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DESARROLLO

Modelo de Control vertical según Murra.

El modelo de control vertical según Murra (1975) refiere al cultivo de pisos


situados a diferentes alturas, y se corresponde con el ideal panandino y
preincaico. Es compartido por etnias separadas geográficamente entre si y
distintas en su organización económica y política. Este modelo, permitía el
acceso de recursos faltantes en la zona nuclear a partir de la creación de
"colonias" de cultivos en diferentes nichos ecológicos (ver imagen adjunta)
donde se instalaban a los colonos (mitmaq) para trabajar las tierras, a estas
colonias se las llaman islas ecológicas ya que están ubicadas a cierta distancia
del núcleo poblacional (Cuzco).
La distribución separada de las colonias configura el concepto de "archipiélago
vertical" ya que no se ejerce una soberanía en los territorios intermedios. Se
ejerce un control político directo sobre las colonias, en el cual los recursos del
lugar se obtienen por mediación del tributo. No está presente un solo grupo si
no que son zonas multiétnicas, y existía una constante tensión entre estas,
pero todos sabían más o menos donde terminaban sus dominios territoriales y
comenzaban los del vecino, además existía un intercambio interétnico entre las
diversas colonias y el núcleo, regulado por mecanismos no mercantiles
basados en la reciprocidad regulados por el curaca (figura encargada de tal
función). A su vez hay una inexistencia de intercambios entre distintos grupos
étnicos.
Murra nos explica también en el libro ya citado, la complementariedad entre
pisos ecológicos, una característica fundamental del sistema:

“En ciertas partes de los Andes, la gente descubre que se puede


combinar la productividad de una zona a los 3.800 metros alrededor
de un lago, y que produce básicamente tubérculos, pero faltan otros
alimentos. Entonces, mas abajo hay zonas productoras de maíz o de
hoja de coca, como estas zonas aunque son muy distintas y se
encuentra a distancias cortas se descubre un método que es
económico por un lado y tecnológico por el otro, para combinar todas
estas productividades potenciales en un solo sistema económico”1

Por otro lado y siempre siguiendo el planteo de Murra (1975) verticalidad es un


apodo. Lo que importa es que el territorio de una unidad política es disperso y
esto implica que las varias sociedades tenían que convivir de alguna manera.

Modelo de control vertical aplicado a la costa:

Analizamos ahora el modelo vertical restringiendo su aplicación a la costa.


Segun cuenta en su libro (1975) En 1961, Murra accede a un expediente sobre
un Litigio en la Audiencia de los Reyes (1559) en donde se recogen alegatos
de tres grupos étnicos. Dos de estas etnias eran serranas, “los de Canta” y “los
de Chacalla”, y una costeña “los de Collique”. Murra (1975) afirma que los tres
grupos étnicos estaban de acuerdo en que:
 había un señorío costeño, con su núcleo en Collique.
 que se encargaba de “controlar recursos a unos 50 Kmts del núcleo,
valle arriba, en una zona de andenes bajo riego” (citar)
 y que su acceso necesitaba protección militar “ya que eran objeto de
presión serrana” (citar)

Para Murra estos datos hablan de la existencia de control vertical en la costa


pero, a pesar de esto, existen dudas. Para resolverlas desarrolla aspectos
etnohistóricos y arqueológicos que pueden ser de utilidad.
Con respecto al primero, proviene de lo analizado en el Litigio de 1559 que
ayudó a formular y desarrollar este “tercer caso” de control vertical.
En cuanto a lo arqueológico, Murra (1975) utiliza las investigaciones de Tomás
C. Patterson (1971) en referencia a que “el consumo de plantas domesticadas
llegó a ser un suplemento importante de la dieta tradicional, rica en proteínas

1 Murra (1975)
marinas”. Además y siguiendo las investigaciones de Murra (1975) algunos
valles de la costa no estaban no era muy distantes los recursos marinos lo que
generaba una “múltiple explotación desde un solo centro poblado”. Por otro
lado, había otros valles costeños que estaban más alejados por lo que Murra
(1975) se pregunta “¿Como adquirir tales productos en los valles?”. Las
respuestas más evidentes serán a través del trueque así como el comercio y,
según Murra (1975) es posible que ambas hayan ocurrido en los Andes pero
las investigaciones arqueológicas de Patterson ofrecen otra respuesta
refiriéndose a:

“..la autosuficiencia comunal es una forma antigua de organización


social en los Andes. La consecuencia más importante de tal forma
de organización para adquirir los recursos que necesitan consisten
en que los miembros de una comunidad tienen que distribuirse
eficientemente en el espacio, a través de su territorio. Las zonas
donde se dan tales recursos pueden estar ubicadas a cercana
proximidad una de la otra o a distancias considerables según los
patrones ecológicos que rijan en su territorio.”2

A partir de lo señalado por Patterson, Murra (1975) plantea la similitud existente


entre la “autosuficiencia” y lo que él ha llamado el “archipiélago vertical”
también conocido como control vertical.

