos profetas, también están quienes de noble cora-
zón se anticipan a su época y plantean un desafío lógico y trascendente
en respuesta a las problemáticas estructurales de la civilización actual.
En ello, todos coinciden en algo: el camino comienza en cada interior,
en el corazón del caminante quien se vuelve a la investigación más ar-
dua de todas, la de sí mismo.
¿Quién define entonces la realidad? Además de los 4 paradig-
mas que mencionaba líneas arriba, existe un poder mundial que dicta,
a veces de forma más burda, y otras de manera más “delicada” y no tan
simple de detectar, la orientación de nuestras preferencias y gustos.
Saben a qué me refiero. Es muy común que la prensa tome una posición
poco objetiva frente al asunto, lo que dificulta la difusión el material
que dejan algunas experiencias de contacto, junto con evidencias de
carácter científico complementarias al tema. Uno de los fenómenos
contemporáneos más llamativos relacionados con los Hermanos Ma-
yores e “Inteligencias de Luz” que nos contactan, son los Crop Circule:
formas geométricas de una precisión asombrosa que aparecen en los
campos de cereales en países como Inglaterra y Holanda entre otros,
y sin una explicación para la ciencia que nuestra Humanidad ha desa-
rrollado. Se han descubierto en sus diseños referencias astronómicas,
descripciones de cómo está constituida la materia y una serie abruma-
dora de simbolismos que dejan maravillado a quien se permite cuestio-
nar por un momento su origen y abrirse paso a lo desconocido. Más allá
de la discusión sobre quienes han hecho semejantes figuras geométri-
cas de alucinante perfección matemática, creo que lo más interesante
es el mensaje. Creo que comenzar este viaje extra planetario implica
“atacar” nuestro sistema de creencias, poner en jaque nuestra identi-
dad. Es aquí donde puede estar la mayor barrera, ya que aquello que
afecta nuestra razón de ser puede llevarnos a una gran crisis, y esta, a
un replanteo sobre el sentido de nuestra existencia. Y si estamos cómo-
dos, no vamos a querer continuar.
A mis 19 años tuve una de la crisis más grande de mi vida. Co-
mencé a detectar la ilusión en la cual me encontraba, y ello me llevó a
dejar mi casa familiar y vivir en comunidad durante 2 años, adoptan-
49
do una forma de vida donde el principal valor era la conciencia, para todos los seres humanos donde se guarda y conserva la ruta hacia una
desarrollar voluntad y amor como forma de servicio hacia la Humani- fuente de luz que trae la Guía de Nuevo Tiempo.
dad. Viví en contacto directo con la naturaleza y de forma prematura, a
raíz de la intensa disciplina (Ejercicios de canalización de energía solar, A lo largo de este libro conocerán algo sobre mi vida y quien soy,
oración, meditaciones y proyecciones astrales, prácticas de concentra- más todo ello es una excusa necesaria para hablarles de estas servicia-
ción, castidad y servicio) y estudio que realizábamos, se activo mi Ener- les consciencias que se han donado a tiempo completo para acompa-
gía Interna o Kundalini, aflorando ciertas capacidades que decantaron ñarnos en nuestra evolución. Deseo de corazón que sean ellos los pro-
en una nueva crisis, tomando la decisión de volver a mi país, Argentina, tagonistas de este viaje, y que seas vos, como lector, quien completes
y abandonar tal grado de renuncia y entrega a la vida interior. Cuento este mensaje, a través de sumergirte en estas páginas.
estos detalles de mi biografía para que entiendan como llegue a intere-
sarme por viajar y conocer sobre las culturas originarias de América,
por los centros ceremoniales y los puntos energéticos donde se es-
tarían dando especiales fenómenos de integración de fuerzas cósmi-
cas-telúricas. Mis experiencias de retiro del mundo, entre tantas cosas,
me invitaron a reflexionar sobre el sentido de evolución y desarrollo
individual. Y concluí con que de nada sirve evolucionar uno en soledad
y aislamiento. El desafió, a mi entender, se encuentra en lo comunitario,
dentro de un proceso de integración con las dificultades y experiencias
que atraviesa la Civilización en su conjunto. De esta forma, entiendo,
se podrán brindar herramientas y medios que permitan asumir nuevas
condiciones y tareas, que se orienten hacia una Humanidad centrada
en los valores y principios universales que guiaron y guían a los gran-
des seres y grupos humanos que desarrollaron formas de vida armó-
nicas con su entorno y entre sí. Su ejemplo de vida aún está vivo. Es
cuestión de darle el lugar que le corresponde.

Si estas Civilizaciones Perdidas realmente existieron y avanza-

ron hasta cierto punto en su camino sobre la Tierra, dicha información
y conocimiento tiene que servirnos en este presente, como legado para
asumir nuestras responsabilidades y compromisos hacia el futuro. No
puedo concebir el origen de la civilización donde la ciencia moderna lo
plantea. Por más que tampoco niego y rechazo que dicha vía de desa-
rrollo no sea cierta. Concibo una forma de evolución diferente, don-
de la linealidad parece colapsar, y donde nuestra capacidad de abrir
la mente y desbloquearla de ciertos condicionamientos actuales, nos
permitiría acercarnos a una sabiduría originaria, una esencia común a
50 51
 CENTROS DE PODER
PUERTAS A LA CONCIENCIA

“El sueño es el comienzo

de la realidad.
Desde el inicio de los tiempos,
Los Andes proyectan los mensajes
para este tiempo.”
Dicho Aymara

Un Viaje Anterior

Ya había estado por Perú en el año 2003 junto con mi papá

Claudio y mi hermano Mauro, en un viaje donde recorrimos el Valle
Sagrado de los Incas, Machu Picchu y la Ciudad de Puno, donde pa-
samos una noche en la isla de Amantani, situada en el Lago Titicaca.
Fue una experiencia transformadora, que dio origen a mi interés por
las culturas nativas de América y por la sabiduría que han sabido cus-
todiar por siglos.

Fueron 9 días a pura emoción, donde cada lugar que visitába-

mos lograba maravillarme y transportarme a un mundo de gran conte-
nido simbólico y espiritual. Recuerdo especialmente la subida al Wayna
Picchu, donde impulsados por la imponente naturaleza del lugar trepa-
mos hasta la cima para luego conducirnos por una senda poco transita-
52 53
da hacia el Templo de la Luna. ¡Ya había estado allí en mis sueños! Y lo
pongo con signos de exclamación puesto que era algo totalmente nue-
vo para mí. Tenía una necesidad imperiosa de organizar tanta energía
y entusiasmo que inundaba mi corazón. Mientras descansábamos de
la larga caminata que nos propuso el descenso de tal enigmática mon-
taña, me detuve frente a una de los tantos cerros que rodean la zona,
receptivo a las energías que allí se manifestaban.
Algo se estaba despertando, y en ese momento no sabía cómo
hacer para asimilar tanta información y sensaciones que me “atrapa-
ban”. Recién había terminado el secundario y con mis 18 años estaba
comenzando a comprender que la Humanidad se había alejado de
ese maravilloso sentir de las culturas nativas. Fue la música la que me
ayudó a condensar dicha apertura del viaje, ya que en esa misma épo-
ca había fundado una banda de rock con un gran amigo, con lo que
varias canciones que compuse fueron inspiradas por las vivencias en
Los Andes. Deseaba quedarme allí y no volver más a la ciudad donde
había nacido. Todo parecía muy vibrante y mi cuerpo estaba siendo
modificado a nivel energético. Una
vitalidad que jamás había sentido
lo colmaba todo. Y es bueno acla-
rar que no había consumido ningún
tipo de sustancia o psicotrópico. La
misma energía del lugar me produjo
una gran expansión de conciencia.
Necesitaba fundirme con la Tierra.
Tal intensidad me llevó a bajar co-
rriendo el trayecto que va desde
las ruinas incas hasta el pueblo de
Aguas Calientes, que se encuentra
en la base de este lugar sagrado.
Cuando llegué al restaurante don-
de el grupo turístico con quienes
realizamos toda la travesía tenía su
almuerzo, una gran nostalgia lo in-
vadió todo. No sabía a qué se debía
tal intensidad de emoción y amor
54
por esas personas. Los sentía mis hermanos. Me sentí parte de una
gigantesca familia: La Familia Humana. Sutiles lágrimas fueron de-
rramadas por mis ojos. Necesitaba dar. Me di cuenta de ello. Estaba
en éxtasis y tuve una de las primeras revelaciones de mi vida: debía
comunicar esto al mundo. Quería ser canal de lo que estaba viendo y
experimentando: la posibilidad de transformarnos y conectarnos con
la Totalidad.
¿Qué es lo que hace que un lugar sea tan mágico?
Los Andes es un lugar mágico que remite a un mundo detenido
en el tiempo. Su historia emerge entre piedras tan antiguas como el
viento que trae en su perfume un cálido sentimiento de encuentro. Un
entramado inabarcable de sitios arqueológicos que preservan un re-
gistro de vital importancia para entender nuestra vida aquí en la Tierra.
Diez años después de mi primer viaje a la región me encontraba nueva-
mente aventurándome por estos caminos antiguos, donde civilizacio-
nes olvidadas parecen haber habitado esta parte del mundo, abundan-
te en cuentos y leyendas que hacen referencia a seres de otros lugares
del cosmos llegando a instruir a sus pobladores, ciudadelas bajo tierra y
fundadores provenientes de las profundidades del lago navegable más
alto del planeta.
¿Acaso existe algo más allá de todo aquello que
nos enseñaron en la escuela sobre los Incas y los principales
pueblos nativos de América?
¿Acaso ellos son lo “último” que conocemos
de una larga tradición que aún no somos capaces de imaginar?
¿Fueron los Incas guiados por estos dioses solares,
portadores de gran conocimiento y sabiduría?
Basta con analizar la historia de sus fundadores, Manco Cápac
y Mama Ocllo, para comenzar a pensar la posibilidad de una conexión
con mundos perdidos. La literatura al respecto es frondosa, tanto como
la selva que rodea Machu-Pichu. Sin embargo, ¿Cómo se accede real-
mente a dicha sabiduría? Está claro que con los libros no alcanza. No
55
es necesario ser erudito en el tema para darse cuenta la cantidad de
patrones que se repiten en todas las civilizaciones que identificamos
como principales antecesoras del hombre actual: Egipcios, Mayas, Az-
tecas, Olmecas, Incas, Celtas, Chinos y un largo etcétera. Construccio-
nes piramidales y alineaciones de sus principales templos con el cosmos
(constelaciones), puertas que parecen ir a ningún lado, galerías y túne-
les subterráneos, arte con símbolos bien nítidos donde se representa a
seres u “dioses” provenientes de las estrellas, y algo aún más intrigante,
todas poseen relatos de un Gran Diluvio en la Tierra. Un cataclismo. Un
momento de quiebre en el curso de la especie humana que marcó un
inicio de nuevo ciclo terrestre. Demasiadas coincidencias para pasar
por alto y “depositarlo” en el cajón de lo mitológico.
Zecharia Sitchin tal vez sea de los escritores e investigadores que
más se han adentrado en dicho misterio del surgimiento de la Humani-
dad y su relación con los dioses, aportando contundente información
sobre los pueblos antiguos. De ser al menos algo de todo ello cierto,
tendríamos que repensar por completo nuestro origen y experiencia
humana. ¿Quién está dispuesto a hacerlo?
Charles Berlitz, importante estudioso de los enigmas de nuestro
mundo, ahonda los misterios que tienen lugar en nuestra tierra en sus
libros, y en uno de ellos cita otro libro titulado “The View over Atlantis”
(Visión de la Atlántida) donde John Mitchell se refiere a la unidad que
muestra la cultura prehistórica y observa:
“...La Tierra está sembrada de obras prehistóricas de ingeniería rela-
cionadas con el uso del magnetismo polar”. Luego sugiere que vivimos “...
dentro de las ruinas de una antigua estructura cuyas vastas dimensiones la
han hecho ya invisibles...”. Según su opinión, “...los filósofos de aquella época
(consideraban que) la tierra era una criatura viva y su cuerpo, como el de
cualquier criatura, tenía un sistema nervioso en su interior, relacionado con
su campo magnético. Los centros nerviosos de la Tierra, que en el cuerpo
humano coinciden con los puntos de acupuntura de la medicina china, eran
conservados y reverenciados en edificios sagrados, dispuestos como un mi-
crocosmos del orden cósmico...”
56
Interesante observación ¿no es así? Pero claro, no va a faltar
quien tilde a este tipo de teorías y ensayos descabellados y sin funda-
mentos. ¿De qué nos sirve conocer de dónde venimos? Puede pregun-
tarse alguien, cuando ni siquiera tenemos resueltas las necesidades
básicas de nuestras sociedades. ¿O no será que la sociedad actual, tan
cortoplacista, nos impulsó a dejar de hacernos preguntas, cuestionar y
simplemente obedecer y seguir el mismo camino que otros han trazado
para nosotros, y nos desea ignorantes delante del gran abismo?
Por suerte, mis padres se encargaron de estimularme a buscar.
Los misterios siempre han sido de mi cuidado. En mi niñez me pasaba
largo rato leyendo las revistas “Conozca Más” y recuerdo sentir una
fuerte atracción por este tipo de temáticas, entre las cuales me inquie-
taba en especial el Triángulo de Las Bermudas. Fue de las primeras
puertas que me llevaron a preguntarme sobre posibles “humanidades
pérdidas”, y pensar si realmente sabemos todo lo que creemos saber, o
bien hay partes de nuestra historia que se fueron desperdigando por el
camino, y aún hoy siguen sin ser resueltas. Ante todo, siempre preferí
dar lugar a la duda; no dar por concluido un misterio, si no encontraba
motivos para no creer que pueda ser posible.
Si bien es cierto que podemos caer en incontables “trucos” y
trampas, y más hoy día con la cantidad de contra información que inun-
da las redes y los medios de comunicación, ello no termina de sentenciar
57
la constante afluencia de enigmas que van saliendo a la luz, aportando
inquietantes evidencias que vinculan a los pueblos y comunidades ori-
ginarias con una Cultura Madre, de la cual bebieron y se influenciaron,
tomando de ello una singular inspiración que trascendió distancias y
tiempos. Amigos investigadores que la vida nos ha cruzado en el ca-
mino, como Juan Pablo Francolini, son ejemplo de cómo con años de
dedicación, esfuerzo y buen corazón, es posible llegar a comprender
parte de ese fabuloso mundo de lo invisible que se revela a quien puede
realmente sentir y dejarse estar. La mente analítica, por si sola, jamás
alcanzará a comprenderlo todo. Solo la intuición humana y nuestras
capacidades extrasensoriales pueden ayudarnos a interpretar los códi-
gos que se encuentran plasmados en la naturaleza, como si una fuerza
mayor los hubiera puesto allí, para que en el momento en que estemos
preparados se nos muestre su mensaje y propósito. Estamos hablando
de una mutación. Algunos científicos de mente abierta, como verán al
final de este libro, ya lo vienen anunciando. Pero fueron los pueblos na-
tivos los que antes que toda la comunidad científica dejaron sus profe-
cías sobre el momento actual. Creer o reventar. Sentir, o dejarse llevar
por la locura. Como dice otro querido amigo e investigador mexicano
Leobardo Peña: “Estamos frente a una nueva realidad de información”.
En mi reciente viaje a México (año 2018) pudimos adentrarnos al me-
nos un poquito en los maravilloso misterios de las tierras mayas. Tan
solo decir lo fabuloso de su legado ancestral, y como se relaciona direc-
tamente con los avances de la física cuántica. Realmente asombroso.
Sin embargo, desde la arqueología y antropología convencional,
vamos a encontrar la respuesta a este tipo de particularidades cultu-
rales a las que hacemos mención. Así como a todo tipo de enigma que
vayamos a intentar comprender. Hay una fuerte resistencia a validar
experiencias del orden de lo paranormal. Cuando algo rompe el esque-
ma establecido, se intentan dejarlo a un lado. No gusta. Y vuelvo a re-
petir, no es cuestión de dar todo por cierto. Pero siendo observadores,
sobran razones para abrir las puertas a una nueva forma de ciencia: una
ciencia con conciencia. Al parecer, todo, o casi todo, estaría entendido.
Lo que pareciera significar: enfrascado en la mente racional. Sin embar-
go, siempre aparece ese “componente escandaloso” que toma a todos
58
por sorpresa y vuelve a poner en cuestión años de estudio e investiga-
ciones, donde la ciencia comienza a tambalear, y el simple caminante,
firme en sus convicciones, vuelve a tener protagonismo. Ello, de algún
modo, vuelve a equilibrar la balanza. Nos invita a trabajar la humildad.
¿Cómo un mente finita va a poder comprenderlo y explicarlo todo? Ne-
cesariamente vamos a caer en creencias erradas sino comenzamos por
honrar ese Gran Misterio. Sigamos preguntando…
¿Cómo pudo haberse perdido todo vestigio de esta presunta ci-
vilización hundida? ¿Existen intereses ocultos, que no desean que esta
información salga a la luz; o será una creencia popular que fue ganando
terreno hasta instalarse en el inconsciente colectivo? ¿Cómo podría
afectarnos el tomar consciencia de la “Gran Farsa” sobre la cual hemos
fundado nuestra civilización actual? ¿Dónde comenzar a buscar?
Intento comprender porque aún el ser humano sigue una huella
que parece alejarse de su verdadera condición y esencia, de su sentido
más profundo. Creo que los Andes pueden servirme como puente para
encontrar respuestas a algunas, o tal vez todas, estas interrogantes. Y
darme cuenta, al final del camino, que todo comienza y termina en el
mismo lugar: Nuestro Corazón. Sin embargo, quedarme en la teoría,
sentado en el escritorio junto a mi computadora no me traerá nada
nuevo. En esta sociedad que ofrece todo pre digerido, siento el inevi-
table deseo de salir en búsqueda de la experiencia, descubrirme en el
camino, ser “El Camino”.
¿Estamos a tiempo de cambiar el rumbo? ¿Alguien aún cree en
nosotros? ¿Creemos nosotros, en nosotros como especie? ¿Podemos
imaginar cual es nuestro futuro? ¿Estamos haciendo algo por ello?
Las preguntas llegan como cataratas de emociones. Ellas traen
un impulso. Tengo una certeza: si allí sucedió algo, si en Los Andes tu-
vieron lugar importantes eventos de nuestra historia humana, allí aún
queda el registro. El tiempo no puede borrar lo que pasó. En algún lu-
gar todo se encuentra guardado. Así como en nuestro cuerpo van que-
dando memorias de los hechos que vivimos desde antes de nuestro
59
nacimiento hasta la actualidad, así también sucede con la Tierra y los
sucesos que tuvieron lugar sobre su piel. Deseo al menos sentir parte
de esa historia. Que me la cuenta la misma Tierra.
Lugares energéticos
Existen alrededor de todo el mundo lugares que ofician de an-
claje de energías poderosas. Así como nuestros sistemas de comunica-
ción, donde utilizamos grandes antenas para enviar y recibir informa-
ción, de la misma manera sucede en naturaleza. Las culturas antiguas
sabían de dicha capacidad electromagnética que se manifiesta en nues-
tro planeta y diseñaron diversas técnicas que le permitían utilizar estas
energías.
Algunos pueblos andinos las denominan Wakas, que servían
para mantener el equilibrio entre las distintas fuerzas que operan a ni-
vel sensible. Hoy día, a una de las formas para detectar estos campos
y líneas de fuerza que recorren todo el globo se la denomina radieste-
sia. En el libro “Lugares altamente energéticos” de Guido S. Bassler hay
un interesante estudio donde se pone en evidencia cómo este conoci-
miento está presente tanto en los pueblos antiguos como en Órdenes
Religiosas. Centros Ceremoniales Indígenas y templos cristianos del
continente americano están emplazados en puntos que no fueron se-
leccionados al azar.
Al estar en Los Andes, y tomar contacto con esta realidad, po-
demos identificar cómo la religión católica “sembró” sus iglesias en
donde antes había templos de los pueblos originarios de esta región.
No creo que esta “estrategia” haya sido solamente con el objetivo de
imponer su filosofía y creencias. Estoy convencido que los conquista-
dores sabían de estas cualidades y utilizaron este conocimiento para
tomar control de las fuerzas que allí residen. Fuerzas, que sin lugar
a dudas, no pertenecen a nadie en particular, pero que dependiendo
de las “manos” que las conduzcan, pueden canalizarse hacia determi-
nados fines. Existen lugares positivos, negativos y neutrales. Puntos
álgidos y puntos más débiles de la denominada Red Planetaria.
60
Si tomamos como base estos conocimientos, podríamos estar
ante verdaderos santuarios, donde más allá de las creencias, figuras,
ideas e imágenes que se encuentren, habría una contraparte invisible
que estaría propiciando un alto grado de apertura hacia otros niveles
y campos de la realidad física y palpable. Los antiguos lo sabían, y por
ello se ocuparon de señalarlos y protegerlos. Y hasta tal vez, dejárnos-
los marcados, para el momento en que ellos sabían que perderíamos
dicha capacidad de conectarnos espontáneamente con dichos centros
magnéticos. ¿Cuál era la verdadera función de dichos templos, Wakas,
Chinkanas, Altares, etc.? Tal vez nos pueda ser develado estando allí, y
abriendo nuestros sentidos para captar aquello que se mantiene ocul-
to al ojo humano. No así, al ojo interno. Los chamanes o sacerdotes de
las diferentes culturas nativas habrían desarrollado esa sensibilidad, y
así, conseguían diferenciar fácilmente los sitios favorables para el asen-
tamiento humano. Los Sacerdotes Celtas, llamados Druidas, disponían
sus altares y centros ceremoniales en puntos de muy fuerte radiación
telúrica. Y por el contrario, los puntos de fuerte carga negativa eran
elegidos para los lugares de enjuiciamiento y de castigo. De esto nos
hablan diversos estudiosos en el tema. También sabemos de la utili-
zación de estos centros como lugares iniciáticos. Una de las geome-
trías que se presenta reiteradas veces es la del laberinto. Un símbolo
particular de la Humanidad, el cual guarda una importante clave para
nuestro despertar. Caminar los laberintos en los lugares de poder, es
transformador. Así lo explican los antiguos. Y como verán, no es difícil
recuperar este ritual sagrado de conexión con nuestra esencia. Pero
sigamos.
Esta “red de radiación global” (que fue “descubierta” en el siglo
pasado por los geobiólogos y documentada a través de sistemáticas
mediciones con distintos tipos de instrumentos científicos y radiestési-
cos, en especial por el médico alemán Dr. Ernesto Hartmann, por quien
suelen ser nombradas en la jerga como “líneas de Hartmann”) sería un
expresión del campo vibratorio de la Tierra, fuente de información vin-
culada al sistema planetaria que nos envuelve. En charlas con amigos,
fuimos intercambiando datos y comprobando que este conocimien-
to estaba presente en las grandes civilizaciones de nuestro mundo:
61

egipcios, mayas, chinos, romanos, etc. Y que además, es “utilizado”,
por llamarlo de una forma, por insectos, animales y hasta las plantas
y árboles para comunicarse entre sí, diseñar sus movimientos, cons-
truir sus casas, etc. Y como si fuera poco, es la vía sobre la que noso-
tros, los seres humanos, estamos construyendo la mayoría de nues-
tras redes de comunicación; como mencionaba al principio.
En Argentina, por ejemplo, existen contundentes evidencias de
que estas técnicas eran bien conocidas por los misioneros Jesuitas;
quienes no pasaron por alto a la hora de construir sus iglesias y luga-
res de reunión. Y así se repite incontables veces en las grandes edifi-
caciones que nos anteceden. Algunos de los casos que nombra Gui-
do en su libro son: Machu Picchu y toda la extensa red de lugares en
el Valle Sagrado de los Incas, la pirámide de Chichén Itzá en México,
Tiwanacu o Tiahuanaco en Bolivia, Centros Ceremoniales del Norte
Argentina, y para mi sorpresa, el Obelisco Porteño, donde también se
puede comprobar que no fue puesto allí por casualidad.
Me atrevo a afirmar que los grandes centros de poder de
nuestra civilización moderna también tienen que estar emplazados
con conocimiento al respecto de estas fuerzas naturales. Sería hasta
inocente pensar que tanto las casas de gobierno como otros lugares
de influencia de nuestra cultura actual no hayan advertido en ello
quienes los construyeron. Los Masones, quienes se dedicaron a cons-
62
truir grandes catedrales y monumentos a lo largo y ancho del mundo,
han tenido en cuenta estas características energéticas del entorno.
En Buenos Aires, un claro ejemplo de ello es la ciudad de La Plata,
comúnmente conocida como la ciudad de las diagonales. No parece
coincidencia que las líneas Curry, que van tejiendo junto con las Hart-
mann un entramado energético, estén dispuestas transversalmente.
Aquí les dejo una imagen área de la Ciudad de La Plata para que se
den un idea gráfica de lo que estoy hablando. Los rombos que se ven
coinciden con el diseño de la Red Planetaria, que se crea en la estruc-
tura energética del Icosaedro y el Dodecaedro, dos de los 5 sólidos
platónicos. Dejo la inquietud para quien quiere investigar más a fon-
do sobre la Red Planetaria y la Geometría. Es importante conocer al
menos algunos principios básicos sobre este entramado.
Magnetismo y Conciencia
Viajar a Los Andes, entonces, también es seguir una Ruta Elec-
tromagnética de Poder. Los nativos la llamaron el Qapaq Ñan o Cami-
no de los Justos. Según estudiosos de la cultura andina, este camino
ancestral es un tejido que va marcando una Vía de Iniciación. Y no solo
ello. Serviría como eje para sostener el movimiento de rotación y tras-
lación que realiza la tierra. Ya lo sé, suena fantástico, y realmente lo es.
Sin embargo, no es descabellado pensarlo. Claro que desde nuestra
cosmovisión moderna, donde nos hemos alejado día a día de la mística
y de la magia, todo aquello que se acerca a lo sobrenatural nos genera
cierto rechazo y hasta risa. Y lamentablemente, podríamos estar equi-
vocados. Si bien es cierto que hemos avanzado a pasos agigantados en
los últimos 100 años de historia, aún seguimos intentando explicar fe-
nómenos que parecen reflejarnos una Realidad Mayor e inabarcable
con el mero pensamiento. A través de la ciencia moderna se han podido
descifrar misterios que antes se le atribuían a los dioses, y que hoy sa-
bemos cómo funcionan y que son. Sin embargo, no dejo de pensar
que existe una relación entre ambas visiones de la realidad. Por un
lado, los abuelos y abuelas que se reúnen y rezan para hacer llover
63
o pedir ciertas necesidades a los espíritus de la naturaleza; y en Tal vez, todos los aparatos modernos estén emulando atribu-
contrapartida, los experimentos de manejo del clima que se man- tos que se hayan dormidos en nuestra conciencia; tal vez, sepamos
tienen ocultos y en completo silencio. A mi entender, estaríamos poco y nada sobre de qué estamos hechos. Pero sentados en nues-
acercándonos por distintas vías a un entendimiento similar. Y creo tros hogares no lo vamos a poder averiguar....
que una clave de todo esto es la intención, la conciencia y el enlace
con las energías planetarias. De todas formas, que ello no nos dis-
traiga de la columna vertebral de estos tiempos: volver al corazón.
La tecnología y la ciencia han avanzado rápidamente, sin embargo,
seguimos sin saber gestionar correctamente nuestras emociones.
Y aquí una de las pautas claves que las experiencias con los Herma-
nos Mayores y Guías nos han ido enseñando. Para operar de forma
consciente con la Red Planetaria, debemos primero alinearnos con
nuestros cuerpos sutiles, pero ello se consigue alineando los cuer-
pos más densos: Cuerpo físico, Cuerpo Emocional y Cuerpo Men-
tal. Debemos ir paso a paso, para vivenciar de forma consciente el
proceso de purificación que el planeta y la Humanidad entera está
atravesando. Estamos hablando de poderosas energías que con-
fluyen a través de nosotros, y de cómo nuestra conciencia puede
afectar hacia un lado o hacia otro el rumbo de los acontecimientos.
Es el poder de los pensamientos correctamente aplicado. El enlace
con los centros magnéticos es una realidad. Ahora bien: ¿Sabemos
cómo operar de forma correcta a través de ello? Es aquí donde de-
bemos escuchar a nuestros ancestros. Ellos son los Guardianes, y
quienes pueden enseñarnos a trabajar sabiamente con esas fuer-
zas: aprender a dialogar con la naturaleza, y presentarnos nueva-
mente ante los reinos de la creación. Honrar. Y verán por qué lo
digo. No es un simple cumplido.

Me pregunto:

¿Serían los pueblos antiguos capaces de trabajar con una tec-

nología del futuro? ¿Cómo es posible que hayan llegado a precisar
con una exactitud que sorprende a nuestra ciencia estos puntos de
poder? ¿Acaso habrán abierto su percepción al punto de poder vi-
sualizar esta red y trabajar conscientemente con ella? ¿Y de ser así,
nos han dejado alguna idea de cómo hacerlo nosotros?
64 65
 HACIA TIERRA DE AMAUTAS

“El Corazón del Planeta está feliz

por la gran cantidad de seres sintonizando con
sus latidos. La Tierra saluda
a sus futuros Guardianes en Consejo,
y los Grandes Maestros y Ancianos de la Gran
Hermandad Blanca nos reunimos para recibir a
quienes acuden a nuestro llamado
y les trasmitimos lo siguiente:
Las raíces que los sostienen y sustentan
siéntanlas en sus cuerpos
para amplificar la capacidad de responder
con inteligencia, amor y armonía ante
los acontecimientos turbulentos
que se suceden en el Corazón de la Humanidad.”
Impulso Intraterreno 1

El Canto de la Tierra

En mi primer día en La Paz visité el Valle de la Luna. Era 1 de

agosto y se celebraba el día de la Pachamama. Al principio, el lugar me
pareció extraño. Había algo de todo lo que veía que no terminaba de ce-
rrarme. Tal vez era la cuestión de tener que pagar una entrada por estar
allí. En verdad no lo sé. Pero sí puedo decirles que me costó entrar en
sintonía. Y seguramente mi ansiedad no me ayudó en lo más mínimo.
Necesitaba sentir que estaba en un lugar sagrado, pero claro, después
entendí que por más que estemos en un territorio que contiene esa
fuente de energía restauradora, lo que determina la experiencia no es
exclusivamente el lugar; existe un componente clave dentro de noso-
66 67
tros que no me fue fácil comprender. Sin embargo, pude entrar en el
silencio interior y dejarme estar.
Soltar la expectativa me dio otra perspectiva de mi tarea allí. Fue
entonces cuando en vez de buscar, y querer tomar algo de mí alrede-
dor, me puse a contemplar y disfrutar el hecho de haber llegado a estas
tierras tan mágicas y atrapantes. Luego de subir unos pequeños peñas-
cos conseguí bajar la ansiedad, y apoyado en la mantralización mi men-
te se fue relajando aún más. El movimiento ayudó a liberar mi emoción.
¿Con que fin la Humanidad se esfuerza por obtener el dominio y
control de una vida que tiene millones y millones de años de evolución,
con una perfección en la creación de cada ecosistema, de cada hábitat?
¿Acaso estamos comprendiendo realmente nuestro rol en la creación?
Sentí lo desgastante de dar explicación a todo, de intentar ocul-
tar nuestra sensibilidad. Pensé que lo más genuino que podía hacer
allí era agradecer y celebrar la naturaleza; pedir disculpas por todo
el daño que estamos haciendo al no respetar los ritmos y ciclos na-
turales de la vida. Reconocer mi pequeñez, y a la vez honrar el lugar
sagrado que podemos ocupar si nos tomamos de la mano con humil-
dad y conciencia.
Luego de un breve instante de introspección llegué a la conclu-
sión que en verdad el mayor daño nos lo estamos haciendo a nosotros
mismos, ya que la Tierra, en algún momento, más tarde o más temprano
sanará: volverá a regenerarse, a recuperar su equilibrio dinámico natu-
ral. Volverá a sembrarse a sí misma.
Imaginé que la Tierra nos abrazaba; que en algún punto que
no puedo aún entender racionalmente, ella tiene vida, tiene concien-
cia, y que cada “cosa” tiene un espíritu: hay un granito de existencia
contenida en ella ¡Y en nosotros! Y esto último, tal vez sea de lo más
interesante para comprender, ya que si logramos reencontrarnos
con esa fuente de energía cósmica que vive en nosotros, se da paso
a un nuevo nivel de conciencia que nos posibilita realizar un cambio
68
profundo en nuestro modo de relacionaros y construir el mundo que
conocemos. ¡Era ese el mensaje! Y sucedió de forma simple, sin tanto
ritual, activación o técnica. Fue serenarme.
Los rayos del sol acariciaban mi rostro dulcemente. Me sentía
lleno de paz, vacío de todo pensamiento destructivo y entusiasmado
por la puerta que comenzaba a abrirse en mi corazón, una puerta ha-
cia lo positivo. Y es que toda esta información venía acompañada con
una energía de esperanza; donde modificar mi actitud fue lo necesa-
rio para comenzar a sentir las respuestas que el sitio estaba ofrecien-
do. Y siento que es lo mismo que nos sucede a diario con la realidad.
Nuestros comportamientos condicionan la forma en que los hechos
de la vida nos afectan. Si estamos cerrados, con resentimiento y car-
gados de emociones negativas ¿Qué podemos esperar del resto? Ello
fue lo que comprendí al pisar este Centro Arqueológico ubicado en la
Ciudad de la Paz: la Tierra nos está esperando. Espera a que demos
el primer paso, a que nos atrevamos a brindarnos, a abrirnos, a con-
fiar. El resto, conspirará en torno a nuestro estado interior, a lo que
venimos ejercitando. Y no solo ello. Al realizar este primer impulso
desde nuestro centro, damos la posibilidad a que cosas aún mayores
acontezcan en nuestras vidas. Es la Ley de Correspondencia.
Mensajes a través de los Sueños
Recuerdo un sueño vinculado con esta experiencia que se suce-
dió unos años después. Me encontraba en una conferencia que estaba
siendo impartida por un músico amigo. Él investiga sobre la frecuencia
432Hrzs y compone una música instrumental especialmente diseñada
para generar un estado de relajación y meditación: un viaje sonoro. Es-
tábamos reunidos en una zona montañosa, lo cual propiciaba aún más
la reflexión y concentración en los temas que se irían a tocar durante la
jornada, en la cual yo también estaba invitado a compartir mi Testimo-
nio sobre el contacto con los Hermanos del Cosmos. En un momento
de descanso salí a tomar aire, y veo sobre la repisa de una biblioteca
dos libros que en su tapa tenían bien grande la palabra RAICES. De un
momento a otro, el lugar comenzó a tomar otro “color”, y una serie de
69
imágenes de la Madre Tierra se comenzaron a proyectar sobre el pa-
saje. Vi claramente cómo se abría en la montaña una enorme cueva y
la figura de una mujer se manifestó en el corazón de dicha elevación.
Todos los presentes se fueron dando cuenta de lo que allí sucedía, y
dirigidos por una sutil vibración, caminaron en dirección a la gruta. Yo
me emocionaba profundamente, y también me fui dirigiendo hacia el
interior de la montaña. La energía se tornaba cada vez más intensa, y
el sonido nos envolvía por completo. La sensación era de estar siendo
“afinados” por el Canto de la Tierra.
Al despertar de tan hermosa experiencia, me convencí nueva-
mente de la importancia del sonido como facilitador del contacto con
la tierra y de la sanación del ser humano en su camino de retorno a la
naturaleza. Recordé además los experimentos de Masaru Emoto, cien-
tífico Japonés ya fallecido, que puso en evidencia esta cualidad sanado-
ra y transmutadora del sonido, cuando en el año 1994 con su trabajo
de investigación conocido popularmente como Los Mensajes del Agua,
demuestra como las moléculas del agua al ser expuestas a distinto tipo
de sonidos y/o palabras crean formas específicas, de acuerdo a la inten-
ción y vibración en resonancia con el líquido elemento. Tomando mues-
tras de aguas contaminadas, al ser “bendecidas” por el canto de monjes
tibetanos estas cambiaron su configuración, volviéndose un agua más
pura y cristalina, manifestando un mandala perfecto que pudo ser cap-
tado por un microscopio especial.
La siguiente imagen enseña la geometría que expresa el agua a
diferentes estímulos sonoros y mensajes. Si nuestro cuerpo está for-
mado por más del 70 por ciento por agua y líquidos, podemos entender
lo importante que es mantener pensamientos positivos y una actitud
saludable para con nosotros y el entorno, ya que el agua actúa como
reflejo de ello que estamos sintiendo, pensando y diciendo. De este
estudio, se desprende lo relevante de cuidar nuestras emociones y
pensamientos, ya que cuando pensamos y sentimos de forma negativa,
siendo habitados por una emoción violenta, todo nuestro campo ener-
gético se ve afectado, y nuestros líquidos internos actúan de forma em-
pática con esta intención que proyectamos. Además, está investigación
70
da mayor fuerza al conocimiento que tenemos sobre las palabras llaves
o mantras, las cuales utilizamos en las Dinámicas de alineación y sinto-
nía grupal para armonizar nuestros cuerpos y predisponernos a ingre-
sar en una atmósfera de paz. El sonido puede calibrarnos y abrir puer-
tas entre las dimensiones. Pero también puede desalinearnos y afectar
nuestra escucha. Es una herramienta poderosa para estos tiempos pla-
netarios. Ya hablaremos más en detalle hacia el final del libro, puesto
que uno de los principales mensajes de los Guardianes Intraterrenos
tiene que ver con el poder del sonido: La Voz Humana como medio de
liberación y expansión de la conciencia. El canto como base de nuestro
trabajo interior, de cura tanto individual, como colectiva y planetaria.
Masaru Emoto.
Los Mensajes
del Agua. Visión
microscópica
de diferentes
moléculas de
agua expuestas
a palabras y so-
nidos, o bien en
estado natural.
En Busca del Conocimiento
Creo que hemos ido perdiendo la voluntad de hacer el bien, y
que tal vez esta sensación interna que tengo, no sea sólo un mal propio,
sino, tal vez, una condición colectiva. Algo con lo que nos toca lidiar a
cada uno individualmente y a la humanidad en su conjunto. Y, segura-
mente, proviene de cierto desconocimiento que nos dificulta compren-
der y enfocarnos en correctas (más plenas, conscientes, sustentables y
sanas) formas de vida. ¿Por qué nos cuesta tanto cuidarnos entre no-
sotros? Me doy el permiso desde la ingenuidad y la inocencia. Abro la
puerta de la compasión.
71
 ¿Acaso es el destino de la humanidad mantenerse en este estado
de precariedad? ¿Es que resulta inevitable tanta violencia, odio y falta
de respeto? ¿Estamos tan acostumbrados a sufrir para aprender que
no imaginamos otra manera de evolucionar, y acostumbrados a que
unos tenga y otros no? ¿Existe una razón lógica que pueda explicar esta
época de gran desconexión y alienación social? Karma, causa y efecto,
vacio existencial, sin sentido, dolor, angustia, miedo ¿Es este el resulta-
do de habernos olvidado de algo? ¿Será producto de falsas creencias
sobre nosotros mismos, la vida y el propósito de nuestra existencia?
¿Existe alguna institución religiosa, científica, educativa, alguna
ideología, criterio, pensamiento, movimiento, tradición o camino es-
piritual que pueda orientarnos correctamente en nuestra búsqueda?
¿Por dónde comenzar a rastrear este desacierto, y cuál es el origen de
nuestro mal? Entiendo que existen cantidad de medios y caminos para
descubrir alternativas y sanarnos. Definitivamente puede ser que no
haya algo que nos identifique a todos por igual, pero que sí, y así tam-
bién lo expresan los Maestros Intraterrenos, todos estamos buscando.
En eso, estamos igualados. Algunos más fervientemente y convenci-
dos, otros, tal vez más apagados, quietos y desanimados. Por momen-
tos unos vamos adelante, luego, con el paso de los años, volvemos al
medio, y hasta podemos quedarnos atrás. Sin embargo, allí vamos. Me
gusta verlo así. Y reconocer que todo avance de un individuo, es tam-
bién avance del colectivo. “Todos necesitamos de todos”me decía un
“caminante mayor” en la cima del Cerro Uritorco.
En definitiva, no sé si hallaré respuestas, pero sé que no puedo
quedarme sin preguntar, sin pretender comprender; sin intentar, al
menos, modificar algo en mí. Y cuando comienzo, me encuentro con
estas dos dificultades con que lidiar: el desconocimiento y la falta de
voluntad. En mi caso, todos estos interrogantes, misterios, datos y ob-
servaciones me llevaron a buscar en otras culturas, ya que las bases del
pensamiento occidental no terminaron de satisfacer mi necesidad de
respuestas. Fue el chamanismo, a través de los libros de Carlos Cas-
taneda, quien sembró grandes inquietudes en mi forma de ver las ex-
periencias del mundo. Deseaba de corazón poder encontrarme con un
72
maestro como Don Juan, quien me diera herramientas y me orientara
en mi búsqueda espiritual. De algún modo, también buscaba una refe-
rencia para mi vida, un padre o tutor en el camino de la transformación.
Con el tiempo, tuve la suerte de toparme con varios de ellos. De cada
uno fui rescatando sus palabras y enseñanzas, sus visiones, proyectos
y formas de posicionarse frente a la adversidad. Estando en Los An-
des, entendí que los maestros verdaderos llegan solo cuando uno está
preparado. Así sucede tanto a nivel interno como externo, tanto en el
plano de la personalidad, como en los mundos invisibles. Tal y como
dicen las grandes enseñanzas de la Humanidad: debemos ser menos
codiciosos para merecer el fruto de lo divino. Honrar. En Bolivia a estos
sabios se los llama Amautas.
Amauta significa sabio, maestro, guía, mensajero. Significa al-
guien al servicio de la humanidad, de la conciencia, del despertar; de la
tierra, de la vida y del Amor. Un ser que en su andar ha descubierto la
inmensidad de su existencia. Alguien que ha logrado encontrarse con
su fuerza vital poniendo al servicio el cálido fuego de su sol interior.
Un Amauta nos invita a trascender nuestras propias limitaciones sin
dejar rastro de ello. Pasa por nuestras vidas invitándonos a recordar;
sobre todo que existe un propósito. Protegida en los valles, ríos y gran-
des cadenas montañosa de esta región existe la posibilidad de sentir
esta energía; fuerza que guía a los amautas, portadores de un mensaje
conmovedor. Hoy su legado se encuentra disponible para que podamos
escuchar y comprender, sentir y vivenciar aquello que puede enten-
derse como Magia, Misterio, fuerza ordenadora del destino. Tanto en
estos lugares del continente americano, como en otros sitios especia-
les del planeta se encuentra vibrante la energía de una Nueva Tierra.
Se proyectan, a través de sus santuarios y templos, la instrucción de
Jerarquías Espirituales que acompañan la evolución del ser humano:
Maestros de Luz, emisarios de la Gran Hermandad Blanca (Blanca en
el sentido de la pureza, y pureza en el sentido de sin apuro, de liber-
tad y presencia plena; y de madurez respecto de las leyes universales
y naturales que operan en nuestro mundo y nuestros cuerpos), estos
Guardianes Intraterrenos son aquellos que ofician como custodios de
las Enseñanzas Sagradas. Ellos son quienes develan al hombre actual
73
las herramientas para alcanzar un mayor grado de entendimiento so-
bre la vida y sus misterios.
En mis meditaciones previas al viaje, se me decía lo siguiente, al
preguntar sobre esta Hermandad de Luz que se encuentra operando
de diversas formas en el planeta:
“…El contacto con la Gran Hermandad Blanca debes saber que cada
caminante lo consigue de diversas maneras, ya que los caminos son varia-
dos y diferentes, pero a la vez si hay algo en lo que todos coinciden. Todos
son fervientes buscadores, misioneros de la luz, viajantes y exploradores. Sus
espíritus los llevan a encontrarnos como unidos dentro de sus metas y aspi-
raciones más ardientes, y descubren que se están buscando a ellos mismos
más que a nosotros, y ven que el encuentro con nosotros es una consecuen-
cia lógica dentro de un proceso evolutivo y de consciencia. Entrar en contac-
to con la Gran Hermandad Blanca es sintonizar con una gran escuela, un
núcleo profundo que irradia entendimiento y comprensión sobre la vida y
sus secretos. El espíritu de la Hermandad Blanca es sostener la llama de la
luz para este mundo, orientando y asistiendo el proceso evolutivo interno de
cada ser que es preparado para conformar una fila de verdaderos generado-
res de consciencia y luz para el planeta y la humanidad.”
“Entrar en contacto con los discos solares, su energía y los Retiros In-
ternos es parte del programa que facilita la conexión con nuestros cuerpos;
cuerpos que por su calidad vibratoria alinean los cuerpos del caminante,
permitiendo ver, comprender e interpretar otras realidades”
Es de público conocimiento, entre las numerosas leyendas que
rodean al Pueblo Inka, que antes de la llegada de los conquistadores,
en el Cuzco se encontraba un Disco de Poder. El lugar que se sugiere
como referencia de su emplazamiento es el actual Convento de Santo
Domingo. El Koricancha, como se denominaba en lengua Quechua a
este templo sagrado, el cual hace alusión con su nombre al color dora-
do, es uno de los lugares más emblemáticos de la Cultura Inka. Según
las diferentes versiones y crónicas de la época, al recibir la noticia de
la proximidad de los conquistadores, los custodios del objeto lo reem-
74
plazaron por uno falso y se retiraron con el original hacia la ceja de sel-
va, a sabiendas de los peligros que esta poderosa herramienta podría
generar en manos incorrectas. Lo que sabemos hoy en día, gracias a
los numerosos viajes y expediciones de los grupos de contacto, es que
existen otros doce discos que se encuentran emplazados en distintos
centro de poder de América. A estos discos se refieren los guías en sus
mensajes, cuando comparten la importancia de entrar en contacto con
su energía como forma de reconexión y apertura, y para la recepción de
información vinculada al destino de la Humanidad
Uno de los discos solares que se hayan ubicados en América
del Sur, se encontraría en el Lago Menor del Titicaca. Aquí contamos
con una evidencia que la NASA ha divulgado, donde se muestra una
termo-fotografía que muestra una concentración de energía en dicho
lago, y que para nuestro asombro, toma la forma de la Chakana, uno
de los principales, sino el principal, símbolo de la Cultura Andina, pero
que también está presente en las grandes culturas del planeta. Es un
símbolo pluricultural.
No es la primera vez que la tecnología disponible acompaña y co-
rrobora las labores que la investigación independiente de los distintos
grupos de contacto ha realizado valiéndose de fuentes como los Men-
sajes de los Guías del Cosmos, profecías, leyendas y la propia intuición
del caminante. Esta es una constante que se hace cada vez más con-
tundente a medida que nos adentramos en los Misterios que rodean al
acercamiento de los Hermanos Mayores en nuestra realidad.
Un Amauta (un ser humano iniciado en su proceso de transfor-
mación Humano-Divino) puede entonces cumplir la función de puente
entre estos Guardianes del Conocimiento Antiguo -de la verdadera
historia de la humanidad- y nosotros: seres que comenzamos a des-
pertar y preguntarnos sobre el sentido de nuestra existencia, sobre el
significado de estar vivos.
Antón Ponce de León, un destacado educador e investigador del
tema, narra con lujo de detalle en su libro “Y…el anciano habló” el pro-
75
 ceso a través del cual llega a vincularse con uno de estos maestros an-
dinos, y cuenta las experiencias que se dieron lugar en una de las aldeas
donde estas comunidades del altiplano viven, conservando su sabiduría
y preservando el conocimiento que se les ha ido entregando de boca en
boca durante varias generaciones. Es interesante tomar conciencia de
las similitudes que estos sabios andinos poseen con otras tradiciones
espirituales del mundo. Sin duda que el conocimiento antiguo nació de
una cultura madre. Así lo cuenta Antón, según el maestro Ninna Sonco
le compartiera en sus encuentros en las montañas de los andes.

