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Museo Arqueológico Nacional

NUMISMATICA
Y MEDALLISTICA

- se
CARMEN ALFAR0 ASINS . ?"Q

1 Direcclbn Genetal de Bellas Mes y Archivos 1


DISEÑO Y MAQUETACION
Luis CARRILLO
RAÚLARECES

FOTOGRAFIAS
E N R I Q ~SÁENZ
J E DE S A N PEI>RO
SERVICIO FOTOGRÁFICO DEI. M.A.N

DIBUJOS
FERNANDOFERNANDEZ

COORDINACION GENERAL
ANCELAFRANCO
MATA

ISBN: 84-7483-859-2 (Tomo 11 - Separata IV)


NIPO: 301-91-057-8
D. L.: M-697-1991
Imprimc: qrafofhet sl
CARMEN ALFARO ASRVS
PLANTA SEGUNDA
(sótano 2)

NUMlSMATlCA
SALA IX
TESOROS DE MONEDA HISPANICA
- SALVACAÑETE
- CHAO DE LAMAS
- DRIEVES

PLANTA TERCERA
(entrada)

NUMlSMATlCA
SALA XIX
VITRINA MONEDA HlSPANlCA

SALA XXlX
VITRINA MONEDA
El Museo Arqueológico Nacional po- Un recuento realizado hacia 1749 en el
see la mejor aunque poco conocida colec- Monetario de la Biblioteca dio la cifra de
ción de monedas de España y, como la ma- 22.000 ejemplares, cantidad que aumentó
yoría de los Gabinetes Numismáticos ofi- rápidamente por donativos y sucesivas ad-
ciales, respondiendo al más amplio concep- quisiciones. Entre los numerosos ingresos
to de la Numismática. cuenta también en de la época cabe citar la adquisición en Pa-
sus fondos con otros objetos "monetifor- rís, hacia 1746, del monetario del Abad de
mes": medallas, téseras, ponderales, matri- Orleans por 360.000 reales, la compra en
ces de sellos, etc. Al tratarse de una colec- 1786 de otro importante monetario en Ná-
ción general su misma extensión es causa poles por 120.000 reales, el ingreso de la co-
de que haya gran desigualdad en la forma- lección de don Pedro Estrada en 1788, la in-
ción de sus series, siendo algunas numero- corporación en 1791 de los 133 áureos des-
sas e importantes y otras sumamente in- cubiertos en los cimientos de la fachada de
completas, como tendremos ocasión de co- la catedral de Málaga y, como no, el ingre-
mentar. so en 1793 de la colección del Infante don
Gabriel, hijo de Carlos 111, en cuya catalo-
El origen remoto de la colección de gación intervino Fray Enrique Florez, in-
monedas y medallas del Museo Arqueoló- signe humanista y numismático del si-
gico Nacional se puede situar en 1712, fe- glo XVIII.
cha en que Felipe V funda la Biblioteca
Real, donde se integraron las antiguas co- En 1835 los fondos se habían casi
lecciones de monedas existentes en Palacio. quintuplicado y se cifraron en 2.672 mone-
Estas se fueron incrementando con nuevas das de oro, 30.669 de plata y 51.183 de
adquisiciones como las efectuadas por P. bronce. De esta época se conservan varios
Robinet, confesor del rey, en 1716 que fue- inventarios manuscritos, entre ellos, el
ron catalogadas en 1735 por Pablo Lucas, "Monetario de la Biblioteca de S. M.", re-
anticuario del rey de Francia. En 1743 Ale- dactado entre 1800 y 1837 por el bibliote-
jandro Javier Panel, instructor de los infan- cario don Ambrosio Ruiz Bamba. En 1835
tes, es nombrado por Felipe V "Conserva- igualmente se inicia el "Libro de entradas
dor del Gabinete de medallas" con lo que por compras, donaciones, etc. del Museo de
se fundó el Museo Numismático de la Bi- Medallas de la Biblioteca Real", redactado
blioteca Real. De este primer conservador en principio por don Joaquín María Pati-
de la colección poseemos varios inventarios ño y continuado por don Basilio Sebastián
manuscritos. Castellanos, don Francisco Bermúdez de
Sotomayor y don Ignacio Calvo, quien lo laron las monedas en bandejas dentro de 38
concluye entre 1904 y 1928. De los años armarios de caoba. De esta época conser-
1851-1852 es el "Inventario de las monedas vamos el magnífico Inventario General re-
y medallas del Museo de la Biblioteca Na- dactado entre 1895 y 1903 por el Jefe de la
cional", redactado por el conservador del Sección don Manuel Gil y Flores y con un
Gabinete de Antigüedades don Basilio Se- diario "como numismático" realizado por
bastián Castellanos y el oficial del mismo don Ignacio Calvo entre 1904 y 1928. La ex-
don Felipe Perogordo. posición de monedas y medallas se realizó
en 21 vitrinas-mesa, aumentadas después
Al fundarse el Museo Arqueológico para ampliar la exposición de monedas. El
Nacional en 1867 pasaron a él los fondos Catálogo-Guia del Salón de Numismática,
arqueológicos y numismáticos de la citada redactado por don Ignacio Calvo y don
Biblioteca Nacional, antes Real, de la es- Casto María del Rivero, describe las mone-
cuela Especial de Diplomática y del Museo sas expuestas en 1925 así como los fondos
de Ciencias Naturales, contabilizándose generales de las Sección que entonces se
una década después un total de 103.096 evaluaron en 160.000 monedas y 15.000
ejemplares. Dos años más tarde comienzan medallas.
las Comisiones científicas que recorrieron
diversos puntos de España para estudiar Al acaecer la Guerra Civil se suspen-
monumentos y adquirir objetos con desti- dieron los trabajos de ordenación y se tras-
no al Museo. Igualmente con este mismo ladaron precipitadamente las colecciones al
cometido hay que destacar la Comisión piso bajo del Museo. De estos momentos
que, a bordo de la fragata "Arapiles", via- destaca por su gravedad la incautación en
jó a Oriente para incrementar los fondos. noviembre de 1936 de 2.796 monedas de
oro, casi la totalidad de las que poseía el
El 5 de julio de 1895 se inaugura el Pa- Museo, a excepción de algunas piezas rele-
lacio de Archivos, Bibliotecas y Museos, vantes que pudieron ser salvadas por los
ubicándose el Monetario en dos salas en el conservadores arriesgando su vida. En de-
ángulo sudeste del edificio, donde se insta- talle, salieron del Museo 50 monedas grie-
gas, 830 romanas, 297 bizantinas, 322 visi-
godas, 585 árabes, 94 españolas medievales
y modernas, 543 extranjeras y 67 medallas,
todas actualmente se encuentran en .para-
dero desconocido.

Finalizada la Guerra Civil, en 1940 se


procedió a la organización de las nuevas
instalaciones, conservándose el mismo or-
den anterior para las series griega, romana
e hispánica pero cambiándose el de las se-
ries medievales y modernas. Igualmente se
incorporaron dos nuevas vitrinas en las que
se expusieron 583 medallas. En este perío-
do realizaron importantes trabajos de in-
vestigación don Narciso Sentenach, don
Felipe Mateu y Llopis, - - y. don Casto María
del ~ i v e r oen&e otros.

