Problemáá ticá Actuál de Nivel Superior

Parcial 2
1- Haciendo una breve introducción histórica, la Universidad Nacional de Formosa
tiene sus orígenes en el Instituto Universitario de Formosa, creado en 1971 a partir de
un convenio firmado entre el Gobierno provincial y la Universidad Nacional del
Nordeste. Esta creación estuvo enmarcada en el proceso de descentralización y
ampliación de la cobertura de la Educación superior argentina, planificado y ejecutado
entre los años 1966 y 1973, conocido como “Plan Taquini” 1. El Instituto dictaba carreras
de profesorados a las que se sumó la Ingeniería Forestal unos años después.
La UNAF se conforma como tal en 1988 y recién obtiene las facultades para elegir a sus
autoridades máximas, a través de la Asamblea Universitaria, en 1997. Por ello,
podemos afirmar que la UNAF es una institución muy joven.
En cuanto a mi trabajo, actualmente me desempeño como Jefe de Trabajos Prácticos
(JTP) en varias materias en la UNAF. Para la realización de esta consigna me centraré en
mi trabajo dentro de la Cátedra de Organización y Gestión de la calidad, de la carrera
de Licenciatura en Bromatología, pues es en la que más años de docencia tengo.
Esta carrera pertenece a la oferta académica de la Facultad de Ciencias de la Salud, una
de las cinco unidades académicas de la UNAF. La Licenciatura den Bromatología es una
carrera de cinco años de duración y cuenta con treinta y ocho materias. Cuenta con
una titulación intermedia: Técnico Universitario en Bromatología, al cual se accede una
vez finalizado el tercer año, y aprobado la “Pasantía por servicios”.
La carrera es relativamente nueva y hasta el momento cuenta con pocos egresados.
Una de las principales causas de esto es precisamente el hecho de otorgar una
titulación intermedia. Muchos de los estudiantes que acceden a la Tecnicatura dejan de
estudiar para dedicarse a su carrera laboral; o incluso si continúan estudiando, lo hacen
de manera menos dedicada por encontrarse trabajando.
A partir de ello, los últimos dos años de la carrera, los correspondientes a la
Licenciatura, cuentan por lo general con pocos estudiantes. La Cátedra a la que
pertenezco, Organización y gestión de la calidad, forma parte del quinto año del
currículo. Personalmente, estoy desde el comienzo del dictado de la misma, y la mayor
cantidad de inscriptos que tuvimos en la materia fue de trece, con años de tres o
cuatro.
En cuanto a la materia en sí mismo, no pertenece a las denominadas “troncales”, como
pueden ser: Bromatología I, II y III, las diferentes Químicas o las de Alimentos y
Nutrición. Más bien, la nuestra resulta una materia complementaria, que intenta

1 Su objetivo era descentralizar la educación universitaria para descomprimir la matrícula de las grandes
universidades del centro del país. El Plan dio origen a 13 universidades. Continuó de manera inercial
(creándose otras 5 universidades) hasta el Golpe Militar de 1976.

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aportar una mirada diferente a la netamente “de contralor” que impera en la mayoría
del currículo.
Los contenidos más importantes de Organización y gestión de la calidad son:
Administración (teorías más importantes), Planificación y de la calidad, más
precisamente de los Sistemas de calidad. A partir de ellos, desde la cátedra se busca
darles a los estudiantes una mirada desde adentro de la organización, considerando
que una posibilidad en sus futuras (y también presentes) trayectorias laborales puede
estar en las empresas, ya sea como: emprendedores, profesionales en relación de
dependencia o asesores externos.
Además, como indica Miguel Ángel Escotet, la educación en la actualidad es un proceso
permanente que no termina con el título universitario. Por ello, y teniendo en cuenta
también que la materia es muy amplia, la cátedra propone brindar los conceptos
generales de las temáticas abordadas, que les permitan a los estudiantes tener las
herramientas necesarias para que, en caso de ser necesario por iniciativa propia o
requerimientos laborales, puedan profundizar y especializarse en los que sean más
convenientes.

