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Docente:

Carlos Esqueche Ángeles

Curso:
Operaciones Básicas
Tema:
Técnicas Y Procedimientos De Limpieza De Materiales De
Laboratorio
Ciclo:
I
Integrantes:

Villanueva Apaestegui Elizabeth


Huaccha Morales Karina

TÉCNICAS Y PROCEDIMIENTOS DE LIMPIEZA DE MATERIAL DE


LABORATORIO
En el laboratorio para desarrollar cualquier trabajo se debe mantener siempre limpio y
ordenado el material, también verificar que el material este limpio y seco antes de
empezar nuestras actividades en el laboratorio

La limpieza del material se debe realizar inmediatamente después de cada operación


ya que es mucho más fácil y además se conoce la naturaleza de los residuos que
contiene.

Para limpiar un objeto, en primer lugar se quitan los residuos (que se tiran en el
recipiente adecuado) con una espátula o varilla, y luego limpiar con el disolvente
apropiado. El agua con jabón es uno de los mejores métodos de limpieza.
Ocasionalmente, se utilizan ácidos, bases o disolventes orgánicos para eliminar todos
los residuos difíciles.

Por ultimo consiste en enjuagar todo el material con agua destilada. El material limpio
se seca en un soporte adecuado inclinado o vertical, colocando el material boca abajo,
o bien se utiliza una estufa para secar, debe estar el material sin tapones ni llaves.

LIMPIEZA DE MATERIALES DE LABORATORIO

 Dentro de un laboratorio clínico a diario se manipulan todo tipo de muestras, las


cuales pueden contener desde agentes infecciosos hasta residuos químicos que
puedan alterar los resultados de una muestra o de una prueba experimental; por esta
razón como parte de la rutina de trabajo se debe limpiar, desinfectar y esterilizar
el material de laboratorio reusable, de tal forma que pueda usarse posteriormente sin
ningún problema.

Si bien en la mayoría de los laboratorios se cuenta con personal específico para el


área de limpieza y esterilización, nunca está de más conocer los mecanismos,
especialmente para los estudiantes que entran al laboratorio de la escuela a donde
acuden y realizan experimentos y posteriormente deben limpiar el material que
utilizaron;

En la actualidad sabemos la importancia de la limpieza y desinfección no sólo de las


manos del cirujano y personal médico, sino de todo el instrumental, aditamentos
y material de laboratorio ya que se necesita mantener controlados a los
microorganismos que pueden ocasionar enfermedades, y estas normas acompañan a
la medicina tanto como a la industria farmacéutica, a la de alimentos y bebidas, a la
química, entre otras, incluyendo al sector educativo pues los jóvenes desde educación
secundaria comienzan a conocer los mecanismos de acción de diversos químicos, así
como a conocer más a fondo el cuerpo humano y otros organismos vivos y
deben mantener limpios los laboratorios.

Para mantener en óptimas condiciones el laboratorio y los materiales que en él se


utilizan debemos saber diferenciar entre los siguientes conceptos:

 Limpieza. Consiste en remover los materiales adheridos a los objetos, como la


sangre, productos químicos, muestras de mucosas, etc.; esta limpieza se
realiza con agua, detergentes suaves y algunos productos adicionales en caso
de ser necesario y es el primer paso en la higiene, ya que si no se trabaja con
instrumentos limpios, la desinfección y esterilización no serán eficaces porque
seguirán existiendo microorganismos.

 Desinfección. Proceso en el que se reduce la población microbiana y


bacteriana por medio de agentes de limpieza, como puede ser el cloro.

 Esterilización. Es el proceso para erradicar todo microorganismo causante de


infecciones, en estado activo o latente; una vez esterilizado el material debe
mantenerse en este estado hasta que se vuelva a usar.

 Asepsia. Es el método para prevenir las infecciones mediante la destrucción de


los agentes contaminantes; para este método se usa en los seres vivos un
antiséptico o sustancia que controla, reduce e impide el crecimiento o acción
de los microorganismos, impidiendo su crecimiento y actividad.

Al finalizar el proceso se requiere la validación formal, con los datos que demuestren la
limpieza y esterilidad del material de laboratorio o del instrumental a utilizar. En
algunas ocasiones el material contaminado, que estuvo en contacto con residuos
orgánicos como sangre o inorgánicos como orina, debe llevar otro tratamiento como
sumergir o rociar los materiales con detergentes enzimáticos como prelavado; estos
agentes deben ser tenso activos o emulsificantes para que los contaminantes queden
suspendidos en el agua y la superficie quede limpia; incluso puede aplicarse una
diferente temperatura para cada material, por ejemplo el agua fría se utiliza para
limpiar residuos de proteína y glucosa, mientras que el agua caliente se utiliza para
eliminar los residuos de grasas y minerales.

