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ISNN: 1668-5431

UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA


FACULTAD DE PERIODISMO Y COMUNICACION SOCIAL

AUTORIDADES

Decano
Alejandro Raúl Verano

Vicedecano a cargo de la
Secretaría Académica
Marcelo Belinche

Secretario de Investigaciones
Científicas y Posgrado
Leonardo Gonzalez

Secretario de Extensión Universitaria


Jorge Castro

Secretario de Producción y Servicios


Sergio Boscariol

Secretario de Planificación y Gestión


Reynaldo Claudio Gómez

Secretaria de Comunicación
y Desarrollo Comunitario
Oficios Terrestres es una publicación Cecilia Ceraso
de la Facultad de Periodismo y
Comunicación Social (UNLP) Secretario de Asuntos Administrativos
Av. 44 nº 676 (1900) La Plata, Prov. Rubén J. Liegl
de Buenos Aires, República Argentina.
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Comité Asesor
Adriana Archenti Alejandro Grimson
Alcira Argumedo Oscar Forero
Raúl Barreiros Jorge Huergo
Mario Carlón Martín Malharro
Cecilia Ceraso Carlos Milito
Daniel Belinche Maria Cristina Mata
Marcelo Belinche Miguel Mendoza Padilla
Jorge Luis Bernetti Guillermo Orozco Gómez
Martín Cortés Adriana Puiggrós
José Luis De Diego Sergio Pujol Directora
Nancy Díaz Larrañaga Eduardo Rebollo Florencia Saintout
Silvia Delfino Rossana Reguillo
Esther Díaz Natalia Iñiguez Rímoli Coordinación editorial
José Eliaschev Juan Samaja Natalia Ferrante
Aníbal Ford Inés Seoane Toimil Paula Pedelaborde
Raúl Fuentes Navarro Héctor Schmucler
Octavio Getino Oscar Steimberg Edición
Carlos Giordano Ángel Tello Adela Ruiz
Claudio Gómez Omar Turconi
Gustavo González Carlos Vallina Comité Editorial
Horacio González Claudia Villamayor Gastón Cingolani
Carlos Guerrero César Díaz Ramón Flores
Sergio Caggiano
Adela Ruiz Secretaría de redacción
Ulises Cremonte Area de Producción Gráfica
Pedro Roldán Eugenia Stoessel
Laura Gómez Gastón Luppi
Susana Martins Pablo Marco
Ileana Matiasich Eduardo Aller
Verónica Piovani Juan Pablo Álvarez
Paula Porta Claudia Suárez
Yanina Di Chiara
Alejandra Valentino Arte y Diseño
Mariana Medjugorac Paula Romero
Andrea Varela Fabián Fornaroli
Editorial Página 7
Perspectivas

Racismos y nación ante la inmigración. La percepción del


“otro”, la cultura y los derechos en la producción de fronteras
Sergio Caggiano
Página 10

Información y redes sociales en la conformación de mercados


de trabajo. La migración en la horticultura periurbana
de la Argentina
Roberto Benencia
Página 24

Identidades en interpelación: el (nos)otros en las entrevistas


biográficas
Claudia Isabel Ortiz
Página 32

Las diversas formas de la desigualdad o la relación entre el


Estado argentino y los paraguayos
Gerardo Halpern
Página 40

Procesos de identificación en la frontera entre México


y los EE.UU.
Pablo Vila
Página 50

Migración latinoamericana. Identidades, problemas, desafíos


Rossana Reguillo
Página 66

Praxis
Alternativas, actores y articulaciones: prolegómenos para una
investigación acerca de movilización social y comunicación
alternativa en América Latina
Alexander Amézquita Ochoa
Página 76
Entrevistas
Stella Martini
Adela Ruiz y Sandra Oliver
Página 90

María Eugenia Horvitz


Luis Barreras Ensayos
Página 96

Las fronteras del gobierno de Kirchner


Maristella Svampa
Página 174
Investigación Argentina y Brasil. Imaginarios de grandeza
transformados en imaginarios de la desigualdad
Lo mediático y el discurso político. El análisis discursivo Ana Wortman
Página 182
Raúl Barreiros y Gastón Cingolani
Página 102

Gobierno electrónico: notas para pensar un nuevo desafío


Luciano Sanguinetti
Página 112
Informe especial
Usos y apropiaciones de TICs en la región capital (La Plata, Cuerpo y subjetividad: materiales y tensiones
Berisso y Ensenada) Gabriel Cachorro
Página 190
Anaís Ballesteros
Página 124
Mapas y territorios corporales: recorridos en torno
Secreto de las fuentes periodísticas a la antropología del cuerpo
Mirta L. Jurio, Alejandro Córdoba Sosa y Adriana Ardito Patricia Celis Banegas
Página 134 Página 202

Radiografías Urbanas Gozar de un cuerpo


María Paula Wagner y Julieta Messina Leticia García
Página 143 Página 212

Propuestas metodológicas para un análisis Cuerpo y subjetividad en la filosofía contemporánea


de las emisiones televisivas María del Carmen Vitullo
Página 218
Francois Jost
Página 154

La comunicación humana como objeto semiótico,


una tarea en estudio
Dora Riestra Lecturas
Página 166 Página 236
Editorial

E n los últimos años se han producido en


Argentina diversas investigaciones que
materializaron un enriquecimiento mutuo entre los
miembros de “la colectividad” que reclaman por la
conservación de sus puestos de trabajo; sectores de
la sociedad “receptora” alarmados ante la explota-
estudios sobre migración y las investigaciones sobre ción y la discriminación y sectores alarmados ante
interculturalidad. En este marco, los interrogantes los inmigrantes y la inmigración, entre otros. Una
clásicos sobre desplazamientos poblacionales se re- vez más, se muestra como prioritaria la pregunta
novaron con inquietudes de corte etnográfico o so- acerca de quién es quién en un momento y en una
ciocultural, acerca de los contactos y rechazos dia- sociedad determinados, entendiendo que este inte-
rios a que estos desplazamientos daban lugar, rrogante implica: quién puede decir y quién escu-
mientras que las preguntas sobre dinámicas comu- char, quién reclamar o exigir, qué intereses definir
nicacionales e interacción incorporaron a su campo como propios, en base a qué criterios hacerlo, con
el fenómeno migratorio -en particular de las migra- quiénes y frente (o contra) quiénes construir la fron-
ciones contemporáneas-, hasta entonces descuida- tera entre nosotros y ellos.
do. Y es precisamente sobre este cruce de intereses Sobre este conjunto general de preguntas, y sus
que se formula el tema del actual número de Ofi- consecuentes derivaciones, versan los trabajos aquí
cios Terrestres. presentados. El artículo de Sergio Caggiano sostie-
En el momento en que se redacta este editorial ne que el racismo es un componente central en la
los medios masivos de comunicación informan so- recepción argentina de la inmigración boliviana, pe-
bre inspecciones y posibles cierres de talleres texti- ro dado que los grandes conceptos pueden deso-
les clandestinos en Buenos Aires y el AMBA, como rientar, tanto como ayudar a comprender, el autor
sucede con relativa periodicidad desde comienzos da cuenta de las formas específicas de racismo en
de 2006, cuando el incendio de uno de estos talle- contextos de destino diferentes dentro del mismo
res causó la muerte de trabajadores inmigrantes sin Estado nación. Gerardo Halpern, por su parte, su-
papeles procedentes de Bolivia. Este sólo hecho, su braya que el Estado nacional mantiene un papel
impacto, la cobertura que generó y las consecuen- fundamental en lo que ha dado en llamarse la pro-
cias que tuvo, y aún tiene, rozan muchas de las ducción de diversidad, y desarrolla este argumento
preocupaciones que atraviesan el conjunto de tra- estudiando la relación entre inmigrantes paragua-
bajos que forma el dossier de esta revista. Múltiples yos y los estados nacionales argentino y paraguayo.
actores y múltiples intereses aparecieron en pugna Rossana Reguillo, en tanto, señala cómo las migra-
tras aquel suceso: agencias del estado que intentan ciones de los “sures” a los “nortes” implican in-
llevar adelante políticas de ciudadanización, agen- quietudes que desbordan el campo de las “identi-
cias del estado que repiten estrategias de policia- dades” estrechamente comprendidas, y colocan en
miento ensayadas históricamente; miembros de “la el centro de la escena la cuestión general de las dis-
colectividad” que se suman a las iniciativas contra putas por el proyecto societal de países, naciones y
los talleres clandestinos y contra la explotación, comunidades.

7
Las migraciones internacionales son, por anto- del “nosotros” de los inmigrantes requiere de un
nomasia, uno de los fenómenos propiciatorios de trabajo permanente de circulación de información,
interculturalidad y de transformaciones identita- datos, consejos, pedidos y ofrecimientos, que for-
rias. Las particularidades y alteraciones que la si- man una red material y simbólica que facilita el pro-
tuación migratoria supone para el inmigrante, ceso y le otorga un ritmo y una lógica propios, co-
junto a las modificaciones generadas en el contex- mo deja ver Roberto Benencia en su trabajo sobre
to habitual de los miembros de la sociedad “re- inmigrantes horticultores.
ceptora”, pueden provocar la reflexividad en En todos estos trabajos ocupa un lugar clave la
áreas de la vida que hasta entonces asumían el ca- producción de sentidos a propósito de los actores,
rácter de evidencia incuestionable. Los juegos de las posiciones y las relaciones sociales. Se trata de
interpelación son numerosos y en la construcción una producción que involucra a los propios inmi-
que los inmigrantes pueden llevar a cabo se ape- grantes y también a sujetos e instituciones locales
la a una variedad de recursos, como muestran las que participan de este proceso, y que tiene lugar en
entrevistas biográficas abordadas por Claudia Or- una interlocución que supone reciprocidades, sime-
tiz. Este proceso de interpelación se despliega co- trías, alianzas y conflictos. A su modo, cada artícu-
tidianamente y en él se ponen en juego, de ma- lo vuelve claro cómo las migraciones y los procesos
nera situada, relaciones de poder en torno a di- de comunicación intercultural constituyen un locus
mensiones como “raza”, género, clase social, na- privilegiado para indagar acerca de las diferencias y
ción y religión, tal como se aprecia en las situacio- las desigualdades, la definición de pertenencias y
nes analizadas por Pablo Vila en el caso de la fron- exclusiones y el establecimiento dinámico de un ho-
tera México-EE.UU. Por lo demás, la constitución rizonte de derechos.

8
Perspectivas
consideradas (la región del Río de la Plata y la de la
Racismos y nación ante la inmigración provincia de Jujuy). A continuación, se abordan los
La percepción del “otro”, la cultura y los derechos conflictos que tienen lugar en torno al derecho de
en la producción de fronteras1 los inmigrantes a la salud, para dar cuenta con ello
del predominio de “recursos de constitución de na-
ción” singulares en cada una de estas regiones. Fi-
nalmente, y luego de presentar con estos análisis
las correspondencias entre esquemas de racismo y
construcciones de nación en la Argentina, la inda-
gación concluye con algunas hipótesis que apuntan
a generalizar ciertos aspectos de estos avances.

Raza, racismo y nación


Por Sergio Caggiano

Candidato a Doctor en Ciencias


Sociales (IDES–UNGS). Docente
E Este artículo aborda la relación entre “ra-
za” y nación a partir de un análisis de la
discriminación contra la inmigración boliviana en la
Al menos desde la temprana segunda mitad del
siglo XX, el término “raza” ha sido ampliamente
Argentina. Más precisamente, lo que intenta mos- criticado, y en este sentido constituyen un hito las
de la Facultad de Periodismo y trar es que las formas de racismo que se dan en una cuatro declaraciones sobre la cuestión racial de la
Comunicación Social de la región central y en una región fronteriza y periféri- UNESCO (1950, 1951, 1964 y 1967)2. Sin embar-
UNLP y de la Facultad de ca (en términos geográficos, económicos y políti- go, como ha señalado Colette Guillamin (1992;
Ciencias Sociales de la UBA. cos) de la misma nación son formas de racismo di- 2002), la insistencia en mostrar una separación en-
Autor del libro Lo que no entra ferentes. En ambos casos se trata de procesos de tre el hecho físico biológico de la “raza” y las carac-
en el crisol. Inmigración racialización tendientes a sostener una cierta ima- terísticas sociales y psicológicas atribuidas a los gru-
boliviana, comunicación gen de la “comunidad nacional”, pero las operacio- pos, y a los miembros de esos grupos, cometía el
intercultural y procesos nes discriminatorias puestas en juego son específi- error central de dejar intacta la supuesta realidad de
identitarios. Investigador en el cas en cada uno. Se explora de esta manera la pro- la existencia física biológica de las razas. Incluso
proyecto “Relaciones ductividad de la distinción teórica entre dos “es- más: la negación de las razas en términos físico bio-
interculturales y construcción de quemas racistas” diferentes. Asimismo, el trabajo lógicos parece un paso insuficiente, en la medida
alteridad con respecto a procura dar cuenta de qué tipo de recursos predo- en que descansa en la certeza falsa de que el racis-
inmigrantes extranjeros de origen mina en el proceso de constitución y sostenimiento mo, un fenómeno social, se acabaría una vez supe-
boliviano y asiático en La Plata” de la idea de “nación”, según el caso que se consi- rado el “error” de su creencia en el “dato” biológi-
(FPyCS, UNLP). Becario del dere. Y, por último, busca mostrar las relaciones en- co. Es decir, el paso que falta dar aquí es compren-
CONICET. tre aquellos esquemas racistas, por un lado, y estos der que este dato biológico es en realidad produc-
diferentes recursos y dispositivos de construcción to de aquel fenómeno social, y no a la inversa; ya
de la nación, por otro. que si ese paso efectivamente se da entonces no
Acorde a esto, y tras una breve referencia teóri- nos sorprenderá que el concepto de raza sobreviva
1 Agradezco la lectura y comenta- ca a los conceptos de “raza” y “racismo” y su rela- hasta nuestros días bajo distintos ropajes, “en di-
rios del Dr. Etienne Balibar y de la
ción con el de “nación”, se pone en juego la idea versas combinaciones con argumentos culturales”
Dra. Verena Stolke a versiones an-
teriores de este trabajo. de esquemas racistas diferentes, al analizar la forma (Hund, 2003), como “racismo posmoderno” (Harri-
2 Para una revisión de estas Decla- que toma el insulto contra los bolivianos en la so- son, 1995; Sodré, 1992) o en el pasaje a un “racis-
raciones, y de sus consecuencias ciedad “receptora” en cada una de las dos regiones mo diferencialista ‘que toma el relevo del‘ racismo

10
biológico” (Balibar, 2003b)3. En pocas palabras, lo 1) Un “instrumental de ciudadanía”, que inclu- epistemológicas, teóricas y políti-
ye documentos y tarjetas de identidad, garantías le- cas, ver Balibar (2003a).
que vemos es que se trata de una cuestión política
3 Excede los objetivos de este tra-
y no de una cuestión de pigmentación o de heren- gales y derechos y responsabilidades de sus miem-
bajo una referencia detallada a la
cia genética, que son relaciones de poder las que bros establecidos en aparatos jurídicos y adminis- discusión que Stolcke (1995) plan-
determinan la historia de la división de razas y que, trativos. Las reflexiones clásicas sobre la ciudadanía tea a estas nociones de un “racis-
a fin de cuentas, se trata de procesos de construc- han destacado la referencia estatal nacional y, a pe- mo sin razas”. En su estratégica
sar de los organismos internacionales y las acciones propuesta teórica y política, la au-
ción de “raza” y de racialización.
tora distingue entre “fundamen-
Los procesos de racialización pueden asumir actualmente encaminadas a promover elementos
talismo cultural” y “racismo”, y
formas diversas. De acuerdo con Etienne Balibar de una “ciudadanía transnacional”, el estado na- propone al primero como la lógi-
(2003c), la función ideológica que se organiza en la ción permanece como el referente central de los re- ca de discriminación que estaría
“raza” se ordena a partir de esquemas simbólicos clamos y luchas en este sentido. fundando las formas de exclusión
2) Unos mecanismos de enseñanza acerca de los y rechazo en la Europa contempo-
que provienen de modelos alternativos: un esque-
ránea.
ma teológico político y uno biológico político. El “cuerpos legítimos” de la nación. Desde la galería
4 Rescato los aspectos de cada
primero se basa en un criterio de elección (el pue- de héroes nacionales, pasando por los manuales es- esquema que son más relevantes
blo, la nación, la raza elegidos), que postula un colares y llegando a los medios de comunicación para el análisis que presento aquí,
enemigo más o menos absoluto sobre un plano de masiva, se propone/impone una determinada forma no así otros elementos igualmen-
de percibir/valorar los cuerpos (el color de la piel, pe- te importantes como la lógica
antagonismo dicotómico. El segundo, en cambio,
trascendente del primero y la lógi-
se apoya en un criterio de selección (aplicado den- ro también las vestimentas, el porte, las posturas y
ca inmanente del segundo, etc.
tro de un espacio que es, en principio, compartido) el movimiento, etc.). Enseñar a percibir/valorar los En otro orden, podrían hallarse al-
y postula un enemigo interno sobre una distribu- cuerpos significa enseñar asociaciones válidas y no gunas similitudes entre estos es-
ción continua de diferencias4. En rigor, las prácticas válidas entre determinadas personas y determinadas quemas y dos formas generales
actividades y esferas de la vida social, así como tam- de racismo. Una de ellas está re-
y discursos racistas combinan ambos modelos y los
presentada por lo que Wieviorka
hacen funcionar en conjunto, pero es la distinción bién instalar una cierta jerarquía entre esos cuerpos.
(1992) llama “racismo como ideo-
analítica la que resulta más adecuada para dar 3) Unas prácticas culturales propias, que igualan logía”, como un modo de discri-
cuenta de la complejidad del fenómeno y, eventual- hacia adentro y diferencian hacia fuera o que, más minación que define límites netos
mente, reconocer en casos concretos el predominio precisamente, delimitan las diferencias internas y entre distintos grupos, al tiempo
externas a la nación. Entre estas prácticas se en- que ofrece el sustento para la jus-
de uno u otro de los esquemas.
tificación de la opresión o directa
En cuanto a la nación, ésta no puede ser pensa- cuentran la lengua (su uso), aspecto primero y prin-
negación de un otro que es, des-
da con prescindencia del estado. Aun cuando pu- cipal para el reconocimiento de la “comunidad”, y de siempre y por definición, exter-
dieran mencionarse casos excepcionales de nacio- una variedad de prácticas que va desde la literatura no a uno mismo (Wieviorka seña-
nes sin estado (que en realidad son naciones inclui- nacional (Anderson, 1993) y las bellas artes hasta el la esta posición en Arendt y Du-
“folklore” y la cultura popular, las danzas, la músi- mont, de quienes, a su turno, se
das -eventualmente por la fuerza- en otros estados,
diferencia). La segunda de estas
o naciones enfrentadas con otros estados que les ca y la gastronomía, por dar algunos ejemplos.
formas es la que ve el racismo co-
impiden su propia constitución estatal), lo cierto es Desde luego, los tres tipos de recursos y disposi- mo recuperación, reconversión
que la nación moderna es más un producto que tivos son comúnmente necesarios y trabajan de ma- (por inversión, en muchos de sus
una causa del estado nación (Balibar, 1988; Wa- nera articulada e interdependiente, se reenvían y re- puntos) y desviación de la forma,
troalimentan entre sí. Pero es útil también en este el objetivo y la función del “dis-
llerstein, 1988; Anderson, 1993; Hobsbawm,
curso de la lucha de razas”, y co-
1993). Para construir y sostener la “comunidad na- caso mantener la distinción analítica que nos permi-
mo anulación de lo que éste hacía
cional” el estado pone a funcionar diversos disposi- tirá apreciar la preponderancia de unos o de otros. patente de la historia humana: su
tivos y diversos “recursos de constitución de la na- La relación entre nación y raza (y etnia) ha sido configuración como resultado del
ción”. Entre estos “recursos” quisiera destacar tres: materia de numerosos y variados acercamientos. conflicto y el enfrentamiento en-

11
tre grupos. “El tema de la socie- Un enfoque extendido en la antropología subraya a consolidar) las acciones anteriores y sus pretendi-
dad binaria dividida en dos grupos la tensión entre ambas dimensiones e intenta mos- dos resultados, estableciendo una especie de jerar-
extraños por lengua o derechos
trar que el proyecto nacional se habría impuesto quía entre los grupos más o menos “blanqueados”
será sustituido por el de una so-
ciedad biológicamente monista (y a/sobre los grupos étnicos sin respetar sus fronteras en esos procesos; o, mejor aún, negando y silen-
así) emergerá la idea de los extra- de diferenciación previas. Otros autores reconducen ciando aquello que pudiera no adecuarse al molde
ños que están infiltrados o el tema ambas dimensiones (nación y raza) a una tercera, de dicho proyecto: “Los argentinos somos descen-
de los desviados como subproduc- anterior, que las explicaría. Immanuel Wallerstein dientes de inmigrantes (europeos)”, “En Argentina
to de esta sociedad” (Foucault,
(1988), por ejemplo, las entiende como resultado no hay indios”, “En Argentina no hay negros”,
1996).
5 Para un análisis del modo en de determinados momentos del desarrollo de la etc.5.
que operan las ideologías locales economía-mundo capitalista. Desde otro enfoque, Como en otros países, en Argentina los proyec-
de mestizaje y blanqueamiento, y Balibar (1988) propone comprender “la comunidad tos de constitución de la nación y los discursos mí-
de cómo tiene lugar la racializa- formada por el estado nacional” a partir de la no- ticos concomitantes no tuvieron (ni tienen) la mis-
ción de la idea misma de “nación
ción de “etnicidad ficticia”, en la cual ficción “no se ma validez ni la misma forma en todas las regio-
argentina”, ver Briones (1996). La
autora trabaja sobre procesos his- debe tomar en el sentido de pura y simple ilusión nes6. La propia idea de “nación”, siendo una y la
tóricos que al implicar tanto “una sin efectos históricos” sino “en el sentido de efec- misma en muchos aspectos, no es sin embargo ho-
etnicización de ciertos marcadores to institucional, de fabricación”. Esta fabricación de mogénea. Consecuentemente, la “raza ficticia” del
de pobreza, como una racializa- una etnicidad común no sólo tiene lugar con la ex- estado nación tampoco es exactamente la misma. Y
ción selectiva de las relaciones de
tensión de una lengua sino con la producción de las prácticas discriminatorias contra aquellos que no
clase [...] no sólo evidencian la co-
loración de la nación sin color, si- una raza. forman parte de esa “raza”, que quedan fuera de
no que tallan de manera implícita En Argentina esta producción de una raza con- la “comunidad nacional”, tampoco serán las mis-
una caja de hierro también raciali- sistió, básicamente, en la organización de un pro- mas. En regiones tan distantes -en varios sentidos-
zada, tanto para quienes no pue- yecto de “blanqueamiento” de la sociedad. Esto como la rioplatense y la del Noroeste los inmigran-
den invisibilizarse aunque quieran,
supuso, por un lado, la puesta en práctica de accio- tes bolivianos impactan de manera distinta en la ex-
como para quienes son forzados a
hacerlo”. nes de distinto tipo tendientes a conformar una so- periencia del “nosotros” y del “ellos” y, por consi-
6 Desde luego, tampoco son ciedad de “razas blancas”: los procesos de extermi- guiente, son recibidos y también discriminados de
igualmente válidos u homólogos nio de las “campañas al desierto” del siglo XIX y los manera diferente. De allí que en estos contextos de
en las distintas clases sociales, y desplazamientos forzados de comunidades indíge- “recepción” particulares se pongan en juego es-
así con otros clivajes. Quiero con-
nas para resolver “el problema del indio”, el efecto quemas racistas específicos.
centrarme aquí en las diferencias
regionales o, más precisamente, de enfermedades como la fiebre amarilla entre la
en las diferencias conflictivas entre población negra, y la participación (o utilización) de Dos contextos de destino para una inmigración
Buenos Aires y el “Interior” (o el estos grupos en la primera línea de fuego de diver-
Puerto y las Provincias), que cons- sos episodios militares se cuentan entre los fenóme- La región del Río de la Plata y la del noroeste ar-
tituyen un enfrentamiento que
nos más destacados que tuvieron como consecuen- gentino7 presentan numerosas diferencias entre sí.
atraviesa dinámicamente y estruc-
tura el campo político argentino cia la reducción extraordinaria de estos sectores so- La primera ocupa el centro-este del país; la segun-
desde la independencia de España ciales en el país. Complementariamente, hay que da, el noroeste, en el límite con Bolivia. En cuanto
hasta la actualidad (Chiaramonte, subrayar la promoción de una inmigración europea al desarrollo y la actividad económica, la posición
1997). que permitiría forjar una nueva identidad y una de ambas regiones es muy distinta. La primera
7 Con mayor precisión, para el ca-
nueva cultura nacional como resultado de la fundi- abarca la ciudad más rica y “desarrollada”, y una de
so de la región rioplatense recupe-
ro material empírico relativo a ción de las diferencias en el “crisol de razas”. Por las provincias más importantes de la “región pam-
Buenos Aires (Capital Federal), el otro lado, el proyecto supuso la instauración de peana”, constituyendo el principal polo de creci-
Área Metropolitana de Buenos Ai- fuertes mitos que “corroboraban” (y así ayudaban miento de la economía nacional desde comienzos

12
del siglo pasado; la segunda incluye la provincia de ral. Los migrantes proceden muchas veces de zonas
Jujuy que, por el contrario, es quizá la más relega- rurales, aunque desde mediados de la década del
da en términos de desarrollo económico, precisa- 80 y del 90 se dieron desplazamientos con un pa-
mente desde que este desarrollo se proyectara trón rural-urbano, e incluso urbano-urbano. Mayo-
orientado hacia el puerto de Buenos Aires y en tor- ritariamente, se trata de trabajadores de baja califi-
no a la actividad agroganadera. cación que se dedican a la agricultura en las zonas
También la composición “étnica” de cada zona rurales o a la construcción y el comercio informal en
es singular. Por un lado, porque al momento de la las ciudades. Dadas ciertas trabas administrativas, y
conquista española el Noroeste y el Río de la Plata sobre todo económicas, suelen presentar irregulari- res (AMBA) o La Plata (capital de
constituían, respectivamente, las regiones más y dades en su documentación, lo que redunda en la Provincia de Buenos Aires), re-
menos pobladas del territorio que sería argentino; condiciones de sobreexplotación laboral, inestabili- cogido en los últimos años. Para
por otro, porque presentan historias migratorias di- dad, dificultades para el acceso a servicios públicos el caso del noroeste (NOA) recu-
rro a material del trabajo de cam-
ferentes. En términos cuantitativos, el impacto de la y a la seguridad social, etc. (Benencia y Gazzotti,
po realizado en San Salvador de
inmigración europea en el Río de la Plata a princi- 1995; Grimson, 2000). Junto a inmigrantes prove- Jujuy (la ciudad capital) y otras
pios del siglo XX fue enorme, y mucho mayor que nientes de otros países –principalmente, Paraguay y ciudades de la provincia en distin-
en la provincia de Jujuy y el Noroeste8. Inversamen- Perú-, durante los 90 fueron blanco de campañas tos momentos entre 1998 y
te, la influencia de la inmigración boliviana fue mu- discriminatorias por parte de altos funcionarios de 2005. Desde luego, las dos regio-
nes son más amplias que lo que
cho mayor en Jujuy, no sólo en términos numéricos gobierno y organismos oficiales. Fueron culpados
cubren las ciudades consideradas
sino también en su relevancia sociocultural. Los de la crisis del sistema público de salud, del incre- aquí. En cualquier caso, siempre
desplazamientos y contactos poblacionales entre mento de la desocupación y de la tan difundida es difícil establecer límites geográ-
esta región y el sur occidental de Bolivia tienen una “explosión delictiva”. No obstante, pese a los ras- ficos estrictos a fenómenos que
historia muy anterior a la división política moderna gos comunes que presenta la discriminación en la son económicos y socioculturales.
8 A modo de ejemplo, el censo
en estados nacionales. Por esto, mientras que la sociedad “receptora” en su conjunto, lo que intere-
nacional de 1914 registra casi un
presencia boliviana en las ciudades de la región del san aquí son las diferencias que a este respecto ma- 50% de inmigrantes ultramarinos
Río de la Plata se remonta a 1960, y especialmente nifiestan las dos regiones estudiadas. sobre el total de la población de
a 1970, Jujuy es, en cambio, uno de los sitios don- la ciudad de Buenos Aires y alre-
de esta inmigración tuvo lugar desde más tempra- Insultos distintos, racismos distintos dedor de un 5% para el caso de
la provincia de Jujuy (Devoto,
no. En pocas palabras, “la dinámica migratoria de
2003).
Jujuy se vinculó (...) a la migración limítrofe, siendo Más allá del “tono” común que presenta en los 9 “Tawantinsuyu” es, en quichua,
mucho menor la magnitud de las corrientes migra- dos contextos, el análisis del discurso nativo10 en el el nombre del estado inca que
torias de países no limítrofes” (Sala, 2000). Más Río de la Plata y en Jujuy muestra diferencias impor- significa “Las cuatro partes del
aún, el occidente boliviano y el noroeste argentino tantes. Un elemento que puede ayudarnos a enten- mundo” (Chichasuyu al norte,
Antisuyu al este, Contisuyu al
pertenecieron ambos al Tawantinsuyu9, y presenta- der estas diferencias es el modo en que el término
oeste y Collasuyu al sur).
ban entonces una importante integración económi- “boliviano” forma parte de los insultos proferidos 10 Me refiero a un corpus confor-
ca y social. En este sentido, es fundamental el he- contra estos inmigrantes. En ambas regiones el tér- mado a partir de entrevistas con
cho de que las prácticas sociales y culturales y los mino llega a ser parte de los insultos de los habitan- miembros de la sociedad “recep-
rasgos somáticos de los habitantes hagan que para tes locales, pero la incorporación de la partícula tora” (en particular platenses, por
un lado, y pobladores de San Sal-
muchos argentinos de la región “central” Jujuy “se “boliviano” a un insulto sucede de manera particu-
vador, por otro). En este apartado
‘confunda’ con Bolivia” (Karasik, 2000). lar en cada una. La diferencia es simple, sutil y apa- trabajo apenas un aspecto de los
La inmigración procedente de Bolivia a la Ar- rentemente menor, pero resulta reveladora tras una muchos de interés que las entre-
gentina es casi exclusivamente una migración labo- observación cuidadosa. vistas contienen.

13
En La Plata, y en la zona rioplatense en general, yorativo “bolita” en el Río de la Plata, y sólo “boli-
el insulto que suele oírse con frecuencia casi coti- viano” en Jujuy? Sugiero que sería un error creer
diana es “boliviano de mierda” (u otro similar), con que en el insulto jujeño hay una ausencia del “com-
el recurso al término “bolita” como forma degrada- plemento”, del calificativo o la distorsión peyorati-
da de “boliviano”. va que sí está presente en el insulto platense. Antes
“Uno tiene que estar preparado para esa carac- bien, considero que en el segundo caso no hace fal-
terización (como ‘bolita’), tiene que estar bien de la ta nada, ningún agregado, o mejor: hace falta que
cabeza para recibir (...) el hecho de decir ‘bolita’ es no falte nada, porque eso cuya ausencia vemos en
como que tratan de bajar los valores (bolivianos)” comparación con el insulto rioplatense sobraría en
(Álvaro, boliviano). este otro contexto. El insulto en Jujuy es el ser boli-
“Acá por ahí dicen ‘no, este es bolita’ y ya trata viano, y no el ser “de mierda” o algo similar. Lo que
de menospreciar” (Guido, boliviano). precisa el insulto jujeño no es calificar al boliviano
“Vamos a suponer que es un bolita que ya está (como parece necesitar hacerlo el insulto rioplaten-
en la cosa, que es contratista, y a los que caen nue- se) sino convertirlo (convertir su nombre) en califi-
vos, que buscan trabajo, los explota (...) los bolitas cador; no precisa adjetivarlo negativamente, sino
explotan a los bolitas” (Fernández, argentino)11. transformarlo en un adjetivo que se presente carga-
do de manera intrínsecamente negativa. Así, no es
En San Salvador de Jujuy, aunque esta fórmula ningún rasgo particular el que se exalta, ni es un
denigratoria también es utilizada, el modo más ex- agregado que ofende por añadidura; el insulto está
tendido de insultar empleando este término es, pre- concentrado justo allí en el propio término, siendo
cisamente, sin ningún agregado. Una gran cantidad el eventual rasgo identificatorio el que se coloca co-
de entrevistados relata una situación más o menos mo insulto per se.
cercana a sí mismo en la que este “insulto” a secas Una meditación ligera sobre lo anterior podría
estructura la interacción. pretender que las cosas se dieran al revés de lo que
“Acá dicen ‘boliviano’ como un insulto” (Don efectivamente sucede. En realidad, ¿no debería es-
Agustín, boliviano). pecificarse, deslindarse y circunscribirse qué tendría
“...le digo (a un tercero) ‘¿qué?, ¿es un insulto de malo el ser boliviano justamente allí donde lo
más que todo? o ¿por qué dicen ‘boliviano’?’ [...] boliviano está más presente en la cotidianeidad? Y
‘boliviano’, parece que dijeran con bronca” (Blanca, a la inversa, la lisa y llana bolivianidad atribuida ¿no
boliviana). tendría que ser material suficiente para constituirse
“...en Jujuy, cuando somos chicos, el insulto al como insulto allí donde se ignora o desconoce “lo
otro chico es decirle por ahí ‘vos sos boliviano” (Ma- boliviano” en general? Ahora bien, son estas mis-
riano, argentino). mas razones las que nos dan una clave de interpre-
tación para comprender por qué se da la situación
De este modo, mientras que en La Plata “boli- contraria. En San Salvador es precisamente porque
viano” es utilizado como pieza integrante de una lo boliviano está entre nosotros, dentro de noso-
injuria, en Jujuy es la injuria misma que se pronun- tros, que se vuelve preciso señalarlo. Es porque en
cia como ofensa hacia los bolivianos. ¿Qué nos algún sentido en Jujuy somos lo boliviano, la razón
11 Los nombres utilizados son fic-
muestra la diferencia entre estos dos modos del in- por la que lo boliviano (los bolivianos) debe ser se-
ticios para proteger la intimidad sulto? ¿Por qué el casi automatizado “boliviano de leccionado y marcado como lo despreciable. Es eso
de los entrevistados. mierda” -con variantes agresivas similares- o el pe- boliviano, que ya está con y en nosotros, lo que hay

14
que sacar, extirpar. Y para eso es menester el gesto del atributo, la bolivianidad, es denigrado (porque
más sencillo y por lo mismo más radical: nombrar- es un insulto); por otro, y sólo en apariencia de ma-
lo. El mal no atraviesa en verdad ninguna frontera, nera contradictoria, tiene lugar una interpelación
no viene de afuera, ya está aquí. En todo caso, es la en términos nacionales. Además de estar frente a
frontera misma que “nos” atraviesa, y atraviesa a un agravio, estamos frente a un pedido, una solici-
cada jujeño. En La Plata, en cambio, la adjetivación tación y una indicación: “sé boliviano”.
en el insulto nos habla de la necesidad de calificar De este modo, la forma del insulto en el Río de
(descalificar) lo extraño que viene de afuera, y que la Plata y en Jujuy muestra la preeminencia de uno
de este modo queda rechazado. La diferencia se da u otro de los esquemas racistas definidos por Bali-
por descontada, es algo que ya se da por sabido y bar. En La Plata se evidencian aspectos propios del
que se ve. Lo que se necesita es indicar que esa di- “esquema teológico político” que produce la exte-
ferencia es mala, no que existe. Para la sociedad rioridad de lo excluido: el insulto cotidiano califica a
platense el boliviano se presenta como evidente- un extraño que viene de afuera. En San Salvador de
mente otro, y por eso necesita remarcar que el arri- Jujuy, en tanto, predominan elementos pertene-
bo de esa otredad es peligroso, por ser ella misma cientes al “esquema biológico político”: el insulto
indigna o inapropiada. El insulto no debe verificar selecciona y marca, señala lo boliviano que está en-
que el boliviano es “otro” debe recordar, una y otra tre nosotros y nos recuerda así la idea foucaultiana
vez, que es un “otro” indeseable. de “los extraños infiltrados”12. Esto, sin duda, ofre-
El insulto jujeño hace menos y más a la vez: ins- ce una pista segura para interpretar los conflictos
taura la distancia allí donde la simple verificación específicos que se desarrollan en torno al derecho a
quizá resulta más difícil. No comprueba y califica la la salud de los inmigrantes en cada una de estas
otredad, “solamente” la codifica, la nombra y la dos regiones. Además, el análisis de estos conflictos
marca para que no pase inadvertida. El insulto pla- nos permitirá apreciar la correspondencia entre ca-
tense, por el contrario, anuncia que es malo eso da esquema racista y los diversos “recursos de
que llega, y que es visto al llegar. El insulto jujeño constitución de la nación”.
revela que es malo eso que ya está aquí, y que por
momentos no se deja ver. Tanto en la bolivianidad “Prácticas culturales” y “derechos”. La nación en
aceptada como dato del insulto platense, como en juego en torno a la salud de los inmigrantes
la bolivianidad atribuida (violentamente) del insulto
jujeño, puede verse funcionar la lógica del estado La nueva Ley Nacional de Migración Nº 25.871,
nación. No obstante, que se trate en un caso de un votada en diciembre de 2003 y promulgada en ene-
dato que se asume como tal -y sobre el que se ad- ro de 2004, establece positivamente que todas las
jetiva- y que se trate en otro de una identidad atri- personas, independientemente de su nacionalidad y
buida por y en el insulto, pone de manifiesto que de contar o no con documentación argentina, tie-
aquella figura del estado nación y sus fronteras nen derecho a recibir atención médica en forma gra-
puede no estar actuando de la misma manera aquí tuita en todo el territorio nacional. Pero más allá de 12 La interpretación que propon-
y allí. Si nos concentramos un instante sobre la for- las definiciones legales, interesan aquí las condicio- go se sostiene, además, sobre el
análisis de otros aspectos de este
ma del insulto jujeño, que a diferencia del platense nes concretas para el acceso efectivo de la población
subcorpus y sobre el análisis del
se “limita” a la adjudicación del epíteto “¡bolivia- extranjera al sistema de salud, las valoraciones que subcorpus restante relativo a la
no!”, vemos que en esta adjudicación se da un do- hacen los profesionales del sistema de los inmigran- prensa gráfica de cada ciudad
ble procedimiento: por un lado, el carácter mismo tes y las consecuencias de éstas en la atención. (Caggiano, 2005).

15
Los profesionales, tanto del centro del país co- les gran cantidad de pacientes directamente desde
mo del noroeste, comparten una percepción nega- los países limítrofes. No obstante, nadie ha podido
tiva sobre la atención de los extranjeros. Si bien es indicar con certeza cuándo arribarían o cómo po-
cierto que hay muchas excepciones, la postura he- dríamos hacer para corroborar su llegada y, pregun-
gemónica reproduce un discurso restrictivo que de- tado puntualmente sobre ello, casi nadie puede de-
nuncia el “abuso y aprovechamiento” por parte de cir que efectivamente haya visto uno alguna vez.
los inmigrantes. Más allá de esta base común gene- De allí que lo interesante del “charter”, como figu-
ral, hay una gran diferencia en la manera en que se ra retórica, es que organiza la percepción del pro-
configura el tema en uno y otro lugar. En pocas y blema por parte de muchos médicos, enfermeros,
algo esquemáticas palabras, si en el Río de la Plata trabajadores sociales y empleados administrativos.
estamos ante un problema de prácticas culturales Un problema fundamental para estos profesio-
diversas, en Jujuy la cuestión se sintetiza en docu- nales está constituido por las diferencias culturales y
mentos de identidad, fronteras estatales y cordones por los obstáculos que estas diferencias implicarían
sanitarios. para la atención. De acuerdo con Elizabeth Jelin,
En la región del Río de la Plata existe una situa- Alejandro Grimson y Nina Zamberlin (2006b), médi-
ción incierta y conflictiva respecto de la documenta- cos y enfermeros constantemente hacen referencia
ción personal de los pacientes. Pese a que la Ley es- a los inconvenientes que presenta la comunicación
tipula que no es necesario solicitar el Documento con pacientes bolivianos, y mencionan dificultades
Nacional de Identidad (DNI) para dar atención, no es en el lenguaje y en la forma de expresión, así como
poco común que ello suceda. Si bien hay importan- en la comprensión e interpretación de los mensajes;
tes variaciones entre instituciones y entre profesio- dificultades que siempre son postuladas como res-
nales, suele ocurrir que “por razones administrati- ponsabilidad del paciente. Algunos de los profesio-
vas” se requiera el DNI para otorgar turnos para nales se quejan de lo que perciben como una “ex-
consulta, estudios o intervenciones. Al parecer, “es- presión facial neutra” que los desconcierta, y carac-
tas estrategias son iniciativas del personal adminis- terizan a las mujeres como sumisas y sufridas. Existe
trativo” y se deben, en parte, a que si el inmigrante también una creencia en que los bolivianos tienen
“no presenta ningún documento el mecanismo de mayor resistencia al dolor físico. A esto se suma que
apertura y archivo de la historia clínica es diferente y los profesionales consideran que ciertas prácticas
se vuelve más engorroso para los empleados admi- culturales y conductas de los inmigrantes bolivianos
nistrativos” (Jelin, Grimson y Zamberlin, 2006a). Es- son riesgosas, poco seguras para la salud o inciden
te mecanismo puede provocar que algunos migran- sobre la atención médica, y señalan entre las más
tes no concurran al hospital o centro de salud, o lo destacadas: la posición en cuclillas para el parto, el
hagan tardíamente. No obstante, la atención se valor dado por las parturientas a la placenta, la ne-
brinda y en algunas instituciones declaran atender a gativa frente a la cesárea, el rechazo a las extraccio-
quienes temen ser rechazados en otras. nes de sangre, el pudor de las mujeres para desves-
Los profesionales de la salud de esta región del tirse y para que las revisen, algunas vestimentas
país distinguen los inmigrantes que llevan años co- “inadecuadas” (que serían demasiado abrigadas se-
mo residentes en la zona de aquellos que supuesta- gún los médicos) y los hábitos de higiene.
mente llegan hasta los servicios de salud de la Ca- En síntesis, el momento mismo de la atención y
pital o del AMBA por medio de “charters” o “mi- la relación entre médicos (y enfermeros) y pacientes
cros sanitarios” que trasladarían hasta los hospita- inmigrantes está cargado de tensiones que resultan

16
de las “particularidades culturales” de unos sujetos licitársele a una de las médicas que compartiera al-
“extraños”, distintos. No hay investigaciones siste- guna experiencia en la atención de inmigrantes
máticas sobre los efectos de estas tensiones, pero (procurando introducirnos en la problemática de las
cabe pensar que estas incomprensiones pueden ha- diferencias comunicacionales y culturales en la rela-
cer que muchos inmigrantes se vean desalentados ción médico/paciente), la entrevistada relató esta
a volver efectivos sus derechos a la atención. breve historia:
La situación difiere en varios aspectos en la pro- “Lo viví en el Hospital de Niños, una niña (boli-
vincia de Jujuy13. Como en el centro del país, en- viana) que tenía un problema ocular y la habían
contramos aquí numerosos modos de desautoriza- traído acá justamente para operarla, tenía un tumor
ción y menosprecio de “prácticas culturales” y cos- en el globo ocular. Y la terminaron operando y al
tumbres de los inmigrantes. Pero a diferencia de lo poco tiempo desapareció, se fue a su país. Después
que sucede en el área rioplatense, en Jujuy es co- volvió con la mala suerte que tuvo un problema en
mún que los profesionales de la salud acepten al- una de sus piernas, tenía un tumor en la pierna. Y
gunas de estas prácticas y costumbres, las conoz- la operaron de esa pierna, se la tuvieron que ampu-
can y, en oportunidades, hasta participen de ellas. tar a la piernita. Y esa nena necesitaba, por ejem-
En ocasiones sucede que los profesionales las com- plo, quimioterapia. Y ya se había hecho mucho por
parten en alguna medida (como el uso de hierbas ella. Y la madre cada vez que necesitaba algo venía
medicinales o “yuyos”), otras veces se trata de una y la internaba en el Hospital de Niños sin muchos
tolerancia estratégica (como en la relación con los trámites. Cuando pedimos ayuda porque la quimio-
curanderos y chamanes), también se dan aprendi- terapia cuesta mucho, y cuando se le pidió ayuda al
zajes indispensables (como con los modismos y gi- Consulado (boliviano) para conseguir las drogas...
ros lingüísticos), y hasta se realizan aprendizajes entonces el Consulado se borró, se lavó las manos,
más fundamentales que implican un reconocimien- dijo ‘no’, nunca la ayudó. Y estaba entre ‘sí’, ‘no’,
to del saber del paciente (como con la posición en ‘no sabemos qué hacemos’. A esa niña se decidió
cuclillas para el parto). En resumen, la distancia en- ayudarla y seguir adelante, pero se pidió ayuda.
tre la cultura médica oficial y la cultura médica de Después vino otra mujer boliviana con un niño tu-
los inmigrantes no parece infranqueable. Si bien se berculoso, con el que no había mucho que hacer,
comprueban tensiones y conflictos, también hay porque estaba dañado, y también se pidió ayuda al
intentos de acercamiento -a veces logrados y a ve- Consulado, se pidió llevarlo directamente a Bolivia y
ces no e imbricaciones en torno a ciertas prácticas se lo dejó en Bolivia para que siga en su país (...) En
y creencias. la ambulancia se lo llevó hasta La Quiaca14 y de La
En consecuencia, en Jujuy la controversia sobre Quiaca a Bolivia y que se haga cargo su país” (Dra.
“migración y salud” se da directamente en torno al Varela, médica pediatra). 13 Recupero aquí parte del análi-
sis desarrollado por Abel y Cag-
derecho que los inmigrantes bolivianos tendrían, o En este breve relato puede verse cómo el tema
giano (2006). Asimismo, el traba-
no, a recibir atención. Este dilema se desarrolla en “migración y salud” es vinculado inmediatamente a jo de Karasik (2005) sobre algu-
los términos precisos de una problemática estatal. la política, las relaciones estatales, las fronteras y las nas de las relaciones que, estruc-
Es decir, es en el marco interpretativo de los “pro- jurisdicciones. En la primera historia el hospital juje- turadas en torno a los derechos,
blemas de estado” en que toma forma la discusión ño decidió “ayudar” a una niña boliviana y a su ma- atraviesan la “condición bolivia-
na” en Jujuy (en especial el capí-
y se definen sus criterios y principios. Los distintos dre y lo hizo, además, en reiteradas ocasiones; in-
tulo 6).
profesionales y prestadores se muestran involucra- cluso aunque el mismo Consulado boliviano se ne- 14 La ciudad argentina en la fron-
dos en tanto agentes del estado. Por ejemplo, al so- gara a colaborar. En la segunda, en cambio, y ya tera con Bolivia.

17
15 El acceso a la atención no pare- que nuevamente no se consigue ayuda del Consu- una gran pregnancia entre los prestadores de salud
ce ser algo seguro. En junio de lado, el niño es trasladado directamente a la fronte- (y la población en general), lo cual tiene a su vez im-
2004, por ejemplo, la Comisión de
ra y dejado en Bolivia, para que “su país se haga portantes consecuencias en la atención y, como
Derechos Humanos de la ciudad de
San Salvador elevó una nota a la cargo”. acabamos de ver, en la promulgación de leyes y
Dirección del Hospital Pablo Soria, En el marco de la definición político estatal y ju- programas de gobierno. El cordón sanitario, enton-
el principal hospital público de la risdiccional del problema, también es posible com- ces, prevendría la llegada de enfermedades impor-
ciudad, solicitando la atención de prender las proposiciones acerca de un “cordón sa- tadas y ayudaría así en la defensa de las fronteras
una paciente a quien habrían dado
nitario” como estrategia preventiva. Las fronteras sanitarias de la Provincia y de la nación.
de alta aunque no se encontraba
en condiciones para ello. La nota políticas y las fronteras de la salud se colocan así en En este marco, la solicitación de DNI para la
menciona posibles motivos de “dis- el centro de la escena. La “avanzada” sobre las atención adquiere una enorme relevancia. En Jujuy
criminación” en la decisión del al- fronteras sanitarias, su cuidado y su protección, es este requisito se convierte en un instrumento privi-
ta, puesto que, de acuerdo con la vista como una tarea nacional o provincial, y siem- legiado en la defensa de las fronteras y da forma a
misma involucrada, la habrían “sa-
pre como una labor “patriótica”. Estas considera- la tendencia restrictiva y de control que caracteriza
cado del Hospital por ser extranje-
ra”. En respuesta, la Directora del ciones encuentran expresión institucional, por a las condiciones reales de acceso a la atención. Al-
Hospital indica que la paciente fue ejemplo en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo pro- gunos médicos y directores de hospitales y centros
atendida durante cuatro días. En- vincial donde se indica que es función del Ministe- de salud señalan que, en realidad, los pacientes
tretanto, se habría solicitado la re- rio de Bienestar Social “la defensa sanitaria de las pueden acceder al servicio aun sin contar con el do-
gularización de su situación legal
fronteras de la provincia, así como la ejecución de cumento, pero en estos casos se da aviso a las au-
puesto que la mujer no tendría do-
cumento de identidad. Como eso programas sanitarios tendientes al control y erradi- toridades de la Dirección Nacional de Migraciones
no sucedió (por cierto, no era posi- cación de enfermedades”. para que intervengan15. Lo que suceda a partir de
ble que sucediera en ese corto pe- Asimismo, la idea de la defensa sanitaria de las entonces dependerá de las autoridades políticas y
ríodo de tiempo), se dispuso el al- fronteras forma parte de una cosmovisión en la que de las habilidades de los inmigrantes. Puede darse
ta. De acuerdo con la Directora del
ocupa un lugar privilegiado la noción de “enferme- el inicio de la tramitación de la documentación le-
Hospital, “la paciente continúa ba-
jo control a través de Consultorio dades importadas” y apoyados en esta noción mu- gal o la prórroga de permisos de estadía, pero pues-
Externo”. La paciente, según ex- chos profesionales de la salud de la Provincia alu- to que la deportación fue una alternativa hasta ha-
presa la nota de la Comisión de den a enfermedades que no surgirían en el territo- ce no mucho tiempo16, la sola derivación a la Direc-
Derechos Humanos, padece de rio nacional o provincial sino que serían traídas des- ción de Migraciones suele ocasionar la interrupción
cáncer de cuello de útero.
de afuera por inmigrantes comúnmente provenien- de la atención o el tratamiento17. Tanto los hospita-
16 El 3/02/2004, a menos de dos
semanas de la promulgación de la tes de Bolivia. De este modo, se culpabiliza a los in- les como los puestos de salud asumen la tarea de
nueva ley migratoria, el gobierno migrantes de los malestares y deficiencias en el área “detectar” (esta es la palabra que utilizan los pro-
nacional dispuso suspender las ex- de salud y, al mismo tiempo, se excusan las condi- fesionales) inmigrantes indocumentados y denun-
pulsiones de todos los extranjeros ciones sanitarias y de vida en general de la región. ciarlos ante esta Dirección.
provenientes de los países limítrofes
Esta figura de la importación de enfermedades, que
que pudieran encontrarse en situa-
ción documentaria irregular. Debo tuvo su pico en 1992 cuando se responsabilizó a los Esquemas racistas y recursos para constituir la na-
destacar, no obstante, que el meca- inmigrantes bolivianos por los brotes de cólera en ción. Correlaciones de discriminación
nismo descrito en la cita de la médi- Jujuy y Salta, llegó a la agenda política y mediática
ca pediatra, por el cual los pacientes nacional mutando en la actualidad por temas como La diferencia entre la forma en que se estructura
son “devueltos” a su país para ser
el dengue, el paludismo y otras enfermedades. Pe- la problemática “migración y salud” en las ciudades
atendidos, permitiría hablar de una
suerte de “deportación encubierta”. se a haber sido impugnada por investigadores y di- de la región central del país, por un lado, y en la re-
17 Karasik (2005) sintetiza algu- rigentes sociales, y no obstante no haber pruebas gión fronteriza de Jujuy, por otro, corrobora y com-
nos de estos aspectos al señalar ciertas de tal “importación”, la noción presenta plementa lo señalado acerca de los esquemas racis-

18
tas en cada lugar. En los dos casos vimos prácticas primer lugar. Ellas confirman la diferencia y la dis-
discriminatorias en la defensa o la protección que las tancia con un otro “evidentemente distinto”. Esas
instituciones de la salud (o gran parte de sus profe- prácticas extrañas subrayan la extranjería de los in-
sionales) hacen de “la nación”, de los connacionales migrantes, y al insistir en ellas los profesionales de
y de su derecho a “sus” servicios. Sin embargo, una la salud parecen llamar la atención sobre el peligro
vez más la discriminación es específica en cada uno de unos comportamientos ajenos a nuestras formas
de los casos, y se apoya en dispositivos y “recursos de comunicación e interacción, es decir, llaman la
de constitución de la nación” particulares. atención sobre la ajenidad de su cultura.
¿Dónde empieza lo boliviano y dónde lo argen- En la provincia de Jujuy, por el contrario, nues-
tino? ¿Quién es o quién no es boliviano? ¿Cómo re- tras preguntas por las “prácticas culturales” de los
conocer a los bolivianos? ¿Cómo señalar (advertir y pacientes, la interacción con los médicos, entre
designar) una diferencia que los/nos constituye? otras, condujeron a cierto “desdibujamiento” de
¿Son ese “otro” que arriba, o son ese “otro” que las fronteras nacionales. En esta dimensión cultural-
ya está entre nosotros? Estas no son cuestiones que /comunicacional vimos tensiones y también acerca-
puedan ser resueltas de manera sencilla y definitiva, mientos, prácticas que eran toleradas o incluso
sino que presentan ambigüedades, reactualizacio- compartidas por los profesionales. Fue dentro de la
nes conflictivas e intervenciones cotidianas. Pero esfera de la política y los derechos, de los estados y
sucintamente puede decirse que la marcación en el las jurisdicciones, donde la problemática “migra-
Río de la Plata hace eje en la percepción/valoración ción y salud” mostró relevancia en Jujuy. En las con-
de las prácticas culturales (y del cuerpo), mientras troversias sobre el derecho a la atención las fronte-
que en la provincia de Jujuy, en cambio, ocupan el ras nacionales eran o debían ser más claras y rotun-
lugar central el documento nacional de identidad y das. No sorprende en este caso el pedido del DNI
el reconocimiento formal de derechos ciudadanos como núcleo de un sistema restrictivo y de control
como el de la salud. que deriva, en última instancia, en la Dirección Na-
En Buenos Aires y el AMBA “lo nacional” es de- cional de Migraciones. Y no sorprende que la fron-
fendido de aquellos extraños que llegan desde fue- tera (sanitaria y política) vuelva una y otra vez como
ra, desde el exterior de “nosotros”. Como vimos aquello que debe defenderse y como aquello que
con los insultos, los inmigrantes “son vistos” y son debe re-producirse. La salud pública es aquí, enton- que “la realidad de la demanda
de prestaciones de salud por par-
reconocidos como distintos. No es casual entonces ces y a la vez, un campo y un instrumento en la dis- te de la población boliviana deve-
que se cree una figura retórica como la del “char- cusión sobre nacionalidad. Un campo para esa dis- la un campo de conflictos de de-
ter” que transportaría hasta el hospital un carga- cusión porque mediante el pedido del DNI se deter- rechos, afirmados por la efectiva
mento de inmigrantes. La diferencia se toma como mina quién es y quién no es nacional; se establece concurrencia de los migrantes y
dada; años de un discurso hegemónico sobre la quién es el extraño que quedará excluido, el infiltra- negados por un conjunto de ac-
ciones con contenidos discrimina-
“blanquitud” argentina, sobre la ascendencia en do que ya está entre nosotros y frente al cual será torios entre nativos y extranjeros.
los inmigrantes europeos que “hicieron nuestra na- necesario levantar una barrera. Un instrumento pa- Desde el ingreso hasta el requeri-
ción”, etc., de un discurso promovido y sostenido ra esa discusión porque las políticas sanitarias le- miento constante del Documento
de manera primordial por las clases medias urba- vantan fronteras y se vuelven así una herramienta Nacional de Identidad para la au-
nas, muestra en este caso su adecuación y sus fru- clave en la política nacional(ista). torización de prácticas, hasta las
interacciones más insignificantes
tos. El problema está dado aquí por el hecho de La “región central” del país no sólo ha sido la de los agentes del sistema con sus
que esa diferencia genera tensiones, conflictos, ma- de mayor desarrollo económico en los últimos cien- usuarios, hay sujetos que son ale-
lentendidos. Las prácticas culturales se ponen en el to cincuenta años sino que encabezó, además, los jados del hospital público”.

19
procesos de modernización sociocultural de cara a chos ciudadanos están vedados para aquellos que
Europa proyectados y promovidos a finales del siglo no pertenecen. Más precisamente, constituyen el
XIX por la llamada “generación del 80” y fue, por instrumento adecuado para “detectar” a quienes
añadidura, la de mayor afluencia de inmigrantes no pertenecen, o mejor aún, para convertir a deter-
procedentes de Europa en esas décadas y las prime- minados individuos y grupos en aquellos que no
ras del siglo XX. El discurso hegemónico del “crisol pueden pertenecer a la “comunidad nacional”.
de razas” (blancas, europeas) encuentra aquí su
mejor contexto y su mayor sustento. En este marco Apuntes conclusivos
en que modos socialmente aprendidos de percep-
ción/valoración de sí mismo y del otro funcionan de La alteridad nacional no está definida de una
acuerdo con el mito oficial de la blanquitud y la as- vez y para siempre, de allí que su producción y re-
cendencia europea, los inmigrantes bolivianos son producción requiera de intervenciones permanen-
definitivamente ajenos, foráneos, “visiblemente” tes. Junto a la historicidad de estos procesos de pro-
diferentes. Su cuerpo, sus comportamientos, sus ducción y reproducción, el estudio comparativo de
“prácticas culturales” son identificadas como extra- regiones dentro de una misma nación nos muestra
ñas a la “comunidad nacional”. que la conformación y confirmación de la otredad
En Jujuy el discurso hegemónico de la nación nacional puede darse de maneras singulares y por
argentina tiene vigencia, desde luego, en tanto que medio de dispositivos y mecanismos específicos.
hegemónico18. Pero distintas fuerzas sociales com- Las formas particulares que adquiere la proble-
plejizan el campo simbólico. Algunos grupos sostie- mática de la migración y la salud en el centro del
nen una discusión “provincialista” o “regionalista”, país, por un lado, y en la frontera con Bolivia, por
otros apelan a la tradición incaica o andina compar- otro, muestra precisamente la utilización predomi-
tida con Bolivia, otros levantan banderas indigenis- nante de distintos “recursos de constitución de la
tas, etc.19. En esta provincia, que tiene una impor- nación”, es decir, de distintos recursos por medio
tante presencia “mestiza” e indígena y una historia de los cuales se configura un “nosotros”, un
de intercambios poblacionales permanentes con “ellos” y la frontera entre ambos; lo propio y lo ex-
Bolivia, el modelo oficial/central para distinguir y se- traño, los límites que establecen el adentro y el
parar los cuerpos propios de los ajenos, o las prác- afuera de la “comunidad nacional”. En ambos ca-
18 Aquí, como en otras partes del
ticas culturales propias de las ajenas (no sólo res- sos se da un proceso de racialización: el “otro” es
texto, remito a autores que recu-
peran y desarrollan el concepto pecto de la medicina, también respecto de la músi- naturalizado y las fronteras que nos separan de él
gramsciano de “hegemonía” (es- ca, la gastronomía, etc.), no funciona de igual ma- son consideradas inmóviles, y deben ser defendidas
pecialmente, Williams, 1994 y nera que en la región rioplatense. Es fácil compren- y protegidas. Pero esta racialización del otro nacio-
2000; Laclau, 1993 y 1996; Laclau der que donde los diacríticos culturales y las formas nal, y de la relación con él, sigue en cada región las
y Mouffe, 1987 y Mouffe, 1980).
aprendidas de visibilización étnica no funcionan a la líneas principales de uno o de otro de los dos es-
19 Desde luego, el discurso tam-
poco es monolítico en la región par de los modos hegemónicos de diferenciación quemas racistas presentados. Es decir que el estu-
central. Se trata sólo de señalar nacional otros mecanismos, jurídico legales y políti- dio de la problemática “migración y salud” reitera
eficacias diferentes de este discur- cos -que operan en torno a la documentación per- la diferencia entre las dos regiones y así corrobora
so en cada zona o, si se quiere, sonal, a la garantía de derechos, etc.-, adquieran un la pista ofrecida por el análisis del insulto, a la vez
articulaciones hegemónicas distin-
lugar primordial en la regulación social y en la defi- que la complementa mostrando la diferencia a pro-
tas que tienen que atender las
presiones de distintos actores so- nición de pertenencias y exclusiones. La posesión pósito de los “recursos” puestos en juego en cada
ciales. de documentos personales o el disfrute de dere- caso.

20
No estoy en condiciones de establecer con cla- /valoración oficiales. En Jujuy, en cambio, donde
ridad las causas de estas diferencias entre la región predomina una forma de racismo que se encarga
central del país y la frontera norte respecto de las más bien de identificar una suerte de desviación in-
relaciones con la inmigración boliviana. Sin dudas terna, de descubrir un infiltrado que ya está entre
las causas son múltiples y se relacionan dinámica- nosotros y que por momentos no se deja ver, un ra-
mente. El proyecto de una nación blanca y europea cismo que selecciona de una distribución continua
ha tenido desigual desarrollo en ambas regiones, y de diferencias quién participa y quién no de la “co-
esto impacta en los modos en que tiene lugar la munidad nacional”, los sectores que protegen y re-
“recepción” de inmigrantes “mestizos” e indíge- crean los límites de la nación, lo hacen con el auxi-
nas. La enorme centralización económica, política y lio de un instrumental de ciudadanía que define
cultural de la Argentina, y la consecuente confor- quién es y quién no es, quién forma parte y quién
mación de sentidos diferentes de la nación y la na- no, recordándonos así la fuerza que los requisitos
cionalidad (con la fuerza del provincialismo y del re- formales, las legalidades, el reconocimiento de de-
gionalismo, etc.), tienen relevancia también. El ca- rechos, entre otros, tienen en la detección/produc-
rácter fronterizo de la provincia de Jujuy, a su vez, ción del “otro” y del “nosotros”.
sin dudas influye desde el momento en que las A modo de conclusión quisiera generalizar esta
fronteras constituyen un espacio privilegiado para observación y postular una hipótesis que como tal
la “producción de soberanía” (Wilson, 2000; Esco- pueda ser puesta a prueba en otras circunstancias y
lar, 2000) y, en consecuencia, para la producción de contextos. Una nación (o una región dentro de esa
inclusión y exclusión de la nación. Seguramente es- nación, o acaso un determinado momento históri-
tos distintos factores y otros explican las diferencias co de esa nación) en la cual tienda a predominar un
descriptas, y no es posible aquí hacer un rastreo ex- racismo de “elección” tendrá inclinación a echar
haustivo ni calibrar la importancia o la potencia ex- mano del refuerzo de las prácticas culturales “pro-
plicativa de estos factores. pias” y de los modos aprendidos de percepción del
Lo que puede establecerse es una correlación “otro” como los más adecuados “recursos de cons-
clara entre cada uno de los dos esquemas racistas y titución de la nación”; en cambio, una nación (o
lo que llamé “recursos de constitución de la na- una región o un momento de esa nación) en la cual
ción”. En el Río de la Plata, donde prima un racis- predomine un esquema racista de “selección” recu-
mo que postula fuera de la “comunidad nacional” rrirá con mayor probabilidad al instrumental de ciu-
un “otro” que es por definición externo, absoluto, dadanía para marcar los límites de “la nación” que
que llega desde fuera y que es visiblemente ajeno, deben ser preservados. En la medida en que se tra-
donde el dispositivo racista se “limita” a advertir ta de una correlación de dimensiones es posible
dónde están y desde dónde vienen aquellos que no plantear la hipótesis de manera inversa: un grupo
pertenecen al grupo elegido, los sectores de la so- social en cuya constitución como “comunidad na-
ciedad “receptora” que asumen la tarea de remo- cional” prevalezca el recurso a imponer una moda-
zar y reforzar los límites de la nación lo hacen su- lidad de percibir/valorar los cuerpos y el recurso a fi-
brayando las diferencias que tan “evidentemente” jar unas prácticas culturales propias, netamente dis-
separan al “otro” boliviano de nosotros: sus prácti- tintas de las ajenas, tenderá a desembocar, en mo-
cas culturales, sus comportamientos, sus conductas mentos de crisis, en las formas del racismo de
y sus cuerpos, todo aquello que fácilmente queda “elección”; en cambio, una “comunidad nacional”
del lado de lo extraño en los modos de percepción- que se constituya como tal predominantemente en

21
torno a la atribución y distribución (y en la denega- Migratorios Latinoamericanos Nº 31, Año 10, Bue-
ción) de derechos y deberes ciudadanos tendrá pro- nos Aires, 1995.
pensión a caer, en las crisis, en formas racistas pro- -BRIONES, C. “Mestizaje y blanqueamiento como
pias del esquema de “selección”. coordenadas de aboriginalidad y nación en Argen-
Si esta hipótesis demostrara tener alguna vali- tina”, mimeo, 1996.
dez, podríamos valernos de su utilidad teórica y -CAGGIANO, S. Lo que no entra en el crisol. Inmi-
empírica en nuevas investigaciones en el campo de gración boliviana, comunicación intercultural y pro-
las migraciones, la discriminación y el racismo. Y, cesos identitarios, Prometeo, Buenos Aires, 2005.
por qué no, acaso podríamos valernos de ella polí- -CHIARAMONTE, J.C. Ciudades, provincias, Esta-
ticamente, con la anticipación de algunas formas y dos: Orígenes de la Nación Argentina, Ariel, Buenos
matices que pudieran tomar los racismos futuros (y Aires, 1997.
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23
butos de los actores son interpretados en términos
Información y redes sociales de pautas o estructuras relacionales entre las unida-
en la conformación de mercados de trabajo. des, y mientras los ligámenes relacionales entre ac-
tores son lo primordial, los atributos son secunda-
La migración en la horticultura periurbana de la Argentina rios. En este marco analítico, los ligámenes o lazos
pueden adoptar la forma de cualquier relación exis-
tente entre dos unidades o actores: parentesco,
transacciones materiales, de recursos, de apoyo, de
información, participación en el mismo hecho u or-
ganización, colaboración política, etc. Por supuesto,
la elección del tipo de relación dependerá del tipo
de pregunta teórica formulada por el investigador.

E
Unos tipos de relaciones serán válidos para ciertas
n este trabajo nos interesa destacar el pa- unidades sociales, y para explicar ciertos procesos o
Por Roberto Benencia
pel de las redes sociales y la información estructuras sociales, y no para otros. En definitiva,
en la conformación de los mercados de trabajo, to- la unidad básica de análisis no es el actor individual
Investigador Principal del
mando como ejemplo la inserción de inmigrantes (sea éste individuo, organización, hecho, etc.) y sus
CONICET y Profesor Titular de
bolivianos en la horticultura de la Argentina, y ape- atributos, sino la relación entre los actores.
la Facultad de Agronomía de la
lando al concepto de instituciones estructurantes En este sentido, y retornando a Ramella, el con-
Universidad de Buenos Aires,
de los mercados de trabajo propuesto por Ludger cepto de red se ha revelado como un instrumento
Centro de Estudios y Servicios
Pries (2000), para entender su construcción. valioso para estudiar la acción social: la red de rela-
Rurales (CEDERU/FAUBA).
ciones de un individuo es vista, o bien en términos
Los inmigrantes y las redes sociales del condicionamiento que ejerce sobre el compor-
tamiento, o bien en los términos del uso instrumen-
Siguiendo las reflexiones de Franco Ramella tal que cada actor realiza de dichas relaciones para
(1994), podemos afirmar que al pensar la sociedad conseguir sus propios fines. Porque si bien existe
en términos de relaciones se torna central interro- acuerdo en considerar a los inmigrantes como acto-
garse acerca de los modos en que dichas relaciones res racionales, como sujetos que son capaces de ac-
crean solidaridades y alianzas, conformando final- tuar conforme a sus propios intereses, una vez es-
mente los grupos sociales. Según Josep Rodríguez tablecida esta premisa comienzan las divergencias:
(2005), los procesos sociales y el comportamiento según se conciba a los individuos como actores ais-
social deben ser explicados a partir de la red de re- lados, o en tanto actores ubicados concretamente
laciones que conecta a los actores. Estas relaciones en el interior de redes de relaciones y, por ende, in-
sociales son independientes de los actores, de sus teractuando con otros individuos dentro de flujos
valores o creencias, y juegan el papel principal de recíprocos de comunicación y de intercambios. En
distribuir en forma diferencial recursos escasos tales el primer caso, el emigrante se asemeja al homo oe-
como información, recursos económicos, poder, conomicus que actúa en función de la maximiza-
etc. (Wellman, 1983). ción de su propia utilidad, movilizado por motiva-
Las unidades relevantes de análisis son las rela- ciones que nacen de su propia naturaleza; aquí su
ciones entre individuos, grupos, organizaciones o racionalidad es absoluta. En el segundo, por el con-
sociedades enteras. En el análisis de redes, los atri- trario, su racionalidad es relativa, ya que desde esta

24
perspectiva el interés que guía la acción es concebi- llarán, ya que “no logra integrar de manera conve-
do como relativamente condicionado por las in- niente el nivel macro y microanalítico” (Granovet-
fluencias derivadas de su interdependencia con ter, 1985). El problema sólo puede ser afrontado si
otros individuos, en el interior de las redes de las se reconoce que la demanda y la oferta entran en
cuales forma parte; así, los objetivos que persigue contacto en el interior de una trama de relaciones a
en cada momento son correlativos a los específicos través de las cuales la información sobre el trabajo
contextos sociales de referencia, y esta última es la disponible es adquirida por los individuos. Por lo
postura a la cual adherimos1. tanto, son las relaciones personales, en tanto cana-
Otro terreno donde el enfoque de la red social les de transmisión de la información, las que deter-
ha aportado una contribución innovadora de im- minan quién tomará cuál trabajo. Es importante se-
portancia ha sido el de los mercados. En este plano, ñalar el hecho de que en la concepción neoclásica
el concepto de red ha permitido recuperar la noción del mercado el problema de la información ni si-
de embeddedness de Kart Polanyi (1968). Contra el quiera es tenido en cuenta: el individuo presupues-
enfoque economicista que aplicaba los esquemas to por la teoría -que actúa sobre la base de una ra-
de la teoría económica neoclásica a la sociedad cionalidad absoluta- está, por definición, dotado de
preindustrial, el paradigma sustantivista que propo- una información perfecta.
nía aquél conducía a cambiar el acento, colocándo- Se trata, pues, de una perspectiva en la que el
lo sobre el impacto de las relaciones sociales en la encuentro entre la demanda de empresarios y la
economía. Las contribuciones de su análisis que oferta de los trabajadores está mediada por las re-
más puntualmente nos interesan son aquellas que laciones de unos y otros, de allí que la cuestión de
nos permiten resolver la cuestión del mercado de la información -de cómo es transmitida y adquirida-
trabajo. La historiografía, por ejemplo, ha develado constituya el problema central y el soporte del aná-
el rol de los vínculos sociales de los inmigrantes en lisis. Es decir, la información no es un bien libre en
la búsqueda de trabajo, insistiendo en la importan- el mercado, disponible para todos en la misma me-
cia que adquieren los mecanismos informales de dida: los individuos tienen una información limita-
colocación y reclutamiento. Se trata de fenómenos da, dependiente de sus redes de relaciones. En este
que contradicen la idea de que la industrialización sentido, Ramella sostiene que los temas relevantes
determina la anulación de la importancia de las re- que el enfoque de red permite reintroducir y pro-
laciones personales. Sin embargo, la interpretación fundizar son dos: a) el carácter no indiferenciado de 1 En el mismo sentido, Douglas
que muy a menudo se da sobre estos fenómenos los flujos migratorios, y b) las oportunidades a las Massey (1999) ha definido las re-
contiene su dosis de ambigüedad: a pesar de ser que los inmigrantes tienen acceso. des sociales de migrantes como el
considerados una especie de residuo del pasado En relación con a) el autor recurre a Margaret conjunto de vínculos interperso-
nales que conectan a los migran-
-correlativos de los grupos sociales de emigrantes Grieco (1987), quien ha estudiado la migración en
tes con quienes han migrado pre-
provenientes de zonas rurales-, se tiende a sugerir cadena, y respecto de la transmisión de la informa- viamente y con los no-migrantes,
que se trata de fenómenos destinados a ser supera- ción apela a la existencia de vínculos personales tanto en las áreas de origen como
dos con la plena inserción en la moderna sociedad fuertes, que son los que transmiten la información de destino, a través de lazos co-
urbana e industrial. sobre el trabajo a los potenciales inmigrantes. Lo mo el parentesco, la amistad o el
paisanaje. Este entramado de re-
Pero el esquema por el cual la demanda y la que trata de resaltar aquí es que la fuerza de una re-
laciones sociales es mantenido
oferta se encuentran en un mercado impersonal no lación social está dada por el reconocimiento de re- gracias a un conjunto informal de
permite afrontar el problema crucial de la conexión laciones recíprocas, y no por el hecho de que los in- expectativas recíprocas y conduc-
entre trabajo disponible e individuos que lo desarro- dividuos estén físicamente próximos (contrariando el tas prescritas.

25
2 Al analizar las migraciones de modelo epidemiológico acerca de cómo se trans- la red social-personal de los actores en el mercado
europeos hacia la Argentina desde mite la información). La información no es, por de trabajo se expresa en el hecho de que tanto las
la perspectiva de las cadenas mi-
tanto, la misma para todos los vecinos o coterrá- formas de acceder a empleos, como los mecanis-
gratorias, Fernando Devoto (2003)
sostiene que los numerosos estu- neos del pueblo, ni necesariamente se transmite mos de movilidad horizontal y vertical y las razones
dios sobre éstas “...han operado, de vecino a vecino, porque los canales a través de de cambiarse de trabajo y empleo, estén forjados
en general, con una ambigüedad. los cuales pasa son las relaciones sociales fuertes, por razones y razonamientos del grupo nuclear de
A veces consideraban al mecanis- que prescinden de la distancia y, por ende, de la familiares y amigos. De esta manera, la formación-
mo como un proceso sobre base
frecuencia de los contactos. En síntesis: en una /calificación del trabajador se da por socialización
familiar o parental; otras, como un
proceso con base aldeana o mi- misma comunidad de procedencia, sobre la base en el empleo por redes sociales, lealtad; el recluta-
crorregional. La pregunta es acer- de la concreta articulación de las redes de relacio- miento/búsqueda de trabajo se procura a través de
ca de la influencia en el proceso nes entre los individuos, existe el que tiene infor- las redes sociales; la remuneración/movilidad verti-
migratorio de familiares, parientes, mación y el que no, el que tiene ciertas informa- cal no es sólo salarial sino social; y la asignación de
vecinos, o simples conocidos, vis-
ciones y el que tiene otras2. puestos/movilidad horizontal se otorga por necesi-
tos como distintos grados de pro-
ximidad social. ¿A quién daré no- Todo lo anterior lleva a b), es decir, al tema de dades comunicadas directa y/o personalmente.
ticias acerca de las oportunidades las oportunidades a las que acceden los inmigran-
que existen en el exterior: a un fa- tes a través de la información. Son las redes de re- Los vínculos y la migración sobre la base de la pers-
miliar, que tal vez reside lejos, o a laciones de las que forman parte, y que ellos cons- pectiva de Granovetter
un conocido que vive más cerca?
truyen, las que estructuran las oportunidades. Por
¿Se trata de la propagación de la
información o de su trueque en ello las oportunidades están socialmente condicio- La idea básica del concepto de red social reside
un contexto de obligaciones y re- nadas; no dependen de las características perso- en el hecho de que cada individuo mantiene víncu-
ciprocidades entre las personas? nales, de los atributos, sino de las relaciones entre los con otros individuos, cada uno de los cuales es-
En esta última perspectiva, ¿brin- los actores. El análisis de la composición de las re- tá, a su vez, ligado a otros, y así sucesivamente. La
daré la información a aquellos con
des y de sus formas se torna el punto central por- estructura relacional de un grupo o de un sistema
los que estoy más obligado? En
suma, ¿distancia social o distancia que nos provee la clave explicativa. Son estos ele- social consiste, entonces, en las pautas de relacio-
espacial? En realidad, y de modo mentos los que abren o cierran el acceso a las nes entre actores. La perspectiva estructural y de re-
implícito al menos, en los McDo- oportunidades. El concepto de red introduce la di- des tiene una clara orientación en la cual las estruc-
nald, que fueron los que impusie- mensión de la estructura social -entendida como turas, su impacto, e incluso su evolución, son el
ron el concepto a nivel internacio-
una estructura de relaciones- en tanto factor con- centro del análisis (Rodríguez, 2005). En este senti-
nal, la cadena parece haber esta-
do basada sobre todo en lazos fa- dicionante de los recorridos sociales. do, para Mark Granovetter (1973), “...la fuerza de
miliares estrechos. En muchos ca- En lo que respecta específicamente al mercado un vínculo es una combinación (probablemente li-
sos esa idea reposaba en una ex- de trabajo, Günter Pries (2001), en su propuesta de neal) de tiempo, intensidad emocional, intimidad
plícita adhesión a la idea del “fa- analizar la conformación de éste a partir de las ins- (confianza mutua) y los servicios recíprocos que ca-
milismo amoral”, que para la so-
tituciones que lo estructuran (el mercado, la empre- racterizan a dicho vínculo. Cada uno de estos as-
ciología norteamericana caracteri-
zaría, en general, las relaciones so- sa, la profesión y el clan), dice que la institución so- pectos es independiente del otro, aunque el con-
ciales en la Europa del Sur. Esa cial que llamaríamos el clan es una red de relacio- junto esté altamente interrelacionado...”. En virtud
idea de matriz funcionalista, muy nes sociales de la vida cotidiana basada en nexos y de la naturaleza de dicha interrelación, un vínculo
discutida en la sociología europea, compromisos de lealtades, cuidado y procuración puede ser: fuerte, débil o ausente.
enfatizaba que los pobladores del
mutuos a mediano y largo plazo, que normalmen- Este autor, a su vez, da una vuelta de tuerca al
mediterráneo estaban dominados
por comportamientos extremada- te está centrada en la familia ampliada y basada en análisis habitual de las relaciones sociales al cualifi-
mente individualistas y en general normas de acción comunicadas directamente; es car los lazos y considerar su constitución a partir de
asociales. Ello llevaba a que lo que decir que la institución estructurante del clan o de la existencia de vínculos fuertes y débiles; si analiza-

26
mos los vínculos en relación con el proceso migra- sideradas migrantes trasnacionales (Portes, 2001),
torio podemos presumir que la constitución de los han acompañado este proceso de reestructuración
primeros es decisiva en las primeras etapas de la mi- de la horticultura desde mediados de los 70 hasta
gración puesto que, si bien no asegura la movilidad la actualidad, y podría decirse que constituyeron
ulterior, permite la consolidación de los grupos y una pieza clave de la estrategia productiva necesa-
asegura los términos de la estabilidad; en tanto que ria para sostener el proceso de acumulación capita-
la constitución de los segundos es la que permite lista que se dio en este tipo de cultivos, de acuerdo
encontrar, entre otras oportunidades, la opción a la con los parámetros de productividad y calidad exi-
movilidad social y/o al crecimiento del grupo origi- gidos por la nueva economía también en áreas ru-
nal. En consecuencia, y atendiendo al contexto de rales (Sayer y Walker, 1992).
restricciones en que viven los grupos migrantes, se Por otra parte, puede afirmarse que a la culmi-
observa que mientras los vínculos fuertes son im- nación del proceso de reestructuración hortícola, a
portantes en lo que hace a la consolidación de iden- inicios de la década de 2000, integrantes de fami-
tidades, de la cultura -imágenes, percepciones, pre- lias de origen boliviano constituyen la mayor pro-
juicios- de los grupos pioneros respecto de los gru- porción del total de productores y trabajadores en
pos locales, los débiles son los que actúan a la ma- la mayoría de los mercados de trabajo de las áreas
nera de puentes que permiten establecer conexio- hortícolas. Una parte importante de estos trabaja-
nes con otras redes densas -en la comunidad de re- dores migrantes se ha involucrado en el proceso de
cepción, con el Estado, entre otros-. movilidad social ascendente que hemos detectado,
Veamos qué pasa en el caso específico de los mi- y al que le hemos dado el nombre de escalera boli-
grantes bolivianos a la horticultura en la Argentina. viana (Benencia, 1997), y se ha transformado con el
tiempo en arrendatarios, e inclusive un número de
La migración de familias bolivianas hacia la horticul- ellos ha accedido a la categoría de propietario. Vea-
tura argentina mos algunos ejemplos de esta inserción:
- En el Área Hortícola Bonaerense (AHB) -la
La producción hortícola en fresco en la Argenti- más importante del país por la cantidad de esta-
na experimentó un proceso de reestructuración si- blecimientos productivos y el volumen de produc-
milar al que sufrió el agro en general en las últimas ción, que no sólo provee de verduras y hortalizas
décadas; cambios que estuvieron marcados por las frescas a la Ciudad de Buenos Aires y a los parti-
tendencias generales en la producción, distribución dos que componen el Gran Buenos Aires (unos 15
y consumo de alimentos. Entre los componentes millones de personas), sino que exporta su pro- orientaba las decisiones y los
principales de estas modificaciones podemos en- ducción hacia otras provincias-, el Censo Hortíco- comportamientos de las clases su-
contrar algunos de los siguientes elementos: expan- la provincial de 2001 registraba la presencia de un balternas fuera el ámbito de la fa-
milia nuclear y la búsqueda del
sión de la producción, incorporación de tecnología, 39.2% de productores quinteros de origen boli- beneficio exclusivo de los inte-
diferenciación de productos, incremento de la cali- viano (el 75% de ellos en carácter de arrendata- grantes de la misma. Las personas
dad, nuevas formas de distribución, “novedosas” rios y el 25% en carácter de propietarios), los cua- desconfiaban de todo lo que esta-
formas de organización del trabajo, emergencia de les trabajan casi exclusivamente con mano de ba más allá de ‘la famiglia sopra-
nuevos territorios productivos -en el sentido pro- obra proveniente de su propio país, en una mues- tutto’, fueran vecinos, compañe-
ros de trabajo, miembros de la
puesto por Terry Mardsen (1977)- y nuevos hábitos tra de 642 explotaciones, que representa aproxi- misma comunidad (por así llamar-
de consumo. Las familias bolivianas, que por las ca- madamente el 50% del total de las explotaciones la) e incluso del mismo Estado,
racterísticas de su proceso migratorio han sido con- hortícolas de esa área. visto como un ente extraño...”.

27
3 Alfonso Hinojosa, Liz Pérez y - En el cinturón hortícola de Río Cuarto (Córdo- Articulación entre vínculos fuertes y vínculos débiles
Guido Cortéz (2000), al referirse a ba) se aprecia la presencia de mano de obra bolivia- en la conformación de cuasi grupos y organizacio-
los emigrantes de Pampa Redonda
na en un 80% de las explotaciones, siendo el 20% nes en áreas hortícolas de la Argentina
hacia la horticultura del Norte de
la Argentina, comentan: “...La de éstas dirigido por productores oriundos de la lo-
empresa hortícola ligada a merca- calidad de San Lorenzo (Tarija), en carácter de Al analizar en profundidad algunos de los casos
dos sólidos del Norte alberga la arrendatarios o propietarios (Benencia y Geymonat, que estudiamos sobre familias de bolivianos en la
totalidad de migrantes (bolivia- 2003). horticultura de las áreas periféricas a los centros ur-
nos), sobre todo chapacos (...) en
- En las zonas de influencia de las localidades banos de la Argentina (Benencia, 2004), hemos po-
la zonas de Fraile Pintado y de
Santa Rosa la emergencia de me- de Colonia Santa Rosa (Salta) y de Fraile Pintado dido observar que en la base de la conformación de
dieros y quinteros es muy signifi- (Jujuy) encontramos inmigrantes bolivianos oriun- organizaciones productivas de carácter estratégico
cativa, incidiendo en la productivi- dos de la zona de Pampa Redonda (Tarija)3 en una (por ejemplo, en Río Cuarto o en algunas áreas de
dad regional, mediante la dota- importante proporción de explotaciones hortícolas AHB)5 existe un tipo de información que fluye a tra-
ción de mano de obra, tecnología,
conducidas por patrones nativos y por patrones vés de vínculos fuertes (hacia familiares y amigos)
insumos, así como también la ex-
pansión de la frontera agrícola (...) bolivianos. con un propósito determinado (crear cuasi grupos6
las relaciones de parentesco (a ni- Situaciones similares de incorporación de fami- con poder en un espacio preciso del país de recep-
vel familiar y comunal) estructuran lias bolivianas a la producción hortícola se presen- ción). No obstante, también es necesario observar
un sistema económico transterri- tan en otras zonas del país: en Lules (Tucumán), en que si otro tipo de información no fluyera a través
torial basado en la producción de
la producción de frutillas (Giarracca, 2004); en Mar de vínculos débiles (demanda de mano de obra en
tomate y pimiento, donde la per-
formance de los Pampa Redonde- del Plata (Lucífora, 1994) y Bahía Blanca, en la pro- la comunidad de origen, y la consiguiente oferta de
ños es singular (...) La mayoría de ducción de cebollas (Lorda y Gaído, 2003); en Ro- ésta) el proceso organizativo iniciado por los cuasi
los migrantes de Pampa Redonda sario, provincia de Santa Fe (Albanesi et alt., 1999); grupos de familiares tendría dificultades para avan-
-una localidad de 206 familias, en Goya (Corrientes), en producciones de primicia; zar, porque la experiencia terminaría cerrándose so-
1001 habitantes, y de los cuales el
en General Roca (Río Negro), que en estos últimos bre sí misma; entonces, para poder seguir produ-
65% había migrado hacia la Ar-
gentina en 1998- se ha convertido años muestra una importante incorporación de ciendo, en lo inmediato el cuasi grupo se vería obli-
en medieros y productores arren- arrendatarios horticultores bolivianos en lotes otro- gado a demandar mano de obra de la comunidad
datarios, y unas cuantas familias o ra destinados exclusivamente a la producción de local (lo que, en un principio, no hace a sus propó-
redes familiares son propietarios frutales (Ciarallo, 2006)4; en Trelew (Chubut), don- sitos). No obstante, si se hace necesario, estos cua-
de tierras (en la Argentina) que
de se encuentran trabajadores y productores boli- si grupos familiares llegan a recurrir a la demanda
viajan con todo su entorno fami-
liar para trabajar ahí...”. vianos en el valle inferior del río Chubut, otrora pre- de mano de obra local, pero en las mismas condi-
4 Respecto de los nuevos tomado- dominio de migrantes galeses (Sassone, Owen y ciones de salario y trabajo que la mano de obra que
res de tierras en el Alto Valle del Hughes, 2004); y hasta en Ushuaia (Tierra del Fue- viene de Bolivia, a través de vínculos nulos o cuasi-
Río Negro y Chubut, Ana María go), donde hallamos asalariados bolivianos traba- nulos.
Ciarallo sostiene que “...teniendo
jando en la recolección de hortalizas bajo inverná- Por lo tanto, podría inferirse que el manteni-
en cuenta que el 80% de los ca-
sos (de arrendatarios) estudiados culo. Pero lo más novedoso aún es que tanto en Río miento y expansión o fortalecimiento de la estruc-
en esta investigación son de ori- Cuarto como en Trelew los horticultores bolivianos tura organizativa boliviana en el lugar de destino re-
gen boliviano, se estaría eviden- fueron protagonistas en la conformación de territo- quiere necesariamente de dos tipos de integrantes:
ciando un claro proceso de articu- rios hortícolas en lugares donde éstos no existían aquellos que se captan a partir de vínculos fuertes,
lación entre la práctica de la horti-
como tales. y que conforman el corazón de la organización;
cultura en tierra de terceros y el
surgimiento de nuevos agentes A continuación, trataremos de mostrar cómo se aquellos que provienen de la comunidad de origen
sociales en el espacio social. Este produce la inserción de los inmigrantes bolivianos (no necesariamente relacionada por lazos familiares
fenómeno es coincidente con las en los mercados de trabajo hortícolas. y/o de amistad con los pioneros) pero que se captan

28
a partir de información que fluye a través de la exis- los vínculos o lazos fuertes, a través de trazos más tendencias descriptas para otras
tencia de vínculos débiles; y, en casos extremos, finos los lazos más débiles, y a través de líneas de regiones del país y que estarían
reflejando modalidades de preca-
aquellos en los que el vínculo está ausente7. puntos la ausencia o cuasi ausencia de lazos, o la
rización y flexibilización en los
Visto de otra manera, el objetivo de ciertos cua- mera situación de relaciones de trabajo. procesos de trabajo vinculados
si grupos de familias bolivianas en áreas hortícolas Los actores unidos con trazos gruesos (en el co- con las posibilidades de sosteni-
de la Argentina es alcanzar determinados fines, pa- razón del cuasi grupo, parientes y, un poco más miento de los procesos de repro-
ra lo cual utilizan tanto los lazos o vínculos “fuer- afuera, peones bolivianos de la misma región: San ducción de las unidades producti-
vas...”.
tes” (miembros de su familia-relaciones de paren- Lorenzo, en Tarija) conforman el cuasi grupo al que
5 En el AHB la mayoría de las
tesco-relaciones de confianza) como los “débiles” se refiere Adrián Mayer (1980), en la medida en quintas de bolivianos se compone
(trabajadores no parientes “a bajo costo”), a fin de que todos se relacionan directamente con ego. El de mano de obra del mismo país,
constituirse en un grupo productivo y comercializa- caso de Río Cuarto sería el más representativo en y en general de la misma región
dor que tenga una masa crítica suficiente como pa- este sentido. de donde provienen los patrones,
y sólo ocasionalmente contratan
ra convertirse en una organización con poder para
mano de obra local. En el caso de
imponer sus propias reglas de juego en un área: re- Río Cuarto, por ejemplo, siguien-
glas que se refieren a la cantidad, calidad y precio do la trayectoria de un pionero,
de las mercancías que producen, para que les per- pudo verse que el 20% de las tie-
mitan ser competitivos entre los grupos de produc- rras del área hortícola que circun-
da esa ciudad está en manos de
tores locales (algunos ejemplos de esto se dan en
productores que pertenecen a
Río Cuarto); poseer el 20% de la tierra hortícola, lo miembros de la familia del pione-
que los posiciona en tanto tomadores de empleo; el ro (hermanos, cuñado), y la mano
manejo adecuado del invernáculo (que implica pro- de obra que se contrata es del
ducción de calidad); el dominio de espacios en la mismo pueblo o región de la que
son oriundos los patrones bolivia-
playa libre del mercado (e inclusive en algún pues-
nos. Una situación similar observa
to en el interior mismo del mercado), situación que Hinojosa Gordonava (1999) en
les permite ser proveedores de mercadería de cali- dos localidades del NOA, en Salta
dad y en cantidad a precios más ventajosos que los (Santa Rosa) y en Jujuy (Fraile Pin-
que ofrecen los proveedores locales. El escalón más tado): los medianeros de las gran-
des fincas tomateras de bolivianos
elevado de la organización consiste en tener su
son familiares del patrón, en tan-
“propio mercado”, como los que han surgido en to que los peones o tanteros son
los últimos años en el área hortícola bonaerense también bolivianos pero no fami-
(Escobar, Pilar o Moreno). Referencias liares, aunque de la misma región
E: ego que aquéllos.
6 Estos cuasi grupos son los que,
Los cuasi grupos de migrantes bolivianos en la hor- f: familiares de ego (hermanos, cuñados): patrones
según Mayer (1980), denomina-
ticultura o medieros ríamos grupos interactivos; es de-
b: peones bolivianos cir, aquellos que se basan en un
El siguiente gráfico nos permite apreciar la con- l: peones locales (argentinos) conjunto de personas en interac-
formación de los cuasi grupos mencionados a lo ción, y que se distinguen del gru-
po y de la asociación. En primer
largo del texto, a partir de la interrelación de perso- Vínculos
lugar, se centran en torno a un
nas a través de vínculos fuertes, débiles y nulos, o Entre E-f (fuertes); Entre f-f (fuertes/débiles en rela- ego en la medida en que su mis-
cuasi nulos. Como se observa, en él hemos tratado ción con E-f); Entre E-b (débiles); Entre f-b (débiles- ma existencia depende de una
de representar a través de los trazos más gruesos /nulos); Entre E-l (nulos: sólo relaciones de trabajo) persona concreta como foco or-

29
Conclusiones bora intensamente entre sí para alcanzar la consoli-
dación del grupo pionero en el lugar -mediante el
En las distintas situaciones analizadas puede acceso a la tierra- e iniciar un proceso de ascenso
apreciarse que la información necesaria para acce- social, los lazos débiles que se establecen con fami-
der a las oportunidades mencionadas fue suminis- liares lejanos o no familiares de la misma área de
trada de manera distinta según la red de relaciones origen posibilitan tanto la capitalización como el as-
sociales donde estaban involucrados los pioneros: censo socioeconómico más rápido de estos pione-
a) según lazos de parentesco más cercanos y b) se- ros, a partir de las diferencias económicas que pue-
gún lazos de vecindad. Esto es lo que podríamos lla- den obtener por pagar salarios reducidos a sus con-
mar una distribución de la información por dos vías: nacionales menos cercanos. En el caso de los peo-
por un lado, la dirigida hacia aquellos con quienes nes locales, con quienes se establecen vínculos nu-
se mantienen lazos más fuertes, que a veces puede los o cuasi nulos, existe la posibilidad de que a par-
ser acompañada por ayudas económicas que les tir de la cotidianeidad de los servicios recíprocos -a
permiten a los miembros más cercanos de la fami- los que se recurre ante la escasez de connacionales
lia pionera (hermanos, primos) captar las mejores en determinados momentos- se pueda acceder a
oportunidades, como el acceso a la tierra -sea a tra- una mayor intimidad y confianza, y con el tiempo
vés de la mediería, del arrendamiento y luego de la estos vínculos se transformen en débiles.
propiedad-, o de parientes más lejanos, que se con-
ganizador central. En segundo lu-
tratan como medieros de productores locales; por BIBLIOGRAFÍA
gar, las acciones de un miembro
cualquiera solamente son impor- otro, la información dirigida hacia aquellos con
tantes en cuanto que son interac- quienes se mantienen lazos más débiles, es decir, -AGÜERO, D. y GROSSO, L. El sector hortícola del
ciones entre él y el ego, o el inter- hacia vecinos o conocidos de dicho pueblo o de los cinturón verde de Río Cuarto, Facultad de Agrono-
mediario y el ego. Entre los crite- alrededores que acceden a otro tipo de oportunida- mía y Veterinaria, UNRC, Córdoba, 2004.
rios de pertenencia no está el de
des, de menor importancia relativa, al ser contrata- -BANTON, M. (comp.) Antropología social de las so-
interacción con otros miembros
del cuasi grupo en general. Las in- dos como mano de obra en calidad de peones tan- ciedades complejas, Alianza, Madrid, 1980.
teracciones de este cuasi grupo se teros, que aunque también tienen la posibilidad de -BENENCIA, R. “De peones a patrones quinteros.
dan en un conjunto de acción o ascender social y económicamente el plazo en el Movilidad social de familias bolivianas en la perife-
en una serie de conjuntos de ac- que pueden alcanzar este logro siempre resulta ma- ria bonaerense”, en Estudios Migratorios Latinoa-
ción.
yor que el del núcleo pionero. Finalmente, recién mericanos Nº 35, Año 12, CEMLA, Buenos Aires,
7 Por ejemplo, en El Peligro (para-
je de Florencio Varela, provincia de cuando los últimos nombrados no son suficientes la 1997.
Buenos Aires), donde horticultores información es dirigida hacia aquellos locales que _____________ “Trabajo, producción y territorio en
y trabajadores se nuclean en torno demandan trabajo en los alrededores de las quin- el cinturón hortícola bonaerense”, Proyecto de In-
a una iglesia adventista, los me- tas, es decir, con quienes se tienen vínculos nulos o vestigación UBACyT 2004-2007, CEDERU-Cátedra
dieros bolivianos, ante la escasez
cuasi nulos, y que son incorporados en actividades de Extensión y Sociología Rurales, Facultad de
de peones bolivianos en el área,
están empleando tanteros locales sólo de tipo temporal u ocasional. Agronomía, UBA, Buenos Aires, 2004.
(criollos) cuando pueden marcar No obstante, y recurriendo a la paradoja de Gra- _____________ y QUARANTA, G. “Producción, tra-
las condiciones. ¿Qué significa es- novetter, es preciso reconocer que los distintos tipos bajo y nacionalidad: configuraciones territoriales de
to? Básicamente, que acepten un de lazos son necesarios para el desarrollo de los fe- la producción hortícola del cinturón verde bonae-
salario “degradado”, como el que
nómenos detectados, puesto que si bien los víncu- rense”, en Revista Interdisciplinaria de Estudios
le pagan a los bolivianos no fami-
liares que llegan desde las locali- los fuertes con familiares directos permiten la cons- Agrarios Nº 23, PIEA, Facultad de Ciencias Econó-
dades de Bolivia. titución de una masa crítica de migrantes que cola- micas, UBA, Buenos Aires, 2005.

30
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31
colocar en “diálogo” universos de significación apa-
Identidades en interpelación: el rentemente contradictorios. Porque es en ese cam-
(nos)otros en las entrevistas biográficas po de interlocución, que se define entre entrevista-
dor y entrevistado, que emergen los matices, las pa-
radojas de esa realidad que se trata de asir a través
del relato. El presente artículo aborda algunas de es-
tas cuestiones a partir de una experiencia iniciada en
2001 (y que continua en la actualidad) con residen-
tes bolivianos en la ciudad de Córdoba. En particu-
lar, se focaliza sobre los elementos analíticos que
permitieron revisar el devenir de la identidad en
tránsito de los inmigrantes y sus formas de recrea-

E
ción identitaria a través de sus organizaciones.
Por Claudia Isabel Ortiz n las últimas décadas, los métodos de
investigación cualitativa han recobrado Algunos aspectos centrales de la investigación
Magister en Comunicación y un papel importante dentro del campo de la inves-
Cultura Contemporánea tigación social. Esta recuperación de tradiciones La investigación se realizó sobre el caso particu-
(CEA-UNC). Docente-Investiga- científicas está ligada a transformaciones cultura- lar de una organización que nuclea inmigrantes li-
dora de la Universidad Nacional les que han puesto en primer plano los debates mítrofes en la ciudad de Córdoba: el Centro de Re-
de Córdoba y la Universidad sobre las identidades y la constitución de la subje- sidentes Bolivianos. Se considera que estos tipos de
Nacional de Chilecito. tividad. En el caso específico de las discusiones so- organizaciones constituyen enclaves desde los cua-
Actualmente becaria en el bre el multiculturalismo/ interculturalidad ha les analizar ciertas prácticas culturales, vinculadas
proyecto “Migrantes del cono Sur emergido una temática convocante: la cuestión con la construcción de identidades. En este sentido,
en el espacio público: identidades migratoria como componente de la cultura con- la tarea desarrollada por el Centro de Residentes
diferenciadas y lucha por los temporánea. En el caso de Argentina, la confor- Bolivianos ha operado sobre una selección de cier-
derechos ciudadanos” (IDES). mación de las agendas políticas y académicas pre- tos valores ligados a la etnia, la tradición y la nación
Aspirante a obtener el título de senta ciertas disparidades o discontinuidades en que se transformaron en representación de la colec-
Doctora en Ciencias Sociales relación a su abordaje1. Sin embargo, se puede tividad boliviana en Córdoba.
(IDES-UNGS). advertir cómo los estudios de los distintos grupos En primer lugar, y para situar las coordenadas
de inmigrantes (en especial limítrofes o de regio- de lectura de estos procesos, se tomó en cuenta el
nes no tradicionales de inmigración a este país) marco político en cuanto a la temática inmigratoria
han cobrado en la actualidad amplia importancia en Argentina durante la década del 90 y la situación
dentro de los ámbitos académicos. de la inmigración de otros países latinoamericanos
En este sentido, la revalorización de los méto- (en este caso, circunscripta al caso boliviano). En se-
dos cualitativos de investigación, no sólo forma par- gundo lugar, se reconocieron las características del
1 Para profundizar en relación a la te de una modalidad de acercamiento a la realidad proceso asociacionista de la colectividad boliviana
constitución de las agendas políti- de los grupos sino, también, de una forma de refle- en Córdoba y los proyectos político-culturales que
cas y académicas, especialmente xión sobre la densidad de lo social. En este caso, las ésta ha desarrollado. Por último, se focalizó sobre
en relación a la situación en Ar-
entrevistas que apuntan a generar relatos de vida algunos de los problemas que atañen a la construc-
gentina véase el texto de Domé-
nech, Misetich, Begala y Ortiz son una de las técnicas privilegiadas al momento de ción identitaria; especialmente, a los que surgieron
(2003). abordar el trabajo de campo; especialmente, para tanto de estos procesos de asociacionismo local de

32
la colectividad boliviana como de los atravesamien- culares y, a su vez, de la reflexión sobre las posibili-
tos políticos que “marcaron” su historización. dades de acción que poseen los mismos actores.
El diseño de investigación consistió en un estu- Desde este punto de partida, las entrevistas re-
dio de caso que se nutrió de observaciones periódi- cuperarían distintos hitos en el curso de vida de los
cas de los eventos promovidos por esta organiza- entrevistados. Fundamentalmente, apuntando a re-
ción y en la realización de entrevistas en profundi- lacionar la fuerza de los hechos narrados con las
dad a los miembros de su comisión directiva, así co- formas que fueron asumiendo sus organizaciones.
mo también de una profunda investigación docu- En esta tarea de narración emergieron las marcas
mental. En líneas generales, se intentó identificar de lo que los propios entrevistados definen como
aquellos elementos fundantes de la organización boliviano. La interpretación de estos materiales sim-
que han contribuido a delinear un proyecto cultural bólicos no podía quedar por fuera, a su vez, de
y político. El análisis de la conformación de este quién era el destinatario de esos relatos. En este
componente de la organización permitió realizar sentido, el papel del investigador que hablaba des-
ciertas lecturas sobre la dinámica configuratoria de de la Universidad fue un aspecto facilitador de cier-
las identidades en contextos de inmigración. Aten- tos relatos. Especialmente, porque dentro del grupo
diendo a lo dicho, se exponen a continuación algu- de entrevistados la institución educación es recono-
nos de los fundamentos teóricos desde los cuales se cida como un importante componente del ascenso
encararon las entrevistas biográficas y, en particular, social. Antes o después de las entrevistas, algunos
se presentan los fragmentos de lo dicho por una entrevistados expresaron:
entrevistada en un testimonio que recupera relatos
de los orígenes de su migración hacia Córdoba y los - “A veces los estudiantes no tratan con respeto
inicios del trabajo asociativo. lo que están haciendo, somos personas como cual-
quier otro y no bichos raros”.
La entrevista biográfica - “Muchos han venido... de la prensa, estudian-
tes... pero no están dispuestos a conocernos (…)
¿Qué significa ser boliviano en Argentina?, Usted como profesional, allá en Bolivia, la reciben
¿quiénes definen los contornos identitarios de un con los brazos abiertos”.
determinado grupo social? Las respuestas posibles - “Estoy contento que una profesional se haya
abrevan en las trayectorias teóricas del campo de la interesado por la labor del CRB”.
antropología, la sociología o la historia. Sin embar-
go, estos interrogantes que constituyeron parte de Por lo tanto, el carácter dialógico o interactivo
los primeros planteos de la investigación sólo po- que suponen las entrevistas adquiere para el inves-
dían responderse a través de establecer un diálogo tigador una doble vía de análisis. Por un lado, la ex-
con sus protagonistas: los inmigrantes bolivianos. periencia es un dato que necesariamente se debe
Una de las premisas para comprender la envergadu- considerar de manera integral, es decir, no como
ra del trabajo de entrevistas fue reconocer que la “dato objetivo”, según la tradición durkhemniana,
complejidad de los hechos abordados proviene de sino atribuyéndole a la subjetividad, en sus distintas
variadas dimensiones: de las pautas y modelos dimensiones, un valor de conocimiento. Pero no so-
aprendidos en la trama de la discursividad social en lamente el investigador recoge las diversas voces
la cual se entreteje la vida de los grupos y las orga- presentes en las narraciones, sino que la misma de-
nizaciones, de las condiciones sociohistóricas parti- finición del campo, es decir, sus estrategias de acer-

33
camiento a los distintos escenarios de investigación, pectos del devenir de la organización se encuentran
la formulación de sus interrogantes y el contacto las claves para el análisis de lo político en términos
con sus informantes, adquiere el carácter dialógico. de relaciones interculturales.
Su presencia es parte de ese campo de interlocu-
ción que se abre entre investigador y narrador. La Fragmentos del origen
clásica perspectiva del objetivismo que planteaba
una separación entre sujeto-objeto queda así re- Una historia actualiza la densidad del tejido so-
planteada, porque esta relación interactiva que se cial. El testimonio no es la cultura, pero en cada uno
establece en toda narración biográfica supone que de ellos se encuentran “aquellas palabras ajenas”
“los roles de entrevistador y entrevistado compar- que, según la perspectiva bajtiniana, componen la
ten una cierta no-reversibilidad pragmática, es de- polifonía del diálogo especificado históricamente.
cir, el derecho -y el afán- casi unilateral de pregun- Por un lado, se pone en relación el pasado con el
tar, que da lugar al despliegue (o repliegue) de la presente; se inaugura un tiempo en el cual “las vo-
respuesta esperada (...) el producto obtenido lo se- ces del coro familiar” (De Certeau, 1995) ayudan a
rá de autoría conjunta, indisociable de la escena de instaurar ese punto desde el cual situar la historia.
interacción, de la subjetividad puesta en juego (...) Y de este modo, las narraciones del surgimiento del
de la confrontación discursiva de los respectivos es- proyecto del Centro de Residentes Bolivianos se in-
quemas valorativos” (Arfuch, 2002). tersecta con las huellas que la migración ha dejado.
En este sentido, no se puede considerar una his- En algunos tramos de la entrevista, la utilización
toria como la síntesis de la complejidad que presen- de la primera persona o de la tercera, a modo de re-
ta lo social, más bien se debe revisar críticamente conocimiento de la emergencia de un personaje, es
cómo se establece la relación entre lo particular y lo una de las señales reiteradas. El juego entre ese
universal, que está aludida en el empleo de este ti- “yo” del presente del relato en tensión o en reme-
po de técnicas. moración de las acciones del personaje es uno de los
Como se señaló anteriormente, para la presen- aspectos de los tonos que adquieren las entrevistas:
tación de este artículo se ha seleccionado una de las por momentos intimistas, por otro de distancia con
entrevistas realizadas a uno de los miembros funda- un pasado lleno de nostalgias o de presente que se
dores del Centro de Residentes Bolivianos en Cór- busca juzgar, justificar, reconocer, revertir...
doba y, particularmente, se han tomado en cuenta
aquellos aspectos que contribuyen a marcar una di- Nelly G. llegó de Tupiza a Córdoba, alrededor
námica identificatoria. De este modo, en los frag- del año 50. Fue pupila en un colegio religioso, logró
mentos que se reproducen se puede advertir cómo completar sus estudios secundarios e inició los uni-
surgen las distintas voces que asumen el uso del no- versitarios, aunque sin finalizarlos. Tenía familiares
sotros y quiénes son designados como otros en ese en la ciudad y uno de ellos, su tío, inició algunas de
diálogo. Asimismo, estas narraciones permiten in- las actividades culturales que caracterizarían, desde
dagar, a través de las prácticas asociacionistas del entonces, al Centro de Residentes Bolivianos.
colectivo boliviano en Córdoba, cómo se constru-
yen posicionamientos en relación a la clase, etnia o - ¿De qué parte de Bolivia vino y por qué?
nación y cómo estas configuraciones pueden pro- - Yo soy boliviana de Tupiza, un pueblito cerca
ducir ambivalencia o contradicciones entre las dis- de la frontera con Argentina. Vine a estudiar acá
tintas posiciones representadas. En estos sutiles as- cuando tenía 12 años, mamá me mandó a estudiar

34
acá porque según ella (enfatiza) quería lo mejor pa- mente ligadas a la posibilidad de reconocimiento
ra mí y todas esas cosas que siempre pensaban las profesional). A partir de estas expectativas inician
personas de antes (la entrevistada posee más de 60 sus trayectos migratorios. Y parte de este material
años) que el estudio era mejor en lugares más po- se cruza con el ideario del proyecto del Centro de
pulosos (...) en fin, en el exterior, saliendo de Boli- Residentes Bolivianos que se instituye como la ma-
via, y por esa razón me trajeron a estudiar acá en el dre de las instituciones de la comunidad.
año 1952 (...) estuve en el colegio de las Adoratri- Las ilusiones y los proyectos de esos personajes
ces, interna, y también en el Huerto, y a partir de que emigraron alguna vez son reconstruidos ahora
ese tiempo me quedé... hace 50 años. en los relatos por la presencia de la tercera persona.
Ellos son también los otros, que se decepcionan y
En este fragmento podemos reconocer que el vuelven a arremeter contra las adversidades y el lu-
inicio de la inmigración tuvo que ver con expectati- gar desde el cual apuntalar los proyectos colectivos.
vas centradas en el hogar y en relación con el as- En este caso particular, la “señora Nelly G.” es el
censo social que podía garantizar el estudio. La po- personaje con el cual se identifica esta organización
sibilidad de obtener mejoras educativas estaba en el en su génesis. En su testimonio se encuentra la ri-
exterior de Bolivia, como parte de una cosmovisión queza de ese trabajo de creación de mundos con-
sostenida por ciertos grupos sociales. En este caso, tradictorios que se enlazan en una historia: la del
la presencia de la voz de la madre aparece en el re- Centro de Residentes Bolivianos. Los recuerdos en
lato (en la grabación de la entrevista) bajo una en- torno al proceso organizativo son relatos de alta co-
tonación diferente, a partir de que la entrevistada la hesión entre los distintos miembros y ex miembros
recupera a través de situarla como voz de autori- del Centro, por lo que casi se podría afirmar que sus
dad. Pero no sólo indica la presencia de un vínculo voces son una sola: cómo nos habla la organización
afectivo sino la fuerza que adquiere el mandato fa- desde su historia.
miliar, la conformación de ciertas tradiciones fami- Nelly G. es el personaje que condensa en sí mis-
liares con respecto al ascenso social. Podríamos sin- mo las ambivalencias del proyecto cultural y políti-
tetizar precisando que en estos relatos emergen co del Centro a lo largo de su formalización. Su fi-
ciertas prácticas de familia que en este caso permi- gura instituyó un estilo de gestión y una represen-
ten conocer: tación de la identidad boliviana en Córdoba, a par-
a) La figura de la madre y de generaciones pre- tir de la cual se han generado variados conflictos
vias: “Mamá me mando”, “las personas de antes”, entre la comunidad boliviana y la organización. Es
como anclajes de los procesos de identificación pri- por eso que a partir de su relato se recuperan los si-
maria; desde ese lugar de otro significativo el coro guientes materiales significativos: las experiencias 2 Desde la perspectiva de los aná-
familiar anticipa ciertas certezas sobre modos de ser de subestimación, los padecimientos individuales, la lisis institucionalistas, la institución
universal “escuela” es “el resulta-
y proceder. discriminación racial o étnica, y se los reconoce co- do de la especialización de una
b) Una representación privilegiada de la institu- mo motivos para iniciar un proceso de asociación. parte de la transmisión cultural
ción educativa2 en la que se ligan fundamentalmen- que requiere una sociedad com-
te dos aspectos: el ascenso social y el cosmopolitis- - ¿Podría relatar algunos momentos o anécdo- pleja. Cada escuela específica es
mo. tas de su experiencia en los colegios? el ámbito donde se concretiza, a
nivel singular, una norma o mode-
En este sentido, cabe advertir que en la totali- - Yo llegué a la Argentina en el 52 interna a un lo de tipo universal: el vigente en
dad de los entrevistados se reiteran estas aspiracio- colegio, donde todas mis compañeras eran gringas, nuestra cultura” (Fernández,
nes de mejoras educativas o laborales (específica- donde todas eran gente de otras razas, otras cos- 1998).

