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Facultad de Psicología
TESIS DE LICENCIATURA EN PSICOLOGIA
D.N.I: 26.735.231
D.N.I: 37.175.282
L.U: 37.175.282.0
Email: vimarini07@gmail.com
Octubre 2018
INDICE
-Agradecimientos……………………………………………………….. Pág.3
-Introducción…………………………………………………………… Pág.4
-Tema…………………………………………………………………… Pág.5
-Hipótesis……………………………………………………………….. Pág.6
-Objetivos
-Metodología……………………………………………………………. Pág.10
-Desarrollo………………………………………………………………. Pág.11
-Conclusión.………………………………...…………………………… Pág.28
-Bibliografía…………………………………………………………...… Pág.31
AGRADECIMIENTOS
A mis padres Liliana y Miguel, que siempre me brindaron el amor y la libertad para poder
buscar, elegir, crear y ser quien soy.
A mi pareja Federico, por su compañía de cada día y por hacerme crecer a su lado.
A todos mis amigos y conocidos que me acompañaron durante esta hermosa carrera.
INTRODUCCION
La presente tesis tiene por objetivo cumplimentar los requisitos finales para la
formación profesional de la carrera de Licenciatura en Psicología de la
Universidad de Buenos Aires.
TEMA
MARCO TEORICO
La línea teórica a seguir tendrá un marco psicoanalítico con autores principales como Freud
y Lacan. Además, siguiendo esa misma línea, incluyendo tanto a Winnictott como autores
actuales y contemporáneos, entre ellos Schejtman, Reca (DMT) y Levin, los cuales
aportaran conceptos clave para el desarrollo del tema seleccionado para la presente tesis de
licenciatura.
PLANTEO DEL PROBLEMA
¿Es posible que el encuentro con el otro, a través del movimiento y la danza, pueda
propiciar la creación de un-cuerpo en la psicosis? ¿Podría la creatividad subjetiva permitir
el sostén imaginario? ¿Qué relaciones entre la danza, la creatividad, la creación de un
cuerpo operarían a modo de sinthome?
HIPOTESIS
Al considerar la danza como la más fundamental de las artes y como la producción pura de
subjetividades permitiendo la expresión directa de uno mismo a través del propio cuerpo y
la producción de conciencia a través del movimiento (Reca, 2005), surge la siguiente
hipótesis:
Los aportes del psicoanálisis que permitirán establecer las bases teóricas para articular los
efectos del movimiento y la danza como forma terapéutica en pacientes psicóticos serán
principalmente abordados desde Freud y Lacan.
Sumado a ello, los posteriores escritos lacanianos tales como: “El estadio del espejo como
formador de la función del yo tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”
(1936), Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis (1953),“La tópica
de la imaginario” (1953/1954, Respuesta al comentario de Jean Hippolyte sobre la
verneinung de Freud (1954), “Seminario 3, Las Psicosis” (1955/1956), “Seminario 5, Las
formaciones del inconsciente” (1957/1958) clase 3, “Seminario 7, La ética del
psicoanálisis )1959/1960) clase 9, “Seminario 23, El sinthome (1975/1976) clase 1.
Por otro lado, se desarrollaran los conceptos y teorizaciones acerca del movimiento danza
terapia (DMT), que surge en los Estados Unidos en la década de los años ’40, por la
bailarina y coreógrafa Marian Chace; a partir de lo que Maralia Reca reporta en su libro
“Qué es Danza/ movimiento terapia. El cuerpo en danza” (2005).
Se tomarán los artículos de la revista Sigma, tales como “La creatividad: transitando el
malestar” (Srebrow, C., Conferencia, 2003) y “El psicoanálisis y la creación artística”
(Teitelbaum, M., 2002) de la revista Psicoanálisis, vol. XXXIII -N°3, en el año 2011 por
María Aranguren y Tania Elizabeth León, Schejtman. F, aportan información así como
también textos del libro “Elaboraciones lacanianas sobre la psicosis” (compilador, 2015,
Leibson, L. en “El cuerpo en la psicosis, entre el goce y la escritura” (Schejtman, 2015,
p.179), Schejtman, F. en “Síntoma y sinthome” (Schjetman, 2015, p.195).
