Lic. En educación física, recreación y deporte Desarrollo humano: Enfoques y teoría Grupo 7 2/09/2019
Todos conocemos esa inexplicable infelicidad, llamada violencia. Estamos todos de
acuerdo, o no tan de acuerdo cuando nombramos a Colombia como uno de los primeros en esa lista. Que con tan solo mencionarlo, es capaz de llevarnos a pensar en la misma, inmediatamente. Si supiéramos buscar culpables, empezaríamos desde los españoles, hasta quien sabe si habrá o no final, para mencionarlos. Obviamente, como todo tiene una historia, desde un comienzo, y quizá un final. ¿podremos actualmente modificar esos términos de nuestro país para el rededor del mundo? acaso nos vemos en un país donde haya una paz plena. Razonablemente, nuestra tierra y su historia nos ha perjudicado tanto, que a medida que hay un progreso, no tanto a nivel político o social, pero si cultural dando así nuevas ideas y perspectivas, sobre nosotros mismos siempre se retorna al dicho comentario, Colombia es un país de violencia. Hay muchas formas clásicas de describir tanto, con solo dar un vistazo al pasado, hace mas de cinco siglos atrás. Lógicamente nos guiaremos a nuestros ancestros y más allá de estos, al mismo descubrimiento de América. Aquí donde llega Cristóbal Colon, empieza todos esos cambios de cultura, vida y especialmente nuestra libertad. Si, estamos generalizando la idea de violencia para nuestro país y obtener las deseadas conclusiones, que ya muchos sabemos y quizá no queremos reconocerlo. Pero es ahí, donde con solo aclarar la idea de arrebato de propiedad, de falta de conocimiento, donde comenzamos con sistemas biológicamente violentos. Aquel momento que nos lleva al punto donde se enfrentaban criollos y españoles, cuando usaban nuestras propias armas para abusar de nosotros mismos, de lo que algún día fuimos. Somos tan capaces de creer que somos menos, sin notar las bellezas naturales que obtenemos, la grandeza de nuestras diversas culturas y la enfatización política, que no baja inmediatamente al pensar en lo que hoy somos. La palabra libertad algún día creímos verla grande e inalcanzable, pero hasta los que no son nuestros, y se quisieron como nuestros, nos demostró que podemos hacer una diferencia, es cuando inmediatamente recuerdo a nuestro libertador Simón Bolívar. Recordando las épocas indescriptibles de fuerza y poder arrebatado, donde accedemos, a perfeccionar los conflictos y dolor, donde este fue el comienzo. Por fortuna, esto nos recuerda que abarcamos a la grandeza de que, si nos ubicamos en grandes periodos de tiempo, y que aun nos reconocen como tal, por no acogernos a la buena voluntad, de grandes héroes que tomaron cartas en el asunto, haciéndonos “libres”. Pero fue entonces cuando Colombia tomo más propósito sobre el tema, y llevo en ella el narcotráfico, y no solo esto llevándonos a una terrorífica política, que ha de tenerse mas miedo, que los grupos armados que atravesaron y tomaron fuerte posición en nuestra Colombia. Estaría de más el hecho de nombrar a las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, entre otras como el ELN. El hecho de que estén ahora entre nosotros no solo fue porque un día quisieron destruir y ya, sino el comienzo de guerras relacionadas con los grupos políticos conocidos en dicha época, como liberales y conservadores. Entonces fuimos nosotros mismos que llevamos a esta tragedia, en donde llevamos y buscamos culpables, que nos alertan con distintos hechos, reconociendo el hecho de grandes cambios actualmente. Después dl gran conocimiento hacia Colombia con un solo nombre, Pablo Emilio escobar Gaviria, quien estuvo bien posicionado sobre nosotros, modificando con él, los procesos corruptos, y convirtiendo esto en ilegales. Cuando también reestructuro a Colombia como el país pesado, donde se conseguía la facilidad ilícita, como el pan caliente. Pero entonces, cambiamos de estrategias de búsquedas, llevando buenas cartas de defensas, es aquí donde me refiero a buenos políticos, grandes hombres, como lo fue Jorge Eliecer Gaitán, y su grito encendido. Tantos hechos narrados tan perfectamente, por un lado, bueno de nuestro país, como lo fue Gabriel García Márquez. Donde aquí Colombia recibe la palabra paz por primera vez con tanta realidad, con tantos escritos de grandeza, y un poco de calma. Obteniendo con ellas reconocimientos de nuestra escritura pura. De tanta historia trágica que aun nos persigue bajo nuestros techos. Así poco a poco fuimos construyendo buenas cartas, y conductas para Colombia. Que no se permita el tildado único sobre violencia, sino de buenas practicas las cuales merecen ser habladas.