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ÁMBITO E INTERVENCIÓN DE LA PSICOLOGÍA FORENSE

Dimensiones de la contribución general de la ciencia forense

Se realizó una propuesta sobre la concepción de competencias


profesionales, a partir del enfoque de las ciencias forenses. Se
reflexiona desde la perspectiva interdisciplinaria sobre los elementos
indispensables en la gestión de las prácticas periciales. El trabajo
integra los conocimientos de las ciencias, disciplinas y especialidades
que intervienen en estas pesquisas, plasma, desde los conceptos de
estas, las funciones dentro del amplio campo de investigación forense,
y muestra la capacidad de los profesionales para mejorar la calidad. La
interdisciplinariedad y el enfoque de proceso permitieron integrar
sistémicamente la información, gestionando la calidad de las
investigaciones para lograr esta en menor tiempo. El estado actual del
arte justifica la necesidad de la interdisciplinariedad como manera
eficaz de elevar la capacidad de los especialistas implicados en estas
indagaciones, aspecto que se demuestra desde el surgimiento de las
investigaciones periciales de los delitos en el mundo.
Desarrollo histórico de la ciencia forense.
Se podría definir a la Ciencia forense como la ciencia aplicada que se encarga
de estudiar los indicios o pruebas periciales y que se fundamenta en los saberes
y principios de otras ciencias como pueden ser la biología, la medicina, la física,
la química, etc.

Se trataría de investigar un suceso a través de las pruebas obtenidas para


averiguar “la verdad” de lo sucedido.

Etimológicamente, la palabra forense, deriva del latín forensis, relativo al foro.


Las infracciones penales en la Antigua Roma se dirimían ante un grupo de
personas públicamente en el foro; la persona que mejor argumentaba y defendía
su postura determinaba el resultado del caso.

Otra fecha importante en lo que a la Ciencia forense se refiere, es la de 1840,


durante el caso de Marie Lafarge, donde se cree se pudo solicitar por primera
vez por parte de un juez, un estudio forense toxicológico; juicio en el que
intervendría el médico y científico menorquín, Mateu Josep Bonaventura Orfila i
Rotger, considerado padre de la toxicología moderna:

“El día 8 de septiembre de 1840 una gran multitud se dirigió al cementerio de la


pequeña localidad de Beyssac, en el centro de Francia, dentro del departamento
de Corrèze. Seguían los pasos de un grupo de médicos que, junto con el juez de
paz, se encaminaban hacia la tumba de Charles Lafarge, fallecido algunos
meses antes en misteriosas circunstancias. Los doctores tomaron un gran
número de muestras del cadáver y se trasladaron a Tulle, donde se encontraba
el tribunal que juzgaba a Madame Lafarge, acusada de haber envenenado a su
marido.
En un improvisado laboratorio, junto al palacio de justicia, comenzaron sus
ensayos analíticos, que fueron seguidos por un público numeroso desde las
colinas circundantes. Dentro de la sala, el olor a cadáver era insoportable, pero
nadie quería perderse ni un solo detalle de las declaraciones de Clémentine
Servat, la sirvienta de Madame Lafarge, que informó sobre varias compras de
arsénico, supuestamente destinado a servir de veneno para ratas. También se
le preguntó por los pasteles que la acusada había elaborado para su marido
pocas semanas antes de su muerte.

Funciones psíquicas fundamentales en la exploración psicológica forense


Dentro de un peritaje, la exploración psicológica está centrada en la conciencia
de la ejecución del acto, específica y basada en el análisis de la responsabilidad
de un individuo sobre su comportamiento, la conciencia que posea de sus
acciones y cuán imputables le pueden ser.

Todo individuo posee tres funciones que guían sus acciones y la capacidad de
juicio, unidas estas funciones logran la resolución de problemas, éstas son:

• Pensar
• Sentir
• Actuar

 Funciones cognitivas (pensar): Se relacionan con las aptitudes de los


individuos para incorporar y procesar la información del medio; incluye la
sensopercepción y la capacidad intelectual; estas aptitudes determinan si el
individuo comprende lo que está haciendo.
 Funciones afectivas (sentir): Relacionadas con las emociones y
sentimientos.

 Funciones volitivas (actuar): Comprenden las motivaciones que tiene un


sujeto para actuar, como la voluntad de ejecutar un acto, es decir, si desea o no
realizarlo.

La capacidad de juicio: analiza la congruencia y adaptabilidad del


comportamiento que presenta un sujeto en relación con la resolución de los
problemas que genera el medio; es decir, decide y emite su conducta según su
criterio e interés. (Discernimiento)

Se ha estudiado mucho en lo jurídico las funciones cognitivas y la capacidad de


juicio, sin embargo aún falta mayor profundidad de estudio de las funciones
afectivas y volitivas, en la búsqueda de las motivaciones que tiene un individuo
al momento de actuar ilícitamente; es decir la motivación para delinquir o delito
génesis.
Tratando de comprender en conjunto al ser humano, es necesario realizar el
estudio del individuo desde un contexto más amplio y por ende que incluya el
área psicológica para estudiar la personalidad.

La personalidad es el conjunto de características biológicas, psicológicas y


sociales que posee un individuo y que lo diferencia de los demás, y que le
permiten también tener similitudes a otros, y ser objeto (como sujeto) de
agrupación de acuerdo a dichas características compartidas.

De forma empírica es, “el sistema estructural” de las disposiciones e


inclinaciones del ser humano. Acá es en donde se encuentran las actitudes e
inclinaciones de la voluntad humana.

Allport, define la personalidad como la organización dinámica dentro del


individuo, y de aquellos sistemas psicofísicos que determinan sus ajustes únicos
a su ambiente (Urra & Vázquez, 1993; p. 2) Para el estudio de la personalidad
se cuenta con varias escuelas psicológicas y muchos autores que hablan y
estudian al respecto.

Responsabilidad: la responsabilidad penal se refiere al pasado (delito cometido),


la peligrosidad, al futuro (delito por cometer). La responsabilidad es en sí y para
sí, la capacidad para comprender el carácter e implicaciones de los actos,
concepto que está ligado a la libertad, la imputabilidad y la culpabildiad.

Desde el ámbito psicológico, la responsabilidad puede definirse como la libertad


psíquica que tiene un individuo para responder por sus actos, para ello debe
conocer la norma, tener inteligencia o capacidad de distinguir entre el bien y el
mal y libertad para escoger entre uno y el otro, a manera de libre albedrío.

Se entiende también que dentro del aspecto psicológico la libertad es relativa,


puesto que cada ser humano se halla condicionado por las propias vivencias,
presentes y pasadas; todo pensamiento, juicio, creencia, y todo lo que posee
siempre cierta carga afectiva. Sin embargo; el ser humano se ha desenvuelto
siempre como si realmente fuese libre.

En cierto sentido, la responsabilidad continúa significando voluntariedad. En


realidad, el perito en psicología, aunque es competente para diagnosticar
cuando una persona está mentalmente enferma o no, no tiene la última palabra
y la decisión sobre la responsabilidad final es competencia de los jurídicos. La
enfermedad mental, clásica mente, determina, de un modo general, la situación
de irresponsabilidad.

