Você está na página 1de 24

anales de psicología © Copyright 2003: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia

2003, vol. 19, nº 2 (diciembre), 205-221 Murcia (España). ISSN: 0212-9728

La alianza terapéutica: historia, investigación y evaluación*


Sergi Corbella y Luis Botella**
Universidad Ramon Llull (Barcelona, España)

Resumen: La psicoterapia no se puede concebir al margen Title: Therapeutic alliance: History, research and assess-
del establecimiento de una relación interpersonal entre ment.
cliente y terapeuta. Entre los componentes de la relación Abstract: Pyschotherapy cannot be conceived as inde-
terapéutica, la alianza es el que ha recibido más atención pendent of an interpresonal relationship between cleint
por parte de la investigación. En este articulo se describen and therapist. Among the components of the therapeutic
brevemente algunas de las aportaciones más significativas relationship, alliance is the one that has been more investi-
de las principales orientaciones teóricas en cuanto a la vi- gated. This paper discussess some of the main contribu-
sión de la alianza terapéutica y se revisan las investigaciones tions to the study of therapeutic alliance from different
principales que han tenido a la alianza como protagonista. theoretical perspectives. The significant relationship be-
La relación significativa entre la alianza terapéutica y los re- tween therapeutic alliance and outcome is highlighted, as
sultados de la terapia así como la interacción entre terapeuta well as the therapist/patient interaction as a significant
y paciente como variable influyente en el desarrollo de la variable in the course of alliance.
alianza son algunos de los aspectos que se destacan. Key words: Therapeutic alliance, working alliance, thera-
Palabras clave: Alianza terapéutica; alianza de trabajo; re- peutic relationship. Patient-therapist interaction.
lación terapéutica; interacción terapeuta-paciente.

La psicoterapia no se puede concebir al margen 1. Desarrollo histórico del concepto


del establecimiento de una relación interpersonal de alianza terapéutica
entre cliente y terapeuta. La calidad emocional y
relacional del vínculo entre ambos es una parte La conceptualización del término alianza tera-
imprescindible del éxito del proceso péutica fue desarrollándose a lo largo del siglo
psicoterapéutico y, de hecho, la investigación XX. El propio Freud, en su trabajo de 1912 The
en psicoterapia (que comentaremos con más Dynamics of Transference, planteó la importancia de
detalle a lo largo de este trabajo) indica que re- que el analista mantuviera un interés y una
sulta ser un aspecto determinante de la eficacia de actitud comprensiva hacia el paciente para
la terapia. permitir que la parte más saludable de este es-
En este artículo se describen brevemente tableciera una relación positiva con el analista. En
algunas de las aportaciones más significativas de sus primeros escritos, Freud describió el afecto
las principales orientaciones teóricas en cuanto del paciente hacia el terapeuta como una forma
a la visión de la alianza terapéutica y se revisan beneficiosa y positiva de transferencia que
las investigaciones principales que han tenido a la revestía de autoridad al analista (Freud, 1913).
alianza como protagonista. Este aspecto transferencial favorecía la
aceptación y la credibilidad de las explicaciones e
interpretaciones del terapeuta. Más adelante
consideró que una transferencia positiva podía
distorsionar la relación real existente entre am-
* Este artículo se ha realizado durante el periodo de bos. De este modo, Freud destacó la importancia
disfrute por parte de Sergi Corbella de una beca de
Formación de Profesorado Universitario del Minis- del trabajo con las interpretaciones de la
terio de Educación y Cultura (AP 98). transferencia del paciente y de las capacidades y
** Dirección para correspondencia: Luis Botella. aptitudes de la porción de consciencia intacta
Facultad de Psicología, Ciencias de la Educación y del de este para desarrollar un compromiso con el
Deporte Blanquerna. Universidad Ramon Llull. Cister,
24-34, 08022-Barcelona (España). E-mail: terapeuta “real” en cuanto a la realización del
sergics@blanquerna.url.es (Sergi Corbella), tratamiento.
lluisbg@blanquerna.url.es (Luis Botella).

