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COMPETENCIAS COMUNICATIVAS
TECNICO-PROFESIONALES
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LA INSPECCIÓN OCULAR
Surgen incógnitas que no han sido despejadas: ¿se aseguró la escena del
delito y se levantaron huellas, vestigios e indicios? ¿Se determinó el calibre de los
proyectiles de arma de fuego y su procedencia? ¿Las necropsias de los
cadáveres determinaron la trayectoria de los proyectiles de arma de fuego y
posible localización del o los victimarios? ¿Fue segura la cadena de custodia?
La verdad judicial tiene que apoyarse en la verdad científica y técnica.
A partir de lo que acabamos de leer, podemos concluir que la acción que deberá
desarrollar el funcionario es la de observar, ya que pondrá en juego su habilidad
para examinar una situación y formar un juicio a partir de ella.
Veamos el caso que se presenta en la siguiente noticia (Operativo Sapucay) y
prestemos especial atención al valor que tuvo “LA OBSERVACIÓN” cómo
técnica de recolección de datos realizada por el personal uniformado.
Pero así como todo tiene un comienzo, también tiene un final. Y si hay decisión, firmeza y
convicciones, las cosas pueden ser diferentes. Esto es lo que ocurrió en Itatí, donde los buenos
ganaron una gran batalla. Y siguen luchando para ganar la guerra.
Si alguien le acercara esta historia a Steven Spielberg o Quentin Tarantino para que escriban el
guión de una película, seguramente la desecharían por ser demasiado exagerada y por ende,
muy poco creíble.
Pero cada hecho que se relata a continuación fue real. Y ocurrió en nuestro país.
Esta es simplemente la versión corta, porque la larga, la real, ocupó más de tres años de
investigaciones, lo que implica más de 36 meses en la vida de cientos de personas que se
involucraron y dejaron sus cuestiones privadas de lado para investigar, desenmarañar, localizar
y entender cómo funcionaba y hasta dónde llegaba esta mega organización delictiva que finalizó
con lo que se conoció como el "Operativo Sapucay" o el "Caso Itatí".
Pero en el primer capítulo, vemos sólo a tres mujeres que vendían marihuana en la Villa
Zavaleta, que abarca los barrios de Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya de la Capital
Federal y que alberga unas 50 mil personas.
Aquí es donde aparece "Paqui". Y todo podría haber terminado allí. Pero todavía nadie
imaginaba que esta historia aún no había comenzado.
"Paqui" llevó a los gendarmes hasta quien coordinaba varias células de venta de diferentes
drogas.
En esas células aparecen relacionados nombres como Pedro Villar (el marido de la famosa
Margarita Di Tullio o "Pepita La Pistolera") y Carlos "El Chaqueño", detenido en Marcos Paz
por la operación "Gel Blanco", entre otros.
Entre los proveedores también apareció "Dany", que asesoraba a María Fernanda Pazos sobre
cómo mover la droga.
"Dany" se jactaba de estar dentro del narcotráfico "por la adrenalina que me provoca. No porque
necesite la plata", según surgió de escuchas telefónicas. De hecho, cuando allanaron una
propiedad de "Dany" en San Vicente (provincia de Buenos Aires) se encontraron con una
cocina de cocaína gigante y un importante arsenal de armas de guerra.
Mientras tanto, continuaban las investigaciones, las escuchas telefónicas y los "trabajos de
calle". Y gracias a María Fernanda Pazos, llegan por primera vez a la conexión de las drogas
con Itatí, un pueblo de la provincia de Corrientes que tiene un poco más de 7000 habitantes.
La historia comienza a enredarse y el personal de Gendarmería empieza a vislumbrar la punta
del ovillo que los llevaría a una gran red de tráfico de drogas desde Paraguay a Itatí para ser
distribuida en diferentes provincias argentinas. Y de ser el pueblo de la Virgen, se transformó en
un núcleo importante donde convivían el crimen organizado con las autoridades policiales y el
poder judicial.
Se realizaron varios allanamientos, entre ellos, los que resultaron en la detención de algunos
paseros o fleteros (quienes trasladan la droga y la dejan donde se les indica para que la recojan)
a través de quienes surgen más datos.
Ya estamos en el 2016.
Y entonces aparecen más organizaciones y más nombres, como Luis "Gordo" Saucedo,
Federico "Morenita" Marín y Carlos Alberto "Cachi" Bareiro, líderes de tres bandas que, en
definitiva, conformaban una única organización criminal.
Saucedo y Marín, además, abastecían de droga a la banda de "Los Monos" de Rosario, hoy
detenidos y encarcelados.