A partir de 1951, bajo la dirección de


don Joaquín María de Navascués, se tras-
lada el monetario a la zona central de la
planta principal. Hay que destacar también
de 1951 la creacción del Instituto Antonio
de Agustín de Numismática del C. S. 1. C.,
con sede en el propio Museo, que se pro-
puso como fin fundamental la ordenación
total de las monedas del Gabinete. Esta la-
bor, acometida por el propio Sr. Navas-
Fig. 1
Lydia. Creseida de
cués, doña Matilde López Serrano y don
plata. Fines del Octavio Gil Farrés, junto a un grupo de
siglo VI a. C. alumnos de la Universidad, se pensaba
Diámetro 13-15 complementar con la publicación de volú-
mrn. Al cuádruple menes que dieran a conocer las series que
de su tamaño. quedaran revisadas. Así, bajo el título ge-
+-
neral de Las monedas hispánicas del Museo
Arqueológico Nacional de Madrid, salieron a
la luz dos volúmenes; el primero, compren-
sivo de las series de sistema griego acuña-
das en la Península por las colonias heléni-
cas, púnicas y por las ciudades indígenas
que dentro del área peninsular secundaron
la iniciativa de los colones extranjeros, aña-
diéndose el ciclo Ibero-Romano; el segun-
do volumen, se dedicó a las series bastulo-
turdetanas de sistema romano, correspon-
dientes a su ciclo andaluz y también a la
descripción y reproducción de las monedas
conservadas en el Museo procedentes de los
tesoros de Azaila, Salvacañete y Cerro de
la Miranda. Un anunciado tercer volumen,
que comprendería las series andaluzas de
sistema romano, fenicias, y libiofenices, no
llegó a realizarse, por lo que quedó suspen-
dida una labor importantísima para la di-
fusión de los fondos del Gabinete Nu-
mismático.
Un recuento de los fondos realizado en
estos años dio las cifras de 180.000 mone-
das, 7.000 medallas y varios centenares de
billetes. Es también en estas fechas cuando,
por falta de espacio, se suprime la exposi-
ción permanente de numismática y meda- Fig. 2
llística que estaba ubicada en la actual Atenas.
sala 39. Tetradracma. Siglo
V a. C. Diámetro
Años más tarde, debido a las obras de 25 mm. Al doble de
remodelación y ampliación llevadas a cabo su tamaño.
en el Museo desde 1968, el Gabinete Nu-
mismático padeció dos nuevos traslados
que trastocaron profundamente el orden de
1973 de la colección numismática de don
Domingo Sastre Salas, formada por 28.094
sus fondos. Desde 1979 el Gabinete se ins- monedas, que ha venido a completar una
en Norte de la planta cuarta,
serie de lagunas existentes en los fondos an-
de se acondicionó una cámara blindada pa-
tiguos, especialmente en lo que a moneda
ra albergar la totalidad de sus fondos que ac- áurea se refiere, lo que hace estimar la co-
tualmente están en curso de ordenación. La
lección actual entre monedas, medallas y
ubicación actual del ahora llamado Depar- otros objetos del Departamento en más de
tamento de Numismática y Medallística,
250.000 ejemplares que, en el presente co-
tampoco parece ser la definitiva puesto que mentario, dividiremos en los apartados te-
próximamente el Museo iniciará una refor-
máticos y cronológicos correspondientes.
ma integral de su estructura aue afectará a
todos 1;s Departamentos y Servicios del
mismo.
A lo largo de todos estos años, el Ga- LA MONEDA Y SU EVOLUCION
binete Numisrnático no ha dejado de nutrir-
se de donativos, adquisiciones e ingresos de
todo tipo. Fueron especialmente importan- Se puede considerar "dinero" cual-
tes los incrementos que registró la colección quier objeto cuyo valor intrínseco sirva co-
numismática entre los años 1940-1980, en mo unidad de referencia en transacciones
que ingresaron la mayoría de los tesoros comerciales y financieras. Desde antiguo
que hoy posee y algunas importantes colec- los pueblos primitivos utilizaron distintos
ciones, incrementos reflejados en su mayor objetos como unidades de referencia y va-
- parte en las Adquisiciones del Museo Ar- loración necesarios para la vida en sociedad
queológico Nacional y las Memorias de los del hombre; así, las cabezas de ganado, gra-
Museos Arqueológicos. nos de cereal, utensilios, pesos de metal en
bruto, conchas, etc, constituyen lo que ac-
De estos últimos años citamos por su tualmente conocemos como "pre-mone-
importancia y volumen, la adquisición en das". La moneda en su sentido actual; es
decir, metálica y emitida por una autoridad Las primeras monedas griegas conoci-
reconocida, se origina, al parecer, en el se- das aparecen en el reino de Lidia, en Asia
no de las antiguas civilizaciones desarrolla- Menor, como refiere Heródoto y lo atesti-
das en Grecia, China y la India, y de ma- guan los hallazgos de Artemision de Efeso,
nera independiente entre sí. La tradición aunque los autores antiguos han atribuído
monetaria griega, evolucionada, va a ser el la paternidad de su invención a sus propias
origen del sistema monetario occidental, ciudades de origen; así unos a Argos bajo
que acaba imponiéndose y suplantando a el rey Fidón, otros a Atenas con Erictonio,
los sistemas orientales. fundador de la ciudad, etc. Estas primeras
monedas son globulares, irregulares y sin ti-
El término actual "moneda", del lati- pos, realizadas en electrón (aleación de oro
no moneta, deriva del sobrenombre de la y plata), encontrado en estado natural en
diosa Juno Moneta (la consejera), en cuyo los ríos de Asia Menor, en las que muy
templo los antiguos romanos ubicaron su pronto se introducen tipos sencillos, como
primer taller de acuñación. En la moneda cabezas de león, de caballo, etc. A mitad
participan tres elementos fundamentales, del siglo VI a. de C., el rey lidio Creso
como ya apuntó San Isidoro de Sevilla en adopta ya un sistema monetario bimetálico
sus "Etimologías", que son el metal, cuya en oro y plata para la acuñación de mone-
calidad y proporción rigen el valor intrín- da (Fig. 1).
seco de la moneda, el peso, que da lugar a
la creación de una escala de valores, base Al mismo tiempo algunas ciudades de
de todo sistema monetario, y los tipos o Greciá Continental como Egina, Corinto y
motivos que decoran ambas caras de la mo- Atenas comienzan sus acuñaciones, toman-
neda, anverso y reverso, que por lo general do la plata como metal base de sus sistemas
están en relación con la autoridad emisora monetarios y la dracma como unidad, aun-
o con el valor nominal de la pieza. que de distinto peso en cada lugar como
símbolo de su independencia. Los tipos
Generalmente la técnica más utilizada propagandísticos de cada ciudad van a ser
para la fabricación de monedas hasta el si- el símbolo de prestigio del amplio crédito
glo XVI ha sido la acuñación a martillo. Es- del que van a disfrutar estas monedas en
ta se realiza colocando un disco de metal otros lugares. Así serán célebres las "tortu-
(cospel), frio o previamente calentado, en- gas" de Egina, símbolo de su poder maríti-
tre dos cuños donde están grabados los ti- mo, los "potros" de Corinto, con el Pega-
pos en negativo. El cuño de anverso es fijo so domado por Belerofonte, fundador de la
(pila) y el de reverso móvil (troquel) que se ciudad, y las "lechuzas" de Atenas, conme-
sujeta por lo general con la mano y que re- morando las fiestas Panatenaicas (Fig. 2).
cibe el golpe de martillo, quedando así am-
bos tipos impresionados sobre el cospel. Siguiendo el ejemplo de sus metrópo-
Otro sistema más elemental para la fabri- lis fundadoras, las ciudades de la Magna
cación de monedas es el de la fusión del me- Grecia y Sicilia adoptan la moneda desde
tal en moldes en los que previamente se han el siglo VI a. de C., cuyos tipos, como ele-
grabado los tipos. Es mucho menos perfec- mento de prestigio y propaganda, adoptan
to y generalmente se utilizaba para produ- temas alusivos a su fundación, a la riqueza
cir piezas de gran tamaño. Estos y otros del territorio e incluso al tipo parlante de
procedimientos más modernos para la ob- la ciudad. Son destacables por su belleza las
tención de monedas se realizan en las casas primeras piezas italianas, denominadas "in-
de moneda o cecas. cusas", propias de Poseidonia, Sybaris y

Fig. 3
Alejandro Magno.
f1)
Tetradracma. Tiro.
336-323 a. C.
Diámetro 25 mm.
Al doble de su
tamaño.
Fig. 4
República romana.
Confederación de la
guerra social.
Denario con
leyenda osca. 91-88
a. C. Diámetro 19
mm. Al triple de su
tamaño.

Metaponto entre otras ciudades, que se ca- tancia. De estos momentos lo más destaca-
racterizan por presentar en anverso el tipo ble en la moneda es el nacimiento del retra-
en relieve y en reverso el mismo tipo en to, al principio de gran calidad y realismo,
hueco. pero que al multiplicarse los talleres y de-
caer las dinastías se volverá esteotipados.
Donde la moneda alcanza su máxima
expresión de belleza es en Sicilia a partir del Roma acuña muy tardíamente en com-
siglo V a. de C., en que una serie de ciuda- paración al mundo griego y lo hace utili-
des como Naxos, Zancle, Himera, Selinus, zando dos sistemas distintos. Sus primeros
Akragas, etc. rivalizan en la perfección de ejemplares, que podemos considerar "pre-
sus acuñaciones. Mención especial merece monedas", son bloques informes de bronce
Siracusa, que bajo Gelon emite decadrac- fundidos sin peso determinado ni represen-
mas para celebrar la victoria en Himera so- taciones (Aes Rude), en los que hacia prin-
bre los cartagineses, en las que se represen- cipios del siglo 111 a. de C. se introducen ti-
ta en anverso una cuádriga y en reverso la pos en una sola cara, presentando ya un pe-
cabeza de la ninfa Aretusa, confundida en so determinado (Aes signatum). Algo des-
la antigüedad con la reina Demarete y de- pués se funden monedas ya lenticulares
nominada la moneda por ello demareteion. (Aes Grave), cuya unidad el as, tiene el pe-
Esta tipología evolucionada alcanza su so de la libra romana (324 gramos). La ti-
apogeo a finales del siglo V a. de C. en los pología de estas pesadas monedas fue en
ejemplares firmados por Sosion, Eumenes, principio variada, hasta que hacia el 225 a.
Evainetos, Eukleidas y Kimon. de C. se hace fija la que lleva una proa de
nave en reverso, variando la divinidad re-
Un avance importante en el numera- presentada en los anversos según los valo-
rio se empieza a fraguar a partir de Alejan- res; así, el as o unidad (marca 1) presenta la
dro Magno que, en vista a su política pan- cabeza de Jano bifronte, el semis o mitad
helénica, escoge nuevos tipos monetarios, (marca S) la de Saturno, el triens o tercio
acuñados en patrón ático, comunes a sus (marca *) la de Minerva, el quadrans o
vastos territorios. En su estáteros de oro cuarto (marca *) la de Hércules, el sex-
aparece la cabeza de Atenea y una Victoria tans o sexto (marca *) la de Mercurio y la
i e n sus tetradracmas de plata la cabeza de uncia o doceavo (marca *) la de Roma. Es-
Hércules con la piel de león, donde se ha te tipo de monedas perdurará con igual ti-
querido ver el retrato del propio Alejandro pología hasta finales de la República, pero
y Zeus. Estas monedas incluyen su nombre disminuyendo su peso paulatinamente por
ALEXANDROS y a partir de la muerte de medio de varias devaluaciones oficiales que
Darío 111 el título BASILEUS, ambos en intentaban sanear la economía, dañada por
griego (Fig. 3). Estas especies monetarias se las constantes guerras.
extenderán rápidamente por sus dominios,
llegando incluso a la India. Paralelamente a las citadas acuñacio-
nes en bronce, Roma se verá en la necesi-
A la muerte de Alejandro comienza la dad de acuñar piezas al estilo griego para
larga guerra civil entre los diadocos que fi- hacer frente a sus empresas bélicas en el Sur
naliza con el reparto del imperio entre sus de Italia. Así, utilizando metrología y tipos
generales, origen de las monarquías helenís- griegos variados, se acuñan didracmas y
ticas Ptolemaica, Antigonida y Seleucida, dracmas de plata, dobles litras, litras y he-
de las que derivarán otras de menor impor- militras de bronce, que llevan primero la le-
Fig. 5
Hispania. Denario
ibérico de
Ikalkusken. Siglo 11
a. C. Diámetro
18-20 mrn. Al triple
de su tamaño.