35
tumbres, donde solamente nos comunicábamos a “Yo había venido antes que ellos, que mis pai-
nivel religión porque todos éramos católicos (...) Yo sanos estudiantes y formamos una agrupación que
sufrí las de Caín, sufrí discriminación... yo estuve en se llamaba Centro Universitario Boliviano y nos uni-
los tiempos de Perón cuando era el tiempo de los mos a otras agrupaciones latinoamericanas que ya
cabecitas negras, que fue muy triste, sufrí mucho… estaban...Colombia, Perú, Venezuela y la llamamos
pero bueno, todo eso me fue llenando de fuerza ALA, Asociación Latinoamericana... era muy bonito
para poder defenderme, porque con mis 12 años todo y por eso nos llevó a formar esto... el patriotis-
yo me daba cuenta de la desigualdad que existía en mo y la discriminación... nosotros reclamábamos
el ser humano y traté de defenderme. justicia, igualdad de condiciones... decíamos y deci-
La segregación, o discriminación, aparece como mos -yo actualmente sigo repitiendo lo mismo- que
la escena en la cual la violencia se actualiza como América es morena, que América es nuestra... no
una forma de relación. En esta cadena encontramos estamos en nuestra patria porque nuestra patria es
distintas maneras de identificar al otro: “gringas”, Bolivia, pero estamos en nuestra tierra, en nuestro
“gente de otras razas, otras costumbres”, “el tiem- continente... porque América es morena, los de
po de los cabecitas negras”. Pero en el avance de afuera, los inmigrantes propiamente dichos, los eu-
su relato, y en referencia a la experiencia de su pa- ropeos, especialmente... entraron en tierras extra-
so por la universidad, emerge otro elemento identi- ñas a tierras que no son de ellos, a América... des-
ficatorio: pués de la Segunda Guerra Mundial... es de públi-
co conocimiento, ¿no es cierto? Esa gente debía
- ¿Cómo fue su experiencia durante los años de respetar nuestra cultura, aprender de nosotros... no
la universidad? imponernos sus cosas, sus culturas, ni mucho me-
- En el primer año de la universidad conozco a nos subestimarnos porque ellos están en nuestra
muchas personas… hay formaciones de agrupacio- casa (...) Con esas ideas se formó esta Asociación
nes políticas, donde ya la discriminación no es tan- Latinoamericana, luego los integrantes se fueron
ta, pero igual sigue existiendo (...) Yo me encuentro recibiendo, haciendo profesionales... en su mayoría
con gente boliviana, que llega de Bolivia a estudiar regresaron a sus países... pero la que te habla
y muy pocos a trabajar... o sea la gran invasión de ¡no!... ella se quedó, me quedé… entonces con esa
gente boliviana no fueron estudiantes... sería en el misma idea formamos el Centro”.
55 hasta el 70, en su mayoría era gente estudian-
te... sería un 70%... era gente estudiante, porque el A partir de aquí se puede señalar una serie de
dólar nos convenía y luego veo que la discrimina- aspectos que luego se traduce en prácticas y obje-
ción es más grande. tivos del Centro de Residentes Bolivianos. Existe un
Es significativo que en este tramo la entrevista- momento de idealización, en relación con la acción
da ingrese al campo semántico referido a la discri- que podían encarar los estudiantes universitarios
minación la expresión “invasión boliviana”. Cen- para formalizar reclamos por justicia e igualdad de
tralmente, está aludiendo a los bolivianos que vie- condiciones; también con respecto a la reunión de
nen a buscar trabajo y que provienen de sectores distintos colectivos latinoamericanos. Inmediata-
agrarios, de bajo nivel educativo. Ésta ha sido una mente, surgen como dimensiones de esos reclamos
de las líneas de indagación sobre los conflictos que el patriotismo y la discriminación. La entrevistada
el Centro de Residentes Bolivianos tuvo que enfren- entiende que el patriotismo no es sólo la lealtad a
tar en décadas sucesivas. la nación de origen sino que se extiende a todo el

36
continente y, específicamente, a América morena. Estos materiales significativos están presentes
Hace alusión al pasado precolombino y borra los es- en el ideario y en las prácticas del Centro de Resi-
tados particulares, en especial, a ese proyecto de los dentes Bolivianos. Hasta el momento, se puede
estados ligado a la construcción de la Nación y que analizar cómo reconstruye una matriz identificato-
se asentó en el proyecto de la inmigración ultrama- ria marcada por ciertas posiciones: paisanos estu-
rina (en alusión a la situación de Argentina). diantes universitarios/ patriotas/ morenos (que no
Otro elemento significativo aparece en torno a son los negros con pasado de esclavitud y africanos,
la relación “América”, “nuestro continente”, sino los pueblos precolombinos) frente a bolivianos/
“nuestra casa” que habilita la justificación de ne- emigrados por la reforma agraria/ gringos/ euro-
garse a ser identificada como inmigrante. Se reco- peos/ inmigrantes europeos/ argentinos-mujeres ar-
noce perteneciente a una nación diferente, pero gentinas. Esta matriz va definiendo los contornos
como parte de un terruño-hogar común a cual- de los antagonismos que marcan el accionar de la
quier latinoamericano. Así, queda demostrada organización y la relación entre ella y la comunidad
otra arista del proceso de etnicización que interpe- boliviana en la ciudad de Córdoba.
la la posición de los argentinos como sociedad re- Además, estas definiciones están relacionadas
ceptora. Asimismo, surge de estos relatos la repre- con la capacidad de convocatoria del Centro. En es-
sentación simbólica del argentino. En particular, la te sentido, la definición del proyecto de la organiza-
identificación de la mujer como elemento impor- ción no es la expresión de una unidad, más bien
tante para la transmisión, mantenimiento o re- contiene materiales simbólicos históricamente si-
creación cultural. En este sentido, si la mujer de un tuados que definen los términos en los cuales se
boliviano es una argentina las costumbres relacio- construyen los antagonismos grupales. En general,
nadas con la “nación boliviana” corren peligro de el proyecto del CRB comienza a partir de las accio-
ser desplazadas, lo que permitiría establecer, en nes de miembros de una familia de inmigrantes,
consecuencia, que la integración es presentada que sostienen su permanencia en la estructura or-
como una amenaza. ganizativa, ya sea cumpliendo funciones de apoyo
o participando de la gestión directa en las comisio-
“Soy una de las fundadoras del Centro de Resi- nes sucesivas. Estuvieron involucrados tanto en los
dentes Bolivianos porque los estudiantes regresan a momentos que describen como positivos como in-
Bolivia y los que se quedan acá son pocos y se ca- terviniendo directamente en los momentos de crisis
san, con gente argentina, entonces, son argentino- de la organización. Sus acciones se plantean con un
boliviano, que desgraciadamente... digo yo... les nivel de heroísmo y hazaña que se convierten en va-
hacen cambiar su cultura, su forma de vida, sus cos- lores estructurantes del proyecto de la organiza-
tumbres... porque se casan con argentinas y cuan- ción: garantiza el sentimiento de pertenencia y el
do el cónyuge es femenino la mujer lleva al hombre compromiso de llevar adelante la tarea.
a sus costumbres... el boliviano aprende a tomar En este marco se va definiendo la “identidad
mate y un montón de cosas... fuimos perdiendo boliviana”: existen componentes de clase, étnicos,
nuestras raíces... fue una época peligrosa... la lla- de género y nacionalidad que se entremezclan y
maba yo...”. dan lugar a la reconfiguración de nuevos escenarios
- ¿A qué época se está refiriendo? de exclusión en los cuales participan otros inmigra-
- Esto viene a ser... por el 70, es entonces que dos bolivianos. Es decir, el proyecto se va constru-
se forma el CRB, para salvar todo esto. yendo de materiales significativos que también son

37
paradójicos y que se ponen en relación con una si- en el plano de lo político. Por lo tanto, se requiere
tuación y un momento histórico particular. En lo ex- de categorías teóricas y técnicas de investigación
plícito, buscan visibilizarse, sostener una presencia que habiliten la interpretación de estas nuevas
dentro de un contexto que los borra en operaciones construcciones, porque ellas dan cuenta de un et-
de segregación racial o étnica, pero la estrategia es hos actual jaqueado por la impronta de mundos de
presentar lo cultural como forma de reclamo políti- vida diversos y con desigual capacidad de interpela-
co. El lema que los identifica representaría este as- ción.
pecto: “Identidad en la Integración” y a partir de lo
visto podríamos considerar que la necesidad de BIBLIOGRAFÍA
“salvar” la identidad boliviana se liga con:
- Un relato de la tradición identificada a través -ARFUCH, L. Identidades, sujetos y subjetividades,
de formas de vida y de costumbres. Prometeo, Buenos Aires, 2002.
- La identidad boliviana amenazada por el sin- __________ El espacio biográfico. Dilemas de la
cretismo “argentina-boliviano” que se produce a subjetividad contemporánea, Fondo de Cultura
partir de prácticas exogámicas (casamiento) Económica, Buenos Aires, 2002.
- Una amenaza difusa proveniente de condicio- -BAJTÍN, M. Estética de la Creación Verbal, Siglo
nes históricas: los años 70 en Argentina. XXI, México, 1999.
El proyecto rastreado desde estos relatos de -DE CERTEAU, M. La toma de la palabra y otros es-
fundación es una creación que apunta a interpelar critos políticos, Editorial Universidad Iberoamerica-
distintos escenarios y actores. Por un lado, se sitúan na, México, 1995.
las experiencias de privaciones y agravios, manifes- __________ La Cultura en Plural, Nueva Visión, Bue-
tados como “discriminación”, pero que en este tra- nos Aires, 1999.
mo del testimonio transcripto se ligan a la experien- -DOMENECH, E.; MISETICH, L.; BEGALA, S. y OR-
cia de lo cotidiano en determinados niveles institu- TIZ, C. “Identidades Étnicas y Nacionales en Argen-
cionales. Se afirma, sin pretensión de generalizacio- tina: tensiones y usos en torno a la cuestión mul-
nes, que se pone de manifiesto una endeble situa- ti/intercultural”, en Castro, M. (comp.), Editorial
ción del inmigrante. El modo de reversión de la mis- LUOM, Universidad de Santiago de Chile, 2003.
ma se logra, en parte, a través de la organización ya -FERNÁNDEZ, L. Instituciones Educativas, Paidós,
que no emergen aún las relaciones encontradas con Buenos Aires, 1998.
el Estado en términos de políticas inmigratorias. Y
es importante señalarlo pues las demandas que en-
tabla el Centro de Residentes Bolivianos en Córdo-
ba no se inscribirían como un reclamo por el ejerci-
cio pleno de la ciudadanía sino, más bien, por el re-
conocimiento como grupo cultural.
Estas dinámicas históricas que se han desarrolla-
do y las dinámicas organizacionales de los colecti-
vos inmigrados presentan un complejo entramado
socio-cultural. Este aspecto permite reconocer las
tensiones que ofrece el abordaje del ámbito de las
relaciones interculturales, sus límites y posibilidades

38
también y no menos supuesta problemática de los
Las diversas formas de la desigualdad latinoamericanos en particular, han contribuido a
o la relación entre el estado argentino construir una clase de sujeto específico, un sujeto
étnico que ha sido particularizado a partir de una
y los paraguayos serie de mecanismos que destaca en el origen na-
cional un emplazamiento simbólico y material, a la
vez legítimo e ilegítimo. Legítimo, en tanto sistema
de interpelación válido para la clasificación de los
sujetos -una división étnico nacional de la pobla-
ción-, e ilegítimo, en tanto un amplio sector de ese
conjunto fue ubicado en un lugar de desigualdad
constitutiva y apriorística que lo condena a una

A
membresía truncada o, directamente, a la imposibi-
Por Gerardo Halpern lo largo del siglo XX, el Estado argentino lidad de la igualdad -una ubicación sociodemográ-
fue delineando formas específicas de fica desigual que se “autoexplica” a partir de dicha
Licenciado en Ciencias de la construir una “cuestión migratoria” que le sirvieron condición nacional-.
Comunicación, Facultad de para delimitar los alcances que tenía la tópica cons- Desde aquella década, tanto en lo material co-
Ciencias Sociales, Universidad titucional del “para todos los hombres del mundo mo en lo legal, este sujeto ha sido construido en
de Buenos Aires. Doctorando en que quieran habitar el suelo argentino”. Ese deli- base a su carencia o cercenamiento de derechos (o
Filosofía y Letras (UBA). JTP y near no implicó una inocente forma de clasificación con éstos cada vez más reducidos), y su desigual-
auxiliar docente en “Teoría y ni de planteamiento simbólico. En todo caso, signi- dad y subalternidad han sido legitimadas -e inclusi-
práctica de la Comunicación I - ficó políticas, interpelaciones, invisibilidades, visibili- ve legalizadas- quedando también al margen de los
Cátedra Mangone”, Carrera de dades, emplazamientos, etc. En ese marco, pensar épicos relatos nacionales inclusivos. Sin embargo,
Ciencias de la Comunicación aquellas políticas habilita reconocer ciertas condi- dicha construcción se ha visto rivalizada -conciente
(UBA). ciones de producción de las heterogéneas formas o inconcientemente- a través de las múltiples prác-
de organización de aquellos que, progresivamente, ticas que estos sujetos han desarrollado, exhibiendo
iban siendo ubicados en los lugares indeseables y/o contradicciones y antagonismos entre el sentido co-
ilegítimos de la estructura social. Así, la producción mún y el imaginario que se instituye sobre el “inmi-
oficial de diversidad, en algún sentido, habilitó a grante latinoamericano”, por un lado, y las prácti-
marcar en diferentes términos a aquellos sobre cas e imaginarios que estos sujetos desarrollan en
quienes pesó la fuerza de la desigualdad. Además, su vida cotidiana1, por otro. Esas contradicciones
paralelamente se fueron convirtiendo en sinónimos (para nada incoherentes), lejos de formar un texto
la diversidad y la desigualdad, más que nada, como armónico, implican una tensión fundamental entre
naturalización y neutralización sociopolítica de la las formas del poder para clasificar y emplazar (fa-
segunda. Es en relación con esto que el presente bricar sujetos, en términos de Michel Foucault), y
texto intenta mostrar cómo dicho recorrido impac- las formas en que esas personas viven su identidad,
tó en las formas organizativas de los paraguayos en su vida cotidiana y sus rituales.
1 Esto no significa desconocer
la Argentina. A nuestro entender, es entre ambas formas que
que, simultáneamente, estos suje-
tos reproducen algunas de aque- Desde mediados de los 60, las operaciones se constituye el campo de la política como escena-
llas formas hegemónicas, a la vez ideológicas del Estado argentino en relación con la rio de lucha (más o menos conciente) donde identi-
que rechazan o exhiben otras. supuesta temática inmigratoria en general, y con la ficar los (e identificarse como) sujetos sociales legí-

40
timos. Por ello sostenemos y reivindicamos la nece- comunicación como agentes privilegiados de esa 2 Al respecto, recomiendo dete-
saria desnaturalización de la hegemónica noción de construcción y/o reproducción). nerse en el segundo capítulo de la
propuesta analítica de Caggiano
inmigrantes latinoamericanos, a fin de poder tener En consecuencia, los inmigrantes latinoamerica-
(2005) en relación con lo que de-
una mayor posibilidad de interpretación de las prác- nos son: o bien víctimas (de las diversas formas de nomina “campo delictual” y la
ticas que llevan a cabo los paraguayos que viven en discriminación contemporánea), o bien victimarios operación mediática en torno a
Argentina, sobre todo en relación con los condicio- (depredadores de los “servicios públicos”). Pero en los inmigrantes bolivianos en los
namientos a los que progresivamente se ven some- cualquiera de estos casos, su lugar se corresponde medios de la ciudad de La Plata.
3 A su vez, y más allá de que nos
tidos. Y destacamos esto último ya que uno de los con el del sujeto social subalterno que, siempre des-
interesan las formas de resistencia
elementos clave que ha aparecido a lo largo del tra- de su negatividad, es víctima de los inescrupulosos a esas formas del poder, no es
bajo de campo -desarrollado durante los últimos o actúa contra (o se aprovecha de) el bienestar co- menor reconocer aquí la repro-
años en un conjunto de instituciones “paraguayas” mún. Es decir, aparece siempre como un sujeto se- ducción por parte de los mismos
en Buenos Aires- es el de la autodenominación de parable/separado de la sociedad; una sociedad de sujetos subalternizados de aque-
llos mecanismos que los someten.
un importante grupo de sus integrantes como exi- la que no forma parte, sino que expresa su fronte-
Forma más que evidente de su-
liados y, con ella, la fuerte discusión que los mismos ra y su otredad desde un lugar subalterno que no brayar la pertinencia de la noción
sujetos plantean a los estados, tanto de origen co- es discutible ni cuestionable3. de hegemonía como central para
mo de destino, en relación a sus derechos, sea co- Sin embargo, y en oposición a ese tipo de cons- este análisis. Por ejemplo, parte
mo “paraguayos”, como “habitantes del suelo ar- trucción, a lo largo de la historia son múltiples los de la discriminación que viven los
paraguayos en Argentina deriva
gentino”, como “trabajadores” o como “ciudada- escenarios sociales en los que se puede rastrear una
permanentemente en una discri-
nos de un Estado parte del Mercosur”. participación de estos sujetos que no se correspon- minación (un desplazamiento)
Y no se trata aquí de la corrección jurídica o no de con aquella pasividad asignada. De todos mo- desde éstos hacia otros grupos
del uso del término “exiliados”, sino más bien de dos, estas prácticas no son concebibles ni acepta- nacionales (fundamentalmente,
las particularidades sociopolíticas que acarrean tales bles en el imaginario hegemónico sobre los para- hacia peruanos y bolivianos) o, in-
cluso, en una autopercepción que
autopercepciones, a la vez que de las potencialida- guayos en Argentina. De hecho, parte de esa pasi-
ratifica la creencia de que el no
des que dichas denominaciones y posicionamientos vidad se define en la forma dominante de significar nativo no forma parte constitutiva
juegan y expresan en tanto formas de organización a los “inmigrantes económicos”, y hace referencia de la sociedad o que no merece
de distintos sectores de la sociedad. Esas potencia- a un “voluntarismo” autónomo y libre en la deci- los mismos derechos que los nati-
lidades (y concreciones) contrastan con aquella pa- sión y elección del desplazamiento transfronterizo y vos. Si bien se podría reflexionar
aquí acerca de las distintas formas
sividad (o actividad delictiva) que se le asigna per- no a condiciones estructurales e históricas, tanto de
en que la estigmatización social
manentemente a estos sujetos2. Esto último, por salida del lugar de origen como de llegada al país es “reutilizada” tácticamente por
cierto, se corresponde con una forma particular de de destino. El “inmigrante económico”, tal como se “los estigmatizados”, para cons-
la naturalización antes mencionada; cuando se ha- lo ha instituido en el imaginario, aparece como un truir algún grupo o sector que
ce referencia a los inmigrantes provenientes de di- ser social que solamente procesa su existencia en termina funcionando como meca-
nismo de “desmarcación”, no es
ferentes países de América Latina a la Argentina tanto se ubica -voluntaria o biológicamente- en al-
menos cierto que, en ese sentido,
(básicamente de Bolivia, Chile, Paraguay y Perú) se gún lugar del mercado laboral (incluso, o principal- muchas de aquellas tácticas de
suele considerar su lugar subalterno en el mercado mente, como intruso). contraestigmatización no son ne-
laboral (en el mejor de los casos, para denunciar el Por otro lado, su cosificación -en tanto inmi- cesariamente cuestionadoras del
modo de explotación que sufren) o se tiende a grante, con tales características- implica la ilegitimi- orden establecido sino, por el
contrario, una forma estructural
plantear/denunciar las formas en que impactan ne- dad y su consiguiente imposibilidad para salirse de
de su misma reproducción. Así, lo
gativamente en diversas áreas sociales (sea respec- ese lugar social. Desde ya, que a partir de esas ca- que se nos presenta como una
to de los sistemas de salud, educación, vivienda, racterísticas no posee la legitimidad e igualdad del táctica aparente de resistencia,
etc. -en el mayor de los casos-, y con los medios de “ciudadano”, lo que lo determina y condena a la deviene simultáneamente en una

41
quietud y al silencio: está “de prestado” y debe de- rencias. Aun así, el proceso de etnicización funcio-
mostrar que no debe ser echado, marcado o visibi- na, al menos analíticamente, como una tipología de
lizado; es alguien que tiene una deuda y su presen- operación del poder que puede ser considerada pa-
cia significa esa deuda. Por ello, es en su misma ra la comparación de casos homologables aunque
existencia que está su (posible) expulsión, su (posi- no iguales. El racismo, síntesis de muchas de aque-
ble) marcación y su (posible) visibilización. Es un su- llas operaciones, permite enmarcar -con todas las
jeto que no puede formar parte del “nosotros” por- aclaraciones y salvedades- sin tantos eufemismos ni
que es “otro” (posible) radicalizado en su otredad. discursos políticamente correctos las diversas for-
No posee diferencia: es (y encarna) la misma (radi- mas de discriminación contemporánea.
cal) diferencia. La figura del “inmigrante económi- Nos interesa destacar la producción de este lími-
co latinoamericano” no posee ni forma parte de te que atribuye alteridad y por el que se construye
ninguna épica sino, en todo caso, de la deuda. Es un sujeto especial, diferente, otro, porque, como
un sujeto sin historia, sin agencia y sin membresía decíamos más arriba, esa otredad se puede resolver
en el “nosotros”. En definitiva, esa “capacidad de como épica (mito fundacional de incorporación,
exclusión” a la que refiere Stuart Hall (2003) para mezcla, hibridación, aculturación, etc.) o bien en ra-
abordar las identificaciones tiene su manifestación dical diferencia, irreductible por el enfrentamiento
en la materialidad de la existencia. Más allá de las entre “nosotros” y los “otros”. Esta segunda opción
formas discriminatorias discursivas que se pueden es la que la Argentina posterior a los 60 instituyó,
rastrear en la vida cotidiana de Buenos Aires, hay progresiva aunque más o menos explícitamente, so-
un terreno acuciante para el inmigrante que es el bre el inmigrante latinoamericano, configurando así
implicado por un menor salario ante igual trabajo, un tipo particular de sujeto indeseado: un sujeto (in-
las condiciones precarias de empleo, el temor a ser )necesario entre “nosotros” que no puede ser parte
denunciado y -si bien hoy se encuentran suspendi- del “nosotros”. Y es aquí donde se puede ubicar la
das estas medidas- el riesgo a ser deportado por la particular forma hegemónica de etnicización del in-
no posesión de la documentación requerida, etc. migrante paraguayo en Argentina. Y aclaro que la
Más allá de estas especificidades, creemos im- etnicización -o racialización, siguiendo el planteo de
portante mencionar aquí que este fenómeno no só- Mario Margulis y Carlos Belvedere (1998), o reto-
lo se produce en Argentina ni mucho menos. La ca- mando el análisis de Eduardo Menéndez (2002)- no
racterización que se hace del inmigrante latinoame- es una condición inherente al “sujeto étnico”, sino
ricano en España coincide bastante con lo que ve- el producto de las relaciones sociales (y por ende de
forma de reproducción de las lógi- nimos sosteniendo hasta aquí. De hecho, el antro- poder) que se desarrollan en un territorio determina-
cas de división social. Esta última pólogo Manuel Delgado (1997) aporta sintética- do bajo ciertas formas de producción y de naturali-
aclaración nos resulta necesaria mente un compendio de la ubicación social para es- zación de las mismas. Y no es que antes de la déca-
porque creemos que en este cam-
po de análisis estamos permanen-
te “tipo de sujeto”. Más allá de que comentemos da del 60 no hubiera formas de segregación social,
temente ante el riesgo “neopopu- ese caso, es imposible dar cuenta de cada una de sino que desde entonces se pueden hallar los meca-
lista” de considerar que aquello las situaciones que a nivel mundial coincide -en dis- nismos y las formas de visibilización de este sujeto
que es producido como reacción tintas medidas- con la que presentamos aquí. De social ilegítimo (basta con señalar el artículo 25 de la
frente a un modo de interpelación todos modos, advertimos permanentemente acerca Constitución Nacional que, desde 1853 y luego rati-
se constituye en resistente por el
mero hecho de ser reactivo. Evi-
del riesgoso recurso de la homogeneización de los ficado en 1994, fomenta la inmigración europea -
dentemente, no compartimos ese procesos migratorios, dado que cuando se “hila por su explicitación y por el implícito ninguneo- en
tipo de miradas. más fino” nos encontramos con significativas dife- detrimento de cualquier otra).

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Los “inmigrantes latinoamericanos”, en tanto dos, y como salvedad y justo reconocimiento, las
grupos étnicos construidos desde el poder, son ciencias sociales no poseen un único discurso sobre
principalmente una producción hegemónica que este tipo de procesos y las batallas por sacarlas de
expresa una forma de relación específica para con las lógicas legitimistas no sólo nos parecen válidas
los nativos de países de Latinoamérica, sobre todo sino altamente necesarias y productivas.
miembros de los sectores populares, de modo que En este terreno, consideramos necesario alertar
su organización responde, principalmente, a las for- acerca de los riesgos implicados en las formas hege-
mas reactivas que produce el poder en su misma di- mónicas de construcción de lo étnico. Tal como he-
námica de fabricar a este sujeto. Creo importante mos tratado de mostrar en anteriores trabajos, la
subrayar esto último ya que no me reconozco en las historia de la Argentina pareciera exhibir (y aquí vol-
críticas que realiza Menéndez a los textos que refie- vemos a recuperar el planteo general de Menéndez)
ren a la cuestión étnica, puesto que dicho autor pa- una forma de construcción de lo étnico que “encu-
reciera dejar afuera el supuesto de que la formación bre” las formas racistas y discriminatorias criollas
de grupos étnicos en Argentina no es en sí misma que perduran en la construcción de los relatos de la
un planteo de conformación esencial desde un gru- nación que se producen, centralmente, en Buenos
po social, ni el modo de relación dialógica entre Aires. Por ello compartimos las advertencias de Pie-
iguales que postula Fredrik Barth (1976) sino, antes rre Bourdieu y Loïc Wacquant (2000) al referir a
que nada, una forma de institución desigual de re- cierta lógica imperialista en el campo de las ciencias
laciones de poder en la que el Estado asume un pa- sociales que desplaza categorías y marcos analíticos
pel central (Trinchero, 2000). de sociedad en sociedad o, si se prefiere, de cultu-
En consecuencia, lejos de descartar la cuestión ra en cultura, desconociendo las particularidades
étnica resulta central abordarla también como par- históricas, coyunturales, políticas y materiales (en)
te de los mecanismos de legitimación de un orden que aquellos procesos (se) manifiestan. Y, cierta-
social particular. En tal sentido, no creemos que se mente, la “moda de la etnicidad” daría cuenta, en
pueda acusar en sí a la antropología (o a las cien- algunos de sus aspectos, de este tipo de riesgos:
cias sociales en general) de ser la productora de bajo el paraguas de la “diversidad étnica” han que-
“grupos étnicos” sino que, en todo caso, la impu- dado fuertemente debilitadas las discusiones sobre
tación posible a las miradas disciplinarias radicaría la desigualdad para la explicación, comprensión e
en cierta “complicidad” de las mismas en tanto no interpretación de los fenómenos y procesos sociales
pongan en discusión las formas del poder de fabri- contemporáneos.
car las diferentes fragmentaciones sociales. Proba- De hecho, en una especie de supuesto acuerdo
blemente, una vez asumido este marco nos poda- social antirracista, se ha derivado hacia otros (nue-
mos identificar con el señalado planteo de Menén- vos) marcos de reflexión y, peligrosamente, se ha
dez y reafirmar su crítica respecto de las formas escurrido toda una parafernalia de racismo legal o
contemporáneas de analizar los fenómenos étnicos de discriminación legal que debe ser considerada
(y sus riesgos y evidencias racistas). Allí sí, el análisis como forma contemporánea de “segregación” so-
crítico debería dirigirse a las formas hegemónicas cial. Con relación a esta cuestión, a su vínculo con
contemporáneas de tematizar los procesos sociales, los debates en torno de la legislación migratoria del
puesto que trabajar sobre grupos sociales no impli- país y su proceso de modificación a través de la Ley
ca, de por sí, desconocer las condiciones estructu- Giustiniani, el actual juez de la Corte Suprema de
rales en las que éstos se producen. De todos mo- Justicia de la Nación, Eugenio Zaffaroni (2004), ha

43
planteado lo mismo en los siguientes términos: “Es mericanos que generaron significativas reacciones
verdad que la llamada ley Videla y las aberraciones por parte de diversos sectores sociales, principal-
resueltas por autoridades nacionales a su amparo mente vinculados a las organizaciones de inmigran-
no eran abiertamente racistas, pero eso obedecía a tes, de derechos humanos y a los partidos de iz-
que todos tienen conciencia de que el discurso ra- quierda. De todos modos, no deberían analizarse
cista se halla desprestigiado y no a que esos com- estas campañas o las del diario Clarín (como la rea-
portamientos no tengan por telón de fondo argu- lizada durante enero de 1999, en la que el diario de
mentos de ese corte. Prueba de ello es que la direc- mayor tirada del país se hacía eco del discurso del
ta apelación al racismo por parte de publicaciones gobierno y reproducía afirmaciones como la “ex-
de propaganda paraoficial hace pocos años no pro- tranjerización de la delincuencia”, o exponía cifras
vocó la reacción oficial y pública que hubiese de es- absurdas que provenían de fuentes no menos adje-
perarse si tales discursos merecían una sincera con- tivables que aquellos números) sin ponerlas en rela-
dena en el fuero interno de gobernantes y sociedad ción con las políticas o proyectos del Estado en el
(…) El racismo que se esgrimió contra los inmigran- mismo momento en que éstas se producían. Por ca-
tes, y que sostuvo las decisiones amparadas por la so, cuando se lanzó la versión de que la destrucción
ley Videla, contaba con el beneplácito o indiferen- de los servicios públicos era producida por los inmi-
cia de una buena parte de los nietos de los otros es- grantes latinoamericanos el entonces ministro de
tigmatizados como gringos degenerados y de los Defensa, y hoy multifacético candidato a distintos
hijos de los que ayer motejaron como cabecitas ne- cargos tanto a nivel nacional como provincial, Ricar-
gras. Esto prueba, una vez más, que el marginado do López Murphy, pedía la intervención del Ejército
o excluido no pierde oportunidad de subirse al ca- nacional para el control de las “migraciones masi-
rro de la inclusión en cuanto se le ofrece la posibi- vas e ilegales”, tópica que ubicaba a los inmigran-
lidad, a costa de excluir o estigmatizar al nuevo in- tes latinoamericanos entre los peligros actuales que
defenso que llega. No se trata de que la memoria se listan, tanto para el entonces Ministro como pa-
sea frágil, sino de la caída en la red que teje la ara- ra los think thank del Ejército norteamericano, con
ña venenosa del racismo, que incorpora al discrimi- el tráfico de armas y de drogas. Del mismo modo,
nado de ayer para excluir al chivo expiatorio de cuando el titular de la Policía Federal denunciaba la
hoy” (las cursivas son del original). “extranjerización de la delincuencia”, el gobierno
Las “publicaciones de propaganda paraoficial” de Carlos Menem presentaba un proyecto de expul-
a las que refiere Zaffaroni parecieran estar relacio- sión de inmigrantes y de posterior impedimento pa-
nadas al grupo mediático encabezado por Daniel ra el ingreso de sus hijos.
Haddad, propietario de la revista La primera de la No menos significativo fue en dichas campañas
semana que publicó en 2000 un número dedicado el papel del actual vicepresidente argentino, Daniel
a falsear cifras y datos con relación a la cuestión mi- Scioli, quien no ha tenido ningún problema en sos-
gratoria. Bajo la firma de Luis Pazos, dicho ejemplar tener que mientras los inmigrantes europeos vinie-
planteaba/denunciaba de manera explícita el pro- ron a forjar el país, los actuales inmigrantes latinoa-
blema que generaba el hecho de que los inmigran- mericanos vienen a usufructuar y destruir lo que
tes utilizaran los sistemas de salud y de educación, queda del mismo. En palabras del ex-motonauta:
dado que contribuían de manera determinante a “Nada tienen que ver las características de los inmi-
su destrucción. El grupo Haddad ha desarrollado grantes que hoy están llegando a nuestro país, es-
fuertes campañas contra los inmigrantes latinoa- pecialmente a nuestras grandes ciudades, con las

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de aquellos inmigrantes italianos y españoles que de aquello que uno define como “objeto de estu-
han hecho grande a nuestra patria, cuando vinieron dio”? Una buena parte de los posibles aportes a es-
a trabajar y a poner industrias. Esto se ve claramen- tas cuestiones radica, como hemos tratado de sos-
te reflejado en el caso concreto de muchos delitos tener en diversos trabajos, en el análisis y la desna-
que están azotando a la ciudad de Buenos Aires turalización del Estado y sus formas de operación
con tours de delincuentes que vienen de otros paí- simbólica y material.
ses, con tours sanitarios que vienen a ocupar nues- En nuestro país ha sido el Estado el que fue
tros hospitales, con delincuentes que vienen a usur- construyendo esa supuesta cuestión migratoria lati-
par casas y a ejercer la prostitución. Argentina hoy noamericana en relación con un sector particular de
vive al revés: estamos exportando ingenieros y cien- la clase obrera. La demarcación respecto de la inde-
tíficos, y estamos importando delincuentes. Esto no seabilidad de los inmigrantes latinoamericanos en
significa ir contra la inmigración”. Argentina radicó, principalmente, en la relación de
En definitiva, y como afirman Mario Margulis y la inmigración y la condición de clase de aquellos
Marcelo Urresti (1998), habría un racismo contem- provenientes de países de frontera. A su vez, fue el
poráneo que es negado, entre otras cosas, porque capital -y su manifestación en el Estado- el que
no es vivido como tal. En ese sentido, ciertas formas construyó esa clase y, dentro de ella, ese sector es-
“racistas”, “nacionalistas” o sintéticamente discri- pecífico. Sin embargo, las formas de particulariza-
minatorias (y seguimos a Menéndez en que éstas ción de estos agentes se han ido instituyendo en
muchas veces son presentadas como parte de los clave étnica, incluso aunque aun en esa tópica es
discursos que reivindican la diversidad de “lo étni- insostenible aquella explicación que mantiene al-
co”) no son vistas como tales sino como “natura- gún criterio basado en la cantidad y proporción de
les”, “interesantes” o meramente “formas cultura- inmigrantes en la Argentina. De hecho, esas inter-
les de organización social”, dejando afuera del aná- pretaciones chocan con un problema para cualquier
lisis los supuestos y las implicaciones políticas de di- intelección que se quiera hacer entre discriminación
chas construcciones. Lo antedicho es clave para y cantidad: la evidencia de los datos y registros his-
comprender desde dónde y cómo se piensa esa su- tóricos. Por cierto, el eje cambia radicalmente si la
puesta cuestión migratoria. Cuando sostenemos relación se establece entre discriminación y geogra-
que el Estado asume un papel central en la diferen- fía o lugares de asentamiento. Ahí sí, las relaciones
ciación (y discriminación) de grupos sociales afirma- cambian y las cifras adquieren otro tipo de raciona-
mos que el Estado es una maquinaria muy particu- lidad e interpretación. La “transformación” demo-
lar, puesto que parte de su rol, según Guillermo gráfica de los paraguayos en Argentina, producto
O’Donnell (1982) es el de promover y naturalizar los de distintas variables económicas y políticas que ex-
acuerdos o consensos sociales en base a sus meca- ceden a la migración, y que forman parte de la his-
nismos de institución de sentido4. Entonces corres- toria económica, política y demográfica del país,
ponde preguntarse hasta dónde se han naturaliza- aparece como un rasgo importante a la hora de
do las formas de clasificación hegemónicas y hasta pensar cuáles han sido las claves de emergencia de
dónde se comparten los mecanismos de primordia- aquellas miradas xenófobas (en ocasiones disfraza- 4 Y en tanto el Estado, como sos-
lización o de etnicización sobre los grupos sociales das de “pluralidad étnica”) en el contexto de deter- tiene O’Donnell, no es un ente
neutral en la organización social,
como si fueran verdades/objetos a-históricas. Vale minadas coyunturas (críticas) nacionales. Por ello,
ese rol se vuelve piedra angular
decir: ¿Hasta dónde se han olvidado las condiciones seguimos considerando necesario reflexionar acerca de las formas legales y legítimas
estructurales de conformación de la situacionalidad de la historicidad de la construcción del objeto que del sentido común.

45
se presenta como tal en este trabajo. Es decir, histó- la clave que sea) y, por otro, sobre lo que esos pa-
ricamente los paraguayos en Argentina estaban raguayos dicen de lo que hacen o, efectivamente,
efectivamente en Argentina y eran el mismo pro- lo que los paraguayos hacen5.
porcional sobre el total poblacional que registran Y es aquí donde creemos que se corre el riesgo
hoy en día. Sin embargo, no eran “objeto de estu- de reproducir las clasificaciones que deberían ser re-
dio”, y la explicación de que esto no sucedía por- visadas al momento de abordar la cuestión migrato-
que “no eran tantos” cae en el error que hemos co- ria en la Argentina. Sobre todo por las implicaciones
mentado en el párrafo anterior. políticas y teóricas que guarda la reproducción per-
Probablemente se repare aquí en la importancia manente de los sistemas hegemónicos (cada vez
que reviste analizar los procesos de visibilidad o vi- más fuertes para con los nativos de países latinoa-
sibilización de o sobre los inmigrantes paraguayos mericanos, en especial de Bolivia, Paraguay y Perú).
en Argentina. Y esa visibilización ha sido central en Este es el proceso que se ha consolidado en muchas
la marcación de un tipo de sujeto codificado, cosi- de las definiciones étnico nacionales acerca de los
ficado y subalternizado. Desde ese lugar, los para- agentes sociales. Hacer estos reparos colabora en
guayos han vivido el doble proceso de ser marcados buscar mejores herramientas para interpretar las
(codificados) y de desmarcarse/remarcarse (re-codi- prácticas de los paraguayos en tanto insertas en re-
ficarse). Siguiendo a Walter Mignolo (2001), es in- laciones sociales frente a las que han luchado por un
teresante destacar aquí que “la colonialidad del po- tipo de reconocimiento que no se desprende del uso
der opera bajo las cuerdas de la modernidad, nos cotidiano que se suele hacer del término inmigra-
alerta sobre el hecho de que quien clasifica es siem- ción. Siguiendo esta línea de análisis, no es casual
pre monotópico mientras que quien es clasificado que uno de los modos de autoadscripción que más
es siempre dia o pluritópico, puesto que tiene que se haya destacado en este sector sea el de exilio. Co-
concebir el mundo en la intersección de la clasifica- mo dijimos, el uso de ese término no tiene un ancla-
ción impuesta por la colonialidad del poder y aque- je en su utilización legal (por ejemplo, en procurar
llas otras clasificaciones que pasan a categoría de ser reconocidos como “refugiados” o “asilados”) si-
subalternas de la modernidad colonialidad (sic). Es- no, más bien, como antagonismo respecto del Esta-
to es, quien es clasificado vive en un doble mundo do de origen. Este tipo de confrontación propone un
(...): aquel en el cual lo han clasificado y aquel en el marco para la comprensión de las significaciones
cual él o ella se clasificaba antes de que lo clasifica- que excede la reproducción de nociones como “in-
5 Si bien es innecesario hacerlo, ran. La toma de conciencia de esta situación y el es- migrantes”, “latinoamericanos”, “ilegales”, etc.,
resalto que esa tensión no se da fuerzo por re-clasificarse desde la subalternidad es que forman la gran parte de los relatos que se hace
entre iguales sino, por el contra- lo que he descrito como el potencial epistémico del sobre los extranjeros latinoamericanos que viven en
rio, bajo las determinaciones que pensamiento y la epistemología fronteriza”. Este re- Argentina. El uso del término exilio es la forma de
las relaciones de poder imponen
como límites de manifestación. En
conocimiento de Mignolo se recuesta, precisamen- desmarcarse y, a la vez, re-marcarse desde la actua-
el caso del extranjero estas opera- te, sobre la reflexión de la relación entre clasifica- ción pública y política. Este rasgo permite interpre-
ciones se han radicalizado a partir ción y poder. Pero también obliga a reconocer la tar un fenómeno de etnicidad peculiar dentro del
de una legitimidad discursiva naci- tensión que se presenta, por un lado, entre aquello mapa social contemporáneo, ya que disputa por la
da en el discurso oficial (político y que el Estado define como “paraguayo” (o “inmi- legitimidad que se le obtura desde las visiones esta-
massmediático) que ha visibilizado
de manera permanente al extran-
grantes regionales” o “inmigrantes económicos”) y tales (tanto de Paraguay como de Argentina).
jero como factor de desestabiliza- sobre lo que hacen “los paraguayos” (incluyendo El grupo étnico planteado desde esa “demarca-
ción social. aquí su pasividad, ocultamiento o la visibilización en ción” es, en una de sus dimensiones, una respuesta

46
al modo de interpelación que los constriñe a la ilegi- nos desde sus orígenes, como parte de una cons-
timidad (desde ambos estados). Por ello, los modos trucción mayor que la de “grupo étnico”. Se inscri-
de organización y de identificación de los diferentes be en el contexto de la lucha política, de la disputa
grupos sociales son inseparables de los mecanismos contra la dictadura de Stroessner, así como contra
de construcción desde el poder que son asumidos, las formas específicas de discriminación del Estado
percibidos, reproducidos y discutidos por los mismos argentino. De ahí que confluyan formas culturales
grupos, aunque en claves que no necesariamente de reclamo político, sea por la democracia, por la
son la reproducción de los sentidos que el poder les igualdad de las personas, por la denuncia contra la
da. Así, no es lo mismo ser paraguayos en Argenti- concentración de tierras en Paraguay o por el recla-
na para las estructuras del Estado argentino, que ser mo de alguna política de amnistía, documentación
paraguayos que viven en Argentina para el Estado y organización de y para los paraguayos y para el
paraguayo. Es en estas diferencias donde se juega y resto de los latinoamericanos radicados en la Ar-
disputa la hegemonía por el sentido6. gentina.
Sin embargo, más allá de la “no clausura” del Una de las preguntas a hacer y hacerse hoy es
sentido, sí se deben reconocer distintos efectos de la de la distancia (no simplemente histórica -las pri-
clausura (efectos de verdad, en términos de Fou- meras celebraciones son de comienzos de los 70-)
cault), que deben ser analizados como parte de la entre los relatos sobre los inicios de ciertos rituales
producción y reproducción de esos sistemas clasifi- “socioculturales” o simplemente “étnicos” y la ex-
catorios y de su efectividad social. En un ritual ma- periencia de “los mismos” treinta años después:
sivo que hemos analizado en trabajos como el de parte de las diferencias se configura en las formas
Caacupé-í –pero del que no hablaremos aquí por en que los Estados de origen y de destino avanza-
razones de extensión (Halpern, 2004)- se incorpo- ron sobre estos agentes sociales, y los modos en
ran varios de estos elementos, puesto que se inscri- que éstos construyeron relatos y prácticas sobre el
ben en estas tensiones políticas de sentido y am- proceso migratorio o el exilio. Son estas elaboracio-
plían el alcance de “lo paraguayo” más allá de un nes las que nos llevan a repetir la advertencia del
clasificador de origen nacional. Ser “paraguayo en riesgo de “naturalizar” lo étnico-nacional, descono-
Argentina” adquiere, desde allí, tintes políticos ins- ciendo la importancia social y política de la utiliza-
titucionales que remiten, por cierto, a una historia ción pública del guaraní, la crítica al modelo econó-
en la que esa clasificación disputa con el Estado pa- mico, el reclamo por la documentación, la reivindi-
raguayo sus modos de codificación de “lo paragua- cación de la democracia como modo de gobierno,
yo”. En ese sentido (y en relación con el campo etc.; prácticas que se han desarrollado en organiza-
analítico que tematiza o problematiza las dinámicas ciones políticas, pero también progresivamente en
migratorias y las formas de organización que llevan ámbitos que se definían como “a-políticos” o sim- 6 Por ello, en las diferentes prácti-
cas que los paraguayos desarro-
a cabo los migrantes), lo étnico de la etnicidad co- plemente como “culturales” y que son homogenei- llan como modos de organiza-
rre el riesgo de etnicizar procesos que se inscriben zados bajo la expresión “organizaciones paragua- ción, la “paraguayidad” aparece
en relatos y sistemas que no necesariamente son yas”. En definitiva, es en los rituales, en las diferen- también como un campo de lu-
destacados ni vividos en ese marco de interpreta- tes prácticas, actuaciones y relaciones sociales (cul- cha, a la vez que como trinchera
ción de la acción de los agentes sociales. En este turales e históricas) que se pueden generar marcos de resistencia frente al modo do-
minante de concebir y pensar a
sentido, el ritual de Caacupé-í se introduce (o cons- de interpretación de prácticas que se sintetizan en los inmigrantes; sea frente al Esta-
tituye) en esta tensión, porque el marco de su reali- signos que, por su mismo carácter, implican hetero- do argentino como frente al Esta-
zación en el Gran Buenos Aires es pensado, al me- geneidad, ambivalencia, historicidad, conflictos e do paraguayo.

47
identificaciones (Juliano, 1997). Esto es, signos co- represión a aquellos sectores que no encajaban
mo el de “comunidad” o “grupo étnico”. exactamente en esa “etnicidad atribuida” y que
Sin embargo, la inseparabilidad que existe en- quedaron expuestos a la violencia estatal y paraes-
tre las construcciones de lo étnico y las relaciones tatal de manera sumamente ineludible e indefensa.
de poder en que éstas se producen, reiteramos, Ello fue destruyendo las bases de un tipo de militan-
obliga a explicitar las particularidades materiales a cia política partidaria de paraguayos en Argentina,
las que son sometidos estos sujetos. Vale decir, la aunque también en buena parte derivó de la inter-
vulnerabilidad o la subalternidad no se reduce al vención política a las instituciones que hasta enton-
campo simbólico, sino que se manifiesta claramen- ces parecían -o pretendían- estar ajenas al proceso
te en la producción y reproducción de estos sujetos militante paraguayo en la Argentina.
(y su situacionalidad)7. Y esa situacionalidad no só- Así, un porcentaje considerable de aquella mili-
lo empezó a explicitarse claramente entre los 60 y tancia de paraguayos exiliados por las dictaduras
70 sino que se vio profundizada de manera con- del vecino país se desplazó hacia -y se incorporó en-
tundente con las políticas neoliberales de los 90. El los ámbitos “socioculturales”, transformándolos
neoliberalismo, plagado de discursos sobre la progresivamente en “tierras liberadas” en las cuales
“apertura de las fronteras”, se vio completado por iniciaron procesos políticos de un altísimo impacto
una política exactamente opuesta entre capitales y en la construcción de la “comunidad paraguaya”
trabajadores. La globalización, herramienta privile- en Argentina. No casualmente nacieron desde esas
giada de las justificaciones de las medidas econó- organizaciones fuertes cuestionamientos, no sólo a
micas del paradigma del Consenso de Washington, la dictadura stronista, sino también a las formas vio-
implicó un doble juego respecto de las fronteras: a lentas de la democracia argentina, sus modos de
medida que se abrían para las mercancías y los ca- discriminación y sus vulneraciones en materia mi-
pitales (de diferente tipo), se cerraban para los in- gratoria. También nacieron desde allí los reclamos
migrantes. Y buena parte de la justificación para más actuales respecto del Paraguay en lo que refie-
esta segunda operación fue la criminalización de re a los derechos ciudadanos, al derecho al voto y,
las migraciones; una criminalización que no era progresivamente, al derecho a no migrar, forma sin-
gran novedad en la Argentina sino que se monta- tética de dar cuenta de cada uno de los reclamos
ba, por un lado, al periplo que iniciado a mediados que estos paraguayos le han planteado al Estado de
de los 60 se había fortalecido con las políticas de la origen en tanto responsable de su exilio y de la per-
dictadura militar de 1976 a 1983 y, por otro, a la manente salida de compatriotas hacia la Argentina.
ley de Migraciones que esa misma dictadura había En ese sentido, muchas organizaciones que nacie-
sancionado en 1981. ron definiéndose como “a-políticas” hoy se han
Por ello, la criminalización de los inmigrantes la- transformado en ámbitos de fuerte polémica políti-
7 Sobre la especificidad de la rela-
ción entre “vulnerabilidad y mi- tinoamericanos que caracterizó a la Argentina de ca, con participación partidaria y con interpelacio-
gración” ha avanzado la Comisión los 90 tenía fuertes antecedentes. En ese sentido, el nes respecto del Estado de origen y de destino. De
sobre Derechos Humanos de la Operativo Cóndor funcionó también como un mo- ahí que esas organizaciones generen permanente-
ONU. Jorge Bustamante (2002) es do de etnicización en términos étnico nacionales de mente conjuntos de demandas que son presenta-
uno de los autores que ha siste-
los inmigrantes latinoamericanos en nuestro país. Y dos en ambos países y que se constituyen en ejes
matizado y analizado algunas de
las elaboraciones realizadas en ese esa etnicización también fijó las formas legítimas e centrales o, para algunos, en la misma razón de ser
marco y las violaciones de facto a ilegítimas de funcionamiento, no sólo en términos de las organizaciones.
los derechos de los inmigrantes. simbólicos sino también en forma física, material: la

48
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49
Border, mi investigación acerca de la frontera se di-
Procesos de identificación en la frontera ferencia de la postura de aquellos autores que la
entre México y los EE.UU. han descripto usando metáforas como “cruzando
fronteras”, “híbridos”, etc. (Rosaldo, 1989; Anzal-
dúa, 1987; García Canclini, 1990; Hicks, 1991; Cal-
derón y Saldívar, 1991; Saldívar, 1997; Gómez-Pe-
ña, 1988, 1991; Harrison y Montoya, 1998; etc.),
porque creo que tienden a homogeneizarla, como
si hubiera una sola cultura e identidad fronterizas, o
un único proceso de hibridación. Pienso, en cam-
bio, que la realidad fronteriza va más allá de la figu-
ra consagrada del “cruzador de fronteras” que se

P
ha tornado hegemónica a partir de los estudios nor-
Por Pablo Vila or diferentes razones, en los últimos teamericanos. En este sentido, mi investigación
quince años la frontera entre México y busca evitar los problemas en que incurren otros es-
Profesor asistente de Sociología los Estados Unidos se ha convertido en un tema tudios, problemas que identifico teóricamente en
en la División of Social and caliente desde el punto de vista de los procesos de Ethnography at the Border y que cuestiono empíri-
Policy Sciences, University of construcción identitaria. En el lado mexicano de la camente en Crossing Borders. Reinforcing Borders y
Texas, San Antonio, y profesor línea internacional, la cuestión siempre debatida Border Identifications. A mi entender, estos proble-
de Sociología en Temple del grado de influencia de la cultura norteamerica- mas son los siguientes:
University, Filadelfia. Ha na en las poblaciones fronterizas se volvió crucial - En primer lugar, la confusión del lado ame-
publicado diversos artículos cuando México decidió, a mediados de los 80, lle- ricano de la frontera con la frontera misma, lo
sobre temas de cultura e var adelante la implementación del Tratado de Li- que significa que muchos ciudadanos mexicanos
identidad y sobre música e bre Comercio con los EE.UU. Del lado norteameri- no se sienten representados por la frontera tal cual
identidad en la Argentina, en cano, en tanto, nuevos desarrollos de las ciencias es descripta por la actual teoría hegemónica de los
particular sobre tango, folklore sociales, ligados a ciertas posturas posestructura- estudios norteamericanos. Para aquellos investiga-
de fusión y rock nacional, así listas, hicieron de esta frontera el epítome del lu- dores que realizan estudios fronterizos desde el la-
como artículos teóricos sobre la gar donde los procesos de hibridación y de “cruce do mexicano de la línea divisoria es difícil ver a és-
relación entre música y narrativas de fronteras” se daban a pleno. Como resultado ta como una mera metáfora, como la posibilidad
identitarias. de todo esto, y dado el exquisito trabajo de teóri- por excelencia de todo cruce, proceso de hibrida-
cos de la talla de Gloria Anzaldúa, Renato Rosal- ción y tropos similares. Una cosa es escribir sobre
do, Néstor García Canclini, etc., la frontera entre la metáfora, otra muy diferente es cruzarla (y es-
México y los EE.UU. se transformó en la frontera perar en el puente por lo menos una hora) diaria-
por excelencia. mente.
Sin embargo, cuando uno hace etnografía en - El segundo problema con la actual teoría es su
esta frontera encuentra cosas bastante distintas a fracaso al considerar la posibilidad teórica de
las que plantean ambas propuestas. Por lo tanto, mi que la fragmentación de la experiencia pueda
acercamiento a la temática de las identidades y las llevar a un reforzamiento de las fronteras en
identificaciones que allí tienen lugar se diferencia lugar de a una invitación a cruzarlas. “Cruzan-
de los referidos más arriba en varios aspectos. Co- do fronteras”, en lugar de “reforzando fronteras”,
mo planteo extensamente en Ethnography at the es la metáfora preferida por este tipo de estudios.

50
Descripciones idílicas de los habitantes fronterizos encarnación del nuevo sujeto privilegiado de la his-
como paradigmáticos “cruzadores de fronteras” no toria-, no sólo silencia la experiencia de otros acto-
dan lugar a la aparición de actores sociales que, por res fronterizos sino que también reclama para sí el
distintas razones, quieren reforzarlas. Por lo tanto, monopolio de la virtud. Cuando uno lee algunas
pienso que la metáfora “del cruce” que proponen narrativas fronterizas hegemónicas pareciera como
autores como Anzaldúa es cierta, pero parcial. Ne- si el narrador se transformara en lo que Stuart Hall
cesitaríamos complementarla con alguna otra que (1991) llama “el escritor como oficial de relaciones
refiriera al “reforzamiento”, porque mucha gente públicas”. Es decir, el futuro de los estudios de fron-
no desea cruzarlas, o vivir “en fronteras y márge- tera está en peligro si no cambia su actual carácter
nes, manteniendo intacta la identidad y la integri- de “relaciones públicas” por una descripción más
dad personal siempre cambiantes y múltiples”, co- compleja de la realidad de la frontera entre México
mo plantea esta autora. Por el contrario, mucha y los EE.UU.
gente quiere reforzarlas, y la tarea de la teoría y los - Finalmente, pienso que los estudios hegemoni-
estudios es, precisamente, tomar en cuenta las múl- zados por su versión norteamericana tienen la ten-
tiples lecturas de esta realidad fronteriza donde di- dencia a confundir el compartir una cultura con
ferentes narrativas coexisten en un mismo lugar. compartir una identidad. Cuando uno vive o via-
- El tercer problema con los estudios de fronte- ja por la frontera se hace inmediatamente claro que
ra en su versión norteamericana es su tendencia a una cultura muy similar florece a ambos lados de la
caracterizar a aquellas personas que viven en línea internacional, un hecho que ha dado apoyo a
fronteras, los “híbridos”, como teniendo algún la idea de la frontera como un “tercer país”. Esta
tipo de estatus ontológico privilegiado, en tér- metáfora es usualmente acompañada por la idea de
minos de género, clase, etnicidad, nacionalidad, que los mexicanos fronterizos y los méxicoamerica-
etc. En este sentido, los estudios de frontera tien- nos construyen sus identidades sociales y culturales
den a identificar un sujeto que clara e indubitable- de manera muy similar. Mi crítica al respecto es que
mente “resiste”, y una estructura social que, casi es muy posible compartir aspectos de una misma
sin contradicciones, siempre “oprime” (Grossberg, cultura al mismo tiempo que se desarrollan narrati-
1996). Esto nos hace perder de vista la situación vas identitarias muy diferentes, al punto, en algunas
mucho más complicada de la frontera geográfica, circunstancias, de construir al “otro tipo de mexica-
donde la gente constantemente se mueve de posi- no” como al “otro” denostado.
ciones de “resistencia” a posiciones de “opresión”; A pesar de lo que plantea la actual teoría de
por ejemplo, cuando los nativos de Juárez, que son frontera norteamericana, en algunas situaciones el
“oprimidos” por la formación discursiva norteame- compartir ciertos elementos de la misma cultura no
ricana que los trata como a los “otros”, aplican el significa, necesariamente, compartir una misma
mismo tratamiento a los “otros” mexicanos que identidad. Lo opuesto puede ser lo que realmente
vienen del sur del país, pidiendo -como hicieron al- ocurra, y gente que aparece como culturalmente
gunos de mis entrevistados- el establecimiento de muy similar puede considerarse a sí misma como
una frontera en el norte de México, a fin de parar muy diferente. Si ésto no es así, ¿cómo se puede
definitivamente la “indeseable” inmigración desde explicar que muchos méxicoamericanos que cele-
el sur. En la manera en que es caracterizado por al- bran con orgullo las fiestas patrias mexicanas, co-
gunos representantes de la actual teoría hegemóni- men comida mexicana, hablan castellano y cantan
ca, el chicano cruzador de fronteras, o el híbrido - canciones mexicanas, simultáneamente aplaudan

51
todos los esfuerzos de las autoridades norteameri- la propuesta de que la identidad híbrida fuera el
canas para parar la inmigración (legal o ilegal) de epítome de la identidad fronteriza, sino que tam-
los mexicanos “reales”, que para muchos de ellos bién plantea que “la evidencia limitada con que
representan al “otro” por antonomasia? ¿Cómo se contamos (...) indica que la subjetividad en la fron-
debería interpretar el caso de los mexicanos fronte- tera méxico-americana se mantiene como fuerte-
rizos que continuamente mezclan el castellano con mente mexicana” (ver también Heyman 2001). El
el inglés (“No pude parquear la troca”, “Vamos a mismo autor ha hecho una muy buena investiga-
comernos unas winnies”, etc.), comen hamburgue- ción etnográfica sobre los oficiales de la patrulla
sas en McDonalds, van muy seguido al “otro lado” fronteriza de origen mexicano en El Paso (2002).
a comprar mercaderías norteamericanas, escuchan Al mismo tiempo, hay otros autores que o direc-
rock norteamericano, etc., y al mismo tiempo criti- tamente hacen mención al carácter conflictivo de la
can constantemente a los gringos (y a sus primos, frontera, o investigan las tensiones raciales y étnicas
los méxicoamericanos) por su consumismo sin lími- que caracterizan al suroeste norteamericano, como
tes y su racismo? Una cosa es hablar de la frontera es el caso de David Gutierrez (Walls and Mirrors:
como un “tercer país” culturalmente -que es lo que Mexican Americans, Mexican Immigrants, and the
sostienen Paredes (1978) y Anzaldúa-, pero otra Politics of Ethnicity, 1995) y George Sánchez (Beco-
muy distinta es plantear que tal país tenga una ming Mexican American: Ethnicity, Culture and
identidad homogénea. Identity in Chicano Los Angeles, 1900-1945, 1995).
Es decir, si por un lado en los EE.UU. los estudios Los trabajos de Manuel Peña, The Texas-Mexican
de frontera fueron hegemonizados por intelectua- Conjunto (1985) y su más reciente The Mexican
les ligados a la literatura, como Anzaldúa, Rosaldo, American Orquesta (1999), también revelan la ten-
Saldívar, Gómez-Peña, etc., tales estudios tienen sión étnica y de clase que existe entre muchos ciu-
una trayectoria empírica muy importante ejemplifi- dadanos mexicanos y méxicoamericanos. Etnogra-
cada por el magnífico trabajo de gente como Oscar fías más recientes, como las de Scott Cook (Mexican
Martínez (1994) y Carlos Vélez-Ibáñez (1996), entre Brick Culture in the Building of Texas, 1800s-1980s,
otros. Sin embargo, en términos de procesos iden- 1998) y Alan Klein (Baseball on the Border. A Tale of
tificatorios se observan ciertas limitaciones. Por Two Laredos, 1997), también ilustran claramente las
ejemplo, si bien estos autores han escrito espléndi- relaciones conflictivas y los problemas concomitan-
dos trabajos donde el conflicto entre anglos y me- tes que aquejan a los habitantes fronterizos.
xicanos ocupa un lugar central, el conflicto intra-ét- Es interesante hacer notar que cuando comen-
nico entre ciudadanos mexicanos y méxicoamerica- cé mi trabajo de campo, a principios de los 90, la
nos o es directamente negado o es considerado co- postura académica hegemónica en el lado mexica-
mo algo totalmente secundario. Obviamente, no no estaba ubicada en las antípodas de la posición
todos los estudiosos que hicieron trabajos empíricos asumida por los teóricos norteamericanos. Acorde a
sobre la frontera México-EE.UU. han sido influen- esto, para muchos estudiosos mexicanos, los mexi-
ciados por dichas metáforas. En tal sentido, un canos fronterizos no eran cruzadores de fronteras
buen ejemplo es Josiah Heyman (1994), quien no sino que representaban lo más tradicional de la cul-
sólo nos recuerda que al menos hasta 1994 no ha- tura y la identidad mexicanas. Claramente influen-
bía estudios etnográficos acerca de los procesos de ciada por lo que estaba ocurriendo hacia fines de
construcción identitaria en la zona -hechos a ambos los 80 y principios de los 90 (la aprobación del Tra-
lados de la frontera simultáneamente- que avalaran tado de Libre Comercio y el posible deterioro de la

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cultura e identidad mexicana debido a la alianza contraste con la otredad cultural de los extranjeros
con el gigante del norte), en México se dio una dis- con los que se convive y se interactúa cotidiana-
cusión académica muy interesante sobre la existen- mente. Culturalmente hablando, en la frontera nor-
cia (o falta) de una particular “cultura fronteriza”. te lo mexicano es lo no-gringo (Bustamante, 1988;
Tal discusión estaba usualmente ligada a un debate Paredes, 1978; Lozano Rendón, 1990).
mayor sobre la mexicanidad y las identidades cultu- Mi objetivo al investigar temas de cultura e
rales y sociales en la frontera. De este modo, se ob- identidad en la frontera no fue ni “ejemplificar”
serva que a comienzos de los 90 ambos lados de la con un trabajo empírico en una región geográfica
disputa estaban firmemente establecidos, sobre to- en particular lo que los intelectuales posmodernos
do en relación a este último tópico. estaban postulando en sus escritos teóricos (el pe-
Algunos cientistas sociales mexicanos argumen- cado de la mayoría de los intelectuales enrolados en
taban que el proceso de transculturación en la fron- la versión norteamericana de la teoría de frontera),
tera norte de México era muy pronunciado (la pos- ni “calmar” las ansiedades mexicanas sobre los po-
tura asumida por la teoría de frontera versión nor- sibles efectos perniciosos en términos de cultura e
teamericana), pero veían ésto como algo muy nega- identidad que muchos mexicanos asociaban al pa-
tivo, en lugar de celebrar tal transculturación como saje del Tratado de Libre Comercio con los EE.UU.
lo hacían los teóricos norteamericanos. De acuerdo Por el contrario, mi objetivo fue investigar el com-
a los estudiosos mexicanos que sostenían esta posi- plejo proceso de identificación que, en una u otra
ción, el resultado de tal proceso de transculturación forma, organiza el comportamiento de los actores
no sólo implicaba el debilitamiento de la identidad en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso. En es-
mexicana en la región sino, también, la presencia te sentido, no presupuse que la mexicanidad o la hi-
de anomia y desorganización social. Los académi- bridez eran las marcas identitarias que funcionaban
cos más importantes detrás de esta postura eran como organizadores principales de las prácticas so-
Carlos Monsiváis (1978, 1981), quien si bien la sos- ciales en la frontera; lo que hice fue permitir a los
tuvo hasta bien entrados los 80 cambió de idea ha- actores fronterizos presentar sus propias narrativas
cia mediados de los 90, y Ma. Luisa Rodríguez Sala sobre las identidades complejas que, en las prácti-
(1985). La descripción que hace Monsiváis de la cas cotidianas, ellos creen poseer.
frontera como “el resumidero de un país” es sufi-
cientemente explícita y resume bien sus ideas inicia- Nuevas teorías de identificación en la frontera entre
les sobre la cultura y la identidad en esta zona. México y los EE.UU.
Otros investigadores, en cambio, argumenta-
ban que no sólo la mexicanidad no se había perdi- Pienso que los estudios sobre cultura e identi-
do en la frontera, sino que, por el contrario, la iden- dad en la frontera México-EE.UU. se podrían bene-
tificación nacional mexicana en la frontera era más ficiar de los desarrollos recientes de las teorías sobre
fuerte que en otras regiones del país. Dicho de otro la identidad. Concuerdo con muchos investigadores
modo, estos estudiosos estaban hablando de los en que la síntesis entre varias escuelas, en principio
“reforzadores de frontera” en lugar de los cruzado- desconectadas entre sí -propuesta hecha por James
res de frontera como los actores fronterizos más im- Holstein y Jaber Gubrium (2000)-, es un punto de
portantes: “... en la frontera norte de México la di- partida indispensable para cualquier nuevo estudio
ficultad (en definir qué es la cultura nacional) es sobre el proceso de construcción de identidades.
menor, porque la cultura nacional se define por Por otra parte, creo firmemente que los trabajos de

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Ernesto Laclau, Chantal Mouffe y Salvoj Zizek son algunos ingredientes teóricos más para entender
cruciales para entender cómo funciona el proceso mejor los procesos identificatorios que ocurren en
de oferta de aquellas identidades que luego la gen- la región. En primer lugar, el poder de “filtrado”
te, eventualmente y en relación a la construcción de que tienen las tramas narrativas en relación a las
la hegemonía en un tiempo y lugar específicos, usa- formaciones discursivas en general; es decir, yendo
rá en sus procesos identificatorios. A mi entender, un paso más allá de los aportes de Laclau, Mouffe
estos autores ofrecen la mejor propuesta con que y Zizek. En segundo lugar, introduciendo alguna
contamos hoy día para entender por qué algunas conceptualización acerca de la “trayectoria” o “la
interpelaciones, y no otras, aparecen en ciertas for- existencia de algunos puntos nodales más centrales
maciones discursivas, cuál es el proceso que la gen- que otros, los cuales, a través del tiempo, organizan
te utiliza para lidiar con las múltiples opciones que la experiencia”, o algo similar, para dar cuenta del
se les abren en sus procesos de identificación, y có- hecho de que las personas no comienzan desde ce-
mo la lucha por el poder siempre está presente en ro en cada nueva interacción social su proceso de
todas las instancias que caracterizan a los procesos construcción identitaria; esto es, yendo más allá de
de construcción identitaria. las ideas de Holstein y Gubrium acerca de los pro-
Sin embargo, lo que está ausente en su propues- cesos “locales y situacionales” de construcción
ta es un análisis de las prácticas sociales concretas identitaria. Es con este tipo de adiciones que las
por medio de las cuales los actores, en el curso de propuestas de Laclau, Mouffe y Zizek, por un lado,
sus interacciones, construyen sus identificaciones. y Holstein y Gubrium, por el otro, podrían hacerse
Dichas prácticas, usualmente prácticas narrativas compatibles (algo que ahora no son, ya que no se
(pero no únicamente narrativas), son precisamente mencionan para nada unos a los otros en sus escri-
las que Holstein y Gubrium iluminan con claridad. tos) y podrían ser productivamente aplicadas al en-
Pero su propuesta, a la vez, sufre de una carencia tendimiento de un campo de relaciones sociales tan
opuesta porque estos autores, al usar un acerca- complejo como es la frontera.
miento foucaultiano para entender los “discursos en En este sentido, concuerdo plenamente con
la práctica”, pierden los sutiles matices que Laclau, Hall (1996) cuando afirma que entender el proceso
Mouffe y Zizek agregan a un acercamiento teórico, de construcción identitaria no sólo requiere que el
donde la resistencia a los discursos institucionales no sujeto sea “llamado” a ocupar una posición social
está completamente desarrollada. Al mismo tiempo, en particular por el discurso hegemónico, sino tam-
considero que la introducción que hacen Holstein y bién que dicho sujeto “invierta” en esa posición so-
Gubrium de Harold Garfinkel y Erving Goffman pa- cial. La teoría de la interpelación, propuesta por Alt-
ra mediar a Michel Foucault aún no es suficiente pa- husser, así como la teoría de la construcción del su-
ra entender por qué la gente acepta los discursos jeto como “efecto” del discurso, propuesta por
hegemónicos y construye ciertas narrativas identita- Foucault, dan cuenta del “llamado” o del proceso
rias para entender quiénes son. por el cual se construyen posiciones de sujeto den-
Adicionalmente, pienso que ambos acercamien- tro de formaciones discursivas particulares, pero de-
tos teóricos pierden de vista algo que aparece de jan sin responder por qué dicho sujeto invierte en
manera prominente cuando uno hace etnografía en tal particular versión de una posición de sujeto y no
lugares como la frontera entre México y los EE.UU. en otra. Por qué, por ejemplo, una persona que es
Mi planteo es que en el caso de culturas locales tercera generación mexicana, que vive en los
conflictivas, como es la frontera, hay que agregar EE.UU., es hombre, abandonó la escuela secunda-

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ria, es heterosexual y trabajador decide invertir en la es la idea de Jean-François Lyotard de que el sujeto
posición de sujeto “mexicano”, en lugar de hacerlo es un proyecto práctico de la vida cotidiana, el cual
en las posiciones de sujeto “méxicoamericano”, es “articulado localmente, reconocido localmente,
“American of Mexican descent” o “chicano”. y del que hay que hacerse responsable localmente”
Considero que es precisamente aquí donde la (mi traducción). En la frontera esto significa que las
teoría narrativa puede ayudar a entender por qué diferentes construcciones que la gente hace de la lí-
ciertas interpelaciones “pegan” donde otras fraca- nea divisoria internacional (como barrera, como
san. Mi idea (Vila, 2000) es que los eventos sociales oportunidad, como metáfora de otras fronteras
son construidos como “experiencia”, no sólo en re- personales más importantes, etc.) entran en el sen-
lación a discursos que les proveen de sentido en ge- tido común de la región a través de las distintas tra-
neral, sino también en relación a tramas narrativas mas argumentales que la gente desarrolla para en-
que los organizan coherentemente. Así, es precisa- tenderse a sí misma y comprender quiénes son los
mente la trama argumental de mi narrativa identi- “otros”. En otras palabras, los procesos de cons-
taria la que guía el proceso de selectividad de lo trucción de la identidad y de la frontera misma es-
“real”, que es concomitante con toda construcción tán, muchas veces, altamente relacionados.
identitaria. En esta selección de lo “real” también Sin embargo, la frontera no es sólo una, sino
se incluye la relación que establecemos entre nues- múltiple, en el sentido de que no sólo diferentes ac-
tra trama narrativa y las múltiples interpelaciones y tores construyen fronteras distintas e identidades
tropos que la cultura en general (y los sistemas cla- diversas, sino también porque tales fronteras diver-
sificatorios en particular, en el caso de las interpela- gentes adquieren un peso específico distinto en re-
ciones) nos ofrece para identificarnos. Lo que plan- lación a las diversas posiciones de sujeto (y las dife-
teo es que las múltiples interpelaciones y tropos rentes narrativas que tratan de dar cuenta de tales
que nos circundan son, de alguna manera, evalua- posiciones) que dichos actores deciden usar en sus
dos en relación a la trama argumental de nuestra procesos identificatorios. En el curso de mi investi-
narrativa identitaria, de manera que tal evaluación gación, por ejemplo, se hizo muy claro que la fron-
gatilla un complejo proceso de negociación entre tera era, por diferentes motivos, un recurso muy va-
narrativas, interpelaciones y tropos. lorado para diversos actores fronterizos: trabajado-
Holstein y Gubrium también tratan de entender res indocumentados en búsqueda de un salario en
cómo las posiciones de sujeto que los discursos les dólares en el “otro lado”; juarenses que aprove-
ofrecen a los actores sociales (su fuente más impor- chan los precios diferenciales y compran ropa y ar-
tante en este sentido es Foucault y la terminología tículos electrónicos en El Paso; fronterizos que usan
que usan para nombrar esta oferta de identidad es la frontera para “elevarse” en su estatus social den-
“discursos en la práctica”) son voluntariamente in- tro de México porque viven en las cercanías de un
corporadas en su repertorio de identidades. Las “país del primer mundo”; anglos pobres que conti-
fuentes teóricas más importantes que usan estos nuamente usan los sistemas de asistencia médica y
autores para entender esta otra parte del proceso dental de México porque son mucho más baratos
de construcción identitaria son Garfinkel, Goffman que los norteamericanos, etc.
y Sacks, con algunos teóricos de la narrativa mez- Al mismo tiempo, la presencia de la frontera es
clados aquí y allá, y la terminología que usan para considerada como un problema, por diversas razo-
referirse a esta parte de su proyecto teórico es nes, para otros actores fronterizos: juarenses que se
“prácticas discursivas”. Su punto de partida teórico sienten “invadidos” por los inmigrantes sureños

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que también quieren aprovechar las oportunidades ro no tiene ningún sentido cuando se aplica a mu-
económicas que brinda la frontera; paseños que chas otras ciudades fronterizas, como Agua Prieta,
creen a pies juntillas que “todos los problemas so- por ejemplo. Si nos movemos del género a la posi-
ciales y la pobreza de la ciudad están relacionados ción de sujeto que habitualmente identificamos co-
con los mexicanos”, etc. Inclusive, no es infrecuen- mo “clase”, un méxicoamericano de clase media al-
te que una misma persona, en situaciones diferen- ta viviendo en la frontera no puede obviar el hecho
tes, pueda construir la frontera de la manera con- de que su identidad de clase tiene que lidiar con el
tradictoria descripta más arriba. Sin embargo, esta discurso tan extendido en la región que sostiene
“frontera de las oportunidades o frontera de la de- que “toda la pobreza es mexicana”.
sesperación” (para simplificar algo que es muchísi- En este sentido, acuerdo completamente con La-
mo más complejo) no es vivida como tal in toto por clau (2000) cuando plantea que “ganamos muy po-
los distintos actores fronterizos, sino que está alta- co, una vez que concebimos a las identidades como
mente mediada por las diversas posiciones de suje- convicciones colectivas complejamente articuladas,
to que dichos actores ocupan más allá del paradig- al referirnos a las mismas a través de designaciones
mático “cruzador de fronteras” de la teoría de fron- tan simples como clases, grupos étnicos, etc., que
tera hegemónica norteamericana. son, en el mejor de los casos, nombres de puntos de
Lo que quiero plantear aquí es que la construc- establización transitorios. La tarea realmente impor-
ción de la frontera en sí misma y la construcción de tante es entender las lógicas de su constitución y di-
las distintas identidades fronterizas que ésta implica solución” (mi traducción). Como “puntos de estabi-
están mediadas por las diferentes identidades re- lización transitoria”, las clases sociales, los grupos
gionales, étnicas, nacionales, de clase, de género, raciales, étnicos y religiosos, etc. (es decir, aquellas
etarias y/o religiosas (sólo por nombrar algunas de identidades grupales que median la frontera), ofre-
las más importantes) que la gente también constru- cen diferentes posiciones de sujeto con las que la
ye en la región fronteriza; identidades que, por su- gente se puede identificar siguiendo los discursos lo-
puesto, son en sí mismas construidas de una mane- cales disponibles que, conflictivamente, tratan de
ra particular por la presencia de la propia frontera. dar sentido a dichas posiciones. Aquí nos topamos
De esta manera en mi trabajo de campo, por ejem- con un lenguaje que da cuenta de la conflictiva lu-
plo, se hizo rápidamente evidente que las mujeres cha por el poder que, de algún modo, está ausente
juarenses muchas veces tienen que lidiar con la de la formulación que proponen Holstein y Gu-
imagen altamente estereotipada de que poseen brium. Es decir, la “cultura fronteriza local” que da
“valores morales dudosos” -en el mejor de los ca- las pautas para que toda identidad fronteriza sea
sos- o directamente son “prostitutas” -en el peor-, “articulada localmente, reconocida localmente, y de
por el mero hecho de ser de Juárez. En este ejem- la que hay que hacerse responsable localmente” no
plo, una posición de género es cruzada por un par- proviene de la nada y se queda allí para siempre, si-
ticular discurso de género fronterizo, esto es, si- no que está siendo constantemente formulada y re-
guiendo a Holstein y Gubrium, una identidad de formulada por las luchas simbólicas cuya meta es ce-
género que es “articulada localmente, reconocida rrar el sentido de una manera en particular.
localmente, y de la que hay que hacerse responsa- Para complicar aún más las cosas, a la conside-
ble localmente”. Este peculiar discurso de género ración de que la construcción social de la frontera
fronterizo se aplica a Ciudad Juárez (y tal vez a un per se está complejamente entretejida con las innu-
puñado de ciudades fronterizas como Tijuana), pe- merables identidades que la gente actúa en la vida

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diaria, tenemos que agregar el hecho de que tales entre los fronterizos, o cómo la frontera es una
identidades diversas se median las unas a las otras oportunidad que mucha gente usa para trascender
y a la manera en que los distintos actores sociales los límites y las barreras. Pero tales controversias
experimentan la frontera. El caso más extremo en son mediadas por las diferentes posiciones de suje-
mi investigación ocurre entre los pentecostales, pa- to con las cuales los distintos actores sociales se
ra los que la frontera geográfica prácticamente de- identifican en la región, tales como sus identidades
saparece de su universo simbólico. Como ilustra- religiosas (donde ser más católico es generalmente
ción de lo que estoy planteando volvamos por un ligado con ser más mexicano), sus identidades de
instante al ejemplo que mencioné anteriormente de género (donde ser más machista es usualmente pa-
una mujer de Juárez que migra al interior de Méxi- rangonado por mucha gente con ser más mexica-
co y que muchas veces es interpelada como “pros- no), sus identidades de clase (donde ser pobre es
tituta” debido al particular traslape de su identidad muchas veces relacionado con ser mexicano), etc. A
de género con su identidad regional. Si tal mujer su vez, mucha gente construye la frontera como
también construye localmente su identidad en una una posibilidad de trascender límites, pero al mismo
iglesia pentecostal, es mucho más factible que sea tiempo puede ser usada para reforzarlos. Sin em-
interpelada simplemente como un “alma salvada”, bargo, la gente cruza o refuerza dichas fronteras no
sin tener en cuenta para nada ni su identidad de como un cruzador o un reforzador paradigmático,
género ni su identidad regional. Por lo tanto, lo que sino a través de las múltiples identidades diferentes
he tratado de mostrar en mi investigación es cómo que actúan cotidianamente en la región.
algunas identidades raciales, étnicas, regionales, re- En este sentido, podríamos decir que en la fron-
ligiosas, de género y de clase parecen tener más o tera la gente vive en un medio en donde hay infini-
menos “fronteras geográficas” dentro de sí que dad de mensajes identitarios acerca de qué tipo de
otras identidades del mismo tipo, mostrando cómo personas pueden ser y una infinidad de significan-
la frontera socialmente construida tiene diferente tes del yo con el que la gente se puede identificar
peso específico para distintos tipos de identidad. (Holstein y Gubrium; Gergen, 1991). Sin embargo,
Esta es la razón por la cual no veo mucha rela- no todas las ofertas identitarias tienen el mismo pe-
ción entre mi manera de entender la frontera, y las so en el sentido común de la región y su capacidad
identidades que la cultura fronteriza auspicia, con el de “contactar” y “conquistar” a los actores sociales
típico debate intelectual mexicano que sostiene que es despareja. Aquí es donde la lucha por el sentido
en la frontera hay “más mexicanidad” (posición de de las diferentes posiciones de sujeto (¿Un hombre
Bustamante, Lozano Rendón, etc.) o “menos mexi- necesariamente tiene que se machista para ser con-
canidad” (posición asumida por Monsiváis, Rodrí- sierado realmente mexicano en términos de géne-
guez Sala, etc.) que en el resto de México. Es tam- ro? ¿Para ser norteamericano, uno tiene que ser un
bién la razón por la cual la imagen del “cruzador de consumista desenfrenado?, etc.), la lucha por la je-
fronteras” promovida por la versión norteamerica- rarquía de dichas posiciones en la frontera (¿Es mi
na es sólo una de las muchas posibilidades identita- identificación como fronterizo más importante que
rias que he encontrado en la región. mi identificación como mexicano?), y la lucha por la
En mi investigación quise mostrar cuán multifa- construcción simbólica de la frontera misma se po-
cética puede ser la situación de la frontera. Esto no ne, situacional y provisionalmente, en juego. Es
quiere decir que no tengamos un debate en la re- aquí donde Laclau, Mouffe y Zizek entran al esce-
gión acerca del grado de mexicanidad que existe nario nuevamente, porque algunos de los juegos de

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lenguaje a que se refieren Holstein y Gubrium, de- lo que constituye una ‘formación hegemónica” (mi
bido a razones hegemónicas, son mucho más “dis- traducción; en el texto de Laclau el significante refe-
ponibles localmente”, tienen mucho más “prestigio rido es “negro” y no “mexicano”).
local” y lucen mucho más “genuinos localmente”, Así, de acuerdo a Laclau y Mouffe, todo discur-
que otros. so trata de dominar el campo de la discursividad ex-
Al mismo tiempo, mi trabajo sobre identificacio- pandiendo cadenas significantes que fijan parcial-
nes en la frontera intenta ir más allá del uso que ha- mente el sentido de ciertos significantes flotantes.
cen Holstein y Gubrium de la teoría narrativa, para “Los puntos discursivos privilegiados que parcial-
comprender un poco mejor por qué la gente selec- mente fijan el sentido dentro de dichas cadenas sig-
tivamente llama a los juegos de lenguaje que luego nificantes son llamados puntos nodales o, según
utiliza para construir sus identidades. Sin duda, es- Lacan, points of caption (literalmente: puntos de
tos autores realizan un trabajo espléndido mezclan- hilván). El punto nodal crea y sostiene la identidad
do la teoría narrativa con Garfinkel, Goffman y de un discurso en particular construyendo un nudo
Sacks; sin embargo, un cambio de paso es necesario de sentidos bien definidos” (Torfing, 1999). Los
para comprender mejor por qué los actores sociales puntos nodales están a cargo del proceso de articu-
seleccionan determinados juegos de lenguaje en lu- lación que caracteriza una particular formación dis-
gar de otros, es decir, por qué la gente usa determi- cursiva que lucha por la hegemonía. Al mismo tiem-
nadas interpelaciones, categorías sociales, metáfo- po, creo que las tramas narrativas que la gente es-
ras e identidades narrativizadas, y no otras. Aquí es- tá acostumbrada a usar juegan una función muy
toy tratando de detallar (usando la teoría narrativa importante en cualquier proceso de identificación.
para complicar la postura teórica de Laclau) cuáles También pienso que en la frontera entre México y
son las especificidades de un lugar tan complejo co- los EE.UU. ciertas tramas narrativas son hegemóni-
mo la frontera entre México y los EE.UU. cas. Por lo tanto, la pregunta a hacerse aquí es:
Dicho esto, me parece muy pertinente lo que ¿Cuál es la relación que existe entre puntos noda-
plantea Laclau (2000): “Ciertos elementos discursi- les, significantes flotantes, acontecimientos, even-
vos cumplen un rol de anclaje -esto es lo que la no- tos y tramas narrativas? La relación, como no po-
ción de ‘Significantes Maestros’ o ‘puntos nodales’ dría ser de otra manera, es muy compleja.
implica-(…) el hecho de que en ciertos contextos po- Por un lado, una narrativa es un discurso en sí
líticos (‘mexicano’) pueda jugar el rol de significante mismo. Como tal, su construcción sigue todos los
maestro que organiza una serie de posiciones discur- pasos que Laclau y Mouffe han identificado para los
sivas no significa que (‘mexicano’) tenga un significa- discursos en general. Esto es, en cualquier narrativa
do definitivo independiente de todas las articulacio- cierto elemento discursivo privilegiado (el signifi-
nes discursivas. (‘Mexicano’) funciona, por el contra- cante maestro o punto nodal) juega un rol de ancla-
rio, como un significante puro, en el sentido de que je que, retroactivamente, articula el sentido de una
su función significativa dependerá de su posición en variedad de significantes flotantes. Consideremos,
una cadena significativa, posición que será determi- por ejemplo, una de las narrativas que yo encontré
nada parcialmente a través de asociaciones ‘significa- en mi trabajo de campo a manera de ilustración de
tivas’ (por ejemplo, la asociación de lo mexicano con lo que estoy diciendo. En una entrevista que condu-
la pobreza versus su asociación con el trabajo duro)... je con un grupo de inmigrantes mexicanas en El Pa-
y parcialmente a través de puentes verbales... El jue- so, una de las participantes (Norma) me contó la si-
go relativamente estable de todas estas posiciones es guiente historia:

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“Una muchacha que vive aquí en el callejón... te recibir servicios gubernamentales a pesar de ello;
una vez se peleó con un muchacho; o sea, ella tiene alguna gente no trabaja, pero aún así recibe servi-
un muchachito y el muchacho tiene otro muchachi- cios gubernamentales que se pagan con los im-
to y andaban ahí en los resbaladeros del parque. En- puestos de otra gente que sí trabaja; el gobierno no
tonces el muchacho va y quita al muchachito de ella es justo en la manera en que recauda impuestos y
para que se suba el de él y le dice: ‘Quítate de aquí, distribuye los servicios que se financian con dichos
hazte para allá para que suba m’hijo’, y le dijo ella: impuestos; “aquí” es donde yo vivo, trabajo y pago
‘¿Por qué lo quitas?’. Él dijo: ‘Sabes qué, este par- mis impuestos; mexicana es cualquier persona de
que nos pertenece a nosotros los de aquí, tú eres de ascendencia mexicana, independientemente de su
Juárez, tú no tienes nada que venir a hacer al par- nacionalidad, etc.
que’, y le dice ella: ‘Sabes qué, si yo vivo aquí a mí En el discurso implícito del “malo de la pelícu-
lo que como me cuesta y a ti no, a ti te mantiene el la” (el méxicoamericano que quitó al muchachito
gobierno con tu chavalo, yo pago impuestos, yo pa- del resbaladero) el punto nodal que retroactivamen-
go todo y tú no pagas nada’. Y sí, es cierto, porque te confiere una identidad totalmente diferente a los
¡toda la gente aquí tiene así de chavalos! y a todos mismos significantes flotantes es la idea de que los
estampillas. Fíjese, a mí nunca me han podido dar, derechos se adquieren con la ciudadanía. A partir
porque tengo esta garrita de casa, mi esposo traba- de este punto nodal los mismos significantes flotan-
ja, mi esposo tiene 67 años y él todavía trabaja, y yo tes hilvanados por el discurso de la amiga de Nor-
trabajo, y por eso no nos dan, tenemos dos hijos y ma significan algo completamente distinto: alguna
por eso no nos dan. Y yo le digo a él: ‘Tú deberías gente merece recibir los servicios gubernamentales
de dejar de trabajar ya, ya estate con tus años arri- que se financian con los impuestos (independiente-
ba, ya no puedes’. Le digo: ‘Hay muchos jóvenes y mente de quién los pague) porque son ciudadanos
mejor están acostados en el parque’, y le digo: ‘Y a de un determinado país; el gobierno es justo en la
esos son los que ayuda el gobierno y les da y los manera en que usa el dinero de los impuestos por-
mantienen, gente que está fuerte y uno que más y que protege a sus ciudadanos; “aquí” es donde Ud.
más le da al gobierno, es al que más y más le qui- nació y el país del que es ciudadano por nacimien-
tan’. ¿Por qué oiga, por qué es eso?”. to; mexicana es una persona que nació en México,
Esta es una narrativa completa con trama argu- independientemente de su etnicidad, etc.
mental, personajes, una secuencia (un comienzo, Sin embargo, cuando analizamos el mismo dis-
una parte intermedia y un final), y una postura mo- curso como una narrativa completa, nuestra inves-
ral acerca de lo que se está contando. Al mismo tigación tiene que cambiar de dirección. Esto es así
tiempo, esta narrativa es un discurso con un punto porque la formación discursiva es introducida en la
nodal que articula una serie de significantes flotan- narrativa a través de las acciones (tal como son con-
tes. En el discurso de Norma (e implícitamente en el tadas por la trama argumental) de ciertos persona-
de su amiga ausente), el punto nodal que hilvana jes en particular. En la narrativa que estamos anali-
los significantes flotantes es la idea de que los de- zando aquí dichos actores son la “heroína”, es de-
rechos se ganan cuando la gente trabaja. A partir cir, la amiga de Norma, la que es retratada como
de este punto nodal, los significantes flotantes “im- una inmigrante mexicana muy trabajadora que no
puestos”, “gobierno”, “aquí”, “mexicano”, etc., puede usar el sistema de bienestar social porque su
adquieren un particular sentido: alguna gente paga estatus inmigratorio se lo impide; y el “malo de la
sus impuestos porque trabaja, pero no se le permi- película” es el méxicoamericano flojo que no traba-

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ja pero que depende para su subsitencia de la ayu- maciones discursivas que luchan por la hegemonía
da pública que le brinda el gobierno. Tan pronto co- en un lugar en particular son definidas localmente
mo nos movemos, con la introducción de actores, y ganan la batalla por el sentido a un nivel diferen-
de un discurso en general a una narrativa personal te que el planteado por Laclau y Mouffe. Lo que
tenemos que concentrar nuestro análisis en las tra- quiero proponer aquí es que tanto la elección de un
mas narrativas (en lugar de los puntos nodales), y discurso étnico/nacional como la selección de la for-
en acontecimientos transformados en eventos (en mación discursiva que articula los significantes flo-
lugar de significantes flotantes a los cuales el signi- tantes “impuestos”, “gobierno”, “aquí”, “mexica-
ficante maestro, a través de su poder articulatorio, no”, etc., a través del punto nodal que plantea que
les confiere una particular identidad). los derechos se ganan cuando la gente trabaja, son
Por lo tanto, confrontada con la agresión del introducidos en la narrativa de Norma a través de la
muchacho méxicoamericano, la amiga de Norma mediación de una trama argumental que “constru-
tiene que construir una narrativa para entender qué ye” un particular tipo de personaje (el inmigrante
es lo que está pasando y establecer un sistema de mexicano muy trabajador) que “llama” a dichas for-
reciprocidades; aunque, por supuesto, que constru- maciones discursivas específicas en lugar de otras
ya una historia en términos étnico/nacionales no es para apoyar su existencia como personaje. En otras
obligatorio. La amiga de Norma podría fácilmente palabras, lo que crea la identidad de una formación
haber construido una narrativa diferente, en térmi- discursiva es, como plantean Laclau y Mouffe, el
nos de género por ejemplo, usando algún tipo de poder articulatorio del significante maestro o punto
discurso feminista (también disponible en la región) nodal, pero lo que construye la identidad de un ac-
que plantea que “todos los hombres” son autorita- tor social es la trama narrativa de la historia que es-
rios, más allá de su etnicidad o nacionalidad. Una tá siendo contada. La formación discursiva que re-
narrativa religiosa, que planteara que “los verdade- laciona “tener derechos” a “trabajar” ayuda a Nor-
ros cristianos” no se comportan de esa manera, hu- ma y a su amiga a apuntalar el particular personaje
biera sido posible también. Teóricamente, las posi- que su historia está construyendo. En otras pala-
bilidades de enmarcar el evento ocurrido en térmi- bras: diferentes personajes fronterizos “llaman” a
nos de una narrativa particular son ilimitadas. Sin diferentes formaciones discursivas.
embargo, la amiga de Norma decide enmarcar su Lo que estoy proponiendo aquí es que la función
narrativa en términos étnico/nacionales, mostrando de hilván que juega el punto nodal a nivel de los dis-
cómo para alguna gente tales historias son particu- cursos en general es jugada por la trama argumen-
larmente preferidas en la frontera entre México y tal a nivel de las narrativas identitarias. Dicho proce-
los EE.UU. Esto es, cuando algunos ciudadanos me- so de hilván en la narrativa ocurre cuando una tra-
xicanos como Norma tienen una confrontación con ma argumental es usada para, retroactivamente,
méxicoamericanos ambos actores parecen preferir transformar acontecimientos en eventos significati-
una trama étnico/nacional y no otras tramas narra- vos (desde el punto de vista del personaje creado
tivas para dar cuenta de lo que está pasando. por la trama narrativa). Los acontecimientos siempre
El hecho de que Norma y su amiga enmarquen estuvieron ahí, pero solamente devinieron en “even-
la narrativa sobre esta confrontación en términos tos significativos” cuando fueron incorporados den-
étnico/nacionales, en lugar de hacerlo usando un tro de una narrativa en particular, cuando fueron or-
discurso de género o religión, también nos muestra ganizados por una particular trama argumental. Los
cómo, en ciertas circunstancias, las diferentes for- mismos acontecimientos podrían haber sido entra-

60
mados de manera diferente (o no entramados en narrativa que un actor social en particular utiliza pa-
absoluto) por una trama narrativa distinta. ra transformar acontecimientos en eventos. El he-
Lo importante a tener en cuenta aquí es que la cho de que la mayoría de la gente que entrevisté en
interacción entre significantes maestros, significan- la frontera decidiera usar los puntos nodales que
tes flotantes y tramas narrativas es muy compleja. organizan el sentido y la identidad en términos de
Así, la interacción entre la trama narrativa y las for- región, etnicidad, raza y nación como sus tramas
maciones discursivas que compiten a nivel local narrativas centrales fue la razón por la cual empecé
puede llevar a dos resultados extremos (ambos muy mi reporte etnográfico siguiendo dichas tramas ar-
improbables): la total aceptación o el total rechazo gumentales. Mucha gente de la región organizó sus
de un discurso que está luchando por la hegemonía identidades religiosas, de género y de clase alrede-
por parte de un actor social que usa una trama na- dor de los significantes maestros de región, etnici-
rrativa en particular para construir su identidad; es- dad, raza y nación, de ahí que mi trabajo subsi-
to es, la total aceptación o el total rechazo del pro- guiente diera cuenta de tales posiciones de sujeto.
ceso de hilván realizado por el punto nodal. Con Así, para muchas de las personas que entrevisté
mucha más frecuencia ocurre que, para un actor en la frontera, el punto nodal “mexicanidad igual
social en particular, “algunos” de los significantes pobreza” (actualizado en la connotación que la ca-
flotantes no pueden ser hilvanados por el punto no- tegoría “mexicano” tiene para mucha gente en la
dal debido a la función de tamiz que cumple la tra- frontera, y en el uso de una gran variedad de metá-
ma narrativa que el actor está usando situacional- foras en relación a los mexicanos) está jugando, si-
mente, mientras otros significantes flotantes sí pue- multáneamente, el rol de anclaje que, según Laclau,
den ser hilvanados con más facilidad. La cantidad desempeñan ciertos elementos discursivos privile-
de significantes flotantes que una particular trama giados, y el rol organizador que la trama narrativa
narrativa permite que sea hilvanada, así como la tiene al transformar acontecimientos en eventos
“calidad” del hilván (algunos significantes maestros con sentido. Por lo tanto, mi planteo es que en la
pueden ser mucho más exitosos que otros en la ta- frontera entre Ciudad Juárez y El Paso la trama ar-
rea de hilvanar significantes flotantes al interior de gumental que sostiene que “toda la pobreza es me-
una peculiar trama narrativa) determinarán el tipo y xicana” ancla un juego estable de posiciones de su-
la calidad de la aceptación de la formación discursi- jeto en una particular formación discursiva que, en
va por dicho actor social en particular. los 90, era hegemónica en la región. Al mismo
Por lo tanto, mi posición es que cualquier for- tiempo, sin embargo, dicha formación hegemónica
mación discursiva que quiera pelear la lucha por la desde un comienzo (el “always already” de Jacques
hegemonía (la posición de Laclau) no sólo tiene que Derrida) estuvo amenazada por discursos fronteri-
hacerlo localmente, y a través de los diferentes me- zos alternativos (con significantes maestros alterna-
canismos de los “discursos en la práctica” (la posi- tivos, y/o articulaciones alternativas; es decir, con di-
ción de Holstein y Gubrium), sino que, más impor- ferentes interpelaciones y metáforas) y, fundamen-
tante aún, tiene que hacerlo en el campo de las di- talmente, por distintas tramas narrativas que trata-
ferentes historias que los actores sociales constru- ron de abrir de nuevo lo que tal sistema de equiva-
yen para entenderse a sí mismos y a los otros. Pien- lencias quiso fijar para siempre (Laclau, 2000).
so que en algunas ocasiones el punto nodal que hil- Por lo antedicho, entiendo que las diferentes
vana coherentemente ciertos significantes flotantes identidades fronterizas que encontré en el área de
en una formación discursiva coincide con la trama Ciudad Juárez-El Paso son los puntos de identifica-

61
ción provisionales producidos por las prácticas he- versas tramas narrativas que sostienen, entre otras
gemónicas que pelearon y ganaron (al menos por el cosas, que los sureños supuestamente son flojos,
momento) la lucha por la clausura del sentido en la religiosamente atrasados y más tradicionales en tér-
región. Así, los sistemas de categorías identitarias minos de su conducta de género; los fronterizos es-
regionales (sureños, norteños, fronterizos, juaren- tarían más orientados hacia el trabajo, y serían más
ses, paseños, texanos, etc.), étnicas (mexicano, mé- modernos en términos de religión y género; los me-
xicoamericano, chicano, hispano, latino, etc.), racia- xicanos supuestamente son más familieros, más re-
les (blanco, negro, asiático, indio, etc.) y nacionales ligiosos y menos obsesionados con el trabajo que
(mexicano o americano) que mucha gente usa pro- los americanos; los americanos serían más liberales
minentemente en la región no están ligados a nin- en términos de género, menos religiosos y estarían
gún “interés paradigmático predeterminado bajo el totalmente obsesionados con el trabajo, etc. En el
cual otros intereses e identidades pueden ser subsu- lado americano de la frontera, la etnicidad/raza y la
midos” (Torfing, mi traducción). Por el contrario, es- nación parecen jugar el papel de puntos nodales
tos significantes son significantes puros, vacíos, que que organizan cadenas específicas de equivalen-
funcionan como puntos nodales en diversas forma- cias, y otras tramas narrativas introducen estas for-
ciones discursivas construidas a partir de la lucha maciones discursivas en la identidad de los actores
acerca de, entre otras cosas, la manera significativa sociales allende la frontera.
de dividir regiones, naciones, razas y etnicidades. Resumiendo mi argumento, creo que para
Estas categorías identitarias centrales no son otra comprender mejor la complejidad de las identifica-
cosa que el producto de la hegemonización de un ciones que los actores sociales asumen en la fron-
campo de posiciones de sujeto diferenciales de la tera entre México y los EE.UU. no sólo tenemos
que habla Laclau. que combinar las propuestas de Holstein y Gu-
A través de un proceso distinto de hilvanado es- brium, por un lado, con las de Laclau, Mouffe y Zi-
tos signficantes pueden llegar a construir otro tipo zek, por el otro, sino que también tenemos que
de formaciones discursivas. Eventualmente, los sig- tener en cuenta el rol mediador que juega la tra-
nificantes “región”, “nación”, “raza” y “etnici- ma narrativa en relación al papel articulador que
dad” pueden perder su estatus de significantes cumplen los puntos nodales; esto es, cómo las for-
maestros, ser transformados en significantes flotan- maciones discursivas disponibles localmente son
tes y ser hegemonizados por otros principios articu- introducidas en las narrativas de las personas a
latorios que los construyan de manera diferente y través de las acciones (tales como las relata la tra-
desarrollen un sistema de categorías distinto alrede- ma argumental) de ciertos personajes. Así, lo que
dor de ellos (o que, inclusive, los pueden hacer de- proponen Hostein y Gubrium, esto es, combinar
saparecer totalmente de la nueva formación discur- los “discursos en la práctica” con la “práctica dis-
siva). Por el momento, sin embargo, estos puntos cursiva” para dar cuenta del proceso de construc-
nodales articulan muchas de las otras categorías ción del yo es, con las modificaciones que propon-
identitarias de la zona como, por ejemplo, las iden- go más arriba, muy apropiado para entender las
tificaciones religiosas, de género y de clase. identidades fronterizas: “La intersección de la
Al mismo tiempo, los puntos nodales más im- práctica discursiva con los discursos en la práctica
portantes que encontré en el lado mexicano de la es el espacio operativo donde tiene lugar la cons-
frontera (región y nación) cobran efectividad en las trucción del yo. La manera en la cual el yo puede
identidades de algunas personas a través de las di- ser historizado, los medios por los cuales la cons-

62
trucción del yo es interaccionalmente producida, BIBLIOGRAFÍA
qué tipos de historias se prefieren o las historias de
las que la gente se hace cargo localmente, las di- -ANZALDÚA, G. Borderlands/La Frontera: The New
mensiones del yo que son más prominentes en un Mestiza, Aunt Lute Books, San Francisco, 1987.
determinado lugar, y qué tipo de lenguaje del yo -BUSTAMANTE, J. “Identidad, cultura nacional y
es situacionalmente empleado, todo ello converge frontera”, en Malagamba, A. (ed.). Encuentros. Los
simultáneamente en la práctica interpretativa para Festivales Internacionales de la Raza, El Colegio de
articular y formar nuestras identidades” (mi tra- la Frontera Norte, Tijuana, 1988.
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En mi investigación sobre las identificaciones Borderlands: Studies in Chicano Literature, Culture,
fronterizas he tratado de mostrar las diferentes ma- and Ideology, Duke University Press, Durham, 1991.
neras en que el yo puede ser relatado en la zona. -COOK, S. Mexican Brick Culture in the Building of
He prestado particular atención a los tipos de rela- Texas, 1800s-1980s, College Station, Univesity
tos que son preferidos y actuados localmente, y los Press, Texas, 1998.
he denominado las tramas narrativas hegemónicas -GARCÍA CANCLINI, N. Culturas híbridas: Estrate-
de la región: toda la pobreza es mexicana, todos los gias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo.
problemas sociales de Juárez se deben a la inmigra- Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Méxi-
ción que arriba desde el sur de México, los méxicoa- co, 1990.
mericanos se están americanizando, etc. Dentro de -GERGEN, K.J. The Saturated Self: Dilemmas of
estos relatos, ciertas interpelaciones y metáforas Identity in Contemporary Life, Basic, New York,
ocuparon un lugar central en mi análisis: sureños, 1991.
fronterizos, norteños, chilangos, pochos, gabachos, -GÓMEZ-PEÑA, G. “Border Brujo”, en Weiss, R. y
gringos, etc.; así como las metáforas de las “ciuda- West, A. (ed.). Being América: Essays on Art, Litera-
des hermanas” o el tropo “primer mundo versus ture, and Identity from Latin America, White Pine,
tercer mundo”. Las dimensiones del yo que eran Fredonia, N.Y., 1991.
prominentes localmente también fueron analiza- ____________ “Documented/Undocumented”, en
das: el carácter regionalizado de las identidades re- Simonson, R. y Walker, S. (ed.) The Graywolf An-
ligiosas y de género, la etnización y nacionalización nual Five: Multi-Cultural Literacy, Graywolf, St. Paul,
de las diferencias de clase, etc. Todo esto teniendo Minnesotta, 1988.
en cuenta que las relaciones sociales son siempre -GROSSBERG, L. “Identity and Cultural Studies-Is
relaciones de poder. Así, de acuerdo a Laclau (ver That All There Is?”, en Hall, S. y du Gay, P. (ed.)
también Mouffe, 1996), el poder constituye la iden- Questions of Cultural Identity, Sage Publications,
tidad social en un acto de exclusión, y la persisten- London, 1996.
te exclusión de lo que es desautorizado es la condi- -GUTIERREZ, D. Walls and Mirrors: Mexican Ameri-
ción de posibilidad de la identidad social en cues- cans, Mexican Immigrants, and the Politics of Ethni-
tión. Por lo tanto, la lucha por el sentido que encon- city, University of California Press, Berkeley, 1995.
tramos en la frontera puede ser, dada las peculiares HALL, S. “Introduction: Who Needs ‘Identity’?”, en
características del lugar, un poco más compleja que Hall, S. y du Gay, P. (ed.) Questions of Cultural Iden-
otras luchas por el sentido, pero tal lucha es la ca- tity, Sage Publications, London, 1996.
racterística de cualquier lugar donde ocurran proce- ____________ “The Local and the Global: Globali-
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63
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65
Como una estrategia de continuidad con Ecua-
Migración latinoamericana. dor, los “reyes latinos” de Barcelona denominaron
Identidades, problemas, desafíos a su colectivo juvenil como “nación”, es decir, en
vez de autollamarse bandas, clikas o colectivos, los
“latin kings” adoptaron para bautizar a su agrega-
ción la misma denominación que usan en Ecuador
o en Chicago: nación1. Pero para mí, lo sorprenden-
te fue descubrir, en los momentos más difíciles de
la criminalización estatal y mediática en contra de
estos “inmigrantes latinos”, que ellos decidieron ar-
mar una alianza con otros pares jóvenes migrantes
y llamar a la agrupación de agrupaciones “impe-
rio”. La complejidad del código salta a la vista. El
Por Rossana Reguillo

Profesora-investigadora en el
Departamento de Estudios
D espejar las incógnitas que supone la ace-
leración de las migraciones de los “su-
res” a los “nortes” y, más aún, prever lo
que implica en términos de políticas culturales su
hecho de romper con la etiqueta “pandillas”, y op-
tar por una denominación que apela, por un lado,
a los códigos de identificación “nacionales” y, por
otro, a un tipo de unidad político cultural de sus in-
Socioculturales del ITESO impacto, sus configuraciones diversas y desafíos, no tegrantes, nos coloca ante la evidencia, no sólo de
(Instituto Tecnológico y de es tarea sencilla. En primer lugar, porque como in- las estrategias de sobrevivencia que adoptan estos
Estudios Superiores de tento marcar en la primera frase, no estamos ha- jóvenes inmigrantes en situación de exclusión y cri-
Occidente), Universidad Jesuítica blando de un mismo tipo de migración, ni de un sur minalización sino, de manera mucho más importan-
de Guadalajara, México. “homogéneo”, y mucho menos de un norte (Esta- te, de la (auto)conciencia del poderío y soberanía
dos Unidos o Europa) como destino semejante. de la que se saben portadores, y del convencimien-
En el invierno de 2004, durante mi estancia co- to de que su fuerza de negociación radica en la
mo catedrática UNESCO en la Universidad Autóno- unión en un “imperio” que reconozca y represente
ma de Barcelona, tuve oportunidad de mirar otro la diversidad de intereses de los jóvenes inmigrantes
rostro de las migraciones latinoamericanas: en su que hacen parte de este movimiento. Es decir, lo
mayoría, ecuatorianos y peruanos que habían lo- que me parece relevante de este “caso” es su po-
grado apropiarse de una pequeña porción del ba- derosa fuerza analítica para asumir la importancia
rrio de Sants, pero cuyas vidas precarias -por utilizar central de la cultura, como espacio clave para la re-
un concepto de Zygmunt Bauman (2005)- refleja- constitución de las identidades y escudo protector
ban el drama permanente de la migración “pobre”: frente a la sociedad de acogida.
la ausencia de capital social y la persecución crimi- En el 2001 tuve la oportunidad y el privilegio de
nalizadora por parte de un importante sector de la ser profesora de Alfonso, un joven inmigrante de
1 Aunque el signo político de este sociedad de “acogida”. Fueron entonces los “latin familia mexicana que jugó sus cartas al traslado ha-
guiño lingüístico adquiere, eviden- kings”, esas bandas, climas y pandillas de jóvenes cia Los Ángeles. Con un español precario, lleno de
temente, connotaciones diferentes ecuatorianos -que de Guayaquil a Chicago, y de marcas de su cultura de adopción, Alfonso, alumno
en ambos contextos. Al interior de Guayaquil a Madrid y Barcelona, reinventan los sig- asistente durante mi estancia como profesora en la
las fronteras ecuatorianas, opera
como desafío a los límites de la na-
nos de su identidad y arman, en complejas ceremo- Universidad de Stanford, resultó una pieza clave pa-
ción; utilizado en España, como nias de bautizo y nominación, el nuevo territorio- ra introducirme en esa sociedad compleja, multicul-
ámbito y símbolo de identidad. los que llamaron mi atención. tural, y al mismo tiempo racista, del norte califor-

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niano. Militante de varios movimientos chicanos, y (la Salvatrucha y la 18) comenzaron a ocupar de
combativo “intelectual orgánico” de estos grupos, manera espectacular un lugar central en el “imagi-
Alfonso me abrió un mundo fascinante de resisten- nario del miedo”, y a convertirse en la “nota calien-
cias culturales. A mi regreso a México, después de te” favorita de los medios. Es indudable que a esta
una complicada y difícil estancia en Palo Alto (don- centralidad mediática contribuyen dos factores: la
de me tocó vivir de cerca el efecto “nacionalista” posición del gobierno estadounidense que los ha
del pos september eleven), perdí la pista de Alfon- declarado “problema de seguridad nacional” y,
so aunque, de vez en vez, algún correo me avisaba desde luego, la “diversificación” de sus actividades:
de sus andanzas. Lo volví a ver, y a recuperar, a me- venta de protección y traslado de migrantes (cen-
diados de 2005, en un seminario realizado en la troamericanos, europeos del este, árabes) de Cen-
ciudad de México sobre “maras”, esas agregacio- troamérica a México, en red con grupos mexicanos;
nes juveniles que de El Salvador a Los Ángeles se control de la ruta fronteriza Guatemala-México (Te-
han convertido en motivo, preocupación y pretexto cún Uman-Ciudad Hidalgo), a través de “la bestia”
de la “seguridad nacional” en los Estados Unidos. o “el tren de la muerte”; posesión de armas de al-
Lo reencontré como el líder e intelectual que esta- to calibre y de asalto, entre otras. Sin embargo, y
ba llamado a ser; como activista de “Homies Uni- pese a los continuos reportes de los medios, toda- 2 Entiendo por translocalidad la
dos”, una agrupación que busca apoyar a los jóve- vía estamos lejos de entender “desde adentro” es- migración que no se basa en el
cruce de fronteras sino en la bús-
nes mareros centroamericanos, en un impulso me- te acelerado deslizamiento hacia la violencia extre-
queda estratégica de llegar a una
nos misionero y más político. ma y la delincuencia de los jóvenes agrupados en ciudad particular, sea ésta basada
Pocos meses antes de ese encuentro, convenci- maras, pero se trata de un asunto urgente. en la geografía nacional o interna-
da de la importancia del tema, yo había iniciado un De cara a sus dos rasgos fundamentales más cional. Y esta distinción me parece
estudio sobre maras en el que se conjugaban tres aprehensibles, resulta claro que la diseminación clave en estos momentos, porque
no se trata tanto de migrar a los
aspectos nodales para mi trabajo de investigación: “territorial” de la mara, como forma organizativa
Estados Unidos, sino de llegar a
las culturas juveniles, la migración y la violencia. que opera no sólo transnacionalmente sino, de ma- Chicago, Red Woods City, Los Án-
Conversamos durante largos ratos, y confronté con nera especial, “translocalmente”, implica un cam- geles u otra ciudad, por razones
él mis principales supuestos. En las aproximaciones bio que no alude sólo a la movilidad de los actores que intentaré explicar más adelan-
al “fenómeno maras” se discute si su origen está sociales excluidos, que se asemejan poco al “vaga- te.
3 Bauman elabora una doble tipo-
entre los jóvenes inmigrantes a los Estados Unidos bundo” descrito por Bauman (1999) y mucho me-
logía para referirse al desplaza-
o en la propia Centroamérica, donde en casos co- nos a la figura del “turista global”3, sino que se tra- miento contemporáneo: la figura
mo el de El Salvador y Guatemala la explicación ta de la emergencia, más allá de las cuestiones del vagabundo, que transita sin
suele girar en torno a la herencia de los grupos gue- identitarias, del “migrante” que, a caballo entre la acomodarse, y la del turista, que
rrilleros de la región. Pero de todas maneras, me pa- figura del emigrante y del inmigrante, construye su siempre tiene la posibilidad de re-
torno. A su impecable análisis, y
rece que la pregunta relevante no pasa por “aislar” proyecto de vida en un nomadismo translocal. En
desde la situación de los países pe-
geográficamente (si fuera posible) el origen de es- su fase actual, la novedad que la mara comporta es riféricos, habría que añadir dos fi-
tas agrupaciones, en la medida en que el criterio de la de llevar el territorio a cuestas y su capacidad pa- guras más: la del nómada translo-
translocalidad2 se ha convertido en un asunto clave ra establecer vínculos de estabilidad relativa en las cal, que sin acomodarse retorna
tanto para los jóvenes -en este caso- como para el localidades donde se instala. constantemente, y la del desplaza-
do, que no tiene la opción de aco-
análisis. Cabe preguntarse aquí, para efectos analíticos
modarse dadas las condiciones de
El incremento de las actividades violentas y de- ¿y tal vez, políticos?, quiénes son los actores “loca- expulsión continua que padece y
lictivas de estos grupos se produjo entre 1998 y les” que acogen al migrante, que ya no huye, como que tampoco puede aspirar a un
2003, pero fue a partir de 2003 cuando las maras los exiliados de antaño, de un territorio inseguro, de retorno.

