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FORMATO DE ANÁLISIS SENTENCIAS DE TUTELA

ESTUDIANTE

Nombre
fecha
Curso

1. MARCO DECISIONAL (Ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

1.1. IDENTIFICACIÓN
Sentencia C-683/15
Número Referencia: expediente D-10371
Magistrado Ponente MP. JORGE IVÁN PALACIO PALACIO
La Sala Plena de la Corte Constitucional, en cumplimiento de sus
atribuciones constitucionales y de los requisitos y trámite
Sala de Decisión establecidos en el decreto ley 2067 de 1991
Los magistrados que aclararon su voto fueron: Myriam Ávila Roldán,
Alberto rojas ríos y Luis Ernesto Vargas silva.
al respecto, Myriam Ávila roldan y Luis Ernesto Vargas silva,
aclararon su voto en los siguientes puntos: INTERES SUPERIOR
DEL MENOR, ADOPCION, ADOPCION POR PAREJAS DEL
MISMO SEXO, DERECHOS DE LOS NIÑOS, DERECHOS DE LA
NIÑEZ.
Para estos puntos, se arguye que el carácter homoparental o
heterosexual de los padres adoptantes no debe darse de esta
manera, atendiendo que se habla es del derecho que tienen los
niños de pertenecer a una familia y no ser separado de ella, habla
entonces de la connotación que tiene esto en la vida del menor,
independientemente de la orientación sexual de quienes integran la
familia.
En el segundo punto, sostienen que La resistencia o el reproche
frente a una decisión que tiene como propósito beneficiar al menor,
es constitucionalmente inaceptable a la luz del artículo 44 la Carta. A
pesar de ello, en ocasiones no son suficientes las decisiones
generales del Congreso o de esta Corte para asegurar los cambios
que la nuestra Constitución Política -pluralista y respetuosa de los
derechos de todos- ha prometido irrevocablemente. Este Tribunal
debe ser consciente de ello y, en consecuencia, ha debido destacar
con suficiente claridad la vigencia de una obligación constitucional –
radicada en las autoridades públicas- de establecer e implementar
políticas encaminadas a enfrentar cualquier acto de discriminación
en contra de los menores o de su familia. Esto reviste especial
Aclaran el voto importancia en espacios, ambientes o lugares de la vida social, en
los que niños y niñas deben participar para asegurar su desarrollo
armónico e integral.
Todas las autoridades públicas deben comprometerse en sus
respectivos ámbitos de actuación, a promover y ejecutar sin
interrupción alguna las acciones requeridas para impedir que, a partir
de prejuicios infundados, sean discriminadas, excluidas u ofendidas.
En este orden de ideas, concluyen los magistrados que todos los
órganos del poder público, por virtud del artículo 2º de la Carta, y
todos los ciudadanos en atención a lo prescrito por el artículo 95,
tienen el deber irrenunciable de respetar, proteger y garantizar los
derechos de la niñez. Asegurar el cumplimiento de las
responsabilidades que en esta materia se encuentran a cargo, por
ejemplo, del Ministerio de Educación y del Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar, será tarea no solo de los organismos de control
sino también de las autoridades judiciales.
Y, por último, el Magistrado Alberto Rojas Ríos fundamenta la
aclaración de su voto en que la Corte ha debido abordar, además de
la protección del interés superior del menor, el examen de los cargos
de vulneración de la igualdad, el reconocimiento de las parejas del
mismo sexo como familia y la existencia de una omisión legislativa
relativa aducida por los demandantes, sobre los cuales consideró
que no había cosa juzgada constitucional.
Anexo a ello, para la defensa de su tesis, citó algunas sentencias
referidas al caso en concreto, en la cual expresó su total descontento
en la resolución de la Litis, ya que, aun cuando estuvo de acuerdo
con la parte resolutiva de la sentencia, la parte emotiva debió
acogerse a los precedentes del tema, hecho que no sucedió.
En la sentencia analizada, se presentaron dos salvamentos de voto que
fueron el de los magistrados Luis Guillermo Guerrero Pérez y Gabriel
Salvan el voto Eduardo Mendoza Martelo.