yenda ROMANO y después ROMA. Estas A partir de Augusto, la moneda roma-


emisiones se continuarán con los cuadrigati na va experimentando una lenta pero pro-
de plata de menor peso, llamados así por funda decadencia, reflejo de la situación
presentar en reverso una cuádriga conduci- económica ante los elevados gastos del Im-
da por Júpiter, y por una escasa emisión de perio, que se intenta paliar con sucesivas re-
monedas de oro. formas del numerario que rebajan el peso
de las monedas; así encontramos las refor-
Hacia el 21 1 a. de C. es cuando se crea mas de Nerón en el 64 d. de C.; Caracalla
la moneda más importante y de mayor in- que el 215 d. de C. crea una nueva mone-
fluencia: el denario, moneda de plata de da, el antoniniano o doble denario; Aurelia-
unos 4,50 gramos, que como su nombre in- no en el 274 d. de C.; Diocleciano en 294
dica equivalía a 10 ases (marca X) ya sex- d. de C. y Constantino en el 309 d. de C.
tantales aunque hacia el 141 a. de C. se re- que fijará la talla de su moneda de oro en
tarifará a 16 (marca *) y sus divisores el qui- 1/72 de la libra romana (4,51 gramos),
nario (marca V) y el sestercio (marca 11s). prácticamente la mitad de peso que el aú-
Por estas fechas también se crean otras mo- reo de Augusto, moneda que recibe el nom-
nedas, como son el victoriato, cuyo nombre bre de sólido y determinará el sistema mo-
proviene de la Victoria coronando un tro- netario bizantino y árabe posterior.
feo que figura en el reverso, y una serie de
piezas de oro con marcas de valor que se su- Las primeras monedas de la Península
pone equivalen a 60, 40 y 20 ases. Ibérica las acuñan las colonias griegas de
Emporion y Rhode, ambas en el golfo de
En origen los tipos del denario fueron Rosas. La primera emite desde mitad del si-
la cabeza de Roma galeada en anverso y los glo V a. de C. pequeños divisores de plata
Dioscuros a caballo en reverso, aunque po- y algo después dracmas con el topónimo en
co a poco se introducen en el campo mo- griego de la ciudad que serán imitadas por
neta1 marcas y luego iniciales que corres- los pueblos indígenas cercanos. En el otro
ponden a los tres magistrados encargados extremo de la Península y a principios del
de hacer la moneda, los Tresviri, Aere, Ar- siglo 111 a. de C. acuñará Gadir, antigua
gento, Auro, Flando Feriundo, aunque no se colonia de fundación fenicia, monedas de
tardará en sustituir los tipos tradicionales bronce y algo después de plata en las que
por gran variedad de otros nuevos, elegidos se representa sus característicos atunes.
por los Triunviros Monetales, que por lo También desde estas fechas emite su nume-
general estarán en relación con su gens o fa- rario con la representación del dios Bes la
milia y que se harán más palpables en los isla de Ebusus y algo después Arse y Saiti.
últimos tiempos de la República (Fig. 4). La influencia de las citadas monarquías he-
lenísticas se hace notoria en las monedas
Augusto al asumir el Imperio necesitó que acuñan los cartagineses en la Penínsu-
un sistema monetario sólido que respalda- la Ibérica entre el 237 y el 206 a. de C. Es-
ra su poder, por lo que acomete la reforma tos bellos ejemplares presentan en anverso
monetaria entre los años 23 y 20 a. de C. una serie de cabezas masculinas, probable-
Su innovación más importante es la crea- mente divinidades, que en ocasiones se
ción del aúreo (8 gramos) como unidad del identifican con los retratos de los jefes
sistema, pasando el denario a segundo tér- Bárcidas.
mino. También se acuñan como valores fi-
duciarios el sestercio y el dupondio en ori- A partir del 218 a. de C., con el desem-
calco y el as y el quadrans en bronce. barco de Cneo Escipión en Ampurias, asis-
~eovi~ildo.Triente.
Ca. 575 d. C.
Diámetro 20 mm.
Al doble de su
tamaño.
timos a la expansión de la cultura y la mo- (tercio del sólido) se acuñan en el sur de
neda romana en la Península. A mitad del Francia a nombre de los emperadores de
siglo 11 a. de C. aparece el denario ibérico, Oriente. En el último cuarto del siglo VI
derivación pondera1 del denario romano d. de C., Leovilgildo será el primer monar-
pero con tipología y leyenda ibérica autóc- ca visigodo que inscribe su propio nombre
tona, realizado para el pago de las tropas en las monedas, ya únicamente trientes, eli-
romanas en continua guerra de coloniza- minando el del emperador de Oriente (Fig.
ción, que alcanzará su máxima expansión 6). A partir de este monarca .la tipología
en el siglo 1 a. de C. (Fig. 5). Por otra par- que más se generaliza es la que presenta un
te, desde finales del siglo 111 a. de C., hay busto de frente, muy esquemático, por am-
una diversificación muy grande de acuña- bas caras, junto al nombre del rey y de la
ciones de bronce en la Península, que si- ceca emisora.
guen tanto patrones ponderales de origen
cartaginés como romanos, lo que unido al El debilitamiento y fraccionamiento
uso de alfabetos no latinos y a la variedad la monarquía visigoda unido al apogeo
de tipos utilizados, especialmente en la U1- la dinastía Omeya con Walid 1, propicia
terior. demuestra la autonomía aue tuvo penetración árabe en la Península en .el
Hispania en época republicana para la acu- año 71 1 y su rápida conquista. La moneda
ñación de moneda. árabe se caracteriza por la falta de imáge-
nes en sus caras que están recubiertas por
Con la pacificación de la Península y leyendas de tipo religioso, con la inclusión
el ascenso de Octavio al poder absoluto, la en algunos momentos del nombre del go-
moneda hispánica seguirá las pautas impe- bernante, de la ceca emisora y la fecha de
riales en cuanto a metrología, tipología y le- acuñación, según el cómputo de la Hégira.
yendas, aunque con un marcado gusto pro- Las primeras monedas que acuñan en la Pe-
vincial. En la Tarraconense, Bética y Lusi- nínsula Ibérica, sin embargo, responden al
tania acuñarán las principales cecas que lo tipo bizantino de Cartago, algunas en latín
había hecho con anterioridad, hasta que y otras bilingües (árabe-latín), que se cono-
con Calígula finalizan las acuñaciones loca- cen cono "transicionales", aunque rápida-
les de Hispania, salvo la emisión.de Clau- mente se impone el tipo epigráfico caracte-
dio en Ebusus. rístico, según las pautas de la reforma de
Abd-el-Malik (Fig. 7). En el Emirato sólo
Entre los pueblos bárbaros estableci- se acuñan dirhems de plata en la ceca gené-
dos en el ámbito territorial del Imperio des- rica de Al-Andalus y feluses de cobre, ya
tacan por su importancia para Hispania los que la moneda de oro era prerrogativa del
visigodos. Sus primeros sólidos y trientes califa de Oriente.