67
una utopía quebrantada, sino que se instala en un dad de una identidad translatinoamericana en sus
movimiento permanente, hecho de pactos contin- anclajes diversos en el norte. De qué hablamos
gentes y peligros constantes, que apela a la idea de cuando imaginamos los escenarios futuros de la
una estructura imaginada, en el sentido de Benedict emigración masiva hacia los Estados Unidos... Por
Anderson (1993), de orden superior, que rodea y ejemplo, si situamos la discusión entre los migran-
protege al individuo y que toma cuerpo en la acción, tes jóvenes hacia los Estados Unidos los datos resul-
violenta y subversiva. El “Jenja”4 existe en algún la- tan relevantes. La diferencia en la composición de
do y su poder desciende, vertical, sobre esos cuerpos esta población migrante revela que el grupo más
ocasionalmente sedentarios. Ahí están también “las numeroso de jóvenes proviene de México y Cen-
hainas”5, cuya presencia guerrera deviene compa- troamérica, siendo los salvadoreños los que compo-
ñera afectuosa en esa “contingencia estable”. Y ahí, nen el grupo más grande de la inmigración centroa-
en el centro del perpetuo movimiento, los “homies” mericana. El grupo más pequeño es el de los suda-
(compas, hermanos), camaradas que lo mismo co- mericanos que, según el informe realizado por la
bran las deslealtades que cobijan el desarraigo a la CEPAL (2000), presenta mayor “éxito” en la inser-
intemperie, en San Salvador, en Tegucigalpa, en Te- ción en ese país de adopción.
cún Uman, en Ciudad Hidalgo, en la megalópolis Pese a que estos datos se refieren a la inmigra-
mexicana, en Los Ángeles, San Francisco, Reynosa, ción de carácter legal, lo que deja fuera la comple-
Houston: los “homies” son el barrio, la familia, el ja y dramática situación de los llamados “ilegales”,
grupo primigenio y la señal más inteligible de lealtad los datos analizados por Jorge Martínez Pizarro pa-
y pertenencia. Migrantes translocales -la mara no es ra el citado documento de la CEPAL no dejan de ser
circunscribible a ningún territorio-, que de tiempo elocuentes. El informe señala que de estos jóvenes
antiguo fueron desechados y que encuentran en ese inmigrantes la fracción sin logros educativos (es de-
desarraigo su principal fortaleza. cir, que no alcanzó siquiera a terminar la educación
Cómo pensar, entonces, los “impactos predeci- media o secundaria) es mayoritaria (41%), y una
bles” de la migración hacia Norteamérica en la cuestión relevante para la discusión que aquí nos
constitución de las identidades ¿cuando las eviden- ocupa es que los datos sugieren que muchos alcan-
cias empíricas señalan justamente la enorme dificul- zaron sus logros educativos en los Estados Unidos.
tad de pensar y asumir que es posible una identidad Del conjunto, los mexicanos, salvadoreños y guate-
migrante latinoamericana? En otras palabras, me maltecos son los que menor escolaridad alcanzan
parece que la pregunta acepta otra formulación, la (apenas un 40% accede a la educación secundaria),
de los impactos de las múltiples formas y, por ende, mientras que los sudamericanos registran altos índi-
identidades “latinoamericanas” en configuración ces de escolaridad (un 74% completó al menos la
en Norteamérica, y el modo en que éstas desafían enseñanza secundaria y, de ellos, casi un 60% al-
nuestros instrumentos para pensar: teorías, concep- canza la educación superior). Siempre de acuerdo a
tos, categorías. esta fuente, los jóvenes que provienen del Caribe
registran menores condiciones de vulnerabilidad.
La búsqueda y la disputa Entre los cubanos que alcanzaron logros educati-
vos, casi un 60% declaró al menos un grado univer-
4 Jefe máximo de la mara, por arri-
De qué hablamos cuando hablamos de la iden- sitario; los haitianos, en cambio, con similares pro-
ba de los jefes estatales y locales. tidad, se preguntaría tal vez Néstor García Canclini. porciones de logros universitarios que los cubanos,
5 Mujeres de la mara. De qué hablamos cuando hablamos de la posibili- registraron un mayor tiempo de residencia en los

68
Estados Unidos; los dominicanos, por su parte, búsqueda de opciones viables para la sobrevivencia.
compartirían una situación similar a la de los cen- En la mayor parte de los casos, la búsqueda de
troamericanos. “mejores condiciones de vida” no se traduce, como
A partir de los datos de la Encuesta de Pobla- lo muestran los datos descriptos más arriba, en la
ción en Estados Unidos (1997), la CEPAL indica que conquista de una mejor situación sino en la prolon-
de la población total de inmigrantes de origen lati- gación de un estado de cosas que tiene su origen
noamericano y caribeño un 27% vive en condicio- en la imbricación de tres complicados procesos:
nes de pobreza; entre los mexicanos el índice era - El repliegue del Estado en lo que toca a su respon-
superior (34%), seguido por los centroamericanos y sabilidad social
caribeños. Entre los sudamericanos se advertía una - El fortalecimiento de la economía de mercado
menor incidencia (15%) y presentaban una situa- - La expropiación de la noción de futuro a las gene-
ción similar a la de los inmigrantes procedentes de raciones nacidas a partir de la década del ochenta.
otras regiones del mundo (Europa, Asia y África). Lo Desde luego, se trata de procesos de carácter
relevante aquí es que los índices resultaron sistemá- global que no son privativos de América Latina, pe-
ticamente mayores para los jóvenes, aunque se- ro es indudable que el efecto de estos tres fenóme-
guían las tendencias señaladas respecto del origen nos asociados provoca en el continente una situa-
de los inmigrantes. Esto no resulta sorpresivo si ción que no sólo ayuda a entender el incremento en
atendemos a los Informes sobre Desarrollo Humano los flujos migratorios sino que explica el desencan-
que realiza el Programa de la Naciones Unidas para to y la incertidumbre en que viven nuestros jóvenes.
el Desarrollo (PNUD), que han venido señalando Si asumimos -con precaución- lo que las ciencias so-
que la pobreza entre los jóvenes latinoamericanos y ciales más tradicionales nos aportan como principa-
caribeños sobrepasa en todos los casos los prome- les mapas analíticos, la respuesta frente a este pa-
dios nacionales: a menor edad mayor pobreza. norama sería, al menos, la problematización y la
Si bien las estadísticas son mapas gruesos que duda frente a la idea de una identidad poslatinoa-
no detectan las sutilezas ni los efectos en la vida co- mericana en los territorios de la migración, como
tidiana de la gente, son importantes guías de carác- enclave monolítico de una identidad referida, de
ter heurístico para otorgarle al análisis un mayor es- manera clásica, a lo étnico, lo lingüístico y lo nacio-
pesor y alcance. Si se articulan los datos sobre los nal. Las tensiones desbordan cualquier intento de
inmigrantes jóvenes de origen latinoamericano y circunscribir el futuro a un mapa estable y homogé-
caribeño en los Estados Unidos, con el quiebre de neo. Y por ello considero que la introducción de los
las instituciones y el vaciamiento de la política (Re- plurales “migraciones”, “sures” y “nortes” resulta
guillo, 2000) en los diferentes países de la región, fundamental para colocarnos en posición de imagi-
es posible afirmar que el movimiento migratorio, nar el tamaño del desafío.
más allá de su signo epocal, está directamente vin- En este sentido, y de manera indudable, las mar-
culado a la exclusión creciente que experimentan (y chas latinas de 2006 en los Estados Unidos son un
padecen) millones de jóvenes en el continente. La indicio de que más allá de las diferencias nacionales,
persecución itinerante del “american dream” pasa de género y de edad hay posibilidades de imaginar
hoy por lo que voy a atreverme a llamar “la huida una comunidad de identificación política posnacio-
hacia atrás”, en el sentido de que no se trata ya -si nal o posregional. Sin embargo, considero que estas
alguna vez se trató- de la persecución de un sueño, fuertes expresiones, que no logran salir de su condi-
sino del escape de condiciones insoportables y de la ción contingente y puntual, son insuficientes para

69
responder a la pregunta por la posibilidad de una es- caso que -desde esta geografía- considero “ejem-
pecie de panlatinoamericanismo en el norte, capaz plar” para tratar de imaginar escenarios futuros, y
de hacerse cargo de los múltiples, enormes y desi- que al mismo tiempo refleja o condensa la tenden-
guales problemas y diversidades identitarias de los cia generalizada y dominante para interpretar -des-
inmigrantes en los Estados Unidos. de ciertas posiciones de poder- lo “inmigrante”. Me
Indudablemente, hay cuestiones que sabemos y refiero, casi por supuesto, al libro de Samuel Hun-
que no pueden desestimarse en términos de la arti- tington ¿Quiénes somos? Los desafíos a la identi-
culación de identidades diversas. Por ejemplo, la lla- dad estadounidense (2004) y a una de las principa-
mada “etnización” de algunas ciudades, y especial- les características de su pensamiento: el rechazo a
mente algunos barrios estadounidenses (Dávila, cualquier forma de disenso con respecto a las ver-
2005; Villa, 2005), es decir, el impacto de la migra- dades que establece. De talante autoritario, estas
ción en el espacio construido y lo que eso significa verdades suelen autoerigirse como proclamas uni-
en términos de socialidad; la mexicanización acele- versales a salvo de la crítica o de la prueba empíri-
rada de ciudades pequeñas, como Red Woods City, ca. Sus premisas adquieren el estatuto de profecías
en California, conviviendo en los linderos de ciuda- que, al instalarse en el sentido común, comportan
des-barrios extremadamente blancos, como Ather- fuertes dosis de disciplinamiento social, al tiempo
ton, lo que incrementa el conflicto y exacerba el que operan, de manera ambigua, en un territorio
amurallamiento, situación impecablemente docu- que no admite argumentación.
mentada por Kristen Hill Maher (2005) o por Teresa En el verano de 1993, la revista Foreign Affairs
Caldeira (2000). Están también el arte y la literatura, publicó un artículo que desató una intensa polémi-
como espacios claves de interacción cultural (García ca: “The clash of civilizations”, del profesor de Har-
Canclini, 1997; Valenzuela Arce, 1997), y algo por vard Samuel P. Huntington. Tres años después el
documentar de manera más profunda: la composi- texto se convertiría en un libro igualmente polémi-
ción del ejército estadounidense y las ofertas de co: El choque de civilizaciones y la reconfiguración
“ciudadanía fast track” a muchos jóvenes migrantes del orden mundial. A contravía de la atmósfera
(Reguillo, 2004). Pero me parece que estos espacios, epocal, en la que se celebraba el advenimiento de
problemas y lógicas diversas, e incluso contrapues- la cultura universal que traía aparejada la globaliza-
tas, no logran articular lo que considero uno de los ción, la tesis central de Huntington vaticinaba la
temas cruciales de cara a la inmigración latinoame- agudización de los conflictos centrados en factores
ricana a Estados Unidos: la construcción de una de tipo cultural en vez de factores económicos. Ins-
identificación política; es decir, cómo pasar de la co- cripto en la línea de las profecías contemporáneas,
munidad centrada en lo étnico o nacional a una co- inaugurada por Francis Fukuyama con El fin de la
munidad política, sustentada en la ciudadanía. historia, el libro del profesor de Harvard sufrió rápi-
damente el destino que suelen enfrentar los libros
¿Qué es lo anglosajón? O la importancia de “lla- con tesis de alto impacto: todos los citan, pero muy
marse Samuel” pocos los leen. Así, el choque de civilizaciones se
convirtió en una especie de estribillo o cita fácil pa-
En este contexto, introducir la pregunta por el ra aludir principalmente al enfrentamiento entre
discurso anglosajón, que conforme a lo que he ve- Occidente y Oriente. Pero al igual que pasó con el
nido planteando no es unívoco ni homogéneo, re- libro de Fukuyama, y la saga de los innumerables fi-
sulta complicado. Para efectos analíticos, tomo un nes de algo que desató, los planteamientos más

70
preocupantes del profesor Huntington fueron invi- dos. El desnivel en los circuitos de circulación de es-
sibilizados por las retóricas más efectistas que en- te debate es evidente. El aparato editorial que res-
contraban en la expresión choque de civilizaciones palda a Huntington (el grupo Paidós para la edición
los ecos anticipados de los tambores de guerra. en castellano y el grupo Simon & Schuster para la
Se debatió poco6 el concepto de civilización ma- edición en inglés) y la serie de programas y entrevis- 6 En un texto reciente, Fernando
nejado por Huntington, y mucho menos los cortes tas que han colocado sus argumentos en primer Mires, con la agudeza y densidad
o límites que construye para organizar su mapa de plano de visibilidad, además de fortalecer su lugar que lo caracterizan, formula en
civilizaciones. Pero más allá de discutir las falacias o de enunciación y garantizar un impacto (capilar) de unos cuantos párrafos una crítica
sólida (y demoledora) a la noción
los grados de verosimilitud de sus planteamientos7, mercado, operan como una eficiente maquinaria de cultura manejada por Hunting-
lo que aquí llamaré efecto Huntington y las fuentes que produce visibilidad, credibilidad y lo más impor- ton y su errónea visión en torno a
de prestigio que logro identificar en su enunciación tante: agenda11 para el debate. la pretendida homogeneidad cul-
permiten acercarse a un núcleo de problematizacio- Lo que quiero decir con esto es que el poder en tural de Occidente. Disponible en
nes en torno a cierto discurso anglosajón. Y segu- cascada que emana de los lugares de enunciación http://www.nuevasoc.org.ve/u-
pload/anexos/foro_450.pdf
ramente, el primer elemento de prestigio, el pensa- sostenidos por el poder intermediario y productivo 7 Que ahora, en su nueva profecía
miento metropolitano8, permite colocar la pregun- de las industrias culturales debilita las posibilidades (2004), en la que trata de esclare-
ta en torno a la agudización de los desniveles -que de colocar -en condiciones equitativas- los discur- cer el pasado, la emprende contra
los discursos celebratorios de la globalización ocul- sos, imaginarios y narrativas alternas. En una ima- los latinos, y especialmente contra
tan- entre los focos de irradiación y circuitos de cir- gen, la posición Huntignton coloca el debate sa- los mexicanos avecindados en los
Estados Unidos, argumentando
culación que visibilizan los temas, tonos, validez y biendo de antemano que sus impugnadores ten- que las fuentes nutricias de la
sus consecuentes efectos de poder-hacer-ver en el drán escasas posibilidades de contrarrestar su dis- identidad estadounidense provie-
espacio público expandido9. Las narrativas domi- curso. Los intelectuales críticos son empujados al si- nen de los primeros colonos, y su
nantes provienen de centros consagrados que lo- lencio y la inutilidad: por ejemplo, Noam Chomsky terapia es un canto celebratorio a
gran, no sin resistencia, configurarse no sólo como y Susan Sontag (en su momento), que también en- la explosión de brotes patrioteros
pos september eleven, como la
temas sino como agendas que marcan, definen, carnan lo “anglosajón” desde otras perspectivas y proliferación de la bandera en tan-
nombran y dan orden al conjunto de representacio- lugares históricos, son invalidados a priori y expul- to símbolo inequívoco del regreso
nes-discusiones, imaginarios-prácticas que le dan al sados por una geopolítica neoliberal que los utiliza de la Patria.
presente un sentido y una dirección. Asumir este como nota de pie de página ya que, en palabras de 8 Ampliamente estudiado por la
asunto, de una manera no fatalista, implica pensar Luc Boltansky y Eve Chiapello (2002), el nuevo espí- crítica Nelly Richard (2002).
9 He venido utilizando esta expre-
cuál es el margen de maniobra del pensamiento crí- ritu del capitalismo “necesita la ayuda de sus ene- sión para aludir a la esfera globali-
tico y cuáles sus posibilidades de acceder al espacio migos, de aquellos a quienes indigna y se oponen a zada del espacio público, que co-
público con sus narrativas de contestación en pos él, para encontrar los puntos de apoyo morales que loca a escala planetaria un conjun-
de unas políticas capaces de contrarrestar las repre- le faltan e incorporar dispositivos de justicia…”. to de representaciones nodales
sentaciones dominantes. Voz en off, el contrapunto -necesario- que ejerce la orientadoras (Reguillo, 2002).
10 WASP: siglas en inglés de blan-
En esta línea, y continuando con el analizador crítica, es la ratificación iterativa de la nobleza de- co, anglosajón y protestante (acla-
Huntington, cuando a principios de 2004 publicó mocrática del proyecto neoliberal que en su magna- ración del editor).
en un artículo un pequeño adelanto de su nueva nimidad tolera e incorpora disidencias. Pero lo que 11 Para entender estos mecanis-
proclama a la identidad estadounidense, y su visión interesa aquí es la posibilidad de tocar el sensorium mos, me parece fundamental esta-
en torno a lo latino-mexicano como amenaza al or- social que, a la manera benjaminiana, es configura- blecer la diferencia política entre
tema y agenda: todas las agendas
den WASP10, se desató en México una polémica li- do y al tiempo es configurador de representaciones se sustentan en temas, pero no to-
derada por Letras Libres, que dedicó su edición de capaces de elevarse a rango de saberes orientado- dos los temas logran transformar-
abril para debatir y contra-argumentar sus postula- res, legitimados, capilares. se en agenda.

71
En la profecía neoconservadora de Huntington, discursos sobre la migración. Me refiero al muro
en tensión crispada con las lógicas de sostenimien- fronterizo entre México y Estados Unidos, que ha si-
to del neoliberalismo, los otros, los diferentes, los do ampliamente celebrado por las milicias de “Mi-
llegados, “están sin duda evolucionando, ayudados nuteman Project”, la agrupación anti-inmigrante
por la difusión del protestantismo evangélico, (pe- más visible en este momento. Lo que quisiera seña-
ro) es improbable que esa revolución (cultural) esté lar aquí, a reserva de un análisis posterior más de-
pronto terminada”, a lo que añade: “Mientras tan- tallado, es la participación de latinos en ese espacio
to, el elevado nivel de inmigración procedente de y su adopción de un discurso xenófobo y de corte
México sustenta y refuerza entre los mexicano- fascista. Para dar una idea, muestro aquí los “sim-
americanos los valores mexicanos que constituyen páticos” logotipos de estas milicias, lideradas por
la fuente primaria de su rezagado12 progreso edu- Jim Gilchrist.
cativo y económico y de su asimilación a la sociedad
estadounidense”13. Así, rezago y asimilación, atra-
so y progreso, el bien y el mal, re-emergen en los
horizontes del orden neoliberal como categorías in-
cómodas de una matriz civilizatoria que no logra
romper con su vocación etnocéntrica, para repartir
etiquetas que regresan sobre los sistemas de clasifi-
cación que establecen la diferencia entre civilización Poco después de las grandes marchas de inmi-
y barbarie. grantes en los Estados Unidos, en el “Show de Cris-
Si los autoritarismos temerosos y sus dispositi- tina” (Saralegui), transmitido por Univisión, se dis-
vos de enunciación, tan en boga desde el quiebre cutió acaloradamente sobre los efectos de la migra-
que representan los acontecimientos terroristas de ción latinoamericana, el problema de los ilegales y
2001, configuran un saber sustentado en un poder, la defensa de las fronteras norteamericanas. En es-
se abre a mi juicio una interesante pregunta en tor- te talk show, el más visto en los Estados Unidos
no a la relación compleja y contradictoria entre neo- (con una audiencia calculada en 14 millones), parti-
conservadurismo y neoliberalismo en los Estados cipó por parte de los “Minuteman” Raymond He-
Unidos (y en el mundo). Es decir, cómo se concilian rrera14, vocero en español de la organización. Este
12 La negrita es mía.
13 A Huntington le parece sufi-
ambos regímenes, si el segundo apela al individuo, descendiente de mexicanos, está convencido al ex-
ciente evidencia de este “rezago” a la deslocalización de las identidades y a la desre- tremo de que la inmigración mexicana debe ser de-
el hecho de que en 1998 “José gulación, mientras que el primero apela fuertemen- tenida y su argumento es que ellos están “destru-
reemplazó a Michael como nom- te a la comunidad y a la esencialización (territorial y yendo nuestra gran nación”. Con un acento más
bre más popular entre los niños re-
simbólica de las identidades). La paradoja, y los in- propio de Bush, Herrera se dedicó a denostar a los
cién nacidos tanto de California
como de Texas”, por lo que tal vez
terrogantes que de ella se derivan, reside en que en mexicanos, a los hispanos, a los latinoamericanos,
podríamos titular este apartado co- el escenario abierto por el neoliberalismo en el con- sus valores, su cultura y su necia resistencia a vivir
mo “La importancia de llamarse texto de la globalización coexisten fuerzas diver- “la vida de los anglos”, afirmando que “la gente de
Michael”. gentes pero igualmente poderosas. México son como pollitos sin cabeza, tienen ma-
14 Una versión sintética de la emi-
Finalmente, no puedo resistir la tentación de ci- chismo, que bueno, que se van a ir pa´ trás”.
sión de este programa está dispo-
nible en http://www.minuteman-
tar, aunque de manera breve, otro caso “ejemplar” Otro personaje interesante es Lupe Moreno,
project.com/default.asp?conten- que marca el territorio crítico en el que necesaria- una mexicoamericana nacida en Redding, Califor-
tID=99 mente hay que colocar la discusión en torno a los nia, que decidió unirse a un grupo de voluntarios vi-

72
gilantes de “Minuteman Project”, para patrullar Bibliografía
unas 20 millas del desierto de Arizona, en el Valle
de San Pedro, a fin de denunciar a los inmigrantes - ANDERSON, B. Comunidades imaginadas. Refle-
con la Patrulla Fronteriza. “Nunca conocí a un ilegal xiones sobre el origen y la difusión del nacionalis-
que no me pidiera que mintiera por él. Ayúdame mo, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.
con esto, ayúdame con lo otro. Pero es contra la - BAUMAN, Z. Vidas desperdiciadas. La modernidad
ley”, comenta amargamente. Era la California de y sus parias, Paidós, Barcelona, 2005.
los 90, y estaba en auge el debate de la Proposición - ____________ La globalización. Consecuencias
187, una iniciativa popular que buscaba bloquear humanas, Fondo de Cultura Económica, Buenos Ai-
desde la educación primaria hasta los servicios para res, 1999.
indocumentados. “Ahí estaban mis líderes hispa- - BOLTANSKI, L. y CHIAPELLO, E. El nuevo espíritu
nos, mintiendo sobre la inmigración ilegal”, dice del capitalismo, Akal, Madrid, 2002.
Moreno, que en las pasadas elecciones fue candida- - CALDEIRA, T. City of Walls: crime, segregation,
ta al Senado por el distrito 34. Su activismo es am- and citizenship in São Paulo, University of California
pliamente reconocido por los líderes de “Minute- Press, Berkeley, 2000.
man Project”. Desde hace 14 años se la pasa viajan- - CEPAL. Adolescencia y juventud en América Lati-
do de Sacramento hasta Washington para testificar na y el Caribe: problemas, oportunidades y desafíos
en contra de leyes, por ejemplo, para que los indo- en el comienzo de un nuevo siglo, Serie Población y
cumentados no puedan estudiar en este país. “Mi Desarrollo Nº 9, Santiago de Chile, CEPAL/CELA-
país no está haciendo nada por mis hijos, porque lo DE/OIJ, 2000.
está haciendo por los ilegales”, afirma Lupe15. - DAVILA, A. “Un barrio para el mercado: latinidad
Más allá del espectáculo implicado en el caso de comercial en el East Harlem de Nueva Cork”, en Re-
Herrera, y de lo personal de la cruzada de Moreno, guillo, R. y Godoy, M. (eds.). Ciudades translocales:
lo que estos analizadores permiten es, justamente, espacios, flujos, representación. Perspectivas desde
darle al rango de la pregunta por la migración una Las Américas, ITESO/SSRC, Guadalajara, 2005.
mayor amplitud y plantear que los valores, las ideas - GARCIA CANCLINI, N. “Arte desurbanizado, de-
y las doxas, repetidas machacona y tramposamente sinstalaciones fronterizas”, en Catálogo de la Expo-
por Huntington y otros anglos, tienen un efecto ca- sición InSITE, Tijuana, 1997.
pilar que “norteamericaniza” a muchos latinoame- - HILL MAHER, K. “Trabajadores y extraños. La eco-
ricanos avecindados en el norte (y en el sur). Y qui- nomía del servicio doméstico y el panorama del
siera enfatizar, entonces, que lo que he intentado miedo suburbano”, en Reguillo, R. y Godoy, M.
plantear hasta aquí si bien se debate en el territorio (eds.). Ciudades translocales: espacios, flujos, repre-
de las “identidades” lo desborda con mucho. En- sentación. Perspectivas desde Las Américas, ITE-
cuentro que la mejor manera de encarar el desafío SO/SSRC, Guadalajara, 2005.
es colocar en el centro del debate la cuestión de la - HUNTINGTON, S.P. ¿Quiénes somos? Los desafíos
disputa por el proyecto societal, de países, nacio- a la identidad estadounidense, Paidós, México,
nes, comunidades, tanto en los nortes, como en los 2004.
sures. Ahí se juega de fondo el destino emergente - MARTINEZ PIZARRO, J. Migración Internacional de
de identificaciones políticas que en mayor o menor jóvenes latinoamericanos y caribeños. Protagonis- 15 Ver al respecto la entrevista pu-
desventaja deberán configurar un espacio distinto mo y vulnerabilidad, Serie Población y Desarrollo Nº blicada en http://informativotx-
para el reconocimiento, para la inclusión. 3, CEPAL, Santiago de Chile, 2000. .com/blog/2006/05/

73
- REGUILLO, R. “La performatividad de las culturas
juveniles”, en Estudios de Juventud Nº 64, Instituto
de la Juventud (INJUVE), Madrid, marzo de 2004
(Disponible en http://www.injuve.mtas.es/injuve-
/contenidos.downloadatt.action?id=19534716).
- ____________ “El otro antropológico. Poder y re-
presentación en una contemporaneidad sobresalta-
da”, en Anàlisi. Quaderns de comunicació i cultura
Nº 29, Universidad Autónoma de Barcelona, Barce-
lona, 2002.
- ____________ Estrategias del desencanto. Emer-
gencia de culturas juveniles, Enciclopedia Latinoa-
mericana de Sociocultura y Comunicación, Norma,
Buenos Aires, 2000.
- RICHARD, N. “Saberes académicos y reflexión crí-
tica en América Latina, mediación”, en MATO, D.
(coord.). Estudios y otras prácticas intelectuales lati-
noamericanas en cultura y poder, CLACSO/CE-
S/UCV, Caracas, 2002.
- VALENZUELA ARCE, J.M. “Refracciones cultura-
les”, en Catálogo de la Exposición InSITE, Tijuana,
1997.
- VILLA, R.H. “El derecho a la ciudad en Los Ánge-
les”, en Reguillo, R. y Godoy, M. (eds.). Ciudades
translocales: espacios, flujos, representación. Pers-
pectivas desde Las Américas, ITESO/SSRC, Guadala-
jara, 2005.

74
Praxis
Alternativas, actores y articulaciones:
prolegómenos para una investigación acerca
E xiste una amplia literatura que habla de
las relaciones, asimetrías y negociaciones
en las que se involucran los movimientos sociales y
los medios masivos de comunicación. Y esto suce-
de movilización social y comunicación de, principalmente, porque a casi nadie le queda
duda hoy día del establecimiento de la hegemonía
alternativa en América Latina a través de los medios. Con su reconocida capaci-
dad para la formación de la agenda pública, la
construcción de escenarios sociales y políticos, la
instalación de determinados debates y la legitima-
ción y deslegitimación de ciertos temas y personas,
los medios masivos construyen y ofrecen el discur-
so hegemónico. De allí que las concepciones más
estructuralistas vislumbren como objetivo central de
Por Alexander Amézquita Ochoa Porque la palabra, que arranca al prosista
la vinculación entre la movilización social y los me-
de sí mismo y lo lanza al mundo,
dios de comunicación la lucha por la hegemonía,
Sociólogo, Universidad Nacional devuelve al poeta, como un espejo,
por la legitimación del discurso y por disputar el
de Colombia. Matemático, su propia imagen
sentido de sus propuestas frente a los discursos ofi-
Fundación Universitaria Konrad Jean Paul Sartre, Qué es la Literatura (1947)
ciales.
Lorenz. Master (c) en
En tanto, los medios de comunicación se ubican
Antropología, FLACSO, Sede
en lugares simultáneos: por un lado, en el centro, en
Ecuador. Cooperante
el locus de la producción del poder simbólico, es de-
Internacional para el área de
cir, en el lugar de la producción de las representacio-
Formación e Investigación de
nes del mundo1; por otro, esa producción cultural se
ALER (Asociación
sopesa según los productores que participan de ella,
Latinoamericana de Educación
por lo que los medios de comunicación también son
Radiofónica). Coordinador de la
medios para la participación. Y en esos lugares con-
Investigación “Redes de
fluyen con los procesos de movilización social que
comunicación alternativa y
buscan competir en espacios de producción de po-
movimientos sociales emergentes
der simbólico y participar de la construcción social
en América Latina”, auspiciada
de la política2. En consecuencia, si nos ubicamos en
por Ayuda en Acción.
lugares de “resistencia”, de planteamiento de otras
miradas de mundo, de concepciones no capitalitas
1 El concepto de capital simbólico
de la economía, no neoliberales de la política y no
proviene principalmente del traba-
jo de Pierre Bourdieu (1993, globalizadas de la cultura, la pregunta por las alter-
1997), quien lo concibe como el nativas se convierte en una cuestión urgente. ¿Cuál
poder de hacer cosas con la pala- es el lugar que se le otorga a la comunicación alter-
bra, y como “un poder de consa- nativa en los procesos de movilización? ¿Cuáles son
gración o de revelación”.
los modos de relacionamiento de estas dos prácticas
2 Me refiero aquí a la política en
el sentido de Carl Schmitt, es de- sociales? Estas preguntas definen un nuevo escena-
cir, como la arena de lucha en la rio de acción social, un escenario donde no sólo se

76
disputa el discurso legitimado, o la hegemonía, sino van a cabo prácticas basadas en tal poder y, como
la posibilidad misma de controlar herramientas de cualquier uso de poder, producen algo: mercancías,
poder simbólico distintas. discursos, cuerpos. De allí que comprender los dis-
Ahora bien, qué es lo que hace distintas a estas tintos modos en que los medios de comunicación
herramientas y, de la misma forma, cuáles serán los producen, y las diferencias que se involucran, es
contenidos de esas nuevas formas de hacer uso de una tarea central de la práctica de la movilización
un poder como éste son las preguntas que guían el social, la rendición de cuentas de nuestras demo-
presente artículo. En este sentido, mi objetivo parti- cracias y la construcción de ciudadanías activas e in-
cular es proponer una mirada sobre las característi- formadas. Atendiendo a esto, en lo que sigue me
cas, condiciones y perspectivas de la articulación en- propongo describir precisamente esa multiplicidad
tre movilización social y comunicación alternativa en de perspectivas acerca de los lugares desde los que
América Latina y el Caribe, tomando en considera- se enuncia lo alternativo.
ción la forma en la que las múltiples luchas sociales Una de las principales vertientes en la que pue-
de la región son reconocidas, y se reconocen a sí de ubicarse una discusión acerca de los medios al-
mismas en muchos casos, como planteamientos vá- ternativos de comunicación es aquella en la que el
lidos de “otro” mundo posible. La primera parte tra- proceso de comunicación se comprende, no sola-
tará de describir la multiplicidad de factores que en- mente en términos representativos (para la gente)
tra en juego cuando hablamos de comunicación al- sino, también, en términos participativos (desde la
ternativa; la segunda, de proponer una mirada par- gente). En gran medida, los postulados de esta
ticular acerca de la movilización para, finalmente, perspectiva podrían resumirse a partir de las ideas
sugerir un modelo de análisis de su articulación, ba- de Bertolt Brecht (1983) acerca de los medios de
sado en la experiencia de investigación adelantada comunicación, y en las que se sostiene que un sis-
por ALER (Asociación Latinoamericana de Educación tema de comunicación se diferencia de un sistema
Radiofónica) y la organización Ayuda en Acción. de distribución puesto que no sólo es capaz de tras-
mitir sino de recibir, es capaz de hacer que el recep-
Lugares de enunciación de lo alternativo tor no solamente escuche sino que hable, que no lo
aísle sino que lo conecte. En esta perspectiva, en-
El asedio de lo múltiple parece ser una de las ex- tonces, el receptor es activado y re-empleado como
periencias más claras en la sociedad actual. Desde productor.
las formas de representación, las tecnologías para Sin duda, es clara en esta perspectiva la inspira-
manipular el mundo y las propias tecnologías de ción marxista. Cuando en el Prólogo a la Contribu-
producción del yo, hasta los contenidos de las lu- ción a la Economía Política Marx (1857) expone sus
chas sociales, en todo ese amplio espectro la multi- ideas se basa en una premisa: “No es la conciencia
plicidad parece una condición de posibilidad de las de los hombres la que determina su existencia, son
prácticas sociales. Los discursos sociales, por tanto, sus condiciones de existencia las que determinan su
pueden asumir una condición multi-situada, tanto conciencia”. Este postulado justifica la compren-
desde sus lugares de enunciación como hacia sus sión de la alienación, pues la incapacidad del traba- que se enfrentan distintos intere-
espacios de interpretación, lo que imprime a todo jador para experimentar su producción, es decir, de ses, distintos modos de estar en
mundo, y donde se negocian las
proceso de comunicación una mayor complejidad. reconocer su autoría respecto de los productos del condiciones de las prácticas socia-
Es decir, los medios de comunicación no sólo se ubi- mercado, es una condición esencial de su concien- les, económicas y culturales de las
can en lugares de producción de poder sino que lle- cia proletaria, alienada. En esa línea, Hans Magnus sociedades.

77
Enzensberger (1974) se sorprende de los medios de vínculos de muchos a muchos, que suscita la inte-
comunicación al considerar que ellos permitieron, ractividad, que es producido colectivamente y acti-
“por primera vez en la historia, que se hiciera posi- vamente usado, y que promueve la movilización co-
ble la participación masiva en un proceso producti- lectiva-.
vo social y socializado, (puesto que) los medios Así, una primera versión de los medios alterna-
prácticos estaban en las manos de las masas en sí tivos se vincularía con este carácter emancipatorio
mismas”. No obstante, este proceso incipiente de del uso que se hace de ellos. Hablaríamos entonces
emancipación con el que Enzensberger relaciona a de una especie de paradigma democrático-partici-
los medios es contradicho por la lógica del consu- pativo que conjuga pequeña escala, favorece patro-
mo a la que se dirige la comunicación masiva. Los nes de interacción horizontales y facilita la expre-
productos comunicacionales con los que nos en- sión de las necesidades de los ciudadanos (McQuail,
contramos hoy en día, en ese espacio que denomi- 1994). Pero las características expuestas por En-
namos comercial, masivo o de consumo, no ponen zensberger nos hablan de ciertas prácticas más pro-
en las manos de la masa los medios de producción fundas: 1) no se dirige a individuos aislados, sino
sino que, por el contrario, ejercen un poder de que promueve la organización y la movilización; 2)
construcción de representaciones del mundo que es activamente usado, es decir, no produce una in-
convierte a ese mundo en un deseo que parece sur- formación cuya potencialidad se reduce a ser un
gir de la voluntad de sus receptores. A diferencia de dato, una caracterización específica de una reali-
un proceso de emancipación, se construye una fal- dad, sino que sus productos son usados, se convier-
sa conciencia, un deseo y una necesidad de algo en ten en piezas de nuevas producciones, sirven para
lo que no se ha participado como productor sino usos colectivos internos dentro de organizaciones,
solamente como consumidor. o son insumos para otros medios, pero con un ca-
Otro tipo de análisis ha ubicado de una manera rácter organizativo, político, no simplemente infor-
similar a la publicidad. Algunos vieron en ella la tan mativo o noticioso.
preciada mercancía absolutamente democratizada Pero esta no es la única ubicación discursiva de
de la perspectiva marxista, es decir, una mercancía la alternatividad. Las visiones oficiales, en especial
a la que todos y cada uno tiene acceso sin importar las adelantadas por UNESCO, mantienen la idea de
sus capacidades de consumo, sus condiciones de una necesidad comunicativa experimentada por
existencia o su conciencia. Pero la publicidad, en su pueblos y comunidades que han sido tradicional-
posibilidad democratizadora del mercado, no ha mente excluidos de la producción y distribución de
servido de igual manera para democratizar otros mensajes mediáticos. Esta perspectiva, entonces, se
procesos, en especial para hacer partícipes a los re- relaciona con lo que podríamos llamar un paradig-
ceptores de su producción. Y es precisamente esta ma basado en conceptos de acceso, participación y
realidad la que lleva a que no haya una inocencia autoadministración. Aquí, acceso hace referencia al
en la afirmación de Enzensberger, pues más adelan- rol de servicio público atribuido a los medios, a la
te es capaz de distinguir en su análisis entre el uso posibilidad de las personas de elegir entre una va-
represivo de los medios -que genera un control cen- riada propuesta comunicativa y retroalimentar a las
tralizado, con mensajes que fluyen en una sola vía, organizaciones encargadas de la producción con
producidos por especialistas, dirigido a individuos sus reacciones; la participación se vincula con el in-
aislados y que promueve un consumo pasivo- y el volucramiento del público en la producción y el di-
uso emancipatorio -que es descentralizado, con seño de sistemas de comunicación; y la auto-admi-

78
nistración se refiere al ejercicio de promover en la ción y difusión. Por ello Chris Atton (2002), entre
gente la participación también en la toma de deci- otros, sostiene que las distinciones entre medios
siones al interior de las empresas de comunicación, masivos y alternativos se ubican en la desprofesio-
así como en el diseño de políticas públicas al res- nalización, descapitalización y desinstitucionaliza-
pecto (Servaes, 1999). ción de estos últimos. Para este autor, los medios al-
Una tercera perspectiva se relaciona con lo que ternativos “deben estar disponibles para la gente
podríamos llamar el carácter comunitario. Construir ordinaria sin la necesidad de entrenamiento profe-
dicho carácter requiere una comprensión de la ubi- sional, sin un gasto excesivo de capital y deben te-
cación geográfica de un proyecto comunicativo y/o ner lugar en configuraciones diferentes a los siste-
una comunidad de intereses. En este contexto se mas mediáticos u otros sistemas similares” (mi tra-
construyen procesos de comunicación en los que ducción).
adquiere otro tono la participación, pues emisores y Pero estas características parecen responder más
receptores comparten las mismas preocupaciones a una oposición a los esquemas conceptuales u or-
respecto de temas comunitarios, es decir, la comuni- ganizativos dominantes de los medios masivos que
dad realiza la reproducción y la representación de a los retos que propone una mirada pluralista de la
sus intereses compartidos. Esta “comunidad” (geo- comunicación, la economía, la política y la cultura.
gráfica y de intereses) sirve como un marco de refe- En ese sentido, James Hamilton (Atton, 2002) hace
rencia para una interpretación compartida de la re- un propuesta interesante: “En contraste con ser un
levancia de los tópicos comunicados al interior de la sinónimo de ‘medios’, la comunicación es mejor vis-
comunidad (Hollander, Stappers y Jankowski, 2002). ta en términos culturales: como una construcción
En esta perspectiva, la comunicación no sólo se de- creativa del orden social”. En ese mismo sentido,
fine en términos de emisor y receptor, sino al inte- Luis Beltrán (1980), por ejemplo, ha propuesto dos
rior de un arreglo social específico, en relación a su características de la investigación sobre medios al-
propia estructura -las estructuras de significación a ternativos en América Latina: por un lado, la mutua
nivel comunitario e individual- y a la interacción en- vinculación entre teoría y práctica de la comunica-
tre formas de comunicación mediadas y no media- ción alternativa; por otro, que las ideologías forá-
das. En esencia, el contexto geográfico, las estructu- neas determinaron conceptos y premisas en comu-
ras sociales y un cierto sentido de identidad definen nicación que invadieron las prácticas mediáticas y
esta perspectiva comunitaria (Newby, 1980). los programas de desarrollo a través de programas
Cuando nos referimos específicamente a los de entrenamiento y estructuras de financiación do-
modos de organización de la producción en los me- minadas por el norte. Esta última característica es
dios alternativos existe una primera aproximación. clave pues demuestra la particularidad del proceso
Raymond Williams (1980) nos ofrece una cierta ca- latinoamericano donde, en muchos casos, los es-
racterización que sirve de base para una crítica y quemas de sostenimiento de la comunicación alter-
una construcción conceptual: la estructura de los nativa surgieron bajo una lógica centralizada y de
medios se define principalmente a través de tres va- control similar o igual a aquellas estructuras de los
riables, a saber, profesionalización (destrezas), capi- medios masivos a las que se oponían.
talización (recursos) e institucionalización (sistemas Pero más allá de esta crítica a los procesos de
de control). De esta forma, el sistema de medios “desarrollo” inducidos desde fuera, lo que resulta
masivos se construye a partir de barreras ante una más relevante en la actualidad es que el esquema
amplia participación social en su creación, produc- desprofesionalizado, descapitalizado y desinstitu-

79
cionalizado no funciona de forma mecánica en el versiones del dualismo: autoritario/democrático, in-
contexto latinoamericano. Es posible encontrar dustrial/artesanal, poder centralizado/autoadminis-
variaciones importantes como, por ejemplo, altos tración, de arriba hacia abajo/desde abajo.
niveles de profesionalización, entrenamiento y for- La segunda perspectiva se opone a una preocu-
mación en los miembros de medios alternativos en pación por procesos y estructuras, como la anterior,
la región, o esquemas de sostenibilidad competiti- y apuesta más bien a una comprensión de las metas
vos en varias vías: o bien se basan en esquemas no y contenidos. Haciendo varias críticas a la propuesta
capitalistas, a través de trabajo voluntario o de fi- anterior -entre ellas que no era sensible, o por lo
nanciamiento a través de agencias de coopera- menos no estaba sincronizada con las realidades so-
ción, apoyos voluntarios, etc., o bien se trata de ciales y políticas de muchos de los países de la re-
estructuras bien insertadas en el mercado, pero gión, y que apuntaba a una teología de la liberación
que ofrecen una propuesta comunicativa no co- basada en el individualismo- la idea de metas y con-
mercial, o por lo menos no pensada en sus lógicas tenidos apostaba por promover los vínculos entre
de consumo y supuesta neutralidad política. El los procesos de comunicación alternativa con movi-
punto en el que tal vez se mantenga de mejor for- mientos sociales más grandes, pues de lo contrario
ma el modelo es en el relacionado con la desinsti- se corría el riesgo de “degenerar en ‘fiestas‘ de co-
tucionalización: las estructuras de participación, municación” (Kaplún, 1980). Tal como sucediera
de control y de seguimiento se vinculan con lógi- con la perspectiva anterior, se construyeron a partir
cas más horizontales en la comunicación alternati- de ésta diferentes dualismos: 1) mientras la corrien-
va, desde la organización interna, los procesos de te principal de los medios tiene como meta funcio-
contratación y las relaciones laborales, hasta la nal fragmentar a la audiencia en espectadores aisla-
participación de la gente en la producción, pasan- dos y consumidores autónomos, la comunicación al-
do por lógicas de relacionamiento en muchos ca- ternativa pretende construir conexiones entre su au-
sos comunitarias. Para centrarnos entonces en las diencia (Reyes Matta, 1982); 2) hay otra línea que
posibilidades de comprensión generadas desde la diferencia entre metas relacionadas con la transfe-
región latinoamericana proponemos ahora sus rencia de datos y metas educativas (Martínez Terre-
principales prolegómenos. ro, 1980). En resumen, la comunicación alternativa
Una primera perspectiva es aquella adelantada en esta comprensión busca un matrimonio entre un
por Luis Beltrán y Paulo Freire. Basados en la metá- contenido liberador y la construcción de solidaridad,
fora de comunicación horizontal vs. comunicación esto es, la construcción de la comunicación como
vertical, se construyeron dos perspectivas que con- herramienta de una praxis social más amplia
traponían, por un lado, flujos unidireccionales de (O`Connor, 1989; Lozada y Kuncar, 1986).
información, usualmente de norte a sur, con comu- En la raíz de estas perspectivas se encuentra el
nicación bidireccional y horizontal y, por otro, en trabajo temprano de Antonio Pascuali (1963),
vinculación a la teología de la liberación, se enfati- quien definió a la comunicación como el significa-
zaba el diálogo (en contraposición al monólogo con do que es forjado a través de la coexistencia, la co-
el que se relacionaba a la comunicación de carácter presencia y la colaboración en un mundo común.
más vertical) en el proceso comunicativo por el cual Para Pascuali esto era posible sólo bajo la condición
era posible alcanzar una conciencia crítica (Freire, de que la gente se comprometiera en el diálogo, un
1972). Así, con ideas de participación y democrati- diálogo que se convertía en la esencia de la comu-
zación, esta metáfora ha dado lugar a múltiples nicación. Por su parte, Oswaldo Capriles (1986)

80
afirma que el diálogo permanente, la participación lítico y lo económico. Tal es el caso de la inserción
que es espontánea y pertinente -y no arbitraria o en mercados transnacionales, las nuevas experien-
condicional-, es la fuente de las decisiones colecti- cias de la migración, el codesarrollo y los espacios
vas. En tanto, una perspectiva con un alcance me- de lucha que lo trascienden, como el género, las
nor es aquella que podemos identificar con la retó- identidades sexuales, el medio ambiente o el VIH-
rica de la democracia electrónica. Desde esta con- Sida. La comunicación alternativa ya no se encuen-
cepción, las nuevas formas de comunicación (me- tra únicamente en el otro lado de lo comercial, o de
diadas por computador y la conexión a la red) crean los modos de producción capitalitas, sino que se
espacios públicos, arenas para el libre compromiso enfrenta al desafío de producir nuevos contenidos,
de los ciudadanos con la deliberación y el debate otras formas de noticiabilidad, experimentos estéti-
público. Y finalmente tenemos una perspectiva crí- cos y luchas políticas que la colocan ante necesida-
tica. Basados en el trabajo de Williams (1961), don- des como la articulación con redes. Así, las redes de
de se enfoca el concepto de “comunicación masi- comunicación alternativa construyen un lugar parti-
va”, se construye una crítica de las formas de co- cular de enunciación: ya no se trata únicamente de
municación institucionalizadas. Para este autor no la oposición, del contrapoder, sino de la expresión
hay masas, sólo formas de ver a las personas como vivida de la vida cotidiana desde fuentes distintas al
masas. Pero estas formas no sólo son perspectiva, consumo; de plantear nuevas fuentes de sostenibi-
sino que comportan asociaciones negativas, e inclu- lidad, con miradas estratégicas, y de crear formas
so antidemocráticas, pues suponen en muchos ca- expresivas diversas, que comprendan a las fronteras
sos asumir un grupo central y de elite de producto- como una posibilidad de estar juntos y de construir
res, que genera material consumido por otros, geo- colectivamente, y no como una separación. Por ello
gráfica y socialmente diferenciados de ellos. Así, lo se enfrentan al asedio de lo múltiple.
que se podría denominar como comunicación de-
mocrática comporta, por el contrario, procesos de La movilización social
producción que reflexionan acerca de “estructuras
de sentimiento” a su alrededor, lo que implica me- Para iniciar esta discusión es importante resaltar
tas de participación popular, sensibilidad y capaci- mi propio lugar de enunciación. Hablo desde una
dad de reacción a formas emergentes de pensa- versión incidente de la academia, desde la práctica
miento, y una habilidad para expresar tales formas radiofónica popular, educativa y comunitaria, y es-
(Hamilton, 2000). to lo hago para evidenciar un hecho particular. Exis-
De este modo, la multiplicidad se encuentra en te una cierta certeza en nuestro medio: por un la-
la complejidad de los fenómenos en el área de la do, concebimos a los movimientos sociales como
comunicación alternativa en América Latina y el Ca- sujeto, en tanto un actor más, un compañero más, 3 Los medios populares y comuni-
tarios se plantean, no sólo como
ribe. Mientras las miradas predominantes en los 60 en una práctica transformativa de la sociedad3; por
un modo democratizador de la
y 80 giraban alrededor de las dicotomías clásicas otro, el carácter alternativo o alterno de las redes expresión de los pueblos sino,
del capitalismo y el socialismo, las experiencias co- no nos es ajeno, porque también pretendemos también, como una herramienta
municativas de los 90 y posteriores se han enfren- construir alternativas, otras vías, no sólo para llegar para la transformación social. Y
tado a múltiples cambios. En este sentido, los pro- a un mejor conocimiento y comprensión de la rea- aunque se pretenda superada una
visión instrumental de la comuni-
cesos de ajuste estructural hicieron que el Estado lidad, sino también para acercarnos más a ella, pa-
cación es cierto que seguimos
dejara de ser el “enemigo”, pues su reducción tras- ra involucrarnos en sus procesos de transformación. pretendiendo incidir de esa forma
ladó la lucha hacia otras esferas de lo social, lo po- Por eso, cuando indagamos en torno a la articula- en la sociedad.

81
ción entre los procesos de movilización social y el cionalidad de las masas como a los enfoques eco-
carácter alternativo de ciertas redes de comunica- nomicistas de la movilización de recursos, y lo hicie-
ción, lo que parecería una empresa simple, es decir, ron a través de la concepción de la necesidad de
reconocer en el terreno aquello por lo que trabaja- procesos de identificación entre los miembros de
mos día a día, se convierte en una dura tarea por colectivos, es decir, opusieron una perspectiva cul-
desarrollar un pensamiento más crítico, esto es, en tural a la económica y política que predominaba en
palabras de Michel Foucault, “el esfuerzo por saber los anteriores análisis.
cómo y hasta qué punto podría ser posible pensar Esta breve y somera introducción nos habla no
de manera diferente en lugar de legitimar lo que ya tanto de un desarrollo como de la complementa-
se conoce” (Escobar, 1991). riedad de las comprensiones para dar cuenta de los
Desarrollar un pensamiento crítico es necesario movimientos sociales: aunque las estructuras so-
porque estamos anclados en historias e ideales que ciales ya no son las mismas, no podemos negar el
debemos empezar a deconstruir para sentar las ba- peso que ostentan en la actualidad factores como
ses de un proyecto político. Pensamos que conoce- los recursos y los cooperantes en las acciones de
mos las motivaciones principales de los movimien- los movimientos sociales, o también la importancia
tos sociales, y tenemos supuestas certezas acerca de los niveles de conectividad presentes en deter-
de la alternatividad de nuestras redes pero, en rea- minados arreglos sociales para las movilizaciones
lidad, en mucho de ello sólo repetimos. Por eso pre- de recursos, personas y mensajes. Asimismo, los
sentamos a continuación una breve revisión de las marcos en los que definimos la racionalidad con-
que consideramos las principales tendencias en el temporánea pueden bien quedar cortos ante las
análisis de la movilización social. formas de expresión y presión que múltiples movi-
Una de las transformaciones centrales que ha mientos ponen en marcha para llevar su mensaje y
sufrido el estudio de los movimientos sociales tiene conseguir sus objetivos. Tenemos ejemplos muy di-
que ver con su carácter estructural. Los análisis que versos de economías bien estructuradas tanto en el
predominaron en los 50, 60 y 70 estaban centrados discurso como en la sostenibilidad de muchos mo-
en las condiciones estructurales que permitían y vimientos sociales y, por supuesto, los dispositivos
motivaban la movilización, en los procesos de mo- que activan la identificación entre individuos para
dernización e industrialización, y también en los participar de una determinada movilización, las
procesos de aculturación derivados de la estructura tecnologías simbólicas que movilizan algunos acto-
de dependencia de nuestros modelos de desarrollo res sociales, e incluso las tecnologías del yo que
económico. Con el surgimiento de las teorías y mo- operan las personas para construir sus ideas de
delos de los nuevos movimientos sociales aparecie- bienestar; todos ellos son aspectos con los que ju-
ron múltiples perspectivas, distintas de las estructu- gamos en la comprensión de este sujeto de estu-
rales. Las teorías de la movilización de recursos (Ol- dio. Y es por esto que la comprensión de los movi-
son, 1965; Jenkins, 1983; Cohen, 1985), en un in- mientos sociales debe ir de la mano con la descrip-
tento por oponerse a las tradiciones de la psicolo- ción de sus prácticas y la deconstrucción de sus
gía social, apostaron por la racionalidad de la ac- motivaciones. Para dicha descripción y deconstruc-
ción, en contraste con las teorías de la irracionali- ción es importante comprender que es posible ha-
dad de las masas, en boga a partir de los trabajos cer uso de un sano eclecticismo, es decir, tomar
de Gustave Le Bond. Así también, los paradigmas múltiples aportes, desde distintas perspectivas y
de la identidad buscaron oponerse tanto a la irra- disciplinas, para caracterizar la práctica de la movi-

82
lización, la identificación y la propuesta de grupos ca de la articulación surgen preguntas tales cómo:
organizados de acción. ¿Bajo qué condiciones puede ser producida y forja-
En lo que queda, presentaremos la conceptuali- da una relación? (Hall, 1996) ¿Cuáles son los costos
zación de un objeto de estudio: la articulación en- de oportunidad de dicha relación? ¿Cuáles son las
tre medios alternativos y movimientos sociales, tra- variables centrales de dicha economía política que
tando de responder a la multiplicidad que hemos determinan su producción, es decir el discurso? Y
pretendido evidenciar en la revisión anterior. entonces ese discurso tiene un sentido, responde a
una pregunta ontológica: ¿Quiénes somos noso-
Los signos y símbolos de la articulación tros? (Haraway, 1999). Pero esta pregunta ya no
nos responde por la individualidad y el aislamiento,
Bruno Latour nos sirve de puente en esta com- sino por la identidad construida, incompleta y re-
prensión: para él la articulación deviene en el plan- construible derivada de la articulación.
teamiento de geometrías posibles donde hablar de Dicho de otro modo, para poder comprender
polos no tenga sentido. Esa es precisamente la in- una articulación cualquiera habría que añadir:
tención de una comprensión de la articulación que ¿Quiénes somos nosotros ahora?, es decir, ¿quié-
propenda por una democracia de la diferencia y no nes somos después del discurso? Ello podría darnos
del consenso universal. Lo más importante de la luces acerca de cómo se relacionan los movimientos
perspectiva de la articulación es que su producto es sociales y las redes de comunicación alternativa. En
el discurso, tal vez el objeto más infinitamente se- especial porque cuando hablamos de discurso se
mantizable e interpretable del tejido social. Y es así entromete un siempre innombrable “silencio”. Pe-
como Ernesto Laclau y Chantal Mouffe definen a la ro el silencio mismo es un discurso, es algo construi-
articulación, como “toda práctica que establece do por los momentos de la articulación, con su de-
una relación tal entre elementos que la identidad cisión de no ponerse en contacto, con la ignorancia
de éstos resulta modificada como resultado de esa respecto al otro y sus posibilidades. Así, podemos
práctica. A la totalidad estructurada resultante de la hablar del discurso dicho y del que está por decirse,
práctica articulatoria la llamaremos discurso. Llama- del no dicho, y entonces comprender el contenido
remos momentos a las posiciones diferenciales, en de la articulación. Porque sus signos y símbolos son
tanto aparecen articuladas en el interior de un dis- los de la construcción conjunta. La economía dis-
curso. Llamaremos, por el contrario, elementos a cursiva que entra en juego cuando un mensaje de
toda diferencia que no se articula discursivamente” movilización debe convertirse en una producción
(García Dauder y Romero Bachiller, 2002). comunicativa, y la economía política que entra en
¿Y cuál es entonces el sentido de estas afirma- juego cuando un proyecto comunicativo debe pro-
ciones? Precisamente, que se trata de la construc- mover un cierto tipo de movilización. Todo esto
ción de discursos. Los medios de comunicación al- comprende una economía político-comunicativa en
ternativos, las redes, no construyen discursos, los la que es posible identificar sacrificios, costos, ga-
movimientos sociales tampoco, es su relación la nancias, inversiones, plazos y dilemas. Y las varia-
que los construye, y ese es precisamente el conteni- bles del intercambio constituyen la estructura de la
do de su articulación. Y la cuestión está siempre re- producción discursiva: si para la economía política
lacionada, como en cualquier transacción entre ac- podemos identificar el capital, el trabajo, la infraes-
tores, con una economía, en este caso una econo- tructura, la posición política del Estado, el nivel de
mía discursiva. Ante esta visión de economía políti- articulación de las fuerzas productivas, los modos

83
de producción, etc., como variables que la definen pacidades para transformar los medios de produc-
en distintos arreglos sociales o sociedades, para la ción en pos de inventar dispositivos mecánicos y sis-
economía político-comunicativa también debemos temas de organización. En ese contexto, era evi-
tomar en cuenta la conectividad, el nivel de articu- dente que las movilizaciones tenían motivaciones
lación de las audiencias y las bases sociales, la in- principalmente de clase, y que la forma principal de
fraestructura tecnológica, los niveles de organiza- esa movilización era la confrontación con las de-
ción, las trayectorias, etc. mostraciones primarias del capital (mercancías, má-
quinas y empresas). Pero a partir de los años sesen-
Una propuesta de construcción del sujeto de estudio ta empieza la performance de una sociedad que
por contraste crea tecnologías que son capaces de
Con las ideas desarrolladas hasta ahora preten- producir bienes simbólicos, lenguajes e informa-
do construir una versión preliminar, una provoca- ción. Esta sociedad genera no sólo medios de pro-
ción acerca de lo que podría ser un modo de inves- ducción sino, también, fines, demandas y represen-
tigar la articulación entre movimientos sociales y re- taciones.
des de comunicación alternativa, en el marco de la Dicha sociedad es denominada por Touraine
investigación que se propone ALER y Ayuda en Ac- (1985) como “sociedad programada”, y presenta
ción para el 2007. El objetivo de este apartado final características especiales: 1) las principales inversio-
es presentar un breve esquema de análisis: primero, nes tienen lugar en el nivel de la gestión de la pro-
vamos a considerar cuatro tipos diferentes de dis- ducción (a diferencia de la sociedad industrial que
tinciones entre las configuraciones de movimientos las situaba en el de la organización del trabajo), por
sociales, las dos primeras vinculadas con el contex- lo que la información se convierte en el recurso cla-
to y la estrategia de los movimientos, y las dos últi- ve; 2) es cada vez más una sociedad de producción
mas vinculadas con las comprensiones de la injusti- y de cambio y no una sociedad heredada; 3) el Es-
cia; posteriormente pretendemos presentar algunas tado ha perdido gran parte de su influencia y poder
ideas acerca de la relación entre movimientos y me- y está cada vez menos unificado (Casquette, 1998).
dios; y, finalmente, una pregunta a modo de epis- Estas condiciones cambian la configuración de la lu-
temología de la investigación. cha de clases. Para Touraine la existencia y práctica
Un primer elemento a tener en cuenta es que de múltiples y diversos movimientos sociales en es-
los movimientos sociales se juegan hoy en día en un ta sociedad posindustrial es el signo de un conflicto
contexto particular, pero que a la vez dicho contex- central entre una clase dirigente con poder político
to puede clarificar su relación, en primer lugar, con y económico, y una clase dominada a la que se su-
los ámbitos de la comunicación, y podremos seguir man aquellos que se enfrentan al control de la cla-
ese camino hasta las redes de comunicación alter- se dirigente sobre los patrones culturales. Y una ca-
nativa. racterística central de este conflicto es que ocurre al
Sin duda, uno de los principales teóricos de los margen del Estado. Porque si bien de cierta forma
movimientos sociales que podría permitirnos una establece que la lucha central que se desarrolla es
comprensión de este tránsito hacia la comunicación una lucha por el control de la historicidad, es decir
es Alain Touraine. El contexto en el que la moviliza- por los cursos de la historia, es posible identificar
ción social organizada se convirtió en un objeto de dos tipos de movimiento: los movimientos sociales,
estudio es bien definido: se trataba de las socieda- que luchan por el control del modelo cultural domi-
des industriales, las cuales habían desarrollado ca- nante, y los movimientos culturales, que desafían

84
los aspectos de ese modelo relacionados con los va- que se refieren a procesos para corregir las condi-
lores éticos o culturales. ciones desiguales de los arreglos sociales, sin per-
No obstante, a este primer conjunto de distin- turbar el marco de comprensión que las genera, por
ciones podemos añadir otro más. Antonio Gramsci otro, los remedios transformativos que se refieren a
(1971), en su intento por comprender los modos en la corrección a través, precisamente, de la reestruc-
los que era posible el control de la historicidad, dis- turación del marco de comprensión generativo de
tingue dos tipos de políticas: las de maniobra y las las desigualdades (Fraser, 1995).
de posición. Las primeras involucran, principalmen- En cada uno de los cruces puede estar una ex-
te, asaltos o ataques a las estructuras y culturas ins- periencia distinta de los movimientos que se en-
titucionales existentes, implicando el despliegue rá- cuentren. Y como cualquier construcción típico-
pido de fuerzas en el contexto de una coyuntura es- ideal, se trata de semejanzas y cercanías y no de en-
pecífica, con el objetivo de obtener ventajas tácticas cuadres perfectos. Por otro lado, es necesario com-
-como en el uso de demostraciones o acciones di- prender un elemento central: ¿Por qué nos interesa
rectas-. Las segundas se refieren, particularmente, a la relación entre los movimientos sociales y las redes
los intentos por ocupar o crear nuevos espacios pa- de comunicación alternativa? Para responder a este
ra identidades, moralidades y formas de vida alter- interrogante, es necesario comprender la relación
nativas al interior de los límites de las estructuras más estudiada entre los movimientos sociales y los
sociales, políticas y estatales vigentes, activando un medios de comunicación masiva. William Gamson y
proceso de largo plazo hacia la construcción de un Gadi Wolfsfeld (1993) definen esta relación de la si-
bloque de fuerzas sociales mediante la educación guiente manera: “Cada lado de la transacción me-
popular, la formación de conciencia, el desarrollo dios-movimientos es dependiente de la otra pero
comunitario, etc. Es importante recalcar que para no asimismo equitativas. Los movimientos general-
Gramsci la conjunción de ambos tipos era indispen- mente son mucho más dependientes de los medios
sable en la construcción de la política, en lo que es que viceversa, y esta asimetría fundamental implica
conocido como la perspectiva dual. el gran poder del sistema de los medios en la tran-
Las anteriores distinciones definen el contexto y sacción”.
la estrategia del movimiento, por eso pretendemos Las necesidades de los movimientos que carac-
explicar en este punto las referentes a las motivacio- terizan esta asimetría son: movilización, validación y
nes, específicamente relacionadas con las compren- ampliación del espectro. Los movimientos necesitan
siones de la injusticia. La primera distingue un con- de estos tres elementos para llevar a cabo sus em-
cepto socioeconómico de la injusticia de un con- presas y objetivos. Gran parte de la audiencia a la
cepto cultural: se trata de las políticas de la redistri- que los movimientos quieren llegar hace parte de
bución y las políticas del reconocimiento. Así, mien- las galerías de los medios de masas, pero la valida-
tras la primera es una comprensión de las motiva- ción es aún más importante, porque en el contexto
ciones en las que la injusticia está enraizada en la de la sociedad programada el hecho de que “todo
estructura político-económica, la segunda ve a la el mundo esté viendo”, y que se logre visibilización
injusticia como enraizada en patrones de represen- a través de los medios masivos, significa que se es
tación, interpretación y comunicación. A esta distin- importante, que se está haciendo historia (se está
ción debemos sumarle otra que se relaciona con los controlando la historicidad), y no se puede ser un
remedios propuestos a tales visiones de la injusticia: jugador importante si no se entra a la cancha. A es-
por un lado, encontramos los remedios afirmativos, to se suma que mientras más se amplíe el espectro

85
del conflicto en que se está inmerso mayores son un nivel económico y de espectáculo. Esta diferen-
las posibilidades de ser escuchado. De allí que en cia hace que la negociación sólo se dé a nivel del
esta transacción todo se reduzca a una cuestión de lenguaje, mas no del discurso. Hay que sacrificar
valor y necesidad: cuánto valgo para el otro, cuán- lenguajes, pero no discursos, no articulaciones, só-
to necesito de él. Y la asimetría se completa: para lo modos de aparecer.
poder hacer uso de los servicios de los medios ma- Mientras tanto, en las relaciones entre movi-
sivos, el movimiento no sólo requiere convertirse en mientos sociales y redes de comunicación alternati-
noticia, es decir, hacer algo que valga la pena para va, las transacciones caen en un campo común: la
el medio -lo que en muchos casos implica asumir la política y el compromiso integran las prácticas de
lógica del espectáculo-, sino que además requiere cada una de la partes. Las redes de comunicación,
asumir su lenguaje. Las necesidades del medio ma- en su carácter alternativo, apuestan también por la
sivo, por el contrario, son la noticia y el espectácu- transformación o por alguna práctica redistributiva
lo, y sus fuentes más prolíficas son distintas, e inclu- o de reconocimiento, por lo que las transacciones,
so opuestas, a los movimientos sociales. Es esta que parecerían una simple cuestión de semejanzas,
competencia por el aparecer la que determina la se convierten en luchas por la construcción de dis-
asimetría. cursos. La articulación entre ambas, no importante
De esta discusión nos debe quedar clara una tanto por sus polos, sino por su geometría de cons-
cuestión: la necesidad del movimiento por los servi- trucción discursiva, y la identidad nueva, construida
cios del medio masivo y, en contraposición, el poco a partir del discurso, evidencia los modos de dicha
valor que tiene el movimiento para el medio. Así articulación. El pensamiento crítico, entonces, no se
pues, si asumimos esto deberíamos preguntarnos: basa ya en comprender la negociación en niveles di-
¿Por qué o cuál es la necesidad del movimiento por ferentes sino en una negociación del discurso, en la
relacionarse con las redes de comunicación alterna- evaluación de una construcción conjunta. Como
tiva? Es claro que dentro de los objetivos de movili- decía antes, el silencio es también un discurso, y en-
zación, validación y ampliación del espectro, y den- tonces la ausencia de discurso no habla tanto de la
tro de las condiciones de espectacularización de la falta de articulación como de la ignorancia de las
vida cotidiana, el medio de comunicación alternati- prácticas del otro, de los obstáculos para lograr
vo se encuentra en una amplia desventaja respecto acuerdos.
de audiencias, incidencia en el espacio público y Es por todo esto que adquiere tanta importan-
uso de plataformas tecnológicas. Y a esto se suma cia la pregunta sobre el porqué. Cuáles son los cos-
un elemento aún más problemático. Decíamos al tos de oportunidad, los beneficios, los sacrificios
inicio de este ensayo que es necesario ejercitar generales a los que se enfrenta un movimiento que
nuestro pensamiento crítico, pues la relación entre busca un medio de comunicación alternativo y, da-
movimientos sociales parecía demasiado simple. do el carácter de transformación de ambos, el otro
Ahora veamos dónde radica ese hecho. En las rela- lado es igualmente problemático, es decir, cuáles
ciones entre los movimientos sociales y los medios son los costos de oportunidad, ganancias y pérdidas
masivos (sobra decir hegemónicos) la asimetría en los que incurre una red de comunicación alter-
también se comprende porque los movimientos se nativa al abrir sus servicios a los movimientos socia-
desenvuelven, en lo fundamental de sus prácticas les. Existen respuestas fáciles, como por ejemplo la
ideológicas, a un nivel político y de compromiso, y desaprobación de los movimientos a los condicio-
los medios masivos, en cambio, se desenvuelven en namientos de los medios masivos, pero en ello se

86
esconde el hecho de que de todas formas las nece- ello compondrá un cuadro que debe permitir iden-
sidades de los movimientos respecto de moviliza- tificar las topologías posibles de la articulación, pe-
ción, validación y ampliación del espectro de lucha ro también, y más allá de ello, identificar las necesi-
no se satisfacen completamente en las redes de co- dades y valores particulares que definen la relación
municación alternativa. Entonces, por un lado, la entre movimientos y redes.
pregunta sería si los movimientos necesitan a los Y retomamos entonces la multiplicidad: el dis-
medios de comunicación alternativa y, si es así, cuá- curso, la palabra, no se disputa entre el prosista y el
les son esas necesidades diferenciales respecto de poeta, sino que es a una misma vez para los dos.
las necesidades que los acercan a los medios masi- Nos recuerda que estamos juntos en una misma lu-
vos. Por otro, si en las redes de comunicación alter- cha (los medios alternativos y los movimientos so-
nativa no se otorga valor al espectáculo y a la noti- ciales), es decir, nos reconocemos en la palabra pe-
cia -o por lo menos no de la forma en que lo hacen ro, a la vez, nos abstrae para reconocer las sutilezas
los medios masivos- cuál es entonces el valor que de la negociación.
representa el movimiento social para su cubrimien-
to. Y esto pasa también por respuestas fáciles, co- BIBLIOGRAFÍA
mo aquella que plantea que existe una empatía por
los objetivos políticos, aunque ello esconde los cri- -ATTON, C. Alternative Media, Sage Publications,
terios de selección de los actos que merecen la pe- London, 2002.
na cubrirse, y las razones qué determinan que se -BRECHT, B. “Radio as a means of communica-
cubra un movimiento social y no otro. tion”, en Mattelart, A. y Siegelaub, S. (eds.). Com-
Este somero modelo de análisis puede ser la ba- munication and Class Struggle 2: Liberation, Socia-
se para iniciar una discusión, y procesos de investi- lism, International General, New York, 1983.
gación, acerca de los movimientos sociales y la co- -BELTRAN, L.R. “A Farewell to Aristotle: ‘Horizontal’
municación alternativa, pero de ninguna manera communication”, en Communication Nº 5, 1980.
pretende ser un esquema rígido, sino una invitación _____________ “Research Ideologies in conflict”,
a ver que sin pequeñas organizaciones de escala en en Journal of Communication Nº 25, 1975.
la información y en los conceptos no es posible ha- -BOURDIEU, P. “Symbolic Power”, en Critique of
cer un análisis de la articulación entre actores. Una Anthropology Nº 13(14), Sage Publication, London,
investigación acerca de la comunicación alternativa 1997.
y los movimientos sociales debe plantearse, enton- _____________ Cosas Dichas, Gedisa, Barcelona,
ces, desde muchos lugares a la vez. Así, pues, cuan- 1993.
do todo esto se conjuga la articulación tiene un -CAPRILES, O. “Venezuela ¿política de comunica-
sentido particular: en nuestro caso, la variable es ción o comunicación alternativa?”, en Simpson
evidentemente el discurso, y las dimensiones se Grinberg, M. (ed.). Op. Cit.
componen tanto por las identidades que entran en -CASQUETTE, J. Política, cultura y movimientos so-
la transacción, como por las condiciones mismas de ciales, Bakeaz, Bilbao, 1998.
dicha transacción, presentándose indicadores como -COHEN, A.P. The symbolic construction of commu-
niveles de organización de los movimientos, conec- nity, Tavistock, London, 1985.
tividad entre las redes, propuestas políticas, afini- -ENZENSBERGER, H.M. Consciousness Industry: on
dad entre ellas, audiencias buscadas por el movi- Literature, Politics and the Media, Seabury, New
miento y aquellas a las que llega la red, etc. Todo York, 1974.

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88
Entrevista
Entrevista a Stella Martini1
“En el estudio de medios es preciso
diferenciar entre lectura ingenua y lectura
especializada”

Por Adela Ruiz y Sandra Oliver Hoy los medios conviven con crecientes Oficios Terrestres: ¿Por qué considera
cuestionamientos de legitimidad, y mientras que desde el ámbito académico se insis-
Adela Ruiz es Licenciada en Comunicación So- desde la academia se plantea la necesidad de te tanto en la necesidad de que los me-
cial por la Universidad Nacional de La Plata. Se un acercamiento de las empresas periodísti- dios abran una instancia de diálogo con
desempeña como JTP en el “Taller de Producción cas a la universidad, desde los medios se se- las universidades?
Gráfica I” de la FPyCS de la UNLP, y como Pro- ñala la ausencia de profesionales en los plan-
fesora Titular del “Taller de Producción Periodís- teles docentes de las carreras de grado. De Ante todo porque los medios son muy
tica” de la Universidad Nacional del Noroeste de cara a los cambios que introducen las nuevas reacios a tener consultores, lo que incluye la
la provincia de Buenos Aires (UNNOBA). tecnologías, los diarios parecen enfrentar los posibilidad de mantener una relación fluida
Actualmente es Becaria de Formación Superior mayores desafíos a la hora de definir su lugar con investigadores y académicos. Esto no sig-
de la Secretaría de Ciencia y Técnica de la UNLP en el cambiante mundo de las comunicacio- nifica que no tengan asesores, o que realicen
y se encuentra realizando su tesis para la “Maes- nes, pero siguen siendo reivindicados como constantes estudios de medición de público y
tría en Periodismo y Medios de Comunicación” un dominio excepcional para el análisis de las de consumos, pero lo hacen desde una pers-
de la FPyCS, UNLP. transformaciones socioculturales. Y frente a pectiva más ligada al marketing periodístico
la impostergable discusión cultural que gene- que a la investigación académica. No obstan-
Sandra Oliver es Licenciada en Comunicación ra un periodismo que se ejerce en tiempo te, se trata de algo muy característico de
Social por la Universidad Nacional de La Plata. real, los interrogantes no parecen ser privati- nuestro país, que difiere de lo pasa en Esta-
Se desempeña como docente en el “Taller de Pro- vos de ningún ámbito: tanto los medios co- dos Unidos o en muchos lugares de Europa.
ducción Gráfica I” y en el “Taller de Producción mo los investigadores siguen a tientas las Allí, por el contrario, entre los medios y los
y Comprensión de Textos I” de la Facultad de Pe- huellas que van dejando los lectores, y las au- investigadores se establece una relación muy
riodismo y Comunicación Social de la UNLP, y diencias, de una realidad que hoy se constru- estrecha y tal vez uno de los mejores ejem-
de la extensión universitaria de esta unidad aca- ye a partir de actualidades múltiples. Sobre plos lo encontremos en Mauro Wolf que pa-
démica en la ciudad de Bolívar, provincia de éstas y otras cuestiones reflexionó la investi- só, como él mismo cuenta, ocho años ha-
Buenos Aires. gadora Stella Martini en diálogo con Oficios ciendo tareas de etnografía en las redaccio-
Terrestres. nes, participando en las reuniones de edición
y presenciando los procesos cotidianos de
conformación de agenda.

90
En el caso de los medios, investigar, en De allí que considero que una investiga- grado en universidades como las de La Plata
tanto actividad que permite identificar, verifi- ción que señale cuáles son los efectos de tal o la de Buenos Aires cuentan en sus planteles
car e interpretar los qué y los cómo de los fe- situación es algo que cualquier medio nece- con docentes que son periodistas. No obstan-
nómenos, sus causas y las posibles conse- sitara reconocer. Por ejemplo, cuando hici- te, también creo que de cara a este señala-
cuencias, involucra el reconocimiento de la mos con Lila Luchessi el libro Los que hacen miento hay algunos aspectos a pensar.
función social que éstos desempeñan como la noticia trabajamos con entrevistas a más Por un lado, muchas veces sucede que
lugar de acceso a la realidad y a todos aque- de 50 periodistas de radio, televisión y gráfi- llevamos a las aulas periodistas reconocidos
llos aspectos que resultan ajenos a la expe- ca. Hablamos con secretarios de redacción, para que conversen con los estudiantes, lo
riencia cotidiana; esto es, su reconocimiento directores de noticias, conductores, periodis- que genera un contacto que siempre resulta
como una de las principales fuentes de infor- tas-presentadores y técnicos. Y si bien como enriquecedor, pero también necesitaríamos
mación, pero también como espacio de en- devolución tenemos la satisfacción de saber que exista la posibilidad concreta de visitar el
tretenimiento. Y lo que me parece es que ese que el libro se usa como material de consul- piso de un canal de televisión, la redacción
reconocimiento, esos señalamientos acerca ta en asignaturas de distintas carreras, no tu- de un diario o el estudio de una radio, por-
de por qué necesitamos que den información vimos ningún retorno por parte de muchos que es la única manera de poder estar cerca
socialmente necesaria, es algo que no se ter- de los entrevistados o de los grandes medios. de los procesos de trabajo real. Algunos ins-
mina de leer desde los medios. Pero lamentablemente es así, hay una des- titutos terciarios cuentan con “simuladores
A lo anterior se suma la pregunta de por confianza muy grande de los periodistas a lo de”, que son muy buenos para el entrena-
qué no podemos decir que en gran medida los académico. Como decía uno de mis colegas: miento de los alumnos, pero a nuestras uni-
medios están regidos por las noticias del mer- cuando la academia habla el oficio tiembla, y versidades esas estructuras les resultan muy
cado y del marketing, algo que es aceptado eso es absurdo, entre otras cosas, si se pien- costosas, y por eso sólo tenemos lugares pe-
desde el momento en que surge la prensa mo- sa en las dimensiones de tirada y circulación queños que no llegan a simular espacios de
derna. A menos que consideremos el caso del de uno y otro ámbito. Sin embargo, la rela- trabajo, o no contamos con gente que sepa
periodismo no hegemónico, es decir, aquel ción está planteada de ese modo y en térmi- “hacer de”, que sepa editar, presionar, po-
que no pertenece a las empresas, es imposible nos prácticos se suele sintetizar en: “Quere- nerse de mal humor, romper trabajos o diri-
creer que este ámbito no está regido por las mos graduados, pero que se olviden de lo gir un equipo como lo hace el jefe de una re-
leyes del mercado. Incluso algunos de estos úl- que aprendieron en la Facultad”. dacción, el director de un noticiero o el pro-
timos también lo están, y necesitan atraer pú- ductor de un informativo.
blico para vender y poder conservar los pocos O.T.: ¿Cree que esta postura tiene re- Como comprobamos al realizar nuestra
anunciantes que tienen. Por eso insisto: es un lación con el reclamo que muchas veces investigación, la mayoría de las veces, este
hecho aceptado que el periodismo es un ne- se hace desde los medios sobre la necesi- acercamiento no resulta sencillo. Si bien en
gocio, que está en el mercado y que como tal dad de que las facultades de Periodismo algunos medios la posibilidad de hacer entre-
responde a sus leyes, lo que pasa es que es un y Comunicación cuenten con profesiona- vistas o de poder presenciar los procesos de
negocio especial, porque no vende zapatos ni les en los planteles docentes de sus ca- producción se presenta como algo factible,
verduras. Vende información de interés públi- rreras? en otros, por el contrario, los diálogos deben
co, información para el debate ciudadano, pa- ser off de record y se restringe la posibilidad
ra la información de la sociedad. El problema Siempre me ha parecido muy acertado de recorrer, mirar, tomar nota o, incluso, de-
aparece cuando este aspecto pasa a un se- sostener que el ámbito periodístico y el uni- cir que se estuvo en ese lugar. Lo mismo su-
gundo plano y el periodismo, como sucede en versitario deben trabajar en conjunto, porque cede cuando les pedimos a los alumnos que
este momento, pasa a jugar con las mismas sin duda es un acercamiento muy deseable en el marco de un trabajo entrevisten a algún
reglas: optimizar las ganancias y reducir las para la formación de los alumnos. Y en gene- periodista: lo intentan, pero en numerosas
condiciones de producción. ral, tanto las carreras de grado como de pos- oportunidades tienen problemas para llegar.

91
Por eso digo que si bien este acercamiento es miento crítico es gritar en una asamblea, en u opinar acerca de cuánto hormigón lleva un
importante, también es necesario que los una barricada, en una clase o en un trabajo. puente. Sin embargo, acerca de los medios sí
propios medios lo promuevan. El problema es que si yo grito probablemen- se opina. Y no lo digo para que nos lamente-
Al mismo tiempo, hay otro elemento a te no haga ninguna propuesta, o que la ha- mos, sino porque es una realidad. Lo mismo
tener en cuenta: no todos los periodistas ga pero sin sustento, sin datos para la argu- pasa con la literatura, con el cine o con las
pueden ser docentes y tampoco tienen por mentación. Y esto es lo que falta en buena prácticas artísticas. Por eso sostengo que no-
qué serlo. Sin duda hay muchos que sí lo son, parte de las investigaciones actuales. sotros sí tenemos que poder superar esa ins-
pero también están aquellos que se limitan a Por caso, aparece como un recurso muy tancia, porque si bien el sentido común de
hablar de lo que hacen y su aporte, en con- sencillo, y casi infantil diría, esa idea de recor- las lecturas ingenuas resulta pertinente -en la
secuencia, se circunscribe al nivel de lo anec- tar ciertas noticias y decir “mirá qué barbari- medida en que si no tuviéramos todo ese pú-
dótico. Dicho de otro modo, así como no to- dad, cómo manipulan los medios”, una ten- blico consumidor de medios no tendría sen-
dos los profesionales son capaces de dar una dencia que proviene, en parte, de errores en tido que los analizáramos- es un riesgo cuan-
clase, o están en condiciones de llevar sus co- las teorías. Hoy desde la academia se recono- do se pasa del sentido común del público in-
nocimientos al aula, tampoco les podemos ce que no existe una teoría de la manipula- genuo al sentido común científico, como su-
pedir a todos los periodistas que sean bue- ción de los medios, pero muchas veces los in- cede cuando aquellos que no son especialis-
nos teóricos. Y con esto no quiero expresar telectuales, docentes, investigadores y estu- tas en el estudio de medios se sienten auto-
que la casuística no sea necesaria, porque sin diantes simplifican sus problemáticas de es- rizados a opinar sobre ellos por el mero de
duda en algunos momentos sirve, lo que in- tudio con la explicación de que los medios hecho de trabajar en las ciencias sociales o
tento señalar es que también requiere de un son malos y manipulan, haciendo pasar la en las ciencias humanísticas en general.
anclaje de inspiración teórica que no cual- discusión por una cuestión entre el lugar del Por lo anterior, creo que en lo que refiere
quier profesional está en condiciones de bien y el mal. Es decir, que los medios preten- a estudios sobre medios, y sobre periodismo
brindar. den instalar su versión como única verdad es en particular, lo que habría que tratar de en-
algo que hay que reconocer, ahora bien, lo fatizar es la diferencia entre lectura ingenua
O.T.: Esta desconfianza que Ud. seña- que esto no nos puede hacer perder de vista y lectura especializada. Porque lo importante
laba de los periodistas hacia lo académi- es que la manipulación es una condición, es dar cuenta de un fenómeno, y si lo que se
co ¿mantiene alguna relación con ciertas una invariante en las relaciones humanas, quiere es mostrar que los medios manipulan
miradas que tienden a depositar en el que todos los discursos manipulan, igual que no se pueden hacer recortes ingenuos, por-
modo de construcción de los discursos se manipulan los sujetos entre sí, social o fa- que se cae en el mismo tipo de práctica de la
mediáticos la explicación a buena parte miliarmente. Sin duda, se trata de una situa- que se los acusa: se recorta la realidad. Y,
de los males o situaciones conflictivas ción muy compleja, y el desafío de la investi- más aún, porque justamente en eso se basa
que en distintos momentos aquejan a la gación en periodismo es, precisamente, po- la capacidad de pensamiento crítico: en la
sociedad? der dar cuenta de estas complejidades. posibilidad de ejercer una reflexión sobre la
Paralelamente, este riesgo se relaciona realidad, usando teoría pero también cons-
En cierta medida creo que sí, porque co- con otra cuestión: dado que todas las perso- truyéndola. Es decir, para afirmar algo hay
mo sucede en muchos campos hay investiga- nas consumen medios, es muy común que que conocer distintas teorías, porque hay
ciones e investigaciones. De un tiempo a es- también crean que pueden opinar sobre muchos que hablaron antes que uno, pero
ta parte, uno de los principales problemas ellos. Tomemos como ejemplo lo que sucede esto no significa atarse o ceñirse a ellas como
que tenemos en la academia es el hecho de en las conversaciones sociales: cualquiera si fueran una receta.
haber olvidado lo que significa la crítica. Por puede opinar sobre cómo curar un resfrío,
alguna razón, pareciera que criticar es sinóni- porque se trata de un saber popular, pero no O.T.: En lo que respecta a los aborda-
mo de denostar, y que plantear un pensa- cualquiera puede diagnosticar una neumonía jes metodológicos ¿por qué cree que aún

92
en la actualidad persiste la idea de que lo bien existe la idea de que los números no fa- afirmación que realice va a ser muy sesgada.
cuantitativo es más fiable o se presta a llan en la realidad dos más dos no siempre es Básicamente, el problema de ciertos ob-
menores distorsiones que lo cualitativo? cuatro. Veámoslo con un ejemplo. En no- jetos es que aunque busquen estudiar las
viembre de 2005, con mi equipo de investiga- maneras en que ciertas prácticas comunican
Por empezar, estoy convencida de que el ción hicimos una encuesta de 400 casos en la sentido requieren también de la verificación
aspecto metodológico constituye una de las Ciudad de Buenos Aires y obtuvimos que el de números o datos duros. Como se des-
patas más flojas de nuestras currículas. Y no 75% de los encuestados afirmaba que en el prende de lo visto, en ambos casos la situa-
hablo exclusivamente de las carreras de gra- último año no había sido víctima del delito, ni ción es la misma: así como es necesario saber
do, sino también de los cursos de posgrado a ellos ni sus familiares cercanos. De manera si- leer números, es necesario saber leer datos
los que asiste gente de distintas disciplinas milar, según una encuesta que publicó en cualitativos. Porque cuando esto sucede, am-
que no sabe de metodología, una falencia 2004 la Dirección Nacional de Política Crimi- bos tipos de resultados entran en relación y
que también se presenta en alumnos que vie- nal, a pedido del Ministerio de Justicia, la pre- se logra una articulación que permite com-
nen de otros países de América Latina. Por gunta sobre victimización, en 2.700 casos, probar si tanto unos como otros son correc-
eso siempre digo que en nuestras carreras había arrojado un 65% no víctima. En tanto, tos. Por eso creo que cualquier estudio debe
deberíamos tener niveles sucesivos de meto- a mediados de 2006, el diario La Nación hizo articular ambas perspectivas, evitando que se
dología puntual y aplicada, y no una meto- una encuesta sobre 600 casos que le dio co- produzca lo mismo que señalábamos respec-
dología general dictada desde la sociología mo resultado que un 83% de la población to de la teoría, esto es, que las técnicas de
para la comunicación, o una metodología encuestada sí había sido víctima del delito en acercamiento a la realidad se presenten co-
que recupera la historia pero deja de lado la los últimos tiempos. Es decir, con sólo dos mo recetas. Y, como dije anteriormente, da-
práctica. años de diferencia, tenemos tres resultados do que no creo que en la utilidad de las rece-
A esta altura, no encierra ninguna releva- que en algún lado hacen ruido. Por eso digo tas académicas sostengo que la pelea entre
ción decir que teoría y metodología van jun- que si bien los números “parecen ser” hay cuantitivistas y cualitativistas no sólo es total-
tas, pero como muchas veces se ve en las te- que saber interpretarlos, porque no todo es mente ociosa sino, incluso, perversa, porque
sis, tanto de licenciatura como de maestría, cuestión de matemáticas o estadísticas. no nos lleva a nada.
pareciera que aún no queda claro que los ob- Lo mismo sucede con los fundamentalis-
jetos no son per se cualitativos o cuantitati- tas a ultranza del cualitativismo que reniegan O.T.: ¿Y cómo se traduce esta proble-
vos. No obstante, lo que también se ve en de cualquier práctica cuantitativa. Es cierto mática en el ámbito de los estudios que
aquellos que son especialistas en metodolo- que si buscamos sentidos nuestro análisis va tienen por objeto la noticia? Como Ud.
gía es cierto fundamentalismo por una u otra a ser fundamentalmente cualitativo, pero ha señalado, el pasaje del acontecimien-
perspectiva. Que me perdonen los colegas muchas veces esta perspectiva tiene que arti- to a la noticia es clave para describir y
por lo de fundamentalismo, pero hay un am- cularse con algún nivel de análisis cuantitati- comprender la información massmediati-
plio porcentaje de trabajos sociológicos en vo. Pensemos en otro ejemplo: yo puedo zada, pero metodológicamente hay un
los que aún hoy se descree o se desvaloriza el concluir que la radio comunitaria de un ba- vacío muy grande…
abordaje cualitativo por considerarlo “pega- rrio resulta de suma importancia para sus
do” a la subjetividad del investigador. Pero la oyentes luego de haber hablado con diez de En el caso particular de la información pe-
subjetividad es una cuestión que atraviesa sus escuchas. Pero si resulta que esa radio lle- riodística, lo que postulo es un análisis que
cualquier tipo de análisis y, como todos sabe- ga a 500 personas mis conclusiones tienen responda centralmente a dos cuestiones: por
mos, aparece desde el momento mismo en una relevancia menor, y a menos que amplíe un lado, cómo las noticias dan cuenta de las
que se elige el objeto de estudio. el universo de análisis, y contemple los pará- rutinas productivas, cómo se lleva a cabo la
Ahora bien, uno de los principales proble- metros de abordaje que postula para estos puesta en práctica de la selección de la infor-
mas que presenta lo cuantitativo es que si casos la perspectiva cuantitativa, cualquier mación, el uso de fuentes, los criterios de no-

93
ticiabilidad, la inscripción y armado de una Por un lado, es posible que esta predilec- mos que promover este tipo de trabajos y co-
agenda, entre otros aspectos. Por otro, es pre- ción se deba a que en estos casos resulta mu- menzar a pensar en la interactividad, en la
ciso abordar el estudio de las modalidades dis- cho más fácil el acceso a los materiales. En rapidez, en la instantaneidad. Se trata de in-
cursivas, pero discursivas periodísticas, porque nuestro país no tenemos videotecas, ni con- vestigaciones que exigen interactuar con
muchas veces para analizar este tipo de dis- tamos con registros de la ficción o la infor- otros conceptos, con otros modos de funda-
curso se aplican criterios literarios, y si bien es mación televisiva. Desde hace relativamente mentación, y si bien están empezando a apa-
cierto que el periodismo tiene su origen en poco tiempo esos materiales están siendo ar- recer, mientras tanto tenemos que aclarar
formas literarias constituye una modalidad pe- chivados por los propios canales de televi- que una cosa es la noticia en los diarios, otra
culiar que, como tal, no resulta apta para la sión, pero su acceso es muy difícil. Y si bien en televisión, otra en radio y otra on-line.
aplicación de este tipo de metodologías. De hay coleccionistas especiales, o se puede ir a
allí que sea necesario estudiar aquellas que le lugares particulares donde tienen grabados O.T.: En el campo del periodismo digi-
resultan propias, lo que incluye desde el uso distintos tipos de programas, esta situación tal ¿qué temáticas le parecen de más ur-
de las metáforas -que no van a ser las metáfo- representa una dificultad muy grande al mo- gente investigación?
ras originales de la poesía sino las de la vida mento de trabajar, tanto sobre radio como
cotidiana- hasta el diseño de tapa, la manera sobre televisión. Por otro, creo que quizás Aunque siempre es la parte más comple-
de titular, el tamaño de los encabezados, las también incide lo que antes señalé como una ja, creo que lo interesante sería estudiar al
fotos, el uso del color, las tipografías, etc. deformación proveniente, en parte del cam- público, a los lectores, porque de ahí saldrían
Pero es cierto, no existe mucho material po de la literatura pero, especialmente, del muchos sentidos para las propuestas de in-
al respecto, o al menos está muy poco for- campo de la sociología -que fue la que llevó vestigación. Por ejemplo, cuando en 2000
malizado. Yo estoy trabajando en algunas de adelante los primeros estudios en comunica- escribí mi libro sobre la noticia y la noticiabi-
estas cuestiones, y Aníbal Ford abordó el pro- ción y medios-, y que se relaciona con la con- lidad, no teníamos tantas opciones como
blema de la densidad del relato en Navega- fiabilidad del texto que se tiene delante y al ahora, y por eso no abordé el tema de la no-
ciones, pero ese apuro del que hablábamos que siempre se puede recurrir para verificar ticia on-line un objeto que, entre otras cosas,
por obtener resultados lleva a que en la prác- lo dicho. Una ventaja que, en cierto modo, tiene un lector diferente, un lector que si
tica se recurra a la cita de ciertos autores que también se presenta con el estudio de las no- bien algunas veces responde al estereotipo
actúan como lugares legitimados de autori- ticias on-line, que podemos imprimir y con- del contrato de lectura que tiene un determi-
dad intelectual y que se aplican porque fun- servar en papel. nado medio otras veces es completamente
cionan y dan certeza. Una situación que se Asimismo, pienso que en estas decisiones distinto. Lo que nos indica que los lectores de
presenta, en buena medida, porque tanto la también influye el desconocimiento de lo las versiones on-line no son los mismos que
comunicación como el periodismo siguen que son los medios audiovisuales. Un desco- los de las ediciones impresas.
siendo campos nuevos de estudio, reflexión e nocimiento que considero imperdonable en En la actualidad, los grandes diarios ha-
investigación. un momento en el que los medios audiovi- cen encuestas permanentes entre los lectores
suales son los que priman. Y realmente me y en función de esos estudios realizan sus
O.T.: En el caso particular de los me- parece que la escasa producción que existe cambios, pero resulta muy difícil establecer
dios gráficos, ¿por qué cree que en los sobre la noticia televisiva es un problema se- en este momento los contratos de lectura de
tiempos que corren para muchos autores rio. Es decir, hay trabajos parciales, que se los medios on-line, porque lo cierto es que
el periodismo escrito sigue siendo un lu- centran en determinados géneros o tipos de no sabemos qué hacen las personas cuando
gar de referencia casi indiscutido cuando programa, pero no analizan específicamente se meten en Internet. Y creo que por ahí pa-
una investigación se orienta a analizar la noticia en términos de sentido, construc- sa la gran pregunta. Básicamente, porque es-
los procesos y las transformaciones so- ción, rutinas y modalidades. Por lo tanto, si tamos frente a la posibilidad de una hiper in-
cioculturales? bien representa un costo adicional, tendría- formación -que no quiere decir mejor infor-

94
mación- en la que los medios siguen tenien-
do un lugar privilegiado. Es decir, lo tienen, y
a su vez ellos creen tenerlo, lo que no se pue-
de afirmar es que también las personas con-
sideren que realmente son los medios el lu-
gar ideal o privilegiado de donde sacan infor-
mación.
Por lo tanto, me parece que lo primero
que hay que entender es cuáles son los len-
guajes posibles de Internet, y después ir
abordando de a pequeños sectores, porque
es un mundo para el cual todavía no hay una
teoría que dé cuenta de lo que significa su
navegación. Entre otras cosas, habría que
pensar qué significan los diarios digitales y
qué características asume en ellos el trabajo
cotidiano. En tanto lenguaje completamente
distinto, en tanto medio completamente dis-
tinto, necesita de un abordaje que analice el
modo en que se selecciona y se jerarquiza,
pensando o haciendo un paralelismo entre
los que es el armado de la prensa gráfica y lo
que debe ser el armado o la planificación dia-
ria de un medio digital, campo que todavía
no está muy analizado y en el que hay, al me-
nos en nuestro país, mucho de prueba y
error.

