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mano/
Todo sobre las agujas – 2. Agujas para coser y bordar a mano
Si el otro día veíamos que el mundo de los alfileres es muy amplio, el de las agujas lo es todavía
más, hoy vamos a analizar con detalle los diferentes tipos de agujas de coser y bordar a mano
que existen, fijándonos en sus características diferenciales y en el uso adecuado para cada una
de ellas.

Las agujas de coser tienen una antigüedad que se remonta a varios miles de años, sin embargo
las primeras agujas no eran como las conocemos hoy en día, estaban hechas a mano y eran de
piedra, hueso o madera, existen evidencias de que en el 17.500 a.C. ya había agujas con ojo, hasta
entonces tenían una muesca que servía para introducir el material que se iba a utilizar para
coser (tiras de pieles o fragmentos vegetales).

Agujas de coser de la época romana (Imagen: Museo de Mérida a través de Pinterest)


Parece ser que las primeras agujas de metal se crearon en Oriente y que los árabes, durante la
Edad Media, fueron los encargados de introducirlas en Europa desde China, lugar en el
que sobre el año 1.000 d.C. habían iniciado su producción con acero. Estas primeras agujas de
metal tampoco tenían ojo, sino que tenían una especie de gancho para sujetar el hilo, no fue
hasta finales del siglo XVIII y principios del XIX que las agujas empezaron a parecerse realmente
a las que actualmente conocemos, con el ojo (también llamado hondón) incluido en el cuerpo de
la aguja, ya que por esa época los avances tecnológicos permitieron ir creando máquinas que
podían realizar la función de perforar el metal con la debida precisión, aunque hasta finales del
siglo XIX no se consiguió que esa perforación estuviera totalmente ajustada. Hasta muy
avanzado el tiempo la producción de agujas era manual y las primeras industrias europeas
dedicadas a su fabricación no aparecieron hasta el siglo XVIII en Alemania e Inglaterra, países
que han mantenido la tradición de la fabricación industrial de agujas hasta nuestros días.
Las agujas de coser deben estar fabricadas en acero de carbono endurecido y templado para que
sean resistentes y están niqueladas o cubiertas de cualquier otro baño que evite su oxidación,
deben tener el vástago o tronco pulido y la punta cónica para insertarse fácilmente en el tejido,
y el ojo debe ser liso y sin imperfecciones que dificulten el paso del hilo. A la hora de elegir una
aguja deberemos tener en cuenta estas características y, además, en función del tejido y del
trabajo a realizar, valoraremos también su grosor, su longitud y el tipo de punta (más o menos
afilada), que dependerá del tipo de aguja de la que se trate.

Ya sé que me llamarás cansina… pero, por favor, no utilices nunca agujas que estén
oxidadas, torcidas o depuntadas para así coser con facilidad y evitar estropear los
tejidos

Agujas de costura a mano


Son las más corrientes y todo el mundo las conoce, sin embargo no todas son iguales. Pueden
ser más gruesas o más finas, algo que viene definido por un número que suele ir del 1 al 12 para
las agujas que utilizan hilos y del 13 al 26 para las que utilizan lanas u otros materiales gruesos,
a mayor número, más fina es la aguja. En cuanto a la longitud, pueden ser más o menos largas
dependiendo del tipo de aguja, aunque la longitud real de cada aguja dependerá también de su
grosor, es decir, dentro de cada tipo de aguja, las de mayor numeración (más finas) son más
cortas que las que tienen un número menor (más gruesas).
Por otro lado, existen agujas que tienen el ojo de color dorado, a diferencia del resto que lo
tienen del mismo color que el vástago, esa diferencia de color puede facilitar el enhebrado de la
aguja. También existen agujas que llevan un baño de oro o, más recientemente, bañadas en una
aleación metálica de color negro, que facilitan su paso a través de los tejidos y las hacen más
resistentes a la oxidación.

Agujas de coser largas (Sharps)


Son agujas largas y afiladas, comúnmente utilizadas para todo tipo de costura, aunque
dependiendo de su grosor, también se utilizan para hilvanar y para realizar puntadas
decorativas. Tienen el ojo redondo, la punta afilada y su longitud varía aproximadamente entre
los 30 y los 50 mm y su diámetro entre 0,4 y 1 mm.
Agujas de modista o sombrereras (Milliners)
Son más finas y largas que las anteriores y
con el ojo redondo, tradicionalmente se
utilizaban para la confección de sombreros.
Su diámetro varía entre los 0,5 y los 0,8 mm
y su longitud entre los 40 y 50 mm.