Material contaminado

Todos los materiales de laboratorio que se encuentran sucios se consideran de riesgo,


especialmente cuando se usan para recoger muestras corporales, ya que tienen el
potencial para la transmisión de infecciones, por lo que también es necesario tomar las
medidas adecuadas para manejar los residuos y desecharlos de forma segura para
evitar la contaminación. Por esta razón las áreas de laboratorios incluyen trituradoras,
unidades especiales de eliminación de basura, fregaderos hondos, máquinas para el
lavado y esterilización de material de vidrio, estufas de desecación y estufas de
esterilización, así como mesas de acero inoxidable.

Usualmente los materiales llegan al laboratorio en recipientes con los datos añadidos
para saber qué contienen y qué tipo de tratamiento se debe seguir tanto para el
análisis de la muestra como para su posterior desecho para saber qué método se
aplicará para el prelavado, desinfección y esterilización.

Los residuos o muestras analizadas se pueden extraer o verter para poder lavar de
forma manual o mecánica el material de laboratorio que puede ser tubos, frascos, etc.,
y que pueden utilizarse para el lavado un detergente líquido o en polvo dependiendo
de la sustancia que se encuentra en el material.

Muchos laboratorios no pueden contar con mecanismos automáticos de lavado, que


pueden agilizar el trabajo pero no son del todo indispensables, ya que un laboratorio
puede prescindir de este tipo de mecanismos debido al tipo de residuos que manejan;
sin embargo sí se recomienda el uso de fregaderos dobles para lavar y aclarar los
recipientes. Es indispensable lavar por separado los recipientes y los tapones
metálicos o de plástico y para ello se pueden utilizar los coladores o tamices de
polipropileno, que impiden que escapen los materiales pequeños.

En muchas ocasiones los materiales que contienen desechos altamente


contaminantes requieren pasar al menos por una noche entera, ya limpia y con un
agente desinfectante para que actúe a fondo y pueda proseguirse a la siguiente etapa
de esterilización; en estos casos se recomienda el uso de guantes de plástico o de
látex para evitar la contaminación en la piel.

En el caso de los materiales nuevos, es necesario neutralizarlos y esterilizarlos antes


de usarlos, aunque aparentemente no tengan microorganismos ni contaminación
residual ya que no han albergado muestras contaminantes, sin embargo es
indispensable su esterilización previa de todos modos. Los métodos de desinfección y
esterilización más utilizados son:

 Calor Húmedo o Autoclave. Es un aparato utilizado en laboratorios para


esterilizar los materiales que se utilizan mediante temperaturas de más de
100°C en un tiempo de exposición de alrededor de 15 minutos para eliminar los
microorganismos, incluso los fúngicos.
 Calor seco. El horno es uno de los métodos de desinfección y esterilización
más utilizados para acabar con los microorganismos sin dejar residuos tóxicos.

 Métodos químicos como antisépticos o esterilizantes como el cloro y el alcohol.

Una vez que se hayan lavado, desinfectado y esterilizado los materiales del laboratorio
se deben resguardar de forma adecuada para evitar que la exposición al medio
ambiente o a otros factores, como el polvo, puedan ensuciar de nuevo el material; el
instrumental y materiales pueden perder su esterilidad si se produce cualquier tipo de
ruptura en ellos, si el material de empaque se humedece o se rompe (aunque sea muy
poco) o si el área de almacenamiento es atacada por un exceso de temperatura o de
humedad; para asegurarnos de que el material resguardado conserva su esterilidad es
indispensable mantenerla limpia, seca, libre de polvo, suciedad o insectos, así como
controlar la temperatura y la humedad, utilizando los utensilios adecuados para este
medio.

El material estéril puede conservar esta condición si se protege adecuadamente,


aunque se recomienda rotar constantemente los materiales para tener siempre a la
mano los que se encuentren cerca de caducar y mantener los de reciente
esterilización en la parte posterior, y para esto se pueden utilizar etiquetas con fechas
de desinfección y esterilización, que ayudarán a llevar un mejor control

Limpieza de portaobjetos y cubreobjetos Corning

Es fundamental que los portaobjetos y cubreobjetos empleados en la preparación de


frotis de sangre, frotis bacteriológico o cultivos celulares, estén perfectamente limpios y
sin rayones.