¿Cómo podemos hacer para conectar con la memoria de estos

lugares y regiones tan especiales de nuestro mundo? ¿Qué mensaje
nos traen respecto al momento planetario que estamos atravesando?
¿Cómo podemos hacer para empoderarnos y llevar este mensaje a
nuestra vida cotidiana? Compenetrado de este tipo de inquietudes e
interrogantes comencé a diseñar mi viaje, impulsado por la fuerza del
florecimiento y procurando instruirme bajo esta guía del cielo y en sin-
Imagen satelital del Lago Titicaca tonía con los saberes de la tierra. Siempre atento a las señales que se
me iban presentando en el camino. Si bien el viaje era una oportunidad
de encuentro conmigo mismo, así también sentía la importancia de es-
tar siendo testigo y canal para que ciertas energías de estos Retiros In-
traterrenos pudieran manifestarse, y luego compartirlas. Mi intención
estaba ya en el viento…

Fotografía geotérmica de la NASA donde se muestra en la zona del Lago

Menor (Lago Titiqaqa) la figura geometría de la Chakana. Es el lugar que
los guías señalan como ubicación del Disco Solar.

76 77
 UN NUEVO TIEMPO

“Son responsables de cultivar en su

cotidianeidad una actitud magnética acorde
a los ritmos del Nuevo Tiempo, y así
ser fiel reflejo de las leyes relacionadas
con este Gran Despertar de Conciencia
del que tanto se habla en las diferentes
tradiciones y culturas del mundo.
En este proceso de transformación, la energía
del Disco Solar de Demayon, los apoyara;
para que puedan convertir su dolor
en conocimiento práctico con alegría.
Para que el tránsito hacia una nueva etapa de
aprendizaje sea en comunión fraternal.
Donde el Poder del Amor es la fuerza natural
que existe en el hombre; la misma que está
presente en su diseño originario, y que ahora
tiene oportunidad de volver a sentir”.
Impulso Intraterreno 2

Reencuentro en el Bosque

El sonido eléctrico de los grillos fue llevando mi escucha hacia

un estado de ensueño. Era tarde en el campo, y las pocas estrellas que
se dejaban ver en lo alto del firmamento tenían un brillo especial.
Sus luces titilantes no podían pasar desapercibidas en medio del pai-
saje campestre de otoño.

78 79
 Estuve meditando varios minutos sin percatarme que unos pe-
rros se habían acercado, y permanecían inmóviles con sus miradas
fijas en mi persona. Pensé que tal vez mi postura llamaba su aten-
ción, y no reparé en que pudieran estar indicándome algo más. Sin
embargo, su presencia comenzó a incomodarme. Pasaban los minu-
tos y seguían firmes observándome. Y cada vez sus ojos se hacían
aún más grandes, hasta llegar a percibir algo misterioso en ellos,
como si estuvieran hablando. Atiné a largar un grito (tal vez así re-
accionaban alejándose), y es que estaban logrando asustarme, hasta
el punto de querer salir corriendo. De pronto, como traído por un viento
cálido, llegó un perfume dulce que acaparó todo el lugar del bosque de
eucaliptus donde me hallaba. Los animales seguían allí, y parecían
saber lo que estaba sucediendo mejor que yo. ¿Acaso ellos tenían al-
guna relación con dicho fenómeno? Llegué a pensar. Busqué a lo lejos
con la vista intentando divisar alguna fogata o casona de donde pu-
diera provenir tan cautivante aroma, y respiré hondo, como buscando
descifrar el origen vegetal de dicha fragancia exótica que me abra-
zaba. Percibí en sus contornos rastros de una madera amazónica,
y en ese preciso instante, cuando alcancé a deducir su procedencia,
algo maravilloso sucedió ante mis ojos, y que hasta el día de hoy me
acompaña como recuerdo vivo del mañana.
Una música del sol se oyó por entre las ramas de los árboles,
una sutil vibración que fue creciendo hasta convertirse en una me-
lodía estimulante que me recorrió todo el cuerpo. Fue más que con-
tundente su mensaje, anunciando la llegada de una visión poderosa
y amorosa que me entregó en mano la llave más sabrosa que jamás
allá podido imaginar. Ahora podía comprender y asimilar cada pieza
recibida con anterioridad. Todos los indicios, los pensamientos, las
reflexiones, visiones y sueños comenzaban a sincronizarse, a con-
formar un paisaje, un cuadro que enseñaba un lugar paradisíaco.
Algo se acomodó en mi corazón, como un sentimiento que lo inundó
todo, brindando motivo, confianza y fortaleza. Entendí más allá
de las palabras. Lo puedo resumir en una frase: Claridad de Mente.
La música se detuvo y fui percibiendo como lentamente todo volvía a
la normalidad. Los perros ya no estaban. Intenté buscar sus huellas
80
pero fue vano, no habían dejado rastro alguno. Los grillos volvieron a
tomar protagonismo, y me pregunté si realmente había soñado todo
aquello, si me había proyectado como dentro de mi mente hacia un
lugar distinto. Todo parecía estar en su lugar, y el cielo se veía más
claro y transparente. Si bien estaba fresco, no sentí necesidad de
abrigarme, por lo que estuve un rato más en ese estado de calma res-
pirando el aire del bosque. Jamás le conté a nadie sobre ello. Pero para
mí, fue como haber recibido una información en forma de energía.
Una visión estimulante…
Años más tarde, conversando con un Chamán, me confesó que
ese tipo de experiencias son muy comunes para ellos. Me explicó que
el hombre blanco, al estar “configurado” dentro de ciertos patrones
mentales no alcanza a sintonizar con los niveles más sensibles de
la realidad, y se mantiene en una especie de cámara mental como si
fuera una cárcel, que por un lado lo protege de ese mundo desconoci-
do, y por otro lado lo aísla de ese universo tan maravilloso. Me contó
que dentro del entrenamiento que realizan los brujos, está el poder
entrar y salir de esos estados a voluntad.
“Estamos en un tiempo especial. Una energía poderosa está re-
tornando. El hombre blanco lo está recibiendo; en parte como enferme-
dades que llegan para ayudarlo a alinearse y recuperar su equilibrio.
Antes de buscar lo espiritual, busquen reconstituir la relación con
sus fuerzas internas. Observen sus pensamientos, sus emociones y
sus palabras. Reconozcan sus hábitos, y como ellos inciden en su
entorno. Dentro de ese estado en que se encuentran, en ese nivel de
supervivencia en que viven, pueden comenzar a sanar. Pero es un pro-
ceso que puede llevar años. No se desesperen en encontrar soluciones.”
Me despedí profundamente agradecido por sus palabras, que
quedaron rebotando en mi silencio interior. Esa noche volví a so-
ñar después de mucho tiempo. “Estas más cerca de la Magia” me
decía un colibrí.
81
 Pachacuti
Los sacerdotes andinos, así como de otras tradiciones origi-
narias, viven el paso del tiempo de forma circular. Entendían que
hay ciclos, etapas que nos van enseñando e instruyendo, y que es-
tos periodos se van intercalando de forma que podamos cultivar
una visión y entendimiento mayor de la vida. En la región de los
Andes, los llaman Pachacutes. Luego de cumplirse 500 años desde
la llegada del hombre blanco a América, en el año 1992, toda esta
parte del mundo (América) ingreso en una nueva etapa, un Nuevo
Pachacuty que consta de 500 años, y donde dentro de ello se van
sucediendo ciclos menores. Según las tradiciones nativas del con-
tinente, estaríamos ingresando en una etapa definitoria donde los
cambios tecnológicos, ambientales y sociales que estamos vivien-
do forman parte de un proceso de renovación y reordenamiento
que impulsa al ser humano hacia un despertar. Una nueva tónica
que sea fuente de inspiración para conducir el destino del mundo,
y donde vuelva a ser reconocida la importancia de lo Comunitario
y de lo Sagrado. Para a través de ello re-significar el sentido de ser
Humano.
Toda la humanidad está siendo llevada, de una forma u otra,
a aceptar que debemos mirar hacia adentro si deseamos continuar
evolucionando hacia una vida plena y armónica. Y en ese mirar ha-
cia adentro, contemplar con nuevos ojos lo que vivimos y soñamos.
En otras palabras, un renacimiento. Volver a nacer hacia una con-
cepción de la vida que pueda ensamblar y comprender tanto nues-
tra parte material, científica, analítica, racional, etc. con el aspecto
intuitivo, espiritual, creativo-emotivo. Y es que ya no podremos se-
guir avanzando como civilización sin recuperar en nuestra concien-
cia los principios espirituales que fundamentan la creación. Con lo
cual me pregunto:
¿Cómo podemos acercarnos genuinamente al saber ancestral?
¿Qué tarea nos toca, como Hombres y Mujeres de Buena Volun-
tad en estos tiempos?
82
¿Qué podemos intentar, para comenzar a sentir
esa energía espiritual en nosotros?
¿Cómo escuchar esa voz interior?
Como mencionaba anteriormente, la tecnología avanza a
grandes pasos afectando nuestra forma de vida. Se transforma la
manera de comunicarnos, de producir, de consumir, de celebrar, de
aprender. Sin embargo, los conflictos humanos siguen siendo los
mismos. Cambia el paisaje, pero pareciera que no hay un cambio
profundo en el hombre. Y si lo hay, parece lento su desarrollo. Aquel
futuro de autos voladores se ve distante y fantástico, mientas lo
esencial para el sustento de nuestras vidas aún sigue sin encontrar
una solución. La salud de nuestros pueblos está en riesgo, al igual
que la vida sobre la tierra y la tierra misma; y a quienes mayor im-
pacto nos genera, parece no importarnos. El ser humano se alejó
de sus raíces, y es tiempo de retornar a ellas. Y tal vez, me animo
a pensar, dichas raíces no provengan solo de la tierra, de nuestros
antepasados y de las culturas nativas. Me atrevo a creer, que dicho
origen humano se encuentra en el vasto universo, y que de allí veni-
mos, como semillas estelares viajando por el universo y fecundan-
do en la materia. En sí, no tengo dudas de ello. Sólo que me gusta
verlo aún como parte de un hermoso sueño. Un sueño que sólo se
puede volver realidad al experimentarlo en carne propia.
Puede parecer fantástico y descabellado salir a buscar tan le-
jos nuestras raíces teniendo tanto por develar aún aquí dentro. Sin
embargo, al reflexionar sobre las tradiciones originarias e intentan-
do rastrear el origen de sus principales conocimientos y creencias,
veo con claridad que siempre fueron inspirados por las estrellas y
que gracias a dichas observaciones que pudieron realizar de los as-
tros, se “toparon” con una sabiduría infinita. Es entonces que todo
comienza a unirse, y también, hoy día, con el acompañamiento de la
ciencia, que más allá de algún que otro desentendido y totalmente
cerrado al tema, el “eco del cosmos” se abre paso en nuestra reali-
dad, invitándonos a comprender la relación con las estrellas más
lejanas. Los Mayas, por ejemplo, llegaron a identificar nebulosas
83
dentro de Orión que hace unos pocos años nuestra ciencia moder-
na llego a corroborar. Nos habla entonces de un saber profundo de
estas culturas ancestrales, y que nos anima a pensar que también
tuvieron relación directa con los Hermanos Mayores. Sobran evi-
dencias al respecto.
¿Seres de otros mundos nos visitan y visitaron, aportando
y contribuyendo a nuestro despertar? Ya no tengo dudas de ellos.
Los he visto y percibido en infinidad de oportunidades, tanto sólo
Chasqui. Son los mensajeros o emisarios encargados de portar el
conocimiento para comunicarlo.
84
como acompañado. Hemos visto sus naves y resonado con la infor-
mación que nos imparten a través de su acercamiento. Una expan-
sión de conciencia. Pero no debemos quedarnos “atrapados” en el
fenómeno. ¿Cómo aplicar esa visión de enlace cósmico-telúrico en
nuestra realidad para transformar nuestras sociedades? Creo que
justamente los abuelos y abuelas avanzaron en ese sentido, y man-
tuvieron un equilibrio dinámico que hoy nos corresponde recupe-
rar. Ver en lo simple la belleza y la felicidad, volver a ser Jardineros
del mundo, Sembradores, Guardianes y Protectores de toda forma
de vida. Ello me transmitían los árboles, Grandes Hermanos en la
Luz que nos acompañan en el proceso de canalización de las ener-
gías que están ingresando con mayor intensidad al planeta. Vale la
pena reflexionar en profundidad sobre lo que estos seres del rei-
no vegetal nos espejan. Es un mensaje que los mismos Maestros
de la Hermandad Blanca nos propusieron estudiar y dar a conocer.
Nuestra relación energética con los árboles y la conexión con la
Grilla Planetaria.
Por este motivo, por ver que la parte cósmica necesita con
urgencia enraizarse a través de acciones concretas en nuestro pla-
no, me sentí llamado a investigar en los sólidos conceptos sobre los
cuales se fundamente la cosmovisión originaria. Me acerqué a dis-
tintos encuentros y ceremonias vinculadas al saber de la Cultura
del Tawantinsuyo, círculos que se mantienen unidos con la confian-
za en la revalorización de las culturas nativas de América y el mun-
do. Una de estas reuniones muy especial tuvo lugar a principios del
mes de Junio de 2016. Fernando Huanacuni Mamani visitó duran-
te más de una semana la República Argentina y asistí a una de las
charlas que brindó de forma libre y gratuita en la Ciudad Autóno-
ma de Buenos Aires, a pocas cuadras de mi residencia. Escucharlo
hablar a Fernando me trasportó nuevamente a mis experiencias en
el altiplano. Sus conceptos sobre la forma de vida que se despren-
de de la Cosmovisión Andina fueron ahondando en mi corazón,
permitiéndome sentir nuevamente las sensaciones que Los Andes
despertaron en mí aquel mes de agosto de 2012. Estando sentado
frente al escenario, fui reconociendo algunas caras familiares con
85
quienes ya había compartido en otros momentos, y que a pesar de
no tener un vínculo cotidiano, me podía sentir hermanado desde la
emoción y la resonancia. Sentirnos transitando por diferentes ca-
minos dentro de un propósito común. Algo reconfortante de acer-
carse a estos espacios, a mi entender, es que además de compartir-
se información de gran valor, se pone en práctica lo que se enseña.
Parece algo lógico, pero sabemos que en nuestra cultura no es así.
Se dice mucho, y se hace poco. Por ejemplo, al terminar la confe-
rencia, se dispone una mesa abundante en alimentos, que más allá
de la calidad de los mismos y de las preferencias que podamos te-
ner, “irradian su bondad”, al estar bendecidos por esa intención del
corazón de quienes los preparan. Algo similar sucede con los Kris-
nha. Y les aseguro que no exagero. Esta cualidad se repite en todas
las comunidades y grupos que están sosteniendo las pautas claves
que brotan de lo ancestral y espiritual con una Fe real. Es cierto que
hay veces en que este comportamiento puede estar sugestionado,
o bien salir de manera forzada como una manera de pertenecer y
de integrarse a estos círculos y familias que se reúnen bajo una ex-
presión cultural y social que toma bases originarias. Sabemos que
dentro del mismo sistema se han utilizado estos movimientos para
convertirlos en modas y terminar desvirtuando su cometido. De to-
dos modos, siendo esto algo genuino y en proceso de maduración
y crecimiento, resulta vital su existencia. El hecho de, siendo occi-
dentales, ocuparnos en reconstruir nuestras identidades respecto
a lo ancestral, que representan una vertiente de agua fresca que
invita no sólo a cuestionar el sistema vigente sino que da lugar a
una resignificación de las costumbres y hábitos establecidos y per-
petuados. De algún modo, son los mismos abuelos y abuelas de las
diferentes tradiciones, los que, gracias a custodiar los principios de
vida comunitaria, nos pueden enseñar ahora a nosotros a volver a
tejernos a través de dichos valores generando una reconstrucción
social, política y cultural, y también espiritual de nuestros pueblos.
Qué pena que aún las sociedades modernas no puedan reconocer
el potencial de lo ritual. Sin embargo, vamos camino a ello. Hon-
rar. Por lo que celebro este emerger que pude sentir nuevamente
cuando los Sikuris comenzaron a sonar y el ambiente se llenó de
86
música. Una vibración que eleva el espíritu y donde las palabras,
conceptos e ideas desaparecen, o bien se transforman para tomar
un nuevo sentido, para traer una nueva comprensión, una intuición
profunda que llega desde el corazón y se expande por todo el con-
tinente. América está brotando en su interior, y ahora, según lo que
compartía Fernando, debe darse ese cambio en cada uno de noso-
tros. He comprendido que los Amautas no solo se encuentran en
las montañas. En esta época, los Sabios Andinos han bajado de sus
aldeas y están caminando entre nosotros. Lo pude volver a confir-
mar hace poco en un encuentro en Capilla del Monte. El mensaje
de los Q`eros (últimos descendientes de los incas) también está re-
tornando. Y de la mano de la generación de Nuevos Hombres y Mu-
jeres del mundo: Somos aquellos que estábamos esperando. Ese
viernes de junio éramos unos tantos-pocos escuchando las pala-
bras de Fernando, como unos meses después sucedió con otro ce-
lebre pensador Brasileño que mencionaré más adelante. No somos
masas gigantescas, pero acaso la profecía de los 144 mil Danzantes
del Sol y las investigaciones del Centésimo Mono no nos hablan de
que es un número pequeño de personas correctamente enfocadas
en sus intenciones que pueden revertir la situación planetaria, la
que puede sostener el proceso y servir como guía para aquellos
que recién se están iniciando. Esta cifra ya estaría bien estudiada,
y estamos hablando de un número realmente pequeño en rela-
ción a los 7 mil millones de habitantes del planeta. Algo así como
84 mil personas que estén viviendo en un estado de gracia y di-
cha constante alcanzan para estimular y conducir el proceso hacia
lo positivo. Esa fuerza interna, ese estado de coherencia creado y
sostenido de manera positiva, establece un Centro Magnético que
por resonancia afecta el campo de la conciencia humana y atenúa
el impacto de las emociones y pensamientos negativos que se están
creando minuto a minuto, instante a instante, y del cual la Huma-
nidad aún no repara. La contaminación que existe en estos planos
conocidos en el esoterismo como plano astral y plano mental, son
mayores que los que vemos a nivel físico. ¿Cómo podemos hacer
para limpiarlos, purificarlos y renovar dichas energías? Podemos
comenzar en pequeño. Uno a uno. Paso a paso. Observándonos y
87
vigilando todo aquello que nos sucede y damos entidad. Fernando “Hay tesoros que si no estás listo huirán de ti, el universo es así” reza
ha cumplido como Ministro de Relaciones Internacionales del Es- Sol Sanfelice en uno de los tracks del disco Hipercubo, composición
tado Plurinacional de Bolivia durante varios años. A mi entender, del grupo Mintaka. Fabulosas experiencias de contacto hechas me-
personas como él son las que mejor representan el espíritu de los lodías. Gracias.
caminantes de este Nuevo Tiempo en los espacios políticos actua-
les, donde la corrupción sigue imperando. Detrás de él, como de
tantos otros Hermanos Mayores de esta Humanidad, vamos noso-
tros. “Juntos somos un Bosque”, eslogan que comenzaron a mani-
festar los compañeros de un Árbol para mi Vereda. Acciones como
estás, de recuperar los valores esenciales a través de acciones bien
concretar como sembrar una semilla, cuidar un árbol y verlo crecer
nos rescatan de ese estado de insensibilidad e indiferencia en el
que nos encontramos. Sobre todo, poder hacerlo con los más pe-
queños, para que ellos también sientan esa conexión con la Tierra.

¿Por qué personas con gran conocimiento y sabiduría no es-

tán hoy día ocupando más cargos políticos? ¿Cuántos somos los
que sentimos el llamado de la Tierra? ¿Dónde nos encontramos,
qué acciones estamos proyectando en conjunto? ¿Qué tan unidos
estamos? Son tiempos de maduración en la conciencia. De apoyar-
nos en el Gran Tejido de la Vida para florecer. De acompañarnos
en la Fe y la Confianza. De respetarnos para crecer en libertad y
conciencia. Son ideales superadores que nos inspiran a quienes
elegimos iniciar el “camino de retorno”. Grandes responsabilidades
nos aguardan. ¿Pero acaso, no contamos con las herramientas, re-
cursos y el oficio para hacerlo? El altiplano trae inspiración para los
pasos que todo caminante de la luz se siente impulsado a dar. Los
Flores el Sol descienden como semillas en nuestro pecho y se abren
a la vida a través de nuestra entrega y servicio desinteresado. No
hay mucho más que agregar, y sin embargo, las Jerarquía de la Luz
son tan compasivas en su “rescate” (no confundir con que nos ven-
gan a llevar hacia otros mundos, me refiero a un rescate de nues-
tro estado de ensueño) que nos dan grandes oportunidades para
aprender más sobre el funcionamiento de nuestro Poder Interior.
Su modo de enseñanza es impecable, por más que muchas veces
desde nuestra condición terrenal no lo lleguemos a comprender.
88 89
 LA GRAN HERMANDAD BLANCA
ESCUELA DE LUZ PLANETARIA

“Somos agradecidos de poder entrar al corazón de

los seres humanos, y de ser testigos
de su gran mudanza, de su despertar
y de su reencuentro con la energía universal.
Seguiremos incansablemente enfocados
en llevar unidad al mundo.
Sabemos que existen muchos seres rescatables
dispuestos a retornar al orden sagrado:
vivir según leyes primordiales de la existencia.
Mientras un solo ser humano ruegue por su cura
seguiremos activos operando en este planeta.
En profundo agradecimiento y amor fraterno, seres
del mundo intraterreno de Aurora.”
Impulso Intraterreno 3

Fue en el informe “Los Ojos de Shambhala” de Ricardo Gonzá-

lez donde leí por primera vez con cierto detalle sobre los misterios del
Mundo Intraterreno y la relación de la Humanidad con una supuesta
“orden espiritual” llamada La Gran Hermandad Blanca, conformada
inicialmente por 32 seres provenientes de las estrellas que llegaron en
una gigantesca nave a nuestro Planeta con una Misión de Protección y
Paz luego del hundimiento de la Civilización Atlante. Cuevas, túneles,
galerías y retiros subterráneos serían los lugares que cumplen un pa-
pel fundamental en la historia de la Tierra, conservando información y
conocimientos del proceso evolutivo del planeta y el ser humano. Estas

90 91
bibliotecas internas, por llamarlas de algún modo, están operando en
simultáneo con la realidad actual de la civilización terrestre, y no solo
pueden albergan grandes laboratorios y recintos de cualidades ener-
géticas diversas, sino que también son el espacio de desarrollo para
seres y entidades que interactúan con el hombre de superficie. Una
escuela de origen extraterrestre que se fue “mezclando” a lo largo
de los años con los humanos y remanente de civilizaciones perdidas.
Calculo que nos puede resultar más sencillo asumir que estos seres
provenientes del espacio no tuvieron mayores problemas para vivir
bajo tierra; pero ¿Qué suerte tuvieron que librar aquellos individuos
que, primero estuvieron viviendo en la superficie del planeta, y luego
por circunstancias externas se vieron casi obligados a refugiarse al in-
terior del mundo? Es lógico pensar que al encontrarse en condiciones
de extrema diferencia a las nuestras, sus capacidades y modos de vida
también son muy distintos. Pero es realmente difícil llegar a imaginar
cómo lograron adaptarse a dichas condiciones, modificando sus cuer-
pos y generando un diseño biológico que les permitiera sustentarse
a base de un alimento más sutil que sólido, por dar un ejemplo. Según
la información que recibimos, algunos conservan sus cuerpos físicos,
pero otros, sencillamente, se desenvuelven como conciencias en es-
tado lumínico. Podríamos decir que son verdaderos seres de energía.
El asunto, como verán, es complejo, y nos impulsa a romper esquemas
mentales sobre quienes realmente somos, y qué se espera de noso-
tros ¿Seremos, en un futuro, invitados a convivir con ellos?
Gracias a la queridísima y amada Isabel Santa María, que ya no
está más entre nosotros, accedí a otros reportes y libros de los gru-
pos de contacto de la Misión Rahma, experiencia que se inició en la
década del setenta por la familia Paz Wells, y que terminó su ejercicio
como institución formal a principios de los 90.
Fueron las expediciones a la Selva del Paititi en el Perú las que
mayor intriga me causaron, donde más verdades sobre este contacto
intraterreno son reveladas, y, que como ya mencioné, poseen un vín-
culo directo con las famosas civilizaciones perdidas: Atlántida, Lemu-
ria y la legendaria Mu que se habría localizado en el océano pacífico.
92
Cuando viajé por primera vez a Perú en el año 2003, escuché
sobre las leyendas de los fundadores del imperio incáico, Manco
Cápac y Mama Ocllo. Ellos, junto con otras 3 parejas, habrían surgido
de las profundidades del lago Titiqaqa con el fin de guiar a las comu-
nidades que aún se encontraban en un estado más primitivo de de-
sarrollo, para instruirlos en los fundamentos que los iban a ayudar a
conformar una verdadera nación de individuos libres que dieran con-
tinuidad al legado del cual pertenecían estos “enviados de las aguas”.
¿Sería este, como tantos otros relatos antiguos, una referencia direc-
ta a los remanentes de civilizaciones perdidas, que, luego de refugiar-
se debajo de la corteza volvieron al mundo a continuar con su obra y
misión? ¿Cuánto de real encierran estos mitos?
En el Libro “Y Conocimos Gente de otros Mundos” de Carlos
Paz Wells, padre del fundador de la Misión Rahma, Sixto Paz, se habla
de esta relación entre diversos pueblos originarios y los Hermanos
Mayores. Basta adentrarse un poco en el tema, para ver la cantidad
de rastros que tenemos hoy día sobre este fenómeno interdimensio-
nal. Existen cantidad de hipótesis que este libro no va a ocuparse de
mostrar. El foco será su mensaje. Un mensaje que nos habla de un
redimensionamiento a nivel global, y de una responsabilidad de los
seres humanos respecto de los grandes cambios y transformaciones
que tiene lugar en nuestro planeta y Humanidad. Allí vamos.
Al parecer, en la Isla del Sol, Cuzco, Teotihuacán, Cueva de los
Tayos como tantos otros lugares sagrados a lo largo y ancho del con-
tinente Americano, se vuelve una constante la presencia de templos
y santuarios donde los nativos solían conectarse con los “dioses” y
‘maestros”. Los relatos y leyendas sobre estos encuentros abun-
dan. Tal vez, uno de los centros ceremoniales más importantes sea
Tiahuanaco, en Bolivia, donde aún hoy se están descubriendo nuevas
edificaciones que nos hablan de una ciudadela enigmática y fuera de
toda lógica, que podría llegar a tener una datación de más de 10.000
años de antigüedad. Mucho se habla de las grandes civilizaciones de
Oriente. Pero qué hay de América y su legado. Sobra motivos para
pensar que las Grandes Civilizaciones del mundo provienen de una
93
misma raíz: una Cultura Madre. Pero que además, muchas fueron
contemporáneas. Veremos qué dice el tiempo. Por el momento sabe-
mos que de los más diversos investigadores que han visitado Tiahua-
naco aportando de las más variadas teorías y visiones al respec-
to. Sin embargo, ni los mismos pobladores de estas zonas, muchas
veces, alcanzan a comprender lo que se encuentran frente a sus
ojos. Es allí donde la intuición y el sexto sentido pueden ayudarnos
a descifrar el mensaje que guardan las piedras. Es como si los mis-
mos lugares eligieran ante quienes revelarse, y ante quienes man-
tenerse completamente cerrados. Y no tendría esto que ver con
una cuestión de piel, ideología o religión. Estaríamos frente a un fe-
nómeno electromagnético vinculado al sentir y la apertura interior.
Tuve la suerte de poder percibir un pequeño destello al respecto
de esta interacción que existe entre individuo, naturaleza y centro
ceremonial, y caer en cuenta de cómo nuestra mente puede produ-
cir interferencias e impedir que logremos serenarnos, hasta en el
lugar que consideremos más sagrado del mundo. Y al inverso, tener
una poderosa conexión, en el patio de nuestra casa. Los Guardianes
Intraterrenos que se contactaron con nosotros han hecho especial
énfasis en que el primero portal que debemos abrir se encuentra
en nuestro corazón. Y de ello, ya no tenemos dudas. El cambio de
vibración comienza haciéndonos conscientes. Esta sería la cualidad
que hace posible su aproximación. Y para ello, debemos aprender a
respirar correctamente.
¿Serían estos “dioses” parte de la Hermandad Blanca que
cada cierto tiempo acuden al llamado de sus “alumnos” para seguir
impartiendo sus enseñanzas y conocimientos sobre el verdadero
propósito de la Humanidad? A mi entender, luego de varios viajes
de investigación a estos espacios y zonas de poder del planeta, y de
los mensajes recibidos telepáticamente por estos seres, no tengo
la menor duda de que fueron ellos lo que se encargaron de custo-
diar estos registros hasta el día de hoy, donde ya es momento de
que salgan nuevamente a la luz como una verdad colectiva o “Saber
popular de la Tierra”. En los Andes se habla de un Nuevo Pachacuty.
Las comunidades andinas interpretan este tiempo como una tran-
94
sición, donde un nuevo orden de cosas está emergiendo. Ellos, los
sabios andinos, son parte de esta sabiduría olvidada que ahora co-
mienza a brotar; y a lo largo de la historia, diferentes pueblos y co-
munidades han servido de puentes entre los “maestros de adentro”
y los hombres comunes de la superficie. Y aunque cueste creerlo,
ellos también se han contactado con nosotros para trasmitirnos
ciertos mensajes que es momento de dar a conocer:
“Desde los Retiros Internos la Hermandad Intraterrena los saluda
y apoya humanos. Contamos con su compromiso, en confianza y entre-
ga plena, para fortalecer la unión y alianza eterna con la Vida Cósmica.
Sabemos que ya es tiempo de salir a la luz para que se conozca colecti-
vamente nuestra existencia. Confiamos en vuestra tarea para presentar
al mundo esta realidad. Limpien sus mentes y purifiquen sus corazones.”
Y es que a través nuestro pueden llegar a quienes están pre-
parados para acompañar el tránsito dimensional del planeta. Esto
lo entendimos con el tiempo, y pudimos corroborar que esta misión
de mensajeros no nos hacía especiales o diferentes, simplemente
estamos cumpliendo con un papel que a lo largo de los tiempos se
ha ido definiendo como parte de la responsabilidad con la Familia
Humana. Claro que también, y como es de esperar, el mensaje nos
llevó a meditar, sentir y explorar nuestro propio interior, para asu-
mir esta tarea con discernimiento. Nos dimos cuenta que lo que
nos hace especial es el intentarlo y no dejar de soñar con superar-
nos cada día. Mantener la alegría y encender nuestra luz. Ello se
nos decía y sigue diciendo: Ser Soles en la Tierra.
Es así, que a lo largo de estos años, los Guardianes Intraterre-
nos nos mostraron de qué forma operan y que medios utilizan para
dicha misión de transmisión. Sus principales herramientas son di-
ferentes sistemas de espejos, cristales y los cantos que mantienen
activa la resonancia que emiten y la frecuencia a través de la cual se
comunican y dan el impulso energético necesario para transformar
nuestras conciencias y apoyarnos para ingresar, gradualmente, en
su estado vibratorio. Nos hablaban de suavizar la mente, de pacifi-
95
 carnos. Según las informaciones recibidas, el “hombre del futuro”
estará mucho más conectado a sus cuerpos sutiles y sabrá con cla-
ridad sobre su origen y misión de vida. Deseamos que estos men-
sajes sean recibidos y reflexionados por nosotros. Principalmente,
sobre el manejo de nuestras emociones y pensamientos, ya que al
parecer, el mayor daño, tanto para nosotros como para el planeta,
se genera a partir de la contaminación psíquica que, por más que
no veamos, nos afecta y mucho. Mi viaje por Bolivia sería la puerta
a este grandioso enigma. Avancemos entonces en lo que sucedió.

Chacana en la Isla de la Luna

96 97
 SEGUNDA PARTE
El viaje

98 99
 SANTA CRUZ DE LA SIERRA
EL PODER DEL RAYO

“En Bolivia resuena una clave, “El tiempo ya está marcado.

Bolivia abrirá en ti las puertas a un mundo
acceso a un mundo perdido. elevado en consciencia,
Camino sin rumbo parece que se olvida. podrás sentir ese acceso existente en tu cuerpo
Sólo aquel que sabe llega. y en tu alma hacia una consciencia superior,
una concepción de la vida como algo sagrado,
Sólo aquel que intuye, trasciende y se ilumina”
algo que no se negocia ni se priva.”

Maestros Intraterrenos Maestro Alcir

…Tuve un sueño donde la vida en el planeta era impulsada

a volver hacia los orígenes, donde la tecnología, como las energías
renovables, se volvía de libre acceso y se ponían a nuestro alcance
las herramientas para congregarnos en pequeñas comunidades todas
integradas a través de una Gran Red Planetaria basada en la coo-
peración. Las ciudades tal como las conocemos dejaban de existir, y
la especie humana se relacionaba desde un lugar donde los intereses
personales dejaban de ser la nota fundamental. La forma de interac-
ción era en base al crecimiento interior. La Vida Extraterrestre dejaba
de ser un misterio para la sociedad, y cada vez más personas se ani-
maban a vivenciar su multidimensionalidad, lo que traía libertad,
comprensión e entendimiento sobre la identidad del ser humano. Se

100 101
formaban grupos de sanadores, quienes participaban activamente
del proceso de cura planetario, ayudando a sus hermanos (de todos
los reinos) y al Planeta. La medicina tomaba nuevos caminos, ya
lejos del comercio y los intereses imperialistas. La posibilidad de cura
no dependía del poder económico de las personas sino de su entrega,
de su decisión de querer curarse y la comprensión que cada quien
demostraba sobre su proceso evolutivo. Estos nuevos “Terapeutas de la
Luz” se desparramaban por todo el globo vibrando bajo una resonan-
cia que creaba patrones de vida sana para toda la población mundial
desde su concepción, nacimiento y trascendencia, brindando equili-
bro a los cuerpos a través de los cuales se manifiesta el ser humano.
Una vez que desperté me puse a pensar porqué este mundo aún no
es posible. No tuve una respuesta concreta sobre dicha imposibilidad.
Sólo una voz me indicó lo siguiente: ¿Se encuentra está visión en sus
mentes? ¿Tienen Fe en ella? Puesto que si fortalecen dicha visión, ella
se materializará.
El 30 de julio aterricé en el Aeropuerto Internacional Viru Viru,
Bolivia. Había partido desde Buenos Aires alrededor de las 10 AM, y
luego de pasar los controles y trámites de aduanas me encontraba en
la ciudad de Santa Cruz de la Sierra. Allí me esperaba Katrin junto a
Claribel, con quienes habíamos programado un encuentro de medita-
ción ese mismo día por la noche con el apoyo de la Fundación Hijos del
Sol. Antes, hubo tiempo para charlar, almorzar y tomar unos ricos tés
en compañía de los animales y la bella vegetación que rodea “el chaco”
-como se suele denominar a las quintas de Bolivia- situada en una zona
apartada de la ciudad.
Santa Cruz tiene la particularidad de haber sido una ciudad que
comenzó un proceso acelerado de crecimiento y desarrollo hace unos
20 años atrás, con una visión, diseño y planificación que llama mucho la
atención. Su plaza principal, la cual tuve la oportunidad de recorrer, es
102
el epicentro de una serie de anillos que van estableciendo diferentes
zonas urbanas, generando una expansión circular dentro del territo-
rio. La ciudad es muy sucia, ruidosa, atractiva y laberíntica. El sol de la
mañana se levanta, y toda una masa está en marcha. Los niños que se
suben a los colectivos, las madres andando junto a ellos. El constante
bullicio de una realidad que se va mixturando, dejando que muchas de
las mejores historias vayan quedando olvidadas. Es un desafío cotidia-
no sincronizar con el ritmo de un gigante de cemento como éste, donde
se siente una energía hacia el materialismo muy intensa que pareciera
llevarse todo por delante. Pasa exactamente lo mismo en mi querida
Buenos Aires natal. Sólo que aquí, al estar de viaje, mi ritmo interno
había cambiando, y podía percibir con claridad la fiebre y lo devorador
de aquel ritmo que las ciudades expresan a través de sus diversos fac-
tores: ruido, masas de gente de un lado al otro, estímulos visuales de las
publicidades, gritos, peleas, etc.
Según lo que me contaban, la capital Cruceña se ha converti-
do en el principal polo industrial y económico de Bolivia, recibiendo
gran cantidad de inmigración de todas partes del mundo. Katrin, por
ejemplo, había llegado desde Alemania con su familia, al igual que una
vecina que se había mudado desde Italia con su marido. Por algún mo-
tivo, entraba a Bolivia a través de esta puerta, conociendo el aspecto
materialista que también se expresa en esta nación. Lo sentí como una
transición antes de adentrarme en el silencio de los paisajes andinos.
Me hizo muy bien recordar de dónde era que estaba viniendo, y ha-
cia donde iba. Y además, me ayudó a no ingresar de lleno en la altura.
Iría subiendo poco a poco hasta llegar a los 4.000 metros, ya que Santa
Cruz tan sólo se encuentra a 400 metros sobre el nivel del mar.
Llegamos a la Fundación Hijos del Sol pasadas las 18 horas. Nos
abrieron las puertas de su acogedor centro de sanación y servicio. El
espacio contaba con un parque amplio, y dentro de la casa, donde se
realizaban diversas actividades, había varios dibujos de niños. Uno de
ellos llamó especialmente mi atención: “Mi casa es el cosmos”. Está era
la frase que acompaña la ilustración, y que me llevó a reflexionar sobre
la enseñanza que brindamos a nuestros niños y niñas. En todo el lugar
103
se respiraba un aire muy agradable, y cada ambiente de la fundación
estaba adornado y cuidado en sus detalles, lo que favorecía la relaja-
ción y la atmósfera de introspección. Me sentí muy cómodo, y revivien-
do los encuentros del grupo de meditación de la Ciudad Luján, donde
la energía femenina se manifestaba poderosamente, a través de las for-
mas en que se acompañaba la información y las prácticas compartidas.
Al iniciar la meditación aproveché para comentar sobre el motor de mi
viaje, haciendo referencia sobre algunas de las actividades que fuimos
realizando junto con Mario Cannas dentro de Redes de Paz; proyecto
que nos llevó a contactar con Katrin y Claribel en 2010, cuando Mario
partió desde Buenos Aires con su moto Yamaha, recorriendo Latinoa-
mérica con un propósito de paz (parte de esta experiencia esta relatada
en mi libro misionero “un llamado del universo” y en el libro de Mario
titulado el “Libro de los Días”)
Todos los presentes -fuimos 11- nos dispusimos formando un
círculo, y sentados en nuestras sillas sentimos como íbamos irradiando
nuestras intenciones por toda la ciudad y el país, pidiendo por nuestros
seres queridos y por el despertar de todas las almas que habitan el Pla-
neta Tierra. A veces, en estos momentos de introspección, me suelen
“atacar” algunos pensamientos que traen el deseo de vivir alguna expe-
riencia especial, como recibir algún mensaje, ver algo o sentir, etc. Sin
embargo, con el tiempo me fui dando cuenta de la importancia de estar
al servicio sin buscar llegar a ningún lugar o estado en especial. Si bien
es bonito cuando logramos sintonizar con una frecuencia distinta a la
cotidiana, muchas veces ese deseo preconcebido se torna una interfe-
rencia, que deja a nuestra mente expectante, ansiosa y dispersa. De-
tecté dicha limitación y me mantuve sereno, reconociendo la necesidad
de compartir y también de aprender a recibir tanta bondad por parte
de los presentes. Comprendí entonces que estaría caminando acom-
pañado. Y agradecí dicho apoyo. Pero claro, me di cuenta también que
a mi mente le costaba recibir esa energía, por lo que respire profundo
y solté las mochilas que me había puesto. Tenía que ser así, para poder
iniciar correctamente el camino. Dar y recibir, dos partes de la mis-
ma moneda, que cuando entra en equilibrio, nos permiten avanzar,
crecer y despertar a la Realidad Mayor, donde todas nuestras ne-
104
cesidades ya están cubiertas. ¿Qué necesitaba entonces para em-
prender mi camino por Los Andes? Agradecer.
Cerramos la labor en alegría estrechando un sincero abrazo. Re-
cibí todo el afecto y cariño del pueblo boliviano representado en este
pequeño pero comprometido grupo, que me trasmitió todo su apoyo
para el camino que tenía por delante. Muchos de ellos no conocían aún
la Isla del Sol y los Centros Arqueológicos por donde estaría en pocos
días, lo que me recordaba los tantos lugares de Argentina que desco-
nozco y que están allí, con sus tesoros inconmensurables. En verdad
estamos habitando una Tierra Sagrada, inmensa en su riqueza cultural.
El frío del invierno se hacía notar, mientras cada uno se fue des-
pidiendo y retornando a su hogar. Era día de semana, por lo que la ma-
yoría de los asistentes tendrían una nueva jornada que afrontar. Sin
embargo, Katrin no quiso dejar de enseñarme algo más de su ciudad,
y aprovechamos el paseo para seguir charlando, ya que al día siguiente
partiría temprano hacia un nuevo destino. Debo confesar que seguía
ansioso y expectante. ¿Llegaré a hacer todo lo que quiero hacer? Pre-
guntaba por mis adentros. ¿A dónde querés llegar? ¿Qué es lo que que-
rés conocer? Respiré y dejé que ese instante se colmara de presencia.
Asumí mi incapacidad de abarcarlo todo, a pesar de saber que la mente
jamás estaría del todo contenta. Para ella, será siempre poco o nada.
Sin embargo, ya es. Me reía por mis adentro ante semejante dialogo
interior, mientras veíamos las construcciones coloniales de la plaza
central de Santa Cruz, donde unos jóvenes se encontraban manifes-
tando por los derechos de la Madre Tierra y los Pueblos Originarios.
Intercambiamos unas palabras y continuamos nuestra marcha.
Una vez que estuvimos de regreso en la quinta tomamos un té
junto con una de sus hijas y Sebastián, un joven amigo de la familia. La
historia que me contó fue la primera confirmación contundente en re-
ferencia a la visión de un rayo que había tenido durante una meditación
días antes de emprender el viaje. Sebastián narró una experiencia de
la cual había sido protagonista uno de los operarios con quien estaba
construyendo una ruta. La resumiré.
105
 Ω
El hombre estaba pastando sus ovejas mientras una tormenta lo aga-
rra de imprevisto. En eso, sin poder contener al rebaño, un rayo lo atraviesa
dejándolo inmóvil e inconsciente, tirado en medio del campo. En algún mo-
mento vuelve en sí y se incorpora notando que algo había cambiado. Sebas-
tián me cuenta que esta es una de las formas en que son iniciados los Amau-
tas, los sabios andinos. El ahora operario de los caminos, al descubrir lo que
había pasado, consulta con un anciano de la zona, quien advierte que si eso
era cierto, parte del hueso que le había roto el rayo debía permanecer aún
en el mismo lugar del episodio, ahora, convertido en una piedrecilla negra a
la cual los sabios identifican como Piedra Solar. Efectivamente, al regresar
estaba allí.
-Debes conservarla.- Le dijo el anciano.
El operario le relató a Sebastián su angustia e incomodidad por tanta
responsabilidad y poder a cargo. Para él, la caída del rayo, y su “nueva vida”
eran de gran tormento.
Escuché atentamente cada tramo del relato que Sebastián nos
fue compartiendo. Como les comentaba, ya en una meditación en mi
casa había recibido una contundente visión del rayo. Recuerdo que
tomé la birome y anoté dicha impresión en mi cuaderno, ya que había
sido muy impactante y no quise pasarlo por alto. Sin embargo, en dicho
momento, no tenía información al respecto, y tampoco había encontra-
do nada que me diera a entender que existía una relación tan evidente
con el viaje que estaba por emprender. Antes de despedirme de Sebas-
tián, y a raíz de esta conversación que surgió espontáneamente, Katrin
me pasó el contacto de un amigo suyo que se dedicaba a estudiar estos
temas en La Paz. Tomé nota de sus datos y me dirigí a la habitación don-
de pasaría la noche. El día iba llegando a su fin, y me parecía que habían
pasado varias semanas desde mi llegada. Cada paso que realizaba lo
vivía intensamente. Tomé una ducha caliente y me dispuse a descansar.

