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La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas

Chapter · January 2015

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Pedro Pablo Fuentes González


University of Granada
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STVDIA ANGELO VRBANO DICATA
Todos los trabajos aquí publicados han sido cuidadosamente seleccionados,
revisados y sancionados por el siguiente

COMITÉ CIENTÍFICO
Presidente:
Dr. D. Luis Gil Fernández
Catedrático de Filología Griega, Universidad Complutente de Madrid

Miembros:
Dra. Dª. Beatriz Antón Martínez
Catedrática de Filología Latina, Universidad de Valladolid
Dr. D. José Luis Calvo Martínez
Catedrático de Filología Griega, Universidad de Granada
Dr. D. Arnaldo do Espírito Santo
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Lisboa
Dra. Dª. Rosa María Espinosa Elorza
Catedrática de Lengua Española, Universidad de Valladolid
Dr. D. Manuel García Teijeiro
Catedrático de Filología Griega, Universidad de Valladolid
Dr. D. Juan Gil Fernández
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Sevilla
Dr. D. Salvador López Quero
Profesor Titular de Lengua Española, Universidad de Córdoba
Dr. D. José María Maestre Maestre
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Cádiz
Dr. D. José Guillermo Montes Cala (†)
Catedrático de Filología Griega, Universidad de Cádiz
Dra. Dª. María Cristina Pimentel
Catedrática de Filología Latina, Universidad de Lisboa
Dra. Dª. Emilia Ruiz Yamuza
Catedrática de Filología Griega, Universidad de Sevilla
Dr. D. Eustaquio Sánchez Salor
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Extremadura
Dr. D. Francisco José Talavera Esteso
Catedrático de Filología Latina, Universidad de Málaga
Salvador López Quero
José María Maestre Maestre
EDIDERVNT

STVDIA
ANGELO VRBANO
DICATA

ALCAÑIZ – MADRID
2015
STVDIA ANGELO VRBANO DICATA / Salvador López Quero, José
María Maestre Maestre, eds.- Alcañiz-Madrid: Instituto de Estudios
Humanísticos - Federación Andaluza de Estudios Clásicos, 2015.
1 v. LXIV, p. 740; 24 x 17 cms.
Este volumen recoge cuarenta estudios de cuarenta y un autores ofreci-
dos en homenaje al Prof. Ángel C. Urbán Fernández.
ISBN: 978-84-96053-80-9
eISBN: 978-84-96053-81-6
DL.: TE-136-2015
1. Arqueología Clásica. 2. Biblia. 3. Crítica literaria. 4. Diplomática. 5.
Emblemática renacentista y barroca. 6. Epigrafía. 7. Filología Griega. 8.
Filología Latina. 9. Humanismo. 10. Iconología. 11. Lexicología Clásica y
Medieval. 12. Literatura Moderna y Contemporánea. 13. Patrística. 14.
Simbología. 15. Tradición Clásica. 16. Tradición Rabínica. 17. Homenaje. 18.
Urbán Fernández, Ángel C. I. López Quero, Salvador, ed. II. Maestre
Maestre, José María, ed. III. Instituto de Estudios Humanísticos, ed. IV.
Federación Andaluza de Estudios Clásicos, ed.

Este libro ha sido publicado gracias a la ayuda del Grupo de Investigación de la Junta
de Andalucía PAI HUM-380.

© Instituto de Estudios Humanísticos


Federación Andaluza de Estudios Clásicos

1ª edición 2015
ISBN: 978-84-96053-80-9
eISBN: 978-84-96053-81-6
DEPÓSITO LEGAL: TE-136-2015
IMPRESIÓN: Imprenta Kadmos (Salamanca)

Portada: Empresa XV: REGIT ET CORRIGIT de la obra de Francisco Núñez de


Cepeda, S.I., Idea del Buen Pastor (Lyon. 1684), p. 245.
Contraportada: Foto de fragmento de escayola del antiguo Palacio Episcopal de Córdo-
ba, actualmente Biblioteca Pública Provincial, que reproduce la Empresa XV:
REGIT ET CORRIGIT de F. Núñez de Cepeda.
Profesor Ángel C. Urbán Fernández
COLABORADORES
DEL PRESENTE HOMENAJE

ÁLVAREZ JURADO, Manuela, Universidad de Córdoba.


ANTÓN MARTÍNEZ, Beatriz, Universidad de Valladolid.
ASENCIO GONZÁLEZ, Emilio, I.E.S. ‘López Neyra’ de Córdoba y Grupo
PAI Hum. 380, Universidad de Córdoba.
BALBUENA TOREZANO, Mª del Carmen, Universidad de Córdoba.
BENÍTEZ RODRÍGUEZ, Enrique, Grupo PAI Hum. 380, Universidad de
Córdoba.
CALVO MARTÍNEZ, José Luis, Universidad de Granada.
CAÑAS REÍLLO, José Manuel, CSIC, Madrid: Instituto de Lenguas y
Culturas del Mediterráneo y Oriente Próximo.
D’ENCARNAÇÃO, José, Universidad de Coimbra.
DEL VALLE RODRÍGUEZ, Carlos, CSIC, Madrid: Instituto de Filología.
DO ESPIRITO SANTO, Arnaldo, Universidad de Lisboa.
ESPINOSA ELORZA, Rosa María, Universidad de Valladolid.
FERNÁNDEZ-ARDANAZ, Santiago (†), Universidad Miguel Hernández,
de Elche (Alicante).
FUENTES GONZÁLEZ, Pedro Pablo, Universidad de Granada.
GALLÉ CEJUDO, Rafael Jesús, Universidad de Cádiz.
GARCÍA ÁLVAREZ, César, Universidad de León.
GARCÍA CALDERÓN, Ángeles, Universidad de Córdoba.
GARCÍA PEINADO, Miguel Ángel, Universidad de Córdoba.
GARCÍA TEIJEIRO, Manuel, Universidad de Valladolid.
GIL FERNÁNDEZ, Juan, Universidad de Sevilla / Real Academia
Española.
GIL FERNÁNDEZ, Luis, Universidad Complutense de Madrid.
XII Colaboradores del presente Homenaje
_______________________________________________________________________

GONZÁLEZ SALINERO, Raúl, Universidad Nacional de Educación a Dis-


tancia, Madrid.
GRANADO BELLIDO , Carmelo, S.I. (†), Facultad de Teología de Granada.
HERRERA ROLDÁN, Pedro, I.E.S. ‘El Brocense’ de Cáceres.
HINOJO ANDRÉS, Gregorio, Universidad de Salamanca.
ISO ECHEGOYEN, José Javier, Universidad de Zaragoza.
LÓPEZ FOLGADO, Vicente, Universidad de Córdoba.
LÓPEZ QUERO, Salvador, Universidad de Córdoba.
LOZANO SEBASTIÁN, Francisco Javier, Nuncio Apostólico en Rumanía y
Moldavia.
MAESTRE MAESTRE, José María, Universidad de Cádiz.
MÁRQUEZ MORENO, Carlos, Universidad de Córdoba.
NIEVES SANZ, Enrique, Doctor en Filología Clásica y Abogado, Jaén.
PEREA YÉBENES, Sabino, Universidad de Murcia.
PIMENTEL, María Cristina, Universidad de Lisboa.
RINCÓN GONZÁLEZ, Mª Dolores, Universidad de Jaén.
RODRÍGUEZ-PANTOJA MÁRQUEZ, Miguel, Universidad de Córdoba.
RUIZ YAMUZA, Emilia Reyes, Universidad de Sevilla.
SÁNCHEZ SALOR, Eustaquio, Universidad de Extremadura.
SOLANA PUJALTE, Julián, Universidad de Córdoba.
TALAVERA ESTESO, Francisco José, Universidad de Málaga.
TORRALBO CABALLERO, Juan de Dios, Universidad de Córdoba.
ZAMORANO AGUILAR, Alfonso, Universidad de Córdoba.
La reacuñación cínica de la familia
en Crates de Tebas