1 Stella Martini es profesora e investigadora en temas de medios masivos, comunicación y sociocultura en la


Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Ha publicado artículos en medios especiali-
zados nacionales e internacionales sobre Mercosur, opinión pública e imaginario, sociolingüística e historia
del teatro argentino. Es autora de Periodismo, noticia y noticiabilidad (Norma, 2000) y, junto a Lila Luchessi,
de Los que hacen la noticia (Biblos, 2004).

95
Entrevista a María Eugenia Horvitz1
Cine y memoria: los modos
de representación de la violencia autoritaria
en la cinematografía sudamericana

Por Luis Barreras Oficios Terrestres: ¿Cuáles son las lí- Entonces, al abrir el camino de las imáge-
neas de investigación que Ud. desarrolla nes fílmicas, le da sentido a la sociedad tan-
Licenciado en Comunicación Social por la Uni- y cómo se conecta la relación del cine y to porque se incorporan perspectivas de otro
versidad Nacional de La Plata. Profesor Adjunto la memoria con la historia? modo de ver, de dejar ver lo real y al mismo
de la cátedra de “Análisis y Crítica de Medios” tiempo porque se crean imaginarios, actitu-
de la Facultad de Periodismo y Comunicación El interés viene de la historia, de la idea de des, comportamientos que ingresan directa-
Social de la UNLP, donde también participa en crear archivos cinematográficos e incursionar mente en la subjetividad del sujeto histórico.
proyectos de investigación ligados al cine y a las en la temática de la memoria que es algo nue- Lo mismo pasa con la memoria, ¿la memoria
artes audiovisuales. vo para la historiografía. El gran historiador de quién? En ese terreno el cine ayudó de
Eric Hobswan dice que los historiadores esta- manera muy significativa a mostrar “esos
mos para recordar lo que otros olvidan. Sin otros”, a encarnar la memoria, porque con la
embargo, la memoria no era un campo por- imagen hacemos la mimesis de lo que llama-
que se la consideraba la referencia subjetiva mos la “realidad”, lo cual hace que se simbo-
de cada cual, y por lo tanto no estaba presen- licen rostros, espacios materiales, huellas,
te en la historiografía, a excepción de las au- que se encarne al sujeto histórico. Del mismo
tobiografías, que podían ser utilizadas por un modo, el cine puede servir para avalar el po-
historiador para analizar la vida de un perso- der como sucedió, por ejemplo, con el cine
naje, de un héroe o de alguien con una impor- Nazi, donde el mismo Estado realizó una de
tancia vital para la idea de Nación. Pero la sub- las intervenciones más “fantásticas” que
jetividad de “los otros”, de los que no están existieron en los modos de ser, y no sólo de
en esta acción nacional, de los vencidos, de los los lugares que conquistaron.
discriminados, efectivamente no era un cam- Indudablemente, ese proceso tenía que
po de la historiografía. Es decir, se trabajaba ser parte de la historiografía. En la actualidad,
sobre la historia oficial, los documentos oficia- pioneros como Max Ferré en Francia o Miguel
les, sobre lo consensuado desde el poder, por- Rojas Mix en Chile dan vuelta la imagen, la
que no está consensuado desde el movimien- transforman en política-social y de ese modo
to ciudadano sino desde el poder. la carga subjetiva de la memoria y de la ima-

96
gen empiezan a ser una sola. Porque la me- bajo vigilancia, donde señala: “Cuando coe- diferentes perspectivas acerca del pensa-
moria pasa desde el Psicoanálisis, desde la teo- xiste un debate social, como el de la memo- miento cotidiano de determinados acon-
ría filosófica de principios del siglo XX, e inten- ria, se habla sobre el juicio de la historia”. En- tecimientos históricos. En los últimos
ta ser entendida como memoria colectiva. En tonces, ahí nos preguntamos: ¿Quién hace la tiempos hay una serie de realizadores jó-
ese sentido, el lenguaje es colectivo y la ima- historia? Los historiadores. Ahora, cuando se venes, y no tan jóvenes, que ha empeza-
gen es un discurso, un relato en el que se leen descarta la subjetividad y parece que todos do a producir documentales o películas
conceptos, palabras, situaciones históricas; no los historiadores pudiéramos consensuar: que juegan entre lo ficcional y lo docu-
es sólo la imagen vacía, es su relato. “Esta es la Memoria”, estaríamos diciendo mental acerca del pasado dictatorial en
Particularmente, no hago historia del cine, que la sociedad es unívoca, cuando en reali- Argentina, Chile, Brasil, pero con una
porque eso necesita una especialidad a partir dad las sociedades son diversas y plurales, nueva visión que consiste en preguntar-
de la estética, lo que abordo es la relación his- por lo tanto hay diversos enfoques y es un se ¿por qué?, como es el caso de Marce-
toria-cine y la sitúo sobre dos problemas. Por debate público constante. De esta manera, la Said en Chile.
un lado, en la memoria de las víctimas y de su es muy importante hablar del juicio de la his-
visualización, su dejar ver público, lo que im- toria, ¿qué juicio da la historia? La historia Hay grandes obras del cine que me han
plica traer la memoria a los temas públicos, y del cotidiano, el juicio de la ciencia histórica; inspirado, por ejemplo, en el caso de Francia,
en este proceso el cine ha prestado una ayuda ella tampoco es unívoca, por lo tanto es una en la época de mi exilio, hay un film paradig-
central, porque contribuye a visualizar lo que especialidad bajo vigilancia. Indudablemen- mático que se llama La buena y la piedad,
era invisible, lo que se había querido ocultar, lo te, así como le adjudicas a un médico la res- que si bien fue hecho en el 72/73 estuvo sin
que no estaba en el dispositivo de concretarlo. ponsabilidad sobre la vida y la muerte, le ad- verse en Francia hasta los años ochenta, por-
En las dictaduras de Chile y Argentina un de- judicas a los historiadores la responsabilidad que era un film incómodo en donde el ci-
tenido desaparecido supone el ocultamiento sobre la trascendencia pública. neasta le preguntaba a la gente: ¿Qué hacía
del cuerpo y del nombre, lo que trae como Por otra parte, de qué manera podemos usted durante la ocupación y el acuerdo con
consecuencia el ocultamiento de su vida. entender nuestros “quiebres instituciona- el nazismo? En este sentido, las respuestas
¿Quién fue?, ¿quién era?, ¿quién era su gru- les”. Acá se produce un problema en el cual eran diversas, estaban los que habían hecho
po?, ¿quién era su familia?, ¿cuál era su iden- el historiador está siempre cerca de la escu- un mercado negro, los que colaboraron, y
tidad? Cuando se coloca al sobreviviente en cha de la sociedad y resulta difícil hacer una junto a ellos el rostro de esa mayoría oscilan-
escena y aparecen imágenes crudas, vivas, pregunta que es incómoda, sobre todo cuan- te en la que no había héroes y en la que la
que se basan en el terror, en el terrorismo de do has vivido la memoria de las víctimas, o perspectiva de estar en contra del ocupante
Estado, en la tortura, en el miedo conjunto. eres parte de eso, o estás por el desarrollo de no era mayoritaria. Eso crea un gran debate,
Esa puesta en escena del sobreviviente en el la democracia. Es decir, durante las dictadu- aparecen varias obras de historiadores que
lugar de la tortura diciendo: “Es aquí donde ras, e incluso mucho antes de ellas, ¿todos analizan cómo se produce esta colaboración;
me torturaron”, en donde se expresa, se ve el pensamos democráticamente?, ¿todos se re- es decir, que en definitiva era explicar cómo
territorio, y su relato pasa a formar parte de velaron?, ¿quedan restos del autoritarismo? se produjo la derrota rápida del plan, cómo
una comprensión en la memoria pública, es Es lo que llamo la tentación autoritaria, cómo se había quebrado una parte de la sociedad
decir, que su duelo comienza en el momento era el interior de la sociedad autoritaria, y es que entre el sustento de las políticas del fren-
en que ese cineasta que lo mostró, lo escuchó en el cine donde se ha producido la vanguar- te popular y el ocupante había oscilado.
y lo hizo público empieza a trasladar esa me- dia de la respuesta a esa pregunta. En el caso de Argentina irrumpe el film La
moria individual y a transformarla en una me- historia oficial, ubicada siempre en ese lado
moria social, ése es uno de mis temas. O.T.: En este sentido, el cine escribe la oscuro del corazón. Esa proyección cinema-
El segundo problema que me interesa es historia en imágenes y ellas representan tográfica significó avanzar para vernos, para
el que plantea Ferré en el libro El historiador determinados imaginarios y entrecruzan dejarnos ver, que es quizás la mejor enseñan-

97
za que puede darse en la sociedad. Esto han te film, la directora muestra el establecimien- no, la Nouvelle Vague, entre otros. Estos
comenzado a plantearlo algunos cineastas, to: usando fotos documentales representa el movimientos o vanguardias hacen que
como es el caso de Marcela Said con la pelí- 11 de septiembre de 1973, y el año 1998 - los jóvenes representen imaginarios so-
cula I Love Pinochet (2001), título tomado de año de elección presidencial-, luego pone en ciales que, entre otras cosas, ayudan a
la consigna de los “pinochetistas” ante la escena la voz de los sobrevivientes, las hue- reflexionar sobre un debate de los dere-
vuelta del dictador a Chile después de haber llas arqueológicas en donde escribieron sus chos humanos…
sido encarcelado en Londres. La directora los nombres. De la misma forma, el Estadio de
muestra tal cual son, cómo piensan… y ves Santiago de Chile está declarado monumen- En el caso que me interesa, a través de la
sus características, que no hay una lágrima to nacional, al tiempo que es un lugar donde imagen, aparece la emoción, la posibilidad
por los horrores del pasado y que aún hoy di- se juega al fútbol, en donde se ponen mesas de comunicar un imaginario colectivo de una
cen: “Yo adoro al Tata”, palabra usada en electorales, es decir, un lugar que vive en sus gran fuerza, distinto al discurso del historia-
Chile en el sentido de patriarca, porque des- contradicciones. Esa contradicción de la me- dor, que en definitiva está interpretando un
de su pensamiento necesitan alguien seguro moria que resiste y de esta vida ciudadana período de la historia oficial. Es cierto que se
que defienda a la Nación con autoridad. que puede pasar por el estadio y que sabe vislumbra esa transformación, esta novedad
En la actualidad, la directora presentó que es una zona de memoria, en donde al- en América Latina, como en el caso de Chile
otra película: La Historia del Opus Dei, que es gunos fueron asesinados, torturados y otros y Argentina que han recuperado su narrativa,
muy interesante para Chile porque una parte vivieron una prisión difícil. porque si analizás los años sesenta esa narra-
de los ministros de Pinochet era del “Opus Aquí también hay otra perspectiva, las tiva estaba. Es decir, estamos recuperando
Dei”; incluso Joaquín Lavin, el candidato de entrevistas a los torturados que muestran al una tradición, si vemos el cine mundial o eu-
la derecha que se opuso a Ricardo Lagos, era sobreviviente, “el otro lado”, diciendo: “Yo ropeo el documental ha sido una de las par-
un operario del “Opus Dei”. Said los entre- soy sobreviviente, aquí estoy y soy capaz de tes fundamentales de estos relatos, como di-
vista a todos y encuentra en ese mundo un decir…”. Estos son los campos que me inte- ce Patricio Guzmán: “Las sociedades que no
pensamiento distinto del que puede esperar- resan, porque difícilmente lo archives,y cons- tienen documental, no tienen álbum de fa-
se en una sociedad que transita hacia la de- tantemente son resignificados históricamen- milia”. En el documental hay un enfoque
mocracia. A la hora de reflexionar sobre esta te, es distinta la palabra cuando la escribes, que pretende acercarse al movimiento social
temática se plantea como un trabajo duro aquí hay que racionalizar e interpretar como en el sentido político, que se mete en el ima-
para los historiadores, porque es reconocer la historiador qué es este dejar ver del cine en ginario de la sociedad.
diversidad, la pluralidad y cuáles son los ele- que la percepción y la emoción de la imagen La imagen es uniformalizada. Por ejem-
mentos básicos del pensamiento autoritario, crean significantes importantes. plo, si lo vemos al nivel del sistema de noti-
del pensamiento tradicional. En ese terreno, cias mundial, en las últimas guerras la ima-
los cineastas avanzan mucho más rápida- O.T.: Como dice el filósofo francés gen que más consumimos fue la de la CNN,
mente porque se atreven a meterse en otro Alain Badiou, adquiere un grado impor- porque es la compañía más importante do-
lado, se atreven a mostrar, a dejar ver la cru- tante para nuestras sociedades la polise- cumental del mundo, por lo tanto podríamos
deza del horror, de la tortura, de la lucha del mia de la imagen, en la que se confunde comentar la imagen de la CNN, pero lo haces
sobreviviente. lo ficcional con lo documental y vicever- en Santiago, en Buenos Aires, hay un proble-
Otro producto cinematográfico revelador sa. En este sentido, a mediados de los 90 ma de imaginación y de imaginarios colecti-
para el país es Estadio Nacional (2001), de atravesamos una transformación en la vos que necesitan resignificaciones constan-
Carmen Luz Parot. ¿Por qué es importante imagen, y apareció una nueva razón de tes. Ahora ese despertar en América Latina o
Estadio Nacional? Porque fue el primer cen- la imagen estética y política que reivindi- en nuestros países, para no ponernos grandi-
tro de concentración declarado por la dicta- ca las características del cine de los 60, locuentes, es importante porque estás pro-
dura y también fue campo de tortura. En es- influenciado por el Neorrealismo italia- duciendo tu propio relato.

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Por otra parte, no lo veo sólo como una vo en torno a la memoria es significativo. Al nuestros países, y por las diferentes normas
política pública, por lo menos en el caso de mismo tiempo, la pregunta inicial es similar a que utilizamos (Chile maneja la norma nor-
Chile, porque en los concursos no hay una la formulación impulsada por los cineastas teamericano y Argentina, la europea) que
promoción para producir cinematográfica- alemanes de la década del 60. Es decir, ¿Qué obligan a tener un DVD multinorma para ver-
mente hablando sobre las temáticas de la hacías tu papá?, es como romper el silencio las, política que determina que no exista un
memoria, sino que esa condición surge por la de lo que no se dijo, porque el “papá” va mercado para estas cintas, y que así como
necesidad de responder una pregunta. Creo desde el padre de cada uno al Estado, es el nosotros no podemos comprar un documen-
que está más unido al movimiento social-po- consenso social, la Ley de Punto Final, la Ley tal argentino, ustedes no puedan comprar un
lítico, a la inquietud que representa: ¿De de amnistía en Chile, el régimen patriarcal de documental chileno. Pero esa pregunta que
dónde venimos?, ¿qué hacemos?, ¿quiénes la sociedad autoritaria… se formula Carri es un aporte esencial que
somos?, ¿cuál es la historia? En este sentido, hace el cine al indagar ¿quiénes éramos?,
trabajando sobre los cineastas alemanes de O.T.: Desde la escena audiovisual ar- ¿quiénes somos?, y da la posibilidad de re-
los 60, los directores construyen un manifies- gentina se da un debate acerca de los construir un espacio público, plural y demo-
to extraordinario que dice: ¿Qué hacías tú procesos de narración sobre la última crático, aceptando que somos diferentes.
papá?, y de ahí salen los grandes cineastas dictadura militar. Por un lado aparecen
como Rainer Fassbinder, Werner Herzog, las nuevas generaciones con nuevos mo- O.T.: ¿Qué relación tiene este nuevo
Wim Wenders, entre otros. Por lo tanto, las dos y formas de representar el horror, cine chileno, si se lo puede encuadrar de
problemáticas que ellos trabajan son los te- como es el caso de Los rubios, de Alber- esta manera, con el público?
mas de la alienación de la sociedad, es decir, tina Carri, que reconstruye su identidad
corren el velo para representar al colectivo a través de la significación de sus padres Eso es bien discutible, porque es justa-
social. En el caso de Fassbinder, es el cine del en el barrio; por otro, se genera un deba- mente por lo subversivo que puede ser mate-
¿cómo somos?, ¿cuáles son las secuelas del te generacional acerca de si la película rial del público en general, ya que no son
nazismo?, ¿de dónde vienen? Pero este ma- representa o no a la generación del 70, mercancías de mercado, aunque algunos lle-
nifiesto de los cineastas alemanes es extraor- como le reclama el Instituto Nacional de gan a serlo. La batalla de Chile, de Patricio
dinario por la pregunta: ¿Qué hacías tú pa- Artes Audiovisuales o la crítica de Bea- Guzmán, se ha visto más en el resto del mun-
pá?, y creo que en el caso de nuestro cine la triz Sarlo, que plantea que el film no re- do que en nuestro país. Si bien después de
gente se pregunta: ¿Qué hacías tú?, ¿qué hi- cupera la memoria de sus padres. Pero 1990 no hay ningún decreto que impida co-
ciste por los detenidos desparecidos?, ¿cuán- en realidad la apuesta de estos jóvenes mercializar la película, recién ahora el film se
to contribuiste a la tentación autoritaria?, ¿a es construirse a sí mismos, buscar cuál es va a pasar en varios cines. Porque el circuito
qué le tenías miedo?, o ¿no pudiste hacer la marca de su apellido para construir su documental, como sucede en todas partes,
nada? Es decir, el sentido es: “Quiero mirar identidad… aunque se pasa mucho en las universidades y
para saber qué pasó”, y las políticas públicas en algunos cines, sigue siendo cerrado.
actuales sin duda ayudan. Esta película es un ejemplo acabado de lo La ficción, en cambio, es distinta. El film
En la contemporaneidad existe en Chile que venimos planteando. Lo que se debate Machuca, de Andrés Wood, además de ga-
el “Informe Valech”, sobre la prisión política aquí es ¿quiénes eran mis padres?, ¿quiénes nar numerosos premios internacionales fue
y la tortura después de 30 años del golpe son?, y tocar la puerta del barrio es la metá- una de las películas de ficción más vistas, y
-indudablemente esto es un derrotero-, pero fora que elige Carri para preguntarle a la que arrancó lágrimas en todas partes de Chi-
hay una apertura, una necesidad de que los gente quiénes eran sus padres y quiénes fue- le. Como dice su director, es el país de la gen-
más jóvenes sientan que si pudiera haber un ron ellos. Hay política, hay pensamiento… es te, de cómo se produce en su mundo un pro-
“Nunca Más” éste dependerá de cuánto sa- un gran film. No obstante, me costó mucho yecto de integración social que representa el
bes del pasado. Por eso el imaginario colecti- encontrarlo por esta falta de ilación entre dolor, y que él lo cuenta a través de la histo-

99
ria que vivió en su infancia, en uno de los co- O.T.: En “Razón técnica, razón políti- como sucede con las Madres de Plaza de
legios de elite más importantes de Chile: el ca: espacios tiempos no pensados” Jesús Mayo, te trae a la escena la imagen de lo
Saint George, en donde un religioso nortea- Martín Barbero remarca el ejemplo de las oculto. En mi caso formo parte de la agrupa-
mericano pretende integrar a los niños po- Madres de Plaza de Mayo que compren- ción de familiares de detenidos-desapareci-
bres de las poblaciones colindantes con la dieron que no había que rehuir a la ima- dos, y cuando salimos a escena pública con-
población de elite del colegio. En este senti- gen televisiva y que todas las semanas sideramos interesante la producción de fo-
do, los integra, conviven e incluso algunos daban vueltas a la Plaza de Mayo bus- tos y de videos, como así también la difusión
generan amistades, como es el caso de Pedro cando la representación televisiva, más de la noticia. Porque llevamos colgada la
Machuca, un niño de bajos recursos que se allá de lo que dijera el periodista. Porque imagen de nuestro familiar detenido-desa-
vincula con Gonzalo Infante, el rubio de eli- esa representatividad de la imagen iba a parecido y esa imagen, que está congelada
te. La película muestra las fisuras que se pro- dar cuenta de la lucha por la verdad y la en el tiempo, vive en la reproducción de hoy,
ducen en las familias de Infante y Machuca, búsqueda de la memoria y del reconoci- porque se quiso ocultar ese cuerpo, ese ros-
la participación alegre en la que el niño de miento de toda la sociedad, lo que nos tro, esa persona.
elite se mete en esta fiesta popular. Y esa his- habla de los aportes de las tecnologías Entonces, no hay que tenerle miedo a la
toria de la pérdida de la inocencia de los ni- para estas nuevas generaciones… imagen. Como diría Hobswan, siempre se le
ños, de la pérdida de la inocencia de la socie- tiene miedo a todo lo que puede significar
dad, es un asunto que toca profundamente Efectivamente, estoy de acuerdo con el un cambio, y por eso es natural que nos in-
al director que fue partícipe de esa integra- punto de vista de Barbero y con lo que plan- ventemos tradiciones, o que conservemos,
ción en los meses que antecedieron al golpe tea Gilles Deleuze sobre la imagen cristal, para evitar el cambio. Pero la imagen es el
militar de 1973. que es el reservorio de los tiempos. El tiem- “poder” que tiene un realizador sobre aque-
Otro modo de observar esta problemáti- po siempre tiene pasado y futuro, porque llo que se quiso hacer en su contra, es lo que
ca es a partir del film Salvador Allende, de tomo un fragmento de tal película y me sir- le permite retomar un espacio que es ético,
Patricio Guzmán que, como decíamos ante- ve para ejemplificar tal cosa. Además, las político, público. La imagen puede captar,
riormente, se ha visto poco en nuestro país producciones cinematográficas están hechas dejar ahí, porque esa foto que exponen en la
porque el documental sigue siendo de circui- de fragmentos, pero lo más importante es calle es del pasado, pero si tú la pones en el
tos. Pero esto es otro tópico por el cual la so- que en un momento dado ese fragmento, presente todavía vive.
ciedad, en la medida en que se van respe-
tando los cánones de la diversidad, se abre a
la posibilidad de que ya no sea este circuito
paralelo (en cuanto al documental), o de es-
tos temas que estamos tratando, para que
se socialicen. Pero ahí entra el mercado de
nuestras sociedades neoliberales en las cua-
les se pregunta: ¿Cuántos espectadores es-
tán dispuestos a ver el film de Patricio Guz-
mán? Diferente es cuando Michael Moore 1 María Eugenia Horvitz es directora de Bienestar Estudiantil de la Universidad de Chile. Es profesora de Es-
expone su película. ¿Por qué pasan esta pro- tado en Historia, Geografía y Educación Cívica de la Universidad de Chile, Magíster en Historia y D.E.A en
Historia Económica y Social de la Universidad de Paris I, Panthéon-Sorbonne. Actualmente es académica del
ducción? Porque viene del gran mercado, y
Departamento de Ciencias Históricas de la Facultad de Filosofía y Humanidades. Esta entrevista fue realizada
si bien tampoco es tan masiva, es mucho en el marco del curso internacional “Post dictaduras: Imaginarios y Memoria en Iberoamérica”, organizado
más masiva que un documental producido por el Centro Extremeño de Estudios y Cooperación con Iberoamérica (CEXECI) y el Programa Iberoamérica-
en Chile. no de Estudios sobre Imaginarios (IDEI), y realizado en La Plata del 12 al 16 de marzo de 2007.

100
Investigación
Lo mediático y el discurso político.
El análisis discursivo
E stamos, como siempre en las democra-
cias, en vísperas de las campañas políti-
cas. Las tarimas y los palcos comienzan a armarse,
los medios cederán algunos segundos o centíme-
tros de su tiempo y espacio y, como es usual, los
cronistas de “política nacional” hablarán de actua-
ción, espectáculo, armado de la escena, teatraliza-
ción, escenario, creyendo que usan la figura retóri-
ca de la ironía. Aunque se engañan, sólo describen.
Por Raúl Barreiros Lo que sabemos sobre la sociedad, y aun lo Y para desarrollar el tema tomaremos como ejem-
y Gastón Cingolani que sabemos sobre el mundo, plo los análisis realizados en nuestra investigación
lo advertimos a través de los medios sobre algunas de las campañas políticas de 2005.
Raúl Barreiros es investigador en de comunicación de masas.
temas de discursos críticos sobre Sabemos tanto gracias a ellos que no podemos La política es un espectáculo, siempre lo fue
medios y la televisión. Es confiarnos a dicha fuente.
docente en la Universidad Nacio- Podrá saberse de todo, pero siempre con la La necesidad de representar es la de construir.
nal de La Plata, en la Universidad impronta de la duda. Todo acto humano que muestre afecto, odio, poder,
Nacional de Lomas de Zamora, Niklas Luhman (1927-1998) sumisión, tristeza o pasión incluye una representa-
en el Instituto Nacional de ción. La comunicación de lo político, como la de mu-
Cinematografía (CERC), en la chos otros ámbitos de la vida social, fue siempre re-
Universidad de San Andrés y en presentación; el lenguaje no es la realidad sino su re-
el Instituto Universitario presentación y todo discurso tiene un cimiento fic-
Nacional del Arte. Es habitual cional. Así como las Fuerzas Armadas han hecho de
disertante en doctorados y la representación su actividad principal en tiempos
posgrados en distintas pacíficos: desfiles, juras de la bandera, guardias de
universidades, y también ha sido honor y traspasos de mando, otros tienen su propia
director de la revista Medios & puesta en escena, y podríamos incluir en esta lista a
Comunicación y de LS 11 Radio las iglesias y sus ritos, a la justicia y su escenificación.
Provincia. No hubo un momento en que la política no ha-
Gastón Cingolani es Licenciado ya sido espectacular. Lo que sucede ahora es que
en Comunicación Social, por la también se ha vuelto mediática. Para analizarlo hay
Universidad Nacional de La que tomar la lógica de los medios, la creencia que
Plata, y Magister en Diseño y tiene la sociedad en su influencia, y aun la que tie-
Estrategias de Comunicación, por nen los propios medios. Dice Eliseo Verón (2001):
la Universidad Nacional de “Puesta en escena es sinónimo de puesta en senti-
Rosario. Como investigador se do. No hay producción de sentido sin puesta en es-
dedica al análisis de la televisión cena. La pretensión de los periodistas de ser sólo un
y de los discursos sobre reflejo de lo real es, en consecuencia, tan ingenua
los medios. como la denuncia del ‘Estado Espectáculo’ por par-
te de algunos intelectuales, en nombre de no se sa-
be qué transparencia de la comunicación”.

102
Lo que sí puede suceder es que ciertas puestas pertenecen al sistema mediático -que no pudo so-
en escena coincidan o discrepen con nuestro imagi- portarlo en la pantalla de la televisión gratuita- y al
nario, con nuestros prejuicios o gustos estilísticos. periodismo, limitado, en un espacio sin gracia, a la
De este modo, mientras algunos preferirán como si- función de bastonero para ordenar quién empieza
nónimo de sinceridad política un estilo despojado, y luego hacer sonar el gong para avisar que el
otros optarán por un estilo más barroco. Acorde a round termina; perdieron también los asesores, que
esto, y según vimos en nuestra investigación, du- todavía no han convencido a sus asesorados de que
rante la campaña de 2005 las puestas en escena se las pueden arreglar solos. Todo estaba tan acota-
correspondieron a: do y era tan previsible que se hubiera debido nom-
- Enunciación de competencia: el debate Bielsa-Ca- brar ganador sólo a quien, respetando los tiempos,
rrió-Macri hubiera hablado de lo que se le antojara… Pode-
- Enunciación de comedia brillante: Cristina Kirch- mos recordar con nostalgia aquel debate entre Ca-
ner puto y Saadi. Ese sí fue un verdadero debate entre
- Enunciación de estilo costumbrista: Hilda “Chi- dos estilos, dos mundos.
che” Duhalde
Medios
Tres tristes tigres
La lógica de los medios implica que “para que
Es difícil decir si alguien ganó el debate en la Ca- algo sea exitoso, según el standard propio de los
pital, pues la posibilidad de que algo haga sentido medios, debe ser realizado en el modo crisis” (Luh-
depende tanto del que habla como del que escucha. mann, 1996). Por lo tanto, en vez de modo -aun-
Así que habrá tantos que consideren ganador a uno que sería lo mismo- vamos a llamarlo enunciación
como a otro, porque en este lugar todos somos par- de crisis. Esto presupone un cierto cambio en la
tidarios, contreras o herejes apolíticos. No obstante, enunciación del texto original, en la enunciación del
se podría decir que el discurso municipalista y de político en su acto. Los medios en -función utópica-
brega por la excelencia eficientista de Mauricio Ma- intermediarían entre todos los sectores sociales:
cri es un poco lábil, hasta que le aparece la figura de pueblo, políticos empresarios, Fuerzas Armadas,
la represión por detrás del pedido de orden. De Eli- Iglesia, sindicatos y otros que surjan espontánea-
sa Carrió es envidiable su capacidad de metaforizar mente, por ejemplo: manifestantes en desacuerdo
y su grafía retórica, deslizada entre metáforas, iro- con algo. Pero los medios son también propiedad
nías o gestos. De Rafael Bielsa, su capacidad de ata- de los empresarios, son empresas y tienen sus inte-
que, de zaguero y de arquero kirchnerista, y su ico- reses económico-políticos y se comportan por sí, y
nicidad de prócer. Se diferenciaban: Macri por el ni- ante sí, según entienden el mundo y sus negocios y
vel pedagógico del eficientismo, Carrió por su ma- la cultura que les hace pertenecer a un grupo social
nejo discursivo literario, Bielsa por su lugar de pelea y apoyar con fervor sus intereses.
constante. Pero todos tenían una argumentación de Por eso, creer que los medios -cada uno de ellos-
estilo bastante similar en cuanto a posibilidad de no defienden una visión del mundo es imposible.
aceptar las reglas, sobre el modo de competir y de Los políticos lo saben y sin embargo fingen que son
permanecer dentro del establishment. un espejo donde se ven los deseos de todos. Los
Y si bien no se puede decir quién ganó, sí se medios se representan a sí mismos en cada centíme-
puede decir quién perdió. Los grandes derrotados tro de sus páginas y sus pantallas, en cada palabra.

103
Y lo bien que hacen: es su mayor rasgo de humani- acuerdo entre el medio y el lector, la efectivización
dad. Cuando Kirchner y La Nación se enfrentan am- de lo que Verón denomina el contrato de lectura.
bos se reconocen en su rol político, aunque las cues- Las partes a considerar del medio son su acción po-
tiones de estilo vestimentario que critica el diario no lítica y estilo mediático; las políticas siempre las to-
son contestadas con críticas de estilo a sus plumas… mamos en cuenta, no siempre las mediáticas. El lec-
periodísticas, y ambos exhiben intereses que contra- tor que comparte el contrato de lectura aceptará
ponen dos ideas de nación, porque a pesar del nom- muchas de las operaciones que inscriba el medio so-
bre del matutino éste sólo representa los intereses bre la comunicación política. Enumeramos algunas:
de una parte de ella, tanto como Crónica, Página - Interpretación de conductas desde lo psicológico
12, La Prensa, Ámbito Financiero o Clarín. para analizar lo político: la rispidez de Kirchner
La vida política en la puja eleccionaria instala los - Criticar el estilo del orador: la publicidad de López
textos de los discursos sobre las tablas de los palcos Murphy fue de mal gusto
de campaña. De allí saltará a la pantalla de televi- - Contrastar notas: mientras un candidato desgrana
sión, a la radio, a las páginas impresas, y de allí que su actividad política al cronista, poner en la página
tengamos, por lo tanto, dos puestas en escena: una adyacente la actividad internacional de otro candi-
de escenario teatral, para el público presente en el dato
acto; y otras mediáticas, dirigidas al ausente, en los - Presentar los sucesos como extraños, distantes:
dos dispositivos de la televisión y la radio, el directo “Unos pocos presentes, perdidos en sus choripa-
(en vivo) o grabado (diferido), y en la puesta en pá- nes, hacían caso omiso de la voz que surgía de un
gina de la gráfica. El doble juego es inevitable. Hoy palco repleto”
se sabe que se debe analizar la representación de - Crítica de los textos políticos: nada de lo que de-
público que hacen para la audiencia los presentes en cía X tenía sentido, sus recetas pertenecían a otro
los actos de campaña que se transmiten por televi- momento ya pisoteado por el tiempo
sión (estos actos son plenamente para la TV, no - Cambio de sección: hacer aparecer un acto políti-
constituyen una retransmisión de algo que se hubie- co en policiales.
ra hecho más allá de los medios). Ese público pre- Estas operaciones sobre la superficie de los tex-
sente tiene un rol: interpretar al público-de-acto-po- tos mediáticos son muy interesantes. Por ellas lee-
lítico. Tal vez la excepción sea el acto realizado por mos el diario con el que tenemos el contrato de lec-
Cristina Fernández de Kirchner en el Teatro Argenti- tura en marcha. No deben cesar. Lo que sí debe ter-
no de La Plata, en el que la mayoría de los asisten- minar es la creencia de imparcialidad, de transpa-
tes correspondía a funcionarios y políticos, que en rencia. Pedirle a los medios que cesen en su entu-
vez de representar el poder provincial en el palco, siasmo operativo sería como pedirles que no exis-
detrás de la oradora, escuchaban disciplinadamente tan. La situación del lector ante el medio está arma-
el discurso de la candidata a senadora por la Provin- da con sus condiciones de reconocimiento, es decir,
cia. No había allí simulación de “gente común”. con su bagaje social, su saber y el conocimiento del
En el acto, la enunciación primera de la palabra medio que pueda descontar en su lectura lo que lla-
política es subsumida por la enunciación segunda mamos su ideología de base, no política.
del medio, pero la enunciación del medio es prime- El candidato intentará el uso tradicional de la re-
ra para el ausente al acto pero asistente-espectador- tórica: persuadir de su sinceridad acerca del interés
mediático: la aceptación del resultado final, la apari- por su país y el suyo propio: su ambición (siempre
ción en los medios, implica lo que llamamos el hay que mostrar una ambición en quien quiere lle-

104
var una política adelante, un rasgo humano). Las dora mediática que, por supuesto, dan los medios.
empresas, los actores, los medios representan. El Después de cincuenta años de TV, el público está
gesto teatral, cinematográfico, televisivo de la polí- menos dispuesto a poner el cuerpo a los espectácu-
tica -sobre todo en la trama de las campañas de los1. Entre los ochenta y los noventa se terminaron
elecciones- es una representación no ficcional, co- los grandes actos públicos políticos programados
mo las arengas militares, las clases de un docente o (no así los espontáneos2), o al menos se los reserva
la presentación del trabajo de un investigador cien- para muy especiales y escasas ocasiones.
tífico. Y representar no es fingir, es dar sentido pa- Y si los políticos necesitan de ese pequeño pú-
ra construir el concepto que se quiere transmitir a blico en los actos -no más de tres mil personas, con
quien nos percibe. suerte- no es sólo porque constituye una forma de
Cuesta mucho en política y en las artes repre- legitimación sino porque obra como las risas graba-
sentativas perder las tradiciones ante los cambios das de la televisión, es decir, aporta aquella tradi-
que se producen en la sociedad. Uno de esos cam- ción de las campañas para el verdadero público
bios es el concepto de público tras el advenimiento que, desde el punto de vista de la cantidad, es el
de la televisión, porque la televisión es pública pero que ve, lee y escucha a los medios. De este modo,
se ve en privado. Algunos de los subterfugios de la el candidato les habla a sus partidarios, a sus con-
televisión para escapar de esa sensación de frialdad tras, a los indecisos, pero al mismo tiempo al públi-
que produce el espectáculo sin público comenzaron co presente, al público mediático y a los periodistas.
en los años sesenta: el principal fue el de las risas Su discurso es generoso con todos.
grabadas. Nadie creyó jamás que había público en Según dicen ciertos críticos, en la actualidad el
los sets, pero era como si y lo aceptamos (Barreiros, público está poco interesado en lo político, dis-
2005a). Como este medio es el que más adeptos traído de su inevitable destino democrático. Lo
tiene, todos los espectáculos están siendo vaciados consideran, como diría un mal crítico de teatro
de espectadores presentes. La política y el cine es- del que asiste a una obra vanguardista, un públi-
tán perdiendo espectadores, y lo mismo sucede con co poco inteligente, que no cuida su destino, y
el fútbol: casi con los mismos estadios sostenemos creen que no pone interés en la vida política sólo
una población que ama al fútbol, pero que si fuera porque no saben que en esta modernidad posmo-
a las canchas como en los años cincuenta, cuando derna las reglas espectatoriales y mediáticas han
éramos 17 millones, no habría lugar allí para los 40 cambiado el escenario irreversiblemente: es por-
millones que somos hoy. que olvidan el paso de la comunidad a la sociedad
A los políticos les pasa algo parecido: organizan de masas, de allí a la sociedad mediática y luego
un acto y pretenden que haya público -los actos se a la mediatizada. 1 Excepto los recitales, el fútbol y
hacen para el público-, pero no para esas mil perso- las carreras de autos, por motivos
diferentes que no podemos
nas, sino para las cien mil que lo verán si la transmi- Análisis discursivo explicar aquí.
sión alcanza un solo punto de rating, que a su vez 2 El público (el pueblo, si se
serán dos millones si logran 20 segundos en un es- En este apartado haremos un análisis discursivo permite el vocativo en desuso) no
pacio en el prime-time de un canal de primera línea. del primer texto de campaña pronunciado por los ha renunciado a la política, eso es
Claro que estos 20 segundos no alcanzarán para candidatos del Frente para la Victoria y del PJ, Cris- irrenunciable. Todos los actos de
un ciudadano, cualesquiera que
transmitir una sola consigna, sino que lo que se ob- tina Fernández de Kirchner e Hilda “Chiche” Duhal- sean, son políticos, aun la
tiene es un certificado de existencia, saber que el de, respectivamente, según fueron vistos a través proclamada acusación de
partido X está en campaña: una instancia legitima- de Crónica TV. desmemoria.

105
1- Análisis del discurso de lanzamiento de cam- calizado sobre todo en la figura del Presidente) y su
paña de Cristina Fernández de Kirchner propia identidad. Desde el punto de vista lingüísti-
(Teatro Argentino, La Plata) co-enunciativo, estas entidades aparecen bajo una
estructura bien definida: su propia identidad encar-
Introducción na la primera persona (ella es, propiamente, sujeto
El escenario sobre el que se montó el lanza- de su discurso); el gobierno funciona como una se-
miento fue el Teatro Argentino, lo cual lo transfor- gunda persona (aparece reiteradamente el Presi-
mó en un acto casi oficial, y la coreografía sobre la dente como interlocutor); el país es el objeto de su
cual se movió la candidata implicó pasos de lo que discurso, es decir, la tercera persona. De allí que la
se da en llamar comedia brillante. El histrionismo de lógica de la estrategia enunciativa pueda caracteri-
la figura y la prolijidad del acto construían una zarse como “de desplazamiento identitario”.
enunciación de actriz, bajo la mirada de Kirchner al
que llamaba “señor Presidente” con una voz que Detalle del análisis de las instancias discursivas
no impostaba demasiado el vínculo matrimonial. El país es la referencia principal de su discurso:
Aparecía entre sus condiciones de producción el “Se trata de la Argentina”, [antes era un] “país en-
Happy birthday Mr. President, de Marilyn Monroe a fermo”, [ahora hay un] “proyecto de país que em-
J.F.K., y las similares menciones de Evita a Perón en pieza a crecer”, “un país serio”, “estamos a cinco
su discurso de renunciamiento. Ese lugar de actriz, años del bicentenario”. La elección de esta entidad
reivindicado por la recargada pero enfática mención y su uso ponen en evidencia algunas estrategias
de Francis Ford Coppola para la alusión mafiosa a que podrían llamarse “de desplazamiento” en el
Eduardo Duhalde, cargaba las tintas sobre lo cine- discurso de la candidata:
matográfico y el tono de cosa culta (saber los direc- - Por un lado, es lo que le permite articular su
tores de un film es “cosa de cultos”). candidatura como un hecho de alcance nacional
La conclusión era obvia: actuar como Evita, no (antes que provincial). Efectivamente, incluye un in-
repetir sus frases como slogans vacíos. Si hubiera tento de repercusión en la arena de las políticas ex-
que definirla con un estilo sería el del Romanticismo teriores (por ejemplo, hace mención a ciertas deci-
y su retórica de la pasión. Sobre todos los escena- siones respecto de las negociaciones con acreedo-
rios posibles, este acto significó la ruptura con cier- res externos).
ta tradición clásica de la Argentina en materia de - Además, es lo que le posibilita rehuir, en lo dis-
actos políticos, no sólo de la tradicional actuación y cursivo, a la circunscripción de su acción política en el
puesta en escena que siempre envuelve al Peronis- ruedo bonaerense (esta rehuida del ámbito bonae-
mo y su simbología sino que su sentido -el de la rense tiene que ver con la construcción de su propia
puesta en escena- fue un paso hacia nuevos luga- identidad: así, en ningún momento se enuncia como
res del reconocimiento, y la aceptación de la pues- bonaerense). Esto se explica porque durante los últi-
ta en escena, la teatralización o, mejor dicho, la te- mos diez años si algo ha caracterizado a las fuerzas
levisión, puso en acción hibridaciones de los géne- alineadas con Duhalde es el forjamiento de una iden-
ros artísticos y políticos. tidad bonaerense. De hecho, referencia al duhaldis-
mo en relación a la gestión de gobierno nacional, no
Segunda Introducción con su período de gobernación provincial: “El ante-
En el discurso de Cristina Kirchner hubo tres rior gobierno tuvo que adelantar las elecciones por la
grandes entidades: el país, el gobierno nacional (lo- muerte de piqueteros en el Puente Pueyrredón”.

106
- Asimismo, implica el desligamiento de una dis- trucción de una enunciación en segunda persona:
puta con la candidata “Chiche” Duhalde por la le habla al gobierno. Para ello, el operador discursi-
identidad peronista. Cuestiones como la reivindica- vo pasa a ser principalmente la figura presidencial:
ción de una “genuina vocación de poder”, su ali- “señor Presidente”, “no se deje intimidar”, “lo van
neación con “la reconstrucción de la confianza en a atacar más duro”, “[a usted] siempre lo tratan de
las instituciones”, “este proyecto que hoy estamos caprichoso, como si se tratase de una actitud perso-
defendiendo tiene que ver con el gran organizador nal. Yo creo que los que le piden prudencia en ver-
social: el trabajo”, “se trata de algo más que un dad tienen cobardía, temor o esconden otros inte-
partido político, se trata de la nación, de hacer reses… saben que usted representa los intereses de
comprender a algunos que los argentinos han deci- millones de argentinos”.
dido cumplir la mayoría de edad” y la referencia Esto implica otra cuestión con carga valorativa.
metafórica acerca de una presunta oposición a la Si la construcción de un interlocutor (segunda per-
gestión presidencial, caracterizable como mafiosa sona) es un modo de reconocer al otro como váli-
(“Cuando [al Gobierno] se le interponen escollos do, la referenciación discursiva en tercera persona
institucionales para que no gestione, eso no es li- es, por defecto, la anulación de ese reconocimien-
breto peronista, es un guión y dirección de Francis to: en ningún momento construye como interlocu-
Ford Coppola, y el resultado no es un manual de tores a las fuerzas opositoras. Por el contrario, re-
conducción política, es la película El Padrino”), des- serva para las mismas el carácter de objeto discursi-
plazan siempre el debate hacia la discusión en tér- vo. Por lo tanto, desplaza su palabra del debate
minos de estructuras y modos de gobernar, y no de frontal: desconocer al rival como interlocutor es,
identidades partidarias. desde el punto de vista enunciativo, desconocerlo
- Esas estrategias de desplazamiento se explican directamente como rival. En todo caso, la referencia
también por cómo establece su relación con el go- aparece en términos de “escollo”, como quien “po-
bierno nacional. Dado que se trata de una candida- ne piedras en el camino”, lo cual prosigue por un
ta oficialista, no niega en el discurso su vinculación lado con la lógica del camino histórico, a la vez que
con la gestión de Kirchner, pero para evitar hablar evita la rivalidad partidaria y lo postula como una
desde el gobierno no enuncia desde la primera per- suerte de enemigo nacional.
sona (con un nosotros: la-fuerza-oficialista / yo: la- Finalmente, la estrategia de desplazamiento re-
candidata-de-Kirchner). Si bien en alguna instancia cae sobre la construcción de su propia identidad.
esto sí aparece (“…ya hemos logrado 2.500.000 Por un lado, reaparecen aquí las rehuidas a las iden-
nuevos puestos de trabajo”), por lo general reserva tificaciones con el Peronismo y con lo bonaerense,
esa forma para construir un nosotros: los argenti- mencionadas ya en los otros niveles: “Yo no quiero
nos: “Este país va evolucionando. No hay que asus- ser fanática peronista, quiero ser fanática argentina
tarse del debate de ideas, de la confrontación de- ¡¡¡Fanática argentina!!!”. Y además emerge, explí-
mocrática, es parte de la ley de la política, es parte citamente, una declaración de autonomía personal:
de la vida. Hoy volvemos a ser un país en serio”; “Es “Yo no soy Cristina Kirchner, soy Cristina Fernández
nuestra -este nuestro puede equivaler como argen- de Kirchner, o en todo caso Cristina”.
tinos- oportunidad histórica”. También se aviene de Pero, enunciativamente, los puntos más fuertes
hacer auto-propaganda sobre el gobierno, enun- son dos:
ciando en tercera persona (desde un él: el gobierno - Por un lado, y siguiendo con una identidad no
de Kirchner). La modalidad prevaleciente es la cons- partidaria sino programática de proyecto y de ges-

107
tión gubernamental (agregado al manejo referen- gobierno funciona como una segunda persona y el
cial del rival), se pronuncia por lo que no es: “No país, que es el objeto de su discurso, la tercera. Es-
soy de las que dicen que sufren por el poder. El día te modo de articular dichas entidades a través de la
que decida irme a mi casa no vuelvo más. No soy de estructura enunciativa de las tres personas le permi-
las que anuncian retiros una y otra vez para des- te evitar hablar de ella misma (la candidata no es
pués poner piedras en el camino”. objeto sino sujeto del discurso) y, a su vez, disminu-
- Por otro, la referencia del proceso del cual su ye su necesidad de hablar desde y/o acerca del go-
candidatura forma parte, metaforizada en términos bierno (siendo la candidata oficial) y a cambio le ha-
de una madurez generacional: “Se trata de algo bla al gobierno. De este modo, “libera” la carga re-
más que un partido político. Se trata de la nación, ferencial de su discurso sobre la entidad: el país.
de hacer comprender a algunos que los argentinos Asimismo, hay una cuarta dimensión importante
han decidido cumplir la mayoría de edad”; un “pro- que atraviesa toda la referenciación de su objeto (el
yecto de país que empieza a crecer”; [con decisio- país): la modalidad de esta referenciación es funda-
nes] “autónomas”; “Este país va evolucionan- mentalmente descriptiva de un estado de situación,
do…”. Esta metáfora articula el carácter histórico y en relación con un pasado histórico (en algunos pa-
nacional del proceso en el que se inscribe discursi- sajes) o con un pasado reciente (en otros). El hecho
vamente, con la “naturalización” de la ruptura que de construir al país como objeto de su discurso a tra-
toda entidad produce en su maduración: así como vés de la descripción histórica le permite: alinear su
prescinde casi absolutamente de inscribirse como candidatura como continuidad de un proceso histó-
justicialista bajo los símbolos del Peronismo, enun- rico; desvincularla de (o al menos minimizar la super-
cia su impronta no como parte de una tradición si- ficie de contacto con) el ruedo y a la vez territorio
no exactamente a la inversa: como el proceso “na- provincial; aplazar la cuestión de su identidad como
tural” de emancipación. (De hecho, el discurso de bonaerense; fortalecer la prescindencia de la identifi-
Alberto Balestrini, que le antecedió, formuló una cación como justicialista o como peronista de la fuer-
metáfora semejante, aunque mucho más rústica za de la que es parte; construir una figura de oposi-
discursivamente, comparando al Peronismo con un ción, no postulada en términos de “interna partida-
árbol: “Hay que podarlo de vez en cuando para que ria” sino de lucha entre modos de ver la política y de
crezca con más fuerza, para librar al PJ de todos elaborar proyectos nacionales; desconocer a su rival
aquellos que tanto daño le hicieron al movimiento electoral como fuerza confrontada.
nacional”). Esta cuestión de la emancipación y la in-
dependencia penetra la propuesta programática: 2- Análisis del discurso de lanzamiento de cam-
en la tematización de las políticas asistenciales for- paña de Hilda “Chiche” Duhalde
mula una crítica a las “políticas sociales que no or- (Polideportivo de Gimnasia, La Plata)
ganizaban”, que hacían al beneficiario de la ayuda
“dependiente del partido de turno”. Introducción
Una vez más, la puesta en escena del Peronis-
Resumen mo, del PJ precisamente, por parte de “Chiche”
Desde el punto de vista lingüístico-enunciativo, Duhalde (tal su nome de guerre) es la del neo clasi-
estas entidades (su identidad, el gobierno nacional, cismo: la repetición de un modelo considerado co-
el país) aparecen bajo una estructura bien definida: mo el ideal, en este caso político, que niega toda
su propia identidad encarna la primera persona, el marca de modernidad, aunque las lleva inscriptas,

108
quiéralo o no, en sus gestos discursivos. Ese regus- neado ni con el duhaldismo ni con el kirchnerismo.
to por la repetición del modelo con las banderas, Aparecen entonces dos puntos salientes: 1) ¿Quié-
los bombos, los funcionarios y políticos en el palco nes son los opositores (contra-destinatarios, Verón,
(detrás de ella) y la insistencia desmedida en la ico- 1987b) del discurso de la candidata? y 2) ¿Cómo se
nicidad clásica sólo arrastró consigo una suerte de autodefine la candidata en busca de los indecisos
militancia a los que tienen años suficientes como (para-destinatarios, Verón, 1987b) no peronistas?
para haberlos conocido en épocas de esplendor. Un El lugar de los contra-destinatarios está bien de-
discurso costumbrista que se hizo cada vez más finido desde el contenido del discurso: hay un rival
conservador, enunciativa y políticamente. y es la candidata Cristina de Kirchner, como parte
En este discurso, la candidata buscó solidificar saliente de la fuerza oficialista. Esto tiene un lugar
su propia identidad en base a: claro en la construcción del discurso de la candida-
- La ausencia de referencias a su marido y, a ta: es la única fuerza alternativa al oficialismo, des-
cambio, su inserción en una fuerza política que la conociendo -por ausencia en su discurso- todo otro
contiene (obsérvese el cambio de aquel enunciado: rival o contendiente. Esta construcción de la exclu-
“Soy portadora de apellido” referencia metoními- sividad fortalece su posición, algo que además es
ca, por contigüidad), como así también la ruptura correspondido frecuentemente por la presencia en
del vínculo de “esposa de” en lo político. términos confrontativos en el discurso de Cristina
- Su apropiación plena de una identificación con de Kirchner. Sin embargo, se produce una tensión
el Peronismo, no sólo desde el enunciado (lo dicho entre el enunciado y la enunciación. La candidata
en el acto) sino desde la enunciación (la manera de presenta como principales debilidades o errores del
construirse como figura): hablando desde el “Movi- oficialismo dos cuestiones: por un lado, la política
miento Nacional Justicialista”, agradeciendo a gre- de agresividad en campaña: “Han lanzado una
mios como la UOCRA, a los peronistas históricos campaña sucia, y será más sucia todavía”, cuyo co-
“los primeros, aquellos de 1945”, y a los más jóve- rolario es la denuncia de un pacto de desestabiliza-
nes, trazando una división respecto de un “Neo-pe- ción entre Duhalde y Menem; por otro, la falta de
ronismo” y reproduciendo frases del Gral. Perón. gobierno: “El Presidente se pasa todo el día en un
Enunciativamente (el modo en que se construye), y palco… ¿Quién gobierna? De arriba de un palco no
más allá del contenido, estos gestos son algo carac- se soluciona el problema de los precios...”.
terístico del discurso peronista pos-Perón. Esta iden- Para la cuestión de la agresividad en la campa-
tidad se ha visto reforzada, igualmente, desde la ña, la candidata se propone como jurado de la si-
conformación de la arquitectura escénica: los sím- tuación sentenciando lo negativo de tal agresividad
bolos, las banderas, rememoran la línea estética pero, al mismo tiempo, se introduce en la disputa.
que ha identificado a los actos justicialistas. Esta cuestión, presente en la enunciación, debilita
- El agenciamiento y sostenimiento de una iden- lo declarado en el enunciado: dice estar en contra
tidad bonaerense, como una cualidad casi exclu- de una campaña agresiva pero agrede y responde a
yente de esta candidata y de esta fuerza política. Es- las agresiones. De todos modos, ocupa la posición
ta identidad estructura el destinatario positivo: el más conveniente: en lugar de simetrizar la situación
Peronismo bonaerense identificado con la línea du- (agresor vs. agresor) la vuelve complementaria
haldista. (agresor vs. agredido), ocupando este último lugar,
A su vez, tiende a captar a un sector de los in- el de la víctima (esto pudo ser tomado por CFK co-
decisos, aquellos peronistas que aún no se han ali- mo argumento), y extendiendo su alcance al Pero-

109
nismo y a los argentinos. Entre la atribución a su ri- se a una necesidad o a un deseo, sino a un deber, y
val de ser responsable de una campaña agresiva y para sostener ese pedido no se justifica ni se dan
su auto-posición de víctima (dos puntos fuertes) explicaciones del orden de la política, la economía,
hay un pasaje intermedio que debilita su posición, la historia o el proceso electoral: es una misión pre-
por tensión entre el enunciado y la enunciación. destinada, establecida en una línea temporal. Dice
En esto hay un fortalecimiento en dirección de al inicio de su discurso: “Los que fuimos y somos
los pro- y los contra-destinatarios; pero quizás no in- peronistas venimos a predicar un movimiento hu-
terese o sea refractario a los indecisos no peronistas, manista y cristiano”.
que se han ido consolidando como una fuerza aje- - Ligado a lo anterior, hay posicionamientos
na a la interna, y por lo cual -aunque en pocas do- bien claros respecto a problemáticas “neutrales”: la
sis- la candidata ha intentado hacer que esta con- reivindicación de la Iglesia y las Fuerzas Armadas
frontación trascienda el ruedo partidario para vol- (“más allá de algunos de sus integrantes que incu-
verla una cuestión nacional. En esto, es destacable la rrieron en la violación de derechos humanos”),
mención del “plan de desestabilización” y el aprove- frente a la “agresión” por parte del gobierno; el re-
chamiento para pronunciarse como enfrentada a chazo de plano al colectivo “piqueteros” y su carac-
Menem y su sector político: “No hicimos alianza con terización como una forma de la violencia (“pobre
Menem; con Menem no voy ni a la esquina”, “es ri- de nosotros si lo nuevo son los dirigentes piquete-
dículo vincularnos con Menem, nuestro adversario”, ros, si lo nuevo es la violencia, la agresión, la capu-
“nos opusimos al plan de Cavallo”, siendo los mis- cha, los palos”); y la recuperación económica atri-
mos personajes que trascienden la interna peronis- buida y encarnada por Roberto Lavagna. En estas
ta: son símbolos de fuerzas nacionales. definiciones hay una tematización de tres proble-
Para la cuestión de la falta de gobierno, tam- máticas extra-partidarias que pueden interesar a los
bién tematiza tópicos de orden nacional, como la para-destinatarios que no quedan comprendidos en
suba de precios y las manifestaciones de los pique- la interna entre las dos listas justicialistas.
teros, y ubica al Presidente en un lugar de equivo-
cación y de ausencia ante sus responsabilidades en Bibliografía
pos de estar en campaña. En esto hay un posiciona-
miento más nítido de oposición en base a temas na- - BARREIROS, R. “El paisaje del público en la Televi-
cionales, dirigiéndose a (construyendo) un para- sión”, en Figuraciones Nº 3, Área de Crítica de Ar-
destinatario crítico para con el gobierno nacional. te, Instituto Universitario Nacional del Arte (IUNA),
Por último, para la posibilidad de adhesión de vo- Asunto Impreso, Buenos Aires, 2005a.
tantes no peronistas indecisos hay dos elementos - __________ “Los políticos mediáticos. Estrategias
nítidos: discursivas”, en Cuando el desencanto… encanta,
- Aparece un componente doblemente religio- Fundación Konrad Adenauer Stiftung, Buenos Ai-
so: tanto desde la enunciación como desde el enun- res, 2005b.
ciado, se hace un llamamiento a los peronistas pa- - CINGOLANI, G. “El actante-P: notas sobre la cons-
ra que “salgan a misionar, salgan a predicar, predi- trucción televisiva del hombre ‘común’ y ‘real”, en
car nuestra verdad, la verdad conceptual de Perón y memorias de las VIII Jornadas Nacionales de Investi-
Evita”, conformando la identidad de un movimien- gadores de Comunicación, Red Nacional de Investi-
to con vocación expansiva, a partir de un deber. El gadores de Comunicación y FPyCS, Universidad Na-
orden religioso de esa expansión no aparece en ba- cional de La Plata, La Plata, 2004.

110
- LUHMANN, N. La realidad de los medios de ma-
sas, Rubí, Barcelona, 2000 (1996).
- VERÓN, E. El cuerpo de las imágenes, Norma, Bue-
nos Aires, 2001.
- __________ La semiosis social, Gedisa, Buenos Ai-
res, 1987a.
- __________ “La palabra adversativa. Observacio-
nes sobre la enunciación política”, en Verón, E. El
discurso político. Lenguajes y acontecimientos, Ha-
chette, Buenos Aires, 1987b.

111
acceso a todos los canales de atención, incluyendo
Gobierno electrónico: Internet, y todos los funcionarios deben apoyarse
notas para pensar un nuevo desafío1 en la tecnología para atender al ciudadano.
Si bien la mayoría de los países ha incorporado a
su agenda pública un plan de gobierno electrónico,
todavía no se ha establecido un significado y/o defi-
nición exacta. Por lo tanto, se puede comenzar di-
ciendo que el Gobierno Electrónico es la aplicación
de las tecnologías de información y comunicación
(TICs) para mejorar la interacción entre los ciudada-
nos y el gobierno, y se presenta como un desafío
que exige, tanto a los circunstanciales funcionarios

S
como a los empleados del Estado y a la ciudadanía
Por Luciano Sanguinetti i consideramos que la capacidad de acu- en general, enormes esfuerzos de adaptación.
mular, transmitir e interpretar inmensos Desde una perspectiva sistémico-funcionalista se
Docente e Investigador de la volúmenes de información constituye hoy una puede hablar de la adaptación de un gobierno para
Facultad de Periodismo y fuente de riqueza y de poder, y que la producción desempeñarse en una sociedad progresivamente di-
Comunicación Social de la de conocimiento e innovación es una de las claves gital y avanzar hacia la Sociedad de la Información
UNLP. Profesor Titular de la del desarrollo de los países, podemos comprender en su interacción global, y para lograr la democracia
Cátedra “Comunicación y entonces a qué se hace referencia cuando se habla electrónica como meta superior del gobierno elec-
Medios” y director del Programa de Gobierno Electrónico como algo que supera la trónico, en tanto herramienta que le permite a las
de Investigación “Comunicación acepción referida al accionar de las burocracias y los administraciones públicas una adecuada adaptación
y Sociedad de la Información” de representantes públicos. Y es por esto que la entra- al nuevo entorno. De acuerdo a Michiel Backus
la mencionada unidad académica. da de las tecnologías de la información y la comu- (2001), los objetivos de la democracia electrónica se
nicación al ámbito de la reforma de la administra- resumen en brindar a los ciudadanos acceso a la in-
ción pública -que se encuadra en los procesos de formación y conocimiento sobre los procesos políti-
modernización de la gestión del Estado en América cos, los servicios y las opciones disponibles, con el
Latina- ha despertado el interés general por encon- objetivo de motivar su participación activa.
trar mecanismos para que el gobierno electrónico Los gobiernos tienen urgencia por hacerse más
impacte positivamente en las gestiones guberna- eficientes, los ciudadanos reclaman que se hagan
1 El siguiente artículo se inscribe mentales. también más transparentes, las empresas deman-
en el marco de la Investigación: Las TICs son herramientas para sustentar el dan un entorno operativo que facilite su competiti-
“Usos sociopolíticos de las Tecno- buen gobierno, por lo que el Gobierno Electrónico vidad, y todos los actores sociales están expectantes
logías de Información y Comuni-
es un servicio moderno que se apoya en estas he- de mayor información, acceso más amplio y opor-
cación (TICs) de la Sociedad de la
Información (SI) aplicadas en los rramientas, sin eliminar otros canales no electróni- tuno a los servicios públicos y participación en la vi-
procesos políticos en ámbitos lo- cos y remotos, como el trato personal y presencial da pública. Sin embargo, digitalizar el gobierno no
cales. Estudio de casos en la Re- con el ciudadano, la prensa tradicional, la televisión es sinónimo de instalar unas cuantas computadoras
gión Capital: municipios de La Pla- y la radio. Asimismo, el Gobierno Electrónico no u ordenadores, o de diseñar una página web que
ta, Berisso y Ensenada”, que se
puede ser un servicio de minorías o elites, dirigido ofrezca información, sino que supone transformar
desarrolla en la Facultad de Perio-
dismo y Comunicación Social de la sólo a las dependencias con conexión a Internet, ya la relación fundamental que existe entre el gobier-
UNLP. que tiene dos aristas: los ciudadanos deben tener no y el ciudadano.

112
En el “Informe Mundial de las Naciones Unidas productos en línea, combinados con el alcance de
sobre el Sector Público 2003”2, se expresa que “el la infraestructura de las telecomunicaciones).
gobierno electrónico en especial, y la adopción de Por su parte, Paul Faya (2001), en su revisión
las tecnologías de la información y las comunicacio- teórica de la bibliografía acerca del E-Gobierno o
nes en general, han pasado a formar parte del pro- Gobierno Electrónico, menciona tres escuelas del
grama político de muchos países del mundo en de- pensamiento que lo definen:
sarrollo y el desarrollado”. Allí, el Secretario Gene- 1- La primera, derivada del enfoque del Comer-
ral Adjunto para Asuntos Económicos y Sociales, Jo- cio Electrónico, define al Gobierno Electrónico co-
sé Antonio Ocampo, señala: “Muchos gobiernos mo la transformación de la entrega de servicios gu-
recurren a servicios basados en Internet como for- bernamentales al ciudadano a través del uso de las
ma de reducir la burocracia o ampliar la infraestruc- Tecnologías de la Información y las Comunicaciones
tura digital, pero también vemos a Internet como (TICs). Esta visión, si bien es la más simple, es la más
un medio para progresar y consolidar la transparen- popular.
cia y la democracia en la práctica general de la ad- 2- La segunda, en tanto, lo define como el apro-
ministración pública”. Frente a esto, podemos con- vechamiento de las TICs para hacer más eficientes
siderar que el Gobierno Electrónico implicará una todas las áreas del gobierno. En este enfoque, el
redefinición de los marcos espaciales, temporales y Gobierno Electrónico es presentado como un “go-
de relaciones que efectivamente permitirá hablar bierno inteligente”, que utiliza la tecnología de In-
con propiedad de una nueva forma de Administra- ternet para relacionar internamente a las partes que 2 El lanzamiento de este Informe
ción del Estado, históricamente distinta de las que lo componen, con la finalidad de alcanzar una me- coincidió con el 5º Foro Global so-
la han antecedido. jora en la gestión. bre Reinvención del Gobierno y se
3- La tercera, por último, considera al Gobierno produjo dos meses antes de la
1- Las dos categorías del Gobierno Electrónico Electrónico como mucho más que una simple entre- Cumbre Mundial sobre la Socie-
dad de la Información, organizada
ga mejorada de los servicios del gobierno y el uso por las Naciones Unidas en Gine-
El grupo Gartner3 reconoce la existencia de dos de las TICs para transformar el sector público. Esta bra, entre el 10 y el 12 de diciem-
componentes: visión lo concibe como una verdadera revolución bre de ese mismo año.
1) La gobernanza electrónica (E-Governance), ciudadana que transformará la naturaleza misma 3 www.gartnergroup.com
que pone énfasis en la unión de ciudadanos, stake- del gobierno: qué hace, cómo lo hace y, finalmen- 4 E- Governance alude a los con-
ceptos, filosofías y temas que de-
holders y representantes elegidos para participar en te, por qué lo hace. finen la función amplia del go-
la gobernanza de las comunidades a través de me- De esta manera, vemos que el E-Gobierno se bierno, mientras que E-Goverm-
dios electrónicos; definición que hace referencia a define como un nuevo modelo de gobierno y de ment se refiere a las iniciativas es-
la participación electrónica (esto es, en qué me- gobernación (e-governance)4 acorde a la Sociedad pecíficas y prácticas dentro del
dida el Gobierno se dispone a interactuar con los de la Información y el Conocimiento. gobierno que hacen que los con-
ceptos y filosofías se vuelvan reali-
ciudadanos por Internet) dad. En cambio, para el Departa-
2) La prestación electrónica de servicios (Electro- 2- Escenarios internacionales del Gobierno Electró- mento de TIC de La India, E-Go-
nic Service Delivery), que garantiza la provisión de nico vernance es la aplicación de las
servicios gubernamentales a partir de la utilización tecnologías de la información y el
de instrumentos electrónicos; definición que hace Uno de los primeros antecedentes sobre Gobier- conocimiento a los procesos de
funcionamiento del gobierno, con
referencia al grado de preparación electrónica y no Electrónico se dio en Dinamarca, en la década del el objetivo de hacerlo más simple,
de desarrollo digital del Estado (es decir, presta- 70, cuando diversos municipios se organizaron para ético, transparente, responsivo y
ción de servicios gubernamentales y suministro de compartir información mediante sistemas informáti- con rendición de cuentas.

113
cos. En la década del 90, con la explosión que expe- mientras Estados Unidos, en primer lugar, y Europa,
rimentó Internet, esta tendencia se amplió a varios a continuación, pueden ser considerados los líderes
países europeos y a Estados Unidos, a tal punto que en la implantación de programas de Gobierno Elec-
se desarrollaron políticas gubernamentales tendien- trónico, a América Latina todavía le queda un im-
tes a regir el desarrollo y operación del gobierno portante camino por recorrer. No obstante, y pese a
electrónico. Más que por un afán de modernizar la que la incorporación tecnológica obviamente ha si-
gestión pública, el principio impulsor de estas políti- do tardía, con diferentes acentos varios de nuestros
cas pasó por un deseo de transparencia y de mejora países intentan que la brecha digital no sea imposi-
en las comunicaciones hacia la ciudadanía. ble de sortear.
En Gran Bretaña, la primera prueba piloto, el
Servicio de Información de Gobierno (Government Chile
Information Service)5, se realizó en agosto de 1994, En América Latina son pocos los países que im-
y consistía en una página web que proporcionaba pulsan enfáticamente el uso de tecnologías de la in-
una única vía de entrada a todos los tipos de infor- formación en la administración pública. Y por eso el
mación que podían ser encontrados en el sector pú- caso de Chile resulta emblemático. El gobierno
blico británico. En Francia, en tanto, los Sistemas de electrónico comenzó a dar sus pasos en 1991,
Información Territorial (SIT)6, que empezaron a fun- cuando la administración de Patricio Aylwin creó el
cionar en enero de 1999, han dado excelentes re- Grupo Informático del Ministerio del Interior que
sultados. Un SIT es una página web de carácter gu- diagnosticó la presencia de la tecnología en el sec-
bernamental con acceso restringido (es decir, una tor público y estableció: un crecimiento desigual en
Extranet en el contexto de los departamentos o re- software y hardware, falta de coordinación y estan-
giones), y su razón de ser se fundamenta en los tres darización entre los servicios, automatización in-
pilares de la reforma del Estado francés: la descon- completa, obsolescencia de sistemas y falta de ca-
centración, la interministerialidad y las nuevas prác- pacitación del personal.
ticas de trabajo. Así, nos encontramos ante una ini- En 1994, durante la presidencia de Eduardo Frei,
ciativa que al permitir el intercambio de informa- se creó el Comité Interministerial de Modernización
ción y opiniones, y la renovación de procedimientos de la Gestión Pública del Estado, que se dedicó a
de trabajo, tiene vocación de facilitar el trabajo en masificar la aplicación de la tecnología en el sector
común de los servicios del Estado, tanto entre ellos público mediante la confección de un Plan Informá-
como con otros actores habituales de las políticas tico General, desarrollo de proyectos, intercambio
públicas. de información estratégica, asesorías y capacitacio-
En 2004, el estudio “Global E-Government Rea- nes. En este contexto, al año siguiente aparecieron
diness Report”, publicado por Naciones Unidas, sitios web de servicios que permiten realizar opera-
destaca que los diez países con mayor desarrollo en ciones en línea, como el Servicio de Impuestos Inter-
esta área son: Estados Unidos, Dinamarca, Reino nos7 que posibilita hacer declaraciones de renta,
Unido, Suecia, Corea del Sur, Australia, Canadá, emisión de boletas, facturas electrónicas y pago
Singapur, Finlandia y Noruega. En este ranking electrónico de cotizaciones previsionales, el FONASA
5 www.open.gov.uk mundial de gobiernos electrónicos, Chile se ubicó y el Registro Civil8, que también ofrece la posibilidad
6 www.fonction-publique.gouv.fr-
en el lugar 22, ocupando el primer puesto en Lati- de obtener certificados electrónicos.
/tic/SIT.htm
7 www.sii.cl noamérica y posicionándose por encima de Bélgica, En 1998 se creó la Comisión Nacional para las
8 www.registrocivil.cl Israel y Francia. En consecuencia, se observa que Nuevas Tecnologías de Información y Comunica-

114
ción, cuya misión fue realizar análisis prospectivos cipales (VTM), del que participan 26 municipios y que
sobre el desarrollo de las tecnologías de informa- consiste en la realización en línea de gestiones como
ción, a fin de elaborar sobre eso una propuesta que obtención de patentes municipales, de certificados de
potencie su difusión. Como producto del trabajo de obras y de permisos de demolición, lo que permitió re-
esta comisión se logró: la legalización del documen- ducir los tiempos de los trámites en un 60% (lo que
to electrónico y la firma digital, la implementación antes demoraba quince días, en este plan demora
de una red que interconectó ministerios, servicios y ocho). La otra iniciativa es el plan Ventanilla Empresa,
organismos públicos y la puesta en marcha del Sis- que tiene como una de sus metas incorporar 80 trá-
tema de Información de Compras y Contrataciones mites electrónicos, además de reducir los tiempos de
del Estado (Chilecompra)9. creación de una empresa de 27 a 19 días. En él parti-
Mucho más se avanzó durante el gobierno de cipan entidades como el Banco Estado, el Instituto de
Ricardo Lagos. En 2001 se difundieron los instructi- Normalización Previsional, el Servicio Nacional de
vos de la Presidencia de la República10 que estable- Aduanas y la Tesorería General de la República y se
cieron tres ámbitos de desarrollo: atención al ciuda- calcula que en cinco años los beneficios económicos
dano, buen gobierno y transparencia y participa- alcanzarán los 165 millones de dólares.
ción ciudadana, y dos años después se lanzó el prin-
cipal proyecto de ese gobierno en esta área: la Venezuela
Agenda Digital11. Con esta iniciativa, Chile se pro- En el caso de la República Bolivariana, la estra-
pone llegar a ser en 2010 un país desarrollado digi- tegia de informatización comenzó diez años des-
talmente, y entre sus objetivos se plantea incremen- pués que en Chile. En 1999 se creó el Ministerio de
tar la competitividad y eficiencia, así como la igual- Ciencia y Tecnología, y un año después se lanzó el
dad de oportunidades, calidad de vida, transparen- Plan Nacional de Tecnologías de la Información, a
cia, privacidad y seguridad, a través del uso de las través de la creación del Centro Nacional de Tecno-
tecnologías digitales. Entre las 34 iniciativas del pro- logías de la Información (CNTI). En el portal Direc-
yecto destacan: duplicar la tasa de hogares chilenos torio del Gobierno Electrónico Venezuela13, la ac-
conectados a Internet (la meta es de 900 mil hoga- tual ministro de Ciencia y Tecnología, Dra. Marlene
res), alfabetizar digitalmente a al menos un millón Yadira Córdova, expone como avances logrados
de personas, promover la conexión y el uso avanza- desde el gobierno: 350 infocentros, 150 infopun-
do de la red en 150 mil empresas, consolidar la red tos, infomóviles, 200 CBIT en colaboración con el
nacional de infocentros con conexiones de banda ministerio de Educación y Deportes, desarrollo de
ancha y masificar los trámites electrónicos exten- portales y contenidos para educación, turismo, pro-
diendo el uso de las tecnologías de información en gramas de formación, un Portal de Gobierno, infor-
las comunas y en todos los poderes del Estado. Con mación sobre 450 trámites, servicios en línea de
esto se estarían incorporando los principios estable- compra, impuestos y finanzas, entre otros.
cidos en la Primera Cumbre Mundial de la Sociedad Los infomóviles son espacios móviles (camiones
de la Información, realizada en Ginebra en 2003. tipo trailer) que cuentan con equipos portátiles de
Entre los logros de la Agenda Digital se inscribe el alta tecnología inalámbrica, para llegar a las comu-
9 www.chilecompra.cl
sitio Trámite Fácil12, que entrega información de 1.536 nidades y contribuir en su transformación y desarro-
10 www.bcn.cl
trámites, 227 de los cuales se pueden realizar a través llo integral. Funcionan como salones de clases mó- 11 www.agendadigital.cl
de Internet. Otra de las iniciativas destacadas es el viles, apoyando las misiones y programas guberna- 12 www.tramitefacil.cl
plan piloto Ventanilla Transaccional de Trámites Muni- mentales. 13 www.gobiernoenlinea.gov.ve

115
Enmarcado en el Decreto Nº 825 del presidente nectividad ni de desarrollo administrativo, lo que
Hugo Chávez, que estableció el uso de promoción impidió que se conformara un sistema de políticas
de Internet por parte de los entes y órganos de la y estrategias de gobierno electrónico y que éste re-
Administración Pública, el Portal Gobierno en Línea sultara vulnerado frente a la inestabilidad político-
es el punto de referencia de todas las páginas web institucional que transitó nuestro país durante el úl-
de las Instituciones de la Administración Pública Ve- timo lustro.
nezolana. Cuenta con un directorio de más de
1.000 instituciones públicas, 564 trámites de carác- Programa Nacional para la Sociedad de la
ter informativo de entes y órganos del Estado, más Información
de 60 noticias diarias y análisis de la situación polí- Creado en el ámbito de la Secretaria para la Tec-
tica, social y económica del país; visitas virtuales de nología, la Ciencia y la Innovación Productiva (SET-
sitios históricos, información general de Venezuela, CIP) de la Presidencia de la Nación Argentina, el
animaciones de conciencia ciudadana, marco jurídi- Programa Nacional para la Sociedad de la Informa-
co venezolano, señal de RNV, YVKE Mundial y VTV ción (PSI)15 desarrolla las actividades vinculadas con
en vivo, entre otras secciones. la incorporación y difusión del uso de las (TICs) en
la sociedad, la economía y la administración públi-
3- El Gobierno Electrónico en Argentina ca, teniendo responsabilidad sobre el diseño y la im-
plementación de las políticas públicas en los ámbi-
Quienes propician la práctica del Gobierno Elec- tos de la universalización de Internet, el comercio
trónico consideran que las nuevas tecnologías, in- electrónico, la promoción de investigación y desa-
corporadas adecuadamente, repercuten favorable- rrollo (I+D), el desarrollo de aplicaciones avanzadas
mente en innumerables aspectos de la vida ciudada- y la formación de recursos humanos especializados
na, la organización y modernización de los sistemas en su gestión.
electorales, la administración de justicia, la mejor ca- La revolución tecnológica, vinculada con las
lidad de la educación en todos los niveles, el perfec- nuevas modalidades en el teleprocesamieto de la
cionamiento de los servicios de salud, la creación de información y comunicación y su impacto social y
empleo, la participación de la sociedad civil y el fo- económico, plantea cambios en la estructura social,
mento de la iniciativa empresarial. Por eso, quienes política y económica de los Estados nacionales. Por
tienen responsabilidad para la conducción y gestión ello, desde la administración pública es necesario
del gobierno de un país, provincia o municipio, tie- definir estrategias para crear una nueva cultura de
nen hoy la necesidad ineludible de operar con TICs. la información que permita promover el crecimien-
El Centro Latinoamericano de Administración to de la comunidad, en un marco de equidad eco-
para el Desarrollo (CLAD)14 exhibe un análisis com- nómica, social y cultural. El desarrollo y difusión de
parativo del avance del Gobierno Electrónico en los las TICs, desde una lógica del libre mercado, puede
países iberoamericanos. Con respecto a la Argenti- ampliar la brecha social, a partir de los que tienen
na, señala que si bien hacia mediados de los 90 el la posibilidad y los que no de acceder a dichas tec-
país se jactaba de cierto pionerismo y liderazgo re- nologías y sus beneficios. Por lo tanto, crear una So-
14 www.clad.org, sitio reciente- gional en diversos aspectos vinculados al Gobierno ciedad de la Información donde todos los sectores
mente instituido.
Electrónico -por ejemplo, con el uso de la firma di- sociales tengan igualdad de oportunidades requie-
15 Creado por Decreto Nacional
Nº 252/00, Boletín Oficial 22-03- gital y el documento electrónico- dichas iniciativas re de la acción política orientada a garantizar la in-
2000. no se apoyaban en estrategias coherentes de co- tegración social en el marco del nuevo paradigma.

116
Desde esta óptica, el Estado nacional ha lanza- dadanos”, y se creó la Oficina Nacional de Tecnolo-
do diversas iniciativas tendientes a difundir las tec- gías de Información (ONTI), el órgano rector en ma-
nologías de la información y comunicación en to- teria de empleo de tecnologías informáticas de la
dos los sectores sociales de nuestro país. Por ejem- Administración Pública Nacional que funciona en el
plo, bajo jurisdicción del Ministerio de Educación, ámbito de la Subsecretaría de la Gestión Pública de
Ciencia y Tecnología se ha impulsado el Portal edu- la Jefatura de Gabinete de Ministros.
c.ar, que se ocupa de desarrollar y difundir los con- Formada por un grupo multidisciplinario de pro-
tenidos educativos aptos para ser utilizados sobre fesionales y especialistas en la materia, la ONTI tie-
plataformas basadas en las TICs. De forma comple- ne como objetivo formular políticas para la imple-
mentaria, la creación del PSI se orienta al desplie- mentación de procesos de desarrollo e innovación
gue de plataformas y terminales que posibiliten el tecnológica para la transformación y modernización
acceso de la población a tales contenidos. del Estado, así como propiciar la integración de
En el 2000, el gobierno de Fernando De la Rúa nuevas tecnologías en el sector público, su compa-
formuló un Plan de Modernización de la Adminis- tibilidad, interoperabilidad y la promoción de la es-
tración Pública Nacional aprobado por Decreto N° tandarización tecnológica. Su portal del Estado Na-
103/01, aún vigente16. El Plan expresa que poco se cional incluye:
hizo anteriormente para aprovechar las posibilida- - Una guía de trámites, tendiente a brindar a
des de las nuevas tecnologías en términos del acer- habitantes y ciudadanos información precisa sobre
camiento del Estado al ciudadano, además de seña- toda tramitación ante organismos de la Administra-
lar que la inserción de dichas tecnologías relegó a ción Pública Nacional, y cuya elaboración, desarro-
las organizaciones más débiles y a aquellas donde el llo e implementación ha sido realizada en forma
impacto hubiera sido más efectivo. En referencia al conjunta con la Oficina Nacional de Innovación de
desarrollo del Gobierno Electrónico, el Plan propo- Gestión (ONIG).
ne un conjunto de líneas de acción: 1) red telemá- - Un directorio de funcionarios, orientado a ofre-
tica de la Administración Nacional, 2) infraestructu- cer a los habitantes y ciudadanos el acceso a la es-
ra de firma digital, 3) digitalización de procedimien- tructura de la Administración Pública Nacional, y a
tos administrativos, 4) sistema único de seguimien- los datos públicos de contacto de los funcionarios.
to de expedientes y 5) racionalización del desarrollo - Un sistema de atención en línea, con el propó-
de portales. sito de recibir y responder reclamos, consultas, su-
Desde la segunda mitad de 2001, las cuestiones gerencias y quejas de los ciudadanos y habitantes
atinentes a la conectividad, la modernización admi- relacionados con la APN.
nistrativa y el Gobierno Electrónico estuvieron au- En junio de 2006 el presidente Kirchner lanzó el
sentes en la agenda oficial. Recién en 2004, bajo el Proyecto de la Firma Digital, con el objetivo de re-
mandato del presidente Néstor Kirchner, comenza- ducir el papel en los documentos oficiales públicos
ron a aparecer incipientes iniciativas dirigidas a ini- y privados. El sistema permitirá a los ciudadanos ha-
ciar un proceso de planificación de Gobierno Elec- cer el seguimiento informático de sus trámites de la
trónico para la Argentina. Así, a través del Decreto administración nacional, llenar formularios, pagar
Nº 378/05 se puso en marcha el Plan Nacional de impuestos, enviar reclamos on-line a cualquier fun-
Gobierno Electrónico, que según sus bases y objeti- cionario, buscar todo tipo de datos, agilizar habili-
vos “ayudará a transparentar la gestión y hará más taciones de negocios y vender mercancías al Estado.
fácil el acceso a la información por parte de los ciu- Además, y por interconexiones, podrá hacerse lo 16 Boletín Oficial 29-1-2001.

117
mismo en todas aquellas provincias y municipios tradas, y que tiene como propósito, desde su crea-
que habiliten esos servicios, con un práctico busca- ción en 2003, promover la divulgación y el uso de
dor que abreviará las múltiples exploraciones posi- herramientas de gestión remota y de autogestión, a
bles en un verdadero escenario público virtual. fin de facilitar el acceso a servicios tales como for-
mularios, facturas de impuestos (inmobiliario y pa-
Gobierno Electrónico en la provincia tente automotor), estados de deuda y otros, al
de Buenos Aires tiempo que busca mejorar la transparencia y publi-
En la órbita de la Secretaría General de la Go- cidad de los actos de gobierno.
bernación de la provincia de Buenos Aires funciona De esta manera, el Consejo de Gobierno Elec-
la Subsecretaría de la Gestión Pública, cuya agenda trónico, que se ocupa de la gestión de las tecnolo-
propone profundizar la recuperación y moderniza- gías de la información y las comunicaciones, empe-
ción institucional con el objeto de darle dirección y zó a trabajar en el proyecto de la Guía Única de Trá-
previsibilidad a las acciones del Estado. En este mar- mites de la Provincia, que se aprobó a través del De-
co, y con el objetivo de mejorar la calidad de aten- creto Nº 184/03 y que tiene por finalidad asegurar
ción de sus habitantes, la Provincia lanzó el Plan Es- a los administrados el acceso a información comple-
tratégico de Gobierno Electrónico, instrumentado ta, fehaciente y actualizada para la realización de
por el Decreto N° 1824/02 e implementado a través todo tipo de trámites ante la Administración Pública
del Consejo de Gobierno Electrónico. Provincial. A través de esta Guía se pueden imprimir
La información que el Estado puede desear pro- los instructivos de trámites, boletas de impuestos,
veer a través del Gobierno Electrónico comprende contribuciones y formularios que la Provincia publi-
distintos tipos: puede ser información que se quiere ca; en un servicio que abarca toda la información
diseminar, como noticias, regulaciones, políticas o sobre la administración provincial y/o municipal con-
textos de consulta; información que el gobierno re- tenida en dicha página, así como la de cualquier
copila para su uso, pero que puede poner a disposi- otra página oficial de la Provincia y de los Munici-
ción de otros usuarios, como datos geográficos, de- pios que la integran, considerando siempre el domi-
mográficos o económicos; o información que el go- nio www.gba.gov.ar y los subdominios gba.gov.ar.
bierno se ve obligado a proporcionar, a raíz de de- En el contexto del funcionamiento del Consejo
mandas o requisitos públicos, como indicadores de de Gobierno Electrónico se generaron acuerdos de
desempeño, datos personales, documentos internos cooperación con las empresas Telefónica y Telecom,
acerca de políticas, informes de gestión o cuentas para que a través de sus respectivos locutorios y te-
auditadas. Frente a estas necesidades, la acción de lecentros se facilite a los ciudadanos el acceso a los
mayor éxito para ofrecer información a través de servicios que los distintos organismos de la Provin-
mecanismos digitales es la creación y mantenimien- cia prestan de manera digital; siendo el objetivo de
to de un portal único, que constituye un punto ex- estos acuerdos atenuar los efectos de la brecha di-
clusivo de acceso a la información gubernamental, y gital y propender a la igualdad de oportunidades de
resulta claro y sencillo para la población. acceso de todos los ciudadanos. Asimismo, cabe
En el caso de la provincia de Buenos Aires esto mencionar la realización de actividades de actuali-
se lleva a cabo a través del portal www.gba.gov.ar, zación tecnológica con proveedores de hardware y
que brinda información completa sobre todos los software, y el impulso desde la Secretaría General
trámites que se realizan ante los organismos provin- para la organización y creación de espacios horizon-
ciales y sus agencias descentralizadas y desconcen- tales de debate sobre algunos aspectos de interés

118
para la administración. Tal es el caso del foro de (SINBA), tendiente a implementar un mecanismo de
gestión documental, administrativa y de archivos; la fácil acceso a la normativa de interés general, que
estandarización de datos y protocolos de intercam- permita la recopilación en una base de datos de ca-
bio de información entre organismos, para facilitar rácter público y la difusión de la normativa provin-
la realización de tableros de control; y la promoción cial hacia la comunidad, en forma actualizada,
del sistema de publicación de toda la normativa de completa y confiable. Asimismo, incluye el desarro-
la Provincia (leyes, decretos, resoluciones, disposi- llo del aplicativo para la confección de los distintos
ciones, etc.). actos administrativos a fin de mejorar la técnica le-
En el ámbito de la gestión tecnológica, y en gislativa de la Provincia.
conjunto con la Secretaría Ejecutiva de Gobierno - Soporte a la gestión administrativa de la Pro-
Electrónico, los planes de desarrollo digital en la vincia: se continúa con el desarrollo del sistema úni-
Provincia incluyen17: co de expedientes, combinado con el Foro de Ges-
- Desarrollo de un nuevo sistema de gestión de tión Documental, que nace por la necesidad de di-
servicios básicos, a través de la conformación de una versos organismos de dar una respuesta institucio-
factura única de servicios públicos por organismo. nal, y en un tiempo relativamente corto, a los pro-
- Seguimiento de la Ley provincial de Adhesión blemas suscitados por el acopio y guarda de la do-
a la Firma Digital y, una vez aprobada, la implanta- cumentación. Consiste en analizar y proponer res-
ción de la infraestructura tecnológica y la aproba- puestas a temas como tablas de caducidad, depu-
ción de la normativa para su uso. ración, expurgo, modificación a procesos y procedi-
- Construcción del Centro de Control de la Red mientos, nuevos métodos de gestión, estrategias de
Única Provincial y del Datacenter para la Provincia y conocimiento y herramientas tecnológicas para di-
sus aplicaciones transversales. gitalizar, microfilmar o implementar sistemas mixtos
- Finalización de la adjudicación de la Red Única y minimizar costos.
Provincial. - Desde el punto de vista normativo, el desarro-
- Desarrollo del sistema integrado de adminis- llo, implementación y promoción de políticas de se-
tración financiera, conjuntamente con el Ministerio guridad informática y el establecimiento de un régi-
de Economía, basado en el RAFAM18, y con el obje- men de uso responsable de los recursos informáti-
tivo de dotar a la Provincia de un sistema de admi- cos de la Provincia.
nistración financiera que permita una administra- - Creación de los modelos únicos de datos de la
ción integral e integrada de sus organismos. Provincia, para personas físicas, jurídicas, organis-
- Aplicación de sistemas de registro y control pa- mos de la Administración Pública Provincial, muni-
trimonial (automotores, inmuebles, bienes informá- cipios y sistemas de información geográfica o catas-
ticos), a fin de proveer a las direcciones de patrimo- tral, con el objeto de facilitar el intercambio de in-
nio y de inmuebles de todo el Gobierno de la Pro- formación intraprovincial, con la Nación y con otras 17 Detalle expresado en la publi-
vincia de una herramienta informática que permita provincias. De esta manera se logrará mejor control cación “Síntesis de Gestión 2004-
facilitar las tareas y procesos que se realizan en las y reducción de la multiplicación de costos y esfuer- 2005” del Gobierno de la provin-
distintas áreas, el control en todos sus departamen- zos y se facilitará la construcción de tableros de co- cia de Buenos Aires.
tos y un rápido acceso a los datos para la consulta mando y control para las autoridades y para la co- 18 RAFAM: Reforma de la Admi-
nistración Financiera en el ámbito
y emisión de información. munidad. Municipal de la provincia de Bue-
- Proyecto de decreto del Sistema de Informa- - Con relación a la comunidad, el relanzamien- nos Aires, Decreto Provincial Nº
ción Normativa de la provincia de Buenos Aires to, actualización e incorporación de los municipios 2.980/00 (aclaración del editor).

119
a la Guía Única de Trámites y la implantación del sis- permite el uso de la firma electrónica, se están de-
tema único de emisión de tasas administrativas y su sarrollando proyectos piloto en distintos organis-
cobro a través del código de barras. De manera mos. El Ejecutivo envió al Poder Legislativo un ante-
conjunta con el Banco Provincia, se trabaja en el de- proyecto de ley de adhesión a la Ley Nacional de Fir-
sarrollo de un sistema de código de barras que per- ma Digital, que dispone la instrumentación de la fir-
mitirá: imprimir los comprobantes de las tasas ad- ma electrónica y digital en la administración públi-
ministrativas, y efectuar su cancelación a través de ca provincial, con el objeto de agilizar la labor en los
las sucursales y BAPRO pagos; eliminar el sistema organismos gubernamentales y optimizar el mane-
de timbrado, que resulta de dificultosa gestión y jo de la información.
control; ampliar el número de bocas de pagos; ex- En el Senado provincial, en tanto, la legisladora
tender los horarios de atención; y realizar trámites justicialista Mónica Litza presentó el proyecto que
en forma remota. fue aprobado en esa Cámara en junio de 2006 y
- Desarrollo e implementación del sistema de que ahora está en tratamiento en la Cámara de Di-
declaraciones juradas patrimoniales para funciona- putados. El proyecto contempla que funcionarios
rios, en el marco del modelo de gestión por valores provinciales y municipales puedan cumplir con ta-
para los funcionarios políticos de la Provincia, que reas administrativas de firma, certificación, verifica-
promueve la Subsecretaría de la Gestión Pública y ción y autoría, mediante el uso de tecnología digi-
que se encuentran activadas en el portal. tal, como por ejemplo el correo electrónico. De es-
- Respecto de los modelos de mejoras de ges- ta manera, la iniciativa adhiere a la ley nacional que
tión operativa y aseguramiento de calidad en la im- contempla la actualización de los estándares tecno-
plementación de proyectos, se trabajará en la crea- lógicos en el ámbito de la administración pública,
ción de Unidades Ejecutoras de Proyecto (UEP) co- tanto en la esfera federal como en los ámbitos pro-
mo una nueva modalidad de gestión para proyec- vinciales y municipales.
tos transversales, lo que implica la creación de equi- El proyecto expresa que “cada agente de la ad-
pos interdisciplinarios y flexibles integrados por per- ministración pública recibirá una clave de seguridad
sonal de distintas especialidades, y en la implanta- para optimizar el uso de la información digital, con
ción del programa de agentes informáticos. lo que se agilizarán los trámites y se buscará au-
- Se continúa con los programas de capacita- mentar la productividad en las respectivas funcio-
ción y actualización tecnológica, y con otros foros nes”. En cuanto a los fundamentos, Litza afirma
de sistemas transversales. que “la introducción de mecanismos informáticos,
- En cuanto a proyectos vinculados a contrata- como por ejemplo el correo electrónico y la gestión
ciones, se continuará trabajando con los pliegos de formularios electrónicos que utilizan al docu-
únicos y tipo, para brindar mayor publicidad y mento digital como principal medio de almacena-
transparencia a los actos de contrataciones de los miento y transporte de información, eleva la pro-
distintos organismos a través de su publicación en ductividad del Estado, simplifica sus sistemas de
el portal de la Provincia. gestión y mejora su transparencia”.

Firma electrónica Ventanilla Única


A fin de facilitar la utilización de las TICs en la En cuanto a las transacciones con el gobierno,
gestión interna de la administración y su vincula- quizá más importante que la provisión de informa-
ción con la comunidad, y en base al decreto que ción sea la posibilidad de llevar a cabo transaccio-

120
nes electrónicas entre el gobierno y los diferentes tar estrategias en este campo no es tarea fácil, por
usuarios de servicios. Esto es, la posibilidad de efec- eso, y de manera previa, los gobiernos deben cum-
tuar trámites las 24 horas del día, los 365 días del plir con una serie de requisitos que facilite el éxito
año, accediendo a los mismos desde cualquier par- de las acciones que se ponen en marcha en este
te del país a través de un ordenador que puede es- contexto. Entre los más importantes, debemos refe-
tar instalado en un hogar, en una escuela o en un rirnos a: 1) una infraestructura de telecomunicacio-
quiosco, por poner algunos ejemplos. Y nos esta- nes adecuada, 2) un nivel de formación digital con-
mos refiriendo a gestiones tales como: la renova- veniente, 3) el fortalecimiento de los sistemas de se-
ción del carné de conducir o de otras licencias, la guridad informática, 4) el marco normativo y legal
notificación de cambios de domicilio, la solicitud de para la aplicación de las nuevas tecnologías y 5) el
los permisos necesarios al poner en marcha un ne- liderazgo institucional y organizacional.
gocio o el pago de los impuestos por Internet, en- En el caso de Argentina todavía queda mucho
tre otros. por hacer. En particular, porque las iniciativas, tanto
Nuevamente, una de las principales actuaciones nacionales, como provinciales y municipales, pare-
en este ámbito hace referencia a la creación de una cen en realidad políticas aisladas vinculadas al im-
Ventanilla Única que permita acceder a todos los pulso espasmódico que le puedan dar ciertas admi-
trámites que se puedan realizar cualquiera sea el ni- nistraciones, sin formar parte de un plan global de
vel gubernamental. Ello simplifica enormemente la desarrollo. Tampoco se evidencia la integración a
interacción del ciudadano con el gobierno, puesto estas políticas de otros actores significativos como
que reduce a una las vías de entrada al interior del universidades, organizaciones no gubernamentales,
complicado mundo de las administraciones públicas fuerzas políticas o empresariales. De cara ya a los
y presenta a todo el Estado como una unidad. Ade- últimos años de la primera década del siglo XXI,
más, refuerza la eficiencia administrativa, al conse- cuando la Sociedad de la Información parece una
guir un gobierno más pequeño, más barato, más rá- realidad en los países desarrollados, para otros to-
pido, más fácil de gestionar y muy orientado al ciu- davía conforma una de las tantas utopías que para-
dadano. Sin embargo, y a excepción de determina- dójicamente parecen lejos de la conciencia de los
das solicitudes de información turística, cultural, gobiernos y las fuerzas sociales.
etc., que se pueden realizar a partir de un formula- Igualmente, y tal como expresa en su último tra-
rio que se envía de forma automática al departa- bajo la especialista Susana Finquelievich (2005), de-
mento implicado, hasta el momento los trámites an- bemos ser precavidos porque no todo es cuestión
teriormente citados todavía requieren de la presen- de tecnologías. “Según los entusiastas de la e-polí-
cia del interesado en las oficinas correspondientes. tica, los ciudadanos equipados con estos volúme-
nes de información estarían preparados para deba-
4- Algunas conclusiones tir de manera lúcida e inteligente con los funciona-
rios gubernamentales y con los políticos para imple-
A partir de este primer recorrido histórico sobre mentar los asuntos de su interés. En América Lati-
el desarrollo del Gobierno Electrónico en la región na, desde los últimos años de la década de los
surge una primera reflexión: las iniciativas en Go- 1990s, esta interacción electrónica comenzó a acti-
bierno Electrónico no forman parte de la primera varse entre los políticos, sobre todo en períodos de
etapa de una política de inserción en la Sociedad de campañas electorales, y los ciudadanos que eran
la Información y el Conocimiento. Diseñar e implan- electores activos. Este escenario resulta muy opti-

121
mista. Sin embargo, la realidad de la participación
política no siempre coincide con esa imagen. Las
expectativas parten de una hipótesis basada en la
posibilidad de un cambio radical en el comporta-
miento humano, que lo impulsaría a sostener con-
ductas proactivas de intervención política. Anthony
Corrado admite que el éxito de Internet como ins-
trumento democrático depende de ‘la apetencia de
un número significativo de ciudadanos por aprove-
char las extraordinarias nuevas herramientas para
incorporarse a la formulación de un discurso políti-
co significativo, por transformarse en electores me-
jor informados y por ser partícipes de la vida cívica’
(Corrado/Firestone, 1996)”.

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s.org.ar/infoteca/E-Gobierno-y-E-Politica-en-LA-
TAM.pdf, 2005.

122
Colección Medios

La mirada de Polosecki:
periodismo audiovisual
de investigación
Carlos A. Vallina y Fernando
Martín Peña. Editores

La mirada Polosecki
representa la transformación
que se produce en el
periodismo audiovisual de
investigación desde la
irrupción de la figura de
Fabián Polosecki en la
televisión argentina. “Polo”
incorpora métodos
originales al espacio
audiovisual, procedimientos Otros títulos de la colección
narrativos, poéticos que
imprimen nuevos horizontes “El diario Noticias. Los montoneros en la
al periodismo de prensa argentina”, Gabriela Esquivada.
investigación televisivo Una producción inédita con testimonios de los
y unaexploración que hicieron el diario para comprender la
a la realidad social. efervescencia social y política de la década del
70, contada por los periodistas del momento.

