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Anatomía:
El tórax se halla constituido por: esternón, 12 costillas, vertebras dorsales y
cartilagos costales
ESTERNÓN
Hueso plano, situado en la parte anterior y media del tórax, se pueden distinguir tres
porciones: primero, el preesternón, manubrio o puño; segundo, el mesoesternón,
cuerpo o lámina; y tercero, el xifoesternón, punta o apéndice xifoides.
CARA ANTERIOR: convexa, ángulo de Louis
CARA POSTERIOR: cóncava. Rugosidades para inserción del triangular del
esternón
BORDES LATERALES: escotaduras condrales, donde se inserta los
primeros 7 cartilagos costales. Escotadura intercondrales, estas son en
número de 6, una entre cada dos condrales
EXTREMIDAD SUPERIOR: horquilla esternal y escotadura clavicular
EXTREMIDAD INFERIOR / APÉNDICE XIFOIDES: mucho más delgada,
lleva con frecuencia un orificio o agujero xifoideo.
ESTRUCTURA: compuesto de tejido esponjoso, rodeado de tejido compacto
COSTILLAS
Huesos largos y alargados, situados lateralmente del tórax, entre la columna
vertebral y el esternón. Son en número de 12 a cada lado. Se dividen en tres grupos:
verdaderas (7), falsas (3) y flotantes (2)
Caracteres generales de las costillas
DIRECCIÓN: primero hacia fuera y hacia abajo hasta el ángulo posterior. Se
encaminan entonces hacia delante y abajo hasta el ángulo anterior. Al final
se dirige hacia dentro, hacia abajo y hacia delante, curvatura denominada
“curvatura según sus caras”
TAMAÑO: variable. Aumenta progresivamente de la primera a la séptima y
disminuye de la séptima a la duodécima
CONFIGURACIÓN: un cuerpo y dos extremidades. Su cara externa es
convexa y sobre ella se observan los ángulos anterior y posterior y en su
parte inferior lleva un canal denominado “canal costal”, que contiene paquete
intercostal (vena, arteria y nervio costal)
EXTREMIDAD ANTERIOR: elíptica, excavada y rugosa. Recibe la
extremidad externa del correspondiente cartilago costal.
EXTREMIDAD POSTERIOR: se distinguen 3 partes: cabeza, cuello y
tuberosidad.
TUBEROSIDAD: lleva 2 salientes y se articula con la apófisis transversa de
la vértebra correspondiente.
Caracteres propios de algunas costillas
PRIMERA COSTILLA: es la más corta de todas. Tubérculo de Lisfranc. No
existe canal costal
SEGUNDA COSTILLA: se insertan músculos escalenos posterior y haz del
serrato mayor. No tiene canal costal
DECIMOPRIMERA Y DECIMOSEGUNDA COSTILLA: la duodécima se
distingue de la undécima por carecer de canal costal
ESTRUCTURA: tejido esponjoso forrado de tejido compacto
CARTÍLAGOS COSTALES
Aplanados, su cara anterior es convexa y la posterior cóncava. Sus bordes superior
e inferior limitan los espacios intercondrales. Su extremidad externa se aloja en la
extremidad anterior de la costilla y la interna para las siete primeros cartilagos que
se articulan con el esternón.
TÓRAX EN GENERAL
Limitado posteriormente con las doce vertebras dorsales, anteriormente con el
esternón, lateralmente por las costillas y los cartilagos costales.
SUPERFICIE EXTERIOR:
CARA ANTERIOR: limitada por los ángulos costales anteriores. En la línea media
se encuentra con la cara anterior del esternón y lateralmente con los cartilagos
costales.
CARA POSTERIOR: limitada por los angulos costales posteriores
CARAS LATERALES: son convexas y se hallan formadas por la cara externa de las
costillas, entre las cuales quedan los espacios intercostales.
SUPERFICIE INTERIOR:
CARA ANTERIOR: Tiene los mismos limites por dentro que por fuera y es cóncava
CARA POSTERIOR: presenta en la línea media la columna cilíndrica de los cuerpos
vertebrales y a cada lado un amplio canal o canal pulmonar que aloja el borde
posterior del pulmón correspondiente.
BASE:
Conformada por la apéndices xifoides, el reborde condral, la duodécima costilla y
por el cuerpo vertebral
VÉRTICE:
Lleva anteriormente la horquilla esternal, el cuerpo de la primer vertebra dorsal y el
ángulo xifoideo.
3.
Fracturas costales
Son la pérdida de la continuidad ósea parcial o completa de una o varias costillas.
Prevención primaria
Las medidas de utilidad para la prevención de fracturas costales son:
1. Enfatizar a la población la utilización del cinturón de seguridad cuando viajen
en automóvil.
2. Señalar a las personas de edad avanzada y a sus familiares la importancia
de modificar aquellos factores intradomiciliarios que puedan ocasionar
caídas.
