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SEÑOR:
JUEZ PENAL MUNICIPAL DE BANQUILLA (COMPETENTE SEGÚN EL
DECRETO 1382 / 2000) (REPARTO)
CIUDAD.

REFERENCIA: ACCIÓN DE TUTELA


ACCIONANTE: HERMES JOSE NIEBLES PADILLA
CONTRA: ELECTRIFICADORA DEL CARIBE S.A.E.S.P.

RESPETADO SEÑOR JUEZ:

HERMES JOSÉ NIEBLES PADILLA; varón, mayor de edad, identificado con la


cédula de ciudadanía No. 85.456.982 expedida en Santa Marta (Magd), actuando en mi
propio nombre, y en representación de mi recién nacido hijo, respetuosamente acudo ante
su despacho con el fin de interponer ACCIÓN DE TUTELA, contra
ELECTRIFICADORA DEL CARIBE S.A.E.S.P., – GERENTE y/o quien haga sus
veces al momento de la presente acción, con el objeto de que se proteja mis derechos
fundamentales de: IGUALDAD (ART.13 C.N); DERECHO DE PETICIÓN (ART.23
C.N); DEBIDO PROCESO (ART. 29 C.N);A LA SALUD (ART. 11 C.N); A LA
SEGURIDAD SOCIAL, (ART.48 C.N); EN CONEXIDAD CON LA VIDA DIGNA,
(art. 11 C.N); Y LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE MI RECIÉN NACIDO
HIJO, como son: DERECHO A LA SALUD Y LA SEGURIDAD SOCIAL (ART. 44
C.N), con fundamento en los siguientes:
HECHOS

1. Que desde el Veintiséis de Enero de Dos Mil Dieciocho (2018), presente derecho de
petición a la Empresa ELECTRICACIBE S.A.E.S.P., en la que reclame, por mi
inconformidad, por haberme realizado, dicha empresa una factura bajo o sobre una
medición ESTIMADA, cuando en el sitio donde resido con mi familia, en calidad de
arrendatario, en mis casi Dos (02) años, que llevo en ese inmueble, siempre me habían
hecho una medición Real, ya que en dicho inmueble, para la medición del consumo de
energía existe un contador.
2. Que mediante, escrito de NOTIFICACIÓN POR AVISO, se medió respuesta, y en la
que se me da como respuesta, lo siguiente:
“Le citamos la Cláusula 37ª, de nuestro Contrato de Condiciones Uniformes, la cual
dice Textualmente:
ESTIMACIÓN DEL CONSUMO – Cuando, sin acción u omisión de las PARTES,
durante un periodo no sea posible medir razonablemente el consumo o cuando se
haya retirado el equipo de medida para revisión y/o calibración o este se encuentre
defectuoso, su valor podrá establecerse con base en el consumo promedio de los
últimos seis (06) meses, o con fundamento en los consumos promedios de otros
suscriptores o usuarios que estén en circunstancias similares, o con base de otro
individuales.
En concordancia con lo anterior la cláusula 14ª – DERECHO DE LAS PARTES: en su
numeral 11 (son derechos de Electricaribe, los siguientes: 12) – Obtener el pago de
toda la energía consumida, aunque no haya sido registrada”. (Subrayado y en negrilla
por fuera del texto original).

Y manifiesta dicha empresa (ELECTRICACIBE S.A.E.S.P.), en su respuesta, que en


concordancia, con lo antes transcrito y con lo establecido en el artículo 146 Inciso 2, de
la Ley 142 de 1994, la empresa estima el consumo.

Con esta respuesta se rompe todo DERECHO de los suscritores o usuarios, porque ni
en la cláusula 37ª de Contrato de Condiciones Uniformes, como tampoco La Ley 142
de 1994, en su artículo 146 Inciso 2, expresan que los valores Estimados, no se
manifiesta, que se deben hacer solo por querer de las EMPRESAS DE SERVICIOS
2

PUBLICOS, sino que tanto en las normas antes citas (Cláusula 37ª, de Contrato de
Condiciones Uniformes, ESTIMACIÓN DEL CONSUMO; como en la Ley 142 de 1994,
Inciso 2), establece causas que se tienen que dar o razones que se exigen para que sea
haya podido realizar la Medición del consumo, y que por ningún lado se observa en
respuesta de del escrito de fecha 12 de Febrero de 2018, que la empresa accionada, no
manifiesta por qué no se hizo medición del mes en reclamo, y que se hizo solo por
voluntad propia sin ninguna razón o causa que lo justifique, aunque el contador para esa
época se encontraba en funcionamiento, y sin ninguna observación del funcionamiento
(malo o defectuoso) al medidor o contador por parte de ELECTRICARIBE.
3. Que contra la respuesta antes mencionada por la entidad accionada
(ELECTRICARIBE S.A.E.S.P.), interpuse dentro del término legal, Recurso de
Reposición en subsidio el de Apelación, el cual mediante NOTIFICACIÓN POR
AVISO, de fecha 09 de Marzo de 2018, la cual se me fue entregado, el día 12 de Marzo
de 2018, por la empresa ELECTRICARIBE, me notifico y me comunico de la
respuesta al recurso antes indicado, en la que se me expresa, que no se me puede dar
curso al Recurso de Reposición interpuesto, porque al momento de ser instaurado dicho
recurso, se encontraba una deuda pendiente, y me manifestaron que podía hacer uno del
recurso de Queja, ante la SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS
DOMICILIARIO, y para ese entonces, tuve un desmayo, lo que me llevo a que, por
orden médica, fuera hospitalizado, primero en la Clínica de MERCED de
Barranquilla, y posteriormente remitido a la Clínica Iberoamérica de esta Ciudad, ya
que como soy paciente CRÓNICO, de CARDIOPATIA ISQUEMICA CRONICA
(Anexo el Informe médico), y al mismo tiempo estaba padeciendo de una
PAROTIDITIS, que me tenía hospitalizado en el establecimiento Clínico antes
descrito.
4. Que el 19 de Abril de 2018, y de conformidad con lo establecido en la Ley 1564 de
2012, artículo 159, numeral 2, el cual indica lo siguiente:

ARTÍCULO 159. CAUSALES DE INTERRUPCIÓN. El proceso o la actuación


posterior a la sentencia se interrumpirá:

1. Por muerte, enfermedad grave o privación de la libertad de la parte que no haya


estado actuando por conducto de apoderado judicial, representante o curador ad
lítem.

De esta manera interpuse el Recurso de Queja, ante la respectiva


SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS (Anexo la
interposición del Recurso de Queja, al presente escrito).
5. Que a partir de la interposición del Recurso de Queja, ante la
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOCMILIARIO, la
empresa ELECTRICARIBE, ordenó la suspensión del servicio de energía, en el
inmueble en el cual mi familia (mí esposa y mi hijo menor de edad (Un año y Tres
meses) y yo habitamos.
6. Que el Siete (07) de Mayo de 2018, presente ante la empresa ELECTRICARIBE,
Derecho de Petición, para que se me fuera resuelta, y sin que hasta la presente se haya
la entidad accionada pronunciado.
7. Que el día Once (11) de mayo de Dos Mil Dieciocho (2018), que aunque se le dijo a
los contratista de electricaribe, que se estaba al día, y que la única factura que esteba
pendiente, era una que estaba bajo el recurso de Queja, ante la
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS, y que
ese recurso estaba en trámite como se podía ver en la página de Internet, de la misma
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS, asi que
no podía existir la posibilidad de que se diera la SUPENSIÓN, y también le manifesté,
que mi hijo menor estaba enfermo y que solo él tenía Un (01) año y Tres 03) de nacido
(sujeto de especial protección constitucional), solamente la gente de electricaribe,
exteriorizaron, que esa era la orden, y que ellos la iban a llevar acabo la suspensión y
la llevaron a cabo. (anexo Certificación expedida por la SUPERINTEDENCIA DE
3

SERVICOS PUBLICOS DOMICILIARIOS, en que la Queja se encuentra en


tramite).
8. Que así también le declaré, que yo era un paciente, que había sufrido de Dos (02)
enfermedades CRÓNICAS (CARDIOPATIA ISQUEMICA Y HIPERTENCIÓN
ARTERIAL) (anexo al presente documento Copia del informe, de mi médico
Tratante), y por lo cual, la sofocación para una persona como yo, podía incidir en mi
estado de salud.
9. Que de conformidad a la JURISPRUDENCIA DE LA CORTE
CONBSTITUCIONAL, las personas que son sujetas de una protección especial, y que
tiene raigambre Constitucional, entre ellas están los NIÑOS y las NIÑAS, y asi se deja
plasmado por el máximo rector de lo Constitucional, en sentencia T-761/15, de fecha
once (11) de diciembre de dos mil quince (2015), M.P: ALBERTO ROJAS RIOS, y en
donde se le ordena a las empresas de servicios público, en especial a Electricaribe:
Protección del flujo de energía en conexidad con derechos como la vida en
condiciones de dignidad y la salud.

En el primer escenario la Corte ha señalado que las entidades, públicas o privadas,


que participan del mercado eléctrico del país, concretamente aquellas que se encargan
de la distribución1, no deben interrumpir el suministro de energía eléctrica en casos en
que esta medida coercitiva implique vulneraciones o amenazas de vulneración de
derechos fundamentales de sujetos de especial protección constitucional, o cuando la
suspensión recae en establecimientos públicos como centros penitenciarios y
carcelarios2, hospitales3 o entidades educativas4.