Aportes de la psicología forense según las demandas de la autoridad judicial en la


República Dominicana.
EXISTE UN NOTABLE desconocimiento de la psicología judicial entre los
abogados y funcionarios judiciales y una patente ignorancia de la ley y su
proceso para los psicólogos de nuestro país. Las legislaciones que incluyen
labores de psicólogos no han sido del interés de los abogados orgánicos.
Tal razón nos permite remitirnos a unos puntos de vista que incursionan en el
ámbito de la psicología forense, que goza de una gran práctica profesional en el
orden legal.
Lo básico a tratar aquí consiste en explicar cómo se puede desde esta área de
la psicología profesional contribuir en muchas demandas de problemas
exclusivamente judiciales, y ser transformados en conceptos multidisciplinarios
que serán interrogado desde la nosología jurídica en respuesta a conflictos que
afectan tanto al demandante como al demandado, a los testigos y a todos los
que entren en acción en un proceso judicial.
Para explicar su funcionamiento es necesario indicar algunos aspectos prácticos
importantes en la que ella (la psicología forense) es interrogada por ese "todo-
legal", y los diferentes roles de su accionar en la realidad tribunalicia, pero sobre
todo en la enseñanza universitaria, en la que por muchos años los psicólogos
dominicanos se abstuvieron de participar en la dimensión judicial y no la han
incluido en sus planes de estudios.
Existe una cuestión aún más importante para la administración de justicia
criminal hoy, y tiene que ver con la conveniencia de la enseñanza de la psicología
forense, sea en una facultad de ciencias jurídicas, sea en una facultad de
humanidades, pues pudiendo haber más de un punto de vista sobre esta
especialidad, sobre todo aquel que considerándola un área perteneciente al
conjunto de las ciencias llamadas auxiliares del derecho penal, nos habla de una
ciencia considerada no jurídica, no debemos dejarla fuera de la formación
profesional y científica de las universidades.
Este problema de la enseñanza de la psicología forense en las universidades
debe ser abordado desde dos puntos de vista: el de la psicología forense como
especialidad y el de la universidad misma.
La psicología forense –a diferencia del psicoanálisis, entre otras ciencias y
épocas–, no puede prescindir de la universidad de hoy, sin que esto represente
un menoscabo en la formación profesional de los psicólogos peritos, sin que esto
afecte eso que alguien ha designado muy justicieramente el progreso científico
del sistema de administración de justicia criminal.
La psicología forense no mantendrá una auténtica utilidad de auxiliar en la
administración de justicia mientras sea excluida de las universidades. La
importancia de esta especialidad se basa, entre muchos aspectos, en asuntos
tales como:
1) La formación forense permite que los factores psicológicos puedan ser
empleados de manera técnica en el esclarecimiento de los hechos judiciales, en
la búsqueda del discernimiento de la verdad judicial, y en caso de condena,
poder aplicar formas diversificadas de un verdadero tratamiento en los centros
de reclusión.
2) Satisfacer las necesidades fundamentales del sistema de administración de
justicia planteadas a través de la formación de sus especialistas, que tendría a
bien cubrir muchas demandas, utilizando como medio fundamental el
diagnóstico y la evaluación.
3) A través de la psicología forense se puede llegar a una cabal comprensión de
los procesos judiciales. Pero es necesario, antes de crear propiamente la
especialidad de psicología forense, que exista una materia de introducción a la
psicología jurídica, versando sobre la relación que existe entre el mundo del ser
(psicología) y el mundo del deber ser (derecho).
4) Otra función importante de la psicología forense consiste en permitir a los
especialistas psicólogos una preparación por el estudio de la psiquiatría. La
psicología y la psiquiatría forenses comparten una participación común en
cuanto al establecimiento de la responsabilidad penal de los imputados, la
inimputabilidad o la procesabilidad de los acusados.
¿Cómo debería desarrollarse la enseñanza de la psicología forense? Durante
los últimos decenios se ha criticado la formación de los psicólogos para orientar
con sus conocimientos al estudiante en las áreas de aplicación de la psicología
profesional. El defecto flagrante de parte de quienes representan la psicología
nacional ha consistido en no involucrarse o ser nulos en su participación, que se
ha manifestado en la falta de interés por los problemas que son precisamente
los más interesantes y necesarios para quienes investigan las causas de la
criminalidad y los procesos legales en los que los profesionales de la psicología
tienen una cuota de trabajo, excepto las brillantes excepciones de rigor, que
encontramos en las decisiones judiciales.
Por ello, esta enseñanza de la psicología forense, deberá ser accesible a los
estudiantes no sólo de las ramas de la psicología sino del derecho, y ello
contribuirá a crear una unión muy cercana entre la ciencia de la psicología y el
ámbito gigantesco que significa el sistema de administración de justicia.
En cuanto a la universidad, afirmamos que constituye un gran beneficio si se
incluye la psicología forense en sus planes de estudio. La psicología forense no
tendría la modalidad de una asignatura teórica; los subsistemas de los cuales
ella participa –el subsistema procesal, policial y penitenciario– permitirían la
oportunidad de realizar experimentos, demostraciones o pasantías; la
investigación forense obviamente no tendría problema de ponerse en
movimiento: la peritación forense es esencialmente práctica e interdisciplinaria.
La formación del psicólogo general no es suficiente ni satisfactoria en muchos
aspectos en nuestras universidades para acceder a las ciencias forenses o del
discernimiento, pero es tiempo ya de que empecemos a plantearnos la manera
en que deberíamos ejercitar esta importante especialidad de las ciencias
humanas.
Nos motivamos a hacer un importante señalamiento, que tiene que ver con la
equivocada regla de los profesionales que al obtener un título salen
inmediatamente a ejercer su oficio recién aprendido; no debería ser así la regla
común de los profesionales ya especializados.
Formación profesional
LA ADMINISTRACION del sistema penal de justicia es un órgano integrado por
normas e instituciones y cuya base central es la seguridad jurídica. También es
un sistema de investigación de conflictos humanos en manos de jueces y peritos;
«no una caja negra, de 'entrada y salida', que decide la suerte de un hombre
enfrentado a ella».
En la República Dominicana se ha caracterizado por una acumulación histórica
de deficiencias y constantes quejas en cuanto a la vulnerabilidad de sus
estructuras y su crítico funcionamiento. A ello incluimos la notoria discontinuidad
seguido por el proceso evolutivo por nuestro sistema penal, en la que los
principales sub-sistemas parecen ser cada más los menos idóneos, creando por
veces situaciones grises; y lejos de resolver conflictos de manera justa, rápida e
imparcial, lo que hacen es causar verdaderos traumas sociales. Los peritos, con
su ejercicio profesional, con su labor construida para satisfacer esas demandas