2- En cuanto a mi práctica docente en la cátedra y las consignas del examen es posible

decir que:
- Con respecto al vínculo entre mi formación y el espacio curricular, tratándose de una
materia que aborda temáticas transversales (diferente de lo que pueden ser las
materias de Matemáticas, Física, Química o Bromatología), hay temas muy
relacionados con la Ingeniería Industrial, mi profesión, y otros un poco menos.
Los contenidos más relacionados son los vinculados a los Sistemas de calidad. Una de
las incumbencias del Ingeniero Industrial, y una de las posibilidades laborales más
explotadas por los egresados, es justamente la conformación y gestión de sistemas de
calidad en las organizaciones, con miras a su certificación. En este sentido, las normas
ISO 9001 son las más requeridas, aunque en los últimos años las 14.001 han crecido
bastante.
Por el otro lado, los contenidos referidos a la Administración y la Planificación también
son afines a mi profesión, sobre todo los segundos. Se podría decir entonces que los
conocimientos administrativos, más específicamente sobre las teorías y escuelas de la
administración, son los que, en un primer momento, me requirieron mayor dedicación
para consolidarlos.
Como se mencionó, y atento a los cambios en la composición de mercado laboral, su
mayor fluidez, la modificación de la división del trabajo, el crecimiento de la
tercerización, desde la cátedra se fomenta el “espíritu emprendedor” de los

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estudiantes. El objetivo es aportar herramientas que los ayuden a consolidar prácticas

importantes para el mundo laboral actual: saber escuchar las necesidades, comprender
que necesita el cliente, inspirar confianza, poder interpretar al mundo que los rodea, a
identificar donde están los centros de poder y como son las relaciones en los negocios
y mercados en los que participan, resultan cuestiones esenciales para sus trayectorias
laborales en la actualidad.
Siguiendo a R. Reich, si bien estamos conscientes que no es posible alcanzarlo en una
sola materia del currículo, el objetivo último de la cátedra es contribuir a la formación
de profesionales como “analistas simbólicos”, que cuenten con las habilidades de
abstracción, pensamiento sistémico, experimentación y colaboración.
El fin de la cátedra, teniendo en cuenta los aportes de Gibbons et al (1997) 2, es poder
alcanzar un modo de producción de conocimiento en el que predomine la búsqueda de
soluciones a los problemas concretos, con soluciones útiles para la sociedad; que sea
socialmente responsable, reflexivo y sensible; que se realice en un contexto
transdisciplinar, donde se considere lo social, económico y político; con los aportes de
las habilidades y experiencias de los estudiantes; en el cual el conocimiento se
produzca simultáneamente con la capital humano y sea socialmente distribuido.
Sin embargo, sabemos que debemos mejorar nuestras capacidades docentes para
aportar más en este sentido. En la transmisión de algunas de estas habilidades estamos
más avanzados, como el pensamiento sistémico y la colaboración. Para ello estamos
realizando capacitaciones, en mi caso esta especialización.

- Las comunidades de prácticas es una construcción social, definida como un grupo de

personas (en este caso docentes, investigadores, estudiantes, expertos en la temática,
entre otros), comprometidos en desarrollar un proyecto en común. En estas
comunidades, el conocimiento se materializa de manera conjunta y el aprendizaje
siempre involucra la construcción de una identidad determinada. Si el currículo es
diseñado teniendo en cuenta este enfoque, el mismo se hará enmarcado en tensiones
entre: “Participación y cosificación” (del aprendizaje y su objeto); “Lo diseñado y lo
emergente” (formas de equilibrio entre los recursos de la enseñanza de una disciplina y
los requerimientos de la producción); “Lo local y lo global” (facilitar experiencias que
cambien la identidad de los estudiantes, su capacidad de moverse entre las prácticas y
de aprender allí); e, “Identificación y negociabilidad” (fuentes de identificación con las
que compite un diseño educativo y lo que este ofrece).
Un diseño curricular que contemple estas tenciones desafía el conocimiento
universitario tradicional cuya garantía es la autonomía de las comunidades académicas.
2 GIBBONS, M., (1997), La nueva producción del conocimiento. La dinámica de la ciencia y la
investigación en las sociedades contemporáneas. Pomares – Corredor. Barcelona.

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La existencia de comunidades de práctica es uno de los mayores déficits que se