En estos eventos la jurisprudencia constitucional presume que la suspensión del


servicio público de energía eléctrica tiene como consecuencia la vulneración de otros
derechos fundamentales, como la vida en condiciones de dignidad, la alimentación, o
la salud. En Sentencia T-1205 de 20045, la Corte estudió la acción de tutela presentada
por el representante legal de un hospital público que sufría cortes intermitentes, y
racionamiento de la energía eléctrica, toda vez que adeudaba varias facturas
acumuladas.

En dicha providencia la Sala de Revisión precisó que el incumplimiento en el pago de


varias facturas del servicio de energía eléctrica es un debate, en principio,
estrictamente contractual y en esa medida de orden legal. En este orden solo en
determinados casos, la mora en la cancelación de las facturas de la energía eléctrica
adquiere carácter constitucional y conlleva a que no se suspenda el suministro, el cual
por regla es continuo e ininterrumpido. Al respecto la Corte se pronunció en los
siguientes términos:

“El servicio público de energía se caracteriza también por la continuidad en su


prestación, razón por la cual no puede interrumpirse ese servicio, sobre la base de
que exista el incumplimiento de las obligaciones pecuniarias que le corresponde

1
Cfr. Sentencia C- 587 de 2014
2
Cfr. Sentencias T-881 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett, ver igualmente la Sentencia T-235 de
1994, M.P. Antonio Barrera Carbonell
3
T-881 de 2002: señaló en aquella ocasión: “En efecto, ordenó a Electrocosta abstenerse de "realizar
cualquier tipo de conductas dirigidas al racionamiento, suspensión o corte en el servicio de suministro de
energía al Hospital, al Acueducto y a los establecimientos de seguridad terrestre (bienes constitucionalmente
protegidos), del municipio del Arenal (Bolívar), sin importar que las mismas tengan o no su origen en el
incumplimiento de las obligaciones contractuales por parte de los mencionados establecimientos o del
Municipio del Arenal".
4
En la Sentencia T-380 de 1994, M.P. Hernando Herrera Vergara, la Corte consideró que la suspensión del
servicio de energía de un colegio público constituía una violación al derecho a la educación de sus estudiantes
y, por tanto, previno a la empresa de energía para que cuando estuviera de por medio el derecho a la
educación se abstuviera de cortar el servicio. Este precedente es reiterado en la Sentencia T-018 de 1998,
M.P. Carlos Gaviria Díaz, en la cual se ordenó a la empresa prestadora el restablecimiento del servicio a un
establecimiento educativo de naturaleza pública.
5
M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra
4

asumir, máxime cuando además su interrupción genera la afectación o vulneración


de un derecho fundamental. Con el servicio público de energía, se garantiza la
satisfacción de las necesidades esenciales de las personas y el goce del derecho
fundamental a la dignidad humana en el sentido social o de otros derechos
fundamentales, sobre todo cuando de su prestación efectiva dependen las
condiciones normales de prestación de otros servicios públicos, o las condiciones
necesarias para el funcionamiento de la sociedad.” (Negrilla fuera del texto)

Son dos eventos en los que una empresa de servicios públicos debe abstenerse de
realizar la suspensión del suministro de energía: (i) cuando se trata de comunidades
como hospitales, cárceles y establecimientos educativos; y (ii) en casos de sujetos de
especial protección constitucional. Siempre será el juez constitucional, quien, en
atención a las especificidades del caso, evalué y determine cuando se está frente a una
vulneración de derechos fundamentales por la suspensión del servicio de electricidad.
Así lo concluyó la providencia comentada:

“En todo caso corresponderá al juez de tutela analizar los hechos y circunstancias
de cada asunto en particular, teniendo en cuenta el grado de vulneración de los
derechos fundamentales involucrados y las especiales condiciones en que se
encuentren las personas afectadas.”6

La Corte estuvo frente a esta hipótesis, en Sentencia T-270 de 20077 en la que le


correspondió determinar si la suspensión del servicio de energía eléctrica implicaba
una vulneración a los derechos a la vida en condiciones de dignidad y a la salud, de
una mujer diagnosticada con insuficiencia renal y quien debía realizarse diálisis
ambulatorias en su domicilio, pero adeudaba a la empresa de servicios públicos una
cifra cercana al millón de pesos. En aquella ocasión las Empresas Públicas de
Medellín habían propuesto varias alternativas para financiar su deuda, sin embargo, la
demandante argumentó que ésta no era una opción válida, puesto que no estaba en
condiciones de asumir ninguna carga económica dada sus precarias condiciones.
Y en la citada jurisprudencia se le da una, prerrogativa especial, a los sujetos de especial
protección, como son los niños y niñas, derechos que ustedes están violando con la
suspensión del servicio, estando al día con dichos pagos.

10. Que ahora bien, el concepto CONCEPTO SSPD-OJ-2005-234 DE 2005, de fecha


mayo 20 de 2005, en el que se expresa lo siguientes:

“ 1. INTERPRETACIÓN DEL INCISO 2° DEL ARTÍCULO 155 DE LA LEY 142 DE


1994

El artículo 155 de la Ley 142 de 1994 dispone:

ARTICULO 155.- Del pago y de los recursos. Ninguna empresa de servicios públicos
podrá exigir la cancelación de la factura como requisito para atender un recurso
relacionado con ésta. Salvo en los casos de suspensión en interés del servicio, o cuando
esta pueda hacerse sin que sea falla del servicio, tampoco podrá suspender, terminar o
cortar el servicio, hasta tanto haya notificado al suscriptor o usuario la decisión sobre los
recursos procedentes que hubiesen sido interpuestos en forma oportuna.

Sin embargo, para recurrir el suscriptor o usuario deberá acreditar el pago de las sumas que
no han sido objeto de recurso, o del promedio del consumo de los últimos cinco
períodos.

La Oficina Jurídica en Concepto SSPD-OJ-2004-545 sobre el particular indicó lo siguiente:

6
T-1205 de 2004
7
M.P. Jaime Araujo Rentería
5

“En primer término hay que advertir que el texto subrayado fue declarado exequible por la
Corte Constitucional mediante Sentencia C-558 de 2001 con la condición que las sumas
objeto de discusión no correspondan al promedio de consumo de los últimos cinco
períodos.

“Ahora bien, con relación al pago previo de las sumas no adeudadas, como requisito para
dar trámite a la petición o el recurso, la Corte Constitucional en la Sentencia C- 558 de
2001 señalo lo siguiente:

‘Desde luego que si el suscriptor o usuario aceptó deber una parte de las sumas liquidadas
en la factura, lo lógico y jurídico es que las pague, para luego sí acceder al recurso o
recursos correspondientes. Pues no se ve razón válida ni suficiente para que un suscriptor
o usuario que dice deber parcialmente una factura, pretenda luego desatender el pago de
los servicios que él reconoce hacer recibido, so pretexto de hallarse en trance de
impugnación, ya que tal conducta no consulta las premisas del artículo 155 de la ley de
servicios, ni le hace honor a la posición que desde un principio él asumió libremente frente
a las sumas facturadas.
(....)
Yendo más al fondo de las cosas debe estimarse también el hecho de que la aceptación
parcial de determinados valores por parte del suscriptor o usuario tiene una génesis
contractual que habilita a la empresa para exigirle el pago oportuno de los bienes y
servicios suministrados y no discutidos, pues no otra cosa se infiere del artículo 128 de la
ley de servicios que al definir el contrato de condiciones uniformes prevé a cargo del
usuario la obligación de pagar un precio en dinero por el servicio recibido. Lo que por
otra parte no obsta para que en los eventos de gran iliquidez del suscriptor o usuario
pueda acudirse al expediente de la dación en pago

Un precepto en contrario sí constituiría injustificado privilegio a favor de quienes, pese al


reconocimiento parcial de su deuda, pudieran reclamar y recurrir sin erogación previa
alguna, al paso que aquellos que hubiesen aceptado el total de la factura sí estarían
obligados a realizar el pago oportuno, so pena de verse sometidos a la correspondiente
acción ejecutiva. Por lo demás, el fiat pecuniario que persigue el actor atentaría
gravemente contra la viabilidad financiera y operativa de los prestadores de servicios
públicos domiciliarios, llevándose de calle además la necesaria contraprestación
contractual que subyace a la progresiva cobertura y calidad de los servicios públicos que
todos los habitantes del país anhelan.

Conforme a lo expuesto, el usuario esta en la obligación de pagar previamente a la


presentación de la petición o del recurso las sumas que no son objeto de reclamo, so pena
de que la empresas se abstenga de darles trámite y proceda a suspender el servicio. De no
ser así, perdería eficacia la previsión del inciso 2º del artículo 155 ya que quedaría librada a
la voluntad del usuario el pago o no de las sumas que no son objeto de reclamo.

2. EL RECURSO PUEDE RECHAZARSE SI EL USUARIO NO ACREDITA EL


PAGO DE LAS SUMAS NO OBJETO DE RECLAMACIÓN

Según el artículo 154 de la Ley 142 de 1994, los recursos proceden contra las decisiones
que afectan la prestación del servicio o la ejecución del contrato. En particular contra los
actos de negativa del contrato, suspensión, terminación, corte y facturación.

En el artículo 153 de la Ley 142 de 1994 se previó que todas las personas prestadoras de
servicios públicos domiciliarios constituirán una “Oficina de Peticiones, Quejas y
Recursos”, la cual tiene la obligación de recibir, atender, tramitar y responder las peticiones
o reclamos y recursos verbales o escritos que presente n los usuarios, los suscriptores o los
suscriptores potenciales en relación con el servicio o los servicios que prestan.
6

Así mismo, esta norma señala que”las peticiones y recursos serán tramitados de
conformidad con las normas vigentes sobre derecho de petición”.