del sistema judicial, añaden los rasgos de científica y humanitaria.
Estos sub-sistemas en los que trabaja el perito de la psicología legal son
conocidos como: el sistema policial, que captura a los delincuentes, haciendo el
primer contacto con la criminalidad producida; el sistema procesal, que va desde
las denuncias producidas, permitiendo estudiar las diferentes categorías
delictivas, las sumarias iniciadas en los procesos, hasta culminar en los juicios
de fondo, que constituye la última etapa de esta fase; y, finalmente, está el
sistema penitenciario, o ejecutivo penal, donde el psicólogo forense es parte
integral del equipo técnico o personal de tratamiento penitenciario.
Desde el papel de perito que representa ser el psicólogo forense, todos estos
sub-sistemas son importantes y en todos existe un nivel de compromiso,
involucramiento y cuota de responsabilidad en el trabajo interdisciplinario que
caracteriza a la investigación científica de la criminalidad.
Sin embargo, separadamente, debemos señalar las dificultades que
comúnmente se presentan a los psicólogos y los demás especialistas auxiliares
en estos sub-sistemas citados. En el primer sub-sistema, la dificultad consiste en
que no existe, técnicamente hablando, una policía forense o judicial, y que la
actual Policía Nacional no reúne las condiciones de ser un auténtico órgano de
esta entidad judicial; en el segundo sub-sistema, que es el más cercano a los
peritajes llevado a cabo por los psicólogos, dado que la psicología forense es
una rama que se aplica fundamentalmente en cuestiones prácticas de los
procesos penales, se ve dificultada en cuanto a los peritos-psicólogos por estar
sus roles muy indefinidos en cuanto al trabajo científicos que tiene por delante.
Por muchos años los casos propiamente de actuación psicológica, fueron
atendido por médico-psiquiatras; por otro lado, los psicólogos fueron indiferentes
al trabajo judicial, y si consideramos que estos tres sub-sistemas tratados aquí,
funcionan en forma coordinadas casi siempre, pues, ello también ha sido
desconocimiento de los profesionales de la psicología.
Para establecer la responsabilidad penal de un acusado sólo se usaba la pericia
de los psiquiatras, a pesar de que esta labor se hace en conjunto con los
psicólogos y profesionales de la medicina. Para la época en que nos tocó arribar
con el tema forense, entonces corría el año de 1991, era muy raro en un
psicólogo conocer del artículo 64 del Código Penal, que trabajara en algunas de
estas instancias o tuviera alguna que otra capacitación en el área. El tercer sub-
sistema, es decir, el sistema penitenciario, encuentra al especialista de la
psicología realizando una función empírica, y no exactamente un trabajo
multidisciplinario en compañía de otros especialistas de la salud, la pedagogía y
la orientación.
Funciones del psicólogo forense
Bien pudiera decirse que el psicólogo forense, en su rol profesional, está en
capacidad de ejercer todas las áreas de aplicación de la psicología científica de
hoy, así como atender las muchas funciones de estudio de casos. Estas
funciones ya enunciadas por varias agencias de investigación forense e
investigadores periciales, están mejor detalladas en otros autores; nosotros sólo
vamos a reproducirlas, lamentando no consignar la fuente. Veamos: La
investigación psicológica (evaluación y diagnóstico), el tratamiento (intervención
terapéutica individual y colectiva, consejería, tratamiento penitenciario,
intervención preventiva, rehabilitación), el asesoramiento (capacitación,
consultoría, evaluación e información, mediación, asesoría sobre programas,
medidas y tratamientos), a cada una de las siguientes personas y procesos.
Estas funciones son aplicadas en cualquiera de las áreas de especialización del
derecho penal, civil, de familia, penitenciario, del menor, laboral, etc.; que son
las áreas de trabajo forense.
En el derecho penal:
La psicología forense es esencialmente útil en el derecho procesal penal. Su
ámbito es muy amplio. La mayor parte del espacio que ocupa esta especialidad
están señalada en las siguientes áreas: Seleccionar o asesorar la selección de
los funcionarios judiciales, jueces; Evaluar imputados que cometieron delitos y
como defensa argumentan que padecen de trastorno mental; Evaluar las
perturbaciones psicológicas o neuropiscológicas de una persona tras ser víctima
de un delito o accidente; Elaborar perfiles psicológicos de agresores
desconocidos con base en la escena del crimen; Evaluar de credibilidad del
testimonio a través de técnicas psicológicas como el análisis de contenido
basado en criterios, los indicadores conductuales de la mentira, como el
polígrafo; Asesorar y capacitar a policías judiciales en técnicas de entrevistado
recepcionar declaraciones de víctimas y de testigos, detección de la mentira,
memoria de testigos, confesiones falsas, etc.; Colaborar con técnicas
psicológicas diseñadas para coadyuvar la investigación criminal; Capacitar en la
conducción de interrogatorios Peritajes sobre peligrosidad y reincidencia;
Evaluación por el uso de sustancias psicoactivas y su relación con la conducta
criminal;
En derecho civil y de familia:
Evaluar personas que realmente padecen trastornos mentales y deben pasar por
procesos civiles de interdicción; Asesorar en casos de cambio de nombre y/o de
sexo; Estudiar casos de nulidad de matrimonio civil y canónico; Asesorar sobre
la asignación de la custodia o tutela de los hijos; Orientar sobre el régimen de
visitas recomendado para el cónyuge no custodio en casos de divorcio; Evaluar
la idoneidad de las parejas postuladas como adoptantes; Actuar como mediador
en conflictos pre o post divorcio y desarrollar programas de prevención;
Evaluación y tratamiento de maltrato infantil; Diseñar programas de prevención
del maltrato conyugal e infantil; y Asesorar a la Audiencia en procesos de
cesación de potestad patria.
En derecho penitenciario y del menor:
Asesoría en políticas penitenciarias; Participar en consejos de evaluación y
tratamiento para clasificar a los internos; Realizar el seguimiento de los
contraventores o condenados para sugerir su progresividad en el tratamiento;
Sugerencias sobre las medidas de protección o el tratamiento penitenciario
adecuado para cada caso particular; Evaluar en casos de permisos
penitenciarios; Seleccionar y capacitar al personal de las cárceles, penitenciarias
y centros de reclusión de menores; Diseño de comunidades carcelarias o
sancionadas penalmente; Desarrollar programas de salud ocupacional y
prevención del burnout en los profesionales penitenciarios; Emitir los informes
técnicos de la especialidad, solicitados por el juez o el fiscal; Seguimiento de las
intervenciones; Aplicar tratamientos individuales y colectivos; Elaboración y
aplicación de programas en medio abierto, cerrado o mixto; Diseñar y aplicar
programas para manejar y prevenir el estrés; Asesoramiento en arquitectura
penitenciaria que genera efectos psicológicos en los internos.
En derecho laboral o administrativo:
Evaluar secuelas psicológicas o neuro-psicológicas por accidente de trabajo o
por enfermedad ocupacional; Asesorar sobre la capacidad de un funcionario
para continuar en la carrera militar, policial o judicial y sobre el tipo de medidas