Todos respondían a Bareiro, que era como el Pablo Escobar de Itatí. Todos le tenían miedo y,
como en la ficción, lo llamaban "El Patrón", quien manejaba todo desde la cárcel de Chaco,
donde estaba detenido.
Mientras todo esto se iba conociendo, el 14 de febrero de 2017 detienen a María Alejandra
Terán (hija del intendente de Itatí) y a su marido porque en su auto encontraron 188 kilos de
marihuana.
Una semana más tarde, Hernán Aquino -hermano del viceintendente- y Vanesa Sosa -hermana
de la concejal Marcelina Sosa- eran interceptados y capturados por Prefectura Naval cuando
viajaban en una camioneta en la Ruta Nacional Nº 118 a la altura de Loreto, transportando más
de 500 kilos de marihuana.
Y una vez más, nadie imaginaba que el entramado se iba a extender hasta donde lo hizo
finalmente.
El Intendente no era un "perejil", como él mismo se definió llorando para despegar de la causa,
sino que tenía un vínculo directo con los narcotraficantes, a quienes además brindaba
protección. Todo está registrado en miles de horas de escuchas, muchas de ellas en tiempo real.
Y en las que usaba, junto con sus interlocutores, términos disfrazados como "surubí" o "dorado"
para referirse a los paquetes de marihuana según su calidad.
Por testimonios de testigos y por datos de la investigación, se estima que el dinero para la
campaña de Terán provino directamente de Saucedo.
Los allanamientos y las detenciones llegaron también hasta el comisario del pueblo, Osvaldo
Ocampo Alvarenga, que fue acompañado por los oficiales Quintana y Molina. Según los
testigos, además de no recibir denuncias ni realizar controles, la policía de Itatí le vendía armas
a los delincuentes.
Pero la red continuó escalando y a través de las escuchas, se llegó al sargento Carlos López y al
subcomisario Rubén Ferreyra. Además de "arreglar" con las bandas, los federales revendían la
droga secuestrada en operativos simulados. Así es como Gendarmería encontró nada menos que
17 panes de marihuana escondidos en el despacho de Ferreyra.
El abogado Omar Serial, defensor de los narcos y de sus familiares, también fue investigado por
una serie de excarcelaciones y otros beneficios, a cambio de dinero.
El juez federal Carlos Soto Dávila también estuvo bajo la lupa, por cohecho, falsedad
ideológica, estafa procesal y encubrimiento y fue apartado de siete causas, incluida la operación
"Sapucay".
Más de 70 detenidos, una similar cantidad de motos, lanchas, autos y camionetas, droga y
armas, fue el resultado de más de tres años de investigación y trabajo incansable por parte de
hombres y mujeres que dejaron su vida de lado para liberar las calles de drogas en una mega red
que -según se estima- movía unos 15 mil kilos de drogas por año.
Por lo pronto, la cúpula de la Policía Federal en Corrientes fue descabezada. La policía de Itatí
tiene un comisario provisorio y la justicia se está investigando a si misma.
Pero lo realmente interesante viene ahora...
UN OPERATIVO DE PELÍCULA
A la provincia de Chaco comenzaron a llegar micros y más micros con gente. Mucha gente. No
iban a un partido de fútbol. Ni a un recital. Eran gendarmes que iban a trasladarse a Itatí para
sorprender a todas las personas involucradas en una megacausa de narcotráfico, con el
intendente a la cabeza. Cuando estuvieron todos reunidos, partieron hacia Corrientes. Los dos
primeros micros estaban ocupados por el equipo de comunicaciones, que debía instalar todo el
sistema lo más rápido posible en el cruce de la Ruta 1 y Av de Mayo.
Eran alrededor de las 5 de la mañana y por suerte, pudieron reunir las personas que requerían
para llevar adelante el trabajo.
En general, todos reaccionaron bien. No sabían qué es lo que harían pero querían ayudar.
6 de la mañana.
Todos dormían.
Entonces, casi 700 gendarmes -cual hormigas trabajadoras- ingresaron a 32 domicilios en forma
simultánea. En segundos, los gendarmes -hombres y mujeres camuflados, sin dormir por más de
dos o tres días, pero con toda la adrenalina de saber que cumplían con su misión- decidieron
cómo ingresar a cada lugar, por qué puerta, saltando rejas o -si era necesario- rompiendo
ventanas. Detuvieron a todos, nadie se rebeló. Salvo el viceintendente, que por un momento
quiso amedrentar a sus captores utilizando su poder. Pero no hubo heridos ni muertos.
Los gendarmes no buscaban drogas. Porque después de 3 años, sabían que la droga estaba. Que
se vendía, se trasladaba, se distribuía. El objetivo era apresar a los integrantes de una red
enorme, que promueve uno de los flagelos más terribles para cualquier sociedad.