- 205 -
La alianza terapéutica: historia, investigación y
evaluación

trado una correlación entre la con el paciente, se realizaron


empatía del terapeuta percibida por estudios sobre la opinión de los
el paciente y algunos aspectos de la clientes respecto a las
alianza (Horvath, 1981; Jones, características del terapeuta
1988; Moseley, 1983, citados en (LaCrosse, 1980; Strong, 1968).
Horvath y Luborsky, 1993) así Las investigaciones realizadas sobre
como una fuerte asociación entre variables de influencia social,
las condiciones ofrecidas por el como la visión por parte del
terapeuta (Thera-pist-Offered cliente de su terapeuta como
Conditions) y los componentes de la experto, creíble (de confianza) y
alianza. Duan y Kivlighan (2002) atractivo, empezaron a obtener
encontraron que la empatía resultados que indicaban o sugerían
intelectual, definida como el la probabilidad de que existiese una
acierto del terapeuta en percibir las relación entre estas variables y la
emociones del cliente y la emoción mejoría del paciente (LaCrosse,
empática o semejanza entre las 1980). Sin embargo, estudios
emociones del terapeuta y del posteriores han encontrado poca
paciente, contribuían de forma relación entre las variables de la
significativa a que el cliente influencia social y los resultados de
evaluara la sesión como profunda, la psico-
pero no placentera. Por otro lado,
por ejemplo, Peschken y Johnson
(1997) contrastaron uno de los
postulados rogerianos que
afirmaba que la confianza del
terapeuta hacia sus clientes re-
forzaba la empatía, la congruencia
y la aceptación incondicional, así
como que la demostración de estas
“actitudes facilitadoras” hacía que
los cliente confiasen más en su
terapeuta. Los resultados
demostraron que, efectivamente, la
confianza de los terapeutas en sus
clientes correlacionaba
positivamente con las puntuaciones
de las condiciones facilitadoras y
éstas correlacionaban con la
confianza del paciente en su
terapeuta. Sin embargo, basándose
en los resultados, los autores
sugirieron un modelo más
complejo sobre las actitudes
facilitadoras que el propuesto por la
teoría rogeriana (Peschken y
Jonson, 1997).
Como reacción a la
importancia atribuida por Rogers
al papel del terapeuta para mante-
ner una buena relación y alianza
terapia (Greenberg y Adler, 1989; de resultados entre sí (véanse Lam-
Horvath, 1981, citados en Horvath bert y Bergin, 1992; Lambert,
y Luborsky, 1993). Shapiro y Bergin, 1986; Luborsky,
Desde la modificación de Singer y Luborsky, 1975; Sloa-ne,
conducta clásica se planteaba la Staples, Cristol, Yorkston, y
terapia como un proceso en el que Whipple, 1975; Smith, Glass y
el paciente aprende o modifica Miller, 1980; Stiles, Shapiro y
ciertas conductas o hábitos, por lo Elliott, 1986). Investigaciones
que se postulaba que la calidad posteriores establecieron en un
técnica de las intervenciones del 15% la proporción de mejoría del
terapeuta era el elemento esencial. paciente explicada por las técnicas
La llamada “revolución empleadas, mientras que la
cognitiva” significó la proporción explicada por la
revitalización del interés por la relación terapéutica llegaba al 30%
relación terapéutica. De hecho, la (Lambert, 1992). Otros estudios
orientación cognitiva (y más como el de Gaston Marmar,
concretamente las perspectivas Thompson y Gallager (1991) o el
constructi-vistas) han llegado a de Barber, Crits-Cristoph y
considerar la alianza terapéutica Luborsky (1992, citado en Horvath
como un aspecto central del y Luborsky, 1993) encontraron que
proceso terapéutico (Arnkoff, 1995; la alianza terapéutica explicaba
Goldfried y David-son, 1994; entre un 36% y un 57% de la
Newman, 1998; Safran, 1998). Pro- variancia del resultado final de la
bablemente este interés renovado terapia.
no es ajeno a algunas conclusiones Estas afirmaciones guiaron la
obtenidas a partir de la atención de algunos investigadores
investigación de resultados en hacia la investigación sobre los
psicoterapia en las últimas dos factores comunes a todas las
décadas. orientaciones psicoterapéuticas, de
Así, los datos proporcionados entre los cuales destaca la alianza
por la investigación sobre la terapéutica. La aportación de
eficacia diferencial de las psi- Bordin (1976, 1979, 1994) con su
coterapias demostraron que la definición de alianza basada en el
mayoría de tratamientos estudiados trabajo de Greenson (1965,
no presentaban grandes diferencias

anales de
psicología, 2003,
vol. 19, nº 2
(diciembre)
Sergi Corbella y Luis
Botella