recomendadas como incapacidad, despido, indeminización o traslado en caso
de alteración psicológica del funcionario, u otros factores" (por ejemplo,
dificultades personales o familiares, mala relación con compañeros del cuerpo,
estrés, dudas sobre la propia capacidad o sobre la satisfacción con este trabajo
concreto, etc.); Selección y capacitación de servidores judiciales; Evaluación de
trauma por trabajo judicial o post combate de policías, militares o servidores
judiciales; Peritajes psicológicos en casos de insumisión, abuso de poder o
decisiones sobre la baja laboral o profesional; y Evaluar la capacidad para
continuar en la carrera militar o policial por el seguimiento de una psicopatología.
Más sobre la formación profesional de la psicología forense
En primer lugar, la formación profesional mantiene una directa dependencia con
la estructura jurídica, y en cuanto a la disciplina científica domina la existencia
de una educación superior apropiada.
No se incluyen los psicólogos forenses en el gremio que aglutina a los
profesionales de la psicología local, convertido en Colegio desde el año 2001, en
los cuales se evidenciaría la cuestión de cómo certificar y regular su ejercicio
profesional. La formación del psicólogo forense todavía está por construirse,
estando a la espera de una vertiginosa y creciente demanda de servicios
profesionales.
La cuestión de la formación profesional está condicionada a que puedan
producirse las estructuras educativas que permitan los programas académicos,
de selección, de certificación y de regulación de los profesionales de la psicología
jurídica y forense del país.
DECIR PSICOLOGÍA FORENSE en la República Dominicana, hasta hace unos
pocos años, en esta misma década de los 90, era algo que no apreciaban los
funcionarios de la Justicia. En nuestro país el sistema de la íntima convicción de
los jueces no estaba unido a los servicios del psicólogo experto en psicología
forense, ciencia que asiste al proceso judicial en el desarrollo del interrogatorio.
A través del interrogatorio es como se puede apreciar la verdad o el error de las
declaraciones obtenidas del acusado o del testigo. Permite, además, establecer
las cualidades o pertenencias psicológicas de los implicados en el proceso, los
vicios o alcances de sus testimonios.
Todas las estructuras psicológicas del uso pericial en el trabajo judicial le resultan
al psicólogo forense muy complejas, porque su papel como perito clínico
pretende examinar todos los contornos y elementos que le permiten lograr una
evaluación completa.
Así, por ejemplo, es importante determinar cuándo un individuo está fuertemente
sugestionado; es importante para el interrogatorio de niños y de ancianos, que
pueden ser buenos y malos testigos, según sean los casos. También en los
casos de alienados, cuya capacidad de testimonios es extremadamente variable,
según se grado de perturbación mental.
En fin, la psicología forense abarca todo aquello que es necesario a los derechos
del justiciable, a la Justicia. El arte forense es un método poderoso en el
esclarecimiento de la verdad judicial. ¿Se lleva a cabo en el país? Siendo la
psicología forense una ciencia considerada nueva en los países desarrollados,
en nuestro país no ha podido aclimatarse. Pero lo más importante es que ella
contribuye en forma real al funcionamiento del sistema de administración de
justicia, a su eficientización.
Nuestra Justicia penal no ha considerado necesario los servicios del psicólogo
forense que se dedica a la ley; quizás sea culpa de los mismos psicólogos que
no tienen aún un estatus definido por la población general; o tal vez, la
indiferencia colectiva de los que ejercen la psicología profesional por los
problemas de la salud mental, que en materia de Justicia hasta ahora han sido
considerado irrelevantes. En todo caso, la locura y el delito, el loco y el
delincuente, son sujetos muy individualizados por los estudios psicológicos y de
raigambre análogas, social, y de un orden muy indefinido en la represión de la
conciencia.
Derecho criminal:
Investigar la pertenencia psicológica del acusado; es decir, la edad, el sexo, las
circunstancias psicosociales de la comisión del delito; la imputabiladid e
inimputabilidad, relacionada con su condición mental, la Procesabilidad del caso,
el tratamiento penal otorgado por el juez. La psicología jurídica ha sido de mucha
utilidad en la conformación de jueces penales, en la selección de personal judicial
y policial.
Derecho civil:
Daños causados por individuos: la capacidad para testar y el lugar de los
pródigos, diagnósticos de custodia y de familia.
Derecho administrativo:
Causas psicológicas de la incapacidad para trabajar, retiros injustificados,
problemas de la seguridad social, accidentes de trabajo, etc.
Parece ser que el campo de la psicólogo forense, que se ocupa mayormente de
lo procesal penal, es más amplia en cuanto al ámbito que abarca la psicología
jurídica. No es así del todo: lo que sucede es que el mundo criminal hace trabajar
al perito forense, en cambio, en el derecho, que es contiene un enorme espacio,
por ser positivo (escrito, contractual), los medios de prueba, así como los
servicios psicológicos, son igualmente administrativos.
El conocimiento científico de la psicología jurídica, a través de las observaciones
clínicas que realizan sobre aquellos individuos que pudieran llamarse especiales,
porque su individualidad psicológica los hace vulnerables ante la ley, es una
pieza clave en las acciones judiciales y ha llegado el momento en que el poder
de decisión pericial del psicólogo judicial sea respetado y requerido.
La psicología jurídica realiza diagnósticos de impresión mental de los sujetos,
para determinar la condición de salud mental en un momento dado; realiza
diagnóstico de custodia, para indicar quiénes deben estar a cargo de los hijos,
cuando resultare que unos de los tutores sea incompetente, por alcohólico, o en
casos de divorcios; interviene en casos de responsabilidad ante la ley; en los
casos de simulación o para establecer la mentira testimonial, sobre todo en
casos de niños y de ancianos y en casos de confesos; es de gran utilidad en las
familias cuyos miembros atraviesan situaciones de peligro, como el estar
secuestrado (para negociar con secuestradores), casos de agresión sexual,
violencia doméstica, amenazas, etc..
Eso es la psicología jurídica, y aunque todo su universo no puede contarse, ella
dignifica la sociedad y la Justicia.
El tema forense en República Dominicana
Quiero agradecer, ante todo, el gesto de los coordinadores por haberme invitado
a este Congreso Aniversario 30 Años de la Psicología Dominicana: pasado,
presente y futuro, que ha tenido una ostensible acogida por parte de los colegas
que están asistiendo de todos los lugares del país, así como de otros países de
la región latinoamericana.
La psicología es probablemente una de las ciencias que más investiga hoy día
y, en gran medida, los avances modernos de nuestras universidades, de los
institutos sociales, de los grandes medios de comunicación, así como de los
nuevos enfoques de las legislaciones de nuestros gobiernos, parecen depender
cada vez más de la ciencia psicológica.
Pienso que mi modesta participación en este evento está determinada en función
