Você está na página 1de 2

MI ETNOCENTRISMO

Las cosas que más odio.

Tratare de no hacer un largo listado de todas aquellas cuestiones, circunstancias e


incluso comportamientos, que mas odio y solo hare mención de lo que en realidad me
exaspera.

Algo de lo que mas me puede molestar en una persona, incluso hasta el grado de
llegar a un conflicto dialectico, es el fanatismo religioso; el hecho de toparme con una
persona que defienda, alabe y magnifique a una religión de una manera exagerada,
causa en mi persona una mezcla de irritabilidad y furia, principalmente por mi carencia
absoluta de fe en las religiones y el mal concepto que tengo de todas ellas.

No tolero en lo mas mínimo, hablando en ámbitos políticos, la ideología de derecha y


todo lo que tenga que ver con ella, ya que es lo contrario a mi ideales; esto conlleva a
que guarde cierto odio por el actual sistema de gobierno que prevalece en México, y
puedo decir con seguridad que es de las cosas que mas odio. Si algo realmente me
enfurece, es la situación en que nos tienen hundidos a todo el país la clase política,
que en mi opinión es una total porquería, nos tienen al borde del colapso, a punto del
abismo, y me enoja todavía mas su cinismo, su hipocresía y la manera en la que se
burlan de todo el pueblo.

Me molesta demasiado la indiferencia de gran parte de la ciudadanía ante los


problemas, los graves problemas a los que socialmente nos enfrentamos y al parecer
solo pocos nos damos cuenta; me molesta ver que la gente no haga nada ante el
abuso del poder al que todos somos sometidos, me enoja la juventud actual, que ya no
es critica, que ya no tiene interés por la cultura – en esto no generalizo - , que no esta
interesada por buscar el cambio, el desahogo del yugo al que estamos inmersos,
como aquella juventud mexicana de las décadas de los 60´s y 70´s a la que realmente
le importaba el bienestar social y no tiene una mentalidad individualista como la de hoy
en día.

Me enoja encender el televisor y ver programas chatarra, carentes de sentido y que


incluso se burlan del intelecto de la gente, programas de farándula que no aportan
absolutamente nada al progreso nacional, noticieros vendidos a la federación que
maquillan las noticias y ni si quiera transmiten todas la información relevante. Odio y
desprecio totalmente al duopolio televisivo que hay en México y no solo por lo que ya
he mencionado, a esto agrego la carencia de contenido educativo y cultural que tiene
su programación.

Odio al capitalismo, a la globalización, a la diferencia de clases sociales, que


desgraciadamente esta mas marcada que nunca; odio la discriminación hacia los
indígenas y el uso de palabras denigrantes y despectivas, creo que de estas palabras,
la que mas me encoleriza es NACO, digo, ¿que acaso no todos somos iguales?, ¿Por
qué crear diferencias entre nosotros mismos? ¿Por qué denigrar, juzgar y etiquetar a
la gente por su forma de ser, de vestir y sus gustos en general?

Pido una disculpa por la palabra, pero odio que a nuestro país se lo este cargando la
chingada y a nadie le importe.
Visión antropológica.

Tal vez no sea la persona mas transigente, pero tampoco soy un completo
intolerante ante mi entorno social. Trato de no cerrarme ante modos de pensar
e ideologías diferentes a las mías, pero hay ciertas circunstancias donde no
aplico esta filosofía, circunstancias en las que creo que aun usando toda mi
serenidad para comprenderlas y entenderlas de una manera positiva en la que
no me afecten, simplemente no logro hacerlo.

Haciendo un análisis espontaneo de lo que he escrito en la pagina anterior, me


doy cuanta que las razones de mi transformación en un ser colérico, son
primordialmente por la problemática que aqueja al país política, social y
culturalmente.

Creo que uno de mis mas asiduos intereses es el de buscar una explicación
lógica del por que la sociedad mexicana esta tolerando toda la clase de
abusos, burlas, mentiras y demás estafa por parte de las cabezas del estado, y
como, en vez de buscar una solución que corte de tajo todos estos problemas,
se hunda en total sumisión y sobre todo indiferencia.

Quisiera ser empático con el gran fragmento de población que vive con esta
actitud feudataria y mentalidad esclavizada, pero en un esfuerzo ingente por
lograrlo, he llegado a la conclusión personal que no puedo ni podre jamás, vivir
en esta clase de mansedumbre.

Tratare pues, de llevar mi nivel analítico, a los niveles más prominentes


posibles. Para así entender de alguna forma estas circunstancias y no sigan
siendo un objeto que evoque en mi, el no muy agradable sentimiento de odio.
Aunque, para ser sincero, dudo mucho que algún día pueda lograr entenderlo,
ya que la razón no me lo permite, tal vez tendría que carecer de esta cualidad
humana para aceptar toda esta clase de enigmas.

ALVARO SANCHEZ SANTIAGO

22 DE SEPTIEMBRE DE 2010

Você também pode gostar