Según el artículo 52 del C.C.A., los requisitos para interponer un recurso son:

1. “Interponerse dentro del plazo legal, personalmente y por escrito por el interesado o
su representante legal o apoderado debidamente constituido; y sustentarse con expresión
concreta de los motivos de inconformidad, y con indicación del nombre del recurrente.
2. Acreditar el pago o el cumplimiento de lo que el recurrente reconoce deber; y
garantizar el cumplimiento de la parte de la decisión que recurre cuando ésta sea exigible
conforme a la ley.
3. Relacionar las pruebas que se pretende hacer valer.
4. Indicar el nombre y la dirección del recurrente.”

Por otra parte, el artículo 155 de la Ley 142 de 1994 establece que el usuario debe cancelar
las sumas no objeto de reclamación, en los siguientes términos:

“Del pago y de los recursos. Ninguna empresa de servicios públicos podrá exigir la
cancelación de la factura como requisito para atender un recurso relacionado con ésta.
Salvo en los casos de suspensión en interés del servicio, o cuando esta pueda hacerse sin
que esta sea falla en el servicio, tampoco podrá suspender, terminar o cortar el servicio,
hasta tanto haya notificado al suscriptor o usuario la decisión sobre los recursos
procedentes que hubiesen sido interpuestos en forma oportuna. (Subrayado es nuestro)
Sin embargo, para recurrir el suscriptor o usuario deberá acreditar el pago de las sumas
que no han sido objeto de recurso, o del promedio del consumo de los últimos cinco
periodos.”

En este orden de ideas se debe entender que acreditar el pago de las sumas no objeto de
reclamación es un requisito de procedibilidad del recurso. En los términos del artículo 53
del C.C.A. se pueden rechazar los recursos cuando éstos no cumplen con los requisitos del
artículo 52 del C.C.A. Sin embargo, es obligación de la empresa informar e ilustrar
suficientemente a los usuarios sobre los requisitos para presentar los derechos de petición y
recursos, con el fin de mejorar sus niveles de atención a los usuarios.

Si la empresa admitió el derecho de petición o el recurso de un usuario que no acreditó el


pago de la sumas que no son objeto de reclamación, no podrá suspender el servicio
público por esta razón, pero el cobro de esas sumas podrá hacerse en la factura
siguiente” (Subrayada y en negrilla por fuera del original).

11. Que como se puede ver, analizando este concepto, el cual fue expedido por
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIO, la
empresa ELECTRICARIBE, me ha violado flagrantemente mis derechos
fundamentales y asi como también los derechos de mi menor hijo.
12. Que nunca he sido objeto de notificación del acto de SUSPENCIÓN DEL SERVICIO
DE ENERGÍA, por parte de ELECTRICARIBE, asi mismo la Corte Constitucional
se ha referido acerca de la SUSPENCIÓN DEL SERVICIO DE ENERGÍA de la
siguiente manera:
Para ese efecto es importante tener en cuenta que según la Constitución el debido
proceso se aplicará a “toda clase de actuaciones judiciales y administrativas” (CP art.
29). La relevancia de esta norma constitucional para un proceso como este, estriba en
que las actuaciones de las empresas de servicios públicos domiciliarios, cuando
implican la suspensión, el corte o la terminación de la prestación de dichos servicios,
se componen de actos administrativos, razón por la cual están sujetas al debido
proceso.8 En ese sentido, cuando una empresa de servicios públicos domiciliarios

8
Sentencia C-558 de 2001 (MP. Jaime Araújo Rentería. Unánime). En esa sentencia, la Corte sostuvo: “[…]
7

procede a suspender, cortar o terminar la prestación de uno de sus servicios, debe


respetar entre otros límites protegidos por la Constitución el derecho de todo usuario a
“la defensa” (CP art. 29). En un ámbito como el de prestación de servicios públicos
domiciliarios, este derecho a la defensa implica ante todo el derecho del usuario “a ser
oíd[o]”, según la fórmula de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (arts.
8.1. CADH y 93 CP).9

Ahora bien, la garantía del derecho de los suscriptores a ser oídos exige que se les
ofrezca una oportunidad para cuestionar los actos de suspensión, terminación o corte
de los servicios públicos. Pero la empresa no tiene libertad absoluta para definir cómo
ha de garantizar ese derecho, o en qué momento es propicio tener en cuenta el punto de
vista de los usuarios. La Constitución establece expresamente que debe ser la ley la
encargada de determinar “los deberes y derechos de los usuarios”, así como de definir
“el régimen de su protección” (CP art. 369). Por lo mismo, las empresas de servicios
públicos domiciliarios deben atenerse a este respecto a lo que disponga el legislador.
Es el Congreso, entonces, el autorizado en principio para determinar dentro de los
límites constitucionales cuál es el alcance del derecho de los usuarios de servicios
públicos a ser oídos en los casos de suspensión, terminación y corte de los servicios
públicos domiciliarios.

En ese sentido, conviene no perder de vista que la Ley 142 de 1994, ‘Por la cual se
establece el régimen de los servicios públicos domiciliarios y se dictan otras
disposiciones’, regula la prestación de servicios públicos domiciliarios, y contempla
algunos de los derechos de los usuarios. Entre estos, está el derecho de todo usuario a
interponer recursos “para obligar a la empresa a revisar ciertas decisiones que
afectan la prestación del servicio o la ejecución del contrato” (Ley 142 de 1994 art.
154). ¿Cuáles decisiones pueden ser recurridas? Según la misma Ley, los recursos
proceden contra un grupo de actos, dentro del cual es preciso destacar los actos de
“suspensión, terminación, corte y facturación que realice” la empresa de servicios
públicos (ídem). En específico, contra estos actos proceden “el recurso de reposición,
y el de apelación en los casos en que expresamente lo consagre la ley” (ídem). Así, a
partir de estas normas, es posible colegir razonablemente que los usuarios de servicios
de energía eléctrica prestados por Electricaribe S.A., tenían en este caso derecho a
instaurar recursos contra el acto que contenía la decisión de suspender, terminar o
cortar dicho servicio.

Pero para garantizarles a los usuarios un derecho real y efectivo a presentar los
recursos de ley, es necesario que se cumplan además otros tres deberes. Primero, a los
usuarios se les deben notificar los actos de suspensión, terminación o corte de
servicios. De un lado porque así lo exige el principio de publicidad que rige la función
administrativa (CP art. 209), y de otro porque el derecho de los suscriptores a ser

El ejercicio de la función administrativa por parte de todas las empresas y entidades prestadoras de
servicios públicos domiciliarios encuentra una preceptiva mucho más comprensiva en el inciso primero del
artículo 154 de la ley 142, que al respecto permite circunscribir como actos administrativos propios de tales
empresas y entidades los de negativa del contrato, suspensión, terminación, corte y facturación, y por
supuesto, las decisiones que se produzcan en sede empresarial con ocasión del recurso de reposición”. Que
estas empresas están sujetas al debido proceso constitucional, lo ratifica el hecho de que la Corte ha sostenido
en más de una ocasión que empresas de servicios públicos domiciliarios lo han violado. Ver, por ejemplo, la
sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis), en la cual la Corte tuteló el derecho al debido proceso
de un usuario de servicios públicos domiciliarios.
9
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) fue aprobada mediante la Ley 16 de 1972.
Dice, en su artículo 8.1. “[a]rtículo 8. Garantías judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter”. El artículo 93 de la Constitución establece que los derechos consagrados en la
Carta –y el derecho al debido proceso es uno de ellos- “se interpretarán de conformidad con los tratados
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia”. Y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos es uno de esos tratados.
8

oídos sería ineficaz si los actos recurribles de las empresas de servicios públicos
domiciliarios no se les dieran a conocer. Los suscriptores tienen derecho a ser
notificados de los actos de suspensión, porque eso facilita las condiciones para que
ejerzan su derecho a interponer los recursos de ley. Segundo, la garantía del derecho a
un recurso contra este tipo de actos exige el respeto al derecho de los usuarios a que se
les informe, en el texto de notificación del mismo, cuáles recursos proceden en su
contra, ante quiénes pueden ser instaurados y en qué plazo.10 La jurisprudencia de esta
Corte ha sostenido que si un acto que conlleve la suspensión de servicios públicos se
intenta notificar sin esta formalidad, se entiende por no hecha, y la decisión se
considera que no tiene efectos legales.11 Finalmente, en el acto debe expresarse el
motivo de la suspensión, terminación o corte del servicio.12

Por ejemplo, en la sentencia T-1108 de 2002,13 la Corte tuteló el derecho al debido


proceso de un usuario de servicios públicos domiciliarios al que le habían suspendido
el servicio de energía eléctrica por falta de pago, “sin aviso, ni notificación”. En ese
contexto, la Corporación sostuvo que a partir de los “artículos 130, 140, 152, 153 y
154 Ley 142 de 1994, artículos 18 y 19 Ley 689 de 2001; 44 y 47 C.C.A”, era posible
aseverar que entre los derechos de los usuarios, protegidos por el derecho fundamental
al debido proceso administrativo, se encontraba el derecho a instaurar un recurso, a
ser notificado de los actos contra los que dichos recursos cabían y a ser informado
debidamente sobre los recursos procedentes. Así lo señaló la Corte en su decisión:

“[…] En definitiva, las empresas en mención pueden suspender, parcial o


totalmente, la prestación de los servicios que prestan por falta de pago de los
usuarios y suscriptores de las facturaciones emitidas, pero para el efecto están
en el deber de observar estrictamente el procedimiento que les permite hacer su
uso de esta prerrogativa, cual es –artículos 130, 140, 152, 153 y 154 Ley 142 de
1994, artículos 18 y 19 Ley 689 de 2001; 44 y 47 C.C.A.-:

10
El artículo 47 del Código Contencioso Administrativo vigente cuando ocurrieron los hechos, decía: “[…]
En el texto de toda notificación o publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las
decisiones de que se trate, las autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo”. Por
cierto, en este caso las normas aplicables son las del Código Contencioso contenido en el Decreto ley 1 de
1984 y sus reformas, pues el actualmente vigente y aplicable, contenido en la Ley 1437 de 2011, sólo entró en
vigor el dos (2) de julio del presente año, y rige únicamente para los procedimientos y las actuaciones
administrativas iniciados después de esa fecha, según su artículo 308. Este último dice, al respecto: “[e]l
presente Código comenzará a regir el dos (2) de julio del año 2012. || Este Código sólo se aplicará a los
procedimientos y las actuaciones administrativas que se inicien, así como a las demandas y procesos que se
instauren con posterioridad a la entrada en vigencia. || Los procedimientos y las actuaciones administrativas,
así como las demandas y procesos en curso a la vigencia de la presente ley seguirán rigiéndose y culminarán
de conformidad con el régimen jurídico anterior”. Lo que sustrae este caso del imperio de la nueva
Codificación, pues las actuaciones a las que se refieren los hechos de esta tutela ocurrieron en la primera
mitad del año dos mil doce, antes de su entrada en vigencia.
11
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). Ver también la sentencia T-1023 de 2007 (MP.
Manuel José Cepeda Espinosa). En esa oportunidad, la Corte Constitucional sostuvo que era ineficaz un acto,
en virtud del cual se produjo una suspensión en la prestación de un servicio público (el de salud) a una
persona, porque en el acto o en el texto de la notificación no se decía cuáles eran los recursos que cabían en su
contra, ni ante quiénes podían instaurarse, ni en qué termino. La Corte indicó: “[…]el acto administrativo que
concluya con el trámite debe notificarse de conformidad con los requisitos legales, dentro de los que se halla
uno primordial, indispensable de cara al ejercicio del derecho de contradicción, esto es, el expresado por el
artículo 47 del Código Contencioso Administrativo, a cuyo tenor: ‘En el texto de toda notificación o
publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las decisiones de que se trate, las
autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo’. El resultado de inobservar este
último requerimiento legal, según el artículo 48 del Contencioso, es que ‘no se tendrá por hecha la
notificación ni producirá efectos legales la decisión’”. Y luego dijo: “[…] cuando se le comunicó la orden
1033 de 2006, ni en el acto administrativo, ni en la notificación efectuada se expresan los recursos que
procedían contra aquél, razón por la cual el acto no produce los efectos pretendidos”. Por lo mismo, tuteló el
derecho al debido proceso.
12
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). En ese caso, la Corte tuteló el derecho al debido
proceso, entre otras razones “[…] porque los actos administrativos deben motivarse, y tanto el INPEC como
el accionante desconocen las razones que condujeron a la accionada a suspender el servicio, no obstante
haber recibido el abono acordado”.
13
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
9

[…]
b) Si el usuario o suscriptor incumple con su obligación de pagar la facturación
emitida por la empresa, por concepto del servicio prestado, oportunamente, es
decir dentro del término previsto en el contrato, la prestadora está en la
obligación de suspender la prestación del servicio “sin exceder en todo caso de
dos (2) períodos de facturación en el evento en que ésta sea bimestral y de tres
(3) períodos cuando sea mensual (..)”.

Las decisiones de suspender la prestación de los servicios, total o parcialmente,


como actos derivados de las prerrogativas que les han sido conferidas a las
prestadoras para la debida prestación del servicio, son actos administrativos, y
también lo son las decisiones que resuelven los recursos interpuestos contra
éstos.

Los actos administrativos de carácter particular se notifican personalmente al


interesado, a su representante, o apoderado. Y, en el texto de la notificación, se
deberá indicar los recursos que proceden contra la decisión, las autoridades
ante quienes pueden interponerse, y los plazos para hacerlo.
[…]
En consecuencia, cuando las empresas de servicios públicos domiciliarios
proceden a la suspensión del servicio […] sin permitirle al usuario o suscriptor
afectado ejercer su derecho a la defensa, éste puede acudir ante el Juez
Constitucional, invocando el restablecimiento de sus garantías constitucionales,
salvo que la actuación administrativa pueda ser demandada por el usuario, o
que el particular pretenda simplemente la reparación del perjuicio, porque en
este caso es a la jurisdicción de lo contencioso administrativo, a la que compete
tal restablecimiento”.14

Por lo demás, en la sentencia C-150 de 2003, al examinar la constitucionalidad del


parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994, adicionado por el artículo 18 de la
Ley 689 de 2001, en virtud del cual las empresas de servicios públicos están obligadas
a suspender el servicio del usuario o suscriptor que incumpla “su obligación de pagar
oportunamente los servicios facturados dentro del término previsto en el contrato, el
cual no excederá dos períodos consecutivos de facturación”, la Corte sostuvo que esta
prerrogativa era constitucional. No obstante, especificó que lo era siempre y cuando en
su aplicación a situaciones concretas se respetara “el derecho al debido proceso de los
usuarios de buena fe, específicamente los derechos de defensa y contradicción”. Y el
respeto por estos derechos significa, según esta misma decisión de la Corte, el derecho
de “los usuarios o suscriptores [a] contradecir efectivamente tanto las facturas a su
cargo15 como el acto mediante el cual se suspende el servicio16 y también obligan a las
empresas prestadoras de servicios públicos a observar estrictamente el procedimiento
que les permite suspender el servicio17. El derecho al debido proceso incorpora
también el derecho a que se preserve la confianza legítima del usuario de buena fe en
la continuidad de la prestación del servicio si éste ha cumplido con sus deberes18”.19

14
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
15
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-485 de 2001 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la
Corte analizó el derecho de los usuarios a que sus recursos sean resueltos antes de que se les corte el
servicio. De igual manera los artículos 152 a 158 de la Ley 142 de 1994 versan sobre los derechos de defensa
del usuario en sede de la empresa”.
16
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-881 de 2002 (MP Eduardo Montealegre Lynett), la
Corte sostuvo que "contra el acto de suspensión del servicio que realice la empresa proceden los recursos de
reposición, y de apelación"”.
17
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-1108 de 2002 (M.P. Álvaro Tafur
Galvis), donde se desarrolló ampliamente el tema”.
18
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-730 de 2002 (M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa)”.
19
Sentencia C-150 de 2003 (MP. Manuel José Cepeda Espinosa. SPV. Alfredo Beltrán Sierra y Clara Inés
Vargas Hernández. SV. Jaime Araújo Rentería).
10

En efecto, el derecho al debido proceso de los usuarios o suscriptores de servicios


públicos no es un fin en sí mismo, sino un instrumento al servicio de los demás
derechos fundamentales. Estos últimos se salvaguardan si existe una prestación
eficiente y continua de servicios públicos domiciliarios de calidad. El derecho al
debido proceso sirve para evitar posibles errores de las empresas prestadoras de
servicios públicos, en tanto les da oportunidad de conocer información y opiniones de
los usuarios, que pueden resultar útiles o necesarias para determinar si debe
suspenderse, terminarse o cortarse un servicio público domiciliario. Así, el derecho a
un recurso contribuye a evitar que se le suspenda o corte el servicio al propietario de
un inmueble por deudas con la empresa de servicios, cuando no esté obligado a pagar
por ellas debido a su buena fe.20 El derecho a un recurso también podría evitar que al
propietario de un inmueble se le suspenda el servicio, de suerte que no se cause como
efecto un desconocimiento de derechos constitucionales a sujetos de especial
protección.21 También contribuiría a impedir la suspensión de servicios que sean
precisos para el funcionamiento de hospitales u otros establecimientos especialmente
protegidos,22 o para que no se afecten gravemente las condiciones de vida de toda una
comunidad.
Pues bien, esta finalidad se puede alcanzar en muchos casos con un aviso previo
adecuado. Si hay algo incorrecto en el monto de una facturación, o si existe un
problema asociado con quién debe asumir una deuda, o incluso si el usuario es un
establecimiento especialmente protegido por la Constitución (como un hospital o una
cárcel), luego del aviso previo y antes de la fecha prevista para la suspensión o corte
del servicio por no pago oportuno, podrían ponerse estas circunstancias de manifiesto
ante la empresa de servicios públicos domiciliarios con el fin de que ésta ajuste su
actuación a la ley y a la Constitución. Asimismo, si hay un sujeto de especial
protección y la suspensión o corte de un servicio público domiciliario tiene la
potencialidad de producir un desconocimiento de sus derechos fundamentales, estas
circunstancias también podrían ponerse de presente ante las empresas de servicios
públicos dentro del término estipulado en el aviso previo. Y globalmente cualquier otra
circunstancia similar se podría plantear en ese interregno. Un aviso previo adecuado
es suficiente para garantizar el derecho de defensa.