Fig. 7
Hispano-árabe.
Dinar transicional
bilingüe.
Al-Andalus. 98
H./716-717 d. C.
Diámetro 15 mm.
Al triple de su
tamaño.
Ante la pujanza de los árabes se van para erigirse Califa de Córdoba, acuñando
constituyendo pequeños centros de resis- a su nombre ya monedas de oro, dinares, y
tencia sin entidad política en el norte de la dirhems de plata. A partir de Hixem 11 la
Península Ibérica. Cabe destacar la incur- autoridad del Califato decae en favor de
sión carolingia en la zona actual de Cata- una serie de poderes locales que conocemos
luña que origina la Marca Hispánica en el como Reinos de Taifas, cuya moneda de
siglo IX, que estaba constituída por varios oro fue en ocasiones imitada por los con-
condados entre los que destacaba el de Bar- des de Barcelona (mancusos). También por
celona que logrará su independencia una estas fechas se emiten las primeras mone-
centuria después. El numerario carolingio das en Castilla, dineros de vellón (aleación
se basa en el dinero de plata, derivado del de plata y cobre) acuñados por Alfonso VI
antiguo denario, valor que sé difundirá rá- quizás a raiz de la toma de Toledo en 1085.
Fig. pidamente por los territorios de su in-
Reyes Católicos. fluencia.
Doble castellano o Un pujante movimiento religioso del
excelente. Sevilla. norte de Africa, los Almorávides, formarán
1475. Diámetro 35 En el siglo IX, el Califato de Oriente un imperio en el que quedará incluída la
mm. Al doble de SU pasa por una etapa de gran decadencia, cir- mitad sur de la Península Ibérica. Su mo-
tamaño. cunstancia que aprovecha Abderramán 111 neda más característica es el dinar que se
acuña en diversas cecas, tanto africanas co-
mo hispanas. A principios del siglo XII el
poder almorávide desaparecerá en favor de
otra serie de poderes locales. Los reyes Al-
fonso VI11 de Castilla y Fernando 11 de
León, quizás ante al falta de moneda ára-
be, imitan este numerario, instaurando así
la primera moneda de oro castellano-leone-
sa que se conoce como "morabetino" o
maravedí.

Otro movimiento religioso, protagoni-


zado por los almohades, hará su aparición
en el panorama peninsular a fines del si-
glo XII, disgregándose después en otra se-
rie de poderes locales, siendo el que más
perdurará el Reino Nazarí de Granada has-
ta su conquista por los Reyes Católicos en
1492. La moneda de oro almohade, la do-
bla, o doble dinar, va a ajercer igualmente
una gran influencia en la moneda castella-
na, ya que Fernando 111, a raiz de la con-
quista de algunas ciudades de Andalucía,
adopta metrológicamente este nuevo valor
áureo en sus territorios. Las primeras do-
blas que conocemos corresponden a Alfon-
SO X, monarca, que, en una importante re-
forma monetaria, crea el maravedí de pla-
ta, moneda de vida muy efímera que a par-
tir de Sancho IV pasa a ser una moneda de
cuenta equivalente a 10 dineros de vellón.
La dobla alcanza su momento de mayor
apogeo a partir de Fernando IV, cuando se
emiten grandes múltiplos de este valor, en
contraposición a la precaria situación eco-
nómica. Con Pedro 1 asistimos a la intro-
ducción del real de plata, que tanta impor-
tancia tendrá a partir de ahora.

La corona de Aragón, más integrada


en la órbita europea que Castilla, imita es-
pecies monetarias de allende los Pirineos,
como el croat moneda gruesa de plata que
se acuña a partir de Jaime 1, y con poste-
rioridad elflorín de oro, moneda originaria
Fig. 9
Felipe V. Real de a
ocho. Potosí. 1730.
Diámetro 32-35
mm. Al doble de su
tamaño.

de Florencia introducida por Pedro IV, que partir de 1940 se abandonará definitiva-
se convertirá en unidad internacional. mente la acuñación de moneda en metales
nobles, salvo algunas raras excepciones,
Los Reyes Católicos, ante la caótica si- por lo que se utiliza niquel, cuproniquel,
tuación monetaria anterior, sobre todo en etc., como en la actualidad.
época de Enrique IV, realizan dos impor-
tantes reformas monetarias, una en 1475 y
la otra en 1497. En esta última acaban con
la hegemonía de la dobla, adoptando para LA COLECCION DEL MUSEO
el oro la metrología del ducado, moneda ARQUEOLOGICO NACIONAL
originaria de Venecia de uso más común en
otros reinos europeos, unidad a la que de-
nominan excelente (Fig. 8). Moneda Griega

Con Carlos 1 asistimos a un nuevo La colección de moneda griega del


cambio en la unidad áurea pues en 1534 Museo es bastante representativa aunque
sustituye el ducado por el escudo, moneda no muy numerosa. Es quizás la serie que
de menor ley utilizada en otros estados eu- cuenta con menos adquisiciones recientes y
ropeos, que en España va a perdurar hasta es más susceptible de ser mejorada, lo que
1850 con Isabel 11. De esta nueva moneda está en relación con la poca tradición a ni-
se realizan posteriormente múltiplos como vel de investigación que tiene la numismá-
el doblón (2 escudos), el doblón de a cuatro tica griega en España.
(4 escudos), la onza (8 escudos) y el centén
(100 escudos), este último valor sólo acuña- Haciendo un rápido repaso de las se:
do por Felipe 111, Felipe IV y Carlos 11. ries que la forman, podemos indicar que
También desde época de Carlos 1se acuñan contiene monedas de la Galia y Britania, en
múltiplos del real de plata, siendo el más su mayoría de plata e imitaciones de pro-
importante el real de a ocho, valor que se totipos griegos muy degenerados. Mucho
va a convertir en la moneda española por más abundantes son las monedas acuñadas
antonomasia y que, por influencia america- en Italia, algunas de oro como los 1/4 de es-
na, dará origen a las conocidas denomina- tátero de los Brutii y Tarentum. Son desta-
ciones de pesos y duros tan extendidas des- cables por su belleza y antigüedad (siglo VI
pués (Fig. 9). a. de C.) algunas monedas incusas, técnica
característica de la Magna Grecia, de las ce-
En el reinado de Isabel 11 se adoptan cas de Metapontum, Sybaris, Caulonia y
sucesivamente varios sistemas basados en la Poseidonia, esta última con la representa-
relación decimal entre las monedas de los ción de Poseidón, dios que da nombre a la
distintos metales y en 1868 con el Gobier- ciudad, blandiendo su tridente (Fig. 10).
no Provisional es cuando se adopta el sis- También numerosas son las piezas sicilia-
tema decimal, según las normas de la Unión nas, estando representadas las acuñadas
Monetaria Latina, y como unidad del siste- por Cartago y en mayor medida las de las
ma monetario la peseta de plata, nombre colonias griegas, de entre las cuales desta-
que en origen designaba al real de a dos. A camos Akragas con una bella decadracma
Fig. 10
Poseidonia.
Estátero de plata.
540-480 a. C.
Diámetro 29,5 mm.
Al doble de su
tamaño.

de finales del siglo V a. de C., probable- Antigonos Gonatas, Antigonos Doson,


mente acuñada para conmemorar la victo- Perseo y de la dominación romana. Se con-
ria de Exainetos en los Juegos Olímpicos servan también algunos estáteros de oro de
del 412 a. de C., que ingresó en el Museo los reyes macedonios, tracios y escitas.
en 1871 por adquisición a J. 1. Miró
(Fig. 11). La cuádriga del anverso está ins- Hay una interesante colección de mo-
pirada en la que presentan las apreciadas nedas Atenienses: las conocidas "lechuzas"
monedas contemporáneas de Siracusa. De arcáicas, clásicas y del "nuevo estilo", me-
esta última ciudad el Museo posee una bue- nos abundantes los "potros" característicos
na colección de monedas de plata, aunque de Corintho y muy escasas las llamadas
ninguna decadracma, y varias monedas de "tortugas" marinas y terrestres de la isla de
oro de la época de Dionisio el Viejo, Ago- Aegina, con el cuadrado incuso en reverso
tocles y Hieron 11. que pone de manifiesto su antigüedad.

De Europa Oriental, con desigual re- La colección cuenta con un único


presentación, destacan las piezas de Tracia ejemplar, adquirido en 1991, de las prime-
y Macedonia, con pocos pero bellos ejem- ras monedas conocidas en electrón u "oro
plares arcáicos con cuadrado incuso en re- ~álido"de Asia Menor. Es mínima la me-
verso como el atribuido a la tribu de los sencia de moneda áurea, especialmente des-
Orresquios, con centáuro raptando a una de la incautación de 1936, cuando salieron
ninfa, o algunas piezas de Acanthos con ti- algunos ejemplares como el estátero de
pología de león devorando a un toro. La electrón de Cizico y el dárico de oro. Ac-
monarquía macedónica cuenta con mayor tualmente entre las piezas más antiguas de
número de ejemplares, especialmente de esta zona está la creseida de plata, acuñada
Alejandro Magno y algunos muy bellos de por el rey Creso de Lydia en el siglo VI