Murra (1975) también analiza el caso de lo que llama “Grandes Reinos


Costeros”. Según Murra, estos reinos contaban con una gran población,
alrededor de cien mil habitantes y que, a pesar de ser poderosos fueron
sometidos por el Tahuantinsuyu. El autor describe a los archipiélagos como
“valles separados, alineados a lo largo de la costa del Pacífico, separados uno
del otro por desiertos, formaron reinos y confederaciones de origen local o
serrano”.
El problema que existe con respecto a este caso es que, según Murra no se ha
podido comprobar la existencia “en la serranía de colonias permanentes a
través de las cuales la sociedades costeñas tendrían acceso a pastos,
yacimientos de cobre. ”Al no contar con pruebas, este cuarto caso de control
vertical, dice Murra, es hipotético ya que no se puede comprobar”
Sin embargo, Murra analiza una región, la de Chimú-Cajamarca donde existe
“un modelo de islas multiétnicas (...), son colonias periféricas” (citar). Asimismo,
agrega datos etnológicos de Antonio Rodríguez Suysuy (1969) quien explica
que “en el pasado hubo un movimiento inter-regional (...) que permite un

2 Citado en Murra (1975)


intercambio de productos serranos y costeños”. Este “intercambio”, dice Murra,
fue importante para Kosok (1965) quien se preguntó si ambas zonas:

“(..) producen materias primas y bienes artesanales tan distintos,


esto conduciría sin duda a su sistema extenso de inter-cambios
entre las dos regiones… ¿porque no se describe tal comercio, ni se
mencionan los mercaderes en la mayoría de los cronistas?”3

Siguiendo a Murra, la respuesta a la pregunta elaborada por Kosok tiene que


ver con el tráfico de bienes sin embargo, este tráfico no eran todos
“comerciales” ya que “el tributo puede preceder, coexistir con el comercio o
reemplazarlo”.
Asimismo, siguiendo los análisis de Kosok, que son abordados por Murra
(1975), no se encuentran fuentes que expliquen como “los yndios pagaban
tributo trayendo oro, plata, cobre y otros productos”. Ante esto, Kosok realiza
otra pregunta:

“ningún cronista menciona el hecho que los chimu dominaron de


manera permanente territorios en la sierra. Si así fue ¿como
pudieron obtener tributo de la sierra?”4

Murra (1975) sostiene dos soluciones a este problema: suponer que hubo
tratados comerciales con los reinos serranos aliados donde se organizaban los
intercambios interregionales.” o “un intercambio y tráfico entre la sierra y la
costa norte pero en base de las colonias periféricas (...) establecidas por los
centros de poder costeño en la sierra y viceversa”

Crítica de María Rostworowski

Rostworowski en su libro “Etnia y Sociedad: costa peruana prehispánica (1977)


expresa su duda con respecto a algunos de los casos propuestos por Murra.
Particularmente los que expuse en el subtítulo anterior: "Etnias pequeñas con
núcleos en la costa central", y "grandes reinos costeros", y se pregunta: ¿Es
aplicable el modelo de archipiélago vertical en un máximo de pisos ecológicos
a sociedades andinas cuyos centros políticos ejercían su influencia desde la
costa? Entonces va a plantear que en las zonas costeras no se daba una

3 Op. Cit.
4 Op. Cit.
verticalidad sino una horizontalidad, ya que la costa, a diferencia de la sierra
era autosuficiente, con grupos de pescadores mas o menos grandes
dependiendo esto de la importancia de los señoríos a los cuales pertenecían,
no había competencia entre los grupos a diferencia de la que había en el
modelo vertical, cuando no pescaban, estaban reunidos en fiestas incluso, no
solo pescaban para el señorío sino que también lo hacían para el trueque con
la sierra, además no solo pescaban en la costa sino que lo hacían a lo largo de
todo el litoral, esto demuestra la importancia que tenía la costa en el sistema de
modelos distributivos políticos, económicos y territoriales de las formaciones
andinas y demuestra la existencia de un modelo diferente al vertical planteado
por Murra.
El trabajo de Rostworowsk define un modelo horizontal de economía y
organización social que se desarrolla en la costa peruana incluyendo a Arica y
definiendo un ámbito territorial denominado Colesuyu desde antes de los incas,
el cual tiene una identidad propia y sólo vinculaciones (no dependencia) con los
altoandinos. La organización del Colesusyu, donde el pukina era
probablemente el idioma prevalente, se extendía desde Canamá (en la costa a
la altura de Arequipa) hasta Atacama en el actual Chile y se basaba en
cacicazgos que ocupaban las tierras bajas de los dispersos valles, controlando
a poblaciones de “especialistas” (pescadores o camanchacas, agricultores o
coles y mercaderes o navegantes que intercambiaban productos a lo largo de
la costa). Cada una de estas sociedades de especialistas respondía a una élite
local pero ésta estaba supeditada a un Señor local de mayor jerarquía que
controlaba los intercambios de productos. Tal era el grado de diferenciación de
cada población de especialistas, que observaban una estricta endogamia en
términos generales.

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