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ALTERACIONES HEPATICAS POR INHALACION DE PERCLORATO DE

AMONIO

1. Murcia- Alarcón Ángela Constanza 2. Arias- Holguín German Javier

1. Estudiante VIII semestre; Programa Bacteriología y Laboratorio Clínico;


Universidad de Boyacá, Tunja, Colombia.

2. Licenciado en Química y Biología, MSc docencia de la química. Docente de


tiempo completo Departamento de Química y Bioquímica, Docente
Bioquímica. Universidad de Boyacá
RESUMEN

El hígado es un órgano de gran importancia dado que en este se sintetizan ácidos


grasos, a partir de los aminoácidos y los azucares, también produce colesterol,
fosfolípidos, lipoproteínas, oxida las grasas para producir energía y desempeña
un papel crucial en la eliminación de sustancias nocivas para el organismo, tales
como alcohol, drogas y fármacos, disolventes, pesticidas y metales pesados,
cuando hay exposición a niveles elevados de estos productos químicos, el hígado
puede verse saturado; una de esas sustancias nocivas es el perclorato como fuente
de contaminación antropogénica proviene de varios sectores industriales, que lo
emplean para la elaboración de fertilizantes, pinturas, explosivos, fuegos artificiales,
su uso extenso genera contaminación de cuerpos de agua superficiales y
subterráneas, por lo que la exposición se ha asociado a alteraciones en el
metabolismo de hormonas tiroideas y pueden afectar adversamente a la piel, los
sistemas cardiovascular, pulmonar, neuromuscular y nervioso, los riñones, el tracto
gastrointestinal, el hígado y la sangre (1). Se hace necesario profundizar sobre la
hepatoxicidad del perclorato cuando este es inhalado o administrado por vía oral,
ya que son sustancias químicas muy reactivas donde la población en general
pueden estar expuesta por la ingestión de agua potable, alimentos o leche
contaminada dado que en el medio se relaciona este tipo de acciones
antropogénicas donde estas son frecuentes.

PALABRAS CLAVES:

Perclorato, aminotransferasas, Hígado, perclorato de amonio, hepatotoxicidad.

SUMMARY

The liver is an organ of great importance since this fatty acids are synthesized from
amino acids and sugars, also produces cholesterol, phospholipids, lipoproteins,
oxidized fats for energy and plays a crucial role in eliminating substances harmful to
the body, such as alcohol, drugs and pharmaceuticals, solvents, pesticides and
heavy metals, when exposed to high levels of these chemicals, the liver can become
saturated; one of these harmful substances is perchlorate as a source of
anthropogenic pollution comes from various industrial sectors, which used to make
fertilizers, paints, explosives, fireworks, its widespread use generates pollution of
bodies of surface and ground water, so that exposure has been associated with
alterations in the metabolism of thyroid hormones and can adversely affect the skin,
pulmonary, neuromuscular and cardiovascular nervous systems, kidneys,
gastrointestinal tract, liver and blood (1). It is necessary to deepen on the
hepatotoxicity of perchlorate when inhaled or orally administered as they are highly
reactive chemicals where the general population can be exposed by ingestion of
drinking water, food or milk contaminated because in the middle this type of
anthropogenic actions where these are common concerns.

KEYWORDS:
Perchlorate, aminotransferases, liver, ammonium perchlorate, hepatotoxicity.

INTRODUCCION

En el hígado se producen múltiples reacciones de transaminación, pero las únicas


transaminasas con valor clínico son dos: 1) Aspartato-Aminotransaminasas o
Transaminasas Glutamicooxalacetica (AST/GOT) cuya vida media es de 48 horas
y 2) Alaninoaminotransferasa o Transaminasa glutámico-piruvica (ALT/GPT) con
una vida media de 18 horas. La ALT es más específica de daño hepático que la
AST, debido a que la primera se localiza casi exclusivamente en el citosol y
mitocondria, se encuentran en el corazón, musculo esquelético, riñones, cerebro,
páncreas, pulmón, eritrocitos y leucocitos (2). Se considera que existe lesión
hepática cuando las alteraciones de las pruebas bioquímicas hepáticas (Alanino
aminotransferasa (ALAT), Fosfatasa Alcalina (FAL) o Bilirrubina) aumentan más de
dos veces el valor del límite superior normal (3). Sheila Sherlock, al referirse a la
hepatotoxicidad, decía: “Todo paciente con alteración en las pruebas hepáticas,
tiene una reacción a una droga o tóxico hasta que se demuestre lo contrario” (4).

El término hepatotoxicidad se refiere a la afectación hepática causada por fármacos


y otras sustancias químicas. El desarrollo industrial y la utilización de nuevos
productos químicos permiten conocer cada vez más agentes con capacidad
hepatotóxica. Como agentes hepatotóxicos se pueden considerar a todos los
productos farmacológicos y químicos que tienen una acción lesiva sobre el hígado.
Más de 1100 agentes, fármacos y productos químicos son reconocidos como
hepatotóxicos (5).