Pedro Pablo FUENTES GONZÁLEZ


Universidad de Granada

Resumen: El hecho de que Crates de Tebas abrazara el cinismo abandonando vo-


luntariamente la posición propia de quien pertenecía a una familia privilegiada y
acomodada convierte en especialmente significativo el modo como realizó en su vida
ulterior la reacuñación cínica de los valores corrientes, sobre todo en lo tocante a la
riqueza y a las relaciones familiares. Se analizan los datos de que disponemos sobre su
abandono de las riquezas y sobre su relación con su esposa Hiparquia y con sus hijos,
todo ello en el marco del ideal comunitario de vida descrito en su poema Zurrón. En
el caso de los hijos, se ofrece una interpretación de la prueba a la que fueron someti-
dos por su padre con vistas a la comprobación de sus aptitudes cínicas, conside-
rándose fundamental en este sentido la distinción entre la figura de la prostituta
(demencia, apariencias y descontrol) y la del filósofo (cínico) (inteligencia, autentici-
dad y autodominio).
Palabras clave: Cinismo antiguo; Crates de Tebas; familia; contracultura.
Í The Cynical Defacing in Family Relationships According to Crates of Thebes
Abstract: Crates of Thebes’ adoption of cynicism after his renunciation of the
privileges linked to his being a member of a local wealthy propertied family en-
lightens the way he strove to implement the cynical defacing of the currency in
family relationships and material conditions. We shall try to discuss the available
evidences about Crates abandoning his wealth and behaving towards his mate Hip-
parchia and their children along a communitarian ideal of life whose manifesto can
be read in his poem The knapsack. As far as the children are concerned, we shall
suggest an interpretation of the test required by the father to check their skills and
aptitudes toward cynicism, stressing the importance of the parallel between the
figure of the prostitute (madness, appearances and incontinence) and the (cynic)
philosopher (intelligence, authenticity and self-control).
Keywords: Ancient cynicism; Crates of Thebes; family; counterculture.

W
202 Pedro Pablo Fuentes González
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Crates de Tebas, el principal discípulo de Diógenes de Sínope, representa


sin duda una de las figuras más interesantes del panorama filosófico de la
Grecia del siglo IV a.C. Lamentablemente, como sucede en el caso de tantos
otros filósofos de la época y muy en particular de aquellos vinculados al
cinismo (poco susceptibles en principio de interesar en sí mismos a las instan-
cias conservadoras y transmisoras en cada momento de la cultura esta-
blecida), sólo de un modo muy fragmentario y a menudo confuso podemos
hacernos una idea de su vida y de su obra 1 . Sin embargo, pese a todos los
inconvenientes con los que el filólogo se encuentra a la hora de reconstruir
una imagen más o menos coherente de su andadura vital y de su pensamien-
to, Crates brilla con una luz que nos da cumplido testimonio de su singula-
ridad, así como de su importancia e influencia.
Dentro del cinismo de la primera época ocupa un lugar de extraordinaria
relevancia, comenzando por el hecho de que se trata del primero que abraza
esta forma de pensamiento y de vida sin el concurso de factores personales
externos vinculados a una cierta marginalidad que de algún modo pudieran
resultar condicionantes en el caso de sus predecesores, como la condición de
bastardo en el caso de Antístenes de Atenas o la de exiliado-extranjero en el
de su discípulo Diógenes. Muy al contrario, las circunstancias vitales de
Crates eran tales que podrían ser consideradas, desde la perspectiva conven-
cional, como privilegiadas y envidiables: había nacido en el seno de una
familia distinguida y acomodada, y podía disponer en su edad adulta de una
fortuna considerable 2 . Se puede afirmar así que pertenecía en principio a un
estatus social y cultural de lo más conservador y convencional. De ahí que, a
mi juicio, resulte especialmente significativo estudiar el modo como se opera
en su caso aquella reacuñación de los valores establecidos tan propia del
cinismo, sobre todo en lo tocante a la familia y a las riquezas.
El proceso de desmantelamiento de los valores tradicionales desde el cinis-
mo fue iniciado por Antístenes (como producto de una evolución y radicali-

1 Cito por la edición de G. Giannantoni, Socratis et Socraticorum reliquiae, 4 vols., Napoli, Bi-
bliopolis (Elenchos 18), 1990 (= SSR).
2 Hijo de Ascondas, pertenecía a una familia principal tebana (h=n tw/n evpifanw/n), como leemos
en Diógenes Laercio (= D.L.) VI 87-88 (= SSR V H 4), y la magnitud de su fortuna personal
se deduce del mismo testimonio (se dice que su valor ascendía a unos 200 talentos). Para el
texto de Diógenes Laercio (s. III d.C.) remito a la excelente nueva edición de T. Dorandi,
Diogenes Laertius, Lives of eminent philosophers, Cambridge, Cambridge University Press
(Cambridge Classical Texts and Commentaries 50), 2013.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 203
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zación de las enseñanzas de Sócrates 3 ) bajo la forma de un desaprendizaje de


todos aquellos valores que la educación (paidei,a) tradicional había venido
acarreando y que no representaban para él en realidad los verdaderos valores
sino más bien su contrario, en la medida en que, lejos de garantizar la auto-
nomía y la felicidad del individuo, habían terminado por esclavizarlo y
convertirlo en un ser desdichado y sometido al azar de las circunstancias 4 .
Cuando el individuo es presa de una educación errónea, no cabe más que un
proceso de desaprender, aunque lo ideal sin duda sería no tener que llevar a
cabo un proceso de estas características 5 , sino poder consagrarse
directamente a la adquisición de los verdaderos valores (estos sí indelebles)
que constituyen para Antístenes como un muro impenetrable del individuo.
En el caso de Diógenes, este mismo proceso se expresa en unos términos que
tienen que ver con su propia andadura vital, que lo pone en relación con un
episodio de falsificación monetaria en su Sínope natal del que nos han llegado
testimonios suficientes, aunque sometidos a las fluctuaciones e imprecisiones
normales en la tradición biográfica antigua. Sea como fuere, en un momento
determinado el propio Diógenes debió de ver las posibilidades expresivas de
esa peripecia personal, y de utilizar la expresión “falsificar (reacuñar) la
moneda (= los valores)” (paracara,xai to. no,misma) para caracterizar su propia
andadura filosófica 6 . Se trata de tomar los valores antiguos y marcarlos con
un sello que resulta incompatible con ellos, de tal forma que tales valores,
marcados con ese cuño, adquieren una dimensión del todo nueva:
aparentemente los cínicos manejan los mismos términos de la tradición y de
la convención, pero en boca de ellos estos no expresan lo que parece. De ahí

3 Frente a una cierta tendencia crítica actual que se empeña en alejar de Sócrates al cinismo,
por la vía de considerar que la representación cínica de Antístenes sería sólo una cons-
trucción a posteriori y que la relación entre Antístenes y Diógenes sería igualmente
inventada (por una tradición historiográfica vinculada al estoicismo y reticente o renuente
con respecto a los orígenes cínicos de la Estoa), he defendido recientemente la conexión
(por supuesto, sometida siempre a tensión) de la que nos hablan nuestras fuentes antiguas
entre socratismo-cinismo-estoicismo: cf. P. P. Fuentes González, “En defensa del encuentro
entre dos Perros, Antístenes y Diógenes: historia de una tensa amistad”, Cuadernos de Filo-
logía Clásica: Estudios Griegos e Indoeuropeos, 23 (2013) 225-267.
4 Antístenes hablaba, en efecto, de la necesidad de to. avpomaqei/n ta. kaka, (cf. SSR V A 87).
5 Quizá sea este matiz el que se introduce en uno de nuestros testimonios de este desaprender:
el de D.L. VI 7, donde el texto aparece corrupto (cf. Dorandi [ed.] 2013: 410).
6 Se nos dice que la expresión aparecía en boca del propio Diógenes en un diálogo suyo (per-
dido) titulado Pórdalo (El pedorrero, cf. D.L. VI 20 = SSR V B 2).
204 Pedro Pablo Fuentes González
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que el intérprete deba continuamente tener en cuenta ese proceso de reacu-