Sebastián me ilustraba en detalle la experiencia mística de este hom-

bre, comentándome que no es solo un rayo que cae tocando y produciendo
la iniciación. Hay un segundo rayo que es el que despierta, y revive a la per-
sona en cuestión. Ya sin más remedio, el operario buscó alguna alternativa
para deshacerse de las habilidades que le fueron entregadas “desde lo alto”.
En un encuentro de brujos, en la cima de una gran montaña, se presentó con
la convicción de liberarse de dichos poderes. Estando allí, un brujo tomó su
poder.

Pero no termina aquí. A través de esta ceremonia, el compañero de

Sebastián resulta sordo de uno de sus oídos. Según lo que me narraba, fue
“el precio que pagó” para despojarse de las capacidades recibidas. Ya en su
vida recuperada, el operario entreveía por momentos reminiscencias de sus
facultades ahora perdidas.
Ω

106 107
 EN LA PAZ
COSMOSENTIR ANDINO

“Todas las cosas del mundo son reales,

cosas materiales. La Creación
es un verdadero fenómeno material y La Creación
se manifiesta a nosotros a través de la realidad.
El universo espiritual, entonces,
se manifiesta al Hombre como La Creación,
La Creación que sustenta la vida”

Cartas por la Tierra (Recopilación de mensajes de

los pueblos nativos de América)

Ingresar en los Infiernos

Cerca de las 6 de la mañana llegué a la terminal Paceña junto

con las primeras caricias del sol. No había sido fácil el descanso este
último tramo del recorrido hacia tierras aymaras, el cuerpo ya venía
soportando largas horas en ruta y ahora lo hacía notar. Mientras ama-
necía, desayuné un té de coca y unas bananas en uno de los puestos
dentro de la terminal pero como el puesto era para comer al paso, la
señora que atendía me invitó a moverme a un bar que se encontraba a
unos metros. Necesitaba un lugar cómodo para escribir y repasar algu-
nas de mis notas y mensajes psicográficos. Mientras estaba enfocado
en mi cuaderno, un muchacho se levanta para dirigirse fuera del bar,
y de forma sorprendente se quiebra por completo la puerta de vidrio.

108 109
De milagro no sufrió más que un leve raspón en una de sus manos. Sin
embargo, y a mi sorpresa, los dueños del lugar se levantaron furiosos
increpando al viajante, cuestionándole que no había manejado con pro-
piedad la puerta, argumentando que era delicada y que no había que
forzarla cuando en realidad él solo había atinado a abrirla con total nor-
malidad, y fue la puerta la que se desplomó como si la hubiera atrave-
sado una bala. Me quedé pensando cuál era el mensaje detrás de esta
asombrosa escena. ¿Quizás una puerta que se abriría súbitamente? De
ser así, ¿Qué clase de puerta sería? Ya nada de lo que sucedía podía
pasarme por alto, y menos semejante episodio. Seguí un rato más me-
ditando sobre los pasos a seguir y “levanté campamento”.
Por la tarde había arreglado para encontrarme con Fernando.
Mientras tanto, tenía tiempo para recorrer La Paz. El Museo Arqueoló-
gico estaba cerrado así que decidí caminar un poco y disfrutar del pai-
saje. Me tomé un colectivo y llegué a una iglesia bastante moderna con
un imponente Cristo sobre su altar. Era 1 de agosto, iniciándose el mes
de la Pachamama, y al entrar al templo cristiano me encuentro con el
rezo del Ave María por parte de varias mujeres. Tomé asiento y comen-
cé a rezar yo también, invocando los diferentes nombres con los que se
conoce a nuestro planeta y su esencia femenina. Seguí en estado de re-
lajación enfocándome en expandir toda esa luz hacia la ciudad. Luego,
cesó el tiempo de oración y se dio lugar a la misa del mediodía. Aún re-
cuerdo con gran precisión las sensaciones encontradas al momento de
comenzar la ceremonia y por sobre todo el instante en que se celebró
la eucaristía. Un pensamiento se presentó en mi mente invitándome
a reflexionar sobre el poder que tiene la religión hoy día, tanto como
para dar confianza a las personas como para sumirlas en una especie
de control invisible, donde muchas veces sin darnos cuenta estamos
delegando nuestra responsabilidad, ante las diferentes circunstancias
de la vida, en un acto de fe ciega, que nos llena de temor, quitando la po-
sibilidad de recuperar nuestro Poder Personal para despertar hacia la
autonomía que tanto requerimos como individuos para afrontar los de-
safíos que se nos presentan a cada instante. Libertad y autonomía que
todo ser necesita para expandirse y desarrollarse en conciencia. Esta
visión del control que se genera a través de las religiones siguió calan-
110
do más profundo en mi ser hasta llevarme a desconfiar de la tarea que
estaba realizando quien oficiaba la misa, especulando con que tal vez
sus intenciones no sean puras, y al entrar en contacto con la ostia que
fuese bendecida de forma “negativa”, sería una manera de recibir algún
tipo de “conjuro maléfico”. Pero entonces, como dentro de un trance, un
nuevo pensamiento y sensación aún más intensa que la anterior llegó a
mi mente (yo no estaba dirigiendo mi pensar, estaba enfocado en dejar
que se muestre todo lo que allí sucedía sin juzgar y sin identificarme,
contemplando como si fuera testigo de mi pensamiento y creencias):
“Tú tienes el poder de celebrar la conexión con lo divino en cada
acto, nada puede penetrar en tu ser si tú no lo habilitas a entrar, si no le
das el permiso de que suceda. Tienes en tus manos y en tu mente el po-
der y la fuerza de la transmutación para tornar cada acto negativo en
positivo, cada intención en contra de la evolución, en favor de ella. Al ser
consciente de esto ya estas ejerciendo tu dominio. Es la duda la que hace
sucumbir y debilitar la esencia luminosa de quien observa la realidad. Si
dudas de ti desde el miedo, abres la puerta al error involuntario, mas si
te permites la duda desde el amor entendida como la aceptación de una
necesidad de experimentación, abres la puerta para un camino genuino
de aprendizaje.”.
Y continué recibiendo un Impulso Renovador:
“Debes dejar sentir a tu Diablo Interno ¿Cómo puedes compren-
der la totalidad sino vivencias uno de sus aspectos en plenitud? Entiende
ahora que el Cristo Interior está íntimamente ligado a lo que ahora ves
como negativo. Ambos son parte de una misma esencia que al ser integra-
da brinda al hombre la emancipación en conciencia. El poder ha estado
en el hombre y siempre lo estará, mas ahora deben tomar conciencia y
recordar que nada fuera de ustedes puede quitarles lo que es suyo por Ley
Divina: aquella luz que brilla incansablemente en vuestro interior. Deben
contactar con esa fuerza sintiendo el poder que les permite trascender y
elevarse por sobre las estructuras materiales, las mismas, que al ser erró-
neamente interpretadas desde su temor, pueden llegar a debilitarlos y vol-
verlos dependientes. ¿Dependientes de qué? De su propia desconfianza e
inseguridad.”
111
 Sentí una profunda paz y me bañé de pura confianza al recibir
esta música del alma en mi oído. Identifiqué a mi conciencia hablándo-
me. Lo que producía una elevación de mi estado mental y una expan-
sión en mi entendimiento. Percibía a la vez mis resistencias y oposición
al mensaje que brotaba desde adentro, podía reconocer una intención
de no querer avanzar en ese sentido de transformación y crecimiento
interior, no querer entregarse ni ingresar en el Recinto Sagrado del Co-
razón, donde la Luz Interior habita. Respiré hondo. Sabía que para an-
clar dicha información emergente de mi Ser debía accionar. Me levanté
del banco y caminando lentamente fui a recibir la eucaristía. Un acto
de Fe hacia el mensaje interior. Era un movimiento que me invitaba, a
mi entender, a recuperar esa valentía y fortaleza interior , que la con-
cepción del Diablo, como algo “malo” y de temer, que tiene la sociedad
occidental (ya que no es así en el mundo andino) nos imposibilita en el
accionar y el adentrarnos en el Infierno Interior, para limpiar, purificar
y renovar nuestras energías. Es que hay un poder allí, en los Infiernos.
Y al mantenernos en un estado de sumisión ante dichas fuerzas, que
ahora podía ver no solo como algo externo, sino también interno, nos
educamos dentro de un camino que polariza y divide. Aquí una de las
claves que enseña la espiritualidad andina. Recomiendo profundizar,
entonces, para quien sienta este llamado de reconocimiento de su
propia luz y sombra, en el principio de paridad. En internet, si buscan
“Ch´ulla y Yanantin” de Javier Medina, van a encontrar un texto escla-
recedor sobre este tema tan interesante. Aquí les comparto una breve
introducción para que tengan una idea de lo que me refiero:
“La vía más corta para entender la diferencia entre Occidente
y la Indianidad es ir directamente al software que utilizan ambas
civilizaciones. Si se pudiera simplificar aún más las cosas, diría que la
Palabra Unidad caracteriza a Occidente y
Paridad a la Indianidad.
Occidente y la Indianidad se diferencian entre sí, porque Occiden-
te apuesta por el Uno: la unidad: lo homogéneo, lo impar
y la Indianidad por el Par: la Paridad: la heterogeneidad.
Unidad, desde el punto de vista indígena, es lo impar
y se dice en quechua Ch´ulla.
112
Paridad se dice en quechua Yanantin que significa dos energías
antagónicas complementarias. Ahora bien, el mundo acaece en par. Par
no es igual a uno más uno: 1+ 1; eso nos llevaría al Dualismo que es la
forma en que el monoteísmo profundiza la separación, dando lugar al
Maniqueísmo: el Imperio del Bien lucha contra el imperio
del Mal y sólo uno debe prevalecer: la historia de Occidente.”
Entré en un estado de profunda meditación, advirtiendo cómo
ese temor hacia el mal lo único que producía era motivarme a seguir
oprimido. Y al no enfrentarlo, al no tomarme el tiempo para recono-
cer esa fuerza en mí, en vez de liberarme y tomar lo bueno de ello (así
como refleja el símbolo del yin y el yang), mantenía esa fuerza fuera
de control y con la predisposición para que sus expresiones actuaran
como por fuera de mi conciencia, sintiéndome dominado por aquello
que mi mente ve como negativo. Ahora, al poder asumirla como parte
integral de mi ser, como algo natural - y es importante resaltar esta pa-
labra natural- podía ver, y al VER, también RECODAR y RECONOCER
que siempre está allí, y estará allí presente como parte de un todo. De
alguna forma, pude ver cómo nuestra sociedad manifiesta esto mismo
en el sistema educativo, ejemplificado en el concepto de no errar, no
equivocarse, donde fallar está mal visto, y comenzamos a negar esa
parte nuestra que falla intentando estar siempre prolijos y presenta-
bles ante la autoridad; figura que en general nos causa temor, recha-
zo, intolerancia, rebeldía. El viaje me iba a invitar a resignificar el error
como parte del camino de aprendizaje y conocimiento, a darle el lugar
que corresponde y a recuperar esa confianza en mi propia luz, atrayen-
do situaciones donde pudieran aflorar mis partes oscuras, y así poder
iluminarlas, transmutarlas, elevarme sobre el aparente conflicto para
entender que no existe tal, sino que todo es oportunidad para recordar,
para ejercer nuestra voluntad oprimida y comenzar a nutrirnos cons-
cientemente de este aspecto del ser que llamamos negativo, y que en
las religiones, se asocia al Diablo o Demonio, pero que en realidad, si
comenzamos a investigar, el mismo término Lucifer, significa el Porta-
dor de la Luz. ¿No es ya tiempo de repensar nuestra idea del bien y del
mal, de la ética y de la mortal? ¿Qué clase de lugar le estamos dando
a nuestra emociones y cómo aprendemos a gestionarlas? Ocultarlas y
113
reprimirlas no sirve a la sanación. Nos encontramos dentro de lo que
algunas culturas hablan que es la 7 generación. Es la generación que
viene a dar un cambio importante respecto del proceso de aprendizaje
de toda la Humanidad. En síntesis, tenemos en nuestras manos el po-
der para modificar hábitos y formas de vida que han quedado enquista-
das en la conciencia colectiva. Trabajamos en nosotros, mas ello tendrá
un efecto en nuestro árbol genealógico, 7 generaciones para atrás y 7
generaciones para adelante. Este es otro de los conocimientos que nos
diferencian a los occidentales de las culturas originarias, su concepción
y relación con los muertos y los futuros niños y niñas. ¡Cuánto por des-
cubrir! Y que inevitablemente, necesita que lo pasemos por el cuerpo.
Y aquí es donde se torna vital el conectarnos con nuestras emociones y
pensamientos de forma adecuada. Desde allí se crea la realidad. ¿Hace
falta más pruebas?
¿Qué mundo queremos para nuestros hijos? Amor, Libertad,
Respeto, Cariño, Cuidado, Seguridad. Son todas palabras y conceptos
hermosos, mas qué herramientas y sobre cuáles valores y principios
nos estamos basando para llegar a cultivar dichas virtudes. Según la
investigación que vengo realizando a través del contacto con los Her-
manos Mayores, nuestra mente se encuentra tan contaminada que es
cada vez más difícil para los seres humanos establecer un ordenamien-
to y guía desde lo Sagrado. El comercio y consumo desmedido nos man-
tienen, por lo general, en un estado de supervivencia, competencia, ri-
validad y lucha constante. Nos robamos la energía unos a otro. Aún no
generamos una educación que contemple la autonomía y libertad, el
servicio a la comunidad y la cooperación. Y me refiero no sólo a la fase
de escolarización, sino al sistema integral, a toda una sociedad alineada
con dichos ejes, pilares y fundamentos.
Es cierto, existen acciones y cada vez más modelos que están
avanzando en dicho sentido, y por ello nuestra convicción de que es-
tamos transformando la sociedad. Sin embargo, aún queda mucho por
hacer en el sentido de la integración. Y es aquí donde la ciencia espiri-
tual cumple un papel fundamental. No hablamos de religiones ni doctri-
nas ni métodos particulares. Tanto desde las cosmovisiones originarias
114
como desde los Mensajes Galácticos se nos plantean los mismos desa-
fíos en la especie humana: sanar nuestras memorias de dolor y sufri-
miento. Acceder al Recuerdo para purificarnos y liberarlo. El Silencio
(Conexión Interior), el Servicio (Pensar en el otro), el Perdón (Liberar
nuestros talentos y dones) y el Amor (Ley Magnética que nos une in-
distintamente) son 4 claves importantes a tener en cuenta, y por otro
lado, lo que mencionaba anteriormente: Abrazar la Sombra.
Guardianes de Tradición
Salí de la iglesia renovado, con una vista hermosa del Illimani,
con los grandes Apus custodiando en silencio y me preguntaba que di-
ferente a mi situación actual en una ciudad como Buenos Aires, donde
el contacto con la naturaleza está reducido a un parque o a ver un río
donde ya no está permitido bañarse. Me sentía realmente a gusto en
este espacio. La diversidad de colores generaba un estado de ánimo
especial a pesar del frío que por esa época se hacía sentir.
Pasadas las 16.30 llegué a la casa de Fernando Montes. Luego de
caminar unas cuantas cuadras con la mochila acuestas me senté en el
frente de su vivienda a descansar, esperando que se cumpliera la hora
exacta para la cita. Toqué el timbre. Su hogar estaba ubicado a unos 30
minutos del centro de La Paz en sentido sur. Me ofreció un té y nos sen-
tamos en su living a charlar. Comenzó narrando el origen de su último
libros, en el cual trascribe las enseñanzas de un Sacerdote Andino. El
encuentro con el sabio del altiplano estuvo teñido desde el principio
por la magia. Una noche Fernando soñó que se hallaba en las Ruinas de
Tiahuanaco. Estando dentro de uno de los templos principales de esta
ciudadela vio surgir dentro del recinto a un hombre, al cual reconoce
como un Maestro. Fernando me explicó que percibió en este hombre a
la energía de Thunupa, figura de elevada conciencia, deidad fundamen-
tal en la Cosmovisión Andina, el cual tiene un parentesco directo con
Viracocha. Tanto Viracocha como Thunupa son representaciones de la
energía del Cristo en esta zona del mundo. Este anciano del sueño le
habló diciendo que pronto se verían, y que le entregaría su conocimien-
to antiguo para que pueda compartirlo. Pasaron los meses y en la isla
115
de Amantani tiene lugar el primer acercamiento entre ambos. Inme-
diatamente al subirse a la lancha para dirigirse a esta importante isla
del Lago Sagrado, Fernando se queda impactado, ya que era el mismo
anciano de su sueño quien lo acompañaba junto con otros Chamanes
para realizar una ceremonia por el Equinoccio de Primavera. Don Poli-
carpio, luego de conversar con Fernando, accedió a llevarse unas cintas
y comenzar a registrar sus enseñanzas con el fin de armar un libro que
pueda publicarse. Luego de varios días, Don Policarpio se contacta
nuevamente solicitando más cintas, ya que se le habían acabado. En-
tusiasmado, Fernando comienza a elabora este documento históri-
co que refleja las experiencias trascendentales de Policarpio, quien
pasó de la pobreza extrema y una enfermedad que casi lo mata, a
transformar su vida por completo, siendo Mensaje Vivo de la sabidu-
ría de las Andes, un representante directo de las tradiciones que ro-
dean la mítica ciudadela de Tiahuanaco y su cultura ancestral. Pocos
años después que el libro fuera editado, Don Policarpio trascendió.
Fernando me enseñó una foto tomada durante la ceremonia que se
realizó para despedir sus restos. Se ve algo especial en dicha imagen.
Según lo que me contó Fernando, diversos fenómenos acompañan
el paso a la trascendencia de personas tan particulares: entre ellos
fuertes tormentas que cargan con un importante simbolismo y men-
saje.
En ese momento, comencé a sentir la gran labor que Fernando
venía realizando, y como él, siendo hombre blanco de familia europea
estaba siendo canal para difundir todo este legado profundamente
valioso para entender la realidad actual de nuestra civilización. Es-
tuve en su casa por más de 3 horas dejándome penetrar por toda la
información que iba decantando sutil y rítmicamente. Su pasión es
admirable. Ha realizado un estudio minucioso y detallado sobre la
cultura andina. Una de las cuestiones que más llamó mi atención fue
cuando tocamos el tema de las iniciaciones andinas, donde el rayo
es protagonista; como ya me había anticipado en Santa Cruz de la
Sierra, Sebastián. Al mismo tiempo, comenzaba a resonar el lugar
relevante que ocupa el cosmos en estas culturas, tomando como re-
ferencia, además de la Chakana o Cruz Andina, constelaciones como
116
Orion, las Pléyades y la Estrella del Alba (Venus), entre sus ordena-
dores centrales para concebir e interpretar el mundo y la realidad.
Aquí les comparto uno de los esquemas que reflejan a la perfec-
ción la abundante e integral percepción del mundo de estos pueblos,
donde la dualidad está presente, pero como ya estuve mencionando
líneas arriba, en una relación de reciprocidad y complementariedad
permanente, lo que en nuestra ciencia moderna podríamos denominar
como equilibrio dinámico.
El gran círculo que se ubica en medio del sol y la luna representa
la vía láctea, y por sobre ello, está ubicada la Constelación de Orion.
La Vía Láctea, es representación del vacío gestador de toda realidad, y
tiene la forma de una serpiente que se muerde la cola, mandala que se
encuentra en casi todas las culturas, y que hace referencia a la energía
primordial, energía dadora de vida, energía que también es dual en su
esencia, por contener ambas cualidades de la creación, lo que pode-
mos interpretar como masculino y femenino, frio y caliente, positivo
y negativo, día y noche. Nos encontramos nuevamente con la idea del
átomo con sus protones, electrones y neutrones. Y desde otro punto
de vista lo podemos ver como magnetismo, electricidad y gravedad. Al
desplegarse la gran serpiente se manifiesta la existencia material con
sus diferentes dimensiones y planos de consciencia.
Los originarios, al representar el universo lo hacían visualizán-
dose dentro de él, como si fueran parte del paisaje. En esta representa-
ción, que data de la época Inka, está visto de esta forma. Sin embargo,
Don Policarpio, que tuvo una educación cristiana antes de iniciarse
en la tradición andina, se posiciona como espectador, como testigo
externo al mundo que representa. Esta particularidad me recuerda al
cambio en la concepción del mundo que se dio a través de la filosofía
con Descartes, donde el individuo comenzó a tener protagonismo y
se trasladó la atención del objeto al sujeto. Esta forma de concebir la
realidad y nuestro lugar en ella también afectó a los portavoces de las
tradiciones nativas de América. La Lengua Aymara y Quechua es muy
diferente al castellano. Quienes alguna vez escucharon hablar de PNL
117
 o estudiaron algo de antropología entenderán a qué me refiero. Hay
ideas y conceptos que no se pueden traducir tan fácilmente. Por lo que
estudiar un idioma es ingresar realmente en una manera de ver las co-
sas. Estamos hablando entonces de códigos y de un posicionamiento
frente a los hechos. En sí, tomar dimensión que existen mundos dentro
de mundos, pero que hay una base común sobre la cual se estructura
nuestra realidad. Podríamos decir que muchas de esas lenguas madres
están más cerca que nosotros, los occidentales, de esa base estructu-
ral. Hoy en día, la física cuántica, a “los modernos” o “postmodernos”,
nos está ayudando a regresar a esa visión holística de la vida. Esa per-
cepción tan clara que los pueblos originarios tenían sobre la relación
con toda forma de vida. De algún modo, tuvimos que fragmentar el uni-
verso, para ahora, volver a unirlo. Y en eso, volver a reconocernos los
seres humanos parte activa de esta realidad. El universo nos afecta, y
nosotros afectamos al universo.

Para Montes, la biología y los diferentes estadios en la evolución

de la célula estaban curiosamente vinculados con las Iniciaciones del
Hombre Andino, y así también con los procesos de crecimiento y de-
sarrollo de nuestras sociedades; y con la maduración al interior del ser
humano de una serie de atributos y principios éticos de carácter cientí-
fico-espiritual. Un camino iniciático muy antiguo, un conocimiento que
se hace presente a lo largo y a lo ancho del planeta, un recorrido por
nuestros centro de energía y que tiene que ver con las formas geome-
tricas y los elementos. Fernando se encuentra trabajando en próximo
libro donde espera dar a conocer esta investigación.

Las piezas se comenzaban a unir. Desde el rayo hasta la idea que

venía resonando sobre el sincretismo entre el cristianismo y los pue-
Dibujo correspondiente a una Plancha de Mental encontraba en el
Koricancha, que representa al Cosmos según la Tradición Andina.
blos andinos, la relación del hombre con los mares y sus habitantes: los
peces; y el parentesco profundo entre las culturas andinas y el cosmos.
Todo ello comenzaba a tener sentido para mí, que en ese momento, me
encontraba tan alejado del saber ancestral, y que deseaba poder en-
contrarme con alguien que me esclareciera dichos asuntos. Lo mágico
fue que sin proponérmelo sucedió. Una alineación que dio lugar a una
nueva investigación en mi camino.
118 119
 Dejé la casa de Fernando y sus últimas palabras fueron realmen-
te precisas luego de tanto conocimiento y sabiduría: “Esto es un proce-
so de toda la vida, donde el ser humano se va conociendo a sí mismo”.
Para él, todavía quedaba mucho por develar, a pesar de haberse codea-
do con la historia de uno de esos hombres que no se encuentran fácil-
mente. Se notaba que fue un regalo que valoraba especialmente: el de
haber compartido con Policarpio. Debo un especial agradecimiento a
Fernando, porque la intensidad del encuentro dejó una huella especial
en mi corazón.

A partir del encuentro con Fernando, Thunupa tomaría protago-

nismo en el viaje, y porqué no, en mi vida. Siento sus fuerzas impulsan-
do este libro. Siento sus Rayos acompañando mi camino. La Conciencia
y el Poder del Trueno abriendo en la noche con su claridad. El Sagrado
Masculino guiándome hacia el sendero de la Transformación y por ello
hay que ir a los lugares. No alcanza con leer. Es tan necesario sentir
y caminar descalzo por los sitios de las leyendas, para traerlas nueva-
mente a nuestra memoria.

Serpiente que se muerde la cola.

Símbolo Universal

120 121
 TIAHUANACO
VALLE HACIA LOS ORIGENES

“…Aunque la noche parece no terminar, los prime-

ros rayos del Nuevo Sol ya se dejan ver; al igual que
los brotes de aquella semilla mágica, símbolo del
nacimiento interior y de la conciencia de luz que
habita en el núcleo más profundo de vuestro Ser, y
que ahora comienza a exteriorizarse con intensidad.
Es natural que sientan miedo y que no sepan qué
hacer ante esta experiencia inédita que están atra-
vesando, donde se van dando cuenta que la fuerza
del amor y del perdón es la única que los rescatará y
podrá ayudarlos a rescatar a otros.
Les decimos lo siguiente: preparen sus mentes para
poder percibir el proceso de forma consciente y no
intenten neutralizar el dolor ajeno sin antes haber
vivenciado la crudeza de su propio dolor,
de su propia muerte. Solo así podrán ser faros para
otros, y se sorprenderán de la manera en que su
esencia les mostrará el camino del amor;
esa forma que es vuestra, especial y única para cada
alma... no quieran parecerse a algo externo, allí se
perderán y no tendrán salida”.
Impulso Intraterreno 4

El Servicio y la Misión
Me subí a una combi rumbo al centro de La Paz. Busqué un hos-
tel donde pasar la noche y fui a un cyber para conectarme a internet y
así poder recibir novedades de un compañero que estaba llegando a la
ciudad.
122 123
 Con Juan Pablo nos conocimos a través de las Jornadas de Paz
y Dignidad en el mes de noviembre del año 2011, en el marco de un
evento que tenía como finalidad recaudar fondos para el tramo de las
carreras (postas entre países del continente americano donde se tras-
ladan bastones de poder en representación de los pueblos), que son
rezo vivo a través de las pisadas de los corredores que en su movimien-
to se conectan con el espíritu de la Pachamama. En ese entonces, me
mantenía activo como co-fundador junto con Mario Cannas de la ONG
Redes de Paz, promoviendo alianzas entre movimientos y organizacio-
nes que estuvieran impulsando proyectos y actividades para el desper-
tar de la conciencia y espíritu de colaboración entre los seres humanos.
Ambos coincidimos en el llamado para estar en estas fechas por
Bolivia. Nos encontramos en un bar, comimos algo y quedamos en ver-
nos por la mañana para desayunar y decidir juntos los pasos a seguir.
Veníamos de caminos distintos, con una misma búsqueda pro-
funda espiritual que nos unía. En el caso de Juan, a través de las tradi-
ciones nativas del continente americano, del contacto con la Tierra y
sus elementos, con los espíritus de la naturaleza y en el entendimiento
de la importancia de sincronizarnos con los ciclos y ritmos biológicos
para desde allí comenzar, con raíces solidas y firmes, el despliegue hacia
niveles cada vez mayores de conciencia y unidad con toda la creación.
En mi caso, el camino se inició con la meditación y la contemplación,
con la investigación de los enigmas del cosmos y de ciertas tradiciones
esotéricas occidentales, decantando finalmente en la orientación ha-
cia la posibilidad de iniciar y sostener a través de diversas técnicas de
canalización y apertura de los canales energéticos el contacto multidi-
mensional con entidades que provienen de otras estrellas, mundos y
constelaciones.
Al conocer a Juan, comencé a adentrarme poco a poco en ese
universo ancestral que vibraba junto a él. Y fue el Cóndor quien prime-
ro me convocó a sentir su alma. Luego, fueron apareciendo otros guías
y maestros, animales de poder como el oso, el colibrí, la serpiente, el
puma y el ratón, solo por dar algunos ejemplos.
124
Nuestra forma de caminar tan distinta nos planteaba un desafió.
Ambos lo sabíamos, más allí se hizo más evidente, al menos para mí,
que subestimaba esa diferencias y como afectaban el momento de to-
mar decisiones y avanzar hacia un mismo objetivo, que sin duda estaba
planteado y ambos lo veíamos, más también con sus contradicciones,
resistencias y aprendizaje. Ambos, habíamos despertado a temprana
edad nuestra vocación de servicio y entrega a un Plan Mayor, por más
en la forma de comunicarlo hubiera distinciones diferentes, estaba
claro y evidente que prevalecía la unidad y el orden puesto en un bien
común y orientado por los ideales y valores de paz y hermandad. Ello, a
pesar de cualquier tensión, traía balance a nuestro apertura al encuen-
tro y al descubrir, en el mismo camino que se suponía deberíamos com-
partir e intercambio, y a la vez respetar en el otro su proceso y forma
de contactarse con aquella guía y misión, que estaba claro era distinta,
más como mencionaba, dentro de una Guía y Misión Mayor.
En ese entonces, ambos estábamos compartiendo y acompañan-
do los pasos de Matías Di Estefano, quien en Febrero de 2012, había
iniciado el Camino Harwitum. Matías, en esa fecha, se encontraba en
las Islas Galápagos, y la activación que iba a realizar estaba vinculada
con Fuegos Internos de la Tierra, que iban a ser impulsados hacia el
Lago Titicaca con el fin de despertar ciertos códigos que se encontra-
ban allí. Con Juan Pablo, tomamos esa información y decidimos posi-
cionarnos ambos como parte de ese trabajo energético, y contribuir
con nuestra presencia en la Isla del Sol, para anclar esas energías.
El viaje, entonces, comenzaba a clarificarse en torno a diversos
propósitos y objetivos. Y ya se hacía evidente en mi andar, la misión
de integrar, armonizar y unificar diferentes caminos y vertientes que
a pesar de las diferencias humanas, son convergentes, y nos hablan
de un destino común. Una acción planetaria que infinidad de grupos
y seres venimos realizando, un largo camino de postas que se inicia
hace miles de años, según las informaciones recibidas a través de los
grupos de contacto de la Misión Rahma, hace 12.000 años en el De-
sierto del Gobi, con la Fundación de la Gran Hermandad Blanca y la
llegada de 32 seres extraplanetarios que vinieron de distintos puntos
125
del universo a acompañar el tránsito de la Tierra y su Humanidad hacia
un Nuevo Estado de Conciencia. Nicolas Roerich, junto con su esposa
Elena, son precursores de este mensaje, que nos habla de una impe-
riosa necesidad de suspender todo conflicto armado y alinearnos de
manera urgente con los principios de la Fraternidad. Lejos entonces de
escenarios catastróficos y un super futuro tecnológico como salvación
de la raza humana, el mensaje de estos seres es de índole espiritual,
una ciencia profunda y misteriosa que nos conecta con el origen de la
creación, con la vida cósmica y trascendental.
Las ideas que inspiran la labor de Matias, nos hablan de que para
modificar algo en nuestra realidad material, primero debemos operar
en los niveles sutiles, modificando patrones dentro de la matrix de vida
creada. Y las herramientas para realizar dicha tarea, tienen que ver
con la vibración. Que es una de las 7 leyes universales enseñanzas por
todas las culturas iniciáticas del mundo. De algún modo, es evidente
que hoy estamos recuperando dicha sabiduría ancestral y galáctica. El
Cielo y la Tierra se vuelven a unir para poder edificar sociedades en
armonía y resonancia con la Tierra y sus elementos, entender como co-
municarnos con la vida en sus diversos niveles y dimensiones.
Entre tanto, y viendo el amplio escenario de posibilidades de
servicio y participación en este proceso que está atravesando la Tierra
y la Humanidad, me preguntaba a cuál de todos estos grupos realmen-
te pertenezco, ¿Dónde debo yo ubicarme? Entendiendo que, es cierto,
todos somos uno, sin embargo, aún nos encontramos en una fase pri-
maria en dicho proceso de unificación y reconocimiento de la labor de
cada grupo que se encuentra a su vez asociado a grupos más amplio
como sociedades y hermandades que representan cada una una ener-
gía planetaria con sus objetivos y planes de acciones y servicio. Estamos
aquí enunciando una primer imagen e idea de lo que sería el Gobierno
Positivo del Planeta, un Gobierno Interno que ya esta exteriorizándose
y con el cual podemos comenzar a contactarnos y recibir instrucciones,
respecto a cómo enfrentar y lidiar con esta crisis humanitaria. Sin duda,
en este primer viaje de 2012, todavía no tenía en claro donde ubicarme
respecto de dicho llamado del Servicio Planetario. Si sabía el punto de
126
partida, la invitación inicial del Maestro Intraterreno Alcir y el apoyo
de los Hermanos del Cosmos, que se proyectaban desde Venus y Gani-
medes. Mi intención entonces era también clarificar en mi interior este
llamado y corroborar en terreno mis intuiciones, mensajes y vivencias.
Mi formación a través de la Misión Rahma, junto con Isabel Santa
María y Mario Cannas, me había aportado mucho conocimiento sobre
los pormenores del Plan Cósmico y su alcance, sin embargo, ahora,
sentía la necesidad de complementar todo ello a través de experien-
cias asociadas a las tradiciones y caminos iniciáticos de las Culturas
Nativas. Y en ese sentido, Juan Pablo me abrió la puerta, invitándome a
compartir diferentes ceremonias y conocer hermanos que venían invo-
lucrados en la recuperación práctica de dicho saber originario.
El desafió que se me presentaba era integrar. Cosmos y Tierra.
Comenzar a escuchar en lenguaje y los códigos correspondientes a
esta realidad planetaria, y como desde allí, podemos proyectarnos y
encontrar la inevitable correspondencia con el orden, los ciclos y los
ritmos galácticos y universales. Todo ello, está sucediendo en el inte-
rior de los seres humanos. Pero tomar consciencia, nos permite estar
activos en el rol de puentes, y así, direccionar ciertas energías y fuerzas
que los humanos tenemos la capacidad de mover. Nuestro llamado, sa-
bíamos tenía que ver con esto también.
Podía detectar aún mis resistencias, y Juan, en ese momento, era
un espejo perfecto, que me reflejaba mis miedos e incoherencias, que
ponía en evidencia mis dudas, y falta de fe. Animarme a no saber pare-
cía entonces el camino. Respirar profundo y confiar en el sentir de mi
corazón.
Terminamos de desayunar en el mercado que se encuentra a me-
tros de la Iglesia de San Francisco, en La Paz, y ese 2 de agosto de 2012,
agradecimos por estar allí. A ambos nos había costado mucho esfuerzo
llegar y sumergirnos en la experiencia. Ya tenía la decisión tomada. Yo,
primero necesitaba pasar por Tiahuanaco y luego, ir hacia Copacabana
para estar el día 4 de agosto en la Isla del Sol, salir de allí el día 5 y via-
127
jar hacia Puno para visitar las Chulpas de Sillustani. Juan, deseaba con
todo su corazón pasar su cumpleaños 33 en Tiahuanaco, con lo cual, el
iría directo, de La Paz a Copacabana, y me esperaría allí, para ir juntos
a la Isla del Sol. De este modo, y a pesar de sentir extraña la división en
el camino, ambos entendimos que había necesidades distintas dentro
de la ruta trazada.
Nos despedimos en la terminal y emprendimos nuestras respec-
tivas huellas.
La Velocidad del Silencio
Los tiempos en Bolivia son muy diferentes a los que estamos
acostumbrados. La combi se detuvo varias veces a esperar pasajeros,
y es así que, uno quiera o no, debe trabajar la paciencia y tomarse cada
tramo del camino con mucha calma. Aprender a ser observador, de re-
cibir cada situación que se presenta reconociendo el lugar en el que
uno está parado. La cultura andina me ofrecía dicha enseñanza, y esta-
ba dispuesto a recibirla. Fuimos dejando el Alto y sus calles pobladas de
puestos y gente que va de aquí para allá buscando su destino. Practiqué
mis primeras palabras en lengua Aymara con unas cholas que viajaban
a mi lado. Kamizaraqui y Gualiki , que significan “Hola como estas” y
“Bien gracias”. Los Apus se hicieron presentes en la distancia. Su voz, de
algún modo, se dejaba sentir.
Al llegar a la ciudadela me volvió a invadir la incertidumbre. ¿Qué
dolor interno me está impidiendo disfrutar de este momento? ¿Por qué
me estoy tomando tan en serio esta misión? ¿Qué clase de concepción
tengo yo del servicio a nivel planetario en relación a los Centros de
Poder? ¿Qué es lo que debo aprender de todo esto? ¿Hay realmente
algo que tengo que hacer en particular, y cómo medir el éxito o fraca-
so de dichos objetivos? Perdí una posibilidad allí, al dejarme llevar por
la emoción, y poniéndome en el lugar equivocado. Sin embargo, hoy
entiendo que todo fue perfecto. Abrazo esa emoción y la comprendo.
Acepto que el error, o la prueba, el desafío y el acertijo que tenga que
128
resolver, será nuevamente presentado ante mí. Es cierto, hay veces
que ello puede representar periodos de tiempo prolongados. Las con-
diciones que se tuvieron que dar para poder viajar a Bolivia son parte
de una coordenada espacio-tiempo, y todo lo que sucede allí, es parte
de un aprendizaje. Para volver a llegar a ese punto, a veces es necesario
volver a realizar algo similar, y otras veces, puede bastar con utilizar
la psicomagia, y representar de forma simbólica ese momento con esa
emoción y anclarlo a través de un objeto. Eso puede liberar la emoción
estancada. Lo veo así ahora.
Pasé cerca de Puma Punku. En sí, ese fue el lugar que llamó mi
atención cuando estuve en Tiahuanaco. No ingresé al espacio físico,
pero siento que al estar tan cerca, algo de esa memoria se pudo recibir
en mis cuerpos sutiles. Cuando sea el tiempo, ya volveré. Aquí mismo
lo decreto.
Movido por los patrones mentales y no por la Guía Interna (a
6 años de dicha experiencia lo puedo ver con claridad) partí de este
centro de poder del Qapak Ñan para encontrarme con Juan Pablo en
Copacabana. Por delante me esperaba un extenso camino entre más
valles y montañas.
¿Cómo alinearme nuevamente con mi sentir pensaba? Y que pa-
radójico, porque: cómo es eso de la mente que quiere sentir. ¿Es posible
sentir desde el pensamiento? O será que en algún momento, a través
de la respiración logramos estar en coherencia y fluir con nuestra ener-
gía interna, así como se expresa en la Sabiduría China con la acupuntu-
ra y el I Ching. ¡Cuántas técnicas, métodos, herramientas, disciplinas
han elaborado las culturas humanas para organizarse en este plano! Y
percibo que lo que el mundo occidentalizado, globalizado y capitalis-
ta en el que vivimos, sólo toma de ello una parte muy pequeña, y que
se utiliza para alimentar la misma mente y su poder, pero que si falta
la emoción en la ecuación no es posible que eso sea sostenido en co-
herencia. ¿Acaso no será que dichas culturas, sabiendo del correcto
funcionamiento de ciertas fuerzas, siempre mantuvieron algún detalle
oculto, solo capaz de develarse para la mente abierta, para el aprendiz
129
que se compromete con cada práctica? Hoy no tengo dudas de ello. Es- devolvió la esperanza. Por dentro me hablaba a mi mismo: “el viaje si-
tamos dentro de la “Matrix”, y la salida es hacia adentro, o bien, no hay gue Rodrigo, adelante, todavía se puede cumplir con ciertos objetivos”.
salida, todo es entrada y salida al mismo tiempo: todo es un Toroide que
se retroalimenta. El código somos nosotros. Cada quien es su código. La noche se iba haciendo más profunda y aprovechamos para
¿Cómo puede ser que un simple viaje me muestre todo ello? Al instante ingresar en la iglesia. Nos encontramos en medio de un escenario par-
una voz interna me dijo: “No es el viaje hermano, eres tú, que al ser via- ticular que tiene lugar en una pequeña habitación al costado del templo
jero del tiempo, recuperas tu memoria y das permiso a que se te devele principal, donde las velas toman gran protagonismo. Cantidad de ellas
tu verdadera vibración. Así como vibras, así será tu realidad. No es el son depositadas alrededor de la figura de la Virgen de Copacabana ge-
viaje, el lugar ni el objetivo, es el propósito. Si encuentras tu propósito, nerando una atmósfera muy especial. Nos quedamos allí por unos mi-
significa que ya has dado el último paso de tu camino. Ya has llegado nutos observando, dejándonos atravesar por todas esas plegarias que
al Templo. Ahora, ¿Qué se supone que vas a hacer con dicha informa- se encienden en cada llama como sostén de innumerable cantidad de
ción?” Me quedé en silencio reconociendo esas palabras y la fuerza que pedidos que son llevados hasta los pies de la virgen. Nosotros también
me traían. “Todo se irá acomodando. La luz ya está en tu corazón, pero estaríamos llevando nuestros pedidos y plegarias, pero en lugar de de
si sigues teniendo miedo jamás brillará.” a una imagen, lo haríamos al lago, como símbolo de esa conexión con la
creación.
A pesar de estar visitando lugares de poder donde la memoria
de la humanidad se encuentra tan presente y vibrante, comenzaba a
percibir con gran nitidez que lo primero era contactar conmigo mismo.
Empezaba a descubrir como en cada paso afloraban pensamientos e
ideas realmente perjudiciales para mi evolución, los cuales me llevaban
a tomar decisiones totalmente en desacuerdo con mi sentir. Cansa-
do, pero alegre, llegué finalmente a Copacabana inmerso en un déjà vu
constante. Bajé por la calle principal del pueblo y me senté en el muelle
a mirar el atardecer. No demoré en encontrarme con Juan Pablo, quien
me sorprendió por detrás con sus cantos acompañado de una sonaja.
Pasaríamos la noche en un hostel donde él ya estaba instalado y al día
siguiente tomaríamos la lancha hacia la isla.

Esa noche la altura me pasó factura. Había estado bajo los rayos
del sol y cargando la mochila por varios kilómetros, y claro, ahora mi
cabeza explotaba. En uno de los tantos bares que dan vida a este paraje
del lago navegable más alto del mundo, tomamos un jugo de papaya y
aprovechamos para distendernos. En mi caso, fue realmente difícil en-
contrar alivio. Necesitaba que la presión disminuyera ya que me sentía
algo mareado y sofocado. De todas formas nos manteníamos con el hu-
mor intacto. Estábamos donde teníamos que estar y el ver el lago me
130 131
 TITICACA
EL LAGO MAYOR

“El tiempo del olvido ha llegado,

donde los hombres se encontrarán con
los peces y los peces con los hombres.
Cada palabra cobra vida, cada simiente.
El momento del olvido es a un paso del momento
del recuerdo; como parece ser la vida
de la muerte (y la muerte de la vida).
El flujo los océanos y de los mares los une con la
historia antigua. Solo aquel que respira
y anhela la libertad logra alcanzarla.”
Impulso de los Mares

Espejo infinito

Existe un espejo sublime en América. Un pequeño océano sus-

pendido en el tiempo y rodeado de numerosas leyendas que encienden
las visiones ancestrales en todo aquel que se aventura a navegar sus
heladas aguas. Ahora entiendo porque sentía tantas ganas de estar
aquí. A la distancia parece como si nunca hubiera sucedido: un en-
cuentro enigmático donde no hicieron falta palabras.