20
Sentencia T-028 de 2010 (MP. Nilson Pinilla Pinilla). En esa oportunidad, la empresa de servicios públicos
domiciliarios demandada suspendió el servicio que venía prestándole a una vivienda, que recientemente había
adquirido una persona en un remate. La razón era que el propietario anterior del bien inmueble debía cuotas
de un acuerdo de pago que había suscrito con la empresa, y que autorizaba a esta para suspenderle el servicio.
La Corte sostuvo entonces que el servicio no podía ser suspendido en un caso así: “[…]el propietario ahora
afectado no fue a su vez usuario del servicio dejado de cancelar, y cuando lo requiere, la empresa le exige
pagar la deuda total del inmueble adquirido por remate, caso en el cual es atinente aplicar la regla sobre
ruptura de solidaridad prevista en el artículo 130 de la Ley 142 de 1994, modificado por el 18 de la Ley 689
de 2001.|| Tal solidaridad se predica respecto de dos períodos de facturación insolutos, de tal manera que en
adelante no se puede constreñir al propietario no usuario a cancelar la deuda total, lo que significa que sí la
empresa no suspendió el servicio luego de vencido ese lapso de facturación, pierde su derecho de exigirle al
no usuario el pago total de la deuda”.
21
Sentencia C-150 de 2003 (MP. Manuel José Cepeda Espinosa. SPV. Alfredo Beltrán Sierra y Clara Inés
Vargas Hernández. SV. Jaime Araújo Rentería). En esa oportunidad, la Corte condicionó la exequibilidad de
las normas que exigen la suspensión por falta de pago a que se interpreten en el sentido de que no autorizan a
las empresas de servicios a proceder a dicha suspensión, cuando esta traiga “como consecuencia el
desconocimiento de derechos constitucionales de sujetos especialmente protegidos o, impida el
funcionamiento de hospitales y otros establecimientos también especialmente protegidos en razón a sus
usuarios, o afecte gravemente las condiciones de vida de toda una comunidad”.
22
Sentencia T-881 de 2002 (MP. Eduardo Montealegre Lynett). En ese fallo, la Corte resolvía una tutela por
suspensión del servicio público de electricidad en una cárcel por falta de pago. La Corporación consideró que
la suspensión no podía tener lugar: “[…] mientras no se adapta un sistema que permita mantener de manera
continua la prestación del servicio de energía a los establecimientos constitucionalmente protegidos:
Hospital, acueducto y establecimientos de seguridad terrestre, en el municipio de El Arenal, esta Sala
prevendrá a la empresa Electrocosta S.A. E.S.P., por medio de la notificación del presente fallo al
representante legal de la misma, para que se abstenga de realizar conductas que tengan como consecuencia
mediata o inmediata, la privación del suministro de energía a los referidos establecimientos
constitucionalmente protegidos, sin importar que dicha conducta tenga o no su origen en el incumplimiento
de las obligaciones contractuales por parte de las mismas entidades o del Municipio del Arenal”.
11

Eso sí, debe tratarse de un aviso previo adecuado. Por lo cual no basta con un aviso
previo, si no satisface las exigencias antes mencionadas: si en el acto en el que está
contenido no aparecen los motivos de la suspensión, ni los recursos que proceden en
contra del acto de suspensión, ni ante qué autoridad pueden instaurarse estos últimos o
en qué término pueden ser intentados, se viola el derecho al debido proceso. El sólo
aviso previo de eventual suspensión, sin más especificaciones que contribuyan a
asegurar el derecho a la defensa, no podría considerarse por sí solo como una
notificación en debida forma, y el acto de suspensión, terminación o corte que así
pretende notificarse no está llamado a producir efectos legales.(C.Const, sent. T-
793/12, Once (11) de Octubre de 2012, M.P: MARIA VICTORIA CALLE CORREA).

13. Y que hasta la presente no me encuentro en mora en ninguno de los meses, como asi
hago llegar los correspondientes recibos de caja, expedidos por la empresa de servicio
público ELECTRICARIBE, y sus pagos efectuados.

PETICIÓN

Que con fundamento a los hechos antes descritos, y muy respetuosamente, me permito
peticionarle lo siguiente:

PRIMERO.-Tutelar los derechos fundamentales de mi hijo menor de edad, y los míos


IGUALDAD (ART.13 C.N); DERECHO DE PETICIÓN (ART.23 C.N); DEBIDO
PROCESO (ART. 29 C.N);A LA SALUD, A LA SEGURIDAD SOCIAL, (ART.48
C.N); EN CONEXIDAD CON LA VIDA DIGNA, Y LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES DE MI RECIÉN NACIDO HIJO, como son: DERECHO A LA
SALUD Y LA SEGURIDAD SOCIAL (ART. 44 C.N),
Que se sirva realizar la reconexión del servició de energía.
SEGUNDO.- En consecuencia que se Ordene, la eliminación por completo de la Orden de
SUSPENSIÓN DEL FUIDO ENERGETICO, en el inmueble en que habito, con mi
familia, por las razones antes expuesta y por la violación de nuestros derechos
fundamentales, de que hemos sido objeto, mi familia y en especial mi hijo (menor de
edad) y yo, por parte de la empresa ELECTRICARIBE.

MEDIDA PROVISIONAL

De manera comedida y en virtud de lo dispuesto en el artículo 7 del Decreto 2591 de 1991,


fundamento además en la urgencia que el caso amerita, le ruego Ordenar, como MEDIDA
PROVISIONAL, la siguiente:

 Que se me active a mi hijo recién nacido (MARTIN JOSE NIEBLES


CAMARGO), a seguir prestándosele los servicios de salud por parte de
ORGANIZACIÓN SANITAS INTERNACIONAL “EPS – SANITAS”, para
que no se le siga violando sus derechos fundamentales a la VIDA, SALUD, y a la
SEGURIDAD SOCIAL, consagradas en nuestra carta magna en el artículo 44.
 Que se me continúe prestando, mi TRATAMIENTO MEDICO EN CURSO, del
padecimiento de mis Dos (2) enfermedades CRONICAS, que padezco como son:
1. CARDIOPATIA ISQUEMICA CRONICA
2. HIPERTENSION ARTERIAL SITEMICA ESTADIO I
 Que se me Active todo mi núcleo familiar, para que no se nos siga vulnerando
nuestros derechos a la salud y a la seguridad social, conforme en lo establecido en la
12

Constitución en los artículos 11 (DERECHO A LA VIDA); 13 (DERECHO DE


IGUALDAD; 44 (DERECHOS DE LOS NIÑOS); 48 (DERECHO A LA
SEGURIDAD SOCIAL); 49 (DERECHO A LA SALUD).

FUNDAMENTOS DE DERECHOS

Fundo la presente acción en:

Fundamentos Constitucionales:

DERECHOS CUYA PROTECCIÓN SE DEMANDA

Los derechos que se me han sido vulnerados son los siguientes:

 Así mismo se nos tutele los siguientes DERECHOS FUNDAMENTALES:


 DERECHO DE IGUALDAD (ART.13 C.N), porque al no notificarme del
acto de suspensión, de carácter particular y concreto, como es el acto de
suspensión debe ser notificado, como lo establece la ley 1437 de 2011,
artículo 66, y como se habla de acto de suspensión si se está resolviendo una
Queja ante la Superintendencia de Servicios públicos Domiciliario, que es la
entidad gubernamental que tiene intervenida a la empresa
ELECTRICARIBE.
 DERECHO DE PETICIÓN (ART.23 C.N), porque contra el presunto acto
de suspensión, que no se me ha nunca notificado, interpuse un derecho de
petición el 7 de Mayo de 2018, sin que hasta la presente se me haya dado
ninguna respuesta a esta petición.
 DEBIDO PROCESO (ART. 29 C.N), porque no solo, no se me ha resuelto
el Recurso de Queja, impetrado por mí el 19 de abril de 2018, ante la
respectiva SUPERINTEDENCIA DE SERVICOS PUBLICOS
DOMICILIARIOS (Entidad que tiene intervenida a
ELECTRICARIBE).
 A LA SALUD, (ART.49 C.N) EN CONEXIDAD CON LA VIDA
DIGNA (ART. 11 C.N), porque soy un paciente CRÓNICO, que padezco
de dos (02) enfermedades mortales como son:
CARDIOPATIA ISQUEMICA CRÓNICA
HIPERTENSIÓN ARTERIAL SISTEMICA ESTADIO I.
La primera (CARDIOPATIA ISQUEMICA), la enfermedad con mayor
grado de mortalidad en el mundo, catalogada asi por la Organización
Mundial de la Salud, y que por ser Hipertenso acelera mi estado de salud,
por eso debo estar en permanente aire acondicionado o en lugares frescos,
que no se me permita en permanecer en estados muy calurosos, para que no
se me eleve mi presión arterial, ya que con ellos se pondría en riesgo mi
vida. (anexo el correspondiente Informe de mi médico Tratante).
 Y LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE MI RECIÉN NACIDO
HIJO, como son: DERECHO A LA SALUD Y LA SEGURIDAD
SOCIAL (ART. 44 C.N), porque mi menor hijo, el cual hoy goza de Un
(01) año y Tres meses de nacido, que por su estado de recién nacido se
convierte en un sujeto vulnerable, y que por ello nuestra Constitución
Política Colombiana, los ha revestido a nuestros niños y niñas en sujeto de
especial protección, y es asi como la Corte Constitucional, en sus diversas
Jurisprudencia ha dejado muy claro, que cuando existan estos sujetos de
especial protección, se debe proteger con especial ahínco dichos derechos
13

fundamentales. (anexo Registro Civil de Nacimiento de mi menor hijo


(MARTIN JOSÉ NIEBLES CAMARGO) a la presente acción).

FUNDAMENTO DE DERECHO

Fundo lo anterior conforme a:


Constitución Política de Colombia: arts: 13; 23; 29; 44; 49

 Ley 142 de 1994, artículo 146 Inciso 2.


