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All content following this page was uploaded by Pedro Pablo Fuentes González on 15 July 2017.
COMITÉ CIENTÍFICO
Presidente:
Dr. D. Luis Gil Fernández
Catedrático de Filología Griega, Universidad Complutente de Madrid
Miembros:
Dra. Dª. Beatriz Antón Martínez
Catedrática de Filología Latina, Universidad de Valladolid
Dr. D. José Luis Calvo Martínez
Catedrático de Filología Griega, Universidad de Granada
Dr. D. Arnaldo do Espírito Santo
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Lisboa
Dra. Dª. Rosa María Espinosa Elorza
Catedrática de Lengua Española, Universidad de Valladolid
Dr. D. Manuel García Teijeiro
Catedrático de Filología Griega, Universidad de Valladolid
Dr. D. Juan Gil Fernández
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Sevilla
Dr. D. Salvador López Quero
Profesor Titular de Lengua Española, Universidad de Córdoba
Dr. D. José María Maestre Maestre
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Cádiz
Dr. D. José Guillermo Montes Cala (†)
Catedrático de Filología Griega, Universidad de Cádiz
Dra. Dª. María Cristina Pimentel
Catedrática de Filología Latina, Universidad de Lisboa
Dra. Dª. Emilia Ruiz Yamuza
Catedrática de Filología Griega, Universidad de Sevilla
Dr. D. Eustaquio Sánchez Salor
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Extremadura
Dr. D. Francisco José Talavera Esteso
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Málaga
Salvador López Quero
José María Maestre Maestre
EDIDERVNT
STVDIA
ANGELO VRBANO
DICATA
ALCAÑIZ – MADRID
2015
STVDIA ANGELO VRBANO DICATA / Salvador López Quero, José
María Maestre Maestre, eds.- Alcañiz-Madrid: Instituto de Estudios
Humanísticos - Federación Andaluza de Estudios Clásicos, 2015.
1 v. LXIV, p. 740; 24 x 17 cms.
Este volumen recoge cuarenta estudios de cuarenta y un autores ofreci-
dos en homenaje al Prof. Ángel C. Urbán Fernández.
ISBN: 978-84-96053-80-9
eISBN: 978-84-96053-81-6
DL.: TE-136-2015
1. Arqueología Clásica. 2. Biblia. 3. Crítica literaria. 4. Diplomática. 5.
Emblemática renacentista y barroca. 6. Epigrafía. 7. Filología Griega. 8.
Filología Latina. 9. Humanismo. 10. Iconología. 11. Lexicología Clásica y
Medieval. 12. Literatura Moderna y Contemporánea. 13. Patrística. 14.
Simbología. 15. Tradición Clásica. 16. Tradición Rabínica. 17. Homenaje. 18.
Urbán Fernández, Ángel C. I. López Quero, Salvador, ed. II. Maestre
Maestre, José María, ed. III. Instituto de Estudios Humanísticos, ed. IV.
Federación Andaluza de Estudios Clásicos, ed.
Este libro ha sido publicado gracias a la ayuda del Grupo de Investigación de la Junta
de Andalucía PAI HUM-380.
1ª edición 2015
ISBN: 978-84-96053-80-9
eISBN: 978-84-96053-81-6
DEPÓSITO LEGAL: TE-136-2015
IMPRESIÓN: Imprenta Kadmos (Salamanca)
W
202 Pedro Pablo Fuentes González
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1 Cito por la edición de G. Giannantoni, Socratis et Socraticorum reliquiae, 4 vols., Napoli, Bi-
bliopolis (Elenchos 18), 1990 (= SSR).