¿Cómo poder describir un legado tan antiguo sino a través del

mismo paisaje? Las mismas montañas cobran vida. Laberintos de
piedras (Chinkanas en lengua Quechua), que con sólo estar nos per-
miten rememorar esa paz original; sentir el laberinto en el que esta-
mos, y al caminarlo de forma concreta, lograr resolverlo y encontrarse
132 133
dentro de él. El respirar hondo llenando el pecho de cordura y tranqui-
lidad. Un entorno maravilloso, con real sentido de la palabra. Un paso
lento que va desencadenando pensamientos paradigmáticos. ¿Será
posible construir un mundo nuevo? ¿Qué podemos hacer nosotros para
lograrlo mientras estamos aquí, vivos?
Silencio y más silencio. El lago está vivo. Su inabarcable
horizonte eleva la frecuencia de quien se permita descansar por un
instante. Soltar la carga se hace fundamental. Entonces es el vacío
contenedor que vuelve eterno cada momento; una ola de frío húme-
do que llega con aroma a eucaliptos. Y a lo lejos un fuego tibio, que
se escucha chispar, junto a la emoción de encontrarse con ese amigo
del camino. Por la noche las estrellas vuelven imposible de evitar el
entrar en la incógnita profunda sobre el propósito que nos trae a la
Tierra. Es la arena que se vuelve compañera, reflejando esa infini-
tud de puntos luminosos ¿Cuántas galaxias estoy observando en este
momento? ¿Cuántos planetas distantes estarán brillando hoy, dentro
de mis ojos? Una lágrima desciende por la mejilla dando inspiración
a un nuevo verso. Otra bocanada de aire fresco que se sumerge en el
interior de mi cuerpo y me hace recordar que estoy siendo parte de un
lugar mágico. Por segunda vez en la vida puedo tocar el cielo casi con
las manos. Sentir que cada uno de los 4.000 metros de altura en los
que estoy parado me levanta hasta poder acariciar el techo del mundo.
Atesoro en mi pecho aquella sensación, mientras me pregunto
si de verdad me lo merezco. Y es que estoy donde siempre he querido
estar y ahora no se bien qué se supone que tengo que hacer ¿Se supone
que debo hacer algo más, además de contemplar este espacio que me
recibe de brazos abiertos? Creo entender que sí, que hay una razón y
un motivo que me guiaron hasta aquí. El Titicaca me habla en su
lenguaje milenario. Me cuenta que espera siempre, con muchas ga-
nas, a todas aquellas almas intrépidas, viajantes apasionados de la
vida. Puedo expresarle mi gratitud de poder estar allí. Me dice que deje
de alardear. Me estaba esperando. Me inclino ante su rostro invisible,
y le pido que me ayude a recordar, que me cuente que pasó allí. Oigo
llantos, y siento que muchos seres me acompañan. De repente estoy
134
rodeado de Guardianes. Ellos me saludan y me hacen señas.
_ Relájate; está todo bien. - Escucho una voz que me muestra
un camino. Sin dudarlo un instante la sigo. Y es que no tengo al-
ternativa, su dulzura me envuelve y me hace crecer en confianza.
La oscura noche no es un obstáculo para atravesar por los pequeños
bosques que rodean la isla, y continuar subiendo por sus ondulantes
cerros. Llego hasta el extremo de una de sus puntas y el inmenso espejo
se fusiona con mis aguas internas. O más bien, son mis aguas las
que comienzan a resonar en el mismo pulso armónico que emiten las
aguas del lago. Digo ¡GRACIAS!
Es allí cuando el espíritu del Titicaca me traspasa por com-
pleto. Pierdo toda duda y me siento desnudo frente a su majestuosa
liviandad. Estoy por dejar que me lleve hacia sus profundidades y
así sucede. Y al ser absorbido por una luminosidad deslumbrante mi
mente deja de pensar, y por unos pocos minutos creo desvanecerme y
pasar a otro estado. Sin embargo, continúo mirando las montañas.
Algo inexplicable pasó, y sin poder tomar cuenta de ello regreso a
donde estaba: al inicio de dicha experiencia, con los pies fríos sobre la
arena inhalando ese aire fresco que me vuelve el alma el cuerpo. Por
encima, la Cruz del Sur (Chakana en lengua originaria) alineando
mis ideas con la Fuente Cósmica, y me pregunto si algo tendrá que
ver en todo esto.
Regreso a la habitación donde estaba hospedándome. Ya sien-
to el cansancio del día y sé que cuando salga el sol tendré una ex-
tensa jornada por delante. Cierro levemente los ojos y ya la sensación
de estar en casa se hace más fuerte aún. Me siento acompañado. No
pude dejar de recordar que estoy en tierras sagradas. Pensar que
aquí se tejió el sol y se enamoró la luna de su cálido despertar. Aquí
comenzó una historia que nos tiene como protagonistas a todas las
almas nobles que buscamos el Nuevo Tiempo. Cierro los ojos por com-
pleto, y ahora sí, me siento en Dios.
135
 Caminar una Ruta Sagrada
Llegamos el día 3 de agosto por la tarde a la zona norte de la
Isla del Sol luego de navegar el lago sagrado con el viento golpeando
el rostro. Durante los 60 minutos que estuvimos arriba de la embarca-
ción el Titicaca nos fue regalando hermosas postales. Junto con otros
viajantes de todo el mundo compartimos dicho trayecto, disfrutando
del recorrido por los aguas cristalinas del lago navegable más alto del
mundo, y es que da gusto decirlo y volverlo a decir, ya que el Titicaca o
Titekjarka, en lengua nativa, está vibrando en una frecuencia muy alta.
Es el resto de un lago más antiguo que ha ido retrocediendo hasta su
extensión actual. Durante su historia el lago ha sufrido muchas altera-
ciones. En los últimos 11.000 años ha estado hasta 50 m bajo el nivel
actual, con aguas saladas; y recién hace 3.600 años el agua se volvió
dulce y se restableció la conexión entre lago mayor y el menor. Entre
los últimos 2.000 y 1.000 años el lago adquiere su estado actual y se
forma su efluente, el Desaguadero. “El fondo de este lago ha perma-
necido hasta ahora más secreto que la superficie de la luna”, explicaba
Jacques Cousteau en 1968, luego de realizar la tercera exploración ar-
queológica subacuática en la historia del lago Titicaca.
Al pisar nuevamente tierra conectamos con uno de los grandes
Eucaliptos que según lo que sentí, ofician de guardianes del lugar. Sus
copas nacen bien en lo alto a diferencia de los eucaliptos que se pueden
ver en los bosques Argentinos. Ese árbol nos recibió con gran apertura.
Juntos nos sentamos a meditar a sus pies y fue instantáneo el enlace
con el lago y su espíritu, con las montañas a los lejos y con la isla, perci-
biéndola con toda el alma. Mientras caía la noche el cielo limpio dejaba
ver las primeras estrellas. El día anterior me había apunado, sin em-
bargo ya estaba completamente recuperado. De todas formas, decidí
reposar un rato y aprovechar para recapitular parte de lo vivido hasta
el momento. Juan Pablo aprovechó para salir a pasear y alimentarse.
Pasados unos minutos, tal vez horas, (difícil registrar el tiempo) volví
a incorporarme. La pequeña habitación donde estábamos hospedados
no era del todo agradable, por lo que prontamente me vestí y salí a dar
una vuelta. A pocos metros se encontraba la playa, y caminando unas
136
2 cuadras, comenzaba la escalada hacia lo alto de la isla, que llevaba
a uno de los centros ceremoniales más importantes del lugar. Allí nos
dirigimos con Juan Pablo en medio de la profunda oscuridad, ya que la
luna aún no salía (estábamos en la época de la luna menguante, y re-
cién cerca del amanecer se asomaría en el firmamento). Mientras me-
ditábamos en uno de los claros del bosque apareció un muchacho de
nacionalidad chilena, que muy amablemente nos invitó a acompañarlo.
Intentamos intercambiar algunas palabras, pero el entusiasmo de mi
parte me llevó a emprender una veloz caminata adelantándome a am-
bos. El “compañero nocturno” se despidió y se dirigió hacia uno de los
tantos archipiélagos que se proyectan desde la isla hacia el lago. Noso-
tros seguimos andando. Debo confesar que me sentía algo inquieto, tal
vez demasiado expectante por lo que podría llegar a pasar estando de
noche en este lugar tan misterioso y enigmático. Tenía la idea de que
podría llegar a presentarse algún encuentro, alguna aproximación con
entidades y seres de otras dimensiones o planos de conciencia. En el
año 2011, en la Provincia de Córdoba, con un grupo de varias perso-
nas habíamos sentido la presencia de unos seres de pequeña estatura
que se presentaron alrededor nuestro en medio de las mantralizacio-
nes que veníamos realizando. Algunos de los participantes sentimos su
energía rodeándonos (estábamos dispuestos en círculos). Lo que pude
percibir fue que ellos se encontraban allí junto a nosotros pero no los
podíamos ver. Sabía que si abría los ojos no iban a estar allí, sin embar-
go, su contacto no era simplemente físico, o más bien, era físico, pero
no dentro del plano físico en donde nos encontrábamos nosotros. En
ese momento no entendía lo que estaba pasando y me permite dudar
de la experiencia, salvo que al compartirlo abiertamente con los demás
compañeros, ellos habían sentido lo mismo, lo que me dio la pauta de
que no estaba siendo algún tipo de imaginación o simple deseo de vivir
algo especial. Estas pequeñas criaturas amigables y amorosas se acer-
caron a nosotros compartiendo una energía proveniente del centro de
la tierra. Algunos los conocen como Sunkies, y guardan un mensaje de
perdón para la Humanidad. La cuestión es que nuevamente mi cabeza
intentaba interferir en el proceso de reconocimiento que estaba atra-
vesando. Lo describo de este modo, ya que si bien los pensamientos
nos pueden ayudar a ordenar y organizar nuestro trayecto, contribu-
137
yendo en definir las pautas, objetivos y tareas a realizar, en este caso,
sentía que mi ansiedad por vivir algún tipo de experiencia especial co-
menzaba a perjudicarme. Y Juan Pablo, que en ese momento estaba a
mi lado, también lo sentía.
Fue entonces, que luego de llegar a una zona bastante empedra-
da, decidimos sentarnos para conversar, y ver qué estábamos sintien-
do. Le compartí abiertamente mi deseo, y escuchando atentamente,
Juan me trasmitió su punto de vista. Caminamos unos metros procu-
rando regresar al camino original y pudimos reconocer que nos encon-
trábamos en el centro ceremonial de la Intiwatana. Allí aprovechamos
para estar en silencio por un breve momento, y volvimos caminando
lentamente en dirección hacia la playa. En el trayecto, nos topamos
con algunos carteles donde se explicaba el propósito de estos espacios
sagrados, y el rol que cumplían para las comunidades de la isla, para
los pueblos que habitaron antiguamente esta región del altiplano. Fue
grande nuestro asombro al darnos cuenta que nuestra experiencia allí
estaba íntimamente relacionada con el propósito de dicho templo. Sin
saberlo, vivimos una experiencia de liberación, algo así como un con-
fesionario andino. Juan Pablo había oficiado de sacerdote escuchando
mis disculpas y recibiendo mis “penas”. Lo cual coincidía con las cere-
monias que allí tenían lugar originalmente. Leyendo el libro “AURORA
Esencia Cósmica Curativa”, del filósofo Brasilero ya fallecido Triguei-
rinho, me encuentro con que este mismo proceso de confesión, que es
tan conocido a través de la iglesia católica, es parte de una necesidad
de las almas para habilitar su cura interior. Comienzo entonces a re-
conocer códigos comunes entre lo cósmico y lo terrestre. Se presenta
con claridad la relación entre las culturas nativas y los mensajes de los
Guías de las Estrellas. Estaríamos frente a una misma instrucción, co-
nocimiento y sabiduría. Estaríamos siendo puentes, y adentrándonos
en un camino iniciático muy antiguo. Es aquí donde nuevos paradigmas
florecen. ¿Nuevos? Sin duda que hay algo inédito. De todos modos, en-
tiendo que lo que cambia es nuestra conciencia al pasar por similares
acontecimientos. Es parte de lo que nos legaron los Mayas a través de
su gran conocimiento del tiempo. La historia y la esencia uniéndose.
Fue entonces que entendimos que no vimos nada afuera. Nin-
138
gún ser se presentó. Sin embargo, conectamos espontáneamente con
el aprendizaje de dicho templo. Sentimos algo importante en nuestro
corazón. Y de vuelta el mensaje era claro: primero contactarse ustedes.
El 4 de Agosto amanecí con muchas dudas. Estar allí implicaba
una gran transmutación, por lo que fue prioridad mantener la calma y
dejar que las cosas se acomodaran por sí solas. Estaba muy distraído
por mis emociones y pensando sobre qué debía y que no debía hacer.
Sentía la presión del compromiso. Un compromiso del cual tampoco
entendía de qué se trataba. Luego de caminar hacia el lado Sur de la
Isla resolvimos que cada uno iniciara su tarea en soledad. Por lo que
ambos terminamos recorriendo de punta a punta toda la isla pero cada
uno a su tiempo, siguiendo una ruta de siglos construida por los incas
y seguramente por civilizaciones anteriores también. Y algo fue suce-
diendo en ese andar, en esa peregrinación que nació del corazón, de la
necesidad de entregarse a descubrir y a recibir lo que en estos lugares
se percibe como un aroma dulce en el viento.
En varios momentos del camino, con el sol pegando en mi rostro
fuertemente, me detuve a conectar con las montañas. Repentinamen-
te, un gran torbellino de energía se proyectó delante (Juan Pablo ya
había visto a los jotes describir una espiral en su vuelo) y ahora aparecía
el viento, también enseñando la espiral. En ese instante sentí una gran
alegría, sabía que no era más que un simple viento. Mirando frente al
inmenso lago, que parece un mar, recibí un mensaje de los Guías, tras-
mitiendo sobre la relación que las diferentes Razas del Cosmos han
mantenido con la humanidad, donde muchas veces hemos sido mani-
pulados y atemorizados para no creer en nosotros, lo que ahora debe
ser sanado y así permitir la integración de los seres de las estrellas en
nuestro mundo. El mensaje hacía hincapié en la importancia de mane-
jar sabiamente nuestra energía sexual, que no es simplemente tener
sexo, sino comprender su importancia en el proceso creativo, y en la
capacidad de dirigir nuestras vidas a través del acto de la voluntad.
Permanecí unos minutos apoyado sobre el suelo rocoso como querien-
do penetrar en la tierra, como buscando quedarme allí para siempre,
en esa soledad que te empuja decididamente a hacerte cargo de tu
139
realidad interna. Sentía muchas emociones: bronca, miedo, angustia,
frustración, rabia, desolación. Sabía que seguir la ruta iba a llevarme a
comprender. Por ello no dejé que todas esas emociones me tomaran,
iba paso a paso reconociendo, pero sin apegarme, sin otorgarle toda mi
atención. Observar sin negar, sin juzgar, sin evadir lo que me pasaba, lo
que sentía. Intensidad.
Cerca de las 5 de la tarde fui llegando al otro extremo de la isla, al
lado norte, donde se encuentran importantes puntos de poder: un gran
laberinto, piedras sagradas y un altar. Entré al laberinto y sentí como
la energía descendía. Luego de estar tanto tiempo bajo el sol, llegué a
un lugar fresco dentro de este laberinto llamado Chinkanas. Éstos se
encuentran distribuidos a lo largo y ancho de todo el territorio andino,
y encierran importantes misterios. Según diversos investigadores, al-
gunas de estas Chinkanas cumplirían la función de entradas al mundo
subterráneo, ya que lo que se ve en la superficie es solo una pequeña
muestra de lo que las civilizaciones antiguas han realizado por debajo
de la tierra con el objetivo de conectar distintos puntos y enclaves de
esta región del mundo. Uno de los más reconocidos y relevantes de es-
tos túneles se halla en el Koricancha, en Cuzco, en el recinto que hoy se
conoce como el convento de Santo Domingo. Desde aquí habrían par-
tido los sumos sacerdotes cuando los colonizadores quisieron tomar
el oro inca. Estos sabios retiraron a tiempo la herramienta sagrada y la
llevaron hacia la selva, me refiero al ya mencionado Disco Solar que se
encuentra ahora en el Paititi.
De repente era como estar en casa. Al ingresar a la Chinkana
todo mi ser entró en un estado de profunda paz y tuve la certeza que
la tarea había sido realizada. Seguí deambulando por unos minutos en
el lugar, y luego retrocedí en mis pasos hacia una especie de mirador
natural donde habíamos estado la noche anterior, y el cual había lla-
mado mi atención ya que tenía una vista privilegiada del lago. En ese
momento pregunto la hora a unos caminantes que iban delante: 17:20.
Me dirigí hacia la punta del mirador y saqué la quena que llevaba en mi
morral para sellar con algo de música ese momento tan especial que
estaba viviendo. Para mi asombro, dos jotes salen debajo de los peñas-
140
cos, y se elevan por sobre mi cabeza. La conexión con su presencia fue
inmediata. Emoción. Fue la confirmación de que algo se había genera-
do, que la fuerza de la naturaleza estaba acompañando. Dieron unas
vueltas y cada uno se proyectó como flecha en direcciones opuestas,
mientras los tonos de la quena se expandían por los aires.
La tarde caía en la isla y mientras la mayoría de los visitantes se
dirigían a ver la imponente puesta del sol, yo fui descendiendo hacia la
playa para refrescarme y zambullirme en las aguas casi cristalinas de
este inmenso lago que me recordaba al infinito y a las profundidades.
A pesar del frío y de las bajas temperaturas debido a la fecha en la que
nos encontrábamos, pronto el cuerpo se aclimató y pude disfrutar un
rato hasta que los últimos rayos se despedían por detrás de los cerros,
invitando al misterio y dando lugar a un cielo poblado de estrellas. Comí
unas manzanas y me tiré a dormir. Estaba agotado.
Bajo la guía de Venus
Los indios americanos, como también otros pueblos nativos
de América consideran a Venus, la Estrella del Alba, como un cuerpo
celeste muy importante. Y éste también (Estrella del Alba) es uno de
los tantos nombres que se asocian con la figura de Jesús. En el mundo
andino este planeta tan cercano a nuestro mundo, no es pasado por
alto, tiene una gran influencia en su cosmovisión. Estando ahora en un
lugar tan sagrado para estas culturas, estos conocimientos se iban ma-
nifestando de forma más clara, como parte viva de la experiencia que
estaba realizando, del viaje que me llevaba a despertar algo profundo
de mi interior. En mis meditaciones previas al viaje había recibido di-
ferentes tipos de información de los Guías Cósmicos y también de los
Maestros Intraterrenos. Ellos me compartieron ciertos mensajes que
se fueron confirmando durante el viaje. Una de estas visiones que me
trasmitieron fue respecto a que: “será necesario un profundo sueño para
despertar y ver la brillante luz en el cielo azul”. Durante mis reflexiones
pensaba que esta frase podía estar referida a una nave de los Mayores
que podría aparecer en algún momento de mi andar por Bolivia, quizás
como muestra de su apoyo o confirmación de alguna tarea realizada.
141
Sin embargo no fue así. Este símbolo, el de la brillante luz en el cielo
azul, ya se había presentado en mi charla con Fernando: era Venus, de
tanta importancia en el camino iniciático de los Amautas. Sin embargo,
no había caído en la cuenta de ello, y de la conexión que tenía toda esta
experiencia con la estrella que sale primero en la noche y se va última
en la mañana.
Así fue como luego de un sueño profundo, de haber “caído muer-
to” por la labor realizada en la Isla, desperté temprano en la mañana y
al salir de la habitación siento el llamado cautivante de la brillante luz
en un cielo totalmente despejado que me invitada a recodar, a sentir la
conexión con su energía de amor en medio de un amanecer refrescan-
te. Era Venus.
La primera lancha de la mañana estaba por salir, eran casi las
7:30. No era la lancha turística, sino la que utilizaban los habitantes de
esta parte de la isla para ir hacia Copacabana en busca de provisiones
o bien para realizar sus actividades cotidianas. Como mi intención era
llegar ese mismo día a la Ciudad de Puno y visitar las Chulpas de Si-
llustani (era 5 de agosto), no tenía mucho margen de tiempo (los movi-
mientos por tierra en Bolivia son realmente impredecibles; por lo que
cuanto antes saliera en dirección norte hacia Perú, más garantizada
estaba mi llegada a Puno y luego a las Chulpas). Tomé mi mochila, me
despedí rápidamente de Juan Pablo y me sumergí por completo en esta
nueva etapa del viaje, con la luna y el sol en pleno contraste. Un paisaje
bellísimo con los picos nevados de los Andes como Guardianes.
Intenté quedarme un rato en la parte superior de la lancha to-
mando unas imágenes y saludando la salida del sol, más el frío y el agua
que salpicaba era tan intenso que al rato descendí y me quedé cantan-
do para mis adentros, escuchando las conversaciones en lengua Ayma-
ra que tenían un grupo de mujeres.
A la distancia veo cómo todos los símbolos, los mensajes y las
señales se fueron cumpliendo con una sincronicidad asombrosa, que
en su momento me hubiera sido imposible de comprender, pero que
142
ahora puedo notar cómo tenían un sentido e iban acompañando las di-
ferentes etapas que el viaje tendría. Dejaba la Isla del Sol bajo la Guía
de Venus, influenciado por su luz azulada y por su mensaje relacionado
a la elevación de la conciencia. Comenzar a interpretar de otra forma
la figura de Jesús y su mensaje, no sólo como la fe cristiana me enseñó,
sino como el pueblo andino conserva en sus tradiciones, en su forma
de relacionarse en la naturaleza y de experimentar lo divino. Y creo que
esta es una de las principales enseñanzas que Los Andes ha desper-
tado en mi interior: Saber que El Mensaje de Jesús está vivo en Los
Andes. Que tiene relación con “La Vibración Cristo” y con el hecho de
ser Seres Cristales. Aconsejo en esta investigación conectarse con el
trabajo de Ricardo Rojas, su libro, “El Cristo Invisible” es fabuloso para
desentrañar nuestra idea occidental de la religión y el concepto del sal-
vador del mundo, mesías o enviado. ¿Qué tan cerca estamos nosotros
de los dioses? Venus nos enseña que más cerca de lo que creemos. Pero
que para ello tenemos que prepararnos. Las intensas energías que es-
tán ingresando a la tierra podrían llegar a perjudicarnos, por ello los
Hermanos Mayores nos recuerdan constantemente la importancia de
alinearnos con el centro de energía planetario o corazón de la Madre
Tierra. Trabajar nuestro enraizamiento, ya que así como los árboles, los
seres humanos también poseemos raíces. Para fortalecer el anclaje de
la luz que somos capaces de recibir e irradiar precisamos que nuestras
raíces sean fuertes. Conectarnos con los árboles es un ejercicio simple
que nos ayuda a este enraizamiento y que nos brinada una descarga
hacia la tierra de aquellas energías negativas que sin darnos cuenta
podemos estar acumulando en nuestro sistema energético. Por esto
mismo ir a la naturaleza es una excelente terapia y necesidad básica en
estos tiempos. Caminar descalzos, contemplar el paisaje y abrirnos al
silencio.
143
 SILLUSTANI
SANTUARIO SOLAR

“Estas semillas brotan con su frecuencia de paz

aguardando el momento de trascender,
gracias al impulso que llevan,
las resistencias de la dimensión mental
que existen en su mundo
para interiorizarse así en sus conciencias.
Para ello, deben meditar y concentrar su atención
en la luz cristalina del Gran Centro Galáctica,
de donde provienen los nuevos
códigos solares para estos tiempos;
patrones de conducta que ya están en resonancia
y que deben integrarlos y unificarlos
en sus centros de energía o chakras.”
Impulo Intraterreno 5

Durante el Solsticio de Junio, del 21 al 24 de este mes, se cele-

bra el año nuevo andino. En la Ciudad de Buenos Aires, un grupo de
personas se reúnen durante toda la noche frente al fuego para darle
la bienvenida al Nuevo Sol. Allí, me encuentro con Viviana, quien había
visitado en dos oportunidades este sitio arqueológico del Perú. Ella fue
quien me motivó a llegar hasta allí, contándome sus experiencias y faci-
litándome información sobre ciertas prácticas budistas donde se hace
mención del fenómeno químico que sucede en nuestro cerebro al estar
en lugares ausentes de la luz del día.

En el libro se narra cómo durante años se han buscado santua-

rios naturales en zonas con montañas donde retirarse y llevar a cabo
una “experiencia de iluminación sensorial”, la cual está avalada por ex-
tensos estudios científicos que demuestran la reacción que tiene las

144 145

Lago Umayo, Puno, Perú. Su enigmática isla irradia una energía muy especial, y
da a impresión de ser un lugar de encuentro o bien plataforma de aterrizaje. Es el
escenario perfecto para una película de ciencia ficción del Fenómeno OVNI.
principales glándulas que coordinan la actividad cerebral, como lo
son el hipotálamo, pineal y pituitaria, al exponerse durante un tiempo
prolongado a la oscuridad total. La búsqueda de estos recintos, que
emulan el interior de la Madre Tierra, ha sido del interés de distintas
Tradiciones Espirituales para sus rituales, por esta peculiar cualidad
de inducir una percepción expandida de la conciencia humana. Son
prácticas milenarias, así como lo es el ayuno o los retiros de silencio.
Sillustani, cuenta con dicha cualidad. Aunque no podemos afirmar que
sus Chulpas hayan sido diseñadas para ese fin, ya que en sí, lo que
sabemos es que fueron tumbas. Allí se encontraron cuerpos de altos
mandos de las comunidades. Pero, ¿Qué relación podemos encontrar
entre el canal de parto y el canal de la trascendencia? Reflexionemos
sobre ello. Mi experiencia en Sillustani tuvo que ver con ese proceso
de renacimiento a través de unirse nuevamente a la energía del Pa-
dre-Madre. Al tomar estos espacios oscuros como úteros de la Madre
146
Tierra, nos dirigimos con el fin de conectar nuevamente con ese mo-
mento tan sagrado y único de la vida que es nuestro nacimiento. Creo
que aún no somos del todo conscientes en nuestras sociedades de lo
trascendental de ese momento. Que en sí, ya es una primera muerte,
puesto que pasamos de un estado al otro. De una situación de comple-
ta saciedad de nuestras necesidades, a un mundo donde comenzamos
de un momento al otro a necesitar y demandar atención para sobrevi-
vir. Dentro de nuestra Madre comenzó nuestra programación, y aho-
ra, al realizar estos rituales en lo oscuro, podemos recordar y volver a
nacer. Reprogramarnos. Quien lo ha realizado sabe del poder de dicha
ceremonia.
Vale mencionar que ese 24 de junio, cuando me encontré con
Viviana en el Inti Raymi, fue Juan Pablo quien me “despertó de un
sueño”. Eran las 4 de la mañana cuando desperté gracias a su voz. Me
decía que me estaban esperando en la ceremonia para recibir el Año
Nuevo, que no dude y que vaya. A pesar del intenso frío de invierno y
de las ganas de quedarme en la cama un rato más, la experiencia oní-
rica había sido tan real que no reparé demasiado en lo externo y salí
rápidamente para la Reserva Ecológica donde estaba teniendo lugar
el encuentro. Allí el enlace. Allí la sincronía, a través del movimiento.
Muerte a las Viejas Creencias
Volvamos un poco para atrás. Aún no me encuentro en Sillustani.
Estoy aún en la embarcación regresando de la Isla del Sol con la emo-
ción de estar por dirigirme a lo que sentía era uno de los puntos más
importantes del viaje. Cuando desembarqué el pueblo estaba de fiesta.
Esa noche se celebraba el día de la Virgen de Copacabana, festividad
que congrega a personas de todas partes que se acercan para venerar a
la Virgen y dejar sus rezos, subiendo al cerro del calvario durante la he-
lada velada del 5 de agosto, en una caravana que parece interminable.
Tomé un jugo, compré unos panes y me subí a un micro que me
dejaría en Puno cerca del mediodía. Las claves numéricas me acompa-
ñaban en esta nueva etapa el viaje. Éramos 24 pasajeros en el vehículo,
147
y al momento de registrarme mi lugar dentro de la lista fue el 22. Pasa-
mos el puesto de migración rápidamente y pronto estuvimos en la ruta
que bordea el Lago Sagrado. A pesar del cansancio hacia fuerza para no
dormirme y poder disfrutar del hermoso paisaje, con el lago de un lado
y pequeñas elevaciones del otro. En un momento del trayecto emergen
del terreno unas formaciones rocosas realmente atrapantes, diferen-
tes a todo lo que se puede ver en la región, como si correspondieran
a otra época geológica. Allí, a unos pocos kilómetros de la ciudad de
Juli (la Nueva Roma como se la conoce popularmente) se encuentra la
misteriosa Puerta de Hayumarka, la cual estaba dentro de mis lugares
para visitar, sintiendo interiormente que allí podría conectarme, pedir
y agradecer por todo lo que venía y todo lo que el viaje iba a dejar gra-
bado en mí. Llegaría a la mágica puerta por la noche, luego de ir a las
Chulpas.
Puno me recibió con un cálido sol. Llegué a la estación terminal y
contraté la excursión a las Chulpas de Sillustani. Dejé la mochila en un
guarda equipaje y salí a caminar un rato por las calles. Sentía que debía
realizar alguna conexión antes de partir para el “presunto” cementerio
pre-inca. Llegué a una pequeña plaza y estuve irradiando desde allí a
toda la ciudad, conectando con la labor que tuvo lugar en la Isla del Sol
y llevando esa energía a todos los puntos que venían a mi mente. Me
enfoqué sobre todo en las personas, en aquellos seres que están ne-
cesitando fortaleza y unidad, claridad para sus vidas y sanación. Pude
sentir como comenzaba a entrar en un estado de contemplación y a
través de los mantras fui elevando aún más mi frecuencia vibratoria.
Seguí caminando hasta llegar a la Iglesia principal de Puno. Sabía que
allí debía continuar enfocando mi energía, llevando toda la conciencia
que irradia el lago y lo que la experiencia en la Isla del Sol había desper-
tado en mí interior.
Estos edificios históricos guardan mucha información, registros
y memorias que al ser recordadas reactivan los procesos necesarios
para la liberación de nuestros pueblos. Son lugares que sin duda fueron
puestos allí por alguna razón, y que hoy es vital que reconozcamos y
resignifiquemos, contribuyendo a elevar su frecuencia y destrabar tan-
148
ta energía atrapada en sus paredes y cimientos. Todo en la creación
nace a través de un propósito. ¿Cuál fue el fin que sostuvo la iglesia a
través de la conquista? Aquí vemos como los intereses políticos, eco-
nómicos y religiosos se mezclaron para dominar a las culturas ances-
trales. El gran genocidio que fue la conquista de América dejó huellas
en los corazones de este territorio. Hoy es tiempo de trasmutar toda
esta energía de guerra que se comenzó a proyectar desde Europa con
las Cruzadas o Guerras Santas. Esa información, es un código que se
implementó como patrón de protección de lo sagrado y que hoy debe
ser transformado, para comprender las nuevas formas, herramientas
y experiencias que nos posibilitan resolver nuestros conflictos huma-
nos de manera saludable, positiva y con ánimo de cooperación y com-
plementariedad de las diferentes fuerzas que nos integran. Mientras
escribo estas líneas estoy por subirme a un avión con destino a Méxi-
co. Allí estuvimos el día 21 de septiembre proponiendo una conexión
con las energías del Sol Central o Hunab-Ku como lo llamaron los ma-
yas. El sentido de encontrarnos a través del acto ceremonial es elevar
la frecuencia planetaria y permitir con nuestra energía, conciencia y
vibración que el símbolo de Chintamani, la piedra que inspiró a Ni-
cholas Roerich a crear el Pacto Roerich de la Paz, se proyecte desde
el Centro de la Tierra como una Gran Semilla de Paz. Y visualizar esa
misma Semilla naciendo en nuestros corazones, sintiendo que somos
paz, que debemos rendirnos al amor y a la sanación, que ya deben
terminarse los enfrentamientos armados de todo tipo y que la úni-
ca guerra posible es en nuestro interior, entre el hombre viejo y el
hombre nuevo. Sentimos y vivimos la Paz Cósmica, la Paz Planetaria
y la Paz en cada corazón. El 21 de septiembre, con este propósito nos
encontramos en la Pirámide de Teotihuacán. Quiero compartirte algo
más respecto de esta nueva concepción de transformación que ne-
cesitamos, para dejar de ser Guerreros de la Luz y comenzar a ser
Embajadores de la Paz, como mencionaban a un grupo expedicionario
que en el año 2007 estuvo en Mongolia conectando con la Gran Her-
mandad Blanca y sus Maestros. Quiero decirte algo que expresa de
manera simple y contundente Antonio Velazco Piña, un escritor mexi-
cano. Él dice lo siguiente respecto de las herramientas de los Acti-
vistas Espirituales: “Conocer instrumentos de ampliación de conciencia
149
que permiten un cambio en la sociedad para que esta sociedad funcione
con un orden que sea acorde al orden cósmico. Estos son los instrumen-
tos y herramienta de siempre: Oración, Meditación, Caminatas Rituales,
Danzas Sagradas, Música.”
Voy a continuar con el viaje de 2012. Me encuentro en Puno
visitando su Iglesia Central. Es 5 de agosto de 2012. Los Hermanos
Intraterrenos, meses antes del viaje, me dijeron que sería necesario
vivenciar una muerte, una transmutación intensa y renovadora para
acceder a la Esencia Solar que estas tierras permiten reafirmar en
nuestros interior. Nuevamente los mensajes estarían acompañados
de evidencias concretas, para que no quedaran dudas; ni las más mí-
nimas.
Estoy subiendo las escaleras para entrar a la Iglesia y exacta-
mente al mismo momento en que doy el último paso me topo con una
fila de gente llevándose un ataúd. ¡Estaban despidiendo los restos de
una persona en el mismo momento que entraba al lugar! Inmerso en
mi asombro voy esquivando a los familiares y demás personas que
participaban de la misa. Pronto, el lugar quedó vacío. Me encontraba
solo en la Iglesia, recibiendo toda esa energía de transmutación que
implica toda ceremonia funeraria. No exagero si les digo que toda-
vía no “caía” ante semejante confirmación. Si bien venía de una “se-
guidilla” de sincronicidades asombrosas, ésta tenía algo especial. Se
produjo con una precisión escalofriante. Me acerqué a un lugar por
detrás del altar donde se encontraba una imagen de Jesús, y me que-
dé meditando allí hasta que una voz a la distancia me advirtió que es-
taban por cerrar y que debía retirarme. Antes de dejar el lugar, tomé
nota de una oración que estaba frente a la imagen del Maestro.
“Oh corazón de Jesús, espejo cristalino en quien resplandece toda
la perfección, concédeme que yo pueda contemplarte perfectamente,
para que aspire a formar mi corazón a la semejanza tuya en la oración, en
la acción y en todos mis pensamientos, palabras y obras. Concédeme la
gracia de resarcir las injurias e ingratitudes hechas en tu contra.”
150
Entendí, a través de este mensaje, que el daño que le hago a mi
hermano me lo estoy haciendo a mí. Fue tan claro que no me quedaron
dudas: Somos un sólo ser experimentando desde distintos puntos de
vista la realidad. El mismo mensaje de Jesús habla de ello, sólo que la
Iglesia lo ha tomado como forma de dominación para las multitudes.
Lamento decirlo con esta crudeza. Ya es momento de romper con estas
cadenas y asumir que el Cristo es parte de nuestra naturaleza, pero
que debemos dedicarnos a cultivar esa relación con su Luz, que en sí,
es Nuestra Luz. Mucho se habla del retorno del Maestro. Debo decirlo,
yo siento que ya está aquí. Y que cada vez son más los seres cristales
que están recobrando esa memoria: “Ser Cristales aquí en la Tierra”,
develando la información y energía que el “infinito” ha depositado en
nosotros, y así terminar de unir e integrar las fuerzas del Cielo y de la
Tierra a través del Corazón. De algún modo, esto es parte del símbolo
de la Cruz. Cargar la cruz entonces no es un acto de sufrimiento. Es
parte de la entrega que invita al ser humano a verse tal cual es, a re-
conocer su personalidad y su ego, pero al mismo tiempo abrirse a su
esencia, conciencia y Real Ser Interno. La Cruz, entonces, deja de ser
un martirio, para convertirse en una herramienta más en nuestra evo-
lución. Pero para ello, debemos comprender la recodificación que está
operando desde del Sol Central. Este impulso, de esta Luz que llega
del Centro de la Galaxia, acelera nuestra capacidad de manifestación.
Lo que implica alinearnos correctamente con el flujo de información/
energía, fortaleciendo nuestro entramado energético, nuestro campo
electromagnético. Y eso es posible si trabajamos conscientemente tan-
to con las energías cósmicas como con las telúricas. Tenemos mucho
por aprender de los demás reinos de la naturaleza en este proceso.
Sobre todo de los árboles. Ellos son nuestros grandes Maestros. Un
canto de las Comunidades Luz reza lo siguiente: “La Humanidad de la
Tierra no ha percibido la Luz, de ese Cristal que la Une con las Estrellas
del Cósmico”. Ojalá que no pase un día más sin unirnos en consciencia
al Centro de Amor de la Tierra. Es tan simple como ello. Las Culturas
Nativas lo sabían. Nosotros lo olvidamos. Ya es tiempo de volver a prac-
ticar la comunión con la Vida en todo nivel. Que sea una buena costum-
bre en nuestras Sociedades.
151
 Elevar la Frecuencia
Di una vuelta a la Iglesia y seguí en dirección al Mirador del
Cóndor, una imponente terraza desde donde se podía apreciar toda
la ciudad de Puno. Era el lugar indicado para elevar e irradiar toda
esta energía que venía impulsándome. Casi sin aliento subí los últi-
mos escalones, apoyándome en las rodillas y mascando coca. Una vez
allí, fue la alegría la que me invadió, mientras me saludaba con unos
estudiantes chilenos que venían viajando desde Cuzco y que ahora
estaban regresando a su país. La energía de Thunupa se unía en este
punto. Así lo sentí, recordando las palabras de Fernando, respecto de
la Ruta Iniciática de este enorme ser que encarnó en esta parte del
continente. ¿Ser Extraterrestre? Carlos Fernandez, terapeuta y con-
tactado uruguayo, recalca al referirse a Jesús, que él era un Terres-
tre Extra. Al parecer, en los Andes ha habido intervención, dentro de
las diferentes culturas, de seres provenientes de distintas partes del
universo. Hasta existen leyendas que hablan de conflictos y guerras
entre estos mismos dioses que instruía a los pobladores originarios.
En el libro “Y conocimos gente de otros mundos” de Carlos Paz Wells,
está relatado uno de los mitos en relación a la Meseta de Marcahua-
si. En su exposición, Carlos da a entender que esos dioses de antaño
eran “Visitantes de otros Mundos”. En Tiahuanaco, por ejemplo, se
menciona la llegada de una mujer denominada la Orejona que venía
de Venus. De nuevo: investiguemos y tomemos esto con cuidado. Lo
que puedo interpretar es que muchos misioneros, caminantes y via-
jeros que recorremos diferentes rutas sagradas de este continentes,
nos vemos de algún modo involucrados con todas esas historias. Y
me pregunto, ¿Cuáles serán los nuevos mitos, las nuevas historias y
arquetipos de una Nueva Tierra? ¿Qué es aquello que nuestras ac-
ciones están dejando guardado en el inconsciente colectivo? Debe-
ríamos al menos pensarlo. Recordemos que la Tierra es una Gran
Biblioteca. Todo lo que la cultura humana desarrolla, todo lo que tras-
ciende nuestro mero acto individual y subjetivo, se torna parte del
imaginario y del mundo simbólico. ¿Dónde es que se graba? Hoy día
los planos mentales y astrales de la Tierra se encuentran colapsados,
152
por ello esta necesidad de liberar información que se encuentra allí
contenida. Hay una cantidad impresionante de viejos programas que
sólo muriendo en nosotros mismos podemos comenzar a liberar para
la Humanidad. Por ello, lejos de fascinarnos con estas historias de la
galaxia, las culturas ancestrales y la nueva humanidad, deberíamos
preguntarnos sinceramente sobre nuestro papel en todo ello.
¿Qué estoy haciendo para elevar mi vibración? ¿Quiero tener
conocimiento, o despertar y convertirme en creador? Esta informa-
ción, sobre nuestra capacidad de intervenir en la Red Planetaria de
Conciencia está validada desde la física cuántica y desde las culturas
ancestrales al mismo tiempo. Jacobo Grinberg, científico mexicano
que desapareció en el año 1994 bajo un enorme halo de misticismo,
grafica de manera estupenda en uno de los libros de su extensa obra,
de título Pachita, esta interacción de la conciencia humana con la
Noosfera o Maya Global, a la que le da el nombre de Lattice. Creo que
sus investigaciones de avanzada deben ser retomadas y divulgadas
con urgencia, ya que nos presenta de manera clara el fenómeno de la
telepatía y el campo unificado de conciencia. A medida que nos vamos
adentrando en la investigación de estos fenómenos de la percepción
humana, nos seguimos encontrando con estudiosos que de manera
contundente ponen en evidencia la tal popular frase: “Todos somos
Uno”. Según los indios Qéros, y no está demás recordarlo, nos encon-
tramos siendo la séptima generación, y es ésta generación la que “car-
ga” con la responsabilidad de comenzar a sanar todas las experiencias
anteriores, de cara a un nuevo escenario. ¿Qué sueño queremos so-
ñar? Sería una de las preguntas que nos podemos hacer. ¿Cómo im-
pacta toda esta información en mi vida cotidiana? ¿Puedo abrazar a
quien me odia, y amar a quien me dispara con sus palabras las peores
energías? ¿Estoy en condiciones de trasmutar mis miserias y perdo-
narme? ¿Hasta qué punto me creo capaz de modificar mi realidad?
Mirador del Cóndor. Ave Sagrada de los Andes. Estamos allí con
hermanos y hermanas chilenos. Los invité a cerrar los ojos y realiza-
mos juntos un rezo pidiendo por la Hermandad de los Pueblos, por el
Amor y la Unidad, para que la luz de un Nuevo Tiempo nos acompañe y
153
oriente, nos guíe en el Despertar y el reconocimiento de la esencia del
Ser Humano. Quedamos impregnados de una maravillosa sensación,
mirándonos a los ojos y sintiendo el poder que se encuentra alojado en
nuestro interior. Nos despedimos y fui descendiendo lentamente las
escalinatas, que por cierto, eran muchas. Parece algo simple, y de he-
cho lo es. Sin embargo, fue conversando con Cyro Etcheverry de Radio
Seres, quien me indicabó que el trabajo no lo hacemos nosotros. Tal vez
vayamos a un lugar y no pase absolutamente nada, sin embargo, el tra-
bajo se hizo igual, si logramos llegar la fecha indicada en el horario indi-
cado con la herramienta o código de anclaje indicado. Es la Conciencia
del Mero Estar que Rodolfo Kusch investigó y revalorizó. En este tiem-
po, su legado, como el de tantos otros pensadores y soñadores del con-
tinente Americano vuelve a tener protagonismos. Estamos a tiempo de
aprender a interpretar correctamente los mensajes de Pachamama, y
los códigos que ella guarda para nosotros. Abya Yala esta danzando,
cantando y riendo. ¿Qué esperamos para afinarnos con su vibración?
En Sillustani. Fuimos 13 personas quienes conformamos la visita
bajo la guía de Roberto (14), quien nos contó sobre el lugar y sobre
los diferentes fenómenos que allí ocurrían. Las brújulas comienzan a
girar sin detenerse cuando son colocadas sobre una de las principales
rocas que se hallan frente a una de las estructuras que se elevan hacia
el cielo; donde eran depositados los restos de aquellos hombres que
pertenecían a los altos cargos jerárquicos dentro de la comunidad o ay-
llu. Estas anomalías electromagnéticas se pueden constatar en varios
de los principales puntos de poder sobre los que se emplazan los tem-
plos y santuarios andinos. Es parte de la información que estas culturas
fueron desarrollando y que hoy en día se encuentra frente a nuestros
ojos para que sigamos comprendiendo la importancia de considerar el
amplio espectro de energías y fuerzas que nos afectan y atraviesan. Me
separé del grupo por un rato para poder meditar al interior de las Chul-
pas. Viviana me había contado la fuerte experiencia que había vivido
estando dentro de estos espacios oscuros. Me acordé de las experien-
cias de algunas tribus nativas que realizan ritos e iniciaciones donde
durante más de 7 días se mantenía en ayunas y a oscuras, atravesando
por un proceso de purificación y renacimiento. Si bien no había ningún
154
indicio de que este espacio tuviera ese fin, sentí que tal vez hoy día pue-
dan estar siendo las chulpas una especie de vehículos para otro tipo de
experiencias. Reflexionado al interior entendía que tal vez la actividad
turística se va quedando sólo con la historia de los lugares (con el pasa-
do), y no se logran dar nuevas interpretaciones y significados a lo que
está sucediendo en espacios tan sagrados de nuestra humanidad, ya
sea en los mismos monumentos o “ruinas”, o bien en zonas cercanas, o
hasta más alejadas (ya que las energías se van desplazando e irradian-
do desde otros epicentros). Mientras estuve dentro de una de estas
construcciones antiguas, el resto del grupo también realizó un trabajo
de sintonía, tomados de las manos y guiados por Roberto. Un fuerte
viento se hacía notar mientras los últimos rayos del sol se fundían con
los pastizales dando un tono de encanto a la tarde. Las Chulpas de Si-
llustani, junto con el Lago Umayo y su más que extraña y cautivante isla,
me invitaron a entregar mi alma al propósito de transmutación. Pedí
por mi purificación y la de aquellos seres que durante años han estado
reencarnando en estas tierras dirigidos por los más elevados propósi-
tos; guardianes y custodios de un conocimiento olvidado que hoy es tan
necesario recuperar como especie, como sociedades y culturas, donde
vemos los altos niveles de violencia y de ignorancia que nos mantienen
anclados en una realidad colectiva de dolor y tristeza, de sufrimiento
y miedo. Estamos siendo testigos del comienzo del renacer de una hu-
manidad que hasta el momento ha estado profundamente dormida, a la
espera de un cambio, sin advertir que ese cambio, esa transformación,
inicia dentro, en cada corazón. En este paraje casi desértico se pueden
ver a lo lejos algunas pequeñas aldeas que se mantienen gracias al tu-
rismo y la actividad agrícola-ganadera, allí estaba yo refleccionando
sobre la importancia del reconocimiento de nuestra trascendencia, de
comenzar a vivenciar la muerte como algo natural y sagrado, como un
paso más dentro de un camino de evolución donde nuestra parte física
y nuestra personalidad es tan sólo un aspecto; la superficie de un ser
multidimensional del cual conocemos, a mi entender, muy poco, y que,
a veces, es simplemente un saber intelectual que no nos nutre por com-
pleto, que no satisface la profundidad de nuestras almas. La Esencia
Solar y los Códigos Solares que tomé conciencia que en este lugar re-
cibía e irradiaba me trasmitían lo vital de enfocarnos en entender, com-
155
prender y atravesar el proceso de re-conexión con nuestro corazón,
puesto que allí se encuentra la llave para acceder a un entendimiento HAYUMARKA
mayor de nuestra existencia. En la confianza de nuestro sentir y en la
intuición, el camino del corazón se me mostraba como la herramienta PUERTA AL CAMINO INTERIOR
para atravesar la Iniciación Solar: la Cristificación del Ser Humano. Me
sentí bendecido por una inconmensurable paz y en agradecimiento por
todos los que estuvieron antes, por todos los que estamos y por todos
los que estarán, por todas esas almas que dejaron y dejan su vida por “El Blanco Despertar los aguarda,
un propósito de Bien Mayor. dibujado en cada piedra
y en cada parte de la naturaleza”
Me despedí de este Centro de Iniciación Solar y “altar al cosmos”, Impulso Intraterreno 6
resonando con la Tierra y sus futuros guardianes: nosotros. Sabía que
se había cumplido un parte importante del viaje. La cual jamás estuvo
premeditada, y que se presentó con total libertad para ser experimen-
tada. Ahora, y frente a la Puerta de Hayumarka, estaría reafirmando mi
compromiso por seguir caminando en esta dirección; trascendiendo y
liberando, despertando cada día un poco más a la Conciencia Interior.