 Jurisprudencia:
 Para ese efecto es importante tener en cuenta que según la Constitución el
debido proceso se aplicará a “toda clase de actuaciones judiciales y
administrativas” (CP art. 29). La relevancia de esta norma constitucional para
un proceso como este, estriba en que las actuaciones de las empresas de
servicios públicos domiciliarios, cuando implican la suspensión, el corte o la
terminación de la prestación de dichos servicios, se componen de actos
administrativos, razón por la cual están sujetas al debido proceso. 23 En ese
sentido, cuando una empresa de servicios públicos domiciliarios procede a
suspender, cortar o terminar la prestación de uno de sus servicios, debe
respetar entre otros límites protegidos por la Constitución el derecho de todo
usuario a “la defensa” (CP art. 29). En un ámbito como el de prestación de
servicios públicos domiciliarios, este derecho a la defensa implica ante todo el
derecho del usuario “a ser oíd[o]”, según la fórmula de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos (arts. 8.1. CADH y 93 CP).24

 6. Ahora bien, la garantía del derecho de los suscriptores a ser oídos exige que
se les ofrezca una oportunidad para cuestionar los actos de suspensión,
terminación o corte de los servicios públicos. Pero la empresa no tiene libertad
absoluta para definir cómo ha de garantizar ese derecho, o en qué momento es
propicio tener en cuenta el punto de vista de los usuarios. La Constitución
establece expresamente que debe ser la ley la encargada de determinar “los
deberes y derechos de los usuarios”, así como de definir “el régimen de su
protección” (CP art. 369). Por lo mismo, las empresas de servicios públicos
domiciliarios deben atenerse a este respecto a lo que disponga el legislador. Es
el Congreso, entonces, el autorizado en principio para determinar dentro de los
límites constitucionales cuál es el alcance del derecho de los usuarios de
servicios públicos a ser oídos en los casos de suspensión, terminación y corte de
los servicios públicos domiciliarios.

23
Sentencia C-558 de 2001 (MP. Jaime Araújo Rentería. Unánime). En esa sentencia, la Corte sostuvo: “[…]
El ejercicio de la función administrativa por parte de todas las empresas y entidades prestadoras de
servicios públicos domiciliarios encuentra una preceptiva mucho más comprensiva en el inciso primero del
artículo 154 de la ley 142, que al respecto permite circunscribir como actos administrativos propios de tales
empresas y entidades los de negativa del contrato, suspensión, terminación, corte y facturación, y por
supuesto, las decisiones que se produzcan en sede empresarial con ocasión del recurso de reposición”. Que
estas empresas están sujetas al debido proceso constitucional, lo ratifica el hecho de que la Corte ha sostenido
en más de una ocasión que empresas de servicios públicos domiciliarios lo han violado. Ver, por ejemplo, la
sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis), en la cual la Corte tuteló el derecho al debido proceso
de un usuario de servicios públicos domiciliarios.
24
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) fue aprobada mediante la Ley 16 de 1972.
Dice, en su artículo 8.1. “[a]rtículo 8. Garantías judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter”. El artículo 93 de la Constitución establece que los derechos consagrados en la
Carta –y el derecho al debido proceso es uno de ellos- “se interpretarán de conformidad con los tratados
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia”. Y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos es uno de esos tratados.
14


 7. En ese sentido, conviene no perder de vista que la Ley 142 de 1994, ‘Por la
cual se establece el régimen de los servicios públicos domiciliarios y se dictan
otras disposiciones’, regula la prestación de servicios públicos domiciliarios, y
contempla algunos de los derechos de los usuarios. Entre estos, está el derecho
de todo usuario a interponer recursos “para obligar a la empresa a revisar
ciertas decisiones que afectan la prestación del servicio o la ejecución del
contrato” (Ley 142 de 1994 art. 154). ¿Cuáles decisiones pueden ser recurridas?
Según la misma Ley, los recursos proceden contra un grupo de actos, dentro
del cual es preciso destacar los actos de “suspensión, terminación, corte y
facturación que realice” la empresa de servicios públicos (ídem). En específico,
contra estos actos proceden “el recurso de reposición, y el de apelación en los
casos en que expresamente lo consagre la ley” (ídem). Así, a partir de estas
normas, es posible colegir razonablemente que los usuarios de servicios de
energía eléctrica prestados por Electricaribe S.A., tenían en este caso derecho a
instaurar recursos contra el acto que contenía la decisión de suspender,
terminar o cortar dicho servicio.

 8. Pero para garantizarles a los usuarios un derecho real y efectivo a presentar
los recursos de ley, es necesario que se cumplan además otros tres deberes.
Primero, a los usuarios se les deben notificar los actos de suspensión,
terminación o corte de servicios. De un lado porque así lo exige el principio de
publicidad que rige la función administrativa (CP art. 209), y de otro porque el
derecho de los suscriptores a ser oídos sería ineficaz si los actos recurribles de
las empresas de servicios públicos domiciliarios no se les dieran a conocer. Los
suscriptores tienen derecho a ser notificados de los actos de suspensión, porque
eso facilita las condiciones para que ejerzan su derecho a interponer los
recursos de ley. Segundo, la garantía del derecho a un recurso contra este tipo
de actos exige el respeto al derecho de los usuarios a que se les informe, en el
texto de notificación del mismo, cuáles recursos proceden en su contra, ante
quiénes pueden ser instaurados y en qué plazo.25 La jurisprudencia de esta
Corte ha sostenido que si un acto que conlleve la suspensión de servicios
públicos se intenta notificar sin esta formalidad, se entiende por no hecha, y la
decisión se considera que no tiene efectos legales.26 Finalmente, en el acto debe
expresarse el motivo de la suspensión, terminación o corte del servicio.27

25
El artículo 47 del Código Contencioso Administrativo vigente cuando ocurrieron los hechos, decía: “[…]
En el texto de toda notificación o publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las
decisiones de que se trate, las autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo”. Por
cierto, en este caso las normas aplicables son las del Código Contencioso contenido en el Decreto ley 1 de
1984 y sus reformas, pues el actualmente vigente y aplicable, contenido en la Ley 1437 de 2011, sólo entró en
vigor el dos (2) de julio del presente año, y rige únicamente para los procedimientos y las actuaciones
administrativas iniciados después de esa fecha, según su artículo 308. Este último dice, al respecto: “[e]l
presente Código comenzará a regir el dos (2) de julio del año 2012. || Este Código sólo se aplicará a los
procedimientos y las actuaciones administrativas que se inicien, así como a las demandas y procesos que se
instauren con posterioridad a la entrada en vigencia. || Los procedimientos y las actuaciones administrativas,
así como las demandas y procesos en curso a la vigencia de la presente ley seguirán rigiéndose y culminarán
de conformidad con el régimen jurídico anterior”. Lo que sustrae este caso del imperio de la nueva
Codificación, pues las actuaciones a las que se refieren los hechos de esta tutela ocurrieron en la primera
mitad del año dos mil doce, antes de su entrada en vigencia.
26
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). Ver también la sentencia T-1023 de 2007 (MP.
Manuel José Cepeda Espinosa). En esa oportunidad, la Corte Constitucional sostuvo que era ineficaz un acto,
en virtud del cual se produjo una suspensión en la prestación de un servicio público (el de salud) a una
persona, porque en el acto o en el texto de la notificación no se decía cuáles eran los recursos que cabían en su
contra, ni ante quiénes podían instaurarse, ni en qué termino. La Corte indicó: “[…]el acto administrativo que
concluya con el trámite debe notificarse de conformidad con los requisitos legales, dentro de los que se halla
uno primordial, indispensable de cara al ejercicio del derecho de contradicción, esto es, el expresado por el
artículo 47 del Código Contencioso Administrativo, a cuyo tenor: ‘En el texto de toda notificación o
publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las decisiones de que se trate, las
autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo’. El resultado de inobservar este
último requerimiento legal, según el artículo 48 del Contencioso, es que ‘no se tendrá por hecha la
15


 9. Por ejemplo, en la sentencia T-1108 de 2002,28 la Corte tuteló el derecho al
debido proceso de un usuario de servicios públicos domiciliarios al que le
habían suspendido el servicio de energía eléctrica por falta de pago, “sin aviso,
ni notificación”. En ese contexto, la Corporación sostuvo que a partir de los
“artículos 130, 140, 152, 153 y 154 Ley 142 de 1994, artículos 18 y 19 Ley 689 de
2001; 44 y 47 C.C.A”, era posible aseverar que entre los derechos de los
usuarios, protegidos por el derecho fundamental al debido proceso
administrativo, se encontraba el derecho a instaurar un recurso, a ser
notificado de los actos contra los que dichos recursos cabían y a ser informado
debidamente sobre los recursos procedentes. Así lo señaló la Corte en su
decisión:

 “[…] En definitiva, las empresas en mención pueden suspender, parcial o
totalmente, la prestación de los servicios que prestan por falta de pago de
los usuarios y suscriptores de las facturaciones emitidas, pero para el
efecto están en el deber de observar estrictamente el procedimiento que
les permite hacer su uso de esta prerrogativa, cual es –artículos 130, 140,
152, 153 y 154 Ley 142 de 1994, artículos 18 y 19 Ley 689 de 2001; 44 y
47 C.C.A.-:
 […]
 b) Si el usuario o suscriptor incumple con su obligación de pagar la
facturación emitida por la empresa, por concepto del servicio prestado,
oportunamente, es decir dentro del término previsto en el contrato, la
prestadora está en la obligación de suspender la prestación del servicio
“sin exceder en todo caso de dos (2) períodos de facturación en el evento en
que ésta sea bimestral y de tres (3) períodos cuando sea mensual (..)”.