Weerasekera, Linder, Christoph (1990), Horvath y


Greenberg y Watson, Symond (1991) y Winston
2001). La relación (1994), Horvath, Luborsky,
terapéutica, y especialmente Diguer y Descoteaux
la alianza, ha demostrado (1999, citado en Luborsky,
ser un factor importante en 2000) y Martin (1999)
diferentes orientaciones sobre los estudios de la
teóricas como la alianza terapéutica
psicodinámica, cognitiva, coinciden en destacar la
interpersonal, ecléctica, significación de la relación
experiencial y entre la alianza terapéutica y
comportamental (Gas-ton, el resultado final de la
Marmar, Thompson y psicoterapia. En este
Gallagher, 1988; Gaston, sentido, la alianza
Piper, Debbane y Bienvenu, terapéutica resulta ser un
1994; Horvath, 1994b; buen predic-tor de los
Krupnick et al., 1996; Raue, resultados conseguidos por
Goldfried y Barkham, 1997; diferentes modalidades
Watson y Green-berg, 1994) terapéuticas (Horvath y Sy-
y en diferentes formatos de mond, 1991; Luborsky,
terapia tales como las 1994, 2000). Por otro lado,
terapias individuales, las Orlinky, Grawe y Parks
terapias de grupo y las (1994) realizaron una
terapias familiares revisión y encontraron que
(Bourgeois, Saburin y el 66% de estudios
Wright, 1990; Marziali, mostraban una correlación
Munroe-Blum y McCleary, significativa entre el vínculo
1999; Pinsof, 1994; Sturm y terapéutico/cohesión y los
Daw-son, 1999). resultados de los
Así, en la mayoría de tratamientos. Henry y
estudios se encuentra una Strupp (1994) también
relación significativa entre la encontraron una relación
alianza y el resultado final significativa entre la alianza
de la psicoterapia (p.e., y los resultados en distintas
Barber, Connolly, Crits- terapias (psicodinámicas,
Christoph, Gladis y eclécticas y cognitivas),
Siqueland, 2000; Luborsky, siendo la terapia ecléctica y
Crits-Christoph, Alexander, la cog-
Morgolis y Cohen, 1983;
Luborsky, McLellan,
Woody, O`Brien y
Auerbach, 1985; Luborsky,
1994; Horvath y Symonds,
1991; Marmar, Horowitz,
Weiss y Marziali, 1986;
Klee, Abeles y Muller, 1990;
Safran y Wallner, 1991;
Weera-sekera et al., 2001).
Las revisiones realizadas por
Luborsky, Barber y Crits-
nitiva las que presentaban añade complejidad a la
mayor correlación entre relación entre la alianza y el
resultado y alianza. Hatcher resultado. La alianza en
(1999) realizó un análisis de terapia de pareja o familiar
los componentes de la difiere un poco de la alianza
alianza según el punto de en psicoterapia individual
vista del terapeuta e ya que el terapeuta de pareja
identificó un factor de o de familia debe establecer
colaboración confiada del y mantener alianzas
terapeuta que registró la múltiples (Rait, 2000). Como
máxima correlación con las en la terapia individual, la
evaluaciones de la mejoría alianza terapéutica en terapia
formuladas por el terapeuta familiar se ha asociado con
y el paciente. Dentro de los los resultados obtenidos
componentes que con el tratamiento
constituyen la alianza (Lambert, Shapiro y Bergin,
terapéutica, el factor de 1986; Quinn, Dotson y Jor-
colaboración y confianza es dan, 1997). Uno de los
el que presenta una mayor datos interesantes del
correlación con los resul- estudio de la alianza en
tados de la terapia (Hatcher, terapia familiar de Quinn,
1999; Stiles et al., 1998). Dotson y Jordan (1997) fue
Durante los años que cuando la mujer
ochenta fue cuando el obtenía una puntuación
campo de la terapia familiar más elevada en la alianza
empezó a interesarse y a terapéutica que el hombre,
desarrollar teorías clínicas el resultado de la terapia era
donde aparecía la noción de mejor que cuando la
alianza terapéutica (Bozarth puntuación de la alianza
y Shanks, 1989; Pinsof, evaluada por el marido era
1988; Rait, 1995, 2000). superior a la puntuación
Pinsof y Catherall (1986) evaluada por la esposa. En
aplicaron la definición de las terapias de grupo
alianza terapéutica de también se ha demostrado
Bordin (1976) a la terapia la relación entre la
familiar sistémica y puntuación de la alianza
desarrollaron la “IPAS”, terapéutica y las
escala de alianza evaluaciones de seguimiento
psicoterapéutica in- durante los meses de
terpersonal. El hecho de psicoterapia o el resultado al
incorporar dos o más finalizar la terapia (Marziali,
miembros de una familia en Munroe-Blum y McCleary,
un proceso psico-terapéutico 1999).

