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“Evaluación y prevención de la ansiedad social en España y distintos países Iberoamericanos: un estudio transcultural” (referencia BSO2003/07029/PSCE) Universidad
de Granada. Director Dr. Vicente Caballo View project
Factores de riesgo y predictores psicosociales y neuropsicológicos asociados a la conducta suicida en estudiantes universitarios entre 16 a 25 años en las ciudades de
Manizales y Medellín View project
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Vicente E. Caballo
Miguel Ángel Simón
(Direcció, y coordinación)
PSICOLOGIA PIRAMIDE
Dirección y coordinación
VICENTE E. CABALLO MIGUEL ÁruCCI SIMÓN
pHoFESoR TrruLAR oE psrcopnrolocin clreoRÁlco oe pslcor-ooÍl or u slr-uo
DE LA UNIVERSIDAD DE GRANADA DE LA UNIVERSIDAD DE LA CORUNA
MANUAL DE PSICOLOCíN
CLíNIGA INFANTIL
Y DELADOLESCENTE
tastornos generales
EDICIOI\ES PIRAMIDE
COLECCIÓN «PSICOLOGÍA»
Director:
Francisco J. Labrador
Catedrático de Modifrcación de Conducta
de la Universidad Complutense de Madrid
@ Vicente E. Caballo
Miguel Ángel Simón
@ Ediciones Pirámide (Grupo Anaya, S. A.), 200 1, 2002, 2005, 20[,6, 200.8, 2010
Juan Ignacio Luca de Tena, 15. 28027 Madid
Teléfono:91 393 89 89
Depósito legal: M. 38.178-2010
ISBN: 978-84-368-1577 -l
Printed in Spain
Impreso en Lavel, S. A.
Polígono Industrial Los Llanos. Gran Canaria, l2
Humanes de Madrid (Madrid)
Indice
PARTE PBIMERA
Panorama general de los trastornos infantiles
l. Introducción 29
2. Importancia de los trastornos inlantiles 29
3. Consideraciones epidemiológicas ................ 30
3.1. Prevalencia ................... 30
3.2. Dilerencias debidas a la edad 31
3.3. Estatus socioeconómico .................... 31
3.4. Dilerencias debidas al género 32
3.5. Raza y cultura JJ
4. Cuestiones básicas de la psicopatología infantil 34
4. 1. Psicopatología,/normalidad .................. 34
4.2. Funcionamiento adaptativo .................... 34
4.3. Continuidades y discontinuidades evolutivas 35
4.4. Yias de desarrollo 37
4.5. Riesgo y resistencia il
4.6. Infl uencias contextuales .................... 39
5. La definición de la psicopatología infantil 39
5.1. La psicopatología como dificultad para la adaptación 39
5.2 El impacto del informador 40
5.3. Lacomorbilidad 4t
6. Clasificación y conceptualización de la psicopatología infantil 42
6. l. Síntomas individuales 42
6.2. Diagnóstico y clasificación ................. 42
6.3. Dimensiones de la psicopatologÍa infantil ........... 43
6.4. Categoías de la psicopatología infantil 43
7. El tratamiento de la psicopatología infantil 46
7.1. La evaluación de los trastornos infantiles 46
€ Ediciones Pirámide
10 lndice
PABTE SEGUNDA
Trastornos de ansiedad
l. Int¡oducción 59
2. Descripción clínica ........... 59
2.1. Definicióny caracterización ............... 59
2.2. Clasificación ............... 64
2.3. Epidemiología .............. 66
3. Teorías etiológicas 66
4. Evaluación 68
4.i. Inventarios de miedos 69
4.2. Observación ................ 7O
4.3. Escalas de estimación '72
1. Introducción......... 93
2. Descripción de los trastornos . ...... 94
2.1. Trastorno de ansiedad generalizada tT.\G, 94
2.2. Trastomo de pánico (TP) ............'. 96
3. Epidemiología 99
3.1. Trastorno de ansiedad generalizada (TAG) ... 99
3.2. Trastorno de pánico (TP) ,............. 101
4. Teorías sobre eI desarrollo de los trastornos de ansiedad 103
4.1. Teorías biológicas 103
4.2. Teoías cognitivo-conductuales 105
5. Evaluación t07
5.1. Evaluación por medio de instrumentos psicológicos ro7
5.2. Otros instrumentos de evaluación 109
O Ediciones Pirámide
I
índice I 11
6. Tratamiento 110
6.1. Inteilención en e1 trastorno de ansiedad generalizada (TAG) ............ 110
6.2. Intervención en el trastorno de pánico (TP) .............. 1 15
1. ...........