La exposición humana a grandes dosis de perclorato puede causar problemas de


salud pública(6), ya que estos producen anemia hemolítica con
metahemoglobinemia, cuerpos de Heinz en los hematíes y lesiones hepáticas y
renales (7). En un estudio que se realizó en Turquía se observaron los efectos de
perclorato en el hígado de Molly pescado produciendo una esteatosis caracterizado
con vacuolización hepatocelular intensiva, esto se generó porque el perclorato no
fue totalmente eliminado después de 10 días y esta tasa de eliminación fue
demasiado lenta en el hígado, debido a que este órgano es el principal de
desintoxicación y excreción. Este estudio es la primera documentación que
demuestra los efectos histopatológicos de perclorato en el tejido hepático de los
teleósteos. (8)

Los percloratos son sustancias químicas que se usan principalmente en fuegos


artificiales, explosivos y propulsores de cohetes. La población general puede estar
expuesta a perclorato al ingerir agua potable, alimentos o leche contaminada. Los
niveles altos de perclorato pueden afectar la glándula tiroides, lo que su vez puede
alterar la función de numerosos órganos en el cuerpo entre ellos el hígado, riñón y
corazón. Los organismos en desarrollo pueden ser particularmente susceptibles. Se
han encontrado percloratos en por lo menos 40 de los 1,547 sitios de la Lista de
Prioridades Nacionales identificados por la Agencia de Protección Ambiental de los
EE.UU (EPA) (1). Estos percloratos por sus características físicoquímicas han sido
diseminados a lo largo de la industria en los últimos años. Desde la década de los
50 se han descrito aproximaciones del mecanismo de acción de estas sustancias
en el organismo, por lo que se empezaron a utilizar en el tratamiento de la
tirotoxicosis.(9)

El perclorato se mueve fácilmente a través de los sistemas de agua y puede durar


por muchas décadas bajo condiciones típicas en aguas subterráneas y
superficiales. Las fuentes de contaminación de perclorato resultantes de la actividad
humana incluyen fertilizantes químicos y otras actividades industriales, tales como
la manufactura de perclorato de amonio, un componente óxido y el ingrediente
principal en el propulsor sólido para cohetes, misiles y juegos pirotécnicos. Las sales
de perclorato se usan a gran escala como un componente de los infladores de
bolsas de aire para automóviles. El perclorato fue descubierto en varios sitios de
producción y en fuentes de agua de pozo y de agua potable en abril de 1997 gracias
al desarrollo de un método de detección de bajo nivel. Este pesticida posee la
propiedad química particular de no reaccionar con otras sustancias, por lo tanto el
proceso para eliminar este compuesto de las aguas superficiales y subterráneas es
excepcionalmente difícil y costoso. En la actualidad existen algunos tratamientos
que se están utilizando con poco o sin ningún éxito. Estos tratamientos son de tipo
biológicos (biorreactores), que consisten en el intercambio iónico, este ha resultado
ser un método exitoso en la remoción del perclorato desde agua contaminada, al
sustituir un ion de menor afinidad en un sitio de intercambio de la resina. Sin
embargo, esta técnica tiene el inconveniente de que el contaminante no es destruido
sino únicamente removido desde el agua. La literatura científica reporta que las
nano partículas de hierro cero valente se han usado exitosamente en la eliminación
o reducción de solventes clorados y ligantes inorgánicos (10). El perclorato es
fabricado en los Estados Unidos, Francia, Brasil, China, Egipto, Taiwán y Japón. El
perclorato se fabrica hoy en día casi exclusivamente para la industria aeroespacial
y en segundo lugar para la producción de fuegos artificiales (11).
El principal objetivo es realizar una revisión bibliográfica de la literatura que permita
identificar los aspectos relevantes sobre las alteraciones hepáticas que se generan
por la exposición prolongada por inhalación o ingesta de perclorato de amonio.

METODOLOGIA

En el presente artículo de actualización o revisión, se seleccionaron las palabras


clave Perclorato, aminotransferasas, Hígado, perclorato de amonio,
hepatotoxicidad, después se realizó una búsqueda en las bases de datos Pubmed,
Scielo, ebrary y ProQuest, donde se revisaron 50 artículos con el tema relacionado
de los cuales 25 se tomaron como referencia para la elaboración del artículo de
actualización, y como criterios de inclusión se tuvo en cuenta la antigüedad no
mayor a 10 años.