anales de psicología, 2003, vol. 19, nº 2 (diciembre)


Sergi Corbella y Luis
Botella

luando en la tercera sesión) estudios no hayan


y el tipo de finalización de encontrado una mayor
la terapia, encontrando que correlación entre la
las finalizaciones decididas percepción del paciente de
unilateralmente por el pa- la alianza y el resultado
ciente estaban relacionadas final, que la ofrecida por la
con puntuaciones bajas en percepción del terapeuta
las evaluaciones de la alianza con el resultado final (Stiles
terapéutica. et al., 1998).
La influencia de la Una vez demostrada la
alianza en el resultado de la importancia de la alianza
terapia se ha estudiado en terapéutica en los resultados
tratamientos que van desde finales de la psicoterapia,
las cuatro a las cincuenta distintos autores han
sesiones y parece ser que la profundizado en el
duración de la terapia no conocimiento de los
afecta a la relación entre motivos y tipos de rupturas
alianza y resultado final. de la alianza (p.e., Jilton,
Pero también se ha 1999) y en cómo trabajar en
encontrado que la relación terapia para resolverlas
entre la alianza terapéutica y (Arn-koff, 1995; Safran y
el cambio sintomático Muran, 2000b; Watson y
aumentaba con la duración Greenberg, 1995). Watson y
de la terapia (Horvath y Greenberg (1995) guiados
Symonds, 1991). por la conceptualización de
La valoración de la Bordin (1976;1994),
alianza terapéutica varía, en consideran que algunos
parte, según quién la problemas de la alianza
evalúe. Es decir, la terapéutica están
puntuación de la alianza relacionados con las tareas o
evaluada por el cliente, el los objetivos, así como
terapeuta o un observador otros están conectados con
externo difieren entre sí el aspecto relacional como
(p.e., Golden y Robins, el vínculo entre terapeuta y
1990; Gurman y Razin, paciente. Por lo tanto,
1977; Horvath y Greenberg,
1989; Horvath y Marx,
1990). Comparando la per-
cepción del terapeuta y la
del cliente respecto a la
relación terapéutica parece
ser que la valoración del
cliente tiene más peso para
la predicción del resultado
final de la psicoterapia (Ba-
chelor, 1991; Barber et al.,
1999; Henry y Strupp,
1994; Horvath y Symond,
1991; Lam-bert y Bergin,
1994), aunque algunos
para Watson y Greenberg 2.3. La interacción
(1995) las estrategias para entre terapeuta y
trabajar sobre la alianza paciente como
están dirigidas a reflexionar variable
sobre las interacciones entre influyentes en el
ambos, además de clarificar desarrollo de la
las metas y las tareas tera- alianza
péuticas específicas con el
objetivo de que los clientes Ya hemos comentado
desarrollen un mejor que la relación terapéutica
conocimiento acerca del es producto del encuentro
proceso de cambio. Safran y entre el terapeuta y el
Muran (2000a) categorizan cliente, y está influida por las
las intervenciones del tera- características y la historia
peuta dirigidas a la alianza personal de cada uno de
en “directas” (por ejemplo: ellos. Se han identificado
clarificar malos entendidos) algunas actitudes o
e “indirectas” (por ejemplo: características de los
caracterización empática). terapeutas y de los pacientes
Cada una de estas dos que ayudan al
categorías globales dis- establecimiento de la
tingue entre el componente alianza terapéutica—si bien
de vínculo positivo y los muchos estudios son poco
componentes de tareas y concluyentes o se centran en
objetivos. Ante el reto de dimensiones poco
conseguir una buena alianza operativas.
con el paciente parece ser
que la metacomunicación 2.3.1. El terapeuta como
es uno de los recursos variable influyente en
imprescindibles (Safran y la alianza
Muran, 2000a). La
importancia de la relación Las actitudes
terapéutica genera la terapéuticas propuestas por
necesidad de usar la inspi- Rogers (1957) despertaron
ración y la creatividad para gran interés en in-
facilitar el establecimiento vestigaciones posteriores,
de la alianza terapéutica en que buscaron las ca-
las primeras sesiones y racterísticas y las conductas
mantenerla a lo largo del del terapeuta beneficiosas
proceso terapéutico para el resultado terapéutico
(Anderson, Ogles y Weis, (Orlinsky y Howard, 1986;
1999). Patterson y Forgatch,
1985).