“La tipografía de plomo”, Martín


Malharro y Diana López Gijsberts.
Una obra indispensable para conocer el rol
de los medios durante el Proceso de
Reorganización Nacional (1976-1983).
Elaborado por el cuerpo docente del Taller de
Producción Gráfica III.
Organizaciones de la sociedad civil norteamericano Daniel Bell (2003) lo denominó la
Sociedad Post-Industrial y para la socióloga argenti-
Usos y apropiaciones de TICs na Alcira Argumedo (1987) se trataba del adveni-
miento del Proyecto Trasnacional.
en la región capital Más allá de las diferentes perspectivas, la mayor
coincidencia entre estos autores es la de señalar la
(La Plata, Berisso y Ensenada)1 significación fundamental que tienen las transfor-
maciones info-comunicacionales que permitieron la
expansión de la economía, el desarrollo de nuevos
y descentralizados sistemas productivos y el surgi-
miento de un mercado financiero global, que hizo
cada vez más difícil, sino imposible, la restricción de

Por Anaís Ballesteros

Licenciada en Comunicación
C omo lo expresáramos en parte del marco
teórico del Proyecto en que se inscribe es-
te artículo2, “desde mediados de los setenta, la ex-
las economías a los mercados nacionales. Este pro-
ceso, que en las ciencias sociales se conoce como
neoliberalismo, y que fuera liderado por las dos po-
tencias centrales en esta reconversión ideológica de
Social. Docente de la Cátedra pansión de las entonces llamadas Nuevas Tecnolo- los noventa, es decir, Estados Unidos e Inglaterra,
“Comunicación y Medios” de la gías de Comunicación e Información se produjo a la tuvo en los avances científicos un complemento
Facultad de Periodismo y par de la crisis del modelo de Estado de Bienestar fundamental en sus dos dimensiones clave. En pri-
Comunicación Social, UNLP. que en líneas generales estuvo vigente en los países mer lugar, como soporte material de estas transfor-
desarrollados y subdesarrollados desde principios de maciones en cuanto a la capacidad de multiplicar
la década del cuarenta. El modelo keynesiano se casi hasta el infinito las posibilidades de transportar
fundaba en la idea de un desarrollo estado-céntrico información en grandes paquetes y anular de algún
marcado por límites muy precisos en cuanto a las so- modo las distancias, provocando grandes y signifi-
beranías político-nacionales. Las fronteras del mer- cativos procesos de modificación de las estructuras
cado interno eran fundamentales para la supervi- productivas clásicas del fordismo (producción de
vencia y desarrollo de un modelo que tenía su eje en masas, concentración industrial de las empresas,
1 El siguiente artículo se generó el pleno empleo, en la cobertura universal de las ne- mercados internos, etc.). En segundo lugar, como
en el marco de la Investigación:
cesidades sociales básicas y en un intervencionismo soporte ideológico en la transformación de los ima-
“Usos sociopolíticos de las Tecno-
logías de Información y Comuni- estatal en la regulación de la política económica. A ginarios sociales necesarios para producir esta re-
cación (TICs) de la Sociedad de la mediados de los setenta, una serie de factores polí- conversión, que tendría alto impacto en vastos sec-
Información (SI) aplicadas en los ticos y económicos y un conjunto de transformacio- tores sociales que fueron perdiendo lentamente su
procesos políticos en ámbitos lo- nes tecnológicas emergentes del desarrollo técnico- participación en la distribución de la riqueza. Para-
cales. Estudio de casos en la Re-
científico produjeron el surgimiento de un nuevo dójicamente, de un modo muy preciso, las Tecnolo-
gión Capital: municipios de La Pla-
ta, Berisso y Ensenada”, que se modelo de acumulación de capital y desarrollo en el gías de Comunicación e Información fueron asocia-
desarrolla en la FPyCS de la UNLP. que las potencias mundiales reconvierten a partir de das por sus más reconocidos apólogos a un ideario
Por cuestiones de espacio el mis- un nuevo eje tecnológico-comunicacional el modelo democratizador y antiautoritario desde sus comien-
mo no incluye los apartados relati- productivo. Este nuevo modelo de desarrollo recibió zos. Repitiendo las viejas consignas de Marshall
vos al análisis de los espacios vir-
de un sinnúmero de autores diferentes denomina- McLuhan, autores de diversas formaciones científi-
tuales creados por las organizacio-
nes de la sociedad civil. ciones. El sociólogo francés Alain Touraine (1969) lo cas promovieron la idea de que detrás del desarro-
2 Ver cita anterior. llamó la Sociedad Programada, el cientista político llo de estas nuevas formas y posibilidades de comu-

124
nicación se construiría una sociedad más igualitaria, Las organizaciones de la sociedad civil en nuestra
más abierta, más democrática. De este modo, las región
TICs fueron investidas de un aura mágica, que de-
tonaría de por sí transformaciones profundas con Siguiendo las tendencias nacionales y provincia-
un alto significado histórico. les, las organizaciones sociales de la región capital
En este contexto, el discurso neoliberal acuñó el (La Plata, Berisso y Ensenada) se presentan en con-
concepto de globalización, intentando demostrar así tinua expansión y diversificando, no sólo sus moda-
que se trataba de otro de los procesos inexorable- lidades organizativas (centros, fundaciones, foros,
mente civilizatorios en los que la modernidad impul- etc.) sino, también, sus estrategias de intervención
saba un proyecto universal. Sin embargo, desde lati- social y sus herramientas de comunicación hacia el
tudes ideológicas y geográficas distintas, una serie de público destinatario y hacia la comunidad. Por
pensadores comenzó a dudar de los beneficios igua- ejemplo, los registros oficiales, si bien dan cuenta
litarios del proceso. Renato Ortiz (1997) distinguió de las organizaciones existentes, no pueden, por su
entre globalización económica y mundialización cul- esencia y carácter, expresar el dinamismo de una
tural, para describir las diferencias entre uniformidad sociedad que a través de distintas formas de orga-
y fragmentación de unos procesos que no correspon- nización recoge, para su tratamiento, problemáti-
dían a una misma lógica. Néstor García Canclini cas diversas y resuelve sus modos de funcionamien-
(1995) se preguntaba si había una sola forma de glo- to bajo modalidades muy particulares y difíciles de
balizarse, en referencia al modelo neoliberal de ha- ubicar bajo las categorías tradicionales.
cerlo en el que se globalizan los beneficios para los Así, como parte de nuestra tarea de reconstruc-
países centrales de la desregulación de las políticas ción de un “registro viviente”, es decir, de un regis-
macroeconómicas en los países pobres, mientras ejer- tro que pudiera aportarnos información cualitativa,
cen en sus propios países el más frío proteccionismo. en relación con los objetivos de nuestra investiga-
Simultáneamente al debate Norte-Sur, se desa- ción y de reconocer preliminarmente algunas de sus
rrolló otro en torno al concepto mismo que definía estrategias de visualización, utilizamos diversas
el proceso. Para los norteamericanos se trataba fun- fuentes, entre ellas, la base de datos del Centro Na-
damentalmente de una concepción instrumental cional de Organizaciones de la Comunidad (CE-
definida por las vías y autopistas de comunicación NOC), que nos permitió contar con datos sólidos
que permitían los nuevos dispositivos técnicos, respecto a la vida de las organizaciones de la socie-
mientras que para la Unión Europea se trataba de la dad civil en La Plata, Berisso y Ensenada. Para las or-
transformación del entorno de las sociedades en su ganizaciones, la inscripción en el CENOC es volun-
conjunto. Detrás de la lucha por las denominacio- taria, y el carácter abierto y no restrictivo, en térmi-
nes, estaba la competencia geopolítica entre las po- nos de que componen el registro de organizaciones
tencias. Hoy en día, en el contexto latinoamericano muy disímiles en cuanto a entramados y ordena-
se ha convalidado la acepción europea Sociedad de mientos institucionales, resultó ser muy valioso pa-
la Información (Becerra, 2003) como el proyecto de ra este punto de la investigación. Como dato -ya
una sociedad fuertemente mediatizada por los pro- que el abordaje de las organizaciones de la socie-
cesos de comunicación. Se trata de pensar de qué dad civil con relación al uso de TICs se planteó co-
forma y cómo los procesos tecnológicos modifican mo estudio de casos- podemos mencionar que en
sustancialmente las relaciones sociales y los proce- la mencionada base de datos, en abril de 2005, se
sos sociopolíticos y culturales”. contabilizaron: para La Plata 155 organizaciones,

125
para Berisso 18 y para Ensenada 15. También se espacios de participación ciudadana en las cues-
consultaron fuentes gubernamentales. Para el caso tiones públicas, y el desarrollo local. Así, entre las
de La Plata, al 2004 las entidades listadas por la áreas podemos mencionar: ciudadanía y participa-
Municipalidad ascendían a 736 y para Ensenada ción, producción, economía y desarrollo regional,
-según publica el Municipio en su sitio- las organi- medio ambiente, servicios públicos y derechos del
zaciones era 142. Cabe aclarar que, en su mayoría, consumidor, derechos humanos, cultura, acción
se trata de organizaciones de base. social y género. En términos de las tipologías
También se realizó la búsqueda a través de In- aceptadas para la clasificación de las organizacio-
ternet, no sólo porque muchas organizaciones utili- nes de la sociedad civil, podemos decir que nues-
zan sus sitios web para la difusión de sus activida- tras unidades de análisis pertenecen mayoritaria-
des y para marcar su presencia en la Red, sino tam- mente a las categorías de organizaciones de apo-
bién porque el análisis de los usos y apropiaciones yo y, minoritariamente, a redes y foros.
de las tecnologías de información y comunicación De este modo, quedaron excluidas las organiza-
por parte de las organizaciones de la sociedad civil ciones de tipo “tradicional” (u organizaciones de
forma parte de los objetivos de nuestro proyecto, base), como los clubes sociales y deportivos, las
como así también el análisis de sus sitios web. Con agrupaciones tradicionalistas, las cooperadoras es-
Internet hemos podido ampliar nuestro registro, en- colares y de otras instituciones, los centros de jubi-
contrando organizaciones cuya existencia no se veía lados, las organizaciones eclesiásticas, las asociacio-
reflejada en las fuentes anteriores. Por último, tam- nes de fomento, y otras cuyo accionar se desarrolle
bién se realizó el seguimiento de las actividades de subsidiariamente de instituciones mayores que limi-
las organizaciones difundidas por los medios de co- tan su autonomía funcional, aquellas que tengan
municación locales, como otra de las modalidades actividades lucrativas -es decir, que distribuyen sus
para conocer la vida de las organizaciones de nues- ganancias y/o recursos entre sus miembros y no ha-
tra región. cia fuera de la organización- y, por último, aquellas
que desarrollan actividades exclusivamente para
Las unidades de análisis partidos, dirigentes políticos y/o cámaras empresa-
riales -como la producción de conocimiento-.
Como casos de estudio se tomaron 16 organi- El segundo criterio se asocia con el uso y apro-
zaciones, cuya selección final obedeció a los obje- piación de las TICs: como mínimo, las organizacio-
tivos específicos planteados en nuestro proyecto nes seleccionadas debían contar con una PC con
en relación con el uso y apropiación de las TICs conexión a Internet o una dirección electrónica pa-
por parte de las organizaciones de la sociedad ci- ra uso de la organización.
vil, y de la intervención de éstas en la temática del
desarrollo local y la participación en las cuestiones Técnicas, análisis de la información y metodología
públicas. De esta manera, podemos afirmar que de análisis
los criterios fueron dos: el primero, de índole te-
mático o de la problemática de incumbencia de las La elección y desarrollo de las técnicas de inves-
organizaciones, en función de que nuestro proyec- tigación se efectuó en función de un conjunto de
to se planteó focalizar su indagación en aquellas categorías básicas que fueron materializadas para la
organizaciones cuyos temas y modalidades de in- realización y análisis de las entrevistas en profundi-
tervención resultaran más representativos de los dad. Ellas son:

126
1- Acceso a TICs llan portales propios u operan redes internas o ser-
Se buscó indagar el acceso de las organizaciones a vicios de mensajería.
TICs en sus posibilidades materiales (cantidad de lí-
neas telefónicas, PC y conexiones a Internet, correo Acceso a TICs
electrónico, desarrollo de sitios web, foros, listas de - Líneas telefónicas: la mitad de las organizaciones
correo, etc.; cantidad de años que las organizacio- cuenta con una línea telefónica institucional, 4 po-
nes vienen utilizando estas tecnologías, y cómo las seen más de una, 4 utilizan líneas personales y, de
solventan). todas ellas, sólo el 25% cuenta con fax.
2- Usos y apropiaciones - PC con conexión a Internet: 6 cuentan con más de
Se intentó obtener información respecto de las tec- una PC con conexión, 7 sólo con una y en 3 casos
nologías más usadas, los usos primordiales estable- las conexiones se realizan desde computadoras per-
cidos, como así también las apropiaciones y resigni- sonales en los hogares de alguno de sus miembros
ficaciones de los usos “aceptados o establecidos” - Desarrollo de sitios propios: 14 cuentan con sitios
de cada una de las tecnologías. propios, 4 han desarrollado foros y/o grupos de dis-
3- Las tecnologías de comunicación y su lugar en las cusión y 3 poseen Intranet.
actividades de las organizaciones - Cantidad de años de uso de correo electrónico e
A través de esta categoría se intentó averiguar en Internet: ninguna lo hace desde hace menos de 2
qué grado las acciones están, o no, mediatizadas años, entre las pioneras se contabilizan 10 y 11
por las tecnologías de comunicación, y en qué me- años, el resto lleva entre 3 y 5 años (cabe aclarar
dida las tecnologías son tenidas en cuenta a la ho- que el acceso a Internet para distintos fines -inclui-
ra de elaborar estrategias o proyectos. da la actualización de los sitios- se realiza para 3 de
4- El imaginario de las organizaciones en relación las organizaciones desde conexiones particulares de
con las TICs sus miembros y/o en algunos casos desde ciberca-
Se buscó establecer las diferencias entre el uso real fés).
que las organizaciones hacen de las tecnologías y lo - Solvento de gastos por equipamiento, alojamien-
que significan para ellas las tecnologías “potencial- to del sitio y/o conexión: 7 son solventadas con
mente”, como así también las ideas respecto a su aportes personales de sus miembros, una por el dic-
carácter socio-cultural (apertura / globalización / de- tado de cursos arancelados, una por el subalquiler
mocratización / horizontalidad, etc.). de espacios físicos dentro de la organización, una
5- Modificaciones operadas en las organizaciones por convenios con instituciones del exterior, 2 por
por el uso de TICs las cuotas a los asociados y 4 con trabajos que rea-
Nos propusimos indagar cómo han afectado a las liza la misma organización.
actividades de la organización las tecnologías (inter-
na y externamente) esto es en el trabajo interno, Usos y apropiaciones
como así también en relación con el público desti- Con relación a las modalidades de comunica-
natario de sus acciones y otras instituciones en las ción y los usos primordiales, encontramos que la to-
que incluiremos al municipio. talidad define al correo electrónico como modali-
6- Desarrollo propio de www, IRC, INTRANET, etc. dad predominante, tanto para la comunicación en-
Los datos que se obtengan en este punto nos per- tre sus miembros, como con los usuarios, con otras
mitirán contar con información acerca de cuántas y entidades y para la realización de intercambios de
cuáles de las organizaciones seleccionadas desarro- material, solicitudes del público y, en general, para

127
la difusión. No obstante, el e-mail no es excluyente virtuales espacios para la participación y el inter-
de otras modalidades de comunicación, ya que se cambio. En otros casos encontramos expresiones a
menciona el teléfono y también los portales, espe- futuro para la instrumentalización de foros, o refe-
cialmente en aquellas organizaciones que los utili- rencias a que éstos forman parte de los objetivos de
zan como plataformas exclusivas para la difusión de desarrollo de los mismos sitios.
sus actividades: “Usamos todas, pero el uso de In- La no existencia de foros “institucionales” que
ternet es mayoritario porque ofrece infinidad de po- funcionen dentro de los sitios de las organizaciones
sibilidades a bajo costo” (ADESO); “Internet, por- no quiere decir que sus miembros -en carácter de
que es más económica” (Foros de Opinión); “La pá- representantes de las organizaciones a las que per-
gina para actualizar la agenda y el mail para poder tenecen-no participen en otros foros, o que no se
llegar a todos lados” (CC. Estación provincial); “In- haya detectado la presencia de pequeñas redes en-
ternet, por economía y rapidez” (Fundación CEPA). tre las organizaciones consultadas. Los resultados
Así, para la totalidad de las organizaciones con- de nuestras visitas sucesivas a los sitios de las orga-
sultadas, el uso prioritario del e-mail está vinculado a nizaciones, como así también las entrevistas, nos
la comunicación interpersonal (entre los miembros) e han posibilitado detectar dos circunstancias: la
interinstitucional (con otras organizaciones). Asimis- creación de foros para proyectos generados o de los
mo, destaca la difusión de noticias, el intercambio in- que participan las organizaciones (por ejemplo,
formativo con otras entidades, el establecimiento de educación a distancia o herramientas de comunica-
relaciones con organizaciones públicas y privadas -in- ción para poblaciones aisladas), como así también
cluidos los medios de comunicación- y la respuesta a el acceso a foros a través de links en los sitios, que
solicitudes provenientes de la comunidad. si bien derivan a otras instituciones -a veces muy di-
En lo que respecta a Internet, los usos más cita- ferentes en cuanto a las problemáticas- expresa
dos corresponden a comunicaciones interpersona- cierta preocupación de las organizaciones por ge-
les e institucionales a través de la Red, a la búsque- nerar, aunque indirectamente, nuevos espacios de
da de información vinculada a las áreas de interés participación y diálogo.
de las organizaciones y para la actualización de los Entre las organizaciones que han desarrollado
sitios. También se menciona la investigación y la di- sitios dinámicos las motivaciones expresadas se re-
fusión de actividades a través de los sitios y sólo una lacionan con: la agilidad para la comunicación y el
mencionó las compras on-line. ahorro, las necesidades propias que llevaron a la
En cuanto a la existencia de foros virtuales, lis- creación de espacios virtuales y el avance de la tec-
tas de correo o grupos de discusión, como nuevos nología. En este sentido, desde Red Ciudadana ex-
espacios de encuentro e interacción, éstos han sido presan: “Nos reunimos y empezamos a ver las posi-
objeto de apropiaciones muy disímiles. Dos organi- bilidades de difusión y el grupo yahoo resultó ser
zaciones cuentan con foros de ingreso libre en sus muy interesante. Ninguno de nosotros lo conocía,
sitios web, una presenta un foro con ingreso res- empezamos a ver cómo funcionaba y resultó prác-
tringido -ya que funciona como tutorial para los tico. Como todos trabajamos no nos sirve un Chat,
cursos que dicha organización realiza- y una cuarta porque no estamos nunca a la misma hora en la
presenta un grupo de discusión a través de los gru- computadora, así, en cambio, mandamos los men-
pos yahoo. No obstante las distintas modalidades, sajes, que son moderados y no recibimos una vorá-
esto expresa cómo las organizaciones -aunque de gine de mensajes. Es lo más práctico para la gente
manera incipiente- proponen a través de entornos que trabaja”.

128
Si bien las respuestas han sido positivas con re- tenía la propuesta, que fue positivo” (Foros de Opi-
lación a los objetivos de desarrollo de los sitios, los nión).
espacios virtuales creados por las organizaciones Respecto de las valoraciones en general, la tota-
para la discusión o el intercambio han tenido distin- lidad las define positivamente y asocia tales estima-
tas repercusiones: “Como no tenemos fondos la ciones a:
página se hizo a pulmón, y por integrantes de la - La superación de la distancia: “Podemos acceder
asociación que fueron contribuyendo, así que no a mucha gente a cualquier distancia” (Fundación
pudimos hacerlo de una forma estudiada como pa- Biosfera).
ra tener impacto. Pero con el mínimo conocimiento - Los objetivos de la organización: “Uno de nues-
que teníamos igual parece que los buscadores lle- tros objetivos es reducir la brecha digital para los di-
gaban” (Red Ciudadana); “Sí, han tenido bastante rigentes de las ONG” (Asoc. Civil Brisa Social).
impacto. Muchas consultas llegan a través de la pá- - La posibilidad de existencia de la misma organiza-
gina web” (ADESO); “Sí, absolutamente. Nuestro ción: “Sin ellas no hubiera sido posible realizar la
sitio tiene alrededor de 3.000 visitas por mes. Tene- red” (Red Ciudadana).
mos contadores que no son nuestros, sino exter- - La difusión “Nuestra capacidad de impactar en la
nos” (Fundación Biosfera); “El único espacio virtual sociedad está directamente ligada a los medios de
es el sitio web, que es muy visitado por el público” comunicación y las TICs cumplen una función cen-
(Fundación CEPA). tral para generar esa relación con los medios”
Del mismo modo, las organizaciones también (VPB); “Junto a la folletería, es la única promoción
fueron consultadas respecto a la utilidad de las TICs de la Fundación…” (Fundación CEPA).
con relación a acciones vinculadas a la política local, - Las facilidades para la comunicación y la informa-
tales como peticionar, realizar consultas, intervenir ción: “Nos dimos cuenta de que podemos contac-
en proyectos, entre otras, y se les pidió que relata- tarnos muy fácilmente” (Red Solidaria).
ran sus experiencias. Si bien estas experiencias difie-
ren entre ellas, la totalidad se expresó positivamen- Las tecnologías de comunicación y su lugar en las
te: “En cierta medida sí, con el tema de las movili- actividades de las organizaciones
zaciones contra el CEAMSE”3 (Nuevo Ambiente);
“Sí, con el tema del PCB, que se logró con distintas Como ha quedado expresado, si bien las accio-
organizaciones una ordenanza, peticiones, denun- nes de comunicación se encuentran fuertemente
cias” (AMBO); “Aunque se diga que no, se toman mediatizadas, cabe aclarar que a la hora de la pla-
decisiones por las presiones que hacemos por vía nificación de proyectos y acciones las TICs son
informática. Por ejemplo, pudimos difundir la figu- consideradas una herramienta más de las que
ra de ‘mayor contribuyente’ a nivel municipal, y ahí pueden utilizarse para alcanzar los objetivos que la
se ven en el apriete de contestar qué se hace con organización se ha propuesto, pero que de ningu-
las finanzas públicas…” (Red Ciudadana); “Sí, sir- na manera las acciones se planifican en base a 3 Esta organización, junto a otras
ven. En los casos del Foro del Buen Aire, del Foro ellas. Así, excepto una organización que manifes- y a diferentes grupos de vecinos,
del Bosque, Ciudad Sustentable” (Fundación Bios- tó que “no ocupan ningún lugar”, para las restan- ha llevado a cabo distintas denun-
cias contra el CEAMSE, solicitan-
fera); “Sí, en cierta manera. ‘Amparo moral’, un tes las TICs contribuyen positivamente en sus acti-
do el no ingreso de basura prove-
proyecto de legislación sobre inmigración, donde vidades, como así también a la definición y ejecu- niente de otros distritos a la plan-
pusimos a disposición de todo el mundo una nueva ción de sus proyectos. Las respuestas ofrecen dife- ta que el mencionado organismo
figura de amparo, nos permitió ver el impacto que rentes matices: “Son una herramienta más, no es- opera en Ensenada.

129
tamos construidos alrededor de” (Foros de Opi- te desde el punto de vista político las expresiones
nión); “Son fundamentales en la relación con Nor- más recurrentes se ubican en torno a la desigualdad
teamérica y Europa, un ejemplo es el foro de ob- en el acceso, como un límite a las posibilidades que
servadores del cambio climático de la ONU. Pero ofrecen las TICs para la resolución de problemáticas
en otros proyectos que tenemos, relacionados con comunes: “¿De qué te sirven si la mitad no tiene la
lugares de difícil acceso a las Tics, es diferente” tecnología? (Foros de Opinión); “No, por el tema de
(Fundación Biosfera); “Un lugar fundamental, pri- la accesibilidad. Mucha gente no puede acceder a
mordial” (ADESO); “Ocupan el segundo lugar, pri- las TICs” (Fundación Biosfera); “No, porque no to-
mero está el trabajo propio de la organización” dos tienen acceso, entonces no es tan democrático,
(Ateneo Popular). de hecho se abren brechas cada vez más grandes
En lo referido a los vínculos con otras organiza- entre los que tienen acceso y los que no” (Ateneo
ciones, con el Estado y en la participación en redes, Popular); “Sí, en un nivel, aunque siempre hay que
las TICs son valoradas positivamente. La totalidad pensar en el que queda al margen del uso de las
de las organizaciones consultadas ha expresado có- TICs, aumentando la brecha entre los que tienen
mo a través de la apropiación y uso de la Red se han acceso y están dentro del sistema y los que quedan
creado vínculos e intercambios muy valiosos, tanto afuera” (Fundación CEPA); “Sí, si son bien utiliza-
para la organización en sí, como para el público das. Podrían ayudar a resolver problemas o deman-
destinatario de sus acciones. Sin embargo, también das de la gente pero no más que otros medios tra-
se mencionan las limitaciones vinculadas a la dispa- dicionales ya que todavía el acceso social es limita-
ridad tecnológica y existe coincidencia entre las or- do” (Fundación Miguel Bru).
ganizaciones al afirmar que, en términos generales, Asimismo, aparecen referencias de tipo tempo-
el acceso a Internet no es mayoritario y esto reper- ral (“Sí, pero en un futuro…”, Asoc. Civil Brisa So-
cute en la viabilidad de las estrategias de las orga- cial) o expresiones que aluden al límite representa-
nizaciones y en la inclusión de las TICs en ellas. do por la no existencia de voluntades políticas (“Por
Este último aspecto, junto a otras limitaciones supuesto, lo que pasa es que la computadora sola
técnicas y humanas -como la falta de personal- re- no contesta. Del otro lado hay un ser humano que
sultó más fuerte en las expresiones de las organiza- tiene que tener voluntad política de cambiar las co-
ciones con relación a la utilización e impacto de las sas”, Red Ciudadana).
TICs en la promoción de las mismas organizaciones En tanto, al consultar acerca del lugar de las
y en la difusión de sus actividades: “…es limitado”, TICs en la mejora o profundización de los procesos
“tendrían que ocupar un lugar central, pero no lo democráticos del país o de la ciudad se obtuvieron
implementamos por falta de personal”, “poca, por- respuestas disímiles. En este sentido, las TICs no son
que mucha gente no tiene acceso a Internet, o por asociadas de manera directa con el fortalecimiento
ahí tiene pero la utiliza para cualquier otra cosa”, de los procesos de participación y profundización
son algunas de las apreciaciones. democrática, sino que son consideradas herramien-
tas que potencialmente pueden contribuir: “Ten-
El imaginario de las organizaciones en relación con drían que ser herramientas para que la población
las TICs reciba propuestas alternativas” (Ateneo Popular);
“Sí pueden, pero no son primordiales” (Nuevo Es-
Con relación a las tecnologías y su contribución pacio); “Depende de otro montón de cosas” (AM-
a la resolución de problemas o demandas de la gen- BO); “Sí, en parte” (Fundación Biosfera).

130
También encontramos alusiones a los usos: “Si del Gobierno Electrónico, como así tampoco alusio-
son bien usadas sí, si hay manipulación, por ejem- nes concretas a su instrumentalización a nivel local.
plo de una encuesta por Internet, no, y eso es co- En este caso las respuestas fueron del tipo: “Sería
mún” (Red Solidaria), y a cómo se dinamiza la mo- bueno que se implementara seriamente” (Asoc.
vilización y la participación social: “No por las TICs. 1871 M de Berisso); “No se dan las condiciones pa-
Los procesos democráticos se profundizan con la ra hacer ningún tipo de votación electrónica, no les
participación de la gente. Si es a través del teléfo- tenemos confianza” (Red Solidaria); “Si se quisiera
no, de Internet o del telegrama no importa…” (Fo- hacer ya se habría hecho, nosotros nos ofrecimos a
ros de Opinión). En este punto, también se repitie- colaborar gratuitamente pero se contrata a otras
ron las respuestas asociadas a la disparidad: “Sí to- Ong, que en realidad no son Ong, sino que viven de
dos tuvieran acceso a Internet sería un avance, de los subsidios del Estado y que hacen lo mismo que
lo contrario sólo se beneficia y un sector” (Funda- habríamos hecho nosotros gratuitamente” (Red
ción Miguel Bru). Ciudadana); “Creemos que existen otras priorida-
Estas referencias expresan preocupaciones con- des antes de este tipo de proyectos” (Fundación
cretas por parte de las organizaciones y es justa- CEPA). Sólo en dos casos las valoraciones fueron
mente la variedad de temas y procesos que son aso- positivas: “Funciona bastante bien, tenemos una
ciados a las TICs lo que pone de manifiesto que experiencia positiva en un 90%. En lo relacionado
existe un debate instalado respecto a su utilización; con AFIP, pago de impuestos. En el ámbito privado
un debate que se ha ido texturizando de acuerdo a también se ofrecen buenos servicios” (ADESO).
las experiencias particulares de las organizaciones y
que de alguna forma han configurado su imagina- Modificaciones operadas en las organizaciones por
rio con relación a las tecnologías. Los usos de las el uso de TICs
TICs, definidos como posibles y vinculados a las de-
mandas o problemáticas públicas, van desde “nin- Respecto de los procesos cotidianos de comuni-
guno en particular” (Foros de Opinión) o “todavía cación las tecnologías son valoradas positivamente,
bajo” (Asoc. Civil Brisa Social), hasta “posicionar al igual que el impacto de las TICs en las actividades
problemáticas en la agenda de los medios, siempre externas e internas de las organizaciones: “En lo in-
y cuando haya equidad en el acceso a Internet, por terno bien, en lo externo el problema es que no se
ejemplo” (Fundación Biosfera), “para hacer recla- pueden cubrir todas las demandas, por falta de per-
mos, consultas” (Ateneo Popular), “la promoción sonal la página nunca se actualizó desde que se
del voto responsable” (VPB), “un uso importantísi- creó, hace dos años” (Ateneo Popular); “Ayudan
mo, siempre que haya alguien del otro lado que res- siempre, las tecnologías son fantásticas” (Asoc.
ponda” (ADESO), “es enorme, uno puede ir traba- 1871 M de Berisso); “La Ong ya nació con Internet
jando en diferentes tópicos… en los trámites elec- (Red Solidaria); “Sí, porque la organización creció
trónicos se agiliza todo” (Red Ciudadana). tanto y con poco tiempo y con pocos recursos gra-
Respecto de los proyectos sobre Gobierno Elec- cias a Internet” (Red Ciudadana); “Sí, de manera
trónico, las organizaciones tienden a volcarse a ex- súper positiva, dando rapidez a todo. Por ejemplo:
presiones muy breves y bastante críticas, vinculadas muchos financiadores exigen constatar la persone-
en algunos casos con la falta de seriedad. Pero, en ría jurídica de la Asociación, ese trámite acá lleva
términos generales, no hemos encontrado respues- cerca de un mes, a menos que pagues. Una vez que
tas contundentes en torno a una conceptualización tenemos eso, con la contraparte europea soluciona-

131
mos todo en menos de un minuto con el scanner y mo ciudadanos, si estas tecnologías no han podido
la firma digital” (ADESO); “Permitiendo relacionar- todavía ser apropiadas, en el sentido más completo
nos de manera más fluida con actores sociales loca- del término, por la mayoría ciudadana?
les y del Mercosur” (Asoc. Civil Brisa Social); “Sí, en La brecha o la disparidad en relación con las
cuanto a los soportes y la velocidad” (Fundación TICs reviste distintos puntos críticos, y el acceso es
Biosfera); “Sí, nos permite acceder en forma rápida uno de ellos. Porque la disparidad, la brecha, no se
a un público lejano” (Fundación CEPA). reduce a la posible instrumentalización de puntos
Con relación a los públicos destinatarios de sus de acceso públicos. Las estrategias que sin duda de-
acciones la mayoría de las organizaciones consulta- be generar el Estado -en todos sus niveles- requeri-
das expresó que las TICs han contribuido positiva- rán que se contemple el acceso y el acompaña-
mente: “El impacto es fuerte, se agilizó la comuni- miento en la capacitación, pero en el marco de
cación con los usuarios, se les brindó mejores servi- principios claros en relación a cómo se enfrenta la
cios y se contactaron nuevos a través de Internet ciudadanía a la Sociedad de la Información. Ade-
(Ateneo Popular); “En este momento no podemos más, si no se garantiza el acceso gratuito y univer-
medir qué efecto tienen. En Berisso no hay mucho sal, ni se utiliza a las TICs para la difusión de infor-
acceso a Internet, ni mucha capacitación tampoco. mación pública y valiosa para la toma de decisiones
Pero en el mundo han tenido impacto, hemos reci- de la ciudadanía, la posibilidad de que éstas puedan
bido a través de la página consultas del exterior. La ser utilizadas para la resolución de problemas públi-
página de Berisso tiene 47.000 visitantes y la del cos queda reducida a mera retórica o a los usos es-
museo, que es más nueva, alrededor de 20.000” tablecidos en la actualidad que tienden, prioritaria-
(Asoc.1871 M de Berisso); “Agilizamos la comuni- mente, a la identificación del ciudadano como con-
cación. Nos permite funcionar como institución, sumidor-usuario de servicios on-line4.
aunque no poseamos un espacio físico” (AMBO); Mencionamos estos aspectos porque ellos se
“Brindando fácil y rápido acceso a la información” presentan como los límites más sobresalientes a la
(ADESO); “Mayor velocidad y ahorro. Más amplitud hora de comprender la dispar utilización de las TICs
de receptores” (Fundación Biosfera). para el fomento de la participación ciudadana que
realizan las organizaciones de la sociedad civil que
Consideraciones finales han sido consultadas en nuestra región. Pero lo
mencionado anteriormente no anula el hecho de
Ante todo, podemos afirmar que la apropiación que se han detectado casos en que las TICs han si-
y el uso de TICs por parte de las organizaciones de la do apropiadas como herramientas útiles por las or-
sociedad civil que hemos consultado en nuestra re- ganizaciones a la hora de generar proyectos ten-
gión resultan heterogéneos en función de los límites dientes a la mejora de determinadas problemáticas
en la apropiación de las TICs entre las organizaciones que hacen a la vida ciudadana (entre las que pode-
y entre sus públicos destinatarios, incluida la comuni- mos mencionar cuestiones medio ambientales y de-
4 Conclusiones desarrolladas en el dad en general. Una reflexión recurrente entre nues- fensa de derechos cívicos y ciudadanos), y que la
avance de investigación “Partici- tros interlocutores quizá pueda sintetizarse en la si- valoración en general de las TICs por parte de las
pación ciudadana mediante TICs: guiente pregunta: ¿Cómo pueden incluirse las TICs organizaciones ha sido altamente positiva.
los sitios de las administraciones
locales. Un análisis preliminar”, de
en proyectos o actividades tendientes a la participa- Los servicios a los que puede accederse a través
Luciano Sanguinetti, Mónica Zapa- ción, a la movilización, al trabajo en conjunto, en tor- de Internet han resultado ser una herramienta fun-
tería y Anís Ballesteros. no a las distintas problemáticas que nos vinculan co- damental para las organizaciones consultadas, en

132
términos de posibilidades de información, de esta- - WILLIAMS, R. Historia de la comunicación, Vol. 2,
blecer vínculos con la ciudadanía y con otras orga- Bosh, Barcelona, 1992.
nizaciones, y de crecimiento propio a través de la - WOLTON, D. Internet, ¿y después?, Gedisa, Barce-
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133
por el profesional en el ejercicio de sus funciones.
Secreto de las fuentes periodísticas1 Como plantea Eliana Rozas (1984), al referirse al se-
creto profesional en la labor periodística, “en pri-
mer lugar podría decirse que no sólo las ‘fuentes’
pueden ser objeto de secreto, sino también las in-
formaciones que ellas proporcionan en calidad de
reservadas. Aunque -como intentaremos explicar
más adelante- hay casos en que ni siquiera es nece-
saria la petición de tal secreto para que éste deba
ser mantenido. Pero, aparte de eso, deteniéndose
en un nivel más profundo, se advierte que las pos-
turas citadas plantean la existencia del secreto pro-
fesional periodístico como un derecho y un deber
Por Mirta L. Jurio, Alejandro 1- El secreto profesional respecto de la misma persona -el informador-, de-
Córdoba Sosa y Adriana Ardito jando prácticamente de lado las prerrogativas de la
Como concepto, el secreto importa, subjetiva- ‘fuente’ en relación a esta reserva. Frente a dicho
Docentes e investigadores de la mente, la obligación de no revelar lo conocido que planteamiento podría delinearse otro, algo diferen-
Facultad de Periodismo contrae el que ha llegado a saberlo, justa o injusta- te, al concebir el secreto como un derecho de la
y Comunicación Social, UNLP. mente. El secreto profesional, en tanto, ostenta la ‘fuente’, lo que engendra, por parte del periodista,
particularidad de tratarse de un secreto confiado, un deber, y, sólo en cuanto a su defensa, un dere-
mediante el cual aquel que se desempeña en deter- cho. La idea del secreto como un deber del perio-
minada labor específica, para la que está capacita- dista podría deducirse del derecho a la información,
do o habilitado, se obliga a mantener ocultas todas que incluye el derecho a investigar, es decir, de ac-
aquellas confidencias que reciba en el ejercicio de ceder a las fuentes. Para lograr ese objetivo, el pe-
su profesión. riodista debe estar dispuesto a respetar los dere-
El secreto profesional posee una condición mo- chos de sus informantes. De lo contrario, la ‘fuen-
ral y otra jurídica. Desde el punto de vista moral exis- te’, viendo que eso no ocurre, podría suspender el
te el deber de guardar el hecho conocido cuando és- ‘abastecimiento’ de información y de aquí se deriva
te pueda generar efectos perjudiciales o injustos so- la indudable gravitación del problema del secreto
bre el cliente, paciente o informante (en el caso que con respecto a la obtención de la información, y no
nos ocupará) si se viola el secreto. En el ámbito le- sólo de su publicación, como podría sugerirse a
gal, la obligación del profesional de guardar secreto simple vista. La postura, así planteada, puede pare-
está recogida por la mayoría de las legislaciones, cer algo utilitarista. Pero en realidad no lo es. La re-
aunque no en la misma medida y con los mismos al- lación ‘fuente’ - periodista conlleva una serie de de-
cances. En lo que sí existe una universal coincidencia rechos y deberes por ambas partes. Y para que el
es respecto de quiénes se hallan alcanzados por es- flujo informativo se mantenga, se necesita que ella
1Artículo incluido en Manual de te derecho y obligación: todas aquellas personas sea equilibrada, situación imposible de alcanzar
Derecho de la Comunicación, de que, por razón de su profesión, prestan ciertos ser- cuando se le atribuyen todos los derechos al perio-
los mismos autores, en curso de
vicios que los tornan confidentes necesarios. dista y se deja a la ‘fuente’ a su merced. En aparien-
impresión en la Editorial de la Uni-
versidad Nacional de La Plata El objeto del secreto profesional es el conjunto cia, al menos, porque al mismo tiempo se advierte
(EDULP). de todas las circunstancias y situaciones conocidas la paradoja de que es precisamente esta última la

134
que origina la información. No se trata aquí de es- tacado numerosos constitucionalistas, se trata de
tablecer un predominio de la ‘fuente’, contrapues- un derecho subjetivo de tipo público, lo cual hace
to a uno del periodista, sino una relación equilibra- que las leyes penales, o aquellas que regulan la ma-
da donde se respeten los deberes y derechos de teria referente a la seguridad del Estado, sean las
ambos, que parece ser la única y más justa manera adecuadas para imponer límites a este derecho o
de que la información no se interrumpa en su ori- determinar específicamente las situaciones en que
gen. Aparte de eso, la concepción del secreto pro- debe retroceder, siempre frente a superiores intere-
fesional como un derecho del informador y no del ses de la comunidad.
informante, plantea anexo un eventual peligro: el
de su mal uso, o abuso”. 3- Nociones doctrinarias

2- Las fuentes periodísticas y la Constitución Las fuentes periodísticas constituyen los insu-
Nacional mos fundamentales en la creación del producto in-
formativo, y han sido definidas como “toda noticia,
En el artículo 43 de la Carta Magna (texto incor- informe, comentario, trascendido, rumor, etc., y to-
porado en la Reforma de 1994) se halla consagra- da actuación de informantes -voluntarios o involun-
da la garantía de protección de los datos persona- tarios- que sirva para obtener la información. Se
les, cuyo fin es hacer posible “a toda persona cono- trata de la etapa previa a la publicación, y compren-
cer, rectificar, actualizar, suprimir y solicitar la confi- de la información recibida y la investigación” (Pieri-
dencialidad de la información a ella referida que ni, Lorences y Tornabene, 1998). El secreto profe-
conste en registros o bancos de datos públicos o sional del periodista es subjetivo y de naturaleza pú-
privados destinados a proveer informes” (Mascio- blica, formando parte de la más amplia libertad de
tra, 2005). En la última parte del artículo citado se prensa. El normal desenvolvimiento de este derecho
establece una clara protección a la libertad de infor- es vital para hacer posible su buen desempeño,
mación: “No podrá afectarse el secreto de las fuen- puesto que gran parte de los datos a que tiene ac-
tes de información periodística”. Un agregado que, ceso para su posterior difusión son acompañados
en palabras del convencional Rodolfo A. Díaz, de la correlativa demanda de los informantes de
miembro del Congreso constituyente de 1994, mantener el anonimato, conservando su identidad
“menciona expresamente algo que nunca se había protegida por un implícito, o explícito, pacto de
dicho antes en el ordenamiento jurídico, esto es, la confidencialidad.
protección del secreto profesional del periodismo”. El derecho al secreto profesional y la reserva de
En el derecho comparado, la norma constitucio- las fuentes informativas constituyen garantías pri-
nal posee uno de sus antecedentes más importan- marias a la libertad de investigación (Masciotra,
tes en la manda establecida por el Consejo de Eu- 2005) como garantía de que goza la actividad pe-
ropa en 1973: “El secreto profesional consiste en el riodística, proyectándose en dos sentidos: la protec-
derecho del periodista a negarse a revelar la identi- ción del profesional así como la del que provee la
dad del autor de la información al empleador, a los información, con la condición de mantener vedada
terceros y a las autoridades públicas o judiciales. Pe- al conocimiento público su identidad. Esta garantía
ro también es el deber que tiene el periodista de no de reserva de las fuentes, en la consideración de la
revelar públicamente las fuentes de la información doctrina y de la jurisprudencia, ha oscilado desde
recibida en forma confidencial”. Como lo han des- criterios que la consideran un valor absoluto, hasta

135
aquellos que preconizan su relatividad frente a la prescindible para la libertad informativa, y para el
materia penal o de seguridad. periodista configura un deber moral y ético mante-
No deja de tratarse más que del viejo debate ner en el anonimato a quien le proporciona la con-
entre derechos absolutos y derechos en función so- fidencia; dichos deberes forman parte del secreto
cial, puesto que este último es el criterio que ha pri- profesional. Su violación trae aparejado incurrir en
mado en los que sostienen que intereses superiores el delito que prevé y castiga el art. 156 del Código
de la colectividad justifican establecer legítimo coto Penal”, que reza: “Será reprimido con multa de
al ejercicio de este derecho en particular. Autores $1.500 a $90.000 e inhabilitación especial, en su
como Alicia Pierini, Valentín Lorences y María Tor- caso, por seis meses a tres años, el que teniendo
nabene argumentan a favor del carácter absoluto e noticias, por razón de su estado, oficio, empleo,
incondicional del secreto de las fuentes: “La reserva profesión o arte, de un secreto cuya divulgación
de la fuente no debe ceder ante autoridad o recla- pueda causar daño, lo revelare sin justa causa”. Y
mo alguno por tener la condición de ser una garan- continúa el citado autor: “El deber que pesa sobre
tía constitucional absoluta. Aquél que posea una in- el comunicador social (periodista, editor, fotógrafo,
formación no deberá, por decisión de autoridad al- cameraman, etc.) y su derecho a la confidencialidad
guna, aportar datos sobre sus fuentes, pero estará de sus fuentes de información son relativos, como
obligado, si se refiere a un delito no cometido aún, lo son los demás derechos reconocidos por la Cons-
a realizar todas las denuncias para evitarlo; o sa- titución Nacional. El comunicador social es un pro-
biendo de la existencia de un delito que está sien- fesional y en tal carácter es titular de un derecho-
do consumado a realizar la denuncia para evitar la deber que, como tal, debe mitigarse ante la existen-
prosecución y reiteración de hechos disvaliosos”. cia de un interés social comprometido, tal el caso
Surge de lo postulado que la excepcionalidad en la que resulte necesario para prevenir, investigar o
consideración del carácter absoluto de este derecho castigar un ilícito; contrariamente colocaríamos a la
es planteada solamente para los delitos en curso de libertad de expresión y de prensa en un nivel supe-
ejecución. rior al de la justicia”.
Otros juristas llevan la idea de la comisión de un
delito como potencial limitante en el ejercicio del de- 4- La Jurisprudencia y la protección del secreto en
recho hacia cuestiones tales como la facultad de diferentes profesiones
allanamiento que poseen las autoridades judiciales
en la instrucción de una causa penal, lo que les per- Como vemos, los juristas que han estudiado el
mitiría acceder a la información referente a las fuen- tema tienen diferentes opiniones sobre el concepto
tes que es guardada por periodistas o empresas pe- y alcance del derecho a preservar el secreto de las
riodísticas como depositarios. Desde la jerarquía en- fuentes de información. Fácil es advertir que lo mis-
tre las garantías constitucionales, Miguel Ekmekd- mo ocurre en la jurisprudencia, donde los jueces
jián (1997) sostiene que “el secreto a las fuentes de cuentan, además de los textos legales, con los he-
información sólo cede cuando encontrándose el pe- chos particulares de la causa que deben resolver co-
riodista ante la comisión inmediata del delito, éste mo objeto de interpretación. Esta interpretación y
pudiera lesionar un derecho de jerarquía superior al aplicación de la ley al caso concreto suele crear mu-
de la prensa (vgr. la dignidad, la vida, etc.)”. chas veces jurisprudencia que es seguida por otros
Por su parte, Mario Masciotra determina que tribunales, razón por la cual es importante conocer
“la protección de las fuentes periodísticas es im- qué dicen los jueces.

136
Advertimos, sin embargo, que el secreto profe- adaptarse a una situación donde la función infor-
sional del periodista presenta diferencias con rela- mativa hace al gobierno pero no se desenvuelve en
ción a otras profesiones, ya que la información que el gobierno. Como expresa el Dr. Gregorio Badeni
estos profesionales obtienen de sus fuentes es la (1990), “semejante situación ha generado y produ-
“materia prima” para su trabajo, y el hecho de for- ce constantemente conflictos entre la prensa y los
talecer la confianza que los informantes depositan órganos gubernamentales, respecto del secreto
en los periodistas interesa, además de a cada profe- profesional, y los múltiples desconocimientos que
sional en particular, al sistema republicano y demo- del mismo se traducen en el accionar, especialmen-
crático de gobierno, cuya salud depende en gran te, de los legisladores y los jueces. Aquí se presenta
medida de la existencia de la libertad de expresión y un conflicto del secreto profesional del periodista,
del buen funcionamiento de la prensa, para que és- cuando éste es citado a testificar en un juicio con-
ta actúe como órgano informal de contralor de los tra terceros”.
actos de gobierno. Así lo ha establecido la Corte Su- Nos preguntamos si el secreto profesional del
prema de Justicia de la Nación en el caso “Vago Jor- periodista debería ceder cuando nos enfrentamos
ge c/ Ediciones La Urraca” (1991)2, donde el Tribu- con ciertos valores como el derecho a la vida, el de-
nal enfatiza la protección al derecho de informar, recho a la libertad de un inocente o la potestad de
otorgando a la prensa un importante rol en el fun- castigar al autor de un hecho delictivo. Pero, ¿por
cionamiento del sistema republicano de gobierno. qué admitimos la inviolabilidad del secreto profesio-
En esa oportunidad, la Corte señaló que “…la nal en tales supuestos cuando es invocado, a título
función de la prensa en una república democrática de ejemplo, por un abogado para preservar el dere-
persigue, entre otros objetivos principales, informar cho de defensa del probable autor de un delito que
tan objetiva y verídicamente al lector como sea po- brindó información veraz a su letrado? ¿Es razona-
sible; contribuir a la elaboración de la voluntad po- ble sostener que el derecho de defensa tiene jerar-
pular y servir de medio de expresión a la opinión quía superior al derecho a la libertad de un inocen-
pública…” (consid. 8º). Y agregó luego: “…la pren- te o a la necesidad social de castigar a un delincuen-
sa no puede abandonar su función de factor esen- te? Lo mismo podríamos preguntarnos sobre la ac-
cial para el esclarecimiento de la conducta de de los tuación profesional de un psiquiatra o un clérigo,
funcionarios, sobre todo en países que, como el que toman conocimiento de un grave delito come-
nuestro, carecen de un órgano institucionalizado tido por quien resulta ser paciente, durante la se-
que asuma prioritariamente la defensa de aquellos sión, o fiel en el acto de confesión (Sagües, 1999).
intereses calificados como difusos. De tal manera
que, en la práctica, actúa como un medio de con- El secreto bancario
tralor de las instituciones y sus hombres y rinde un Las leyes reconocen la protección del secreto en
servicio de inestimable valor para el afianzamiento las distintas profesiones porque existe un interés so-
y salud del sistema y las instituciones republica- cial comprometido con diferentes alcances, según el
nas…” (consid. 11º). caso. Por ejemplo, el artículo 39 de la Ley 21.526 de
En esta concepción, el aparato informativo re- Entidades Financieras consagra el “Secreto bancario
viste total independencia frente a la acción guber- o secreto financiero”. La obligación de guardar se-
namental, lo que garantiza su libertad de criterio. A creto en este caso ha sido impuesta por la ley como
su vez, los gobernantes se ven compelidos constitu- medida de tutela para evitar que terceros, ajenos a 2 Sentencia publicada en la revis-
cionalmente a aceptar ese control externo, y a la relación con el banco, conozcan la situación patri- ta jurídica La Ley, Tomo 1992-B.

137
monial de los clientes de la entidad. Es una herra- tro bombitas de látex que contenían clorhidrato de
mienta para reforzar la confianza del público en las cocaína. El Tribunal consideró vulnerada la garantía
entidades financieras, cooperando a la obtención de constitucional que prohíbe la autoincriminación cri-
un alto porcentaje de depósitos, que de otra mane- minal puesto que la paciente no habría actuado li-
ra emigrarían hacia países donde sí se establezcan bremente, sino por el miedo a la muerte, y estimó
este tipo de seguridades. Por lo tanto, el Estado, co- que la función pública que desempeñaba la médica
mo principal interesado en canalizar los ahorros in- en un hospital público no la relevaba de la obliga-
ternos a través del sistema financiero institucionali- ción de conservar el secreto profesional.
zado, ha refirmado el secreto financiero para dar La Corte Suprema de Justicia de la Nación, con
confiabilidad al sistema (Barrreira Delfino, 1998). argumentos no aceptados por autorizada doctrina
Pero aunque en principio el secreto deba man- especializada en derecho constitucional, revocó es-
tenerse en todo momento, la misma ley que lo ins- ta sentencia, ordenando que se dicte una nueva por
tituye ha determinado -en forma taxativa- las ex- la cual se condene a la persona imputada en el ca-
cepciones válidas para dejarlo de lado. Por lo tanto, so del delito de tráfico de estupefacientes. La Corte
este secreto tampoco es absoluto, ya que, en justi- consideró que la comunicación del delito que origi-
cia, un banquero difícilmente podrá invocarlo para nó la persecución penal fue realizada legítimamen-
rehusarse a testimoniar aquello que regularmente te por la funcionaria de un hospital público, una de
se le pide. Tal es el sentido de las excepciones con- las personas obligadas por la ley a notificar a la au-
tenidas en la ley y por ello no pueden rehusarse toridad competente los delitos de acción pública
frente a requerimientos judiciales que se presumen que llegaren a su conocimiento -como lo establece
formulados con el respeto debido de las garantías el artículo 164 del Código de Procesamiento Penal,
procesales, y ante la claridad del texto legal, como y que en el caso no se había violado la garantía de
3 Cámara Nacional Comercial, Sa-
lo han entendido los jueces3. defensa de la persona imputada4.
la A, 30/05/97, “Tagliaferro Jorge
c/ Banco de Galicia y Buenos Aires
S.A. s/ ordinario”, El Derecho, To- Los médicos y el conflicto entre el secreto profesio- 5- Qué dicen los jueces sobre el secreto de los pe-
mo 177. nal y la obligación de denunciar riodistas
4 Corte Suprema de Justicia de la No ha sido tan pacífica la jurisprudencia cuando
Nación, 12/08/97, “Zambrana Da-
el profesional que se encuentra en tan difícil encru- Ya vimos que en referencia a este tema existen
za Norma”. Sentencia publicada
en revista jurídica La Ley, Tomo cijada es un especialista en el arte de curar. Veamos normas en permanente conflicto. En algunos casos
1999 B, con comentarios de Ger- como ejemplo un caso resuelto por la Corte Supre- extremos, y considerando la gravedad de los hechos,
mán Bidart Campos: “Denuncia ma de Justicia de la Nación, en sentido contrario al el periodista puede entender que su deber ético de
de un delito de que tuvo noticia el Tribunal anterior en grado, que a su vez había revo- resguardar la fuente informativa debe ceder ante
médico por evidencias corporales
cado la Sentencia del Juez de Primera Instancia. otros valores que, subjetivamente, considera supe-
de su paciente”.
5 Cámara Nacional Federal Crimi- En Primera Instancia una mujer fue condenada riores. Pero la cuestión es que no se lo puede obli-
nal y Correccional, Sala II, por el delito de transporte de estupefacientes. La gar a suministrar su fuente de información (¿o sí?).
28/10/02, “Catan Thomas s/ inc.”. Cámara de Apelaciones anuló todo lo actuado, Veamos en un caso concreto la ambigua solución a
Sentencia publicada en la revista considerando ilegítima la totalidad de la investiga- la que arribaron los Jueces del Tribunal5.
jurídica La Ley, Tomos 2002 F y
ción llevada a cabo, porque la misma se había ini- Un juez instructor ordenó confeccionar un lista-
2003 B, con comentarios de Oscar
Flores: “El fallo Catán: La impron- ciado a partir de los dichos del paciente cuando le do con llamadas telefónicas entrantes y salientes re-
ta del Justice Potter Stewar en una comunicó el hecho a su Doctora, dentro de una re- gistradas en los abonos telefónicos de un testigo
trascendente decisión judicial”. lación terapéutica, tras expulsar por vía bucal cua- (periodista), quien apeló la orden invocando el se-

138
creto de las fuentes periodísticas. El Juez de Instruc- el de la mayoría, sobre todo en materia de juicios
ción mantuvo la orden, pero la Cámara de Apela- penales. En los juicios civiles la protección de confi-
ciones declaró la nulidad de la diligencia ordenada, dencialidad de las fuentes es más intensa, porque
estableciendo que la prohibición absoluta de afec- es difícil que un juez considere que el interés priva-
tar las fuentes periodísticas -establecida en el art. do de un litigante en un proceso civil constituya un
43 de la Constitución Nacional y mencionada al co- interés más importante que el de proteger la confi-
mienzo de este artículo- no puede invocarse para dencialidad de la fuente. Pero el mero hecho de
preservar el secreto de la información requerida en que se trate de un proceso penal no justificaría una
el curso de una investigación criminal. En el caso, restricción a la confidencialidad de las fuentes. De-
sin embargo, se resolvió que no correspondía exigir- be evaluarse cuidadosamente la necesidad de
la debido a la existencia de otras alternativas proba- adopción de dicha medida que, aplicada indiscrimi-
torias para conseguir el mismo fin. nadamente, se convertiría en una ilegítima restric-
Es decir, los Jueces del Tribunal sostienen el cri- ción a la libertad de prensa, y que inclusive podría
terio de la doctrina y jurisprudencia mayoritaria, convertirse en una peligrosa medida de censura in-
consistente en que el secreto periodístico no tiene directa que, como sabemos, es más silenciosa pero
carácter absoluto, y que puede ceder cuando se tra- igual de mortal que la censura propiamente dicha.
ta de datos relacionados con la investigación de Imaginemos un acto de corrupción al cual el pe-
una causa penal, pero en este caso se añadió un re- riodista no accedería sin asegurar a la fuente que
quisito más para habilitar al Estado a levantar el se- no revelará su identidad. Por ejemplo, un empleado
creto periodístico: esto sólo sería posible si en el ca- de alguna repartición pública. Ante la baja probabi-
so concreto no existieran otras vías alternativas pa- lidad de cumplimiento de esta promesa, lo más pro-
ra obtener esa misma información. bable sería que el empleado opte por no divulgar
Al comentar esta sentencia, el Dr. Oscar Flores información que pudiera poner en peligro su traba-
apunta que el Tribunal toma parcialmente una doc- jo. Los jueces del Tribunal argentino antes citado to-
trina elaborada por un juez en su voto en disidencia man la pauta establecida en el número 2), es decir,
en el caso “Branzburg v. Hayes” decidido por la Su- el requisito de que la información no pueda ser ob-
prema Corte de Estados Unidos en 1972. En esa tenida por otros medios alternativos menos lesivos
oportunidad, y por una estrecha mayoría de cinco de la libertad de prensa para que pueda ceder el de-
votos contra cuatro, la Corte norteamericana sostu- recho a mantener el secreto sobre las fuentes de in-
vo que bajo ciertas condiciones los periodistas tienen formación. Esto implica que el periodista debería
la obligación de comparecer y testificar ante un gran ser citado en última instancia, luego de que todos
jurado acerca de temas criminales. El magistrado Pot- los intentos de encontrar la información hubieran
ter Stwart, en su voto en disidencia, elaboró un es- fracasado.
tándar tripartito en virtud del cual si el Estado preten- El jurista argentino Julio C. Rivera (h) interpreta
de obligar a un periodista a revelar sus fuentes debe- que la prohibición de afectar el secreto de las fuen-
rá pasar un examen de constitucionalidad cuyos ele- tes de información, contenida en el citado art. 43
mentos son: 1) relevancia de la información, 2) ine- de la Constitución Nacional, se encuentra relaciona-
xistencia de fuentes alternativas, 3) interés apremian- da con la facultad de interponer la acción de há-
te del gobierno en obtener la información. beas data y su redacción no justifica una postura
Los tribunales federales inferiores de Estados absolutista, considerando que en ciertas situaciones
Unidos han seguido más el voto en disidencia que aquel derecho debe ceder frente a un interés públi-

139
co preponderante6. Lo que nos preguntamos es si desenvolvimiento de la labor periodística, así como
estas circunstancias de hecho, variables en cada ca- por el papel que la sociedad le asigna en su accio-
so (y en algunos, imposibles de comprobar), son su- nar informativo acerca de cuestiones que son de in-
ficientes para vulnerar el derecho de los periodistas, terés colectivo.
de jerarquía constitucional, de preservar el secreto Por su parte, la jurisprudencia argentina se ha
de sus fuentes de información. Una interpretación afincado desde hace tiempo en el criterio opuesto
generalizada de esta pauta debilitaría en gran me- a toda censura previa, reconociendo el derecho a
dida este derecho consagrado constitucionalmente. preservar el secreto de la fuente de información,
coetáneamente con el compromiso de obrar sin
6- Reflexiones finales otro fin que el de desentrañar la verdad de los he-
chos. En lo referente a la evolución del criterio ju-
De los desarrollos previos podemos concluir risprudencial, tendiente a encontrar un punto de
que, ante todo, y en su condición de comunicador equilibrio entre intereses públicos comprometidos,
que desempeña una función socialmente útil que expresa Masciotra: “Antes de la reforma constitu-
merece el amparo de las leyes, el periodista posee, cional de 1994 se sostuvo que el periodista no ten-
en principio, un derecho inalienable a la reserva de dría en principio obligación de revelar la fuente de
sus fuentes de información y datos, personales y información cuando se trata de opiniones o datos
profesionales. El reconocimiento de una esfera de que no se relacionan con causas penales, pero si
reserva por parte de la legislación tiene en miras la los datos se vinculan con una investigación penal
convivencia pacífica y el normal desenvolvimiento cesa el carácter absoluto de la confidencialidad,
de las profesiones liberales. Es así como todo co- pues estamos frente a un interés social comprome-
municador social tiene la facultad de negarse a re- tido que puede desembocar en la impunidad o en
velar las fuentes de información así como la resul- la condena de un inocente. Igualmente se afirmó
tante de sus procesos de investigación que tengan que el requerimiento de datos concretos de inves-
por objeto individuos o entidades particulares, así tigaciones practicadas por un periodista no pone
como estatales, datos que ha recibido mediante en peligro la libertad de prensa porque al contar
un pacto de confidencialidad implícito o explícito. con los elementos colectados podría resultar útil
Razones de ética profesional imponen al periodis- para el esclarecimiento de delitos. La Cámara Fede-
ta el cumplimiento de este pacto, piedra angular ral de San Martín en la causa de Gorriarán Merlo
de su labor, fundada en la confianza de que es de- tuvo oportunidad de interpretar la excepción con-
positario. templada por la parte final del tercer párrafo del
Asimismo, el servicio público (entendiendo por art. 43 de la Constitución Nacional, y consideró
tal aquel motorizado por un “interés público”) de que la prohibición allí consagrada no es absoluta,
reunir y difundir información, de otra forma, sin al ‘admitir la posibilidad de que el secreto profesio-
guardar el secreto de las fuentes, no podría comple- nal periodístico ceda cuando razones de orden pú-
tar su ciclo. La discreción sobre la identidad de la blico de relevante jerarquía lo aconsejen y cuando
6 “La tutela constitucional del se- fuente asegura el derecho a la información, por ello no vulnere el derecho de no autoincriminarse
creto de las fuentes de informa- ni afecte los límites previstos por el art. 28 de la
cuanto se brinda garantía jurídica sobre el anonima-
ción periodísticas (con motivo de Constitución Nacional’. Expresó dicho tribunal, que
la causa “Thomas Catan”)”, en to, a fin de evitar posibles represalias, consecuencia
Jurisprudencia Argentina, Tomo natural de la información que ha sido revelada. Por si no se establecieran límites a aquella facultad se
2003-II. ello, la confidencia deviene elemento liminar para el afectarían los intereses del propio Estado de Dere-

140
cho que motivaron el reconocimiento y la necesi- mentos internacionales sobre las libertades perio-
dad de una prensa libre, atentándose contra el de- dísticas. La ausencia de tal protección podría di-
recho a la igualdad al establecer una especie de suadir a las fuentes periodísticas de ayudar a la
privilegio de unos sobre otros”. prensa a informar al público sobre cuestiones de
En la esfera internacional, la doctrina jurispru- interés general. En consecuencia, la prensa podría
dencial ha sentado pautas orientadas en la misma encontrarse en inferioridad de condiciones para
dirección. La Suprema Corte de EE.UU., en “Branz- desempeñar su rol indispensable de ‘perro guar-
burg vs. Hayes”, estableció que dadas determina- dián’ y su aptitud de suministrar informaciones
das circunstancias los informadores tienen la obli- precisas y fiables podría verse disminuida. Habida
gación legal de comparecer y testificar acerca de las cuenta de la importancia que reviste la protección
actividades criminales de que hubieran tenido co- de las fuentes periodísticas para la libertad de
nocimiento durante el ejercicio de su actividad in- prensa en una sociedad democrática, y del efecto
vestigativa. Es así como el tribunal sentó el criterio negativo sobre el ejercicio de esta libertad que
de que en el marco del proceso penal los periodis- puede producir una orden de divulgación, seme-
tas no gozarán del derecho constitucional de negar- jante medida sólo podría conciliarse con el art. 10
se a declarar en miras a la protección del secreto de de la Convención si se encuentra justificada por
las fuentes. De este modo, a pesar de que el dere- un imperativo preponderante de interés público”,
cho de reunir información presupone un pacto de concluyendo que “las limitaciones relativas a la
confidencialidad entre el periodista y su fuente, con confidencialidad de las fuentes periodísticas re-
el correlativo compromiso de mantener reserva so- quiere por parte del Tribunal de un examen suma-
bre identidades o circunstancias, el mismo deberá mente escrupuloso” (Masciotra, 2005).
ceder ante el superior interés de la sociedad en el Para concluir, resta destacar que en nuestro país
esclarecimiento de hechos penales. Pero siempre, la Corte Suprema aún no se ha manifestado al res-
como sostiene la doctrina del mismo fallo, se debe- pecto, pero creemos que lo hará en la inteligencia
rá tener en cuenta el carácter relevante de la infor- de que debe tenderse a un justo medio entre el de-
mación, así como la falta de otras fuentes alternati- recho a la libertad de expresión y los derechos de
vas y el grado de urgencia en la necesidad de tales todos los habitantes a la protección de sus garan-
datos. De no tenerse en cuenta tales parámetros el tías fundamentales cuando éstas son conculcadas
vínculo entre informador y fuente podría quedar so- por los particulares o los poderes públicos, materia-
metido a un poder sin medida por parte del Estado lizando el criterio liminar en el contrapeso de dere-
afectando de manera grave la libertad de informa- chos de igual jerarquía, pero de diferente relevancia
ción, puesto que se destruiría la confianza que la en el caso, a que hace referencia el destacado juris-
fuente deposita en el periodista, con el consecuen- ta Miguel M. Padilla: “La vida en sociedad nos pre-
te cese de la divulgación y llevando a una situación senta constantes ejemplos de cómo el ejercicio de
de autocensura. los derechos de cada uno ocasiona desentendi-
En el ámbito europeo, el Tribunal de Derechos mientos y discrepancias cuando los titulares de
Humanos en “Goodwin c. Reino Unido” afirmó: otras pretensiones jurídicas se muestran en desa-
“La protección de las fuentes periodísticas es una cuerdo con la medida o grado en que los primeros
de las piedras angulares de la libertad de prensa, usan de sus derechos, y que de no salvarse pueden
como surge de los códigos de deontología en vi- transformarse en conflictos necesitados de solución
gor y como lo confirman además varios instru- judicial”.

141
Bibliografía

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nicaciones, Universidad Católica de Chile, 1984.
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nal”, Tomo II, Astrea, Buenos Aires, 1999.

142
Nos conocemos tan poco y nos parecemos tanto... Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC)
La cola del banco de calle 7 reúne a Raúl con Radiografías urbanas
Pedro. El primero, ahorrista; el segundo, un estatal
al que le recortaron un 13% de su salario. En una
de las cajas habilitadas, doña Josefina se enoja con
el empleado bancario porque “son una manga de
sinvergüenzas todos acá adentro”. El cajero le res-
ponde, la pensionada arremete con furia, insultos
van, insultos vienen. Mientras, al despacho del Ge-
rente central llega una orden muy precisa: los dóla-
res mutan a pesos 1.40.
Sólo faltan dos personas para su turno, tiempo
suficiente para que Rita acomode el trípode que la mentos. Revuelve la alacena, detrás de las latas de Por Paula Wagner
mantiene en pie y balbucee unas cifras... “¿Qué de- conserva, nada; debajo del modular rústico, en el y Julieta Messina
cís abuela?”. La abuela saca cuentas, multiplica an- quincho... “debe haber alguna en el quincho”, le di-
gustias y divide esperanzas, recuerda que “según ce la vecina que con el uno a uno logró venderle Paula Wagner es Licenciada y
Roque, si se devalúa el peso tendríamos que hipo- una Essen de las más caras. Profesora en Comunicación
tecar la casita”. No es la misma casita que están ter- Por fin, ahí está, lista para tocar en la orquesta Social por la Universidad
minando de construir los Rodríguez que, a propósi- que redobla “Piquete y cacerola, la lucha es una so- Nacional de La Plata. Se
to, también están en la cola porque no saben qué la”. La ollita “made in Taiwán” luce en compañía desempeña como docente e
pasó con el crédito de mil setecientas treinta y tan- de otras con mangos rotos y de cacharros enloza- investigadora en la cátedra
tas mil eternas cuotas que sacaron hace años. El tri- dos que amplifican la bronca de los jóvenes de cla- “Comunicación y Teorías”
pero Luis conoce todas estas historias, y más tam- se media. Está Esther, María Clara, Carmen, la de la Facultad de Periodismo
bién. En estos tiempos, su Peugeot 504 se convier- maestra de Martín, Nora y su marido, la abogada y Comunicación Social
te en una especie de catarsis móvil. Pero esta vez, de los Romero Estrada, el canillita del Hoy… Son de la UNLP.
ni Josefina, ni José, menos Pedro, ni tampoco Rita, muchos y la plaza es chica. Aún más cuando llegan
se suben a su tacho. los piqueteros de Villa Elisa. Son muchos y muy dis- Julieta Messina es Licenciada en
- ¿Adónde vamos? tintos. Distintos nombres, ocupaciones, cargos, am- Comunicación Social por la
- A esta altura, nos vamos al infierno... no me biciones, pero una misma problemática: el desor- Universidad Nacional de La
haga caso, a 36 e/116 y 117. den institucional. Plata. Se desempeña como
En 36 e/116 y 117 la Doctora Martínez asiste a - ¿Alguna moción más compañeros? docente e investigadora en la
niños con discapacidades respiratorias. Pero en horas - Sí, que antes de irnos reflexionemos por qué materia “Taller de Análisis de la
de crisis hace guardia junto al cardiólogo, y nunca se nos conocemos tan poco y nos parecemos tanto... Información” de la Facultad de
va a su casa sin antes dar una mano en la sala de es- “Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Periodismo y Comunicación
pera porque “¡Por favor! ¡Que alguien me ayude Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Cami- Social de la UNLP.
que se desmaya!”. Por unos instantes, la Dra. Martí- no diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más
nez vuelve a pensar: “Sí, nos vamos al infierno…”. allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré.
Mirtha, de Gonnet, busca desesperada alguna ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para
ollita abollada, de esas medias cachuzas que solía caminar”.
donar al grupo Scout de su hija para los campa- Eduardo Galeano

143
Ahora como siempre grupos socioeconómicos que forman parte de la so-
ciedad civil, dependiendo de los niveles de educa-
“El Estado Nación, que estaba fuerte a fines del ción e ingreso existentes y aumentando su disgre-
siglo XIX, a fines del XX casi no tiene existencia, no gación.
tiene forma de injerencia, excepto por grupos de
presión económicos o de nuevos grupos de presión, Casa de Lucía, martes, 18 hs. Lo que pasa es
como los movimientos espontáneos de la gente que ahora todos hablan de esto, pero los Centros
que hace demandas, movimientos flash, motivados de Fomento están desde hace muchísimo. Las
por determinadas problemáticas. O aparecen los maestras que ayudan a los chicos, maestras jubila-
medios de comunicación, como otro grupo de pre- das… De hecho mi casa, cuando yo era muy joven-
sión, desaparecen otros como la Iglesia o los sindi- cita, estaba llena de chicos. Y les dabas lo que te-
catos, aparecen los piqueteros como un replanteo nías, uno no especulaba con eso. En los barrios vos
de los grupos sociales”. Para la licenciada Guillermi- sabías dónde había centros de fomento, o te invita-
na Salse1, todas estas variantes presentan nuevas ban con parlantes.
posturas, nuevas formas de acción y estrategias de Lucía es asistente social retirada, por lo que no
impacto totalmente distintas. le sorprende la solidaridad que manifiestan estos
No es que no existieran desde antes, de hecho grupos. Por eso su rostro deja entrever cierta moles-
trabajadores de las regiones petroleras de Cutral- tia cuando ve en la tele que en las sociedades de fo-
Có y Tartagal, tras los efectos de la desestructura- mento se organizan actividades como si fuera una
ción del sistema productivo, hicieron conocer sus nueva moda. Desde que era joven su casa alberga
reclamos a un gobierno justicialista que les cerraba anhelos de diversos niños del barrio que día a día le
sus puertas para abrirlas al capital privado. Pero co- agradecen haber entrado en el mundo de la lec-
braron mayor visibilidad con la llegada del nuevo toescritura, algo que nunca fue publicado en nin-
milenio. Como consecuencia, los resabios de un gún diario.
contexto de Consenso de Washington, ortodoxia
macroeconómica y pensamiento neoliberal, no po- Sector III: todo en equipamiento para su protesta
dían sino generar una fuerte crisis de representa-
ción política que sólo se mitigaría en la búsqueda De todas las formas de organización, la socie-
de soportes alternativos a esas identidades frag- dad civil es la forma de autoorganización social más
mentadas. Así, en la plena conciencia de la necesi- natural y orgánica, es “un sistema de asociaciones
dad de una salida de conjunto, las Organizaciones civiles autorreguladas, descentralizadas y volunta-
de la Sociedad Civil (OSC) se fueron cristalizando rias, basadas en una vida moral y organizadas en
como una zona desde donde elaborar estrategias forma autónoma del Estado” (Vargas Hernández,
capaces de organizar y fomentar una nueva dimen- 2003). Se encuentra en familias, comunidades, re-
sión para el desarrollo y la ciudadanía participativa. des de amistad, conexiones solidarias en los lugares
A partir de las consecuencias que acarrea el ha- de trabajo, voluntarismo, grupos espontáneos y
ber transitado la década menemista, más las emer- movimientos sociales, en fin, grupos que actúan en
gencias socioeconómicas producto de la devalua- forma política ajena al Estado. En ese sentido, una
ción de 2002, las OSC se definen desde la exclusión sociedad civil vigorosa fortalece al gobierno demo-
1 Entrevista realizada por las auto- social, entre otros males. En ese sentido, el capital crático ya que éste se transforma mediante proce-
ras. social se distribuye desigualmente en los diferentes sos de democratización. Esto es, por la forma en

144
que la sociedad civil se orienta para lograr sus fines torno neuronal del Estado, y por eso también reci-
mediante la práctica de una democracia participati- ben el nombre de Tercer Sector2. Acepción que, pa-
va que apoya al Estado en la administración del in- ra algunos analistas, la heterogeneidad de los recla-
terés público. mos, las prácticas, estrategias y composición de los
Este cuerpo social (civil) comparte junto con la grupos dificulta su reconocimiento como un todo.
esfera estatal (política) el denominado espacio pú- El universo de estas agrupaciones es amplio y diver-
blico en una suerte de complementariedad que no so. Está comprendido tanto por los clubes de true-
desliga al organismo institucional de su responsabi- que como por voluntariados o redes solidarias,
lidad en la construcción de la equidad y la justicia asambleas barriales, foros vecinales, organizaciones
social, la integración nacional y la defensa de los no gubernamentales (ONG), movimientos sociales
derechos ciudadanos. O así debería haber sido si, de trabajadores desocupados y coordinadoras, coo-
ante el estado de amnesia por sobredosis neoliberal perativas, clubes, fundaciones, sociedades de fo-
sufrido durante los 90, no se hubiese aplicado ciru- mento y todas aquellas formas asociativas que tien-
gía mayor a través de clínicas privadas. dan a promover la participación y el debate de pro-
Facultad de Agronomía, martes, 10 hs. Creo blemáticas comunes. Como consecuencia, “es casi
que el tema de la gestación de la pobreza en los úl- imposible obtener datos de su forma real, precisa-
timos tres o cuatro años ha exaltado todo este tipo mente porque en esencia las organizaciones socia-
de cuestiones. Los conozco a través de las noticias les, en general, son informales. Son sólo algunas las
de los diarios, de gente que participa, inclusive la que han adquirido cierta ‘institucionalidad pública”
Iglesia ha tomado parte en esto, u organizaciones (Bombarolo, 2003).
como la Red Solidaria a nivel nacional. Eso me en-
canta, cuando no se contamina políticamente y es Cuando existir no es sólo medios
más por generación espontánea.
Orlando no olvida su experiencia en Santa Fe, Si bien las OSC adquieren un mayor relieve en
cuando fue a trabajar como asesor del “Movimien- la esfera pública durante estos últimos años, Salse
to de Mujeres Agropecuarias en Lucha” (MMAL). explica que, tal como se dijo antes, hace varias dé-
“Qué iluso, pensar que yo creía que podía enseñar- cadas que vienen trabajando, y que se trata de con-
les algo, iba con toda la teoría sobre los tipos de glomerados sociales que tienen sus antecedentes
suelo, el riego, los fertilizantes... ¿Justamente a en las corrientes migratorias. “Se fueron formando
ellas les iba a hablar de eso?” Levanta la mirada y a fines del siglo XIX en Capital, Córdoba, Entre Ríos,
se muerde el labio inferior: “Ellas fueron quienes Santa Fe, lo que tiene que ver con la región Centro,
me enseñaron realmente a amar la tierra, cómo tra- es decir, donde se instalaron más industrias, pero
bajarla, y me recordaron por qué había decidido además fue un proceso que tuvo que ver con la in-
dedicarme a esto”. migración. Los italianos que venían de sus pueblos,
Por su capacidad de acción, muchas de las for- muchos de los cuales eran pastores o chacareros,
mas de estructuración que estos grupos se dan a sí tenían una historia de sociedad de fomento, de clu-
mismos son avaladas por instituciones formales de bes, y lo primero que hicieron al llegar acá fue crear
representación política, tales como el Ministerio de esas organizaciones de contención, como sucedió 2 Siendo la Sociedad Civil el Ter-
cer Sector, el Estado y sistema de
Desarrollo Social o de Trabajo. Sin embargo, para- con las Sociedades de Socorros Mutuos”.
partidos y el Mercado constituyen
dójicamente, las OSC cierran un círculo vicioso en el Y esta mayor visibilidad no fue por obra y gra- el Primero y Segundo, respectiva-
cual su vigoroso surgimiento responde a dicho tras- cia de la magia de la televisión; ni de un Lanata gra- mente.

145
bando en directo desde una asamblea; ni de un tenido mayor cobertura mediática. Sin embargo,
grupo de conductores cuya mosca zumbaba a la muchas de ellas fueron captadas por el mensaje po-
par del metal de sus cacerolas; ni de un humorista lítico del gobierno donde no se cuestionaba el pen-
que incitaba a sus imágenes a que cobraran vida en samiento único, y mucho menos la ortodoxia neoli-
forma de protesta. Los medios no pueden hacer na- beral, sino que se apelaba a los derechos de la ciu-
da si no hay un basamento de credibilidad colecti- dadanía, dando cuenta de un conflicto en este ni-
va, y sólo pueden ser intermediarios cuando el inte- vel pero no en las estructuras macroeconómicas.
rés de la gente va por delante del suyo. En conse- “En Defensa del Consumidor estoy desde 1991
cuencia, los medios de comunicación pueden cons- y esta ONG la formamos en el 97, en realidad nos
tituir un espacio de transformación social pero, co- integramos a una ONG que estaba formada a nivel
mo señala Eduardo Aliverti3, “nunca van a ser un nacional. Durante un tiempo tuvimos una oficina y
medio de lucha efectivo si la sociedad no lo es. Es- tratamos de lograr que algunas cosas salieran en
to se revierte si cambia la sociedad, si ésta es con- los medios pero, fundamentalmente, cuerpo a
ciente de sus mecanismos de lucha y de los meca- cuerpo, mano a mano, con un volantito o con un
nismos de dominación, principalmente en términos mail”, señala Henry Stegmayer4, y añade: “La ma-
económicos. Por eso, lo mejor que puede esperarse yor difusión la hemos tenido a partir de algunas
de un medio es que sea disparador de conciencia movidas públicas, como pararnos en la puerta de
crítica”. Telefónica con un volante y decirle a la gente: ‘mire
A propósito de lo acontecido en diciembre de que si le están cobrando tal cosa está mal, lo pue-
2001, los grandes matutinos se fueron alejando po- de reclamar”.
co a poco de la idea del incondicional apoyo a un No obstante, a veces democracia no significa
De la Rúa que, excedido en gasto público, no podía participación, y demagogia no es sinónimo de ac-
soportar que su nuera tuviera más aceptación que ción. Aún a nivel municipal existe este chantaje sim-
su mandato. La Nación, por caso, fue uno de los úl- bólico disfrazado de alternatividad. De acuerdo con
timos bastiones en caer gracias a la amistad que Alejandro, el profesor de historia, “el casco está di-
unía a “Chupete” con algunos de sus directivos. De vidido en dos centros comunales: sur y norte; y des-
la misma forma, ante el temor a la desintegración pués está la periferia de la ciudad, donde hay apro-
social, tanto este medio como Clarín “se han mos- ximadamente veinte”. Pero Orlando le desdibuja la
trado más cautos, limitándose, las más de las veces, sonrisa cuando comenta su propia experiencia: “A
a seguir los acontecimientos tan cambiantes del los centros comunales vas a hacer un reclamo, que
mes de enero. En sus páginas encontramos a veces te vengan a cortar el pasto de una zanja, a cambiar
un tibio apoyo a los reincidentes cacerolazos y algu- un caño o a pasar una máquina, pero vivís hacien-
nas críticas veladas a aspectos de la gestión de Du- do notas. Es la única forma, salvo que conozcas al
halde, pero que no llegan a subir los decibeles en que está, entonces a lo mejor te dan un poco más
ningún momento” (Rey Lennon, 2002). de bolilla”.
La aparente emergencia de estas asociaciones En conclusión, quienes embanderaban los colo-
sin fines de lucro viene de la mano de la falta de res del Tercer Sector eran, principalmente, funda-
confianza en otros órganos de representación insti- ciones empresarias, organizaciones técnicas y viejas
3 Entrevista realizada por las auto-
ras.
tucional, aunque en los 90 muchas de las OSC de instituciones tradicionales, las cuales tenían un lu-
4 Entrevista realizada por las auto- base trabajaran sólo a nivel barrial y las OSC de gar en la mesa de negociaciones con organismos
ras. apoyo intermedio, porque son más grandes, hayan multilaterales de crédito o tenían acceso a fondos

146
de cooperación internacional. Tal era el caso de la porque hubo movimientos de protesta en los 90. Yo
Fundación Mediterránea, comandada por Domingo creo que si bien ‘el que se vayan todos’ pudo tener,
Cavallo, o del Grupo FIEL, liderado por Ricardo Ló- en términos generales, un mayor protagonismo de
pez Murphy. No así, el de Stegmayer. sectores medios de la Ciudad de Buenos Aires, la
desafección y la crisis de representación estaban
De la cultura del “otrismo” a la cultura de la asocia- muy generalizadas. Después se fueron sumando va-
tividad rios sectores; esa jornada en realidad coincidió en
los distintos movimientos. En el Conurbano hubo
Estas agrupaciones renacen en la última crisis saqueos, no hubo una participación única de los
junto con el vaciamiento del espacio público. Cuan- sectores medios frente a un gobierno que no daba
do el Estado y los representantes son incapaces de respuestas”.
generar consenso, cuando el sistema financiero co- - ¿Participaste de alguna organización barrial o
lapsa y arroja a la clases medias y bajas por debajo de alguna ONG?
de la línea de la pobreza, cuando no hay garantía - Estoy trabajando en un comedor barrial de la
social, ni estabilidad, el capital social toma cuerpo CTD (Coordinadora de Trabajadores Desocupados)
en un conjunto de hombres y mujeres que se nu- que está muy organizado. Ellos luchan por los pla-
clea porque las necesidades apremian y la unión ha- nes y yo junto con ellos. A diferencia de otras agru-
ce la fuerza. “Esto es ir construyendo contrapoder, paciones, no se comen el plan. Se organizan po-
porque es cuestionarle al Estado cómo se va orga- niendo esos 250 pesos en un fondo común, de ahí
nizando la sociedad. Y hay algunas que -como el se compran semillas, madera, materiales para las
trueque- son formas hermosas de democracia di- bloqueras y así pueden fabricar ladrillos para reves-
recta, y sobre todo de tensión entre el poder del Es- tir las casas de chapa. Se puede decir que es una so-
tado y el poder popular”, dice Luis Zamora, el pro- ciedad dentro de una sociedad.
motor del “que se vayan todos” (Caparrós, 2002). El trabajo que llevan adelante las OSC está pla-
Oficina de Asuntos Económicos, FPyCS, lu- nificado y organizado en base a la inclusión social y
nes, 13 hs. Yo creo que se creó un Estado pre-re- al cooperativismo. Según el periodista Miguel Bo-
volucionario y a ese Estado lo creó la masa popular. nasso (2002), estas organizaciones marcan el pun-
Me refiero a los desocupados, a los que económi- to más alto de conciencia ciudadana luego de la úl-
camente están muy por debajo de nosotros; a los tima dictadura militar, ya que “se le puso un límite
que todavía siguen saliendo a la calle, no a los que a la combatividad de las reivindicaciones políticas,
salieron sólo en diciembre. económicas y sociales”. Y a fines de 2001 las reivin-
Pareciera que Javier5 reviviera las jornadas de dicaciones para hacer eran muchas y muy profun-
2001 una vez más. Lo dice con bronca, y comparte das. El timón de la economía estaba en manos del
el prejuicio que se hizo eco en la era delarruista: “La superpoderoso Cavallo, mejor dicho, de los super-
clase media salió porque le tocaron el bolsillo”. No poderes que le habían concedido en marzo.
más sonrisas, no más mates amargos. Sin embargo, En tanto, el crédito externo se cortaba y el ries-
al dialogar con él surge la noción de que fue un go país medía índices que sólo los economistas
proceso que se gestó en todo el territorio nacional comprendían, pero que la sociedad interpretaba co-
y, como si fuera un rompecabezas, reconstruye el mo termómetro que registraba la fiebre del caos.
entramado social de aquel momento: “En realidad, Llega el déficit cero, lo que equivale a decir que a 5 Entrevista realizada por las au-
tal vez la clase media es la que reacciona última partir de entonces se retira el crédito y hay que so- toras.

147
brevivir con recursos propios. Las cuentas aún no ¿Pueden las organizaciones de la sociedad civil
cierran. Entonces llega el recorte, ya acostumbrado instituirse como actores políticos? ¿Son las asam-
a oficiar como recurso, y los estatales se quedan bleas, los clubes, las plazas, el nuevo escenario de-
con un sueldo disminuido en un trece por ciento. liberativo? ¿La democracia se reconceptualiza a
Siguen sin cerrar las cuentas... Y hay que creerse partir de este fenómeno? ¿Pueden las OSC reem-
superpoderoso como Cavallo para tomar la deci- plazar las instituciones de representación gremial,
sión de aplicarles este recorte también a los jubila- incluso electoral? ¿Pueden constituirse nuevas
dos, pero claro, sólo a los que perciben más de qui- identidades perdurables en el tiempo hacia el inte-
nientos pesos. “¿Y si el balance no cierra pese al rior de las mismas? Luis Zamora prefiere no arries-
descuento del trece por ciento, podría la quita tre- gar una acepción ni encasillar en moldes concep-
par al veinte o al treinta por ciento?, ¿por qué ha- tuales a un movimiento que “es algo extraordina-
bía garantías para los grandes especuladores y un rio, porque pone en cuestionamiento la mediación
intervencionismo estatal de corte estalinista para entre el Estado y la población, que con las revolu-
vaciar la bolsa de los asalariados? Era el fin del con- ciones modernas constituyeron los partidos. El par-
trato social en la Argentina”, sentencia Bonasso. tido -y, en otro orden, la organización sindical- era
Casa de Alberto, domingo, 16 hs. Estoy en el mediador”. Por otra parte, Azucena, la asam-
un Club donde tratamos de sacar a los chicos de la bleísta que Martín Caparrós consultó para entender
calle a través del deporte. Es duro, porque es un ba- uno de los íconos que nació junto a la explosión so-
rrio muy castigado por la droga. cial, asegura que “en Floresta, un tipo que trabajó
Alberto está en este club desde 1995. Desde muchos años en un banco planteó armar un banco
que tuvo que trabajar como mínimo catorce horas cooperativo pero de vecinos para ir acumulando los
por día empezó a dar menos clases de Sipalki6. ingresos de la gente en una banca que fuera de los
Además de ser el secretario de esa institución, es el vecinos. Ese también es un planteo muy poderoso.
asesor de compras de las kermese y el delegado de Y vamos a empezar a cuestionar todas las institu-
la comisión barrial que se reúne los jueves a las nue- ciones”.
ve, con mate y pastafrola. Porque vale la pena que - ¿Cuestionar qué?, se preguntó el presidente
este lugar de encuentro y de fortalecimiento de la- Duhalde.
zos societales que lo vio nacer siga abriendo sus - La forma que tiene la ciudadanía de expresar-
puertas. se es con el voto -arremetió el ejecutivo provisional.
Comisaría, sábado, 13 hs. Comedores acá hay Alejandro no está de acuerdo, a veces el voto
un montón, no me acuerdo los nombres. Ahora no alcanza y el pueblo, en la medida de sus posibi-
también están armando los foros de seguridad, que lidades, debe hacerse de armas propias para pedir
son civiles que se juntan en una sociedad represen- por lo que le pertenece y le es negado. El historia-
tando al Estado y a la municipalidad. Son entes dor que fue miembro de Amnesty International, se
6 Sipalki-do, o las 18 técnicas de controladores de lo que hace la policía y todo lo re- lamenta de no poder asistir a las asambleas por fal-
combate, es una de las más anti- ferido a la seguridad. ta de tiempo, pero siempre que puede se convierte
guas formas de arte marcial de Claudio se contenta al saber que estos ciudada- en su operador de prensa y las da a conocer entre
Corea que deriva de originarias
nos se juntan y luchan por una ciudad con mayor sus amigos.
formas de lucha con pies, manos,
cabeza y armas inventadas a partir seguridad. Él es el comisario, pero sabe que “la Mientras, los diarios, los noticieros y las radios
de utensilios de labranza y trabajo gente está cansada de las promesas, por eso se reú- amplificaban el grito del “que se vayan todos”.
(Nota del editor). ne y empieza a accionar por su cuenta”. Que se vayan todos los ministros, que se vayan to-

148
dos los senadores, que se vayan todos los corrup- - ¿Con qué armas cuenta la sociedad para revo-
tos... car un mandato sin llegar a la instancia de diciem-
“Que se vayan todos de las plazas”, pensó el bre de 2001?
primer mandatario, aunque finalmente declaró: - ¿De tipo institucionales? No hay muchas, so-
“¡Que nadie vaya a creer que es en serio que se bre todo en términos de revocatoria de mandato,
puede gobernar con asambleas!” 7. no hay un mecanismo institucional. La Constitución
Casa de Mario, sábado, 11 hs. Nosotros nos puso la “consulta popular”, el “plebiscito”, el “re-
reunimos con los comerciantes por problemas co- feréndum”, pero la revocatoria no formó parte. No
munes que nos están ocurriendo. En la Argentina sé si en alguna constitución local o provincial exis-
de los últimos cuatro o cinco años se dio un proce- te. Pero justamente hay un vacío en cuanto a mani-
so en el que las Asambleas Barriales fueron prota- festar claramente, a través de un organismo consti-
gonistas. Y eso fue el protagonismo natural y es- tucional, el cese. Creo que en algunos municipios
pontáneo de la gente. existen mecanismos de revocatoria para los ediles, y
Pero Sr. Duhalde no se intranquilice. Las asam- en algunos casos ha ocurrido, pero lo que le queda
bleas barriales, en un primer momento, discutían a la gente es la protesta, en general; no tanto indi-
acerca de esta consigna popular, mas luego empe- vidualizada, movilizarse, juntar firmas, más bien
zaron a buscar soluciones para problemas barriales mecanismos que no están institucionalizados.
o para hacer llegar reclamos a algún legislador “re- Casa de Victoria, sábado, 16 hs. Yo pertenez-
presentativo”. Lo ve, la institucionalidad sigue a sal- co a la Fundación “Manos Platenses”, que tiene
vo. Además, muchos de quienes participaban en permiso municipal para vender en Plaza España y
ellas eran activistas y militantes de los 60 ó 70 que, Plaza Güemes. Estamos cuidando las dos plazas y
acostumbrados a las prácticas de movilización y re- tratando de mejorarlas. Además la Fundación tra-
sistencia, en algunos casos extremaron sus posturas baja en varios ámbitos, como en las cárceles, en
y generaron el disenso del resto de la comunidad. una promoción de tipo social, y con la Iglesia.
En ese sentido, Aurora Ruiu (2001) establece Victoria conoce la situación de la que hablaba
que “la mención de los colores partidarios o el ac- Orlando pero no puede ser tan dura con el gobierno
cionar de lo tradicionalmente llamado ‘político’ está municipal ya que colabora en la economía de su ho-
explícito como dato negativo cuando la intención es gar a través de la venta de velas y fanales artesana-
desacreditar a otra institución. Puesta la política ba- les. Sin embargo, teme que como ocurrió con los clu-
jo sospecha parecería ser un elemento del que el ac- bes de trueque todo se convierta en un comercio pa-
cionar comunitario de estos grupos debe distanciar- ra pocos signado por el clientelismo político. La pro-
se para mostrar que la naturaleza de los intereses pia Lucía, quien entre hora y hora de enseñanza iba
que los mueve está fuera de esa órbita más cercana a comprar facturas para la leche y “algunas verduri-
a la gente en tanto canalización de estrategias so- tas” al grupo de prosumidores que se reunía en la Es-
cio-culturales de superación de problemas concretos cuela situada frente a su casa, se entristece con ello.
del conjunto”. De allí la espasmódica actitud de cier- “En algunas oportunidades he participado, lo
tos sectores de la sociedad que acusara Aliverti. que pasa es que me desilusionan. Uno va con una
Además, y más aún a su favor Sr. Presidente de idea, como en el trueque, por ejemplo, para conse- 7 Cita extraída del suplemento
“20 años de Democracia”, Clarín,
la Transición, legalmente (y no es mera coincidencia) guir algo, para sentirte apoyado o poder apoyar a
10 de diciembre de 2003.
nada está dicho sobre autogobiernos y otras yerbas, otros, pero todo es un negocio, por eso desapare- 8 Entrevista realizada por las au-
sino consúltelo con Daniel García Delgado8... cen”, se lamenta Victoria. toras.

149
Políticos partidos y ciudadanos reunidos Mayo, en la batalla por la recuperación de su dig-
nidad.
Los ciudadanos “perciben el quehacer político Y este pueblo “no delibera ni gobierna sino a
como ubicado en un plano diferente de sus intere- través de sus representantes” dice la Constitución.
ses y de su cotidianeidad (‘otro mundo’), ¿no será Sin embargo, a partir del descrédito y la inacción de
que al ubicar a la Democracia dentro de la política éstos, la sociedad civil se empezó a organizar para
parecería que la ‘forma’ o el sistema particular en la gestionar medidas en conjunto. Así, dejó de esperar
que ésta se manifiesta no adquiere mayor relevan- que llegaran las respuestas que intendentes, conce-
cia?, ¿no será que no se ‘nombra’ la Democracia tal jales, gobernadores, e incluso el propio presidente,
vez porque no es nuestra sino de ‘otros’?”, se pre- en sueños, prometieron dar. Estos sujetos tejen re-
gunta Ruiu, rescatando que el “que se vayan to- des sociales que intentan sanar las heridas de la fal-
dos” no fue un atentado anárquico en contra de ta de políticas de contención social que el gobierno
“la Democracia que tanto nos costó conseguir” co- menemista dejó como legado. Redes que, no obs-
mo vaticinaban reales seres amenazantes de la go- tante, mantienen diferencias entre sí, porque “es
bernabilidad del país. distinta la representatividad que puede tener una
Sin embargo, -otra que las manzaneras- las mu- OSC de base, o el club social de un pueblo, a la que
jeres vienen bravas, por lo que, como tantos otros pueda tener una ONG como Poder Ciudadano o
funcionarios, el hincha de Banfield deberá tener cui- CONCIENCIA, por dar un ejemplo”, expresa Salse.
dado cuando pasee por el Pueblo de la Paz. La in- Poder Ciudadano es una de las tantas que se
vestigadora coincide al testimoniar que “quien pue- encargó durante 2003 de la publicación de bie-
de bajar un gobierno es la gente. Con la movilidad nes, declaraciones juradas, de datos en relación a
social que demostró en 2001, ahí está claro que la la suma con la que se llega y con la que se retira
gente es la que puede hacer que un gobierno tome un gobernante, de todos los decretos respecto a la
decisiones acertadas o no, o que se apuren a tomar erogación de gastos en el Estado, etc. Por su par-
algunas que todavía no han sido tomadas. La pre- te, las asociaciones territoriales de base atienden a
sión social es cada vez más importante”. las necesidades más inmediatas y se articulan con
El protagonismo de la sociedad en el país y la lu- la protesta. En vínculo con éstas, Sergio Caletti
cha de todos los sectores sociales en los últimos (1994) es firme al resaltar el rescate de la politici-
años han sido elocuentes, y el protagonismo de la dad de la vida cotidiana a partir de la alteridad o
sociedad en 2001 es una bisagra en la historia ar- la distancia entre los grupos y en relación a las for-
gentina. La sociedad argentina: estudiantes, empre- mas convencionales e institucionalizadas de la
sarios grandes y pequeños, profesionales, maestros práctica política. En particular en el barrio, como
fueron protagonistas de los grandes hechos que espacio de construcción de significados y modos
fueron modificando y debilitando a los poderes. de dar sentido a la propia experiencia, y de esque-
Otra vez es Mario quien destaca el poder de mas de apreciación y valoración de las relaciones
todo un pueblo. Un pueblo que hizo renunciar a de poder que se entretejen en su interior y que de-
un presidente porque éste dormía en el sillón de marcan un lugar de pertenencia y una identidad
Rivadavia; un pueblo que no hizo caso al estado común. Un anclaje geográfico que confiere nom-
de sitio y decidió unirse para despertarlo de la pe- bre y lugar a los reclamos y que articula los intere-
sadilla que su mente había creado; un pueblo que ses de los diversos sectores que allí se convocan.
no olvidará a quienes murieron ese día en Plaza de “Un agrupamiento social reconoce su común per-

150
tenencia al espacio compartido, entre otras cosas, - Son instancias distintas, porque si bien las OSC
a través del reconocimiento recíproco de quienes tienen credibilidad, la tienen para ocupar un espa-
lo integran como contendientes en la cotidiana cio de solución de problemáticas que el Estado no
batalla, más o menos explícita, por la materialidad puede resolver. Es una representación social, comu-
y los sentidos de una porción del destino común”, nitaria o que tiene que ver con actividades deporti-
concluye el autor. vas, recreativas, culturales, asociativas, de asistencia
Galpón del MUP, jueves, 11 hs. La unión ve- social, educativas. Pero ninguna de ellas tiene pen-
cinal surgió hace tres meses. Había una sociedad de sado una representatividad de tipo política, de ocu-
fomento, pero era como que la política nos separa- par espacio de poder ni en el Parlamento ni en el
ba. Como nosotros no teníamos ninguna tendencia Estado al nivel del sector público. Los objetivos, las
nadie nos ayudaba, pero después que nos conocie- visiones y los modos de interacción son otros.
ron sí, tenemos una relación más fluida. En los 90 Justamente eso es lo que critico, que se convier-
la política estaba a full, “vos sos peronista, estás tan en un instrumento de la política. Si bien los par-
con el peronismo; yo soy radical y te puedo dar una tidos están desdibujados, creo que hay que seguir
mano, pero no te la doy”. creyendo en las estructuras políticas. Por supuesto
Bastaría con hacer un recorrido por las cientos hay que renovarlas, pero creo que la forma de ha-
de anécdotas que Víctor permite asomar, entre ma- cer política es a través de las estructuras tradiciona-
te y mate, para conocer a fondo al Barrio San Car- les, o no tradicionales como las que han surgido úl-
los y su gente. En un hilván de recuerdos, este lu- timamente, el movimiento piquetero, por ejemplo.
chador social dota de sentido al barrio que lo vio Que es otra forma que yo veo que tiene estructura
darse su primer porrazo y, de manera inversa, con política, aunque con un nacimiento social.
sus relatos esas calles confieren significado a sus Orlando cree en la feliz convivencia de ambas
más de treinta años de existencia. caras de la esfera pública aceptando su flexibilidad
ante los cambios que genera una sobre la otra. Por-
De “Vulnerables” a “Gasoleros” (¿o era al revés?) que este Ingeniero Agrónomo, que lucha por una
sociedad más democrática, descree de las recetas y
Colectivo Político vs. Colectivo Social, ¿cual- los convencionalismos, así como de los manuales
quier colectivo la deja bien a la sociedad argentina? de instrucciones importados. Y como Juan José,
Según Salse, lo mejor en este caso es hacer combi- otro de los entrevistados, se pregunta: “¿Luis Za-
nación. Pese a los retrasos, pese a las demoras, al mora seguirá siendo ‘tan de izquierda’ en un al-
ruido oculto del motor y al silencio de muchas otras muerzo con Mirtha Legrand, o es sólo una pose?”.
de sus partes, es necesario el primero para hacer No obstante, prefiere abandonar el escepticismo
valer los derechos del segundo y el segundo para por unos segundos y confiar en quien era vendedor
controlar que el primero cumpla. Porque de lo con- ambulante en los colectivos y apoya abiertamente
trario, si desaparecen los partidos políticos, “¿cómo las iniciativas populares con autodeterminación y li-
se elige a la gente, cómo se representa, cómo se bertad.
trabaja, cómo se articula?”, se interroga Salse. Y Casa de Juan José, jueves, 13 hs. El partido
aunque no es de buen samaritano contestar una político es una cosa peligrosa, los medios tienen
pregunta con otra... que hacer algo para que los partidos se liberen de
- ¿Cómo se da la coexistencia con los partidos todo lo malo que tienen y sean como la gente, por-
políticos? que hasta ahora son una vergüenza. Los pocos po-

151
líticos que tratan de ser honestos y de decir la ver- de pan y circo para entretener; basta de indiferen-
dad son cuatro o cinco, que los hacen pasar por lo- cia ante las problemáticas del campo popular. La
cos o por zurdos, gente que no tiene apoyo masivo identidad empieza a redefinirse en su relación con
pero que dice verdades. ese “otro” que comprende sus conflictos y el carác-
Con más o menos bronca, con más o menos ter dialógico que se genera en las asambleas, en los
rencor hacia estas microestructuras de poder me- trueques, en fin, en las OSC.
diático, ninguno de los entrevistados ha denostado “De esta manera [el sujeto] no sólo afirma su
la existencia de las mismas frente al avance conti- identidad individual, sino también una identidad
nuo de los movimientos populares y otras formas colectiva, como género, raza, clase, nación; mino-
de organización social. Sólo uno de ellos piensa que ría, mayoría, dominador o dominado. Y esto supo-
en algún momento los medios de comunicación ne demarcar roles, territorios, rivales o aliados, su-
podrán reemplazar a los partidos tradicionales, con- pone jugar con un caudal simbólico, con una di-
dición necesaria del sistema representativo republi- mensión institucional y también política” (Castañe-
cano de la Argentina. da en Vila de Prado, 2000). El refuerzo de esta iden-
Estos grupos que luchan por los derechos socia- tidad tiende al reestablecimiento de un espacio pú-
les o individuales, iniciativas solidarias, autorresolu- blico que gestione emprendimiento autónomos,
ción de demandas, emprendimientos productivos, acorte distancias entre los sujetos, mejore sus con-
asociaciones de vecinos, espacios de debate, gru- diciones de vida y amplíe los espacios de diálogo
pos de protesta, no pretenden ubicarse en el go- entre todos los sectores del país. Al gran pueblo ar-
bierno, ni acostarse en la cama de la casa de Olivos gentino… ¡salud!
en donde durmió Duhalde, porque sí poseen una
idea del proyecto de país y sociedad al que aspiran. Bibliografía
Porque, como señala García Delgado (2003), “en el
fondo están pensando quiénes son los actores re- - BOMBAROLO, F. “El contenido y el envase”, en
presentativos de ella (la sociedad civil), cómo se ge- Acerca de la constitución del Tercer Sector en la Ar-
neran nuevos espacios de participación, qué lugar gentina, CENOC, Buenos Aires, 2003.
ocupan las OSC en la resolución de la cuestión so- - CALETTI, S. “Socialidad, vida política y prácticas
cial, etc.”. Y en virtud de ello, cualquier pregunta comunicacionales de la pobreza”, Documento de
sobre lo social implica, necesariamente, alguna vi- Trabajo, Buenos Aires, 1994.
sión sobre el Estado que se desea. - CAPARRÓS, M. Qué país. Un informe urgente so-
Otro parece ser el soporte identitario de la so- bre la Argentina que viene, Planeta, Buenos Aires,
ciedad argentina. Hay un antes y un después del 19 2002.
y 20 de diciembre de 2001. Algo hizo “clic” en la - GARCÍA DELGADO, D. y DEL PIERO, S. “Los cam-
mente de miles de ciudadanos que a su manera, se- bios recientes en la sociedad argentina y el rol de las
gún su criterio, ideología y recursos, pese a la diver- Organizaciones de la Sociedad Civil”, en Acerca de
sificación de los reclamos y pese a ser concientes de la constitución del tercer Sector en Argentina, CE-
que la separación de los mismos (y su imposible NOC, Buenos Aires, 2003.
unidad) le abre el juego a la lógica capitalista, dije- - REY LENNON, F. “Las cacerolas vacías: la crisis ar-
ron basta. Basta de una década -que sólo en este gentina y los medios de comunicación”, en revista
país es capaz de durar más de diez años- de enga- Chasqui Nº 77, Buenos Aires, 2002.
ños y defraudaciones; basta de espejitos de colores, - VARGAS HERNÁNDEZ, J.G. “Teoría de la acción

152
colectiva, sociedad civil y los nuevos movimientos
sociales en las nuevas formas de gobernabilidad en
Latinoamérica”, en revista digital Nombre Falso.
Comunicación y sociología de la cultura, agosto de
2003. Disponible en: http://www.nombrefalso.co-
m.ar/articulo.php?id=10
- VILA DE PRADO, R. “Las identidades colectivas en-
tre la construcción y la reconstrucción”, en revista
Acta Académica Nº 1, Vol. 5, Universidad Autóno-
ma Gabriel René Moreno, Santa Cruz de la Sierra,
Bolivia, junio de 2000.