Conclusiones y tendencias futuras 117
8. Referencias I 18
9. Lecturas recomendadas 120
PARTE TERCERA
Estado de áñimo depresivo
lnrroducción t39
Descripción ciínica ........... 140
2.I . Dehnición y caracterización ............... r40
2.2. Clasrftcación ............... r43
2.3. Epidemiología .............. t44
Teo¡ías etiológicas t47
3.1. Teorías psicológicas t47
3.2. TeorÍas biológicas 155
4 Evaluación r56
4.1. Dificultades de Ia evaluación t57
4.2. Técnicas de evaluación 160
i Ediciones Pirámide
12
5. Terapia iól
5.1. Tratamientos psicológicos ...... .... r6l
5.2. Tratamientos biológicos .................... 169
5.3. Programa emoción-actividad-cognición t'7?
6. Conclusión y tendencias futuras ....... 116
7. Referencias 116
8. Lecturasrecomendadas 185
PARTE CUARTA
Consumo problemático de sustancias
7. Psicopatología y tratamiento de la drogadicción en niños y adolescentes
(Elisardo Becoña y Fernando L. Vázquez) 213
1. Introducción 213
2. Descripción del trastorno 214
2.1. Definición.................... 214
O Ediciones Pi¡ánide
índice I 13
PARTE QUINTA
Trastornos del sueño
PARTE SEXTA
Conducta alimentaria anómala
:::ciones Pirámide
t
.x
14 lnd¡ce
PARTE SÉPTIMA
Problemas relacionados con el abuso infantil
PARTE OCTAVA
Movimientos/vocalizaciones anómalos
1. Introducción.................. 325
2. Descripción de las conductas estereotipadas y autolesivas ......... 325
2.1. Def,rnición .................... 326
2.2. Clasificación y diagnóstico ........ 328
2.3. Frecuencia, distribución v caracteísticas 331
3. Enfoquesetiológicos 334
3.1. Teorías biológicas ... 334
3.2. Teo¡ías conductuales 336
340
5. Tratamiento conductual . ..: 342
5.1. Bases empíricas del tratamiento conductual i+l
5.2 Un programa de tratamiento conductual 34s
6. Conciusiones 34'7
7. Referencias 347
8. Lectu¡asrecomendadas 354
O Ediciones Pirámide
índice I 15
356
356
3s7
357
3s8
359
359
3s9
360
361
-5. Tratamiento de los trastomos por tics .......:............... 362
362
362
6
366
7,
367
8.
368
9. Lecturas recomendadas
370
PARTE NOVENA
Trastornos de la capacidad intelectual
r3. Características clínicas y tratamiento del retraso mental (Miguel
Ánget
Verdugo y Cristina Jenaro)
313
1. Introducción .............
it-'\
2. Descripción
374
2.1. Defrnición .........
374
2.2. Clasiftcación del retraso mental según el DSM_IV-TR 376
2.3. Clasifrcación según la Asociación Americana de Retraso Mental ................. 318
2.4. Etiología
379
2.5. Epidemiología ..............
380
2.6. Teorías cognitivo-conductuales
382
1- Evaluación e intervención
383
3.1. Bases teóricas
383
3.2. Pautas para la intervención en estudiantes con retraso mental ...........
386
3.3. Intervención en personas con retraso mental en transición a ra vida
adulta ..........