anales de psicología, 2003, vol. 19, nº 2 (diciembre)


Sergi Corbella y Luis
Botella

En la revisión de Sexton establecer una relación


y Winston (1994) sobre la igualitaria con el terapeuta
alianza terapéutica se pone aumentan la probabilidad
de manifiesto la importancia de establecer una buena
del paciente y del terapeuta alianza terapéutica (Al-
como factores que influyen Darmaki y Kivlighan, 1993).
en la alianza. Los mismos Luborsky (1994) afirmó que
autores constatan la escasez las personas con una riqueza
de investigaciones importante en sus relaciones
dedicadas a estudiar la interpersonales tienen mayor
contribución de la figura probabilidad de desarrollar
del terapeuta al una buena alianza tera-
establecimiento de la péutica.
alianza. El control relacional del
terapeuta y del paciente no
2.3.2.El paciente como resultó ser un factor
variable influyente en significativo en la
la alianza evaluación de la calidad de
la relación terapéutica y de
Respecto a las variables las mejorías sintomáticas en
de los clientes que influyen un estudio de siete pacientes
en la alianza terapéutica de sexo femenino con
encontramos que variables problemas de autoestima
interpersonales como el (Lichtenberg et al., 1998).
índice de eventos estresantes Eames y Roth (2000)
(Luborsky, Crits-Christoph, estudiaron la relación entre
Alexander, Morgolis y el tipo de apego de
Cohen, 1983), las relaciones pacientes adultos y la
sociales y familiares del alianza terapéutica en la fase
cliente (Kokoto-vic y inicial y encontraron que los
Tracey, 1990; Mallinckrodt, pacientes con apego ansioso
1991) y las variables puntuaban una menor
intrapersonales como la alianza mientras que los
calidad de las relaciones de
objeto (Bordin, 1994; Piper
et al., 1991), la motivación,
expectativas (Gaston,
Marmar, Gallagher y
Thompson, 1989) y las ac-
titudes (Kokotovic y
Tracey, 1990), entre otras,
tienen efectos significativos
en la alianza (Hor-vath y
Luborsky, 1993). El índice
de correlación media entre
estas variables y la alianza
es de 0,31 (Horvath y
Luborsky, 1993).
Las expectativas del
cliente de encontrar y
pacientes con apego crear una buena relación de
confiado se asociaron con trabajo terapéutico (Gaston
puntuaciones altas en la et al., 1988; Kiesler y
evaluación de la alianza. Watkins, 1989; Muran, Se-
Estos resaltados coincidían gal, Samstag y Crawford,
con los presentados por 1994; Strupp y Had-ley,
Mallinckrodt, Coble y 1979). No todos los
Gantt (1995) que sentimientos negativos
obtuvieron una relación expresados durante la
negativa entre la sesión tienen que inter-
vinculación ansiosa y la pretarse como un indicador
alianza. Dentro de los de mala relación sino que
perfiles de relación, las respuestas afectivas
Satterfield y Lyddon (1998) negativas iniciales pueden ir
encontraron una relación dando paso a sentimientos
significativa entre el patrón positivos (Orlinsky et al.,
de vinculación dependiente 1994). El perfeccionismo del
y la alianza terapéutica. paciente se ha relacionado
Por otro lado, la negativamente con los
severidad de los síntomas resultados de la terapia
del paciente tiene poco (Blatt, Quintlan, Pilkonis y
impacto en el desarrollo del Shea, 1995). Blatt et al.
establecimiento de la (1998) evaluó la mejoría
alianza terapéutica durante el curso clínico de
(Crowley, 2001; Horvarth y la terapia de pacientes con
Symonds, 1991) aunque distintos niveles de
algún estudio como el de perfeccionismo. En la
Eaton, Abeles y Gutfreund primera fase del proceso
(1988) encontró que la terapéutico todos los
sintomato-logía del paciente pacientes obtuvieron
contribuía negativamente a mejorías, pero en una
la alianza. En cuanto a la segunda parte, los pacientes
relación entre el diagnóstico con bajos niveles de
y la alianza Hersoug, perfeccionismo continuaron
Monsen, Havik y Hoglend mostrando una mejoría
(2002) encontraron que las significativa mientras que
variables diagnosticas del los que tenían niveles
paciente no predicen la medios y altos de
calidad de la alianza perfeccionismo no
terapéutica. mostraron dicha mejoría. La
La defensividad, la autocrítica está vinculada
desgana, la hostilidad y la con el perfeccionismo y ha
dominancia del cliente se sido asociada con esquemas
han relacionado con la relaciona-
dificultad del paciente para