1.2. HECHOS JURÍDICAMENTE RELEVANTES (HJR)


El caso a tratar, versa sobre una demanda de inconstitucionalidad presentada por los ciudadanos
Sergio Estrada Vélez, Karen Ramírez Arcila, Allan David Rodríguez Aristizábal, Carlos Andrés López
Pineda, Alejandro Sánchez Hincapié, Eliana Arango Restrepo, Daniel Bermúdez Herrera, Juan Pablo
Morales Calle, Juan José Arango Ruíz, Daniel Felipe Valencia Vásquez, Angie Katherine Valdés
Arroyave, Alejandra Hincapié Montoya y Camila Andrea Mazo Mejía, integrantes de la Clínica
Jurídica en Teoría General del Derecho de la Universidad de Medellín, demandaron los artículos
64, 66 y 68 (parciales) de la Ley 1098 de 2006, “por la cual se expide el Código de la Infancia y la
Adolescencia”, así como “la interpretación inconstitucional realizada por autoridades
administrativas. Simultáneamente, en ejercicio de la acción pública de inconstitucionalidad, las
ciudadanas Daniela Huertas Jiménez, Karen Natalia Castro, Ángela María Garzón Bonilla y Daniela
Fernanda Gamboa Gálvis, demandaron el artículo 68 (parcial) de la Ley 1098 de 2006, “por la cual
se expide el Código de la Infancia y la Adolescencia”.
Los accionantes fundamentan su demanda en que las expresiones impugnadas vulneran los
artículos 13, 42 y 44 de la Constitución, la Convención sobre los derechos del niño (Preámbulo,
artículos 2, 3 y 21), la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 19) y el Pacto
Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (artículo 10). También acusan “la
interpretación inconstitucional realizada por autoridades administrativas” de esas mismas normas.
Añaden que aquella demanda “no posee un análisis detallado en relación con la adopción como
principal mecanismo de protección de los niños, niñas y adolescentes”, por cuanto esta “no puede
verse como el medio de protección de la igualdad entre parejas heterosexuales y homosexuales
sino (…) como el principal mecanismo de protección del niño, niña y adolescente a tener una
familia”.
Señalan que todos los apartes demandados infringen la Carta Política y las normas del bloque de
constitucionalidad de tres maneras: (i) vulneran la igualdad por falta de protección al interés
prevalente del menor en situación de adoptabilidad, representado en su derecho fundamental a
tener una familia; (ii) incurren en una omisión legislativa relativa que desconoce la igualdad, el
interés prevalente del menor en los procesos de adopción y el derecho a tener una familia; y (iii)
han dado lugar a una interpretación inconstitucional generalizada que debe ser sometida a control
constitucional.
En primer lugar, advierten que se vulnera la igualdad ya que se omite proteger el interés
prevalente del menor en situación de adoptabilidad, representado en su derecho fundamental a
tener una familia. Añaden que ese derecho hace parte del interés superior del menor, donde la
adopción es el principal mecanismo de protección. Sobre esa base se preguntan lo siguiente: “¿Si
los niños huérfanos son titulares del derecho fundamental a una familia y pueden ejercerlo a
través de la adopción solicitada por una pareja heterosexual, existe alguna razón que impida que
puedan ser igualmente adoptados por parejas homoparentales, máxime cuando estas constituyen
familia según la sentencia C-577 de 2011?”.
Como respuesta al anterior interrogante los demandantes sostienen que “no existen condiciones
especiales que permitan afirmar que un niño huérfano adoptado por una pareja heterosexual está
en condiciones diferentes a aquel niño que va a ser adoptado por una pareja del mismo sexo. Las
circunstancias de abandono, la necesidad de afecto, de educación, la carencia de un núcleo
familiar, son comunes a todo niño huérfano”.
Afirman que todos los niños huérfanos se encuentran en igualdad de condiciones, de manera que
no existe en el ordenamiento jurídico ningún criterio que justifique de manera razonada el
reconocimiento para unos del derecho a tener una familia y la omisión para otros de poder
acceder a ella a través de una familia homoparental.
Apoyados en el análisis a partir del test de proporcionalidad, pretenden demostrar que no existe
un criterio razonable para restringir los derechos de los menores a tener una familia.
1.3. PROBLEMA JURÍDICO QUE ENUNCIA LA CORTE (PJC) (Se trata del PJ que la Corte dice
textualmente que va a tratar en la sentencia)
Con los elementos de juicio reseñados entra la Corte a examinar si las normas que regulan el
régimen legal de adopción en Colombia, al excluir a las parejas del mismo sexo de la posibilidad de
participar en procesos de adopción de menores, vulneran el principio del interés superior del niño
(art. 44 CP), representado en su derecho a tener una familia para garantizar su desarrollo
armónico e integra

1.5. DECISIÓN
Al respecto, la corte resolvió la Litis declarando exequibles las expresiones impugnadas de los
artículos 64, 66 y 68 (numerales 3º y 5º) de la Ley 1098 de 2006, “por la cual se expide el Código
de la Infancia y la Adolescencia”, así como del artículo 1º (parcial) de la Ley 54 de 1990, “por la
cual se definen las uniones maritales de hecho y régimen patrimonial entre compañeros
permanentes”, bajo el entendido que, en virtud del interés superior del menor, dentro de su
ámbito de aplicación están comprendidas también las parejas del mismo sexo que conforman una
familia.