2 Hijo de Ascondas, pertenecía a una familia principal tebana (h=n tw/n evpifanw/n), como leemos
en Diógenes Laercio (= D.L.) VI 87-88 (= SSR V H 4), y la magnitud de su fortuna personal
se deduce del mismo testimonio (se dice que su valor ascendía a unos 200 talentos). Para el
texto de Diógenes Laercio (s. III d.C.) remito a la excelente nueva edición de T. Dorandi,
Diogenes Laertius, Lives of eminent philosophers, Cambridge, Cambridge University Press
(Cambridge Classical Texts and Commentaries 50), 2013.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 203
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3 Frente a una cierta tendencia crítica actual que se empeña en alejar de Sócrates al cinismo,
por la vía de considerar que la representación cínica de Antístenes sería sólo una cons-
trucción a posteriori y que la relación entre Antístenes y Diógenes sería igualmente
inventada (por una tradición historiográfica vinculada al estoicismo y reticente o renuente
con respecto a los orígenes cínicos de la Estoa), he defendido recientemente la conexión
(por supuesto, sometida siempre a tensión) de la que nos hablan nuestras fuentes antiguas
entre socratismo-cinismo-estoicismo: cf. P. P. Fuentes González, “En defensa del encuentro
entre dos Perros, Antístenes y Diógenes: historia de una tensa amistad”, Cuadernos de Filo-
logía Clásica: Estudios Griegos e Indoeuropeos, 23 (2013) 225-267.
4 Antístenes hablaba, en efecto, de la necesidad de to. avpomaqei/n ta. kaka, (cf. SSR V A 87).
5 Quizá sea este matiz el que se introduce en uno de nuestros testimonios de este desaprender:
el de D.L. VI 7, donde el texto aparece corrupto (cf. Dorandi [ed.] 2013: 410).
6 Se nos dice que la expresión aparecía en boca del propio Diógenes en un diálogo suyo (per-
dido) titulado Pórdalo (El pedorrero, cf. D.L. VI 20 = SSR V B 2).
204 Pedro Pablo Fuentes González
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7 Cf. U. Criscuolo, “Cratete di Tebe e la tradizione cinica”, Maia, 22 (1970) 360-367, en p. 363.
Sobre Menipo como discípulo de Crates, cf. M.-O. Goulet-Cazé, “Un liste de disciples de
Cratès le Cynique en Diogène Laërce 6, 95”, Hermes, 114 (1986) 247-252.
8 Cf. R. Guido, “La figura e gli insegnamenti di Cratete di Tebe in Giuliano Imperatore”,
Rudiae, 4 (1992) 121-125.
206 Pedro Pablo Fuentes González
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llevar una vida sencilla y frugal, sin más posesiones que la propia razón.
Todas estas ideas filosóficas (de filosofía práctica, ya sea ética o política,
como siempre en el caso de los cínicos) aparecían expuestas en la parodia
utópica de Crates titulada Zurrón (Ph,rh), nombre de una de las insignias más
significativas del atuendo cínico que aquel reservara para su ciudad ideal
descrita en el poema, donde el referente tradicional parodiado es la Creta
homérica (cf. SSR V H 70-75) 9 . En el contexto de esta pieza es donde se suele
colocar la parodia del epitafio de Sardanápalo, que exalta de nuevo los bienes
espirituales, respetables y eternos, sobre los materiales y carnales, vanos y
fugaces (cf. SSR V H 74).
A partir de uno de nuestros testimonios (cf. SSR V H 66) se ha podido
reconstruir el título de otra pieza satírica (pai,gnion) de Crates, un Elogio del
puré de lentejas. Pese a que algunos estudiosos han puesto en duda esta
interpretación del testimonio, no parece haber un argumento suficientemen-
te fuerte como para rechazarla sin más 10 . En efecto, no es difícil imaginar
aquí un escrito donde, de nuevo, hiciera Crates una exaltación, en su habitual
tono jocoso, de la independencia y frugalidad cínicas procuradas por un
componente de la dieta alimenticia del filósofo, el puré de lentejas, a menudo
elogiado en la tradición cínico-estoica, a la vez que denostado como alimento
miserable por filósofos adversarios como peripatéticos o epicúreos. En
nuestro testimonio este escrito aparecería citado como un ejemplo más
concreto de su poética (serio-cómica), especialmente apropiado en el ámbito
de los banquetes y reproducido ante hombres delicados. No es imposible
tampoco reconstruir el título de otra pieza de este tipo satírico en otro pasaje
(cf. SSR VH 78), donde se citan versos de un Dietario en que Crates parece
haber hecho una especie de irónico balance cínico del valor de las ocupacio-
nes humanas, para poner de manifiesto la ridiculez de otorgar más valor a la
9 Interesa señalar que la imagen del Estado cretense fue objeto de un proceso de mitificación
en el s. IV a.C., fundamentalmente por su primitivismo y en conexión con la idealización de
Esparta: cf. J. Lens Tuero, “La mitificación de Creta en la cultura griega del siglo IV”, en
Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos (Madrid, 23-28 de septiembre de
1991), Madrid 1994, vol. III, p. 219-222. Podríamos pensar así que Crates, con su Creta-
Zurrón, hizo su peculiar contribución cínica a este proceso.