Fig. 11
Akragas.
Decadracma.
425-406 a. C.
Diámetro 36 mm.
Al doble de su
tamaño.
a. de C. que presenta la parte delantera de múltiplos y divisores del shekel de oro y
un león afrontada con la de un toro y en el electrón acuñados en Cartago, aunque hay
reverso dos cuadrados incusos. También que lamentar la salida en 1936 del triple
cabe citar la reciente adquisición de un dá- Sheke de electrón de ceca siciliana con ca- í. .
rico similar al incautado. beza de Perséfone y caballo galopando, pal-
l mera y leyenda púnica BeARZaT.
Son destacables algunos hectés de elec- -
7trón que posee el Monetario de las islas de Entre las monedas griegas del Gabine-
Lesbos, Chios y Focea, el de esta última te Numismático del Museo Arqueológico Na-
traído por la comisión científica que viajó cional hay que destacar la importante co-
a Oriente en la fragata Arapiles (1871), al lección que actualmente posee de moneda
igual que los dos hemiestáteros de oro de Arsácida y Sasánida, gracias fundamental-
Pumiathon, rey de Citium (Chipre), uno de mente al ingreso de las colecciones Martí-
ellos hallados en Larnaca y donado por don nez-Santa Olalla (1973) y Lifchuz (1974).
Ricardo Colucci, cónsul italiano en dicha De la primera colección destacamos el di-
ciudad. nar de Sapur 11 y de la segunda, además de
las monedas Arsácidas y Sasánidas, las de
Hay una buena colección de moneda la India y los reyes de Bactria que hasta ese
de los reyes seléucidas, de los ptolomeos y momento no contaban con representación
de Judea, en parte gracias a la adquisición en el Monetario del Museo.
en 1887 de la colección de don Eduardo To- Para terminar, a la colección de mo-
da y a la donación que realizó en 1930 el pa- neda griega propiamente dicha hay que
dre F. Roque' Martínez de Alejandría. En- añadir la abundante e interesante colección
tre las monedas de Egipto hay que lamen- de monedas imperiales griegas, por lo ge-
tar la pérdida en 1936 de las octodracmas neral con leyendas griegas, que se emiten
de oro. de Arsinoe, Ptolomeo 111, Berenice, hasta la nueva organización del Imperio ba-
Ptolomeo IV y Ptolomeo V, aunque en jo Diocleciano, de las que destacamos por
1955 ingresó en el Museo, procedente de la su gran abundancia las acuñadas en Ale-
Colección Yriarte, una magnífica pieza re- jandría.

l presentando a Arsinoe similar a la anterior


(Fig. 12). Moneda Hispánica
La abundante colección de estáteros, Se puede considerar que el Gabinete
hemistáteros, cuartos y octavos de estátero Numismático del Museo Arqueológico Nacio-
de oro de la Cirenaica que poseía el Museo, nal conserva la mejor colección del mundo
actualmente ha quedado reducida a una pe- de moneda hispánica en general, aunque al-
queña representación de los valores meno- gunas series, susceptibles de mejora, están
res, algunos de ellos ingresados con la Co- mejor representadas en otros museos nacio-
lección Yriarte (1957). La moneda cartagi- nales, como es el caso de la moneda griega
nesa, así como en general la del norte de (Emporion y Rhode) en el Gabinet Numis-
Africa, se puede considerar bastante bien miitic de Catalunya.
representada. En ella destacan una serie de
tetradracmas acuñadas en Sicilia y algunos Parte o la totalidad de algunas impor-

Fig. 12
Egipto. Ptolomeo
VI-Ptolomeo VIII.
Octodracma de oro
representando a
Arsinoe 11.
Alejandría. 180-116
a. C. Diámetro 28
mm. Al doble de su
tamaño.
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tantes colecciones, como las de García de que han llegado a nosotros como proceden-
la Torre (1852), Rubio (1858), Vives (1892), tes de excavaciones arqueológicas aunque,
Iglesias (1922), Marqués de Cerralbo por citar algunos ejemplos, destacamos las
(1940), Gómez Moreno (1948), Ruiz Ca- que se conservan de las excavaciones de
saux (1954) y Sastre (1973), por citar algu- L. Siret en Villaricos que aportaron, entre
nas muy representativas, han incrementado otras, gran cantidad de monedas de Baria,
estos fondos de moneda hispánica e hispa- algunas desconocidas hasta hace poco tiem-
no-romana que actualmente alcanzan una po. También las del Marqués de Cerralbo
cifra en torno a los 15.000 ejemplares. To- en Arcóbriga, Luzaga y otros puntos de las
das estas monedas que forman el fondo provincias de Soria y Guadalajara, con mo-
principal, lamentablemente han perdido el nedas ibéricas, mayor cantidad de moneda
importante dato del lugar de su hallazgo, lo romana e incluso medieval y moderna. Por
que quizás pueda deberse a que la forma- último las que han llegado a nosotros de las
ción de la colección es antigua y este tipo excavaciones de P. Paris en Bolonia, mayo-
de datos antes carecían de interés. ritariamente con moneda romana, aunque
también con representación de moneda lo-
Otro capítulo importante lo constitu- cal de Bailo.
yen los tesoros o hallazgos de conjuntos
monetales con piezas hispánicas que posee La moneda hispánica cuenta con una
el Museo, a veces acompañados por mone- pequeña vitrina expuesta al público desde
das romanas republicanas y joyas, lo que es fechas recientes en la que se muestran las
de gran importancia para establecer la cro- principales emisiones y cecas situadas sobre
nología de la ocultación de éstos. Los prin- dos mapas (Fig. 13). En el primero las emi- .
cipales son los de Azaila (1926-1943) con siones, en un intento de sistematización, es-
710 ejemplares, Cerro de la Miranda (1960) tán distribuidas en cinco áreas geográficas
con 12, Salvacañete (1941) con 68, Chao de de acuerdo con los alfabetos utilizados en
Lamas (1922) con siete y Drieves (1964) con las monedas:
19, estos tres últimos expuestos en las salas
del Museo. 1. En el área de influencia griega que
se sitúa en la costa Nororiental de la Penín-
Escasas' son las monedas hispánicas sula, encontramos las monedas más anti-
guas de Hispania, emitidas en los siglos V to lo hará después, habiendo cecas que emi- Fig. 13
a 111 a. de C. por las cecas de Emporion y ten en época imperial. Las bellas monedas Vitrinas de
Rhode. Emporion continuará en el siglo 11 acuñadas por los bárcidas son anepígrafas numismática de
a. de C. sus acuñaciones utilizando ya el al- y se realizan en talleres móviles entre los Hispania antigua.
fabeto ibérico y el topónimo Untikesken. años 237-206 a. de C., fechas en las que se Sala 19.
desarrolla su presencia en la Península Ibé-
2. En el área de influencia feno-pú- rica (Fig. 14).
nica que se sitúa en la costa Sur de la Pe-
nínsula y Baleares, encontramos una serie 3. En el área ibérica de la mitad Nor-
de cecas que emiten en alfabeto fenicio y te de la Península, se acuñan una serie de
derivaciones de éste. Las ciudades de Ga- monedas desde el siglo 11 a. de C. con tipos
dir y Ebusus, las más importantes, emiten muy homogéneos: cabeza varonil en anver-
desde principio del siglo 111 a. de C., el res- so y jinete al galope en reverso, diferencián-

Fig. 14
Cartago en
Hispania. Trishekel.
218-206 a. C.
Tesoro de
Mazarrón.
Diámetro 29,s mm.
Al doble de su
tamaño.
Fig. 15
República romana.
Didracma romano-
campaniense.
Metapontum.
312-308 a. C.
Diámetro 20-23
mm. Al doble de su
tamaño.