Los portaobjetos deben lavarse, colocarse en ácido acético glacial durante 10 minutos,
enjuagarse con agua destilada y secarse con toallas de papel o con un paño limpio.

Antes de usar, lavar con alcohol y secar con un paño. Luego del tratamiento con ácido
y del enjuague, se pueden colocar los portaobjetos en un recipiente ancho cubierto de
alcohol. Si es necesario, retire del recipiente y seque con un paño.

 
Limpieza de buretas PYREX
Retire el tapón o la punta de caucho y lave la bureta con detergente y agua. Enjuague
con agua del grifo hasta eliminar toda la suciedad. Luego, enjuague con agua
destilada y seque.
Limpie el tapón o la punta de caucho por
separado. Antes de colocar un tapón de vidrio
en la bureta, lubrique la junta con lubricante
para tapones. Solo utilice una pequeña
cantidad de lubricante. Las buretas deben
estar siempre tapadas si no están en uso.

 
Limpieza del material de vidrio PYREX para cultivo celular
El material de vidrio para cultivo celular debe primero remojarse, luego lavarse y
enjuagarse repetidas veces con agua de grifo y con agua de alta calidad, es decir,
purificada mediante destilación, deionización u ósmosis inversa. Se debe prestar
especial atención a la fuente de agua utilizada durante el proceso de lavado. Por lo
general, los caños de cobre son una fuente de iones metálicos tóxicos para los
sistemas de cultivo celular. Para eliminar este problema, pueden reemplazarse por
caños de plástico o de acero inoxidable que resulten adecuados. Otra fuente de iones
metálicos tóxicos puede ser el sistema de calentamiento de agua caliente que se
utiliza en el lavado de las piezas de vidrio. Para resolver esto, se puede emplear un
sistema separado de agua caliente revestido en vidrio, ubicado cerca del área de
lavado de materiales de vidrio.

Una fuente de iones tóxicos de metal pesado que se ignora con frecuencia son los
frascos de almacenamiento de medios, previamente utilizados para contener
soluciones de tinción empleadas en microscopía electrónica, que poseen tetracloruro
de osmio, acetato de uranilo o nitrato de plomo. Estos iones de metal pueden unirse
fuertemente al vidrio y no se eliminan durante la limpieza a menos que se utilicen
agentes de limpieza con ácido concentrado. Al guardar medios en los frascos, los
iones de metal comenzarán a liberarse lentamente de la superficie de vidrio,
provocando toxicidad celular. Se recomienda el uso de frascos descartables para
guardar estas soluciones.

Por lo general, solo se recicla el material de vidrio de boro silicato (como PYREX). El
vidrio común o el vidrio Flint debe utilizarse solo una vez y luego se los debe descartar;
el uso repetido del vidrio común puede provocar la lixiviación de los materiales tóxicos
en las soluciones o cultivos. Es fundamental limpiar y enjuagar en profundidad el
material de vidrio. Si un servicio central de lavado de piezas de vidrio no logra brindar
la atención necesaria al material de vidrio para cultivo celular, entonces dicho material
deberá lavarse en los laboratorios individuales.

El uso de material plástico descartable puede eliminar o reducir este problema en gran
medida.

 
Limpieza de tubos para cultivo PYREX
Los tubos para cultivo previamente utilizados deben esterilizarse antes de la limpieza.
El mejor método para la esterilización es mediante autoclave durante 30 minutos a
121°C (presión de 15 lb.).

El medio que se enfría y solidifica debe retirarse mientras los tubos están en caliente. 
Después de vaciar los tubos, lave con detergente y agua, enjuague profundamente
con agua corriente, enjuague con agua destilada, coloque en una cubeta y deje secar.

Si los tubos se llenarán con un medio que se esterilice por autoclave, no tape los tubos
hasta añadir el medio. Así, tanto el medio como los tubos se esterilizan en autoclave.
Asegúrese de que las tapas puedan colocarse en autoclave. Las tapas que poseen
revestimiento en papel no deben colocarse en autoclave.

Si los tubos se llenarán con un medio estéril, tape y esterilice los tubos en el autoclave
o con aire caliente antes de añadir el medio. Corning también ofrece una amplia gama
de tubos de vidrio y plástico descartables que eliminan la necesidad de limpieza.