Llegada la noche y una vez de regreso a la terminal de Puno, me

tomé un tiempo para recapitular todo lo vivido hasta el momento. Me
alimenté y tomé algo caliente. Había pasado el día a fruta y agua con
la intención de estar lo más liviano posible, receptivo y vibrante. Lo
que sí me di cuenta luego, al regresar a Buenos Aires, era mi dificultad
para disfrutar de la misión que sentía realizar. No fue hasta hace rela-
tivamente poco, cuando viajé a Sierra de la Ventana en Noviembre de
2017, que terminé de asimilar el “código de luz y amor venusino” o “Lla-
ve Crística 13ava” la cual nos habla de: Aceptar con alegría el compro-
miso de la misión. Ese viaje de 2012, con mi personalidad aún muy acti-
va, fue realmente en base al sufrimiento. Las experiencias y conexión se
cumplieron. Llegué a los sitios indicados y dentro del rango enmarcado
por los Guías, sin embargo, al no estar dentro del patrón del agradeci-
miento, de la alegría y el disfrute dentro de esa misión, las experiencias
no se anclaron correctamente en mi estructura energética. Ello suce-
156 157
de porque el ego aún está interfiriendo. El mensaje y las vibracio-
nes son captados, pero quedan encapsulados en la conciencia. No
pueden salir al consciente hasta que la personalidad llegue al nivel
necesario de entrega y apertura de su corazón. Allí, cuando el ser
logra dar ese salto, recién ahí esa información emerge y termina
de cerrarse el ciclo. Es realmente una poderosa renovación, una
experiencia de goce y de libertad, el saber que se puede caminar
la tierra en plenitud, siendo cuidado por ella, siendo uno también
consciente de la relación con su energía. Así, a cada paso que va-
mos dando, la limpieza, purificación y renovación de los campos de
energía se produce de forma natural. Es la información del cristal
que lo hace posible. El Fuego del Corazón Humano se conecta al
Fuego del Corazón de Gaia y ese Fuego enlaza con el Fuego del Sol.
Continuemos con el viaje. Ya estamos por llegar al final. En
la estación encontré varias personas en sus asientos detenidas en
ese momento de espera que implica aguardar a que se cumpla el
horario de salida de los micros. Conversé con algunas y me mantu-
ve en silencio otro rato indagando en mis adentros. ¿Cuántas veces
nos sentimos en ese momento de espera interminable donde que-
damos suspendidos en el tiempo en un espacio que parece vacío?
Así me sentía por dentro: vacío. No tenía nada en que pensar, nada
que sentir, nada que contar, nada en que creer o imaginar. Así que-
dé luego de visitar Las Chulpas.
Cerca de las 22:00 horas la combi que se dirigía hacia Co-
pacabana trasportando en mayor parte a quienes viajaban para la
festividad de la Virgen me dejó a un costado de la ruta en la zona
donde se encuentra la Puerta de Piedra (Aramu muru o Willka Uta).
Caminé unos 200 metros en completa oscuridad hacia la imponente
construcción ubicada a un costado del lago sagrado. En ese preciso
instante, una estrella fugaz descendió frente a mis ojos en medio
de ese silencio profundo que rodea la zona. No había nadie alrede-
dor. Sin embargo, no me sentía en soledad. Un frío escalofriante me
partía la cabeza. Toda mi columna vertebral estaba electrificada.
No podía soportar esa sensación. De todos modos avancé. ¿Es real
158
esta sensación o yo la estoy creando? ¿De qué tengo miedo? Me di
cuenta que el miedo es como una barrera frente a la experiencia.
Un límite tanto de la mente como del cuerpo.
El frío era intenso. Me senté frente a la roca y me quedé me-
ditando por un rato. No se escuchaba más que el aullido de algu-
nos perros a lo lejos y unas pocas casitas con sus luces se podían
registrar a unos 2 o 3 kilómetros, tal vez un poco más. De repen-
te comencé a sentir una fuerte presencia en el lugar. Alguien me
acompañaba. Volteé hacia los lados y no vi nada. Estaba solo. Hacia
mi izquierda puede notar unas luces color azulado que se proyecta-
ban sobre el descampado. Me moví unos pasos para tener un mejor
ángulo y poder chequear que no fuera alguien que pasara por allí
con su linterna, las luces aparecían y desaparecían súbitamente.
Efectivamente, no eran linternas. ¿Serán los Maestros? Pensé. En
un sueño me habían anticipado que iba a poder verlos. Creo que no
se acercaron más porque aún no estaba preparado para semejante
manifestación. ¿Cómo hubiera hecho para regresar a mi trabajo?
¿Cómo retomar con mis obligaciones familiares, laborales y civiles?
Por dentro sentía que me estaba exponiendo demasiado al miste-
rio. No podía dar un paso más, aunque algo me decía por dentro
que lo haga, que siga caminando.
Cerré los ojos y me proyecté mentalmente dentro de la roca.
Percibí con la visión interna cómo seres de diversas formas y ta-
maños entraban y salían de la misteriosa puerta. Algunos eran gi-
gantescos, otros más pequeños. Los 7 metros de alto y 5 de ancho
que mide este “portón al infinito” no dejaban de intimidarme. Me
enfoqué con gran atención en la respiración mientras seguían suce-
diéndose imágenes y los pensamientos se iban callando.
159
 Todos los mensajes que había recibido previos al viaje comenzaron
a resonar en mi interior:

….Recuerda que el primer encuentro es con tu gran corazón

de luz cristalino…

…La consciencia se expande no sólo cuando creemos y confiamos, tam-

bién cuando acudimos al encuentro con el silencio…

…Entrar en contacto con la Gran Hermandad Blanca es sintonizar con

una Gran Escuela; un núcleo profundo que irradia entendimiento y com-
prensión sobre la vida y sus secretos. El espíritu de la Hermandad Blanca
es sostener la llama de la luz para este mundo, orientando y asistiendo el
proceso evolutivo interno de cada ser que es preparado para conformar
una fila de verdaderos generadores de consciencia y luz para el planeta y
la humanidad...

... Sus espíritus los llevan a encontrarnos como unidos dentro de sus
metas y aspiraciones más profundas, y descubren que se están buscando
a ellos mismos más que a nosotros, y ven que el encuentro con nosotros
es una consecuencia natural dentro de un proceso evolutivo
y de conciencia…

…Comienza un periodo donde el ser humano vivirá una guerra interior,

del hombre externo contra el hombre interno, una necesidad de proyec-
tarse y trascender sus propias limitaciones…

Y finalmente, sentí que la puerta me hablaba:

…Descubre al HUMANO,
que hay en el humano…

Puerta de Aramu Muru o Willka Uta en idioma Aymara, que significa

lugar o casa del amanecer.

160 161
 Esta última frase quedó resonando por mis adentros, y es el día
de hoy que aún sigo preguntándome sobre su sentido más profundo.
Tuvieron que pasar varios años, luego de vivir la experiencia en la Puer-
ta de Hayumarka, para que pudiera ordenar y asimilar lo que sucedió
tanto física como psíquicamente. El lugar me generó una atracción fue-
ra de lo común, y por tal intensidad no puede avanzar y tocarla, ya que
al igual que un imán, sentía que dicho magnetismo entre la puerta y mi
cuerpo me estaba repeliendo, como impidiendo que pudiera acercarme
aún más. Pude ver y sentir con claridad que la puerta oficia de nexo con
diversos lugares tanto dentro como fuera del planeta; sirviendo como
enlace con el cosmos. Ustedes dirán, creer o reventar, pero lo cierto es
que la puerta está allí, y que aún sigue sin haber una explicación desde
la ciencia moderna sobre el motivo de su creación, y de quiénes fueron
realmente sus artífices. Cualquiera que tenga la oportunidad de viajar
y visitar este enclave de poder, debería ir con el corazón abierto y per-
mitirse sentir la poderosa energía que allí se manifiesta.
Pasaron unos minutos. Mi cuerpo estaba comenzando a sentir la
presión del viento y el frío. No tenía el equipo indicado para pasar allí la
noche. No había llevado ni carpa ni el abrigo necesario. El lugar parecía
fuera del tiempo. Algo me decía que este Enclave de los Andes funciona
como un Gran Espejo que refleja lo que el caminante está atravesando
internamente en ese momento, así como también muestra experien-
cias y devela mensajes que nutren su evolución y crecimiento interior.
Me quedé mirando la pared de piedra un largo tiempo como intentan-
do grabarla en mi corazón y en mi mente. Al regresar a mi hogar, con
sólo ver una imagen de la Puerta podía volver a conectarme con toda
esa información. Ya era momento de salir de allí.
En completo silencio me acerqué a la ruta y rápidamente un mi-
cro se detuvo. Pensé en pasar la noche en Juli y volver a la mañana para
la Puerta. No fue posible, y terminé nuevamente en Copacabana. Pasé
el resto de la noche durmiendo en la calle, hasta que salió el sol y tomé
el micro hacia La Paz. Sé que esa acción tan poco planificada me puso
en riesgo. Desde el Rodrigo actual ya no volvería a pasar por la misma
situación, desde mi antigua forma de ver los procesos de misión creía
162
que debían ser dentro del sacrificio y que cuantas más necesidad pase-
mos mejor, para mostrarle a la Jerarquía que estamos comprometidos
con su mensaje. ¡Por Dios! Qué distante de la realidad del proceso de
contacto esa interpretación de mi juventud.
De regreso en La Paz
Era 6 de Agosto, el pueblo Boliviano festejaba un nuevo ani-
versario de su independencia. Las calles de la Ciudad de La Paz es-
taban teñidas de fiesta. Recorrí por unas horas la zona céntrica y
llegada la tarde salí hacia el aeropuerto ubicado en el Alto. El vuelo
se retraso. Llegué a Santa Cruz cerca de la madrugada, tomé un
baño y me acosté en la cama. Katrin me había dejado el cuarto pre-
parado para que pudiera descansar. Al día siguiente tenía mi vuelo
de regreso a Buenos Aires al mediodía. En la quinta todos dormían.
El cielo estaba estrellado y el ambiente se sentía muy agradable,
comparado con el frío desafiante del altiplano. Sentí un profundo
agradecimiento a mi amiga, sus hijos y ex marido, quienes me reci-
bieron como parte de su familia. ¡Regresar al Hogar! Acaso no es
eso lo que todos queremos: Volver a Casa. Y existe alguna sensa-
ción más poderosa que la de sentir que toda la Tierra es parte de
tu hogar, y que podes estar seguro, camines por donde camines,
te encuentres con las personas que te encuentres. Siempre con la
sonrisa y el ánimo alto, abierto a la mirada compasiva y la escucha
fraternal. El mundo nos plantea una coyuntura social, política y cul-
tural teñida de violencia y separatividad, sin embargo ¿Dónde ger-
minan dichas semillas de odio, rencor e indiferencia? Si hacemos
una revisión de nuestras actitudes diarias, y nos ponemos como
ejemplo y muestra de esta Humanidad ¿Qué resultado obtendría-
mos al reproducirnos? ¿Qué semilla se encuentra depositada en
nuestros actos, palabras, pensamientos y sentimientos?
En medio de mi reflexión y estado interno cerré los ojos. Sa-
bía que ahora me tocaba volver a mi “espacio de batalla”, más con
una visión y misión definida respecto de aquello que desde planos
internos se me estaba siendo indicado para fortalecer y liberar. Un
163
propósito que se orienta hacia la labor de mensajero, pero además,
al arte del cuidado, de ser protector de dicha estado de conciencia
que había experimentado. ¿Podré con todo esto? ¿Por dónde co-
menzar?
Un tiempo después…Marzo de 2019. De nuevo en Bolivia.
La concreción de este libro necesitaba que asi fuera, pero también
parte de mi propio “libro interior” lo requería. Algo había quedado
inconcluso, y solo caminando podría llegar a sintonizar con la in-
formación que ya estaba abierta en los planos internos. Traerla a
la consciencia. En esta ocasión, fuimos un grupo que acudió como
Peregrinos hacia el Altiplano, cada uno con un propósito individual
y una misión común que los Guías del Cosmos me habían encomen-
dado a través de una meditación el 1 de agosto de 2018, donde
me indicaban esta fecha, del 21 de Marzo de 2019, como parte de
una serie de activaciones que estaban teniendo lugar en el Planeta,
alineando el Centro de la Tierra, con los Centros Ceremoniales y
Sagrados, la Conciencia de la Humanidad y el Sol Central de la Ga-
laxia. Ni bien subimos al avión, nuevamente rumbo a Santa Cruz,
los Hermanos Mayores me indicaron que tarea deberíamos reali-
zar en Tiahuanaco, ya que hasta el momento, la indicación que tenía
era respeto a la mera presencia. La pauta fue la siguiente: seguir
profundizando nuestra relación con la energía del lago sagrado, el
Titicaca, y enlazar la herramienta del Cristal del Templo Demayon
con otros Centros Ceremoniales de los Andes, para que luego, esta
vibración sea irradiada hacia el resto del Planeta.
El 21 de marzo, estuvimos 6 personas en el Templete Semi-
Subterráneo de Kalasasaya, lugar indicado para realizar nuestra
sintonía. El Guía Oxalc, desde su base en Ganímedes, según me
transmitió durante un sueño días previos en la Ciudad de La Paz,
estaría a cargo de las operaciones.
“Ya han sido preparados, ahora les resta recordar dicha prepa-
ración y decidir de acuerdo a ella.”
Los Maestros del Retiro Intraterreno del Lago Titicaca
164
Cada uno de los participantes recibió una información a nivel
individual, que según nos instruían en las canalizaciones previas al
viaje, activaría una serie de experiencias tridimensionales que nos
darían la posibilidad de ampliar nuestro servicio en relación a la
Nueva Conciencia y Despertar. Los Maestros y Guía podrían se-
guir acercándose a nosotros, en la medida que observarán avances
y maduración interna para corresponder a su Llamado. Esta acti-
vación, por sobre todo, representaría una responsabilidad hacia el
Futuro, que cada uno, de forma individual, iría comprendiendo y
asimilando, para luego volcarlo hacia lo grupal.
En mi caso, quedaba claro que una de las tareas era dar por
concluido este mensaje. Sin embargo, como hablamos también de
una Misión Colectiva, el viaje sirvió como disparador para comen-
zar a visualizar con mayor claridad dicha relación grupal y expan-
siva que los Hermanos y Maestros Intraterrenos nos proponían,
como forma de exteriorizar aquellos códigos que ya se encuentran
disponibles para ser vividos por cierta parte de la Humanidad de
Superficie, como semilla de lo que vendrá.
Estando en Bolivia recibí diversas informaciones que aún es-
toy elaborando. Más hubo un mensaje que recibió uno de los her-
manos que vale la pena darlo a conocer. Me tomé el permiso de
compartirlo, con autorización de Jorge. Fue en Puma Punku, justa-
mente donde en mi primera visita a Tiahuanaco había sentido una
fuerte conexión. Luego de dejar nuestras mochilas en el hotel, nos
dirigimos al museo y allí nos encontramos con Cesar, uno de los
Amautas que viven en el pueblo. El nos recibió gentilmente y nos
propicio una buena tarea. De allí, partimos hacia Puma Punku. Pe-
dimos permiso y sugerí al grupo que se conectará desde el silencio
con el lugar, que lejos de pretender saber sobre su historia, nos dié-
ramos la oportunidad de utilizar las herramientas a disposición que
cada uno tenía para despertar nuestro sexto sentido, y “pedirle” al
lugar que nos muestre aquello que esté disponible para nosotros.
Las mujeres fueron juntas hacia un lado. Eduardo, quien nos acom-
pañaba como chofer, se quedó en un rol más de cuidado y protec-
165

Grupo de
Peregrinos.
Tiahuanaco,
marzo 2019:
Jorge, Liza,
Rodrigo, Laura,
Eduardo y Virginia.
ción; y con Jorge, elegimos un lugar para hacer una meditación. Co-
menzamos mantralizando el Om. Al instante, una voz me dijo que
dejé de mantralizar, que Jorge ya estaba siendo proyectado hacia
la Ciudadela Intraterrena. Abrí los ojos. Miré el rostro de Jorge que
reflejaba paz y percibí que su conciencia estaba sintonizando con
“algo”. Respiré profundo y decidí aguardar todo lo que sea necesa-
rio. Cerca, veía a las mujeres del grupo viviendo una experiencia de
sanación y liberación. Las 3 se acompañan en dicha transmutación,
que estaba ocurriendo especialmente en una de ellas, quien lloraba
y manifestaba un grado de purificación respecto a una serie de re-
cuerdos y vivencias del pasado, que la relacionaban con ese lugar y
con hechos antiguos de la Humanidad. Todo esto lo supimos luego,
cuando nos reunimos los 6 a intercambiar.
Jorge regresó lentamente al cuerpo. Sentí no interrumpir su
estado de calma. Lo miré a los ojos y sonríe. Sabía que algún men-
saje tendría para nosotros. En mi caso, se me pedía estar presente
y sostener al grupo, puesto que mi tarea era a nivel energético en
ese momento, con el objetivo de servir como canal para el trabajo
que se iba a realizar con el Cristal. A través del apoyo del grupo y
de la conexión entre Cielo y Tierra, los 3 mundos se iban a unificar,
dando lugar a la activación de la energía liberadora que estaba lle-
gando. Di el pie a Jorge para que hable. Intentaré reproducir sus
palabras.
166
“Estuve dentro de la Ciudad. Fui recibido por seres de unos 2
metros de altura con cabellos de color rubio y largo. Dijeron ser des-
cendientes de Atlantes. Y que en la zona del lago, se encuentran las
semillas del origen de la vida en el Planeta. Al interactuar con ellos,
les pregunté sobre los motivos de mi viaje, necesitaba saber más en
detalle sobre mi misión y propósito aquí en la Tierra. Ellos muy ama-
blemente me indicaron que en la Superficie habían seres humanos
totalmente preparados para transmitir el mensaje que los caminan-
tes necesitamos recibir. Que iba a tener la suerte de encontrarme con
ellos”.
Lo que prosiguió a este hecho lo reservamos por el momento.
Por sugerencia de los Hermanos Intraterrenos, luego de estar en la
zona durante 4 días, y tras haber recibido una serie de indicaciones
y mensajes sobre la tarea que estábamos realizando, fuimos una
parte reducida del grupo hacia Hayumarka. Esta vez, llegaría de
día. Con tiempo para recorrer la zona y tomar contacto directo con
la puerta, donde volvería a recibir indicaciones, esta vez, respecto
de la necesidad de comenzar a recuperar los valores perdidos y las
costumbres que tornan nuestra realidad un espacio de maduración
de la conciencia. Me indicaron que regresaría nuevamente, cuando
estuviera preparado para asumir una nueva instrucción por parte
de los Maestros. Me dijeron que finalmente se había cumplido con
lo pautado para este ciclo de mi misión, y que ahora, luego de un
periodo de anclaje de ciertas energías, se abrirían los caminos de
muchas almas para despertar a los conocimientos que Los Andes
vienen conservando. Ahora, luego de 7 años, la forma de materia-
lizarlo se volvía más clara. Me hablaron de una serie de ejercicios
que contribuirían al desarrollo interno de la Humanidad. Formas
simples de conectar con las energías cósmicas y telúricas. Que la
instrucción que proviene de esta zona de la Tierra trae aires de re-
novación para la Humanidad, y que serán cada vez más los indivi-
duos que comiencen a llegar a esta parte del mundo en busca de
mensajes.
167
 “No temas por lo que pueda suceder al dar a conocer esta infor-
mación. Nosotros queremos que este mensaje llegue a los caminantes,
porque estos lugares se protegen desde el Amor, y están abiertos al
mundo como Santuarios de Paz. La forma de cuidarlos es poniendo en
práctica lo que les indicamos. Si desean que la Humanidad evolucione
y respete este legado, la manera más efectiva de manifestarlo es con
su propio ejemplo. Los Templos Interiores son recintos sagrados don-
de las Semillas del Origen son conservadas. Para que ellas despierten
en ustedes, una actitud positiva debe vencer al desanimo y al odio. Su
Fe abre todos los caminos. Avancen y pronto verán los frutos de sus
acciones, ante el mundo que intenta ser dirigido una y otra vez hacia
la conquista de un ideal desprovisto de sentido para su alma. Aquí en-
contraran entonces certezas, puesto que nosotros, nos encontramos
delante de principios y leyes que nos invitan a un perfeccionamiento
Tiahuanaco: templete semi-subterráneo Kalasasaya
constante de nuestra energía y voluntad. Somos genuinos y auténti-
cos, como ustedes, algún día lo serán. ”

Regresamos de Hayumarka tarde en la noche. Al otro día, El PLANETA TIERRA guarda insondables misterios sobre su
Laura y Virginia retornaban a la Ciudad de la Paz. Jorge ya había falda, y tal vez, uno de los más grandes, seamos nosotros, LOS SE-
regresado, y a Eduardo lo habíamos despedido hacia ya un par de RES HUMANOS.
días, luego de pasar un día y medio en la Eco Aldea donde es Anfi-
trión, a orillas del lago. Andrea, que también había participado del
Peregrinaje, debió volver a La Paz por cuestiones de estudios y la-
borales. Nos quedamos con Liza dos días más en Tiahuanaco. Allí
seguimos procesando. Nuevamente, así como sucedió en 2012, el
balance final era el mismo. Por sobre estas mágicas experiencias
de “electricidad y magnetismo”, rescatamos con el corazón el grado
de humanidad de quienes nos encontramos en el camino. Personas
que con luz en los ojos nos invitan a ver más allá de las diferen-
cias, y despertar a la Fraternidad y a la Unidad. María, la dueña del
Hostel donde nos hospedamos, nos ofreció su sala para meditar y
juntos estuvimos orando y compartiendo momentos inolvidables.
Realmente, el conectarse desde ese lugar con las personas, ofrece
la posibilidad de soñar con grandes cambios a todo nivel. El secre-
to, tal vez sea dejar de buscar. Para decididamente, ENCONTRAR-
NOS.
168 169
 TERCERA PARTE
El tesoro

170 171
 TIEMPO DE GRANDES
TRANSFORMACIONES
ASUMIR NUESTRO DESTINO COMÚN

“En las Tierras del Sol florecerá una semilla.

“Las fuentres del conocimiento están disponibles
para cada uno de ustedes.
Para ello, primero deben reconocer
ese Portal de Luz que brilla como un fuego ardiente
en sus corazones.”
La cual germinará gracias a vuestra humildad y
paciencia. Hoy, ustedes están aquí encarnados en
la tierra, pero mañana serán otros los responsables
y encargados de custodiar y preservar
su brillante luz y energía cristalina (la energía y luz
que hoy se encuentra en los Andes) donde reside la
semilla de la luz y del Nuevo Tiempo”
Impulso Intraterreno 7

Antarel “Los nuevos guardianes de la tierra vendrán de

occidente, y aquellos que han causado un mayor
impacto en la Madre Tierra tienen ahora
la responsabilidad moral de rehacer su relación
con Ella, después de rehacerse a sí mismos”,

dijo Don Antonio Morales,

un maestro chamán Q’ero.

Hace cinco mil millones de años (5.000.000.000) se estima la

existencia en el universo del lugar que habitamos. La vida inicia en el
agua. Los primeros organismos nacen gracias a la presencia de este
elemento, surgen como parte del medio creado por ella. Luego, el agua,
fue posibilitando la existencia de una atmósfera propensa para la vida
terrestre; lo que llevaría millones y millones de años más.
172 173

Dibujo inspirado en los mensajes recibidos por parte de los Hermanos
Intraterrenos. Colaboración de la artista Viento Alegre.
Es asombroso tomar conciencia que la mayor cantidad del tiem-
po, desde que fechamos el origen de nuestro planeta, la vida se ha man-
174
tenido en estado de latencia. Este Eón (periodo que implica gran exten-
sión de tiempo) abarcaría unos 4.500.000.000 (cuatro mil quinientos)
millones de años. Mientras que el Eón denominado como Fanerozoico,
donde la vida es manifiesta, tiene una duración de aproximadamen-
te 600.000.000 (seiscientos millones) de años. Dentro de estos dos
grandes lapsos de tiempos se suceden las conocidas Eras Geológicas;
puntos de referencia para intentar comprender la evolución de la vida
y visualizar lo que significó, en tiempo físico, llegar al día de hoy, con
tantos movimientos y cambios en la superficie y en las entrañas de este
“pequeño universo” tan particular, donde aparecemos nosotros, los se-
res humanos.
En la Era Mesozoica, de la cual datamos su comienzo hace unos
225 millones de años, el grupo de animales que prevalece son los Rep-
tiles, de los cuales se destacan los tan temibles y gigantescos Dinosau-
rios. Estos últimos, extintos hace más de 65 millones de años. En la Era
siguiente, la Cenozoica, aparece el género denominado de Homo. Para
luego, hace unos 100.000 años establecerse la presencia sobre la faz
de la Tierra de la especie nombrada científicamente como Homo Sa-
piens, a la cual pertenecemos todos los seres humanos.
Ya sé, nos parece que siempre hemos sido parte de esta realidad
terrestre, sin embargo, basta concentrarnos por un momento en esta
dimensión temporal para reconsiderar qué lugar ocupamos dentro de
la trama planetaria. ¿Será que exageramos un poco sobre lo que signi-
ficamos para la Creación? ¿Será posible que nuestros modos de vida
estén tan desfasados con respecto al ritmo natural que lleva el resto
de la vida en el planeta? ¿Cómo imaginar otras maneras de concebir la
evolución y el progreso?
Cambio de Era
En la actualidad, podríamos decir que estamos atravesando por
un cambio de “Era”, donde el ser humano ha llegado a un punto de la
civilización donde relevantes elecciones deben ser tomados, las cua-
les repercuten directamente con la continuidad de la especie. Según el
175
filósofo y teólogo Brasilero Leonardo Boff podemos distinguir dos pe-
riodos recientes, mas no por ello poco significativos en nuestra historia
humana, donde dos prácticas con relación a la Tierra y a sus recursos
limitados están en juego: la tecnozoica y la ecozoica.
Leonardo trasmite lo siguiente:
“En la Tecnozoica se utiliza un potente instrumento, inventado en
los últimos siglos, la tecno-ciencia, con la cual se explotan de forma siste-
mática y cada vez con más rapidez todos los recursos, especialmente en
beneficio de las minorías mundiales, dejando al margen a gran parte de la
humanidad. Prácticamente toda la Tierra ha sido ocupada y explotada.
Ha quedado saturada de toxinas, elementos químicos y gases de efecto
invernadero hasta el punto de perder su capacidad de metabolizarlos. El
síntoma más claro de esta incapacidad suya es la fiebre que se ha hecho
presente en el Planeta. Por otro lado, en la Ecozoica se considera a la Tie-
rra dentro del proceso evolutivo.”
Y continúa con la intención de situarnos, no sólo en el contexto
de la realidad planetaria, sino también, dentro del sistema cósmico del
cual formamos parte.
“Desde hace más de 13,7 mil millones de años el universo existe
y está en expansión, empujado por la insondable energía de fondo y por
las cuatro interacciones que sostienen y alimentan cada cosa. Es un pro-
ceso unitario, diverso y complejo que produjo las grandes estrellas rojas,
las galaxias, nuestro Sol, los planetas y nuestra Tierra. Generó también las
primeras células vivas, los organismos multicelulares, la proliferación de
la fauna y de la flora, la autoconciencia humana por la cual nos sentimos
parte del Todo y responsables del Planeta. Todo este proceso envuelve a la
Tierra hasta el momento actual. Respetado en su dinámica, permite a la
Tierra mantener su vitalidad y su equilibrio”
Sin duda, que ante esta visión, somos llevados a tomar una pos-
tura. La “Conciencia Ecozoica” pretende alinear las actividades huma-
nas con las otras fuerzas operantes en todo el Planeta y en el Universo,
176
para que se alcance un equilibrio creativo y podamos así garantizar un
futuro común. Esto implica otro modo de imaginar, de producir, de con-
sumir y de dar significado a nuestro paso sobre la Tierra. Significado
que pareciera estar perdido, olvidado, oculto y desterrado. Es un ejer-
cicio que corresponde a la Humanidad y al ser humano como individuo,
en sus diferentes formas de organizarse y cooperar, comenzar a refor-
mular y reconstruir.
Hay una parte de la vida que no se negocia, que es sagrada y tras-
ciende la idea de utilidad y ganancia. Si no comprendemos esto, difícil-
mente podamos seguir habitando sanamente el planeta.
Estuve durante 7 días experimentando un estado de profunda
resonancia con la Tierra y sus elementos, con las energías de la natura-
leza y del cosmos, con los pensamientos y emociones que nos permiten
elevarnos y concebir un mundo diferente: un mundo creado para dis-
frutar y sentir sin limitaciones, sin miedos ni frustraciones. Pude con-
firmarlo.
Ahora bien, lo que Boff nos plantea es una vuelta a nuestra raíz
primigenia. Desde allí es que podríamos repensar y plantear nuevos
propósitos. Desde lo que tenemos y hemos hecho, hacia lo que desea-
mos y pretendemos ser. En esa búsqueda es que su pensamiento sirve
como guía y nos orienta, ya que él ve con claridad que este paradigma
que venimos reproduciendo no es viable para la especie, y que la natu-
raleza nos brinda claras señales de que el rumbo de nuestra Humani-
dad está en juego, y que es ahora (no mañana) que se necesitan tomar
decisiones al respecto.
Sobre cualquier tipo de especulación, el mensaje de Leonardo
es sencillo. Se centra en la idea de cooperación. Y ello también esta
emulado de la forma que emplea la naturaleza para crecer. La idea de
Ecozoico llega para proponernos una alternativa, así como las ideas
que se desprenden de la Permacultura, El Movimiento de Transición,
Soberanía Alimentaria, Buen Vivir, Economía Consciente, Eco aldeas,
Agroecología, etc. Son todas iniciativas, proyectos, experiencias, plan-
177
teos, propuestas, alternativas a un sistema de vida que se encuentra
colapsado. A una realidad planetaria desprovista de sentido, de unidad,
de integridad ética y moral.
Por ello también estuve “dando vueltas” por Bolivia. Porque creo
que existe una energía especial de la cual se nutren todas estas accio-
nes que apuntan a construir y sembrar un mundo nuevo. Creo que es-
tas ideas van siendo sembradas en las conciencias a través del lenguaje
y del ejemplo, a través de la práctica y del pensamiento, de la interrela-
ción, de la prueba y del error. Estoy convencido de que las respuestas
están en la Tierra, y sobre todo en nuestro corazón. Y para que el cami-
no se manifieste, debemos pasar a la acción: comenzar a andar.
Las comunidades que habitan esta región del mundo conservan
un espíritu ejemplar. Sus costumbres, sus tradiciones y creencias tie-
nen mucho para enseñarnos. Pero la tarea será concluida cuando asu-
mamos cada uno nuestro papel como embajadores de esta Nueva Con-
ciencia, dejando de aguardar a que venga alguien a realizar el camino
por nosotros. “Somos la gente que estábamos esperando” tal y como lo
anunciaron hace tiempo los Indios Hopi.
Etapas Evolutivas
Para desarrollar esta descripción, me apoyaré en un sistema
que creo común para la mayoría de las personas que leerán estas
páginas, me refiero al Sistema de Chakras, si bien hoy sabemos que
este es uno de los sistemas para adentrarnos en nuestro entramado
energético que comprende, dentro de la dimensión física de nuestro
ser, 7 niveles. Sin embargo, quiero dejar en claro que es tan solo un
disparador, puesto que nuestro Ser es mucho más amplio que este
estructura a la que voy a hacer referencia con el objetivo de graficar
un camino/recorrido de la energía, la conciencia y en ello, el desarro-
llo de nuestra voluntad y relación con las fuerzas de la naturaleza.
Estos 7 centro, representan diversas posibilidades de expresión de
la energía humana, que podemos focalizar rápidamente a través de
los colores del arcoíris, partiendo desde el rojo, naranja, amarillo, ver-
178
de, celeste, azul y violeta. Esta gama de tonos, se asocian también a
las notas musicales, y a ciertas formas geométricas. Sin embargo, es
difícil que encontremos coincidencia al respecto de manera general.
En que radica esta cuestión, pues no sabría. Tengo algunas intuicio-
nes al respecto, sin embargo, quiero simplemente ahora expresar la
siguiente. Si nos proyectamos desde un primer grado o nivel de la
energía, vamos a ir encontrando que los pasos hacia adelante o hacia
atrás que podemos llegar a concebir dentro de un destino humano
línea, no serían la manera más apropiada de plantearnos. Es cierto,
cada día suceden infinidad de situaciones relacionadas con nuestro
pasado, y en ello se entremezclan anhelos, deseos y tensiones hacia
una posible situación futuro. Sin embargo, el presente, el hoy, sería el
“sitio” donde se aloja todo nuestro potencial, que a través de la men-
te, pierde concentración y se dispersa. Del mismo modo, sucede con
nuestra energía interna, suele estar concentrada en unos Chackras
más que en otros. Esto suele generar bloqueos y estancamientos.
Entonces, la evolución o idea de crecimiento, no estaría asociada
a un devenir, futuro o situación deseable que podamos tener, sino,
en reconocer el inevitable movimiento que nuestra intención-ener-
gía debería tener, con el fin de ir recorriendo los diferentes puntos
energéticos que componen nuestro ser, y distribuyéndose cada vez
de manera más eficiente, dentro de los principios de la auto-organi-
zación e inteligencia que cada célula de nuestro organismo posee. Y
es que no podemos negar que cada órgano y sistema que compone
nuestro cuerpo físico, ya está diseñado para cumplir determinada
función. Y que ello, ciertamente, no lo creamos nosotros. Entonces, la
pregunta sería la siguiente: ¿Qué se espera de nosotros como indivi-
duos respecto del manejo consciente de dicha energía y movimiento
que la Vida por si misma tiene? ¿En dónde radica y se sustenta nuestra
capacidad de reflexión y análisis, de discernimiento y observación de
lo que experimentamos de manera inevitable, que es la existencia? Y
para ir un paso más allá´, ¿Qué función tiene la cultura como molde de
las experiencias y relaciones que impactan sobre nuestros compor-
tamientos y formas de entender los fenómenos que captan nuestros
sentidos? Creemos juntos una plataforma. Nuestro Humanidad, con
sus guerras y conflictos ha llegado a un punto de la experiencia hu-
179
mana donde el equilibrio dinámico del sistema planetario pareciera
estar en riesgo. Se vuelve entonces inevitable pensarnos de manera
diferente, y concebir otras lógicas de relaciones y vínculos, pero no
solo entre los seres humanos, sino con el resto de los seres vivos y en-
tidades biológicas que nos rodean y cooperan a su modo en el sostén
de las condiciones de vida planetaria. Es aquí donde la espiritualidad
Tormentas Solares. El sol afecta el campo electromagnético de la Tierra y de toda
forma de vida, tanto física como psíquicamente.
y la ciencia comienzan a integrarse. ¿Es lo espiritual algo inaccesible?
¿Es realmente una experiencia reservada para unos pocos? ¿Y es la
ciencia del mismo modo un conocimiento para mentes brillantes? ¿O
será que son esos estándares y parámetros preestablecidos cultural y
socialmente, los que nos separan de ambos caminos y nos hacen sos-
tener que no se pueden conciliar? Veamos de qué modo podrían uni-
ficarse, al menos, para comenzar, en nuestra concepción interna de la
experiencia humana. ¿Será esta acción de sincronización de nuestros
hemisferios cerebrales, la que de paso al “tesoro interno” de los seres
humanos? Da la impresión que sí, y que ello representa la producción
180
de cierta química interna que genera un estado de armonía para todo
nuestro organismo, lo que luego se traduce en conexión espiritual, en
sensación de unificación con toda la Creación. Puesto en palabras: un
mayor grado de Amor y cohesión con la Vida.
La Mentalidad de hoy
Según estudios e investigaciones de carácter científico, la Tierra
está siendo testigo de un enorme cambio electromagnético, el cual re-
percute directamente en el campo electromagnético humano, amplifi-
cando las percepciones extrasensoriales que todo ser humano posee
en estado de latencia, como lo es la telepatía, telekinesia, etc. Pero tam-
bién creando desorientación y caos, al no poder asimilar aún la com-
plejidad de todo el movimiento que estamos afrontando como especie.
Una inmensa mutación está teniendo lugar en lo más profundo de la
vida. Y vale aclarar, que no somos unos “cuantos locos” los que esta-
mos hablando de esto. Estamos en un momento donde el conocimiento
científico y el saber espiritual vuelven a juntarse, convergiendo en una
visión poderosa que nos permite a los seres humanos adquirir una nue-
va forma de entender la realidad. El fenómeno hoy conocido como Tor-
mentas Solares es una de las tantas causas de la alteración en el cam-
po electromagnético que están siendo estudiadas hace tiempo por la
NASA. Su actividad genera variaciones no solo en nuestro organismo,
sino también en las redes de comunicación y de energía del planeta, lo
que ha producido grandes conflictos en varios países del mundo.
Científicos como Gregg Braden, autor de un excelente libro
como la Matrix Divina, han demostrado la presencia de zonas en el
planeta con magnetismo casi nulo, las cuales son más propensas al
cambio, dependiendo el resultado de este cambio, de la conciencia y la
intención con la que se aborde.
Estas variaciones podrían ser signo de un efecto despertador en
nuestra psiquis. Una especie de “rest” y limpieza de nuestra memoria,
lo que daría paso a una reprogramación integral de nuestro ser. Po-
dríamos estar hablando del comienzo de una Nueva Era, a partir de la
181
comprensión de cómo afectan los ciclos universales en nuestra rea-
lidad terrestre. Al sincronizar nuestra mente y nuestro cuerpo con
las fuerzas cósmicas de forma consciente, nos adentramos en un pro-
ceso de reestructuración genético. A través de la meditación, pode-
mos alinearnos fácilmente con estas manifestaciones. Ejercicios tan
simples como las respiraciones conscientes son indispensables hoy
día para unificarnos con estos planos de conciencia que trasciende
la realidad material. Nuestro mundo espiritual nos atrae. Podemos
sentir el llamado a reconectarnos con la vida interior y ceder ante su
infinitud. Este ciclo por el cual estamos transitando, está acompañan-
do de grandes revelaciones.
Nuestro cerebro está siendo capaz de almacenar gran cantidad
de información: elaborar y generar interacciones que antes eran poco
comunes. Esta “expansión cerebral” posibilitaría el emerger de aque-
lla inteligencia que se encuentra por debajo de la matriz primordial
de nuestra mente, produciendo una acción en cadena y reactivando
zonas del cerebro que parecían “fuera de servicio”.
Según estudiosos del Fenómeno ovni como el reconocido Pe-
dro Romaniuk, hoy fallecido, el hemisferio cerebral izquierdo de se-
res extraterrestres encontrados por militares y analizados en sus
laboratorios mostraría un incremento de neuronas, oscilando entre
120 a 125 mil millones, contra 10 a 15 mil millones nuestros. Esta
“sobrepoblación” de neuronas evidenciaría un desarrollo en la inte-
ligencia de estos hermanos del cosmos. Por lo que podemos deducir
que uno de los factores que implica una evolución del hombre, es el
desarrollo de ese espacio inactivo del cerebro.
¿Podríamos comenzar a hablar de un Nuevo Hombre? ¿Será que
los Hermanos Mayores nos vienen a recordar de nuestra potenciali-
dad, de nuestras facultades que hemos olvidado de desarrollar? ¿Será
que este conocimiento está accesible para todo el mundo? ¿Cuál es el
trasfondo de esta experiencia de contacto, y el fin último de aceptar la
existencia de los seres del cosmos? ¿Cuáles son los desafíos que ellos
han atravesado en su evolución y que hoy podrían servirnos a noso-
182
tros para dar un salto en nuestra evolución? Según los mensajes re-
cibidos, es fundamental en este crecimiento y expansión de nuestras
capacidades, la comprensión espiritual del mundo, nuestra capacidad
de tener empatía en las relaciones que cultivamos. Este factor, es el
que los Hermanos Mayores enfatizan en sus comunicaciones.
Ciencia con conciencia
En el año 2011, junto con un grupo de más de 30 personas, es-
tuvimos acampando durante 3 días en un campo de la Provincia de
Córdoba en una zona que se encuentra bajo la influencia del Cerro
Uritorco, un centro de poder que fue lugar de asentamiento de los
Comechingones,
Esa semana santa todo indicaba que íbamos a vivir experien-
cias maravillosas. Meses previos al encuentro estuvimos meditando
y recibiendo información sobre las tareas y prácticas a realizar en el
terreno con el objetivo de sintonizar con las fuerzas y energías que se
manifiestan allí.
Estaba muy entusiasmado por todo lo que venía sucediendo,
ya que el año anterior, también se habían dado manifestaciones con-
tundentes de los guías en un viaje que realizamos a Uruguay. En dicha
oportunidad, estando en la Estancia Santa María, en Aurora, Salto;
una luz muy brillante se agrandaba gigantescamente y volvía a dis-
minuir su tamaño hasta volverse un punto ínfimo e imperceptible. La
luz volvía a repetir la misma secuencia varias veces ante mis ojos, y
seguía inmóvil en el cielo como si nada le importara ni alterara su la-
bor. Me quedé varios minutos observando su comportamiento hasta
que me di cuenta que allí operaba una potente energía de transmuta-
ción, la cual, no solo era percibida por mí. Afectaba tanto el comporta-
miento de los animales como el de la flora del lugar. Que luego me di
cuenta, también colaboraban con el servicio de cura que se realiza en
este Centro Planetario y Retiro Intraterreno de la Gran Hermandad
Blanca. En siguientes visitas a este poderoso punto, pude ser testigos
de la manifestación de luces que, sin mayor reparo, atraviesan el cielo
183
nocturno, y que sólo son percibidos por algunos pocos atentos, pero
que sin duda, están bajo la influencia de su frecuencia. Las experien-
cias en Salto fueron realmente fabulosas, y abrieron camino para lo
que iba a suceder en Córdoba. Ambos vórtices se encuentran unidos
energéticamente, y en la actualidad, están operando de forma con-
junta, aunque aún no ha sido revelado con grandes detalles el alcance
de dicha cooperación. Una vez que llegamos a San Marcos Sierras,
luego de un largo trayecto en auto desde Buenos Aires, recuerdo salir
en dirección al Río Quilpo y ser abrazado por una brisa cálida, que no
dejó de sorprendernos, en medio de la fría noche (estábamos a fines
de abril). Ya éramos 8 personas que nos preparábamos para recibir al
resto del grupo, que estaría sumándose al día siguiente para iniciar la
jornada.
Tendría que escribir un capítulo aparte para compartir las vi-
vencias que tuvieron lugar en aquella oportunidad. Se sintió fuer-
temente la presencia de los elementos, acompañando, así como la
presencia de los guías, y de los seres de luz que estuvieron en todo
momento asistiendo nuestras labores. Fueron días de mucho traba-
jo consciente, siempre atentos a las señales que el mismo lugar nos
iba entregando como pistas a seguir. Mario Cannas, un “padre espiri-
tual” en mi vida, tuvo la iniciativa de convocar dicho encuentro y lle-
var adelante la dirección del mismo, generando una dinámica que nos
ayudó a desplegar nuestro potencial, sobre todo en los más jóvenes,
pero también en los mayores, que fueron poco a poco abriéndose a
las experiencias y dejando que el lugar los transformara. Una de las
experiencias que me acompaña al día de hoy, se dio durante un sueño.
Después del fogón que dio inicio al programa de actividades, salimos
con un grupo reducido a explorar una parte del terreno donde ya
habíamos tenido algunos indicios de que allí “pasaba algo”. Efectiva-
mente, pudimos corroborar dicho sentir, y luego regresamos al cam-
pamento. Tomado por las intensas energías que se habían despertado
en nosotros, entré en mi carpa y me acosté totalmente relajado y en
paz. Pasé una noche calma, donde recuerdo haber dormido profun-
damente.
184
Lo curioso, fue que al despertarme se presentó en mi mente
una experiencia con un ser del espacio. Su singular apariencia me re-
mitía a ciertos dibujos animados. Tal vez alguno recuerde la serie Fu-
turama de la cadena Fox, del mismo creador de Los Simpson, donde
aparecían personajes dentro de un vidrio que conservaban su cabeza.
Este ser del sueño, en su aspecto era semejante al humano, a dife-
rencia de la parte inferior de su cuerpo. Todo su tronco se asenta-
ba sobre una pequeña nave espacial, la cual le servía de medio para
desplazarse. Recuerdo sus palabras claramente, así como la tristeza,
vacío y frustración que me trasmitía. Me dijo lo siguiente: “Nosotros
hemos avanzado tecnológicamente a un nivel inimaginable para uste-
des, sin embargo ello no nos ubica en un nivel superior al vuestro. La ca-
pacidad espiritual que el ser humano posee es mucho más elevada que
la nuestra, y es por ello que venimos hasta aquí, porque aprendemos de
vosotros”. Y Continuó diciendo: “El desarrollo tecnológico es peligroso
si no va acompañado de un crecimiento interior, y ello es lo que nuestra
civilización no ha sabido alcanzar. Sabemos mucho sobre el universo, es
cierto, sin embargo estamos desconectados de nuestro corazón”.
El contacto con este humanoide del futuro, me brindó una in-
formación que intuía, y que se hizo más consciente luego de la visita
onírica.
El portal del corazón
Al alejarnos de la sabiduría de la fuente, al no generar un desa-
rrollo integral de nuestro ser, se producen los desequilibrios que han
precipitado grandes catástrofes en el pasado. Es el momento de sanar
y liberarnos de aquellas memorias que mantienen dormida a nuestra
conciencia. A pesar de ser un granito de arena en el cosmos, nuestra
vida puede ser transformadora, al sintonizar desde el corazón con la
luz que llevamos dentro: “Cambia la forma de ver el mundo, y el mun-
do cambiará de forma”. Hacia donde miremos, podemos notar que algo
está cambiando. Vemos una gran sensibilidad hacia lo espiritual, tras-
185
cendental y místico aflorando en los niños y jóvenes del nuevo milenio,
develando cualidades humanas que exigen una nueva forma de ver y
entender el mundo. Un cambio de paradigma y de visión se hace in-
minente. Estamos encontrándonos con un momento realmente intere-
sante en la historia de la humanidad, donde somos invitados a repen-
sar nuestros hábitos y conductas, a redefinir nuestros modos de vida y
nuestros intereses fundamentales. Ya muchos vienen hablando de este
tiempo, un tiempo de despertar, un tiempo de luz sobre la Tierra.
Campo Toroidal.
Retroalimentación.
Estado de coherencia
interno. Orden
y Armonía
Entre el año 1987 y el año 1988, la Tierra ingresó en un proceso
de cambio radical. Ese mismo año, un 16 de agosto de 1987, se realiza
la Convergencia Armónica, un evento multitudinario que congregó a
más de 4.000 mil personas en las pirámides de Teotihuacán, México.
Este encuentro, coordinado por José Arguelles, difusor del ca-
lendario de 13 lunas y la ley del tiempo, estuvo basado en la concien-
cia de unidad; la creación de una masa crítica que fuera ejemplo de los
cambios que la humanidad está atravesando. La fecha no fue elegida al
azar. Cósmicamente comenzaba una activación planetaria, el ingreso
186
de la energía índigo al planeta. Este potencial energético es desenca-
denante de grandes transformaciones en los mundos. La realidad que
conocemos se va abriendo a nuevas ideas y es posible comenzar a vi-
sualizar nuevas formas de vida.
Los Pueblos Nativos de América sabían muy bien de este perio-
do de tiempo tan especial por el cual estaría atravesando el Planeta.
Ellos hablaron del Camino del Corazón como el más efectivo para na-
vegar estas tribulaciones y para resignificar nuestro “sueño”.
La ciencia está compartiendo información con respecto a la in-
teligencia que opera en este órgano. Estudios que demuestran cómo
la electricidad alrededor del corazón grafica un campo vibratorio que
produce una coherencia en torno a la toma de decisiones. El corazón
estaría guiando intuitivamente nuestros pasos en resonancia profun-
da con nuestras emociones; las cuales afectan directamente nuestra
forma de interactuar. En la figura que se encuentra más arriba, se ve
el campo toroide que se forma con nuestro corazón como centro. Al
meditar, y llevar nuestra atención al corazón, inhalando profundamen-
te por nariz y tomando conciencia del lugar que ocupamos, vamos a
notar una pequeña sensación de expansión, que de continuar allí por
más tiempo, comenzará a incrementarse. Esta práctica es difundida de
diferentes maneras y motivos por meditadores e investigadores en to-
das partes del mundo. Uno de los más populares de los últimos años ha
sido Drunvalo Melquisedek, quien luego de realizar un extenso estudio
sobre el “Campo Merkaba” lanzó un pequeño libro titulado “Entrando
al Espacio Sagrado del Corazón” en el cual transmite una serie de ejer-
cicios y meditaciones que facilitan el acceso a este “Recinto Interior”.
Científicos como Dan Winter, con más de 30 años de investiga-
ción en diversos campos de la ciencia, ya están hablando de la relación
de este campo electromagnético del corazón con la autoconciencia y la
capacidad de regenerarnos a nosotros mismos, cuestionando los expe-
rimentos que sin cuidado vienen realizando ingenieros genéticos, los
cuales serían altamente peligrosos, al desestimar la sabiduría presente
en la configuración biológica humana, intentando aplicar una tecnolo
187
gía mecánica en nuestro organismo, interfiriendo sobre ciertos patro-
nes y elementos constitutivos de nuestro ADN que se encuentran allí MENTE INTUITIVA
por algo, aunque hoy no somos capaces de entenderlo con la razón y lo
vemos hasta como innecesario, cuando podríamos estar hablando de
Una invitación por parte de los
cadenas y enlaces dentro de los procesos de nuestro material genéti-
Maestros de la Hermandad Blanca
co que hacen referencia a lo infinito y misterioso de nuestra realidad.
Nuestra geometría sagrada. ¡Cuidado! Meditemos sobre nuestra san- “El universo no está hecho de cosas
gre, y rebelémosnos con el corazón y en silencio recuperando nuestro sino de redes de energía vibratoria,
poder interior, del guerrero que se vence a sí mismo y comienza su ca- emergiendo de algo todavía
mino de madurez y fortalecimiento. El autogobierno de nuestra ener- más profundo y sutil”
gía interior que requiere de nuestra fe para ingresar en el vacío donde
se encuentran todas las potencialidades creadoras. Aquí el Tesoro: el W.Heisenberg
Oro Interior. Riqueza espiritual de la humanidad.

