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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

ALUMNA : Anglade Sosa, Alexander Miguel

CURSO : Oratoria Forense

TEMA : Oratoria, Deliberación y Juicio

DOCENTE : Jorge Luis Noriega Albán

Sullana – 2017
ORATORIA, DELIBERACIÓN Y JUICIO

¿En que se basa el estudio de la retorica? EI estudio se basa precisamente, en el


entendimiento de empatía y en la reflexión moral-ética. Para ello es necesaria la
descripción detallada de la naturaleza de la deliberación política, jurídica, y obviamente,
de su posible relación con el juicio que esa conexidad da pie al surgimiento. Godomer
presenta la teoría del maestro griego Aristóteles como el complementado programa
filosófico de Platón, basado fundamentalmente en la teoría del llamado mutuo acomodo
del habla (el orador) y el alma (el sentimiento).

¿Que requiere el orador? La aptitud del orador es tener un conocimiento profundo de las
almas o de sus conductas - comportamientos a las que él desea persuadir. Un autentico
arte de la Retorica debe fundamentarse básicamente, en un conocimiento de la
receptividad de la conducta de las personas entusiasmadas y motivadas en los mensajes,
es el conocimiento interpretativo.

La retorica (metaforiza) desde la tradición ha sido la única defensora de una pretensión


a la verdad que defiende lo probable, y aquello que es convincente para la razón
ordinaria. Convencer es más difícil que persuadir. Los que convencen son los más
llamados a la retorica elocuente; los que persuaden son retóricos con poca prudencia. Si
no se logra probar en lo dicho sobre el llamado conocimiento y la persuasión, este modo
de verdad es precisamente común a la Retórica y a la Hermenéutica (interpretativa).

Es recomendable, que el juicio no debe abstraerse del mecanismo contextual del


auditorio, que es e1 receptor del mensaje. Este es pues, el objeto de la reflexión
filosófica referente a la retorica. Según Aristóteles, la retorica es un estudio del juicio
político, encargada de examinar las cualidades de juicio que han de capacitar a un
orador político: en sus arengas (discursos) y en sus discursos ante el pueblo. En estos
mensajes el orador político progresivamente, en merito a la realidad contextual va
seleccionando los modos y las formas más satisfactorias de la actividad persuasiva.
Plantea la relación entre los juicios de las asambleas políticas (mítines, certámenes) y
los procesos de deliberación que han de culminar necesariamente en el juicio (resultado

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deliberado) o el extracto del acuerdo. En uno u otro caso, se muestra que el arte de la
retorica es un ingrediente necesario para hacer juicios: del impulsor del mensaje como
del receptor del mismo.

El padre e iniciador práctico de la retorica, es Aristóteles. É1 en su tiempo, logro


distinguir tres tipos de retorica, que adecuándolos a la realidad actual se presenta de la
siguiente manera:

1. Política o deliberativa. Todas las cuestiones políticas suscitadas en la realidad


política, para que tengan asidero real, requieren necesariamente de una serie de
deliberaciones, preferentemente entre los más connotados especialistas del acontecer
político: politó1ogos y afines.

2. Epideitica o ceremonial. Es muy usual en las reuniones ceremoniales comunes que


se presentan con frecuencia en las distintas realidades, con la presencia física y
espiritual de académicos, plenipotenciarios, funcionarios y servidores de las distintas
jerarquías socioculturales, así como los que pertenecen al populorum de una sociedad.

3. Forense o jurídica. Se refiere obviamente a la expresión locuaz que hace el abogado


en defensa del interés social y la búsqueda de la justicia. Aristóteles expresa con
elocuencia un interés especial referido a la Retórica Jurídica, que fuera y es el foco de
atención predominante entre los sofistas, tratando de diferenciar de la retorica política,
por la escasa atención prestada a esta última, cuando se pone en práctica la anterior.

En la oratoria política hay poco aliciente para decir y hablar de cosas triviales, trata en
la mayoría de casos, de aspectos muy generales. Esto en razón de que la política es pues
un asunto noble y apreciado precisamente para ciudadanos involucrados en hacer
extensiva la práctica política. En cambio, en los llamados juicios jurídicos los asuntos
que han de resolverse pertenecen a otros, ajenos a los intereses de los juzgadores; en
consecuencia, es poco probable que los jueces se esfuercen por juzgar imparcialmente.
Se preocupan poco en la celeridad procesal, más bien arguyen hacer extensivo un Auto
o una Resolución, obstaculizando el desarrollo del proceso

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En un debate político general, local, regional, congresal u otros, el que está formándose
un juicio está simultáneamente tomando una decisión acerca de sus propios intereses
vitales, que es la razón de ser del aludido debate. En consecuencia, los resultados de la
deliberación son más inmediatos para aquellos que participan en el juicio.