MARCO TEORICO

Perclorato

El perclorato es un compuesto químico de carga negativa que se compone de un


átomo de cloro y cuatro átomos de oxígeno (12). Son sales incoloras sin olor,
sustancias químicas potencialmente muy reactivas usadas principalmente en
fuegos artificiales, explosivos y motores de cohetes. Hay cinco sales de percloratos
que se manufacturan en grandes cantidades: perclorato de magnesio, perclorato de
potasio, perclorato de amonio, perclorato de sodio y perclorato de litio, de los cuales
el 70% del cohete propulsor sólido del trasbordador espacial está constituido de
perclorato de amonio. Las sales de perclorato son sustancias sólidas que se
disuelven fácilmente en agua. Los percloratos también se pueden formar
naturalmente en la atmósfera, lo que lleva a la presencia de cantidades de
perclorato muy bajas en la precipitación. Los percloratos también se usan para
fabricar otras sustancias químicas. Hace muchos años, los percloratos se usaron
como medicamento para tratar hiperactividad de la glándula tiroides.

Las sales de perclorato se utilizan también como componentes en los infladores de


bolsas de aire, en los reactores nucleares y tubos electrónicos, como aditivos en
aceites lubricantes, en galvanoplastia y el refinado de aluminio, en el curtido y el
acabado del cuero, y en la producción de pinturas y esmaltes. La toxicidad de
amonio, sodio y perclorato de potasio es esencialmente la del ion perclorato (ClO 4),
como las sales se disocian fácilmente en agua (13)

La ingestión de alimentos y agua que contienen percloratos son las rutas de


exposición más importantes para la población general. Los niveles altos de
percloratos pueden afectar la glándula tiroides, hígado, riñón, lo que a su vez puede
alterar la función de numerosos órganos en el cuerpo. El feto y los niños pequeños
pueden ser particularmente susceptibles (14).

Perclorato de amonio

Perclorato de amonio (AP) es un oxidante fuerte ampliamente empleado en


materiales energéticos militares y civiles (propulsores). Recientemente, se ha
analizado como un contaminante ambiental persistente debido a su amplio uso
en fuegos artificiales, pinturas, revestimientos y otros productos industriales
civiles. La presencia de perclorato en el medio ambiente es de piedras naturales
(15), y antropogénicos orígenes, a través de la eliminación inadecuada de
residuos asociados a la producción y uso. La exposición de los humanos a través
de perclorato de alimentos y agua potable ha sido ampliamente documentado
(16). Además, la exposición también puede derivar de la inhalación de polvo que
contiene AP, especialmente en los lugares de trabajo (17) .

La exposición ocupacional de las poblaciones de trabajadores, durante la


producción o uso comercial de perclorato de amonio es mucho mayor que el
potencial de exposición ambiental, ésta se da principalmente a través de la
ingestión o inhalación, este último entra como polvo de perclorato de amonio, ya
que la absorción significativa de perclorato a través de la piel intacta es poco
probable, a nivel sistémico llega por las mucosas respiratoria y gastrointestinal
debido a la alta solubilidad acuosa del perclorato con la temperatura corporal. Se
recalca que se observa más en instalaciones de producción de perclorato de
amonio, que la exposición potencial del agua o de la exposición alimentaria (18).

La exposición de niveles altos de percloratos en el ser humano por inhalación o


ingesta de alimentos y aguas contaminadas con este químico, generan efectos
tóxicos en algunos órganos como es el hígado del individuo, es por ello que en
base a la información adquirida se pretende hacer un seguimiento con ratones, los
cuales serán expuestos al perclorato de amonio, con el fin de evidenciar
alteraciones a nivel hepático y que permita identificar el funcionamiento de las
transaminasas.