El Recuerdo Cósmico

¿Qué es lo que da a cada ser su propósito? ¿Quién, o qué, le

dice a la mariposa lo que debe hacer, hacia donde se debe mover,
que debe pretender, cuál de todas los flores va a elegir para posar-
se? ¿Existe algo “oculto” en nuestra conciencia incidiendo en la ma-
nera que elegimos para estar en el mundo? ¿Realmente podemos
elegir aquello que deseamos ser, o ya está instalado desde antes
de nacer, como un código, un programa, una idea fuerza que va a
motivar silenciosamente nuestros pasos y decisiones a lo largo de
la vida? ¿Podemos reconocer dichos patrones e inventar una nueva
forma de existir? ¿Cuál es esa tendencia natural que dirige la evo-
lución de las especies? Lo que hace que el gato sea gato y no ser-
piente, que el hombre sea hombre y no extraterrestre. ¿Cuál es la
diferencia entre una piedra, un roble, un oso?

Sin mayores pretensiones, vamos a darnos cuenta que la na-

turaleza se manifiesta con gran diversidad sobre la tierra, diversi-
dad de formas, de estilos, de paisajes, de propuestas. Y que todas
estas manifestaciones se sostienen en ciertos patrones geométri-
cos que se van diferenciando, pero que mantienen una unidad, una

188 189
conexión. Cada ser viviente es portador de una determinada cons-
titución física que va brindando características que lo hacen distin-
to al resto, y le otorgan atributos y cualidades especiales, únicas.
Pero así y todo, en dichas particularidades, en tan extraordinarias
Merkaba. Estrella de 6 puntas. Vehí-
culo de Luz. En su multiplicidad de
significados y funciones, nos habla de
la integración de fuerzas que provie-
nen del Cielo y de la Tierra. Al llegar a
ese estado de unidad, el ser humano
consigue acceder a una frecuencia de
amor y conexión asombrosa, que le
permite viajar en el tiempo-espacio.
agrupaciones de átomos, moléculas, células, tejidos, etc. hay algo
aún más sutil, no tan evidente, que establece su conducta, su carác-
ter, su comportamiento y función que realiza en la naturaleza, en el
medio que habita y a través del cual logra desarrollarse. La forma
genera el contexto, da el marco, la impronta. La materia contiene.
La ballena no solo se dedica a pasear por los mares. No solo vive
alimentándose del plantón por las corrientes transoceánicas. Si nos fi-
jamos, está cumpliendo con un propósito que trasciende el mero acto
reproductivo y el instinto básico de supervivencia y preservación de
toda especie. Puedo visualizar y distinguir un pulso galáctico en cada
partícula que existe, en cada organismo. Un movimiento, un flujo, una
corriente de vida que lo atraviesa y da sentido, que marca una cadencia.
Lo puedo sentir como una danza, una experiencia que sucede dentro
y que se refleja fuera. Una sensación que conmueve la forma y que le
190
otorga no solo sentido, sino también conciencia. Recorre el cuerpo, de
aquello que llamamos materia afectándola, animándola en diferentes
áreas, centro, puntos claves de su organismo. Va tocando delicadamen-
te su biología y su emoción. En el animal se convierte en instinto, y en
el hombre en pensamiento, en mente; pero en esencia es la misma co-
rriente que va explorando la materia, que va desplegando su red, como
neuronas, como impulsos que viajan y se expanden: como electricidad y
magnetismo. Lo puedo sentir poderosamente estando en las altas mon-
tañas de los andes, surcando los caudalosos ríos del continente ame-
ricano, deteniéndome a meditar a las orillas de los lagos del sur de la
Patagonia, o frente al vasto mar que se impone con su fuerza creativa en
la costa atlántica. No dejo de sorprenderme de la poderosa fuerza que
anima la existencia. Fuerza que no posee juicio alguno.
Nuestra mente es una tecnología altamente sofisticada que nos
posibilita crear cosas dándole un sentido y propósito, una función.
Nuestra mente emula esta majestuosa red natural que recorre lo ancho
y largo del planeta. Podemos sentirlo, y conectarnos con ella. Y también,
nos podemos llegar a conectar con otros planetas, porque esta red, este
tejido invisible, no solo está aquí en la Tierra. Se proyecta a los confines
del universo. Estamos dentro de una Red, que tiene su conexión con
otras Redes.
La Vida Cósmica nos espera, ya que estamos unidos íntimamente
al suspiro de las galaxias. De allí proviene la luz que llevamos dentro,
y que toda forma de vida contiene, alberga, con mayor o menor inten-
sidad. Es allí donde se guarda la información personal de cada ser hu-
mano. Lo que la ciencia hoy llama ADN, que trasporta nuestro código
genético. Allí se encuentra el puente del recuerdo de quiénes somos y
de cómo llegamos hasta aquí. Debemos entonces saber que en nues-
tra biología existen estos portales que nos conectan con la memoria del
origen, así como en el cosmos existen portales galácticos que custodian
memorias de civilizaciones y humanidades de todo el universo. No cabe
duda que necesitamos desarrollarnos en nuestra vida material y dedi-
carnos a conocer las leyes y principios que la rigen; por favor, que este
mensaje no se mal interprete. Lo que este desarrollo interior nos sugie-
191
re, es reconocer la interrelación de nuestra vida material y el conjunto
de leyes y principios que la conforman, con otros niveles de existencias
más amplios donde operan otro tipo de leyes y principios, que afectan a
estos otros, y que nuestra biología tiene la capacidad de sintonizar, en la
medida que enfoquemos nuestra ATENCIÓN en ello, y dispongamos de
tiempo para experimentar estas fuerzas en nosotros desde una actitud
responsable que nos llevé paulatinamente a un estado de conciencia de
integración con las corrientes de energía que se expresar y manifiestan
en toda la Vida Planetaria, permitiéndonos comprender los principios y
leyes universales que rigen la existencia, y así ir madurando y aceptando
la posibilidad de generar una sociedad humana en resonancia con estos
niveles de ser. En este sentido, los Hermanos Intraterrenos, nos estarían
acercando la posibilidad de interactuar con ellos, y dejarnos permear
por las vibraciones a través de las cuales se proyectan estos principios
cósmicos en la Tierra. Con lo cual, debemos entender que no estamos
delante de una orientación o instrucción de carácter mental-racional
exclusivamente, sino que se asocia al plano intuitivo, donde se integra
pensamiento, sentimiento y emoción, produciendo una especie de re-
velación particular en cada caminante que entra en contacto con estas
energías de los retiros Intraterrenos. Desde el Gran Sol Central, deno-
minado Hunab-Ku por los Mayas, parten hacia toda la galaxia, sistemas
solares y planetas, las frecuencias que luego serán traducidas hacia las
partículas que las componen. Toda forma de vida es afectada por esta
radiación, que luego, al ser asimilada, representará una expresión sin-
gular. Los seres humanos, no nos encontramos exentos de ellos. Sin
embargo, nosotros, al día de hoy, no somos capaces de canalizar dichas
energías tan poderosas de forma directa. Como entidades vivientes,
somos apoyados por estos Hermanos Intraterrenos en nuestro proce-
so evolutivo, y es dentro de los Retiros Intraterrenos y Centros Plane-
tarios, donde se procesan muchas de estas energías que llegan desde
el cosmos. Los Cristales y Espejos son una de las Herramientas que se
utilizan para ello. Especie de Centrales de Comunicación desde donde
se proyectan luego hacia la superficie los códigos y vibraciones que la
Humanidad comienza a recibir para procesar en su sistema energéti-
co. Otras formas de vida, también están sintonizadas de forma directa
con la especie humana, y colaboran en el anclaje de ciertas frecuencias,
192
energías y vibraciones, que luego son retrasmitidas a través de las re-
des de energía que estas especies animales y vegetales sostienen en la
Vida Planetaria. Sin embargo, los seres humanos deberíamos comenzar
a hacernos cargo cada vez de forma más consciente de este proceso de
desembalse de información-energía cósmica, y tomar contacto con esta
responsabilidad. Ya que la Transición Planetaria lo demanda. Hablamos
entonces de una supraconsciencia que está disponible, como forma de
acceder a esta información-energía y comenzar a trabajar consciente-
mente con ella para nuestro bienestar y el del planeta. Veamos de qué
se trata.
Hacia la Supraconsciencia
“…Nuevas oportunidades de crecimiento van emergiendo,
a medida que son capaces de sincronizar su vida material
con los mundos internos…”
Maestros Intraterrenos
Citar a un científico como Einstein no puede fallar, y está no
va a ser la excepción. Sus investigaciones han dejado una huella
difícil de borrar y que muy probablemente perduren hasta inmor-
talizarse en el inconsciente colectivo de la Humanidad, junto con
tantas otras personalidades destacadas que realizaron sus aportes
fundamentales para el entendimiento de nuestra realidad. Hay fra-
ses suyas que son muy poderosas, Y una de ellas es la que resuena
en mi mente cada vez que intento explicar el acercamiento de los
Hermanos Mayores y los contactos con los Guardianes Intraterre-
nos: “Los problemas no se pueden solucionar en el mismo nivel de
conciencia en el que fueron creados”. Sé que puede parecer una
excusa. Siempre que hablo de mis experiencias de contacto hago
mención de lo complicado que resulta encontrar las palabras apro-
piadas para describir lo acontecido. “Pero vamos, que tan compli-
cado puede ser explicar un avistamiento, una recepción telepática,
193
acercamiento de sus naves, sueños o proyecciones holográficas”
suele decir más de uno para sus adentros. Muchas veces es el con-
texto en que suceden las experiencias el que determina la intensi-
dad del mismo. El avistamiento de una luz en el cielo haciendo mo-
vimientos zigzagueantes puede despertar diferentes emociones,
sentimientos, vibraciones y reflexiones según el testigo. Los dos
vieron lo mismo, pero la reacción fue totalmente diferente. Naves,
mensajes, proyecciones y acercamientos con seres de otros luga-
res de la galaxia ha habido todo el tiempo y seguirá habiendo; es
lo que se despierta a raíz de dicha interacción lo que resulta suma-
mente valioso y fundamental compartir.
“Por lo menos, hay dos tipos de cambios: los cambios que suce-
den en el interior de una lógica y los cambios de lógica. Para pensar las
transformaciones en una lógica, disponemos de herramientas variadas
de pensamiento. Para pensar los cambios de lógica estamos menos en-
trenados, porque no tenemos recursos para pensarla”.
( Lewkowicz, 2003)
Los Hermanos Mayores, en los diferentes mensajes que me han
trasmitido, han sido muy claros al respecto, lo pondré en tercera perso-
na, pero con mis palabras: El contacto con nosotros no les atribuye nin-
gún tipo de avance espiritual. Ello, dependerá de cómo ustedes puedan
procesar la experiencia y lograr vivir el mensaje que les transmitimos.
Es cierto, nuestro acercamiento a su realidad los pone en contacto con
ciertas leyes y energías que activan un recuerdo. Más ese recuerdo,
solo será productivo en vuestro desarrollo como individuos, si logran
despertar, a través de esa información que se les brinda, una lógica de
interacción más profunda con su núcleo interno o alma. Al darse cuen-
ta que están ligados a una realidad mayor a la que conciben en la ac-
tualidad, y la que puede determinar que ustedes reflexionen sobre su
historia de vida, y así liberarse de errores del pasado que aún cargan
en su presente. El recuerdo que nosotros les traemos, simboliza una
oportunidad de reconexión con ese Plan Mayor, abriéndose a la tras-
cendencia y la redención. ¿Pero que tiene que ver la supraconsciencia
con todo ello?
194
En el nivel de conciencia en el cual nos encontramos, tenemos
limitaciones. Nuestra percepción del mundo determina entonces lo
que es real y lo que no lo es. Condiciona nuestras elecciones, y orienta
nuestra búsqueda hacia determinados objetivos. El Despertar, pone en
tela de juicio nuestros valores y principios, pero sobre todo, nuestra
vocación interna. ¿Qué decisiones tomarías si sabemos que somos ca-
paces de invocar a fuerzas extraplanetarias que desde su nivel de con-
ciencia son capaces de modificar evento de nuestro pasado y nuestro
futuro, y traer a nuestro presente una energía renovadora. Pero que
esa intervención depende de ciertos pasos que a cada uno le toca de
manera individual y luego colectivo asumir? ¿Y qué tal si para desarro-
llar ese vinculo, necesitáramos ejercitar ciertos músculos y nervios,
que por nuestra tendencia material, no nos hemos dedicado a ejercitar,
y que por ello, no cumplen con la función biológica para la cual han sido
diseñados?
Todos cantamos. Sin embargo, ¿Somos conscientes del poder
que puede asumir ese canto e invocación a través del sonido, si lo rela-
cionamos con otros elementos, cultivando una actitud receptiva, con-
templativa y silenciosa de la vida?
Lo dejaré para vuestro análisis. ¿Será que tenemos en nuestras
manos una herramienta de autosanación gratuita que no estamos
aprovechando? Les contaré lo que los Hermanos Intraterrenos nos han
comunicado al respecto. Por favor, no me crean. Aquí tienen entonces
la posibilidad de hacer su propio experimento, y sacar sus propias con-
clusiones. Más sepan que la supraconsciencia, es un grado de percep-
ción más allá de la mente racional y analítica. Que posee sus principios
y leyes, su grado de misterio y de proceso de comprensión, posible, en
la medida que nos permitimos sintonizar gradualmente, e ingresar en
ella. Que no se mal interprete, no estoy hablando aquí de iluminación
como objetivo. Tal vez, sea mejor verlo como claridad. Un proceso de
limpieza y purificación de nuestra condición mental, donde cese el rui-
do, la confusión, las preocupaciones y problemas con los que solemos
lidiar, y darnos el lugar para entregar dichas situaciones a una parte de
nosotros mismos, que puede estar viendo la película desde un punto
195
de vista más elevado, y por ello, traernos una solución más integral y
objetiva, y que nos brinde además herramientas e instrucciones para
llevar ese plan adelante. ¿Se animan?

La Recepción del Cristal y el Poder del Canto

Año 2017.
Los días viernes, nos reuníamos con un grupo de meditación a
sintonizar y ofrecer nuestro encuentro a los Hermanos Mayores, con
el fin de recibir orientaciones respecto de nuestro servicio planetario
y actividades de divulgación de la información, conocimientos y he-
rramientas que ellos nos fueron entregando. Hacía unos meses, había
estado en la Provincia de Tucumán, siguiendo un mensaje de los guías
venusinos Sampiac y Anitac, quienes me indicaron visitar esta región
de Argentina y realizar allí la presentación del material con el cual esta-
ba en contacto, en lo que respecta a los Retiros Intraterrenos de Perú
y Bolivia, y al mensaje de algunas civilizaciones cósmicas que se están
vinculado con la evolución planetaria. Fui recibido allí por un grupo de
mujeres que coordinan un espacio dedicado al Sagrado Femenino, y hecho, estuve a lo largo de 3 años sin realizar actividades de difusión.
junto a este grupo, vivimos una serie de experiencias y recibimos diver- Salvo eventuales encuentros que se dieron entre amigos y conocidos.
sos mensajes que confirmaron lo que los Guías Venusinos nos venían
anticipando en sus comunicaciones: la posibilidad de acceder a un nue- En 2015, sentí un nuevo impulso para volver a Bolivia, sin em-
vo estado de conciencia relacionado con la energía crística, que se pro- bargo, en ese entonces, las condiciones familiares no eran las más
yecta desde el Planeta Venus, pero que además tiene su conexión con apropiadas para realizar dicho viaje, y a pesar de tener mi pasaje com-
diferentes Centros de Energía alojados al interior del planeta, y desde prado, tomé la decisión de postergar dicha invitación por parte de los
donde también se proyectan a modo de antenas receptora y emisoras, Maestros Intraterrenos, y aguardar. Sin embargo, en ese momento, re-
ciertos códigos de luz para la Humanidad. Intento describir brevemen- tomé la tarea de la escritura e investigación. Sabía que a pesar de mis
te lo que sucedió, para unirlo con la Recepción de Cristal. demoras, en algún momento, iba a poder dar por concluido el encargo.
Este impulso, me permitió además, dentro de mis meditaciones y ejer-
En mi primer viaje a Bolivia, el cual relato en este libro, se me ha- cicios de alineación, captar un mantra de sintonía con el Disco Solar
bía indicado contactar con las energías del lago Titicaca, y ponerme en del Lago Titicaca, el cual, en esta primera instancia, quedo como infor-
resonancia energética con la información que desde allí se proyecta a la mación en mis cuadernos. Espera el momento de ser utilizado. Aún no
Humanidad. Primero iba a recibir ese impulso en mi, y en la medida que estaba clara la finalidad del trabajo sugerido por los Maestros en rela-
pudiera ponerlo en marcha, sería capaz de canalizarlo, como antena, ción al Templo Demayon y el servicio que nosotros, desde la superficie
hacia mi entorno. En esta primera fase, todo sería desde el silencio. De podíamos brindar.
196 197
 Cuando mi amigo de la infancia, Bruno, me sugiere indicación
para un viaje que realizó a Bolivia en el mes de enero de 2017, algo se
activó y comencé a recibir un nuevo impulso por parte de los Hermanos
Mayores, el cual me hablaba de mi vinculo con Orion, y de una puerta
que se abriría durante enero y febrero para conectar con ciertos re-
gistros que están alojados en dicha Constelación. Seguí sus indicacio-
nes y fue así que comenzaron a llegar personas a los encuentros que
organicé, con la intención de trabajar colectivamente para el desem-
balse de esta información. Gracias al aporte de hermanos y hermanas
del camino, se pudo sintonizar con un mensaje al cual titule “El Mensa-
je de Orion” y que promovió la posterior indagación en la relación de
nuestra Humanidad con Venus y ciertos Retiros Intraterrenos también
vinculados en el proceso de maduración de los Seres Humanos en la
Energía del Amor y el Perdón.
El viaje del 2012 a Bolivia, y todo lo vivido a lo largo de estos
años de contacto, desde mis primeras meditaciones a mi temprana
edad junto a mi padre, viajes y experiencias junto con Mario Cannas y
otros Grupos de Contacto de la Misión Rahma, retiros y campamentos
junto con compañeros de camino, y cada fragmento donde la realidad
cósmica se “infiltro” en mi vida, comenzaba a ordenarse. Orion comen-
zó a acomodarlo todo. Y desde el Centro de la Tierra, se retroalimen-
taba esta experiencia, indicando una tarea que nos involucraba a los
presentes, pero que además, se nos invitaba a dar a conocer, como
mensajeros.
Llegamos con Laura a la casa de Sandra ubicada en el barrio de
Flores. Nos dispusimos a sintonizar a través de los mantras, y luego fui
guiando una proyección mental, para dar paso al silencio. En ese mo-
mento sucedió:
Guardianes Intraterrenos se presentaron formando un semicír-
culo alrededor mio, eran mitad masculinos y mitad femeninos. Uno de
ellos se adelantó. Identifiqué que venía en representación del Maestro
Alcir, su nombre era Tokor. En sus manos traía un cristal. De forma te-
lepática me explicó que esta herramienta (el cristal) nos ayudaría a sin-
198
tonizar rápidamente con las energías y vibraciones intraterrenas, y con
la información que se encuentra almacenada en diferentes lugares de
poder de América. En este caso, este trabajo que nos era encomenda-
do, pertenecía a la frecuencia del templo Demayon, que se encuentra
ubicado en el Lago Titiqaqa. “A través del canto se mantendrá activo”
me dijo. Tomé el cristal y sentí su potencia. A partir de ese momento
comenzamos a conectar con el mantra que nos fue trasmitido y con la
visualización de este gran cristal. Este mantra esta presentado en la si-
guiente parte del libro, junto con otros mantras y ejercicios. En varias
de las meditaciones que continuaron a dicha extraordinaria experien-
cia de proyección mental con los Guardianes Intraterrenos, comenza-
mos a profundizar en el canto de este mantra con resultados fabulosos.
Rápidamente conseguimos ingresar en un estado de profunda calma
y quietud. Y además, continuamos explorando en la conexión con los
Cristales Intraterrenos. Es asombroso lo que se siente y como ello esti-
mula nuestra expansión de conciencia. Siento que es bueno aclara que
no hemos encontrado contraindicaciones en el empleo de este mantra
y en la visualización e invocación de las energías de los cristales. No-
tamos que son herramientas inteligentes y que sólo es necesario es-
perar a que ellas actúen y ofrecernos al servicio de ser puentes de las
energías intraterrenas para el mundo. Eso es lo que nos sugirieron los
Guías. Utilizar estas herramientas para suavizar nuestra mente, pacifi-
carnos y proyectar esa misma vibración alcanzada hacia el planeta. Al
trabajar con los Cristales fuimos notando el impacto que tiene ello so-
bre nuestra percepción interna. El flujo de nuestras aguas comenzaba
a modificarse. Y no sólo en el cuerpo. Las aguas de nuestro cerebro.
Promovemos que cada quien haga su propia experiencia con este her-
moso mantra del lago Titikaka y con los cristales que se encuentran en
el centro de la Tierra acompañando nuestra evolución como seres ha-
cia la conciencia Cristal.
¿Quién no puede cantar? No necesitamos ser profesionales de
la voz, ni músicos ni algo que se le parezca. Con tener ganas y un poco
de tiempo basta. Al principio podemos sentirnos extraños, por eso es
bueno estar acompañados, generar un clima agradable y armonizar el
ambiente con alguna música de fondo que sirva como base para nues-
199
tra voz. Todo ello, además, va a contribuir para que el ambiente nos
invite a la introspección. Pero a no confundirse, no estamos hablando
de meditación, esto es más simple aún, realmente es solo cantar; y los
resultados han sido maravillosos. Cualquiera desde su casa puede in-
tentarlo. No hay que ser científico ni haber cursado algún doctorado
o carrera universitaria; ni siquiera se pide haber leído algún libro de
autoayuda o de esos que abundan sobre misterios de la Tierra y el Uni-
verso. Todo ello, puedo asegurarlo, es decorativo y anecdótico, puesto
que con el canto lo que vale es la intención: el amor que le ponemos, el
deseo de sentir y entregarse a la sensación. Si hay una búsqueda sin-
cera, eso alcanza para que se produzca el enlace. Cuando ponemos de-
masiada expectativa en el algo generalmente aparece la ansiedad que
lo dificulta todo. Y con enlace me refiero a poder descansar en nuestro
corazón, ya que es el corazón el primer portal que debemos abrir, y creo
que esto lo voy a reiterar cada vez que vaya a dar a conocer un nuevo
mensaje, información y conocimiento sobre los Maestros Intraterre-
nos. Sentir y abrir el corazón son las claves fundamentales del proceso
EPÍLOGO
del contacto. Sin abrir el corazón todo puede terminar donde empezó:
una excursión. Por ello, hago énfasis en la frase de Albert Einstein. Si
en verdad estamos buscando respuestas, aceptemos el desafió de ir
más allá de lo evidente, de las normas y modelos establecidos, de los
dogmas, creencias y cualquier otro tipo de idea que tengamos sobre la
vida. Al menos, démonos el permiso por un rato. Si no funciona, nadie
nos obliga a seguir probando. Y por si acaso nos damos cuenta de que
nuestro pensamiento ha cesado, de que el canto nos hace bien, nos co-
necta y nos mantiene atentos. Tal vez entonces pueda suceder que nos
encontremos resonando al ritmo de la Tierra y su abrazo de amor.

200 201
 CONQUISTADOR Y CONQUISTADO:
LA NECESIDAD DE PERDONAR

“Un alma que sirve se eleva,

y esa elevación es buena para todos.
Un alma que sirve evoluciona,
y hace que otras almas sigan su ejemplo.”
Impulso Crístico

Cuando llegué a la Ciudad de la Paz, era bien consciente que

la conquista había dedicado gran parte de sus acciones a erradicar el
pensamiento andino. Fueron directo a las creencias de las comuni-
dades originarias decididos a imponer sus verdades a quienes veían
como primitivos. En nombre del bien, se cometió una de las mayores
atrocidades de la historia de la civilización. Una marca que aún perma-
nece en los niveles sutiles de nuestro planeta, como huella de dolor y
sufrimiento. Según las cifras que hoy tenemos a nuestra disposición,
sabemos que el número de pobladores americanos asesinados, tortu-
rados y violentados supera los 50 millones. Desde Alaska hasta Tierra
del Fuego, el continente Americano fue el escenario de una verdadera
ofensa a la condición humana ¿Eran conscientes los conquistadores de
lo que estaban haciendo? ¿De dónde proviene tal característica del ser
humano? Estoy convencido de que no nos sirve ubicarnos en las pola-
ridades. Pero al mismo tiempo, tampoco nos sirve negar lo sucedido y
hacer como si nada hubiera pasado. El conflicto sigue vigente. El “Gen
de la Guerra” no desaparece, y la intolerancia a quienes piensan, sien-
ten y viven distinto, parece un comportamiento que los seres humanos
no conseguimos aún trascender. Se han creado organismos internacio-
nales como las Naciones Unidas y cantidad de movimientos en defensa

202 203
de los Derechos Humanos. Sin embargo, la indiferencia, la discrimina-
ción y la lucha por la supervivencia, parece volver cada vez más difícil,
que las Naciones, Pueblos y Comunidades del mundo, se pongan de
acuerdo con el fin de terminar con las guerras y los conflictos armados.
Niños y niñas de todas las latitudes, siguen padeciendo los efectos de
una Humanidad enfrentada entre sus mismos hermanos y hermanas.
Me tomo el atrevimiento de analizar desde una óptica diferen-
te a la que estamos acostumbrados el mal llamado descubrimiento de
América, tomando como hipótesis que todo lo que sucede en el Planeta
Tierra es parte del proceso de una única Alma. De algún modo, siento
que todo lo que vengo narrando hasta ahora a lo largo de este libro,
tiene como finalidad llegar a este punto: vernos como una única Alma,
para poder pensar, sentir y actuar desde esta Conciencia. Olvidemos
por un momento la presencia de Jerarquías Cósmicas y Hermandades
Intraterrenas. Dejemos de lado todo misterio y enigma que pueda lle-
var nuestro pensamiento hacia un espacio sagrado. Enfoquemos nues-
tro sentir en el presente. ¿Acaso no tenemos a nuestra disposición todo
lo necesario para brindar a la Humanidad en su totalidad una condición
saludable y excelente en su nivel primario de necesidades? Las cifras
nos dan el crédito para ello. Las causas de la enorme asimetría entre las
potencialidades del planeta y la pobreza de buena parte de su pobla-
ción tienen que ver con la organización social. El 10% más rico tiene el
85% del capital mundial; la mitad de toda la población del planeta, sólo
el 1% (Universidad de la ONU 2006).
“Las condiciones en las cuales viven los hombres sobre la tierra
son el resultado de su estado de conciencia. Querer cambiar las condi-
ciones sin cambiar la conciencia es una vana quimera.”
Madre, Mirra Alfassa
Recapitulemos entonces un poco. Según la información que nos
brindaron los Hermanos Mayores, nuestra Humanidad es parte de un
experimento. Hace millones de años diferentes Civilizaciones del Cos-
mos, en su proceso evolutivo cometieron errores. Y esos errores, los
llevaron a comprometerse con Humanidades como la nuestra, con el
204
fin de recuperar, a través de nuestra experiencia de vida, el camino del
cual se habían apartado. Con lo cual, cada conciencia que se expresa en
este universo-tierra, en este planeta al cual la Confederación Galácti-
ca da el nombre de Merla, sería parte de una escuela donde se lleva a
cabo una experiencia de alto grado de amor, entrega y servicio. A través
de las experiencias de contacto, los Hermanos Mayores nos facilitaron
una ecuación que ordena de forma clara el proceso de despertar por
el cual somos iniciados los seres humanos. Ellos la denominan la Fór-
mula de Enlace, que consta de 6 etapas: Recordar - Saber - Comprender-
Perdón Interior - Intercesión y por último la Redención. Llega entonces
un momento, donde en la vida del individuo, sus experiencias se ven
sintetizadas de manera de alcanzar un mayor grado de sabiduría y de
amor, lo que le permite ingresar en un estado de profunda paz, al re-
conocer la fuente original que unifica toda realidad. Si un ser humano
logra realmente ese nivel de conciencia, produce un efecto en toda la
red planetaria. Según los Hermanos Mayores, la conciencia de Jesús,
logró ese nivel. Pero él no fue el único. Son muchas las conciencias que
se iniciaron en ese proceso de redención.
El punto es que ahora, en este tiempo de la Humanidad, estaría-
mos delante de un proceso de cura masivo, el cual muchos llaman el
Gran Parto Planetario. Donde la Tierra, junto con la Humanidad, esta-
ría en una fase de purificación que promueve un despertar masivo de
almas, que elevan su vibración para sanar y redimirse por sus errores,
y los errores de toda la Humanidad. De algún modo, si consideramos
esta realidad como una gran escuela, la conciencia que necesitamos
para pasar de grado es la conciencia de unidad. Solo así podremos coo-
perar, donde antes competíamos, sólo integrando y amando, lograre-
mos modificar el destino colectivo de la Humanidad. Sólo sirviendo y
amando.
Hoy, 500 años después este choque cultural sigue sucediendo.
Estamos ante la bisagra definitiva. ¿Podremos cruzar la puerta, y reco-
nocer que Cristo, la energía del amor, es nuestra identidad ante todo?
¿Podremos trascender las barreras mentales, las ideologías, las estruc-
turas y conceptos que nos separan y dividen? ¿Lograremos liberarnos
205
de las ataduras y los prejuicios? ¿Podremos perdonar y entender que
estamos viendo desde diferentes ángulos una misma realidad? Y más
aún, entender que no existe tal realidad, sino que existen observadores
de realidades, que pueden encontrarse para crear un juego con códigos.
Creo que sí podemos, y que justamente, uno de los pasos para asumir
dicha tarea tiene sus raíces en uno de los principales principios y códi-
gos sobre los cuales se rige la cultura andina. Pero que en sí, esta cultu-
ra, se enlaza con todas las culturas de la Tierra. Cada Pueblo, Cultura y
Nación, conserva una parte esencial de la Humanidad. Khrisna, Buda,
Maoma, Jesús y cantidad de hombres y mujeres que se inspiraron en
las energías divinas para lograr dar al mundo un ejemplo de amor y for-
taleza, de poder y determinación bajo los ideales nobles de la fraterni-
dad y el bien común. No debería importarnos el camino. Sino el corazón
a través del cual elegimos caminar. El fanatismo ha generado mucho
daño a la Humanidad. Cuando lo esencial es el Amor que depositamos
en cada acto que realizamos por nosotros y por los demás. Creo que
esta es la verdadera religión, la que cada uno profesa en su día a día, sin
necesidad de estar procurando algún tipo de reconocimiento por ello.
Mientras seguimos aguardando una gesta histórica que de “vuel-
ta el mundo como lo conocemos”, mientras las promesas de nuevos
paradigmas siguen emergiendo y divulgándose por las redes sociales,
mientras el progreso nos pide que sigamos depositando nuestra con-
fianza en el afuera, las respuestas y mensajes más simples parecen ser
la guía: regresar a ver la red de la cual formamos parte; la inagotable
realidad que supera toda coyuntura. Creo que es hacia esa sabiduría
escencial a la que debemos dirigirnos. Donde la mística y la ciencia se
dan la mano, porque es tan sencillo como una palabra: Empatía.
Es aquí donde surgen diferentes interrogantes, con la intención
de conocer más en detalle que fuerza motivo a esos grandes seres.
¿Cuál es la diferencia entonces entre un Gandhi y nosotros? ¿En-
tre Madre Teresa, Martin Luther King, Nelson Mandela o aquel refe-
rente en el cual nos inspiramos para crecer?
206
Estamos de acuerdo que más allá de las circunstancias más o
menos favorables, en esencia todos somos iguales. Entonces, ¿Qué es
lo que nos permite desarrollar nuestro mayor potencial? Creo que a
esta altura no hace falta que lo diga, más por si acaso, voy a permitirme
hacerlo: Educación. Mas no cualquier clase de educación, tenemos que
indagar y reflexionar seriamente sobre este tema. Creo que justamen-
te, el dedicarme a escribir este libro, y narrar mis experiencias, tiene
como una de sus finalidades, señalar la necesidad de una educación di-
ferente, que contemple otro tipo de percepciones sobre la vida.
En mi andar por Los Andes, me he dado cuenta que existen dis-
tintos niveles de educación, distintos caminos y vías de crecimiento
disponibles, mas que en el fondo, todas apunta a lo mismo. Los caminos
aparentemente espirituales y/o materiales, científicos, artísticos, reli-
giosos y cantidad de oficios, técnicas y métodos que los seres humanos
podamos llegar a diseñar y comprender, nos van a llevar, si son verda-
deros hacia el mismo lugar: a nuestro real Ser, puesto que allí está todo.
Ramón Pascual Muñoz Soler lo expresa de la siguiente forma: “Llegó el
momento de la humanidad donde es vital que se unan el camino del conoci-
miento con el camino de la vida. “
En este sentido, debemos saber que somos apoyados por cons-
ciencias más evolucionadas que superaron crisis humanitarias como
las que nos tocan atravesar a nosotros ahora. Estas Jerarquías nos
están acompañando, mas para que ellas puedan intervenir, nosotros
debemos asumir una preparación, que implica madurar y aceptar que
estamos evolucionando. Ellos, respetan nuestro libre albedrío, y llega
un momento, donde sólo a partir de nuestra invocación, ellos pueden
participar de nuestro proceso.
La mano del hombre inevitablemente afecta el orden natural, sin
embargo, existen formas y formas de intervenir. Cuando la biodiversi-
dad se ve amenazada, mas aún cuando esto sucede de manera adre-
de para que resalte una forma sobre las otras, comienza a generarse
un desbalance en las dinámicas de la vida. Esto, acelerará procesos y
perjudicará la calidad de la materia. Sobre esto, nos advierten los Her-
207
manos Mayores. La Paz Mundial, entonces, debería volverse nuestro
primer objetivo. Y que este objetivo, debería guiar a todo movimiento
educativo sobre la faz de la Tierra. Este es el Mensaje de las Estrellas.
El mismo mensaje que un Maestro de Amor, supo irradiar a la Huma-
nidad. Mensaje que los grandes maestros promueven a través de su
ejemplo, y que todos los seres humanos somos capaces de percibir y
comenzar a internalizar.

Los Andes tienen un papel fundamental en la Educación del Nue-

vo Tiempo. Desde aquí se formarán los Nuevos Servidores. Mas es toda
América la encargada de conducir este proceso. Desde Alaska hasta
Tierra del Fuego, son los pueblos nativos de este territorio que claman
por su lugar en el gran círculo de la vida. Nos cabe entonces trabajar
para recuperar esta conciencia de unidad, que nos permita unificar
cada aspecto de nuestra Humanidad, tomando la Paz como Guía, la Ar-
monía como Base y la Integración como Fundamento. Sólo a través de
una concepción de este tipo, lograremos asumir de manera conjunta,
la inmensa labor que este legado nos propone a los hombres y mujeres
de Buena Voluntad del Mundo entero. Aquella honorable misión que
Shambhala, como primer centro de instalación de la Gran Hermandad
Blanca, estableciera hace 12.000 años en el desierto del Gobi, Mon-
golia. Y que ahora continua, tomando como epicentro de su ejercicio
la extensa Cordillera de los Andes, junto con la Red del Tiempo que
contempla los 13 discos solares y la vasta red de galerías y túneles sub-
terráneos que comunican los diferentes retiros y santuarios Intrate-
rrenos.

Inspirémonos entonces en estos enclaves. Vayamos en busca de

la Instrucción. Y sepamos que es la Conciencia Crística la que nos está
impulsando a cumplir con este Propósito. Los Maestros del Amor nos
convocan.

