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Ezequiel Zamora

(Cúa, Miranda, 1817 - San Carlos, Cojedes, 1860) Militar y político venezolano.
Bajo el liderazgo del presidente José Antonio Páez, que dominaría la escena
política hasta 1847, la nueva República venezolana surgida de la desmembración
en 1830 de la «Gran Colombia» de Bolívar tomó una orientación netamente
conservadora.

Miembro de una familia de modestos agricultores, su padre, Alejandro Zamora,


había muerto cuando Ezequiel tenía cuatro años, y ello motivó a su madre, Paula
Correa, a trasladarse con sus hijos a Caracas en busca de mejores condiciones de
vida. Procedían de Cúa, población de los Valles del Tuy en la que nació Ezequiel
Zamora el 1 de febrero de 1817.

La condición de «blancos de la orilla» de la familia Zamora (blancos nacidos en el


país, pero no pertenecientes a la aristocracia criolla) no garantizaba el bienestar
que habían ido a buscar en la ciudad. Cierto es que el joven Ezequiel asistió a la
escuela de primeras letras en Caracas, dirigida por Vicente Méndez, pero no tardó
mucho en abandonarla para ayudar a su madre y ponerse al frente de su familia.

Ezequiel Zamora se estableció en Villa de Cura, en el Estado de Aragua, donde


abrió una tienda de víveres; pronto amplió su negocio con el comercio ganadero y
agrícola en las poblaciones vecinas de los Estados de Guárico y de Apure. La
adscripción de Ezequiel Zamora al Partido Liberal de Villa de Cura ocurrió a
propósito de los comicios presidenciales de 1846. Su intención y la de sus
allegados era postular la candidatura de Zamora como elector para el cantón de
esa localidad. Estaba claro que ya para la fecha Ezequiel Zamora se había
convertido en persona reconocida por los miembros de la comunidad, campesinos
en su mayoría, y se había contagiado de las ideas liberales que habían ido
propagándose por Europa y América desde la Revolución Francesa.

El Partido Liberal se presentaba entonces, bajo su carácter policlasista, como


única alternativa para promover un cambio en una estructura social que, con
pequeñas variaciones, seguía conservando el esquema colonial. Zamora tenía
todas las condiciones del líder popular; no le faltaban la bravura, la constancia y la
firmeza de convicciones, y sobresalía además por sus conocimientos de la
doctrina liberal, buena parte de ellos obtenidos de los artículos publicados en El
Venezolano por Antonio Leocadio Guzmán, líder del Partido Liberal a quien
Zamora idolatraba sin medida; de las pláticas con su cuñado Juan Caspers, quien
le puso al tanto de la situación política en Venezuela y Europa, y de la instrucción
informal proporcionada por su amigo José Manuel García, abogado de quien
recibió nociones básicas de filosofía moderna y derecho romano, de los
fundamentos del principio de igualdad y de la necesidad de implantar estos últimos
en Venezuela.
Benito Juárez

(San Pablo Guelatao, México, 1806 - Ciudad de México, 1872) Político liberal
mexicano, presidente de la República entre 1858 y 1872. Tras un periodo de tres
décadas en que el conservador Antonio López de Santa Anna había dominado la
vida política del país, Benito Juárez se esforzó en sus mandatos en llevar a la
práctica el ideario liberal, dictando leyes para hacer efectiva la reforma agraria, la
libertad de prensa, la separación entre la Iglesia y el Estado y la sumisión del
ejército a la autoridad civil.

Hijo de Marcelino Juárez y Brígida García, matrimonio indígena de humilde


condición, Benito Juárez quedó huérfano siendo niño y cursó sus primeros
estudios en su pueblo natal. Tenía veinte años cuando ingresó en el Instituto de
Ciencias de Oaxaca, donde se licenció en derecho. Su preocupación por la
realidad social y en particular por la situación de los campesinos lo llevó a
adherirse a los ideales liberales que venían difundiéndose por América desde la
Revolución Francesa y a participar activamente en la política.

En 1831 Benito Juárez fue elegido regidor del ayuntamiento de Oaxaca y, un año
después, diputado al Congreso del Estado. Era éste el primer paso de una
actividad que le llevaría a ser el máximo mandatario de la nación, aunque para ello
debió ascender lentamente en el escalafón político, sortear dificultades sin cuento,
padecer el exilio, sufrir la cárcel, encabezar una guerra civil y atraerse la ira de
numerosos enemigos. La energía con que defendió los intereses que
representaba le valió en 1846 ser diputado por Oaxaca ante el Congreso de la
Unión. Un año más tarde fue designado gobernador de su estado natal, cargo en
el que permaneció hasta 1852.

Su oposición al tratado de Guadalupe-Hidalgo, por el que México perdió vastas


zonas de su territorio en favor de Estados Unidos, encontró cauce en las filas
liberales y en la defensa de un proyecto federalista. Sin embargo, los
conservadores lograron una vez más hacerse con el poder en 1853, acaudillados
por el general Antonio López de Santa Anna, y Juárez se vio obligado a exiliarse
en Cuba.

Emiliano Zapata

(San Miguel Anenecuilco, México, 1879 - Morelos, 1919) Revolucionario


mexicano. En el complejo desarrollo de la Revolución mexicana de 1910, los
llamados líderes agraristas recogieron las justas aspiraciones de las clases rurales
más humildes, que se habían visto abocadas a la miseria por una arbitraria política
agraria que los desposeía de sus tierras. De todos ellos, Emiliano Zapata sigue
siendo el más admirado.
Frente a la ambición sin escrúpulos o la inconsistencia ideológica de Pancho Villa
o Pascual Orozco, y frente a una idea de revolución más ligada a la guerra por el
poder que a la transformación social, Emiliano Zapata se mantuvo fiel a sus
ideales de justicia y dio absoluta prioridad a las realizaciones efectivas.
Desgraciadamente, esa misma firmeza y constancia frente a los confusos vientos
revolucionarios determinaron su aislamiento en el estado de Morelos, donde
acometió fecundas reformas desde una posición de virtual independencia que
ningún gobierno podía tolerar. Su asesinato, instigado desde la presidencia,
conllevó la rápida disolución de su obra y la exaltación del líder, que entraría en la
historia como uno de los grandes mitos revolucionarios del siglo XX.

Miembro de una humilde familia campesina, era el noveno de los diez hijos que
tuvieron Gabriel Zapata y Cleofás Salazar, de los que sólo sobrevivieron cuatro.
En cuanto a la fecha de su nacimiento, no existe acuerdo total; la más aceptada es
la del 8 de agosto de 1879, pero sus biógrafos señalan otras varias: alrededor de
1877, 1873, alrededor de 1879 y 1883. Emiliano Zapata trabajó desde niño como
peón y aparcero y recibió una pobre instrucción escolar. Quedó huérfano hacia los
trece años, y tanto él como su hermano mayor Eufemio heredaron un poco de
tierra y unas cuantas cabezas de ganado, legado con el que debían mantenerse y
mantener a sus dos hermanas, María de Jesús y María de la Luz.

Su hermano Eufemio vendió su parte de la herencia y fue revendedor, buhonero,


comerciante y varias cosas más. En cambio, Emiliano permaneció en su localidad
natal, Anenecuilco, donde, además de trabajar sus tierras, era aparcero de una
pequeña parte del terreno de una hacienda vecina. En las épocas en que el
trabajo en el campo disminuía, se dedicaba a conducir recuas de mulas y
comerciaba con los animales que eran su gran pasión: los caballos. Cuando tenía
alrededor de diecisiete años tuvo su primer enfrentamiento con las autoridades, lo
que le obligó a abandonar el estado de Morelos y a vivir durante algunos meses
escondido en el rancho de unos amigos de su familia.

Pancho Villa

(José Doroteo Arango Arámbula, también llamado Francisco Villa; San Juan del
Río, Durango, 1878 - Parral, Chihuahua, 1923) Revolucionario mexicano que
lideró, junto con Emiliano Zapata, el sector agrarista en la Revolución mexicana.
Campesino pobre, huérfano y con escasa formación, cuando estalló la Revolución
de 1910 llevaba muchos años fugitivo en las montañas a causa de un asesinato;
dedicado al bandolerismo, gozaba de admiración y popularidad entre los
campesinos por sus acciones contra los hacendados ricos.