 
Limpieza de pipetas
Coloque las pipetas con su extremo hacia abajo en un cilindro o frasco alto con agua
inmediatamente después de su uso. No las deje caer dentro del frasco, dado que se
pueden romper los extremos, quedando inutilizadas para mediciones precisas. Un
disco de algodón o lana de vidrio en el fondo del frasco ayuda a prevenir la rotura de
los extremos. Asegúrese de que el nivel de agua sea suficiente para sumergir la parte
más grande o la totalidad de cada pipeta. Cuando sea conveniente, las pipetas deben
escurrirse y colocarse en un cilindro o frasco con detergente o, si se encuentran
demasiado sucias, en un frasco con solución para limpieza a base de ácido crómico.
Después de permanecer en remojo por varias horas, o durante toda la noche, escurra
la pipeta y enjuáguela con agua de grifo hasta remover toda la suciedad. Remoje las
pipetas en agua destilada durante al menos 1 hora. Retire del agua destilada,
enjuague, seque la parte exterior con un paño, quite el agua remanente y seque.
En los laboratorios que utilizan grandes cantidades de pipetas por día, es conveniente
utilizar una lavadora automática de pipetas. Algunos de estos dispositivos, fabricados
en metal, son bastante sofisticados y pueden conectarse mediante accesorios
directamente al suministro de agua fría y caliente. Los que están fabricados en
polietileno son más sencillos y se pueden conectar al suministro de agua mediante una
manguera de caucho. Se pueden utilizar cubetas y frascos de polietileno para mojar y
enjuagar las pipetas en solución de limpieza a base de ácido crómico. También
pueden emplearse secadores metálicos eléctricos para pipetas.

Después del secado, las pipetas deben colocarse en un cajón libre de polvo. Se
recomienda envolver las pipetas serológicas y bacteriológicas en papel o colocarlas en
cubetas para pipetas y esterilizarlas en el esterilizador de aire seco a 180°C durante 2
horas.

Las pipetas que se emplean para la transferencia de material infeccioso deben tener
un tapón de algodón en la parte superior antes de la esterilización. El tapón de
algodón evitará que el material a medir ingrese accidentalmente al dispositivo de
pipetas. Corning también ofrece una línea completa de pipetas estériles descartables
de plástico y de vidrio listas para usar sin necesidad de su limpieza y esterilización
posterior.

 
Limpieza de pipetas serológicas PYREX
Después de su uso, las pipetas serológicas se deben enjuagar minuciosamente con
agua fría de grifo, agua destilada, alcohol o acetona.

Luego, se deben secar por aspiración. (No sople aire dentro de las pipetas, dado que
esto condensará la humedad en el interior de las mismas).

Se debe emplear una solución de limpieza para remover partículas de sangre


coagulada o suciedad. En algunos casos será suficiente un tipo de solución, mientras
que otros casos requerirán un agente de limpieza más potente. Se recomienda llenar
la pipeta con la solución de limpieza y dejarla reposar durante la noche. Se puede
utilizar hipoclorito de sodio (lejía para ropa) o detergente. El peróxido de hidrógeno
también resulta útil. En los casos difíciles, se puede emplear ácido nítrico concentrado.
Quizás sea necesario aflojar algunas partículas con un alambre fino o hilo metálico.
Tenga cuidado de no rayar el interior de la pipeta.

 
Enjuague, secado y almacenamiento del material de vidrio
Es importante ser cuidadoso al enjuagar o lavar pipetas, cilindros o buretas, y evitar
que las tapas caigan en la pileta de lavado o golpeen contra el grifo. La mayoría de las
roturas se producen de este modo. Los tubos de ensayo, tubos de cultivo, matraces y
otros artículos de vidrio deben colgarse con broches de madera para su secado, o se
deben colocar hacia abajo en bateas para su secado al aire. Otra alternativa es
colocarlos en cubetas y secarlos en horno. La temperatura de secado no debe superar
los 140°C. (Nunca aplique el calor directamente sobre el material de vidrio vacío
empleado para mediciones volumétricas. Dicho artículo debe secarse a temperaturas
que no excedan los 80°C o 90°C). Antes de colocar los artículos de vidrio en la cubeta,
recubra la base de la misma con una toalla plegada limpia o un paño limpio.  Esto evita
que la boca de los tubos se ensucie.

Deje secar las buretas, pipetas y cilindros en posición vertical sobre una toalla
plegada. Proteja el material de vidrio del polvo. Para hacerlo, se recomienda colocar
un tapón de algodón o corcho, o encintar con papel grueso la boca del recipiente, o
colocar el material de vidrio en un gabinete libre de polvo.