390
4. Conclusiones y tendencias futuras ...........
394
5. Referencias
39s
6. Lecturas recomendadas
397
PARTE DÉCIMA
Trastorno por déf¡cit de atención
14. Hiperactividad infantil: conceptualizac¡ón, evaluación y tratamiento
(Mateu Servera, Xavier Bornas e lnmaculada Moreno)
401
l. Introducción
401
2. Conceptualización del trastomo
402
2.1. Definición y sintomatología básica
402
2.2. Otra problemática asociada 404
2.3. Criterios diagnósticos
405
O Ediciones Pilímide
16 I indice
El campo de la psicología clínica infantil y del vida. Los primeros debates se centraron en temas de
adolescente tiene una largay rica tradición. Sus oí- autonomía y organización y estaban ligados a las
genes se remontan a los primeros años de 1900, principales perspectivas sobre el mundo, resumidas
habiéndose centrado inicialmente en la evaluación de más adecuadamente en los modelos «mecanicista» y
niños y adolescentes que manifestaban una serie de <<organicisto> sobre el desarrollo. Según el punto de
problemas de comportamiento y de aprendizaje en la vista mecanicista, se consideraba que los organismos
escuela y en las clínicas de salud mental. Los psicó- eran similares a las máquinas que eran controladas
logos, en particular, invirtieron grandes cantidades de por fuerzas desde el mundo exterior. Es decir, con res-
tiempo, energía y recursos en la evaluación de estos pecto al desarrollo, se veía a los organismos, en gran
problemas, prestando escasa atención a su tratamien- medida, como receptores pasivos de información y
to y menos aún a su posible prevención. Además, se respondiendo a estímulos cada vez más complejos
ignoró frecuentemente el estudio de la psicopatología y variados. Además, se creía que los cambios que
de estos trastornos, sus causas, su curso y sus conse- tenían lugar en la conducta a lo largo del tiempo refle-
cuencias sobre el desarrollo. Durante muchos años, jaban modificaciones graduales en los estímulos ante-
se consideraba a los niños como adultos en miniatu- cedentes y consecuentes y las expücaciones sobre el
ra y las estrategias de evaluación y tratamiento que se desarrollo provenían principalmente de los principios
habían demostrado eficaces para los adultos eran de la teoría del aprendizaje (condicionamiento,
aplicadas directamente a los niños y adolescentes, refuerzo). Por ejemplo, Skinner (1938) alegaba que
como sifueran adultos en miniatura. La situación no «la premisa básica de la psicología conductual (era)
podía ser más absurda: los niños tienen sus propias que todos los organismos, humanos y subhumanos,
maneras de pensar, sentir y comportarse (Ollendick y jóvenes y vleTos (cursiva añadida), estaban sujetos a la
Hersen, 1998). Afortunadamente, en los últimos años misma ley del efecto (principio del refuerzo) y po-
se ha empezado a aplicar una perspectiva evolutiva a dían estudiarse de la misma forma básica» (p.27).
los niños y adolescentes y se han conseguido nota- Como consecuencia, los clínicos e investigadores de
bles progresos. orientación conductual consideraban que el desarrollo
Dentro del extenso campo de la psicología evolu- y los procesos del desarrollo tenían poca importancia
tiva, los teóricos han debatido durante mucho tiempo clínica (Ollendick y Cemy, i981).
qué modelo evolutivo refleja mejor los numerosos Al contrario de 1o que sucede con las cualidades
cambios que tienen lugar en ruños y adolescentes a lo pasivas del organismo inherentes a la posición meca-
largo de su desarrollo y durante estos peíodos de la nicista, los defensores del modelo organicista del
desarrollo sugerían que los organismos eran agentes
activos implicados en la construcción de su ambiente.
Virginia Polytechnic Institute and State University (USA)
Traducido y adaptado por V. E. Caballo. Además, los teóricos organicistas describían a menu-
O Ediciones Pirámide
18 I eratogo
do el desarrollo a través de etapas (por ejemplo, las terminadas o a algunos procesos interactivos/transac-
etapas propuestas por Piaget sobre el desarrollo cog- cionales complejos) influyen sobre el desarrollo pos-
nitivo, las etapas psicosexuales de Freud y las etapas terior. Así, la diversidad o variedad de cambios posi-
de Erickson sobre el desarrollo de la identidad). Estas bles en un momento posterior en el tiempo están
teoías mantenían que las estructuras y funciones limitados por aquellos que ocurrieron en un momen-
básicas cambiaban con la edad y reflejaban formas to temporal anterior.