ñación y de radical redefinición.
Se trata, en definitiva, de un proceso de gran calado no sólo semántico sino
sobre todo filosófico y existencial que requiere del estudioso operar una
profunda reorganización conceptual para interpretar debidamente nuestros
testimonios. “Riqueza”, “placer”, “belleza”, “libertad”, “matrimonio”, “pater-
nidad”, etc. no significan en boca de los cínicos lo que sus contemporáneos (y
nosotros mismos) entendían comúnmente por tales sino conceptos comple-
tamente reacuñados, que a menudo adquieren la consistencia semántica de
sus contrarios tradicionales y convencionales.
Pues bien, el principal objeto de estas páginas es mostrar cómo pudo Crates
concebir y experimentar este proceso de radical transformación conceptual y
vital, pasando de ser un acomodado representante del statu quo de su época a
convertirse en uno de los más destacados practicantes de la filosofía cínica tal
como esta se forja en el s. IV a.C. Y más en concreto me interesa mostrar aquí
cómo la filosofía cínica se hace compatible en él con determinados aspectos
de lo que podemos llamar una “vida familiar”, por cuanto se trata del único
cínico de esta primera época del que tenemos datos que lo ponen en relación
con una familia propia, con esposa e hijos (la tradición nos habla de un hijo y
una hija), en pleno ejercicio de su actividad filosófica (cf. SSR V H 4, 19-25, V
I 1).
Sin embargo, antes de abordar esta cuestión, me parecen oportunas unas
palabras sobre cuáles pudieron ser la formación y el carácter de Crates. Como
corresponde a su alta alcurnia, este debió sin duda de recibir una esmerada
educación. Ya de su época cínica nos han llegado algunos fragmentos de su
producción poética que así lo demuestran, pero que ponen de manifiesto al
mismo tiempo su peculiar concepto literario. En efecto, todo lo que pudo
haber aprendido desde la educación tradicional en cuanto a poética y retórica
lo pone Crates al servicio de su cinismo: junto a las cualidades mnemotécni-
cas y pedagógicas propias de la poesía, explota este recurso ante todo como
instrumento de descubrimiento y revelación de la realidad (y también de
desenmascaramiento de la tradición) a través de un acercamiento cómico y
paródico que desvela las falsedades, mezquindades y abominaciones de los
valores establecidos, y paralelamente la autenticidad y necesidad de los valo-
res de la verdadera existencia humana y de la verdadera filosofía. Crates se
alinea de este modo en la misma tradición del estilo serio-cómico (spoudaio&
ge,loion) cultivado por otro de los discípulos de Diógenes, Mónimo de Sira-
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 205
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cusa, y llevado a su expresión más singular y proverbial por uno de los


discípulos del propio Crates, Menipo de Gádara 7 .
Diógenes Laercio y más tarde (s. IV d.C.) Juliano presentan las composi-
ciones poéticas de Crates con el término pai,gnia (SSR V H 70, 84), es decir,
como versos jocosos o juguetes que, bajo una apariencia de ligereza y diverti-
mento, encierran, sin embargo (por obra de la reacuñación cínica), un hondo
trasfondo filosófico y existencial. Es de hecho Crates un poeta de gran suti-
leza y agudeza intelectual, siempre encauzadas en una dulzura (no blandura)
expresiva al servicio de la utilidad pedagógica. Es en este sentido en el que
podemos recordar otro concepto que le aplican con acierto Plutarco (s. I-II
d.C.) y Juliano, el de ca,rij o gracia, hecha de maestría y donaire (cf. SSR V H
74, 84). En efecto, a la gracia se une aquí el refinamiento técnico y la
perfección formal de un hombre que, aun siendo como era cínico, no estaba
exento de un cierto tipo de donosura literaria 8 . Ello debemos explicarlo sobre
todo como reflejo de su carácter (el carácter personal es un elemento deter-
minante en la modulación del cinismo en sus distintos representantes) y de
su comportamiento cotidiano: un reflejo de su carácter comprensivo y
benevolente, propio de alguien que se tomaba la vida “como una fiesta” (cf.
SSR V H 46) y que, como regla general, se dirigía a los demás sin exabruptos
sino con cierta amabilidad y gentileza, buscando siempre ser útil: frente a la
pikri,a de Diógenes, y del mismo Antístenes, en Crates predomina la
filanqrwpi,a (cf. SSR V H 17, 34, 36). No en vano era tenido entre los ate-
nienses por un genio doméstico (“lar familiaris”), y la confianza que generaba
y sus habilidades conciliadoras le merecieron el apodo de Abrepuertas (cf.
SSR V H 18).
En semejante donosura no se reconocía sin duda el propio Juliano, que se
asemejaba en su carácter más a la aspereza y al desaliño diogeniano, pero que
coincidía con Crates en todo caso en una marcada voluntad contracultural,
ejercida a través de la parodia y la sátira (cf. Guido 1992: 125 s.). Es, en
efecto, una de las maneras como el cinismo realiza su decidida oposición a la
cultura establecida, tornando con ello a la vieja tradición de la poesía burles-
ca y de denuncia paródica cultivada en el s. VI-V a.C. por Jenófanes de

7 Cf. U. Criscuolo, “Cratete di Tebe e la tradizione cinica”, Maia, 22 (1970) 360-367, en p. 363.
Sobre Menipo como discípulo de Crates, cf. M.-O. Goulet-Cazé, “Un liste de disciples de
Cratès le Cynique en Diogène Laërce 6, 95”, Hermes, 114 (1986) 247-252.
8 Cf. R. Guido, “La figura e gli insegnamenti di Cratete di Tebe in Giuliano Imperatore”,
Rudiae, 4 (1992) 121-125.
206 Pedro Pablo Fuentes González
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Colofón (cf. D.L. IX 18), y que, con posterioridad a Crates, proseguirá en el s.


III a.C. el escéptico Timón de Fliunte con sus si,lloi (cf. D.L. IX 109 ss.).
Nos han llegado fragmentos de parodias de Crates de tipo épico (cf. SSR V
H 67-75), elegíaco (SSR V H 84, 76-77) y yámbico, algunas de estas últimas
pertenecientes a tragedias (no en vano, el género de la paratragedia parece
haber sido bastante cultivado por los cínicos). Homero, Solón y los trágicos
atenienses son cumplidamente parodiados en estas composiciones, funda-
mentalmente según la modalidad correctiva de la evpano,rqwsij que ya
cultivara el propio Solón. Se trata de volver sobre la paidei,a tradicional y
alterarla hasta que se ajuste a lo que el autor entiende como el sentido
correcto y verdadero, lo que, desde el punto de vista cínico, equivale a darle
completamente la vuelta.
Nuestros fragmentos nos dejan vislumbrar lo que fueron sin duda textos de
gran calado poético y filosófico, donde Crates, con agudo espíritu satírico,
plasma un pensamiento decididamente contestatario, y sabe hacerlo también
con verdadero encanto, un encanto, eso sí, que no busca en modo alguno
tratar con blandura a su destinatario sino que siempre responde en última
instancia a una personal estrategia pedagógica. Decir las cosas graves y duras
con la necesaria dosis de gracia y encanto, la suficiente para que nadie se
pierda en las delicias de la expresión poética ni en las dificultades de la ironía
y de la parodia, he ahí la gran virtud literaria de nuestro autor, que condujo
así el estilo serio-cómico a uno de sus más espléndidos y fructíferos
momentos cínicos.
Las tragedias son descritas por D.L. como de un “un elevadísimo carácter
filosófico” (cf. SSR V H 80). Lamentablemente, nuestra evidencia al respecto
es muy pobre, aunque bastante significativa. El único fragmento de los que
nos han llegado que puede ser considerado sin lugar a dudas como trágico ha
sido interpretado como perteneciente a una tragedia sobre Heracles, el héroe
por excelencia de los cínicos, y es un canto a la independencia y al cosmopo-
litismo cínicos, un cosmopolitismo que no se traduce en la afirmación de un
Estado universal sino de que cualquier parte es la patria del filósofo. Por otro
lado, en su reescritura cínica de la soloniana Elegía a las Musas (cf. SSR V H
84), Crates hace una exaltación de los bienes espirituales, y en particular de
los valores de la autosuficiencia y de la sencillez que también son el motivo
de su Himno a la Sencillez (cf. SSR V H 77). Mientras que Solón suplicaba
por una felicidad procurada por las riquezas y la fama, en la esperanza de que
le fueran concedidas en el respeto a la justicia, Crates a lo que aspira es a
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 207
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llevar una vida sencilla y frugal, sin más posesiones que la propia razón.
Todas estas ideas filosóficas (de filosofía práctica, ya sea ética o política,
como siempre en el caso de los cínicos) aparecían expuestas en la parodia
utópica de Crates titulada Zurrón (Ph,rh), nombre de una de las insignias más
significativas del atuendo cínico que aquel reservara para su ciudad ideal
descrita en el poema, donde el referente tradicional parodiado es la Creta
homérica (cf. SSR V H 70-75) 9 . En el contexto de esta pieza es donde se suele
colocar la parodia del epitafio de Sardanápalo, que exalta de nuevo los bienes
espirituales, respetables y eternos, sobre los materiales y carnales, vanos y
fugaces (cf. SSR V H 74).
A partir de uno de nuestros testimonios (cf. SSR V H 66) se ha podido
reconstruir el título de otra pieza satírica (pai,gnion) de Crates, un Elogio del
puré de lentejas. Pese a que algunos estudiosos han puesto en duda esta
interpretación del testimonio, no parece haber un argumento suficientemen-
te fuerte como para rechazarla sin más 10 . En efecto, no es difícil imaginar
aquí un escrito donde, de nuevo, hiciera Crates una exaltación, en su habitual
tono jocoso, de la independencia y frugalidad cínicas procuradas por un
componente de la dieta alimenticia del filósofo, el puré de lentejas, a menudo
elogiado en la tradición cínico-estoica, a la vez que denostado como alimento
miserable por filósofos adversarios como peripatéticos o epicúreos. En
nuestro testimonio este escrito aparecería citado como un ejemplo más
concreto de su poética (serio-cómica), especialmente apropiado en el ámbito
de los banquetes y reproducido ante hombres delicados. No es imposible
tampoco reconstruir el título de otra pieza de este tipo satírico en otro pasaje
(cf. SSR VH 78), donde se citan versos de un Dietario en que Crates parece
haber hecho una especie de irónico balance cínico del valor de las ocupacio-
nes humanas, para poner de manifiesto la ridiculez de otorgar más valor a la