Para almacenar, coloque los artículos en estantes diseñados especialmente para los
mismos. Asegúrese de que no estén en contacto unos con otros para evitar daño
mecánico involuntario. No coloque los artículos de vidrio sobre el borde de los
estantes.

No almacene líquidos alcalinos en buretas o matraces volumétricos. Los tapones y las


válvulas pueden atascarse.

DESINFECCIÓN Y ESTERILIZACIÓN DE MATERIALES DE LABORATORIO

La esterilización del material de laboratorio es un proceso que permite eliminar la


carga microbiana patógena y no patógena, incluídas las esporas, de productos e
instrumentos que lo requieran como el instrumental médico o los medios de cultivo.
Para que sea eficaz debe realizarse sobre materiales limpios  y respetando los
parámetros y procedimientos definidos para cada método.

Para decidir si un objeto debe esterilizarse o es suficiente con una desinfección


pueden consultarse los criterios de clasificación del Dr. E. H. Spaulding, ampliamente
aceptados por la FDA y los profesionales médicos, epidemiólogos y microbiólogos.
Según esta clasificación, los objetos considerados críticos deben esterilizarse, los
semi-criticos deben someterse a una desinfección de alto nivel y los no-crítico deben
limpiarse y someterse a una desinfección de bajo nivel.
La esterilización puede conseguirse usando calor, productos químicos y radiación. El
método a elegir dependerá del material a esterilizar y del equipo e instalaciones
disponibles. Con  los objetos de acero inoxidable y de vidrio podemos usar cualquier
método, pero en el caso de los materiales plásticos debemos tener en cuenta su
composición para evitar deformaciones e incluso la destrucción del material.

Autoclave
Es el método de referencia, utiliza calor húmedo en equipos que se denominan
autoclaves, formados por un recipiente o cámara de esterilización de paredes gruesas
y cierre hermético que permite usar vapor a presión y temperatura elevada. El
fundamento físico es el de una olla a presión. Se considera el método más efectivo
porque actúa coagulando las proteínas de los microorganismos, provocando su
eliminación. Los factores más importantes en este proceso son:

 La eficacia y rapidez del equipo para remover el aire de la cámara y sustituirlo


por vapor evitando fluctuaciones de la temperatura.

 El vapor debe proceder de agua limpia, sin contaminantes y generarse con un


porcentaje de agua líquida muy bajo (menor del 3%).

 El vapor debe estar en contacto directo con todo el material, el apilamiento


excesivo o incorrecto pueden disminuir la eficacia del proceso.

 Las piezas deben estar limpias, el vapor no penetrará una costra de suciedad.

 Vía seca
La esterilización por vía seca o calor seco es una variante del autoclave en la que no
se usa vapor, al ser menos agresivo (en ausencia de agua el calor se transfiere peor al
material) se utiliza a más alta temperatura y durante más tiempo. El calor seco
desnaturaliza las proteínas, funde los lípidos de las membranas y provoca desecación
de los microorganismos.

Este método es menos corrosivo para los instrumentos metálicos y permite esterilizar
sustancias en polvo o viscosas no volátiles y también las que puedan formar
emulsiones con el agua.

Los objetos que pueden esterilizarse con calor seco son los metálicos, el vidrio o
plásticos como PTFE/PFA (teflón) que pueden soportar la elevada temperatura del
método.

Métodos químicos
Puede conseguirse desinfectar y/o esterilizar material de laboratorio usando diversos
productos químicos tanto en fase gaseosa como en fase líquida por su capacidad para
eliminar microorganismos. Los métodos químicos permiten la esterilización de
materiales e instrumentos a baja temperatura siempre que se disponga del
equipamiento e instalaciones adecuadas para controlar su peligrosidad.

El óxido de etileno:

Gaseoso es uno de los agentes químicos de esterilización usados habitualmente con


productos termos sensibles que no soportan las temperaturas de los procedimientos
por calor. Por su capacidad de difusión en conductos muy estrechos suele utilizarse
para catéteres y similares. Es un agente alquilante capaz de destruir los
microorganismos, incluidos los virus. Debe manejarse con cuidado por ser inflamable,
potencialmente explosivo y cancerígeno.