emergentes, cualitativamente diferentes, de interac- Estrechamente relacionado con el campo de la psi-
tuar con el ambiente. En su expresión más pura, este cología evolutiva se encuentra el campo de la psico-
modelo afirmaba que el cambio era consecuencia, en patología evolutiva, una rica mezclade psicología clí-
gran medida, de procesos de maduración que estaban nica infantil y del adolescente y de psicología
determinados por factores orgiinicos intínsecos en evolutiva. Sroufe y Rutter (198a, p. 18) definen a la
yez de por fuerzas ambientales. psicopatología evolutiva como <<el estudio de los orí-
Décadas de debate entre los defensores de estos genes y del curso de los patrones individuales de desa-
dos modelos, así como el reconocimiento de sus daptación conductual, cualesquiera que sean la edad
limitaciones, condujeron a la aparición de un tercer de inicio, las causas, las trasformaciones en manifes-
modelo de clesarrollo denominado modelo <<transac- taciones conductuales y por más complejo que pueda
cional>>. Conocido también como <<contextualismo ser el curso del patrón de desarrollo>>. Implícita en esta
evolutivo>>, el modelo transaccional representa una definición se encuentra, por supuesto, la preocupación
integración de los dos modelos descritos anterior- por el desarollo y por las distorsiones o desviaciones
mente (Sameroff, 1995) y era altamente consistente del mismo (es decir, psicopatologías clínicas) que
con los principios de la teoía del aprendizaje oculren a través y a lo largo de la vida y por los pro-
sociaUcognitivo social (cf. Bandura, 1971, 1989). cesos asociados con estos compoÍamientos desadap-
Según este modelo, se proponía que los cambios evo- taúvos. Desde esta perspectiva, el estudio de la psico-
lutivos tenían lugar como consecuencia de las inte- patología se organiza alrededor de hitos, transiciones
racciones recíprocas continuas (por ejemplo, transac- y secuencias en el desarrollo físico, cognitivo y socio-
ciones, determinismo recíproco) entre un organismo emocional. De este modo, el desarrollo se considera
activo y su contexto ambiental activo. Se decía que como una serie de reorganizaciones cualitativas den-
los organismos influían sobre su propio desarrollo al tro y entre sistemas. El carácter de estas reorgariza-
ser tanto productores como productos de su ambien- ciones se encuentra determinado por diversos factores
te. Aunque todavía persisten algunas diferencias en la en distintos niveles de análisis (por ejemplo, genético,
teoría y la filosofía, hoy día la mayoía de los psicó- constitucional, fisiológico, conductual, psicológico,
logos evolutivos están de acuerdo en que el desarro- ambiental y sociológico) que están en transacción
l1o implica cambios sistemáticos, sucesivos y adapta- dinámica mutua. El desarrollo patológico se entiende,
tivos dentro y a 1o largo de los períodos vitales en la por tanto. como una falta de integración entre estos
estructura, funciones y contenido de las caracteísti- sistemas que contribuyen, de forma sinérgica, a la
cas mentales, conductuales, sociales e ilrterpersonales adaptación en determinados niveles de desarrollo.
del individuo (Lease y Ollendick, 2000; Ollendick y Aunque. por una parte, se supone que el desarrollo
Vasey, 1999; Vasey y Ollendick, 2000). Debido a que influye sobre el funcionamiento posterior, no está impli-
los cambios evolutivos tienen lugar de una manera cada necesariarrrente la continuidad isomórfica del com-
ordenada (por ejemplo, son sistemáticos y sucesivos), portamiento. Por el contrario, se sugieren múltiples vías
se infiere que los cambios observados en un momen- a través de las que pueden tener lugar las consecuencias
to temporal influirán sobre los acontecimientos pos- evolutivas, basiándose en la idea de que el desarrollo
teriores (aunque no necesariamente de una manera sano y el patológico provienen de transacciones únicas y
lineal). Los cambios que tienen lugar en un determi- distintivas entre un organismo en cambio y su contexto
nado momento temporal (ya sean debidos al aprendi- ambiental (el principio de la equifinalidad). Por tanto, es
zaie, a la manifestación de estructuras básicas prede- importante idenúhcar y comprender las caracteísticas
@ Ediciones Pirámide
Prólogo I 19
intra y extraindividuales que facilitan o inhiben las des- Bandura, A. (1989): Social cognitive theory. En R. Vasta
viaciones iniciales o bien mantienen u obstaculizan el (di.). Annals of child developmenr (Yol. 6).
desarrollo y la adaptación tempranos. Dingiéndose a Greenwich. Ct: JAI Press.
este objetivo, el campo de la psicopatología del desa- Lease, C. A. y Ollendick, T. H. (2000): Development and
rrollo se interesa principalmente por los oígenes y el psychopathology. En M. Hersen y A. S. Bellack
(dirs.), Psychopathology in adulthood,2." ed. Boston:
curso de un trastomo determinado, por los aspectos
precursores y las secuelas, por sus variaciones al mani- Allyn and Bacon.