Pancho Villa secundó de inmediato los planteamientos de Francisco I. Madero,


que en su Plan de San Luis llamó a alzarse en armas, el 20 de noviembre de
1910, contra el régimen de Porfirio Díaz, prometiendo a los campesinos la
devolución de las tierras injustamente arrebatadas durante la prolongada dictadura
porfirista (1876-1911), que había reprimido duramente toda oposición política.
Apodado el Centauro del Norte por sus correligionarios, Pancho Villa contribuyó
con su ejército al rápido triunfo de la Revolución, que en apenas seis meses logró
expulsar del poder y del país a Porfirio Díaz (1911).

Pese a la tibieza de sus reformas, Pancho Villa apoyó la presidencia progresista


de Madero (1911-1913) y combatió luego la dictadura contrarrevolucionaria de
Victoriano Huerta (1913-1914), al que logró derrocar en colaboración con Emiliano
Zapata y con el líder constitucionalista Venustiano Carranza. Pero después de la
victoria de esta segunda revolución, Villa y Zapata se sintieron defraudados por
Carranza, y volvieron a tomar las armas, ahora contra él. Esta vez la suerte militar
no estuvo de su parte: en 1915 el general carrancista Álvaro Obregón derrotó a los
villistas, afianzando a Venustiano Carranza en la presidencia (1915-1920).

Perdido desde entonces su poder político y militar, Villa fue asesinado en 1923; la
misma suerte había corrido, cuatro años antes, Emiliano Zapata. Pese a la justicia
de sus reivindicaciones (se calcula que, en 1910, un millar de terratenientes daba
empleo a tres millones de campesinos sin tierras), ni siquiera sus ideales
sobrevivieron a su fracaso. Los sucesivos presidentes se reclamaron herederos de
la Revolución, pero Venustiano Carranza y sus inmediatos sucesores (Álvaro
Obregón y Plutarco Elías Calles, que dominaría la escena política hasta 1936) se
limitaron a domesticarla, sin llegar nunca a emprender una verdadera reforma
agraria.

Pancho Villa nació en la hacienda de Río Grande, perteneciente al pueblo de San


Juan del Río, en el estado mexicano de Durango, el 5 de junio de 1878. En
realidad, el niño que nació en la hacienda de Río Grande se llamó Doroteo
Arango; Pancho Villa nacería más tarde, cuando Doroteo se echó al monte y la
necesidad lo llevó a cambiarse de nombre. Su padre, Agustín Arango, murió
pronto, y la herencia que recibió su hijo Doroteo consistió en ser el máximo
responsable de su familia, compuesta por su madre y cuatro hermanos, dos
varones y dos hembras. Desde niño tuvo que trabajar duro; jamás fue a la escuela
y nunca nadie se ocupó de educarlo.

A los dieciséis años mató a un hombre. Todas las versiones sobre el caso
coinciden en tres puntos: por una parte, en que el muerto era un personaje de
cierta relevancia, al menos de mucha mayor relevancia que Doroteo Arango; por
otra, en que había intentado forzar a una de las hermanas Arango; finalmente, en
que Doroteo escapó y se refugió en el monte a resultas de este hecho.

A partir de estas coincidencias, la leyenda empieza a actuar: el muerto podía


haber sido un funcionario gubernamental, un hacendado, un capataz o el
propietario de unas tierras que los Arango trabajaban como medieros; Doroteo
llegó a tiempo para ver el asalto contra su hermana, fue a buscar un arma y
disparó antes de que se consumara la violación, o bien ésta se consumó y al
muchacho no le quedó otro remedio que vengarse.

El liberalismo económico supone que, al no intervenir el Estado, se garantiza la


igualdad de condiciones y se establece un mercado de competencia perfecta. La
falta de intervención del Estado, sin embargo, no permite la ayuda social (se
suprimen los subsidios, por ejemplo).

El liberalismo social, por su parte, defiende la libertad en las conductas


privadas de los individuos y en sus relaciones sociales. La legalización del
consumo de drogas está avalada por el liberalismo social.

El liberalismo político, por último, entrega el poder a los ciudadanos, quienes


eligen a sus representantes de manera libre y soberana. Los funcionarios
estatales, por lo tanto, son elegidos por el poder popular de la democracia.

Cada una de estas doctrinas del liberalismo, por supuesto, cuenta con
variantes y defensores de las libertades promovidas.

Capitalismo: El capitalismo es un sistema económico en el que los individuos


privados y las empresas de negocios gestionan la producción y el intercambio de
bienes y servicios mediante complejas transacciones en las que intervienen los
precios y los mercados.
Por extensión se denomina capitalista a la clase social más alta de este sistema
económico ("burguesía"), o bien a la forma común que tendrían los intereses
individuales de los propietarios de capital en tanto accionistas y patrones de
empresas; también se denomina capitalismo a todo el orden social y político
(legislación, idiosincrasia, etc.) que órbita alrededor de ese sistema y a la vez
determina estructuralmente las posibilidades de su contenido.

La doctrina política que históricamente ha encabezado la defensa e implantación


de este sistema económico y político ha sido el liberalismo económico y clásico del
cual se considera sus padres fundadores a John Locke, Juan de Mariana, Adam
Smith y Benjamín Franklin. El pensamiento liberal clásico sostiene, respecto a la
economía, que el gobierno debe reducirse a su mínima expresión. Sólo debe
encargarse del ordenamiento jurídico que garantice el respeto de la propiedad
privada, la defensa de las llamadas libertades negativas: los derechos civiles y
políticos, el control de la seguridad interna y externa (justicia y protección), y
eventualmente la implantación de políticas para garantizar el libre el
funcionamiento de los mercados, ya que la presencia del Estado en la economía
perturbaría su funcionamiento. Sus representantes contemporáneos más
prominentes son Ludwig von Mises y Friedrich Hayek por parte de la llamada
Escuela de Viena de economía; George Stigler y Milton Friedman por parte de la
llamada Escuela de Chicago.

En síntesis, el Liberalismo Económico es la teoría económica desarrollada durante


la Ilustración, formulada de forma completa en primer lugar por Adam Smith y
David Ricardo, que reclama la mínima interferencia del Estado en la economía. La
libertad económica o la libre empresa conducirían a una sociedad más armoniosa
e igualitaria y al aumento indefinido de la prosperidad. En otras palabras, consiste
en la separación de la política y la economía, de esta forma crear una sociedad de
mercado sin obstáculos permitiendo así que: “a mayor trabajo sea realizado mayor
serán los beneficios”. Adam Smith afirmaba que esto evitaría la desigualdad
social, sin embargo, el seguir esta política permitía la creación de monopolios
favoreciendo a un limitado número de personas, como en realidad ha sucedido. El
Liberalismo se caracteriza por su Individualismo: el individuo humano por encima
de todo aspecto social o colectivo. La Igualdad entre hombres está dentro de los
campos jurídicos y políticos, pero el respeto de la sociedad privada es fuente de
desarrollo individual.

Las corrientes del Pensamiento Político que dieron fuerza al establecimiento


del Liberalismo en América fueron la Socialdemocracia y la Democracia Cristiana.
La Socialdemocracia es una tendencia política que surgió a finales del siglo XIX a
partir del movimiento socialista. La socialdemocracia moderna se diferencia de
otras concepciones del socialismo por la manera que interpreta el significado e
implicaciones de ese término, especialmente en materias políticas. La
Internacional Socialista se fundó hace más de cien años para coordinar la lucha
mundial de los movimientos socialistas democráticos por la justicia social, la
dignidad humana y la democracia. En ella se reunieron partidos y organizaciones
de tradiciones diferentes, que compartían el objetivo común del socialismo
democrático. A lo largo de su historia, los partidos socialistas, socialdemócratas y
laboristas han defendido los mismos valores y principios. Los socialistas
democráticos han llegado a proclamar estos valores por caminos muy distintos, a
partir del movimiento obrero, de los movimientos populares de liberación, de las
tradiciones culturales de asistencia mutua y de solidaridad comunitaria en muchas
partes del mundo.

