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Medición de pobreza y desarrollo humano, dos extremos de los mismos ejes *

Medición del desarrollo humano y pobreza


Desde que hizo su aparición el primer Informe en 1990, la superación de los retos que
impone la medición del desarrollo humano ha sido un tema de especial atención. La premisa
de que el crecimiento económico per se no es un apropiado indicador de logro, ha estado
presente desde el inicio y ha generado la producción de nuevos indicadores. Sin embargo,
encontrar indicadores de medición alternos que respondan a criterios, conceptual y
matemáticamente coherentes con las premisas y los objetivos del paradigma de desarrollo
humano ha sido un proceso complejo.
El paradigma del desarrollo humano tiene como objetivo principal ampliar las opciones de
los individuos. Para lograr este propósito es necesario entender cuáles son los elementos
constitutivos en este proceso. Hernando Gómez Buendía define las opciones como: aquellas
cosas que los seres humanos valoran o desean por una buena razón, como una vida
saludable o la posibilidad de disfrutar de un medio ambiente limpio (Gómez Buendía 2008).
Ahora bien las opciones se presentan en términos de funcionamientos y capacidades:
• Amartya Sen entiende por funcionamientos, las cosas que una persona puede ser o
hacer a lo largo de su vida. Por ejemplo, leer o escribir, estar bien alimentado o
gozar de buena salud y tener una vivienda digna.
• Las capacidades, por su parte, consisten en varias combinaciones de
funcionamientos que cada persona puede obtener. Por ejemplo, gozar de bienestar
corporal como consecuencia de tener adecuadas condiciones de salud, una buena
alimentación y una vivienda adecuada.
De acuerdo a las condiciones de vida, las experiencias, el contexto familiar y el proceso
histórico, los individuos encuentran un sinnúmero de opciones para perseguir. Sin embargo,
existen opciones que, podemos decir, son comunes a todos los individuos; estas pueden ser
agrupadas en las siguientes cuatro:
• tener una existencia sana y duradera,
• acceder al conocimiento,
• disfrutar de recursos materiales suficientes para tener un buen vivir, y
• tener la posibilidad de participar en la vida de la comunidad y en los asuntos
colectivos.
El equipo del Informe sobre desarrollo humano, ha traducido las anteriores opciones en un
indicador que permite evaluar y hacer seguimiento al logro de éstas por parte de los
individuos.
El indicador de desarrollo humano, IDH, se construye entonces de la siguiente forma:

Componente Indicador Índice del componente


Vida larga y saludable Esperanza de vida al nacer Índice de esperanza de vida
Tasa de alfabetización de adultos Índice de alfabetización de adultos
Educación
Tasa bruta de matriculación (TBM) Índice de la TBM
Nivel de vida digno PIB per cápita Índice del PIB

* Documento elaborado por Carlos Valdivieso. Investigador en Desarrollo Humano de la Escuela Virtual.
El desempeño de cada componente se expresa como valor entre 0 y 1, para cuyo efecto se
aplica la siguiente fórmula general:

El cálculo del Índice del Desarrollo Humano (IDH) es el promedio simple de los indicadores
obtenidos para cada componente (PNUD 2007).

Tendencias en la medición
El IDH se basa en la premisa de los
rendimientos decrecientes del ingreso
destinados al desarrollo humano. Es
decir, el aumento en los niveles de
ingreso en un hogar con ya altos
ingresos, genera un crecimiento
proporcionalmente menor en el nivel del
IDH de este hogar. Mientras que, el
aumento en los niveles de ingreso en un
hogar de escasos recursos, tiene un
impacto mucho mayor. Por tal razón,
focalizar la atención en el mejoramiento
de las condiciones de vida de los pobres,
tendría un impacto mayor sobre el IDH
general del país. Es así como desde el
principio resultó fundamental tener una
medida ajustada de la pobreza para
diseñar cualquier tipo de política que
buscara mejorar las condiciones.
La gráfica 2.1 (PNUD 2010) muestra la
tendencia mundial del desarrollo
humano de los últimos 40 años. Resulta
evidente que, si bien la mayoría de
países han mostrado un sostenido
mejoramiento de los niveles de
desarrollo humano, es evidente que a
partir de los años 90 la diferencia en los
niveles de desarrollo humano entre
países se hace mayor. Pero comprender
cuales son los elementos que afectan el
nivel general del desarrollo humano, ya
sea positiva o negativamente, implica un
ejercicio de desagregación de sus
componentes para el análisis.
Pese a que ya en los primeros informes
se enfatizaba en la idea de que el desarrollo no sólo estaba relacionado con el crecimiento
económico, en un principio el crecimiento económico fue la estrategia principal para
promover el desarrollo humano. Es así como las principales recomendaciones de política
apuntaban, en aquellos momentos, al crecimiento económico y la posterior destinación de
recursos para atender los otros aspectos del desarrollo humano, como salud y educación.
“La mejor manera de promover el desarrollo humano es incrementar el ingreso
nacional y asegurar un estrecho vínculo entre el crecimiento económico y el
bienestar humano. La experiencia reciente de las nuevas economías industrializadas
del Este asiático ilustra en parte este enfoque”.(PNUD 1991)
Ahora bien, con respecto a la pobreza, ya se entendía que esta era el otro extremo del
mejoramiento de las condiciones generales de la población. Coherente con dicha línea de
pensamiento, se le dio mayor preponderancia a la medición de la pobreza de acuerdo al
nivel de ingresos. Paralelo a esto, el equipo del informe también reconocía que existía una
latente desigualdad en los niveles de desarrollo humano, tanto al comparar países entre si,
como al comparar diferentes grupos de población dentro de los países.