9 Interesa señalar que la imagen del Estado cretense fue objeto de un proceso de mitificación
en el s. IV a.C., fundamentalmente por su primitivismo y en conexión con la idealización de
Esparta: cf. J. Lens Tuero, “La mitificación de Creta en la cultura griega del siglo IV”, en
Actas del VIII Congreso Español de Estudios Clásicos (Madrid, 23-28 de septiembre de
1991), Madrid 1994, vol. III, p. 219-222. Podríamos pensar así que Crates, con su Creta-
Zurrón, hizo su peculiar contribución cínica a este proceso.
10 Cf. M.-O. Goulet-Cazé, “Cratès de Thèbes”, en R. Goulet (ed.), Dictionnaire des philosophes
antiques, vol. III, Paris, CNRS, 1994, p. 496-500, en p. 499, que aboga también por esta
interpretación.
208 Pedro Pablo Fuentes González
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ocupación más perniciosa 11 . El escrito jugaría de algún modo con la imagen


del cínico como monedero falso, alterador del valor de las cosas del mundo,
en busca de nuevo del ajuste de cuentas y de la corrección filosófica de la
vida cotidiana.
Antes de abrazar el cinismo en Atenas (junto a Diógenes) no es improbable
que Crates estuviera en contacto con la filosofía. Y en este sentido puede
orientarnos el dato de que su hermano Pasicles (por el que podemos imaginar
que sintió cierta admiración como para ponerle su nombre, como veremos, a
uno de sus hijos) fue discípulo de Euclides de Mégara, que fuera a su vez
discípulo de Sócrates 12 . Y el propio Crates parece que pudo estar en contacto
con esta filosofía socrática megárica, si pensamos que un historiador antiguo
afirmaba que fue alumno de Brisón de Acaya (e identificamos a este con
Brisón de Heraclea, sofista que fuera también discípulo de Euclides) 13 , y que
otros añaden también como maestro suyo a Estilpón (cf. supra, n. 12). El
hecho de que en algunos aspectos, como el cosmopolitismo o la impasibili-
dad, la filosofía de este presentara puntos de contacto con el cinismo quizá
pudo favorecer más tarde la conversión de Crates a esta filosofía. Lo cierto en
cualquier caso es que el Crates cínico mantuvo con posterioridad una
relación polémica con Estilpón y que en cierto modo se disputó con él a su
discípulo Zenón, que acabaría fundando la Estoa (cf. SSR V H 38). Nos

11 Los versos que nos han llegado contraponen en este sentido: cocinero y médico, adulador y
consejero, prostituta y filósofo. Médico-consejero-filósofo representan sin duda los términos
que describen la actividad irónicamente exaltada por el propio Crates.
12 Cf. D.L. VI 89 = SSR V H 3. Algunos estudiosos (cf. el aparato crítico de Dorandi [ed.] 2013:

462) corrigen aquí “Euclides” en “Dioclides” (discípulo de Euclides), siguiendo el testimonio


tardío de la Suda (s.v. “Estilpón” Σ 1114), pero este testimonio no parece del todo fiable, ya
que hace a Pasicles discípulo de su propio hermano Crates. Si así hubiera sido, extraña que
el dato no figurara en D.L. Personalmente me decanto por pensar que Pasicles sería mayor
que su hermano Crates, y de este modo pudo ser discípulo de Euclides, mientras que Crates
pudo serlo de Estilpón de Mégara (otro discípulo de Euclides), como leemos en D.L. II 114
(cf. SSR V H 1).
13 El historiador en cuestión fue Hipóboto (mediados del s. II, finales del I a.C.), autor de un

Repertorio de los filósofos y de un libro Sobre las escuelas filosóficas. Es posible que
afirmara que Crates fue discípulo “no de Diógenes sino de Brisón” en el mismo sentido en
que negaba al cinismo la condición de escuela filosófica (ai[resij) mientras que consideraba
como tal a la megárica (cf. D.L. I 19). Desde su perspectiva técnica de lo que debía ser una
relación maestro-discípulo y una escuela filosófica propiamente dicha (dotada de doctrinas,
cosa que echaba de menos en el cinismo), Crates no debió de tener ningún interés para él
como cínico ni en su relación con Diógenes.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 209
_______________________________________________________________________

consta, por otro lado, que la dialéctica vana de Estilpón sería objeto de otra
de las parodias de Crates (cf. SSR V H 67).
Es probable que fuera tras la destrucción de Tebas por Alejandro Magno en
335 a.C. cuando Crates debió de trasladarse a Atenas, donde desarrollaría en
adelante su actividad, no de modo exclusivo (cf. SSR V H 35, donde se
menciona Corinto) pero sí habitual (cf. Giannantoni 1990: IV, p. 565).
Diógenes debió de morir en torno al 324/321 a.C., por lo que la relación entre
ambos no pudo ser muy dilatada en el tiempo, lo que podría explicar que
nuestras fuentes no exploten un anecdotario entre ambos como sería de
esperar (lo mismo sucedió entre Antístenes y Diógenes). Al parecer, lo
importante para Crates debió de ser sobre todo el momento inicial en que su
contacto con Diógenes le llevó al convencimiento de que debía desprenderse
de sus riquezas, como si se liberara de una esclavitud, e iniciar así la andadura
de la libertad a través del desposeimiento y practicando la frugalidad y el
contentamiento con aquello que en cada momento la ocasión le deparase.
Nuestras fuentes no coinciden plenamente en la exposición de este episodio
de autodesposeimiento, e incluso tenemos el dato de un historiador del s. III-
II a.C., Antístenes (de Rodas) que señalaba como detonante de que Crates se
lanzara hacia la filosofía cínica el haber contemplado en una tragedia al
héroe Télefo vagabundo y mendicante 14 . Sin embargo, este dato parece de la
misma índole del que relaciona (en este caso la fuente es Teofrasto,
peripatético del s. IV-III a.C.) a Diógenes con el aprendizaje de la vida libre y
simple a través de la contemplación del comportamiento de un ratón (cf. SSR
V B 172). Forma parte del gusto etiológico propio de la tradición biográfico-
doxográfica antigua. Ni en el caso de Diógenes contradice el discipulado de
Antístenes, ni en el de Crates el de Diógenes. En efecto, no hay razones de
peso para poner en duda una relación de discipulado de Crates con respecto a
Diógenes, aunque una relación de este tipo debe ser entendida siempre de un
modo muy singular en el caso de los cínicos: se trataba sobre todo de recibir
el impulso inicial para seguidamente proseguir cada uno su camino del modo
más autónomo posible. Los cínicos, al menos en esta primera época, no
manifestaron el menor empeño proselitista.