Los Aldehídos como la Formalina (formaldehído, metanal, formol) pueden actuar como


potentes agentes de esterilización capaces incluso de destruir esporas. El
formaldehído puro es un gas que puede comercializarse en diferentes formas para su
uso, disuelto en agua y/o alcohol y también como pastillas de para formaldehído que al
calentar liberan el gas. Por ser un veneno protoplasmático debe evitarse el contacto
con la piel y la exposición a sus vapores.

Radiaciones ionizantes
Las radiaciones ionizantes pueden usarse para esterilizar por su capacidad para
destruir microorganismos. La radiación gamma se caracteriza por su alta energía y
poder de penetración que permite su uso con los materiales y productos envasados,
característica muy importante para los materiales destinados a cultivos y
preparaciones biológicas como las Placas de Petri estériles.

Este método es muy efectivo puesto que puede ajustarse a cada necesidad
controlando la dosis de irradiación, que para una fuente determinada es el tiempo de
exposición. No produce daños al material pero requiere una instalación compleja con
blindaje biológico.

Como apenas produce calor y no genera residuos se puede usar con muchos de los
materiales de laboratorio e instrumental clínico de metal, vidrio y plástico.

La siguiente tabla muestra un resumen de los métodos de esterilización que pueden


usarse teniendo en cuenta la composición del material.

Limpieza del material de vidrio:

 Debe hacerse inmediatamente después de su uso. El procedimiento más común


consiste en lavar el material con detergente, utilizando un cepillo adecuado, a
continuación se debe enjuagar bien, se hace primero con abundante agua del grifo y
después con agua destilada.

 Si la limpieza no fuera completa con el detergente, se puede utilizar una disolución de
ácido comercial o potasa alcohólica. En los casos rebeldes puede recurrirse a la
mezcla sulfocrómica (disolución de bicromato potásico y ácido sulfúrico). En el caso de
las buretas, es suficiente, casi siempre, limpiar la bureta con agua del grifo y después
con agua destilada. Si es necesario se puede dejar en remojo con disolución caliente
de detergente durante un rato y después proceder como se ha descrito arriba.
El material de porcelana, aunque resiste bien los cambios bruscos de temperaturas
conviene evitarlos pues pueden llegar a romperse. Para lavarlos puede seguirse el
mismo método que para el vidrio.

Curado del material:

 Cuando una bureta u otro material no está seco y se desea utilizar, se procede a
curarlo, enjuagándolo tres veces con pequeñas porciones del mismo líquido o solución
que se desea medir.

Manejo de polvos:

Los materiales sólidos corrosivos no deben tocarse. Coloque el polvo sobre un papel


liso o de pesar. Enrolle el papel que contiene el polvo, de tal modo que se forme un
conducto, y vierta el contenido directamente en el recipiente deseado. Los polvos no
deben verterse en forma directa desde un recipiente a otro que no tenga una boca
bastante amplía; para esto, utilice una cucharada o espátula limpia. En caso de no
haber tomado una gran cantidad, deseche el exceso; nunca devuelva nada a las
botellas de reactivo.

 Manejo de líquidos:

Compruebe si las botellas de líquidos corrosivos se encuentran húmedas en la parte


exterior. En caso de ser así, límpielas con una esponja húmeda, Mantenga los dedos
fuera de la trayectoria del líquido fluyente. Lávese las manos después de cada
operación.

Siempre que sea posible, vierta los líquidos desde un recipiente con pico. Utilice un
embudo o una varilla de vidrio (Figura 1) para facilitar la operación de verter. En la
mesa de trabajo solamente deberán dejarse tapones de cabeza plana.  Sostenga los
tapones de otros tipos entre los dedos índice y medio, y la botella, con todos los dedos
de la misma mano.
Al aproximar la mano  al tapón, ¿se deberá hacer con la palma hacia abajo o arriba?
¿Cómo debe mantenerse la botella para que cualquier líquido que escurra fuera de la
misma no toque los dedos?

Nunca vierta líquido desde un recipiente de 2 litros o de mayor capacidad a un


recipiente de boca angosta: vierta el líquido en un vaso de precipitados y luego
transfiérase de este al recipiente final.

El ácido sulfúrico concentrado debe verterse en agua fría (nunca el agua en el ácido),
en forma lenta y con agitación.  Utilice un recipiente que soporte cambios bruscos de
temperatura (por ejemplo un vaso de precipitados o matraz), evitando el uso de
botellas o de probetas graduadas. En caso de haber tomado una gran cantidad,
deseche el exceso; nunca devuelva nada a la botella de reactivo.

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