208 209
 CUARTA PARTE
Enseñanza
y aprendizaje

210 211
 PAUTAS REVELADAS EN LOS ANDES
1. El mundo está cambiando, y nosotros, como seres integrados
a un sistema de vida planetario estamos invitados a tomar conciencia
y comenzar un proceso de despertar interior, alumbrando aquellos es-
pacios de dolor y temor que al ser sanados nos habilitan a recobrar el
sentido más profundo de nuestra existencia.
2. Existen lugares de poder en la Tierra que ofician como por-
tales para acceder a un registro antiguo, a una memoria olvidada, a in-
formación sobre el destino de la humanidad que se conecta con otras
razas y civilizaciones extraplanetarias que participaron del proyecto
genético que dio paso a nuestra Humanidad. Estos centros de poder
nos impulsan a despertar, a reconocer nuestro pasado, nuestro pre-
sente y nuestro futuro, nos facilitan el proceso de recuperar y resta-
blecer nuestra sintonía interior y abrirnos paso a nuestra misión en la
vida. Estos Retiros Interiores están irradiando su luz al mundo, la cual
se ve potenciada al involucrarnos con todo nuestro ser, actuando como
receptores y canalizadores de su energía espiritual. Nuestra limpieza
y purificación son vitales en el proceso de alineación. Prepararnos de
forma consciente.
3. Gracias a la labor de muchos caminantes del mundo los re-
gistros se comienzan a abrir y las verdades de antaño son reveladas al
mundo, a las sociedades y los pueblos, que comienzan a RECORDAR:
quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos.
4. Somos testigos de un cambio de paradigma y más aún, del re-
nacimiento de un ser que es potencialmente humano-divino, un ser que
es creador y creación, capaz de reinventarse a sí mismo y así construir
un mundo nuevo. El poder del pensamiento, la palabra y de la emoción
correctamente enfocados. Este balance interno nos habilita a ser cana-
les de energías cada vez más poderosas, que potencian nuestra capa-
cidad de manifestación. Orientar nuestras acciones a partir de la unión
con nuestro Ser Superior. Ingresar en el espacio sagrado del corazón.
212
5. Estos Retiros Interiores proyectan a través de su energía los
patrones y claves de la creación y expansión del universo (geometría
de carácter fractal). Enseñan la ciencia del amor y del perdón como
también formas de generar tecnologías eficientes y saludables. Nos
trasmiten las aptitudes necesarias que debemos desarrollar para esta-
blecernos como Guardianes de la Tierra a través de un Legado de Paz,
Luz y Hermandad. Son los Espejos, Discos y Cristales las herramientas
que nos ayudan a sintonizar con su vibración a través el canto, la medi-
tación y la respiración.
6. La Gran Hermandad Blanca ha comenzado el proceso de
postas hacia la humanidad consciente, seres con la capacidad de re-
unir la información que guiará la Nueva Tierra. La energía supra física
está presente en el planeta, y es a través de conectar con estos luga-
res de poder, que vamos siendo educados en las Frecuencias de un
Nuevo Tiempo, una vibración que eleva la materia, y que sutiliza nues-
tros cuerpos alineándonos con creaciones y propósitos más elevados.
Debemos entregarnos a la transformación y comenzar por nuestro
entorno más cercano. Así se fortalece nuestro campo de influencia, a
medida que nos volvemos más conscientes de nuestra energía y vo-
luntad.
7. Cristo representa un estado de consciencia al que todo ser
humano puede aspirar. Un grado de responsabilidad delante de la
vida y sus acontecimientos, que nos impulsa a crecer en amor y ser-
vicio. Es la fuerza del YOSOY que nos conmueve internamente y que
nos invita a descubrir los misterios del alma humana. Nuestra esencia
está unida íntimamente a su energía, y en estos tiempos de grandes
transformaciones su mensaje se hace vida: brota del corazón y ger-
mina como semilla de paz modificando nuestra genética. La Energía
Crística, que en siglos pasados se proyectaba desde oriente, ahora se
establece con mayor intensidad en Los Andes, y son sus santuarios los
encargados de mantener esa vibración dentro de una Nueva Tónica.
La Nueva Shambhala es en cada ser que recuerda su origen, y tomar
consciencia del origen es estar en Paz, salir de la ilusión de separación.
213
 REFLEXIÓN PEREGRINA
Las Rutas Sagradas del Corazón
Los Maestros de estas Tierras dicen que el hombre blanco lle-
ve el mensaje de luz y esperanza trascendiendo la forma y los rituales,
para que se entienda la profundidad del camino de los ancestros. Ya
que no es simplemente volver a repetir o conmemorar ciertas costum-
bres, sino recuperar la frescura de una cosmovisión a la cual hemos
tratado con indiferencia y a la que debemos acercarnos. Ellos, los ori-
ginarios, valoran la tarea y la misión de cada hombre y mujer sincera;
independientemente de su piel, credo, ideología o cualquier tipo de
aspecto que pueda diferenciarnos. Hombres y Mujeres que sienten y
aman la Tierra, que buscan relacionarse con su Madre en armonía.
Es importante cumplir el rol de Guardianes. Los Mayores nos
invitan a ello, nos impulsan a proteger, a representar la voz de siglos,
la voz de milenios, voz del tiempo sagrado donde el humano y la vida
en todas sus expresiones convivían siendo uno; hermanados profunda-
mente por lazos internos. Los Amautas, y a través de ellos los Ancianos
de la Gran Hermandad, están dispuestos a abrir sus conocimientos a
quienes abran su Corazón. Ellos ven. Tienen la sensibilidad para ver a
través de nuestros ojos el amor que llevamos dentro, la sinceridad, los
principios, la ética que se orienta en el mismo sentido que los suyos. Sa-
ben el momento indicado para trasmitir sus ancestrales conocimientos,
modos de vida, experiencias, pautas y conciencia
. Los Maestros dicen que se ha intentado bajar el Cielo a la Tie-
Ellos nos dicen que la Tierra nos ama y valora a todos como sus
hijos; no discrimina, no juzga, abraza. El ser humano puede creer que su
Madre tiene rencor, que se venga, que ataca, que se defiende, mas todo
es obra de nuestra falta de fe y de comprensión hacia las leyes univer-
sales que dicta la Conciencia del Padre, energía masculina que instruye
nuestro pensar, que nos da el poder para alinearnos con la vida en el
Planeta.
214
Al alejarnos de nuestro centro y
de nuestra raíz estelar, hemos olvidado
quiénes somos. Debemos meditar pro-
fundamente sobre la finalidad de nues-
tros actos, debemos reflexionar sobre
cada pensamiento y sentimiento, cada
palabra y emoción. Es tiempo de disolver
viejos prejuicios, salir de la realidad que
ha creado una mente egoísta.
Estar en silencio. Escuchar.
Los Sabios Maestros, junto con sus tradiciones, se mantienen
latentes en templos etéreos; ciudadelas intraterrenas donde aguar-
dan el momento indicado para contactarse con las personas capaces
de traducir y llevar su legado a la acción, volviendo vida el mensaje. El
hombre blanco tiene la facultad de embellecer la vida, de dar un nuevo
giro en la espiral, de aportar a la reorganización de la especie huma-
na. Mas para ello, debemos estar preparados, atentos para asumir este
compromiso al que somos llamados. Rol que nos vincula directamente
con la reconstitución de las bases para una convivencia humanitaria.
“Unamos todas la banderas, todos los pueblos, todas las cultu-
ras. Seamos una sola Humanidad, y así juntos sumarnos al concierto de
los mundos. Contactemos con los Hermanos del Cosmos, y traigamos
esa luz a la Tierra.”
rra de una forma equivocada. Parte de su caída como Red de Comuni-
dades, como Familias de Ayllus, como Tawantinsuyo, comenzó con la
creencia y la no comprensión de la forma correcta de representar a la
divinidad. Creyeron que un hombre que llega a un grado alto de espiri-
tualidad se torna de un momento a otro un semi-dios; y casi luego, sin
más preámbulo, un dios al que el Pueblo en su conjunto debe venerar
y rendir culto. Esta mala interpretación de la labor espiritual que rea-
215
lizan los hombres y mujeres en la Tierra, no solo se sucedió en la Igle-
sia Católica; también fueron varios de los líderes políticos y religiosos
de las culturas originarias de América que cayeron en la tentación de
ser alabados. Tentados por su vanidad, endulzados por el germen de la
codicia, del poder y de la avaricia. Esta combinación de sentimientos y
pensamientos egocentristas llevó al hombre a enfrentarse con el hom-
bre; generando discordia, estratificación, falsa autoridad, sometimien-
to y esclavitud. Las órdenes de los grandes líderes políticos y religiosos
se volvieron absolutistas, y esta distorsión de las representantes de los
designios de lo Alto construyó un gran muro entre los “ciudadanos”, los
campesinos, los hoy llamados clase obrera-trabajadora, tornándolos
sirvientes; no de la Obra Divina, del Plan de la Creación Universal a
través de los principios del Amor, sino de los motivos egocentristas de
seres humanos (sobre todo hombres) seducidos por el poder y por la
falsa gloria. Ellos mismos, caídos en las mieles de la falsa elevación espi-
ritual, de una ascensión que los llevó hacia la decadencia y así también
a todas sus Comarcas. Esta lógica imperialista, de expansión y conquis-
ta, se puede entender como un patrón cuasi generalizado en los pue-
blos que fueron creciendo desmedidamente, abalanzando culturas y
tomando control indiscriminado de territorios, sin un respeto por los
pobladores que mantenían una conexión directa con esas tierras.
Cegados por la soberbia de creerse superiores, cayeron en su
propia trampa, auto delimitándose al construir alrededor suyo esta
imagen de semi-dios que nunca pudo ser real. Tomaron demasiado en-
serio su rol de “Esclavos del Poder” hasta el punto de solo actuar por
codicia, impartiendo temor para mantener su autoridad, totalmente
necios; actitud que nunca había sido enseñada a los Grandes Sabios,
conducta que jamás había sido trasmitida como forma de gobierno y
ejercicio del rol público.
En el mundo comenzaba un proceso de expansión que hoy ve su
Fin, ya que casi todo el Planeta ha sido conquistado a través de la comu-
nicación, movimiento que se inició con la construcción de caminos.Cami-
nos físicos, pero también Caminos Invisibles, Rutas Energéticas a través
de las cuales son iniciados procesos de transformación en los individuos.
216
Cada paso dentro de estos Caminos que unen al humano con el Espíritu
Planetario, representan una oración, una Palabra Viva que desde el silen-
cio va tejiendo un vía hacia los orígenes de la Vida, ampliando el entendi-
miento y discernimiento del caminante, y promoviendo desde lo interno,
una mutación y elevación de su estado de conciencia.
Al iniciar estas Rutas Sagradas con mayor atención, se abre una
puerta al contacto con las energías del universo, y el Peregrino despier-
ta a una Realidad Mayor. Por ello, al hablAR de Espiritualidad, Cosmo-
visión y Religión Andina, es importante remarcar que nos referimos a
una manera específica de volver a unirse con la Totalidad. Reconstruir-
nos como individuos desde adentro hacia afuera, y desde afuera hacia
adentro.
Hoy día, nuestro concepto general de las religiones y filosofías
de vida está muy alejado de sus principios y fundamentos originales, de
lo que se pensó desde un plano espiritual, como modo de elevar la ma-
teria y hacer descender el espíritu. Y que también, debemos entender
que al intentar traducir este movimiento a nuestra percepción tridi-
mensional del tiempo, perdemos perspectiva, puesto que concebimos
como meta el proceso y como proceso la meta. Principio y Fin son rela-
tivos al caminante ¿El camino dónde empieza y dónde termina?
La energía masculina distorsionada, fue generando una idea de
autoridad donde el poder está afuera. Aquí comenzamos a debilitarnos
en nuestra libertad y responsabilidad interior. Para que todo proceso
educativo e instructivo surja efecto positivo en nuestras consciencias,
deberíamos enfocarnos en los principios de la autoevaluación. Mi Yo-
Soy será entonces quien determine el avance y retroceso en el cami-
no. Y dentro del círculo, en la vida comunitaria, encontrar el espejo
que necesito para verme en profundidad, develando mis diferencias y
aprendiendo a pulir para afinar mi nota fundamental dentro del pulso
sagrado de la creación.
¿En qué lugar fueron depositados y almacenados los códigos an-
dinos? Principalmente en las montañas. Y el derramamiento de sangre
217
 sufrimiento y con la fuerza suficiente para recuperar prontamente la
dirección correcta de la vida; el sentido último y primero de nuestra
existencia; para seguir evolucionando cósmicamente hacia dimensio-
nes aún desconocidas.

Me habló del gran poder transformador que tiene el Perdón; de

que es vital perdonarnos para perdonar, y así reestablecer el orden sa-
grado dentro de nuestro círculo de relaciones.

Su voz quedó susurrando en el viento Aún la estoy escuchando.

innecesario fue el que marco al Espíritu Planetario que era el momento
de retirar esa fuerza y saber al ser humano, porque estaba siendo utili-
zada en su contra y en contra de toda forma de vida.

La Conciencia Indígena Real nos recuerda que todo es uno; es-

tamos unidos a nuestro entorno y a sus fuerzas internas, somos seres
que debemos recuperar nuestra natural ética de vida en equilibrio.

Antes que los pueblos experimentaran la caída de su organiza-

ción social producto de estas actitudes arrogantes de sus dirigentes,
aquellos Guardianes del Conocimiento con la ayuda de los Peregrinos
del Corazón Sagrado, fueron los encargados de coordinar los siguien-
tes pasos evolutivos, teniendo plena conciencia de lo que iba a suceder,
de los momentos de oscuridad que vendrían a llamar la atención sobre
la forma de comportarse. Comprendiendo, también, que en un futuro,
vendrían Nuevos Hijos de la Tierra a recuperar aquellas enseñanzas de
las cuales se separaron; reconstituyendo el camino hacia la integridad
del Ser Humano.

Por último, este Maestro me decía que era sumamente necesa-

rio dar una nueva visión sobre los modos de producción y economía
que tenemos hoy día. Los Abuelos y Abuelas han cultivado una relación
amorosa con la Tierra, por lo que están allí para enseñar a alinearnos y
equilibrarnos en este proceso transformador de la conciencia huma-
na, de la identidad del hombre; para que podamos atravesarlo sin tanto

218 219
 MENSAJES RECIBIDOS Mensaje recibido el 31 de marzo de 2012 en la ciudad de Luján

Las fuentes del conocimiento están disponibles para cada

uno de ustedes. Y para esto, primero deben reconocer ese portal de luz
que brilla, como un fuego ardiente, en sus corazones.
La Instrucción de Mundos no elige seres; ellos se eligen a sí mismos,
al reconocer la luz y el potencial evolutivo que se activa
como un impulso poderoso en sus cuerpos.
Estén atentos a las señales ya que nada se escapa de lo que es. Repiensen
su pensamiento y evalúen las formas de descubrir lo que existe.
Si pudiéramos abrazarlos ya estaríamos aquí; los amamos con profunda
admiración por la tarea que realizan. Un solo mensaje basta
“El trabajo comienza en uno, para rescatar la esencia y, el entendimiento sobre su alma traerá
y sigue, en la Humanidad” una gran cantidad de información para ordenar.

Caminen en silencio, ya que el mundo necesita que puedan irradiar

ANITAC entendimiento y claridad. Sean Faros de Luz en las tinieblas. Hoy se los
requiere firmes en sus lugares, haciendo lo que mejor saben hacer
(y olvidándose de la competencia). Rescaten su corazón,
ya que él representa al Cáliz de la Nueva Alianza en cada uno de ustedes.
Y la sangre nueva los atravesará con el objetivo
de develar el conocimiento perdido.
El libro de los de las vestiduras blancas pronto será entregado a la huma-
nidad terrestre. Queremos que no pierdan de vista este suceso;
sea cual fuese el camino en el que se encuentren transitando,
manténganse siempre en sintonía con lo Alto y con su Espíritu.

¿Acaso desean perderse, en un momento tan trascendental

de nuestra Historia?

“Al final del camino hay una voz… la voz de su Madre. Y detrás de ella
esta tú voz… que es la voz del Cristo”

220 221
 Mensaje recibido el 28 de abril de 2012
en la ciudad de Luján
Despierten a su propia luz y reconozcan el Amor que su propia Madre
tiene para entregarles. Abran su corazón y exploren sus sentidos, ya que
el Ángel de la Luz viene a anunciarles una buena noticia.
El tiempo de los tiempos es ahora, una realidad dormida aflora en cada
Ser Nuevo como un latido abierto a recibir su propia luz.
El Camino del Justo ya no habla por razones tristes; conduzcan sus almas
al gran misterio y exploren. Son palabras verdaderas las que
se construyen en la Fe, no de saber algo, sino de haberlo vivido.
Sepan que ustedes pueden más de lo que pudo el Cristo, y que hoy su
figura os sirve para iniciarlos en un proceso que no tiene fin.
La ascensión de las almas se dirige por ciertos patrones energéticos.
Que el compromiso los encuentre fuertes y renovados:
en donde no existe tiempo, no existe bueno o malo, es su decisión y la
intención lo que los dirige a buen puerto.
Sean, y sean valientes, porque el grupo puede ayudarles a encontrar
respuestas, pero antes, ustedes deben encontrar las suyas.
Un alma que sirve se eleva, y esa elevación es buena para todos.
Un alma que sirve evoluciona, y hace que otros sigan su ejemplo.
Hoy ustedes son maestros de un ciclo que aún no alcanzan a ver, son
ejemplos de palabras, nuevas palabras que necesitan ser dichas. Abran el
juego y confíen en la luz que los acompaña.
Un futuro lugar es suyo, un lugar sagrado, un lugar de paz.
Es su rol activo que les permite funcionar en concordancia con otros seres.
Manténganse orientados hacia su Luz. Allí está todo,
y allí está la voz de la consciencia.
¡Brillen!
222
Mensaje recibido el 4 de agosto de 2012
en la Isla del Sol, Bolivia
Se está viviendo un proceso integral de recuperación de la humanidad.
Su historia los marca fuerte y por eso es difícil romper con los lazos cós-
micos de experiencias negativas que los unen a las estrellas.
Muchas civilizaciones extraplanetarias han llegado a este planeta con
el fin de colonizar, realizar experimentos y regresar a sus planetas de
origen. Toda esta memoria debe ser sanada, para que la humanidad en
gran parte pueda aceptar y asimilar la vida cósmica.
Se les ha hecho mucho daño hermanos, por eso ahora comienzan a recor-
dar, y así posibilitan el florecimiento de una nueva tierra, y todo esto se
genera al poder sembrar en su interior lo bueno, que siempre ha estado
y que muchos han intentado de que crean que no. Algunos de ellos, han
sido Grupos de seres del cosmos no confederados, que estuvieron y que
aún están en la Tierra con el propósito de que el Humano no despierte y
descubra su luz, su potencial sublime y eterno.
La vida en el Planeta Tierra fue sembrada por Jardineros Espaciales;
entidades de los planos superiores que con su conocimiento y tecnología
diseñaron un ser a imagen y semejanza de ellos, con las capacidades para
reproducirse; algo que no es frecuente en el universo.
Su capacidad de administrar, compartir y liberar la energía primordial
(sexual-creativa) es lo que les da esa conexión espiritual y especial con los
mundos internos y elevados de conciencia; capacidad que no todas las
razas extraterrestres poseen; generando un recelo que motivó y aún sigue
motivando a algunas civilizaciones del cosmos a llegar a la tierra, valién-
dose de las energías oscuras o bien llamadas negativas para conducir su
energía primordial, haciendo que muchas veces se generen desequilibrios
en sus vidas, afectando sus cuerpos y centros de poder, manipulando su
genética para que se vuelvan una máquina sin posibilidades de elegir
sobre su destino, o bien sin la fuerza de voluntad para transformarse y
continuar en la espiral ascendente. (Según posteriores investigaciones, y
comunicaciones con estos seres, se nos dijo que la “Red del Miedo” ya ha
sido tendida alrededor del planeta, así como también toda la influencia
223
que estos seres han ejercido sobre la humanidad a nivel mental y emocio-
nal, y en nuestra genética. Ahora somos nosotros quienes debemos tomar
la decisión de dejar de alimentarla y modificar nuestro estado interno. El
Mensaje de Orión justamente nos habla de que a través del Amor pode-
mos liberarnos y con ello liberar a las razas que aún se mantienen bajo
patrones de dominación. Pero ¿Qué es el Amor? Debemos reflexionar
profundamente sobre ello.
Muchas Almas se hallan en el Lago Titikaka esperando que su energía
despierte por completo para viajar definitivamente a otros planos de
conciencia, desde donde seguir asistiendo más libremente en el proceso
de crecimiento interior del ser Humano hacia un Nuevo Tiempo. Hoy,
podés ver cómo estas piedras guardan gran cantidad de información,
una memoria, una frecuencia que solo cuando el Ser Humano de super-
ficie esté preparado para escuchar con el corazón y con humildad podrá
salir al mundo. Será Pronto, luego del mes de marzo de 2013, que este
movimiento energético de despertar y expansión se iniciará.
Los Maestros del Paititi en constante comunicación y apoyo hacia la
Tierra y su Humanidad
224
Mensaje recibido el 18 de abril de 2015 en Punta Indio,
Provincia de Buenos Aires
Escribe, aquí estamos: Oxalc en comunicación.
La Conexión Extraterrestre cumple con el propósito de despertar en cada
contactado los recuerdos cósmicos, aportando a su revelación, que es
interna y profunda.
No se debe confundir nuestra interacción con ustedes
como un fenómeno que adjudica algún tipo de elevación espiritual,
ya que dicho proceso es gradual, y corresponde a cada ser
crecer interiormente para sanarse y sanar así a su entorno.
Solo les decimos que AMEN.
Estamos junto a ustedes para enseñarles las cosas que hemos vivido
como civilización. Para que puedan conocer su historia
y así conducir su mundo hacia la paz verdadera.
Podemos acercarnos aún más, siempre y cuando se cumpla con cierto
protocolo que hace posible el contacto. Para ello, muchos son prepara-
dos. Capacitados de diferentes formas para lograr los objetivos previstos,
y sin que ello altere vuestras tareas concretas en su plano.
A medida que vuestra conciencia se expande y crece vuestra devoción
hacia lo supremo, nosotros vamos teniendo la oportunidad de compartir-
les nuevas informaciones al respecto del Plan Cósmico
y el lugar que el ser humano ocupa en él.
Sean cuidadosos. Respeten sus tiempos, y así podrán construir sólidas
bases para los momentos que se avecinan. Busquen en los conocimientos
ancestrales e integren todo ello junto con las tecnologías actuales. Aque-
llo que protege su entorno y los ayuda a seguir en sintonía con su espí-
ritu. Si no perciben con correcto discernimiento la relación creada con
la tecnología, y con los ritos antiguos, ambas vías de desarrollo pueden
presentarles complicaciones en vuestra evolución.
Pueden tomar de ambas lo bueno. Aquello que los conecta con otros
planos y niveles de la realidad. Aquello que los lleva hacia estados expan-
didos de la conciencia y el ser sin dañarlos ni dañar a nadie.
Su pasado, presente y futuro los encuentra en eje, captando las energías
del centro de su ser. Allí, todas las respuestas afloran.
225
 Mensaje recibido Septiembre de 2018, en Buenos Aires
La Congregación Galáctica ya está aquí para anunciarles la Nueva
Aurora. Dejen detrás sus miedos, sus culpas y preocupaciones según
el aspecto o forma que hoy representan en su mundo. Serán y son
amados desde sus fueros más íntimos por esa capacidad que ustedes
poseen de condensar información del infinito.
Están en el planeta como Seres Cristales realizando una misión que
impacta en infinidad de puntos del sistema galáctico. Pasar de un
mundo a otro en sus diferentes encarnaciones significa un entrena-
miento bajo y dentro de una amplia gama de energías, estructuras
y frecuencias. Y la experiencia en un planeta como la Tierra, que
no hay muchos en el universo, les da el aval para seguir creando en
otros mundos desde una perspectiva mayor del proceso por el cual
las almas se van reconociendo y reconfigurando hacia el regreso
a la fuente original.
Es la Tierra un mundo puente hacia dimensiones elevadas de cons-
ciencia. Realizándose en el planeta logran con sus conciencias el
acceso a universos de las dimensiones más elevadas que tienen lugar
en la existencia del absoluto. Y tal vez lo más fabuloso, es que algu-
nos de ustedes, al volverse tan amantes de este lugar del cosmos,
han tomado la decisión de convertirse en sus Guardianes, asumiendo
un servicio planetario que los sumerge en las raíces más profundas
de esta realidad, para desde allí mismo comenzar a diseñar una nue-
va frecuencia acorde al redimensionamiento
que el planeta está realizando.
Algunas almas, como verán, no acompañan de forma consciente este
proceso y tampoco lo harán, por más que puedan verse atraídos por
ciertas “consignas” o “pautas” que se vayan resolviendo poco a poco
desde el orden social, político, religioso y cultural.
Ese marco creado es lo que los seres requieren para su evolución.
Por ello eligen estar aquí. Los Guardianes en Tierra, aquellos seres
que despiertan de ese marco y se inician en el proceso de ascensión
junto con la Tierra y las Jerarquías Planetarias, están dentro de
226
otro espacio-tiempo; por más que aún sus vehículos estén dentro
de la “atmosfera vieja”. Esta fusión entre las dimensiones y planos
que existen en su realidad será cada vez más notoria, y muchas más
almas serán capaces de ver más allá de lo evidente de las estructuras
que los rodean. Pero claro, primero hay que comenzar mirando hacia
adentro. El verdadero cambio es interno: de su constitución, de su
mirada y de sus patrones de conducta.
Mensaje recibido Junio de 2018, en Buenos Aires
Gracias por vuestra presencia, estamos realmente felices de recibirlos
nuevamente en estos recintos sagrados. A través de sus cuerpos de luz
pueden viajar y estar con nosotros utilizando estos cantos sagrados,
estas palabras de poder que abren las puertas entre las dimensiones. Por
ello felices estamos de poder contactar con ustedes, así como con tantos
otros mensajeros y caminantes, y trasmitirles nuestras energías, que
luego serán desparramadas como semillas de luz por el mundo.
Los manantiales intraterrenos brotan hoy por todo el planeta y desde
los centros de poder estamos, y seguiremos, cantando. Son bienvenidos
y bien recibidos, porque vemos la pureza de su corazón, la alegría de sus
almas, la belleza que habita en su interior. Ese blanco resplandor nos
conmueve y sepan que estamos hermanados con ustedes, como también
lo están ustedes con los hermanos del cosmos, todos conformamos un
gran equipo. Sepan que nosotros también conocemos las estrellas.
Acceder a estos santuarios intraterrenos es un regalo, una bendición
para sus almas y para su ser. Aquí, según cada templo, santuario, retiro y
centro se realizan diferentes tipos de tareas y emanan diferentes tipos de
energías. Este cristal que te entregamos y les entregamos, corresponde a
la frecuencia del templo Demayon. A través de los cantos se mantendrá
activo. Es como encender esa frecuencia y generar un campo vibratorio
alrededor vuestro y de donde se encuentran. Es una poderosa herramien-
ta de irradiación. Y el trabajo con esta herramienta va modificando la
227
vibración del planeta y la de vuestras mentes. Por ello, cuando viajan a Por último les decimos:
los lugares de poder se posibilita el desembalse de mayor información, Ya no deben buscar el Bastón de Mando en el afuera. Él ha sido tan solo
desde las energías sutiles al plano concreto, desde adentro hacia afuera. un símbolo, como lo es en si todo objeto de poder. Su codicia espiritual
La luz de Demayon los guíe y fortalezca. puede fácilmente desviarles del camino del Ser, por ello les recordamos
caminar con paciencia y humildad. Así alcanzarán la trascendencia y
desarrollaran el desapego. Pero cuidado: la Renuncia no es dejarlo todo;
Mensaje recibido el día 14 de noviembre de 2018 es dejar aquello que los distrae, dispersa y aleja de su Sagrada Misión.
Cerro Uritorco, Capilla del Monte, Cordoba, Argentina Las Fuerzas de la Luz los acompañan Queridos Caminantes. Los Rayos
de este Nuevo Sol les traen su alimento. La Gracia, el Amor y la Fortaleza
Interior que el Templo Mayor irradia.
Ir a los Centros de Poder con la actitud correcta los posiciona como
anclaje de poderosas y transformadoras energías. Sigan las señales.
Queremos transmitirles a todos los Auto-Convocados que las luces, ener- Reconozcan su potencial. Admiren la Belleza del Cóndor y la Plenitud del
gías y vibraciones de los Centros Intraterrenos se encuentran completa- Águila. Unan sus fuerzas y caminos para que el Río de vuestras Concien-
mente abiertas al mundo y al humano de la superficie. cias logre conmover al Mundo desde el Silencio. Por sobre todo: traten de
El tiempo de la “Gran Preparación” ha llegado, donde grandes procesos no dejar Huellas, y que en sus miradas habite la Compasión. Así estarán
internas de las Almas y Mónadas (Esencias) se comienza a desencadenar. siendo Puentes de las Energías y Vibraciones de los Centros Planetarios.
Los hilos que unen Cielo y Tierra se establecen con firmeza para que todo Soy Sikhuma, y les recuerdo que Miztlitlan se encuentra, ahora mismo,
aquel que sienta el llamado a despertar a una Realidad Mayor pueda en vuestros Corazones.
hacerlo. La instrucción de la Jerarquía Blanca brota como un manantial
desde el Centro mismo de la Tierra y de vuestros Corazones.
Sus Guías los están apoyando para que puedan dar los pasos adecuados
según vuestra evolución.
Para ingresar a los Templos Sagrados de cada territorio y continente es
necesaria una limpieza y purificación, más la “Llave Final” es el Canto
y la Respiración. Un Canto Sagrado, Sublime y Eterno que nazca como
suspiro desde el Centro de Paz Interior.
La conciencia de los Auto-Convocados debería entonces comenzar
a refinarse, como sucede naturalmente con todo Cristal.
La clara emoción que produce contemplar la belleza de los acontecimien-
tos los llama e inspira Queridos Hermanos. Las Puertas de Erks están
abiertas. Quien respira adecuadamente y golpea será escuchado.
Quien vibra de acuerdo al pulso de su corazón será asistido.
Y quien camina al ritmo de su Verdad Interior será consolado
por los Grandes Maestros.

228 229
 EJERCICIOS PRÁCTICOS

“Lo que causa mayor molestia es la intermitencia,

que suban y bajen su frecuencia tan abruptamente.
Trabajen con ritmo y serenos.
No se autoexigan más de lo necesario.
Lo que se les pide es que enciendan su luz
y la sostengan.
Eso es ser parte de la Hermandad.”

Con amor
SAMPIAC

230 231
 MANTRAS
Los mantras representan poderosas herramientas de conexión
con diferentes planos y dimensiones de conciencia. Son llaves que
abren portales en nuestro interior, y que nos ayudan a armonizarnos
y alinearnos con energías sagradas de la creación. Combinando nues-
tra respiración natural con el canto que nace del corazón, podemos lo-
grar un estado de conciencia que nos permite percibir más allá de los
5 sentidos, ampliando nuestra escucha y nuestro sentir. Al respirar con
atención, y dándonos el lugar al silencio y la observación, se sincroni-
zan nuestros hemisferios cerebrales, modificando sutilmente nuestro
estado mental, invitándonos a reconocer y tomar registro de la capa-
cidad de expansión que todo ser humano es capaz de experimentar.
Es aconsejable tomar estos ejercicios con simpleza y sin expectativas.
Confiar en la inteligencia de la energía, y darnos el regalo de un mo-
mento sagrado en nuestro diario vivir.
Mantra de conexión
con las energías del disco solar del titikaka
Aman iti nagua
Iti saiti aruma
Kuyen uru paiti
Kuyen uru paiti
Reiguen atina aro kytai
Akuma demayon akuma demayon
“Recuerda caminante que tu luz interior te guía,
entrégate en paz y armonía a la puerta del corazón, ingresa al templo
sagrado de Demayon”
Este es el mantra que mencionamos en el libro para entonar junto con
la visualización de los Cristales Intraterrenos.
232
Mantra de protección
e nion
Es un mantra de protección y además de poder. Genera un fuerte
campo que da valor y energía para enfrentar las adversidades.
Nos impulsa a la unión.
La E se pronuncia bien aguda y alargada, luego NION es poco tiempo
en NI y en ON. Hay que sentir la vibración de la N como si fuera el
sonido de un auto al pasar rápido delante de nosotros.
Mantra de consumación de ejercicios
tor
Es un mantra para cerrar, o bien un ejercicio o una serie de mantras.
Con el mantra la energía vibra de forma vertical
por todo el cuerpo, actúa como una especie de estabilizador
y limpiador del campo energético. La R se hace bien alargada.
TOR sella cualquier trabajo a la perfección.
Mantra de sintonia solar-terrestre
Rahma
A través de este mantra se expande nuestra capacidad de recibir e
irradiar energía. Nos conecta con las frecuencias y vibraciones que
llegan desde nuestro sol, y que este, a su vez, canaliza del Sol Central
de la Galaxia. Rahma es una potente llave que enciende nuestro sol
interior, contribuyendo a irradiar esta luz hacia la Tierra.
233
 Mantra del amor crístico Mantra de conexión
eru gutai con nuestra esencia

Uno de sus significados es el siguiente: “Hay un sol en mi corazón”. Tomamos nuestro nombre y trabajamos con sus vocales.
Expande nuestro centro cardiaco y nos predispone Nos conectamos con la respiración y espontáneamente dejamos que
a la reflexión y la apertura interior. surja el sonido, la melodía, el canto que nos conecta
con nuestro núcleo interior.
Se dice que las 5 vocales son el fundamento principal de la creación.
Mantra de sanación En nuestro nombre, las vocales que se presentan,
son el puente para unirnos a esa fuente universal
de donde todos provenimos.
Son la llave para acceder a esa vibración espiritual.
Trabajamos desde la conciencia del fractal, reconociendo Resonemos en el sonido de nuestras vocales.
que aquello que nos despierta algún dolor dentro,
algún tipo de emoción, sentimiento o pensamiento,
se encuentra dentro.
A veces, lo que le sucede a mi hermano, la mejor forma que tengo de
participar es haciéndome cargo primero de mi propio dolor.
Este mantra nos propone conectarnos con la sanación
del colectivo y de nuestros hermanos, comprendiendo que
ese mismo proceso esta sucediéndome a mí.

SANA, SANA, SANA, SANA, SANA POR UNO, PORQUE QUIEN

SANA, SANA POR TODOS.

Pronunciar con determinación y convicción.

Y no esperar resultados.
Asumir que la cura y sus tiempos nos trasciende.
Cada proceso es sagrado y solo el Ser Superior sabe el momento
en que esa persona está lista para ser sanada.

234 235
 MEDITACIONES
La meditación representa una prácti-
ca espiritual que nos propone ingresar en un
estado de reflexión y quietud. Contribuye a
nuestro orden interno y nos ofrece la posibi-
lidad de una pausa delante del ritmo externo
que llevamos. Estas meditaciones en particular
son una invitación a trabajar la Visualización Creativa, para realizar un
viaje o proyección mental a través de diferentes imágenes que nos pro-
ponen ingresar en una conexión con elementos de la naturaleza y con
energías cósmicas. Estas meditaciones requieren de un trabajo previo
de concentración, que nos ayude a sostener el foco y dirección de nues-
tra proyección mental. Luego, la misma práctica hará que el trabajo sea
cada vez más fluido, hasta que la misma intuición y el sentir, junto con
la energía interna, vaya guiando y orientando el viaje hacia el interior. Al
inicio, es bueno tomar algunos elementos, y trabajar sobre ellos. Has-
ta lograr la sintonía y conexión que luego nos permita incorporar más
información a nuestras visualizaciones. Hablamos aquí del ejercicio de
la Imaginación. Al final encontraras un enlace a los audios de las medi-
taciones.
236
Meditacion hacia la luz
Nos ponemos en una posición cómoda que nos permita realizar
esta práctica de manera consciente y relajada. Siempre recomiendo
estar sentado con la columna erguida, liberando tensión de hombros,
con los pies haciendo contacto con el suelo y con la cabeza y el cuello
alineados con toda nuestra columna.
Realizamos el pedido a nuestros guías para que nos acompañen
e intencionamos la creación de una cúpula de protección de color blan-
co brillante, imaginando que desde el Sol Central de la Galaxia llega una
potente rayo de energía que genera este vórtice donde nos encontra-
remos sintonizando. Estamos ahora dentro de un espacio sagrado, y en
unión con toda la Jerarquía y Maestros de la Luz.
Vocalizamos el sonido AUM para entrar en vibración más eleva-
da, y para vitalizar con el sonido este campo de energía.
Llevamos la atención a nuestro entrecejo. Aquí se encuentra
nuestra capacidad de co-creación desde la Mente. Podemos sentir y
sintonizar desde nuestro corazón con este centro y manifestar a través
del pensamiento la intención de realizar esta Meditación hacia la Luz
guiados por nuestra intuición y todo el potencial de nuestro Ser.
Comenzamos a imaginar que somos el Centro de un Círculo, y
como desde nosotros parten infinitas rectas que se conectan forman-
do ángulos contra los contornos de esta Esfera Luminosa de Color Do-
rado que nos protege (recordamos intuitivamente los principios mate-
máticos que hacen a la geometría y liberamos la visión para captar las
formas que se presentan ante nosotros).
Nos expandimos dentro de esta esfera sin tiempo y espacio; ima-
ginamos y sentimos un plano de existencia donde todo es posible. Nos
encontramos dentro de este lugar en contacto con la creación, con el
vacío.
237
 Liberamos por completo la imaginación para recorrer este cami-
no de interiorización y le ordenamos a nuestro cuerpo físico que cola-
bore en este trabajo, relajándose y volviéndose cada vez más liviano.
Nos conectamos con cada átomo de nuestro cuerpo y le ordenamos
para que se relaje, se calme y se aquiete. Sentimos la vibración de nues-
tro cuerpo físico elevándose.
Flotando en el espacio, suspendidos en los latidos del corazón,
visualizamos como dentro del corazón yace un cuarzo blanco que va
reflejando su brillo en todo nuestro cuerpo, iluminando la oscuridad de
brazos, piernas, cabeza y espalda. Mientras tanto, el corazón se va fun-
diendo con el cuarzo, y todo se vuelve color rojo y blanco, una mezcla
de profundo amor, armonía, paz y espiritualidad. Luego, lentamente,
nuestro interior se va volviendo de color blanco completamente, para
ir hacia el verde y después al color que cada uno desee. Nos dejamos
sentir en este color, que activa nuestra expansión.
Mientras respiramos pausadamente, vamos manteniendo un rit-
mo constante que deje fluir la mente y pueda brindarnos una fuerte
concentrarnos en las sensaciones, al tiempo que nos vamos liberando e
todas las tensiones, entrando en contacto con la piel, músculos, huesos,
nervios, tendones y articulaciones. Relajando y calmando cualquier
molestia. Masajeando mentalmente nuestro cuerpo. Somos pacientes
para que las energías que nos atraviesan actúen y nos lleven a donde
debamos llegar con la conciencia. Confiamos en la intuición y dirección
interna.
Si los pensamientos aparecen tan solo observamos. Allí están,
pero nosotros no somos ellos. Tomamos conciencia de nuestra presen-
cia, y a la vez vamos creando con la imaginación un ambiente externo
en el que quisiéramos estar, por ejemplo: a las orillas de un río en plena
paz, silencio y tranquilidad, con árboles, pájaros, o bien, una montaña.
Lo importante es sintonizar con un ambiente natural. Escuchamos los
sonidos de un agua cerca, volvemos real en nuestro interior las figuras
de este paisaje y al respirar sentimos el aroma de las flores y árboles, y
como la fragancia va penetrando nuestro cuerpo relajándolo, sentimos
238
el sutil aroma trasladándose por cabeza, brazos, espalda, cintura, pier-
nas y pies, como si fuera un humo que penetra, limpia y purifica nuestro
espacio. Tomamos el tiempo necesario para sentir lo reconfortable de
este cambio. Respiramos.
La mente y el cuerpo deben estar quietos para establecer un
profundo contacto con nuestra esencia. Estamos queriendo sentir la
unión interior con nuestro Ser.
Imaginamos cada uno de los centros energéticos con su respec-
tivo color
1. Coronilla – Violeta / Blanco
2. Entrecejo – Azul-
3. Faringe - Celeste
4. Cardíaco - Verde
5. Plexo solar - Amarillo
6. Sexual - Naranja
7. Base - rojo
Imaginamos ahora un hilo blanco que traspasa cada uno de estos
centros o ruedas de energía, conectando entre sí el Cielo y la Tierra,
canalizando a través de nosotros las Fuerzas Cosmos y telúrica. So-
mos seres de luz recibiendo vida del Universo y de la Tierra. Nuestro
Cuerpo Físico cada vez es más leve y sentimos como se amplía nuestro
campo de percepción al tiempo que nos elevamos a través de una Luz
Celeste hacia el infinito, al espacio sideral. Estamos fuera de la Tierra.
239
 Allí nos disponemos a formar parte de un grupo de seres que
comparten una ronda. Imaginamos a cada uno de ellos completamente
bañados de luz y emanando desde su frente y corazón una luz blanca
hacia el Planeta Tierra.
En este rayo poderoso de luz enviamos desde nuestro ser un de-
seo que represente y simbolice el mayor anhelo y aspiración interior
hacia el Planeta y la Humanidad. Permanecemos concentrados y volun-
tariosos en nuestra tarea.
Pasado el tiempo que convengamos. Vamos a sentir nuevamente
la atracción de la Tierra. Su magnetismo nos convoca a regresar. Pero
ahora “desembarcaremos” con otra conciencia. Como si fuésemos se-
millas germinando con nuestra luz el mundo.
Nos acercamos poco a poco. Primero viendo los continentes y
océanos, toda la geografía, mares, montañas, valles, campos y así lue-
go las provincias, ciudades, distritos, pueblos, viajando a lugares que
sentimos importantes y allí depositamos nuestro sentimiento de unión
junto con la luz de todo nuestro Ser.
Continuamos acercando la lupa, visualizando edificios: hospita-
les y colegios, ministerios, casas, bares, lugares conocidos, autos, calles,
estadios, monumentos, personas de todo tipo, recordando seres que-
ridos, amigos, compañeros, no tan amigos, compartiendo con cada uno
de ellos esta fuerza e ideal.
Entonces, entramos en nuestra casa, nos reconocemos en nues-
tro cuerpo nuevamente. Respiramos pausadamente y damos tiempo
a que la experiencia sea asimilada. Podemos a través de la voz liberar
nuestras emociones y sentimientos más profundos. Esto ayudará a in-
tegrar lo vivido. Por último, llevamos ambas manos al centro del pecho.
Conectamos con nuestro corazón y agradecemos.
TODO ESTA EN CALMA.
Aquí estoy, aquí Soy.
240
Secuencia Básica de Alineación
Respiración, Armonización y Proyección
Cuerpo Físico, Emocional y Mental
Siempre iniciamos con la cúpula de protección visualizando un
rayo de luz que desciende desde el centro de la galaxia, del Sol Central
al que los mayas llamaron Hunab-Ku. Nos proyectamos mentalmente
hacia este lugar del espacio para traer desde allí el poder manifesta-
dor de la conciencia universal. Solicitando la guía de todos los grandes
Maestros y Guías que nos acompañan en nuestra evolución.
Visualizamos ese rayo de luz blanca brillante que nos envuelve
creando un domo de luz.
Una vez que sellamos ese campo de protección alrededor nues-
tro intencionando la protección y asistencia de la práctica que vamos a
realizar, sentimos la conexión profunda con el espíritu de la Madre Tie-
rra que también nos abraza y nos da su contención, su abrigo, su asis-
tencia y su sustento para iniciar la sintonía. Para reformar este enlace
con las energías de la Tierra podemos visualizar como desde la planta
de los pies salen raíces que van en busca del centro de amor de la Tie-
rra, el fuego y cristal que se encuentra alojado en el núcleo espiritual
del planeta. Nos unimos internamente a esa fuente de vida planetaria
y nos abrimos a recibir su apoyo y el de todos los reinos de la creación.
Nos conectamos e invitamos al reino mineral, vegetal y animal para
que estemos unidos en esta práctica, intencionando para que toda la
energía que se vaya a movilizar sea direccionada para el más alto bien y
propósito de sanación y cura, de transformación y purificación.
RESPIRACIÓN
Podemos decir que la respiración es un acto involuntario que
realizamos constantemente. Sin embargo, cuando dirigimos nuestra
atención en cómo respiramos, y colocamos nuestra voluntad en acom-
pañar con una intención clara, podemos comenzar a sentir un cambio
241
en nuestro estado interno. Existen diferentes técnicas para estimular
nuestro organismo a través del simple acto de respirar de forma cons-
ciente.
Aquí te vamos a proponer que realices algo sencillo.
Vacía todo el aire de tus pulmones.
Inhala el aire por la nariz y llena tus pulmones, llevando el aire
hacia la zona baja del estomago.
Retiene.
Exhala por nariz. Suelta todo el aire, y por último, mantén por
unos segundos ese estado de vacío.
Es una respiración de 4 tiempos. Al acto de inhalar y de exhalar,
se le suman dos momentos más: retener y quedar vacio.
Repite 7 veces y relájate, sosteniendo un ritmo de respiración
sin controlar. Percibe tu estado interno.
Cierra los ojos.
Vuelve a realizar la misma secuencia dos veces más.
ARMONIZACIÓN
Nos sentamos en una silla con la columna erguida. Los pies en
contacto con el suelo y las manos reposando sobre los muslos con las
palmas hacia arriba. Del mismo modo que con la respiración, existen
diversas técnicas de armonización y relajación. En esta ocasión, vamos
a continuar el ejercicio de respiración, más ahora, al acto de respirar,
vamos a sumar una intención nueva: equilibrar nuestros hemisferios
cerebrales. Nos concentraremos entonces en percibir el aire que in-
gresa por la nariz, y a continuación, con la imaginación, visualizaremos
como este aire recorre todo nuestro cuerpo desde la cabeza hacia los
pies. Adjudicamos al aire un color. Si se presenta espontáneamente
alguno en especial continuamos con ese durante un tiempo, y luego,
vamos a teñir mentalmente el aire de color verde, que tiene relación
con la sanación. Visualizamos entonces todo nuestro cuerpo que co-
mienza a recibir este estimulo de armonización a través del aire color
verde que viaja desde la cabeza hacia los pies. Poco a poco llevamos la
atención hacia el cerebro, y visualizamos ambos hemisferios que co-
mienzan a ser masajeados por esta energía color verde. Visualizamos
242
además nuestro Sistema Nervioso e intencionamos que libere esta in-
formación de liviandad y relajación hacia todo nuestro cuerpo: a cada
musculo, huevo, nervio, articulación de nuestro cuerpo, a cada órgano
y célula.
Masaru Emoto, científico Japonés, demostró a través de su in-
vestigación sobre el agua, como este elemento primordial de la crea-
ción, tiene una enorme capacidad receptiva. El sonido, la vibración,
afecta las moléculas de agua, generando ondas de energías que crean
patrones. Esos patrones, cuando provienen de un sonido armónico,
como puede ser el canto de pájaros, naturaleza, o música creada a tra-
vés de ciertas armonías y melodías, produce un efecto especial en el
agua. Considerando que somos más del 80% agua y líquidos, al cantar
y utilizar la voz con la intención de armonizarnos, estamos aplicando la
ley de vibración, unos de los 7 principios herméticos. Y al trabajar con
nuestra propia voz, vamos a poner en funcionamiento la armonización
a través de nuestro sonido personal. Por lo que no nos preocupemos en
la afinación. Si bien es cierto que no es lo mismos cualquier afinación. El
canto del corazón es lo fundamental de esta práctica. En algún momen-
to, la relajación surgirá efecto, y sentiremos que nuestra voz resuena
con nuestro corazón. Allí se produce un efecto sanador y armonizador
natural.
Pronunciaremos entonces las vocales U 0 A E I VISUALIZAN-
DO LA ENERGÍA QUE VA ASCENDIENDO, DESDE LOS PIES HACIA
LA CABEZA Repetiremos cada vocal hasta que sintamos que hemos
lograda un sonido acorde a nuestro sentir. Esta será la pauta que nos
indicará el paso a la siguiente vocal.
PROYECCIÓN
Como veíamos al inicio, la respiración, dentro de esta secuen-
cia, tiene como pauta incidir sobre la alineación del cuerpo físico. La
armonización, en este caso, se focalizará en alinear el plano, o cuerpo
emocional, y la proyección, el cuerpo mental. Cuando hablamos de pro-
yección, nos estamos refiriendo, en este caso, a una técnica de visuali-
243
zación que pone de manifiesto un poder mental que generalmente des-
conocemos: la capacidad de viajar con el pensamiento y de dar fuerza
y energía con el poder del pensamiento a aquello a lo cual dirigimos
nuestra atención. Para abordar y desarrollar esta capacidad, vamos a
trabajar sobre formas que de por sí están asociadas a energías pode-
rosas: los sólidos platónicos. Para esta secuencia de alineación vamos
a utilizar el Tetraedro.
Proseguimos entonces con la secuencia,
abriendo el contacto interno con nuestra mente
superior. Llevamos la atención al entrece-
jo e imaginamos una esfera de luz color
azulado que comienza a crecer hasta
formar una pirámide tetraédrica. Lle-
vamos ahora la atención hacia nuestras ma-
nos, que se ubican a la altura de los hombres, con las
palmas hacia el frente, en posición de irradiación. Sosteniendo
la atención en la mente y el tetraedro, llevamos la atención al corazón,
con la intención de alinear ambos centros de energía. Podemos enton-
ces percibir la unificación e integración entre ambos focos de atención
y fuerza de nuestro cuerpo. Luego, llevamos toda la atención a la fren-
te, al tercer ojo, y proyectamos hacia el centro, desde nuestra mente,
el tetraedro. Vemos con detenimiento y detalle cómo va viajando y mo-
viéndose. “Empujamos con nuestra intención” el tetraedro, que toma
un color azul profundo. Vemos cada detalle de su contorno y sus án-
gulos.
Una vez que percibimos con claridad el tetraedro delante de no-
sotros, llevamos la atención al corazón y emitimos desde nuestro cora-
zón un potente rayo de luz dorado, que brota desde la llama de nuestro
Sol Interior. Podemos sentir esa conexión interna con esa Luz de Amor
que habita en cada uno de nosotros. Visualizamos este Rayo Dorado
que se une con los otros Rayos de todos los presente energizando el
tetraedro y estableciendo un tetraedro general, entre todos los parti-
cipantes. Podemos además visualizar como el tetraedro comienza a ro-
tar a gran velocidad, creciendo en tamaño y proyectando esta energía
244
en todas las direcciones, estableciendo un gran vórtice de energía, que
dinamiza el ambiente en el cual nos encontramos. En el centro, mien-
tras el tetraedro continua rotando, podemos visualizar una flama de
luz dorada. Nos concentramos en esa flama, percibiendo la fuerza de
la trinidad en nosotros: Sonido, Luz y Forma. Vemos ambos rayos que
sostienen la proyección del tetraedro, el rayo que parte de la mente y
el rayo que parte del corazón. Además, continuamos con las manos ex-
tendidas hacia el frente, también sosteniendo e irradiando. Finalmente,
comenzamos a integrar la respiración, y cuando asumimos que hemos
balanceado las fuerzas internas, comenzamos a entonar el OM, con la
intención de seguir energizando la pirámide tetraédrica. Para concluir,
nos quedamos en silencio y por último, dirigimos la atención hacia el
interior, proyectando nuevamente el tetraedro hacia nosotros, visuali-
zando como ambos rayos, de la mente y del corazón, dirigen la energía
hacia nuestro interior. Lo mismo realizamos con las manos, dirigiéndo-
las hacia el centro del pecho, con la intención de integrar la energía que
hemos activado.
Nos quedamos el tiempo que sea necesario en silencio.
Cerramos el ejercicio agradeciendo y honrando lo vivido.
Como estamos moviendo muchas energías, a veces podemos
sentir esa diferencia de vibración alcanzada y costarnos por lo tanto
“regresar”. Hemos despertado tantas potencialidades y abierto tanto
nuestro campo energético que es bueno tomarnos el tiempo para ir
asimilando lo vivido con calma. Para esta re calibración y ajuste final
se nos ha entregado un mantra especial. TOR. Que se vocaliza alargan-
do la R, Tooooorrrrrrrrrrrrr. Funciona como estabilizador y podemos
mantralizarlo hasta sentir que nuestro campo se va restableciendo y
las energías de los diferentes planos reacomodando. Es muy efectivo y
poderoso, sobre todo cuando sentimos esa expansión tan pronunciada
y necesitamos asimilar en lo físico lo vivido. A veces, ese reacomoda-
miento se da más suavemente, y no es necesario acudir a ninguna otra
herramienta. Solo respirando, bostezando y moviendo lentamente el
cuerpo ya alcanza. Otras veces, también es necesario apoyar las manos
sobre la Tierra. Es bueno escucharse y saber que necesitamos.
245
 Meditacion de los 4 soles
Recomiendo realizar esta meditación parado o bien sentado en
una silla con los pies sobre el suelo.
Exhalamos liberando todo el aire de nuestros pulmones. Nos
vaciamos. Inhalamos profundo, retenemos y exhalamos por boca. Nos
vaciamos nuevamente. Y volvemos a Inhalamos por nariz, retenemos y
exhalamos por boca. Nos vaciamos. Realizamos este mismo movimien-
to hasta sentirnos en presencia.
Llevamos entonces la atención a nuestro corazón. Sentimos su
latido y a todo el flujo de nuestra sangre que recorre nuestro cuerpo.
Conectamos con nuestras aguas internas.
Sin dejar de enfocarnos en nuestro corazón, llevamos la aten-
ción al entrecejo. Y mentalmente decretamos la alineación entre nues-
tro Centro Cardiaco y nuestro Entrecejo. Respiramos y
vamos sintiendo como a través de la respiración se comienzan
equilibrar nuestros hemisferios cerebrales. Visualizamos como desde
nuestro cerebro y todo el sistema nervioso se comienza a proyectar
una vibración de calibración hacia todas las células de nuestro cuer-
po físico, lo que va a su vez calibrando y armonizando nuestro cuerpo
emocional y mental. Entramos poco a poco en un ritmo interno de co-
nexión con nuestro Centro de Paz.
Volvemos la mirada y atención interna al Corazón. Sentimos el la-
tido del corazón como va enviando a todo nuestro cuerpo información.
Su pulso organiza y ordena nuestro ritmo interno. El corazón se vuelve
nuestra Guía, para desde este punto de luz proyectarnos, a partir de un
hilo dorado, en forma espiral, hacia el Centro de la Tierra. Descende-
mos desde el Corazón en forma espiral, sintiendo esta energía recorrer
nuestras piernas y pies, penetrando lentamente la Tierra. Visualizamos
desde la planta de los pies extenderse raíces. Nos sentimos como so-
mos un Gran Árbol enraizándose, y no unimos a nuestro chakra Estre-
246
lla de la Tierra que se encuentra por debajo de nuestro pues a unos
30 centímetros de distancia. Una vez que sentimos el anclaje con este
centro de energía desde nuestro corazón, nos proyectamos hacia el
Centro de la Tierra. Nos encontramos allí, y a la vez, seguimos aten-
tos a nuestro corazón y cuerpo físico. Estamos creando un puente con
el Centro de Amor de la Tierra. Sentimos el Amor de la Madre Tierra
abrazándonos. Y poco a poco, una vez que concluimos con este enlace,
vamos a ir ascendiendo nuevamente en forma espiral a través de este
hilo dorado hacia nuestro Corazón.
Estamos conectados a la Matrix Planetaria. El pulso de la Tierra
y el pulso de nuestro Corazón, y por consecuencia de todo nuestro or-
ganismo han entrado en alineación y coherencia. Estamos ahora den-
tro de un mismo ritmo y vibración con la energía planetaria, unidos a
todos los seres y criaturas, a todos los lugares y centros de energía.
Sentimos esa unidad y desde ese punto de convergencia creado vamos
a proyectarnos fuera del Planeta. Tomamos la decisión de hacerlo y di-
rigimos nuestra atención hacia lo Alto.
Desde el Corazón, visualizamos como este hilo dorado en for-
ma espiral comienza a ascender por nuestra columna, y va atravesando
nuestro cuerpo: garganta, cuello, cabeza. Sentimos nuestro Chackra
Corona abrirse como una flor. Pétalo a pétalo se a expandiendo. Desde
la Coronilla entonces ascendemos en forma espiral, visualizando como
las ramas de nuestro árbol se comienzan a extender hacia el Cielo. Y 30
centímetros sobre nuestra cabeza, nos enlazamos con el chakra Estre-
lla del Alma. Luego de sentir la unión con este centro que nos conecta
con toda nuestra familia galáctica, nos proyectamos y elevamos hacia
fuera de la atmosfera terrestre y vemos desde arriba los continentes
que conforman el Planeta. Vemos que no hay frontera. Expandimos
nuestro pensamiento, nuestra mente, nuestra visión del mundo. Y al
salir de la Tierra, vemos todo el sistema solar, la Luna y el resto de los
planetas. El Sol y su potente luz. Hacia allí nos dirigimos. Vamos en for-
ma espiral acercándonos al Centro del Sol. Sentimos la presencia de
los Grandes Maestros y Guías acompañándonos y sentimos además
la presencia de los Ángeles Solares. Ingresamos dentro del Sol. Nos
247
unimos a su núcleo y permanecemos en silencio. Respiramos, y recor-
damos que estamos sostenidos en la Tierra. Establecemos un puente
entre el Corazón de la Tierra, nuestro Corazón y el Corazón del Sol.
Percibimos la potencia de este enlace. Estamos siendo puentes entre
las energías del Cielo y de la Tierra. Pero vamos a seguir proyectándo-
nos en nuestro universo.
cada entidad viviente está unida a toda la creación, y que es el Campo
Toroidal (Manzana) que nos sintoniza a todos bajo ese mismo flujo de
información.
Inhalamos profundo y exhalamos. Llevamos nuestras manos al
Centro del Corazón. Agradecemos.