-Determinar los principios que la danza y el psicoanálisis utilizan con fines terapéuticos
como tratamiento del cuerpo fragmentado y el encuentro con la realidad.
OBJETIVOS ESPECIFICOS
-Definir el cuerpo como un síntoma y los fundamentos del psicoanálisis y la danza terapia
para arribar a dicha presunción.
A travésde mi experiencia personal como bailarina durante muchos años, he aprendido que
la forma en que nos movemos e interpretamos al bailar, es una construcción subjetiva, ya
que no todos lo hacemos de la misma manera. Implica exponer nuestras emociones mas
intimas y relacionarnos con nuestro propio cuerpo desde un lugar de descubrimiento
constante.Considero que interpretar es asumir un papel para ponerle significado a cada uno
de mis movimientos, improvisar es una suerte de asociaciónlibre mediante el lenguaje
corporalque me conecta con mi propio cuerpo; y bailar con otro es compartir e intercambiar
subjetividades y crear en conjunto.
Lo que intenta explicar a partir de ello es que el narcisismo primario se ubica como fase
intermedia entre el autoerotismo y la elección de objeto, siendo constitutiva del sujeto y
necesaria para la conformación del Yo al unificar las pulsiones, hasta el momento,
parciales. El narcisismo secundario, es característico de la psicosis produciendo un
desequilibrio en la relación entre la libido yoica y la libido objetal al retraerse del mundo
exterior y retirar las catexis que investían a dichos objetos, retrayéndose hacia el yo del
sujeto.
Lacan (1936) considera los desarrollos freudianos mencionados e identifica como estadio
del espejo a la fase constitutiva del ser humano como unidad a través de la identificación
con la imagen del semejante presentada frente al niño como totalidad. Coincide con Freud
en que no existe una unidad comparable al Yo desde el origen, sino que se construye en la
relación imaginaria.
“Basta para ello comprender el estadio del espejo como una identificación en el sentido
pleno que el análisis da a ese término: a saber, la transformación producida en el sujeto
cuando asume una imagen (…).” (Lacan, 1936, p.100).
La imagen que el niño recibe reflectada en el espejo, le devuelve unidad al cuerpo, hasta el
momento, fragmentado y es asumida jubilosamente porque le brinda identidad y es
aceptada por el otro semejante en cuanto tal, permitiendo establecer una relación del
organismo con la realidad.
Entonces, ¿A qué se refiere Lacan con la función imaginaria? Dicha función permite, por
un lado, relacionar al sujeto con las identificaciones originarias y relacionarse con lo real,
caracterizada por ser ilusoria. “Consideramos la relación del narcisismo como la relación
imaginaria central para la relación interhumana” (Lacan, Seminario 3, p.134).
A lo que se refiere Lacan aquí, es que en esa afirmación primordial hay algo que puede no
ser inscripto, no porque sea rechazado y opere el mecanismo de Ausstossung sino porque
directamente no se ha llevado a cabo parte de la simbolización. Es entonces cuando
introduce un nuevo concepto, propio del mecanismo psicótico, que es la Verwerfung
nombrándola como la expulsión primordial o forclusion; planteando el par Bejahung-
Verwerfung para las psicosis.
Ahora bien, no se rechaza cualquier significante sino que es específicamente uno en
particular que es el significante del Nombre del Padre. Esa falta del significante a nivel
simbólico, retornará luego a modo de alucinación en lo real para el psicótico, que lo llevara
a la conformación del delirio como intento de respuesta y de apropiación de la realidad
conflictuada para el Yo.
Los aportes de Levin (2017) acerca de la constitución del sujeto y las imitaciones precoces
de la infancia se establecen a partir de que otro arma y recrea el espejo. Menciona que “Si
la madre funciona como un primer espejo para el niño es porque ella también se reconoce
en el cuerpo y las imitaciones de su hijo: el niño funciona como espejo para su madre; y,
porque la madre se reconoce en el niño, él podrá reconocerse y apropiarse de su cuerpo a
través de ella” (Levin, 2017, p.46).
