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Universidad Abierta Para Adultos

Escuela de ciencias jurídicas y políticas.

Asignatura:
Penología y / o Derecho Penitenciario.

Sección:
2GV-70-2.

Tema:
Circunstancias que Modifican la pena.

Participante:

Hermi María Parra Santos.

Matrícula:

16-6006.

Facilitador:
Dr. Alexis Sánchez Vásquez.

Fecha de entrega:
25/9/2019.

Santos Domingo Este, República Dominicana.


INTRODUCCIÓN.

En la escena del crimen se encuentran todos los elementos de hecho que el


investigador necesita para la averiguación de la verdad; individualizar al autor o
a los autores, relacionarnos con el delito, determinar su grado de participación
y responsabilidad.

Los elementos de hecho son básicamente: cosas, hechos, documentos,


personas físicas; todo aquello que cuente una historia, sea con palabras o
como resultado de procesos lógicos, deducibles de esos elementos. La
persona que presenció los hechos puede narrarlos con palabras; la piedra
ensangrentada junto al cadáver; los casquillos de bala dispersos cerca del
occiso; la carta donde se relata el deseo de matar a determinada personas o
motivos suficientes para desear hacerlo; etc.

El lugar de hallazgo del cuerpo del delito nos puede conducir a la escena del
crimen, por medio de sustancias, que podrían no ser originarias, o ser
inexistentes, en el lugar donde se encuentra el cuerpo; encontrar rastros en el
trayecto de un lugar a otro, fragmentos de cuerpo, manchas de sangre, todo
esto puede ser una dirección para encontrar la escena del crimen.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

Analizar la circunstancia que pueden disminuir o agravar la pena en el


juicio penal.

Determinar la circunstancia que pueden disminuir o agravar la pena en


el juicio penal con lo cual se determine la legalidad y justeza de la pena.

Realizar un caso simulado, y a partir del mismo determine las


circunstancias agravantes en este caso durante un juicio penal.
DESARROLLO.

Distinguido participante:
Consulte la bibliografía básica de la unidad y demás fuentes complementarias
del curso; luego realice la actividad que se describe a continuación:
1- A partir de los datos proporcionados por su facilitador, construya un caso
simulado, y a partir del mismo determine las circunstancias agravantes en este
caso durante un juicio penal.

Análisis del Caso


Una persona va conduciendo un vehículo por la Av. Padre Castellano, el
conductor violo una luz roja y atropello a un ciudadano, el conductor emprendió
la huida, llamaron a una ambulancia, un patrullero de la PN lo detuvo, se dio
cuenta que estaba embriagado y que tenía licencia vencida, al investigarlo se
descubrió que ya el conductor había tenido con anterioridad otro accidente y
que también había abandonado a la víctima, la persona accidentada, duro 45
minutos para llegar al hospital más cercano pero a la media hora murió.

Son circunstancias agravantes subjetivas, aquellas que se encuentran


vinculadas a la culpabilidad del autor o que individualiza a quien comete la
infracción (autor) o a quien le perjudica (víctima). Tal es el caso de la
premeditación y la asechanza en el homicidio o en los golpes y heridas
previstos en los artículos 296, 297 y 310 del Código Penal que son
circunstancias vinculadas a la culpabilidad del autor.

En esta circunstancia se debe agravar Del homicidio El homicidio se


agrava en nuestra legislación fundamentalmente por varias situaciones
que pueden ser agrupadas en dos conjuntos, a saber: 1) la manera o
medio empleado para cometerlo; 2) la calidad de la víctima o por su edad.
Al igual que en nuestro derecho existen agravantes, encontramos
circunstancias que tienden a disminuir o atenuar la pena imponible y, en
algunos casos, hasta impiden la imposición de una pena circunstancias
atenuantes especiales o excusas. Para distinguir las primeras de las segundas
llamaremos a aquellas que tienden a disminuir la pena circunstancias
atenuantes propiamente dichas y a las que tienden a impedir su imposición la
llamaremos circunstancias atenuantes especiales o excusas.