Existen otras tendencias dentro del pensamiento económico que asignan al


Estado funciones diferentes. Por ejemplo los que adscriben a lo sostenido por
John Maynard Keynes, según el cual el Estado puede intervenir para incrementar
la demanda efectiva en época de crisis. También se puede mencionar a los
politólogos que dan al Estado y a otras instituciones un rol importante en controlar
las deficiencias del mercado (una línea de pensamiento en este sentido es el neo-
institucionalismo).

Como se puede observar en estas escuelas también existen contradicciones y


diferencias para ponerse de acuerdo sobre dónde, cuándo y cómo debe intervenir
el Estado en las regulaciones de los privados.

Pero sin duda nos deja claro que la llegada del Sistema Liberal Económico
enhebró el desarrollo del Capitalismo en América.

La Socialdemocracia, que en principio era una corriente netamente de


izquierda, que tenía como fin la sustitución de un modelo capitalista por un modelo
socialista, sin embargo, la influencia de teóricos revisionistas y reformistas, tales
como Georg Heinrich y Eduard Bernstein, transformaron paulatinamente la misión
y visión que tenía la socialdemocracia. Los teóricos revisionistas/reformistas se
oponían a una transición violenta del capitalismo al socialismo, por lo que
planteaban que en lugar de buscar hacer revoluciones, se promovieran reformas
que humanizaran al capitalismo para acercarlo lo más posible al socialismo, tesis
que fue desvirtuando el espíritu originario de la Socialdemocracia, ya que poco a
poco el objetivo no era la transición de un capitalismo explotador a un socialismo
reivindicador, sino una transición gradual de un capitalismo explotador a un
capitalismo menos explotador.
Por otro lado, tomando en cuenta que estos mecanismos eran excesivamente
lentos y sutiles, se dificultaba cualquier posibilidad real de instaurar el socialismo,
y el hecho de que la Socialdemocracia no tenga como propósito final la
eliminación del modelo capitalista, la hace ajena al socialismo, esto hizo que por
ejemplo tanto los Bolcheviques de Lenin como la Liga Espartaquista de Rosa
Luxemburgo, rompieran definitivamente con el Partido Obrero Socialdemócrata
Ruso y el Partido Socialdemócrata de Alemania, respectivamente.

En la actualidad la Socialdemocracia se ubica dentro del espectro político en el


centro o en la centro-derecha, aunque algunos la ubican en la centro-izquierda
(aun así, al socialdemócrata no se le considera un “Revolucionario” sino un
“Reformista o Revisionista”).

Otra de las corrientes que han sustentado el desarrollo del capitalismo en la


región es la Democracia Cristiana.

La Democracia cristiana, es una corriente política que tiene orígenes en las


enseñanzas de Jacques Maritain, Emmanuel Mounier y los pronunciamientos de la
Doctrina social de la Iglesia, muy distintos del socialismo cristiano que es
socialista, aunque las dos doctrinas están influidas por las enseñanzas de
Jesucristo. Esta corriente surgió en el siglo XIX en Europa, y continúa teniendo
una fuerte influencia en Europa y Latinoamérica.

La Iglesia católica (en latín: Ecclesia Catholica) es la Iglesia cristiana más


numerosa. Se considera a sí misma como un «sacramento», un «signo e
instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género
humano», por cuanto ella misma se declara fundada por Cristo.

Está compuesta por 24 Iglesias: la Iglesia latina y 23 Iglesias orientales, que se


encuentran en completa comunión con el Papa y que en conjunto reúnen a más
de 1.200 millones de fieles. Se trata de una comunidad cristiana que se remonta a
Jesús y a los doce apóstoles, a través de una sucesión apostólica nunca
interrumpida, también compartida con la Iglesia ortodoxa.

Los democristianos generalmente siguen la posición de la Iglesia católica en


temas morales. Sin embargo, la mayoría de ellos ha aceptado el divorcio y el
gobierno secular (gobierno independiente de cualquier organización o confesión
religiosa o de toda religión y en el cual las autoridades políticas no se adhieren
públicamente a ninguna religión determinada, ni las creencias religiosas influyen
sobre la política nacional).

La democracia cristiana coloca a la persona en el centro, principio y fin de toda


acción política, tanto en su dimensión espiritual como material, por lo que pregona
"romper con el juego pendular" de izquierdas y derechas que afirma que
responden a una concepción materialista, se auto-define como "de avanzada,
moderada, de consenso, de la sensatez o de la racionalidad", por lo que ha sido
calificada como de centro, de centro-derecha o de centro-izquierda en distintos
momentos históricos.

Es calificada como un movimiento no confesional, del que no sólo los católicos


pueden formar parte, pero todos sus miembros deben guardar conciencia plena
con su ideario.

Los primeros grupos socialcristianos surgen a comienzos del siglo en los


países más evolucionados de América Latina bajo la influencia de la encíclica
Rerum Novarum y de las primeras manifestaciones de la lucha de clases en el
subcontinente, casi siempre en el seno o al lado de los viejos partidos
conservadores. Esta tendencia, marginal y minoritaria como expresión política del
catolicismo, se refuerza en los años treinta y durante la guerra y la posguerra
estimulada por la corriente católica renovadora inspirada en las ideas humanistas
y democratizantes de Jacques Maritain (Filósofo francés principal exponente del
Humanismo cristiano) y por el compromiso de muchos cristianos en la lucha
antifascista. Surgen así en muchos países partidos demócrata-cristianos, con
principal audiencia en las clases medias.

Por diferentes razones estos partidos recogen e incorporan a su acervo


ideológico las teorías desarrollistas que se originaron alrededor de la CEPAL
(Comisión para la América Latina y el Caribe), responsable de promover el
desarrollo económico y social de la región y se ligan así a la tecnocrácia
modernizante. En la mayoría de los países latinoamericanos, esta tendencia no
logra reflejarse en partidos fuertes y convertirse en opción real de poder, salvo en
Chile y Venezuela. Su carácter a la vez reformista y conservador, los convierte en
preferidos agentes de la política de la Alianza para el Progreso, en los años
sesenta.

El agotamiento del modelo desarrollista reformista y los cambios


experimentados en la Iglesia luego del Concilio Vaticano II y de la Conferencia
Episcopal de Medellín, favorecen la formación de otra tendencia mucho más
radical y comprometida inspirada en la llamada "Teología de la Liberación". Esta
corriente influye, pero no es determinante en el conjunto de la democracia
cristiana latinoamericana la que en general se alinea en una posición política
centrista y arbitral frente a la lucha de clases.

En general, la fuerza de la democracia cristiana deriva más de su rol en el


centro político, y de su influencia informal en la tecnocracia el movimiento sindical
y la juventud, que de su potencialidad orgánica. Encuentra por otra parte un
importante competidor en los partidos de orientación socialdemócrata con los que
se disputa la hegemonía del centro político, a la vez que se desarrollan en su seno
tendencias antagónicas de derecha y de izquierda que conspiran contra su
operatividad.

En la práctica política, la democracia cristiana ha sido calificada como de


centro-derecha en asuntos económicos, morales y culturales y de centro-
izquierda en asuntos políticos y sociales. La Democracia Cristiana tiene su origen
en la Doctrina social de la Iglesia. y en muchas ocasiones la democracia cristiana
ha aceptado el liberalismo, y comparte la idea de la reducción de impuestos con la
intervención estatal, con el fin de acabar con la injusticia social; en general los
principios que han regido su matriz se derivan de la idea del Estado del bienestar.
Por esa razón es frecuente encontrar partidos democristianos en la centro-
derecha. La Democracia Cristiana suele sobresalir por su marcado
conservadurismo lo que la distingue del progresismo; y su notoria inclinación
estatista lo que también la separa del liberalismo económico, sin embargo, su
deseo de expansión ha propiciado más bien su inclinación hacia esas corrientes.