Entonces la importancia del otro para la imagen del sujeto es esa doble relación que se
produce en la cual ambos se reconocen en la especularidad. Sin embargo, en la psicosis,
este mecanismo de identificación no se produce de la misma manera. El juego especular se
rompe quedando el sujeto acoplado al cuerpo materno, funcionando prácticamente como
una prolongación del mismo, es decir no hay diferenciación Yo- no Yo. Esa instancia trae
como consecuencia que el cuerpo del sujeto no atraviese la unificación sino que quedaría
atrapado en el primer efecto del lenguaje que Lacan caracteriza como fragmentación debido
a que irrumpe y desarma al sujeto. De esta forma, el cuerpo en este caso se transformaría en
el objeto real que sutura el cuerpo materno (Levin, 2017).
Es por ello que el cuerpo de la psicosis no se encontraría simbolizado, porque queda fijado
a lo real sin ligarse; es un cuerpo no libidinizado por la mirada del Otro.
“Si el espejo cumple la función de anudamiento imaginario es porque el reflejo retorna
configurando virtualidad. Si se rompe, la que retorna es la propia imagen vivida como
impropia, como otra. Emerge entonces la cosa-cuerpo como efecto dramático de la
desligadura, del desanudamiento. Por este camino, la imagen finalmente se inmoviliza y se
coagula tornándose real, en el inerte y puro soma” (Levin, 2017, p.53).
Leibson afirma que “el desarrollo de la psicosis es el intento de volver a apropiarse del
cuerpo” (Schejtman, 2015, p.180); en el sentido de re construir ese cuerpo fragmentado
como efecto del lenguaje, para volverlo propio. Es decir que el primer efecto del lenguaje
retorna en la psicosis como corte y fragmentación del sujeto siendo el primero de sus dos
efectos, dejando el segundo efecto, la unificación, de lado en la dialéctica de la
conformación del cuerpo.
Maralia Reca (2005) establece los fundamentos para comprender el lenguaje o discurso del
movimiento al desarrollar que: “En DMT, los/las terapeutas responden al discurso de
movimiento del paciente, responden al lenguaje hablado por el cuerpo, a ese lenguaje que
se constituye con movimientos, ritmos, sonidos y palabras” (Reca, 2005, p.49).
Establece que el movimiento para abordar al paciente es primordial porque utilizamos el
movimiento desde que nacemos y opera no solamente sobre la conformación de una
imagen única de nosotros mismos, sino también sobre las inscripciones de la historia
libidinal del paciente permitiendo entrelazar la imagen corporal al esquema corporal que,
en su parte inconsciente, regula la postura y el gesto.
Reca define que “El movimiento es, entonces, el medio de la terapia por el movimiento y la
danza, así como la palabra es el medio de las terapias verbales (Reca, 2005, p.21).”
“Frente a frente o de costado, el/la terapeuta irá logrando que esa persona se sienta
aceptada en lo que es y está. Es la empatía kinestésica como método de acercamiento y
comprensión del ser en el mundo del otro desde su presencia corporal (Reca, 2005, p.28).”
La DMT, intenta a través de ello lograr que el paciente pueda apropiarse de un lenguaje
corporal a través del movimiento, para abordar el campo de la palabra desde el cuerpo.
Muchos pacientes se expresaban con mayor libertad corporal con el paso del tiempo y se
evidenciaba que el cuerpo ya no estaba tan inmóvil como al principio y que había mayor
comodidad al relacionarse desde un lugar nuevo y particular adecuado a las posibilidades
de cada uno de ellos, esto se vio reflejado en H, quien paulatinamente fue no solamente
demostrando interés por incorporarse a las actividades sino que también fue permitiéndose
moverse y crearse sus propios movimientos, mas cómodos y adecuados a sus posibilidades.
Podría decirse, entonces, que si en la esquizofrenia el sujeto es preso del primer efecto del
lenguaje dejando un cuerpo fragmentado y mortificado por la imposición de palabras; la
DMT permitiría la construcción de un intento de respuesta desde el campo corporal,
intentando adueñarse del lenguaje de su propio cuerpo a través de una imagen más
integrada.
Lacan expresa que “El ser humano solo ve su forma realizada, total, el espejismo de sí
mismo, fuera de sí mismo” (Lacan, 1953/1954,p. 213).