10 Cf. M.-O. Goulet-Cazé, “Cratès de Thèbes”, en R. Goulet (ed.), Dictionnaire des philosophes
antiques, vol. III, Paris, CNRS, 1994, p. 496-500, en p. 499, que aboga también por esta
interpretación.
208 Pedro Pablo Fuentes González
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11 Los versos que nos han llegado contraponen en este sentido: cocinero y médico, adulador y
consejero, prostituta y filósofo. Médico-consejero-filósofo representan sin duda los términos
que describen la actividad irónicamente exaltada por el propio Crates.
12 Cf. D.L. VI 89 = SSR V H 3. Algunos estudiosos (cf. el aparato crítico de Dorandi [ed.] 2013:
Repertorio de los filósofos y de un libro Sobre las escuelas filosóficas. Es posible que
afirmara que Crates fue discípulo “no de Diógenes sino de Brisón” en el mismo sentido en
que negaba al cinismo la condición de escuela filosófica (ai[resij) mientras que consideraba
como tal a la megárica (cf. D.L. I 19). Desde su perspectiva técnica de lo que debía ser una
relación maestro-discípulo y una escuela filosófica propiamente dicha (dotada de doctrinas,
cosa que echaba de menos en el cinismo), Crates no debió de tener ningún interés para él
como cínico ni en su relación con Diógenes.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 209
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consta, por otro lado, que la dialéctica vana de Estilpón sería objeto de otra
de las parodias de Crates (cf. SSR V H 67).
Es probable que fuera tras la destrucción de Tebas por Alejandro Magno en
335 a.C. cuando Crates debió de trasladarse a Atenas, donde desarrollaría en
adelante su actividad, no de modo exclusivo (cf. SSR V H 35, donde se
menciona Corinto) pero sí habitual (cf. Giannantoni 1990: IV, p. 565).
Diógenes debió de morir en torno al 324/321 a.C., por lo que la relación entre
ambos no pudo ser muy dilatada en el tiempo, lo que podría explicar que
nuestras fuentes no exploten un anecdotario entre ambos como sería de
esperar (lo mismo sucedió entre Antístenes y Diógenes). Al parecer, lo
importante para Crates debió de ser sobre todo el momento inicial en que su
contacto con Diógenes le llevó al convencimiento de que debía desprenderse
de sus riquezas, como si se liberara de una esclavitud, e iniciar así la andadura
de la libertad a través del desposeimiento y practicando la frugalidad y el
contentamiento con aquello que en cada momento la ocasión le deparase.
Nuestras fuentes no coinciden plenamente en la exposición de este episodio
de autodesposeimiento, e incluso tenemos el dato de un historiador del s. III-
II a.C., Antístenes (de Rodas) que señalaba como detonante de que Crates se
lanzara hacia la filosofía cínica el haber contemplado en una tragedia al
héroe Télefo vagabundo y mendicante 14 . Sin embargo, este dato parece de la
misma índole del que relaciona (en este caso la fuente es Teofrasto,
peripatético del s. IV-III a.C.) a Diógenes con el aprendizaje de la vida libre y
simple a través de la contemplación del comportamiento de un ratón (cf. SSR
V B 172). Forma parte del gusto etiológico propio de la tradición biográfico-
doxográfica antigua. Ni en el caso de Diógenes contradice el discipulado de
Antístenes, ni en el de Crates el de Diógenes. En efecto, no hay razones de
peso para poner en duda una relación de discipulado de Crates con respecto a
Diógenes, aunque una relación de este tipo debe ser entendida siempre de un
modo muy singular en el caso de los cínicos: se trataba sobre todo de recibir
el impulso inicial para seguidamente proseguir cada uno su camino del modo
más autónomo posible. Los cínicos, al menos en esta primera época, no
manifestaron el menor empeño proselitista.