Medición de la pobreza
Conscientes aun de que ser pobre significa distintas cosas en distintos países, el debate
inicial se planteó entre una medición absoluta y una medición relativa de la pobreza. La
primera, la medición absoluta, se basaba en un enfoque de necesidades básicas de tipo
biológico y fisiológico que atendían a una lista de mínimas capacidades. Dicho enfoque,
introducido por los países del Sur de Asia, establecía un nivel mínimo de consumo calórico
para un individuo teniendo en cuenta su edad. Se calculaba el costo de los bienes necesarios
para cubrir este consumo mínimo y se establecía una línea de corte mínima, a partir de la
cual se consideraba a un individuo pobre o no, dependiendo del lado de la línea donde su
nivel de ingresos cayera.
En un trabajo similar, basado en encuestas hechas a familias no pobres, la CEPAL estableció
una canasta de bienes básicos de consumo. Se calculaba el costo de esta, y a partir de este
precio de bienes básicos se establecía la línea de pobreza(PNUD 1990), quien no ganara lo
suficiente para adquirir esta canasta regularmente era considerado pobre. Si bien el
principio era similar a la medición de necesidades básicas, la selección de la muestra tenía
importantes diferencias. En el caso de un consumo calórico básico se parte de un mínimo
alimenticio para sobrevivir, mientras que en el caso de la canasta de bienes se tienen en
cuenta no sólo alimentos sino además ciertos bienes (no muchos) que generan bienestar,
pues no sólo de pan viven el hombre y la mujer.
Uno de los problemas que la medición de la pobreza representaba, era la dificultad para
hacer comparaciones entre países, o incluso entre diferentes grupos poblacionales en los
países. Si bien el nivel mínimo de consumo calórico es un elemento común a todos, el precio
de éste varía entre los países. Problema que posteriormente se resolvió, de alguna manera,
al introducir la conversión del indicador de ingresos Paridad del Poder Adquisitivo PPA 1.
Pero por encima de esto, la proporción del ingreso que los hogares destinan a los alimentos
básicos, con respecto al consumo de otros bienes y servicios, cambia de acuerdo al nivel de
ingreso y el contexto cultural.

1
En la tasa de PPA, US$1 tiene el mismo poder adquisitivo en la economía nacional que US$1 en la economía de los Estados
Unidos de América. La PPA también puede expresarse en otras divisas nacionales o en derechos especiales de giro (DEG). Las
tasas de PPA permiten una comparación estándar de los niveles de precio reales entre los países, del mismo modo que los
índices de precios convencionales permiten comparar valores reales a lo largo del tiempo. De otra manera, las tasas de cambio
normales pueden sobrevaluar o subvaluar el poder adquisitivo.
Al partir de realidades diferentes, las dos unidades de medición eran difícilmente
comparables por lo tanto no suplían los requerimientos mínimos de una herramienta de
medición: la comparabilidad.