dose por el topónimo. Hacia el año 45 a. tulatura. Las cecas en actividad en este pe-
de C. finalizan estas emisiones en alfabeto ríodo coinciden con las más importantes de
ibérico del Norte aunque muchas ciudades los siglos 11 y 1 a. de C.
seguirán sus emisiones en época imperial.
3. Acuñaciones de época de Tiberio
4. En el área ibérica del Sudeste pe- (14-37 d. de C.), momento en que aumen-
ninsular, acuñan algunas cecas como Cás- tan los talleres en actividad en la Tarraco-
tulo y Obulco desde fines del siglo 111 a. de nensis y disminuyen en la Bética. Además
C. utilizando el llamado alfabeto ibérico del busto y la titulatura del emperador,
Meridional, aunque también el alfabeto la- aparecen en las monedas los de Augusto di-
tino. La tipología está más en relación con vinizado, Germánico, Livia, Nero y Durso
la variedad utilizada en el Sur, con la ex- y Calígula.
cepción de Ikalkusken cuyos tipos son si-
milares da los utilizados en el área ibérica 4. Acuñaciones de época de Calígula
del Norte. (37-41 d. de C.), en que disminuyen nota-
blemente los talleres en actividad, quedan-
5. En el área Bético-Turdetana cuyo do sólo activos los de la Tarraconensis. Al
eje es el valle del Guadalquivir, las cecas final del reinado de Calígula cerrarán defi-
utilizan el alfabeto latino para sus acuña- nitivamente todos los talleres hispánicos
ciones, lo que demuestra que es una zona oficiales.
muy romanizada. Estas emisiones se carac-
terizan por presentar tipologías muy varia- 5'. Acuñaciones de época de Claudio
das, generalmente en relación con sus eco- (41-54 d. de C.). El único taller que acuña
nomías particulares, que se realizan en los con la efigie de Claudio, como excepción a
siglos 11 y 1 a. de C., no teniendo continua- lo dicho anteriormente, es Insula Augusta
ción en época Imperial. (Ebusus), posiblemente por la penuria de
moneda.
En el segundo mapa, que convencio-
nalmente presenta la división administrati-
va de época de Augusto, están representa-
das todas las cecas que acuñan con tipos Moneda Romana
puramente romanos, que también están
agrupados en cinco períodos: El Museo posee una buena colección
de moneda romana republicana que como
1. Acuñaciones anteriores a Augus- sabemos responde a dos sistemas distintos.
to. Aquí se incluyen, por una parte, una se- La serie realizada con tipos y metrología
rie de ciudades de fundación romana que griegos, la llamada moneda romano-cam-
acuñan desde finales del siglo 11 a. de C. paniense, no es muy abundante en el Mo-
con tipos romanos y epigrafía latina como netario pero sí representativa, con bellas di-
Carteia. También otros talleres que con ti- dracmas (Fig. 15) y dracmas de plata, do-
pos ibéricos utilizan ya epigrafía latina co- bles litras, litras y hemilitras de bronce que
mo Secovia o Segóbriga. Por último algu- se continúan con la emisión de quadrigatii.
nos talleres que acuñan utilizando tipos re- La otra serie, la propiamente romana, está
publicanos o una efigie viril, probablemen- mucho mejor representada y se inicia en los
te Augusto, pero sin expresión de su nom- fondos del Museo con la reproducción de
bre como Lepida, Turiaso, Osca, etc. un aes signatum que puede dar idea de lo
que eran este tipo de piezas, con forma de
2. Acuñaciones de época de Augus- lingote y representación de animales, de
to (27 a. de C.-14 d. de C.), que general- principios del siglo 111 a. de C. Ya en aes
mente llevan el busto del emperador y su ti- lenticulares, primero fundidos y después
acuñados, hay una buena representación de Pompeia y Servilia. Actualmente los cuatro Fig. 16
monedas desde el sistema libral al semiun- que poseemos (Magnus Procos, A. Hirtius, República romana.
Quadrans libral
cial en casi todos los valores (Fig. 16), sien- L. Cestivs-C. Norbanus y P. Clodius), in- anónimo. Roma.
do especialmente abundantes las series más gresaron con la Colección Sastre en 1973. 241-235 a. C.
modernas y pudiéndose evaluar el total en Diámetro 43 mm.
unos 1.200 ejemplares hasta el final de la La moneda romana imperial es la se- Al doble de su
República. rie más voluminosa del Monetario, con tamaño.
unos 65.000 ejemplares, y una de las más
Mención especial merece la colección completas de la colección, con abundantes
de denarios del Museo, que es muy nume- monedas de casi todos los emperadores y
rosa, estando presentes casi todas las va- representación de todos los valores emiti-
riantes y monetales conocidos. Gran núme- dos si bien, como venimos comentando, es-
ro de denarios es evidente deben provenir casa en moneda áurea. En la Guía de 1917
de antiguos tesoros que se disgregaron al y el Catálogo de 1926 se citaban 966 mone-
integrar cada moneda con su serie, lo que das de oro. Actualmente de Augusto a Ba-
ha supuesto una pérdida para la investiga- silisco existen 703 moneas de oro, entre áu-
ción. Además de alguno de los tesoros ci- reos, sólidos áureos, semises y tremises, ca-
tados con moneda hispánica que presentan si todos ingresados con posterioridad a la
denarios republicanos, hay que destacar el Guerra Civil, destacando por su elevado
de la Torre de Juan Abad (Ciudad Real), número los ingresados en 1943 por compra
formado por 478 ejemplares, que ingresó en y depósitos del Tesoro Público y en 1973
el Museo en 1934. También están presentes con la Colección Sastre, entre los que ha-
en la colección los victoriatos y los diviso- llamos ejemplares de gran calidad como los
res del denario, el quinario y el sestercio. de Probo y Diocleciano.

Dentro de la serie republicana, cabe ci- Quizás la moneda romana más signi-
tar la casi absoluta ausencia de monedas de ficativa del Museo es el quaternion de Au-
oro. En el inventario de don Manuel Gil y gusto del año 27 a. de C., adquirido en 1921
Flores de finales del siglo pasado se citaban a don Gervasio Collar Alvarez, que es una
24 monedas republicanas de oro. En algu- pieza única en el mundo. Presenta en an-
nos catálogos del Museo anteriores a 1936 verso la cabeza desnuda del emperador, con
podemos contemplar el áureo de 60 ases el capricornio bajo el corte del cuello y en
con cabeza de Marte en anverso y águila so- reverso un hipopótamo junto a la leyenda
bre rayo en reverso, acuñado hacia el 209 alusiva a la conquista de Egipto (Fig. 17).
a. de C. Había cinco ejemplares de este ti-
po en el Museo, de 60,40 y 20 ases, así co- Hemos de destacar el ingreso de dos
mo otros 19 áureos de las familias Antonia, tesoros de antoninianos, uno el hallado en
Barbatia, Caecilia, Claudia, Durmia, Hir- Valsadornin (Palencia) ingresado en el Mu-
tia, Julia, Munatia, Norbana, Numonia, seo en 1951 y formado por quizás más de
Magno Máximo acuñadas en Barcelona.
También hay que citar un tesoro de 28 só-
lidos de Honorio y Arcadio hallado en Ar-
cos de la Frontera (Cádiz) que ingresó en
el Museo en 1970.

Muy importante es la colección de me-


dallones y algunos contorniatos de bronce,
cerca del centenar de piezas en total, entre
las que podemos destacar algunos ejempla-
res de Adriano, Antonino Pio, las dos
Faustinas, Marco Aurelio, Lucio Vero,
Commodo, Gordiano Pio, Filipo 1, Maxi-
miano, Constantino, Magnencio y Decen-
cio, entre otros (Fig. 18).

Moneda Bizantina y de los Pueblos


Bárbaros

La serie de monedas bizantinas es re-


presentativa, aunque no muy numerosa, y
a través de ella se pueden seguir los princi-
pales cambios numismáticos de su historia.
En moneda de oro, la inmensa mayoría ha
ingresado en el Museo a partir de 1939,
siendo importante la aportación de la Co-
lección Sastre, en especial de monedas scip-
hatas. La plata es escasa y muy abundante
el cobre, metal en que hay una magnífica
representación de piezas de la reforma de
Anastasio y religiosas anónimas.

Igualmente encontramos una pequeña


muestra de monedas de los ostrogodos,
lombardos, morovingios, vándalos, suevos
y visigodos, en principio imitaciones de pie-
zas imperiales y después autónomas. De to-
das destacamos dos raros tremises merovin-
gios a nombre de Gontran, que ya encon-
tramos citados por M. Prou en el siglo pa-
sado, por lo que sabemos formaban parte
de los antiguos fondos.

Comentario al margen merece la mo-


neda áurea de los suevos y visigodos. La.
Guía de 1917 daba la cifra de 262 ejempla-
res, posteriormente en 1936 tenemos la
magnífica monografía de Mateu y Llopis
que arrojaba un total de 322 piezas autén-
ticas más 132 entre falsas y reproducciones,
Fig. 17 5.000 ejemplares fundidos dentro de un re- con algunas tan importantes como el tremis
Imperio romano. cipiente metálico. El otro con 1.393 antoni- de Hermenegildo con leyenda REGI A
Augusto. nianos muy selectos, es parte de un gran te- D E 0 VITA, que perteneció al Infante don
Quaternión. Taller soro hallado hacia 1930 en Jimena de la
oriental. 27 a. C. Gabriel y que ha sido reproducida y citada
Diámetro 30 mm. Frontera (Cádiz) y donado al Museo en en diversas ocasiones. Nada se salvó de la
Al triple de su 1985 por los señores Gallwey-Scarfe. Am- magnífica serie de monedas visigodas de en-
tamaño. bos tesoros vienen a incrementar la ya im- tonces. La colección actual se ha formado
portante y muy numerosa colección de an- con donaciones y adquisiciones, en muchos
toninianos del Monetario. casos de monedas falsas, siendo la Colec-
ción Sastre la que ha aportado mayor y me-
Ya de los últimos años del Imperio ro- jor número de piezas.
mano son destacables algunas monedas de
plata, como por ejemplo las silicuas de Cabe citar dos importantes tesoros
con moneda visigoda, el de Recópolis ha- Córdoba y Sevilla para la adquisición de Fig. 18
llado en Zorita de los Canes (Guadalajara) monedas procedentes de dos grandes ha- Imperio romano.
en 1944, compuesto por 90 trientes mero- llazgos de tesoros, e! primero por la fecha Maximiano.
vingios, suevos y visigodos que actualmen- de las monedas, escondido hacia el 391-392 Medallón de cobre.
de la Hégira y el segundo hacia el 541. Se 285-293 d. C.
te está expuesto al público junto a las co- Diámetro 35-39
ronas de Guarrazar. El otro tesoro, forma- adquirieron un total de 69 monedas de oro mm. Al doble de su
do por ocho trientes visigodos, se halló en y 702 de plata y vellón que enriquecieron la tamaño.
el año 1957 en Toledo y desde 1969 está de- serie Califal y Almorávide. El segundo in-
positado temporalmente para su exhibición greso, importantísimo, fue la Colección de
en el Museo de los Concilios y de la Cultu- don Antonio Vives (1986) que en su tiem-
ra Visigoda de esa misma ciudad. po estaba considerada como la mejor junto
con la del Museo. Por último cabe también
citar la Colección Sastre (1973) que aporta
Moneda Española medieval buen número de monedas, algunas de gran
importancia como, por ejemplo, el dinar
La colección de moneda hispano ára- acuñado por Al-Wateq en Játiva probable-
be es una de las más importantes del Mu- mente en el 635-636 de la Hégira/1238 d.
seo y seguramente de las mejores del mun- de C. (Fig. 19).
do aunque, como otras series, mermada en
ejemplares áureos. Ha tenido importantes Dentro de la serie hispano-árabe,
entradas a lo largo de su historia como, por cuantitativa y cualitativamente, destaca la
ejemplo, las monedas procedentes de las co- moneda Califal con más de 3.000 ejempla-
lecciones García de la Torre (1852) y Miró res, algunos de gran importancia como el
(1 87 l), pero fundamentalmente hemos de primer dirhem del Califato de Córdoba
destacar otros tres ingresos. El primero en acuñado por Abderramán 111 en el 316 de
1877, fecha en que tiene lugar la comisión la Hégira, del que se conocen muy pocos
especial de F. Cordera en las provincias de ejemplares (Fig. 20). También destaca la

Fig. 19
Reyes de Murcia.
Al-Wateq. Dinar.
Játiva. 635-636 de
la Hégira/1238
d. C. Diámetro 22
mm. Al doble de su
tamaño.
Fig. 20
Abderramán 111.
Dirhem.
Al-Andalus. 316 de
la Hégira/928-929
d. C. Diámetro 27
mm. Al doble de su
tamaño.