Quienes tienen que formarse un juicio, como están en juego sus propios intereses,
estamos seguros, que los asambleístas son capaces de guardarse los que tienen.

¿Cuáles son los elementos en la capacidad de persuadir? En la capacidad de persuadir


intervienen tres elementos fundamentales:
a) el carácter (del orador)
b) la emoción (del publico)
c) la racionalidad (los argumentos del discurso).

La persuasión consiste en dominar los tres elementos, inclusive toda la retorica. EI


orador persuasivo, si pretende conocer la retorica, su actividad ha de consistir en
elaborar críticamente cada uno de los elementos, para conocerlo y dominarlo en su
naturaleza y estructura. El buen orador debe dominar, entre otros aspectos las siguientes
cuestiones:
a) un entendimiento del carácter y la bondad del ser humano en sus diversas formas y
variantes
b) un entendimiento de las emociones, con el objeto de poner al público en el buen
humor
c) una capacidad de razonar Ilógicamente, ofreciendo pruebas en el campo del discurso.

El orador que va a pretender una phronesis autentica en la manera de dirigirse a la


respetable audiencia debe estar perfectamente familiarizado con sus atribuciones de
carácter moral, propósito ético, virtud, voluntad, confiabilidad, etc. De esta manera se le
han de atribuir los mejores motivos, oportunos caracteres y propósitos altamente
posibles; debe tener conocimiento de toda la gama de emociones: amistad, enemistad,
regocijo, tristeza, virtud, defecto, temor, confianza, acierto, yerro etc. De modo que el

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orador. Sepa a ciencia cierta y en la práctica divulgue como han de afectar estas
emociones, respecto a un juicio dado. Es decir, el orador debe dominar las diversas
formas del raciocinio, para que tenga oportunamente los mejores argumentos posibles.
Estas tres Fuentes de persuasión señaladas por Aristóteles, pretenden agotar el estudio
respecto al arte de la retorica: emoción de los miembros de la Sala Colegiada, carácter
del orador y verdad de los argumentos propuestos. Es decir, la persuasión en cada caso
debe alcanzarse, actuando sobre el estado emocional coyuntural de los jueces y otros
magistrados; proporcionándoles la correcta y bien estudiada impresión del carácter del
orador; probando la verdad de las afirmaciones propuestas.

La oratoria deliberativa tiene la función de recomendar los posibles fines que se deben
seguir. A continuaci6n, el habla retórica fija el "blanco" al que se debe "apuntar"
(ambos términos entre comillas se utilizan con frecuencia en el lenguaje castrense).

Lo recomendable es, no emplear la retorica para alcanzar fines, como aparentemente se


quiere entender, nuestros fines ya están situados en un medio retorico, forjado
constitutivamente por este medio. Nuestros fines en general, y el fin del orador en
particular no son buscados retóricamente, sino que están a su vez, constituidos
retóricamente. Esto significaría, que los fines políticos están sujetos a deliberación. La
retorica, no es solo un instrumento de la política, es a su vez, el medio mismo de
elección y decisión. La retorica opera cuando se está buscando un resultado favorable,
conquistando la simpatía de los oyentes, sino a su vez cuando el orador sabe, que
palabras serán recibidas con hostilidad y resistencia.

EI discurso debe provocar una apreciación retorica en cada uno de los oyentes, al
margen del nivel sociocultural y preparación académica; siempre que el orador forense
en cada una de sus palabras, haga sentir el peso de su pronunciación y el énfasis en cada
uno de los aspectos más relevantes que produce. La operación de la retorica,
pronunciado por un experimentado orador forense tiene la expectativa de cubrir un
dominio universal, considerando que se da en sus diversos ámbitos y especialidades,
utilizando para tal efecto las mínimas cualidades que debe tener aquel que hace retorica,

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procurando relacionar la retorica y la visión historia: categorías discursales, que siempre
deben estar presentes en la mente del orador.

El orador forense que elige una manera apropiada y peculiar de discurso, a la distancia
se distingue tener una gran virtud: persona de propósito moral y de juicio. Siendo así, el
solo se esta recomendando, porque el público lo juzgara en forma imparcial su talento y
su virtud.

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