14 Podría referirse a la tragedia (perdida) de Eurípides sobre este personaje (hijo de Heracles)
que, tras llegar a ser rey (de Misia), pasó a convertirse en mendigo, cuando fue herido por
Aquiles en el inicio de la expedición aquea contra Troya. Disfrazado como mendigo llegó a
Áulide para que Aquiles curara la herida que sólo él podía curar, y a cambio les reveló a los
aqueos el rumbo para llegar a Troya.
210 Pedro Pablo Fuentes González
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Las versiones recogidas por D.L. (VI 87-88) describen distintas opciones de
Crates a la hora de desposeerse de su patrimonio: la venta y el reparto
altruista entre sus conciudadanos; el abandono o directamente el desecho en
el mar; y, por último, el depósito bancario condicionado al carácter futuro de
sus hijos, en función de que se dedicaran o no a la filosofía (cínica). Esta
última versión resulta quizá la más sofisticada, sobre todo si pensamos que no
parece que Crates tuviera todavía hijos, aunque su presencia en la tradición
bien pudiera obedecer a transmitir la idea de que el filósofo no quiso
condicionar la suerte personal de una futura descendencia. La tradición nos
dice además que Crates vivió su desposeimiento de las riquezas como una
liberación personal, y que dio cumplida cuenta de ello utilizando pública-
mente el formulismo de la manumisión (de sí mismo en su caso, como otra
reacuñación cínica). Ni que decir tiene que algunos de los elementos que
conforman este episodio de desprendimiento de las riquezas no constituyen
sino lugares comunes que la tradición antigua aplica también a otros
filósofos 15 . Lo que resulta patente en cualquier caso es que el cinismo fue para
Crates una opción personal y que el desposeimiento de los aparentes bienes
materiales era visto por él como un requisito previo ineludible.
Tras cortar los lazos con su patrimonio anterior, el acontecimiento más
relevante en la vida de Crates es su relación con Hiparquia, hermana de su
discípulo Metrocles, ambos oriundos de Maronea (al sur de Tracia) y pertene-
cientes a una familia acomodada (quizá incluso aristocrática). Sabemos que
Metrocles se convirtió al cinismo en Atenas después de haber recibido las
enseñanzas de las escuelas aristocráticas: del Liceo bajo Teofrasto y de la
Academia bajo Jenócrates (cf. SSR V L 1, 5). Al parecer, estas enseñanzas lo
convirtieron en un ser extremadamente frágil, delicado e insatisfecho, hasta
que Crates lo rescató mostrándole la bondad de los aspectos más naturales de
la condición humana y del impudor, y el secreto de la vida sencilla, basada en
el contentamiento con aquello que fácilmente se puede encontrar alrededor,
sin otra posesión ni previsión que el propio carácter. Parece verosímil que
Hiparquia entrara en contacto con Crates por medio de su hermano, al que
tanto bien le había proporcionado. Nuestras fuentes nos relatan en cualquier
15 Para las distintas versiones del episodio a lo largo de la Antigüedad remito a los testimonios
reunidos en SSR V H 4-12. Sobre la pervivencia en particular en la Edad Media y el
Renacimiento del proverbial motivo de Crates arrojando sus riquezas al mar, cf. V. Pöschl,
“Krates, Horaz und Pinturicchio”, Acta Antiqua Academiae Scientiarum Hungaricae, 30
(1982-1984) 267-273.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 211
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caso que sintió una irrefrenable atracción por el cínico. Crates, Metrocles e
Hiparquia compartieron sin duda unos mismos orígenes acomodados y un
mismo sentimiento de insatisfacción ante el tipo de vida que les estaba
predestinado por nacimiento, y paralelamente una necesidad de cambiar
radicalmente de modo de vida, con la natural oposición de su familia (cf. D.L
VI 88 en el caso de Crates). Representan así mejor que nadie la grandeza del
cinismo y del reto que supone para un individuo que, sabiendo ver más allá
de las apariencias, se busca plenamente en sí mismo como libre y dichoso.