 Las decisiones de suspender la prestación de los servicios, total o
parcialmente, como actos derivados de las prerrogativas que les han sido
conferidas a las prestadoras para la debida prestación del servicio, son
actos administrativos, y también lo son las decisiones que resuelven los
recursos interpuestos contra éstos.

 Los actos administrativos de carácter particular se notifican
personalmente al interesado, a su representante, o apoderado. Y, en el
texto de la notificación, se deberá indicar los recursos que proceden
contra la decisión, las autoridades ante quienes pueden interponerse, y
los plazos para hacerlo.
 […]
 En consecuencia, cuando las empresas de servicios públicos domiciliarios
proceden a la suspensión del servicio […] sin permitirle al usuario o
suscriptor afectado ejercer su derecho a la defensa, éste puede acudir
ante el Juez Constitucional, invocando el restablecimiento de sus
garantías constitucionales, salvo que la actuación administrativa pueda
ser demandada por el usuario, o que el particular pretenda simplemente

notificación ni producirá efectos legales la decisión’”. Y luego dijo: “[…] cuando se le comunicó la orden
1033 de 2006, ni en el acto administrativo, ni en la notificación efectuada se expresan los recursos que
procedían contra aquél, razón por la cual el acto no produce los efectos pretendidos”. Por lo mismo, tuteló el
derecho al debido proceso.
27
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). En ese caso, la Corte tuteló el derecho al debido
proceso, entre otras razones “[…] porque los actos administrativos deben motivarse, y tanto el INPEC como
el accionante desconocen las razones que condujeron a la accionada a suspender el servicio, no obstante
haber recibido el abono acordado”.
28
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
16

la reparación del perjuicio, porque en este caso es a la jurisdicción de lo


contencioso administrativo, a la que compete tal restablecimiento”.29

 10. Por lo demás, en la sentencia C-150 de 2003, al examinar la
constitucionalidad del parágrafo del artículo 130 de la Ley 142 de 1994,
adicionado por el artículo 18 de la Ley 689 de 2001, en virtud del cual las
empresas de servicios públicos están obligadas a suspender el servicio del
usuario o suscriptor que incumpla “su obligación de pagar oportunamente los
servicios facturados dentro del término previsto en el contrato, el cual no
excederá dos períodos consecutivos de facturación”, la Corte sostuvo que esta
prerrogativa era constitucional. No obstante, especificó que lo era siempre y
cuando en su aplicación a situaciones concretas se respetara “el derecho al
debido proceso de los usuarios de buena fe, específicamente los derechos de
defensa y contradicción”. Y el respeto por estos derechos significa, según esta
misma decisión de la Corte, el derecho de “los usuarios o suscriptores [a]
contradecir efectivamente tanto las facturas a su cargo30 como el acto mediante el
cual se suspende el servicio31 y también obligan a las empresas prestadoras de
servicios públicos a observar estrictamente el procedimiento que les permite
suspender el servicio32. El derecho al debido proceso incorpora también el
derecho a que se preserve la confianza legítima del usuario de buena fe en la
continuidad de la prestación del servicio si éste ha cumplido con sus deberes33”.

Límites a la suspensión del servicio
“(…) Tales límites se derivan de la Constitución y de la ley y conforman lo que
podría denominarse “la Carta de derechos y deberes de los usuarios de servicios
públicos domiciliarios” (art. 369 C. P.). Se inspiran en el primer derecho de
cualquier usuario consistente en ser tratado dignamente por la empresa prestadora
de servicios públicos, sea esta pública o privada (art. 1° de la C. P.). En efecto, los
usuarios de los servicios públicos son personas, no un recurso del cual se puede
periódicamente extraer una suma de dinero.
El carácter oneroso de los servicios públicos domiciliarios explica el deber del
usuario de pagar las facturas correspondientes pero no justifica que los usuarios no
sean respetados en su dignidad en tanto seres humanos. En estrecha relación con
este derecho primordial, se encuentra el derecho a no ser discriminado por una
empresa de servicios públicos domiciliarios , el derecho a ser clara y
oportunamente informado de sus obligaciones y de las consecuencias de
incumplirlas, el derecho a que sus recursos sean resueltos antes de que se corte el
servicio así como otros que gradualmente han sido precisados por la
jurisprudencia, como el derecho a que se preserve la confianza legítima del usuario
de buena fe en la continuidad de la prestación del servicio si este ha cumplido con
sus deberes. (…)En conclusión, las normas acusadas serán declaradas exequibles,
en el entendido de que se respetarán los derechos de los usuarios de los servicios
públicos cuando se vaya a tomar la decisión de cortar el servicio. Tales derechos,
como el respeto a la dignidad del usuario (art. 1° de la C. P.) son, entre otros: (i) el
debido proceso y el derecho de defensa, que permite a los usuarios o suscriptores
contradecir efectivamente tanto las facturas a su cargo como el acto mediante el

29
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
30
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-485 de 2001 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la
Corte analizó el derecho de los usuarios a que sus recursos sean resueltos antes de que se les corte el
servicio. De igual manera los artículos 152 a 158 de la Ley 142 de 1994 versan sobre los derechos de defensa
del usuario en sede de la empresa”.
31
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-881 de 2002 (MP Eduardo Montealegre Lynett), la
Corte sostuvo que "contra el acto de suspensión del servicio que realice la empresa proceden los recursos de
reposición, y de apelación"”.
32
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-1108 de 2002 (M.P. Álvaro Tafur
Galvis), donde se desarrolló ampliamente el tema”.
33
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-730 de 2002 (M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa)”.
17

cualse suspende el servicio y también obligan a las empresas prestadoras de


servicios públicos a observar estrictamente el procedimiento que les permite
suspender el servicio. El derecho al debido proceso incorpora también el derecho a
que se preserve la confianza legítima del usuario de buena fe en la continuidad de
la prestación del servicio si este ha cumplido con sus deberes; y (ii) el derecho a
que las empresas prestadoras de servicios públicos se abstengan de suspender el
servicio cuando dicha interrupción tenga como consecuencia el desconocimiento de
derechos constitucionales de sujetos especialmente protegidos o, impida el
funcionamiento de hospitales y otros establecimientos también especialmente
protegidos en razón a sus usuarios, o afecte gravemente las condiciones de vida de
toda una comunidad (…)” (Sentencia C-150/03).

Concepto Unificado Superservicios 28 de 2013.


El artículo 142 de la Ley 142 de 1994, señala que el restablecimiento opera cuando
la suspensión o el corte del servicio fue imputable al usuario, es decir, cuando se
evidencia un incumplimiento del contrato por un período de varios meses o en
forma repetida, o en materias que afecten gravemente a la empresa o a terceros (la
mora en el pago de tres facturas de servicios y/o la reincidencia en una causal de
suspensión dentro de un período de dos años), mientras que el artículo 42 del
Decreto-Ley 19 de 2012, se refiere al restablecimiento del servicio en caso de
suspensión sin referirse al corte, no tomando en consideración que la reconexión
también puede producirse una vez se realiza el corte del servicio, conforme lo
establece la norma especial.
El artículo 142 señala que dicho restablecimiento del servicio debe realizarse en un
“plazo razonable”, mientras que el Decreto Ley 19 de 2012, señala que la
reconexión deberá producirse dentro de las 24 horas siguientes a eliminarse la
causa. Adicionalmente a lo anterior, dicho Decreto agregó una causal al pago de la
factura ocasionada por la mora y el pago de los gastos de reconexión, ya que
estableció como requisito para proceder al restablecimiento del servicio: “la
resolución favorable de una solicitud de reconexión de un servicio público a un
usuario”.
Frente a las diferencias normativas que presentan las disposiciones mencionadas,
se debe tener en cuenta que en caso de conflicto con otras leyes, se preferirá la Ley
142 de 1994 y para efectos de derogaciones no se entenderá contrariada por
normas posteriores sobre la materia, sino cuando estas identifiquen de modo
preciso la norma de esta ley objeto de modificación o derogatoria, al decir del
artículo 186 de la Ley 142 de 1994.
Por tanto, en este caso debe resaltarse que el artículo 237 del Decreto Ley 19 de
2012, no hizo mención expresa a la derogatoria del artículo 142 de la Ley
142 de 1994. Tampoco se podría entender que ha ocurrido una derogatoria tácita,
ya que tal como lo prevé el artículo 186 de la Ley 142 de 1994, solo es posible
derogar el régimen de los servicios públicos domiciliarios a partir de derogatorias
expresas.
Así las cosas, en aplicación del principio de prelación normativa basado en el
criterio de la especialidad de la Ley 142 de 1994, debe preferirse el artículo
142 ibídem y por tanto, mal podría pensarse que con el artículo 42 del Decreto-
Ley 19 de 2012, se estaría eliminando el corte del servicio como consecuencia del
incumplimiento y su restablecimiento una vez se elimina la causa.
En relación con este principio en la sentencia T-572 de 2010, sostuvo la Corte: "Así, de
acuerdo con lo establecido en el preámbulo de la Convención sobre los Derechos del Niño y
en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y el artículo 44 de la
Constitución Política, los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás.
A partir de esta cláusula de prevalencia, la jurisprudencia constitucional ha reconocido que
los niños, niñas o adolescentes tienen un estatus de sujetos de protección constitucional
reforzada, lo que significa que la satisfacción de sus derechos e intereses, debe constituir el
objetivo primario de toda actuación (oficial o privada) que les concierna. Esta protección
especial de la niñez y preservación del interés superior para asegurar el desarrollo integral
18

se encuentra consagrada en diversos tratados e instrumentos internacionales que obligan a


Colombia."