Fisiología del hígado

Fisiológicamente el hígado tiene un papel vital para el organismo, presentando


multiplicidad funcional metabólica, digestiva, hemostática, inmunológica y de
reservorio, con flujo de alrededor de 1500 mL de sangre por minuto. Los hepatocitos
son células poliédricas de 20 nm de longitud por 30 nm de anchura, con núcleo
central redondeado u ovalado. Representan el 80% de la población celular hepática
en el hombre. Presentan membrana hepatocitaria, citoesqueleto con
microfilamentos, microtúbulos y filamentos intermediarios de citoqueratina y
organelas como las mitocondrias, retículo endoplasmático rugoso y liso, aparato de
Golgi, lisosomas y peroxisomas. El citoesqueleto tiene un papel funcional en el
transporte de sustancias y en la dinámica de los canalículos biliares. Las
mitocondrias participan en la fosforilación oxidativa y la oxidación de ácidos grasos.
El retículo endoplasmático rugoso se encarga de la síntesis de albúmina,
fibrinógeno y diversas proteínas mediadoras de reacciones inflamatorias y de la
coagulación sanguínea. En el retículo endoplasmático liso se da depósito de
glicógeno, conjugación de bilirrubina, esterificación de ácidos grasos, glicogenolisis,
desiodación de tiroxina, síntesis de colesterol y de ácidos biliares, metabolismo de
lípidos, sustancias liposolubles, esteroides y fármacos, alcohol y tabaco. El aparato
de Golgi realiza el transporte de lípidos hacia el plasma, tiene actividad fosfatásica
ácida catabólica, produce glicoproteína y promueve la adición de carbohidrato a las
lipoproteínas. Los lisosomas presentan actividad fosfatásica ácida además de
poseer 30 enzimas hidrolíticas responsables del catabolismo de cuerpos extraños,
elementos sanguíneos envejecidos y depositar hierro. Los peroxisomas
metabolizan las purinas, los lípidos, el alcohol y el peróxido de hidrogeno, participan
en la gluconeogénesis, en la beta-oxidación de los ácidos grasos de cadena larga
(19). Teniendo en cuenta la fisiología del hígado se podrá entender las
consecuencias de las alteraciones hepáticas por inhalación de perclorato de
amonio si este no es eliminado rápidamente y que una de las posibles
enfermedades que va a generar es la esteatosis hepática secundaria a causa del
hipotiroidismo y por tanto las transaminasas específicamente la ALT va a estar
supremamente elevadas.
La esteatosis hepática La esteatosis hepática no alcohólica es la causa más
frecuente a nivel global de alteraciones crónicas en las pruebas de función hepática
en individuos asintomáticos. Esta enfermedad hepática comprende desde el punto
de vista histopatológico un espectro que varía entre el simple depósito de grasa en
el hígado (esteatosis) hasta la esteatohepatitis, fibrosis y cirrosis, en ausencia de
otras alteraciones que si pueden acompañar al daño histológico por alcohol, como
son la necrosis esclerosante hialina, la lesión veno-oclusiva de la enfermedad
alcohólica, la proliferación ductular, colangiolitis y colestasis aguda (20).

https://www.aegastro.es/sites/default/files/archivos/ayudaspracticas/56_Enfermeda
d_hepatica_grasa_no_alcoholica.pdf

Aminotransferasas

Las aminotransferasas son los indicadores bioquímicos más empleados para


valorar los pacientes con sospecha de hepatopatía, ya que son marcadores
sensibles para detectar una lesión hepática y, además, sirven para reconocer la
presencia de una lesión hepatocelular aguda, como la hepatitis. La elevación sérica
de las aminotransferasas es el parámetro bioquímico que mejor refleja la lesión
hepatocelular, aunque es un hallazgo inespecífico que ocurre en enfermedades
hepáticas de diferentes etiologías (21).

Las enzimas más frecuentemente determinadas son la alanino aminotrasferasa


(ALT o transaminasa glutámico pirúvica sérica –SGPT–) y la aspartato
aminotransferasa (AST o transaminasa glutá- mico oxalacética sérica –SGOT–).
Mientras que la ALT se encuentra predominantemente en el parénquima hepático,
la AST se encuentra en diferentes localizaciones además del hígado tales como el
miocardio, el músculo esquelético, páncreas y pulmones, siendo por lo tanto menos
específico que la ALT para enfermedades hepáticas. La elevación de los niveles
séricos de transaminasas suele indicar una lesión o necrosis de los hepatocitos; no
obstante la magnitud de dicha elevación no se correlaciona con la gravedad o
extensión de la misma y generalmente no tiene un valor pronóstico (22).

La enfermedad hepática grasa no alcohólica tiene una prevalencia estimada a nivel


mundial de un rango de 6,3% a 33% con una media de un 20% en la población
general, basado en la variedad de métodos diagnósticos. Siendo más frecuente
entre la quinta y sexta década de la vida, así como en el sexo masculino. Los
principales factores de riesgo implicados en esta patología: obesidad, diabetes
mellitus tipo 2, dislipidemia y síndrome metabólico; como condiciones emergentes
asociadas tenemos el síndrome de ovarios poli quísticos, hipotiroidismo, apnea del
sueño obstructiva, hipopituitarismo, hipogonadismo y resección pancreato-
duodenal (23).

Hipertransaminemia
Cuando se genera una alteración en el proceso de la transaminación genera un
incremento sérico de transaminasas siendo consecuencia de una lesión en la
membrana del Hepatocito y por ende puede existir una necrosis celular, generando
así la hipertransaminemia, la cual se clasifica como: Leve moderada que está
relacionada con enfermedades hepáticas crónicas en donde el paciente esta
asintomático o paucisintomático y trae consigo elevaciones transitorias de las
transaminasas por circunstancias fisiológicas, por tal motivo cada tres meses se
debe hacer el análisis para determinar la cronicidad de la hipertransaminemia. La
segunda clasificación es la hipertransaminemia grave, la cual refleja la existencia
de necrosis o lesión hepatocelular aguda y requiere un estudio etiológico inmediato
(24).

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