La historia de Crates e Hiparquia, al margen de cualquier elemento
novelesco, se alza con una fuerza sin igual en la tradición cínica. La doncella
queda prendada hasta tal punto por las palabras y el modo de vida de Crates
que, lejos de prestar la menor atención a ninguno de sus pretendientes, ni a
su riqueza ni a su alcurnia ni a su belleza, considera que nadie sino Crates
existe para ella y sólo aspira a ser su esposa, hasta el punto de preferir la
muerte a no poder vivir con él (cf. D.L. VI 96 s., SSR V I 1). Nada pudieron
contra ese convencimiento (tampoco en su caso) sus familiares, ni siquiera
recurriendo a la intervención del propio Crates para disuadirla. Ante esta
situación, a Crates sólo le queda mostrarle a la joven si cabe más a las claras
quién es él y cómo vive. Y así, poniéndole al descubierto su cuerpo, que la
tradición nos presenta como poco agraciado (feo de cara, jorobado y cojo, cf.
SSR V I 17, 24, 40), y dejándole claro que es todo lo que posee, la coloca ante
la soledad de su propia decisión personal y ante la conciencia de que
convertirse en su compañera-esposa implica tener sus mismas ideas y practi-
car su mismo tipo de vida. La joven no dudó en su elección (su opción-
ai[resij filosófica no era otra que la misma de Crates) y, adoptando su misma
indumentaria, vivió con él en los espacios públicos de la ciudad, donde
realizaban públicamente su vida en común, incluidas las relaciones
sexuales 16 . En el s. II d.C., Apuleyo (Flor. 1, SSR V H 24) nos dice que Hipar-
16 No sigo en modo alguno a quienes piensan, como Giannantoni 1990: IV, p. 565, que esto
último habría sido producto de la invención de fuentes tardías. La práctica de la cópula en
público entre Crates e Hiparquia debió de ser una realidad, ciertamente chocante (y que
debió de escandalizar tanto a sus contemporáneos como más tarde a los comentaristas cris-
tianos), pero completamente coherente con la vida y la pedagogía cínica. Al parecer, C.
Nepote (s. I a.C.) habría narrado que el primer encuentro sexual entre Crates e Hiparquia
habría venido acompañado por una muestra de pudor de la doncella, que Crates le habría
censurado (cf. SSR V H 25). Este tipo de detalles pudieron incorporarse a la tradición con el
objeto de reforzar el carácter absolutamente novedoso y escandaloso de la práctica, como
cuando Apuleyo nos dice también (cf. infra) que Zenón (entonces discípulo de Crates)
212 Pedro Pablo Fuentes González
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habría experimentado pudor ajeno, intentando con su manto cubrir a los amantes, mientras
que en este caso ambos actuaban con la misma firmeza y naturalidad. En otro testimonio
transmitido por Plutarco (s. I-II d.C.) se nos dice que Crates afirmaba que el verdadero
adorno de una mujer eran su dignidad, moderación y pudor (cf. Coniug. praec. 26, 141e, SSR
V H 29). O bien debemos ver aquí una revisión del cinismo de Crates pasado por el tamiz de
la literatura en torno al matrimonio, teñida de cierto estoicismo, o bien debemos entender
que el pudor al que se refiere aquí el cínico es un concepto reacuñado que nada tiene que
ver con el convencional.
17
Es significativo que el relato de la Creta homérica que está detrás del poema de Crates (cf. Od.