Fig. 21
Alfonso XI. Dobla
de 20 maravedís.
1344-1350.
Diámetro 23,s mm.
Al doble de su
tamaño.

colección de moneda Almohade con cerca bla de Pedro 1 el Cruel, adquirida el 16 de


de 6.000 piezas. agosto de 1862 a don Tomás Asensi
(Fig. 22).
De gran importancia son igualmente
los tesoros con moneda hispano-árabe del Especialmente interesante y abundan-
Museo. Cabe destacar el hallado en la calle te es la colección de monedas de los Reyes
Cruz Conde de Córdoba (1958) que contie- Católicos entre las que destacan los 10 ex-
ne 237 monedas de oro del Califato, Taifas celentes adquiridos a A. Ferrán Raso en
y Norte de Africa, con una gran proporción 1879 (Fig. 23) y las dos monedas de 20 ex-
de monedas inéditas y muy raras; el tesoro celentes, ingresadas por adquisición con las
de Cihuela (Soria) (1958) con 799 monedas Colecciones López Chaves (1953) y Sastre
y fragmentos de oro, electrón, plata y ve- (1973) respectivamente.
llón del Emirato a las Taifas del siglo XI;
el tesoro de Huesca (1963) formado por En cuanto a tesorillos, destaca por su
496 semidoblas de oro que es el mayor ha- importancia el hallado en Pamplona, ingre-
llazgo de moneda Almohade que se conoce sado en el Museo en 1941 que está forma-
en España. A los citados hay que añadir va- do por 117 monedas de oro del siglo XIV,
rios tesoros hallados en Córdoba e ingresa- de ellas 91 son florines de Aragón, seis son
dos en los años cincuenta en el Museo. castellanas y el resto francesas. Varios tam-
bién son los tesoros con monedas de Juan 1
En cuanto a la numismática cristiana de Castilla, entre los que cabe destacar uno
vemos que es muy desigual, representativa con 150 monedas dentro de una hucha que
para Aragón, Cataluña, Valencia, Baleares aparece ya citado en la Guía del Museo de
y Navarra, y bastante más abundante para 1940. El único de este monarca con proce-
Castilla y León. En esta serie destacan al- dencia fue hallado en el Palacio de la Gg-
gunas piezas singulares como los 20 mara- liana (Córdoba), ingresado en el Museo en
vedís de oro de Alfonso XI ingresados con 1923 y está formado por 576 blancas del
la Colección Sastre (Fig. 21), el real de do- Agnus Dei y 410 cornados. También se
ña Beatriz de Portugal, mujer de Juan 1 de conserva otro tesoro de 84 blancas de ve-
Castilla, el florín de Aragón acuñado por llón de Enrique 111 que se halló en Córdo-
Enrique IV de Castilla, también de la Co- ba, ingresando en 1981. Por último hay que
lección Sastre, y especialmente la gran do- destacar dos tesoros con monedas de plata,
Fig. 22
Pedro 1. Gran
dobla. Sevilla.
1360. Diámetro 68
mm. A una vez y
media su tamaño.

uno de 82 monedas, reales y medios reales, Moneda Española Moderna


de Enrique IV hallado en Córdoba e ingre- Contemporánea
sado en el Museo en 1954 y otro muy im-
portante hallado en El Espinar (Segovia), La moneda española moderna y con-
formado por 872 piezas, en su mayoría rea- temporánea no es todo lo abundante que
les de los Reyes Católicos, que ingresó en en principio parece debiera ser, aunque se
el Museo en 1971. puede seguir a través de los fondos del Mu-
Fig. 23
Reyes Católicos. 10
excelentes. Segovia.
Post. 1497.
Diámetro 42,s mm.
A su tamaño.

seo toda la historia monetaria española bio con el Departamento General de Gra-
hasta la Guerra Civil, en que encontramos bado "... a fin de que esta pieza singular
algunas monedas obsidionales que se emi- quedase en el Museo Numisrnático de la Bi-
tieron ante la falta de numerario. Muchas blioteca Nacional ..." (Fig. 24). De Car-
son las colecciones que han engrosado es- los 11 es pieza de gran importancia el cin-
tos fondos, por ejemplo citaremos la de los cuentín de 1682.
señores Mazarredo Tamarit (1925), la de
don Basilio Sebastián Castellanos (¡931), y
como casi siempre la colección de don Do- Ya con los Borbones son piezas de
gran importancia las dos onzas que posee
mingo Sastre (1973), muy completa en mo-
el Museo de Luis 1 acuñadas en Segovia en
neda española.
1724 y de época posterior las 100 pesetas de
1870 del Gobierno Provisional, valor del
Hay muchas monedas que se pueden
que sólo se emitieron nueve ejemplares
destacar por su importancia y rareza en es-
te período. Cronológicamente podemos ci- (Fig. 25), y también son destacables las
100 pesetas de Amadeo 1 de 1871.
tar algunas piezas importantes comenzan-
do por Felipe 11, como los dos escudos de
1591 de la Colección Sastre y los cuatro es- Interesa reseñar la gran cantidad de te-
cudos de 1592 ingresados en 1984, ambos soros, comparativamente con otras épocas,
acuñados en Madrid y algunos reales de a que posee el Museo de este período, algu-
ocho como el acuñado en Sevilla en 1593. nos con piezas de excepcional interés, por
De Felipe 111 también son muy importan- ejemplo podemos citar el de Segura (Gui-
tes varios cincuentines acuñados en distin- púzcoa) con importantes monedas de oro y
Fig. 24
Felipe IV. Cien tas fechas, en especial los de 1610 y 1617. plata de Carlos y Juana y Felipe 11 (1960),
escudos. segovia. De Felipe IV hay una abundante colección el de Alcalá de Henares (Madrid) con mo-
1633. Diámetro de cincuentines en el Museo pero la pieza neda de cobre resellada de época de Feli-
75,s mm. A SU más importante es el centén que ingresó en pe IV (1967), el de Leganés (Madrid) con
tamaño. el Museo el 8 de marzo de 1842 por cam- moneda de Felipe V (1974), y tantos otros.
Fig. 25
Gobierno
Provisional. Cien
pesetas. Madrid.
1870. Diámetro
34,s mm. Al doble
de su tamaño.

Moneda Extranjera muy numerosas piezas autónomas, tienen


en el Museo una representativa colección de
En cuanto a la moneda extranjera, la monedas de monarcas españoles, valga co-
representación numismática es desigual se- mo ejemplo el triple ducatón de Felipe IV
gún los países y fundamentalmente según acuñado en Bruselas en 1628, entre otras
su relación con España. Dentro de los paí- muchas.
ses europeos son más abundantes las mo-
nedas de Portugal, de Francia con una in- Otros países europeos, americanos y
teresante colección de monedas feudales y africanos también tienen representación
piezas de reyes aragoneses como el grosso numismática en la colección del Museo Ar-
acuñado por Jaime I en Montpellier, y de queológico Nacional, pero ésta es muy es-
Alemania destacando algunas piezas brac- casa y por ello no le dedicamos ningún co-
teadas. mentario. Por el contrario la moneda asiá-
tica del Museo merece un comentario infi-
Italia es probablemente el país mejor vidualizado por su originalidad y su impor-
representado, principalmente antes de su tante presencia.
unidad. Destacan algunas monedas acuña-
das por monarcas hispanos en Sicilia, co- Entre los ejemplares de países asiáti-
mo por ejemplo el pirral de Pedro 111 de cos, destaca la colección de moneda China
Aragón, además de otras monedas de Ná- de la Edad Antigua, fundamentalmente in-
poles y Milán. Bastante completa es la co- gresada en el Museo en el siglo pasado. La
lección de monedas de los Romanos Pontí- invención de la moneda en China fue com-
fices y las Sedes vacantes, que comienza con pletamente independiente a la del mundo Fig. 26
Esteban IV y finaliza con Pío IX. Muchas griego, siendo sus primeras monedas copias China. Estado de
An-Y ang.
de estas monedas provienen de la antigua fundidas en bronce de las conchas (Cypraea Cuchillo-moneda
colección de Monseñor Taggiasco de Ro- Moneta) y de herramientas de uso cotidia- primitivo. Siglos
ma, formada por 3.665 ejemplares, que in- no que en una época anterior, pre-monetal V-IV a. C.
gresó en el Museo en 1897. se usaban para realizar pagos. Destacamos Dimensiones
la presencia en la colección de algunas mo- 17 X 2,s mm. A su
Los Países Bajos, además de las no nedas-azada y cuchillos-moneda llamados tamaño.
piezas esferoidales de plata llamadas bat,
derivadas del uso de anillos de metal como
moneda por los Thai medievales. También
posee e l ~ u s e omoneda japonesa, mucho
más reciente, como son algunos lingotes de
plata aplanados con resellos oficiales o el
goryoban y los kobanes de oro de las eras
Tempo y Bunsei (Fig. 27), existiendo una
pequeña muestra de las acuñaciones deci-
males modernas de la era Meiji. Por último
también citar la pequeña representación de
moneda de la India, cuyas monedas más
antiguas, cuadradas y con marcas, parecen
anteriores a la invasión de Alejandro Mag-
no en el 337 a. de C. Ya con una marcada
influencia griega están los bellos dinares de
las dinastía Kushan acuñados por el rey
Kanishka y algunas pagodas y fanams de
oro posteriores.