de explicar algunos aspectos relacionados sobre cuál es el panorama existente
de las ciencias forenses, y que el caso de la psicología, las vinculamos a las
necesidades que de ella se desprenden en la ley, en nuestra realidad judicial.
No obstante, quisiera destacar aquí, que el presente Congreso Aniversario 30
Años de la Psicología Dominicana: pasado, presente y futuro, permite por
primera vez el escenario en el cual la psicología forense encuentra su expresión.
Cabe hacer este señalamiento para afirmar que este es el primer Congreso de
psicología en nuestro país que relaciona los problemas de la psicología en
general con las necesidades de legislaciones vigentes. Quizás se deba hacer la
observación en virtud de los nuevos retos de la justicia legal, producto de los
cambios expresados en desafortunados episodios de violencia que atacan los
aspectos básicos de la existencia del individuo, sea en la manera de violaciones
sexuales que más bien parecen competir con las manecillas del reloj, así como
otras exhibiciones desaforadas de hechos dolosos dentro de las familias que
adquieren cada vez más el status de patología, que a su vez enferman a sus
miembros.
Desde el siglo pasado, en otros países, la teoría y la investigación psicológica
han sido aplicadas exitosamente a la Policía, a los tribunales, a las prisiones y a
otros aspectos de la justicia criminal. A este tipo de psicología se le ha
denominado jurídica aplicada, y el acopio de conocimientos acumulados ha
permitido una contribución real en todo el funcionamiento de la Justicia,
haciéndola, por lo tanto, más eficaz.
En nuestro país, la psicología forense aún no despega. No es lo más importante
ni lo que vamos a destacar aquí. Pero lo cierto es que ella está llamada a jugar
un papel de primer orden, pues como ya está ocurriendo en otros países, ésta
se hace cada vez más necesaria entre nosotros. Es una aseveración atinada
decir que los mejores casos de crímenes se han resueltos donde ha existido el
peritaje psicológico, y en los casos afamados en la actualidad optan por iniciarse
con la participación de un psicólogo perito especializado en psicología forense.
En verdad es así: La psicología forense tiene por función penetrar todo el
derecho. Con el objetivo de eficientizar la Justicia, cada vez más y mejor. Es por
ello que señalamos los siguientes momentos claves del trabajo de la psicología
legal.
- Contribuir científicamente en el proceso legal;
- Aplicar los procedimientos psicológicos en la selección de recursos humanos
del área judicial y policial;
- Desarrollar programas de tratamiento para la corrección y rehabilitación de los
internos de las prisiones.
No debemos confundir la psicología forense con otras áreas de la psicología
científica, profesional, vinculadas a la Justicia o a la investigación de crímenes y
delitos; tales son las nombradas psicología jurídica y psicología criminal. Se hace
necesaria una breve explicación para poder diferenciarlas entre sí.
En primer lugar, la psicología jurídica comprende una forma de psicología social
y organizacional que aplica sus conocimientos al contexto legal, así como el uso
de unos instrumentos psicológicos. En un concepto más amplio, la psicología
jurídica alcanza a todas aquellas personas cuyas cualidades psicológicas van a
ser requeridas o examinadas por la Justicia, sin importar cual sea el tipo de
derecho que sea.
En segundo lugar, está la psicología criminal que es, en realidad, una modalidad
indistinta de la ciencia llamada criminología. Desde el punto de vista psicológico,
la actualidad de la psicología criminal debe incluir, además del estudio de la
personalidad del infractor o del delincuente, debe incluir a las víctimas de los
crímenes. Es de clara importancia para el perito forense que sepamos con
precisión quién es la víctima; si estamos ante un caso de aborto (si es el feto, si
es la madre de la víctima o si es el padre que lo ignoraba); quién es la víctima en
los casos de toxicomanía (si es la familia, la comunidad, el adicto o el Estado),
máxime cuando se trata de establecer el grado de adición en sujetos a quienes
hay que dispendiar el status de víctimas.
Existen muchísimos más ejemplo, pero la criminología clínica incluye, además
de las víctimas (victimología) otra grande área de aplicación del trabajo
psicológico dentro de las prisiones (psicología penitenciaria), de los centros de
detención, casas albergue, etc.. Sin embargo, estas dos actualidades de la
psicología criminológica (las víctimas y el tratamiento en prisiones) continúan
enfrentado serias dificultades en la judicatura nacional.
Hay quienes dicen, refiriéndose a tal problemática, que lo está mal debe
responder a la pregunta de quiénes y cuántos son los psicólogos que se
desempeñan en la Justicia y en las cárceles; otros, enfrentan el asunto
arremetiendo no contra los psicólogos, sino que señalan otra realidad innegable
de la Justicia dominicana –ella entera– se ha convertido en un verdadero elefante
blanco; esto es, lo mismo que nuestras instituciones de servicio público: un ente
burocratizado.
Nosotros, sencillamente vamos a referirnos a la formación profesional de los
psicólogos en el área forense; por lo que hacen falta profesionales «originales»
de la psicología, bien entrenados, dedicado a tiempo completo en sus affaires, y
por supuesto, bien remunerados, para que puedan ser creativos en lo que hacen.
No es necesario ser un psicólogo forense para realizar el trabajo penitenciario,
aunque sí en la Justicia. Pero tal personaje no existe, y los escasos psicólogos
que trabajan dentro dl sistema no lo hacen de acuerdo a la formación de las
ciencias forenses.
Campo de acción profesional
desconocimiento por parte de los jueces y los abogados, sobre cuál es el campo
de intervención del psicólogo y del psiquiatra forenses, es probablemente el
mayor problema de la psicología forense en la República Dominicana.
El campo de acción profesional parece estar determinado sólo cuándo existen
casos de imputabilidad e inimputabilidad criminal; este suele ser el ejemplo más
típico. Otros casos, como son la violencia sexual, los homicidios, las
toxicomanías, le resultan al razonamiento jurídico, igualmente casos médico-
psiquiátricos. Y esto no siempre es así, porque el psicólogo acompaña a los
psiquiatras, en la evaluación global de los casos.
La psicología forense dilucida y esclarece estos mismos casos apoyándose en
instrumentos específicos de diagnósticos, para lo cual utiliza toda una
metodología concreta, además de altamente conocida. Lo que nosotros vemos
aquí es que el sistema penal dominicano está dominado sólo la visión jurídica
que juzga al individuo exclusivamente según la valoración penal; hará falta una
«concepción antropológica del hombre libre», no importa que se encuentre
purgando una condena. Abogamos por una base científica en aquellos casos
judiciales en donde es preciso proporcionar una psicología científica legal.
Aspectos éticos
De la psicología jurídica y forense dependen muchos aspectos de la ley, de su
aplicación; es algo que huelga decir.
Así depende:
- Que al sujeto de le haga un buen juicio;
- La libertad del individuo;
- En caso de condena, la posibilidad de unas alternativas de castigo (sustitutivos
penales, medidas cautelares no extremas), etc..