14 Podría referirse a la tragedia (perdida) de Eurípides sobre este personaje (hijo de Heracles)
que, tras llegar a ser rey (de Misia), pasó a convertirse en mendigo, cuando fue herido por
Aquiles en el inicio de la expedición aquea contra Troya. Disfrazado como mendigo llegó a
Áulide para que Aquiles curara la herida que sólo él podía curar, y a cambio les reveló a los
aqueos el rumbo para llegar a Troya.
210 Pedro Pablo Fuentes González
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Las versiones recogidas por D.L. (VI 87-88) describen distintas opciones de
Crates a la hora de desposeerse de su patrimonio: la venta y el reparto
altruista entre sus conciudadanos; el abandono o directamente el desecho en
el mar; y, por último, el depósito bancario condicionado al carácter futuro de
sus hijos, en función de que se dedicaran o no a la filosofía (cínica). Esta
última versión resulta quizá la más sofisticada, sobre todo si pensamos que no
parece que Crates tuviera todavía hijos, aunque su presencia en la tradición
bien pudiera obedecer a transmitir la idea de que el filósofo no quiso
condicionar la suerte personal de una futura descendencia. La tradición nos
dice además que Crates vivió su desposeimiento de las riquezas como una
liberación personal, y que dio cumplida cuenta de ello utilizando pública-
mente el formulismo de la manumisión (de sí mismo en su caso, como otra
reacuñación cínica). Ni que decir tiene que algunos de los elementos que
conforman este episodio de desprendimiento de las riquezas no constituyen
sino lugares comunes que la tradición antigua aplica también a otros
filósofos 15 . Lo que resulta patente en cualquier caso es que el cinismo fue para
Crates una opción personal y que el desposeimiento de los aparentes bienes
materiales era visto por él como un requisito previo ineludible.
Tras cortar los lazos con su patrimonio anterior, el acontecimiento más
relevante en la vida de Crates es su relación con Hiparquia, hermana de su
discípulo Metrocles, ambos oriundos de Maronea (al sur de Tracia) y pertene-
cientes a una familia acomodada (quizá incluso aristocrática). Sabemos que
Metrocles se convirtió al cinismo en Atenas después de haber recibido las
enseñanzas de las escuelas aristocráticas: del Liceo bajo Teofrasto y de la
Academia bajo Jenócrates (cf. SSR V L 1, 5). Al parecer, estas enseñanzas lo
convirtieron en un ser extremadamente frágil, delicado e insatisfecho, hasta
que Crates lo rescató mostrándole la bondad de los aspectos más naturales de
la condición humana y del impudor, y el secreto de la vida sencilla, basada en
el contentamiento con aquello que fácilmente se puede encontrar alrededor,
sin otra posesión ni previsión que el propio carácter. Parece verosímil que
Hiparquia entrara en contacto con Crates por medio de su hermano, al que
tanto bien le había proporcionado. Nuestras fuentes nos relatan en cualquier

15 Para las distintas versiones del episodio a lo largo de la Antigüedad remito a los testimonios
reunidos en SSR V H 4-12. Sobre la pervivencia en particular en la Edad Media y el
Renacimiento del proverbial motivo de Crates arrojando sus riquezas al mar, cf. V. Pöschl,
“Krates, Horaz und Pinturicchio”, Acta Antiqua Academiae Scientiarum Hungaricae, 30
(1982-1984) 267-273.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 211
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caso que sintió una irrefrenable atracción por el cínico. Crates, Metrocles e
Hiparquia compartieron sin duda unos mismos orígenes acomodados y un
mismo sentimiento de insatisfacción ante el tipo de vida que les estaba
predestinado por nacimiento, y paralelamente una necesidad de cambiar
radicalmente de modo de vida, con la natural oposición de su familia (cf. D.L
VI 88 en el caso de Crates). Representan así mejor que nadie la grandeza del
cinismo y del reto que supone para un individuo que, sabiendo ver más allá
de las apariencias, se busca plenamente en sí mismo como libre y dichoso.
La historia de Crates e Hiparquia, al margen de cualquier elemento
novelesco, se alza con una fuerza sin igual en la tradición cínica. La doncella
queda prendada hasta tal punto por las palabras y el modo de vida de Crates
que, lejos de prestar la menor atención a ninguno de sus pretendientes, ni a
su riqueza ni a su alcurnia ni a su belleza, considera que nadie sino Crates
existe para ella y sólo aspira a ser su esposa, hasta el punto de preferir la
muerte a no poder vivir con él (cf. D.L. VI 96 s., SSR V I 1). Nada pudieron
contra ese convencimiento (tampoco en su caso) sus familiares, ni siquiera
recurriendo a la intervención del propio Crates para disuadirla. Ante esta
situación, a Crates sólo le queda mostrarle a la joven si cabe más a las claras
quién es él y cómo vive. Y así, poniéndole al descubierto su cuerpo, que la
tradición nos presenta como poco agraciado (feo de cara, jorobado y cojo, cf.
SSR V I 17, 24, 40), y dejándole claro que es todo lo que posee, la coloca ante
la soledad de su propia decisión personal y ante la conciencia de que
convertirse en su compañera-esposa implica tener sus mismas ideas y practi-
car su mismo tipo de vida. La joven no dudó en su elección (su opción-
ai[resij filosófica no era otra que la misma de Crates) y, adoptando su misma
indumentaria, vivió con él en los espacios públicos de la ciudad, donde
realizaban públicamente su vida en común, incluidas las relaciones
sexuales 16 . En el s. II d.C., Apuleyo (Flor. 1, SSR V H 24) nos dice que Hipar-

16 No sigo en modo alguno a quienes piensan, como Giannantoni 1990: IV, p. 565, que esto
último habría sido producto de la invención de fuentes tardías. La práctica de la cópula en
público entre Crates e Hiparquia debió de ser una realidad, ciertamente chocante (y que
debió de escandalizar tanto a sus contemporáneos como más tarde a los comentaristas cris-
tianos), pero completamente coherente con la vida y la pedagogía cínica. Al parecer, C.
Nepote (s. I a.C.) habría narrado que el primer encuentro sexual entre Crates e Hiparquia
habría venido acompañado por una muestra de pudor de la doncella, que Crates le habría
censurado (cf. SSR V H 25). Este tipo de detalles pudieron incorporarse a la tradición con el
objeto de reforzar el carácter absolutamente novedoso y escandaloso de la práctica, como
cuando Apuleyo nos dice también (cf. infra) que Zenón (entonces discípulo de Crates)
212 Pedro Pablo Fuentes González
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quia estaba convencida de que en ninguna parte podía haber encontrado un


marido más hermoso ni más rico, y es que, como decíamos, el cinismo
implica una radical reacuñación de los conceptos convencionales. La bella y
la bestia no son sino una y la misma cosa, porque la verdadera belleza radica
en el modo de vida. Y no en vano pudo Crates calificar su Zurrón ideal, como
la Creta legendaria, de hermosa y fértil, y al mismo tiempo acompañarla del
calificativo de toda sucia, como corresponde al harapiento mendigo (cf. SSR
V H 70) 17 . He ahí la belleza de la vida cínica, aquella que supo ver Hiparquia
trascendiendo su propia belleza exterior 18 , del mismo modo que trascendía
Crates su propia aparente fealdad cuando, indiferente ante las burlas,
ejercitaba su cuerpo en aras de la mejor salud (cf. SSR V H 40, 63) y cuando,
presintiendo cercana su muerte, se despedía de la vida (esa fiesta, como él la
veía) con unos versos en los que se llamaba afectuosamente a sí mismo
“querido jorobado” (cf. SSR V H 75).
Ni que decir tiene que este matrimonio cínico (kunogami,a) implicaba una
reacuñación tal del concepto mismo de matrimonio que contravenía cual-
quier idea que pudiera circular en torno a dicho concepto en la época (y
quizá hasta no hace mucho). No sólo era un matrimonio realizado al margen
del consentimiento de la familia de la joven y decidido por ella misma sino y
sobre todo un matrimonio que no respetaba ninguna de las normas relativas a
la convivencia entre los esposos en el marco del espacio íntimo y privado del