Medallas
La medalla es ante todo un objeto ar-
tístico realizado con carácter conmemora-
tivo, ya sea de hechos históricos, políticos
o religiosos, y, en contraposición a la mo-
neda, no tiene un valor de cambio aunque
en ocasiones tenga igual apariencia formal.
El nacimiento de la verdadera meda-
lla conmemorativa se situa en el Renaceci-
miento, siendo su creador Antonio Pisano
que, utilizando la técnica de fusión a la ce-
ra perdida, realiza multitud de bellas meda-
llas cargadas de simbolismo que en ocasio-
nes parecen acuñadas por el grado de per-
fección que alcanzan. Entre sus medallas
firmadas se conservan en el Museo las de-
Fig. 27 tao de los Estados de An-Yang y Ts-in del dicadas a Segismundo Pandolfo Malatesta
Japón. Era Tempo. siglo V-IV a. de C. (Fig. 26). A partir del si- (Fig. 28), Felipe María Visconti, Leonello
Goryoban. glo 11 a. de C. con Shih Huang-Ti, primer de Este, Iñigo de Avalos, Dante, Nicolás
1837-1843. emperador de China, estas piezas serán Piccino, Cecilia Gonzaga, Victoriano Ram-
Dimensiones reemplazadas por monedas redondas y pla- baldoni y varias de Alfonso V de Aragón
90 X 50 mm. A una nas con agujero central para poder ser en-
vez y media su entre las que destaca una realizada en plata.
tamaño. garzadas y transportadas con facilidad, nu-
merario que perdurará inalterado hasta el Desde la segunda mitad del siglo XV,
siglo XIX en que se adopta un sistema mo- el arte de la medalla se extiende gracias a
netario de tipo occidental. Este tipo de mo- la popularidad que alcanza como medio de
nedas que generalmente se agrupaban en retrato por su portabilidad, durabilidad, y
ristras de 1.000 denominadas cash (unos economía, destacando figuras como Mateo
4 kg de peso), son muy abundantes en el di Pasti, que alcanza una perfección com-
Gabinete Numismática del Museo Arqueoló- parable a la del propio "Pisanello" patente
gico Nacional. También son destacables una en algunas medallas de nuestra colección
serie de reales de a ocho españoles que pre- como las delicadas a Isotta Atti y Segis-
sentan resellos chinos y que sabemos circu- mundo Pansolfo Malatesta. Otros artistas
laron ampliamente por estos y otros terri- inferiores están también representados en
torios. medallas del Museo como Melioli, Cara-
dosso, Boldoi, Sperandio, Geremía, Ra-
Son muy interesantes también algunas gusio, etc.
piezas del antiguo Siam, actual Thailandia,
que posee el Museo, como la buena colec- En el siglo XVI se produce la disper-
ción de salungs de porcelana del siglo pasa- sión de los artistas italianos que extienden
do, originariamente fichas de juego que fue- por Europa el arte de la medalla al gusto
ron usadas como moneda en Bangkok y de aquel país, aunque sin imponerlo frente
Fig. 28
Segismundo
Pandolfo Malatesta.
Medalla de Pisano.
1445. Diámetro 103
mm. A su tamaño.

l al goticismo aún muy arraigado. Así, por sores es Alberto Durero, a quien se atribu-
ejemplo, en Alemania la técnica era com- ye el magnífico ejemplar de plata que repre-
pletametne distinta a la italiana, pues 10s senta a Carlos V, adquirido por el Museo
moldes se tallaban en madera dura o en pie- en 1871 al señor Heiss (Fig. 29). En Espa-
dra, produciendo obras muy minuciosas, ña trabajarán artistas italianos de primera
propias de imagineros. Uno de los precur- fila como Juan Pablo Poggini, Jácome
Carlos V. ~ e d a l l a
atribuida a Alberto
Durero. 1521.
Diámetro 71 mm. A
su tamaño.

'L.

Fig. 30
Carlos V e Isabel
de Portugal.
Medalla de Leone
Leoni. 1526-1536.
Diámetro 36 mm.
Al doble de su
tamaño.

Trezzo, Pompeyo y Leone Leoni que mo- Otros objetos que conserva el
delaron magníficos retratos de personajes Departamento
españoles de la época de Carlos 1 y Felipe
11, de los que hay una buena muestra en la Existe una importante colección de te-
colección de medallas del Museo (Fig. 30). seras, piezas metálicas que se usaron en la
(Fig. 31). Antigüedad como fichas de entrada, juego,
contraseña o pago privado, algunas roma-
nas y otras hispánicas del plomo. Entre es-
tas últimas destaca un lote hallado en An-
Muy importante es la colección de me- dalucía y de ellas la encontrada en Lucena
dallas de proclamación de los reyes españo- que se adquirió en la subasta de la colec-
les desde Felipe 111 a Alfonso XII, siendo ción García de la Torre en 1852, alcanzan-
especialmente bellas las realizadas por dos do una elevada valoración para la época.
medallistas españoles del siglo XVIII: To- Esta importante pieza presenta en anverso
más Francisco Prieto, grabador de la Casa una figura masculina que camina llevando
de la Moneda de Madrid y su discípulo Ge- en la mano derecha una campanilla y sobre
rónimo Antonio Gil que trabajó fundamen- el hombro izquierdo una pala con la ins-
talmente en la Casa de la Moneda de Mé- cripción PRVM y en reverso un hombre
jico. Ambos artistas firmaron gran canti- desnudo que vierte el contenido de un án-
dad de medallas, principalmente de las pro- f o r a y debajo la inscripción LVSO
clamaciones de Carlos 111 y Carlos IV en (Fig. 32).
diversas localidades que tienen una amplia
representación en este Museo. La colección de ponderales es pequeña
Fig. 31
Tésera de plomo
hallada en Lucena
(Córdoba).
Diámetro 45-59
mm. A su tamaño.

pero se conservan algunos ejemplares de (1873). Entre estas piezas destacamos la


gran belleza, entre los que destacamos una matriz doble con orejas perforadas del
serie de piezas bizantinas de flan cuadrado, Concejo de Cuéllar (Segovia), del si-
como el sextans que presenta, grabadas en glo XIV, que ingresó en el Museo en 1943
incisión y con incrustaciones de plata, las fi- y que además de ser una pieza excepcional
guras de dos emperadores nimbados con conserva su tórculo original (Fig. 32).
autendo militar, lanza, globo crucífero y es-
cudo, que ingresó en 1880 por donación de Otra serie de objetos destacables del
nuestro antecesor don Basilio Sebastián Monetario son la colección de plomos de
Castellanos. También hay una interesante Becker el falsario, que se adquieron en 1862
colección de ponderales monetarios, piezas al conocido numismático Alois Heiss, jun-
metálicas para verificar el peso de las mo- to con otras monedas de su colección. Tam-
nedas, la mayoría publicados en 1934 por bién se conservan una serie de piezas reali-
zadas por artistas paduanos y parmesanos Fig. 32
don Felipe Mateu y Llopis. Matriz del Concejo
en los siglos XV y XVI, imitaciones ideali- de Cuéllar
Muy importante es también la colec- zadas fundamentalmente de monedas ro- (Segovia). Siglo
ción de sellos y matrices de sellos medieva- manas (Fig. 33). Igualmente una serie deje- XIV. Diámetro 90
les, la mayoría procedentes de la antigua tones, piezas, generalmente de metal, utili- mm. A la mitad de
colección del Marqués de Salamanca zadas como contraseña o para cuenta de los su tamaño.
Fig. 33
Medalla paduana
copia de un
sestercio de Nerón
realizada por
Giovanni Cavino.
Siglo XVI.
Diámetro 36 mm.
Al doble de su
tamaño.

siglos XVI al XVIII y emitidos en su ma- GRIERSON,P. Byzantine Coins. Berkeley-Los


yoría en los estados d e Flandes, así como Angeles, 1982.
galvanos, papel moneda, troqueles y con- GRIERSON, P. y BLACKBURN, M. Medieval Euro-
decoraciones. Por último es preciso citar la pean Coinage, With a Catalogue of the Coins in
the Fitzwilliam Museum, Cambrid~e,1, The Early
interesante colección de piedras grabadas
Middle Ages (5th-10th centuries). ~ a m b r i d ~ e ,
griegas, romanas, renacentistas y moder- 1986.
nas. E n total 2.436 piezas, en su mayoría HEISS,A. Descripción de las monedas hispano-
entalles, junto con 380 camafeos y 75 pie- cristianas desde la invasión de los árabes. Madrid,
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