Contextos y determinantes jurídicos en la intervención psicológica

La Psicología Jurídica es un área de trabajo e investigación psicológica


especializada cuyo objeto es el estudio del comportamiento de los
actores jurídicos en el ámbito del Derecho, la Ley y la Justicia.

Este área está reconocida por Asociaciones y Organizaciones de nivel


nacional e internacional de Psicología Jurídica y/o Forense.

El estado actual de la Psicología Jurídica española se puede entender


según las distintas áreas en que se está trabajando, reflejadas en la
introducción de este documento.

La clasificación no es unánimemente compartida debido a las


peculiaridades culturales, científicas y de legislación de cada país, y
así, por ejemplo, la Psicología Policial tiene un escaso o nulo desarrollo
en países latinoamericanos y adquiere por el contrario un excelente
nivel en países anglosajones y del este europeo.

En todo caso el campo de la Psicología Jurídica que estamos intentado


definir según va consolidando sus tareas de forma específica debe
establecer sus límites y sus estados fronterizos con otras áreas
psicológicas con las cuáles colabora interdisciplinarmente.

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Funciones

Las funciones del Psicólogo Jurídico en el ejercicio de su Rol Profesional


incluye entre otras, las siguientes funciones:

1. Evaluación y diagnóstico

En relación a las condiciones psicológicas de los actores jurídicos.

2. Asesoramiento

Orientar y/o asesorar como experto a los órganos judiciales en


cuestiones propias de su disciplina.

3. Intervención
Diseño y realización de Programas para la prevención, tratamiento,
rehabilitación e integración de los actores jurídicos bien en la
comunidad, bien en el medio penitenciario, tanto a nivel individual
como colectivo.

4. Formación y educación

Entrenar y/o seleccionar a profesionales del sistema legal (jueces y


fiscales, policías, abogados, personal de penitenciarías, etc.) en
contenidos y técnicas psicológicas útiles en su trabajo.

5. Campañas de prevención social ante la criminalidad y medios


de comunicación

Elaboración y asesoramiento de campañas de información social para


la población en general y de riesgo.

6. Investigación

Estudio e investigación de la problemática de la Psicología Jurídica.

7. Victimología

Investigar y contribuir a mejorar la situación de la víctima y su


interacción con el sistema legal.

8. Mediación

Propiciar soluciones negociadas a los conflictos jurídicos, a través de


una intervención mediadora que contribuya a paliar y prevenir el daño
emocional, social, y presentar una alternativa a la vía legal, donde los
implicados tienen un papel predominante.

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Procedimientos, Técnicas e Instrumentos

El Psicólogo Jurídico utiliza en su trabajo técnicas de evaluación


psicológica al uso, esforzándose en desarrollar instrumentos de
evaluación adecuados al contexto de aplicación.

Ámbitos de Actuación

De una manera más específica podemos considerar el Rol del Psicólogo


Jurídico y sus funciones según las áreas anteriormente mencionadas:

1. Psicología Aplicada a los Tribunales


La Psicología Aplicada a los Tribunales o Forense se refiere a aquéllas
actividades que el Psicólogo puede realizar en el "FORO":

• Psicología Jurídica y el Menor.

• Psicología Aplicada al Derecho de Familia.

• Psicología Aplicada al Derecho Civil, Laboral y Penal.

La Psicología Jurídica y el Menor

Las Instituciones dedicadas al menor son en todos los países y también


en España, áreas de trabajo que deben ser objeto de una política global
que se desarrolla desde diferentes ámbitos: educativo, sanitario,
servicios sociales, etc., (Bajet, 1990) y por tanto también desde la
Justicia. Es desde esta Institución donde tiene sentido hablar de
Psicología Jurídica y el Menor.

En la actualidad los Juzgados de Menores cuentan con psicólogos que


trabajan en colaboración directa con jueces y fiscales (Ley 4/92 y
nuevo Código Penal) en equipos multiprofesionales para resolver
conductas ilegales realizadas por menores.

Mediante estudios, el psicólogo debe informar sobre la situación del


menor y cuáles son las posibilidades de su reeducación y tratamiento.
De esta forma el psicólogo ayuda a que la Justicia module la aplicación
legal a criterios científicos.

La entidad pública (Comunidades Autónomas) será la encargada de


aplicar las medidas educativas impuestas por el Juez, donde el
psicólogo realiza una gama de intervenciones como son el diseño y
seguimiento del tratamiento.

Sus funciones en los Juzgados de Menores son:

• Emitir los informes técnicos de la especialidad, solicitados por


el Juez o el Fiscal.

• Asesorar las medidas que deben ser aplicadas.

• Seguimiento de las intervenciones.

En otras Instituciones:

• Planificar el funcionamiento del Centro.

• Aplicación de tratamientos individuales y colectivos.


• Elaboración y aplicación de programas en medio abierto.

• Técnicas de Mediación.

En estos Juzgados el Rol profesional está regulado por Ley, en el resto


de las Instituciones dependiendo de su organización (institucionales,
semiinstitucional o privadas) puede sufrir alteraciones.

La Psicología aplicada al Derecho de Familia

Desde la creación en España de la Ley del divorcio (Ley 30/81) se han


ido incorporando a los Juzgados de Familia profesionales distribuidos
básicamente en las capitales de Provincia.

Los psicólogos deben asesorar al Juez en los procesos de Separación y


Divorcio en las medidas a adoptar respecto a los hijos y en otras
situaciones tales como nulidad, matrimonio de menores; también en
los casos sobre acogimientos y adopciones.

El psicólogo del Juzgado de Familia no sólo debe evaluar cómo afecta


a los hijos la separación, sino que también puede diseñar programas
que apunten a positivizar situaciones difíciles que los menores se van
a encontrar.

El psicólogo, desde el ámbito privado puede actuar como asesor del


juez (actuando como perito), del abogado que reclama sus servicios y
como colaborador del abogado en la resolución del procedimiento
familiar en todos los momentos del mismo y con un enfoque
interdisciplinar (Bernal y Martín, 1990).

Sus funciones en los Juzgados de Familia son:

• Emitir los informes técnicos de la especialidad solicitados por el


Juzgado en los procesos de rupturas de parejas con hijos
(separación, divorcio, nulidad e incidentes de modificación).

• Emitir los informes de la especialidad en otras situaciones que


plantea el derecho de familia: tutelas, acogimiento, adopciones,
autorizaciones para contraer matrimonio, etc.

• Seguimiento de los casos.

• Asesoramiento a los jueces y fiscales.

En otras Instituciones:

• Mediación familiar.
• Peritajes privados.

• Peritajes y asesoramiento con Tribunales Eclesiásticos.

En el ámbito Privado:

• Perito.

• Asesor del Abogado.

• Colaborador con el Abogado (trabajo interdisciplinar en todo el


procedimiento).

• Mediador.

La psicología aplicada al Derecho Civil

La actividad del Psicólogo en relación al Derecho Civil, se enfoca en el


asesoramiento y en el peritaje de diversos constructos jurídicos como
la capacidad civil en la toma de decisiones (contratos, testamentos
tutelares, cambio de sexo, esterilización de deficientes, etc.). Y en
todas aquéllas situaciones susceptibles del trabajo en el campo
psicológico dentro del Derecho Civil.

En el ámbito Privado:

• Perito.

• Asesor del Abogado.

• Colaborador con el Abogado (trabajo interdisciplinar en todo el


procedimiento).

• Mediador.

La Psicología aplicada al Derecho Laboral

En el ámbito del Derecho Laboral el psicólogo suele ser requerido para


asesorar a los Juzgados en materia de secuelas psicológicas en
accidentes laborales, simulación, y en problemas psicofisiológicos que
contempla la nueva Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

En el ámbito Privado:

• Perito.

• Asesor del Abogado y Comités de Seguridad e Higiene.


• Colaborador con el Abogado (trabajo interdisciplinar en todo el
procedimiento) y Comités.

• Mediador.

La Psicología aplicada al Derecho Contencioso Administrativo

Su ámbito de actuación es la elaboración de informes, tanto sobre


minusvalías no contributivas, controvertidas, así como sobre sistemas
de valoración y calificación en procesos de selección o ascensos de
personal que realizan las administraciones públicas.