La democracia cristiana ha sido más prominente en América Latina:

En América Latina, esta tendencia política se destacó en Chile, Venezuela y


República Dominicana. El primero ha tenido tres presidentes democristianos:
Eduardo Frei Montalva (1964-1970), Patricio Aylwin (1990-1994) y Eduardo Frei
Ruiz-Tagle (1994-2000); el segundo dos: Rafael Caldera y Luis Herrera Campins;
y en República Dominicana Joaquín Balaguer por varios periodos.

Principales Representantes de la Socialdemocracia en América:


Rómulo Betancourt, Belaunde Terry, Eduardo Frei, Rafael Caldera, entre otros.
Rómulo Betancourt: Fundador del partido Acción Democrática en 1941. En sus
orígenes fue un partido de izquierda socialista que abogaba por el nacionalismo, el
policlasismo, el interclasismo, el progresismo y el antiimperialismo, sin embargo,
desde los años ochenta adoptó una ideología socialdemócrata de centro a centro-
izquierda más moderada, ignorando el estatismo e integrando una doctrina más
pluralista.

Rómulo Betancourt fue Presidente de Venezuela interino entre 1945 y 1948, y


constitucional entre 1959 y 1964, fue uno de los más conocidos opositores
clandestinos al gomecismo, condición que le costó el destierro del país hasta la
muerte del dictador. Entre 1931 y 1935.

En 1958 regresa al país tras la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez. En
noviembre de ese año anuncia su candidatura a la presidencia de la República
con el apoyo de Acción Democrática, el 7 de diciembre es electo presidente con
más del 49 % de los votos. El 13 de febrero de 1959 asume el cargo. Su segundo
gobierno se caracterizó por una apertura a la estabilización de la democracia
venezolana, la promulgación de una nueva Constitución (publicada en 1961), la
reforma agraria, el desarrollo de la industria petrolera en Venezuela con su
adhesión a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la fuerte
inversión en el sector educativo y el cese de relaciones con gobiernos ilegítimos o
dictatoriales del mundo, conocido como la doctrina Betancourt. De la misma
manera tuvo que enfrentar ataques internos y externos de guerrillas, huelgas
laborales, intentonas golpistas e intentos de asesinato financiados por dictadores
latinoamericanos.

El 31 de octubre de 1958 cuando regresó al país suscribió como representante


de AD (Acción Democrática) junto con URD y COPEI el Pacto de Punto Fijo, uno
de los acuerdos políticos de mayor duración en la historia venezolana. Dicha
asociación tenía como objetivo un pacto mínimo de Gobierno común, el respeto a
la constitucionalidad y la formación de un Gobierno de unidad nacional que
incluyera a los tres partidos firmantes.

Como se indicó, el 7 de diciembre de 1958 Rómulo Betancourt ganó la


Presidencia de la República. En cumplimiento del acuerdo del Programa Mínimo
Común, Betancourt conformó su gabinete de Gobierno con representantes de su
partido, Acción Democrática, y de los movimientos políticos: socialcristiano COPEI
y Unión Republicana Democrática (URD). Así fueron designados dos ministerios
para AD (Acción Democrática), dos para COPEI y tres para URD. Este último se
retiró del pacto en 1960. El pacto continuó entre AD, COPEI e independientes.

El 23 de enero de 1961 promulga la nueva Constitución, similar a la aprobada


en su primer Gobierno, la cual había sido derogada por Pérez Jiménez. Dicha
carta constitucional rigió los destinos de la nación hasta 1999.

En 1960 su Ministro de Minas e Hidrocarburos suscribe en Bagdad, Irak, el acta


de creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), con
el cual se establece una alianza estratégica en materia petrolera junto a países
exportadores de crudo, como: Kuwait, Arabia Saudita, Irak e Irán. Ese mismo año
el Presidente Betancourt decreta la creación de la Corporación Venezolana de
Guayana (CVG) y de la Corporación Venezolana del Petróleo (CVP).

El 4 de mayo de 1961 se publican una serie de medidas económicas en las que


cabe destacar el control de cambios, la disminución en 10 % de sueldos y salarios
públicos a fin de reducir el gasto y déficit presupuestario y la devaluación del
Bolívar.

El 1 de diciembre de 1963 se llevaron a cabo nuevos comicios presidenciales,


en los cuales resultó vencedor Raúl Leoni de Acción Democrática. En 1967
regresó al país debido a las escisiones en AD (Acción Democrática) y ante la falta
de unanimidad en el partido por la escogencia del candidato que participaría en las
próximas elecciones a llevarse a cabo en 1968. Esas elecciones las perdió AD.
Resultó favorable por escaso margen de votos Rafael Caldera de COPEI.
Rafael Antonio Caldera Rodríguez: fue un abogado, sociólogo, escritor,
profesor, político y estadista venezolano. Uno de los principales líderes del
«Proceso de Consolidación Democrática» de Venezuela, así como prominente
personalidad del ulterior período democrático. Firmante y principal impulsor del
Pacto de Punto Fijo y candidato a la Presidencia de Venezuela en seis ocasiones,
triunfando en dos de ellas.

Fue el fundador de UNE, COPEI (Comité de Organización Política Electoral


Independiente) y Convergencia, ejerciendo como máximo líder dentro de estas
tres organizaciones. Consagrado intelectual y máximo representante e introductor
del «socialcristianismo» en Latinoamérica

El socialismo cristiano es una corriente política social cristiana pero socialista,


distinta del pensamiento político demócrata cristiano que no lo es y tiene orígenes
muy distintos, aunque las dos están influidas por las enseñanzas de Jesucristo.

Fue secretario de las Juventudes Católicas Venezolanas. En 1936 participó en


la formación de la Unión Nacional Estudiantil (UNE), que el 1 de octubre de 1938
terminó convirtiéndose en partido político con el nombre de Acción Electoral. Esta
última se integró posteriormente en el Movimiento de Acción Nacional (MAN) y fue
legalizada el 2 de junio de 1942, siendo uno de los grupos que originó el 13 de
enero de 1946 el partido socialcristiano COPEI, que fue fundado por él mismo;
participó en las elecciones del año siguiente, 1947; perdiendo ante el escritor y
representante del partido socialdemócrata Acción Democrática (AD), Rómulo
Gallegos. Sin embargo Gallegos fue derrocado a los pocos meses de tomar
posesión por una Junta Militar en un principio encabezada por Carlos Delgado
Chalbaud. En 1950 Chalbaud fue asesinado y para mantener el orden nacional,
Germán Suárez Flamerich pasa a presidir la Junta de Gobierno junto a Luis
Llovera Páez y el después general Marcos Pérez Jiménez, que se convirtió en
dictador a partir de 1952 tras desconocer los resultados electorales adversos al
partido oficialista.

Luego del derrocamiento de Pérez Jiménez y la consiguiente constitución de un


gobierno provisional encabezado por Wolfgang Larrazábal, Caldera decide
nuevamente participar en las elecciones presidenciales de diciembre de 1958, en
las que perdió ante Rómulo Betancourt, de AD. Sin embargo, Caldera poseía
mucha influencia por ser su partido en esos momentos la tercera fuerza. Decidió
junto al propio Betancourt, además de Jóvito Villalba (líder y fundador del partido
Unión Republicana Democrática) y otros dirigentes políticos, elaborar y firmar el
llamado Pacto de Punto Fijo, nombrado así por ser ese el nombre de la casa de
Caldera, sitio escogido por los dirigentes para firmar el documento. Allí se
establecen las bases de la convivencia democrática que se mantendrían en los 40
años siguientes.

Cesó en la presidencia el 11 de marzo de 1974 siendo sustituido por Carlos


Andrés Pérez, candidato de AD que había ganado las elecciones de diciembre del
año anterior.
Rafael Caldera escribió un libro de nombre “Especificidad de la Democracia
Cristiana” donde profundiza en las raíces de esta corriente que considera filosófica
y fuente de inspiración para otras orientaciones políticas.

El bipartidismo: ¿Para qué sirve? ¿Qué función tiene? ¿Cuáles son sus
alternativas?