habría experimentado pudor ajeno, intentando con su manto cubrir a los amantes, mientras
que en este caso ambos actuaban con la misma firmeza y naturalidad. En otro testimonio
transmitido por Plutarco (s. I-II d.C.) se nos dice que Crates afirmaba que el verdadero
adorno de una mujer eran su dignidad, moderación y pudor (cf. Coniug. praec. 26, 141e, SSR
V H 29). O bien debemos ver aquí una revisión del cinismo de Crates pasado por el tamiz de
la literatura en torno al matrimonio, teñida de cierto estoicismo, o bien debemos entender
que el pudor al que se refiere aquí el cínico es un concepto reacuñado que nada tiene que
ver con el convencional.
17
Es significativo que el relato de la Creta homérica que está detrás del poema de Crates (cf. Od.
XIX 172 ss.) se lo cuente a Penélope Odiseo (otra figura heroica querida por los cínicos)
disfrazado de viejo mendigo, sucio y harapiento (ibid. 71-74). En efecto, no podemos dejar de
recordar aquí esta imagen de un Odiseo bajo cuyo disfraz andrajoso se apreciaba, sin embargo,
la verdadera fuerza del héroe ante los pretendientes de su esposa (cf. Od. XVIII 74). Esta
imagen la utilizó por ejemplo el célebre Eratóstenes de Cirene (s. III a.C.) para llamar la
atención sobre el potencial valor oculto, bajo una apariencia dudosa y vulgar, de la filosofía del
cínico Bion de Borístenes (cf. test. 12 Kindstrand), otro representante del estilo serio-cómico en
filosofía. Eratóstenes se apartaba aquí sin duda de las críticas más netamente negativas dirigidas
contra este por el peripatético Teofrasto (cf. Bion, test. 13 Kindstrand).
18 La belleza física de Hiparquia aparece evocada en un testimonio de la tradición árabe: cf.

Abū Sulaimān, Cuarteto filosófico, Sócrates 44 (p. 109 Gutas).


La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 213
_______________________________________________________________________

hogar, mientras que el espacio público sólo queda reservado para el varón.
Crates e Hiparquia, en cambio, viven una relación matrimonial pública y la
comparten por igual, ya sea en Atenas o fuera de ella, ya que nos consta por
ejemplo que en torno a los años 320 a.C. estuvieron en la zona de Tracia (cf.
SSR V I 1). Como un espacio más donde dejar constancia de su cinismo, se
dejan ver en banquetes (marco por excelencia para la discusión filosófica) y
ahí se muestra Hiparquia como alguien que actúa con la misma naturalidad,
fortaleza y autoridad con que podría hacerlo Crates, ridiculizando, por ejem-
plo, a Teodoro el ateo (representante de la escuela hedonista cirenaica).
Cuando este intenta en vano avergonzarla como mujer, levantándole el
manto, o burlándose de su elección de abandonar las tareas que, por la educa-
ción recibida en función de su sexo, le estaban destinadas, Hiparquia reaccio-
na con la fuerza de quien sabe que no habría podido hacer mejor elección.
Hiparquia no es una mujer como las demás, pero ello no la convierte en una
mujer cualquiera (una prostituta), aunque a los ojos de los demás pueda
parecerlo (así en cierto modo la pretendía tratar y desautorizar Teodoro).
El matrimonio cínico de Crates e Hiparquia no es en el fondo sino un anti-
matrimonio, y, sin embargo, sus protagonistas se empeñan en definirlo
recurriendo al tradicional término de ga,moj, reacuñado en kunogami,a (cf. SSR
V H 19), como el modo más eficaz de defender su modo alternativo de vida
como mucho más que el aparente comportamiento extravagante de unos
marginales. Crates e Hiparquia son un matrimonio cínico porque libremente
se han dado el uno al otro en su desnuda consistencia filosófica (sin más
accesorios), compartiendo los mismos principios y el mismo modo de vida.
Son dos como podrían ser uno. Crates es otra Hiparquia como Hiparquia es
otro Crates. Y dado que los cínicos son amigos de aquellos que son iguales a
ellos (por antonomasia de los dioses, que, como ellos, viven fácilmente), la
relación entre Hiparquia y Crates es la expresión más acabada de la amistad
cínica 19 . Ambos han ido en este sentido más allá de los comportamientos que
suelen describir las relaciones de amistad (pedagógica) entre los cínicos, más
allá de los puntuales encuentros para mostrar el camino en los momentos
iniciales de la andadura filosófica o para recordarlo o reforzarlo en momentos
de necesidad o de zozobra. Y con ello muestran del modo más eficaz y

19 Cf. P. P. Fuentes González, “¿Necesitaban de un amigo los cínicos antiguos?”, Bitarte, 31


(2003) 51-72.
214 Pedro Pablo Fuentes González
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contundente la posibilidad de una nueva sociedad, la de aquella Zurrón


utópica poetizada por Crates.
Sabemos por un autor del siglo III a.C., el ya citado Eratóstenes (cf. D.L. VI
88-89, SSR V H 19), que tuvieron un hijo llamado Pasicles, y la misma fuente
nos proporciona un dato intrigante: que, al salir este de la efebía, Crates lo
llevó a la casa de una prostituta y allí le dijo que ese era el matrimonio que le
proponía su padre. El dato nos da a entender en primer lugar que Crates no
ha condicionado hasta ese momento la libertad de elección de su hijo, quien
bien pudiera incluso haber seguido en parte una formación tradicional. Esto
podríamos ponerlo en relación con la versión evocada más arriba según la
cual Crates habría depositado su patrimonio en un banco a la espera de que se
revelara la verdadera condición de sus hijos en cuanto a su disposición a la
filosofía (cínica). D.L. sigue diciendo (la fuente parece seguir siendo Eratóste-
nes) que Crates calificaba de trágicos los matrimonios de los adúlteros, en la
medida en que acarrean exilios y asesinatos; y de cómicos los de quienes fre-
cuentan a las prostitutas, en la medida en que se produce en este caso un
descontrol demente como resultado del desenfreno y de la ebriedad.
Según mi interpretación, con la visita al prostíbulo Crates quiere someter a
su hijo a una especie de prueba iniciática para ver si está preparado o no para
abrazar el cinismo. ¿Pero cuál podría ser su sentido? Para intentar una
respuesta tenemos que partir del hecho de que numerosos testimonios (cf.
SSR V H 27-28) nos muestran a Crates atacando a las prostitutas y viendo en
ellas la prueba más patente del desenfreno humano, en particular en la
célebre cortesana (de origen beocio) Mnesarete, llamada Friné, inspiradora de
artistas y en cuyo honor los griegos elevaron una ostentosa estatua en Delfos.
Un dato de capital importancia en este sentido es que en los versos conserva-
dos de su utópica Zurrón leemos que a esa isla (hermosa, fértil y toda sucia)
“no arriba ningún loco parásito ni ningún concupiscente pavoneándose ante
las nalgas de una prostituta, sino que produce tomillo y ajos, higos y panes,
por ninguno de los cuales luchan entre sí sus habitantes ni se hacen con
armas por el dinero ni por la gloria” 20 .