Y lo lograron.
LOS CHICOS
El crimen organizado no conoce límites, no tiene códigos, no respeta edades ni clases sociales.
Es por eso que reclutaba niños en la puerta de sus escuelas para que hicieran de "Chajá", o
"campana" y avisaran cuando la policía u otra de las Fuerzas estaban cerca de donde se
realizaba alguna transacción ilegal.
Estos chicos, seguramente, tienen su destino marcado. Porque lo que viven es natural para ellos.
Porque por hacer estas tareas les pagan y ganan dinero fácilmente. Sus padres no saben donde
están o qué hacen -o tal vez sí, pero callan por miedo o por conveniencia- entonces no tienen
impedimento alguno para seguir con su "trabajo".
En el transcurrir de estos tres años, muchas noticias fueron publicadas en los medios, pero
algunas de ellas resultaron falsas.
la primera indicaba que la nieta del intendente había intentado suicidarse, tirándose de un
puente, entre otras cosas porque "Amo mi familia pero lástima que algunos fallaron pero la vida
es así, ya no quiero más penurias, tristeza oscuridad ya no quiero ser una maricona que llora por
nada", según habría escrito en una carta de despedida a su novio. Pero esto resultó ser mentira:
la nieta de Terán es pequeña, no tiene más de 6 o 7 años;
la segunda tuvo que ver con un hecho sangriento: en una ciudad brasileña lindera a Paraguay
encontraron el cadáver descuartizado de quien habría sido un testigo protegido en la causa
"Sapucay", apenas unos días antes de declarar. Pero resultó que, si bien el hallazgo fue cierto,
nada tenía que ver la víctima con este caso, sino que se supone fue un ajuste de cuentas en la
zona de Pedro J. Caballero.
Historias que corren, a veces, ¿cómo mensajes entrelíneas de los delincuentes para quien sepa
leerlos?...
ESCUCHAS INCÓMODAS
Un grupo de gendarmes se dedicó a escuchar sin descanso todas las conversaciones de los
involucrados en tiempo real. Hubo más de 200 líneas intervenidas. Y hasta 47 líneas en el
mismo momento, en vivo.
El objetivo es conocer muy en profundidad a cada personaje. Saber quiénes son, qué hacen, a
dónde van, con quiénes se relacionan, qué les gusta y qué no. Como en las películas.
Por supuesto, no todas eran charlas referidas al narcotráfico. En algunas había discusiones
maritales, como entre la hija y el yerno del intendente, en la que él amenazaba: "Yo puedo
hundir a tu familia, porque sabemos de dónde viene la plata..."
Otra de las escuchas indicaba que la hermana del viceintendente había obtenido un crédito, nada
menos que para comprar droga. Con tanta mala suerte, que le incautaron el cargamento en
Chaco. Entonces no sólo perdió la droga, el dinero de la posible venta y su ganancia, sino que
además tuvo que seguir pagando el crédito.
En este caso pantagruélico trabajó mucha gente. Y cada uno lo vivió de manera diferente, Cada
uno tiene una historia distinta para contar. Pero vamos a conocer dos de ellas.
La del Sr. G (32 años, casado con una ciudadana común, con una hija pequeña) y la de la Sra. V
(28 años, casada con un gendarme, sin hijos). A continuación, algunas apreciaciones,
sensaciones y comentarios:
Sr. G: Yo trabajaba en Seguridad Vial, pero siempre quise investigar. Hasta que uno de mis
jefes me enseñó todo. Y con el tiempo, llegué a la División Drogas. Esta es mi vida, es mi
hobbie, es lo que me gusta hacer. No quiero estar en otro lado que no sea éste. Mi hija sabe que
soy gendarme, pero todavía no entiende lo que hago. Lo que sí entiende es que a veces me voy
por mucho tiempo, y quiere ir conmigo, porque me extraña. En el caso Sapucay fueron 3 años
intensos de no estar por períodos largos, de cambiar mi fisonomía, vestirme diferente, no
dormir, estar atento al celular las 24 horas porque si había alguna escucha importante, había que
actuar.
A mi mujer trato de darle consejos para que sea precavida en la calle, porque mi trabajo puede
exponerla. Le pido que no dé datos por teléfono, que mire bien cuando entra y sale de casa.
Todo lo que deberíamos hacer todos en realidad.