anales de psicología, 2003, vol. 19, nº 2 (diciembre)


Sergi Corbella y Luis
Botella

Gelso y Carter, 1985). Así gran mayoría de las escuelas


mismo, Lupini (2001) terapéuticas. La
encontró que la similitud conceptualización de Bordin
entre los valores de ha proporcionado un marco
terapeuta y paciente influye general de referencia para la
significativamente en la explicación de la alianza
alianza terapéutica. En los terapéutica y sus componen-
últimos años autores como tes. Entre la diversidad de
Shonfeld (2001), Kung instrumentos de evaluación
(2001) y Wong (2001) han de la alianza terapéutica
estudiado la influencia de encontramos factores
las diferencias entre los comunes en las principales
factores culturales del escalas o componentes de la
terapeuta y del paciente alianza de los distintos ins-
sobre el establecimiento de trumentos. La aportación de
la alianza terapéutica. Estos Bordin ha sido ampliamente
autores ponen de manifiesto aceptada por autores de
la importancia del origen distintas orientaciones
étnico y los factores cultu- teóricas y ha servido de base
rales asociados a este (tanto para la construcción de
del terapeuta como del diferentes instrumentos de
paciente) en el proceso evaluación de la alianza.
terapéutico La importancia atribuida
a la alianza terapéutica pone
3. Consideración final de manifiesto la relevancia
de la dimensión relacional
Con todo lo comentado entre terapeuta y paciente.
hasta el momento resulta La relación, y más
evidente la importancia del concretamente el entendi-
constructo de la alianza miento, el encaje o la
terapéutica en el desarrollo compatibilidad entre ambos
del proceso terapéutico y en facilita o dificulta
los resultados finales del directamente la alianza
tratamiento. A pesar de las terapéutica. Por lo tanto, las
diferencias existentes en las variables del terapeuta y del
visiones de la alianza entre paciente adquieren especial
las distintas orientaciones protagonismo en el
teóricas, la alianza establecimiento de la
terapéutica ha recibido alianza terapéutica y el
atención y reconocimiento desarrollo del proceso
como factor esencial en la terapéuti-
psicoterapia por parte de la co.

