INTRODUCCIÓN.

En el próximo trabajo estaré hablando acerca de los ecosistemas, sus

vulnerabilidades y su estructura.

El concepto de ecosistema es especialmente interesante para comprender el

funcionamiento de la naturaleza y la manera en que los seres vivos dependemos
de los factores bióticos. De nosotros depende que nuestro entorno sea adecuado
y habitable.

Un ecosistema es un sistema natural que está formado por un conjunto de

organismos vivos y el medio físico donde se relacionan. Es una unidad compuesta
de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat.

Los ecosistemas son vulnerables a los daños causados por los seres vivos o por
la madre naturaleza y él mismo posee una estructura organizada abstracta y una
estructura física.
 ECOSISTEMAS, SUS VULNERABILIDADES Y ESTRUCTURAS.

Ecosistemas.

De acuerdo con Vásquez (2001) “El ecosistema está considerado como la unidad
funcional fundamental de la biosfera”. El ecosistema es considerado como un
sistema biológico constituido por una comunidad de seres vivos y el medio natural
en el que viven.

En un ecosistema influyen factores tanto abióticos como bióticos. Los factores

bióticos de un ecosistema son las plantas, los animales y los microorganismos.
Éstos se caracterizan porque crecen, se mueven por sí mismos, responden a
estímulos y mueren. Los factores abióticos los conforman el agua, la luz, la
temperatura y el suelo.

Vulnerabilidades.

Es comprensible que el hombre en su afán de crecimiento y superación extraiga

de la naturaleza diversos recursos y los aproveche para la obtención de alimentos,
la cría de animales y la agricultura, la construcción de viviendas, la instalación de
fábricas, el transporte, la producción industrial y la tecnológica. Y en todos los
casos, la presión e impactos que las actividades del hombre provocan causan
desequilibrios y tienen consecuencias negativas en el ambiente y los ecosistemas
que lo compone, causando su degradación, contaminación y pérdida de especies.
Algunos ejemplos son: los tóxicos que se liberan con el uso de los aerosoles que
destruyen la capa de ozono y la enorme cantidad de basuras que se acumulan,
contaminando el aire, el agua, los suelos.

La vulnerabilidad contempla tres principales dimensiones:

- La exposición a las presiones, perturbaciones e imprevistos.

- La sensibilidad de las personas, los sitios, los ecosistemas y las especies a las
presiones o a las perturbaciones, y su capacidad de anticipar y gestionar las
presiones.
- La capacidad de resistencia de las personas, los sitios, los ecosistemas y las
especies para hacer frente a los imprevistos y las perturbaciones sin dejar de
cumplir con su función.

Estructuras.

Al describir la estructura de un ecosistema se habla a veces de la estructura

abstracta en la que las partes son las distintas clases de componentes, es decir,
el biotopo y la biocenosis, y los distintos tipos ecológicos de organismos
(productores, descomponedores, predadores, etc.). Pero los ecosistemas tienen
además una estructura física en la medida en que no son nunca totalmente
homogéneos, sino que presentan partes, donde las condiciones son distintas y
más o menos uniformes, o gradientes en alguna dirección.

La estructura física del ecosistema puede desarrollarse en la dirección vertical y

horizontal, en ambos casos se habla de estratificación.

- Estructura vertical. Un ejemplo claro e importante es el de

la estratificación lacustre, donde distinguimos
esencialmente epilimnion, mesolimnion (o termoclina) e hipolimnion. El perfil del
suelo, con su subdivisión en horizontes, es otro ejemplo de estratificación con una
dimensión ecológica. Las estructuras verticales más complejas se dan en
los ecosistemas forestales, donde inicialmente distinguimos un estrato herbáceo,
un estrato arbustivo y un estrato arbóreo.

- Estructura horizontal. En algunos casos puede reconocerse una estructura

horizontal, a veces de carácter periódico. En los ecosistemas ribereños, por
ejemplo, aparecen franjas paralelas al cauce fluvial, dependientes sobre todo de la
profundidad del nivel freático. En ambientes periglaciales los fenómenos
periódicos relacionados con los cambios de temperatura, helada y deshielo,
producen estructuras regulares en el sustrato que afectan también a la biocenosis.
 CONCLUSIÓN.

Tras la finalización de este trabajo puedo concluir lo siguiente:

Un ecosistema es un sistema natural que está formado por un conjunto

de organismos vivos y el medio físico donde se relacionan. Es una unidad
compuesta de organismos interdependientes que comparten el mismo hábitat.

Las especies de los ecosistemas, incluyendo bacterias, hongos, plantas y

animales dependen una de otras. Las relaciones entre las especies y su medio,
resultan en un flujo de materia y energía de los ecosistemas.

La intervención de la humanidad sobre la naturaleza se ha ampliado en la era

moderna como consecuencia del desarrollo científico y tecnológico, y algunas
personas han sometido a la naturaleza a una sobreproducción,
explotando recursos naturales renovables y no renovables de manera
incontrolada, poniendo, de este modo, en peligro la vida sobre el planeta.

Todos los ecosistemas tienen un equilibrio implícito en su interior de manera que

los organismos que lo habitan puedan vivir en él. Si no conservamos los
ecosistemas entonces estos se desequilibran y decaen. Cada ecosistema tiene
diferentes especies de organismos que son compatibles entre ellos y en conjunto
los ecosistemas brindan diversidad al planeta.

Los ecosistemas son imprescindibles para la supervivencia animal. El bienestar

humano depende en gran medida de los ecosistemas, y de los beneficios que
estos otorgan, tales como la producción de alimentos y el agua potable.