Agujas de sastre (Betweens)


Son semi-largas, muy adecuadas para realizar con rapidez
puntos pequeños y regulares. Actualmente suelen
utilizarse para la realización de las costuras manuales en
Patchwork. Su grosor va de los 0,6 a los 0,9 mm y su
longitud oscila entre los 25 y 40 mm.
Agujas capoteras
Son agujas mucho más largas y gruesas que las anteriores y con el ojo
alargado, se utilizan para la costura de tejidos muy recios en los que no
es posible utilizar las agujas de costura normales. También se utilizan
para coser la lona que forma las velas de los barcos. Los números más
corrientes van del 1 al 6.

Agujas para zurcir (Darners)


Son agujas afiladas, largas y con el ojo
también alargado para facilitar el paso
del hilo o la lana que se vaya a utilizar
para realizar el zurcido (relleno de un
agujero con hilo o lana), las más
corrientes son las que se utilizan para
hilo que van de los números 1 al 10 y
las de lana van de los números 14 al 18,
sus grosores están entre los 0,6 y los 2
mm, y sus longitudes entre los 45 mm a
los 70 mm.

Agujas para peletería (Leader)


Se utilizan para coser cuero, son agujas con una punta triangular o cónica muy afilada que
permite insertarse en el cuero progresivamente, también son más resistentes que las agujas de
coser normales, lo que permite traspasar el cuero con facilidad, tienen el ojo redondeado y
también pueden emplearse para coser otro tipo de materiales gruesos, como el plástico o el
vinilo, por ejemplo. Suelen tener entre 37 y 44 mm de longitud y entre 0,7 y 0,9 mm de grosor.
Agujas punta de bola (Ball point)
Tienen una punta esférica, el ojo redondo y suelen ir de los números 5 al 10. Suelen utilizarse
para realizar labores sobre hilos sacados, como vainicas y otros calados. Se utilizan también para coser
tejidos de tricot a máquina y que puedan deslizarse bien entre las fibras, sin romperlas.

Agujas para coser perlas (Beading)

Son extremadamente largas (pueden ir desde los 5 a los 11 cm), muy finas (números 10 al 15) y con el
ojo redondeado y pequeño, son especiales para coser rocallas, canutillos y otros tipos de cuentas, incluso
las más diminutas, ya que al ser tan finas pueden pasar por el agujero de las mismas sin problemas y
su longitud permite ensartarlas con mucha facilidad.

Agujas para vista cansada (Self-treading)

Este tipo de aguja no tiene un ojo convencional,


sino que presenta unas ranuras dobles que
permiten insertar el hilo presionándolo sobre ellas
y, por otro lado, lo mantienen sujeto evitando que se escape.

En cuanto a su función, son semejantes a las agujas de coser


largas, también se las conoce como agujas para ciegos o agujas
auto-enhebrables.
Agujas de doble ojo
Permiten coser con dos hilos al mismo tiempo que se insertan cada uno en uno de los ojos, pueden
utilizarse para coser y también para realizar puntadas decorativas y bordados y las hay con punta y sin
punta. Determinados puntos de bordado, como los de bucle, pueden realizarse con uno de los dos colores
(ver cadeneta mágica), consiguiéndose efectos sorprendentes.

Agujas para bordar a mano


Agujas de bordado (Crewell)
Son agujas largas, puntiaguadas y con el ojo
también alargado (muy parecidas a las agujas de
zurcir en cuanto a la forma, pero más finas y
cortas) para poder acomodar diferentes hebras de
hilo, se utilizan en los bordados realizados con
hilos (puedes repasar la entrada sobre los
diferentes tipos de hilos para bordar aquí), ya sean
de algodón o de otro tipo de material como la
seda. Su grosor varía entre 0,5 y 1 mm y su
longitud entre los 30 y 50 mm.

Agujas de tapicería con punta o de estambre


(Chenille)

Este tipo de agujas se caracterizan por tener un


ojo alargado mucho más grande que el de las
agujas de bordar. Se utilizan para el bordado con
lanas y pueden ser de diferentes gruesos según el
grosor de la lana utilizada, su numeración va de
los números 13 al 26 (según fabricantes), aunque
las más corrientes son a partir del 18. También se
usan en el bordado con cintas de seda.
Agujas de tapicería sin punta (Tapestry)

Son exactamente iguales a las anteriores pero su punta es redondeada, y son especiales para los tejidos
que tienen una trama regular con agujeros, como los cañamazos o los tejidos utilizados en las labores
de puntos contados, como el punto de cruz o el Hardanger, por ejemplo. También se suelen utilizar para
la unión de piezas tejidas a mano.