La Psicología aplicada al Derecho Penal

Una tarea básica de los Psicólogos Forenses es el diagnóstico y


evaluación de personas implicadas en procesos penales que servirá de
asesoramiento a los Jueces y Tribunales, para determinar las
circunstancias que puedan modificar la responsabilidad criminal, daño
moral, secuelas psíquicas, etc....

Existen algunos profesionales que trabajan en las clínicas forenses a


disposición de Juzgados y Tribunales, y también comienzan a ejercer
sus funciones en los Juzgados de Vigilancia Penitenciaria.
Fundamentalmente estos psicólogos están haciendo diagnóstico-
pericial de presuntos delincuentes y de víctimas.

Sus funciones son:

• Emitir informes sobre psicología del Testimonio.

• Emitir informes para Jueces y Tribunal de acusados y víctimas.

• Seleccionar y dinamizar los Jurados.

• Asesorar y mediar en asuntos de Vigilancia Penitenciaria.

En el ámbito Privado:

• Perito.

• Asesor del Abogado.

• Colaborador con el Abogado (trabajo interdisciplinar en todo el


procedimiento).

• Mediador.

2. Psicología Penintenciaria
Los Psicólogos entran a formar parte de las Instituciones Penitenciarias
Españolas con la Ley 39/70 de Reestructuración de los cuerpos
penitenciarios y que creó el Cuerpo Técnico de Instituciones
Penitenciarias donde incluye a varios especialistas y entre ellos al
psicólogo.

La Ley Orgánica General Penitenciaria (LOGP) da importancia especial


a la Psicología hasta el punto que el Reglamento penitenciario detalla
en su Artículo 240 que el tratamiento se inspirará en los siguientes
principios:

1. Estará basado en el estudio científico de la constitución, el


temperamento, el carácter, las aptitudes y las actitudes del
sujeto a tratar, así como de su sistema dinámico, motivacional y
del aspecto evolutivo de su personalidad, conducente a un
enjuiciamiento global de la misma.

2. Guardará relación directa con un diagnóstico de personalidad


criminal.

3. Será individualizado.

4. En general será complejo.

5. Será programado.

La psicopatología criminal es una parcela compleja y multicausal que


necesita de diversas y continuadas valoraciones y que deben empezar
en el mismo momento que se produce una detención.

Las funciones que desempeña el Psicólogo de Instituciones


Penitenciarias son diversas y están detalladas en el artículo 282/81 del
Reglamento Penitenciario:

• Estudiar la personalidad de los internos desde la perspectiva de


la ciencia de la Psicología y conforme a sus métodos, calificando
y evaluando sus rasgos temperamentales, caracteriales,
aptitudes, actitudes y sistema dinámico-motivacional, y en
general todos los sectores y rasgos de la personalidad, que
juzguen de interés para la interpretación y comprensión de ser y
actuar del observado.

• Definir la aplicación y corrección de los métodos psicológicos


más adecuados para el estudio de cada interno. Interpretar y
valorar las pruebas psicométricas y las técnicas proyectivas,
realizando la valoración conjunta de éstas con los demás datos
psicológicos, correspondiéndole la redacción del informe
psicológico final, que se integrará en la propuesta de clasificación
o en el programa de tratamiento.

Algunas funciones ya mencionadas están en el Reglamento


Penitenciario. El psicólogo deberá atender ante los requerimientos de
los Tribunales, Jueces y Miembros del Ministerio Fiscal, en orden a los
exámenes de personalidad de los acusados previos a la sentencia.

3. Psicología Judicial (Testimonio, Jurado)

En esta área de la Psicología Jurídica podríamos incluir como más


representativas a la Psicología del Testimonio y la Psicología del Jurado
que son áreas de creciente interés.

En cuanto al testimonio que es un acto fundamental en nuestro derecho


procesal, deberíamos señalar las aportaciones de la Psicología del
Testimonio, que consiste en el conjunto de conocimientos basados en
resultados de investigación de los campos de la Psicología Experimental
y Social, que intentan determinar la calidad (exactitud y credibilidad)
de los testimonios, que sobre los delitos, accidentes o sucesos
cotidianos, prestan los testigos presenciales.

Respecto al Jurado han sido varios los focos de investigación previos a


la redacción del jurado recientemente aprobada. En su aplicación, el
psicólogo trabaja en la valoración de los jurados, así como investigando
los procesos de toma de decisión, influencia social, etc.

4. Psicología Policial y de las Fuerzas Armadas

En España existen dos clases de policías unos de ámbito Estatal como


son la Guardia Civil y la Policía con capacidad de actuación en todo el
Territorio del Estado y otros Policías Autonómicos y Locales que
dependen y ejercen su trabajo dependiendo de las Comunidades
Autónomas y Ayuntamientos.

Se trabaja en gabinetes y departamentos psicológicos para realizar


funciones de Selección y Formación de personal, siendo estas
actuaciones clásicas de la Psicología del Trabajo y de las
Organizaciones aplicadas al medio policial.

A la Selección y Formación de policías como tarea tradicional de la


Psicología Policial, se están incorporando otras tareas más complejas
como son la formación especializada de mandos intermedios y oficiales,
así como la creación y puesta en marcha de grupos especiales
(Unidades de menores, delitos contra la sexualidad, etc.). Todos ellos
cuentan con una formación técnica especializada, incluyendo en sus
planes de formación de policías temas de criminología, delincuencia,
dinámica de grupos, habilidades sociales, manejo de situaciones
críticas, psicopatología criminal, psicología del testimonio, etc.
(Pinillos, 1991).

Sus funciones son:

• Selección de Personal.

• Formación general y/o específica.

• Estudios de Clima social y laboral.

• Análisis de Puestos de trabajo.

En relación a las Fuerzas Armadas, la Psicología Jurídica Militar goza de


la misma ampliación y desarrollo que la Psicología Militar, siendo cada
vez más el número de psicólogos militares que trabajan y se interesan
por este área.

Las principales aportaciones de la Psicología Jurídica Militar se centran


en tres cometidos:

1. Trabajos afines a la "Psicología Jurídica Civil". Realización de


peritajes psicológicos efectuados tanto a personal militar
profesional como a militares de reemplazo, así como a personal
civil relacionado con el estamento militar, ante diversos
tribunales, en su mayoría de carácter médico - sanitario.
También se realizan intervenciones en el ámbito de la Prisión
Militar, perteneciendo a los equipos de Observación y
Tratamiento.

2. Estudios de psicología jurídica sobre áreas específicamente


militares: de carácter eminentemente práctico por su implicación
en los mismos, se llevan a cabo sobre aquellos temas
relacionados con las Fuerzas Armadas que tienen un gran
interés, tal y como las implicaciones psicológico-jurídicas del
ingreso de mujeres militares; la repercusión de la normativa que
regula la objeción de conciencia y el problema asociado de la
insumisión; ordenación legal de la psicología militar, etc.

3. Estudios teóricos sobre áreas concretas, en las que se


involucran las Fuerzas Armadas: como es por ejemplo, los
aspectos legales de la aplicación de las reglas y usos de la guerra
psicológica, componentes legales y su implicación psicológica en
el concepto de la "defensa de la comunidad", etc."

5. Victimología
La atención a las Víctimas es una de las áreas de máximo interés e
indiscutible desarrollo en España, sobre todo en asuntos especialmente
significativos como abusos sexuales, malos tratos, etc.