Pobreza humana
Pese al impacto que el ingreso tenía sobre el IDH en condiciones de bajos ingresos, la
medición de la pobreza basada exclusivamente en este último, de alguna manera
representaba una contradicción frente a la medición multidimensional y el enfoque de
capacidades que representaba el desarrollo humano. El propósito de estudiar la pobreza
debía ser llegar a las raíces del problema y atenderlo. Era necesario ampliar las dimensiones
de la medición de la pobreza(PNUD 1990). El Informe de desarrollo humano de 1996
introduce el Índice de Pobreza de Capacidades:
“Lo que se necesita es una medición de la pobreza más centrada en el ser humano,
en la que se reconozcan las privaciones humanas en varias esferas críticas. La falta
de ingresos es tan sólo una de esas esferas y se refiere a los medios más que a los
fines. El índice de pobreza de capacidad (IPC) es un índice multidimensional de la
pobreza, centrado en la capacidad”. (PNUD 1996)

El IPC
El índice de pobreza de capacidad (IPC) es un índice simple compuesto de tres
indicadores que reflejan el porcentaje de la población con deficiencias de su
capacidad en tres aspectos básicos del desarrollo humano: tener una vida saludable
con buena alimentación, tener capacidad de procreación en condiciones de
seguridad y saludables, y estar alfabetizado y poseer conocimientos. Los tres
indicadores correlativos son el porcentaje de niños menores de cinco años con
peso insuficiente, el porcentaje de partos que no reciben atención de personal
capacitado y el porcentaje de mujeres de 15 o más años de edad que son
analfabetas. En el cuadro 3.1 de las notas técnicas se presenta el IPC y sus tres
componentes para 101 países en desarrollo. También se compara la categoría de
cada país según el IPC con su categoría según el PIE per cápita.
El IPC difiere el IDH dado que se centra en la falta de capacidad de la gente, en
lugar de reflejar el nivel medio de los aspectos relativos a la capacidad en un país.
Además, en el IDH se utiliza el ingreso, pero en el IPC no se lo utiliza (PNUD 1996).

La pobreza se manifiesta en las privaciones que la gente puede experimentar en su vida.


Puede implicar no sólo la falta de los artículos necesarios para el bienestar material, sino la
denegación de la oportunidad de vivir una vida tolerable. La vida puede abreviarse
prematuramente, por ejemplo. O bien puede hacerse difícil, dolorosa o riesgosa. Puede
estar privada de conocimientos y comunicación. Y se le puede robar la dignidad, la confianza
y el respeto por sí mismo, así como el respeto de los demás. Todos los anteriores son
aspectos de la pobreza que limitan y afectan la vida de millones de habitantes del mundo
(PNUD 1997).
En 1997, siguiendo el mismo criterio que introducía el Índice de Pobreza de Capacidad, IPC,
de 1996, el Informe lanzó una nueva medición de la pobreza que llenaría las expectativas de
medición por un largo periodo. El índice de Pobreza Humana, IPH. Este índice esperaba
superar algunos de los inconvenientes que, hasta el momento, habían tenido otros índices,
tal como la imposibilidad de hacer comparaciones internacionales, e introducir el carácter
contextual de la pobreza en la medición.
El IPH
El IPH se concentra en la privación de tres elementos esenciales de la vida humana ya
reflejados en el IDH: la longevidad, los conocimientos y un nivel de vida decente. La
primera privación se relaciona con la supervivencia - la vulnerabilidad a la muerte a una
edad relativamente temprana - y está representada en el IPH con el porcentaje de gente
que se estima que morirá antes de los 40 años de edad. La segunda dimensión se
relaciona con los conocimientos - quedar excluido del mundo de la lectura y las
comunicaciones - y se mide por el porcentaje de adultos analfabetos. El tercer aspecto se
refiere al nivel decente de vida, en particular el aprovisionamiento económico general.
Está representado por un compuesto de dos variables: el acceso a servicios de salud y a
agua potable, y el porcentaje de niños menores de cinco años desnutridos. Deben
hacerse algunas observaciones acerca de esta última variable y de la razón de que el
ingreso no figure en el IPH. La lógica en la cual se basa la elaboración de la variable del
aprovisionamiento económico es que el Producto Nacional Bruto, PNB, incluido en el IDH
es en realidad una amalgama de instalaciones privadas y públicas, por cuanto los
servicios públicos se pagan con cargo al ingreso nacional agregado. El ingreso privado
podría no ser un indicador adecuado de los medios económicos de un individuo, que
incluyen además servicios públicos fundamentales (como la atención de salud y el
abastecimiento de agua potable). ¿Pero por qué no se ha escogido el ingreso privado
para complementar la información sobre las instalaciones públicas?
Uno de los problemas al evaluar la prevalencia de la pobreza de ingreso es que el uso de
la misma línea de pobreza en diferentes países puede ser muy engañoso debido a la
variación de los productos «necesarios». Según las pautas prevalecientes de consumo -
vestuario, alojamiento e instrumentos de comunicación e interacción, como las radios y
los teléfonos - se considera que muchos artículos son esenciales para la participación
social en una comunidad sin que sea así en otras. Como resultado, el ingreso mínimo
necesario para eludir el aislamiento social puede ser muy diferente entre las
comunidades