Agujas especiales para Patchwork


Agujas para acolchar (Quilting)

Son agujas cortas y finas que permiten realizar pequeños puntos regulares
cuando se acolcha a mano, son muy resistentes para poder pasar a través de
todas las capas y su grosor es variable dependiendo del tipo de tejidos a
utilizar, pueden ir del número 1 al 12, aunque las más utilizadas son las del
número 8 al 12.

Agujas para aplicaciones (Appliqué)

Son parecidas a las anteriores aunque un poquito más finas y largas, los
números más utilizados son del 9 al 12

Agujas para trapunto

Para pasar los cordones que se utilizan en el acolchado de trapunto existen unos juegos de agujas
especiales compuestos por agujas de diferente tamaño y con distinto tipo de punta, la aguja grande se
utiliza para los espacios de largo recorrido, la mediana es la de uso normal y la pequeña, con la punta de
bola, para las esquinas y las zonas curvadas.

Agujas para sashiko

En los trabajo de sashiko se utilizan también unas agujas especiales, largas, puntiagudas y con el ojo
alargado.

Otros tipos de agujas


Agujas pasacintas (Bodkins)

Son agujas largas y gruesas, con la punta redondeada o en forma de bola y uno o dos grandes ojos
alargados. Sirven para pasar cintas, cordones o elásticos a través de jaretas u otro tipo de decoraciones.

Agujas curvas para tapiceros (Upholstery)

Originariamente eran usadas por los tapiceros y también se empleaban en encuadernación para coser
los cuadernillos que formaban parte de los libros, aunque actualmente se ha empezado a extender su
uso en otros tipos de costura por la facilidad que representan para acceder a la realización de costuras
en lugares en los que no es posible utilizar una aguja recta (tapizados, bolsos, labores colocadas sobre
un soporte rígido, manualidades, etc.).

Agujas para otros trabajos específicos

Existen una serie de agujas, bastante desconocidas en general, que se utilizan para la realización de
determinados trabajos de costura con materiales muy específicos, suelen ser agujas de un tamaño
considerablemente mayor que las utilizadas habitualmente, para poder coser materiales gruesos y
resistentes, entre ellas se encuentran:

♦ Agujas saqueras: se utilizan para coser sacos y costales, son gruesas (2,5 mm) y muy puntiagudas, con
el ojo alargado y su longitud puede variar entre los 7,5 cm y los 15 cm. Pueden utilizarse para realizar
manualidades que requieran una aguja extemadamente resistente.

♦ Agujas de enfardar: son un tipo de agujas semejante a las saqueras pero con la parte de la punta
doblada, son muy afiladas y su longitud varía entre los 13 y los 17 cm.

♦ Agujas colchoneras: utilizadas para hacer colchones, son también muy gruesas y afiladas, su tamaño
varía entre los 10 y los 25 cm de largo y su grosor entre 1,8 y 2,5 mm.
♦ Agujas de guarnicionero: son un tipo de aguja sin punta que se utiliza para coser cuero, pueden ser más
o menos gruesas y largas, las numeraciones van del 000 o 3/0 (muy gruesas) al 4.

♦ Agujas para muñecos (Dolls Makers): son especiales para coser muñecos, especialmente para modelar
determinadas partes del cuerpo, como las facciones de la cara, los dedos, etc., son largas, no
excesivamente gruesas y muy afiladas, las hay de diferentes medidas y suelen presentarse en paquetes
surtidos de 2 o 3 uds.

♦ Agujas esparteras: se utilizan en el trabajo con el esparto, es decir, para hacer esteras, serones u otras
piezas confeccionadas uniendo entre sí las trenzas que se forman con este material, son muy largas y
gruesas y tienen una punta plana que facilita que puedan ser introducidas entre las fibras del esparto.

Agujas de plástico

Las agujas fabricadas en plástico suelen ser grandes y no tener una punta afilada, se pueden utilizar para
coser prendas de punto gruesas o para pasar cintas, pero, sobre todo, son muy recomendables para que
los niños puedan realizar determinados trabajos manuales de costura sobre soportes más o menos
rígidos e introducirse así en este mundo.
Y para terminar esta larga entrada, te dejo una pequeña curiosidad: La frase bíblica «Más fácil es que un
camello entre por el ojo de una aguja a que un rico entre en el reino de los cielos» (Mateo, 19,24), puede
resultar más o menos metafórica según cómo interpretemos la expresión «ojo de la aguja». Parece ser
que con ese nombre se designaban antiguamente unas pequeñas puertas que había en las murallas
para el paso de las personas por la noche, cuando estaban cerradas las grandes puertas que permitían
el acceso de las caballerías y los carruajes.

Imagen: Pinterest
 Para la preparación de la presente entrada y la selección de las imágenes he consultado los catálogos de las
casas Clover, Milward y Prym, así como otras informaciones de la Web.

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