Referencias
Al-Darmaki, F. y Kivlighan, D. M. Alexander, F. y French, T. M. (1946).
(1993). Congruence in client- Psychoanalytic Therapy:
counselor expectations for Principles and Application.
relationship and the working New York: Ronald.
alliance. Journal of Counseling Alexander, L. B. y Luborsky, L.
Psychology, 40(4), 379-384. (1986). The Penn Helping
Alliance Scales. En L. S. Washington, DC, US:
Greenberg y W. M. Pinsof American Psychological
(Eds.), The psychotherapeutic Asso-ciation.
process: A research handbook Balint, E. (1968). Remarks on
(pp. 325-366), New York: Freud's metaphors about the
Guilford. "mirror" and the "receiver.".
Anderson, T., Ogles, B. M. y Weis, Comprehensive Psychiatry,
A. (1999). Creative use of 9(4), 344-348.
interpersonal skills in Barber, J. P., Connolly, M. B.,
building a therapeutic alli- Crits-Christoph, P., Gladis,
ance. Journal of Constructivist L. y Siqueland, L. (2000).
Psychology, 12(4), 313-330. Alliance predicts patients'
Arnkoff, D. B. (1995). Two outcome beyond in-
examples of strains in the treatment change in
therapeutic alliance in an symptoms. Journal of
integrative cognitive ther-apy. Consulting and Clinical
In Session-Psychotherapy in Psychology, 68(6), 1027-1032.
Practice, 1(1), 33-46. Barber, J., Luborsky, L., Crits-
Bachelor, A. (1991). Comparison Christoph, P., Thase, M.,
and relationship to out-come Weiss, R., Onken, L. y
of diverse dimensions of the Gallop. R. (1999). Therapeu-
helping alliance as seen by tic alliance as a predictor of
client and therapist. outcome in treatment of
Psychotherapy, 28, 534-549. cocaine dependence.
Bachelor, A. y Horvath, A. (1999). Psychotherapy Research, 1, 54-
The therapeutic rela-tionship. 73.
En M. Hubble, B. Duncan y Beck, J. T. y Strong, S. R. (1982).
S. Miller (Eds.), The heart Stimulating therapeutic
and soul of change (pp. 133- change with interpretations:
178). A comparison of posi-tive
and negative connotation.
Journal of Counseling
Psychology, 29(6), 551-559.
Beutler, L. E., Machado, P. P. y
Neufeldt, S. (1994). Thera-
pist variables. En A. E. Bergin
y S. L. Garfield (Eds.),
Handbook of psychotherapy and
behavior change (4ª ed., pp. 229-
264). New york: John
Wiley.

anales de psicología, 2003, vol. 19, nº 2 (diciembre)


La alianza terapéutica: historia, investigación y
evaluación

therapy and pharmacotherapy 38-50). New York: Wiley.