20 En Cinulco, un cínico (probablemente ficticio) que aparece en libro XIII de Ateneo que la
tradición titula Sobre las mujeres (566f-571a), el amor de las prostitutas aparece vinculado a
una vida muelle. Frente a él, el literato Mirtilo realiza su elogio (571a-601b). Recordemos al
respecto que Diógenes (y el mismo Antístenes) parece que tuvieron una visión más positiva
de las prostitutas (cf. Fuentes González 2013: 260 n. 162).
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 215
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Recordemos también el pasaje del irónico Dietario evocado más arriba


donde Crates contrapone el cocinero y el médico, el adulador y el consejero,
el filósofo y la prostituta. Un filósofo cínico (y más una filósofo 21 como
Hiparquia) puede parecer una prostituta (promisora de placer inmediato),
pero para quien sabe analizar bien la realidad se parece tan poco a ella como
un médico a un cocinero, o un consejero a un adulador. Lo que bien pudiera
buscar Crates es comprobar en qué medida su hijo sabía entender sus palabras
(y su modo de vida), en qué medida estaba dispuesto a ver, más allá de las
apariencias del prostíbulo, la verdadera senda de la filosofía: un camino
consciente y difícil que en modo alguno se presenta como una concatenación
de momentos placenteros, como pretendían los filósofos hedonistas de la
escuela de Cirene 22 . Dicho de otro modo: lo que pretende comprobar Crates
es si su hijo será capaz de ver la diferencia entre una Hiparquia (una filósofo
como lo era su madre) y una Frine (una simple prostituta), si será digno en
definitiva de entrar en su Zurrón ideal o se limitará a comportarse como un
concupiscente ante las nalgas de una prostituta.
Otro testimonio, que D.L. toma en este caso de una comedia (perdida) de
Menandro (s. III a.C.), Las gemelas (fr. 14 Kassel-Austin, SSR V H 26), evoca
ahora la que habría sido hija de Crates, afirmando que el propio Crates habría
dicho que la dio en matrimonio (entendemos que a un cínico) poniéndola a
prueba durante treinta días. De nuevo podríamos ver aquí una prueba
iniciática que sacaría de dudas al padre sobre la capacidad o no de su hija para
emprender la andadura cínica. En ambos casos se trataría de probar a sus
hijos a través de una relación sexual en la que debería quedar de manifiesto si
podían o no ser cínicos mediante la comprobación de su nivel de análisis de
la realidad (las apariencias engañan) y de dominio de los impulsos ante los
que sucumben los necios. El contexto sexual habría sido para él la mejor
piedra de toque, quizá por tratarse de un ámbito regido por las apariencias y
los impulsos que se prestaba especialmente a comportamientos ambiguos o

21 Cf. J. M. García González, “Hiparquia, la de Maronea, filósofo cínico”, en A. Pociña & J. M.


García González (eds.), Studia Graecolatina Carmen Sanmillán in memoriam dicata,
Granada, Universidad de Granada, 1988, p. 179-187.
22 Cf. en este sentido el fundamental testimonio conservado por Teles (s. III a.C.), fr. V Hense,

para el que remito a mi libro Les diatribes de Télès, introduction, texte revu, traduction et
commentaire des fragments (avec en appendice une traduction espagnole), Paris, Vrin
(Histoire des doctrines de l’Antiquité Classique 23), 1998, p. 448-465.
216 Pedro Pablo Fuentes González
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descontrolados, donde sólo podría triunfar el verdadero cínico, el único capaz


de entrar en la utópica Zurrón.
La familia de Crates representa de este modo lo más cerca que podemos
estar de una realización de esta comunidad ideal por parte de los cínicos. Un
discurso del mismo tipo político fue producido por Diógenes en su República
perdida, y retomado en una obra homónima por su discípulo Zenón (cf. SSR
V B 125-126). Allí preconizaban también una sociedad sin moneda y sin
armas, de individuos libres, concordes y autosuficientes, con una comunidad
de relaciones sexuales libres, una comunidad de mujeres e hijos, donde todos
los hijos (niños o niñas) fueran amados por igual y no tuviera sentido el
adulterio, donde también fueran vistas con naturalidad las relaciones
homosexuales, como en la Creta legendaria 23 . No deja de ser curioso en este
sentido que Crates elija Creta como trasfondo mítico de su Zurrón ideal,
como tampoco que al propio Crates se le atribuya el dato de la comunidad de
mujeres 24 .
¿Se revelaron los hijos de Crates e Hiparquia como verdaderos cínicos? Lo
ignoramos, y ello es de hecho tan incierto como lo era la propia suerte del
mensaje cínico. Lo que se alza en cualquier caso como un conjunto de datos
extraordinariamente poderoso y significativo en nuestra tradición biográfica
(al menos por su valor simbólico, ya que no por su trascendencia social o
política) es el matrimonio cínico que ambos padres encarnaron. En la
compenetración plena en un mismo pensamiento y en un mismo modo de

23 Cf. Sexto Empírico, P. III 24, 199 s. (testimonio aportado por J. L. López Cruces a SSR V B
125). Sobre la pederastia cretense, cf. Ateneo, Deipn. XIII 601e-605d). Filodemo, que
comenta conjuntamente ambas Repúblicas desde la más abierta hostilidad de un epicúreo
(cf. T. Dorandi, “Filodemo. Gli stoici [PHerc. 155 e 339]”, Cronache Ercolanesi, 12 [1982]
91-133), introduce en los esperables términos una serie de elementos como la antropofagia o
el incesto que sin duda debieron de aparecer en aquellas como consecuencias lógicas de la
afirmación de la indiferencia de determinados actos humanos, más que como preceptos
positivos. Sobre la compleja problemática ligada a las Repúblicas de Diógenes y Zenón, cf.
M.-O. Goulet-Cazé, Les Kynika du stoïcisme, Stuttgart, Steiner (Hermes Einzelschriften 89),
2003; S. Husson, La République de Diogène: une cité en quête de la nature, Paris, Vrin
(Histoire des Doctrines de l’Antiquité Classique 40), 2011; R. Bees, Zenons Politeia, Leiden,
Brill (Studies on the Interaction of Art, Thought and Power 4), 2011; y M.-O. Goulet-Cazé,
“La République de Zénon: essai d’interprétation éthique”, en S. Husson & J. Lemaire (eds.),
Les trois Républiques: Platon, Diogène de Sinope et Zénon de Citium, Paris, Vrin (en
prensa).
24 El dato lo encontramos en Gregorio de Nacianzo, Or. XXV (De Herone) 7, PG XXXVI
1208b, testimonio ausente de los SSR.
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas 217
_______________________________________________________________________

vida en común entre individuos de distinto sexo que demostrara públicamen-


te dicho matrimonio, se halla para nosotros el paradigma más real de lo que
podría ser el núcleo esencial de la dimensión familiar y comunitaria (política)
de la filosofía cínica, que tanto Crates como su maestro Diógenes imaginaron
y plasmaron, más o menos paródica y utópicamente, a través de sendas obras
literarias.
ÍNDICE GENERAL
ÍNDICE GENERAL

COMITÉ CIENTÍFICO ............................................................................. IV


COLABORADORES DEL PRESENTE HOMENAJE ....................................... XI
LÓPEZ QUERO, Salvador - MAESTRE MAESTRE, José María
PRÓLOGO DE LOS EDITORES junto con el trabajo inédito
de Ángel Urbán «Dos lecciones sobre filología y emblemática:
en torno a la escalera principal del antiguo Palacio Episcopal
en la actual Biblioteca Provincial de Córdoba» [EDITORS’
PROLOGUE together with the Unpublished Work «Two
Lessons on Philology and Emblematics: About the Main
Staircase of the Old Episcopal Palace in the Present Córdoba
Public Library» by Ángel Urbán.................................................. XIII
PRODUCCIÓN CIENTÍFICA DEL PROFESOR ÁNGEL URBÁN FERNÁNDEZ XLV

STVDIA

ÁLVAREZ JURADO, Manuela


Reescribiendo el mito de Prosérpina. Entre traducciones y
adaptaciones [Rewriting the Myth of Proserpine. Among
Translations and Adaptations] .................................................... 3
ANTÓN, Beatriz - ESPINOSA, Rosa María
Vulnere vulnera sano o el bálsamo de la mutua benevolencia
[«Vulnere vulnera sano» or the Balsam of Mutual Benevol-
ence] .............................................................................................. 17
734 ÍNDICE GENERAL
_______________________________________________________________________