Ollendick, T. H. y Cerny, J. A. (1981): Clinical behavior
festarse con el desanollo y, a un nivel más amplio, por
therapy with children. Nueva York: Plenum.
sus relaciones con patrones de compoftamiento no per-
Ollendick, T. H. y Hersen, M. (1998): Handbook of child
turbados (Lease y Ollendick, 2000; Rutter, 1985;Toth
psychopatholo1j,3.u ed. Nueva York: Plenum.
y Cicchetti, 1999).
Ollendick, T. H. y King, N. J. (2000): Empirically sup-
Como puede resuitar evjdente a partir de los ported treatments for children and adolescents. En
comentarios anterjores, la perspectiva de la psicopa- P. Kendall (dir.), Child and adoLescent therapy:
tología evolutiva no respalda ni defiende una explica- Cognitive-behavioral procedtrres. Nueva York:
ción u orientación teórica determinada para la com- Guilford.
prensión de los trastornos del comportamiento infantil Ollendick, T. H. y Vasey, M. W. (1999): Developmental
(por ejemplo, teoría psicodiniímica, teoía del apren- theory and the practice of clinical child psychology.
dizaje social), ni tampoco sustituye a teoías específi- Journal of Clinical Child Psychology, 28, 457 -466.
cas; por el contrario, se intenta mejorar el conoci- Russ, S. W y Ollendick, T. H. (dirs.) (1999):
miento sobre las conexiones entre fenómenos que de Psychotherapies with children and families. Nteva
otra manera podían parecer sin relación o desconec- York: Plenum.
tados. Este enfoque se ha aplicado con éxito hoy día Rutter, M. (1985): Resilience in the face of adversity:
a la psicopatología, a la evaluación, al tratamiento y a Protective factors and resistance to psychiatric disor-
la prevención de los trastomos del comportamiento der. British Journal of Psychiatry, 117, 49&-611.
infantiles y del adolescente (por ejemplo, Ollendick y Sameroff, A. J. (1995): General systems theories'and
King, 2000; Russ y Ollendick, 1999; Silverman y developmental psychopathology. Developmental
Olendick, 1999;Weisz y Weersing, 1999). P sychopatholo gy, l, 659 -695.
En el presente trabajo, Caballo y Simón han Silverman, W. K. y Ollendick, T. H. (dirs.) (1999):
agrupado a algunos de los principales investigado- Developmental issues in the clinical treatment of child-
r¿n. Boston: Allyn & Bacon.
res y clínicos que trabajan con niños y adolescentes
Skinner, B. F. (1938): The behavior of organisms. Nteva
a nivel internacional y han proporcionado una rica
York: Appleton.
visión del entusiasmo y de los avances que caracte-
Sroufe, L. A. y Rutter, M. (1984): The domain of deve-
rizan al campo de la psicolo gía clínica infantil y del
lopmental psychopatholo gy. Child D ev elopment, 5 5,
adolescente. Un enfoque evolutivo impregna n-29.
muchas de las contribuciones y prevalece un pro- Toth, S. L. y Cicchetti, D. (1999): Developmental psy-
fundo respeto por el estatus empírico de las pro- chopathology and child psychotherapy. En S. W.
puestas sobre la evaluación y el tratamiento. El Russ and T. H. Ollendick (dirs.), Handbook of psy-
campo ha recorrido un largo camino en los últimos chotherapies with children and families. Nueva York:
100 años; libros como este establecerán el escenario Kluwer Academic/Plenum.
para el tercer milenio. Vasey, M. W. y Ollendick, T. H. (2000): Anxiety. En
M. Lewis y A. Sameroff (dirs.), Handbook of deve-
lopmental p sychopatholo gy. Nueva York: Plenum.