Por Manuel Medina

El profundo hastío por el bipartidismo imperante en las llamadas


democracias occidentales, ha logrado traspasar las fronteras europeas, y ya
se detectan síntomas de un fenómeno similar en los Estados Unidos. Pero,
¿cuál es la función de esta forma de Gobierno? ¿Constituyen una alternativa
de cambio real a la misma las nuevas formaciones que están surgiendo en
diversos países? En el presente artículo, nuestro colaborador Manuel
Medina aborda estos interrogantes (…).

El profundo hastío por el bipartidismo imperante en las llamadas democracias


occidentales, ha logrado traspasar las fronteras europeas, y ya se detectan
síntomas de un fenómeno similar en los Estados Unidos.

¿PARA QUÉ SIRVE EL BIPARTIDISMO Y QUIENES LO ARTICULAN?

El bipartidismo no es más que una estructura institucional, a través de la cual la


burguesía ha logrado implantar en diversos países una suerte de turno político
mediante el que los partidos conservadores y “progresistas” se reparten
periódicamente la administración de aparato del Estado, sin que la estructura
económica ni política se modifiquen.

“Con el turno bipartidista los intereses de las clases hegemónicas se convierten en


intangibles y su permanencia se reproduce elección tras elección”.
Se trata, en suma, de una ingeniosa fórmula institucional que cumple el papel de
preventiva “válvula de escape”. Cuando una parte de la sociedad se siente
abrumada por los efectos de las políticas económicas ejecutadas por el gobierno
de turno, dispone aparentemente de la “oportunidad” de votar al partido
alternativo, formalmente antagónico al gobernante, sin que tal decisión modifique
las causas reales y profundas que provocan las desgracias sociales que suscitan
su irritación. Con el turno bipartidista los intereses de las clases hegemónicas se
convierten en intangibles y su permanencia se reproduce elección tras elección. Ni
que decir tiene que en la consolidación del sistema bipartidista contribuyen de
manera determinante los medios de comunicación, que construyen la opinion
pública, repartiéndose también el papel de halagar o atarcar al partido de turno,
según aconsejen las circunstancias del momento.

“El éxito del bipartidismo está condicionado por el ritmo del desarrollo económico
capitalista de los países en donde esta fórmula ha sido sometida a ensayo”.
“El éxito del bipartidismo está condicionado por el ritmo del desarrollo económico
capitalista de los países en donde esta fórmula ha sido sometida a ensayo”.

Aunque este habilidoso sistema de reparto de la administración de la máquina del


Estado fue ensayado con notable éxito por parte de países anglosajones como
Estados Unidos y Gran Bretaña, en otras áreas geográficas, en cambio, el sutil
“experimento” no corrió la misma suerte. En España, por ejemplo, durante
Monarquía borbónica de Alfonso XII y XIII, en las postrimerías del siglo XIX y
principios del XX, el latrocinio realizado por los partidos “turnantes” resultó tan
escandaloso que terminó teniendo como colofón la dictadura del general Primo de
Rivera.

Sin embargo, no fue solo la voracidad usurpadora de los partidos que se turnaban
en la custodia del establishment constituido lo que provocó su fracaso en otras
áreas del planeta. Su éxito estaba también condicionado por el ritmo del desarrollo
económico capitalista de los países en donde esta fórmula era sometida a ensayo.

Cuando crisis económicas o fuertes convulsiones sociales sacuden a países con


problemas consuetudinariamente irresueltos, la dinámica de los acontecimientos
impide que la continuidad de estas filigranas políticas se proyecte en el tiempo.
Bastaría con echar un vistazo al mapa politico del mundo para constatar en qué
lugares, circunstancias y por cuánto tiempo la experiencia bipartidista ha resultado
exitosa.

CRISIS DEL BIPARTIDISMO EN EUROPA Y EEUU

No es pues una casualidad que en la Europa actual el bipartidismo esté siendo


duramente cuestionado por amplios sectores del electorado. Tampoco en los
Estados Unidos los partidos demócrata y republicano han logrado contener a las
fuerzas centrífugas que tratan de escaparse de los modelos que hasta ahora
habían consagrado los pilares de la “democracia” norteamericana.

“Ni Trump, ni tampoco Sanders han introducido cambios sustanciales en los


programas tradicionales de sus respectivos partidos, pero su retórica truculenta y
demagógica está siendo capaz de levantar multitudes”

La razón del fenómeno es evidente. El electorado de uno y otro continente se


siente fuertemente frustrado por la reiteración at infinitum de promesas
incumplidas y expectativas quebradas. El sistema capitalista atraviesa un azaroso
tramo de su desarrollo, cuyo desenlace resulta hoy difícil de prever a corto plazo.
Personajes y fuerzas no ajenas al propio sistema han detectado cómo están
afectando a la sociedad estas perturbaciones y tratan de responder con ofertas
políticas y económicas que, si bien son presentadas de forma vocinglera, no
cuestionan ni el origen ni las causas del malestar y la indignación social. Esto no
es resultado de una elaboración conspirativa o de laboratorio – aunque también
pueda contener este ingrediente – sino de la dialéctica misma en la que se
desenvuelven estas sociedades preñadas de contradicciones de clase, grupales e,
incluso, de orden internacional.

Ello es lo que explica, en parte, que entre las figuras más atractivas en las
elecciones primarias de EE.UU. se encuentren dos outsiders de la política
tradicional, el multimillonario Donald Trump entre los republicanos, y el senador de
Vermont, Bernie Sanders entre los demócratas. Trump lidera por ahora las
encuestas entre los primeros, superando incluso a los favoritos del ala
ultraconservadora. Sanders no supera ciertamente a Clinton, pero ha sido capaz
de realizar convocatorias multitudinarias, algunas con más de 10 mil asistentes, en
no pocas ciudades estadounidenses.

Pero ambos defienden con similar vigor la permanencia del sistema. Ni Trump, ni
tampoco Sanders han introducido cambios sustanciales en los programas
tradicionales de sus respectivos partidos, pero su retórica truculenta y demagógica
está siendo capaz de levantar multitudes. De eso es justamente de lo que se trata,
de reconducir por aguas seguras la creciente iracundia de la gente.

DESGASTE EN LAS CASTAS POLITICAS TRADICIONALES

El torrente crítico hacia la “casta política”, – término, por cierto, que fue analizado
por primera vez hace años en este mismo digital antes de que fuera popularizado
por “Podemos” con una significación muy diferente (ver aquí) – se ha abierto
camino también en los Estados Unidos. Puede resultar interesante referirnos
brevemente a lo que sucede al respecto en ese país, dado que el fenómeno se
presenta con mucha más aparatosidad, espectáculo y transparencia que el que
tiene lugar en Europa.

“Desde Europa, no faltan los progres que, reproduciendo el papanatismo que les
había suscitado hace un par de años el triunfo de Syriza en Grecia, pretenden
ahora ver en el candidato demócrata Bernie Sanders una nueva y renovada
expectativa para la “izquierda” en los Estados Unidos.”

En los EEUU, ni Bush, perteneciente a la poderosa saga que ha ocupado la


presidencia del país en dos ocasiones, ni la veteranísima Hillary Clinton,
continuadora de otra saga de similar rango, han logrado suscitar el más leve
interés en un electorado de primarias apático e incrédulo. Ni uno ni otro, lograron
sacar de la atonía a sus bases de simpatizantes en las dos macroorganizaciones
políticas norteamericanas.

De ahí que haya sido oportuna la aparición de dos personajes – Donald Trump y
Bernie Sanders – desde las dos esquinas aparentemente distantes y “extremas”,
actuando como revulsivo de las ilusiones de sus respectivos partidos y abriendo
con ello, incluso, la perspectiva de un tercer -o cuarto- partido político en el
escenario electoral estadounidense. La repentina aparición de dos personajes que
no cuentan siquiera con una biografía relevante dentro del propio establishment
político, no hace sino poner de manifiesto que el propio sistema es capaz de
retroalimentarse de su propio agotamiento, generando las piezas sustitutivas que
reemplacen a las defectuosas y permitan su continuidad. ¿No es eso lo que ha
ocurrido también en España, con todas las matizaciones que se quiera?