El IPH se calculaba de manera separada para los países en desarrollo y en transición (IPH-1) y
para un grupo de países de altos ingresos de la OCDE seleccionados (IPH-2) con el fin de
reflejar mejor las diferencias socioeconómicas y las amplias diferencias en la medición de las
privaciones en ambos grupos. En el IPH-1, el tercer aspecto incluye el promedio no
ponderado del porcentaje de la población sin acceso a agua segura y el porcentaje de niños
con un peso insuficiente para su edad. En el HPI-2, el tercer aspecto se mide según el
porcentaje de la población que vive por debajo del umbral de pobreza (50% de la mediana
del ingreso disponible del grupo familiar) .

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio


Gracias al importante trabajo realizado previamente con respecto a la medición de la
pobreza, y teniendo en cuenta diferentes dimensiones a lo largo de los años, las diferentes
agencias que colaboraban en el desarrollo establecieron 8 objetivos prioritarios para
atender y reducir la pobreza. El logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ha sido la
estrategia bandera así como uno de los principales compromisos de los países en temas de
desarrollo humano y superación de la pobreza. Esta identificación global permitió también
que tanto países como agencias de cooperación concentraran esfuerzos en temas
específicos y que ya habían sido priorizados y acordados por los mandatarios que habían
firmado la Declaración del Milenio en septiembre de 2000.

Objetivos de Desarrollo del Milenio

1. Erradicar la pobreza extrema y el hambre

2. Lograr la enseñanza primaria universal

3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer

4. Reducir la mortalidad infantil

5. Mejorar la salud maternal

6. Combatir el VIH/SIDA

7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente

8. Fomentar la asociación mundial para el desarrollo

Pese a la premisa de que un buen indicador permite tomar las decisiones de política sobre
diagnósticos más precisos, en este caso podría decirse que una buena decisión de política ha
generado el desarrollo de un indicador con un mayor nivel de precisión.
La gran dificultad que tienen los acuerdos vinculantes es, con frecuencia, la imposibilidad de
establecer metas de cumplimiento claras y alcanzables en el tiempo y en el espacio. Los
ODM, aun con las limitantes que puedan tener, han mostrado ser metas alcanzables, si
existe una voluntad política el logro de estas. Convertir, como en el caso del Estado de
Chiapas, el cumplimiento de estos Objetivos (y sus respectivas metas) en orden
constitucional muestra una clara voluntad y emprendimiento por alcanzarlos.
La evidencia también ha mostrado que la inversión en programas de reducción de pobreza
(expresado en porcentaje del PIB) muestra un impacto exponencial creciente (tendiente al
infinito), en países en desarrollo, es decir: el nivel, así como la incidencia, de la pobreza es
tan fuerte en países subdesarrollados y en vías de desarrollo que el impacto que tienen
reducidas (o focalizadas) inversiones en programas de reducción de pobreza es casi
imperceptible al compararlo con el impacto que el mismo porcentaje del PIB (evadiendo el
hecho que el mismo porcentaje del PIB en países desarrollados representará una mayor
valor absoluto) tendrá en países desarrollados. Lo anterior teniendo en cuenta políticas de
reducción de pobreza que se basen en subsidios directos aun cuando sean condicionados.
El verdadero impacto en la reducción de pobreza se vería, en los países pobres, posterior al
rediseño e implementación de políticas públicas que atiendan dimensiones de la pobreza
diferentes al ingreso. Ese es, sin lugar a dudas, el meas importante logro, en terminos de
reducción de pobreza, pero más aun, de identificación de las dimensiones de la pobreza, que
tienen los ODM.
El Índice de Pobreza Multidimensional
El Índice de Pobreza Multidimensional IPM, trae consigo importantes avances a partir de: a)
los logros en materia de identificación y medición de otras dimensiones de pobreza tales
como el IPC y el IPH y b) las correctas decisiones en torno a políticas de reducción de
pobreza, como lo fue, el compromiso mundial en el logro de los ODM.
 Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que el IPM se configura como un meta
indicador de pobreza.
 8 de los 10 indicadores que componen el IPM se encuentran directamente
relacionados con el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, principal
estrategia global de lucha contra la pobreza.
 El IPM busca, en cada país, captar los datos con un nivel máximo de detalle, para lo
cual se vale de micro-datos de las encuestas nacionales, estrategia que reduce el
sesgo que la desigualdad pueda generar, ya que su presencia ya va incluida en los
datos fuentes del indicador.
 El IPM tiene como base de análisis el hogar, aspecto que cobija las relaciones
existentes entre los diferentes miembros de este. Esto es realmente innovador con
respecto a otras mediciones donde la unidad de medición era el individuo.
 Con respecto a los componentes, el índice no sólo se acerca cada vez más al
concepto del desarrollo humano, en tanto que las dimensiones principales son casi
las mismas del IDH sino que además incluye otros aspectos que le dan un mayor
nivel de cobertura y precisión.
 Finalmente, el índice también es flexible con respecto a las modificaciones que los
países encuentren relevantes implementar para hacerlo más cercano a su contexto
sin que su esencia y comparabilidad se vean comprometidas.
Con respecto al cálculo, el IPM mide la cantidad de personas afectadas por privaciones
simultaneas tanto como el número de carencias que le afectan: incidencia e intensidad.