REFERENCIAS Weisz, J. R. y Weersing, V. R. (1999): Developmental
outcome research. En S. W Russ y T. H. Ollendick
Bandura, A. (1971): Social learning theory. Englewood (dtrs.'), Developmental issues in the clinical treatment
Cliffs. NJ: Prentice-Hall. of children. Boston: Allyn and Bacon.
e Ediciones Pirámide
Prefacio
La psicología clínica infantil y del adolescente el momento actual. El doctor Mash revisa el estado
constituye un campo importante de la salud mental actual de algunas cuestiones básicas relativas a la
que frecuentemente ha sido descuidado en favor de la psicopatología, la evaluación y el tratamiento de los
psicología clínica del adulto (Caballo, 199711998). problemas infantiles, incluyendo datos recientes
Métodos y técnicas de evaluación e intervención sobre la eficacia del tratamiento cognitivo-conduc-
desarrollados para este último tipo de población se tual con niños. Los tres capítulos siguientes abordan
han generalizado a menudo a la infancia y a la ado- algunos de los trastornos de ansiedad más importan-
lescencia, obviando la investigación propia de estas tes en la infancia y/o la adolescencia, específica-
etapas de la vida. Aunque la situación está cambian- mente las fobias y miedos, el trastorno por ansiedad
do, el proceso es lento y todavía queda mucho por geteralizada y el trastomo por pánico y el trastorno
hacer. El manual que aquí presentamos representa por estrés postraumático. En todos los casos se pre-
un intento de avanzar un poco más en el difícil senta un panorama actual de estos trastornos centra-
ámbito de la psicología clínica infantil y del adoles- do en la infancia, aun cuando el DSM-IV-TR no pre-
cente. El contenido del manual sigue de cerca la senta criterios específicos para diagnosticar dichos
clasificación del DSM-IV-TR (APA, 2000), abor- problemas en niños. Los capítulos 5 y 6 abordan el
dando una gran parte de los trastornos propuestos estado de ánimo deprimido, centrándose en la depre-
por este sistema nosológico. Cada capítulo puede sión infantil y adolescente, por algunos de los máxi-
dividirse en dos grandes partes, una dedicada a la mos especialista a nivel internacional sobre este
psicopatología del problema, incluyendo su defini- tema, y en el duelo, un asunto poco trabajado empí-
ción, epidemiología, características clínicas, etc., y ricamente y sobre el que se necesita mucha más
1a otra dedicada al tratamiento del trastorno, funda- investigación. El siguiente capítulo trata del consu-
mentalmente desde una perspectiva conductual o mo de sustancias psicoactivas en niños y adolescen-
co gnitivo-conductual. tes, un tema difícil y de enorme actualidad, que tie-
El volumen que el lector tiene en sus manos ne un impacto destructivo sobre la juventud de hoy
incluye problemas infantiles y del adolescente que se día. El capítulo 8 aborda los trastornos del sueño en
encuadran en iíreas como trastornos por ansiedad, la infancia, deteniéndose en los problemas más fre-
depresión, consumo de sustancias psicoactivas, tras- cuentes y en los que la intervención cognitivo-con-
tornos del sueño, trastornos de la conducta alimenta- ductual tiene una mayor eficacia. Los problemas de
ria, abuso sexual infantil, movimientos/vocalizacio- la conducta alimentaria, anorexia y bulimia nervio-
nes anómalos, trastornos de la capacidad intelectual e sas, un tema de gran impacto social y de relevante
hiperactividad. El primer capítulo presenta un pano- actualidad, especialmente entre las adolescentes,
rama general de algunos de los principales problemas constituyen el contenido del capítulo 9. A continua-
de la psicología clínica infantil y del adolescente en ción se aborda el abuso infantil y las consecuencias
O Ediciones Pirámide
26 I Prefac¡o
VlcBNr¡' E. CesA'I-Lo
Mtcust- A. SttvtÓN
REFERENCIAS
para el trata-
Caballo, V. E- (dir.) (1991 1L998): Manual
ffastornos psico-
miento cognitivo-conductual de los
tógic d:
Caballo, ): al handbook of
cogn ra for PsYchologi-
QO(ül_\'. Dingnosric
rders (4'" ed' Texto
revisado) (DSM-N-TR)' Washington: Autor'
@ Ediciones Pirámide