2. ARGUMENTOS JURÍDICOS (ideas claras; frases cortas. Use viñetas)

2.1. PROBLEMA JURÍDICO QUE REALMENTE RESUELVE LA CORTE (PJR) (No confunda PJR con la
respuesta al PJ: esto último es la Ratio Deciden di. Se trata de dilucidar cuál es la pregunta que
llega al quid del asunto; aquella que muestra la tensión entre los principios contrapuestos y que
efectivamente resuelve la Corte)

¿Puede entonces la Corte Constitucional renunciar a proteger el interés superior del niño y, en su
lugar, limitarse a esperar una intervención del Legislador?.

2.2. RATIO DECIDENDI (RD) "La razón de la decisión” Responde el problema jurídico y es la
causa del resuelve (¿Por qué la Corte decido de esta manera?) Se trata de los ARGUMENTOS que
justifican directamente la decisión. Constrúyala extractando las premisas fundamentales y
conectándolas lógicamente (¡No se trata de copiar y pegar extractos de la decisión!)
La Corte considera que excluir como potenciales adoptantes a las parejas del mismo sexo genera
un déficit de protección de los niños, niñas y adolescentes en situación de abandono, lo que a su
vez desconoce el interés superior del menor, representado en su derecho a tener una familia, por
cuanto esta es una medida de protección para garantizar su desarrollo armónico e integral y el
ejercicio pleno de sus demás derechos (art. 44 CP).

De conformidad con lo previsto en el artículo 61 del Código de la Infancia y la Adolescencia, la


adopción es una medida de protección integral al menor para el restablecimiento de sus derechos,
a través de la cual se consolida de manera irrevocable la relación paterno-filial entre personas que
no la tienen por naturaleza. En concordancia, según lo establece el artículo 50 del mismo estatuto,
se entiende por restablecimiento de los derechos “la restauración de su dignidad e integridad
como sujetos y de la capacidad para hacer un ejercicio efectivo de los derechos que le han sido
vulnerados”.
A lo largo de esta providencia ha sido explicado: (i) que la Constitución y numerosos instrumentos
internacionales asignan al Estado el deber de garantizar a los niños, especialmente a aquellos en
situación de abandono, el derecho fundamental a tener una familia; (ii) que hacer parte de una
familia es condición de posibilidad para el ejercicio de otros derechos fundamentales de los
menores; (iii) que el derecho de los niños, niñas y adolescentes a tener una familia se puede hacer
efectivo brindándoles cualquiera de los tipos de familia que se encuentran constitucionalmente
reconocidos, bien sea de aquellas conformadas por vínculos jurídicos, de las que surgen por
vínculos naturales, o de las que se conforman por la voluntad responsable de sus integrantes ; y
finalmente, (iv) que impedir o dificultar la conformación de un núcleo familiar para el desarrollo
integral y armónico de los menores no solo vulnera su derecho a tener una familia sino que
compromete otros derechos fundamentales .
Con estas premisas, no resulta constitucionalmente válido excluir a los menores de la posibilidad
de ser adoptados por parejas del mismo sexo que conforman una familia y cumplen los requisitos
para brindarles un entorno adecuado para su crecimiento integral. En otras palabras, privar a
niños que carecen de un hogar estable de la posibilidad –de por sí altamente restringida- de hacer
parte de una familia con el único argumento de que está integrada por una pareja del mismo sexo,
a pesar de que se acreditan las condiciones para brindarles un entorno idóneo para su desarrollo
armónico e integral, implica generar un déficit de protección que compromete su derecho a tener
una familia y con ello el principio de interés superior del menor, que es en últimas el criterio que
debe imperar en esta clase de decisiones.

4. COMENTARIO (C): Análisis de determinados ámbitos interesantes de la Sentencia. Debe ser


principalmente jurídico, pero también puede hacerse un análisis social, histórico, económico,
etc. Refiérase aquí sobre Innovación de la decisión; o una paradoja, error, incoherencia o cambio
jurisprudencial; su implicación con respecto de algo; etc. (No se trata de explicar qué tan de
acuerdo se siente usted frente a la decisión).

De acuerdo con un informe reciente de la Asociación Estadounidense de Psicología, que evalúa


numerosos estudios psicológicos y psiquiátricos concernientes al tema, no hay evidencia de que la
adopción por parte de parejas homoparentales sea dañina para los niños. En realidad, el estudio
arroja que no hay diferencias sustanciales entre el desarrollo de los niños con padres del mismo
sexo y el de los hijos de parejas heterosexuales. La información no es nueva: un reporte del
Seminario de Ética y Bioética de la UNAM menciona que no hay razones objetivas para conjeturar
riesgos para los niños educados por parejas homoparentales.
No obstante, los prejuicios y temores persisten. Se piensa que un niño criado por padres del
mismo sexo puede sufrir trastornos graves. Se piensa, claro, porque la literatura científica dice lo
contrario. México, a pesar de sus políticas públicas en pro de la no discriminación, es un nicho de
prejuicios de este tipo. ¿Por qué? Los factores son muchos. Uno de los más importantes, me
parece, son ciertas instituciones y asociaciones de corte religioso.

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