Lo que indicaría que la ilusión de unidad, esa imagen alienante de la que habla Lacan, es
una imagen que nos devuelve un otro fuera de sí mismo. Durante la experiencia del danzar
con un otro, los pacientes sentían satisfacciónal comprobar lo que podían hacer con su
cuerpo, algunos mas otros menos pero fue significativo evidenciar cómo esos cambios
permitían una relación más directa entre lo que querían expresar y lo que verdaderamente
expresaban en sus movimientos.
Entonces, podría pensarse que a través de la técnica del espejar, el paciente deposita sus
movimientos en el terapeuta, quien se los devuelve espejadamente haciendo coincidir con
el cuerpo la imagen que le devuelve el otro; intentando dar como respuesta a la psicosis la
construcción de una imagen mucho más integrada y completa, en la cual los movimientos
se le vuelven propios, ya que el terapeuta simplemente los refleja.
Podría pensarse que a través de la técnica del “espejar” el terapeuta se ubicaría como sostén
imaginario al operar como un Yo ideal, brindando una imagen simétrica y ortopédica que le
sirve de sostén al paciente, fuera de sí mismo es decir reflejada en un otro como par.
Simultáneamente, el terapeuta también se ubicaría en el lugar de Ideal del Yo, en el plano
simbólico, al sancionar lo que se espera del movimiento y su dirección.
Es decir, que permitiría una articulación entre simbólico e imaginario al brindar una imagen
unificada al paciente y atravesada por el campo del Otro (lenguaje) que lo estructura y
ordena a nivel simbólico.
Lacan expresa esto mismo en La tópica de lo Imaginario al expresar que: “La palabra, la
función simbólica, define el mayor o menor grado de perfección, de completitud, de
aproximación de lo imaginario. La distinción se efectúa en esta representación entre el
Ideal-Ich y el Ich-Ideal, entre el yo ideal e ideal del yo. El ideal del Yo dirige el juego de
relaciones de las que depende toda relación con el otro. Y de esta relación con el otro
depende el carácter más o menos satisfactorio de la estructuración imaginaria (Lacan,
1953/1954, p. 214).”
Otras técnicas que se utilizaban en el taller eran técnicas de relajación, ya que muchos
pacientes presentaban cierta rigidez por la falta de actividad y movimiento, entonces se
esperaba que a partir de una relajaciónadecuada se liberara la musculatura para poder
trabajar más libremente y evitar, además, algún tipo de lesión. Luego, se les indicaba que
caminaran por dónde quisieran para fomentar la búsqueda espacial del propio movimiento y
en algunas ocasiones se trabajaba con el manejo de objetos: pelotas pequeñas, cintas, etc.;
para que pudieran intentar delimitar sus extremidades y el cuerpo del otro.
A través de estas técnicas, se espera que el paciente tenga un mejor manejo del espacio y de
su cuerpo dentro de él, pudiendo liberar tensiones de ciertas partes del cuerpo y
sentirsemenos pesados para moverse/ bailar.No solamente propicia un método de
conocimiento de los limites corporales propios sino tambiéndel cuerpo del otro semejante
con quien bailo y deposito mi peso y/o manipulo objetos.
Lo que se intentaría expresar a partir de lo hasta aquí desarrollado es que aquella instancia
psíquica que implica el pasaje por el estadio del espejo como formadora de una unidad
corporal en el sujeto y una imagen de sí libidinizada, no se verifica en la estructura
psicótica, dejando un cuerpo fragmentado, característico de la esquizofrenia. A través de la
DMT y las técnicas del “espejar”, relajamiento o manipulación de objetos se intentaría
compensar ese pasaje del cuerpo desorganizado a un cuerpo más integrado; brindando al
paciente las condiciones de búsqueda de sentido y significacióna través del reflejo de sus
movimientos. Se intentaría, entonces, conformar una imagen del cuerpo que se encuentre
sostenida en un otro y atravesada por un Otro.
-CRE-AR-TE un Cuerpo
Uno de los principios fundamentales en los que se basa la DMT, es que “la danza es la más
fundamental de las artes, ya que envuelve la expresión directa de uno mismo a través del
propio cuerpo (Reca, 2005, p.20).”