Algo que me dolió mucho, dentro de este caso, fue la muerte de Luana: el 19 de agosto de 2016
Eustaquio Noguera (suegro del viceintendente de Itatí y que se encargaba de trasladar la droga
desde Paraguay al pueblo correntino) junto a Noelia Noguera -cuñada del Vice intendente de
Itatí- y su hija Luana de 6 años murieron al volcar una lancha que volvía del país vecino. La
nena estaba ahí porque la llevaron a propósito; usan a los más pequeños para no llamar la
atención, para simular que pasean o que están pescando. Y yo tengo una hija de la misma edad.
Nunca la hubiera dejado morir. Me hubiera muerto con ella. No puedo entender que no cuiden a
las criaturas. Es muy doloroso.
Por otro lado, la policía estaba del lado de los malos, y cuando detectaban nuestra presencia -ya
sea en la ruta o vigilando alguna casa- nos seguían, nos interceptaban, nos registraban. Y
avisaban a los narcos. Vivimos momentos de peligro y de mucha tensión. Pero es parte del
trabajo, no tenés tiempo para dudar.
Después que finalizan la investigación, los operativos, las instancias administrativas y judiciales
y estoy cara a cara con los delincuentes ya detenidos y más tranquilos, trato de generar
Conciencia. Me sale hablarles, preguntarles por qué eligieron este camino, aconsejarles que
cuando salgan no lo repitan. Que pueden cambiar su vida. Muchos reconocen que se
equivocaron. Otros saben que van a volver a hacerlo.
Y cuando todo termina, me siento desconcertado. Por un tiempo parezco un ente. Hasta que
aparece otra investigación.
Sra. V: Yo vivo el momento de la acción como si fuera una broma, o como si estuviera jugando.
Me obsesiono y me meto tan adentro que no me doy cuenta de la dimensión que tiene todo. En
este caso, sobre todo, que cuando terminó y pude verlo a distancia fue como un shock.
Me sorprendió también la repercusión mediática que tuvo. Creo que ninguno de nosotros se
imaginó que el caso iba a trascender como lo hizo.
Llegué a conocer tanto a algunos de los involucrados, que les hablaba como si fuéramos íntimos
y ellos no tenían idea quién era yo.
En mi caso, yo quería ser militar, pero no tenía mucha noción de lo que significaba. Y llegué a
esta unidad. Ahora no me quiero ir. Lo que da bronca es cuando tenés que detener gente de las
mismas Fuerzas. Eso te enoja. Y por supuesto, es motivo de charla entre nuestros compañeros.
Y tal vez comenzamos a recapitular y nos damos cuenta que el estilo de vida que tenía no era
lógico con sus ingresos. Pero eso lo ves con el tiempo, recapitulando.
Así fue el "Caso Sapucay". Ocurrió en un pueblo de Corrientes, Argentina, donde seguramente
todos sus habitantes sabían lo que acontecía pero no podían hablar. ¿A quién iban a contarle lo
que conocían? ¿Al intendente? ¿Al comisario?
Hoy esta mega red ya no está. Y hay que seguir trabajando para que no vuelva otra que la
reemplace. Y para que Itatí vuelva a ser el pueblo de la Virgen, ese mismo que los turistas
visitan cada año para pedir y agradecer.
Para pensar…
LA DESCRIPCIÓN E INTERPRETACIÓN
Es por esto que se hace indispensable que estas descripciones sean lo más
OBJETIVAS posibles, es decir, deben evitar la presencia de adjetivos calificativo
(lindo, agradable, desagradable, terrible, grato, etc.) que demuestren una mirada
teñida de subjetividad; por el contrario, deberán aportar datos obtenidos de las
percepciones sensoriales (vista, oído, olfato) que permitan ser verificables.
La comunicación oral
Un sujeto se define a sí mismo y frente a los demás, entre otras cosas, por
cómo habla, por cómo escribe, por cómo se expresa verbal y kinésicamente,
lingüística y paralingüísticamente. La práctica humana de comunicación oral y
escrita es identitaria. El perfil del alumno de esta institución demanda, como
funcionario público en formación y en constante actualización académica, una
madura preparación y especialización profesional para escribir correctamente, leer
en voz alta y hacerlo con pertinencia, claridad, solvencia y naturalidad.
Cuando una persona habla, es decir, cuando se comunica con alguien a través
de la palabra, intenta lograr los siguientes propósitos:
1- CONCRECIÓN DE LA IDEA
Dicho de otro modo, vamos oyendo lo que decimos y de esta manera nos
vamos dando cuenta de si es eso lo que pensamos o no, y de acuerdo con lo que
digan los demás, tenemos ocasión de ampliar, rectificar, explicar y desenvolver
nuestras ideas. Este no es el caso de cuando hablamos en público, porque como
no hay interrupción de los destinatarios de la comunicación, necesitamos
expresarnos con toda claridad. Se trata de un tipo de comunicación que no nos
permite, por su naturaleza, ir en tanteos y divagaciones a la búsqueda de nuestro
pensamiento. Se trata, en otras palabras, de decir algo que ya ha tomado forma
previamente en nosotros.