153
ché personalmente, una me marcó más que otras:
Propuestas metodológicas la de un amigo que había descubierto las imágenes
para un análisis de las emisiones televisivas haciendo zapping. Primero creyó que se trataba de
cine catástrofe para adolescentes, luego, al notar
que dos canales del servicio público transmitían el
Traducción: mismo programa, pensó en una huelga… En cam-
Valeria Liljesthröm / Natalia Ferrante bio, aquellos que se habían precipitado frente al te-
levisor tras haber escuchado la información en la ra-
dio quedaron pasmados, incapaces de ir más allá de
lo visible.
Esta dualidad de recepción demuestra hasta
qué punto la categorización de las imágenes es

A
esencial en la relación que establecemos con ellas.
Por François Jost diferencia del espectador, que elige la pe- Dado que se trata de un medio que tiene la parti-
lícula que va a ver, el telespectador vive cularidad de mostrar imágenes pertenecientes a to-
Profesor de la Universidad de la comúnmente la experiencia de encontrarse a mer- dos los géneros, y que hoy en día gusta de mezclar-
Sobornne Nouvelle Paris III y ced del zapping, frente a imágenes de las cuales no los, es importante construir un sistema estructuran-
Director del Centro de Estudios conoce ni la procedencia ni el contexto. Esa sensa- te que permita explicar tanto la concepción de los
sobre Imagen y Sonido ción de estar un poco perdido frente a lo que se mi- programas, como su estructuración y recepción. Y
Mediáticos (CEISME), donde ra, de ya no saber muy bien cómo interpretarlo, ca- que permita, también, observar las variaciones cul-
enseña análisis de la televisión y da uno de nosotros la ha experimentado alguna vez turales o históricas sobre bases comunes. Esencial-
semiología audiovisual. Es al encender la televisión automáticamente, y más mente, el desarrollo que se presenta a continuación
miembro del Consejo Consultivo aún si, luego de un largo viaje, nos hemos encontra- apunta a presentar los presupuestos epistemológi-
Internacional de ASEMASS & do en la habitación de un hotel en un país que no cos del sistema de la comunicación televisiva, y el
COMGLOBAL y autor de libros conocemos y cuya lengua no entendemos. De he- marco conceptual sobre el que se basan mis análi-
como Nouveau Cinéma, nouvelle cho, con el desarrollo de la difusión por satélite, ya sis de los programas, de la programación y de los
sémiologie (1979), no es necesario ir al otro lado del mundo para verse canales. Para hacer más claro mi razonamiento, lo
L’oeil-caméra: entre film et confrontado con tal situación: la pérdida de referen- organizaré en torno a cuatro principios que consti-
roman (1987), Un monde à notre cias frente a la multiplicidad de guías de programa- tuyen, de alguna manera, la clave de mi sistema.
image. Enonciation, cinéma, ción y de emisiones televisivas es algo cotidiano.
televisión (1992), La Télévision Para tener una idea de lo que se produce en la 1. El conjunto de los géneros y de los progra-
française au jour le jour (1995), mente del espectador no tenemos más que recor- mas de televisión puede categorizarse en función
Introduction à l’analyse de la dar lo que sentimos frente a las imágenes del aten- de tres mundos que, en cierta forma, juegan el rol
televisión (2004) y Années 70, la tado del 11 de septiembre. Aquellos que descubrie- de archigénero o, en términos peirceanos, de inter-
televisión en jeu (2005), entre ron las imágenes de las torres en llamas sin saber pretante.
otros. nada del acontecimiento tuvieron dificultades para Desde hace cuarenta años, la semiología de la
comprender la significación de los hechos que esta- imagen privilegia la reflexión sobre la analogía, ya
ban observando. Todo el mundo, alguna vez, com- sea que se trate de sostener que todo en la ima-
paró con sus seres cercanos “su propio” 11 de sep- gen es código (Eco), convención (Metz) o, al con-
tiembre, relacionando este evento histórico con su trario, que la fotografía es un signo natural
propia “pequeña” historia. De todas las que escu- (Schaeffer). Sólo las aproximaciones desde las teo-

154
rías de la enunciación desplazaron esta problemá- Esta es la razón por la cual debemos invertir el
tica, llamando la atención sobre las relaciones de razonamiento de la primera semiología y en vez de
la imagen con su “autor” (en un sentido muy am- partir de la imagen, que no es más que la superficie
plio, dada la preferencia de los investigadores por visible del mundo, el fenómeno, me parece preferi-
construir instancias diversas) o sobre las marcas ble partir del género, que es su fundamento inteli-
del autor en la imagen. gible. Desde esta perspectiva, consideraremos que
Ahora bien, debemos reconocer que con la te- la imagen es un signo, un representamen como di-
levisión ese marco teórico ya no es suficiente. En ce Charles S. Peirce, que hace referencia a un obje-
primer lugar, porque en gran parte de los casos las to y que no adquiere significado a menos que cons-
cuestiones que plantea van mucho más allá de la truya en la mente del que la mira un interpretante,
analogía. Si miramos hacia atrás, nos damos cuen- es decir, otro signo más desarrollado. En este caso,
ta hasta qué punto esta última dependía del terre- el cine catástrofe y la ciudad de Nueva York fueron
no ficcional en el que se desarrolló la primera se- los dos interpretantes de las imágenes del atentado
miología del cine. Cuando nos encontramos frente contra el World Trade Center.
a la imagen de un edificio en llamas lo primero que
nos preguntamos es si se refiere a nuestro mundo o 2. Todo género reposa sobre la promesa de una
no. Ya no es necesariamente la relación de la ima- relación con un mundo, cuyo modo o grado de
gen-signo con el mundo-objeto lo que nos ocupa, existencia condiciona la adhesión o la participación
sino la relación de la imagen con el documento. Re- del receptor. En otros términos, un documento, en
lación que funda su verdad mucho más que la ana- sentido amplio, ya sea escrito o audiovisual, es pro-
logía. En suma, no basta con mirar o analizar las ducido en función de un tipo de creencia a la que
imágenes para comprenderlas, ni tampoco con re- apunta el emisor y, en contraposición, no puede ser
ducirlas a códigos o a sub-códigos como lo creía interpretado por el que lo recibe sin una idea previa
con indefectible optimismo la semiología de los del tipo de lazo que lo une a la realidad.
años 60. Una definición tal supone que, si bien los géne-
Si algunos pudieron contemplar la destrucción ros existen en cantidad indefinida y variable, según
de las dos torres sin horror, es porque las imágenes las épocas o los países, no pasa lo mismo, en cam-
en sí no eran más horribles que tantas otras -implo- bio, con los mundos que son sus interpretantes. De
sión de un edificio para rehabilitar un barrio pobre manera que esos mundos constituyen archigéneros
del conurbano o seísmo en la otra punta del mun- que subsumen la proliferación de las nominaciones.
do- y porque no eran atroces más que desde el mo- Ahora bien, ¿cuáles son, en general, lo mundos ne-
mento en que se sabía que provenían del mundo cesarios para la intelección del flujo televisivo?
real. Esto demuestra la importancia que tiene la
frontera que trazamos entre las imágenes que se re- 2.1 El mundo real
fieren a nuestro mundo, o que dicen provenir de él, La primera cuestión es saber si los signos hacen
y aquéllas que representan un mundo parecido al referencia a objetos existentes en nuestro mundo o
nuestro. Por supuesto, esta frontera es tanto más si se refieren a puras “quimeras”, a entidades ficti-
necesaria para la televisión cuanto que sabemos cias. Esto, que parece evidente en géneros como el
que transmite toda clase de documentos y que se documental o el noticiero televisivo, que afirman re-
complace maliciosamente en confundir los puntos ferirse a nuestro mundo y proporcionarnos infor-
de referencia. mación para que lo conozcamos mejor, resulta más

155
discutible cuando hablamos, por ejemplo, de “real 2.2 El mundo ficticio
TV” o de “tele-realidad”. No obstante, sea como La ficción es el término y la categoría que opo-
sea que un documento televisivo esté enfocado por nemos más fácilmente a la realidad, tal como lo de-
su difusor o por su receptor -insisto en el “o”- co- muestra la expresión tan aceptada: “La realidad ha
mo algo que se refiere al mundo significa que po- superado a la ficción”. Dado que pensamos que un
demos tomarnos en serio lo que nos muestra por relato proviene de un mundo ficticio, nos prepara-
tres razones. Estas razones, a su vez, derivan de la mos para aceptar hechos en los que no creeríamos
triple manera en que podemos considerar las imá- forzosamente si provinieran de nuestro mundo. De
genes como signos: esta manera, el mismo telespectador que se niega a
creer en una imagen sacada de una revista sobre lo
- SIGNOS DEL MUNDO: las imágenes pueden consi- paranormal que muestre, por ejemplo, a un niño
derarse signos del mundo que nos informan sobre desplazando un vaso sólo con el poder de su men-
nuestro universo en un momento dado. Así es co- te, podrá, en cambio, seguir gustoso una serie o
mo miramos en general el noticiero televisivo: nos una película basada en la telekinesis.
interesa en la medida en que da cuenta de una rea- Como lo dijo Thomas Pavel (1986), lo que es
lidad a la que pertenecemos de cerca o de lejos. Los constitutivo de la ficción es el distanciamiento que
documentales también nos interesan por su capaci- introduce -y que nosotros percibimos o no- con res-
dad testimonial frente a nuestro mundo, cualidad pecto a nuestro mundo. Esto no significa, en efec-
que del mismo modo atribuimos a lo que es en di- to, que el mundo de la ficción no haga referencia a
recto: sea cual fuere el evento transmitido, no sólo ningún elemento real: muchas películas de cine, pe-
nos da la impresión de ser “testigos” del mundo, lículas para la televisión o series, tienen como deco-
como lo afirmaba ya Rudolf Arnheim en 1935, sino rado a nuestro mundo, lo que comúnmente nos
también de que podemos tocarlo con el dedo. Esta permite identificar tal barrio, tal calle o tal edificio
es la razón por la cual la televisión usa y abusa del que conocemos. Así, mucho antes del 11 de sep-
término “directo”, ya sea que se trate de la trans- tiembre de 2001, Independance Day puso en esce-
misión de una catástrofe o simplemente de una na una catástrofe en el corazón de Manhattan. Pe-
función de Star Academy1. ro mirar una película como una ficción implica con-
- SIGNOS DEL AUTOR: las imágenes también pue- siderar que, más allá de los elementos de los que se
den retenernos por la información que nos propor- compone, que pueden ser ficticios o reales, el mun-
cionan acerca de su autor. Así, al mirar el diario fil- do que construye es globalmente inventado. Imagi-
mado de Hervé Guibert, sobre el avance de su en- nemos, para cambiar, que mientras hacemos zap-
fermedad, pensamos primero en lo que vivió en las ping descubrimos una secuencia en la que un niño,
últimas semanas, debido a que el documento mani- sentado en su silla alta, mueve a distancia, sólo con
fiesta una verdad profunda acerca del ser y de su su mirada, un vaso que se encuentra en una mesa.
sufrimiento. Si pensamos que se trata de un documental lo acu-
- SIGNOS DEL DOCUMENTO: las imágenes, a veces sin saremos de trucar o manipular las imágenes, a me-
autor conocido, remiten a cierto tipo de documen- nos que creamos en la telekinesis; en cambio, si
tos. Por ejemplo, como sucedió con el descubri- asociamos dicha secuencia a una ficción la acepta-
1 Nota del traductor: programa co- miento de las imágenes a color de la Liberación de remos, pero a condición de que sea un “buen” re-
nocido en Argentina como Opera- París que contrastan con todo lo que conocíamos lato. En otras palabras, estamos listos para suspen-
ción Triunfo. hasta el momento. der la incredulidad que manifestamos en nuestra

156
cotidianeidad y entregarnos a los placeres de la fic- sus referencias, y obedeciendo a un sistema de re-
ción. Y es precisamente por este mecanismo que las glas como la ficción, el mundo lúdico es entonces
imágenes del 11 de septiembre se volvieron horri- un entre-dos que tiene que ver con un tercer tipo
bles recién a partir del momento en que las asocia- de creencias. Los niños supieron comprenderlo y
mos al mundo real. hacen la distinción entre lo que es “de verdad”, lo
Volveré sobre el hecho de que lo que es ficticio que es “de mentira” en la ficción y lo que es “en
para el productor -que sabe que la ficción comien- broma” (que los quebequenses llaman también
za desde el momento en que utiliza actores- no lo “pour le fun”). Una consideración más: el mundo
es forzosamente para los espectadores, lo que su- lúdico, desde un punto de vista pragmático, no se
cede debido a que “suspender la incredulidad”, en reduce a las formas utilizadas, depende más bien
cuanto hay ficción, está lejos de ser algo universal- de la manera en que los argumentos son inventa-
mente compartido. dos, planteados y enunciados. Por ejemplo, un jue-
go puede utilizar pequeñas ficciones o requerir la
2.3 El mundo lúdico invención de pequeñas ficciones y, sin embargo, ser
Umberto Eco (1985), que fue uno de los prime- ante todo un juego.
ros en mostrar el rol de la oposición información vs. Desde un punto de vista semiótico, hay además
ficción en la categorización de los programas televi- una razón suplementaria para tener en cuenta un
sivos, subrayaba que había un tipo de programa tercer mundo. En los casos de las referencias a los
que no era fácil de clasificar dentro de este conjun- mundos reales y ficticios, los signos aspiran a una
to de consideraciones: el juego. “¿Dice la verdad o cierta transparencia, sobre todo tratándose de imá-
pone en escena una ficción?”. Si bien la respuesta genes y sonidos: tienen menos importancia que lo
no es obvia, el semiólogo concluye finalmente con que muestran. En el mundo lúdico el signo se remi-
una combinación realidad-ficción. Si se toma en te a sí mismo, de manera sui-reflexiva, al mismo
cuenta mi definición de género, en tanto promesa tiempo que remite a un objeto. Esta “transparen-
de una relación con un mundo, es necesario ir un cia-con-opacidad”, como dicen los lingüistas, se de-
poco más lejos. Hasta ahora hemos considerado fine por el hecho de que el signo, “ni transparente
“dos maneras de hacer mundos”: o bien hacer re- ni opaco, es a la vez transparente y opaco, se refle-
ferencia a nuestro mundo -que convenimos en lla- ja al mismo tiempo que representa algo distinto de
mar la realidad-, o bien hacer referencia a un mun- lo que él es” (Récanati, 1979).
do mental. Pero es necesario imaginar un tercero. Este modo de visualización del signo como tal
¿Por qué? En primer lugar, porque el juego in- (por ejemplo, un movimiento de cámara “impeca-
cluye géneros y tipos de discurso que no son forzo- ble” o un decorado muy artificial) se acerca a uno
samente ficcionales: jugar al loto, contestar adivi- de los rasgos definitorios del juego y es, por otro la-
nanzas o saltar al elástico. En segundo lugar, por- do, lo que algunos le reprochan cuando hablan de
que la ficción se define, esencialmente, por la crea- gratuidad. En efecto, y según el Larousse, el juego
ción de un mundo fundado en la coherencia y no es “una actividad física o intelectual no impuesta y
en invenciones diseminadas: personajes, lugares o gratuita (la cursiva es mía), que realizamos para di-
comportamientos (lo que no supone fingimientos vertirnos y para sentir placer”. De este modo, al “de
lúdicos como la prenda o la imitación). En tercer lu- verdad” de la información, que toma al mundo co-
gar, porque lo lúdico reposa más en la gratuidad mo referente, y al “de mentira” de la ficción, que
que en la invención. Tomando de lo real muchas de apunta a un universo mental, hay que agregar en-

157
tonces un “en broma”, en el cual se toma por ob- actúan como interpretantes en el sentido peirceano,
jeto la mediación, ya sea que se trate de jugar con hay que imaginar los géneros, no como puntos so-
el lenguaje (enunciación), de jugar con el juego bre un mapa, sino como placas terrestres suscepti-
(alea) o de hacer arte por el arte. De allí que propu- bles de sufrir desplazamientos. De este modo, en ca-
se, para caracterizar esta última posibilidad lógica, da vértice del triángulo puede ubicarse uno nuevo
la apelación al mundo lúdico. que reproduce la configuración de la totalidad del
En resumen, los tres mundos - real, ficticio y lú- mapa (de la misma manera que los fractales). Y en
dico- pueden ser esquematizados de la siguiente el mundo de los juegos esto es bastante evidente.
manera: Si nos basamos en los cuatro tipos de juego que
distingue Roger Caillois (1976)2, podemos partir de
LÚDICO la idea de que no todos tienen el mismo grado de
“lucidez”. Algunos son eminentemente lúdicos en
la medida en que ellos mismos constituyen su pro-
pia finalidad: son juegos por el juego, como sucede
con el salto al elástico, la escalada o el equilibrismo;
es decir, aquellos juegos que Caillois agrupa bajo el
término ilinx (“torbellino de agua” en griego), o
también los juegos de azar puro (alea). A partir de
Fort Boyard (1998) numerosas emisiones sacaron
provecho del ilinx: desde Fear Factor, en el que una
REAL FICTICIO joven debía soportar permanecer cuatro minutos en
un acuario lleno de serpientes y cucarachas, hasta
Si dejé este triángulo en blanco es porque los Sortez-moi de là, je suis une célébrité que utiliza el
géneros no están ubicados en un mundo o en otro mismo principio.
de una vez por todas. La apuesta de la comunica- Los juegos fundados en la mimicry (mimetismo
ción televisiva reside en ese movimiento continuo: en inglés), y que comprenden todas las actividades
el canal propone asociar tal o cual programa con un que consisten en simular o fingir un personaje sin
mundo y el telespectador acepta o no esa propues- intención de engañar al espectador, mantienen, en
ta. De ahí el tercer principio: cambio, fuertes relaciones con el mundo real y con
el ficticio. Lo que llamamos tele-realidad, por ejem-
3. Lejos de estar fijada de una vez y para siem- plo, es ante todo un juego de rol en “tamaño natu-
pre, la ubicación de los géneros es variable según el ral” en el que los participantes deben alcanzar las
punto de vista desde el que se los mire, y es lo que metas que se les asignan, la mayor parte del tiem-
2 N.T: Para Caillois las cuatro acti-
tudes elementales que rigen los hace de la comunicación televisiva algo más que un po bajo la autoridad de un conductor del juego (el
juegos son: la competencia (agon), conjunto de reglas por el que el receptor ratificaría animador) que les fija las pruebas a cumplir en la
la suerte (alea), el simulacro (mi- pasivamente la semantización de los géneros por el realidad: formar una pareja (Loft Story), “sobrevi-
micry) y el vértigo (ilinx). emisor. vir” en una isla desierta (Survivor), poner a prueba
3 N.T: Loft Story, Survivor y Temp-
Como dije anteriormente, si la comunicación te- la fidelidad de su compañero (Temptation Island)3 o
tation Island son conocidos en Ar-
gentina como Gran Hermano, Ex- levisiva es un modelo dinámico en donde emisor y hacer de alumno en un internado con profesores
pedición Robinson y La isla de la telespectador no siempre coinciden en el sentido “verdaderos” y preceptores “verdaderos” (Le Pen-
tentación. que le dan a un programa, es decir, si esos mundos sionnat de Chavagnes). En cambio, cuando el juego

158
consiste en disfrazarse para imitar actores o cantan- de todos los animales cohabitan, o están a la mis-
tes se acerca al mundo ficticio, puesto que se trata ma escala, y hablan la misma lengua sin importar
de ponerse en la piel de un personaje. Puede ser de qué especie sean (Dinos Juniors, Bambou)
también el caso de programas en donde el anima- - Las ficciones “lúdicas”, que no son más que pre-
dor da una prenda a uno de los participantes a fin textos para jugar con las convenciones del dibujo
de que improvise la imitación de determinada cele- animado (Tex Avery) o para poner en escena “atrac-
bridad o actúe cierta situación (Les Grands enfants, ciones” como Pokemon, cuyo interés proviene de
Les Grosses têtes). las escenas puramente “enérgicas” de enfrenta-
En consecuencia, la tópica de los juegos televi- miento.
sivos puede esquematizarse de la siguiente manera:
LÚDICO
MUNDO LÚDICO

ILINX (FORT BOYARD,


FEAR FACTOR) LÚDICO
AGON ALEA
MIMICRY (LOTO MILLONARIO)
(JUEGOS DE ROL, MIMICRY
TELE-REALIDAD) (DISFRACES,
IMITACIONES, PRENDAS)
REAL FICTICIO

REAL FICTICIO
MUNDO REAL MUNDO FICTICIO
Esas diferencias de accesibilidad a la ficción lle-
MAPPING DE LOS JUEGOS TELEVISIVOS
van a duplicar el “triángulo de los mundos”, como
Tal como lo he mostrado en otro trabajo (Jost y lo vemos aquí arriba. Sin embargo, estas represen-
Chambat-Houillon, 2003), una tectónica de placas taciones plantean un problema de representación
del mismo orden puede divisarse del lado de la fic- que constituye también una cuestión teórica de
ción en el caso de los dibujos animados para niños. fondo. Por ejemplo, si considero sólo el triángulo de
Según los criterios definidos anteriormente, efecti- los juegos no es lo mismo inscribirlo en el triángulo
vamente podemos diferenciar los dibujos animados de los mundos:
transmitidos por TF14 en función de la mayor o me-
nor distancia con respecto a nuestro mundo y de la LÚDICO
accesibilidad que resulta de ello5. De ahí tres cate-
gorías de dibujos animados:
- Las ficciones “naturalizantes”, es decir, aquellas
que intentan reducir la distancia imitando lo más 4 N.T: TF1 y M6, este último citado
posible situaciones del mundo real y su apariencia más adelante, son canales de tele-
física (por ejemplo, Olive et Tom6, que cuenta la vi- REAL FICTICIO visión franceses.
5 El estudio se refiere a mayo de
da de un equipo de fútbol, o los problemas escola-
2001.
res que aborda Hé Arnold) 6 N.T: dibujo animado conocido en
- Las ficciones “abiertamente ficticias”, como las Argentina como Súper campeo-
que transcurren en un mundo maravilloso, en don- REAL FICTICIO nes.

159
… que unirlo al vértice del mundo lúdico: nido lo que desea, (así) lo que ve el telespectador
no tiene nada que ver con las verdaderas condicio-
nes de trabajo”. La actividad de los participantes es
calificada como trabajo en la medida en que éste se
define como “convención por la cual una persona
se compromete a poner su actividad a disposición
de otra persona -ante quien se subordina- a cambio
de una remuneración”. Los ex participantes cobra-
ron 1.525 euros de pago parcial anticipado por
contratos de merchandising que no “condujeron a
nada” (Garrigos y Roberts, 2006) y finalmente fue-
ron remunerados.
Otra posibilidad: dudar entre lo real y el juego,
o aun lo ficticio, como sucedió en el caso de Pop
Stars (Pop Idole). A fines de diciembre de 2001, la
Estas diferencias de representación no son pura- Sociedad de Autores y Compositores Dramáticos
mente formales, requieren dos tipos de saberes y de (SACD) y varias instituciones que defienden los in-
creencias muy diferentes según la clase de progra- tereses artísticos y culturales iniciaron ante el Con-
ma que se quiera situar. En el primer caso (triángu- sejo de Estado un recurso contencioso frente a esta
lo integrado), el desafío de la categorización consis- “tentación de otorgar la calificación de obra audio-
te en saber si el programa se refiere a la realidad o visual a programas de tele-realidad que no corres-
al mundo lúdico; en el segundo, en tanto, no hay ponderían a los criterios que exige una obra”. La
ambigüedad sobre el estatuto lúdico del programa, SACD consideraba que la emisión se fundaba en el
sino simplemente sobre el grado de lucidez que juego televisivo, en los programas de variedades y
contiene. Los programas recientes de lo que llama- en la autopromoción. El Consejo de Estado rechazó
mos “reality shows” o “tele-realidad” plantean la demanda, considerando que no estaba lo sufi-
cuestiones de este tipo: al principio anclados en lo cientemente fundamentada, y juzgó que Pop Stars
real, y presentados como más reales que lo real, hoy “tiene como objeto principal presentar al público el
son considerados más bien como juegos, o incluso entrenamiento, la formación y la progresión, en el
como ficciones. ámbito de la canción, de las personas seleccionadas
Un caso particularmente interesante es el pre- y de describir un inicio de carrera efectiva, en el se-
sentado por Temptation Island, que pone a parejas no de las profesiones del espectáculo”, agregando
frente a frente con criaturas de ensueño a fin de que la emisión “contiene elementos de guión, una
probar su fidelidad. Tres participantes demandaron puesta en escena y un montaje”, que son elemen-
a los productores ante el tribunal, abogando que no tos propios de “la obra televisiva”. De este modo, y
se trataba de un juego sino de un trabajo. Los ma- como afirma el Informe de actividad del Consejo
gistrados les dieron la razón en marzo de 2006, Superior de lo Audiovisual (2003), “el Consejo de
considerando que La isla de la tentación supone al- Estado reconoció que la emisión contenía, cierta-
rededor de 280 horas de grabación en las que “los mente, elementos de juego y de variedades, pero
participantes hacen entrevista sobre entrevista, re- afirmó que éstos no presentaban más que un carác-
pitiendo la toma hasta que el productor haya obte- ter accesorio y que no eran susceptibles de hacer

160
ver a Popstars como procedente principalmente del ta canta en un escenario sin hacer play-back, otros
juego y de las variedades”. Como es de imaginar, a para designar imágenes tomadas en vivo (“live”),
cierto plazo, una decisión semejante podría cambiar incluso los mismos periodistas no dudan en afirmar
la definición del documental. en ciertas circunstancias: “Las imágenes que vamos
En Francia, un género nuevo como el “docu-fic- a ver fueron grabadas ayer en directo en Bag-
ción” plantea el mismo tipo de problema: ¿Hay que dad…”. En cuanto a la ficción, la relación que man-
asociarlo al mundo real o al mundo ficticio? ¿O hay tiene con la realidad es muy variable. Las telenove-
que considerarlo una especie de documental y aso- las brasileras, por ejemplo, son tomadas muy en se-
ciarlo al mundo real? Si la primera vacilación atrapa rio por todo un sector de la población que, a menu-
al público, los canales, en cambio, no dudan: los in- do, se las “agarra” con los actores que hacen el pa-
cluyen en su categoría de documental. Desde el pel de malos.
punto de vista de la recepción, esos dos modos de Luego de estas observaciones podemos concluir
representación diferencian a aquellos que saben a que la categorización de una emisión en un género
qué mundo asociar una emisión (real, lúdico, ficti- depende, a la vez, del saber y de la creencia: ¿Dón-
cio) y a aquellos que dudan sobre el estatuto del de comienza, por ejemplo, la ficción, tratándose del
programa. Y es esta inestabilidad, en términos de audiovisual? ¿A nivel de la imagen? ¿Del relato?
promoción o de recepción, la que me conduce a ¿Del discurso? Resolver estas preguntas supone un
una cuarta regla de la comunicación televisiva: saber. No obstante, sean las que fueren las variacio-
nes de saber entre los espectadores, clasificar un
4. Lejos de estar pautada como un contrato, programa del lado de las ficciones, más que del de
que corresponde al esquema con triángulo exterior la realidad, engendra creencias. En consecuencia,
(los convencidos), la comunicación televisiva reposa pudiendo esta creencia ser errónea, corresponde al
sobre una doble promesa: analista de la televisión definir muy bien lo que pue-
- Una promesa ontológica: esta promesa está de esperarse de un género o, si se prefiere, cuál es
contenida en el nombre del género mismo. Así, to- su horizonte de expectativas (Jauss, 1977).
da “comedia” es una promesa de risa, indepen- - Una promesa pragmática: una cosa es saber lo
dientemente de su éxito efectivo. Toda emisión “en que es el directo o la ficción, y otra determinar si tal
directo” está fundada en la simultaneidad del even- o cual programa es en directo o ficcional. Muy fre-
to y de la recepción y, por esto mismo, es portado- cuentemente, el telespectador no sabe a priori a qué
ra de una garantía de autenticidad que no posee género pertenece una emisión, ya sea porque su
forzosamente una emisión grabada. Toda ficción es “formato” es nuevo, ya sea porque no tiene ningu-
la promesa de un mundo organizado en función de na manera de saberlo (por ejemplo, nada diferencia
una coherencia de conjunto. Esta enumeración po- la transmisión de un programa en directo de la
dría continuar, pero tal como está basta para con- transmisión de un programa “grabado en las condi-
vencernos de que el conocimiento de las promesas ciones del directo”), por lo que se requiere a menu-
asociadas a un género es más o menos bien com- do de indicios extra-televisivos para determinar si se
partido por el público. Si bien todos estamos de trata de uno u otro (por ejemplo, saber que tal can-
acuerdo en que una comedia tiene la obligación de tante, visto en un programa de variedades con la
ser cómica, el término “directo”, en cambio, da lu- nominación “directo”, toca esa misma noche en un
gar hoy en día a muchas confusiones: algunos lo teatro parisino). Para influir en las creencias de los
utilizan para calificar programas en los que un artis- telespectadores, los canales asignan por anticipado

161
un nombre de género a una emisión. Como el “di- tal” una filmación que hace inteligible un estado
recto” es portador de una promesa ontológica de del mundo que existe independientemente de di-
autenticidad, ellos no dudan en caratular sus imáge- cha filmación, mientras que en el caso de Loft Story,
nes con esa denominación -como acabamos de ver- la realidad es imaginada y construida con el único
lo-, aun cuando sea mentira. Pero las estrategias de fin de ser filmada. Por cierto, los productores de ci-
marketing van mucho más lejos: el mayor logro de ne comprendieron el peligro de semejante desliza-
estos últimos años es sin dudas la “tele-realidad”. miento semántico y presentaron un recurso ante el
Lanzado originariamente con el nombre “real-life Consejo de Estado para impedir que M6 colocara a
soap”, Big Brother, que en Francia se convirtió en Pop Stars dentro de esa categoría. Lamentablemen-
Loft Story, fue investido de un nuevo nombre de gé- te, éste falló a favor del canal, aprobando una ex-
nero: “tele-realidad”. Si bien la denominación dada tensión de la noción de documental muy riesgosa.
por el productor Endemol acercaba el programa al Lo que es propio de la promesa es que no nece-
género ficción, mostrando que de lo que se trataba sita del otro para existir. Basta con decir “prometo”
era de hacer una telenovela con la vida real, al prin- para hacer una promesa. Al ser un compromiso so-
cipio M6 situó su programa enteramente del lado bre el futuro, es sometida, en un segundo momen-
del mundo real. Esta estrategia funcionaría más allá to, al juicio de aquel a quien se la hemos hecho. El
de toda esperanza, focalizando los debates entre in- otro tiene derecho a exigir que los actos correspon-
telectuales, a la salida de la emisión, exclusivamente dan a las palabras. En este sentido, la promesa de
en la cuestión de la documentalidad y de la repre- “tele-realidad” hecha a propósito de Loft Story es
sentatividad de los jóvenes. La promesa pragmática un compromiso tomado ante los telespectadores
puede consistir también en colocar una ficción en sobre la absoluta transparencia del programa, que
una función nocturna dedicada a tratar un proble- va a permitirnos acceder directamente a los hechos
ma de sociedad, que viene a ser lo mismo que au- filmados (“Nada se les escapa a las veintiséis cáma-
tentificarla a los ojos de los telespectadores. ras […] No nos perderemos nada de lo que pasa en
Esta promesa del canal es difundida por diver- las noches tranquilas o agitadas. Incluso durante la
sos soportes de comunicación: las conferencias de noche, serán filmados con cámaras infrarrojas”,
prensa de los dirigentes indicando las grandes anunció la primera noche el presentador Benjamín
orientaciones estratégicas (así, a inicios del 2004, el Castaldi). Un primer grupo de telespectadores, los
presidente del directorio de M6 anunció que la “te- “crédulos”, confió en el canal sin siquiera verificar
le-realidad” evolucionaba hacia el “docu-ficción”), lo que se decía y, como lo vimos luego, ponderó la
los avances cinematográficos y, a menudo, las fi- supuesta documentalidad de Loft Story. Otros, en
chas técnicas. Además de su rol en la construcción cambio, prefirieron confrontar esta promesa con el
de sentido, la denominación de las emisiones pue- análisis de las imágenes, los sonidos y las condicio-
de tener también un rol económico. El hecho de nes de difusión. Aparecieron entonces numerosas
que M6 haya llamado a Pop Stars “documental” le distorsiones de la “realidad”: el hecho de que la
permitió al canal obtener subvenciones del Centro emisión, contrariamente a lo que se había anuncia-
Nacional de Cinematografía, reservadas para ese ti- do, no fuera en directo sino transmitida con una di-
po de género. Y, sin embargo, para admitir este ferencia de 2’45’’; que la elección de los participan-
programa dentro de la categoría de “documental” tes se realizara mediante un casting preestablecido;
hay que distorsionar un poco la definición del tér- que se seleccionaran algunos diálogos o algunas se-
mino: por lo general, entendemos por “documen- cuencias, en función de esquemas narrativos saca-

162
dos directamente de los sitcoms, etc., hizo que es- televisión de los años 70 y, como todo el mundo, al
te grupo de “escépticos” terminara por cuestionar principio me vi tentado de medir los volúmenes ho-
nuevamente la comunicación del canal. rarios consagrados a la ficción, a los entretenimien-
Considero, entonces, que en todo público pue- tos, a las informaciones, para compararlos luego
den encontrarse estas tres categorías de espectado- con los de decenios anteriores y posteriores. Sin
res: los crédulos, que toman al pie de la letra las embargo, esto plantea un problema: mientras que
promesas de sentido anticipadas por la comunica- uno cree estar midiendo entidades comparables,
ción mediática del producto; los escépticos, que contabilizamos a menudo objetos heterogéneos so-
desconfían de la manipulación y buscan pruebas metidos a una categorización de las emisiones por
para desmentir dicha comunicación, y los “deca- canales. Basta con consultar algunos de los progra-
dentes” que encuentran placer en ese juego con los mas de la época para darse cuenta de que lo que
códigos, en los que les gusta ver un efecto del arte entonces se llamaba “variedades” poco tiene que
posmoderno. La “influencia” de esta comunicación ver con lo que nosotros ponemos hoy en esa cate-
es tanto más fuerte cuanto que el sistema mediáti- goría: una emisión como el Grand Echiquier, que en
co quiere que la promesa de sentido sea comunica- 1973 ocupaba toda una función nocturna semanal,
da incluso antes de que la emisión exista: la juzga- recibía tanto cantantes que aparecían poco en tele-
mos por anticipado, sin verla, y luego ese juicio tie- visión, como intérpretes de música clásica o artistas
ne peso en nuestra recepción. de cabaret, lo que hoy en día sería inconcebible. De
Los géneros son mucho más numerosos que los ahí la desconfianza en cuanto a la utilización que
tres mundos que sirven de referencia a su interpre- podemos hacer de las promesas subsumidas por la
tación, pero sería erróneo creer que es posible esta- nominación. Pero hay más: al leer revistas de televi-
blecer una clasificación única y estable. Con todo lo sión de la época, como Télérama, descubrimos que
dicho anteriormente habremos comprendido que esas categorías dejan entrever un sistema de clasifi-
los géneros son más bien categorías que varían cación en el que nunca habríamos pensado sin esa
considerablemente en función del uso que haga- publicación. Los años 70, no importa de qué géne-
mos de ellas. Las lógicas de denominación de los ro se trate, están regidos en primer lugar por lo que
programas son, en efecto, muy variables según su se llama “hacer televisión sentados”. Tomando esta
utilización: frecuentemente ocurre que una misma expresión como hilo conductor, y navegando en los
emisión es llamada de distintas maneras según se programas de la época, descubrimos de pronto que
trate de responder al Pliego de condiciones de los los años 70 están efectivamente marcados por una
organismos de regulación, a las mediciones de au- mutación de dispositivo, que da a toda emisión un
diencia de los canales o a necesidades de archivo. aire de conversación de salón, en donde se discute
De entre las diversas lógicas de denominación posi- tanto sobre los avances de la ciencia, como sobre
bles, haré hincapié, para terminar, en dos que son los grandes acontecimientos históricos o los proyec-
de particular importancia para el investigador: la de tos de un artista invitado (Jost, 2005).
los mediadores y la de los telespectadores. La segunda lógica de denominación sobre la
La primera es, por supuesto, muy permeable a que es conveniente insistir es la del telespectador.
la promoción de los canales, pero a veces ocurre Al fin y al cabo, es a él a quién le corresponde ele-
que se disocia de ésta, de manera significativa y gir su horizonte de expectativas aceptando más o
muy rica para el analista. Tuve la oportunidad de menos las clasificaciones que le son propuestas y,
realizar un largo trabajo de investigación sobre la llegado el caso, creando otras. Es él quien debe so-

163
licitar ejercer a la vez su libertad y su derecho a exi- monde audiovisuel, Caisse nationale des Alloca-
gir una conformidad entre la emisión y lo que ella tions familiales, 2003. (Traducción al español: “Pa-
promete. Es él quien debe decir si prefiere mirar tal dres-hijos: miradas cruzadas sobre los dibujos ani-
emisión de esta manera o de aquella… mados”, Comunicación y medios N° 16, Universi-
De todo esto, podemos concluir que analizar un dad de Chile, Santiago, 2005).
programa de televisión es un razonamiento que se - JOST, F. “La télévision des années 70 existe-t-
organiza en tres etapas: elle?”, en Jost, F. (ed.). Années 70, la télévision en
- La determinación de la promesa a partir del análi- jeu, CNRS, París, 2005.
sis de todo el material de comunicación emitido por - ECO, U. La guerre du faux, Editions Grasset & Fas-
el canal (entrevistas, publicidades, avances cinema- quelle, París, 1985.
tográficos, etc.), que implica tanto un análisis dis- - PAVEL, T. Univers de la fiction, Éditions du Seuil,
cursivo como semiológico París, 1988 (1986).
- El estudio de la emisión misma y la comparación - RECANATI, F. La Transparence et l’énonciation.
de su dispositivo y de su posicionamiento con res- Pour introduire a la Pragmatique, Éditions du Seuil,
pecto a esas promesas París, 1979.
- El estudio de la recepción, que debe poner en evi-
dencia la mayor o menor permeabilidad de los te-
lespectadores a las promesas del canal y al disposi-
tivo de la emisión misma, lo cual es propio de la se-
miología.
Si bien el programa no corresponde en todos
los casos a las promesas del canal, y el telespecta-
dor, además, no las toma siempre al pie de la letra,
eso no impide que las tres etapas del análisis ten-
gan en común el terreno delimitado por el triángu-
lo de los tres mundos televisivos.

Bibliografía

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1989 (1935).
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Gallimard, París, 1978 (1977).
- JOST, F. y CHAMBAT-HOUILLON, M.F. “Parents-en-
fants: regards croisés sur les dessins animés”, Infor-
mations sociales N° 111, L’enfant, le jeune et me

164
Colección Educación

Jóvenes: el futuro llegó hace rato.


Comunicación y estudios culturales
latinoamericanos
Florencia Saintout

Trabajo de investigación enfocado desde


los estudios culturales en el campo de la
comunicación. Realizado en los
márgenes de diversos saberes
disciplinarios, pero anclado en una
trayectoria específica que es la de los
estudios en comunicación/cultura y que
permite a la comunicación
“salirse” de la pregunta por lo que
había sido su objeto prioritario (los
medios masivos con sus efectos) para
concentrarse en los modos de darle
sentido a la vida de los actores sociales.
Lenguaje-lengua y desarrollo del pensamiento
La comunicación humana como objeto
semiótico, una tarea en estudio Como objeto de estudio de diversas disciplinas
del campo de la Filosofía y la Gramática (la Lingüís-
tica apareció hace menos de un siglo) la lengua ha
recorrido siglos de la historia del desarrollo huma-
no. Por otra parte, el lenguaje, uno de los objetos
de estudio del campo de la Psicología desde princi-
pios del siglo XX, va situándose hoy en las relacio-
nes que se establecen en las fronteras disciplinares,
como las de las llamadas Ciencias Humanas, Cien-
cias Sociales y Ciencias Biológicas, hasta llegar a la

E
denominación algo más específica de Ciencias del
Por Dora Riestra n la cultura occidental las relaciones en- Lenguaje (Morin, 1977).
tre las nociones y representaciones de Si en la tradición de Humboldt, Sapir y Whorf el
Profesora en Letras. Doctora en lengua, lenguaje y pensamiento humanos han ido lenguaje fue enfocado como objeto que involucra
Ciencias de la Educación de la cambiando a lo largo de los siglos. En el transcurso otros campos disciplinares (psicológicos y filosófi-
Universidad de Ginebra. del siglo XX, de los cruces producidos entre las teo- cos), superando así el encuadre de la lingüística,
Investiga las consignas de rías funcionalistas y los enfoques cognitivos en las hoy, en los inicios del siglo XXI, la relación conoci-
enseñanza de la lengua. Es teorías lingüísticas, las nociones de texto y discurso miento-lenguaje aún es tema de debate. Están en
profesora en la Universidad se resituaron como centro de la actividad comuni- juego los aspectos biológico, psicológico, lógico y
Nacional del Comahue y en el cativa humana; al mismo tiempo, los enfoques lingüístico, como niveles de significación existentes
Instituto de Formación Docente pragmáticos fueron centrándose en nuevos objetos en las formas lingüísticas posibles que representan
de Bariloche, Argentina. de investigación, cuyos marcos en muchos casos modos de pretender abarcar el fenómeno de nues-
aún están delimitándose, y hasta se originaron des- tra propia singularidad como humanos: el lenguaje.
prendimientos disciplinares de nuevos campos en- Lo que describiera Edward Sapir como significa-
tre las llamadas ciencias del discurso. El espectro de ción existente en las formas lingüísticas, y retomara
cruzamientos de áreas del conocimiento, en las de- Jost Trier en el desarrollo de la teoría de los campos
nominadas ciencias del lenguaje, va desde la Socio- semánticos -cuyas bases ya había formulado Ferdi-
logía, la Antropología, la Etnolingüística, la Psicolin- nand de Saussure (1915) como Semántica lingüísti-
güística, la Sociolingüística, etc., hasta la Semiótica ca-, produjo la delimitación de nuevos territorios en
que busca separarse de las teorías lingüísticas. el enfoque del lenguaje y, sin negar los desarrollos
Dentro de este panorama, el enfoque del interac- previos, extendió el horizonte hacia lo extralingüís-
cionismo socio-discursivo, cuyo objeto es la actividad tico. No obstante, si bien esta tarea fue formulada
humana en cuanto actividad de lenguaje que media como programática por el mismo Saussure, pode-
las otras actividades, busca abordar los núcleos del mos observar (en las selecciones posteriores) cómo
debate que hoy persiste frente a las relaciones entre cada época sólo puede repensar un aspecto central
lenguaje y pensamiento. Frente a esto, lo que busca- en el abordaje del objeto lenguaje y de ahí derivar
mos con este artículo es introducir el enfoque, pero los otros a un segundo plano. Esto se produjo des-
sin perder de vista el proceso histórico que lo produ- de la primera edición de su obra, mediada por Bally
jo y la síntesis epistemológica que lo sostiene. y Sechehaye y, en el caso de la edición española,

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por Amado Alonso, ya influenciado este último por entre el neoplatonismo y el logicismo de origen
la lectura del Círculo de Praga. Lo que los prólogos aristotélico, aparece el nominalismo, cuyo exponen-
destacan opera como indicador de esta visión ses- te máximo es Occam con sus fundamentos místi-
gada, posible, de cada época. Por otra parte, en las cos, lo que cerró el debate de la cultura griega so-
relecturas saussureanas hechas después de un siglo, bre la lengua y el pensamiento y, en alguna medi-
el eje del debate que cobra nueva fuerza es el de la da, instaló la síntesis aristotélico-tomista del repre-
relación conocimiento-lenguaje, lo que nos muestra sentacionalismo del lenguaje.
la necesidad de continuar estudiando la mediación En el siglo XVII la discusión derivó en el cogito
semiótica y el proceso de construcción de la misma, del sujeto cartesiano, que sustituyó la idea platóni-
esto es, la semiosis. ca por pensamiento humano y, entre los gramáticos
de Port Royal, la lógica aristotélica cedió su lugar a
El origen filosófico de la lengua como sistema de re- las construcciones sintácticas que reflejan el pensa-
presentación y la cultura representacionalista miento, lo que muestra cómo se da la continuidad
histórica entre estas dos tradiciones lógicas o posi-
Con los dos polos de la lógica originados en la ciones filosóficas, que se conservan en la cultura
cultura griega (el cambio en Heráclito y la inmuta- europea. En este escenario, en los siglos XVIII y XIX,
bilidad en Parménides); entre las posiciones idealis- y a partir de las corrientes racionalistas y empiristas,
tas que se remontan a los pitagóricos y las posicio- se realizó una abstracción del carácter lingüístico en
nes materialistas esbozadas en la noción de logos, las categorías de análisis, centrándose en la relación
como sombra de la praxis en Demócrito; así como pensamiento-mundo, es decir, se produjo un cam-
el intento de empirismo de sofistas como Protágo- bio cualitativo en la noción de logos (queda la atri-
ras (quien colocaba a la gramática como antesala bución de pensamiento y desaparece la de palabra
de la lógica) o Gorgias (para quien las percepciones o verbo) y la intrincada relación logos-mundo pasó
habían creado el logos), la representación del len- a conformar un esquema a priori para analizar la
guaje heredada fue la que cristalizó en una síntesis ontología del lenguaje, tanto en las posiciones filo-
de las posiciones idealistas y dualistas de los textos sóficas espiritualistas como en las empiristas.
de Platón. Para éste el lenguaje ideal verdadero de Finalmente, la nueva síntesis de la representa-
los dioses encuentra su reflejo en el lenguaje defor- ción, cuyo monolitismo de base racionalista no sólo
mado de los hombres. Por otro lado, está la posi- no tuvo prácticamente cuestionamientos sino que,
ción realista o empirista lógica de Aristóteles con las por el contrario, se erigió y es sostenida en Occiden-
tradiciones de los estoicos, donde las proposiciones te hasta la actualidad, afinó el perfil de la línea dua-
verdaderas son el reflejo de las cosas. lista-idealista que le diera origen. En esta dirección,
Durante siglos, el debate entre logos-pensa- y como síntesis, las relaciones entre el mundo, el
miento (noema)-mundo, se detuvo en Occidente en pensamiento y el lenguaje tales como se constituye-
el polo estático, dualista e idealista en lo que a con- ron desde el sentido común occidental tienen, se-
cepción o representación de lenguaje se refiere. En gún señala Jean Paul Bronckart (2002), las siguien-
las creencias de muchas generaciones posteriores tes características:
de filósofos y gramáticos, la concepción de las es- - Las corrientes filosóficas buscaron siempre un fun-
tructuras lingüísticas como reflejo de las ideas o de damento fuera del mismo lenguaje o de las prácti-
los acontecimientos del mundo constituyó el punto cas sociales, por lo que fue considerado como me-
de partida del análisis. En la Edad Media, en tanto, canismo secundario, como la traducción del pensa-

167
miento (noesis antes que semiosis) hasta llegar a la cas, otros enfoques filosóficos o encuadres del sis-
abstracción casi total del papel del lenguaje tema lingüístico o, mejor dicho, con otros sistemas
- El lenguaje tendría una organización estructural lingüísticos posibles.
universal y, en la medida en que éste sería único e
ideal, remitiría a una organización común de las La mala lectura de Saussure. Su relectura y las coin-
lenguas naturales cidencias con Vygotski
- Subsiste, no obstante, el presupuesto de universa-
lidad, la imposibilidad de dar explicación al hecho de A partir de la acumulación de estudios compa-
que coexistan tantas lenguas naturales diferentes. rativos de las lenguas, producidos por la llamada
Los intentos contemporáneos de centrar el proble- gramática histórica en el siglo XIX (Bopp, Schleicher,
ma en el orden socio-cultural no hacen más que Humboldt), se van gestando las condiciones para la
acentuar la posición de buscar el fundamento fuera emergencia de una posible síntesis, después de los
del mismo lenguaje o de éste como práctica social. intentos explicativos de los neogramáticos en los
Estos aspectos permanecen en la actualidad co- marcos del positivismo. Después de sus viajes por
mo formulaciones filosóficas de algunas teorías lin- América, Wilhelm von Humboldt formuló una teo-
güísticas, por lo que ponen de manifiesto cómo las ría general del lenguaje. Para él, el lenguaje es ener-
representaciones del lenguaje, en tanto productos gía y debe distinguirse entre materia fónica y con-
colectivos -puesto que han ido construyéndose his- ceptual, por un lado, y forma del lenguaje, por otro;
tórica y socialmente-, han dejado en sus márgenes esto es, entre las palabras y su encadenamiento sin-
las construcciones que entraban en contradicción táctico. Pero fue recién Saussure quien inició, en un
con las que resultaron ser dominantes y, por lo tan- intento de revisión de las premisas de la lingüística,
to, han quedado afuera posturas que van desde el enfoque científico del lenguaje, partiendo de la
Demócrito, los sofistas, Bacon, Vico, etc., y que hoy, crítica a analizar con un estatuto gramatical presen-
al ser reanalizadas, resultan indicadores de otras di- te los elementos gramaticales antiguos, tal como lo
recciones posibles de representación. Los desarro- hacía la investigación comparativa, basada en la
llos alcanzados por el racionalismo (con Descartes y premisa de que el desorden fonético avanza sobre
los gramáticos de Port Royal) acrecentaron el dua- el orden lingüístico.
lismo representacionalista, sobre todo, esta separa- Por un motivo general que explicará en parte,
ción entre la acción de pensar y las otras acciones, Saussure sostiene que la lengua es fundamental-
o la división teoría-práctica, conformando las bases mente (y no por accidente o degeneración) un ins-
de una concepción que, en un recorrido histórico trumento de comunicación, lo que deriva en una
de la filosofía, puede caracterizarse según Rafael ruptura que no sólo será de carácter filosófico fren-
Echeverría (1994) como la “deriva metafísica” posi- te al objeto “lengua” sino que implica un enfoque
ción a la que, según este autor, se opusieron Nietzs- epistemológico nuevo. No obstante, pese a haber
che, Heidegger y Wittgenstein, quienes habrían revolucionado la investigación lingüística, a lo largo
abierto las puertas del cuestionamiento en el cam- del siglo XX hubo una lectura esquemática y reduc-
po de la filosofía del lenguaje al negar el paradigma cionista del Curso de Lingüística General
racionalista. (1916/1931/1961) que publicaran algunos de sus
En consecuencia, puede decirse que recién a fi- discípulos, y en la que predominó la concepción del
nes del siglo XX comenzó a abrirse nuevamente el lenguaje como reflejo del pensamiento. Por el con-
debate y a enriquecerse la discusión con otras lógi- trario, Saussure había mostrado claros indicios con-

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tra esta posición filosófica acerca de la lengua: “Es punto donde los funcionalistas se encuentran con
un tesoro depositado por la práctica del habla en Saussure. No obstante, para él basta con haber es-
los sujetos que pertenecen a una misma comuni- tablecido la existencia del habla, pues la lingüística,
dad, un sistema gramatical virtualmente existente la ciencia de la lengua, debe prescindir de ella co-
en cada cerebro, o, más exactamente, en los cere- mo objeto de estudio, pues la lengua sólo puede
bros de un conjunto de individuos, pues la lengua constituirse sin que se entremezclen elementos del
no está completa en ninguno, no existe perfecta- habla. Si bien se entiende esta afirmación hecha en
mente más que en la masa”. Más aún, la precisión un momento concreto de la historia de la lingüísti-
en la definición del carácter de construcción social ca, no deja de ser un punto crítico y criticable en la
de la lengua, y lo inacabado de tal construcción teoría de Saussure. La una no se puede entender sin
-debido a que “no existe perfectamente” en cada la otra y resulta imposible describirlas y explicarlas
individuo-, se presenta como un fuerte argumento por separado.
contra la tesis del universalismo del lenguaje y su Otro punto cuestionado en lecturas del siglo XX
carácter secundario respecto del pensamiento; co- es la dicotomía sincronía/diacronía. Saussure ha-
loca en la práctica del habla de los sujetos de la mis- bía separado ambas por el carácter aparentemente
ma comunidad el sistema gramatical virtualmente fortuito del cambio lingüístico. Pero la interpreta-
existente; y menciona, a la vez, el órgano cerebro y ción posterior encontró una separación infranquea-
no pensamiento como soporte de su existencia. ble a nivel metodológico, atribuyéndole a Saussure
No obstante, las lecturas posteriores modifica- un enfoque estático del sistema que, en realidad,
ron o esquematizaron algunas de sus proposicio- no tuvo. Asimismo, otra dicotomía atribuida a la
nes, como es el caso de la dicotomía lengua/ha- teoría es la de sintagma/paradigma en cuanto se
bla, siendo que en realidad no fue presentada en refirió a relaciones asociativas respecto del último.
estos términos. Entre sus herederos, los funcionalis- Pero en el concepto saussureano, los dos ejes están
tas fueron quienes hicieron esta crítica: desde una presentes en el sistema lingüístico, “en la lengua
lectura sesgada consideraron que la lengua, como sólo hay diferencias, sin términos positivos”, por lo
medio de comunicación entre los seres humanos, se que ésta constituye un sistema de valores y oposi-
compone de un conjunto de subsistemas que se ac- ciones que el hablante tiene a su disposición como
tualizan en un acto de habla concreto y en una si- opciones entre las cuales puede y tiene que elegir.
tuación concreta. Si bien hay que diferenciar entre Cada elemento recibe su valor por oposición a los
lengua y habla, no se deben construir barreras en- demás que pueden aparecer en un contexto deter-
tre ambas ya que las dos están en permanente in- minado. Si bien cada selección debe interpretarse
terrelación. El mismo Saussure indicó la existencia juzgando las opciones y considerando las intencio-
de dicha interacción al afirmar: “Sin duda, ambos nes comunicativas, esto no llegó a ser desarrollado
objetos están estrechamente ligados y se suponen por Saussure y las construcciones de sus continua-
recíprocamente: la lengua es necesaria para que el dores, porque si bien fueron presentadas como di-
habla sea inteligible y produzca todos sus efectos; vergentes, en realidad se basaron en los principios
pero el habla es necesaria para que la lengua se es- generales y desarrollaron, como en el caso de los
tablezca; históricamente, el hecho del habla prece- funcionalistas, el análisis sintagmático.
de siempre...”. Lo que determina la estructura del De todos modos, hoy, a casi un siglo de los aná-
sistema lingüístico es el uso constante y concreto, el lisis y postulados de la teoría saussureana, ha co-
empleo de la lengua con cierta finalidad. Es en este menzado una recuperación de sus enfoques desde

169
una nueva perspectiva. Lejos del efecto de la irrup- entre las tesis del interaccionismo social y las tesis
ción novedosa que se produjo con posterioridad a saussureanas, considerando a las primeras como
las críticas y nuevas lecturas afinadas de sus manus- herederas de posiciones materialistas que permiten
critos, y con la finalidad de resituar con mayor pre- analizar la ontogénesis del pensamiento consciente
cisión los aportes concretos del lingüista, se busca en el siglo XX, a partir de Vygotski, Wallon y Mead.
profundizar en los caminos de investigación por él Se centra en la explicación de cómo se produce en
abiertos. Algunas relecturas ponen el acento en la el lenguaje la interacción entre los mundos colecti-
naturaleza del sistema de la lengua, no en la inma- vos de la cultura y los mundos individuales de cono-
nencia del mismo, concepción atribuida y bastante cimiento, y cómo éstos, siendo producidos por los
criticada. primeros pueden ser, a su vez, los que los transfor-
En el caso de Bronckart (2001) al relevar la no- man. Para este autor, Saussure afirma el carácter de
ción de estados de lengua, diferente del singular construcción social de la lengua, después de haber
(estado de lengua), da cuenta del carácter dinámi- contrastado en un largo trabajo las lenguas natura-
co y cambiante que Saussure atribuyó al sistema de les, pues pone de manifiesto el rol determinante de
la lengua al referirse a éste como mecanismo diná- la semiosis y de su carácter primero o fundador en
mico. Asimismo, se trata de reconocer lenguas con- relación con la noesis o “pensamiento puro”, de lo
cretas como mecanismos construidos con recursos que se deriva el carácter del signo y su identidad co-
formales que son a la vez que arbitrarios, radicales, mo hecho físico-mental indisociable. Aquí puede
contingentes y limitados, lo que para Bronckart ex- notarse justamente la influencia de la mala lectura
plica por qué cada lengua opera necesariamente realizada de la teoría de Saussure, al mantener una
como una elección entre la infinidad de posibles cierta separación entre forma y sustancia como si
(unidades lingüísticas, reglas, categorizaciones y va- existieran por separado las formas y después la
lores). Es decir, una vez efectuada la elección por la ideas, o viceversa. Según Bronckart, Saussure nega-
comunidad de hablantes, opera como un conjunto ba o ponía en duda la existencia de un pensamien-
de parámetros que restringen las posibilidades, pe- to puro, puesto que, como Vygotski, reconocía la
ro lejos de la inmanencia, lo que puede observarse complejidad del objeto de estudio como un desafío
es que se produce el cambio del sistema como he- metodológico.
cho social, algo que durante el siglo XX se analizó Por lo tanto, esta naturaleza indisociable del
en los efectos sociales, no en los mecanismos, y por signo lingüístico plantea desafíos a las ciencias hu-
lo que se originó el enfoque dicotómico. manas en cuanto debe ser abordado como objeto,
En el Coloquio “Saussure après un siecle”, reali- tanto en sus dimensiones psíquicas como físicas.
zado en junio de 2001, y cuyas actas recogen las re- Cabe recordar que Saussure señaló la semiología
lecturas de los especialistas, Bronckart, al revisar el como ciencia que debía construir su programa, a la
análisis del signo lingüístico, apunta a perfilar un vez que propuso tareas para ser abordadas por la
camino ya indicado por el mismo Saussure. Éste se Psicología. En realidad, el nuevo problema que for-
postula entre la lingüística y la psicología, dominios mula es el del principio organizador que el signo,
presentes en el programa del ginebrino que, según en su arbitrariedad radical, discrecionalidad y linea-
él mismo dijera, debían definir sus enfoques y arti- lidad significante, introduce en la sustancia, en el
cular sus análisis, tarea pendiente hasta hoy. El tra- caos del pensamiento, descomponiendo para reor-
bajo de Bronckart también indaga en la dirección denar y precisar el sentido, lo que Bronckart deno-
de las articulaciones y las coincidencias filosóficas mina como “etiquetas sociales” que reagrupan, re-

170
analizan y guardan una imagen primera junto con manas, sucede que los mismos mundos construidos
la imagen socialmente elaborada. Es decir, se trata se transforman permanentemente.
de una puesta en juego de dos clases de represen- Como tesis central, esta línea de investigación
taciones que se vuelven simultáneas, por lo que los se basa en que la acción constituye el resultado de
signos producirían un desdoblamiento generador la apropiación por el organismo humano de las pro-
de una capacidad de poner en juego estos dos ór- piedades de la actividad social mediatizada por el
denes y, por lo tanto, de la emergencia de la con- lenguaje. El accionar comunicacional produce (con-
ciencia. siderando conjuntamente las teorías de Saussure y
En síntesis, Saussure inició una etapa de revisión Habermas) formas semiotizadas que vehiculizan los
que todavía no ha sido cabalmente elaborada en conocimientos colectivos y/o sociales que se organi-
términos de filosofía del lenguaje, aunque hay aus- zan en los tres mundos del accionar humano. Es de-
piciosas investigaciones que, desde diversas discipli- cir, “la actividad de lenguaje es a la vez el lugar y el
nas, como la Psicología, la Lingüística, la Sociología medio de las interacciones sociales constitutivas de
y la Biología, van confluyendo en esta dirección. todo conocimiento humano; es en esta práctica
que se elaboran los mundos discursivos que organi-
El interaccionismo socio-discursivo como enfoque zan y semiotizan las representaciones sociales del
epistemológico materialista mundo; en la intertextualidad resultante de esta
práctica se conservan y reproducen los conocimien-
Por su anclaje en una epistemología monista tos colectivos, y es en la confrontación con esta in-
(Spinoza) y materialista dialéctica (Marx), este enfo- tertextualidad socio-histórica, que se elaboran por
que se orienta desde una visión del desarrollo psi- apropiación e interiorización (Vygotski) las repre-
cológico y, más específicamente, del desarrollo del sentaciones de que dispone todo agente humano”
lenguaje (Vygotski) que se opone radicalmente a las (Bronckart, 1997).
concepciones generativistas (en Lingüística) y cogni- Las mediaciones sociales y las intervenciones
tivistas (en Psicología), las cuales se caracterizan por formativas explícitas del medio adulto (en especial
la no intervención en los procesos formativos, de- las realizadas en la escuela) constituyen los factores
jándolos librados a la maduración, a la vez que ig- mayores del desarrollo específicamente humano.
noran el carácter social, activo y comunicativo del En consecuencia, es desde la investigación de los
objeto “lengua”. procesos formativos que surgirán contribuciones
Para el interaccionismo socio-discursivo (Bronc- esenciales para la elaboración de una teoría del de-
kart et al., 1996; Bronckart, 1997) los signos, así co- sarrollo humano (Bronckart, 1998). En el análisis del
mo los textos en los cuales se organizan, son pro- esquema de la arquitectura textual (2004), este au-
ducto de la interacción social, del uso, por lo que tor distingue tres niveles estructurales superpuestos
definitivamente existe una dependencia de ese uso; de decisiones simultáneas. El nivel más profundo,
asimismo, los significados que vehiculizan los signos designado como infraestructura, se define por las
y los textos no pueden ser considerados sino como características de la planificación general del conte-
momentáneamente estables y en un estado sincró- nido temático y por los tipos de discurso movilizado
nico (artificialmente) dado. Además, debido a que a y sus modalidades de articulación. Es en el marco
través de esos signos y esos textos en constante de estos tipos de discurso (relato interactivo, narra-
movimiento se construyen los mundos representa- ción, discurso interactivo, discurso teórico), organi-
dos que definen el contexto de las actividades hu- zados en el exponer y el contar (autónomos o impli-

171
cados), donde aparecen eventualmente unas for- más, como actividad interpersonal, el lenguaje es el
mas de planificación semiótica más locales que que da forma al proceso de pensamiento mediante
constituyen las secuencias (Adam, 1992) y donde se la interiorización de los signos lingüísticos.
administran igualmente las reglas de la sintaxis de Estas nociones, articuladas en las fronteras de
la frase. El segundo nivel está constituido por los disciplinas como la Lingüística, la Filosofía, la Psico-
mecanismos de textualización, que contribuyen a logía y la Biología, constituyen un núcleo teórico en
dar al texto su coherencia lineal o temática, más allá el que se han logrado algunos puentes metodoló-
de la heterogeneidad infraestructural, por el juego gicos para abordar, en particular, el objeto de inves-
de los procesos isotópicos de conexión, de cohesión tigación que nos ocupa: la producción de los textos
nominal y de cohesión verbal. El nivel más superfi- y los discursos.
cial es, finalmente, el de los mecanismos de la res-
ponsabilidad enunciativa y de modalización que ha- Bibliografía
cen explícito el tipo de compromiso enunciativo en
obra en el texto y que le confieren a este último su - ADAM, J.M. Les textes: types et prototypes, Nat-
coherencia interactiva (Bronckart, 2002). han, París, 1992.
Para el interaccionismo socio-discursivo las acti- - BRONCKART, J.P. Actividad verbal, textos y discur-
vidades humanas son específicas en tanto son a la sos. Por un interaccionismo socio-discursivo, Fun-
vez reflexivas y situadas, constituyen el resultado de dación Infancia & Aprendizaje, Madrid, 2004.
negociaciones y consensos entre los humanos res- ____________ “La explicación en Psicología ante el
pecto de las maneras de actuar, de regular y de de- desafío del significado”, en Estudios de Psicología
signar las conductas, y por lo tanto designan el Nº 23 (3), 2002.
mundo que las contiene y las construye, y al cual ____________ “S’entendre pour agir et agir pour
deben adaptarse, al mismo tiempo que lo constru- s’entendre”, en Raisons Educatives Nº 4, 2001.
yen y adaptan retroactivamente. Así, lo social de la ____________ “Psychologie et Problématiques
situación y la actividad reside en la co-construcción Éducatives”, Anuario de Psicología Nº 2, Vol. 29,
de los actores capaces de desarrollar los instrumen- 1998.
tos semióticos que permiten reflexionar sobre el ____________ Activité langagière, textes et dis-
mundo. cours. Pour un interactionisme socio-discursif, De-
En síntesis, la tesis del lenguaje como actividad lachaux et Niestlé, París, 1997.
humana que mediatiza y organiza todas las otras ____________; CLEMENCE, A.; SCHNEUWLY, B. y
actividades colectivas es el eje epistemológico de SCHURMANS, M.N. “Manifesto. Reshaping huma-
esta teoría. Se trata de concebir los textos como ac- nities and social sciences: a Vygotskian perspecti-
ciones de lenguaje y, a la vez, como objetos empíri- ve”, en Swiss Journal of Psychology Nº 55, 1996.
cos semiotizados, productos observables de la ca- - ECHEVERRÍA, R. Ontología del lenguaje, Dolmen,
pacidad de lenguaje. Puede decirse, entonces, que Santiago, 1998 (1994).
las relaciones dialécticas y dinámicas entre la lengua - MORIN, E. El Método I. La naturaleza de la natu-
y el lenguaje hacen posible el desarrollo del mismo raleza, Cátedra, Madrid, 1981 (1977).
lenguaje: la lengua en cuanto sistema de signos ar- - SAUSSURE, F. Curso de Lingüística General, Losa-
bitrarios y el lenguaje en cuanto producto de la ac- da, Buenos Aires, 1961 (1916).
tividad verbal humana, que existe, a la vez, por
efecto retroactivo de mecanismos de lengua. Ade-

172
Ensayos
manos, ocurrida bajo la última dictadura militar, ha-
Las fronteras del gobierno de Kirchner1 ciendo avances inimaginables en este campo y, al
mismo tiempo, haya sido el gobierno que con ma-
yor énfasis -y éxito- promovió la criminalización de
las organizaciones de desocupados opositoras, sím-
bolo de la resistencia al modelo neoliberal?
En el presente artículo proponemos hacer un
análisis de algunas de las dimensiones del gobierno
de Kirchner, con el fin de evaluar las rupturas y con-
tinuidades del proceso en curso. Una serie de pre-
guntas guía nuestra presentación: ¿Ha habido cam-
bios en la política social respecto del amplio mundo

Por Maristella Svampa


L a caracterización del gobierno de Néstor
Kirchner no es una tarea sencilla, pues re-
quiere tomar nota de los elementos de ruptura que
de los excluidos? ¿Cuál es la política laboral del go-
bierno, especialmente con relación al multiplicado
mundo de los trabajadores precarios? ¿Cuáles son
las orientaciones centrales respecto de las empresas
se refieren a la significación positiva de ciertos ges- privatizadas, de los recursos naturales y el me-
tos políticos, de los nuevos aires ideológicos que dioambiente? En fin, tampoco pueden estar ausen-
surcan el continente, y de los elementos de conti- tes los interrogantes acerca de las fronteras de la
nuidad que dicho gobierno ofrece en términos de política, frente a las divisiones entre política institu-
modelo de dominación y de políticas redistributivas. cional y no institucional.
En tal sentido, aunque este gobierno está lejos de
constituir una supuesta refundación política, como Del declive de las movilizaciones a la demanda de
sostienen fervorosamente sus defensores, tampoco normalidad
puede ser interpretado, sin más, en términos de
continuidad lineal respecto de los 90, como afirman Hay diversos factores que ayudan a comprender
algunos de sus críticos. Y si no, ¿cómo podríamos los primeros “éxitos” del gobierno de Néstor Kirch-
analizar y comprender la inclusión en el elenco gu- ner. En primer lugar, recordemos que la gran crisis
bernamental de dirigentes y militantes sociales de 2001 estuvo recorrida por demandas ambivalen-
fuertemente comprometidos en la lucha contra el tes y hasta contradictorias: si bien por un lado ha-
modelo neoliberal durante los 90, al tiempo que bía un llamado a la solidaridad y a la auto-organiza-
observamos cómo se perpetúan en cargos impor- ción social, lo cual desembocó en la conformación
tantes tantos representantes de la dirigencia políti- de un campo multiorganizacional, por el otro, la cri-
ca vinculada a la época menemista?, ¿cómo pode- sis expresaba también un fuerte llamado al orden y
mos entender que algunos reivindiquen una “nue- al retorno a la normalidad, frente a la amenaza de
va política”, en oposición a la “vieja política”, fren- disolución social. Durante el 2002 tendió a impo-
te a la potenciación de los dispositivos clientelares nerse la demanda de solidaridad, en un escenario
que el kirchnerismo ha realizado con relación al em- de efervescencia social y de surgimiento de nuevas
pobrecido mundo popular?, ¿cómo podríamos ex- formas de acción colectiva, críticas de la política
1 Publicado en Revista Crisis, nú-
mero 0, diciembre de 2006 plicar que Kirchner haya asumido como política de neoliberal. Sin embargo, a principios de 2003 el de-
(www.revistacrisis.com.ar). Estado la condena a la violación de los derechos hu- clive de las nuevas movilizaciones y la fragmenta-

174
ción en el campo de las organizaciones de desocu- cos respecto de la gran crisis de 2002, visible en la
pados fueron diluyendo la expectativa de una re- generación de empleo y el descenso paulatino de la
composición política “desde abajo”, para dar paso tasa de desocupación, que hoy ronda el 11,4%2.
a la demanda de orden y normalidad. En este sen- Más aún, en 2005 el superávit fiscal permitió al go-
tido, Kirchner buscaría desde el comienzo encarnar bierno argentino cancelar la deuda que tenía con el
esta exigencia creciente de normalidad, como apa- FMI (9.500 millones de dólares) medida que, pese a
rece ilustrado en su consigna “Por un país en serio, constituir sólo un 9% de la deuda externa, tuvo una
por un país normal”. repercusión muy positiva en la sociedad. Dicho cre-
Al mismo tiempo, su gobierno se instaló rápida- cimiento se explica tanto por el pasaje a un modelo
mente en un espacio de crítica al neoliberalismo, productivo orientado a la sustitución, que condujo a
que había sido la nota común de las grandes movi- la revitalización de un sector de la industria nacional,
lizaciones de 2002. En efecto, su llegada se vio favo- como por la rentabilidad de las exportaciones (maíz,
recida por la emergencia de un nuevo polo latinoa- soja transgénica), beneficiadas por la devaluación y
mericano, visible en el surgimiento de gobiernos de los altos precios internacionales. Sin embargo, a pe-
“centro-izquierda”, como el de Lula en Brasil y el de sar del descenso paulatino de la desocupación, que
Chávez en Venezuela, en un contexto de crisis del hoy ronda el 11,4%, las brechas económicas y socia-
consenso neoliberal propio de los 90. Este cambio les abiertas en los 90, y reforzadas luego de la sali-
de clima ideológico se expresaría en la retórica anti- da desordenada de la convertibilidad, se han conso-
neoliberal que Kirchner asumiría desde mediados de lidado. Así, si en la década anterior el 10% más rico
2003, y que tendría como blanco favorito ciertos ganaba 20 veces más que el 10% más pobre, en la
agentes económicos nacionales o las empresas pri- actualidad la brecha es un 35% más amplia (Loza-
vatizadas en manos de consorcios multinacionales. no, 2005). Por ende, el balance económico-social
Por otro lado, sus primeros gestos políticos mostra- está lejos de ser uniforme, dejando al descubierto la
ron una vez más la productividad política del pero- falta de vinculación entre estrategias de crecimiento
nismo, generando una amplia expectativa social y y políticas de redistribución.
recolocando el sistema institucional en primer plano.
Entre estas medidas, destacan el descabezamiento Las fronteras de la inclusión: sobre excluidos
de la cúpula militar y el recambio de la Corte Supre- y precarios
ma de Justicia, asociada a la “mayoría automática”
de los 90. Asimismo, Kirchner asumió como política Recordemos que durante el gobierno provisorio
de Estado la condena a la violación de los derechos de Eduardo Duhalde (2002-2003), en medio de la
humanos realizada durante la última dictadura mili- gran crisis, los subsidios a desempleados aumenta-
tar (1976-1983) y el impulso a una política de la me- ron de 300 mil, ó 700 mil -según los gobiernos-, a
moria; dos cuestiones estrechamente ligadas a la lar- casi 2 millones, a partir de la instalación del Plan Je-
ga lucha desarrollada por las organizaciones de de- fas y Jefes de Hogar. Esta política de masificación de
rechos humanos en la Argentina. la ayuda social se continuó con Kirchner, quien re- 2 La tasa, correspondiente al pri-
Por último, los factores arriba mencionados ten- tomó la iniciativa de “recuperar” el espacio perdido mer trimestre de 2006, no incluye
a los beneficiarios de los planes
drían hoy un peso menor si no se añadiera la varia- en manos de las nuevas organizaciones de tipo te-
sociales. En ese caso, la desocu-
ble referida al alto crecimiento de la economía na- rritorial. Así, los nuevos planes conllevaron un for- pación alcanzaría el 14,1% (Taller
cional en los últimos tres años. En efecto, el gobier- talecimiento de la matriz asistencial del modelo de Estudios Laborales,
no de Kirchner exhibe importantes logros económi- neoliberal, y ello por varias razones: por un lado, www.tel.org.ar).

175
debido a su carácter no universalista, su implemen- como de una intensa batalla clientelar, en especial
tación generó rápidas sospechas de discrecionali- durante las últimas semanas de campaña electoral,
dad y manejo clientelar; por otro, el gobierno se ne- cuando se registraron entregas masivas de electro-
gó a aumentar el monto de los planes (50 U$S por domésticos y de subsidios en hogares pobres.
mes), cuyo efecto compensatorio fue licuado por la Asimismo, la apropiación del discurso crítico por
inflación pos devaluación, y tampoco promovió el parte de Kirchner interpeló fuertemente al conjun-
debate en torno a otro tipo de políticas públicas to del espacio militante que venía luchando contra
(por ejemplo, modelos de ingreso ciudadano); por las políticas neoliberales. Una de las notas más sa-
último, y a diferencia de los anteriores, los planes lientes de los últimos tiempos es la institucionaliza-
Jefas y Jefes de Hogar condujeron a una individua- ción de diferentes organizaciones sociales y la incor-
lización de la contraprestación laboral, lo cual re- poración al gobierno de numerosos dirigentes pro-
percutió negativamente sobre el universo de los be- venientes de asociaciones de derechos humanos,
neficiarios, contribuyendo al debilitamiento de la organizaciones piqueteras, campesinas y fábricas
“cultura del trabajo”. recuperadas, la mayoría vinculada a la tradición na-
El segundo eje de la política social de Kirchner cional-popular. El proceso de integración ha sido
se centró en la multiplicación de subsidios en favor acompañado por la invisibilización y estigmatiza-
de la auto-organización de los pobres (emprendi- ción de un conjunto de organizaciones antisistémi-
mientos productivos). Sin embargo, en la actualidad cas o críticas del gobierno actual. En efecto, tras un
no son pocos los microemprendimientos que se en- discurso que afirmaba una y otra vez que el gobier-
cuentran en graves problemas, tanto de tipo exóge- no “no reprimiría”, la política gubernamental se
no (las condiciones de comercialización de sus pro- orientó hacia la estigmatización mediática, política
ductos, la falta de apoyo técnico), como endógenos y social de los piqueteros, al tiempo que impulsó la
(la falta de capacidades técnicas), con lo cual mues- judicialización de las organizaciones movilizadas.
tran escasas posibilidades de mantenerse sin ayuda Esta campaña, realizada entre 2003 y 2005 con el
estatal. Por otro lado, el reforzamiento de la políti- apoyo de los grandes medios de comunicación y los
ca asistencial fue acompañado por el aumento de sectores tradicionales de poder, desembocó en un
los dispositivos clientelares, que aparecen potencia- fuerte consenso antipiquetero. La disminución de
dos en época de campaña electoral. Este retorno movilizaciones de desocupados, especialmente en
del clientelismo, en sus formas más descaradas y la ciudad de Buenos Aires, y la fragmentación del
obscenas, se ha registrado en varias provincias. Así, espacio militante están ligadas a este fenómeno.
durante las elecciones legislativas de 2005, y en En fin, esta confrontación desigual se ha venido
nombre de la “nueva política”, el Presidente y su produciendo, como hemos dicho, en un marco de
esposa llevaron a cabo la ruptura oficial con el sec- crecimiento de la economía argentina (entre el 8 y
tor del peronismo comandado por Duhalde, y con- 9% anual) que tiene como contrapartida un aumen-
siderado como “la vieja política”, lo que desató una to notorio de la precariedad, al tiempo que no ha si-
3 INDEC: Instituto Nacional de Es- verdadera guerra interna que conmovió al llamado do acompañada por una activa política de redistri-
tadísticas y Censo de la República “aparato peronista” en la provincia de Buenos Ai- bución de la riqueza. Según datos del Indec3, el tra-
Argentina (Nota del editor). res. En esta ocasión, el Conurbano Bonaerense, bajo no registrado alcanza en la actualidad el
4 Según el asesor laboral del la
CGT, y diputado oficialista, Héctor
símbolo de todos los males del país, fue testigo tan- 44,3%, mientras que el costo laboral ha descendido
Recalde. Página 12, 2 de julio de to de la cooptación masiva de intendentes, identifi- un 30% respecto de 20014. Asimismo, este proceso
2006. cados con los sectores más rancios del peronismo, ha venido impulsando la expansión de trabajo escla-

176
vo en el rubro textil, que emplea mano de obra pro- más fuerte es con relación a la Central de Trabajado-
veniente de países limítrofes, en especial de Bolivia. res Argentinos (CTA), nacida en 1994 y reconocida
En marzo de 2006, un incendio ocurrido en un ba- por su carácter crítico y antineoliberal. En efecto, la
rrio porteño que terminó con la vida de seis inmi- CTA, que nuclea básicamente a trabajadores del Es-
grantes bolivianos (la mayoría menores) fue el dispa- tado, atraviesa un período de gran ambigüedad
rador para la denuncia de este tipo de talleres clan- acosada por las diferencias internas, que incluyen
destinos que, en la ciudad de Buenos Aires, emplea varios dirigentes que simpatizan con la política ofi-
a aproximadamente 4.000 ciudadanos bolivianos5. cial, entre ellos el nuevo secretario general, Víctor de
Cierto es que, al igual que en otros países (co- Genaro, procedente del gremio docente.
mo Uruguay), luego de once años de no ser convo- A partir de 2004, en el marco de crecimiento de
cada, el gobierno nacional llamó a la Comisión de la economía, los conflictos sindicales volvieron a es-
Salario Mínimo. En esta línea, otorgó aumentos de tar a la orden del día, llegando a triplicarse durante
jubilaciones y pensiones y estableció un techo del 2005 (ese año hubo 819 conflictos sindicales con-
19% para el aumento salarial. Por su parte, desde tra los 249 casos que se registraron en 2004). Aun-
el Congreso Nacional diputados oficialistas se pro- que la mayoría ha sido en demanda de una recom-
pusieron introducir ciertas modificaciones a la legis- posición salarial, no son pocos los que apuntan
lación laboral en beneficio del trabajador, entre contra las consecuencias de la precariedad, buscan-
ellas la eliminación del tope de indemnización por do reducir las disparidades salariales que se presen-
despido y la ley que posibilita a un empleado accio- tan entre los trabajadores de un mismo sector, y
nar ante la Justicia cuando sus condiciones de tra- que son fomentadas por el tercerismo y la política
bajo sean modificadas de manera unilateral por de flexibilidad salarial impuesta en los 90. Cabe
parte del empleador. Sin embargo, el tratamiento agregar que, según una encuesta reciente del Mi-
de estas medidas en el Parlamento se halla suspen- nisterio de Trabajo, en la actualidad sólo el 12% de
dido, frente a la denodada resistencia del sector las empresas cuenta con delegados gremiales. Los
empresarial, habituado a las grandes asimetrías. conflictos más resonantes fueron liderados por co-
Como era de esperar, la consolidación del lide- misiones internas, en ciertos casos por fuera de la
razgo de Kirchner contribuyó al realineamiento del dirigencia de los sindicatos o de las centrales reco-
espacio sindical peronista, dividido entre el corpora- nocidas, y entre ellos destacan los que se produje-
tivismo político y el sindicalismo empresarial, ambos ron en el sector telefónico (empresas de call-cen-
5 Las investigaciones posteriores
fuertemente burocratizados. En la actualidad, la ter), de transporte (subterráneos) y de salud pública apenas si alcanzaron a mostrar la
desprestigiada Confederación General del Trabajo (hospitales). Lo anterior llevó a que, en diciembre oscura trama, hecha de arreglos y
(CGT) se halla reunificada bajo la conducción de Hu- de 2005, se conformara un nuevo espacio de coor- complicidades gubernamentales,
go Moyano, del sindicato de camioneros, cuyo po- dinación sindical, el Movimiento Intersindical Clasis- que anuda la ruta del trabajo
clandestino entre Bolivia y Argen-
derío ha crecido exponencialmente en los últimos ta, que reúne aquella izquierda basista con una cla-
tina. Estos hechos estuvieron en el
años al compás del auge de los servicios. Pese a que ra afinidad con las organizaciones piqueteras inde- origen de tres marchas de trabaja-
este sector fue cuestionado recientemente, a raíz de pendientes. dores bolivianos, e incluso de la
los graves enfrentamientos intrasindicales que tuvie- En otro orden, hay que recordar que en Argen- visita de una comisión de este go-
ron lugar en octubre de 2006 durante el traslado tina existe un importante movimiento de fábricas bierno. Recordemos que la pre-
sencia boliviana en Argentina es
definitivo del cuerpo de Juan Domingo Perón, el Pre- recuperadas y autogestionadas por los trabajado-
muy importante y alcanza, según
sidente apoyó abiertamente su continuidad. Pero res, que involucra a unas 12 mil personas. Salvo en estimaciones, los 2 millones de
ahí donde el liderazgo del propio Kirchner golpeó casos excepcionales, el Estado facilitó la formación personas.

177
de cooperativas, así como la expropiación y cesión de la valorización de sus activos y del virtual congela-
temporaria (por dos años) en favor de los trabaja- miento de las tarifas de los servicios.
dores. En la actualidad, las fábricas recuperadas se En este punto es necesario subrayar dos cues-
hallan en una etapa de franca institucionalización tiones. Por un lado, durante estos tres años la polí-
(de las cuatro corrientes existentes, dos de las más tica gubernamental se ha orientado a subsidiar eco-
importantes poseen aceitados vínculos con el go- nómicamente a las empresas privatizadas, a fin de
bierno actual y sus principales dirigentes se definen impedir un incremento de las tarifas que pueda re-
como oficialistas), aun si sus obstáculos mayores re- percutir negativamente sobre una sociedad tan pro-
miten tanto a la falta de una ley de expropiación clive a la impugnación a través de la acción directa;
definitiva, como al escaso apoyo del Estado en el por otro, y debido al incumplimiento de los contra-
proceso de comercialización de los productos. tos, este mismo gobierno ha afrontado conflictos
En suma, la política social y laboral presenta cla- puntuales con las empresas privatizadas, lo que en
ras limitaciones. Respecto del mundo de los exclui- algunos casos desembocó en la ruptura de tales
dos es notoria la ausencia de programas verdadera- contratos y su posterior paso a manos del Estado
mente inclusivos, en el marco de la multiplicación (como sucedió respecto del servicio de aguas y cloa-
de políticas sociales focalizadas; respecto de la diná- cas -en manos del grupo Suez-, del servicio postal -
mica de la precariedad, destacan la debilidad y las Correo Argentino-, del ferrocarril San Martín y del
oscilaciones de las políticas laborales, así como la espacio radioeléctrico). En este sentido, tanto el
ausencia de estrategias redistributivas, en el marco congelamiento de tarifas como la rescisión de cier-
de la consolidación de las grandes asimetrías eco- tas concesiones, a nivel provincial y nacional, expli-
nómico-sociales. can por qué la Argentina, con 34 causas en su ha-
ber, es uno de los países con más causas abiertas en
Política, empresas privatizadas y protestas el CIADI6, el tribunal arbitral del Banco Mundial.
ambientales Respecto de la política del control y explotación
de los recursos naturales, y de la protección del me-
Algunos podrían argüir que el discurso crítico de dioambiente (minería, gas y petróleo), imperan los
Kirchner ha tenido ciertos blancos privilegiados, en- dobles discursos. Más allá de ciertos gestos simbó-
tre ellos las empresas privatizadas. Ciertos casos reso- licos (como ha sido, por ejemplo, la creación de
nantes, como el de la salida intempestiva de la com- Enarsa -Energía Argentina S.A.- y su asociación con
pañía francesa Suez, acompañada por una sobreac- la petrolera venezolana PDVSA -Petróleos de Vene-
tuación discursiva del Presidente, parecerían avalar lo zuela S.A.-), el gobierno se ha cuidado muy bien de
dicho. En realidad, lo más prudente sería relativizar no desarrollar una prédica nacionalista, como así
esta afirmación. Para ello vale la pena recordar las también de reactivar la antinomia “estatal/priva-
formas que adoptó el proceso de privatizaciones rea- do”, pese al reclamo de distintas organizaciones so-
lizado a inicios de los 90, que no sólo conllevó la des- ciales (que incluye una parte del arco oficialista) so-
trucción de las capacidades estatales, sino también la bre la necesidad de un cambio del marco regulato-
conformación de mercados monopólicos, con una rio. Más aún, en octubre de 2006, el gobierno con-
alta rentabilidad, favorecidos por la protección del virtió en ley una polémica norma que establece be-
Estado. Sin embargo, la salida de la convertibilidad, y neficios fiscales para las petroleras que inviertan en
6 CIADI: Centro Internacional de
Arreglo de Diferencias relativas a la posterior devaluación, repercutió doblemente en nuevos yacimientos de gas y petróleo. En realidad,
Inversiones (Nota del editor). las empresas privatizadas, a través de la disminución lo que la nueva etapa parece señalar es que, gracias

178
a la existencia de un marco regulatorio extremada- que, lindante con la sobreactuación política, resulta
mente favorable -forjado en los 90 y continuado en inimaginable en la década pasada. Asimismo, parte
la actualidad-, los agentes del capitalismo global de estas cuestiones constituye todavía una asigna-
encontraron, nuevamente, la puerta demasiado tura pendiente (por ejemplo, el de las tarifas de los
abierta para concretar la expansión por las llamadas servicios privatizados), de cuya resolución depende
áreas marginales, en las cuales se encuentran im- sin duda la legitimidad futura del gobierno.
portantes reservas energéticas y mineras. En esta lí-
nea, uno de los hechos más notorios del período es Las fronteras de la política institucional
la expansión de las fronteras mineras, llevada a ca-
bo por empresas trasnacionales. Pese a su escasa vi- Como en otros países de América Latina, las re-
sibilidad mediática, desde 2001 los efectos conta- formas neoliberales se tradujeron en una mayor
minantes que dichos emprendimientos están gene- concentración de poder en el líder o jefe presiden-
rando (o amenazan con producir) han estado en el cial. En Argentina, este giro decisionista fue facilita-
origen de diferentes movilizaciones multisectoriales do por la convergencia entre una tradición hiper-
en defensa del hábitat en el interior del país. presidencialista y una visión populista del liderazgo.
En este sentido, el único reclamo ligado a la de- De esta manera, el decisionismo se constituyó en la
fensa del medio ambiente que el gobierno nacional clave de bóveda del nuevo modelo de dominación,
apoyó durante un tiempo fue el de los vecinos de visible en la tendencia a gobernar por medio de de-
Gualeguaychú, provincia de Entre Ríos, que se mo- cretos de necesidad y urgencia, así como a discipli-
vilizaron en contra de la instalación sobre el río Uru- nar y/o cooptar las voces disidentes, mediante un
guay de empresas papeleras (las “pasteras”), que sí estilo de liderazgo peronista caracterizado por la su-
fueron aceptadas por el gobierno uruguayo. Dichas bordinación de los actores sociales y políticos al lí-
protestas, que han incluido largos cortes de los pa- der. En fin, esta situación fue promovida por la mis-
sos fronterizos, llegaron a tensar las relaciones en- ma tendencia del propio Partido Justicialista a deve-
tre los gobiernos de Kirchner y Tabaré Vásquez. Y si nir, tal como afirma Juan Carlos Torre (1999), en
bien en los últimos tiempos el gobierno nacional ha “un sistema político en sí mismo”, convirtiéndose al
quitado su apoyo a la asamblea, luego de que el mismo tiempo en oficialismo y oposición.
Banco Mundial decidiera desbloquear los créditos En esta línea, la política de Kirchner postula una
en favor de una de las plantas de celulosa, los fuerte continuidad respecto de sus predecesores, al
asambleístas han decidido continuar con los cortes tiempo que instala ciertas rupturas. En efecto,
en el puente que une a los dos países. Kirchner tendió en primer lugar a fortalecer aún
En resumen: un primer balance de la política de más el lugar de la soberanía presidencial. Sin em-
Kirchner acerca de estas problemáticas debe con- bargo, a diferencia de Carlos Menem (o de Fernan-
templar varios aspectos. Respecto de las empresas do De la Rúa), el espacio de la soberanía presiden-
privatizadas, así como de la política de explotación cial fue utilizado -al menos en un primer momento-
de los recursos naturales, el gobierno actual está le- con el propósito de redefinir y otorgar mayor varia-
jos de haber propuesto una estrategia de reestatiza- bilidad a la relación entre economía y política, en un
ción que se oriente hacia un cambio del marco re- contexto de semi-default de la economía argentina.
gulatorio. Lo que sucede es más simple, y tiene que Como hemos dicho, Kirchner se vio favorecido por
ver con que el gobierno de Kirchner ha asumido una situación de crisis económico-financiera que le
una cierta firmeza y, sobre todo, un tono virulento otorgó mayores márgenes de acción y que hábil-

179
mente supo capitalizar. Por ello mismo, sus prime- tendía reformar la Constitución provincial para habi-
ros gestos también fueron leídos como una suerte litar la reelección indefinida. Es sabido que el presi-
de “recuperación de la política”, en comparación dente Kirchner no sólo apoyó dichas aspiraciones, si-
con la subordinación dramática de la política a los no que, sobreactuando una vez más las oposiciones,
mandatos de los organismos multilaterales, así co- “nacionalizó” la elección (de congresales constitu-
mo al alineamiento automático con las orientacio- yentes), lanzando crudos anatemas al frente oposi-
nes de los Estados Unidos durante los 90. tor que se había congregado en torno a Joaquín Pi-
Este giro fue acompañado por otras medidas ña, un obispo de intachable perfil progresista. Pero,
que tuvieron un gran impacto en la opinión públi- pese la escandalosa multiplicación de las acciones
ca, entre ellas el descabezamiento de la Corte Su- clientelares (o precisamente por ello), las urnas die-
prema de Justicia y el nombramiento de magistra- ron como vencedores contundentes a los candidatos
dos reconocidos por su idoneidad profesional e in- de la oposición. Sin duda, el efecto “Misiones” gol-
tegridad política7. Sin embargo, a fines de 2005 es- peó fuertemente al gobierno, al tiempo que ilusionó
ta política sufrió un primer embate con la aproba- a una oposición disgregada y debilitada ante la rea-
ción de la ley que autoriza la reducción de los lidad del peronismo infinito, de cara a las próximas
miembros del Consejo de Magistratura. Aclaremos elecciones presidenciales de 2007. Sin embargo, el
que éste es un organismo multisectorial introducido Presidente volvió a recuperar la iniciativa política,
por la reforma constitucional de 1994, cuya activi- obligando a los gobernadores que aspiraban a la
dad más importante es la selección, sanción y re- reelección a que desistieran de sus pretensiones.
moción de jueces. Con la excusa de reducir el nú- En fin, pareciera que la capacidad de absorción y
mero de consejeros, la reforma introducida por el neutralización del partido en el poder, tanto respec-
gobierno de Kirchner aumentó la representación to de las formas institucionales como no instituciona-
7 Este cambio, lejos de tener sólo política -eliminando la participación de las minorías- les de la política, sigue siendo muy alta. Esto aparece
un alcance simbólico, tiende a tra-
ducirse en una política de amplia-
y limitó la participación de jueces, académicos y ilustrado por la cantidad de organizaciones, anterior-
ción de los derechos. Dos fallos de abogados. Por otro lado, la tendencia a la normali- mente movilizadas, que se han incorporado al go-
la Corte, en 2006, así lo indican: zación del “Estado de excepción” se ha prolongado bierno. No hay que olvidar, sin embargo, que la Ar-
por un lado, el máximo tribunal a través de la firma de decretos de necesidad y ur- gentina es un país en el que permanentemente
ordenó al gobierno actualizar los gencia y de la aprobación de la llamada ley de “su- emergen nuevos reclamos, que de manera indefecti-
haberes de los jubilados, congela-
dos desde la época del menemis-
perpoderes”, solicitada por el gobierno, que apun- ble asumen la acción directa y la organización asam-
mo; por otro, y ante la denuncia ta al fortalecimiento de la autoridad del jefe de ga- blearia como forma de expresión, desbordando así
efectuada por 140 vecinos y dam- binete, quien tiene la potestad para reasignar parti- los frágiles canales institucionales; rasgo al que hay
nificados, intimó al Estado a resol- das presupuestarias sin control del Parlamento. que sumar la persistencia de un arco de organizacio-
ver la contaminación del Riachue- Como ya hemos señalado, la reivindicación de nes sociales antisistémicas, críticas del gobierno ac-
lo, al tiempo que fijó una audien-
cia pública con 40 empresas que
una “nueva política” y la apropiación del discurso tual y bien insertas en redes nacionales y globales.
se calcula no cumplen con los re- crítico coexisten, desvergonzadamente, con la po- Por último, cabe recordar que estas luchas y pro-
quisitos ambientales que marca la tenciación de los dispositivos clientelares y la perpe- cesos se desarrollan en un espacio latinoamericano
ley. En virtud de ello, el gobierno tuación de funcionarios y gobernadores vinculados a atravesado por la crítica al neoliberalismo y por la
se comprometió a lanzar un Plan la década del 90. Empero, este doble discurso en- búsqueda de alianzas regionales. Este nuevo escena-
integral de saneamiento de la
cuenca Matanza-Riachuelo, que
contró un límite en las últimas elecciones realizadas rio, reforzado por la última cumbre del MERCOSUR,
involucra nada menos que a 4 mi- en la provincia de Misiones, en donde el actual go- que se realizó en Córdoba, en julio de 2006, e inclu-
llones de habitantes. bernador -en nombre de la “nueva política”- pre- yó el ingreso de Venezuela, divide el campo militan-

180
te produciendo no pocas tensiones y contradiccio- anunciando los límites de su gestión: una frontera
nes. En este contexto, y si pensamos que casi todas de la exclusión, claramente delimitada frente a la
las organizaciones y movimientos sociales consideran ausencia de programas verdaderamente inclusivos
que, de adoptar el MERCOSUR una dimensión más respecto del amplio mundo de los excluidos, en un
político-económica, los desafíos por venir se jugarán contexto de naturalización de las desigualdades so-
en este nuevo espacio, la cuestión acerca del alcance ciales; una frontera de la precariedad, que da cuen-
político del gobierno de Kirchner deviene central. ta de la debilidad y las oscilaciones de las políticas
Así, aunque todavía sea muy temprano para rea- laborales y las estrategias redistributivas en su com-
lizar balances definitivos, lo cierto es que en medio de bate contra la dinámica flexibilizadora y las grandes
un discurso (im)posibilista los avances de las organi- asimetrías económico-sociales; y unas fronteras de
zaciones sociales integradas en el campo del gobier- la política institucional marcadas, hacia adentro,
no han sido muy magros, y en no pocos casos su rol por la consolidación del modelo decisionista y la de-
apunta a la legitimación de un modelo asistencial- mocracia delegativa y, hacia afuera, con relación a
participativo que consolida la inclusión de los exclui- la política no-institucional, por la absorción y pérdi-
dos como excluidos, en el marco de la naturalización da de autonomía de las organizaciones sociales ofi-
de las desigualdades. Los avances se observan, sobre cialistas o, en su defecto, por la exterioridad estig-
todo, en el campo de la “política de la memoria” y matizante de las organizaciones opositoras. Así, sin
en la reactivación de los juicios a los militares respon- continuidades lineales, y pese a que el escenario
sables de delito de lesa humanidad. Sin embargo, es- político presenta importantes modificaciones res-
ta política sufrió un rudo golpe en septiembre de pecto del pasado reciente, tanto en lo que se refie-
2006 con la desaparición de Julio López, un ex dete- re a la proliferación de nuevas prácticas de resisten-
nido-desaparecido que fue testigo esencial en el jui- cia como a la circulación de discursos políticos críti-
cio que condenó a prisión perpetua a un conocido ex cos, el modelo neoliberal -y el régimen político que
comisario de la dictadura. Su desaparición volvió a acompañó su instalación- sigue gozando de buena
poner al descubierto la relación de continuidad entre salud. Ambigüedades, tensiones y dobles discursos
el aparato represivo dictatorial y las actuales fuerzas constituyen, entonces, el hilo articulador de la polí-
de seguridad, al tiempo que la imposibilidad de dar tica del gobierno de Kirchner, en un escenario en el
con su paradero, o con alguna pista sobre su desapa- cual se entrecruzan y yuxtaponen la consolidación
rición, plantea interrogantes por demás perturbado- de lo viejo con las aspiraciones de lo nuevo.
res acerca de cuál es el alcance de la voluntad políti-
ca del gobierno, así como la viabilidad de los próxi- Bibliografía
mos juicios a los militares responsables de la violación
de derechos humanos. En fin, más allá de que una - LOZANO, C. “Comportamiento de los sectores
parte del nuevo mundo organizacional fue integrado dominantes. Pobreza, distribución del ingreso y cre-
a la esfera gubernamental, lo que sigue ausente de la cimiento en Argentina”, ponencia presentada en el
agenda es el desafío de pensar la vinculación entre la encuentro “Plan Fénix, en vísperas del segundo
democracia representativa y las nuevas formas de de- centenario”, Buenos Aires, septiembre de 2005.
mocracia directa y participativa, por fuera de los mol- - TORRE, J.C. “Los desafíos de la oposición en un
des del régimen de dominación instituido en los 90. gobierno peronista”, en Torre, J.C. et al. Entre el
De cara a lo dicho, vemos que el gobierno de abismo y la ilusión. Peronismo, democracia y mer-
Kirchner presenta tres fronteras mayores que van cado, Norma, Buenos Aires, 1999.

181
Imaginarios de grandeza transformados
Argentina y Brasil
C omo ha sido dicho en numerosas ocasio-
nes, el neoliberalismo ha provocado pro-
fundas transformaciones en el mundo occidental, y
ha incidido en la construcción de órdenes sociales
en imaginarios de la desigualdad caracterizados por la presencia extendida de sujetos
marginados, excluidos, degradados y desciudadani-
zados, que viven en un puro presente y sin perspec-
tivas, ni personales, ni sociales, entre otras. Este es-
cenario desolador, producido en los 70, pero conso-
lidado casi definitivamente en los 90, instituye un
nuevo modo de relaciones sociales y genera nuevos
imaginarios a partir de los cuales las sociedades y
sus habitantes se representan el orden cotidiano.
Por Ana Wortman Los pibes laburan También es sabido que América Latina, como con-
si pueden estudian. secuencia de la aplicación incondicional de estos
Socióloga, UBA/FLACSO. Es in- Acosados por un ritmo modelos económicos que modificaron las relacio-
vestigadora del Instituto Gino que no se puede aguantar, nes sociales y los vínculos de los sujetos con la polí-
Germani, de la Facultad de Cien- con lo poco que ganan tica, entró en una profunda desazón.
cias Sociales de la UBA, donde escriben y lloran Ahora bien, si en Brasil la desigualdad y la seg-
también es profesora en la carrera Pier, 2006 (Argentina) mentación social son de larga data, en Argentina la
de Sociología y en el área de pos- sucesiva aplicación de estas políticas económicas
grado. Asimismo, es profesora Irracional, marginal, animal produjo una modificación radical de sus formas de
del seminario “Cultura de los paí- sou um produto da violência e do descaso relación social, con profundos efectos culturales en
ses del Mercosur”, en el marco Afro Reggaee, Conflitos urbanos, 2001 (Brasil) el plano de las identidades sociales. Teniendo en
de la Maestría en Procesos de In- cuenta sus diferencias fundantes, puede afirmarse
tegración Regional - Mercosur, que tanto Argentina como Brasil fueron imaginados
que dicta la Facultad de Ciencias como países grandes en perspectiva histórica. La
Económicas de la UBA. Argentina, y dentro de ella la ciudad de Buenos Ai-
res en particular, fue configurada hacia fines del si-
glo XIX como país heredero de la tradición y la cul-
tura europeas, no sólo por la arquitectura, el arte y
la solidez del sistema de educación pública y la po-
lítica sino, también, por el origen inmigratorio alu-
vional de sus inmigrantes. Así, en el momento de
conformación del Estado nación se evidencia la for-
taleza y la hegemonía de un proyecto fuertemente
articulado.
Aunque la historia de Brasil es bastante diferen-
te, ya en sus orígenes se manifestaba una vocación
imperial: también fue imaginado como un país
grande, y no sólo por las dimensiones espaciales si-

182
no por las características de su composición demo- ducciones culturales en formato industrial. La varie-
gráfica, la percepción de su componente multirra- dad de producciones culturales, artísticas e intelec-
cial y sus riquezas naturales. Y si bien este país tam- tuales -que se manifestaba tanto en el plano de la
bién recibió una importante inmigración ésta no al- llamada cultura alta como en la llamada cultura me-
canzó las dimensiones que llegó a asumir en la Ar- dia y popular- revela que se había conformado un
gentina; su inmigración fue fundamentalmente de vasto y diversificado público de estas producciones,
origen portugués, y se sumó a la población indíge- así como numerosos espacios de difusión y circula-
na existente en el interior, mientras el resto de po- ción. Esta dinámica, observable en el plano cultural,
blación inmigratoria de origen italiano y japonés, y pone de manifiesto, al menos en los grandes cen-
de otras nacionalidades, no tuvo las dimensiones tros urbanos, la presencia de una sociedad moder-
que adquirió en nuestro país. No obstante, y a dife- nizada, móvil y fundamentalmente alfabetizada. Di-
rencia de la Argentina donde fue diezmada en las versos trabajos señalan la gran cantidad de teatros
guerras, en el Brasil la población negra ocupa un lu- y cines, siendo también significativa la tirada de los
gar preponderante en la cultura y en la sociedad, diarios, la producción de libros, folletines y revistas
como un componente racial que, muy a pesar de su de difusión de información general que existía en
fuerza numérica y de su evidente presencia social, Buenos Aires hacia 1920.
recién en los últimos quince años comenzó a ser re- En esa misma época, la cuestión artístico inte-
conocido como parte de la identidad cultural. Estos lectual era muy diferente en Brasil, donde la mo-
destinos de grandeza, imaginados para ambos paí- dernidad parece haber llegado más tarde. Si bien
ses, no pueden ser pensados sin tener en cuenta la en el plano de la cultura letrada tuvo un importan-
gravitación del pensamiento positivista en las elites. te desarrollo la poesía -cuyos alcances se extienden
La civilización y el progreso invisibilizaban racionali- al ensayo y a la reflexión sobre la nunca resuelta
dades no europeas, y es en las letras y en la plásti- identidad cultural brasileña-, los escritores, tal co-
ca donde se impugnaron estas visiones lineales del mo señala Renato Ortiz (1988), tenían dificultades
desarrollo social. para vivir de su oficio y, al no constituirse un públi-
co lector del alcance que existe en la Argentina,
Modernidades tempranamente se volcaron a trabajar en la pren-
sa. La estructura social brasileña es, fue y sigue
Según ha sido señalado por intelectuales argen- siendo profundamente desigual y por ese entonces
tinos de la cultura, como Beatriz Sarlo, Oscar Landi, no existía, como en el caso argentino, una nutrida
Oscar Terán y Luis Alberto Romero, entre otros, clase media ávida por legitimarse a través de los
Buenos Aires cumplió con gran parte de los requisi- consumos culturales. Por el contrario, la moderni-
tos necesarios para ser considerada una ciudad mo- zación cultural en Brasil fue posterior, y se manifes-
derna muy tempranamente. Esta modernidad se tó fundamentalmente en el marco del proyecto de-
manifestaba, no sólo en la abundante y diversa pro- sarrollista de Juscelino Kubitschek. Es en ese imagi-
ducción cultural y artística, que expresaba la consti- nario de los años 60, fuertemente industrializador,
tución de un campo intelectual en el plano literario, que debe comprenderse la creación de Brasilia co-
plástico y musical sino, también, en el surgimiento mo nueva capital del Brasil. A su vez, el crecimien-
del cine a comienzos del siglo XX, lo que viene a co- to económico e industrial de esos años generó cla-
rroborar nuestra hipótesis de ciudad moderna. En ses medias ávidas de cultura, y en ese contexto tu-
ese contexto surgen también la radio y diversas pro- vo lugar el apogeo del cine, la radio y fundamen-

183
talmente la televisión. Y por esto se podría arries- te, la renovación de la plástica, a partir de la crea-
gar que el proceso que se dio en Buenos Aires en ción de espacios institucionales no estatales como
los años 20 se plasmó en Sao Paulo y Río recién en el Instituto Di Tella.
los años 50/60. Este mito fundante de los años 60 en la Argen-
Asimismo, en el caso del cine se manifiesta el tina comienza a complejizarse en el marco de la no
surgimiento de producciones de corte contracultu- resuelta inestabilidad político institucional. La cre-
ral y de crítica social que, inspiradas en el neorrea- ciente politización de la sociedad se filtra en todos
lismo italiano y la nouvelle vague francesa, pusieron los campos, produciendo rupturas en su interior y
en cuestión tanto el estilo hollywoodense de hacer colocando en un segundo plano la preocupación
cine como la disociación con respecto a la realidad por la forma. En Brasil -en el contexto de una dicta-
brasileña. Es precisamente en estos años que se dura de tono modernizador que acentuó a través
ubica el surgimiento de lo que se dio en llamar Ci- de un orden autoritario el desarrollo capitalista, a
nema novo, bajo la dirección de Glauber Rocha y diferencia de la dictadura argentina de corte clerical
Nelson Pereira dos Santos. En este caso, se podría y reaccionario, aunque ambas dictaduras al fin- sur-
señalar como característica de las clases medias la ge el movimiento denominado tropicalismo, a tono
emergencia de cierto espíritu cuestionador del or- con la presencia de lo juvenil que generó en el pla-
den social dado, a partir del surgimiento de un nue- no de la cultura occidental la presencia de The Bea-
vo tipo de intelectual que no proviene ya exclusiva- tles y The Rolling Stones. Como otros movimientos
mente de las elites (aunque es importante señalar culturales en Brasil, el tropicalismo se proponía -se-
que Brasil nunca dejó de ser un país de elites) sino gún se expresa en el manifiesto- crear una cultura
de las clases medias universitarias, y que se expresa musical ya no centrada en la recurrente preocupa-
en el desarrollo de unas ciencias sociales críticas, de ción brasileña por la identidad cultural nacional si-
una nueva literatura, de un nuevo cine y, esencial- no que, en todo caso, ésta reconocía al pop y al
mente, de una música que no sólo innovó la músi- rock como parte de una música nacional. Entonces,
ca brasilera sino, incluso, el jazz; aunque todo esto, y a diferencia de las expresiones artísticas e intelec-
con un alcance mucho menor que el que tuvo la re- tuales argentinas diluidas por lo ideológico, aquí lo
novación cultural en la Argentina de los sesenta en político asume una forma más cultural en la que
términos de público. En efecto, la bossa nova cons- aparece, casi por primera vez, la preocupación por
tituye un claro exponente de esta transformación el lugar de lo afro en la cultura brasileña, cuestión
modernizadora de la sociedad brasileña, tanto en el que será central en los movimientos político cultu-
plano social como económico. En términos de los rales por la ciudadanía de los noventa. Es importan-
críticos de música, la bossa nova revela una profun- te señalar que esta preocupación no es exclusiva de
da y sofisticada complejidad musical, no sólo en tér- Brasil, sino que se pone de manifiesto en las expre-
minos de la composición sino, también, en la veta siones artísticas de distintos países latinoamerica-
poética que se despliega en su armonía. Si en Bra- nos, en contexto con la crisis de cierto discurso de
sil la renovación de los imaginarios modernizadores la modernidad latinoamericana propio de los años
se ponía en escena a través de la música y el cine, sesenta. Lo innovador de este movimiento es que
en Argentina el desarrollismo constituía el soporte comienza a pensarse a la música brasileña constitui-
de la creación de carreras como Sociología, Psicolo- da por ritmos, letras, más mundiales, como el caso
gía y la expansión llamativa del Psicoanálisis, la nue- de la cultura juvenil que irradian The Beatles y la
va pedagogía, el cine de autor y, fundamentalmen- cultura rock en general.