ASENCIO GONZÁLEZ, Emilio


Iconografía de la Lujuria en la Alegoría de Bronzino: claves
interpretativas y temas conexos en el abrazo entre Venus y
Cupido [Iconography of Lust in Bronzino’s «Allegory»: Inter-
pretative Keys and Connected Themes to the Embrace
Between Venus and Cupid] ......................................................... 37
BALBUENA TOREZANO, M. del Carmen
«Schöne Welt, wo bist du?» Mitología en el Sturm und Drang
y el periodo clásico alemán [«Schöne Welt, wo bist du?»
Mythology in the ‘Sturm und Drang’ and the German Classical
Period] ........................................................................................... 65
BENÍTEZ RODRÍGUEZ, Enrique
La fenología y el simbolismo de las flores en los refranes del
calendario [Phenology and Symbolism of Flowers in Calendar
Proverbs] ....................................................................................... 81
CALVO MARTÍNEZ, José Luis
El nombre de Orfeo [Orpheus’ Name] ........................................ 101
CAÑAS REÍLLO, José Manuel
La traducción de la Septuaginta al español: problemas y solu-
ciones [Translation of Septuagint into Spanish: Problems and
Solutions] ...................................................................................... 113
D’ ENCARNAÇÃO, José
Ecos sugestivos de fórmulas epigráficas romanas [Attractive
Echoes in Roman Epigraphic Formulas] ..................................... 127
DEL VALLE RODRÍGUEZ, Carlos
Tratado de la división de la Biblia, de Saadia Ibn Danán
[Saadia Ibn Danan’s Treatise on Bible Division] ......................... 141
DO ESPIRITO SANTO, Arnaldo
«Sententiae Patrum Aegyptiorum»: Implicações do estudo
filológico da tradução de Martinho Dumiense [«Sententiae
Patrum Aegyptorum»: Philological Implications in the Trans-
lation by Martinho Dumiense] .................................................... 165
ÍNDICE GENERAL 735
_______________________________________________________________________

FERNÁNDEZ-ARDANAZ, Santiago
L’antropologia dei trattati ‘De anima’ nel mondo latino dei secoli
III-IV d.C. [The Anthropology of the Treatises ‘De anima’ in
the Latin World During 3rd-4th Centuries A.D.] ........................ 183
FUENTES GONZÁLEZ, Pedro Pablo
La reacuñación cínica de la familia en Crates de Tebas [The
Cynical Defacing in Family Relationships According to Crates
of Thebes] ...................................................................................... 201
GALLÉ CEJUDO, Rafael J.
Partenio de Nicea, el motivo de ‘Tarpeya’ y la Fundación de
Lesbos atribuida a Apolonio de Rodas [Parthenius of Nicaea,
the Topic of Tarpeia and the Foundation of Lesbos Attributed
to Apollonius Rhodius] ................................................................ 219
GARCÍA ÁLVAREZ, César
Sobre la presencia de un Eros en la Catedral de León y el
sentido de la hermenéutica [About the Presence of an Eros in
the Cathedral of Leon and the Sense of Hermeneutic] .............. 233
GARCÍA PEINADO, Miguel Ángel - GARCÍA CALDERÓN, Ángeles
«Les conversations d’Émilie» (1774) de Mme d’Épinay, uno de
los primeros tratados sobre pedagogía infantil [«Les Conversa-
tions d’ Émile» (1774), by Mme d’ Épinay: One of the First
Treatises Devoted to Childish Pedagogy] .................................. 245
GARCÍA TEIJEIRO, Manuel
La tradición clásica en Gonzalo de Berceo [Classical Tradition
in Gonzalo de Berceo] .................................................................. 269
GIL, Juan
Un poema latino del Conde de Villamediana [A Latin Poem by
the Count of Villamediana Juan de Tarsis y Peralta].................. 283
GIL FERNÁNDEZ, Luis
Nueva luz sobre la expedición al Egeo de Antonio Sherley
[New Light on Antonio Sherley’s Expedition to Egeo] .............. 297
GONZÁLEZ SALINERO, Raúl
El grafito de Alexámeno: recuperando el debate sobre la cari-
catura anticristiana del Palatino (inv. 381403) [The Alexame-
736 ÍNDICE GENERAL
_______________________________________________________________________

nos’ Graffito: Recovering the Debate About the Antichristian


Caricature of Palatine (inv. 381403)] .......................................... 323
GRANADO, Carmelo
Teología Trinitaria de Basilio Magno [Basil the Great’s Trinita-
rian Theology] .............................................................................. 341
HERRERA ROLDÁN, Pedro
Sobre helenismos en textos literarios mozárabes [On Helle-
nisms in Texts of Mozarabic Literature]...................................... 373
HINOJO ANDRÉS, Gregorio
Lo,goj ‘Verbum’: ¿Traducción correcta? [Lo,goj ‘Verbum’: A
Right Translation?] ....................................................................... 387
ISO, José-Javier
Baltasar Gracián y Anthologia Latina 709 [Balthasar Gracian
and Latin Anthology 709] ............................................................ 399
LÓPEZ FOLGADO, Vicente
El medievalismo victoriano: William Morris como traductor
[Victorian Medievalism: William Morris as a Translator] ......... 405
LÓPEZ QUERO, Salvador
El léxico de la teoría humoral en los poetas del Cancionero de
Baena [The Vocabulary of Humours Theory in the Poets of
Song-book of Baena] .................................................................... 421
LOZANO SEBASTIÁN, Javier
Vatican Diplomacy [Diplomacia Vaticana] ................................. 439
MAESTRE MAESTRE, José María
Rodrigo Fernández de Santaella, apostolicus et regius commis-
sarius durante la expulsión de los judíos del Reino de Sicilia
(1492-1493) [Rodrigo Fernández de Santaella, «Apostolicus et
Regius Commissarius» During the Jews’ Expulsion from the
Kingdom of Sicily (1492-1493)] ................................................... 451
MÁRQUEZ, Carlos
Talleres atenienses en la Villa Adriana de Tívoli [Athenian
Ateliers at Villa Adriana in Tivoli] .............................................. 493
ÍNDICE GENERAL 737
_______________________________________________________________________

NIEVES SANZ, Enrique


Citas de los cuatro grandes Padres Orientales de la Iglesia en la
obra de D. Martín Pérez de Ayala (1504-66), De divinis,
apostolicis atque ecclesiasticis Traditionibus [Quotations from
the Four Principal Oriental Fathers of the Church in «De divi-
nis, apostolicis atque ecclesiasticis Traditionibus» by D. Martín
Pérez de Ayala (1504-1566)] ....................................................... 503
PEREA YÉBENES, Sabino
Los «dátiles de Nicolás» (de Damasco) y la tinta mágica en los
PGM y la literatura rabínica [The «Nicolaus’ (of Damascus)
Dates» and the Magic Ink in Greek Magical Papyri and Rab-
binical Literature] ......................................................................... 537
PIMENTEL, María Cristina
Marcial: métrica, encómio e propaganda [Martial: Metric,
Encomium and Propaganda] ........................................................ 553
RINCÓN GONZÁLEZ, Mª Dolores
Un círculo de ingeniosos escritores en Baeza (siglos XVI-XVII)
[A Circle of Ingenious Writers in Baeza, 16th-17th Centuries].. 571
RODRÍGUEZ-PANTOJA MÁRQUEZ, Miguel
Traducir los Evangelios [Translating the Gospels] ..................... 581
RUIZ YAMUZA, Emilia Reyes
Los editores de Sófocles y el adverbio nu/n [The Editors of
Sophocles and the Adverb nu/n] .................................................... 597
SÁNCHEZ SALOR, Eustaquio
La exégesis bíblica como instrumento didáctico-moralizante
en los siglos XIII-XIV. El caso del libro de Kalila y Dimna
[Biblical Exegesis as Didactic and Moralistic Instrument on
the 13th-14th Centuries. The Example of Kalila and Dimna]..... 613
SOLANA PUJALTE, Julián
Bibliotecas privadas de los siglos XVI y XVII en la biblioteca
del antiguo Colegio de la Asunción de Córdoba [Private
Libraries of 16th and 17th Centuries in the Library of the Old
Colegio de la Asunción of Cordoba] ............................................ 645
738 ÍNDICE GENERAL
_______________________________________________________________________

TALAVERA, Francisco José - ANTÓN, Beatriz


El simbolismo de la amistad en los Hieroglyphica de Pierio
Valeriano [Symbolism of Friendship in Piero Valeriano’s
«Hieroglyphica»] ........................................................................... 669

TORRALBO CABALLERO, Juan de Dios


Introducción a la narrativa de Aphra Behn: dos obras innova-
doras en el camino hacia la novela [Introduction to Aphra
Behn's Fiction: Two Innovative Works Paving the Way
Towards the Novel] ...................................................................... 681

ZAMORANO AGUILAR, Alfonso


Los humanistas decimonónicos Luis de Mata y Ángel María
Terradillos: ¿dos modelos teóricos opuestos en la enseñanza
del español? [Nineteenth Century Humanists Luis de Mata
and Ángel María Terradillos: Two Opposite Theoretical
Patterns in the Teaching of Spanish] ........................................... 699

ÍNDICE GENERAL .......................................................................... 733


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