Cuando la ley pronuncie la pena de treinta años de reclusión mayor, se reduzca


hasta veinte años de reclusión mayor; Cuando la pena establecida en la ley sea
la del veinte años de reclusión mayor, se podrá reducir e imponer una pena en
una escala comprendida entre los tres y diez años de reclusión mayor, e
incluso se puede rebajar a dos años de reclusión menor, si se considera que a
favor del condenado existen más de dos circunstancias atenuantes;

Cuando la Ley establece una pena que se comprenda en la escala de la


reclusión mayor (3 a 20 años) y siempre que no sea el máximo, se podrá
reducir la pena hasta la escala de reclusión menor (2 a 5 años), e incluso a la
prisión correccional cuya duración no podrá ser menos de un año, salvo que la
ley permita una reducción de la prisión a menor tiempo;

Cuando la pena sea la reclusión menor (2 a 5 años) o la de detención (3 a 10


años), se podrá reducir hasta la de prisión correccional sin que la duración
mínima de la pena pueda bajar de dos meses;

Cuando se deba imponer de manera simultánea las penas de prisión y multa,


se podrá reducir el tiempo de la prisión, a menos de seis días, y la multa a
menos de cinco pesos, aún en el caso de reincidencia, o simplemente imponer
la prisión o la multa e incluso sustituir la pena de prisión con la de multa, sin
que en ningún caso puedan imponerse penas inferiores a las de simple policía.
La doctrina clásica es unánime en afirmar que del artículo 463 del Código
Penal se deducían dos fundamentales consecuencias, a saber:

1. La norma no exige que el juez o tribunal explique de donde deduce o cuáles


son las atenuantes tomadas en cuenta para reducir la pena; y

2. El juez o tribunal aun cuando aplique las circunstancias atenuantes no


puede imponer una pena menor que la autorizada para cada caso por el
referido texto legal.
Las circunstancias que modifican la responsabilidad que se contrae al cometer
un delito, contribuyen a medir de forma adecuada la pena que extinguirá esta
responsabilidad.

La existencia de una infracción penal depende de la presencia de todas las


características que componen el tipo penal, pero el presupuesto generador de
la pena no se agota en las características que fundamentan la responsabilidad
criminal, puesto que en el hecho delictivo o a su alrededor, pueden aparecer
otros factores que delimiten la gravedad de la pena, siendo los atenuantes uno
de estos factores modificativos.

Los ordenamientos jurídicos frecuentemente conceden arbitrio judicial para la


apreciación de las circunstancias atenuantes.

Para atenuar el caso.

Las leyes penales señalan algunas causas que disminuyen la responsabilidad


criminal, pero no la anulan totalmente: como base de ese análisis puedo
decir que la embriaguez no habitual, la de ser el culpable menor de
dieciocho años, la de no haber tenido el delincuente intención de causar un
mal de tanta gravedad como el que produjo, la de obrar por estímulos o
motivos morales altruistas o patrióticos de notoria importancia, etc.

Son también circunstancias atenuantes, la reparación en lo posible -a impulsos


de arrepentimiento espontáneo- de los efectos o consecuencias del delito, dar
satisfacción al ofendido o bien confesar a las autoridades la infracción.
CONCLUSIÓN.

Finalmente la existencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad


criminal desconocida desde antes que existiera el derecho codificado. Sin
embargo, es a partir de la codificación que las mismas surgen con igual
alcance, definición, y características con que se conocen hoy.

De esta manera podemos distinguir nítidamente dos etapas bien diferentes de


la historia acerca de dichas circunstancias, etapas en las que el significado y
alcance de éstas varían de forma considerable.

La primera de las etapas se ubica en la época anterior al movimiento de


codificación y, la segunda, después de que tuvo lugar tal movimiento, siendo la
frontera que delimita estas dos etapas la Revolución Francesa.

En el mismo momento en que el mundo occidental vivía el Humanismo y


cuando el denominado enciclopedismo se encontraba en pleno apogeo se
genera un importante movimiento en contra del sistema de penas vigente. Más
tarde, y tras la Declaración de los Derechos del Hombre surgida de la
Revolución Francesa, se experimenta un importante giro en sus
planteamientos.

De esta manera, el Código Penal francés de 1791, establece un sistema de


penas fijas, quedando prohibido que el juez pudiese modificarla ni que pudiese
adecuarla a cada hecho en particular.
BIBLIOGRAFÍA.

Hernández Ramos, Pedro Pablo. Curso Práctico de Penología y Derecho


Penitenciario. Santo Domingo: Ediciones UAPA, Santiago de los Caballeros,
2011.

Ley No. 224 sobre Régimen Penitenciario, del 26 de junio de 1984.

Camacho Hidalgo, Ignacio P., Introducción al Derecho Penitenciario, Editora


Manatí, 2da., ed., 2005.

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