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Leidy Jineth Guzmán Escobar

Epistemología e historia de la pedagogía


Universidad Pedagógica Nacional
Del oficio del maestro.
En este texto compuesto por cinco partes esenciales, se puede evidenciar diversos componentes que
llevan a la formación y al contexto del profesor; se analizan diversas tensiones, roles, concepciones y
practicas durante los dos últimos siglos en Colombia Como primer punto, se analiza la pedagogía
moderna y tradicional esto nos lo muestra con los manuales para la Formación de Maestros en
Colombia de Lancaster y Pestalozzi, 1822-1868. Por un lado, Lancaster con un método deductivo
buscaba atender el mayor número posible de niños con la menor cantidad de maestros; esto con la
pretensión de conseguir que un solo maestro dirigiera una escuela de mil niños. El método pretendía
que la repetición e inspección lograran fijar la atención de los niños y obtener la memorización de los
conocimientos. El maestro se diferenciaba de un monitor solamente en el conocimiento del método.
Sin embardo en Colombia fue difícil y no alcanzó todo el éxito que se esperaba, la posibilidad de
brindar mayor instrucción con pequeñas inversiones motivó a los dirigentes para elegir el método de
Lancaster y tratar de enraizarlo en la escuela primaria. Por otro lado, Pestalozzi con un método
inductivo donde se oponía al verbalismo y deducciones se consideraba como conservadora, siendo
ésta un recurso para mejorar la enseñanza de la gramática; pero después es considerada “objetiva”
por los liberales. Lo cual, hace considerar que la Educación en Colombia, en el devenir de la historia,
dependía del partido Político que estuviese al mandato.
Como segundo punto, el saber pedagógico distinguido por el devenir histórico de las prácticas
educativas es un intento por reorientar la mirada pedagógica de Colombia. Analizando la posibilidad o
imposibilidad de establecer una educación alejada de la política. Es importante recalcar que la
formación es un derecho de todos que debe ser asegurado y esto implica fundar unas condiciones
favorables, para así emprender el buen desarrollo de ésta. Por tanto, todo éste saber pedagógico, que
parte de un orden social y obedece a una disposición política-económica, tiene que ser el esfuerzo de
una colectividad por comprender cuál es el sentido de la educación, y generar múltiples respuestas en
torno a ello.
Como tercer punto, se muestran dos modelos importantes que se han venido desarrollando a lo largo
de la historia de la educación en Colombia, Como primer modelo se muestra que el modelo de
enseñanza mutua donde el rigor el miedo al castigo eran la principal característica las escuelas
lancasterianas las cuales habían adoptado el método de la enseñanza simultánea o mutua, en la que
los alumnos estudiaban de manera grupal, todas las indicaciones estaban escritas en los reglamentos,
los cuales debían seguirse con precisión ,la labor académica se organizaba a través de monitores
generales, monitores especiales y monitores auxiliares. Como segundo modelo se ve el modelo de
enseñanza de la escuela activa donde el objetivo principal era evitar la degeneración cultural a través
de los saberes e influir en las subjetividades donde la disciplina se usa como poder para poder
encausar conductas y fabricar individuos, además de fomentar un orden estipulado, donde el castigo
es una forma de amedrantar al estudiante para que se retenga de hacer cosas que no están
estipuladas conocido como el arte de castigar, donde la sanción es a que demuestra que se puede
generar una violencia simbólica sino se cumple con lo estipulado.
Como cuarto punto, se analiza una parte esencial del maestro los cuales son el rol asignado y el saber
pedagógico, y estas son las responsables de propiciar una formación en subjetividad. Es por esta
razón que se apunta a que el maestro promueva la construcción del conocimiento, resignificando la
labor docente en una tarea de creatividad científica, la cual vincule el saber y las tecnologías de
organización. Aunque lo anterior es una forma importante para la buena formación de los estudiantes
hay que hacer algo mas que el simple ensamble de un modelo pedagógico. Además, se tiene que
hacer un análisis de los modelos pedagógicos ensayados; logrando conocer cómo los componentes
estructurales de la práctica pedagógica moderna se han venido superponiendo sobre la escuela y
sobre el maestro en nuestro país. Es en este sentido que la formación en la ética se vuelve tan
importante en las además se debe tener un cierto equilibrio, ya que ayudan a convertir las
contradicciones en condiciones de posibilidad que en la mayoría de los casos ayuda a renovar el acto
pedagógico. Por consiguiente, debe existir una relación mutua entre saber y técnicas, no es de teoría
a práctica.
Como quinto punto trata de mostrar lo más característico del trabajo histórico sobre la practica
pedagógica en Colombia. Para lograrlo se analizan tres distintos modos de efectuar el oficio de
maestro que se han venido operando en el siglo XIX. Estos modos fueron determinados por dos líneas
de fuerza. Por un lado, las características del saber pedagógico, el cual se le enseña al maestro
asignándole ciertas posiciones y funciones. Por el otro, las características de las prácticas culturales
en las que ese oficio se insertó los fines superiores ético- políticos asignados a la escuela y a la
pedagogía desde la sociedad civil y el Estado nacional. El maestro es un tipo particular de técnico
requerido para la transición de la cultura letrada de las elites gobernantes y las castas sacerdotales, la
transmisión a sus herederos en primer lugar. Y en las clases subalternas calificadas se invierte el
tiempo social de dedicación. Así mismo es conveniente resaltar que la mundialización cultural implica
también el ascenso y el empoderamiento de nuevas identidades, las resistencias y luchas fundadas
en lo identitario personal y comunitario, es decir género, etnia, identidad comunidades urbanas y
culturales. Es allí donde se ha hecho posible el espacio de estas nuevas posturas y luchas de los
maestros y maestras reivindicando nuevos tipos de relaciones con los saberes y las culturas hasta
ahora hegemónicos El primer tipo de ciudadano es el hombre del humanismo, el humanismo católico,
que habla de unos deberes para con Dios para consigo mismo y para con los demás Aquí el buen
ciudadano debe ser primero garantiza lo segundo. En ese segundo tipo bes el individuo del humanismo
liberal que piensan los sujetos en la relación a la nación de la cual forman parte, este ciudadano es la
unidad máxima de una masa demográfica que hay que gestionar en su comportamiento productivo,
consecutivo, médico y político. El tercer tipo de ciudadano es el ciudadano concebido como el
verdadero modo de serlo: integral, al mismo tiempo individual y colectivo. Es la ciudadanía social de
la sociedad civil y cuyos derechos son ya los llamados de tercera generación Su espacio referencial
es la ciudad.

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