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EXPERIENCIAS DE SANTIFICACIÓN

Hemos recopilado las siguientes "Experiencias de Santificación" para que las mediten y elijan las que más les ayudarán
a purificarse:

1) Someteré mi voluntad a la voluntad del Señor. Me levantaré cada día a las 6:55 a.m.

2) Dedicaré una hora a mi estudio personal y buscaré revelación para mis necesidades y las de quienes puedo
ministrar. Recordaré durante el día la idea, pensamiento o conocimiento que el Espíritu me haya revelado para,
cuando sea necesario, motivarme, fortalecer a mi compañero y a las personas que estamos enseñando.

3) El tiempo de la misión es sagrado. Me esforzaré por cumplir con exactitud todo el horario concerniente a estudiar
(incluyendo Inglés) y planificar. Cuando visite a los miembros iré con un propósito, no me quedaré a conversar.
Aprovecharé el tiempo con sabiduría.

4) Mi vivienda debe ser un lugar santo. Lo mantendré limpio y ordenado para que el Espíritu del Señor pueda morar
allí.

5) No juzgaré ni criticaré a nadie, tampoco a mi compañero ni a otros misioneros. El chisme destruye la reputación de
una persona que tal vez ya se arrepintió. Seré leal a mi compañero y líderes aunque ellos tengan debilidades. Seré
compasivo. Recordaré que nadie sabe lo que otra persona está viviendo y la trataré como alguien que necesita mi
ayuda. Cuando alguien juzgue le enseñaré con amor a no hacerlo.

6) Cultivaré el espíritu de mansedumbre. Me anticiparé a pedir perdón aunque no haya sido causante de la ofensa.

7) Seré altamente amable, cortés y bondadoso en mis palabras y actos. Mi tono de voz será reverente y cordial.

8) Los títulos son sagrados. Tendré respeto por mis compañeros de misión llamándolos siempre Elder o Hermana y su
apellido, nunca solo por el nombre o apellido, ni por ningún tipo de apodo u otra palabra que sea ofensiva.

9) La virtud engalana mis pensamientos. Tendré respeto por las hijas e hijos de Dios. Nunca haré comentarios
inapropiados de ellos. Buscaré sentir repugnancia por la inmoralidad.

10) Me abstendré de conversaciones mundanas. Los temas políticos, la moda, la música y los deportes No son las
conversaciones ENTRE misioneros del Señor. Las jergas y los dichos populares son de personas poco refinadas. Las
personas verán que soy un verdadero representante de Jesucristo y una luz al mundo por mi lenguaje y mis
expresiones verbales y corporales. (D. y C. 88: 68)

11) Cuidaré lo que siento por las personas y por mi labor misional. Me olvidaré de mí mismo y me perderé en Su Obra.
Pediré con toda la energía de mi corazón que sea lleno del amor que Dios tiene para todos Sus hijos. Le expresaré ese
amor a mi compañero y a las personas. (Moroni 7:48)

12) Cuidaré lo que pienso de las personas, porque yo solo veo afuera de ellos; trataré al igual que el Padre de mirar el
corazón y de ver lo que pueden llegar a ser. Esperaré lo mejor de los misioneros y de las familias que enseñamos.
Tendré fe en las personas porque son hijos de Dios. Tendré fé en los misioneros porque fueron llamados por el Profeta
de Dios.

Hágalas parte de su vida, ¡Vívalas!

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