Desde Europa, no faltan los progres que, reproduciendo el papanatismo que les
había suscitado hace un par de años el triunfo de Syriza en Grecia, pretenden
ahora ver en el candidato demócrata Bernie Sanders una nueva y renovada
expectativa para la “izquierda” en los Estados Unidos.

La verdad es que tales ilusiones no se fundamentan nunca en la trayectoria


política recorrida por los “nuevos héroes” del momento. Algo de eso sucedió
también con los exegetas de Syriza, a la que una parte de los medios afines al
reformismo europeo erigieron como alternativa a la catastrófica situación del
bipartidismo heleno. Ninguno de los ilusionados socialdemócratas objetivos que
defendieron a esa formación política griega fue capaz de deternerse a analizar – o
tan solo a conocer – la relevante trayectoria de Alexis Tsipras. Un personaje cuya
biografía política estuvo estrechamente vinculada a una de las muchas variantes
eurocomunistas griegas.

Con Bernie Sanders está sucediendo algo de lo mismo. Sanders ha logrado


insuflar ilusiones entre los electores más progresistas estadounidenses, utilizando
imprecisas declaraciones antibélicas y de reproches contra los grandes consorcios
de su país. Con una retórica hueca y difusa, que dirige a los tiburones de
Washington y Wall Street, Bernie Sanders logró convertirse en un tiempo récord
en el “candidato de los jóvenes” estadounidenses, embobando al tiempo a
experimentados progres europeos. Conocen cual es el grado de sensibilidad de
sectores del electorado en relación con estos temas y reelaboran sus tácticas
electorales adaptandolas a las demandas de estos.

“Sanders confesó que si fuera presidente no dejaría de utilizar la potencia de los


drones en contra de los países de Oriente Medio. Eso sí, agregó que “pondría
límite a su uso” para evitar que en las operaciones pudiera morir gente inocente”.

Sin embargo, ¿es realmente Bernie Sanders un candidato para la izquierda


norteamericana? Su historial político también nos proporciona la respuesta a esta
pregunta. A lo largo de su trayectoria, Bernie Sanders jamás se ha atrevido a
cuestionar la expansionista política exterior norteamericana. Ya en el 2001,
Sanders se entregó en cuerpo y alma, como atestiguan las hemerotecas, a la
peculiar guerra de George Bush contra el “terrorismo”, sumando sus votos a la
autorización para el uso de la fuerza de los Estados Unidos en el exterior
promovida por el propio Bush. Pero es más, en una reciente entrevista en
televisión, acosado por los medios y metido en la dinámica electoral de su propio
partido, Sanders confesó que si fuera presidente no dejaría de utilizar la potencia
de los drones en contra de los países de Oriente Medio. Eso sí, agregó que
“pondría límite a su uso” para evitar que en las operaciones “pudiera morir gente
inocente”.
No existen, en definitiva, elementos que nos permitan llegar a la conclusión de que
desde las alternativas existentes al bipartidismo se pueda construir una sociedad
realmente alternativa y comunitaria. El sistema y las clases sociales hegemónicas
que lo dominan han demostrado en mil y una ocasiones su capacidad para reciclar
esos supuestamente “nuevos” fenómenos sociales. La historia de los dos últimos
siglos ofrece múltiples ejemplos que lo confirman. Solo la difícil y laboriosa
construcción de una alternativa popular propia y revolucionaria podrá hacer soplar
vientos favorables para las clases trabajadoras. Todo lo demás son ilusiones.

El bipartidismo, está definido como un sistema político basado en la existencia


de dos partidos. Un partido político es, de manera general, un grupo social que
busca el apoyo de la población con el fin de ejercer directamente el poder y que se
organiza de manera durable en el plano nacional y local; haciendo énfasis en tres
elementos principales: La fundamentación del partido, la organización y la misión.
Según Benjamin Constant, un partido político es “una reunión de hombres que
profesan la misma doctrina política”. Para Marx, es el instrumento que utiliza una
clase para prolongar la lucha social en el plano político. En Colombia, el
bipartidismo, más que un sistema político ha sido una tradición de más de un siglo
de vida, desde La Independencia, a mediados del siglo XIX. Justificación Este
trabajo fue hecho con la intención de conocer nuestra historia política, ya que, no
podemos saber a dónde vamos si no conocemos de dónde venimos. El
bipartidismo, lejos de ser sólo una doctrina política tiene una historia fascinante, y,
a nosotras como estudiantes, nos hizo aprender mucho sobre quiénes somos, de
dónde venimos y hacia dónde vamos, además de cambiar nuestra visión de la
política, que era tan sólo corrupción e intereses particulares.
2. Nacimiento de los partidos Liberal y Conservador A mediados del siglo XIX,
los sectores dirigentes, conformados por terratenientes, comerciantes y caudillos
militares, habían dirigido al país sin necesidad de crear verdaderos partidos
políticos, pero, por factores internos y externos, se dio lugar a la creación de estas
agrupaciones políticas. Estas agrupaciones, reflejaban el deseo de darle cabida a
las “masas” en la política, ya que, las élites, eran ahora conscientes de la dificultad
de continuar imponiendo sus intereses particulares sin el respaldo de un pueblo
que empezaba a mostrarse menos sumiso.
3. Recién fundado, ganó las elecciones presidenciales de 1849, y permaneció
en el poder hasta comienzos de 1880. Copió los modelos constitucionales de
Francia e Inglaterra, las dos principales potencias del mundo en el siglo XIX. En el
plano económico, favoreció la privatización, eliminando los monopolios
comerciales y reduciendo las tarifas aduaneras, incentivó las exportaciones de
productos agrícolas y materias primas como quina, añil, tabaco, y más tarde café,
que se convirtieron en el motor de la economía colombiana. En la política, se
concedieron libertades que beneficiaron al individuo y las regiones; además, como
en Francia, implementaron en Sufragio “Universal” directo, según el cual, todo
individuo mayor de 21 años podía votar (antes, sólo podían los hombres
adinerados y cultos, es decir una minoría). En el plano religioso, limitaron
drásticamente a la Iglesia católica, ya que sus tierras pasaron a ser propiedad del
Estado, la educación dejó de ser monopolizada por la Iglesia, se estableció por
primera vez en el país, la libertad religiosa.
4. La regeneración llego al país de manos de la constitución de 1886, con
cambios visiblemente diferentes entre las cartas políticas, otorgando un gran
poder al presidente, recortando muchas libertades para asegurar un orden mayor,
reconociendo nuevamente la importancia de la Iglesia católica. El final del siglo
XIX se vio enmarcado por la peor guerra civil en la historia colombiana, la Guerra
de los Mil Días (1899-1902). Desde el final de ésta hasta 1930, el partido
conservador llevó las riendas del poder político, por lo cual este período se conoce
como la “Hegemonía Conservadora”, época en la cual la sociedad colombiana
conoció cambios muy profundos, pero, el partido conservador no supo interpretar
la nueva realidad y finalmente perdió el poder en 1930. Las tres primeras décadas
del siglo XX, fueron décadas de muchos cambios, tanto económicos, como
sociales, políticos y culturales. En la economía, el aumento en las exportaciones
de café a finales del siglo XIX, aumentó el poder adquisitivo de un gran número de
colombianos y gracias al aumento de recursos la demanda también creció. En la
política, durante estas décadas aparecieron nuevos partidos políticos, que decían
representar los intereses de los sectores pobres, afirmando, que el bipartidismo no
se preocupaba de la suerte de obreros y campesinos.

Cronología: intervenciones militares de EE.UU. en América Latina

La siguiente es una cronología de las intervenciones y creacion de bases militares


que los EEUU han hecho en distintos países de América Latina. Puesto así, año
por año, da idéa de la magnitud de la política imperialista a través de la utilización
de la fuerza militar, no solo para anexar territorios sino también socios, complices
a sus planes de dominación.

1823: La Doctrina Monroe declara que América Latina se considera "esfera de


influencia" para Estados Unidos.

1846: Estados Unidos emprende una guerra contra México, país que finalmente
es forzado a ceder al vecino del norte la mitad de su territorio, incluidos los hoy
poderosos y ricos Estados norteamericanos de Texas y California.