Un cuerpo que se iría creando al danzar y compartir la propia forma de danzar con otros. Es
decir que no se espera que el paciente modifique su estructura, ni que la imagen de su
cuerpo se integre completamente, sino que a través de la utilización de la creatividad, ello
pueda servirles como dispositivo terapéuticopara relacionarse con la realidad de una
manera menos conflictiva y más adecuada a su subjetividad. Se espera que puedan hacer
algo con ese cuerpo que les es ajeno para que intenten hacerlo su cuerpo, cargado de
significación,y desde allí relacionarse con lo real.
Esto último que menciona Freud, al tomar al juego como la actividad creadora principal
del infante, al dirigirlo al mecanismo propio de la psicosis, nos encontramos con que en
dicha estructura el sujeto se retrae de la realidad que le genera un disgusto para su Yo y
crea una realidad nueva, mas conforme a su Yo y exenta de disgustos como la realidad
anterior (Freud, 1924).
Podría decirse que la creatividad es una capacidad que en la psicosis se encuentra desde el
origen de la estructuración psíquica, siendo el mecanismo al cual el sujeto apela para
remendar algo de la realidad perdida. A través del arte, en el caso específico de la presente
tesis se focaliza en una de sus formas de expresión que es la danza, el sujeto puede poner en
marcha su capacidad de creación y su subjetividad para relacionarse con sí mismo y la
realidad exterior.
El arte-terapia, busca proveer al paciente de aquello que no puede hacer por sí mismo, al
funcionar como una especie de Yo-auxiliar para los pacientes que sufren la sensación de
fragmentación. Proponiendo una vía de comunicación de sus sentimientos, emociones,
fantasías y temores. Siendo el arte constitutivo de la experiencia humana y representando
un intento de búsqueda de sentido de la realidad (Aranguren y León, 2011).
“La actividad en el arte es una invitación a hacer y compartir durante el proceso
terapéutico, en donde a partir del hacer se intentara hacer emerger el verdadero ser, la
creatividad y la salud (Aranguren y León, 2011, p. 460).”
Para poder introducir la noción de sinthome, desarrollada por Lacan en lo que sería la
segunda parte de su enseñanza, se tomaran los aportes de Schejtman (2015) para introducir
las elaboraciones lacanianas sobre la psicosis.
Desde la teoría nodal de Lacan, el mismo destaca al síntoma como nudo mediante el cual
los registros se hallan sostenidos de una forma tal que, si se suelta uno de ellos, como
consecuencia, se sueltan los otros dos quedando los registros separados. Lo que propicia la
unión de los tres registros es un significante primordial que es el significante del Nombre
del Padre que se inscribe en el registro simbólico, operando como articulador de los
registros Imaginario y Real. Cuando ese significante en particular no se inscribe,
específicamente forcluido en la psicosis, impide la unión mencionada. Dicha separación la
denomina lapsus y es lo que impide que los registros se entrelacen adecuadamente en la
estructura psicótica.
Lo que se produce a partir del lapsus del nudo en la psicosis es que a nivel simbólico el
significante que ordena y opera como ley paterna esta forcluido, es por ello que el sujeto
sufre de palabras impuestas y es preso del lenguaje, quedando identificado al primer efecto
del mismo que es la fragmentación. A nivel imaginario se descompensan en el sujeto las
identificaciones imaginarias al producirse un desprendimiento de dicho registro en relación
a los otros dos. Y en el registro de lo real, aquello que no es posible de ser simbolizado por
la carencia a nivel simbólico del significante forcluido, se le presenta al sujeto en forma de
alucinación en lo real aislado de la cadena significante.
A partir del Seminario 23 (Lacan, 1975/1976), el sinthome es definido como aquello que
permitiría que Real, Simbólico e Imaginario se enlacen: “(…) el sinthome es exactamente
una cuarta consistencia que anuda a los tres registros una vez que Lacan propone al
cuarto nudo como irreductible (Schejtman, 2015, p.207).” además agrega que “(…) el
sinthome es propuesto, de modo muy preciso, como una reparación de la falla del
anudamiento, como un remiendo de lo que Lacan llama el lapsus del nudo (Schejtman,
2015, p.208).”
La distinción que propone Lacan entre neurosis y psicosis a nivel nodal, es que el
anudamiento en las primeras es borromeo y el anudamientos de las segundas es no
borromeo. Sostiene que la falla en el anudamiento de los tres registros se denomina lapsus
del nudo y es por ello que el error puede derivar en el desanudamiento del nudo.