Prevención secundaria
La edad es un factor de riesgo que influye en la mortalidad de un paciente con
fractura costal por lo que se recomienda investigar intencionadamente la presencia
de fracturas costales en las personas mayores de 65 años que sufrieron un
traumatismo.
Diagnóstico Clínico
1. Investigar intencionadamente la presencia de fracturas costales en todos los
pacientes con antecedentes de traumatismo torácico.
2. Buscar en los pacientes traumatizados en los que se sospecha fractura costal
la presencia de los siguientes datos clínicos:
Sensibilidad o dolor de la pared torácica.
Crepitación en el sitio de la lesión.
Datos de dificultad respiratoria.
Disnea
3. Identificar el número de fracturas costales para establecer la gravedad del
trauma y el tipo de tratamiento.
4. Investigar la presencia o el desarrollo de síntomas pulmonares (neumotórax,
hemotórax, hemoneumotórax, contusión pulmonar, tórax inestable, enfisema
subcutáneo) principalmente en los siguientes casos:
Pacientes con lesiones parenquimatosas pulmonares.
Evidencia radiológica de fractura costal.
Fractura de 3 o más costillas.
5. Identificar el nivel de la fractura costal para determinar los órganos que
pudieran estar involucrados.
Pruebas diagnósticas
1. Ante la sospecha clínica de fracturas costales, se recomienda realizar
radiografías simples de tórax y tórax óseos. Estos deberán de repetirse de
acuerdo a la condición clínica del paciente y cuando se sospeche de tórax
inestable.
2. Se recomienda realizar tomografía computarizada cuando exista la sospecha
de lesiones torácicas internas, lesiones vertebrales asociadas o cuando el
trauma ocurrió por un mecanismo de alta energía.
3. Cuando se observe ensanchamiento mediastinal en una radiografía de tórax
y conforme al antecedente del mecanismo de lesión, se recomienda realizar
tomografía computarizada con angiografía de grandes vasos para buscar
lesión aórtica.
4. Utilizar ultrasonido en las siguientes situaciones:
Sospecha de fracturas costales no demostradas en radiografías
simples.
Fracturas costales no desplazadas.
Sospecha clínica de taponamiento cardíaco.
Hemotórax.
Pacientes graves que no pueden movilizarse por sí mismos.
Tratamiento farmacológico del dolor
1. Para fracturas costales con dolor leve a moderado, se recomienda usar
analgésicos no opiáceos, como:
Paracetamol, a dosis de 500mg a 1 gr cada 4-6 horas (dosis máxima
4 gramos).
Ketorolaco a dosis de 30mg cada 6 horas por vía oral o intravenosa,
por un tiempo no mayor a 5 días (dosis máxima 120mg al día).
2. Se recomienda que a los pacientes que ingresan con dolor a admisión se les
administre un bolo de morfina a dosis de .05mg/kg, posteriormente se pueden
administrar bolos de .0125mg/kg cada 30 minutos, sin límite de tiempo y
conforme pasan los días disminuir la dosis.
3. Se recomienda considerar la valoración del servicio de anestesiología en
caso de que el dolor no mejore con el tratamiento farmacológico previamente
establecido.
4. La analgesia epidural torácica está recomendada para el tratamiento del
dolor posterior a un traumatismo torácico en pacientes con fracturas costales
múltiples que no responden al tratamiento farmacológico inicial.
Tratamiento no quirúrgico
1. Dependiendo de las condiciones generales del paciente se recomienda
iniciar a la brevedad posible:
Control del dolor.
Fisioterapia pulmonar.
Manejo de secreciones respiratorias.
2. En caso de menos 3 fracturas de costillas sin datos de dificultad respiratoria
el tratamiento solo deberá estar dirigido a disminuir el dolor o bien, a resolver
las complicaciones derivadas de la fractura en caso de presentarse, como
son: hemotórax y neumotórax.
Lesiones cardiacas
ECG
Contracciones ventriculares prematuras
Segmento ST
Bloqueo de rama derecha
Taquicardia sinusal
Fibrilación auricular
Hemotórax
El hemotórax (HT) corresponde a la ocupación de la cavidad pleural por sangre.
Dentro de la etiología traumática, el HT puede ser secundario a lesiones del
parénquima pulmonar, vasos hiliares, corazón, grandes vasos, arterias intercostales
o torácicas internas. Se debe sospechar en cualquier paciente que llegue al servicio
de urgencia con historia de trauma torácico/toraco-abdominal abierto o cerrado.
Dentro de las manifestaciones clínicas destaca la disnea, dolor torácico, disminución
del murmullo pulmonar, aumento de la matidez ipsilateral, taquicardia e hipotensión
en los casos más graves.