La incidencia H, es la proporción de la población que es multidimensionalmente pobre. La


intensidad, A, representa la proporción de los indicadores donde, en promedio, los pobres
están sujetos a privaciones (PNUD 2010).
Cada dimensión tiene el mismo peso dentro del indicador, así como cada indicador dentro
de la medición.

Dimensión Ponderación Indicador Ponderación


1/3 Mortalidad infantil 1/6
Salud
Nutrición 1/6
1/3 Escolaridad 1/6
Educación
Tasa bruta de matriculación (TBM) 1/6
1/3 Electricidad 1/18
Agua potable 1/18
Alcantarillado 1/18
Nivel de vida digno
Tipo de piso 1/18
Existencia de bienes como radio, TV, teléfono y 1/18
otros.

La necesidad de un nuevo IDH

Conclusiones
La medición de la pobreza, al igual que la del desarrollo humano, son elementos que
requieren la inclusión de una mayor cantidad de dimensiones que nos permitan un
acercamiento a una medición que podemos llamar más humana. Si bien aun no se logra una
imagen precisa tanto del nivel de pobreza, como del nivel de desarrollo humano, los últimos
avances han tenido un importante impacto, no sólo en la comprensión del fenómeno, sino, y
esto último es lo más importante, nos brinda la posibilidad de diseñar estrategias de
intervención y políticas públicas más apropiadas. Cabe anotar no obstante, que cada nueva
herramienta de medición, como lo es el IPM, es susceptible de cambios a lo largo del
tiempo para ajustarlos cada vez más a las necesidades y exigencias que el contexto
cambiante requiera.
Los anexos a continuación nos muestran el proceso del cálculo de los índices de medición de
pobreza humana y multidimensional.
Bibliografía
Gómez Buendía, Hernando. "Qué es y qué no es el desarrollo humano." Curso en
debates actuales del desarrollo humano. Edited by PNUD. Escuela Virtual para
América Latina y el Caribe. Bogotá, DC: PNUD, 2008.
PNUD. Definición y medición del desarrollo humano. Informe sobre Desarrollo
Humano, PNUD, Madrid: Mundiprensa Libros S.A., 1990.
PNUD. Desarrollo humano para erradicar la pobreza. Informe sobre desarrollo
humano, Programa de las Naciones UNidas para el Desarrollo, Madrid: Mundiprensa
Libros S.A., 1997.
PNUD. Financiación del desarrollo humano. Informe sobre desarrollo humano,
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Madrid: Mundiprensa Libros
S.A., 1991.
PNUD. La lucha contra el cambio climático: solidaridad frente a un mundo dividido.
Informe sobre Desarrollo Humano, PNUD, Madrid: Mundiprensa Libros S.A., 2007.
PNUD. La verdadera riqueza de las naciones: Caminos al desarrollo humano. Informe
sobre desarrollo humano, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo,
Madrid: Mundiprensa Libros S.A, 2010.
PNUD. ¿Crecimiento económico para propriar el desarrollo humano? Informe sobre
Desarrollo Humano, PNUD, Madrid: Mundiprensa Libros S.A., 1996.

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