Recientemente ha entrado en vigor la nueva ley de asistencia a


víctimas de delitos de actos violentos y delitos contra la libertad sexual,
donde se contemplan la creación de oficinas y asistencia
psicoterapéutica a las víctimas en la sede de los Juzgados.

La atención a Víctimas debería abarcar los siguientes aspectos (Soria,


1991):

1. Intervención global sobre el conjunto del proceso de


victimización, abarcando desde los aspectos preventivos hasta
los de segunda victimización.

2. Una atención integral centrada en los ámbitos psico-socio-


jurídicos.

3. La realización de estudios victimológicos a gran escala que


permitan mejorar tareas de prevención e intervención (Kury,
1990).

Sus funciones son:

• Atención, tratamiento y seguimiento de víctimas en sus


diferentes grados.

• Estudio, planificación y prevención en grupos de riesgo, y


campañas divulgativas a la población general.

6. Mediación

La mediación es una alternativa a la forma tradicional de acudir a la


justicia en busca de solución. La solución no viene dada del exterior,
sino que la realizan las propias partes en conflicto con la ayuda de un
tercero imparcial, el mediador, que trata de ayudarles para que éstas
consigan acuerdos consensuados que les permitan una salida pacífica
de la situación conflictiva. La base de esta nueva técnica está en una
manera de entender las relaciones individuo-sociedad distinta,
sustentada por la autodeterminación y la responsabilidad que
conducen a un comportamiento cooperativo y pacífico. El mayor
protagonismo de los interesados en la resolución de sus propios
conflictos, eleva la satisfacción psicológica de éstos, acrecienta su
autoestima y fomenta comportamientos de ayuda a los demás, básicos
para el desarrollo de una sociedad mas justa y solidaria (Bernal, 1992a,
1995b).
El los últimos diez años las investigaciones sobre mediación han ido
incrementándose, como ejemplo de la rápida expansión de la
mediación en la práctica; y en la actualidad esta técnica se utiliza en
conflictos diversos: laborales, penales, civiles, comerciales,
administrativos, intervención policial, toma de decisiones en
organizaciones, etc. En España, la mediación se ha desarrollado en el
ámbito familiar con la aprobación y puesta en marcha (Septiembre de
1990), por parte del Ministerio de Asuntos Sociales, del primer
programa público de mediación para las parejas que van a iniciar la
separación o el divorcio (Bernal, 1992a). En la actualidad existen varias
experiencias en los temas familiares, tanto desde el ámbito público,
privado como subvencionado y se ha comenzado la aplicación del uso
de la mediación en otros campos.

Teoría del delito: Su re relación y lectura desde lo psicológico


Elementos y estructura del Delito.

B. Clases de Infracciones Penales.

C. La Acción y Omisión.

D. Sujetos, objeto, lugar y tiempo del Delito.

E. El Tipo del Injusto: Elementos objetivos y subjetivos.

F. Las Causas de Justificación.

La teoría del delito pretende reunir en un sistema los elementos que pueden considerarse
comunes a todo delito o a cierto grupo de ellos, tomando como base el Derecho positivo.
Reúne y sistematiza lo común a las figuras individualizadas de delitos. Y ello, por dos
razones fundamentales: primera, por la propia estructura de los códigos penales modernos
(principio elemental de economía legislativa) y, segundo, por razones de seguridad
jurídica (se ofrece la posibilidad de obtener una misma solución para hechos iguales o
semejantes).

La teoría del delito trata de responder a la siguiente pregunta: ¿bajo qué condiciones de
carácter general puede serle imputado a una determinada persona un hecho como delito?.

La teoría del delito es una creación de la doctrina jurídico-penal, y cada construcción


teórica se ve profundamente afectada por opciones y posicionamientos previos (de
carácter ético, filosófico y político), que no vamos a abordar aquí. Ningún esquema, pues,
es aséptico y neutral. Pero existen ciertos límites que la teoría del delito no puede
traspasar:

– El tenor literal de los preceptos o normas penales.

– La idea básica de que nunca una construcción puede redundar en perjuicio del reo.

Tipos de derechos en los que se incluyen peritajes psicológicos.


El peritaje psicológico y la psicología forense son temas muy desconocidos en
general. La palabra forense la solemos relacionar con las investigaciones de
muertes por causas desconocidas y por eso el papel de los psicólogos en este
ámbito suele sorprender. En este post te voy a contar más detalles sobre
el peritaje psicológico y sobretodo te voy a contar paso a paso quién puede
hacerlos, para qué sirven y qué es lo que se hace para poder elaborar este tipo
de informe.

EL PERITAJE PSICOLÓGICO PASO A PASO

¿QUÉ ES UN PSICÓLOGO FORENSE?

Un perito es una persona que ha demostrado su pericia (su conocimiento, sus


habilidades, su destreza) en un determinado tema. Existen profesionales muy
diversos que pueden actuar como peritos y que por tanto pueden emitir informes
periciales. Los psicólogos que actúan como peritos emiten informes periciales
psicológicos que es lo mismo que un peritaje psicológico.
Los jueces se enfrentan en su trabajo diario a muchas temáticas que no dominan
y para las que necesitan asesoramiento. Cuando por ejemplo tienen que tomar
decisiones sobre quién es responsable del derrumbamiento de una casa,
recurren a peritos arquitectos que estudian el caso y emiten un informe que le
sirve al juez para entender mejor lo que ha sucedido. Cuando el tema sobre el
que deben pronunciarse incluye aspectos en los que los psicólogos somos
expertos, los órganos judiciales recurren a los psicólogos forenses.

¿CUÁNDO SE NECESITA UN PERITAJE PSICOLÓGICO?

Los psicólogos forenses pueden intervenir en el ámbito penal, civil y también en


demandas relativas a la seguridad viaria. El entorno judicial recurre a los
psicólogos en distintos asunto: por ejemplo en el ámbito del derecho civil los
psicólogos pueden intervenir en derecho de familia, derecho laboral o incluso en
derecho contencioso administrativo.
En el ámbito del derecho de familia se incluye:

 Guarda y custodia de menores


 Régimen de visitas y su seguimiento
 Adopción y tutela de menores
 Consecuencias psicológicas de la separación o el divorcio
 Procesos de nulidad matrimonial
 Privación de la patria potestad
En cuanto al derecho laboral y al contencioso – administrativo, los
psicólogos forenses intervienen para evaluar y detectar:
 Secuelas psicológicas de accidentes laborales
 Simulaciones
 Estrés laboral, acoso psicológico y/o moral
 Incapacidad psicológica laboral
 Problemas psicofisiológicos según la nueva Ley de Prevención de
Riesgos Laborales.
 Minusvalías no contributivas controvertidas.
Por último, dentro del ámbito penal algunos ejemplos incluyen:

 Valorar si en el momento de cometer un delito la persona acusada


disponía de las capacidades cognitivas y volitivas necesarias para
entender las consecuencias de sus actos (imputabilidad)
 Evaluar a validez del testimonio
 Evaluar trastornos psicopatológicos, agresiones sexuales, daño moral –
secuelas psicológicas

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