1854: La marina yanqui bombardea y destruye el puerto nicaragüense de San


Juan del Norte. El ataque ocurrió después de un intento oficial de poner impuestos
al yate del millonario norteamericano Cornelius Vanderbilt, quien había conducido
su nave a dicho puerto. El bombardeo facilitó el camino a William Walker.

1855: El aventurero estadounidense William Walter, operando en interés de los


banqueros Morgan y Garrison, invade Nicaragua y se proclama presidente.
Durante sus dos años de gobierno invadiría también a los vecinos países de El
Salvador y Honduras, proclamándose igualmente jefe de Estado en ambas
naciones. Walker restauró la esclavitud en los territorios bajo su ocupación.

1898: Los Estados Unidos declaran la guerra a España en el momento en que


los independentistas cubanos tenían prácticamente derrotada a la fuerza militar
colonial. Las tropas norteamericanas ocupan la Isla de Cuba, desconocen a los
patriotas y España se ve obligada a ceder a Estados Unidos los territorios de
Puerto Rico, Guam, Filipinas y Hawai.

1901: Las fuerzas norteamericanas de ocupación hacen incluir en la


Constitución de la nueva República de Cuba la infame Enmienda Platt, mediante
la cual Estados Unidos se arrogaba el derecho de intervenir en los asuntos
cubanos cada vez que estimara conveniente. Cuba también fue forzada al
arrendamiento en perpetuidad de un pedazo del territorio nacional para el uso de
la Marina de Guerra estadounidense: La Base Naval de Guantánamo.

1903: Los Estados Unidos "estimula" la segregación de Panamá, que entonces


era parte de Colombia, y adquiere derechos sobre el Canal de Panamá. Años
después, el ex presidente Teodoro Roosevelt -el real segregador de Panamá-diría:
"Yo tomé la Zona del Canal mientras el Congreso debatía." A Colombia se le pagó
posteriormente la ridícula suma de $25 millones en compensación.

1904: Se promulga en Panamá la Constitución Nacional. Tiene un apartado que


contempla la intervención militar norteamericana cuando Washington lo crea
necesario. Inmediatamente se inicia la construcción del Canal de Panamá. Más
adelante, Estados Unidos llenará la zona de bases militares y en 1946 fundará la
tristemente célebre Escuela de las Américas, por cuyas aulas pasarán casi todos
los dictadores de América Latina.

1904: La infantería de marina estadounidense desembarca en República


Dominicana para sofocar un levantamiento armado opositor. Un año después, a
propósito de la intervención en ese país, el Presidente Teodoro Roosevelt declara
que Estados Unidos sería "el gendarme" del Caribe.

1906: Las inversiones norteamericanas en Cuba, que en 1885 representaban 50


millones de pesos cubanos, alcanza la cifra de 200 millones. En agosto de ese
año estalla una insurrección contra el presidente títere Estrada Palma, quien
solicita la intervención militar de EE.UU. Los norteamericanos desembarcan y
designan como interventor a William Taft.

1907: República Dominicana: Estados Unidos consiguió que el gobierno


dominicano le otorgara la recaudación de los ingresos aduanales, estatus que se
mantendría por 33 años consecutivos.

1908: Tropas norteamericanas intervienen en Panamá. En la próxima década lo


hará cuatro veces más.
1910: Los marines yanquis ocupan Nicaragua para sostener el régimen de
Adolfo Díaz.

1911: México: Para "proteger"a ciudadanos norteamericanos, el presidente


William Taft ordena el desplazamiento de 20 mil soldados a la frontera sur y ocho
buques de guerra frente a las costas de California.

1912: Los marines norteamericanos invaden Nicaragua y dieron comienzo a una


ocupación que se mantendría casi continuamente hasta 1933. Ese mismo año
(1912) el Presidente Taft declara: "No está distante el día en que tres estrellas y
tres franjas en tres puntos equidistantes delimiten nuestro territorio: una en el Polo
Norte, otra en el Canal de Panamá y la tercera en el Polo Sur. El hemisferio
completo de hecho será nuestro en virtud de nuestra superioridad racial, como es
ya nuestro moralmente."

1914: La Marina de Estados Unidos bombardea la ciudad portuaria de Veracruz,


un ataque aparentemente motivado por la detención de soldados norteamericanos
en Tampico. El gobierno mexicano se disculpa, pero el presidente Woodrow
Wilson ordena que la armada ataque a Veracruz. Cien soldados mexicanos, varios
cadetes de la Escuela Naval y grupos civiles resisten con heroísmo. Hay 300
muertos. Los ocupantes permanecen durante varios meses.

1915: Los marines ocupan Haití para "restaurar el orden". Se establece un


protectorado que permanecerá hasta 1934. El secretario de Estado William
Jennings Bryan, al informar sobre la situación haitiana comentó: "Imaginen esto:
negros hablando francés"

1916: Marines ocupan la República Dominicana y permanecen allí hasta 1924

1918: En Panamá los marines ocupan la provincia de Chiriquí, para "mantener el


orden público".

1924: La infantería de marina USA invade a Honduras para "mediar" en un


enfrentamiento civil. Un militar hondureño asume el gobierno provisional.
Honduras ocupa el primer lugar mundial en la exportación de bananas, pero las
ganancias son para la United Fruit Company.

1925: Tropas del Ejército norteamericano ocupan la ciudad de Panamá para


acabar con una huelga y mantener el orden.

1926: Estados Unidos decide crear en Nicaragua una Guardia Nacional.


Augusto César Sandino se propone crear un ejército popular para combatir a los
ocupantes extranjeros.

1927: En Nicaragua un capitán de los marines yanquis conmina a Sandino para


que se rinda. El rebelde responde: "Yo quiero patria libre o morir". Estados Unidos
realiza entonces el primer bombardeo aéreo en América Latina. Ataca la aldea El
Ocotal. Mueren 300 nicaragüenses por las bombas y ametralladoras yanquis.

1930: En República Dominicana comienza la dictadura de Rafael Leónidas


Trujillo, un militar surgido de la Guardia Nacional, fomentada y entrenada por
Estados Unidos.

1933: Estados Unidos abandona Nicaragua y deja el control del país a Anastasio
Somoza y su Guardia Nacional.

1934: En Nicaragua es asesinado César Augusto Sandino, quien había


depuesto las armas. El asesinato fue ordenado por Somoza, con la complicidad
del embajador norteamericano Arthur Bliss Lane.

1941: En Panamá es depuesto el presidente Arias por un golpe militar liderado


por Ricardo Adolfo de la Guardia, quien primero consultó su plan con el Embajador
de Estados Unidos. El Secretario de Guerra Henry Stimson declaró al respecto:
"Esto fue un gran alivio para nosotros, porque Arias había sido muy problemático y
muy pro-Nazi"

1946: Estados Unidos abre en Panamá la tristemente célebre Escuela de las


Américas, para la formación de los militares del hemisferio. Allí se formaron los
principales protagonistas de las dictaduras militares en Brasil, Argentina, Uruguay,
Chile, Centroamérica y en otros países.

1947: Estados Unidos comienza a imponer paulatinamente el Tratado


Interamericano de de Asistencia Recíproca (TIAR).

1952: En Cuba, con la anuencia y agrado del gobierno de Estados Unidos, el


general Fulgencio Batista produce el derrocamiento de Carlos Prío Socarrás e
inaugura una sangrienta tiranía.

1954: La CIA orquesta el derrocamiento del gobierno democráticamente electo


de Jacobo Árbenz en Guatemala. Un poeta guatemalteco describió el gobierno de
Árbenz como "años de primavera en un país de eterna tiranía". Siguieron casi 40
años de violencia y represión que culminaron en la política de "tierra arrasada" de
los años 80. Más de 150 000 personas perdieron la vida.

1956: En Nicaragua el poeta Rigoberto López Pérez mata al dictador Anastasio


Somoza, que llevaba 20 años en el poder con apoyo de Estados Unidos. El
presidente Franklin Delano Roosevelt lo había definido así: "Es un hijo de puta,
pero es nuestro hijo de puta". Su hijo Anastasio Somoza Debayle prolongó la
dinastía tiránica durante varios años más.