184
Consumismo, globalización cultural periférica principal es ser uno mismo, ser único. Si antes eran
el trabajo y la política los que generaban discursos
Como señala Martín Hopenhayn (1999), si en de identidad, de un nosotros en relación a los otros,
los años 50/60, y parte de los 70, existía en Améri- en el mundo de los excluidos de la sociedad de con-
ca Latina una estrecha vinculación entre la integra- sumo los imaginarios derivan más de los productos
ción económica social y la integración simbólica, lo de consumo de la industria musical. En un contex-
que hace que la modernidad latinoamericana se to de degradación de los discursos escolares, que se
funde en el desarrollo económico social y también presenta incluso pese a su extensión a amplias ma-
en la ampliación de accesos a la vida educativa y yorías, la juventud popular urbana es consecuencia
cultural para sectores cada vez más vastos de la po- de la ampliación de la escolaridad formal, pero tam-
blación, centrados en la masificación de los siste- bién de la disociación entre mayores niveles educa-
mas educativos, en los 90 se produce una disocia- tivos y posibilidades de ascenso social. En reempla-
ción entre ambas dimensiones. En el marco de una zo se erigen la publicidad y los programas televisi-
crisis y una decadencia social sin precedentes, todas vos, que ocupan un rol pedagógico y cuya estética
las clases sociales, todos los jóvenes de ambos ex- es apropiada y resignificada a partir del cotidiano.
tremos sociales, comparten un universo simbólico También la llamada cultura juvenil se transfor-
de imágenes producido poderosamente por los me- mó. De relatos sostenidos por la búsqueda de la co-
dios de comunicación, en particular la TV, la música munidad más allá de la vida urbana, hoy no pueden
en imágenes y la publicidad. Paradójicamente, un pensarse más allá de la ciudad, a pesar de que la
país con extremas desigualdades sociales como Bra- ciudad les ofrece lo peor de ella, los peores lugares.
sil ha generado una industria televisiva tan podero- Los imaginarios actuales no dejan lugar para las
sa que compite con cadenas internacionales de TV utopías: ya que no pueden pensarse en el futuro,
a nivel mundial. Si en la modernidad temprana lo están atrapados por el presente, y la única forma de
simbólico derivaba o se articulaba con la dinámica salir de ese presente es a través de la música y la
social, ahora lo simbólico es producido por un sec- droga.
tor social poderoso y minoritario, y se irradia con
fuerza al conjunto de las mayorías marginadas y ex- Entre el rock barrial argentino y el hip hop paulista
cluidas, a través de lo que Ortiz (1994) denomina y carioca: cantar la desigualdad social
“los artífices mundiales de la cultura” (gerentes de
marketing, creativos publicitarios). Las producciones juveniles constituyen muchas
Todos comparten los valores de un mismo uni- veces un universo prolífico de lo nuevo que nace.
verso de objetos, pero cada vez se profundizan más Así, cuando se habla de nueva plástica, nueva lite-
las distancias entre estos signos y la posibilidad de ratura, nuevo cine, nueva música, se está haciendo
acceder al mundo de objetos al cual aluden. Allí es referencia a la emergencia de lo nuevo, aunque lo
donde se produce la disociación y la tensión social: nuevo como valor de la modernidad esté en cues-
si en la modernidad de masas la oferta de consumo tión. En todo caso, se parte de la hipótesis de que
se orientaba al logro de vidas dignas, ahora se sos- las nuevas generaciones, aquellos que comienzan a
tiene en la distinción y el aislamiento del que no producir sentido en distintas aristas de lo social, van
consume. Los valores de la sociedad de consumo se a decir algo distinto, cuestionador o no, de lo que
instalan sobre relaciones de dominación profunda- se viene diciendo hasta el momento. También la
mente desiguales, sobre la base de que el valor manifestación de lo nuevo o distinto depende de la

185
sensibilidad de época y de los climas políticos. Esto tiempo, profundamente desnacionalizado. Se pone
es muy fuerte en nuestros países del Mercosur, y en evidencia una percepción del espacio cotidiano
fundamentalmente en Argentina. como isla, pero como una isla que se comunica con
Si bien no hay una relación inmediata entre otras en cierta sensibilidad de época, musical y te-
transformaciones de un género musical y cambios mática: la isla global del universo de los excluidos. Y
sociales y políticos, es notable observar que en el lo siniestro es lo que se describe de ella: violencia,
marco de los cambios experimentados por Argenti- crimen, pérdida de códigos mínimos de convivencia
na y Brasil en los 90, las música juveniles, sus for- social, impunidad total, miseria, exclusión, droga,
mas, y fundamentalmente sus letras y estilos, tam- prostitución, destrucción de lazos sociales y confor-
bién cambian. En el caso de Argentina, lo juvenil mación de bandas armadas con niños y fundadas en
ofrece nuevas manifestaciones. En los 90 se pone lealtades basadas en el odio.
en escena un rock menos de clase media y aparece La lucha por la supervivencia tiñe todas las accio-
un rock apropiado por este nuevo sujeto social que nes sociales que se cantan y relatan. Las letras de los
mencionábamos anteriormente, que es la juventud raperos expresan mejor que otros espacios cultura-
popular urbana. Algunos hablan de rock barrial, les el dolor y la desazón de millones de jóvenes ex-
otros de rock “chabón”, también de rock social. So- cluidos, no solo brasileños sino de diversos lugares
bre la base de una musicalidad más simple, se ex- del mundo atravesados por la globalización capita-
presan palabras, voces que aluden a un cotidiano lista. Sin embargo, no todo es negativo en estas
atravesado por un mundo “popular”: el barrio, la nuevas formas de las nuevas expresiones musicales
cerveza, el fútbol. Los íconos estandarizados de lo juveniles. Al menos en el caso de Brasil, se puede re-
popular son nombrados insistentemente como há- gistrar la emergencia de nuevas formas de expresión
bitat, como la vida de todos los días, dando cuenta de la política en movimientos sociales de tono cultu-
de un nivel menor de simbolización y representa- ral. Grupos musicales como Olodum y Afro reggae,
ción de cuestiones juveniles. De todos modos, ese entre otros, se han convertido en grupos de inter-
mundo popular se manifiesta de diferentes mane- vención pública, a través de una música que rescata
ras, pues no todos los grupos son iguales. la demanda de estos sectores por la inclusión social,
Pasada la crisis de 2001 podemos percibir algún a partir de la lucha por la identidad cultural que re-
cambio en el escenario de rock local. Surgen nuevos conozca lo negro en la cultura brasileña. Se eviden-
grupos y sus letras manifiestan dolor, desazón y una cia, así, un reconocimiento de estos sectores socia-
profunda frustración por el país que les toca vivir. les y de nuevas formas de ciudadanía social.
También se da cuenta de un profundo escepticismo
por las instituciones, la política y desconfianza al Bibliografia
mundo en general que, excepto en sus vínculos más
inmediatos, es percibido como hostil. En el caso de - DE MELO SOUZA, E.M. “A representacao do Bra-
la música brasileña ya no se trata de la juventud po- sil como país de futuro”, en De Melo Souza, E.M.
pular urbana, de un mundo popular que supo ser de (comp.). Cultura brasileira. Figuras de alteridade,
clase media y se frustró, al modo como lo desarrolla Hucitec, Sao Paulo, 1996.
Maristella Svampa (2000), sino que aparece la tema- - HOPENHAYN, M. “Vida insular en la aldea global.
tización de un mundo por siempre excluido. Lo nue- Paradojas en curso”, en Barbero, J.M. y otros (eds.).
vo en el funk carioca y el hip hop paulista es la re- Cultura y globalización, CES/Universidad Nacional,
presentación de un universo local y global, al mismo Bogotá, 1999.

186
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- YUDICE, G. La cultura como recurso, Gedisa, Bar-
celona, 2003.

187
Informe especial
constitutiva nos puede brindar elementos valiosos
Cuerpo y subjetividad: materiales y tensiones para dar explicaciones en torno a las modalidades
de aparición de la subjetividad corporal en la actua-
lidad. La emergencia del cuerpo y la subjetividad re-
mite a esa historia, a la sedimentación de prácticas
y saberes que se acumulan como acervo de expe-
riencias. En este marco resulta valioso recuperar las
concepciones que sostienen como cimientos la sub-
jetividad corporal hoy, descubrir el piso donde se
apoya la subjetividad corporal y los sedimentos so-
ciales que le dan consistencia a sus estructuras.
Los materiales vienen revestidos de teorías. Por

Por Gabriel Cachorro

Docente e investigador del Dpto.


E n este artículo se efectúa un abordaje del
tema cuerpo y subjetividad a través de un
ejercicio exploratorio de sus materiales y tensiones.
ello establecemos un diálogo con estos materiales y
sus tensiones, con los que vamos a trabajar en la
construcción de la tesis de investigación. A partir de
ese diálogo nos internamos en los cimientos del
de Educación Física, FHCE, Las preguntas posibles de formular son: ¿Qué dis- cuerpo y la subjetividad, analizando sus propieda-
UNLP. Finalizó de cursar el cusiones tenemos por debajo de la subjetividad cor- des, las tramas y las tensiones de fuerzas internas.
Doctorado en Comunicación poral?, ¿cuáles son las raíces históricas de este te- Estas fuerzas conviven en el conflicto, en esa dispu-
Social de la FPyCS, UNLP, y se ma?, ¿qué problemáticas lo atraviesan? La enuncia- ta agónica en que la subjetividad corporal se refor-
encuentra desarrollando su tesis: ción de estos interrogantes nos ayuda a establecer mula delineando ciertas tendencias o perspectivas
“Cuerpos juveniles: la posición de investigador y a explicitar los argu- del destino. Siguiendo a Georg Simmel (1988), las
comunicación, escenarios y mentos teóricos. Se desprende de esta propuesta configuraciones de relaciones producen materiales
prácticas”1. Es Magíster en un modo de entender a los materiales, no como históricos concretos y algunos casos donde esto
Desarrollo Educativo por la atributo físico ni como definición cerrada sino, en puede apreciarse se encuentran en la moda, la es-
Universidad Pedagógica Nacional tanto conjunto de operaciones y modos de relación. tética y la cultura femenina. En la propuesta del au-
de México, director de la Revista Desde esta perspectiva se justifica la interpela- tor, esos materiales sirven para ver o analizar cómo
de Educación Física y Ciencia, ción a la subjetividad corporal, inserta en condicio- se produce la configuración de formas de sociali-
de la FHCE, y director del nes de relación especificadas en un tiempo y un es- dad, las formas constitutivas de la subjetividad cor-
Proyecto de Investigación: pacio. Esta coyuntura particular tiene prolongacio- poral y sus procesos de objetivación de los modos
“Mutaciones del cuerpo y la nes hacia un pasado que se actualiza en diversos de experiencia.
subjetividad en los sujetos formatos de presentación y nos exige, por sus com-
juveniles de la Educación plejos vínculos con ese pasado constitutivo, la re- La eterna tensión entre lo sagrado y lo profano
Física”. construcción de nexos y articulaciones históricas. La
subjetividad corporal sometida a una mirada de ca- La constitución de los sujetos, la configuración
rácter histórico nos acerca a algunos de los núcleos de sus subjetividades y las apropiaciones de sus
1 En esta investigación se analizan problemáticos alojados en su seno. En tanto, como cuerpos se enmarcan en una cultura moderna, ra-
las transformaciones del cuerpo material de trabajo condensa, en forma caótica y cional e instrumental que interpela la dimensión mí-
que experimentan los sujetos juve-
niles al realizar el pasaje del Poli-
multidimensional, concepciones de cuerpo y comu- tica interior. El avance del modernismo y las inven-
modal a la carrera de Educación nicación en las que subyacen elementos desde raí- ciones tecnológicas posibilitan a los sujetos que dis-
Física. Se apunta a mostrar cómo ces lejanas. La historización de esa experiencia ponen de recursos económicos la exageración de la

190
experiencia del placer, el hedonismo, la pérdida de La propuesta de lo profano es visible en el Faus-
valores tradicionales y la exaltación del mundo de la to de Goethe, ese personaje insatisfecho que todo
experimentación de nuevas tecnologías, pudiendo lo niega, nunca está conforme y al que siempre le
llegar incluso hasta el hartazgo. Daniel Bell (1995) falta algo. A partir de esa condición establece la di-
analiza este proceso e insiste en la estrategia de la námica de la inquietud. Nada lo llena y las ambicio-
conservación: propone parar el modernismo y reto- nes no cesan. La situación de inestabilidad lo movi- estos cuerpos resuelven la situa-
mar las costumbres tradicionales para restaurar, con liza y mantiene activo el deseo, puesto que siempre ción de enfrentamiento con una
ladrillos del viejo orden, la sociedad anterior que necesita algo más. El desequilibrio genera la actua- nueva realidad existencial, consi-
derando la elección de los escena-
preserve el ámbito de lo sagrado. Desde su óptica ción para alcanzar lo inalcanzable sobre una carre-
rios de participación social, donde
de apreciación, el autor visualiza un mundo donde ra infinita hacia el crecimiento de nuevas posesio- se decide habitar, en tanto la en-
se violan y corren los límites entre lo sagrado y lo nes materiales. En sintonía con esta situación, la trada a estos sitios les ofrece inte-
profano. En correlato con estos corrimientos de es- modernidad ofrece una visión prometeica de futu- racciones con nuevos actores so-
calas valorativas, emergen otros cuerpos y subjetivi- ro, derrocha optimismo y entrega al hombre a la ciales. El despliegue de prácticas
corporales y comunicacionales de-
dades. La subjetividad corporal se reelabora, involu- posibilidad de elevarse de su condición pastoral. En
dicadas a la profundización de sa-
crándose en las eternas discusiones libradas por este sentido, desde Leszek Kolakowski (1990) es beres del cuerpo (con el ingreso a
fuerzas divinas del bien y el mal, los modelos anta- necesario exaltar la parte mítica, estar atentos a la la carrera de Educación Física) y el
gonistas del ángel bueno y el ángel malo y las refor- transgresión de las tradiciones, teniendo en cuenta contacto con nuevas configura-
mulaciones de lo permitido y lo prohibido. Estos la debilidad humana y sus condiciones finitas de ciones del movimiento corporal -
deportes, juegos, danzas, gimna-
componentes están presentes en la configuración existencia. La preocupación de este autor, como de
sias, etc.- se mezclan con el reper-
de los destinos del cuerpo y la subjetividad. otros conservadores, es la posible profanación de torio de conocimientos corporales
En medio de estas tensiones, la subjetividad cor- ámbitos sagrados que puede llevarnos a graves cri- adquiridos en la historia previa.
poral vive sus encrucijadas existenciales como mo- sis sociales. La modernidad extrema activa los puri- Los usos de códigos de comunica-
mentos donde constantemente decide si da rienda tanismos excesivos. ción corporal -gestos, lenguajes
no verbales-, puestos a prueba
suelta a sus deseos y a la cristalización concreta del Georges Bataille (1996), por su parte, habla de
ante el inicio de una nueva rela-
pecado, o si se reprime en aras de una vida espiri- una existencia gozosa y del derroche. Se postula ción con otras instituciones y suje-
tual ascética; es decir, si se dirige hacia el encuentro defendiendo la dimensión interior de los sujetos, si- tos.
con Dios en el cielo o, si luego de una vida desca- tio que escapa de la dimensión racional e instru- Estos procesos de adaptación del
rrilada, se dirime en un arreglo de cuentas con el mental y que se corresponde con una experiencia cuerpo juvenil se apoyan sobre
una plataforma teórica: la subjeti-
Diablo en el infierno. En esta perspectiva, las pro- exterior: el trabajo y las necesidades de consumo.
vidad corporal, entendida como
mesas de la modernidad sugieren cambios rotun- En la perspectiva de este autor, la condición para los modos de ser de los sujetos a
dos de las condiciones materiales: mayor confort, elevarse de lo animal es el trabajo y se asciende a través de sus cuerpos siempre en
innovación incesante, rupturas de mitos, salidas de una condición humana por las prohibiciones o “in- relación con otros sujetos e insti-
la quietud y ser libre para lograr una elevación del terdictos” avalados en las prácticas sociales por los tuciones sociales. Son modos de
relacionarse consigo mismo y ela-
sujeto individual. Esta experiencia podríamos colo- sujetos. En la existencia interior del hombre están
borar la propia identidad a partir
carla más cerca de la tentación materialista, por el alojadas las represiones, la coerción de los excesos del propio cuerpo. Se expresa en
ofrecimiento de una vida cargada de todos los lujos donde se moderan y controlan. Los interdictos cum- el despliegue de prácticas corpo-
y comodidades de los objetos inventados por el plen un papel central ya que operan como prohibi- rales y comunicacionales de los
hombre. En la metáfora del pecado original se ciones asumidas por los sujetos e incorporadas en sujetos juveniles ubicados en un
tiempo y un espacio concreto. En
muestra la debilidad del cuerpo y la violación de la su parte interior. Bataille analiza el interior del hom-
esas coordenadas se desencade-
esfera espiritual, en un episodio donde el alma es bre como un sitio clave para entender a los sujetos. nan transformaciones de la cultu-
comprada. Allí está su “parte maldita”, reprimida, esa parte ra corporal.

191
vinculada con los derroches, las dimensiones pletó- ciencia tranquila. Las voces de la culpa hacen una
ricas, sin cálculo, control y racionalidad. Es el ámbi- subjetividad de la racionalización y sacralización de
to de los excesos, parte fundamental de la expe- los deseos, incrustando en la conciencia corporal las
riencia humana y parte profunda de la subjetividad prácticas del celibato, las abstinencias, las confesio-
corporal. Y es por esto que la identificación de la nes de pecados. La racionalización penetra en el
parte maldita nos sirve para entender la funcionali- ámbito religioso e implica un proceso de seculariza-
dad del trabajo. El trabajo reprime horrores, evade ción y de institucionalización de las religiones.
el interior, pero no sólo por reprimir sino que hay En este plano, la dimensión interior está vincu-
motivos más profundos relacionados con la dimen- lada con lo sagrado, es la parte maldita que no que-
sión del terror ante los excesos. La construcción de remos ver y refiere a la insatisfacción con el mundo.
lo sagrado es importante para establecer un orden Por el contrario, la parte derecha es aquella que sí
simbólico consensuado, para prohibir y dejar a sal- está satisfecha con el mundo, por ese desarrollo del
vo de las profanaciones las realidades particulares. trabajo instrumental, el control, la técnica y las pro-
El cuerpo y la subjetividad están influenciados hibiciones que lo rodean. Y es desde este postula-
por este proceso de la cultura. En este marco es po- do que puede deducirse que el trabajo ataca la ex-
sible asociar la obsesión de los sujetos por el rendi- periencia interior. Lo sublime del ser humano está
miento, la medición y la racionalización con la dis- oculto mientras crece el Fausto (gran empresa, de
minución del interior y el incremento de las coercio- orden e inteligencia empresarial), proponiendo des-
nes y prohibiciones. Cuando se postula la idea de plegar prácticas corporales con disciplina para ele-
contener los excesos se muestra la postergación del varse de un estado de mímesis con la naturaleza.
goce para producir. Esa negación es el sustento en Los requerimientos en una sociedad cada vez más
la disciplina, es el interdicto, el tener control sobre competitiva demandan acciones disciplinarias, exi-
lo que se hace. No se puede caer en la anarquía gen no vivir en el exceso para lograr las metas pro-
descontrolada del gozo y el derroche porque la di- ductivas, y estas exigencias producen cuerpos y
mensión interior se colapsa. Un ejemplo extremo es subjetividades concretas.
el caso del cantante de rock Jim Morrison: el sujeto La subjetividad corporal que recibe el discurso
se entregó a una experiencia del desborde y el des- conservador se ve sermoneada por la sugerencia de
carrilamiento de sus sentidos corporales y esa elec- no gastar, enarbolando el postulado del ahorro, y
ción lo encaminó hacia una rápida y vertiginosa de no entregarse a la cultura del goce, alentando el
muerte. Perdió su subjetividad corporal por el libre dominio de sí mismo. Existe una preocupación por
albedrío de sus sentidos corporales. la debilidad, por la entrega a lo material, por la vi-
La subjetividad corporal se expresa en la reli- da empresarial en desmedro de lo religioso y espiri-
gión, está medida por interdictos. En las prácticas tual. La división entre lo sagrado y lo profano reite-
religiosas la idea de sacrificio es recurrente. En la ra la preocupación por reconstruir fronteras claras
devoción y el culto a Cristo el hombre católico ra- entre lo permitido y lo prohibido. La idea sagrada
cionaliza su vida por los demás. Contempla la pro- del sexo se pulveriza y entra en un proceso de re-
hibición de matar, se somete a un régimen corporal composición (pensemos en los debates sobre las
cuyo sacrificio humano es controlar sus impulsos. operaciones a las que se someten los sujetos, la
Está atado a mandamientos y preceptos que apun- proliferación de empresas del cuerpo que reforma-
tan a mantener en pie un latente recordatorio de lo tean los contornos corpóreos a la carta, ofreciendo
que debe hacer ese cuerpo para estar con la con- las más diversas intervenciones quirúrgicas: ciru-

192
gías, operaciones, mutilación de genitales, cambios atravesamiento de sofisticadas autopistas que desfi-
de sexo, implantación de senos, donación de órga- guraban la vida cotidiana premoderna. La revolución
nos para reciclarlos en la subjetividad corporal de de lo cotidiano implica crisis por una pérdida de la
otro, autorización de la eutanasia, entre otras). seguridad ontológica, antes otorgada por la certeza
En la perspectiva de los conservadores hay que rutinaria de que todo va a estar en su lugar. En este
reinsertar lo que se ha secularizado, hay que poner- proceso, los sujetos intentan adaptarse a los cam-
le un dique al proceso de secularización y trazar lí- bios buscando en la quietud de los bares y cafés de
mites a la franja de artistas y literatos que abrieron París un sitio donde encontrarse con socialidades del
esta brecha. En esta línea conservadora, los nostál- pasado que les permitan restablecer la subjetividad
gicos extrañan un pasado mejor y proponen resca- corporal que alimentaban día a día con sus coterrá-
tar la religión, volver atrás para construir con ladri- neos de la región.
llos de un viejo orden una estructura social más es- Una lectura más optimista de la socialidad con-
table. En ese retorno se propone el control de im- figurada en los procesos de la modernidad se en-
pulsos, estableciendo una dialéctica de la libertad y cuentra en Gianni Vattimo (1985). Para este autor,
la restricción. En esa tensión de fuerzas se debaten el devenir de la modernidad nos libera de un mun-
las identidades de los sujetos, los cuerpos y sus sub- do cotidiano caracterizado por la reiteración de es-
jetividades. Se desencadenan apropiaciones disími- cenas monótonas y nos descoloca del ordenamien-
les de los modos en que viven los sujetos esos pro- to previsible y cíclico de las actividades desplegadas
cesos de subjetivación encarnados y que llegan has- en el día a día. Con una visión que rescata el pasa-
ta sus entrañas. Se vive como una novela de final je de la ausencia a la vastedad, nos orienta a pen-
abierto según sea que esos mandatos sociales se sar el mundo no desde lo supraterrenal sino desde
apropien con culpa o con indiferencia. el sujeto responsable de construir su propio destino,
ahora familiarizado con la sorpresa y la incertidum-
Relaciones de inmersión y toma de distancia bre de los acontecimientos. Vattimo se ubica en la
posmodernidad planteando la superación de toda
Las dificultades de los sujetos para establecer re- atadura y nos señala la imposibilidad de una inmer-
laciones humanas estables y comunicarse con los sión completa y desinteresada con un otro impor-
otros nos permiten identificar dos modos de vincu- tante en la estructuración del proyecto de vida (es-
lación: el de la relación social de inmersión, caracte- to puede graficarse en maneras más aleatorias de
rizada por la entrega desinteresada, y el de la rela- entablar relaciones con grandes referentes de iden-
ción social con toma de distancia de los demás, que tificación: un movimiento religioso, partido político,
expresa una razón comunicativa débil que suele atri- pareja, matrimonio). Asimismo, nos alerta sobre el
buirse a los avances devastadores de la modernidad. avance de la técnica y su intromisión en la intimidad
Los flujos modernos inciden en la reorganización de de los sujetos. La tecnología nos arrastra hacia nue-
las tramas vinculares de los sujetos, produciendo un vas formas de exploración inusitadas -por caso, en
desgarre de los circuitos de comunicación, una diso- la elección de canales de televisión-, y al consumo
lución en los tradicionales enfrentamientos cara a de productos en general, instalados con su cualidad
cara, una ruptura del orden continuo y una toma de de innovación sin anclaje definitivo.
distancia de los compromisos colectivos. Este proce- En este marco, la subjetividad corporal se em-
so lo graficaba Marshall Berman (1988) cuando ha- palma con la emergencia del narcisismo desborda-
cía mención a la destrucción de los barrios por el do. Se plantea la situación de incomunicación de

193
los sujetos que no se encuentran con nadie, que no ingesta ilimitada de vinos y alimentos, las fiestas
tienen interlocutores. La ausencia material y simbó- descontroladas y el libre albedrío de las orgías.
lica de la otredad, su no reconocimiento y la opción En todas estas posibilidades hay una disolución
por la vida en soledad, apartada del mundo conti- del hombre en un mundo voluptuoso. Por ejemplo,
nuo, deviene en una subjetividad despersonalizada. en la experiencia extrema, algunos hippies encuen-
Su subjetividad ininteligible, inconmensurable, está tran su identidad en la droga, el cuerpo desnudo y
desprovista de vínculos con ese orden continuo, an- el amor libre. La invitación a estas prácticas corpora-
tes ofrecido por la sociedad tradicional. Son postu- les se despliega en un estado de conexión con la na-
ras nihilistas, algunas en tono apocalíptico, que se turaleza. En este contexto de la actuación, los per-
enfrentan con el vacío y van al precipicio porque ya misos otorgados por los ideales del cuidado de la
no tienen garantía de futuro. Se pierde la continui- naturaleza abren un juego de experimentación de
dad de este mundo tangible de los sentidos con el los sentidos corporales, instalándolos en un mundo
mundo espiritual, y ya nadie asegura la existencia sensualista llevado a la libertad absoluta. Del mismo
de un dios aguardando a sus fieles en un más allá. modo, la conducción a excesos se hace patente en
Esta superación de la seguridad metafísica engen- los empresarios solitarios que odian el mundo y ha-
dra otras posiciones respecto de la subjetividad cor- cen un corte con el universo continuo, perdiendo
poral. El horizonte fatalista del porvenir tiene pro- esa visión centrada en las vidas cotidianas tradicio-
fundas implicaciones en las maneras de vivir los nales. La existencia azarosa y el derroche dan forma
cuerpos y construir subjetividades en el desencanto. a una subjetividad corporal que se elabora en una
Las apropiaciones subjetivas de los destinos confi- posición terrenal, sensualista, pero sin llegar a una
guran una diversidad de cuerpos y subjetividades: mímesis con la naturaleza. Esto último puede regis-
góticas, okupas, skinheads, hippies, feministas y trarse en el auge de los deportes individuales de al-
ecologistas, entre otras salidas. to riesgo que desafían las leyes de gravedad colo-
Una subjetividad corporal se configura desde cando al cuerpo en un seductor estado de vértigo
una visión pesimista y se despliega en un mundo que desprende a los sujetos de la realidad, en una
más azaroso y contingente, un mundo más abierto, conmoción de la corporalidad. Esa fantástica diso-
no tan proyectado, donde se expresa una pulveriza- ciación del cuerpo aplaza el tiempo cuando se hace
ción del significado. La experiencia de los sujetos partícipe de actividades como base jumping, aladel-
ante la pérdida del sentido, la muerte de dios, la au- ta o parapente que, desestructurando las experien-
sencia de caminos seguros hacia el futuro, invita a cias motrices previas, se inscriben en prácticas que
otros modos de participar de los circuitos de comu- no corresponden a la matriz de percepción corporal
nicación con el cuerpo. En este caso, la crítica de construida en su anterior trayecto biográfico. Es una
Friedrich Nietzsche (1883) al dios del cristianismo se experiencia extrema, de quiebre sensoriomotriz,
fundamenta en la presencia de un dios parásito de donde se pone a prueba y expone la subjetividad
vitalidad que ha corrompido al hombre. El autor su- corporal. Tiene una carga emocional tremenda, aná-
giere una recreación de las fuerzas dionisíacas y re- loga a la de ser asaltado a punta de pistola, porque
cupera a los dioses de los placeres, reciclando las re- contiene la experiencia de la incertidumbre y el re-
ligiones precristianas y planteando una vuelta a la gistro borroso de la posibilidad no tan remota de la
cultura grecolatina. En esta reivindicación de dioses lesión física grave o el peligro concreto de muerte.
de la naturaleza se expresa una subjetividad corpo- Es una subjetividad corporal activa, en busca del
ral desbordada que se manifiesta en los placeres, la hedonismo y de los placeres. El sujeto se mueve en

194
un horizonte de búsqueda de dificultades para afir- liza en la estrategia elegante de comunicarse con
marse en el mundo, para afirmarse en la vida. Así, otro por teléfono sin ver los gestos de su rostro. Es-
además de estar ligada a la noción de un súper ta alternativa es válida, además, para establecer
hombre que se vale por sí mismo para enfrentar la contactos descorporeizados. Se regulan las distan-
adversidad, proponiéndose metas más sublimes y cias con los otros mediante una reticencia diplomá-
más altas, la subjetividad corporal despliega una tica que permite mantener una relación social sin
creación incesante. Es una subjetividad creciendo necesidad de presencia física de los sujetos involu-
por sí misma y enfrentando la adversidad como su- crados.
jetos autónomos; una subjetividad corporal sin en- Estos procesos de la cultura moderna muestran
tendimiento con los otros y plagada de desencuen- percepciones del vacío. En posturas más rígidas a
tros con las alteridades y el mundo. El ejemplo pa- las transformaciones se asume una sensación de
radigmático podemos hallarlo en Zaratustra y su desvanecimiento por el avance de estos dispositivos
montaña: la subjetividad se eleva y corta los lazos de la razón secular. Se engendra un mundo imper-
con la realidad con la cual mantiene una relación sonal que se agudiza por el desanclaje y la ruptura
patética. de los significantes que tanto enfatiza Anthony
La experiencia de un mundo inédito, por la su- Giddens (1997). La subjetividad corporal aparece
peración de la metafísica y la muerte de dios, ubica anónima y taciturna y se desprende de un estado
al hombre liberado frente a la exploración, en un de la cultura contemporánea que resalta el proble-
mundo azaroso y contingente. La subjetividad cor- ma de la profundización del individualismo exacer-
poral, desarrollada con un manejo más libre, abre el bado (sus huellas pueden rastrearse en el nihilismo
juego a múltiples posibilidades de opción de obje- de Heidegger y Nietszche), mostrando una vertien-
tos y sujetos. Y en los lazos con los demás se gene- te más patológica, acentuando las diferencias y su-
ran relaciones leves, efímeras, con ausencia de im- brayando la presencia de una alteridad incomunica-
plantación definitiva. Una práctica donde puede da con nosotros. Los sujetos, que algunos autores
apreciarse esta manera de adoptar posiciones suel- rotulan como posmodernos, viven relaciones de co-
tas en el mundo la ofrece el manejo más libre y am- municación patéticas: no se entienden entre sí, no
plio por Internet. El uso de esta técnica que nos da pueden convivir con el diferente, no encuentran re-
la posibilidad de navegar, tiene un difícil anclaje y ferentes de identificación. En el marco de estos de-
nos instala en un mundo de múltiples e inexplora- sencuentros se desarrolla la incapacidad de nego-
das variables para elegir. Este contexto nos lleva a ciación y tolerancia de las diferencias, un proceso
una libertad y a la vez a una subjetividad corporal que puede apreciarse en las ocasionales e inestables
individualista más plena, más posesiva de sí, con parejas derivando en segundas y terceras nupcias.
autonomía humana y evaporación de las fronteras Si tomamos a Gilles Lipovetsky (1986), vemos
culturales. Aquí, la comunicación corporal se hace cómo la tendencia individual genera un narcisismo
mediada y sofisticada, adquiriendo otras configura- excesivo. La evolución de la autoconciencia desme-
ciones que a veces aparecen mezcladas con ele- dida y la exageración del conocimiento de sí mismo,
mentos del tradicional cara a cara. En este sentido, desprovisto del vínculo con la población, nos mues-
la realidad virtual genera la extraña paradoja de tran el cuerpo en su narcisismo radical. Este análisis
abrir la comunicación, por un lado, y de establecer, nos sirve para entender el egoísmo en estrecha re-
en el mismo momento, la incomunicación entre los lación con la acentuación de la esfera individual de
cuerpos de los sujetos. Este doble juego se materia- los sujetos, su falta de valores colectivos y los víncu-

195
los sociales endebles. En este marco, la seguridad ping” como una variada gama de posibilidades de
ontológica se localiza en el ser individual. La exalta- elegir a la carta. Lo que disponga el narcisismo ra-
ción de la subjetividad corporal aferrada al consu- dical está en el menú, en las variables con las que
mo desmedido en todos los órdenes cumple dentro se puede alimentar la subjetividad corporal a la
de una cultura posmoderna un papel importante: lo afección de diversas propuestas televisivas: un canal
efímero, lo desechable del consumo. La subjetivi- pornográfico, un canal con videoclips, un canal de-
dad corporal se familiariza con la posibilidad inusi- portivo, entre otras alternativas donde está presen-
tada de participar de la vida social sintiendo la au- te el cuerpo y la comunicación. Constantemente te-
sencia de certezas definitivas. nemos la posibilidad de jugar con opciones.
Amarrada a este narcisismo radical, la subjetivi- Cobijada en medio del individualismo exacerba-
dad corporal requiere exceso de consumo y reforza- do y el narcisismo radical, la subjetividad corporal
miento del ego individual. Es posible tomar como nos alerta de la tendencia a la indiferencia pura. Se
ejemplo el “aeróbic domiciliario”, una actividad puede producir un sujeto con actitudes ermitañas,
corporal en la que se cristaliza el culto a la experien- cerrado en un ostracismo insensible ante aparición
cia privada del cuerpo, desprovisto de la intromisión del otro, imperturbable ante las manifestaciones so-
del exterior. En su toma de distancia esta subjetivi- ciales de los cuerpos colectivos: frente a los pedazos
dad corporal propicia la destrucción de las colectivi- de carne de seres humanos despellejados en las
dades. Desde la perspectiva de los más pesimistas, guerras, los cuerpos moribundos del hambre o los
los espacios colectivos tienden a resquebrajarse en cuerpos colectivos de las protestas piqueteros, que
caso de supresión de los encuentros cara a cara comunican con su exposición corporal la demanda
porque diluyen la solidaridad entre sus miembros. El ante la carencia de empleo. La configuración de
fortalecimiento del individualismo se expresa en una subjetividad corporal con rasgos de lo inmuta-
una vastedad de ejemplos: hedonismo, placer, con- ble y frígido genera una visión apocalíptica del fu-
sumo, goce individual, incomunicación, crisis de pa- turo como destino colectivo, porque es una subjeti-
rejas. El ego individual crece, y en ese cambio de es- vidad que no se hace cargo de la marginalidad y de
tado emerge una dislocación de la convivencia, se la escasez del otro.
corre el riesgo de romper la dimensión ética de la La subjetividad corporal impenetrable, separada
convivencia humana. Mientras esta transformación de posibles contaminaciones con ocasionales alteri-
sucede crecen, al mismo tiempo y en forma despro- dades, nos deja la sensación de precariedad. Es una
porcional, el individualismo y el narcisismo radical. subjetividad corporal que por su incomunicación
En la modernidad tardía la subjetividad corporal descuida lugares seguros, deja erosionar el amor, es
no está controlada. En las sociedades de alto con- negligente a la solidaridad, descuida la ética. En es-
sumo, los sujetos disponen de recursos económicos te horizonte panorámico, los vínculos son difíciles
para acceder a una forma apologista de vivir, ade- de sustentar, la ausencia de valores acordados lleva
más de contar con la libertad del tiempo libre al sa- al hombre a encontrar atractivo el dominio sobre
lir del trabajo, teniendo a la mano mucha técnica los objetos y no sobre la construcción social de re-
que multiplica sus posibilidades de elección. Este laciones corporales con otros sujetos. En vez de
hecho se puede constatar en la experiencia de los buscar reconocerse en el otro, y establecer una mi-
televidentes. El receptor rompe su vínculo con un rada que invite al mutuo intercambio, prefiere rela-
solo canal de televisión y juega constantemente con cionarse con un mundo material inerte o, en su de-
opciones de selección, pudiendo apelar al “zap- fecto, replegarse sobre su propio cuerpo.

196
La subjetividad corporal muestra la formación establece una terrible negación de la subjetividad
de un individuo que deja de lado la idea de entrega corporal. Y ésta constituye una dificultad no resuel-
total y desinteresada por el otro. La unión de pare- ta. Es una deuda pendiente que exige una toma de
ja proyectada para siempre, los sólidos ideales de posición respecto del lugar que se le da al otro: si es
un partido político incrustados como matrices de una subjetividad indiferente respecto del cuerpo
pensamiento y la pérdida de la individualidad por (moderna, desde el “cogito” cartesiano), o si es una
inmersión total en el compromiso fiel a la religión se subjetividad sensible (dispuesta a dar la cara por
desintegran. El análisis del compromiso extremo otro y a hacer frente a las instituciones).
nos permite entender cómo para un fanático cre- Para Emmanuel Levinas (1977) debe haber sen-
yente de un dogma se justifica hacer una subjetivi- sibilidad (vía fenomenológica corporal) y su criterio
dad corporal despojada de motivos personales. Los es obtener una reflexión fenomenológica que con-
sujetos fundamentalistas se inmolan ofreciendo su temple lo reducido por la razón moderna: la corpo-
propia humanidad como armamento de combate. ralidad (pulsiones y afectos). En la óptica del autor,
La convicción que tiene un kamikase de trasformar toda subjetividad si no está metida en el cuerpo no
su carne en el misil humano para derribar un edifi- es tal. Sin este requisito no hay intersubjetividad po-
cio, o hacer con el propio cuerpo el intérprete del sible, en el sentido de estar involucrado y compro-
bioterrorismo, tiene profundas implicancias en el metido con el otro. En este autor el cuerpo y la cor-
cuerpo y la subjetividad. Se deja la vida individual, poralidad aparecen a través de su propuesta de en-
se la pierde definitivamente por una causa supra- tender como sinónimos sensibilidad y subjetividad.
sensible cuyo misticismo fascina al creyente, al pun- En este esquema, mientras el cuerpo es la carnali-
to de morir por una razón que está muy por enci- dad, la corporalidad es el resultado de una reflexión
ma de él. En la modernidad, ese vínculo confusio- fenomenológica sobre el hecho que de suyo estaba
nal simbiótico, extremo, de fundamentalistas recal- ahí y que se llama cuerpo.
citrantes, resulta desgarrado, se diluye y, en vez de De este modo, la subjetividad corporal aparece
la pérdida de identidad por inmersión en ideales, se en Levinas como esta propuesta de ser rehén del
propicia una relación de cálculo, cautela y medición otro, de poner el pellejo del otro bajo el mío y de
que alimenta el narcisismo desbordado. Así, el suje- mostrarme por él ante un tercero que es la institu-
to crece en su encuentro consigo mismo, piensa en ción. Es otro modo de acceder al otro. No es el ac-
sí y se coloca por delante de todo lo demás. ceso desde los sentidos y significados, ofrecido con
matices distintos en la óptica de Husserl, Schutz,
Subjetividades sensibles e indiferentes Berger y Luckman, o como cadena de actos y moti-
vos traduciendo la intencionalidad de la acción. Es
El problema central de la subjetividad y de la in- una fenomenología ética de compromiso con el
tersubjetividad no se localiza en la conciencia de los otro. De allí que hacer este giro conceptual hacia di-
objetos postulada por la razón moderna. La con- mensiones aplazadas por la razón moderna nos co-
ciencia de sí y de los objetos no es subjetividad hu- loca en la intuicionalidad de la acción, la corporali-
mana, ni intersubjetividad. Son sólo especulaciones dad de la acción, la intersubjetividad de la acción y
abstractas o hipótesis solipsistas, distanciadas de los la subjetividad corporal de la acción. Atender el te-
procesos sociales construidos por los sujetos en sus ma subjetividad, intersubjetividad y cuerpo no sólo
disputas cotidianas. La omisión de estos procesos demanda un tratamiento desde la razón contem-
empíricos, producidos por los actores de la realidad, plativa. Existen otras fuerzas fantásticas no incluidas

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en su estudio. Recuperar la dimensión fuera de lo dad y los otros que allí participan. No es una espe-
racional nos abre otras perspectivas inexploradas culación teórica, libre de contaminaciones subjeti-
por este abrumador racionalismo que diseccionó y vas, es una subjetividad que cobra cuerpo a partir
extirpó aquellos componentes vinculados con los de la vivencia encarnada. Esa vivencia se internaliza,
mitos, sueños y utopías de los sujetos. se hace experiencia interior, desde la participación
En la modernidad racional el problema no es el con el cuerpo en situaciones relevantes: un acto se-
otro, es uno mismo. Es la subjetividad moderna que xual, una pelea callejera cuerpo a cuerpo, una de-
no ha aprendido a hacerse cargo del otro. La subje- saparición de un cuerpo deseado en mi vida cotidia-
tividad se construye de manera intersubjetiva. En na. Estos pueden ser considerados como casos ex-
un evento enhebrado en la vida cotidiana podemos tremos y exagerados por su condición de límite, pe-
registrarlo cuando transitamos la vía pública y al- ro construyen procesos de subjetivación que abo-
guien descuidado nos atropella. En dicha colisión nan el acervo de experiencias del mundo interno,
nos damos cuenta y tenemos evidencia de qué so- donde se sedimentan las sensaciones de placer, do-
mos, con conciencia y evidencia. Este episodio, en lor y goce adquiridas en el trayecto de vida. En la
apariencia insignificante, implica un estremecimien- experiencia exterior se producen prácticas sociales
to brutal y nos demuestra que nosotros somos sin que luego se acumulan en esa subjetividad secreta,
tener conciencia de lo que está pasando a nuestro trazando sus particulares surcos biográficos. Los su-
alrededor. Dicho de otro modo, la subjetividad hu- jetos se constituyen en esta relación adentro/afue-
mana no es algo que viene con el saberse enuncian- ra. Esa unión es fundamental para estudiar los pro-
do el nombre o las cédulas identificatorias de la cesos de estructuración de anécdotas en experien-
identidad, ni tampoco es el personal registro topo- cias fundantes donde se levantan estructuras de
gráfico de la superficie corporal. Es un concepto pensamiento marcadas a fuego. Estos flujos de ha-
más denso y complejo que se construye y se va dan- ceres solidifican las matrices que dirigen en actos
do con sensibilidad. En el protagonismo de los suje- las formas de vivir la corporalidad.
tos, asumiendo diversos roles en los distintos esce- La subjetividad no puede prescindir de la corpora-
narios de la vida social, entran en juego las afeccio- lidad, rebasa el ámbito de lo consciente; no es un ob-
nes y autoafecciones que no pueden prescindir de jeto o una cosa que sólo piensa en recintos cerrados
la corporalidad y el cuerpo sensible. Y en este sen- y silenciosos. La corporalidad que sufre un dolor físico
tido ubicamos la crítica a la subjetividad moderna, en alguna parte del organismo traslada ese sufrimien-
por ser insensible e indiferente a la dimensión emo- to a la subjetividad, la altera y produce reflexividad. A
cional, instintiva y pulsional del cuerpo. En Levinas su vez, esta conexión es tan fuerte que con una sub-
puede apreciarse la recuperación de la dimensión jetividad desubjetivizada (que le expropia su alma o al
de la sensibilidad: la sensibilidad como el dejarse menos su parte más secreta e íntima, por ejemplo en
afectar. Según el autor, el sujeto es en constitución la tortura que por la fuerza saca el testimonio) se
fenomenológica desde otros, desde él y desde las muestra una corporalidad de autómatas, moribundos
instituciones. La subjetividad no puede analizarse y alienados en los gestos que el rostro emite de ma-
en la experiencia solipsista efectuada por René Des- nera desgarradora. Inexorablemente, la subjetividad
cartes (1649), apelando a la pregunta y a la duda no puede cerrarse sobre sí misma en un retiro aislado
hiperbólica como método de acceso. y solitario tal como lo propuso Descartes para no ver-
La subjetividad corporal no se da en un labora- se afectado por nada y poder hacer sus preguntas fi-
torio aséptico, desprovisto de vínculos con la reali- losóficas. Por el contrario, la subjetividad está íntima-

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mente relacionada con el otro y con la intersubjetivi- institucional y el desempeño de esa función atribui-
dad. Ante los otros y ante esa intersubjetividad que da está por encima de su propia vida. En estos casos
precede a la propia existencia se es vulnerable en la de instituciones con rasgos mecánicos, Niklas Luh-
corporalidad y se participa de procesos reflexivos mann (1973) refiere a la teoría de los sistemas auto-
constantes, en una compleja trama vincular. poiéticos y autoreferentes, cuya capacidad autosufi-
En esa relación dialéctica del sujeto con los otros, ciente puede prescindir del componente humano y
en ese establecimiento de relaciones intersubjetivas reemplazarlo cuando lo crea conveniente.
en condiciones concretas de existencia, se engendra La preocupación de la razón instrumental es lo-
una subjetividad corporal singular a partir de la cual grar instituciones que trabajen como un organismo
se imprimen identidades personales con las marcas vivo y entenderlo como la creación de una segunda
de la comunidad de vida donde los actos sociales se naturaleza. Esta invención estaría dotada de sus pro-
desenvuelven. La intersubjetividad nos remite a co- pios mecanismos de equilibración, de adaptación a
munidades de vida que son compartidas por un gru- los entornos cambiantes mediante una homeostasis.
po de sujetos en un mismo tiempo y espacio. Allí La concepción de ésta es análoga a un cuerpo ana-
convergen y conviven corporalidades y subjetividades tómico fisiológico con sus respectivos sistemas fun-
que comparten los mismos objetos intersubjetivos cionando al unísono (sistema circulatorio, respirato-
(un mate, una pelota, una cerveza), y se le atribuyen rio, nervioso, digestivo), relegándose de plano lo me-
significados relativos a las apropiaciones subjetivas tafísico. En esta línea de pensamiento, las institucio-
de esos elementos reguladores de las interacciones. nes excluyen todos aquellos componentes cercanos a
Allí cada sujeto pone y se expone con su subjetividad lo mágico, como la fe, los imaginarios o los mitos.
corporal y la actualiza constantemente en esa rela- Pensar en sistemas institucionales cerrados, her-
ción adentro/afuera. Sin duda aparecen aquí nudos méticos, sin errores, sin fallas, requiere de una auto-
problemáticos, las maneras de entender esta relación matización de la actuación, de acciones rutinarias,
entre lo mismo y lo otro, yo y el otro, el decir y lo di- de actividades estereotipadas que se hagan de ma-
cho. Según los posicionamientos teóricos que se nera eficaz y operativa. Somete a los sujetos a regí-
adopten, se aceptan o se rechazan las empatías, las menes de disciplina estricta para convertirlos en au-
transferencias, las cenestesias, todas reducciones fe- tómatas que repiten los roles asignados hasta llegar
nomenológicas presentadas por Husserl, y luego re- a la alienación de sus prácticas. Esta racionalidad ins-
visadas por otros autores contemporáneos. trumental, propia de la modernidad, es la que niega
la subjetividad y la corporalidad poniendo como
Negaciones de la razón instrumental fundamento la sistematicidad de un sistema. En es-
ta vertiente institucionalista se entiende a los sujetos
Aquí presentamos la negación de la subjetividad como piezas nuevas o gastadas. Piezas preparadas o
corporal en manos de la razón moderna. Este fenó- entrenadas para hacer andar una maquinaria infer-
meno puede registrarse en la diagramación de orga- nal. La pieza gastada se cambia, los cuerpos enfer-
nizaciones sociales dotadas de estructuras rígidas mos se reemplazan, los cuerpos deficientes se dese-
plegadas sobre sí mismas. En estas agencias existe chan, porque no cumplen con la funcionalidad ar-
una obsesión por recalcar su perfecto funcionamien- mónica de un sistema. Así, desde el pragmatismo
to. Así anulan al sujeto, sus deseos, sus pulsiones y funcional se expresa una pérdida de la dimensión
sus fantasías, pues lo consideran como una pieza valorativa. El sujeto no puede tomarse como un me-
que cumple una función dentro de un mecanismo ro artificio, permitiéndole a la ciencia el uso de los

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atributos ejecutivos para que trastoque la condición propia y por ello tienen su propio sentido e inten-
de sujeto. El sujeto y su subjetividad corporal no ción al cual los hombres deben atarse dejando de
pueden dejarse en manos de una ciencia que lo tra- lado su individualidad. Subyace una idea de reduc-
te como un componente reciclable y contingente. ción para homogeneizar y educar operarios estan-
Este debate puede verse claramente en las polémi- darizados, una idea de la técnica en la que el hom-
cas discusiones en torno a la clonación humana, la bre es parte del entorno. Relata acerca del control
eutanasia, los transplantes de órganos o, incluso, las de los sistemas inteligentes, dinámicos, capaces de
nuevas técnicas de reformateo del cuerpo. Los trata- procesar toda la información.
mientos sobre la carne del paciente, la reconfigura- Esta primacía de la razón instrumental no puede
ción de la apariencia corporal, tienen un efecto di- exterminar la subjetividad corporal, que reaparece
recto sobre la subjetividad del sujeto. bajo distintos formatos de presentación, vuelve con
Estos procesos de negación de las dimensiones sus deseos, sus sueños, sus mitos. Ese componente
tan íntimas de la subjetividad corporal -deseos, fantástico siempre logra colarse por hendijas que la
ideas, pensamientos, gozo, dimensión del caos- razón no puede cubrir. Por más que estemos partici-
pueden generar focos de resistencia ante la repre- pando de un mundo altamente tecnificado, y haga-
sión y asfixia que agobia a los sujetos. Las institucio- mos uso de inventos humanos sofisticados, o que la
nes autopoiéticas y autoreferentes hacer sufrir y trama de vínculos sociales esté invadida por media-
sentir el dolor a sus integrantes. Esa cuota de sufri- ciones de objetos que suprimen las relaciones cara a
miento encarnada en el cuerpo puede desencade- cara (con cajeros automáticos o correos electróni-
nar la reacción de una subjetividad corporal herida cos), toda esta tecnología esta movida por la fe o la
en sus fibras más íntimas. El sujeto lastimado por la creencia de los sujetos. La bolsa de valores, que ha-
negación de sus pulsiones, a través de instituciones bla de algo duro, cuantitativo, objetivo, encuentra
castradoras, puede rebelarse y ofrecer resistencia. su devenir a partir de las apuestas subjetivas que ha-
Las reacciones se materializan en insultos, gritos, cen los corredores de bolsa; no sólo con su compo-
llantos, suicidios, agresiones. Los sujetos muestran nente frío y racional, sino con su estado de ánimo,
la capacidad comunicativa del lenguaje corporal pa- con los rumores y sospechas de sus participantes.
ra decir de otro modo los quiebres y heridas que se Entonces, la subjetividad corporal no consiste
configuran en la subjetividad corporal. en acomodar cuerpos en compartimentos de un
Las estructuras sociales diagramadas en institu- edificio con la asignación de un rol técnico que va a
ciones rígidas trazan esta negación que se sufre en ser asumido de manera instrumental por un espe-
la subjetividad corporal. En las agencias de trabajo cialista de la función. Hay algo más que impregna el
eficiente y producción rentable lo errático es invia- despliegue de las prácticas corporales. Son las mira-
ble, el sujeto pasa a ser una contingencia, un com- das, los rencores, las afinidades, los odios, los amo-
ponente problemático, desplazado a veces por la res, es decir, todas las percepciones subjetivas y re-
máquina robotizada. En este sentido, Luhmann re- presentaciones sociales que conviven y tensionan
fiere a la creación de sistemas autosuficientes con eso llamado intersubjetividad. Allí se entreteje la
recursos que les permitan prescindir de los demás compleja telaraña que Michel Foucault (1979) nos
sistemas y no los afecten en su normal desenvolvi- apuntaba como la microfísica de poder; se orques-
miento, ni los alteren porque son autónomos. Estas ta la posibilidad de reinvención de la institución con
son visiones estructurales, funcionales y sistémicas. los imaginarios sociales que señalaba Cornelius
Luhmann explica que estos sistemas tienen vida Castoriadis (1975); y se presenta, una y otra vez, la

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inevitable reflexividad que marcan los antropólo- Bibliografía
gos, flotando por el aire y deslizándose por cada
rincón de una organización. - BATAILLE, G. El erotismo, Tusquets, México, 1996.
Las vertientes estructurales funcionalistas y las - BELL, D. Las contradicciones culturales del capita-
teorías sistémicas sostienen la necesidad de las cer- lismo, Alianza Editorial, México, 1995.
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corporal supera esta visión cosificada de los compo- - BERMAN, M. Todo lo sólido se desvanece en el ai-
nentes de un sistema institucional y nos alerta que re, Siglo XXI, México, 1997 (1988).
debe tenerse en cuenta la dimensión motivacional, - CASTORIADIS, C. La institución imaginaria de la
y no sólo los elementos arquitectónicos y los obje- sociedad, Tusquets, Barcelona, 1983 (1975).
tos materiales. Esta subjetividad corporal no corres- - DESCARTES, R. Tratado de las pasiones del alma,
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Esta segunda naturaleza, con sus marcos de estabi- - FOUCAULT, M. Microfísica del poder, La Piqueta,
lidad, choca con la cultura humana irrumpiendo México, 1992 (1979).
con su desorden desde sus apuestas y confianzas. - GIDDENS, A. Consecuencias de la modernidad,
Toda esta vertiente naturalista choca con la subjeti- Alianza Editorial, México, 1997.
vidad que no puede volverse cosa científica. Y allí - KOLAKOWSKI, L. La modernidad siempre a prue-
está la problemática del sujeto, su subjetividad cor- ba, Vuelta, México, 1990.
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En la manera de entender la relación sujeto y es- XXI, México, 1993.
tructura puede anularse o reivindicarse esta subjeti- - ____________ Totalidad e infinito. Ensayo sobre la
vidad corporal. Según los márgenes que se expre- exterioridad, Sígueme, Salamanca, 1977.
sen entre lo permitido y lo prohibido del cuerpo - LIPOVETSKY, G. La era del vacío. Ensayos sobre in-
opera la tensión de estos dos elementos. dividualismo contemporáneo, Anagrama, México,
En un mundo modernizado, de invención y ac- 1988 (1986).
tualización de artefactos técnicos cada vez más so- - LUCKMANN, T. y SCHUTZ, A. Las estructuras del
fisticados -computadoras, aviones, automóviles, se mundo de la vida, Amorrortu, Buenos Aires, 1977.
ve el desarrollo de un mundo profano, altamente - LUHMANN, N. Los sistemas sociales, Alianza Edi-
explicativo pero con la ineludible presencia del com- torial, México, 1996 (1973).
ponente religioso. Hay confianza, fe en las agencias - LYOTARD, J.F. La condición posmoderna, Planeta
y en su eficacia, pero ésta no se somete a revisión y Agostini, Buenos Aires, 1993.
comprobaciones. La subjetividad corporal asume un - NIETZSCHE, F. Así habló Zaratustra, Planeta Agos-
viaje por los cielos sin preguntarse por las condicio- tini, Buenos aires, 1992 (1883).
nes técnicas en la que se halla ese transporte -si tie- - SIMMEL, G. El individuo y la libertad, Península,
ne combustible o si su piloto está en su sano juicio Barcelona, 1986.
y está capacitado para efectuar el vuelo-. El sujeto - ____________ Sobre la aventura. Ensayos filosófi-
acomoda su cuerpo a la ortopedia de la butaca y se cos, Península, Barcelona, 1988.
traslada de un punto espacial a otro, depositando - VATTIMO, G. El fin de la modernidad, Planeta
su creencia subjetiva en la agencia de viajes. Agostini, Buenos Aires, 1994 (1985).

201
ca: por una parte, se constituye en medio para
Mapas y territorios corporales: recorridos comprender y construir significaciones culturales;
en torno a la antropología del cuerpo por otra, se trata de una abstracción teórica atrave-
sada por condicionamientos de diversa índole -polí-
ticos, religiosos, comunicacionales, etc.-. Dicho de
otro modo, los antropólogos no vemos cuerpos (Le
Breton, 2002), vemos personas, recortamos accio-
nes o estados de las personas a partir de lo que lla-
mamos cuerpo; pero, a su vez, el cuerpo nos permi-
te dar cuenta de diferentes formas de organizar el
mundo y vivir en él. En este marco, el principal
aporte de la Antropología radica en su esfuerzo por

D
concebir, de manera conjunta, los aspectos biológi-
Por Patricia Celis Banegas esde sus comienzos, la Antropología re- cos, sociales y subjetivos de manera tal que den
paró en los diversos signos inscriptos en cuenta del cuerpo en el sentido que venimos seña-
Antropóloga, especialista en los cuerpos de aquellos a quienes estudiaba (Le Bre- lando, en tanto fenómeno polisémico, rígido y flui-
Etnografía del consumo. Es ton, 1990), pero pronto se hizo evidente que esos do a la vez.
profesora de la Facultad de signos y esos cuerpos podían dar cuenta de diferen- El objetivo de este tipo de análisis es compren-
Ciencias Médicas y de la cias culturales, reconocibles en un amplio espectro der distintos esquemas de acción que se tornan sig-
Facultad de Ciencias Naturales y de comportamientos que abarcaba desde los ritua- nificativos en contextos específicos (Geertz, 1973).
Museo, de la Universidad les mortuorios hasta la moda (Entwistle, 2002). De De este modo, un gesto puede tener un significado
Nacional de La Plata, y del alguna manera esos signos eran la manifestación vi- cultural, pero éste siempre dependerá de las condi-
Instituto Argentino de Danza sible de itinerarios culturales específicos. ciones de producción del acto, y las diversas inter-
Movimiento Terapia. Asimismo, El propio desarrollo del pensamiento antropológi- pretaciones que le asigne el antropólogo estarán en
dirige proyectos interculturales co ha conllevado a una reformulación de la idea que relación al momento, al marco cultural, a los parti-
en distintos países de tenemos sobre el cuerpo. Si bien inicialmente se sos- cipantes, a la situación particular, a las condiciones
Latinoamérica (México, Costa tenía que a una concepción y uso del cuerpo le co- políticas y a las contingencias propias de una inte-
Rica, El Salvador, Guatemala, rrespondía una cultura (Mauss, 1947), con el correr racción. De allí que en el camino de búsqueda an-
Panamá, Chile, Colombia, Brasil del tiempo se ha instalado una noción paradójica que tropológica, la descripción y la interpretación sean
y Argentina). concibe al cuerpo, por un lado, como soporte del in- dos vías en las que el cuerpo como constructo y co-
dividuo y frontera de su relación con el mundo y, por mo objeto de investigación se presenta de manera
otro, como disociado del hombre, según el modelo indisoluble.
privilegiado de la máquina, en tanto producto de pro-
cesos de socialización-enseñanza-disciplinamiento. Dimensiones de análisis del cuerpo
De este modo, vemos cómo la visión del cuerpo, en
tanto objeto de estudio de la Antropología, ha ido Teniendo en cuenta estas observaciones, pre-
ampliándose, desde el énfasis en los aspectos deter- sentaremos a continuación tres dimensiones de
minados por condicionamientos sociales rígidos, a análisis de la Antropología del cuerpo que siguen al
una idea de cuerpo multidimensional y mutable. trabajo de descripción. Si bien estas vías de aproxi-
Tales replanteos han conducido a que hoy, y en mación a la cultura no agotan el discurso antropo-
este ámbito, el cuerpo posea una doble faz analíti- lógico, son valiosas como punto de partida para un

202
discurso social del cuerpo. Cada una de ellas se re- producto del contacto con los otros (Laing, 1961).
fiere a un nivel de significación que, si bien es espe- En momentos donde toda interacción es de algún
cífico y se distingue de los demás, está imbricado modo intercultural (O’Sullivan et al., 1997), como
indisolublemente con los otros. científicos sociales debemos conocer y dar a luz
En primer lugar, nos referiremos al cuerpo como aquellos lugares de resistencia política social a tra-
instrumento cultural. Se trata de una dimensión de vés de pensar los cuerpos en tanto significantes.
análisis que permite conocer cómo cada grupo hu- Nuestros cuerpos son regulados y rigidizados por
mano manifiesta, actualiza y modifica sus prácticas un conjunto de principios que damos por sentado,
corporales. En este caso, el supuesto básico radica como aquellos que vienen dados y son indiscutibles
en que las acciones son diferenciales de acuerdo a desde el saber biomédico (Le Breton, 1990). Es por
la cultura de origen (por ejemplo, caminar, nadar, eso que debemos analizar las docilidades y las do-
bailar, comer o relacionarse sexualmente son accio- mesticaciones del cuerpo como un lugar más de re-
nes que presentarán particularidades con relación a flexión y crítica en los procesos de interculturalidad
la crianza, el vínculo entre pares y el status social del que hoy nos definen.
ejecutante). Esta forma de hacer jugar el cuerpo en
la cultura partió del privilegio de la descripción de Técnicas corporales: el cuerpo como instrumento
prácticas, más que de un análisis de dichos compor- de la cultura
tamientos. En segundo lugar, abordaremos una di-
mensión política en el análisis de los cuerpos. Des- Desde sus inicios, la Antropología se ha preocu-
de esta perspectiva, el concepto de disciplina, en el pado por definir a seres humanos en movimiento.
sentido propuesto por Michel Foucault, es central Las primeras monografías etnográficas contaban
ya que nos permite superar la idea de simple ense- con una estructura fuertemente descriptiva, que in-
ñanza-aprendizaje. Por último, se agrega un com- tentaba agotar el repertorio cultural de un grupo
ponente relacionado con la posibilidad de cambio humano. Guiado por este propósito, Marcel Mauss
que las personas tienen en situaciones de interac- (1971) generó el concepto de técnica corporal para
ción. Si bien cada persona posee un repertorio de referirse a las formas en que el cuerpo en movi-
posibilidades, producto tanto de las técnicas socia- miento daba cuenta de una singularidad propia de
les como de los disciplinamientos, la actualización la cultura de origen. Las formas de caminar, nadar
dentro de un grupo social generará continuidades y y danzar se describían como esquemas de acción
discontinuidades culturales. Con las dos primeras orientados a una finalidad específica. Para Mauss,
estamos acercándonos a estructuras sociales que el cuerpo es un instrumento eficaz a la hora de res-
organizan, y de algún modo regulan, las interaccio- ponder a actividades organizadas y repetidas en há-
nes; con la última, y en un lugar más minucioso en bitos, que se van incorporando y modificando a lo
cuanto al detalle del cuerpo, nos adentramos en las largo del ciclo de vida de una persona.
posibilidades de cambio dadas por la microfísica de Desde la Antropología y la Sociología debería-
las relaciones humanas. mos encontrar y buscar procedimientos descriptivos
El cuerpo muta, se modifica, aprende también que nos permitan acceder a un conjunto de prácti-
de otros cuerpos, de otros contextos, y de otras cul- cas humanas sutiles, que pertenecen a repertorios
turas. Sumado al sistema de restricciones propias de de acción y están compuestas de movimientos cor-
cada sistema cultural, se articulan un conjunto de porales, posturas, ritmos e intensidades que son los
emergencias, de nuevos caminos y significaciones que hacen evidente la diferencia entre culturas, mo-

203
mentos históricos, regiones geográficas y profesio- del grupo etario. También se modifica un conjunto
nes, entre otros. En este sentido, Mauss fue un ade- de movimientos denominados por Ekman y Friesen
lantado en su tiempo, pues intentaba componer las (Verón et al., 1971) como emblemas. Estos son ac-
técnicas corporales relacionadas con la marcha a la tos que admiten una transposición oral directa, y
vez que se aventuraba a pensar las formas de cami- generalmente pueden ser sustituidos por uno o dos
nar en Occidente y el impacto del cine y de la mo- morfemas. Es el caso de los gestos que se emplean
da en ellas. Es evidente en sus escritos que si bien para los aspectos más ritualizados de la conversa-
el cuerpo era un instrumento de la cultura, ya ad- ción, tales como llegadas o despedidas, cambios de
mitía la multiplicidad de variables que modificaban tema o anulación del efecto de lo expresado verbal-
los aprendizajes en el seno de un grupo humano. mente. Por ejemplo, las formas de saludo adoles-
Según su propuesta, estas técnicas pueden dividir- cente no son compartidas por otros grupos de eda-
se de acuerdo a: des, y ni siquiera entendidas. Se aprenden por imi-
1. El sexo: en este caso, Mauss parte de consi- tación y, de acuerdo con lo planteado por Mauss, el
derar que la educación de hombres y mujeres es modelo tiene que funcionar desde algún lugar de
distinta y se encuentra penetrada por dimensiones prestigio dentro del grupo.
psicológicas, biológicas y sociológicas. Tomemos en Lejos de la utopía del estudio sobre grupos hu-
cuenta los desarrollos de Pearson, Turner y Todd- manos aislados, hoy podemos incluir otras tantas
Mancillas (1993) en cuanto a la comunicación y el aristas que modifican las técnicas del cuerpo, como
género. Estos autores sostienen que en el caso ac- las relacionadas con el estrato social, la religión, las
tual de la postura, mientras las mujeres tienden a variaciones regionales, y hasta individuales. Sin em-
mantener las piernas más juntas con los brazos en bargo, podemos consensuar que las técnicas corpo-
contacto con el resto del cuerpo, los hombres sepa- rales nos han permitido, y siguen planteando hoy, la
ran sus piernas formando un ángulo de entre 5 y 10 posibilidad de estudiar un grupo humano desde un
grados, a la vez que sus brazos se alejan más del lugar tan extremadamente versátil como es el cuer-
tronco. Este estereotipo corporal de género es ob- po. Éste aprende dentro de un contexto cultural,
servable en situaciones públicas (reuniones, fiestas, imita, actualiza, modifica sutilmente prácticas que
ocasiones laborales, etc.), y si bien el no cumpli- dan cuenta, parafraseando a Mauss, del habitus, y
miento de tales clichés posturales no necesariamen- que permiten a su vez al antropólogo componer
te acarrea una sanción social, desde la infancia se significaciones a partir de estas acciones. Asimismo,
alienta y restringe una serie de comportamientos dentro de la clasificación propuesta por este autor
asociados a la adscripción de género. quedan dos puntos más a tomar en cuenta, los cua-
2. La edad: para referir a este aspecto, Mauss les aparecen asociados a los procesos de aprendiza-
presenta el caso de las cuclillas, como una posición je-adquisición de una técnica, y a la habilidad para
más desarrollada en la infancia en tanto forma de llevarla a la práctica. Los procesos de socialización,
organizarse en el espacio. Según el autor, a medida junto al control institucional, el vasallaje, la domes-
que se avanza en el ciclo de vida, esta postura va ticación y el disciplinamiento corporal estarían in-
abandonando su carácter cotidiano y pasa a ser una cluidos en estas dimensiones. En el caso de las téc-
excepción en el adulto. Sin duda, hoy podemos nicas corporales, Mauss incluía de forma general las
nombrar infinidad de diferencias en las técnicas cor- instancias de aprendizaje en las que el cuerpo par-
porales de acuerdo a la edad. La forma de bailar, ticipaba y luego poseía una forma de actuar acorde
por ejemplo, varía considerablemente en función al grupo de origen, lo que pone de manifiesto que

204
para el autor las técnicas corporales son técnicas mado por troncos.Es decir, tanto Malinowski como
culturales. Mead consideraban que cualquier acción donde el
Tomemos como ejemplo el caso de las técnicas cuerpo interviniese era una práctica enseñada y
del nacimiento y de la obstetricia, tal como él las aprendida de generación en generación. Por ello
denomina. Las formas de los procedimientos obsté- era posible acceder a la cultura desde los procesos
tricos varían de cultura en cultura en cuanto al de- mismos de socialización inscriptos en el cuerpo. Los
sarrollo temporal del parto, las posturas de la ma- cuerpos funcionaban como rasgos indiciales de la
dre, las formas de asistencia, los procedimientos de presencia de una cultura, y la descripción de las téc-
limpieza de la madre y el niño, el manejo del recién nicas permitía la comparación posterior con otros
nacido, la manipulación de la placenta, las formas grupos humanos.
de iniciar el amamantamiento del bebé, entre otros. En el siglo XVII se produjo la muerte de María
Este ejemplo también nos sirve para pensar cómo de Medecis durante el parto y como consecuencia
un cuerpo no puede desvincularse de dimensiones la partera real francesa fue sustituida por el primer
como la biológica y la subjetiva. Cada nacimiento es cirujano partero de la historia, Julien Clement,
un fenómeno irrepetible, tan determinado como in- quien introdujo la posición horizontal. En el siglo
determinado por biologías, personas, estructuras XVIII, François Mauriceau, partero de la corte del rey
materiales, aprendizajes sociales, emociones… Y en de Francia, escribió un libro proclamando los bene-
este sentido, es un dato recurrente la descripción de ficios de la postura horizontal y desde Francia la
las técnicas corporales asociadas al parto. práctica se extendió al resto de Europa, e incluso a
Bronislaw Malinowski (1929) narra un parto en Estados Unidos. En la actualidad, la mayor parte de
la cultura melanesia: la mujer se sienta sobre una es- las mujeres occidentales pare en decúbito supino.
tera colocada en el suelo, separadas las piernas y le- Para el desarrollo de esta práctica se han invocado
vantadas las rodillas. Echada hacia atrás, y apoyán- desde el saber biomédico un conjunto de argumen-
dose en las manos que están colocadas en el suelo tos que descansan en la seguridad sanitaria del re-
a su espalda, todo el peso del cuerpo recae sobre cién nacido, en detrimento del contacto visual di-
sus brazos. Tras ella se encuentra su hermana, o al- recto de la madre que se suma a la inmovilidad que
guna otra parienta materna cercana, que se apoya esta postura conlleva.
con fuerza sobre los hombros de la parturienta, sa- Siguiendo la bibliografía etnográfica podemos
cudiéndolos y hasta golpeándolos… La madre de la indicar que existe un amplísimo repertorio de proce-
parturienta se halla preparada para recibir al niño. dimientos corporales asociados al parto, que van
Algunas veces se agarra a las rodillas de su hija, pe- desde sujetar con sogas o telas el abdomen, hasta
ro siempre se deja que el niño salga mediante los es- en posición parada. En el seno de una cultura, las
fuerzos naturales, sin ejercer la menor intervención formas de parir están regidas por diversas interaccio-
o manipulación. La parturienta debe procurar acele- nes sociales, políticas, económicas, institucionales
rar el proceso conteniendo la respiración, ejerciendo que van a organizar un conjunto de posibilidades
así cierta presión sobre el abdomen. viables para el nacimiento. Desde la Antropología, lo
Margaret Mead (1972), por su parte, también importante no sólo es la descripción del conjunto de
hace referencia a otras formas de parir en las que se técnicas que entra en juego sino, por el contrario, el
coloca a la mujer de rodillas sobre varias esteras, estudio de los procesos que intervienen como mar-
sosteniéndola con una cuerda de bambú que pen- cadores de contexto de la situación. Como vemos, la
de del techo, dentro de un pequeño cuadrado for- historia de los cambios en las formas del parto asis-

205
tido sigue en Occidente el derrotero de historias in- éste se transforma en un cuerpo dócil y por ende
dividuales y colectivas que generan hábitos sociales útil. Estos métodos son las disciplinas, como fórmu-
adoptados de generación en generación, sin dema- las de dominación. La apropiación del cuerpo no es
siados cuestionamientos (Videla y Grieco, 1993). directa, y busca el aumento de productividad. Son
Para la Antropología que se nutrió de las nocio- técnicas minuciosas, que se organizan en torno a la
nes de Mauss, la descripción era la forma de acce- microfísica del poder. No son explícitas, ni están le-
der a la cultura, sin instancias analíticas mediante. gisladas en el cuerpo. Por el contrario, son disposi-
La noción de cuerpo pasó a ser un componente pri- tivos sutiles, a modos de detalles, que responden a
vilegiado para dar cuenta, desde la descripción, del la utilidad de los cuerpos pensados como máquinas
resto de los componentes culturales. Por compara- productivas. Para Foucault, “la disciplina aumenta
ción de esquemas de acciones, la Antropología del las fuerzas del cuerpo (en términos económicos de
cuerpo fue haciéndose de un campo que no era utilidad) y disminuye esas mismas fuerzas, en térmi-
acotado por otros aspectos, pero a la vez daba nos políticos de obediencia”. Las habilidades se
cuenta de estos. Por ejemplo, la descripción de ac- transforman en aptitudes necesarias en sistemas
ciones del cuerpo permitía conocer la especificidad productivos específicos. Así, un cuerpo dócil es un
de un ritual, pero no a la inversa. En este camino cuerpo productivo pero con poca capacidad crítica.
surge una idea de cuerpo como base de la signifi- La anatomopolítica está constituida por las marcas
cación cultural de grupos humanos. El cuerpo como que deja impresas en el cuerpo la aplicación disci-
una herramienta para explicar la cultura por medio plinaria.
de esquemas organizados de movimiento construía Esta idea de cuerpo máquina puede pensarse
un recorrido desde formas descriptivas hacia reco- desde los sistemas sociosanitarios, en los que el
rridos comparativos de fenómenos culturales. cuerpo pasa a ser un cuerpo restringido y subordi-
nado a un modelo funcional para las políticas sani-
Anatomopolítica: disciplina y control tarias. Ya la noción de paciente reviste un conjunto
de criterios que si bien desde el mismo sector sani-
En Vigilar y Castigar (1975), Michel Foucault tario no quedan claros, actúan como categorías da-
agrega complejidad a los planteos de Mauss al se- das e incuestionables. Ser paciente involucra un
ñalar que el cuerpo no sólo habla de su cultura por cuerpo al servicio de un tiempo y un espacio siem-
las técnicas que desarrolla sino que puede estar so- pre delimitado y regulado por otros. Si considera-
metido a un régimen de control. Así, las disciplinas mos situaciones extremas, como el tipo de relación
se caracterizan por ser procesos de sujeción que ac- que se establece en terapias intensivas, nos encon-
túan como forma de dominación y generan hábitos tramos ante personas sometidas en una camilla,
y prácticas en formas comunicativas, productivas y muchas veces contenidas (atadas) y en silencio. Son
de poder. En palabras de Foucault: “Ha habido, en cuerpos a todas luces dóciles, sin resistencia hacia el
el curso de la edad clásica, todo un descubrimiento sistema. La distribución de las camillas y la absoluta
del cuerpo como objeto y blanco de poder… cuer- visibilidad de las personas, en pos de un parámetro
po que se manipula, al que se da forma, al que se de salud que muchas veces los pacientes descono-
educa, que obedece, que responde, que se vuelve cen, son escenario de este dominio. La carencia de
hábil o cuyas fuerzas se multiplican”. vestimentas, si bien a simple vista tiene explicacio-
A partir de una serie de métodos o esquemas nes racionales basadas en las facilitaciones de prác-
de docilidad que controlan las acciones del cuerpo, ticas médicas, también trae consigo la disminución

206
de movilidad, la vergüenza y la absoluta disponibili- dos desde niveles comunicativos y metacomunicati-
dad de un cuerpo expuesto y sumiso. vos. Tal es el caso de los rituales de acceso en una
Si pensamos, en contraposición, en una sala de cultura, como sucede con el saludo en diferentes
espera podemos empezar a vislumbrar cómo entran grupos. Cada uno posee niveles comunicativos
en marcha estos mecanismos tan sutiles. Muchas clí- complementarios, como el mantenimiento de la mi-
nicas comparten la misma la escena para consulto- rada, el contacto corporal, la distancia y el tono de
rios pediátricos y de adultos. En horarios de niños, voz empleado, que en pequeños detalles transfor-
estos corren entre los muebles, lloran, se quejan, se man una situación cultural en otra: las interacciones
tiran al suelo, usan las revistas para romper, morder son siempre transaccionales en el sentido que un
o tirar. Entre ellos hay contacto, miradas, conversa- nivel comunicativo depende de los otros.
ciones, e incluso incursiones a los consultorios sin La emergencia surge como producto de esta
previa autorización. Pero los mecanismos correctivos amplia red de complejidades que al reformularse
comienzan a funcionar: en un consultorio adulto los también se transforma y muta, tanto a nivel indivi-
bancos están en su lugar, nadie se mueve y las revis- dual como grupal. Si la investigación sobre discipli-
tas son utilizadas más como delimitadores de espa- namiento corporal nos permitía aproximarnos a
cio, tendientes a resguardar áreas de privacidad, que procesos de control y poder político, los estudios
como fuente de información. Sólo se entra a un sobre la interacción humana nos abren la oportuni-
consultorio con una llamada y, a excepción de unas dad de acercarnos al cambio como pequeños luga-
toses aisladas, miradas indirectas y leves cambios de res donde la negociación y reformulación de senti-
posición para acomodarse en asientos, nada se dos está siempre en juego. Un pequeño cambio po-
mueve…. Es decir, ya estamos en presencia de pa- sibilita la reformulación de los códigos compartidos
cientes que limitan su funcionalidad a la de un cuer- a nivel grupal y cultural, y consideremos para esto
po-máquina regulado desde la restricción. diferentes niveles de interacción. La primera distin-
Desde la Antropología podemos descifrar meca- ción separa a la interacción mediática de la interac-
nismos de control, especialmente donde el cuerpo ción cara a cara. Si bien la Antropología ha repara-
pensado como objeto de estudio se transforma en do en ambos campos, desde la década del 40 se ha
dócil. Y como podemos observar, existen mecanis- ido gestando una disciplina del cuerpo en tanto ca-
mos de control sobre los seres humanos que están nal de comunicación. Ray Birdwishtell (1979) sentó
organizados en torno a dinámicas tanto culturales las bases de la Kinética, que es el estudio social del
(técnicas del cuerpo) como políticas (disciplinas). cuerpo en interacción. La interacción cara a cara se
basa en el intercambio y negociación recíproca del
Interacción: emergencia del cambio sentido entre dos o más participantes situados en
un mismo contexto social. Incluye diferentes dimen-
Ahora analizaremos un punto significativo den- siones, donde el cuerpo es el principal referente y
tro de los estudios antropológicos basados en el es- canal de comunicación. Autores como Mark Knapp
tudio de las interacciones como un lugar de restric- (1982) consideran que a nivel cuantitativo y cualita-
ción1 y emergencia de los comportamientos cultu- tivo, el tipo de información generada a través del
1 Las interacciones sociales tam-
rales. La restricción está dada por los códigos com- cuerpo es superior a lo que conocemos y genera-
bién se organizan actualizando,
partidos dentro de repertorios de comunicación mos desde la palabra. por medio de sus prácticas, códi-
corporal específicos de cada grupo. Estos reperto- Los estudios de interacción humana han sido gos establecidos dentro de una
rios implican amplias redes de mensajes organiza- enfocados desde diversas perspectivas que incluyen comunidad.

207
conjuntos de conocimientos incluidos dentro de co- nésica, como dos niveles de descripción de lo que él
nocimientos antropológicos, sociológicos, psicoló- denominó lenguaje no verbal. La Microcinésica es el
gicos y psiquiátricos. Debido a la complejidad de estudio detallado de los movimientos del cuerpo en
sus componentes, existen diferentes aproximacio- un nivel exhaustivo. Cada movimiento corporal reci-
nes centradas en componentes paralingüísticos, ki- be el nombre de Kine, y asociado con otros kines
néticos, proxémicos, corológicos, de comunicación formará movimientos complejos. Por ejemplo, un
táctil y de comunicación a través de la vestimenta. guiño de ojos es en sí mismo un kine que está aso-
- El nivel paralingüístico se caracteriza por el ti- ciado al movimiento de los labios, la frente, etc. Ca-
po de comunicación que está basado en locuciones da uno de estos kines obtiene sentido para el espe-
vocales pero no verbales (Fast, 1971). Los ítems ge- cialista en una cadena temporal y espacial dada. La
neralmente aislados en este tipo de estudio son el Cinética social, en tanto, estudia las formas del mo-
tono de voz, la pauta (la frecuencia y regularidad de vimiento en las interacciones humanas y se ocupa
los sonidos), el timbre (calidad del sonido) y el volu- de la descripción de coreografías posturales y ges-
men (intensidad del sonido). tuales en los procesos de comunicación.
- El nivel kinético está referido a las dimensiones - El nivel proxémico alude al estudio de la signi-
comunicativas del comportamiento aprendido y or- ficación de las relaciones de distancia, orientación y
ganizado del cuerpo en movimiento. Este nivel es espacio en la comunicación interpersonal. El eje de
preponderante con respecto al resto de los niveles la investigación pasa por el uso que los individuos
de comunicación. En ciertos casos los movimientos hacen del espacio con fines de significación. En la
corporales pueden enfatizar, contradecir o acompa- investigación se utilizó una clasificación propuesta
ñar a otras formas de comunicación, como por por Edward Hall (1972)2 para diferenciar distintos
ejemplo al lenguaje. Según Tim O’Sullivan, es un ámbitos de interacción de acuerdo a la distancia es-
error considerar la comunicación no verbal como tablecida entre los participantes. Según el autor, ca-
una forma de comunicación aislada del habla. De- da una de estas distancias categorizaría un tipo es-
bido a que se establece una compleja interacción pecial de relación entre los individuos, que variará
entre la palabra y la señal corporal, la interacción no de acuerdo a la cultura de origen, el sexo y la edad
siempre es complementaria. Por ejemplo, en el ca- de los interactuantes3. La distancia íntima se limita
so de la mentira existen marcadores kinéticos que, al contacto físico que llega hasta los 40 cm. de se-
en base a microseñales, permiten reconocer situa- paración entre al menos dos individuos. A esta dis-
ciones donde una persona está engañando a los tancia es posible sentir olores y no se hace necesa-
otros: esas señales se traducen en parpadeos suti- rio elevar el timbre de voz. Corresponde a relacio-
les, autocontacto corporal (nariz, cabellos, etc.), es nes familiares, de pareja o de amistad, según la cla-
decir, en una serie de señales que no puede ocultar- sificación. La distancia personal, que va de los 40 a
se desde el cuerpo. los 120 cm., se presenta en las conversaciones y
2 Hall fue el precursor de los estu- En este sentido, la mayoría de los investigadores otras relaciones en público. Los participantes se
dios de uso gregario del espacio, ha intentado generar tipologías para poder delimitar pueden tocar y hablar con un timbre de voz mode-
tanto en animales como en seres la relación entre la actividad corporal de los indivi- rado, y según Hall hasta aquí se ejerce el límite de
humanos. duos y el lenguaje verbal. Birdwishtell ideó la Kinéti- dominación física. La distancia social (120-360 cm.)
3 Esta clasificación se realizó sobre
ca o Cinésica, como una herramienta para la des- y la distancia pública (360-750 cm.) corresponden a
la base de la descripción del esta-
dounidense medio en la década cripción y el análisis de las posturas y el movimiento. relaciones sociales o de negocios (conciertos, obras
del 60. Asimismo, distinguió entre Cinésica social y Microci- de teatro, transacciones comerciales, etc.).

208
- Otro nivel fundamental es el de la comunica- Cada acción social cobra sentido, no sólo por el
ción táctil o comunicación háptica, que está dedica- contexto a partir del cual surge sino, también, por la
do al estudio del contacto físico entre individuos du- elección de una alternativa dentro del conjunto de
rante el proceso comunicacional. El acto de tocar a acciones posibles que forman parte del repertorio
otro siempre funciona como una acción recíproca. cognitivo de un grupo. Tomemos como ejemplo el
Según Montagu y Matson (1983) el tacto es el más consumo de ropa y los factores que entran en ten-
primitivo de los sentidos, tanto a nivel ontogenético sión al momento de decidir comprar atuendo: el va-
como filogenético. Siguiendo a estos autores, en el lor económico, los discursos publicitarios que fijan
desarrollo de la vida de un individuo se dan distintas patrones de moda, la imagen que la persona tiene
etapas de contacto caracterizadas por la variación de sí, la imagen que está dispuesta a mostrar ante la
en la frecuencia de la comunicación mediante el tac- mirada de los otros, el peso de la mirada de su sexo
to. También se diferencian partes del cuerpo que re- y del sexo opuesto, el talle requerido, la situaciones
sultan más accesibles al tacto de acuerdo al sexo de en las que está pensado su uso, y así podríamos se-
los individuos. Del mismo modo, las formas de con- guir incorporando razones… En el cuerpo se conju-
tacto se modifican en diversas culturas según se pri- gan las posibilidades físicas, técnicas, teóricas, psico-
vilegien distintas partes del cuerpo para ser tocadas. lógicas, culturales y políticas, para dar una solución
Tal es el caso del beso, forma de saludo que si bien a las disímiles situaciones imprevistas y cambiantes
constituye una práctica común entre mujeres de la que se crean en condiciones de sociales.
mayoría de los países de Latinoamérica, varía de En este marco, el aprendizaje no refiere sólo a la
acuerdo al grado de intimidad de los participantes, y adquisición de nuevos códigos (lingüísticos y no-lin-
no está tan generalizada entre los hombres. güísticos) por parte de los individuos, ni a los deter-
- El nivel de comunicación a través de la indu- minantes productos del aprendizaje o el control so-
mentaria y de la ornamentación también ocupa un cial, sino también a la selección de determinados có-
lugar en este esquema. La vestimenta constituye un digos de acuerdo al contexto de acción. Las estrate-
elemento esencial en la comunicación interpersonal gias no verbales toman a la mano de un conjunto de
y la adscripción a grupos primarios. En muchos ca- aprendizajes, técnicas y disciplinamientos, pero tam-
sos, la primera apariencia de una persona está limi- bién se modifican de acuerdo al contexto de gene-
tada a su ropa, e inclusive el rechazo o la inclusión ración. La definición de la situación es fundamental
a un grupo se encuentra en relación directa con su para actuar, corregir y construir nuevos escenarios
vestimenta y accesorios. Se debe tener en cuenta de acción. Si consideramos que toda interacción
que la indumentaria cubre casi la totalidad del cuer- conlleva múltiples dimensiones comunicativas, y que
po, y esta no es sólo una elección personal. La in- estas son contingentes y tributarias de la situación
dumentaria se hace significativa en un medio cultu- en la que surgen, entonces muchas de las normas y
ral y ante la mirada de los otros; puede regirse con reglas organizadas en la sociedad están sometidas a
parámetros de la moda vigentes y asociarse con un validaciones y readaptaciones continuas.
grupo social determinado. Muchas veces el tipo de Bajo este rumbo, la Antropología intenta inda-
vestimenta y accesorios indica la pertenencia a un gar acerca de los vínculos intercorporales de com-
grupo que comparte intereses y códigos comunes; plementariedad, que son resultado de los recorridos
en otros casos está asociada a un tipo de práctica surgidos de la interacción humana y, por esto, per-
(como sucede con las profesiones), a creencias o, meables al cambio y a la novedad. Esta fluidez está
incluso, elecciones personales. dada por los diferentes niveles de comunicación y

209
sus condiciones de producción son casi indistingui- ra, con diferentes recursos, mapas en base a territo-
bles de las gramáticas de reconocimiento cultural rios específicos. No sólo reformula contornos, super-
(Verón, 1987). En el caso de la comunicación inter- ficies y pliegues, sino que también se ocupa de orga-
personal, las condiciones de producción corporal nizar la información que aparece sobre el mapa, si-
son absolutamente simultáneas a las gramáticas de guiendo una escala junto a criterios de relevancia es-
reconocimiento, y el contacto corporal es un claro pecíficos de cada mapa. Esta doble pertenencia del
ejemplo: cuando tocamos a otro también nuestro cuerpo a la acción y al análisis científico nos lleva a un
cuerpo está siendo tocado, siempre es una práctica campo fructífero de interpretación y crítica cultural.
recíproca. Una caricia, un beso, no pueden signifi- En tanto objeto de estudio antropológico, el
carse independientemente debido a su co-circuns- cuerpo conlleva esta doble construcción: la del
tancialidad. En este caso las condiciones de produc- cuerpo significante, que devela los mecanismos de
ción y reconocimiento se funden y reinventan en control dominación, y la descripción de configura-
una misma experiencia. ciones particulares en un contexto de acción. En pa-
labras de Eliseo Verón: “El cuerpo está en todas
En la búsqueda de cartografías partes... Toda la producción significante muestra las
señales de este hecho... Todo discurso es un discur-
En los recorridos propuestos, el cuerpo es obje- so sobre el cuerpo (en el doble sentido “de referir-
tivado por el trabajo antropológico bajo tres dimen- se a” y de “basarse en”). Todo discurso es corporal.
siones: por un lado, es considerado un instrumento Al igual que toda imagen o todo espacio de repre-
que funciona como un indicio de la cultura; por sentación que encierre los fantasmas del cuerpo. Al
otro, se constituye como una herramienta de con- igual que todo tipo de sonido. Esta omnipresencia
trol y dominación social desde la perspectiva de los del cuerpo, horizonte permanente de todo sentido,
cuerpos dóciles, cuerpos que reenvían a una anato- no facilita las cosas, por el contrario, explica las di-
mopolítica que da cuenta de los sistemas sociales ficultades que ocasiona su objetivación. Condición
en los cuales se actualizan; la tercera vía, en tanto, de producción de todo sentido, el objeto-cuerpo
es aquella centrada en un nivel microscópico y diná- como tal se oculta a las miradas de las llamadas
mico del cuerpo que es reinventado en cada inte- ciencias sociales y humanas”.
racción. Tanto para el grupo como para el antropó- La Antropología del cuerpo, como forma de co-
logo, el cuerpo es un lugar de cambio y emergen- nocimiento, fija su atención en procesos descripti-
cia interindividual, grupal y social. vos que transforman al cuerpo en acción (territorio)
Desde lo esbozado hemos transitado entre: en elementos objetivables para el análisis (mapas).
- Los cuerpos actuantes, como un lugar de base Un territorio puede configurar diferentes mapas de
para el conocimiento (territorios donde al antropó- acuerdo a las técnicas de catografiado empleadas.
logo elige o en los que le es accesible indagar). Específicamente en Antropología del cuerpo, la for-
- La visión del cuerpo, como abstracción teórica ma que ostenta este proceso es descripta por Clif-
organizada en torno a otras categorías analíticas ford Geertz en su famosa Interpretación de las cul-
4 La idea de mapa y territorio está que funcionan como mapas que nos permiten cir- turas (1973). En esta obra, el autor nos invita a pen-
sustraída de Gregory Bateson cular entre territorios4. sar en un simple guiño de ojos. El guiño puede ser
(1972), como una metáfora gene-
ral entre el recorte de un objeto
La apuesta final es la generación de un cartogra- entendido como un tic, como una señal de conspi-
de estudio y la abstracción que se fiado del cuerpo en acción. La cartografía es una dis- ración a un amigo o como una parodia. Las comple-
genere de éste. ciplina que integra ciencia, técnica y arte y que gene- jidades no tienen fin. El aporte de la Antropología

210
está centrado en desarrollar interpretaciones coge- - GEERTZ, C. La interpretación de las culturas, Ge-
neradas entre las acciones específicas de grupos hu- disa, México, 1987 (1973).
manos en tensión con los mecanismos de análisis - HALL, E. La dimensión oculta, Siglo XXI, México,
puestos en marcha por el observador. 1986 (1972).
Con Do Kamo (1947), la relación entre cuerpo y - KNAPP, M. La comunicación no verbal. El cuerpo y
Antropología cambia diametralmente. A partir de es- el entorno, Paidós, Barcelona, 1982.
ta obra, Maurice Leenhardt genera una noción rela- - LAING, R. El yo y los otros, Fondo de Cultura Eco-
cional de cultura que puede entenderse desde el nómica, México, 1982 (1961).
cuerpo. El autor era un misionero que en una de los - LE BRETON, D. La sociología del cuerpo, Nueva Vi-
grandes pasajes de la Antropología relata un diálogo sión, Buenos Aires, 2002.
con uno de sus informantes, Boesoú. Ante la pre- - ____________ El silencio, Sequitur, Buenos Aires,
gunta del etnógrafo acerca del espíritu, Boesoú res- 2001.
ponde: “-¿El espíritu? ¡Bah! No nos habéis aportado - ____________ Las pasiones ordinarias, Nueva Vi-
el espíritu, conocíamos ya su existencia. Procedíamos sión, Buenos Aires, 1999.
según el espíritu. Lo que nos habéis aportado es el - ____________ Antropología del cuerpo y moder-
cuerpo”. La Antropología del cuerpo enfrenta a seres nidad, Nueva Visión, Buenos Aires, 1995 (1990).
humanos dóciles y resistentes, intérpretes y autores - LEENHARDT, M. Do Kamo. La persona y el mito en
de historias a la vez biológicas, sociales y personales. el mundo Melanesio, Paidós, Barcelona, 1997
(1947).
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noroeste de Melanesia, Morata, Madrid, 1971
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Buenos Aires, Paideia, La Plata, 2005. Cultura Económica, Buenos Aires, 2006 (1947).
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- ____________ Microfísica del poder, La piqueta, - VIDELA, M. y GRIECO, A. Parir y nacer en el hos-
Madrid, 1994 (1979). pital, Nueva Visión, Buenos Aires, 1993.

211
con un recorte cada vez más minucioso guiado por
Gozar de un cuerpo1 las especializaciones-, es subsidiaria de la concep-
ción dualista de René Descartes que separa res co-
gitans (cosa o sustancia pensante) de res extensa
(cosa extensa). Desde su propuesta, el cuerpo es
una sustancia extensa, y esta extensión está consti-
tuida por propiedades geométricas que se pueden
entender de forma clara y distinta, un rasgo que le
da al cuerpo la propiedad de poder ser estudiado
completamente, sin posibilidad de engaños. Tam-
bién será Descartes quien hablará de un cuerpo má-

C
quina, es decir un cuerpo -organismo- formado por
Por Leticia García uando uno comienza a buscar y a leer bi- partes distinguibles y separables entre sí. Podemos
bliografía que proponga como tema el encontrar allí el primer puntapié de la fragmenta-
Psicoanalista. Es miembro de la cuerpo humano se encuentra con que existen dis- ción del cuerpo que hoy se muestra, entre tantas
Asociación de Psicoanálisis de la tintas versiones que difieren entre sí según las dife- cosas, en la posibilidad beneficiosa de los transplan-
Plata (APLP) e integrante del rentes disciplinas de las que parten: la Filosofía, la tes de órganos. Entonces, el cuerpo cartesiano apa-
Equipo de Enseñanzas del Antropología, la Medicina, el Psicoanálisis, entre rece reducido a lo extenso (cuerpo=materia) y sepa-
“Seminario de Estudios otras. Esto permite sostener que el cuerpo ha sido rado del pensamiento o alma.
Analíticos”. Se desempeña como aislado, recortado, entendido de formas distintas, y Otra versión dualista y anterior la encontramos
coordinadora del módulo de experimentado consecuencias también diversas. En en Platón quien, previamente a la unidad aristotéli-
investigación “El cuerpo en psi- esta oportunidad me propongo poner en tensión el ca, pensaba el alma como una instancia separada
coanálisis” (APLP) y como cuerpo sobre el que interviene la Medicina -con su del cuerpo, que padecía durante la vida terrenal su
Psicóloga de la Subsecretaría de herencia cartesiana- y el cuerpo según lo aborda el encarcelamiento en el cuerpo. Por lo tanto, y a di-
Atención a las Adicciones, CPA Psicoanálisis, y de este modo entender en qué as- ferencia de Descartes, Platón concebía el cuerpo co-
Magdalena. Es coautora del pectos este último subvierte dicha concepción2. mo una sustancia sin forma que, de adquirir algu-
Cuadernillo de Psicoanálisis Nº Si partimos de preguntarnos qué entienden por na, se la brindaría el alma, que se hallaba encerra-
3, Los cuerpos del psicoanálisis. cuerpo estas dos teorías, vemos que mientras para la da, prisionera de él. Se trata de la idea platónica del
Medicina se trata de la existencia de un organismo, cuerpo como cárcel del alma.
de un viviente, para el Psicoanálisis se trata de un En oposición a esto, en Vigilar y Castigar (1975)
1 El presente trabajo retoma algu- cuerpo erógeno, esto es, un cuerpo capaz de obte- vemos cómo Michel Foucault invierte el planteo
nos aspectos de la investigación ner y sentir satisfacción. Como todos sabemos, Jac- platónico al señalar que es “el alma, (la) prisión del
que venimos realizando en la Aso-
ques Lacan (1972/1973) señalará que “un cuerpo es cuerpo”. Y lo hace del siguiente modo: “No se de-
ciación de Psicoanálisis de La Plata
en torno al módulo de investiga- algo que se goza”, es decir, un cuerpo que no es re- bería decir que el alma es una ilusión, o un efecto
ción “El cuerpo en Psicoanálisis”, ductible al órgano biológico del campo científico, y ideológico. Pero sí que existe, que tiene una reali-
siguiendo la propuesta realizada eso es lo que interesa al campo del Psicoanálisis. dad, que está producida permanentemente en tor-
por nuestro asesor Enrique Acuña no, en la superficie y en el interior del cuerpo por el
a principios de 2001. Para más da-
El cuerpo como res extensa funcionamiento de un poder que se ejerce sobre
tos, consultar el sitio institucional
en www.aplp.org.ar. aquellos a quienes se castiga, de una manera más
2 Para profundizar acerca de las La medicina, como hoy la conocemos -al abrigo general sobre aquellos a quienes se vigila, se educa
influencias de la filosofía en las de técnicas de auscultación cada vez más precisas y y corrige (...) sobre aquellos a quienes se sujeta a un

212
aparato de producción y se controla a lo largo de zón que el cuerpo interesa al Psicoanálisis, precisa-
toda su existencia”. En consecuencia, para Foucault mente porque las histéricas mostraron a Freud que
el alma existe como lugar donde se articulan los las palabras afectan los cuerpos. Él dirá que pade-
efectos del poder y el saber, y si bien sobre esta rea- cen de reminiscencias, ya que vía el recuerdo de
lidad se han edificado conceptos como subjetivi- una palabra dicha lograba explicar y aclarar los sín-
dad, personalidad, psique y conciencia, éstos no tomas corporales y hacerlos desaparecer. Las pala-
han podido sustituir al de alma: “El alma, efecto e bras pueden operar sobre el cuerpo, y ahí donde ya
instrumento de una anatomía política; el alma, pri- operó el síntoma conversivo atestigua.
sión del cuerpo”. En Estudio comparativo de las parálisis motrices
Para este autor del siglo XX, el alma existe y -lo orgánicas e histéricas (1893), Freud analiza las iner-
principal- tiene efectos sobre el cuerpo del hombre. vaciones de las parálisis orgánicas y de las parálisis
Si bien el alma platónica también los tenía, la dife- histéricas, para demostrar que estas últimas se pue-
rencia la encontramos en la valoración que cada au- den diagnosticar porque no respetan las inervacio-
tor hace del cuerpo: mientras que en Platón el inte- nes correspondientes, es decir, no siguen las leyes
rés por el cuerpo no es independiente de su interés anatómicas conocidas por la ciencia. Estos pacien-
por el alma, y sólo se detiene para aceptar su pre- tes pueden tener paralizada la muñeca sin tener pa-
sencia, en Foucault el cuerpo se convierte en objeto ralizado el codo, o al revés. El paciente recorta los
de interés que merece ser atendido, estudiado y cui- órganos del cuerpo por el nombre vulgar, popular -
dado por sí mismo. En pleno siglo XX, ya estamos “la pierna es la pierna hasta la inserción de la cade-
frente a la adoración y el culto a la máquina del vi- ra y el brazo es la extremidad superior, tal y como
vir. Las concepciones se modifican al compás de los se dibuja bajo los vestidos”, decía Freud-, descono-
cambios producidos en las distintas épocas o mo- ciendo la anatomía del sistema nervioso.
mentos históricos, y para este autor el cuerpo pade- A diferencia de Jean-Martin Charcot (1825-
ce a causa del alma, es decir, del lenguaje organiza- 1893), que sostenía en las parálisis histéricas la exis-
do como discurso, como aparato de producción. tencia de una lesión cortical, Freud reconocía en
ellas una parálisis de representación: “El valor afec-
Freud y el cuerpo de la histérica tivo que otorgamos a la primera asociación de un
objeto nos impide hacerlo entrar en una nueva aso-
Entre Platón y Foucault es necesario ubicar a ciación con otros, de este modo se hace inaccesible
Sigmund Freud, quien demostró, a partir de su en- a la asociación la idea de tal objeto (…) El brazo
cuentro con las histéricas y sus síntomas conversi- quedará paralizado en proporción a la persistencia
vos, que hay una incidencia del lenguaje sobre el de dicho valor afectivo o de su disminución por me-
organismo. Los síntomas conversivos son aquellos dios psíquicos apropiados”. De este modo, para
padecimientos en el cuerpo que no responden a las Freud una representación y su afecto causan inter-
leyes de la anatomía, negando una causalidad or- ferencia, obstaculizan o simplemente modifican el
gánica y planteando la necesidad de repensar el or- funcionamiento de un cuerpo. Por lo tanto, es de-
den de la causa. En principio, esto trajo sus proble- sentrañando los mecanismos psíquicos en juego lo
mas a la medicina, que juzgaba a las histéricas co- que permitirá obtener los medios apropiados para
mo personas mentirosas y falseadoras que simula- la resolución de dichos síntomas. Por el contrario, concepciones sobre el cuerpo
ban padecimientos y pretendían engañar a sus fa- para la medicina que era contemporánea a Freud se puede verse el trabajo de Marcelo
miliares y médicos. Pero es precisamente por tal ra- trataba simplemente de intervenir sobre un cuerpo- Ale y Leticia García (2005).