outcome: Findings in the National Luborsky, L. (2000). A pattern-setting
Institute of Mental Health Treatment therapeutic alliance study revisited.
of Depression Collaborative Research Psychotherapy research, 1, 17-29.
Program. Journal of Consulting and Luborsky, L., Crits-Cristoph, P., Alexander,
Clinical Psychology, 64(3), 532-539. L., Margolis, M. y Cohen, M. (1983).
Kung, W. W. (2001). Consideration of Two helping alliance meth-ods for
cultural factors in working with predicting outcomes of
Chinese American families with a men- psychotherapy: A counting signs vs. a
tally ill patient. Families in Society, 82(1), global rating method. Journal of
97-107. Nervous and Mental Disease, 171(8),
LaCrosse, M. B. (1980). Perceived counselor 480-491.
social influ-ence and counseling Luborsky, L., Barber, J. P. y Crits-Christoph,
outcomes: Validity of the coun-selor P. (1990). Theory-based research for
Rating Form. Journal of Counseling understanding the process of dynamic
Psychology, 27, 320-327. psychotherapy. Journal of Consulting and
Lambert, M. J. (1992). Implications of Clinical Psychology, 58(3), 281-287.
psychotherapy out-come research for Luborsky, L., Barber, J. P., Siqueland, L.,
eclectic and integrative psycho- Johnson, S., et al. (1996). The revised
therapies. En J. C. Norcross y M. V. Helping Alliance questionnaire
Goldfried (Eds.), Handbook of
Psychotherapy Integration. New York:
Basic Books.
Lambert, M. J. y Bergin, A. E. (1994). The
effectiveness of psychotherapy. En
A.E. bergin and S.L. Garfield (Eds.),
Handbook of psychotherapy and behavior
change (4th ed., pp. 143- 189). New
York: Wiley.
Lambert, M. J. y Bergin, A.E. (1992).
Achievements and limitations of
psychotherapy research. En D. K.
Freedheim, H.J. Freudenberger, J.W.
Kessler, S.B. Messer, D.R. Peterson,
H.H. Strupp y P.L. Wachtel (Eds.),
History of psychotherapy: A century of
change (pp. 360-390). Washington, DC:
American Psychological Association.
Lambert, M. J., Shapiro, D. A. y Bergin, A. E.
(1986). The ef-fectiveness of
psychotherapy. En S.L. Garfield y A.E.
Bergin (Eds.), Handbook of psychotherapy
and behavior change. (pp. 157-212). New
York: Wiley.
Lichtenberg, J. W. y Heck, E. J. (1986).
Methodological approaches to the
study of interpersonal influence in
counseling interaction, Dorn, Fred J.
(Ed). (1986). The social influence process in
counseling and psychotherapy. (pp. 123-
136). Springfield, US, US: Charles C
Thomas, Publisher.
Luborsky, L. (1976). Helping alliances in
psychotherapy. En J. L. Cleghorn (Ed.),
Successful psychotherapy (pp. 92-116).
New York: Brunner/Mazel.
Luborsky, L. (1994). Therapeutic alliances
as predictors of psychotherapy
outcomes: Factors explaining the pre-
dictive sucess. En A. O. Horvath y L.
S. Greenberg (Eds.), The working
alliance: Theory, research, and practice (pp.
(HAq-II): Psychometric properties. Leslie S. (Ed); Pinsof, William M. (Ed).
Journal of Psycho-therapy Practice and (1986). The psychotherapeutic process: A
Research, 5(3), 281-287. research handbook. Guilford clinical
Luborsky, L., Crits-Chistoph, P., Mintz, J. y psychology and psychotherapy series. (pp.
Auerbach, A. (1988). Who will benefit 367-390). New York: The Guilford
from psychotherapy? Predicting therapeutic Press.
outcomes. New York: Basic Books. Martin, D. J. (1999). Relation of the therapeutic
Luborsky, L., McLellan, A.T., Woody, G.E., alliance with out-come and other variables:
O’Brien, C.P. y Auerbach, A. (1985). A meta-analytic review., Ohio U, US.
Therapist success and its de-terminants. Marziali, E. (1984). Three viewpoints on the
Archives of General Psychiatry, 42, 602- therapeutic al-liance: Similarities,
611. differences, and associations with
Luborsky, L., Singer, B. y Luborsky, L. psychotherapy outcome. Journal of
(1975). Compara-tive studies of Nervous and Mental Disease, 172(7),
psychotherapies: Is it true that "every- 417-423.
one has won and all must have prizes"? Marziali, E., Munroe-Blum, H. y McCleary,
Archives of General Psychiatry, L. (1999). The effects of the
32(8), 995-1008. therapeutic alliance on the outcomes of
Lupini, L. N. (2001). Counselor-client value individual and group psychotherapy
similarity and dis-similarity, the working with borderline personality disorder.
alliance, and counseling outcome., Western Psychotherapy Research, 9(4), 424-436.
Michigan U., US. Mitchell, S. A. (1988). Relational concepts in
Mallinckrodt, B. (1991). Clients' psychoanalysis: An integration.
representations of child-hood Cambridge, MA, US: Harvard
emotional bonds with parents, social University Press.
support, and formation of the working Mitchell, S. A. (1997). Influence and autonomy in
alliance. Journal of Counseling psychoanalysis. Hillsdale, NJ, US: The
Psychology, 38(4), 401-409. Analytic Press, Inc.
Mallinckrodt, B. Coble, H. M. y Gantt, D. Mohl, P. C., Martinez, D., Ticknor, C.,
L. (1995). Working alliance, Huang, M. y Cor-dell, J. (1991). Early
attachment memories, and social dropouts from psychotherapy. Journal
competencies of women in brief therapy. of Nervous and Mental Disease, 179(8),
Journal of Counseling Psychology, 478-481.
42, 79-84. Mongrain, M. (1998). Parental
Mallinckrodt, B. y Nelson, M. L. (1991). representations and sup-port-seeking
Counselor training level and the behaviors related to dependency and
formation of the psychotherapeutic self-criticism. Journal of Personality,
working alliance. Journal of Counseling 66(2), 151-173.
Psychology, 38(2), 133-138. Muran, J. C., Segal, Z. V., Samstag, L. W. y
Marmar, C. R., Horowitz, M. J., Weiss, D. S. Crawford, C. E. (1994). Patient
y Marziali, E. (1986). The pretreatment interpersonal prob-lems
development of the Therapeutic and therapeutic alliance in short-term
Alliance Rating System, Greenberg, cognitive

anales de
psicología, 2003,
rol. 19, n° 2
(diciembre)

Você também pode gostar