Respiramos profundo y de forma espiral, ahora con más cons- Ahora estamos preparados para iniciar la siguiente secuencia de
ciencia y expansión, vamos a dirigirnos hacia el Sol Central de la Ga- canto de mantras.
laxia: Hunab-Ku.
AUM – RAHMA Y LUEGO EL MANTRA DE SINTONIA CON EL
Sentimos como a gran velocidad viajamos hacia este Centro Ga- LAGO TITIQAQA
láctico. Llegamos a sentir la fuerza que nos acompaña para sintonizar
con su pulso. Llegamos.

Ahora vamos a afinarnos con su latido. El Gran Sol Central esta
emanando su Luz hacia todos los rincones del Universo. Ahora noso-
tros, de forma consciente, vamos a sintonizar con su pulso y alinearnos
para traer esta información hacia nuestro Sol, nuestro Corazón y nues-
tro Planeta.

Tomamos consciencia de esta acción. De este enlace. Y lenta-

mente, de forma espiral, vamos regresando.

Pasamos por el Sol de nuestro sistema y percibimos el flujo de

información / energía descendiendo. Desde nuestro Sol vamos enton-
ces ingresando en la atmosfera de la Tierra, y sintiendo la potente luz
ingresando a toda la superficie del Planeta, proyectarse alrededor de
toda la esfera, hasta sintonizar nuevamente con nuestro Corazón. Nos
conectamos con nuestro Corazón y sentimos el anclaje de la energía.
Todo nuestro cuerpo está vibrando. Estamos alineados. Y poco a poco,
desde el Corazón, en forma espiral, vamos ingresando al Centro de la
Tierra, para desde allí volver a ascender hacia nuestro Corazón. Senti-
mos la potencia del fuego. De todos los fuegos de todos los soles; de to-
dos los corazones y centros de energías de los diferentes seres y con-
ciencias que estamos alineando de forma consciente. Recordar que
248 249
 Ejercicio de Reverencia y Agradecimiento
Presentándonos y saludando a los Hermanos de Luz, y a todos los
seres y fuerzas de la Creación.
La Reverencia y el Agradecimiento representan uno de los grados
más elevados de conciencia, donde nos ubicamos como partículas delante
de la inmensidad a la cual pertenecemos. Dentro nuestro existe, en una es-
cala menor, la misma fuerza que creó todo lo que vemos. Al honrar y agra-
decer, recordamos a nuestra mente y nuestro ser, que somos parte del uni-
verso, y que entendemos que siempre estamos unidos y conectados a esa
fuente infinita. Al establecer una comunicación con los Maestros y Guías,
nos presentamos como lo haríamos con un familiar querido, reconociendo
su lugar sagrado dentro del gran círculo de la Hermandad. Esta conciencia
e identificación con la Ley de la Jerarquía, contribuye en nuestro acepta-
ción del poder interno que vibra en cada entidad viviente, como parte de
una Red Común, que sostiene y sustenta la Vida. Este acto de Reverencia,
es tanto hacia arriba como hacia abajo, desde el plano humano, no solo nos
corresponde honrar a los que se encuentran en dimensiones “superiores”,
sino a los que hacen su experiencia en dimensiones “inferiores”. Esto nos
ayuda integrar, y comprender la importancia de cada elemento, en su lugar
sagrado dentro del Planeta y del Universo.
Nos arrodillamos y realizamos las siguientes plegarias. Unimos
nuestro pensamiento al pensamiento de la Tierra, y nuestro corazón y sen-
tir, al sentir de la Naturaleza. Respiramos profundo y agradecemos.
HUAMANAIKA SHIMINICA (REPETIMOS 3 VECES)
“EN ESTE ENCUENTRO TE HONRAMOS SEÑOR”
IRI SHIRIN MAUAK SIKIUK (REPETRIMOS 3 VECES)
“BENDITA SEA LA FUENTE CREATIVA DEL UNIVERSO Y QUE
FLUYA EN NUESTRA ENERGÍA INTERNA”
250
Proyección mental
hacia los templos intraterrenos
Respira profundo. Convoca las energías de protección. Visua-
lízate dentro de un domo de luz blanco brillante. Conéctate con las
energías de Cielo y de la Tierra desde tu corazón e imagina un Templo
de Cristal en el Centro de la Tierra que esta latiendo y pulsando una
energía de amor, luz y fuerza. Allí te están aguardando los Maestros In-
traterrenos. Conéctate telepáticamente con ellos y pide autorización
para acceder a su espacio sagrado. Luego, visualiza un octaedro.
Siente la energía del octaedro calibrar tu cuerpo físico, emo-
cional y mental. Decreta internamente la limpieza y purificación de tu
campo energético. Proyéctate con tu conciencia a través del octaedro
hacia el Centro de la Tierra. Imagina como capa por capa vas atravesan-
do la corteza terrestre adentrándote en las galerías, túneles y cuevas
del mundo subterráneo. Siente el agua interna recibirte. Medita allí en
presencia de los Maestros Intraterrenos. Siente el amor de estos seres
y recibe de ellos los símbolos para conectar con la sabiduría y el conoci-
miento de los Templos Interiores y con las Esferas Cósmicas que se en-
cuentran custodiadas por ellos en este mundo, y que en estos tiempos
se vuelven accesibles a los humanos de la superficie.
Para regresar, despídete de ellos y agradece su bondad. Retorna
lentamente así tal como llegaste, atravesando capa por capa hasta vol-
ver a la superficie. Respira profundo tantas veces como sea necesario.
Mueve tu cuerpo y canta. Canta para integrar tu experiencia y liberar a
través de la voz. Une tus manos en el pecho. Este gesto trae la atención
nuevamente a tu Centro de Paz. Agradece. Honra el estar aquí y ahora
siendo.
251
 Lema Intraterreno

LEMA DE LA HERMANDAD INTRATERRENA

Enlace a Meditaciones on-line

link a audios de meditaciones:

https://ar.ivoox.com/es/podcast-despertar-del-sol-interior_sq_
f114106_1.html
“LA PAZ COMO GUÍA,
LA ARMONÍA COMO BASE,
LA INTEGRACIÓN COMO FUNDAMENTO,
Y LA RAZÓN EN PERFECTO EQUILIBRIO”

MAIA
Ser Intraterreno que se manifiesta en Aurora y Erks

252 253
AGRADECIMIENTOS
Manifiesto profundo agradecimiento hacia todos mis familiares. Y
más allá de ellos, hacia todos mis ancestros, porque gracias a ellos
estoy hoy aquí. Doy gracias a cada una de las células de mi cuer-
po, por las poderosas experiencias que tienen lugar gracias a ellas.
Quiero cada día poder amar cada vez más todo aquello que soy.
Deseo agradecer a todas las personas que colaboraron para que
este libro vea la luz, me descubrí siempre contenido y abrazado al
momento de avanzar en la escritura. Deseo además dar especial
mención a algunos de ellos.
Gracias Esteban Pablo Perez Ghersi, tu confianza en este material
me brindó el impulso necesario para tomar la decisión de publicarlo.
Gracias Katrin, tu hospitalidad y buen recibimiento en mis viajes al
altiplano, tus observaciones sobre mi labor y tu forma directa de
manifestar tus descontentos, me inspiraron en la búsqueda.
Gracias al Grupo AMAR de Lujan, junto a ellos viví mi preparación
para este viaje, y recibí por parte de cada uno de sus miembros
gran apoyo y confianza.
Gracias a Juan Pablo Pelacini, juntos caminamos por las Tierras
del Sol en agosto de 2012. Tus palabras me invitan siempre a recor-
dar la simpleza y profundidad del viaje de la existencia.
254
Gracias a Viento Alegre, Julieta Tierra y Mariana Copello por su arte
en servicio.
Gracias a mis tres hijos, Valentino, Inti y Aurora, y su madre, Agustina
Chiappe.
Gracias a mis padre, Claudio Accurso, por su acompañamiento e im-
pulso.
Gracias a mi madre, Silvia Corso, por su presencia, su cuidado y su
abrazo.
Gracias a todos aquellos que apoyaron económicamente la impresión
del libro y a los que participaron de mis talleres, charlas y retiros du-
rante este tiempo; todo lo compartido ha ido fortaleciendo este men-
saje y experiencia de contacto.
Gracias a Alexis Ansaldo, sus observaciones me ayudaron a pulir y de-
cantar aquellos conceptos que necesitaban ser revisados, con el fin de
“afinar” el contenido del libro.
Gracias Diego Iorio y Casa Kuti, allí comencé a darle el cierre a esta
edición. Y por último, gracias al Sagrado Cerro Uritorco, seguiré pe-
regrinando y encontrándome con sus mensajes para estos Tiempos.
255
BIOGRAFIA
Mi nombre completo es Rodrigo Vicente Accurso.
Nací un 1 de mayo de 1985 en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, en la Republica Argentina, donde vivo actualmente.
Mis padres, Claudio y Silvia, me criaron en el barrio de Palermo.
Pero además, pasé los fines de semanas junto mis hermanos, primo y
primas en el Partido Bonaerense de Escobar en contacto con la natura-
leza donde me hice amigo de los árboles.
Realicé mis estudios primarios y secundarios y luego trabajé, por
lo general, asociado a tareas administrativas.
Siempre medité y procuré espacios de silencio y reflexión. Des-
de temprana edad reconocí la necesidad espiritual y la búsqueda inte-
rior, a la par de una inquietud por traer toda esa vivencia al nivel social,
político y cultural.
Soy padre de dos hijos y una hija.
En 2009 junto con Mario Cannas, fundamos una ONG llamada
Redes de Paz con el fin de promover la Cultura de Paz en el Mundo,
ofreciendo talleres, retiros, charlas y jornadas multidisciplinarias para
inspirar y motivar a las personas a participar activamente en sus comu-
nidades con acciones en pos del bien común. Fueron 2 años de intensas
actividades, encuentros y viajes.
256
Hace más de 15 años me he dedicado a investigar y difundir
informaciones y conocimientos relacionados al Despertar de la Con-
ciencia en diferentes área de la vida humana, como son alimentación y
salud, manejo consciente de energías, servicio y acción social, coope-
rativismo, educación, permacultura, pueblos originarios, etc. Parte de
esta información la vuelco de manera esporádica en la web de Portal
Nuevo Tiempo, un espacio de transmisión que creé con el fin de expan-
dir diferentes propuestas y actividades relacionadas a estas temáticas.
Un punto de convergencia para visibilizar el trabajo en Red que esta-
mos realizando cada uno desde nuestro lugar. Un proyecto de encuen-
tro, aprendizaje y transformación. (www.portalnuevotiempo.com.ar)
Me defino como un Peregrino. Embajador de Paz “auto-convo-
cado” para colaborar en la manifestación de la Luz, el Amor y la Unión.
Mi deseo es que este Mensaje de Transformación y Sanación
pueda llegar cada vez a más personas, y estar siempre al servicio de
la Evolución de la Humanidad, a través de enfocarme de forma cons-
ciente en mi propia Evolución. Entiendo que este es el único camino:
el auto-conocimiento. Estamos en un tiempo de siembra, abriendo el
camino para las Nuevas Almas que están por llegar a la Tierra...
Pacto Roerich
por la Paz
257
... a Rodrigo Accurso

Un Hermano, un amigo, un padre, un niño, un compañero de esta Rodri se anima a develar el mensaje oculto del silencio, a re
gran ruta misteriosa, un alma del mismo almadal que en sintonía de cu- dibujar el mapa ancestral galáctico. Ver a Rodri a los ojos en su pro-
riosos nos reconocimos y empezamos a jugar a vernos como piezas cla- fundidad es estar ante un extraterrestre, se lo siente más en el cielo
ves de un gran tejido. En un manto amoroso de acción, de hermandad, que en la tierra.
de familia, de compromiso, de sueños y de multi formas. Nos animamos
a proyectar lo nuevo. Gracias hermano por estar, por confiar, ser guía y amigo en
estos momentos de la gran conquista del dibujo de la nueva hu-
Rodri amante de la vida, investigador, y de fácil deslumbramien- manidad. Corazón a corazón, visión a visión, como flechas hacia el
to por el misterio. Haber visto su festejo emotivo, saltando y gritando cristal del nuevo ser.
ante la inminente versatilidad de tonos celestiales de un eclipse, fue
reconocer en él a ese niño que nunca va a dejar de estar maravillado Siempre unidos como los dedos de la mano.
por los regalos de este universo.
Te amo !
Él escucha atento los mensajes del cielo y juega a convertirse por Juan Diego Iorio
momentos en oráculo y guía de sí mismo, mensajero del no tiempo, ju- Teo Mama
gador en las estrellas de un viaje sin retorno. Friuminel
258 259
BIBLIOGRAFIA
Aquí te comparto algunos de los libros que sirvieron de inspi-
ración y guía para profundizar en las experiencias, mensajes e infor-
maciones que se encuentran en el libro. Me he nutrido del trabajo de
diversos autores, investigadores y comunicadores para ampliar mis
puntos de vista e ideas. También, como forma de corroborar y validar
mis impresiones, intuiciones e hipótesis, descubriendo que en el Mun-
do somos cada vez más las personas que estamos dedicados a expandir
la conciencia y acceder a nuevas formas de entender y operar sobre
nuestra realidad. Es maravilloso tomar dimensión de esta Gran Fami-
lia que somos, y de cómo a través de la cooperación podemos llegar a
fortalecer nuestras labores hacia la Humanidad. Ir desde lo individual
hacia lo comunitario. Honrar el aporte y la misión de cada ser viviente.
Despertar nuestro Fuego Interior. Compartir.
Aurora Esencia Cósmica Curativa. Jose Trigueirinho. Editorial Kier
Patrones de conducta para la Nueva Humanidad.
Jose Trigueirinho. Editorial Kier
La Matrix Divina. Gregg Braden. Sirio
Cosmovisión. Hugo Rodríguez. Leviatán
Los Ojos de Shambala. Ricardo González.
El Portal Cósmico de Orión. Ricardo González.
Los Maestros del Paititi Testimonio de una civilización pedida.
Ricardo González
Entrando en el Espacio Sagrado del Corazón. Drunvalo Melquisedek
Lugares Altamente Energéticos. Guido S. Bassler. Kier
260
Biografía del Fenómeno Ovni. Salvador Freixido. Espacio y Tiempo
El Retorno del Fénix, La Era de Acuario y el Comienzo de la Libera-
ción. Kristina Gale-Kumar. Errepar
Gérmenes de Futuro en el Hombre, Hacia una individualidad expan-
siva y participante. Ramón Pascual Muñoz soler. Ediciones Depalma
El Duodécimo Planeta. Zecharia Sitchin. Heptada Ediciones
Natura Las Derivas Históricas. Pablo Capanna
¿Por qué las Armas? Desde los Mayas hasta la Insurgencia en Gua-
temala. María del Rosario Valenzuela Sotomayor. Ocean sur
El Libro de los Guardianes y Vigilantes. Sixto Paz Wells
Y…El Anciano Habló. Anton Ponce de Leon Paiva. Errepar.
Ovnis: S.O.S a la Humanidad. J. J. Benitez. Grupo Editorial Norma
Espiritualidad Andina El Sendero del Corazón. Jorge Alfano. Kier
Un Mundo dentro de un Mundo Transmitido por X-7.
Ediciones Luciérnaga
Guardianes de la Tierra El Nacimiento de la Nueva Humanidad.
Raphaello Crouzielles. Editorial Dunken
Las Enseñanzas de Don Juan, y otros libros del mismo autor.
Carlos Castaneda
Alonso del Rio. Videos en Youtube
Silvia Cusicanqui. Videos en Youtbe
Leonardo Boff. Videos en Youtube
Irdin Editorial. www.irdin.org.br
261
GLOSARIO
Discos Solares
Representan un objeto, principalmente, de resguardo de información,
creado en tiempo de las primeras Humanidades bajo la guía de los Her-
manos Mayores. Tienen grabados información de la Historia Planeta-
ria, de las Civilizaciones que la poblaron y de los potenciales de las Hu-
manidades Futuras. Esta herramienta original, se dividió en 13 partes,
que conforman hoy día una red denominada la Red del Tiempo. Estos
Discos Solares se activan a través del Sonido y la Conciencia. Fue Ri-
cardo González, junto con otros miembros de los Grupos de Contacto
de la entonces Misión Rahma, quienes recibieron parte de este conoci-
miento, que luego se comenzó a ampliar a través de diversos grupos y
canalizadores de todas partes del mundo. Existe un mantra disponible
de forma gratuita en internet que ayuda a sintonizar con la energía y
vibración de los discos.
(Mantra: https://www.youtube.com/watch?v=__jwo8GZkOo)
Cristales Intraterrenos
Herramientas vivas que se encuentran en resonancia con las energías
de la Tierra y del Universo. Trasmiten cualidades energéticas que con-
tribuyen a la expresión de fuerzas que aún los seres humanos estamos
reconociendo. Forman parte de nuestra enseñanza y educación integral
como seres multidimensionales. Se nos presentan como Cristales, más
en su esencia son Luz, que al condensarse, se perciben en su contrapar-
te sólida. Del mismo modo, esta Luz, se pueden presentar a quien entra
en contacto con su energía, como Fuego Elemental, que puede asumir
diferentes tonalidades y colores. La función de estos Cristales es am-
plia. Más se puede decir que impulsan a nuestro ser para abrirse hacia
estados de conciencia más elevados, contribuyen a nuestro limpieza y
purificación. El trabajo con los Cristales Intraterrenos representa una
misión de anclaje energético, a la que ciertos individuos pueden sentir-
se atraídos y convocados.
262
Espejos Planetarios
Los Espejos Planetarios conforman una Red de Comunicación Este-
lar-Terrestre. Son utilizados tanto por las Civilizaciones Intraterrenas
como por los Hermanos del Cosmos. A través de los Espejos, energías
poderosas son filtradas hacia el Planeta, la Humanidad y los Seres de la
Superficie. Podemos verlos como lagos que reflejan, según la necesidad
de cada tiempo, cierto tipo de memorias y códigos, que luego serán dis-
tribuidos hacia otros lugares de la Tierra, donde finalmente serán con-
densados en formas concretas. El mantenimiento de estos Espejos, es
supervisado por las Jerarquías Planetarias y Cósmicas, que operan de
manera conjunto, y que aguardan mayor conciencia de los seres de la Su-
perficie, que están receptivos a colaborar con estas tareas.
Red del Tiempo
Es el nombre que se le asigna a la Red conformada por los 13 Discos Sola-
res que se encuentran emplazados a lo largo del Continente Americano,
desde Monte Shasta en California, Estados Unidos, hasta la Antártida.
Una de las funciones de esta Red, correspondió en acompañar el tránsito
de nuestro planeta hacia el Real Tiempo del Universo. Y al día de hoy, si-
gue realizando un trabajo de estabilización y sostén energético, respecto
al Proceso de Parto Planetario que está teniendo lugar en la Tierra y en
la Conciencia Humana. Cada uno de los Discos está relacionado con un
Retiro Intraterreno, donde la Hermandad Blanca encuentra un punto
particular del Planeta, donde manifestarse e irradiar su energía. Acudir
a estos enclaves de poder, significa una apertura hacia Estados de Con-
ciencia más allá del Tiempo y del Espacio Tridimensional. Pasado, Pre-
sente y Futuro, pueden ser integrados al sintonizar con la vibración de
estos Retiros, accediendo así a una Conciencia más amplia de nuestra
Misión en la Tierra. Tomar conciencia de que nos solo estamos sujetos a
un Tiempo Tridimensional, sino que también nos movemos en otro tiem-
pos y realidades, que trascienden nuestra identidad humana actual.
263
Red Planetaria
Grilla o malla energética que rodea al Planeta. Esta codificada a través
de determinados patrones geométricos que dan forma a una matriz de
energía e información. Algunos la describen como Campo Akashico.
Existen diversas Redes Planetarias, que se interconectan entre sí. Po-
dríamos decir que cada nivel de conciencia configura una red propia, a
través de la cual se condensan sus patrones de información. También,
existen diversas teorías que describen a estos Campos de Informa-
ción. Tal vez, una de las más reconocidos sea la Teoría de la Noosfera
del teólogo y filosofo Francés Pierre Tielhard de Chardin ; pero en la
actualidad contamos con abundantes pensadores, científicos, filósofos
y místicos que se han dedicado a investigar la relación que existe entre
la Conciencia Humana y de los diferentes Reinos de la Naturaleza con
el Campo Akashico o Red Planetaria, y de esta Red o Akasha con los Lu-
gares Sagrados de la Tierra: Centros Ceremoniales aún se mantienen
activos, por más que la mayoría de la Humanidad de Superficie, se pre-
sente en un estado de ignorancia respecto de su función y propósito.
(http://teilhard.net/la-noosfera/)
Hermanos Mayores/Guías del Cosmos
Al utilizar el término Hermanos Mayores o Guías del Cosmos, nos re-
ferimos a seres que se encuentran relacionadas con la evolución del
Planeta y de su Humanidad, asistiendo desde otros planos, niveles y
dimensiones de la conciencia. Representan a consciencias de dimen-
siones donde operan otros tipos de leyes, y por tal motivo, su forma
de relacionarse con la Humanidad de Superficie debe respetar ciertos
protocolos de acercamiento, para afectar lo menos posible nuestra ac-
tividad en el plano al cual pertenecemos. Uno de los objetivos de su
relación con nosotros, es generar una especie de alianza entre los dife-
rentes planos y dimensiones, ya que en el punto evolutivo en el cual nos
encontramos, la Humanidad ira progresivamente recuperando su Me-
moria de Dios o Recuerdo del Origen, lo que traerá grandes cambios y
transformaciones en la vida terrestre, y en la posibilidad de colaborar
de forma más activa con la Realidad Mayor. Existen diversos grupos,
razas y humanidades que habitan el Universo, y cada una de ellas, se
264
encuentra comprometida en diferente grado y nivel con la evolución en
la Tierra. Algunos de estos seres, que común y vulgarmente llamamos
extraterrestres, pertenecen directamente a la Vida Planetaria, y han
venido evolucionando junto con la Humanidad de Superficie, sólo que
en otros planos. Estas Jerarquías, que se encuentra próximas a noso-
tros, son las que deberíamos aspirar a contactar. Son los Instructores
más próximos a nosotros, y que están cumpliendo con una misión de
servicio para las consciencias humanas que anhelan abrir su percep-
ción del universo y la existencia.
Jerarquías Cósmicas
Al hablar de Jerarquías Cósmicas, tenemos que representar sintética-
mente el Espacio en el cual nos encontramos. Según la información que
los Guías Cosmos nos han facilitado a lo largo de las experiencias de
contacto, el Universo Material que habitamos contiene 7 dimensiones.
Más allá de este Universo, encontramos el Universo Mental y luego, el
Universo Espiritual. Podemos graficarlo como un núcleo. En su centro
encontramos la esfera que corresponden al Universo Material y a sus
7 dimensiones. Luego, una esfera mayor que representa al Universo
Mental, y por sobre este Universo, se presenta el Universo Espiritual,
del cual podemos describir cada vez menos. Según la ley de correspon-
dencia, podemos inferir en que así como cada Universo comprende
distintas dimensiones, planos, niveles y estados de conciencia, también
existen diferentes seres y entidades que la habitan, seres que se van
adecuando a las leyes que contemplan dichos universos y dimensión,
pero que a la vez, también tiene la facultad de modificar, participar e
intervenir en la construcción de los diferentes mundos que expresan
de manera concreta los atributos, características e impulsos que desde
los núcleos internos son proyectados. Jerarquías es un núcleo de cons-
ciencia que tiene la capacidad de condensar ciertos atributos, energías
y fuerzas que coordinan con sus impulsos el desenvolvimiento de otros
núcleos de mejor escala. Podemos entenderlo como notas o vibra-
ciones fundamentales que, a través de su accionar, llenan de sentido
y propósito a toda forma que entra en contacto con su energía. En la
Tierra, al accionar de las Jerarquías Cósmicas se las percibe de manera
abstracta, ya que los vehículos humanos, aún no se encuentran capaci-
265
tados para reconocer la identidad de sus fuerzas. Sin embargo, poco a
poco, iremos pudiendo distinguir nuestra relación con dichas fuerzas
cósmicas que llegan desde estas Jerarquías, lo que nos traerá mayor
orientación sobre la experiencia humana. En el esfuerzo que ha hecho
la especie humana por darle forma a estas corrientes cósmicas de vida,
se han generado distorsiones, que aún siguen confundiendo y generan-
do conflictos entre los diferentes pueblos, culturas y naciones.
Jerarquías Planetarias
Las Jerarquías Planetarias son las que se encuentran en una escala vi-
bratoria más cerca de nosotros, los seres humanos que habitamos la
superficie de la Tierra. Ellas, colaboran con nuestro desenvolvimiento
en este plano, facilitando en cada individuo, el proceso interno de cre-
cimiento que debe alcanzar. En este trabajo, que vincula el plano físico,
etérico, emocional y mental, somos orientados por estas Jerarquías, e
instruidos para comprender poco a poco como hacernos más conscien-
tes de las leyes y principios que rigen y gobiernan la existencia material
y espiritual en el marco del Planeta. Las Jerarquías Planetarias engloban
a las Hermandades Intraterrenas, pero también a Maestros e Instruc-
tores que se expresan en la Vida Terrestre. Y en algunos casos, incluye
a Hermanos del Cosmos, que como antes mencionamos, están en con-
tacto con leyes cósmicas, pero aún siguen vinculados directamente con
el proceso evolutivo de la Tierra. Lo que deberíamos sacar en limpio de
estos núcleos que interactúan con nosotros en diferentes grados de
proximidad, es su carácter amplio y extendido, ya que las membranas
que separan un plano, una dimensión y un nivel de conciencia de otro,
son menos rígidas de lo que pensamos, y así como los seres humanos
solemos vernos como seres exclusivamente materiales, así solemos
representar en nuestro imaginario, al resto de las energías, entidades
y fuerzas con las cuales entramos en contacto. En definitiva, lo que se
proyecta en la Tierra, tiene su contrapartida invisible, y todo es así en
el vasto universo. Toda partícula se encuentra conectada con una red
cada vez más amplia, y siendo en apariencia una entidad inferior, pueda
encontrarse en esencia, coligada a poderosas esencias. Conocer la Red/
Sistema, entonces, resulta primordial para interpretar correctamente el
posicionamiento de las partículas y elementos que lo conforman.
266
Confederación Galáctica
La Confederación Galáctica está conformada por Civilizaciones que
alcanzaron un grado de conciencia donde rige la Fraternidad como
principio de cohesión. Estas Civilizaciones, que también se encuen-
tran vinculadas a diferentes constelaciones, estrellas y planetas, in-
teractúan entre si y posibilitan que otras Civilizaciones ingresen en
la misma conciencia y vibración en la que ellas se encuentran. Esta
interacción, responde y se ejerce en base a principios y leyes aún des-
conocidas para el común de la especie humana que habita el Planeta
Tierra. Sin embargo, que sean desconocidas no implica que no se en-
cuentren a nuestro alcance. Es más, las Civilizaciones Confederadas
se ocupan de “decantar” estos impulsos, para que cada vez más indi-
viduos que conforman una Civilización en proceso de convertirse en
parte activa de la Confederación Galáctica, logren sintonizar con los
atributos y facultades del Orden Fraternal, para de este modo, ha-
bilitar protocolos y programas de contacto cada vez más concretos
en dichas Humanidades. La sede de esta Confederación en nuestro
Sistema Solar se encuentra en una de las lunas de Júpiter. Desde allí
imparte la Instrucción y coordinación de las operaciones que la Con-
federación realiza en cooperación con las Hermandades que se ali-
nearon con dicho programa.
Instrucción
Es el nombre con el cual se condensan una serie de pautas, claves,
llaves, impulsos y comandos que descienden desde planos superio-
res hacia planos inferiores. Sin embargo, la misma Instrucción es una
entidad viva, que se retroalimenta a partir de los diferentes procesos
que tienen lugar producto de la interacción entre las diferentes di-
mensiones, planos y niveles de la existencia.
Misión Rahma
La Misión Rahma, se inició a nivel concreto en el año 1974 a través
de un grupo de jóvenes oriundos de Lima, Perú, entre los cuales se
destacaron los Hermanos Carlos y Sixto Paz Wells. Esta Misión, re-
presenta un Programa de Contacto de la Humanidad con Instructo-
res, Grupos y Civilizaciones del Cosmos. Y con la Gran Hermandad
267
Blanca Planetaria, o Gobierno Interno Positivo de la Tierra. A partir
de la recepción de una serie de mensajes y pautas de trabajo que es-
tos seres de las estrella entregaron a este primer grupo de contacto,
se procedió a ampliar el llamado, realizando una serie de viajes, en-
cuentro y experiencias en torno al Fenómeno OVNI, con el objetivo
de actualizar información y conocimientos que luego de la Segunda
Guerra Mundial y de los incidentes nucleares, urgían que nuestra
Humanidad recibiera para hacerse responsable de los acontecimien-
tos futuros que nos aguardan. Con gran éxito, se conformaron grupos
en países de casi toda América y Europa, y se cumplieron diferentes
etapas y objetivos que los Hermanos Mayores esperaban que los gru-
pos en misión pusieran en marcha. De esta forma, a inicio de los años
noventa, la organización se disuelve de manera formal, más continua
en su esencia y propósito, sirviendo como canal de expresión de la
búsqueda interna de individuos que encontraron en la Misión una
manera práctica de participar del cambio y transformación planeta-
rio. Rahma representa una vibración que llama a los autoconvocados
al servicio y el amor, en sintonía con las energías del Cielo y de la Tie-
rra. Un código de activación que posibilita la alineación con fuerzas
cósmicas que están ingresando cada vez con mayor intensidad a la
Tierra siendo causa directa del proceso de purificación y despertar
de la Humanidad.
Programa de Contacto
Un Programa de Contacto simboliza un proceso de despertar para
los individuos que reconocen dicha preparación y enseñanza prácti-
ca que proviene del Cosmos hacia la Tierra. Pero que también opera
dentro de la Tierra hacia el Cosmos, como una interacción constante
de maduración en las leyes y principios que gobiernan la existencia.
Nuestra realidad actual está conformada por una serie de normas
que la misma Humanidad a lo largo de su Historia ha ido ideando y
plasmando como formas y modos de vida. Los diferentes Programas
de Contacto, vienen a proponer una resignificación de estas estruc-
turas e instituciones, ampliando el conocimiento que tenemos hoy día
sobre la materia, la energía, el espacio y el tiempo. El Ser y la Concien-
cia, pero sobre todo: el Amor. Debemos entender que los Programas
268
de Contacto que son coordinados por consciencias en otro grado de
vibración a la nuestra, no representa un punto definitivo en nuestra
evolución, ni esperan que sigamos mecánicamente sus instrucciones.
Funcionan a manera de estímulos, proponiendo alternativas. Brindan
orientación y consejo, capacitación y entrenamiento para que los se-
res de la superficie asumamos una responsabilidad y compromiso con
estos “Planes de Acciones Universales”. Nuestro Albedrío siempre es
respetado, con lo cual, nos encontraríamos delante de una educación
amorosa, donde el éxito no está en hacer todo a la perfección, sino en
involucrarnos con la experiencia humana, más concibiendo su impac-
to y repercusión en otras esferas más amplias de la existencia. Una
de las finalidades de los Programas de Contacto es promover la Con-
ciencia de Unidad en la Humanidad. Por lo tanto, una forma de detec-
tar el origen de las comunicaciones que se producen con estas esfe-
ras de conocimiento universal, es a partir de discernir respecto de sus
metas mayores. No deberíamos perder jamás la razón y el juicio, por
más que el objetivo final sea abrirnos a los planos intuitivos, nuestro
pensamiento correctamente enfocado, es indispensable para mante-
ner una coherente alineación y resonancia con estos Programas.
Culturas Nativas / Conciencia Indígena
Hablamos de una serie de códigos que unen a la Humanidad con su
propósito original en el planeta. Estos códigos son sagrados, y repre-
sentan el acceso de los seres humanos a su diseño original. Quienes
han sido custodios de estas puertas sagradas, hoy día se encuentran
guían a los seres de la superficie que aspiran en los más profundo de
su Ser a servir, transformarse y evolucionar. Los Caminos que estas
Consciencias trazaron están disponibles en este Nuevo Tiempo, y
son muchas las Almas que implorar por descubrir los tesoros que al
transitarlos se develan. Sin embargo, así como las fuerzas involutivas
supieron conducir a las almas hacia diversos abismos a través de la
tecnología, así también está sucediendo con algunas posibilidades
que lejos de responder a estos “códigos nativos”, se abren como vías
de escape y evasión de responsabilidades y entregas que las almas
necesitan hacer en sus planos para evolucionar y crecer en conscien-
cia.
269
Fuerza Crística
La Fuerza Crística tal vez excede todo lo que podamos describir sobre
ella. Excede la vida de Jesús, aunque encuentra en su vida una forma
de expresión que sin duda impulsa el desenvolvimiento de la concien-
cia humana en estos Tiempos. Esta misma Fuerza es la que ha guiado
a infinidad de seres humanos, y que aún lo sigue haciendo. Podemos
decir que es la Fuerza Principal que se ha hecho cargo de la evolución
de las consciencias terrestres. Los seres humanos que aún se mantie-
nen alejados y cerrados de su influencia, deberían comenzar a dejarse
permear por esta Fuerza, si realmente desean elevarse y trascender las
condiciones del plano en el cual se encuentran.
Maestros Espirituales de la Humanidad
Al hacer mención de Maestros Espirituales de la Humanidad, nos pone-
mos en resonancia con aquellos hombres y mujeres que a través de su
experiencia terrenal, han marcado una huella certera a través de la cual
sus congéneres pueden encontrar alimento espiritual para sus vidas, y
profundizar en los aspectos humanos que todos debemos trascender y
compensar para encontrar la verdadera plenitud y felicidad.
Humanidad de Superficie
La Humanidad de Superficie es una forma de referirse a la experiencia
que los seres humanos estamos desarrollando en los planos concretos
del Planeta, que comprenden el físico/etérico, emocional y mental. Si
bien todos los seres humanos tenemos el potencial de habitar y expe-
rimentar 7 dimensiones materiales, y además otras tantas dimensio-
nes del universo mental y espiritual, el grado de interacción y dominio
sobre dichas dimensiones es menor, ya que nuestra conciencia se en-
cuentra enfocada sobre estos tres niveles básicos, que son sobre los
cuales se nos exige total responsabilidad. A medida que vayamos evo-
lucionando, tendremos posibilidades, como Humanidad, de ingresar de
manera conjunto a interactuar con esos otros planos y dimensiones de
conciencia. Por el momento, dichas experiencias se encuentra “reser-
vadas” a unos pocos, lo que no representa ningún tipo de diferenciación
en cuento a Nivel de Ser, sino a grado de conciencia y de responsabili-
dad, en primera instancia, con su propia evolución como consciencia.
270
AutoConvocados
En un punto, autoconvocados somos todos los individuos encarnados
en estos momentos de la Humanidad, quienes conscientes o incons-
cientemente, elegimos nacer en la Tierra y acompañar su proceso
como Ser Planetario. Somos Células de un organismo mayor, y que a su
vez, se encuentran inmerso en otro aún más mayor e inmenso, que va
desde el Sistema Solar, la Vía Láctea junto con las Constelaciones que
la conforman, y de allí con el gran universo en el cual nos encontramos,
poblado de miles de millones de estrellas, que conforman infinidad de
galaxias y dentro de ellas millones de mundos con posibilidades de vida
y expresiones diversas de la energía. El auto convocado, en parte, es
ese Ser que toma dimensión de esta interrelación, y que comienza, a
su modo, a intentar interiorizarse de cómo está relación lo afecta en
su realidad más inmediata. Este proceso de despertar, que los Herma-
nos Mayores nos explican que se trata en esencia de RECORDAR, nos
llevará inevitablemente a concebir una existencia más amplia, y a sin-
tonizar con fuentes internas de sabiduría, que nos proporcionarán un
entendimiento más profundo del impacto que nuestra presencia en el
mundo puede tener, tiene y siempre ha tenido, puesto que somos seres
eternos.
Operación Rescate
La Operación Rescate responde a un protocolo de acercamiento de los
Hermanos Mayores que acompañan la evolución de la Humanidad de
Superficie. Lejos de la imagen de una evacuación y huida a otros mun-
dos, nos habla de una colaboración de estas Civilización del Cosmos, y
de los Seres que habitan al Interior de la Tierra, en el avance integral
de nuestra Civilización, para que podamos trascender ciertos patrones
de conducta y alinearnos con leyes universales a través del estudio y
servicio que podamos ofrecer desde nuestro punto evolutivo, tanto
como individuos, grupos y naciones. El rescate comienza en los niveles
internos, y conlleva ciertos ajustes energéticos y vibratorios por parte
de los seres que comienzan a recibir de manera consciente dicha asis-
tencia e impulso.
271
272