213
máquina, desentendiéndose del cuerpo histérico en manos del grupo de representaciones conscien-
que insistía en mostrar con sus síntomas que esta- tes al que llama yo.
ba habitado por palabras y goce. En consecuencia, para Freud la represión está
motivada por “la significación de las pulsiones en la
Los dos cuerpos freudianos: orgánico y erógeno vida anímica”. Cada pulsión intenta imponerse pa-
ra poder satisfacerse, avivando para ello las repre-
Un texto que trata esta problemática es Pertur- sentaciones que le son adecuadas. Las pulsiones no
baciones psicógenas de la visión según el Psicoaná- se muestran compatibles unas con otras y sus inte-
lisis, de 1910. Freud aclara en el título “según el Psi- reses muchas veces entran en conflicto. Por lo tan-
coanálisis” porque va a partir haciendo mención a to la oposición entre las representaciones no es si-
otra teoría que le es contemporánea: la de la Escue- no la expresión de la lucha entre pulsiones, y este
la Francesa, integrada por Alfred Binet y Pierre Ja- es un concepto fundamental para Freud, que lo de-
net, entre otros. Estos autores reconocían una cau- fine como límite entre lo psíquico y lo somático.
salidad ligada a las palabras, a las representaciones Marca la línea fronteriza entre ambas extensiones,
psíquicas. Habían descubierto que los síntomas se en tanto la pulsión tiene su fuente en lo somático,
podían provocar artificialmente vía la hipnosis, y por en la excitación corporal localizada en un órgano, y
lo tanto consideraban los síntomas histéricos como su moción se manifiesta en la vida anímica vía las
efectos de una autosugestión por parte del pacien- representaciones. Es decir, la pulsión convierte la ex-
te, causada por una condición: los pacientes pre- citación corporal en moción psíquica, es algo que
sentaban una tendencia a la disociación de la con- viene de adentro del organismo, de lo que el sujeto
ciencia y sufrían de una desconexión entre sus re- no puede huir, por lo tanto fuerza el trabajo del
presentaciones. La causa se encontraba en este dé- aparato psíquico que debe permitir o reprimir su sa-
ficit asociativo por el cual un grupo de representa- tisfacción.
ciones se disociaba quedando no accesible a la con- Freud explicó siempre la lucha pulsional por la
ciencia y tomando el carácter de inconsciente. oposición entre dos grupos de pulsiones con intere-
En su crítica a esta teoría, Freud escribe: “El Psi- ses divergentes; esto es una invariante en él y es lo
coanálisis acepta también las hipótesis de la disocia- que se ha dado en llamar dualismo pulsional. En es-
ción y de lo inconsciente, pero establece entre ellos te texto, lo que opone son las pulsiones de auto-
una distinta relación” (no de déficit). Las represen- conservación o yoicas a las pulsiones sexuales. Esta
taciones -Lacan las llamará significantes- poseen característica produce que los mismos órganos es-
una carga energética, que Freud nombra libido o tén al servicio tanto de unas pulsiones como de las
moción pulsional, que las reúne en grupos, las aísla otras. Así escribirá: “La boca sirve para besar tanto
o conecta. Por lo tanto, la vida anímica responde a como para comer y comunicarse mediante el habla;
un juego de fuerzas que se favorecen o estorban los ojos no perciben solamente las modificaciones
unas a otras. Cuando un grupo de representaciones del mundo exterior, importantes para la conserva-
permanece encerrado en lo inconsciente, Freud no ción de la vida, sino también las propiedades de los
deduce de ello una incapacidad constitucional para objetos que los elevan al rango de objeto de elec-
la síntesis, sino que afirma que una oposición acti- ción amorosa”. Es decir, algo importante que des-
va de otros grupos de representaciones ha produci- cubre es que cualquier órgano del cuerpo tiene la
do el aislamiento y la inconsciencia del primero. Y posibilidad de conducirse como un órgano genital,
es allí es donde ubica el mecanismo de la represión: de tener una función erógena; y que cuando un ór-

214
gano está al servicio de una de estas funciones -se- Por lo tanto, Freud encuentra en el síntoma
xual o de autoconservación- más se rehúsa a servir conversivo un fenómeno de palabra, o de represen-
a la otra. “Es muy difícil servir bien simultáneamen- taciones, en sus términos, lucha y represión de al-
te a dos amos”. Dicho de otro modo, la erogeniza- gunas de ellas y, además, se encuentra con que el
ción de un órgano puede alterar su funcionamien- efecto que genera la represión ejercida por el yo es
to modificando al cuerpo-máquina. la emancipación del órgano fuera del dominio yoi-
Otro dato importante que señala Freud en este co. Una función vital, como es la visión, es sustraí-
texto es que el grupo de las pulsiones sexuales está da a las funciones del organismo, queda fuera del
conformado por pulsiones parciales que tienen sus servicio de la vida individual, para convertirse en el
fuentes en diferentes regiones del cuerpo, y que soporte de un goce, generando una infracción al
por lo tanto se satisfacen independientemente unas funcionamiento normal. De este modo, podemos
de otras. Es decir que este cuerpo erógeno, gozan- plantear que un mismo organismo debe sostener
te, no forma un todo, una unidad, sino que, por el dos cuerpos: el cuerpo que Lacan llamó orgánico,
contrario, es un cuerpo disgregado, fragmentado que sabe lo que necesita para sobrevivir, y el cuer-
por el goce. Como planteábamos antes, el cuerpo po libidinal, el cuerpo-goce, que se presenta como
está hecho para gozar, para obtener satisfacción desregulado, disgregado y en donde se introduce la
pulsional, pero por zonas, no como un todo. represión y su consecuencia: el síntoma.
La teoría freudiana establece una relación entre
pulsión y representación. La pulsión está detrás de Lacan y la incidencia del lenguaje sobre el
las representaciones y les da vida, al menos a las organismo
que le sirven para sus propósitos, y éstas se some-
ten a sus fines. Pero además, con la teoría del dua- Freud diferenciaba y oponía afecto de represen-
lismo pulsional nos enfrentamos a la existencia de tación (en otros términos oponía goce y significan-
dos cuerpos: por un lado, a uno que sirve a las pul- te): un afecto podía desplazarse entre las represen-
siones del yo, a la supervivencia del cuerpo indivi- taciones, retirarse de ellas e interferir en el funcio-
dual, a la autoconservación del individuo; estas pul- namiento del cuerpo (síntoma conversivo), etc. Y es
siones ordenan las representaciones con tal fin y ese por eso que Lacan utiliza el término pasión -a dife-
saber domina generalmente al cuerpo. Por otro, al rencia de afecto que estaba más difundido en la
cuerpo erógeno, que responde al mandato de las teoría psicoanalítica- porque dice: “Nos despierta a
pulsiones sexuales y cuyos fines son la satisfacción un lazo entre ambas que no es de oposición sino de
sexual; este último se adecua mal al cuerpo orgáni- nudo”. Hablar de pasión es hablar de una represen-
co, en tanto el dominio pulsional sexual no está or- tación o significante unido a un afecto3. Pero como
ganizado como un todo, como señalaba hace un señala Enrique Acuña (2006) es Lacan quien de-
momento: las pulsiones sexuales no necesitan de su mostró a partir de Freud que hay una incidencia del
coordinación para su satisfacción. Por lo tanto, por lenguaje sobre el organismo transformando sus
un lado tenemos el cuerpo orgánico, que responde afectos. Lacan será aún más taxativo que Freud: el
a la supervivencia y en donde los órganos funcio- cuerpo es una realidad y como tal es algo construi-
nan coordinadamente entre sí y, por otro, el cuerpo do y no dado, no está de entrada. Más allá de la
erógeno, fragmentado, múltiple, que desoye y se evidencia del ser viviente en su extensión, como di-
opone al régimen de unificación que parte y que ría Descartes, un cuerpo es algo que dona el len- 3 Aspecto planteado y desarrolla-
quiere imponer el yo -con su función de síntesis-. guaje, que “no existiría si no (se) pudiera hablar de do por Eric Laurent (2000).

215
él” (1977). A la entrada del significante en el cuer- ofrece ejemplos que encontramos en la cultura, en
po la llamará incorporación de la estructura del len- el modo colectivo de vivir los cuerpos. Esos ejemplos
guaje y Jacques-Alain Miller (2000) propondrá son los tatuajes, el piercing y todas las formas de
nombrarla como una estructura de corporización4. mutilaciones, siempre que sean normadas, es decir,
Es decir, hay un cuerpo de lo simbólico que al incor- que provengan de un discurso que inscriba ese cuer-
porarse al organismo lo transforma en cuerpo. Por po individual en el vínculo social. También entraría
lo tanto, para tener un cuerpo capaz de sentir satis- en la estructura de la corporización del significante
facción es necesario que el organismo sea atravesa- el “comportamiento” y la “compostura”, entendi-
do por el lenguaje. das como las normas que indican de qué modo ac-
Cabe aclarar que a este cuerpo afectado por el tuar en las distintas situaciones sociales, y también la
significante, y efecto del significante (al que se lo actividad física -en términos de entrenamiento-. En
nombra como cuerpo simbólico), le tendríamos que esta estructura podemos colocar a todas las discipli-
sumar otros aspectos o registros como son el ima- nas de dominio del cuerpo que se pueden describir
ginario y el real. No me extenderé sobre esto, pero como ejercicios de dominio psíquico de las funcio-
sí me interesa señalar que el cuerpo en tanto ima- nes y apetitos somáticos. Es lo que Foucault llamaba
gen está regulado por los discursos que se tienen “el alma como cárcel del cuerpo”.
sobre él -mediante las modas, el entrenamiento,
etc.-. Dicho de otro modo, el registro imaginario no Cuerpo como sustancia gozante
es sin la incorporación del lenguaje. Y, por otro la-
do, señalar que lo real de ese cuerpo no es la biolo- El cuerpo que interesa al Psicoanálisis es aquel
gía, sino lo que se escapa de todos los discursos y que se construye más allá de la biología y que no es-
prácticas que se ejercen sobre él. Eso que se esca- tá de entrada. El hombre tiene con su cuerpo una re-
pa, que no puede ser aprehendido, ese resto de la lación de tener, ya que no se es un cuerpo sino que
encarnación del lenguaje, es un resto fecundo -que se lo tiene, y de modos muy diversos según a qué
4 Miller propone la existencia de causa el deseo y alrededor del cual se organizan a “comportamientos” se adscriba. Pero esto también
dos operaciones entre el signifi- su vez los montajes pulsionales-. Entonces, se trata funciona como prueba sobre qué naturaleza presen-
cante y el cuerpo de sentidos con- del lenguaje que afecta al cuerpo fragmentándolo, ta el cuerpo no biológico. Entonces, esta construc-
trarios: uno consiste en elevar el
como lo mostraba Freud con los síntomas conversi- ción que llamamos cuerpo, no sólo depende del con-
cuerpo al significante y a esto lo
llama significantización -un ejem- vos -en tanto fragmenta su satisfacción y su pade- texto de cada época sino, también, de la historia par-
plo es el trío que plantea Lacan de cimiento, es decir el goce del cuerpo- y demostran- ticular de cada persona singular. De este modo, y re-
necesidad-demanda-deseo donde, do, a su vez, que no hay una satisfacción total y tomando nuestro planteo anterior sobre la relación
partiendo de la necesidad como unificada sino que ésta es siempre parcial. entre lenguaje y cuerpo, encontramos que Freud te-
función propia del organismo, del
Pero si hablamos de la incorporación del lengua- nía la tesis de que una cantidad somática (quantum
viviente, ésta debe pasar por el
lenguaje, debe pasar a la deman- je en el cuerpo, de un saber que atraviesa el cuerpo pulsional) se transformaba en cualidad psíquica de
da para satisfacerse, dejando una y lo afecta, por qué no llamarlo por eso afecto en placer o displacer, a partir de la transformación posi-
diferencia entre ambas, un resto sentido amplio, en tanto provoca efectos de goce en ble de palabras en imágenes, es decir, a partir de una
no satisfecho que nombramos de- el cuerpo. Esto, además, lo que evidencia es que ese retórica o discurso sobre el cuerpo (como posibles
seo-; y la operación contraria que
goce no tiene nada de natural (en términos de espe- combinaciones de grupos de representaciones). Pero
llama corporización, y que se pro-
duce cuando el significante entra cie, como es el instinto), sino que está generado por además, entre la retórica y el cuerpo ya vimos que
en el cuerpo, es decir, cuando se la intromisión del lenguaje. En este sentido, la es- pone a la pulsión (a la que define como un concep-
encarna. tructura de la corporización del significante también to límite entre lo psíquico y lo somático).

216
En el Seminario 11 (1964), Lacan hace de la pul- Bibliografía
sión freudiana -pensada como empuje- un circuito
que llama montaje significante. Dicho de otro mo- - ACUÑA, E. Hecho para gozar -el cuerpo escrito en
do, plantea una retórica de la pulsión, en tanto es- Anais Nin-, en Microscopía Nº 61, Boletín de difu-
te montaje no es más que una combinatoria signi- sión de la APLP, La Plata, diciembre de 2006.
ficante. Pero lo que nos encontramos al hablar de - ____________ El objeto de la paradoja analítica,
pulsión es que -como plantea Enrique Acuña- “en inédito.
la pulsión se trata de un sujeto acéfalo con respec- - ALE, M. y GARCÍA, L. Los cuerpos del Psicoanáli-
to a la experiencia de satisfacción y este sujeto acé- sis, Cuaderno de Psicoanálisis Nº 3, APLP, La Plata,
falo sigue, sin saberlo, un montaje significante. 2005.
Montaje dado por el hecho de que hay un límite en - FOUCAULT, M. Vigilar y castigar, Siglo XXI, Méxi-
la zona erógena entre lo que puede nombrar de su co, 1982 (1975).
cuerpo y el órgano que no puede ser nombrado. El - FREUD, S. “Las pulsiones y sus destinos”, en Obras
aparejo pulsional, como aparejo del cuerpo, arma Completas, Tomo XIV, Amorrortu, 1993 (1915).
una superficie, una topología donde lo que se pro- - ____________ “Perturbaciones psicógenas de la
duce necesariamente en el recorrido de la pulsión visión según el Psicoanálisis”, en Obras Completas,
es un circuito alrededor de una ausencia”. Tomo XXIII, Amorrortu, 1993 (1910).
Las pasiones que vive cada época evidencian los - ____________ “Estudio comparativo de las paráli-
cambios de lenguaje y, por tanto, de los modos en sis motrices orgánicas e histéricas”, en Obras Com-
que se vive la pulsión. Estos cambios pueden ser pletas, Tomo I, Amorrortu, 1993 (1893).
rastreados en el relato de la historia, pero eso no - ____________ “Tratamiento psíquico, tratamiento
nos dice nada del deseo de cada sujeto en singular. del alma”, en Obras Completas, Tomo I, Amorrortu,
Deseo que insiste en su existencia y que precisa ser 1993 (1890).
descifrado. El cuerpo afectado por el lenguaje es un - DESCARTES, R. Tratado de las pasiones del alma,
cuerpo disgregado, despedazado y agujereado por Obras maestras, 1985 (1649).
el significante de un modo singular. Y son estos - LACAN, J. Radiofonía y televisión, Anagrama, Bar-
agujeros los que configuran las zonas erógenas. Di- celona, 1980 (1977).
cho de otro modo, estos agujeros son restos de la - ____________ Seminario 20, Aun, Paidós, Buenos
operación de corporización -que antes nombraba-; Aires, 1995 (1972/1973).
son vacíos del cuerpo, imposibles de representar, - ____________ Intervenciones y Textos 1, Manan-
que la pulsión en su circuito bordea, pero que ha- tial, Buenos Aires, 1991 (1966).
cen al cuerpo en tanto sustancia gozante. - ____________ Seminario 11, Los cuatro conceptos
fundamentales del Psicoanálisis, Paidós, Buenos Ai-
res, 1987 (1964).
- LAURENT, E. Los objetos de la pasión, Tres Haches,
Buenos Aires, 2000.
- MILLER, J.A. Biología lacaniana y acontecimiento
del cuerpo, Colección Diva, Buenos Aires, 2002
(2000).

217
plícita en los medios de comunicación, el arte, la
Cuerpo y subjetividad educación, el derecho, la economía y la historia, im-
en la filosofía contemporánea pregnando incluso la vida cotidiana, y replanteando
los conceptos de salud2, tanto “mental” como
“corporal”, entre otros muchos.
En esa época, la avanzada posmoderna se hace
sentir notoriamente en el campo filosófico, plan-
teando que no se ha producido el “desacople”3 en-
tre la modernidad y la racionalidad moderna, y por
lo tanto postula “el fin de la modernidad en su con-
junto”, desenmascarando la subjetividad moderna
como represora o animada por una voluntad de do-
minación. Tal debate puede ser entendido como la
Por María del Carmen Vitullo Abordando el debate controversia de una época que percibe en mutación
sus referencias, en franca debilitación sus certezas,
Filósofa por la Universidad No future! Cuando sueño con cambiar el mun- proyectándose hacia un espectro de carencias y mi-
Nacional de Rosario. Profesora do, me quedo sin armas…Ya no entiendo más lo serias sociales en las que se acelera, por un lado, la
Titular de la cátedra que pasa en los cuatro puntos del planeta: el ho- abundancia, mientras que, por otro, el futuro se
“Problemática del saber”, Carrera rizonte parece una pared y el futuro resbala... El perfila como des-humanizado.
de Filosofía, Facultad de posmodernismo es la época en la que el hombre El tema de la crisis de la modernidad es aborda-
Humanidades y Artes, UNR. ya no se entusiasma por un futuro que canta, pro- do hoy desde un gran abanico de vertientes teóri-
Directora, desde su fundación, metido para antes o para después de la muerte. La cas, en el que no han faltado los debates desde lo
del Centro “Félix Guattari” de esperanza de una realización del ser humano se estético y lo político, además de lo filosófico. Tales
Estudios e Investigaciones, de la difumina. Nadie piensa más en esto (Pommier, enfoques son, la mayoría de las veces, simultáneos,
misma casa de estudios. 2000). provocando como efecto una gran ambigüedad en
Actualmente se encuentra Las nociones de cuerpo y subjetividad de la Filo- la consideración de los problemas, sumado a la sen-
desarrollando su tesis doctoral. sofía contemporánea no pueden separarse de un sación de incertidumbre, enfatizada por la crisis de
debate que ha ocupado especialmente los últimos valores, razones, relatos que sustentaban el vivir, y
1 Nos referimos al texto de Ed-
casi 40 años, al menos a partir de los cambios, po- conocimientos fundantes que daban seguridad an-
mund Husserl, La crisis de las cien- lémicas y transformaciones desatadas por el Mayo te el mundo. Pero no abundaremos aquí sobre las
cias europeas (publicado por pri- francés en 1968, sumados a los movimientos políti- certezas modernas cuyas verdades, que aún no ce-
mera vez en Belgrado, en 1936), cos y sociales que dieron la vuelta al planeta y que san de ser criticadas en nuestros días, ya fueran
donde habla de la pérdida de toda tuvieron, incluso en Argentina, una gran importan- puestas en tela de juicio por Marx, Nietzsche y
referencia que sufre el hombre, in-
merso en el mundo de la doxa.
cia sobre finales de los sesenta y mediados de los Freud: la fundación cartesiana del Sujeto pensante4,
2 Precisamente, muchas de las setenta. Y no es que el quehacer filosófico no plan- capaz de discernir científicamente entre certeza y
perspectivas acerca del cuerpo y la teara desde hacía ya tiempo “la caída del Sujeto”1, error, capaz de crear una Metodología infalible, ca-
subjetividad provienen del campo la pérdida de la confianza en la “Ratio” o el fin de paz de sistematizar los saberes en una Ciencia Uni-
de la Biología y de disciplinas vin- las totalidades. Lo que sucede, a nuestro entender, versal del Orden5, territorio privilegiado de la Ra-
culadas a la problemática de la sa-
lud.
es que en los ochenta se produce una proliferación zón, frente a las ilusiones y trampas que nos alejan
3 Algunos autores, entre ellos An- de la problemática modernidad/posmodernidad de la Verdad, entendida como el camino hacia lo
ne-Francoise Schmid (1998), plan- que penetra distintos campos teóricos y se hace ex- bueno y lo justo.

218
El Sujeto del siglo XVII, auto-emancipado y sos- agotamiento del proyecto moderno en lo que hace tean que hay dos fenómenos di-
tenido en la primacía del “sí-mismo”, hacía creíbles a sus grandes relatos normalizadores y legitimado- ferentes que tienen como punto
en común el “adiós a la moderni-
los grandes relatos de legitimación del saber y de res: ya no se confía en un decurso emancipador de
dad”: por un lado, la moderniza-
emancipación. El siglo XVIII, en tanto, terminará de los hombres y de las sociedades, ya el Sujeto no es ción “social”, que se considera di-
plasmar la fascinación por las certezas y las profe- el ámbito privilegiado de la enunciación racional de vorciada de la modernidad “cultu-
cías. Con aspiración de continuidad, el Sujeto kan- la Verdad, ya la Conciencia no es transparente a los ral”, y que se limita a ejecutar las
tiano dejará instaurada la idea radiante de la madu- sentidos del Mundo representado, ya no se avanza leyes funcionales de la economía
y del Estado, la ciencia y la técni-
ración científica y política del hombre, su acceso al hacia un Progreso ilimitado, ni hacia la Libertad de-
ca, las cuales al unirse forman
progreso y a las verdades éticas y estéticas, conquis- finitiva, ni hacia la Justa distribución de las riquezas. una especie de sistema autárqui-
tadas en un “para siempre” que se proyecta con se- Toda homogenización ha tocado a su fin y todo co, no influible por la cultura mo-
guridad hacia el futuro. Pero será el siglo XIX el lu- afán de universalizar y totalizar es un imposible. derna (esto estaría sustentado por
gar en que se perfilen los límites a estas segurida- Habitamos un presente fragmentario, incierto, el funcionalismo sociológico de
los años 50); por otro, el fenóme-
des de un porvenir feliz: la pauperización creciente ambiguo, incluso ambivalente, en el que parecen
no de finales de los 70 y comien-
y el malestar social, que ponen en cuestión la impo- desintegrarse la existencia propia y la de los otros. zo de los 80 al que hacemos refe-
sición política de los modelos de Estado sistematiza- Un desencanto a la vez tenso y relajado: “Demasia- rencia.
dos (configuradores de sistemas educativos, jurídi- do joven para morir, demasiado viejo para el Rock 4 El filósofo Slavoj Zizek (2001)
cos, sanitarios, y político-institucionales, fuertes y and Roll...”7. Lo “real” se esfuma en los flashes de plantea que habría que enfrentar
esa demonización del cogito car-
sólidos), darán por tierra, paulatinamente, con la la memoria instantánea de los clips televisivos, de la
tesiano, propia de la cultura pos-
fascinación por el progreso y la prospectiva. Suma- informática y de los juegos de video, alejándose de moderna, y propone para esto
do a esto, se hacen notorias las crisis científicas en la memoria colectiva de la comunidad, como pun- una recuperación y reafirmación
todos los órdenes, en Física, Matemáticas, Biología tualizara Paul Virilio (1990). Y las visiones del cuer- del Sujeto, pero no desde la
e incluso en el naciente campo de las Ciencias Hu- po y de la subjetividad están íntimamente conecta- transparencia tranquilizadora de
su sí-mismo centrado sino desde
manas (no es casual en ese siglo la aparición proli- das a estos desafíos del presente, que ya no tienen
su reverso olvidado y no reconoci-
ferante en la literatura de nuevas utopías como Via- el carácter de los desafíos modernos, por cuanto no do: “El ser en exceso de la subje-
je a Icaria, de Etienne Cabet (1842) y El falansterio, prometen, valga la redundancia, un futuro “prome- tividad”.
de Charles Fourier (1832), entre otras, y los escritos tedor”. El presente es (o se vive como) inmodifica- 5 La mathesis universalis, concep-
anticipatorios y futuristas de Julio Verne y George ble. Parecería que lo nuevo es sólo tecnología y es- to desarrollado por Descartes en
las Reglas I y V, en Reglas para la
Wells). cenario.
dirección de la mente (1628) y en
Hoy, en el debate modernidad/posmodernidad, otros textos.
el término “posmoderno” no remite a una visión Los posmodernos vistos desde la posmodernidad 6 En esta diversidad de perspecti-
única6 sino a un gran abanico de posturas que po- vas, donde no hay modelos “pu-
dríamos decir que comprende desde las filosofías Cierta concepción del progreso y la modernidad ros”, podríamos señalar dos como
las más influyentes: una que se
críticas (cabría discutir aquí si se incluyen las filoso- ha fracasado, comprometiendo en su caída la con-
podría llamar “instrumental”, ba-
fías llamadas “de-constructivas” y “de la diferen- fianza colectiva en la idea misma de una práctica sada fundamentalmente en la tec-
cia”), las experiencias estéticas inusuales, ciertas social emancipadora. Paralelamente, una suerte de nociencia y en el poder del indivi-
“modas” y procedimientos del andamiaje cultural, glaciación ganó las relaciones sociales: las jerarquías duo para obtener los conocimien-
la invasión cibernética, los cambios arquitectónicos, y las segregaciones se endurecieron, la miseria y la tos propios del desarrollo tecnoló-
gico del cual depende su bienes-
hasta la preponderancia de los mass-media , pasan- desocupación tienden hoy a ser aceptadas como
tar; y otra que se podría denomi-
do por multitud de problemáticas. No obstante es- males inevitables... ¿Puede deducirse que estaría- nar “crítica de la tecnociencia”,
ta diversidad, y reduccionismos aparte,creemos que mos en adelante condenados a permanecer con los pero de algún modo también
hay rasgos comunes que apuntan a enfatizar el brazos caídos ante el crecimiento del nuevo orden “crítica de la razón instrumental”,

219
de la crueldad y el cinismo que están a punto de su- (e incluso “estructuralista”) del habla y del lengua-
mergir al planeta, con la firme intención, según pa- je que les impide articular de manera significativa
rece, de durar? (Guattari, 2000). los hechos subjetivos con las formaciones del in-
Esta cita de Félix Guattari se continúa en la afir- consciente, las problemáticas estéticas y las micro-
mación de que numerosos intelectuales y artistas, políticas.
pertenecientes a distintos medios culturales, pero La omnipotencia actual de los mass-media pare-
en especial a los que se reconocen en lo que él lla- ce demostrar que cualquier eslabón social puede
y afirmativa de la vida a la manera ma “la moda posmodernista”, parecen haber llega- prestarse, aparentemente sin resistir, al laminado
nietzscheana, en la que se pueden
encontrar pensadores como Edgar
do a la lamentable conclusión de que los movimien- des-singularizante e infantilizante de las produccio-
Morin y filósofos como Jean-Fran- tos políticos y de ideas que pretendían otrora servir nes capitalísticas9. Pero el avance de la tecnología,
çois Lyotard, Gilles Delleuze y Félix de guía para reconstruir la sociedad sobre bases y nuestra dependencia cada vez mayor de la inter-
Guattari, de los que nos ocupare- menos injustas, menos des-igualitarias, han perdido vención de máquinas, no implica que tanto la liber-
mos más adelante. su credibilidad. Ya sea que se trate de artistas, pin- tad como la creatividad humanas estén condenadas
7 Frase atribuida al grupo inglés
de música rock The Rolling Stones.
tores, arquitectos o filósofos, es decir, productores a ser alienadas por procedimientos mecánicos. Para
8 Se refiere a procesos de configu- de cultura, parecería que, en esta especie de Guattari, como para Gilles Deleuze, en lugar de que
ración y mantenimiento de dualis- “orientación posmoderna”, tienen en común el he- el sujeto pase a depender de la máquina, nada im-
mos que retomaremos más ade- cho de que suponen, o dan por sentado, que las pide que las redes maquínicas10 se comprometan
lante. crisis que atraviesan hoy las prácticas artísticas y so- en una suerte de proceso de subjetivación11.
9 El significante está visto aquí co-
mo producción capitalística, justifi-
ciales sólo podrían desembocar en el rechazo firme Como visión de futuro, estos autores apuntan a
cando una nueva ética del des- de todo proyecto colectivo de envergadura. A su la emergencia de nuevas prácticas de subjetivación
compromiso. criterio, cada uno cultiva su “propio jardín”, pero de una era que llaman -en especial Guattari- “pos-
10 “Maquínico” es aquí diferente preferentemente acorde a los usos y costumbres de mediática”, la cual será ampliamente facilitada por
de mecánico, ya que no obedece los contemporáneos, modelados por los mercados una re-apropiación concertada de las tecnologías
a relaciones de causa-efecto.
11 Más adelante veremos la dife-
del arte y de la opinión, a través de campañas pu- comunicativas e informáticas. Esta re-apropiación
rencia entre lo “maquínico” y lo blicitarias. Parecería que hubiera un principio de tendrá que ver con una re-invención de la democra-
“mecánico”, y su relación con los “comunicación suficiente” que contribuye al man- cia (esto quizás a muy largo plazo), y con la promo-
procesos de subjetivación. tenimiento de ciertos equilibrios, en la consistencia ción de nuevas formas de concertación e inter-acti-
12 “Minoritario” no significa aquí efímera de la sociabilidad ordinaria. vidad colectiva, una re-singularización de los me-
“minoría” en el sentido tradicional
“parlamentario”, ni alude a la
He aquí que para los posmodernos, ¡ya no se dios de expresión mediatizados. Pero lo central se-
cantidad de miembros de dichos trata sino de nubes erráticas de discursos que flotan ría la multiplicación al infinito de los “conectores
grupos, sino que más bien expresa en el seno de un éter significante! Para Guattari, el existenciales”, que permitan acceder a universos
una situación de “minorización”. “socius” no puede reducirse a hechos de lenguaje, creativos mutantes.
Dichos grupos se nuclean en fun- ni estos últimos a cadenas significantes “digitaliza- En los operadores de una era posmediática, la
ción de intereses comunes que tie-
nen que ver con situaciones de ex-
bles” o binarizables8. A su entender, lo que él llama actividad multi-central y la autonomización subjeti-
plotación, sometimiento, exclu- “disposiciones sociales concretas”, que no deberían va no serían correlatos de un cierre sobre sí mismos
sión, ausencia de libertad y justi- de ningún modo ser confundidas con los “grupos o de la falta de compromiso que caracteriza a la
cia, violencia arbitraria, riesgos so- primarios” de la sociología americana, cuestionan posmodernidad. Si hay un futuro posible para una
ciales y abusos de todo tipo, inclu- muchas más cosas que los simples rendimientos lin- revolución posmediática, el mismo tendrá que to-
yendo muertes por accidentes de-
bido a irresponsabilidad o falta de
güísticos, y aunque los filósofos posmodernos dan mar el relevo de los grupos minoritarios12 que, hoy
ética, secuestros y toma de rehe- vueltas en torno de supuestas investigaciones prag- día, con sus formas de organización y expresión
nes. máticas tienen una concepción aún “modernista” muy diversas, fragmentarias y sui-generis, se han

220
ocupado del hambre en el mundo, la desocupación, Estos autores tienen en común algunas pers-
las cuestiones de género, la crítica a toda forma de pectivas y conceptos que tienen que ver, en rasgos
exclusión, segregación o sometimiento, las degra- generales, con posiciones de-constructivas en rela-
daciones ecológicas irreversibles, la carrera hacia el ción a la metafísica occidental, con líneas de pensa-
sobre-armamento nuclear, los riesgos mortales de la miento de corte nietzscheano (y en algunos de ellos
violencia social y política, la penalización de la po- anti-hegeliano), con un estudio riguroso tanto del
breza y la contaminación massmediática de la sub- marxismo como del psicoanálisis, acompañado de
jetividad colectiva. consideraciones críticas respecto de los mismos, de
Algunos de estos grupos se vinculan con sus pa- gran originalidad y dinamismo. Los caracterizan,
res en distintos países (caso ecologistas, gays, les- también, tomas de posición política de elevado
bianas, travestis, transexuales, feministas, e incluso compromiso en contra de los totalitarismos, el abu-
protectores de la fauna silvestre, etc., etc.) y otros so de poder, la omnipotencia de las instituciones y
grupos son locales o “nacionales”, pero logran im- el apogeo de los mass-media. Inmersos en los ava-
portancia a nivel internacional. En nuestro país los tares de un mundo llamado posmoderno, estos au-
vemos a diario en sus rondas de Plaza de Mayo, en tores critican fuertemente al pensamiento posmo-
sus marchas, piquetes, “escraches”, pintadas y en derno (con el que en realidad comparten ciertos cri-
todo tipo de prácticas creadas ad hoc, a los fines de terios comunes, como la cuestión de la “liquida-
hacerse conocer, de hacerse ver y oír, de expresarse ción”13 del proyecto moderno, dado que las pro-
y manifestarse y lograr la adhesión colectiva y el mesas de progreso que formulara la Ilustración, no
otorgamiento de sus demandas por parte de las ins- se han cumplido). En esa crítica, como ya vimos en
tituciones nacionales, provinciales, municipales y, el caso de Guattari, se pone el acento en la falta de
en algunos casos, del orden privado. compromiso político y social, y en el alejamiento de
Circula en esas prácticas todo un entramado de posiciones y prácticas revolucionarias, de lo cual
nuevas visiones del cuerpo y de la subjetividad, que acusan incluso a las organizaciones de izquierda. De
se produce y re-configura a un ritmo vertiginoso. La entre estos autores hemos seleccionado a Gilles De-
filosofía del fin del milenio trabajó exhaustivamente leuze y Félix Guattari quienes, en sus trabajos con-
alrededor de esas visiones y esas producciones, ana- juntos o individuales, se ocupan al detalle de nue-
13 Dicho incumplimiento no se
lizando los discursos y las prácticas, y creando a su vas concepciones de cuerpo y subjetividad, creando
debe a una cuestión de “olvido”
vez nuevos conceptos acordes. Dentro de ese que- conceptos totalmente innovadores. sino que es el propio progreso el
hacer filosófico, han sido de nuestro interés los de- que impide cumplimentar dicha
sarrollos acerca de las nociones de cuerpo y subjeti- La subjetividad como producción promesa. “El neoanalfabetismo, el
vidad de las corrientes francesas contemporáneas. empobrecimiento de los pueblos
del Sur y del Tercer Mundo, el de-
Dentro de ese campo, hemos puesto el acento en Considerar la subjetividad desde el ángulo de su
sempleo, el despotismo de la opi-
los representantes de las denominadas “filosofías producción no implica ningún retorno a los tradi- nión, y por consiguiente el despo-
de-constructivas”, “filosofías de la diferencia” o cionales sistemas de determinación binaria, ni a los tismo de los prejuicios amplifica-
“filosofías del deseo”, llamadas así según las lectu- de infraestructura material-superestructura ideoló- dos por los mass-media, la ley de
ras actuales de los ensayistas, las cuales ofrecen un gica. Los diferentes registros semióticos que concu- que es bueno lo que es “perfor-
mante”, todo eso no es la conse-
abanico multifacético e inquietante. Nos referimos rren a engendrar subjetividad, no mantienen rela-
cuencia de la falta de desarrollo,
a Jacques Derrida, Michel Foucault, Jean-Francois ciones jerárquicas obligadas, establecidas de una sino todo lo contrario. Por eso
Lyotard, Francois Larruelle, Gilles Deleuze y Félix vez para siempre…De hecho, la subjetividad es plu- ninguno se atreve a llamarlo pro-
Guattari, entre otros. ral y polifónica, para retomar una expresión de Mi- greso” (Lyotard, 1990).

221
jail Bajtin. No conoce ninguna instancia dominante cial, revisando a la vez las modelizaciones de in-
de determinación que gobierne a las demás instan- consciente actualmente en debate15:
cias como respuesta a una causalidad unívoca - La irrupción de los factores subjetivos en el primer
(Guattari, 1996). plano de las prácticas actuales
En una entrevista con Christian Descamp, Di- - El desarrollo masivo de las producciones maquíni-
dier Eribon y Robert Maggiori, sobre su obra Mil cas de subjetividad
Mesetas (1998), escrita conjuntamente con Guat- - La acentuación creciente de los aspectos etológi-
tari14, Deleuze manifiesta que los conceptos verti- cos16 y ecológicos relativos a la subjetividad huma-
dos en dicho trabajo son totalmente filosóficos, na.
pero no son dados “ya hechos”, no son pre-exis- Respecto del primer punto los ejemplos son mu-
tentes, son “creados”, “inventados”. En ellos hay chos, ya que los factores subjetivos han ocupado un
tanta creación como en el arte o en la ciencia. Y lugar muy importante en la Historia. Pero en la ac-
como un conjunto de conceptos configura un sis- tualidad, merced a la preponderancia de los mass-
tema, su obra también lo es. Pero se trata de un media, son relevados por éstos y adquieren alcance
sistema abierto (como en la obra de Maurice Blan- mundial. Entre los ejemplos citados por Guattari to-
chot), fundado sobre interacciones que repudian maremos el de la revolución subjetiva del pueblo
las causalidades lineales y transforman la noción de iraní, que no ha seguido un rumbo emancipador, si-
tiempo. Y lo que ellos en la introducción de dicha no que, según él, se focaliza en arcaísmos religiosos
obra llaman “Rizoma”, es precisamente un sistema y en actitudes sociales globalmente conservadoras,
abierto. En él los conceptos no son generalidades particularmente en lo que se refiere a la condición
de moda en la época, son singularidades que se ar- femenina.
14 Publicada en Libération el 23 ticulan sobre los flujos de pensamiento ordinarios. Asimismo, tomando como ejemplo la caída de
de octubre de 1980. Un concepto está lleno de una fuerza crítica, polí- la cortina de hierro en el Este, vemos que ésta no se
15 Alude especialmente al Psicoa-
tica y de libertad. produjo merced a la presión de insurrecciones ar-
nálisis de orientación lacaniana,
con el cual debate a lo largo de Respecto de las diatribas recibidas por el uso de madas, sino por el efecto de un “inmenso deseo
muchas de sus obras. En Caosmo- palabras nuevas y “complicadas”, Deleuze sostiene colectivo” que demolió el “sustrato mental” del sis-
sis (1996), Guattari sostiene que el que un concepto ora necesita de una nueva palabra tema pos-stalinista. Este fenómeno fue de una gran
problema no es ya saber si el In- para ser designado, ora se sirve de una palabra or- complejidad, ya que combinó aspiraciones emanci-
consciente lacaniano o el Incons-
dinaria a la cual da un sentido singular. Los concep- padoras con todo un entramado pulsional de con-
ciente freudiano aportan una res-
puesta científica a los problemas tos de cuerpo y subjetividad son filosóficos, aunque servadurismo, posiciones retrógradas, hasta incluso
de la psique. Estos modelos sólo también se hayan ocupado de ellos el Psicoanálisis, fascistas, de orden nacionalista, étnico y religioso.
serán considerados en su carácter la Psiquiatría, la Medicina y la Biología, entre otras Comentando la guerra del Golfo, el autor se pre-
de producción de subjetividad, en- disciplinas. A continuación, comenzaremos por el gunta (en un texto que como sabemos es anterior
tre otros, inseparables de los dis-
concepto de subjetividad, intentando mostrar la al 9/11) qué nos deparará la permanente tentativa
positivos técnicos e institucionales
que los promueven. perspectiva según la cual estos autores lo abordan, de sometimiento del estilo yanqui de subjetivación,
16 La etología puede concebirse esto es, como producción. que se impone merced al poder combinado de las
como una investigación de la gé- La subjetividad es producida por instancias indi- armas y de los medios masivos de comunicación.
nesis dinámica que inviste a cier- viduales, colectivas e institucionales. Guattari seña- A su vez, parecería que la historia contemporá-
tos individuos de la aptitud para
la tres órdenes de problemas que llevan a extender nea está siendo atravesada cada día más por un in-
expresar ciertas intensidades, para
componerse con ciertos organis- la definición de subjetividad, en el intento de supe- cremento de reivindicaciones de singularidad sub-
mos o elementos materiales. rar la oposición clásica entre sujeto individual y so- jetiva: contiendas ligüísticas, autonomismos, nacio-

222
nalismos, que en medio de una inquietante ambi- No nos encontramos frente a una subjetividad 17 Concepto acuñado por Guat-
güedad, expresan una aspiración a la liberación na- dada como un “en-sí”, sino frente a procesos de tari y Deleuze (1988) y vinculado
al de “territorio” (entendido co-
cional, a la vez que se manifiestan en re-territoria- toma de autonomía o de autopoiesis18. Lo impor-
mo una zona interior de domici-
lizaciones17 de subjetividad conservadora. El cóctel tante -en especial cuando se trata de pacientes- no lio, una zona exterior de dominio,
subjetivo contemporáneo, dice, está así caracteri- es la mera confrontación con una nueva materia de una zona limítrofe más o menos
zado por una mezcla de arcaizante apego a las tra- expresión, sino la constitución de complejos de sub- retráctil en función de las circuns-
diciones culturales y, no obstante, de aspiración a jetivación: individuo-grupo-máquina-intercambios tancias, una zona neutralizada,
compartida con individuos de
la modernización tecnológica y científica. En el ca- múltiples.
otras especies, y una zona de re-
so del Psicoanálisis, al reducir los hechos sociales a En el caso de pacientes psicóticos19, estos com- serva por la acumulación de re-
mecanismos psicológicos, éste no se encuentra en plejos ofrecen a la persona posibilidades diversifica- cursos energéticos, también un
las mejores condiciones para abordar tales proble- das de re-hacerse una corporeidad existencial, salir refugio. El territorio es comporta-
mas. Es oportuno, señala Guattari, forjar una con- de sus atolladeros repetitivos y, de un modo nuevo mientos y no un fragmento físico
de terreno, se hace a fuerza de
cepción más transversalista de subjetividad, que (y en un cierto sentido), re-singularizarse. Se trata
vincular a él ciertas conductas,
permita responder a la vez a las colisiones territo- de una creación, de crear nuevas modalidades de gestos, canciones, olores…). La
rializadas, propias de su idiosincracia y de sus aper- subjetivación, “del mismo modo que un plástico des-territorialización tiene que ver
turas a sistemas de valor, con implicaciones socia- crea nuevas formas sobre la base de la paleta de con una transformación: que el
les y culturales. que dispone”. La definición “provisoria”, que se- hombre sea un animal parlante
sólo puede explicarse a partir de
¿Deben considerarse las producciones semióti- gún sus propias palabras podría hacerse de la sub-
la des-territorialización de la larin-
cas de los mass-media, de la informática, la telemá- jetividad como más abarcadora, sería la siguiente: ge, la boca y los labios (pero tam-
tica, la robótica, al margen de la subjetividad psico- “Conjunto de condiciones por las que instancias in- bién la motricidad) del rostro ani-
lógica? No lo creo. Así como las máquinas sociales dividuales y/o colectivas son capaces de emerger mal. El territorio es inseparable de
pueden ser ubicadas en el capítulo general de los como Territorio existencial sui-referencial20, en ad- la des-territorialización. La re-terri-
torialización alude a un bloqueo,
Equipos colectivos, las máquinas tecnológicas de in- yacencia o en relación de delimitación con una alte-
cualquier cosa puede valer como
formación y comunicación operan en el corazón de ridad a su vez subjetiva”. “territorio perdido”. “Por ejem-
la subjetividad humana, no únicamente en el seno En ciertos contextos sociales y semiológicos la plo, el aparato de Estado se deno-
de sus memorias, de su inteligencia, sino también subjetividad se hace individual, una persona tenida mina equivocadamente ‘territo-
de su sensibilidad, de sus afectos y de sus fantas- por responsable de sí misma se sitúa en el seno de rial’, de hecho efectúa una des-
territorialización, pero ella queda
mas inconscientes (Guattari, 1996). relaciones de alteridad regidas por usos que son fa-
inmediatamente enmascarada por
Los componentes que agencian la producción miliares, por costumbres locales, jurídicas, etc. En re-territorializaciones en la propie-
de subjetividad son heterogéneos: otras condiciones la subjetividad se hace colectiva, dad, el trabajo y el dinero (es evi-
- Componentes semiológicos significantes, mani- lo cual no quiere decir que se vuelva “exclusiva- dente que la propiedad de la tie-
festados a través de la familia, la educación, el am- mente” social, ya que el término “colectivo” ha de rra, pública o privada, no es terri-
torial, sino re-territorializante”. En
biente, la religión, el arte, el deporte entenderse (dentro de esta perspectiva esquizoana-
el caso de las re-territorializacio-
- Elementos fabricados por la industria de los me- lítica) como una multiplicidad que se despliega, a la nes, que cortan las líneas de fuga,
dios de comunicación, del cine, etc. vez, más allá del individuo, del lado del socius21, y la des-territorialización sólo sub-
- Dimensiones semiológicas a-significantes que po- más acá de la persona, del lado de intensidades siste como negativa.
nen en juego máquinas informacionales de signos, pre-verbales que son más bien tributarias de una ló- 18 Autoproducción. Guattari acla-
ra que este concepto es de Fran-
funcionando paralelamente o con independencia gica de los afectos que de una lógica de conjuntos
cisco Varela, pero que él lo usa en
del hecho de que producen y vehiculizan significa- bien circunscritos o diferenciados. un sentido diferente.
ciones y denotaciones, y escapando así a las axio- En esta re-definición aparecen ciertas condicio- 19 Se refiere a los enfermos que
máticas propiamente lingüísticas. nes de producción de la subjetividad que implican: Guattari atendía como terapeuta

223
instancias humanas inter-subjetivas manifestadas do final, sino el hecho de que el método cartográ-
por el lenguaje, instancias identificatorias tributarias fico multi-componencial pueda co-existir con el
de la etología, interacciones institucionales de di- proceso de subjetivación y que resulte así posible
versa naturaleza, dispositivos maquínicos, como los una re-apropiación, una autopoiesis de los medios
que se basan en la asistencia por computadora, y de producción de la subjetividad”.
también universos incorporales, como los atinentes
a las artes plásticas y a la música. Esta parte no hu- Testimonios de un encuentro
mana y pre-personal de la subjetividad es esencial
para Guattari, por cuanto solamente a partir de ella Si bien Deleuze ha afirmado muchas veces que
puede devenir su heterogénesis. La subjetividad no nadie mejor que el propio pensador para hablar de
se fabrica sólo a través de los estadios psicogenéti- su obra, también ha expresado en “Rizoma”23 que
cos del Psicoanálisis o los “matemas” del Incons- “es agradable hablar como todo el mundo”, llegar
ciente, sino también en las grandes máquinas socia- al punto en que “ya no tiene importancia decir yo
les, mass-mediáticas o lingüísticas, que no pueden o no decirlo. Ya no somos nosotros mismos... Nos
calificarse de humanas. han ayudado, aspirado, multiplicado... Un libro no
Asimismo, deberá admitirse que cada individuo, tiene objeto ni sujeto, está hecho de materias diver-
cada grupo social, vehiculiza su propio sistema de samente formadas, de fechas y de velocidades muy
modelización de subjetividad, una cierta cartografía diferentes”.
hecha de puntos de referencia cognitivos, pero que En el juego de este autor, que oscila entre la
también son míticos, rituales, sintomatológicos. A afirmación de su posición filosófica y el olvido de su
partir de esa cartografía, cada uno de ellos se posi- propio nombre, para hacerse irreconocible, imper-
ciona en relación con sus afectos, sus angustias, sus ceptible, intentaremos abordar los conceptos (lla-
miedos, intentando a la vez administrar sus inhibi- mados también por ellos “prácticas” o “conjuntos
ciones y pulsiones. Hay cartografías familiares, del de prácticas”) de Cuerpo sin Órganos y Rostro, tan-
en la clínica La Borde.
20 Que puede referirse o reveren- entorno, del analista, del analizado. Sólo la interac- to en su dupla con Guattari, como en los textos in-
ciarse a sí mismo. ción de estas cartografías dará su régimen a los di- dividuales de ambos, en entrevistas y en diálogos
21 Este concepto, articulado en ferentes agenciamientos22 de subjetivación. Ningu- con periodistas especializados en filosofía. El riesgo
Anti-Edipo (Deleuze-Guattari, na de ellas expresa un conocimiento objetivo de la que corremos comporta un peligro por todos cono-
1985), no tiene el mismo sentido
psique, pero todas tienen importancia, por cuanto cido: traducir lo intraducible, mostrar un pensa-
que “sociedad”, al menos no el
de las concepciones basadas en el apuntalan un cierto marco, lo que Guattari llama miento vivo que hace tiempo ha llegado hasta no-
intercambio, en que lo esencial ra- “la armadura existencial” de la situación subjetiva. sotros en condiciones de hablar por sí mismo. Este
dicaría en “circular o hacer circu- Por último, cabe aclarar que estas posiciones tipo de pensamiento se ejerce en relación a domi-
lar”. Para estos autores, la socie- respecto de la subjetividad como producción, estas nios y objetos heterogéneos sin dejar de definirse
dad debe entenderse como un so-
“meta-modelizaciones”, como las llama el propio como pensamiento filosófico.
cius de inscripción, donde lo esen-
cial radica en marcar o ser marca- autor, son la expresión de haber renunciado tanto Deleuze ha estudiado, hablado y escrito sobre
do. Sobre esto volveremos al tra- al dualismo metafísico como a la triangulación edí- filósofos de diferentes épocas (algunos críticos han
bajar la cuestión del cuerpo. pica y a las sujeciones familiaristas, proponiéndose llamado a esto sus “monografías”), entre ellos Hu-
22 Disposición, conformación, descentrar la cuestión del sujeto respecto de la me, Kant, Lucrecio, Leibnitz, Spinoza, Nietzsche,
unidad mínima de análisis teórico
cuestión de la subjetividad. No obstante, no tienen Bergson, Foucault... pero sin considerarse un histo-
y de actividad práctica.
23 Introducción a Mil Mesetas el carácter de “teorías científicas” porque, como riador de la Filosofía. También ha abordado saberes
(1988). sostiene Guattari: “Lo importante no es el resulta- no explícitamente filosóficos en la obra de Proust,

224
Sacher-Masoch, Sade, Zola, Kafka, Klossowsky, - Colocar a la Filosofía en relación intrínseca con
Tournier, Bene, Bacon. Ha trabajado la expresión ci- otros dominios, pero no con un sentido de funda-
nematográfica en dos minuciosos estudios: La ima- mentación, justificación o legitimación sino para es-
gen tiempo y La imagen movimiento, y en otro tipo tablecer conexiones, convergencias, cartografías y
de obras ha tematizado problemas o cuestiones a resonancias
partir de producciones filosóficas, literarias, artísti- - Ejercer un pensamiento libre de presiones de las
cas y también científicas (Matemáticas, Física, Biolo- burocracias intelectuales de nuestra época o de
gía, Lingüística, Psicoanálisis, Antropología). Aquí otras, libre de los fines del estado real, de las signi-
ubicaríamos Diferencia y Repetición (1988), Lógica ficaciones dominantes y de las exigencias del orden
del sentido (1989), Anti-Edipo (1973) y Mil Mesetas establecido.
(1988), estos dos últimos, como ya vimos, en un Cuando se conocieron, Guattari no era un filó-
“entre” dos con Guattari. sofo de profesión. Según cuenta en una entrevis-
Para Deleuze, hacer filosofía es mucho más que ta24, provenía de cuatro lugares: el comunismo (la
repetir o repensar filósofos, es algo que podríamos oposición de izquierda, las actividades de Mayo del
llamar genealogía y geografía, en el sentido de que 68), la práctica clínica en La Borde -con Jean Oury
en vez de constituir sistemas fechados, presupone desde 1953-, la formación psicoanalítica con Lacan
ejes, puntos, orientaciones por las cuales se desen- y la configuración de una especie de “discurso es-
vuelve, al tiempo que no sólo se visualiza el conteni- quizo” (preferencia en el trabajo con esquizos, y no
do sino también la forma, privilegiando la constitu- con neuróticos, porque en la psicosis se encuen-
ción de espacios, de tipos heterogéneos y antagóni- tran, según él, los “verdaderos problemas”).
cos. Tampoco su quehacer es estrictamente crítica li- Guattari buscaba unir esos cuatro lugares o “for-
teraria, crítica de arte o “crítica de las teorías cientí- mas de vida” de modo dinámico y es con Deleuze
ficas”. Según sus propias palabras, es crítica, pero con quien siente que lo logra. En tanto, para Deleu-
no entendida como una reflexión extrínseca al dis- ze la capacidad de creación de conceptos filosóficos
curso filosófico, porque la filosofía no sólo no es re- por parte de Guattari no tenía parangón. Su prime-
flexión sobre otras cosas exteriores a ella sino que ni ra obra juntos, Anti-Edipo (1973), es para ellos la
siquiera es reflexión. Como planteamos más arriba, continuación de Mayo del 68, época en que aún no
es creación. “El filósofo es creador y no reflexivo”, se conocían.
aclarará él mismo, afirmación que su amigo Félix ha Félix le habla de lo que ya en ese tiempo deno-
de suscribir. Dicha afirmación implica lo siguiente: minaba “máquinas deseantes”25, y al buscar los
- Subvertir la caracterización de la Filosofía como conceptos adecuados para trabajar sobre ello aban-
metadiscurso o metalenguaje (cuyo objetivo sería donan las categorías lacanianas de falo, estructura,
formular criterios de legitimación o justificación) significante, simbólico, etc., y comienzan a formu-
- Reinvindicar para la Filosofía la producción de co- lar una propuesta crítica en un contexto diferente.
24 Realizada por Catherine Bac-
nocimientos, la creación de conceptos; la creación, Hay un devenir-filósofo en Guattari (y también en kès-Clément, con la presencia de
en fin, de nuevas formas de pensamiento Deleuze) que resulta fascinante, desde el devenir-fi- Deleuze, y publicada en L´Arc Nº
- Denunciar que tanto la Epistemología como la His- lósofo que habita en cada uno de nosotros. “Deve- 49, 1972.
toria de la Filosofía han sido agentes de poder, una nir nunca es imitar, ni adaptarse a un modelo. Hay 25 Entendidas dentro de una con-
cepción teórico-práctica del In-
especie de policía del pensamiento, cuya trayectoria allí arrogancia y prodigio, pero también modestia,
consciente-máquina, de un In-
intimidante ha impedido pensar, ha obturado el como en un poema de Bob Dylan que habla del la- consciente esquizo, sobre el que
ejercicio del pensamiento drón de pensamientos” (Deleuze, 1980). volveremos más adelante.

225
“El nombre propio sólo designa un efecto”, sos- das-retratos fotos y cabezas erguidas-sonido musi-
tendrán. El filósofo asombrado, el creador, lucha cal, y también la relación entre territorialidad, des-
con el caos, como abismo indiferenciado u océano territorialización y reterritorialización. Nuevamente
de disimilitud, desde una soledad poblada de en- el ejercicio del poder (relaciones familiares, relacio-
cuentros, en un trabajo quizás negro y clandestino. nes burocráticas, situación de judío, situación de es-
La Filosofía necesita también una no-filosofía que la critor de una literatura menor, es decir la literatura
comprenda, una comprensión no-filosófica, como de una minoría dentro de una lengua mayor, situa-
el arte un no-arte y la ciencia una no-ciencia. La ne- ción de callejón sin salida) y, por supuesto, la cons-
cesita a cada instante de su devenir (Deluze- titución de máquinas. Pero es sin duda en Diálogos
Guattari, 1993). con Claire Parnet (Deleuze, 1980) y luego en Mil
Mesetas (Deleuze-Guattari, 1988) donde el concep-
La creación del concepto de rostridad to de Rostridad (visagéité) adquiere un tratamiento
complejo y específico con sus elementos: rostro (vi-
Podríamos decir que esta noción, este concep- sage), rostrificación (visagéification) y máquina ros-
to, tiene una historia que es a la vez una geografía, tritaria (machine visagéitaire)28. Asimismo, la Rostri-
tiene un perímetro irregular y varios componentes, dad también será comentada en entrevistas con
es una multiplicidad26. Cosntituye, además, el pro- Cristian Descamps, Didier Eribon y Robert Maggio-
ducto de la contundencia de Félix, quien dice a Gi- ri, entre otros, reapareciendo a su vez en La imagen
lles: “Antes del Ser está la política”, cambiando con movimiento (Deleuze, 1984) y en ¿Qué es la Filoso-
ello muchas cosas en la vida de ambos, en ese tra- fía? (Deleuze-Guattari, 1993).
bajo entre-los-dos, atravesado por múltiples pour-
parlers (negociaciones, conversaciones) impredeci- Pared blanca agujero negro: el sistema del rostro
bles. Y es precisamente en Anti-Edipo, esa primera
pieza, donde aparece esbozada esta cuestión del Un rostro es un dispositivo montado en la inter-
rostro, en el apartado dedicado a “Voz, grafismo y sección de dos ejes: el eje de significancia (pared
ojo: el teatro de la crueldad”, y más adelante, en las blanca sobre la que inscribe sus signos) y el eje de
páginas dedicadas a mostrar el aplastamiento del subjetivación (agujero negro sobre el que sitúa su
triángulo mágico: la sustitución de los signos no conciencia, su pasión). “Ancho rostro de mejillas
26 Concepto que adquiere un
nuevo sentido en estos autores:
significantes que componen la cadena territorial, blancas, rostro de tiza perforado con unos ojos co-
no son los elementos ni los con- por un significante despótico del que vierten unifi- mo agujero negro... El rostro no es una envoltura
juntos los que definen la multipli- cados todos los signos, en un flujo des-territorializa- exterior al que habla, piensa o percibe”, dirán am-
cidad. Ésta se define por lo que do de escritura. Se introduce así la trascendencia y bos autores. Aunque un niño, una mujer, una ma-
ocurre entre los elementos y los la presencia de un déspota. Aparece la bi-univociza- dre, un policía, un jefe, un profesor, hablan un len-
conjuntos.
27 Alude a los usos dualistas, de
ción27 que reemplazará al uso polívoco de la pala- guaje cuyos rasgos significantes se ajustan a rasgos
pares opuestos fijos. “La máquina bra. Se inicia la conversión de un grafismo primitivo de rostridad específicos, los rostros no son indivi-
binaria (principio de dicotomía) es en escritura propiamente dicha, conexión realizada duales, sino que constituyen espacios de resonancia
una pieza importante de los apa- por el déspota y la formación imperial. que seleccionan lo real, mental o percibido, ade-
ratos de poder” (Deleuze, 1980). En Kafka. Por una literatura menor (1978) apa- cuándolo previamente a una realidad dominante.
28 Conceptos que no tienen un
uso metafórico, como aclara De-
rece un planteo inquietante que posteriormente El rostro como sistema construye, por un lado,
leuze. La “rostridad” es una fun- tendrá que ver con la Rostridad: la mirada, los ojos, la pared, el marco, la pantalla que necesita el signi-
ción social. los gestos. Se mostrarán duplas: cabezas agacha- ficante (entendido por Deleuze y Guattari como sig-

226
no devenido signo de signo, signo despótico que ha Políticas de la rostridad
reemplazado al signo territorial) para rebotar, a la
vez que, por otro, labra el agujero que necesita la Decíamos que la máquina abstracta no se efec-
subjetivación (entendida como sujeto, conciencia, túa únicamente en rostros que produce sino, tam-
pasión) para manifestarse. bién, y en grados diversos, en partes del cuerpo,
“En el cine -dirá Deleuze (1984)- el primer pla- vestimentas, objetos, que ella rostrifica según un
no de un rostro oscila entre dos polos: hacer que el orden de razones y no según una organización de
rostro refleje la luz o al contrario, marcar las som- semejanzas. Entonces, ¿cuándo aparece la máquina
bras hasta hundirlo en la más implacable oscuri- rostritaria?, ¿cuándo se desencadena? Lo hace
dad”. Los rostros concretos no son algo ya construi- cuando se logra una economía y una organización
do. Nacen de una máquina abstracta de Rostridad del poder.
que los produce, a la vez que proporciona al signi- Proponen Deleuze y Guattari (1988): “Veamos
ficante su pared blanca y a la subjetivación su agu- unos ejemplos muy simples: el poder materno que
jero negro. Es esa máquina la que configura al sis- pasa por el rostro de la madre en el curso del ama-
tema en Rostro, según las combinaciones que le mantamiento, el poder pasional que pasa por el
son propias, según un orden de razones. rostro del amado, incluso en las caricias, el poder
Una cabeza no es un rostro, aunque esté inclui- político que pasa por el rostro del jefe, banderolas,
da en el cuerpo. El rostro es superficie (rasgos, líneas, íconos y fotos, incluso en las acciones de masa, el
arrugas), es un mapa. El cuerpo, en cambio, es un poder del cine que pasa por el rostro de la estrella y
sistema volumen-cavidad. Cuando la cabeza deja de por el primer plano, el poder de la tele…”. Pero no
estar codificada por el cuerpo, cuando deja de tener es que el rostro, la potencia del rostro, produzca
un código corporal, polívoco, multidimensional (pro- por sí mismo poder y lo explique, ya que hay ciertos
pio de las culturas primitivas) se produce el rostro, es agenciamientos de poder que tienen necesidad de
más, la cabeza (sus elementos y la totalidad del cuer- producir rostro y otros que no.
po) será rostrificada en un proceso inevitable. Así co- Las sociedades primitivas, cuya semiótica no es
mo también los objetos serán rostrificados si fuera significante ni subjetiva sino esencialmente colectiva,
necesario. Dirán ambos autores: “La cuestión es sa- polívoca, corporal y territorial, no producen rostro.
ber en qué circunstancias se desencadena esa máqui- Todo pasa por los cuerpos, sus volúmenes, sus cavi-
na que produce rostro y rostrificación”, preguntarse dades internas, sus conexiones y coordenadas exter-
cuáles son las sociedades, las civilizaciones que tie- nas que son variables, fragmentarias. Hay una semió-
nen necesidad de hacer funcionar esa máquina de tica manual que se coordina pero no se subordina ni
sobrecodificar la totalidad del cuerpo y la cabeza con unifica con secuencias orales rítmicas, cutáneas. Sus
un rostro, y con qué fin. Esto va desde el rostro del códigos se basan en los cuerpos, en la pertenencia
amado o de la amada, el rostro del jefe o del rey, a la de las cabezas a los cuerpos y en la capacidad del sis-
rostrificación del cuerpo físico y social. Los individuos, tema cuerpo-cabeza para devenir. Las formaciones
las personas, serán así identificados, fichados, reco- salvajes son orales, vocales, pero no porque carezcan
nocidos, controlados, un ordenador central los ubica de un sistema gráfico: un baile sobre la tierra, un di-
y distribuye, están hundidos en agujeros negros, bujo sobre una pared, una marca sobre el cuerpo,
prendidos en una pared blanca sin contornos. Cada constituyen un sistema gráfico. Este sistema es inde-
cual debe tener el rostro que corresponde a su papel, pendiente de la voz y es precisamente lo que posibi-
a tal o cual posición, a tal o cual nivel. lita que estas formaciones sean orales.

227
Con respecto a las marcas sobre el cuerpo, De- crueldad primitivo es nada30. Han arribado los fun-
leuze y Guattari aportan un ejemplo tomado de dadores del Estado: la ciudad griega, el cristianis-
una investigación etnológica de Michel Cartry mo, el humanismo democrático y burgués, la socie-
(1968): sobre el cuerpo de una muchacha se coloca dad industrial, el capitalismo31. El nuevo socius
la calabaza de la escisión. Para que la transforma- “bárbaro” (en el sentido de extranjeros) implica
ción de la joven sea plenamente efectiva es preciso nuevas alianzas, que recusan las alianzas laterales y
que se realice un contacto directo entre su vientre y las filiaciones extensas de la antigua comunidad. El
la calabaza (y los signos inscriptos en ella). Propor- déspota se coloca en filiación directa con el dios y
cionada por el linaje del esposo, la calabaza sirve de el pueblo debe seguirlo. Nacen los imperios sobre
conductor a la voz de alianza, pero el grafismo de- las ruinas de la máquina territorial primitiva, se con-
be ser trazado por un miembro del clan de la mu- figura el rostro.
chacha. Es preciso que ella se impregne físicamente Vemos el paso de un círculo a otro (el palacio, la
de los signos de la procreación y se los incorpore. El calle, el pueblo, el campo, la selva, las fronteras) y
signo actúa por su inscripción en el cuerpo. Esa un poder sacerdotal cuyo papel es eliminar todo lo
marca no sólo tiene valor de mensaje, sino que es que atasca y amenaza el funcionamiento de la má-
un instrumento de acción que actúa sobre el cuer- quina. Estamos definiendo aquí, también, un régi-
po mismo. La articulación de la voz y el grafismo se men en el que el signo incesantemente remite al
realiza sobre el propio cuerpo, y constituye el signo, signo, en cada círculo y de un círculo a otro, y el
que no es semejanza o imitación, ni efecto de sig- conjunto de signos a una significación móvil o a un
nificante, sino posición y producción de deseo. centro de significancia en el cual la interpretación,
A esto se agrega el ojo: el ojo que mira el ritual la asignación de un significado, no cesa de restable-
con placer, el ojo colectivo o divino que no está ani- cer el significante como para recargar el sistema...
29 Sobre esto agregaremos algu- mado por ninguna idea de venganza. Voz, grafismo
nas apreciaciones más adelante.
¿Puede inscribirse esto en la Historia, en la Antro-
30 Aquí los autores nos remiten a
y ojo: triángulo mágico. “Todo es activo, acciona o pología, o es sólo un mapa, una geografía, o como
Friedrich Nietzsche (1989). reacciona en ese sistema, la acción de la voz de la dicen Deleuze y Guattari, un ejemplo entre la infini-
31 En la obra citada, Nietzsche es- alianza, la pasión del cuerpo de la filiación, la reac- dad de regímenes posibles?
tablece esos cortes: “…una ingen- ción del ojo apreciando la declinación de ambas”, Sabemos que no hay en estos autores ni Filoso-
te cantidad de libertad fue arroja- afirman Deleuze y Guattari (1973).
da del mundo, o al menos quedó
fía de la Historia, ni Metáfora, pero si alguna “da-
Sistema de la deuda o representación territorial: ta” es posible se habla de Año Cero Rostridad (el
fuera de la vista, coaccionada a la
fuerza a pasar al estado latente”. voz que habla o salmodia, signo marcado en plena rostro de Cristo), lo que permitiría ubicar en la cul-
32 Dicen Deleuze-Guattari (1973): sangre, ojo que goza con el dolor. Máquina desean- tura cristiana este régimen de significante circular,
“Es posible que la empresa sea te: ojo-mano-voz. Triple independencia, teatro de la pero también las culturas antiguas con Estado, lo
ante todo militar y de conquista, crueldad. ¿Podemos pensar algunas similitudes entre
es posible que ante todo sea reli-
cual iría desde Sumer al Imperio Romano. Pero si
estos rituales primitivos y los que actualmente reali- nos corremos de la empiricidad de una inscripción
giosa, la disciplina militar converti-
da en ascetismo y cohesión inter- zan los jóvenes?... Barras bravas, rituales carcelarios, histórica determinada, podríamos decir que esta
nos… Ahí está lo esencial: habla- playas nocturnas en verano, encuentros de gente sin Rostridad del déspota, con un régimen significante
mos de formación bárbara impe- casa y adictos, los ejemplos son múltiples29. centrado y circular, es también propia de la relación
rial o de máquina despótica cada La representación territorial se corta, se rompe,
vez que se movilizan las categorías
ser-saber-poder que está en la base del surgimiento
de nueva alianza y de filiación di-
salta, con la instauración de la máquina despótica. de la metafísica occidental32.
recta. Y cualquiera sea el contexto Llegan rubios animales de presa, un terror sin pre- Concibamos otro régimen: ahora, en lugar de
de esta movilización…”. cedentes, frente a cuyas acciones el sistema de la un centro de significancia, existe un punto de sub-

228
jetivación que determina el inicio de la línea (recta, concretos individuados se producen y se transfor-
ilimitada) que suplanta a la simultaneidad de círcu- man en torno a estas unidades y combinaciones.
los alrededor de un centro. Se constituye así un su- Más que poseer un rostro, nos introducimos en él.
jeto de enunciación, luego un sujeto del enunciado, - Actuando como respuesta selectiva o de opción,
enunciado que incesantemente restituirá la enun- controlando, al tratarse de un rostro concreto, lo
ciación. He aquí un mecanismo diferente del ante- que puede pasar o no pasar, ser aceptado o no. La
rior: el rostro ha cambiado de funcionamiento. Ya relación binaria es ahora Sí/No. No es negro ni blan-
no es el rostro despótico visto de frente, sino el ros- co, ¿es mestizo? No es ni rico ni pobre, ¿es un des-
tro autoritario visto de perfil. Dios deviene punto de clasado? No es ni hombre ni mujer, ¿es travesti? La
subjetivación y no cesa de apartarse de su Sujeto, máquina rechaza así los rostros inadecuados o los
que a su vez no cesa de apartarse de su Dios. gestos equívocos. Permite a veces opciones, una
¿Es esto la Modernidad? ¿Es la irrupción del Su- cierta tolerancia bajo ciertas condiciones, pero tam-
jeto moderno en el marco de las Monarquías abso- bién indica un enemigo al que hay que derrotar a
lutas y los Estados nacionales?... ¿El Rostro autori- cualquier precio (todavía está hoy en la palestra, co-
tario es el rostro del rey, del Rey Sol, del Estado Mo- mo ya vimos, la persecución y exclusión de gays,
derno, tanto el monárquico como el republicano?.. lesbianas, personas con capacidades diferentes, po-
Lo que sí podemos ver es que este es otro régimen bres, desocupados, etc.).
de signos: pasional o subjetivo (complementario del “De todas maneras, la Máquina Abstracta te ha
eje de significancia) y que hace referencias tanto a reconocido (en su nuevo papel de detectar las des-
épocas y medios muy distintos, a formaciones so- viaciones) y te ha inscripto en el conjunto de su cua-
ciales y acontecimientos históricos, como también a driculado”, aseguran Deleuze-Guattari. De esta for-
formas patológicas, tipos psicológicos, obras de ar- ma, la Máquina Binaria se constituye en una central
te, literatura y expresiones cinematográficas. Lo im- de los aparatos de poder. Ahora bien, ¿es posible
portante es que no haya que realizar nunca ni ana- des-hacer el rostro?... ¿Hacer que el rostro esca-
logías ni la más mínima reducción. pe?... ¿Se lograría hoy, en un espacio de capitalis-
mo mundial integrado, en el que la informática y
Rostro y máquina binaria los medios de comunicación masiva desempeñan
con tanta facilidad un papel represor -porque fun-
El Rostro ha adquirido y ejercido también fun- cionan como máquinas binarias en los aparatos de
ciones de bi-univocización, de binarización. Estable- poder y construyen más que contenidos informáti-
ce todo tipo de dualismos, de dicotomías. Máqui- cos abstractos-, una permanente formalización de
nas binarias como aparatos de poder que interrum- consignas? ¿Es posible des-hacer el rostro cuando
pen los devenires. Esto se da según dos procedi- la arborescencia todavía funciona estableciendo sis-
mientos: temas de jerarquías y de transmisión de órdenes?
- Actuando como un ordenador central que, orde- ¿Es posible establecer líneas de fuga, rizomas, nue-
nando normalidades, relaciona un rostro elemental vos devenires, des-hacer los estratos y las jerarquías,
con otro: hombre/mujer, rico/pobre, sabio/ignoran- liberar las cabezas buscadoras?...
te, adulto/niño, jefe/subordinado, maestro/alumno, “Si el rostro es una política, des-hacer el rostro
acusado/juez, policía/ciudadano, padre/hijo, obre- también es otra política...”. Es necesario traspasar
ro/patrón... (Máquina de cuatro ojos que son ros- la pared del significante, salir del agujero negro de
tros elementales, unidos de dos en dos). Los rostros la subjetividad. “Pero no es sencillo -dirán Deleuze-

229
Guattari- y se puede caer en la locura”, ya que no los adolescentes de familias con poder adquisitivo,
se puede volver atrás, no se puede recuperar el sis- que tienen un operar clandestino en casas abando-
tema multívoco de las comunidades primitivas, pre- nadas, en lugares de vacaciones, en departamentos
significante y pre-subjetivo. En medio del rostro he- de amigos, en fiestas privadas ad-hoc. ¿Se puede
mos nacido y con ello deberemos combatir, tomán- hablar aquí de filiaciones extensas y alianzas latera-
dolo quizás como una herramienta a la que hay que les, como en las comunidades primitivas? ¿Se pue-
dar un uso nuevo. de hablar, como dicen estos autores, de “endere-
Sólo a través de la pared del significante pode- zar” al hombre, marcarlo en la carne, hacerlo capaz
mos hacer pasar las líneas de a-significación que de alianza? ¿Hay un sistema de deuda (que no es
anulan todo recuerdo, toda referencia y toda posi- infinita como en la impuesta por las sociedades con
ble interpretación previa. Sólo en el agujero negro Estado) o representación territorial? ¿Hay allí un in-
de la conciencia y de la pasión subjetivas podremos tento de formarlo en la relación acreedor-deudor,
descubrir las partículas capturadas, alteradas, trans- que en ambos lados es asunto de la memoria, pro-
formadas, que hay que re-lanzar para un amor vivo, yectada hacia el futuro? ¿Será posible salir del ho-
no subjetivo, en el que cada uno se conecta con los rror del rostro formando devenires extraños, nuevas
espacios desconocidos del otro sin entrar en ellos y polivocidades, haciendo por todas partes rizoma?
conquistarlos, en el que las líneas se componen co-
mo líneas quebradas... (Deleuze-Guattari, 1986). Éxtasis y peligros del cuerpo sin órganos
Liberar los rasgos de rostridad como pájaros no
es una tarea de estetas ni de aventureros. Es una Tomando como referencia la fecha de emisión
tarea política, que provoca los devenires reales, to- del programa de radio de Antonin Artaud34, al que
do un devenir clandestino. Nos preguntamos si to- llaman “experimentación radiofónica”, y tomando
das las nuevas formas de marcas que adoptan los “prestada” su expresión “Cuerpo sin Órganos”
jóvenes respecto de su cuerpo tendrán que ver con (que ya habían trabajado conceptualmente en An-
esta política de des-hacer el rostro33. Me refiero a ti-Edipo), estos autores le dedican un capítulo de
todo tipo de pearcings, orificios, tatuajes, objetos Mil Mesetas: “De todas maneras tenéis uno (o va-
incrustados en el cuerpo, bajo la piel o en los mús- rios) no tanto porque pre-exista o venga dado he-
culos, heridas que se hacen una y otra vez, abrien- cho -aunque en cierta manera pre-existe-, sino por-
do la piel hasta que sangre. Letras, números, dibu- que de todas maneras hacéis uno, no podéis desear
jos, en color o en blanco y negro, que se exhiben, sin hacer uno, os espera, es un ejercicio, una expe-
tiene que ser vistos y apreciados. E incluso tienen rimentación inevitable, ya hecha en el momento en
que hacerse rituales en los que la contemplación que la emprendéis, no hecha en tanto que no la
del dolor en el cuerpo, el dolor que producen esas emprendáis. No es tranquilizador en tanto que po-
33 Agradezco aquí las interesan-
marcas, el tormento o la aflicción de los que lo pa- déis fallarlo. O bien puede ser terrorífico, conduci-
tes sugerencias de dos colegas de decen, se convierte en alegría y placer de quienes ros a la muerte. Es no-deseo tanto como deseo. De
diferentes campos disciplinares: lo observan. ningún modo es una noción, un concepto. Más
Daniel Zambaglione, La Plata, Edu- Pienso en las barras bravas del fútbol argentino, bien es una práctica, un conjunto de prácticas”.
cación Física (sobre las barras bra- en los rituales de los adolescentes marginados, con- Refiriéndose a la emisión radiofónica de Artaud,
vas) y Daniel Latino, Rosario, Psi-
cología (sobre los pearcings y los
sumidores de drogas, que se realizan en la calle, en van a plantear que se trata de una experimentación
rituales adolescentes). las estaciones de trenes o de subtes, en rincones también biológica y política, que causa escándalo y
34 28 de noviembre de 1947. bajo los puentes, como así también las prácticas de provoca la censura y la represión. Se trata de corpus

230
y socius, política y experimentación. El Cuerpo sin fracaso, el mismo peligro, tanto a nivel de la cons-
Órganos (CSO) ya está “en marcha” desde el mo- titución del CSO como a nivel de lo que pasa o no
mento en que el cuerpo quiere desprenderse de los pasa.
órganos, o los pierde. Aparece así un interminable Creíamos habernos hecho un buen CSO, había-
desfile: del cuerpo del hipocondríaco (cuyos órga- mos escogido el Lugar, la Potencia, el Colectivo
nos están destruidos), del cuerpo esquizofrénico (siempre hay un colectivo, incluso si se está solo) y
(accediendo a una lucha interior activa que libra luego nada pasa, nada circula, o algo hace que eso
contra los órganos y cuyo precio es la catatonia), ya no pase… Bloquear, estar bloqueado ¿no es to-
del cuerpo paranoico (cuyos órganos no cesan de davía una intensidad?... El cuerpo no es más que un
ser atacados por influjos), del cuerpo drogado (a la conjunto de válvulas, cámaras, esclusas, recipientes
espera de su dureza y su parálisis de frío), el cuerpo o vasos comunicantes, un nombre propio para ca-
masoquista (que se comprende mal a partir e su do- da uno, poblamiento del CSO… ¿Qué puebla, qué
lor), del cuerpo anoréxico (con su modo de escapar pasa y qué bloquea? (Deleuze-Guattari, 1986).
a la determinación orgánica de la carencia y del El CSO no es una escena, un lugar, ni un “so-
hambre). porte” en el que pasaría algo. Hace pasar intensida-
Deleuze y Guattari preguntan ¿qué ha pasado? des, las produce y las distribuye en un spatium36 a
“¿Por qué esta cohorte de cuerpos cosidos, vidrio- la vez intensivo, inextenso. Producción de lo real co-
sos, catatonizados, aspirados, cuando el Cuerpo sin mo magnitud intensiva a partir de cero, como el
Órganos está lleno de alegría, de éxtasis, de dan- huevo lleno anterior a la extensión del organismo y
za?”. Cuerpos vaciados en vez de cuerpos llenos. a la organización de los órganos, el CSO es el cam-
Han querido hacerse un CSO, pero han sido venci- po de inmanencia del deseo, el plan de consisten-
dos en esta batalla. No han usado la prudencia co- cia del propio deseo, justo donde el deseo se defi-
mo “dosis”, como regla inmanente a la experimen- ne como proceso de producción, sin referencia a
tación. El Cuerpo sin Órganos es lo que queda ninguna instancia externa, no hay carencia que
cuando se ha suprimido todo: el fantasma, el con- vendría a socavarlo ni placer que vendría a colmar-
junto de significancias y de subjetivaciones35. lo (como se pretendería desde el Psicoanálisis, con
Para cada clase de CSO debemos preguntarnos sus tres principios: placer, muerte y realidad).
en primer lugar cuál es su tipo, cómo está fabrica- Artaud pensaba que el cuerpo no tenía necesi-
do, por qué procedimientos y medios que prejuz- dad de órganos, pero para Deleuze y Guattari el
gan ya lo que va a pasar; y, en segundo lugar, cuá- CSO no se opone a los órganos, se opone al orga-
les son sus modos, qué pasa, con qué variantes, nismo, es decir a esa organización de los órganos
qué sorpresas, qué imprevistos en relación a lo es- llamada organismo. Con sus “verdaderos órga-
perado. Entre un CSO y lo que pasa sobre él hay nos”, que deben ser compuestos y situados, se
una relación de síntesis o de análisis: algo va a ser opone al organismo, a esa organización de los ór-
producido bajo tal modo, pero sin que se sepa lo ganos del organismo, se opone al “juicio de Dios”,
que va a ser producido. Es una experimentación como decía Artaud, juicio del que se aprovechan los 35 El psicoanálisis, afirman, hace
muy delicada: no debe haber estancamiento de los médicos (y otras instituciones) y del que obtienen su lo contrario, lo traduce todo en
modos, ni desviación del tipo. El masoquista, el dro- poder. fantasma.
36 Alude, no a un lugar o a un
gadicto, rozan constantemente esos peligros que El juicio de Dios arranca al CSO de su inmanen- espacio sino, a una materia inten-
vacían su CSO en lugar de llenarlo. Se puede fraca- cia y le hace un organismo, una significación, un su- sa y no formada, no estratificada,
sar una, dos o más veces, pero siempre es el mismo jeto… Serás un organismo, serás organizado, arti- materia igual a energía.

231
cularás tu cuerpo -de lo contrario serás un deprava- llenos, seleccionados, ya que no hay conjunto posi-
do-. Serás significante y significado, intérprete e in- tivo con los cuerpos vacíos o los cancerosos.
terpretado -de lo contrario serás un desviado-. Se-
rás sujeto y fijado como tal, sujeto de enunciación A modo de conclusión abierta y provisoria
aplicado sobre un sujeto de enunciado -de lo con-
trario sólo serás un vagabundo- (Deleuze-Guattari, La segunda mitad del siglo XX, y en especial el
1986). fin del milenio, ha posibilitado la construcción de vi-
Deshacer el organismo nunca ha sido matarse, siones del cuerpo y de la subjetividad que intentan
sino abrir el cuerpo a conexiones que suponen to- dar cuenta de las prácticas sociales y políticas, diver-
do un agenciamiento, circuitos, conjunciones, ni- sas y heterogéneas en su permanente fluir, buscan-
veles y umbrales, pasos y distribuciones de intensi- do hallar o crear ciertas correspondencias que per-
dad, territorios y desterritorializaciones medidas a mitan modelizar, analizar, interpretar la vida de los
la manera de un agrimensor. Para liberarse de la seres humanos, en su desconcertante complejidad.
organización habría que arrancar la conciencia del Van desde concepciones que analizan la penetra-
sujeto para convertirla en un medio de explora- ción del poder en los cuerpos mediante las discipli-
ción. También implicaría arrancar el Inconsciente nas, caso Michel Foucault38, pasando por el cuerpo
de la significancia y la interpretación para que de- y la subjetividad “cibernetizados”, el advenimiento
venga auténticamente productivo. Esto no es ni de un nuevo hombre, un ser articulado por el uso y
más ni menos difícil que arrancar el cuerpo del or- el abuso de diversas tecnologías, en especial infor-
ganismo. Pero la prudencia es el arte común a es- máticas, digitales, como plantea Naief Yehya (2001),
tas tres instancias, ya que si a veces se roza la a los trabajos que relacionan el problema del cuerpo
muerte deshaciendo el organismo, también se ro- y la subjetividad con el debate modernidad/posmo-
za lo falso, lo ilusorio, lo alucinatorio, la muerte dernidad, específicamente, caso David Le Breton
psíquica evitando la significancia y la sujeción. No (2002) desde la Antropología y Gérard Pommier
se puede alcanzar el CSO de una manera salvaje, (2002) desde el Psicoanálisis, y a los planteos de las
hay que conservar una parte del organismo, pe- diversas imágenes del cuerpo en las prácticas depor-
queñas provisiones de significancia, pequeñas do- tivas, leídas desde las investigaciones etnográficas
sis de subjetividad, justo lo necesario para poder de la sociología, caso Loïc Wacquant, discípulo de
responder a la realidad dominante. Pierre Bourdieu, por mencionar sólo algunos.
Lo peor es precipitarse en un desmoronamiento Las que hemos presentado en una más que
suicida o demente. El CSO pleno requiere ser llena- apretada síntesis (que corre el riesgo de perder en
37 El CSO puede ser “falsamente do, no vaciado. El problema material de un esqui- el intento la riqueza y dinamismo teórico que las ca-
llenado” de componentes fascis-
zoanálisis es saber si disponemos de los medios ne- racteriza), y que hemos seleccionado de acuerdo a
tas, autoritarios. Es el cuerpo proli-
ferante del déspota que bloquea
cesarios para hacer la selección, para separar al CSO preferencias ya explicitadas, tienen la virtud de per-
toda circulación de los signos, es pleno, lleno, de sus dobles vacíos, vidriosos, lúgu- mitirnos pensar con nuevas y hábiles herramientas,
también el cuerpo asfixiante de la bres en su masoquismo, hipocondría, paranoia, dro- no sólo las prácticas sociales de las que somos par-
subjetivación, porque al no dejar gadicción, y de sus dobles cancerosos y proliferantes te sino, también, re-significar nuestras propias con-
ni siquiera subsistir una distinción
fascistas y totalitarios37. Quizás la respuesta esté en cepciones, vernos a nosotros mismos “en devenir”,
entre sujetos hace imposible la li-
beración.
el plan de consistencia, él hace la selección. Y no es en producción, en las líneas que nos constituyen,
38 Como lo hemos trabajado ya simplemente el conjunto de todos los CSO, el plan segmentarias (que caracterizan al sedentario), mo-
en otros textos. es el que lo crea, crea el conjunto de todos los CSO leculares (al migrante) o de fuga (al nómade). Lí-

232
neas que tienen cada una sus propios peligros y de - ____________ Caosmosis, Manantial, Buenos Ai-
las que habrá que averiguar sus posibilidades de res, 1996.
creación, sus equilibrios y desequilibrios, sus acon- - ____________ Cartografías del deseo, La Marca,
tecimientos. Líneas enmarañadas, inmanentes, im- Buenos Aires, 1995.
bricadas unas en otras, que nos preguntan quiénes - ____________ L´ Inconscient Maquinique, París,
somos, como individuos y grupos, y nos permiten el Encre, 1979.
suspenso de aspirar a saberlo alguna vez. - LE BRETON, D. Antropología del cuerpo y moder-
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tos, Valencia, 1980.
- GUATTARI, F. Cartografías esquizoanalíticas, Ma-
nantial, Buenos Aires, 2000.

233
Lecturas
Por Ayelén Sidún a la recepción, y agrega a lo ya trabajado por
las compiladoras en su artículo de Abrir la
Dentro del campo de la comunicación, las Comunicación. Tradición y movimiento en el
preguntas por la recepción, por el consumo, campo académico (Saintout, 2003). De este
por las formas de lectura posible frente a un modo, y bajo interrogantes como ¿cuáles
texto se constituyen como problematización han sido y son los límites de los estudios de
compleja de las industrias culturales; y dentro recepción?, ¿qué han aportado desde lo me-
del estatuto de la comunicación misma, más todológico estas teorías? o ¿qué se está in-
allá de sus condicionantes mediáticos. vestigando en la actualidad desde la recep-
En los 80, las nuevas formas de mirar la ción?, Saintout y Ferrante convocan a un
recepción aparecieron a modo de enfoques grupo de investigadores latinoamericanos
que no representaban un modelo teórico si- que, desde miradas diversas, cimentaron las
no, más bien, una serie de propuestas teóri- bases de los estudios de recepción y conti-
¿Y la recepción? Balance crítico co-metodológicas. De esta manera, la recep- núan dedicándose a su abordaje.
de los estudios sobre el público ción dejó de ser una etapa, o un momento Teniendo en cuenta la importancia que re-
del proceso, para convertirse en un lugar viste este tipo de estudios, no sólo para en-
Compiladoras: Florencia Saintout y Natalia desde el cual pensar el estatuto entero de la tender a los sujetos sociales contemporáneos
Ferrante comunicación. en las interacciones que entablan con los
Editorial: La Crujía Desde la elección del título, ¿Y la recep- medios y las tecnologías de información sino,
ción?, Saintout y Ferrante plantean un inte- también, para comprender muchos de los
rrogante siempre abierto y prometen lo que procesos socioculturales, políticos y económi-
luego queda plasmado en el contenido: un cos de los cuales participan, este libro brinda
balance crítico de los estudios sobre el públi- al campo de la comunicación, en un lengua-
co. Para esto, cuentan con autores de la talla je académico, un aporte crítico de lo que ha
de Guillermo Orozco Gómez, Carmen de la sucedido, y aún acontece, cuando ya la “mo-
Peza y Nora Mazziotti que brindan un aporte da de la recepción” ha desaparecido.
al diálogo entre las propuestas que, surgidas Publicada por La Crujía como parte de la
en América Latina en torno a la recepción, colección “Inclusiones Categorías” que diri-
enfrentan los modelos instrumentales que ge Damián Fernández Pedemonte, la obra
dominaron por décadas el conocimiento de propone, en un recorrido de 312 páginas
la comunicación en las sociedades. que se establece contra la idea de campo co-
Ordenado en dos partes, “Desarrollos teó- mo aparato y de teoría como tradición, una
ricos-metodológicos” y “Trabajos de cam- mirada de los estudios de recepción atenta a
po”, el libro plantea la necesidad de tener la crítica de lo establecido como condición de
una mirada global de lo investigado en torno lo que vendrá.

236
truidos en base a los datos compilados por
industria y por país.
La estructura del trabajo se organiza en
tres partes: la primera desarrolla el marco
conceptual y metodológico que permite si-
tuar el análisis de la concentración de las in-
dustrias infocomunicacionales en una pers-
pectiva analítica crítica que, a su vez, se co-
rrelaciona con la construcción de variables e
indicadores para medir y comparar el desa-
rrollo y la estructura del sector; la segunda
presenta los informes referidos a cada uno
de los países estudiados (Argentina, Bolivia,
Dar la Vida. La resistencia de la
Periodistas y Magnates. Estructura Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Uru-
guay y Venezuela); la última, en tanto, expo-
calle 30
de las industrias culturales en
América Latina ne las conclusiones surgidas del cruce de las
Lalo Painceira
industrias y de los países que forman el obje-
Editorial: de la campana
Guillermo Mastrini y Martín Becerra to de indagación.
Editorial: Prometeo Uno de los datos sobresalientes que abor-
Por Silvia Gascón
da el trabajo demuestra que en Latinoaméri-
ca, además del bajo nivel de acceso a la infor-
Por Natalia Ferrante mación, son las cuatro primeras firmas de ca- “Este libro narra el último día en la vida
da mercado las que dominan -según indica el de cinco jóvenes platenses, similares a mu-
El valor específico de la investigación que promedio regional- más del 70% de la factu- chos de los que vivieron en los años 60 y
se desarrolla en este libro excede la metáfora ración y de la audiencia. Este estudio, iniciado 70”, dice Painceira al iniciar su libro. Pero
de “la primera foto de la concentración de en 2000 y que toma ese año como base, se me atrevo a decir que su trabajo describe,
medios”, enunciada en la presentación por focalizó en la TV y la radio por ser los medios además, una época, un tiempo y un contex-
Guillermo Mastrini, uno de sus autores. Por- que no implican un pago directo, a diferencia to; con la sobriedad y precisión que sólo
que si bien el libro pretende dar cuenta de la de la prensa escrita que se encuentra, según puede llegar de la mano de un periodista
estructura y el proceso de concentración de expresan los autores, en leve disminución. como Lalo Painceira. Y por eso quiero refe-
las industrias culturales y el sector de las tele- El desarrollo de esta investigación, que rirme unos minutos a él.
comunicaciones en los países sudamericanos impulsó el Instituto de Prensa y Sociedad ¿Quién no conoce a Lalo en La Plata? Es-
y México, ese es sólo el punto de partida. (IPyS) con la participación de un destacado tudió cine, militó políticamente desde 1963,
El aporte relevante se asienta, por un la- grupo de periodistas y académicos en la re- fue periodista comprometido y coherente.
do, en la elaboración de un marco metodo- copilación de datos y en la discusión de los Vivió la cárcel y el exilio. Pero como también
lógico y herramental distintivo para el exa- informes de cada país, contribuye al necesa- tengo la fortuna de conocerlo como amigo y
men de la matización de una multiplicidad de rio debate sobre el pluralismo y la diversidad compañero, debo decir que Lalo es, por so-
fuentes y, paralelamente, en el hallazgo de de opiniones en los países latinoamericanos, bre todo, un militante. En el más maravilloso
datos válidos acerca del sector en estudio; en un contexto inédito de diseminación de sentido de esta palabra. Tiene valores e ideas
por otro, en la labor de validación, integra- infraestructuras de información y comunica- por las que se ha jugado siempre, desde la
ción, cruce y síntesis de los indicadores cons- ción. militancia política, desde su labor artística,

237
desde su tarea como periodista. Y digo esto La investigación mo. La lucha fue la señal de la época, y dar
porque sólo un ser humano con ideales cla- El libro es producto de una severa investi- la vida el acto supremo.
ros, con valores inmutables, puede relatar gación periodística. Utiliza todas las fuentes
una masacre como la matanza de la calle 30 disponibles, aun aquellas que para otros hu- La transformación
y, al mismo tiempo, reconstruir conversacio- bieran sido inaccesibles. Sin duda, la recono- La militancia era una opción de vida. Ser
nes, gestos y rutinas, repletas de ternura, cida profesionalidad de Lalo y su hombría de un militante significaba hacer, transformar,
amores y conciencia. bien influyeron en la confianza que todos de- pero esencialmente transformarse. De mane-
Este libro relata con acertadas pinceladas positaron en él. ra recurrente, en el transcurrir de las biogra-
cómo vivimos cientos y cientos de jóvenes en Sus reportajes a los compañeros y amigos fías aparece una frase: “Ese hecho le cambió
la ciudad de La Plata, y en tantas otras ciuda- de cada uno de los muchachos, tanto en la la vida”. Pudo ser a partir de haber vivencia-
des de nuestro país, entre los años 60 y 70. Argentina como en el exterior, dan cuenta del do el Chile de Allende, la experiencia de Ca-
Sirve para explicar cómo era vivir en ese trabajo realizado para encontrar las personas milo Torres o el contacto con el cura Mujica,
“mundo”, con sus más y con sus menos, y clave que ayudan a entender la historia; que como en mi caso. Pero todos recuerdan/re-
para entender por qué muchos sentimos, es mucho más que un hecho relatado. cordamos un click, un momento a partir del
aún hoy, el orgullo de llamarnos setentistas. Los familiares más directos, los vecinos, cual “fuimos otros”, renovados, conscientes,
los compañeros de militancia y de la vida listos para hacer o acompañar la revolución,
Lo esencial de la época abrieron archivos, recuerdos, fotos y corazo- aquello que Lalo llama en su libro el proceso
Lalo enaltece lo esencial de la época. La nes. Por eso este libro ayuda a entender la de “conversión en hombres nuevos”.
solidaridad, la lucha por la justicia, el com- historia. Llega a lo esencial, es impecable en
partir, la fidelidad de compañeros, la lealtad la transmisión de los hechos y casi no tiene Nuestros padres
de militantes. El profundo y responsable adjetivos. Los hechos están relatados con ab- Y la transformación no sólo nos llegó a
amor a los hijos. El amor y el cuidado a los hi- soluta contundencia. nosotros, los jóvenes. Muchos de nuestros
jos de los compañeros, que también eran padres, peronistas algunos, radicales o con-
nuestros. Podíamos cuidarlos, retarlos, llevar- Los 70 y el contexto servadores otros, se sumaron a nuestra cau-
los a la escuela o al médico si era necesario. Lalo además contextualiza el libro. Cuan- sa. Mi madre, por ejemplo, que no confiaba
Todos vivíamos preocupados y atentos a do se refiere a “los tres mundos”, es sobre mucho en “el viejo”, terminó recorriendo co-
“nuestros hijos”. todo para repasar la ebullición del tercer misarías conmigo. Asilando y asistiendo com-
Este es un aspecto del libro que quiero re- mundo que atravesó la política, la militancia pañeros y odiando a los milicos tanto como
saltar, porque ayuda a responder algunas pre- gremial, la Iglesia renovada con Juan XXII y nosotros.
guntas. Muchos hijos, padres, hermanos, se Paulo VI, el mundo público, pero también el Por eso quiero hacer en esta presentación
plantean con cierto tono de reproche: ¿Por privado. Los curas tercermundistas cambia- una pausa que sirva de homenaje a nuestros
qué no se cuidaron?, ¿por qué se expusieron ron la Iglesia, pero también cambiaron las es- padres. En primer lugar a las Madres y las
tanto?, ¿por qué me obligaron a vivir sin cuelas, las universidades, las fábricas, las fa- Abuelas, que fueron capaces de derrotar a la
ellos? 30 años después resulta difícil explicar milias y las parejas, que se dieron a partir de peor de las dictaduras. Pero también a tantos
cuán convencidos estábamos que un mundo esa época nuevas formas de organización. otros que acompañaron, aun sin entender del
mejor era posible. Y que valía la pena jugarse La militancia política era reconocida y res- todo. ¿Cómo que se van a vivir tan lejos del
la vida por ello. Que queríamos dejarles otro petada. El peronismo fue la opción que ma- centro?, ¿por qué no los podemos visitar?,
mundo. Y esta idea del amor de padres fluye sivamente adoptaron los jóvenes de enton- ¿por qué no salen y si divierten como todos?
en lo cotidiano de las preocupaciones, los ces, luego el militarismo de los más radicali- Por eso tanta locura desmedida en el ataque
avatares, los amores y las angustias que vivía, zados, el pase de Montoneros a la clandesti- a la casa de la calle 30. Porque eliminar, desa-
todos los días, cada uno de estos jóvenes. nidad y la guerra hacia adentro del peronis- parecer, aniquilar, “quebrantar” no sólo impli-

238
caba sujetos-personas sino conceptos, ideas, barrios de los años 60, inicio de los 70. Re- Diana. Sin emocionarse al reconocer tanta
valores. Implicaba no sólo a los combatientes cuerdo el que yo vivía, en la Cumbre. El tra- ternura, sensibilidad, coraje y amor. Al refe-
más decididos, sino a un pueblo entero que ha- to amable y cercano con los vecinos. El cui- rirse a ella es quizás cuando Lalo despliega
bía comenzado a despertar. Por eso buscaron y dado de los más grandes hacia los más chi- sus mayores alas de poeta. Poeta de lo coti-
mataron a tantos militantes de superficie, veci- cos. Las puertas sin llave. Los chicos con diano, que convierte la rutina en magia.
nos, amigos, padres y madres, compañeros. guardapolvos blancos y zapatillas, que a las La leche S26 para su bebé, las milanesas
doce volvían de la escuela. Los padres que preparadas por la única mujer del grupo; su
La militancia de superficie iban o volvían de su trabajo; los jóvenes del coquetería, su amabilidad, su firmeza y su
Y quiero hacer aquí un segundo parénte- trabajo o la escuela. claridad. Coraje de mujer y de madre que
sis. Yo conocí a Lalo en la Unidad 9. El estaba Casi todas las casas tenían un cuadro de muere combatiendo, abrazando a su hija.
preso junto a quien fuera mi marido, Horacio Nelly Thomas o Schurjin. La sonrisa del Che
“Pocho” San Martín, hoy fallecido. Y allí na- con su boina y la estrella: una foto de Eva. El La cacería
ció una amistad que duraría para siempre. equipo de música, donde indefectiblemente Doloroso, duro final, el relato del ataque y
El delito cometido por Pocho y por mí ha- sonaban los Kilampayun, Paco Ibáñez, Viole- la resistencia. Cinco jóvenes guerreros y un
bía sido “esconder” una chica en casa. Al- ta Parra, Serrat… Se hablaba de arte, litera- ejército de 100 profesionales. Cinco jóvenes
guien alguna vez se refirió a este hecho dicien- tura, teatro pero siempre, irremediablemen- guerreros y Camps y Echecolatz. Lo mejor y
do: “En realidad no estaban en nada”. ¿Có- te, se terminaba hablando de política. lo peor. Para convencernos otra vez de que
mo explicar lo inexplicable?, ¿como transmitir En las casas se convivía. Se “vivía-con”. Se era mucho lo que estaba en juego: la cons-
lo que implicaba para cada uno de nosotros la compartía la comida, el vino, se jugaba a las trucción de un mundo más justo o la peor de
palabra compromiso?, ¿cómo decir que la mi- cartas, se tocaba la guitarra y, sobre todo, se las dictaduras.
litancia y las organizaciones necesitaban de sentía, se respiraba esa experiencia increíble
todos? Cada uno tenía su rol. Ofrecer una ca- e intransferible de ser parte de lo mismo. Y el fin
sa a una compañera que no tenía adonde ir, o Compañeros de lucha, compañeros de ideas. Nos dice Lalo: “Ese 24 de noviembre de
el auto -casi siempre un citroen medio destar- 1976, con las primeras gotas que empezaron
talado-, cuidar un hijo, prestar dinero; como Ellos, la chica y los muchachos a caer, el cielo se tornó negro. Empezaba a
hicieron con nosotros cuando a Pocho lo deja- Diana Teruggi, Daniel Mariani, Daniel anochecer poniendo fin a un día que los ve-
ron cesante en el 76. Eran todas posibilidades “Gulliver” Mendiburu Elicabe, Roberto Porfi- cinos de calle 30 jamás hubieran esperado ni
de militancia, de compromiso, gestos de soli- dio y Juan Carlos Pierdes. Los jóvenes de la deseado”. Ese 24 de noviembre nos dejó es-
daridad imborrables. calle 30. Los testigos se refieren a ellos como tos jóvenes, eternamente jóvenes en nues-
No había ni idiotas útiles, ni jóvenes distraí- buenos, solidarios, inteligentes, risueños, tí- tras mentes y nuestros corazones, para decir-
dos. Fue una generación dispuesta a la entre- midos, un poco hoscos. Enteros, serenos, nos aún hoy que la lucha continúa.
ga. Cada uno desde su opción de compromi- comprensivos, sin dobleces. Los cinco empu-
so. Y los que veníamos del cristianismo enten- ñaron las armas y combatieron como guerre- Clara Anahí
dimos que ser cristianos era la opción por la ros, durante cuatro horas... hasta dar la vida. Y sobre el final Lalo repite con la certeza
justicia social. Cristo era nuestro camino, y los Daniel Mariani se encontraba en Buenos que da la fe y el amor: “Clara Anahí Maria-
más pobres nuestros hermanos más queridos. Aires: murió acribillado el 1º de agosto de ni Teruggi está viva”. Y nos enciende la lla-
1977. ma. Esa que nos da fuerza para seguir cada
Las casas mañana. Que nos recuerda otra vez que la
Lalo relata el barrio de la calle 30, pacífi- Diana memoria implica compromiso, que la histo-
co, tranquilo, en la periferia de La Plata, con Para una mujer, por lo menos, es imposi- ria merece ser contada y construida. Gracias
veredas angostas. Y relata la vida de tantos ble leer el relato de Lalo sin identificarse con por eso.

239
de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón
representa una actualización del escenario
casi siempre cambiante de las relaciones de
alianzas y desmembramiento de los distintos
grupos que conforman el Movimiento Pique-
tero en Argentina.
Como señala en el prólogo María Cristina
Tortti, uno de sus méritos fundamentales ra-
dica en que, lejos de algunas de las versiones
simplistas que fueron construidas sobre los
movimientos sociales, y que pretenden rei-
vindicarlos como exponentes de la “pura”
protesta social, aquí se aprecian todas las di-
mensiones en que la política está presente en
Todavía piqueteros. CTD Aníbal
la vida de estas organizaciones. No faltan en
Verón el trabajo las referencias a la oposición entre
modelos basados en la asamblea o en la re-
Fernanda Torres presentación, ni la discusión sobre el “clien-
Editorial: Edulp telismo”, ni las formas que asumen, en este
caso, las relaciones entre una organización
Por Facundo Ábalo
de desocupados y las de carácter netamente
político.
La emergencia de organizaciones de de- Asimismo, todos los datos que se consig-
socupados en Argentina es un fenómeno nan en este libro se encuentran debidamen-
que si bien a esta altura quizás ya hemos na- te documentados por un exhaustivo trabajo
turalizado sigue revistiendo innumerables di- de campo.
lemas, desafíos y apuestas. A estos mismos
se enfrentó Fernanda Torres en el marco de
una Beca de Iniciación a la Investigación
Científica otorgada por la Secretaría de Cien-
cia y Técnica de la Universidad Nacional de La
Plata.
En su investigación, Torres aborda los inte-
rrogantes en torno a la consolidación del
movimiento piquetero como estructura orga-
nizada, como interlocutor de un amplio con-
junto de personas ante el Estado, sus múlti-
ples y cambiantes localizaciones en el espacio
político nacional, y su paso por el actual mo-
mento de transición. Y si bien se trata de un
estudio de caso anclado en la Coordinadora

240
Revista Tram(p)as de la comunicación y la cultura.
Publicación mensual que intenta abordar, con una
perspectiva interdisciplinaria, los campos de la
política, la cultura, la comunicación, el periodismo
y los medios, realizada con el aporte de docentes
e investigadores del país y del exterior.
Artículos, entrevistas y reseñas bibliográficas.

E-mail: trampas@perio.unlp.edu.ar
ran referencia al mismo tema- identificando
Pautas de presentación para colaboradores los autores.
de Oficios Terrestres* En ambos casos la referencia al autor y a
la obra deberá ser clara. De citar un autor
más de una vez, se utilizará: apellido y nom-
bre del autor “op.Cit;p”. El término Ibídem
se utilizará sólo cuando se quiera repetir pun-
to por punto la cita precedente.
Ejemplo de uso de citas:
Los trabajos con pedido de publicación Estamos de acuerdo con Vázquez cuando
deberán ser remitidos al Director de la revis- sostiene que “el problema que examinamos
ta Oficios Terrestres, Facultad de Periodismo está lejos de ser resuelto”3 y, a pesar de la co-
y Comunicación Social, Universidad Nacional nocida opinión de Braun, para quien “las co-
de La Plata, Av. 44 Nº 676, La Plata, Provincia sas han quedado definitivamente claras en lo
de Buenos Aires, Argentina. Teléfonos y fax: que respecta al viejo problema”4, estamos de
54-221 4236783/4236784. acuerdo con nuestro autor en que queda
E-mail: oficiost@perio.unlp.edu.ar. mucho camino por recorrer antes de alcanzar
Los trabajos deberán ser presentados en el nivel de conocimiento suficiente”5.
disquete 31/2 en versión Word para Win-
dows o cualquier versión compatible con 3
Vazquez, Roberto. Fuzzy Concepts. Faber,
Macintosh; con una extensión que oscile Londres, 1976, pp. 160.
entre los 40.000 y los 60.000 caracteres, 4
Braun, Richard. Logik and Erknntnis, Fink.
consignando un breve currículum del autor. Munich, 1968, pp. 230.
Una vez recibidos los trabajos, serán some- 5
Vazquez. op. Cit., pp.161.
tidos a la evaluación del Comité Editorial y de
árbitros anónimos. La revista no asumirá el En el caso de citar diarios y/o revistas, se
compromiso de devolver originales como deberá consignar el nombre de la publica-
tampoco de dar respuesta a los articulistas de ción en cursiva, número -si se tratara de una
las consideraciones del Comité Editorial. revista- fecha y número de las páginas cita-
das. El título del artículo deberá aparecer
Citas entrecomillas.
De tratarse de comunicaciones persona-
Deberán colocarse al final del texto y con- les, cartas, manuscritos, declaraciones, etc.,
signar en el siguiente orden: apellido y nom- deberá especificarse la condición, como así
bre del autor, título completo de la obra, edi- también la fecha.
torial, lugar y fecha de edición del material
consultado y los números de las páginas cita- Notas
das.
En el caso de volúmenes colectivos, las ci- Se entiende por nota a las reflexiones,
tas deberán tener entrada por separado -en conceptualizaciones, ampliaciones, ejemplifi-
caso de contener la obra artículos que hicie- caciones tanto del autor del trabajo como de

242
referentes en la materia. No irán entrecomi-
lladas.

Bibliografía final

Se entiende por bibliografía final, el mate-


rial consultado en el proceso de elaboración
de los trabajos.
En el caso de haber utilizado citas en el
desarrollo del trabajo, se volverán a consig-
nar en este apartado, si se agregara informa-
ción considerada importante por el autor, pa-
ra ubicar al lector en la búsqueda de biblio-
grafía, como puede ser el caso de la fecha de
la primera edición o los títulos en su idioma
original.

Verón, Eliseo. La semiosis social, Editorial


Gedisa, Buenos Aires, 1987.

Gómez, Reynaldo. “Breve reseña de los


medios gráficos argentinos”, en Trampas de
la Comunicación y la Cultura Nº 24, Facultad
de Periodismo y Comunicación Social, UNLP,
La Plata, 2002.

*Las pautas de presentación elaboradas


por la redacción de Oficios Terrestres tienen
por objeto unificar criterios en relación con el
uso de citas, notas y bibliografía.
De los modelos posibles hemos elegido
uno que, consideramos, facilita la forma en
que el lector puede consultar tanto citas y
notas como así también orientarse en la pos-
terior búsqueda de bibliografía.
Se considera necesario el cumplimiento
de las pautas a los efectos de contribuir con Oficios Terrestres informa que a partir del mes de septiembre, Natalia Ferrante, atenderá las
el armado y la corrección de la publicación. consultas los martes y jueves de 14 a 17 en la Secretaría de Investigaciones Científicas y
Posgrado: calle 44 Nº 676, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, donde también se
centralizará la recepción de los trabajos.

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Esta publicación se terminó de imprimir
en la ciudad de La Plata en el mes de junio de 2007
La Plata - Buenos Aires - Argentina
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