Hallazgos radiológicos
• Borramiento del ángulo costodiafragmático
• Elevación del hemidiafragma comprometido
• Desplazamiento del mediastino al hemitórax contralateral
Lesiones o contusiones pulmonares
Se producen debido a un impacto de la costilla o incrustación de las salientes óseas
produciendo desgarro de capilares y vasos sanguíneos pequeños sin rotura alveolar
franca (Contusión) y Rotura de alvéolos induciendo retracción parenquimatosa
(Hemorragia)
Estas pueden ser debido a lesiones contusas que se traduce a un desgarre lineal
que produce un orificio esférico en el parénquima pulmonar y también a lesiones
penetrantes que provocan una laceración que se ajusta a la trayectoria del objeto.
Las manifestaciones normales de estas lesiones pueden ser disneas inespecífica
y dolor torácico, por otra parte tenemos otras manifestaciones más graves que son
hemoptisis dificultad respiratoria e inestabilidad hemodinámica.
Lesiones traqueobronquiales
Ruptura dela tráquea o bronquios tras una lesión contusa o penetrante puede ser
de espesor parcial o bien rotura completa tiene como causas una compresión
directa ya sea por el lado del esternón o de la columna, espiración forzada con glotis
cerrada, traumatismo penetrante y colocación errónea del tubo endotraqueal.
Se sospecha de este tipo de lesiones cuando el neumotórax no puede ser drenado
adecuadamente con un tubo de drenaje torácico convencional o hay una fuga aérea
muy importante.
Tiene como manifestaciones
• Disnea
• Hemoptisis
• Enfisema subcutáneo
• Neumomediastino
Neumotorax
Un neumotórax es un colapso pulmonar. Un neumotórax se produce cuando el aire
se filtra dentro del espacio que se encuentra entre los pulmones y la pared torácica.
El aire hace presión en la parte externa del pulmón y lo hace colapsar. El
neumotórax puede ser un colapso pulmonar completo o un colapso de solo una
parte del pulmón.
Un neumotórax puede ser provocado por una contusión o una lesión penetrante en
el pecho, por determinados procedimientos médicos o daño provocado por una
enfermedad pulmonar oculta. O bien, puede ocurrir sin un motivo evidente. Los
síntomas, generalmente, comprenden dolor repentino en el pecho y dificultad para
respirar. En algunas ocasiones, un colapso pulmonar puede ser un evento que pone
en riesgo la vida.
En general, el tratamiento del neumotórax implica introducir una aguja o un tubo en
el pecho entre las costillas para eliminar el exceso de aire. Sin embargo, un pequeño
neumotórax puede curarse por sí solo.
Síntomas
Los principales síntomas de un neumotórax son el dolor de tórax repentino y la
dificultad para respirar.
Causas
Un neumotórax puede originarse por:
Lesión en el pecho. Cualquier contusión o lesión penetrante en el pecho puede
provocar el colapso pulmonar. Algunas lesiones pueden producirse durante
agresiones físicas o accidentes de automóvil, mientras que otras pueden producirse
por accidente durante procedimientos médicos que implican la inserción de una
aguja en el pecho.
Enfermedad pulmonar. Es más probable que el tejido pulmonar dañado colapse.
El daño pulmonar puede originarse en muchos tipos de enfermedades ocultas, entre
ellas, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la fibrosis quística y la
neumonía.
Ampollas de aire rotas. Se pueden manifestar pequeñas ampollas de aire (bullas)
en la parte superior de los pulmones. Estas bullas a veces revientan, dejando que
el aire se filtre en el espacio que rodea los pulmones.
Ventilación mecánica. Se puede producir un tipo grave de neumotórax en
personas que necesitan asistencia mecánica para respirar. El respirador puede
crear un desequilibrio de presión de aire dentro del pecho. El pulmón puede colapsar
por completo.
Factores de riesgo
En general, los hombres tienen mayor probabilidad de tener neumotórax que las
mujeres. El tipo de neumotórax provocado por ampollas de aire rotas tiene más
probabilidad de ocurrir en personas entre los 20 y los 40 años, en especial, si la
persona es muy alta y tiene bajo peso.
Entre los factores de riesgo de un neumotórax, se encuentran:
- Tabaquismo. El riesgo se incrementa con la cantidad de tiempo y con la
cantidad de cigarrillos fumados, incluso cuando no hay enfisema.
- La genética. Ciertos tipos de neumotórax tienden a ser hereditarios.
- Enfermedad pulmonar. Tener una enfermedad pulmonar de fondo, en
especial, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), hace más
probable la aparición de un colapso pulmonar.
- Ventilación mecánica. Las personas que necesitan ventilación mecánica
para asistir su respiración corren un mayor riesgo de padecer un
neumotórax.
- Neumotórax previo. Cualquier persona que haya tenido un neumotórax
corre mayor riesgo de tener otro.
TRAUMATOLOGÍA Y ORTOPEDIA 1
EQUIPO 1
6º “A”
INTEGRANTES:
JOSELIN ANAHI ALVARADO VELA
FELIPE DE JESUS GARCIA EMILIANO
JOSE LEONARDO MARTINEZ GARCIA
MARIA JOSÉ MONTOYA SALINAS
LUISA ARLETTE TIJERINA ESCAJEDA