1960: El presidente Eisenhower autoriza la realización en gran escala de


acciones encubiertas para derribar el gobierno de Fidel Castro, quien había
llegado al poder en enero de 1959 e inició de inmediato una obra revolucionaria de
extraordinario alcance social y apoyo popular. Las acciones encubiertas incluían el
asesinato del líder cubano, la creación de bandas contrarrevolucionarias y el
sabotaje a los principales sectores de la economía isleña.

1961: Fuerzas mercenarias reclutadas, organizadas, financiadas y dirigidas por


Estados Unidos invaden Cuba por Bahía de Cochinos (Playa Girón). En menos de
72 horas son derrotadas en lo que constituyó la primera gran derrota militar del
imperialismo yanqui en América Latina.

La CIA cocina un golpe de Estado contra el presidente electo de Ecuador J. M


Velazco Ibarra, quien se había demostrado demasiado amistoso con Cuba.

1964: El presidente de Brasil Joao Goulart, quien se proponía llevar a cabo una
reforma agraria y nacionalizar el petróleo, es víctima de un golpe de estado
apoyado y promovido por Estados Unidos.

1965: Estados Unidos envía miles de efectivos a República Dominicana para


reprimir un movimiento que intentaba restaurar en el poder al anteriormente
derrocado presidente progresista y democráticamente electo Juan Bosch.

1966: Estados Unidos envía armas, asesores y Boinas Verdes a Guatemala,


para implementar una llamada campaña contrainsurgente. En un informe del
Departamento de Estado reconocía que: "para eliminar a unos pocos cientos de
guerrilleros habrá que matar quizás a 10 mil campesinos guatemaltecos".

1967: Un grupo de Boinas Verdes fueron enviados a Bolivia para ayudar a


encontrar y asesinar a Ernesto Che Guevara.

1968: la CIA, organiza una fuerza paramilitar considerada como la precursora de


los tenebrosos "Escuadrones de la Muerte".

1971: El diario The Washington Post confirma que la Agencia Central de


Inteligencia (CIA) había intentado asesinar en varias oportunidades al líder de la
revolución cubana Fidel Castro. Años después, y en la medida que los
documentos secretos de la CIA eran desclasificados se ha sabido que los intentos
se cuentan por decenas y los planes por centenares.

1973: Los militares toman el poder en Uruguay, apoyados por Estados Unidos.
La subsiguiente represión alcanzaría elevadísimas cifras de población encarcelada
por razones políticas.

Un golpe de Estado instigado y organizado por Estados Unidos derroca al


gobierno electo del Presidente Salvador Allende en Chile, y se instala en el poder
el General Augusto Pinochet quien encabeza una cruenta y larga tiranía.
1976: Asume el poder una dictadura militar en Argentina. Años después se
desclasificaron en Estados Unidos casi 5000 documentos secretos que revelaron
la estrecha colaboración y el apoyo otorgado desde los más altos niveles del
poder en Washington a los militares argentinos, responsables de la muerte de al
menos 30.000 argentinos, una gran parte de ellos jóvenes estudiantes y
trabajadores. Recientemente, el Departamento de Estado de EEUU ha
desclasificado documentos que implican directamente al antiguo secretario de
Estado Henry Kissinger y otros altos responsables norteamericanos en los
crímenes cometidos por la dictadura argentina, que puso en marcha una campaña
de asesinatos, torturas y "desapariciones" tras asumir el poder. Kissinger estuvo
involucrado en las operaciones del llamado Plan Cóndor, una red de cooperación
para capturar y ejecutar opositores políticos en Argentina, Brasil, Chile, Uruguay,
Paraguay y Bolivia.

1980: Estados Unidos incrementa la asistencia masiva a los militares de El


Salvador que se enfrentan a las guerrillas del FMLN. Los escuadrones de la
muerte proliferan; el Arzobispo Romero es asesinado por terroristas de derecha;
35 mil civiles son muertos entre 1978 y 1981. La violación y asesinato de 4 monjas
por sicarios de los militares hace que el gobierno yanqui suspenda la ayuda militar.
por un mes.

1981: La Administración Reagan inicia la guerra de los "contra" para destruir el


gobierno sandinista en Nicaragua.

La CIA avanza en la organización de los "contras" en Nicaragua. Habían


comenzado el año anterior con un grupo de 60 antiguos guardias de Somoza.
Cuatro años después llegarían a agruparse en la "contra" casi 12 mil ex guardias.
De los 48 jefes militares más importantes de la "contra", 46 habían sido oficiales
de la Guardia Nacional. Estados Unidos también avanzó en la guerra económica
contra Nicaragua y en las presiones ejercidas por el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial.

El general Omar Torrijos, presidente de Panamá, muere en un accidente aéreo.


Desde entonces ha existido la sospecha de que la CIA tuvo que ver con el
desastre, debido al nacionalismo patriótico de Torrijos y a las relaciones amistosas
que su gobierno sostenía con Cuba.

1983: Se produce la invasión de cinco mil infantes de marina de Estados Unidos


a la pequeña isla caribeña de Granada. Las tropas yanquis entraron poco después
de que una conspiración había sacado del poder a Maurice Bishop, un líder
izquierdista y nacionalista.

1989: Estados Unidos invade Panamá para arrestar a quien fuera su protegido,
Manuel Noriega. La operación dejó no menos de 3 mil bajas civiles.

1990: Estados Unidos interviene masivamente en el proceso electoral de


Nicaragua a través de acciones encubiertas y también públicas. Washington
consolidó abiertamente la coalición de oposición, aunque tales prácticas son
ilegales según la ley estadounidense.

2000: Como parte de la "Guerra a las Drogas", Estados Unidos lanza el Plan
Colombia, un programa de ayuda masiva civil y militar a un país que quizás tenga
el peor récord de derechos humanos en el hemisferio. El financiamiento de
Estados Unidos para este Plan es de 1 300 millones, de los cuales el 83 por ciento
está destinado al gasto militar. El Plan Colombia después se ha subsumido en la
"Guerra contra el Terrorismo".

2002: Estados Unidos apoyó y financió a los elementos que organizaron el


fallido golpe de Estado del 11 de abril en Venezuela.

Cronologías que han servido de base:

Mark Rosenfelder: U.S. Interventions in Latin America, 1996


Roberto Bardini: Tropas extranjeras y maniobras militares. Inmunidad es
impunidad, 7 de Julio de 2003

Fuentes utilizadas por ambos autores:

Black, George. The Good Neighbor . Pantheon Books, New York: 1988. Highly
recommended. An often amusing history of U.S. attitudes toward its southern
neighbors.

Burns, E. Bradford. Latin America: A concise interpretive history . 4th ed.


Prentice-Hall, Englewood Cliffs: 1986. Not only what the U.S. does to Latin
America, but what Europe and the Latin Americans do to Latin America.

Chomsky, Noam. Year 501: The Conquest Continues . South End Press, Boston:
1993. Packed with documentation.

Galeano, Eduardo. Century of the Wind and Faces & Masks . Pantheon Books,
New York: 1988. (Originally published as Memoria del fuego II, III: El siglo del
viento, Las caras y las mascaras .) Vignettes from history, from a master Latin
American novelist. As history, take it with a grain of salt.

Gleijeses, Piero. Shattered Hope: The Guatemalan Revolution and the United
States, 1944-1954 . Princeton, Princeton NJ: 1991. The definitive study of the
Arévalo/Arbenz administrations and the U.S. coup.

Kwitny, Jonathan. Endless Enemies: The Making of an Unfriendly World .


Congdon & Weed, New York: 1984. By a former Wall Street Journal reporter.

-Patricia Galeana, Cronología Iberoamericana 1803-1992, Fondo de Cultura


Económica, México, 1993
Gastón García Cantú, Las invasiones Norteamericanas en México, Editorial Era,
México, 1974.

Gregorio Selser, Cronología de las Intervenciones Extranjeras en América Latina


(1776-1945), coedición de las universidades Nacional Autónoma de México,
Obrera de México, Autónoma Metropolitana-Atzcapozalco

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