encuentran en la UNAF en general, y más aún en cuanto a la organización y gestión de
la calidad. El hecho de ser una universidad relativamente nueva y alejada de los
grandes centros urbanos del país, hace que tenga varias áreas de vacancia.
En áreas más tradicionales como el derecho y las ciencias naturales, sin ser muchos
existen algunos docentes con título máximo. Los mayores problemas están en las
ciencias sociales y empresariales y en las ingenierías (excepto la forestal, por su extensa
tradición en universidad y la provincia), como son los casos de la administración y
gestión de los sistemas de calidad.
Otro problema muy importante, aun en estas áreas tradicionales del conocimiento, es
la ausencia de expertos “no académicos” (empresarios, gerentes, representantes y
directores técnicos de empresas y organismos estatales, proyectistas, etc.) en las
comunidades de práctica.
Además de esto, la cátedra tiene la característica de ser “muy particular” en la Facultad
de Ciencias de la Salud, por los temas abordados, muy diferentes a los comunes de la
mayoría de las otras materias. Esto hace que la misma sea “un bicho raro” dentro de la
facultad, hecho que queda demostrado, por ejemplo, en las Jornadas de Ciencias y
Tecnología, en las cuales los trabajos de investigación desarrollados por la cátedra no
encuentran un lugar definido, y la mayoría de las veces son incluidos en la Facultad de
Administración, Economía y Negocios.
En la cátedra de Organización y gestión de la calidad tratamos de solucionar esto, al
menos en parte, a partir de la construcción conjunta de los conocimientos a través de
dos vías. Una es partiendo de los conocimientos y experiencias que tienen los
estudiantes de su vida laboral, ya que la mayoría de ellos ya comenzó su trayectoria. La
segunda es la visita a empresas locales destacadas en las temáticas abordadas. Allí, los
estudiantes además de observar los procesos organizativos y productivos, los sistemas
de calidad implementados y en etapa de implementación, entre otras cuestiones;
también pueden participar de las explicaciones de los Gerentes, responsables técnicos
y operarios, e intercambiar experiencias y consultas, con ellos.

- Si bien se podría calificar a la materia como clásica, en el sentido que aborda

temáticas tradicionales como Teorías y escuelas de la Administración y Sistemas de
calidad, esto no quita la posibilidad de incorporar herramientas y prácticas de los
nuevos modos de producción y transmisión de conocimientos generaros por las
tecnologías de información y comunicación.
En la actualidad, la llamada “Sociedad del Conocimiento” nos compromete, en la
Educación superior y particularmente en la carrera de Licenciatura en Bromatología, a

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dar prioridad al currículo por competencias, que ponga el énfasis en los conocimientos
por disciplinas (Acosta y Genyelbert, 2013) 3. Dentro de este contexto, de la cual la
internacionalización es parte importante), como indican estos autores, “el docente
debe desarrollar competencias en términos de actitudes y aptitudes para
desenvolverse en las TIC, modificando y ampliando algunos de sus roles tradicionales,
como: consultor de información, facilitador de información, diseñador de medios,
moderador, tutor virtual, evaluador continuo, asesor y orientador” (Acosta y
Genyelbert, 2013: 82).
Lo más relevante para destacar aquí, y a fin de no repetir conceptos ya abordados o
por abordar, es la creación del espacio de la cátedra dentro del Aula Virtual de la
Universidad. La misma fue realizada hace unos años y, si bien el dictado de la materia
es presencial, la plataforma virtual es utilizada para interactuar con los estudiantes,
agregando lecturas y ejercicios a los abordados en clase, abriendo foros de
comentarios, discusiones y consultas, entre otras.

- La carrera de Licenciatura en Bromatología de la UNAF no está acreditada. Hace unos

años se abrió la posibilidad de que empiece el proceso de acreditación 4. Esto implicó,
entre otras cosas que se empiece a planificar la apertura de concursos docentes para
las cátedras, ya que la mayoría de ellos son interinos.
En el caso particular de nuestra cátedra, tanto yo como el docente Titular somos
interinos, y esta era la oportunidad de acceder al cargo como docentes ordinarios. Sin
embargo, ambos procesos, el de la acreditación de la carrera y el de los concursos
docentes, están actualmente paralizados.
Lo que sí ocurrió fue la mejora de las condiciones edilicias de la facultad, ya que se
refaccionó por completo el edificio, y se crearon cuatro nuevos laboratorios,
completamente equipados y con las instalaciones necesarias para la práctica en áreas
estratégicas para la carrera, como son química y biología. En este sentido, se cumplió
uno de los objetivos de los sistemas de aseguramiento de la calidad que es el
mejoramiento de la institución.
Además, el proceso de acreditación es una buena oportunidad para plantear
modificaciones al currículo de la carrera de acuerdo a las nuevas tendencias en la
producción y transmisión del conocimiento, así como del mundo del trabajo. En la
actualidad, el diseño educativo se encuentra atrapado en una tensión entre lo local y lo
3 ACOSTA O. y GENYELBERT E., (2013), “Globalización e internacionalización de la educación superior: un
enfoque epistemológico”. En Omnia, vol. 19, núm. 1, enero-abril, pp. 75-85. Universidad del Zulia
Maracaibo. Venezuela.
4 La acreditación es un proceso de evaluación de la calidad académica, complementario de la evaluación
institucional, dirigido al mejoramiento de los objetivos académicos de las instituciones de Educación
superior.

