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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ALUMNO : Anglade Sosa, Alexander Miguel

CURSO : Oratoria Forense

TEMA : Técnicas de Expresión del abogado

DOCENTE : Jorge Luis Noriega Albán

Sullana – 2017
TÉCNICAS DE EXPRESIÓN DEL ABOGADO

EI abogado al encontrarse frente a los magistrados de la Sala Penal (0 Civil), tiene la


oportunidad de adquirir prestigio, a partir de su expresividad oratoria, posiblemente,
bastante o poco trabajo le ha demandado al benevolente letrado para que se lo acepte su
participación física e intelectual en tan prestigiado recinto. Su mirada visionaria y
talentosa debe estar dirigida al norte, en señal de buscar un objetivo que le permitirá
vislumbrase. El debe pensar créticamente diciendo: Hoy o nunca.

En la expresividad oral, el abogado debe de conocer el código lingüístico, que es el


conjunto de signos y reglas que han de permitir a él al auditorio, interpretar el mensaje:
tanto codificar (recopilar) como decodificar el mismo. Si tiene problemas en la
codificación de su mensaje, algo similar puede suceder con la codificación. De suceder
este acontecimiento ingrato, el tiene bastante que perder, pera alli esta su talento para
oportunamente poder evitar. ¿Cómo? Estudiando bien el contexto o contendido de los
hechos. Estos mismos deben de tener relación con la denuncia (o la demanda) y con
todo el proceso, hasta el alegato que presenta.

Muchos abogados, novicios o experimentados, consideran equivocadamente, que es


suficiente la lectura de algunas piezas procesales para salir airosos de la contienda; pero
ignoran que cada uno de los eventos que se van registrando en el expediente tenga
profunda incidencia permanente y continua, en las decisiones de los magistrados. Las
piezas procesales son de suma relevancia en el quehacer del operador del Derecho, y lo
que es el caso, del abogado litigante.

. El estudiante de Derecho de ayer, y el abogado de hoy, no muchos llegan a entender,


que el uso del lenguaje o la expresividad oratorial, es pan cotidiano del especialista en
leyes: el abogado. Un refrán jurídico precisa: Hazte abogado, para que no te ahogues
con las palabras que expreséis en público. Abogado litigante, reza otro refrán: Sea
bueno como tú mismo, esperando que te superes a ti mismo.

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El abogado tiene que acostumbrarse a la recepción de mensajes a través del binomio
lenguológico: lectura (o audición) y comprensión. ¿cuántas veces tiene usted que leer un
expediente para comprender su contenido?, ¿cuándo lee un expediente y encuentra
palabras nuevas, usted hace uso del lenguaje o diccionario jurídico?, ¿usted se limita a
leer la parte resolutiva de la sentencia, decreto y auto o el contenido macro del
documento jurídico?, ¿es lo mismo para usted, un documento o un escrito jurídico?,
¿antes de formular un escrito, usted lee el expediente o lo estudia?, ¿en dónde está la
comprensión, en la lectura o en el estudio? La comprensión de lectura quizá no es tarea
del abogado, pero si la necesita con frecuencia, tanto más que otros profesionales.

La lectura dinámica es un arte que requiere su práctica continua, como única forma de
preservarla. Se inicia muy tardíamente, en las universidades, cuando el profesor deja
materiales de lectura de manera singular. En la asignatura de oratoria, el estudiante debe
leer y comprender temas de Derecho Penal, General y Especial. No son menos
importantes, los casos de los tribunales en los que se tienen que presentar los recursos
correspondientes. En la elaboración de estos, está precisamente la tonalidad del evento:
el cómo redactar bien para que sea entendible y comprensible. Los abogados litigantes
tienen como trabajo antes de iniciarse en el mismo, escuchar a sus clientes, a los
testigos, peritos, jurados, entre otros personajes. En cada uno de esos momentos
escuchará no solo diferentes lenguajes, sino tratará de comprender el significado,
porque de ello depende como presentar el recurso que el caso requiere. Escuchar y
comprender las comunicaciones orales es en la práctica una función fundamental.

¿Cómo hacer para poder captar el conocimiento en forma eficiente y eficaz? Es


necesario dar y mantener fijamente los ojos y la mente en cada uno de los interlocutores.
Pues, algunos de estos utilizan claves, gestos y ademanes combinados con palabras; esto
tiene su razón, el mismo que se sustenta en el nivel sociocultural de las personas con las
que se interrelaciona el abogado. La verdad del que describe los hechos puede estar en
los ojos, porque estos tienen la función de embellecer las palabras, pues en ello puede
estar reflejado el estado de ánimo del interlocutor. Al respecto, el abogado litigante
tiene la misión de escuchar y obtener resultados relevantes. Se estima conveniente
precisar, que los ojos tienden a arder o enfriarse en razón de la ira, o también se puede

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percibir en ellos la alegría y el afecto. El talento, la táctica, la experiencia, entre otras
virtudes, hacen tener confianza a la persona interlocutora que se encuentra frente al
abogado Litigante. Difícil que con los gestos percibidos, se pueda equivocar.

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