XIX 172 ss.) se lo cuente a Penélope Odiseo (otra figura heroica querida por los cínicos)
disfrazado de viejo mendigo, sucio y harapiento (ibid. 71-74). En efecto, no podemos dejar de
recordar aquí esta imagen de un Odiseo bajo cuyo disfraz andrajoso se apreciaba, sin embargo,
la verdadera fuerza del héroe ante los pretendientes de su esposa (cf. Od. XVIII 74). Esta
imagen la utilizó por ejemplo el célebre Eratóstenes de Cirene (s. III a.C.) para llamar la
atención sobre el potencial valor oculto, bajo una apariencia dudosa y vulgar, de la filosofía del
cínico Bion de Borístenes (cf. test. 12 Kindstrand), otro representante del estilo serio-cómico en
filosofía. Eratóstenes se apartaba aquí sin duda de las críticas más netamente negativas dirigidas
contra este por el peripatético Teofrasto (cf. Bion, test. 13 Kindstrand).
18 La belleza física de Hiparquia aparece evocada en un testimonio de la tradición árabe: cf.
hogar, mientras que el espacio público sólo queda reservado para el varón.
Crates e Hiparquia, en cambio, viven una relación matrimonial pública y la
comparten por igual, ya sea en Atenas o fuera de ella, ya que nos consta por
ejemplo que en torno a los años 320 a.C. estuvieron en la zona de Tracia (cf.
SSR V I 1). Como un espacio más donde dejar constancia de su cinismo, se
dejan ver en banquetes (marco por excelencia para la discusión filosófica) y
ahí se muestra Hiparquia como alguien que actúa con la misma naturalidad,
fortaleza y autoridad con que podría hacerlo Crates, ridiculizando, por ejem-
plo, a Teodoro el ateo (representante de la escuela hedonista cirenaica).
Cuando este intenta en vano avergonzarla como mujer, levantándole el
manto, o burlándose de su elección de abandonar las tareas que, por la educa-
ción recibida en función de su sexo, le estaban destinadas, Hiparquia reaccio-
na con la fuerza de quien sabe que no habría podido hacer mejor elección.
Hiparquia no es una mujer como las demás, pero ello no la convierte en una
mujer cualquiera (una prostituta), aunque a los ojos de los demás pueda
parecerlo (así en cierto modo la pretendía tratar y desautorizar Teodoro).
El matrimonio cínico de Crates e Hiparquia no es en el fondo sino un anti-
matrimonio, y, sin embargo, sus protagonistas se empeñan en definirlo
recurriendo al tradicional término de ga,moj, reacuñado en kunogami,a (cf. SSR
V H 19), como el modo más eficaz de defender su modo alternativo de vida
como mucho más que el aparente comportamiento extravagante de unos
marginales. Crates e Hiparquia son un matrimonio cínico porque libremente
se han dado el uno al otro en su desnuda consistencia filosófica (sin más
accesorios), compartiendo los mismos principios y el mismo modo de vida.
Son dos como podrían ser uno. Crates es otra Hiparquia como Hiparquia es
otro Crates. Y dado que los cínicos son amigos de aquellos que son iguales a
ellos (por antonomasia de los dioses, que, como ellos, viven fácilmente), la
relación entre Hiparquia y Crates es la expresión más acabada de la amistad
cínica 19 . Ambos han ido en este sentido más allá de los comportamientos que
suelen describir las relaciones de amistad (pedagógica) entre los cínicos, más
allá de los puntuales encuentros para mostrar el camino en los momentos
iniciales de la andadura filosófica o para recordarlo o reforzarlo en momentos
de necesidad o de zozobra. Y con ello muestran del modo más eficaz y
20 En Cinulco, un cínico (probablemente ficticio) que aparece en libro XIII de Ateneo que la
tradición titula Sobre las mujeres (566f-571a), el amor de las prostitutas aparece vinculado a
una vida muelle. Frente a él, el literato Mirtilo realiza su elogio (571a-601b). Recordemos al
respecto que Diógenes (y el mismo Antístenes) parece que tuvieron una visión más positiva
de las prostitutas (cf. Fuentes González 2013: 260 n. 162).
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 215
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para el que remito a mi libro Les diatribes de Télès, introduction, texte revu, traduction et
commentaire des fragments (avec en appendice une traduction espagnole), Paris, Vrin
(Histoire des doctrines de l’Antiquité Classique 23), 1998, p. 448-465.