Fundamentos Constitucionales:

El interés superior del menor y la especial protección del derecho fundamental a la


salud de los niños y las niñas.

Respecto de los niños y las niñas, el artículo 44 constitucional consagró los derechos a la
seguridad social y a la salud como derechos fundamentales. Así mismo consagró la
norma constitucional que “los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los
demás”, lo cual indica que. la protección integral de sus derechos debe hacerse efectiva a
través del principio del interés superior de los niños. Este principio constituye por tanto un
criterio hermenéutico para la aplicación de todas las normas constitucionales y legales
relativas a sus derechos.

Debido a la condición de vulnerabilidad de los menores y a su necesidad de especial


cuidado, la jurisprudencia constitucional ha reconocido que aquellos tienen estatus
de sujetos de especial protección constitucional34por ser una “población vulnerable, frágil,
que se encuentra en proceso de formación”35. Lo anterior, ha permitido la salvaguarda y
promoción de sus derechos en situaciones concretas donde el Estado, la sociedad y la familia
deben concurrir para promover los mismos.

Se trata de un principio que condiciona el actuar de las personas y de las instituciones


estatales y privadas al momento de la toma de decisiones en las que puedan verse afectados
los niños o las niñas, ordenando valorar sus intereses como superiores36. En otras palabras,
es el imperativo que obliga a todas las personas a garantizar la satisfacción integral y
simultánea de todos los derechos humanos de los menores37.

Bajo esta lógica es que la jurisprudencia de esta Corporación, al interpretar el cuerpo


normativo que regula la garantía de los derechos de los niños, ha concluido que, en todos los
casos relacionados con la protección de sus derechos, “el criterio primordial a seguir por
las autoridades competentes debe ser el de la preservación y protección del interés
prevaleciente y superior del menor.”38

“ARTICULO 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la
salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener
una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, laeducación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en
la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia.”

CONVENCION AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS (Pacto de San José)


Artículo 19. Derechos del Niño. Todo niño tiene derecho a las medidas de protección que
su condición de menor requiere por parte de su familia, de la sociedad y del Estado.

34
Ver sentencias T-307 de 2006, T-754 de 2005, T-907 de 2004, T-143 de 1999
35
Sentencia C-172 de 2004.
36
Sentencia T-227 de 2006.
37
]Artículo 8 del Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098 de 2006)
38
Sentencia T-907 de 2004.
19

ARTICULO 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la
salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener
una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la
Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia.

Corte Constitucional Sentencias de control de constitucionalidad: C-472-92; C-574-92; C-


093-2001; C-144-2001; C-410-2001; C-617-2001; C-648-2001; C-673-2001; C- 812-2001;
C-814-2001; C-839-2001; C-1173-2001; C-1218-2001; C-1294-2001;C-092-2002; C-157-
2002; C-184-03; C-273-03; C-400-03; C-449-03; C-967-03; C-964-03; C-1039-03; C-038-
04; C-044- 04; C-170-04; C-172-04; C-247-04; C-507-04; C-203-05

Sentencias de Tutela: T-002-92; T-008-92; T-224-92; T-402-92; T-409-92; T-411-92; T-


421-92; T-427-92; T-439-92; T-440-92; T-450-92; T-466-92; T-471-92; T-502-92; T-509-
92; T-519-92; T-523-92; T-527-92; T-531-92; T-533-92; T-539-92; T-571-92; T-593-92;
T-609-92; T-209-2002; T-215-2002; T-249-2002; T-356-2002; T-189-03 ; T-324-04; T-
397-04; T-963-04

Ley 11 de 1992; Art.70; Art. 77; Art. 78 Ley 33 de 1992; Art. 14 Ley 65 de 1993; Art. 30
Ley 104 de 1993; Art. 5 Ley 123 de 1994 Ley 124 de 1994 Ley 146 de 1994 Ley 147 de
1994 Ley 171 de 1994 Ley 173 de 1994 Ley 181 de 1995 Ley 195 de 1995 Ley 241 de
1995 Ley 294 de 1996; Art. 3, literal, e,f Ley 300 de 1996; Art. 36 Ley 309 de 1996 Ley
319 de 1996; Art. 16 Ley 378 de 1997 Ley 405 de 1997 Ley 470 de 1998; Art. 7o. Ley 491
de 1999 Ley 494 de 1999 Ley 515 de 1999 Ley 516 de 1999 Ley 586 de 2000 Ley 670 de
2001 Ley 679 de 2001; Art. 1o. Ley 704 de 2001 Ley 707 de 2001; Art. 12 Ley 721 de
2001 Ley 746 de 2002 Ley 759 de 2002 Ley 765 de 2002; Art. 1o. Ley 812 de 2003; Art.
58 Ley 982 de 2005; Art. 25; Art. 26; Art. 27; Art. 42; Art. 43; Art. 44 Ley 1209 de 2008;
Art. 11; Art. 14; Art. 15 La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y
proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus
derechos.

Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de


los infractores. Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás.
Ley 33 de 1992; Art. 14 Ley 265 de 1996 Ley 311 de 1996; Art. 6 Ley 360 de 1997; Art. 5;
Art. 12 Ley 418 de 1997; Art.14 Ley 468 de 1998 Ley 470 de 1998 Ley 620 de 2000 Ley
670 de 2001 Ley 724 de 2001 Ley 833 de 2003 Ley 854 de 2003 Ley 861 de 2003 Ley 934
de 2004; Art. 5o. Par. 2o. Ley 982 de 2005; Art. 24; Art. 25; Art. 27 Ley 1008 de 2006 Ley
1098 de 2006 Ley 1106 de 2006 Ley 1109 de 2006 Ley 1146 de 2007 Ley 1195 de 2008
Ley 1225 de 2008 Ley 1236 de 2008; Art. 4o.; Art. 5o.; Art. 11; Art. 12; Art. 13. Ley 1237
de 2008.

ASI MISMO EN LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS


HUMANOS, suscrita y realizada San Jose de Costa Rica, en noviembre de 1969, también
llamado “PACTO DE SAN JOSE”, se estableció lo siguiente:

PARTE I- BEDERES ESTADOS Y DERECHOS PROTEGIDOS


20

CAPITULO I – ENUMERACIÒN DE DEBERES


(…)
Artículo 4. DERECHOA LA VIDA
1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la
ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida
arbitrariamente.
2. En los países que no han abolido la pena de muerte, ésta sólo podrá imponerse por los
delitos más graves, en cumplimiento de sentencia ejecutoriada de tribunal competente y de
conformidad con una ley que establezca tal pena, dictada con anterioridad a la comisión del
delito. Tampoco se extenderá su aplicación a delitos a los cuales no se la aplique
actualmente.
3. No se restablecerá la pena de muerte en los estados que la han abolido.
4. En ningún caso se puede aplicar la pena de muerte por delitos políticos ni comunes
conexos con los políticos.
5. No se impondrá la pena de muerte a persona que, en el momento de la comisión del
delito tuviere menos de dieciocho años de edad o más de sesenta, ni se le aplicará a las
mujeres en estado de gravidez.
6. Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la
conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos los casos. No se puede
aplicar la pena de muerte mientras la solicitud esté pendiente de decisión ante autoridad
competente.
Artículo 17. PROTECCIÓN A LA FAMILIA
1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por
la sociedad y el estado.
Artículo 19. DERECHO DEL NIÑO
Todo niño tiene derecho a la medida de protección que su condición de menor requiere por
parte de su familia, de la sociedad y del Estado.

PRUEBAS Y ANEXOS
Prueba Documental:
 Copia del DERECHO DE PETICIÓN, de fecha de recibido el 26 de enero de 2018.
 Copia de la respuesta de ELECTRICARIBE, del derecho de petición, notificada por
aviso, de fecha 21 de Febrero de 2018.
 Copia de la Respuesta de ELECTRICARIBE, del Recurso de Reposición, de fecha
9 de marzo de 2018, allegada a mí 12 de Marzo de 2018.
 Copia del Recurso de Queja, presentada por mí el 19 de abril de 2018, ante la
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS.
 Copia de la Certificación, expedido por la SUPERINTENDENCIA DE
SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS, de que el Recurso de Queja se
encuentra en trámite.
 Copia del DERECHO DE PETICIÓN, presentada por mí el día 7 de Mayo de 2018.
 Copia del Registro Civil de Nacimiento, de mí hijo menor de edad, MARTIN JOSE
NIEBLES CAMARGO.
 Copia del Informe presentada por mi médico Tratante.
 Copia de los Recibos de Caja, expedidos por la página web de ELECTRICARIBE,
de los meses cancelados.

COMPETENCIA
21

Es usted, señor Juez, competente, para conocer del asunto, por la naturaleza de los hechos,
por tener jurisdicción en el domicilio de la entidad Accionada y de conformidad con lo
dispuesto en el decreto 1382 de 2000.

JURAMENTO

Manifiesto señor Juez, bajo la gravedad del juramento, que no he interpuesto otra acción de
Tutela por los mismos hechos y derechos aquí relacionados, ni contra la misma entidad.

NOTIFICACION

Recibo notificación en la Cra 55 Nº 48-156, Apartamento 1, segundo Piso. Barrió


Montecristo – Barranquilla – Atlántico.

Atentamente,

HERMES JOSÉ NIEBLES PADILLA


C.C.N° 85.456.982 de Santa Marta (Magd)

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