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global, en la cual es necesario buscar el equilibrio entre el alcance de la experiencia

educativa y la localidad de la participación; en el juego contradictorio entre la
necesidad de desvincularse de la práctica y, al mismo tiempo, la necesidad de estar
plenamente entrelazados.
Esto implica tener en cuenta al menos tres enfoques del aprendizaje. En primer lugar,
el aprendizaje reflexivo. Esto significa hacer énfasis en el conocimiento para la acción,
que reflexiones sobre la práctica, despegándose de la perspectiva de la educación
superior como exclusivamente transmisora de conocimientos científicos.
En segundo lugar, el aprendizaje por competencias. Siguiendo a Meghnagi: “La
competencia se define como la manifestación de recursos cognitivos de distinta
naturaleza que dirigen a procesos de acción y decisión y de los que depende la calidad
de la prestación y, por tanto, el resultado de una elaboración conceptual que se
traduce en una forma operativa determinada”5. Tener en cuenta que, como indican
Argyris y Schön, la capacidad de “aprender a aprender” es la competencia estratégica
que posibilita la articulación entre los procesos de formación continua del individuo
con su capacidad de intervención práctica en los procesos de producción.
En definitiva, la competencia articula tres dimensiones: la profesional (el saber), con la
ergonómica (el saber hacer) y la autobiográfica (el saber ser). Para formar la
competencia es preciso: identificar y reconstruir los conocimientos, capacidades y
recursos psicosociales; evaluarlos conocimientos y recursos gastables (considerando la
necesidad de adquirir nuevos saberes y de reciclar saberes en nuevos ámbitos); y,
analizar y evaluar las competencias profesionales.
El tercer enfoque es el aprendizaje en comunidades de práctica, del cual ya hemos
hablado anteriormente. Agregaremos aquí que, siguiendo a Wenger (1998), la
construcción de comunidades de práctica comprende tres dimensiones fundamentales:
un compromiso mutuo que implica interacción frecuente y continua; un
emprendimiento conjunto, que es un objetivo compartido explícito y también un
emprendimiento negociado; y, un repertorio compartido de recursos negociables y
acumulados a través del tiempo.

- En cuanto a la movilidad de los estudiantes, si bien la Universidad cuenta con algunos

programas, la carrera no los tiene. Como se mencionó, la misma cuenta con pocos
estudiantes en los años avanzados, unos veinte entre cuarto y quinto año, lo cual
considero influye en la falta de este tipo de iniciativas. Sin embargo, la Universidad
Nacional de Formosa cuenta con una Dirección de Cooperación Internacional

5 En ALBERICI, A. y SERRERI, P., (2005), Competencias y Formación en la Edad Adulta. Ediciones Alertes
Educación. Barcelona. Pág. 39

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encargada de difundir las ofertas de programas de movilidad, tanto para estudiantes

como docentes, fomentar y asistir en las presentaciones de postulaciones, entre otras.
En cuanto a los docentes, hay algunos, como mi caso y el del Director de carrera entre
otros, que han participado de algunas acciones de vinculación y movilidad con otras
instituciones nacionales, a través de programas nacionales de fomento. Además,
existen procesos de cooperación con otras universidades nacionales, para generar
ofertas académicas en áreas de vacancia. Así por ejemplo, se encuentra en pleno
desarrollo la Maestría de Gestión en Sistemas y Servicios de Salud, en cooperación con
la Universidad Nacional de Rosario. Esto mismo sucede con otras carreras de posgrado.

- La carrera de Licenciatura en Bromatología tiene una fuerte vinculación con la

sociedad formoseña. A nivel productivo, la misma está muy relacionada con los
lineamientos estratégicos de la política y economía local. En este sentido, la
planificación de esta carrera acompaña las necesidades del crecimiento social y
productivo de la provincia y la región.
En este sentido, para la creación de la carrera se tuvo en cuenta la función social de la
misma, no sólo atendiendo la demanda puntual de los actores sociales, (una demanda
objetiva y explícita), sino también el interés público, las políticas, del Estado a nivel
nacional y subnacional. Además, es la única carrera con estas características en la
región NEA, tanto a nivel universitario como no universitario. El fuerte perfil
agropecuario y agroindustrial de la provincia, requiere de profesionales idóneos en la
implementación y control de normativas y sistemas de calidad agroalimentaria. Tanto
la producción primaria como la industrial necesitan de los servicios de estos
profesionales.
Esto queda demostrado por la gran demanda laboral de los estudiantes, quienes en su
mayoría cuentan con empleos antes de finalizar sus estudios. Como se mencionó, son
pocos los egresados de esta carrera hasta el momento, y por ello gran parte de la
demanda de las empresas es cubierta por veterinarios, bioquímicos, ingenieros, entre
otros. Sin embargo, considero que cuando se cree una masa crítica de Bromatólogos,
los emprendimientos notarán las ventajas de contar con estos profesionales y
requerirán más de sus servicios.

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