216 Pedro Pablo Fuentes González
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23 Cf. Sexto Empírico, P. III 24, 199 s. (testimonio aportado por J. L. López Cruces a SSR V B
125). Sobre la pederastia cretense, cf. Ateneo, Deipn. XIII 601e-605d). Filodemo, que
comenta conjuntamente ambas Repúblicas desde la más abierta hostilidad de un epicúreo
(cf. T. Dorandi, “Filodemo. Gli stoici [PHerc. 155 e 339]”, Cronache Ercolanesi, 12 [1982]
91-133), introduce en los esperables términos una serie de elementos como la antropofagia o
el incesto que sin duda debieron de aparecer en aquellas como consecuencias lógicas de la
afirmación de la indiferencia de determinados actos humanos, más que como preceptos
positivos. Sobre la compleja problemática ligada a las Repúblicas de Diógenes y Zenón, cf.
M.-O. Goulet-Cazé, Les Kynika du stoïcisme, Stuttgart, Steiner (Hermes Einzelschriften 89),
2003; S. Husson, La République de Diogène: une cité en quête de la nature, Paris, Vrin
(Histoire des Doctrines de l’Antiquité Classique 40), 2011; R. Bees, Zenons Politeia, Leiden,
Brill (Studies on the Interaction of Art, Thought and Power 4), 2011; y M.-O. Goulet-Cazé,
“La République de Zénon: essai d’interprétation éthique”, en S. Husson & J. Lemaire (eds.),
Les trois Républiques: Platon, Diogène de Sinope et Zénon de Citium, Paris, Vrin (en
prensa).
24 El dato lo encontramos en Gregorio de Nacianzo, Or. XXV (De Herone) 7, PG XXXVI
1208b, testimonio ausente de los SSR.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 217
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STVDIA
FERNÁNDEZ-ARDANAZ, Santiago
L’antropologia dei trattati ‘De anima’ nel mondo latino dei secoli
III-IV d.C. [The Anthropology of the Treatises ‘De anima’ in
the Latin World During 3rd-4th Centuries A.D.] ........................ 183
FUENTES GONZÁLEZ, Pedro Pablo
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas [The
Cynical Defacing in Family Relationships According to Crates
of Thebes] ...................................................................................... 201
GALLÉ CEJUDO, Rafael J.
Partenio de Nicea, el motivo de ‘Tarpeya’ y la Fundación de
Lesbos atribuida a Apolonio de Rodas [Parthenius of Nicaea,
the Topic of Tarpeia and the Foundation of Lesbos Attributed
to Apollonius Rhodius] ................................................................ 219
GARCÍA ÁLVAREZ, César
Sobre la presencia de un Eros en la Catedral de León y el
sentido de la hermenéutica [About the Presence of an Eros in
the Cathedral of Leon and the Sense of Hermeneutic] .............. 233
GARCÍA PEINADO, Miguel Ángel - GARCÍA CALDERÓN, Ángeles
«Les conversations d’Émilie» (1774) de Mme d’Épinay, uno de
los primeros tratados sobre pedagogía infantil [«Les Conversa-
tions d’ Émile» (1774), by Mme d’ Épinay: One of the First
Treatises Devoted to Childish Pedagogy] .................................. 245
GARCÍA TEIJEIRO, Manuel
La tradición clásica en Gonzalo de Berceo [Classical Tradition
in Gonzalo de Berceo] .................................................................. 269
GIL, Juan
Un poema latino del Conde de Villamediana [A Latin Poem by
the Count of Villamediana Juan de Tarsis y Peralta].................. 283
GIL FERNÁNDEZ, Luis
Nueva luz sobre la expedición al Egeo de Antonio Sherley
[New Light on Antonio Sherley’s Expedition to Egeo] .............. 297
GONZÁLEZ SALINERO, Raúl
El grafito de Alexámeno: recuperando el debate sobre la cari-
catura anticristiana del Palatino (inv. 381403) [The Alexame-
736 ÍNDICE GENERAL
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