Freud, en El Moisés de Miguel Ángel(1913) destaca que el contenido de una obra creada
por un artista escapa a nuestra comprensión. En el sentido de que no sabemos
completamente qué significan y que ha querido representar el artista, porque al ser un
producto subjetivo, tiene un contenido personal al cual no podríamos acceder sino intentar
comprenderlo desde la interpretación de la obra.
Destaca que lo llamativo de la obra de arte, como producto final del artista, es que el
creador ha logrado expresar su intención en la obra y hacérnosla aprehensible; es decir
comunicable. Esto que menciona Freud (1913) se vivenciaba a lo largo del taller ya que no
todos los movimientos eran comprensibles a nuestro juicio pero eran movimientos que los
pacientes creaban y eso era lo que verdaderamente interesaba, porque era su modo e intento
de inscripcióna través de su propia experiencia. Pura expresión y construcción subjetiva
que no era una copia o mímica de un otro, sino propia.
A partir de ello, lo destacable del texto freudiano es que se intentaría resaltar la capacidad
creadora del sujeto como medio de expresión, para intentar hacer comprensible para sí y
para el mundo su realidad y la forma de comunicarla; sumado al tinte subjetivo que
contiene su obra, su baile y cualquier tipo de expresión a través de lo artístico.
A lo largo del desarrollo del presente trabajo se ha pretendido articular los fundamentos de
la teoría psicoanalítica con la propuesta del Movimiento Danza Terapia, a partir de
situaciones clínicas de mi experiencia personal, que me han llevado a considerar que la
creatividad utilizada como dispositivo terapéutico con pacientes psicóticos puede contribuir
a que se construya una relación distinta con su cuerpo y la realidad.
De esta manera, la creatividad intentaría imponerse como una forma distinta y singular de
cada sujeto de correrse del discurso que busca homogeneizar, para poder advenir como
sujeto capaz de poder crear y crearse a sí mismo de forma única e irrepetible.
La creatividad tiene sus raíces en la creación, es decir que mediante el uso del dispositivo
se pretende incentivar al sujeto a hacer algo novedoso que le permita desplazarse de una
forma más saludable dentro de su estructura psíquica.
Por otro lado, cuando se hace mención a que el paciente, a través del dispositivo, pueda
relacionarse saludablemente con su cuerpo y la realidad, no se esperaría que se logre una
completa integración psíquica, física y social en la psicosis; sino que el paciente logre
apoyarse en el terapeuta quien le brindaría las condiciones para expresarse, moverse y crear
en conjunto significados que le permitan inscribir su cuerpo desde un lugar de pertenencia y
no desde la ajenidad; pudiendo desplegar algo del deseo propio como motor del
movimiento.
En una ocasión, uno de los pacientes del taller nos dijo “Gracias por alegrarnos la vida”, lo
cual me impulsó a cuestionarme por la importancia e incidencia que tiene la
implementación de espacios o dispositivos de intervención con pacientes crónicos, en este
caso psicóticos, no solamente por los resultados y objetivos que se puedan llegar a alcanzar
en el proceso, sino además por la función terapéutica de poder alojarlos desde un lugar
distinto al que puede darse en el espacio analítico privado; propiciando la producción
subjetiva desde la creatividad.
Podría decir que la expresión a través del arte posibilitaría que el paciente pueda conectarse
con su propia historia, sus propias emociones y deseos, permitiendo la producción de
significados, apoyándose en el terapeuta desde un lugar que pretende ubicarse desde un
espacio de alojamiento y aceptación del paciente tal cual es.
BIBLIOGRAFIA
-Freud, S. (1907). El creador literario y el fantaseo. En Obras Completas: Tomo XI. Buenos
Aires, Amorrortu.
-Freud, S. (1913). El Moisés de Miguel Ángel. En Obras Completas: Tomo XIII. Buenos
Aires, Amorrortu.
-Lacan, J. (1958). El estadio del espejo como formador de la función del yo. En
Escritos I. Buenos Aires: Paidós.
-Reca, M. (2005). Qué es Danza/ movimiento terapia: el cuerpo en danza. 1°. Ed. Buenos
Aires. Lumen.