5- EL ESTILO ORAL
Huir de los clichés o frases hechas que por usarse tanto han
perdido su significado (“Hay que llevar la nave del estado a
puerto seguro”).
Cuidarnos de las amplificaciones, tanto si son reiterativas como
si pretenden que una frase alcance mayor amplitud “quedó
sorprendido, atónito, paralizado, estupefacto”.
6- LA IMPORTANCIA DE LA VOZ
7- LA EXPRESIÓN CORPORAL
Ahora bien, para lograr que los receptores adhieran a una interpretación o
evaluación sobre algo, el emisor debe tenerlos muy en cuenta. Por eso, según a
quiénes se dirija, elegirá cómo fundamentar su punto de vista. Cuanto más sepa
un receptor sobre un tema, más fundamentados tendrán que estar los argumentos
o afirmaciones que el emisor haga.
Por otra parte, la tesis generalmente está expresada como una afirmación,
aunque algunas veces puede ser lanzada como un interrogante a ser respondido a
lo largo de todo el discurso.
Los invitamos a realizar la lectura del siguiente texto para que luego puedan identificar los
siguientes elementos:
a. ¿Cuál es la idea (hipótesis o tesis) que el autor pretende defender?
b. ¿Con qué argumentos justifica su idea?
c. ¿Qué recursos o estrategias argumentativas emplea para la justificación de su
tesis?
Nos hemos ido dando cuenta que, con el fin de evitar cierta violencia y
discriminación, hay ciertas palabras- o las formas en que se las emplea- que han
dejado de utilizarse, eran hirientes o se las usaba de manera insultante. Mientras
tanto, otras nuevas se inventan y muchas existentes toman protagonismo.
Hay un aspecto del lenguaje que viene siendo abordado desde el feminismo,
la relación de poder y el sometimiento de las mujeres. En lo que se refiere al
castellano, su carácter binario ha jugado un papel fundamental para prevalecer
al varón por sobre la mujer, en tanto que la mayoría de las palabras que se
relacionan con posiciones de poder inicialmente eran sólo masculinas, toda
vez que aquellos espacios eran ocupados por los varones.
Ahora bien, con este símbolo y esta letra, ¿incluimos realmente y nominamos
a todas las personas? Otra vez, la respuesta es NO, ya que ni el @ ni la X
tienen un sonido fonológico que nos permita leer la neutralidad que queremos
transmitir, e incluso si leemos en voz baja o hacia adentro la palabra TODXS,
la seguimos leyendo en masculino.
LA ENTREVISTA
Cuando hablamos de entrevista, nos estamos refiriendo al intercambio oral
que se establece entre dos o más personas. Este intercambio tiene un objetivo
específico por lo que, a partir de preguntas o frases inconclusas, se va recopilando
información que le permite al entrevistador, construir una idea acerca de aquello
que persigue. En el caso particular del gendarme, la entrevista le permitirá
identificar posibles situaciones ilícitas, según las respuestas o comportamiento que
desarrolle su interlocutor, a partir de las preguntas realizadas.
El doble desafío del entrevistador: registrar fielmente lo enunciado y
reconocer la información fundamental y básica.
Según el lugar en el que el gendarme se desempeñe, deberá afrontar el
desafío de recolectar información a través de la entrevista, entendida esta como el
intercambio que se mantiene con una persona y que está basada en una serie de
preguntas o afirmaciones que plantea el entrevistador (personal uniformado) y
sobre las que la persona entrevistada dará su respuesta.
Este intercambio va dirigido a confirmar o descartar sospechas ante la
presencia de algún delito o ante situaciones irregulares relacionadas con
documentación apócrifa, contrabando, trata de personas, etc.
Esta dinámica suele ser más habitual en los pasos fronterizos, donde el
flujo de personas que salen del territorio nacional o ingresan es intenso. Asimismo,
en los puestos de frontera, el tiempo de intercambio entre el gendarme y en
pasajero es más extenso, por lo que podrá recolectar mayor cantidad de
información.
En los pasos fronterizos, el narcotráfico, la trata de personas, el
contrabando y otros delitos transnacionales son los más frecuentes, a partir de los
cuales, Gendarmería Nacional ha generado diferentes estrategias, cuyo principal
objetivo es la detección del delito. Para esto, uno de los recursos con los que se
cuenta es la rudimentaria, pero efectiva entrevista que llevará a cabo el gendarme.