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ANÁLISIS DE LA GUÍA DE AUTORES CHOCOANOS Y

PRESUPUESTOS PARA UNA HISTORIA DE LA LITERATURA DEL CHOCÓ

Carlos Andrés Serrano Hoyos


[esa novela...] es un libro que trata de la vida del Chocó,
en el cual viven hombres que vienen del África,
que han constituido una especie de país, una nación
junto con el aporte español e indígena.
Arnoldo Palacios1

Después de un viaje con interés académico y laboral al departamento del Chocó (en el Pacífico
colombiano) descubrí que el conocimiento de los nativos respecto de la producción literaria del
lugar era poca o nula. La cuestión no hubiera pasado a mayores si yo no hubiera comparado ese
conocimiento con el que yo mismo tenía de ese campo, prácticamente mi único acercamiento al
departamento era la información de los medios de comunicación de la masacre de Bojayá en
2002, y el resto de evidencias eran débiles o inútilmente generales: la lejanía del centro del país,
las condiciones de pobreza de la población, la riqueza de su entorno natural, y la densidad de
lluvias presente. El resultado de la investigación sobre la literatura del departamento me produjo
un impacto de tal magnitud que me decidí a usar esos pobres descubrimientos en favor de los
cursos de Análisis Textual que impartí en algunos municipios del Chocó. Pocos estudiantes
conocían versos de los poetas chocoanos y en general la literatura del lugar estaba marginada
porque para los habitantes era invisible o peor aún inexistente.
Visto el asunto (para mí un problema) imaginé una cruzada donde yo fuese el salvador de la
ignorancia e incultura en que estaba sumido el departamento. Decidí que mi proyecto era realizar
una historia de la literatura del Chocó, para que todos los habitantes descubrieran las bellezas y
maravillas que había producido el entorno, para que el departamento tuviera una razón de orgullo
y estuvieran dispuestos a exaltar su sentir chocoano.

El paso inicial fue una exhaustiva indagación sobre las historias de la literatura chocoana. El
primer resultado fue la inexistencia de ese texto. No se ha realizado hasta el momento una
recopilación que permita identificar una sistematización crítica de la literatura del departamento.
La pregunta que surgió fue: ¿por qué nadie se ha interesado en realizar un trabajo histórico y
crítico de la literatura chocoana? y arrojó una respuesta casi inmediata: ¿qué hace que alguien se
interese en la compilación, sistematización y análisis de la literatura de un departamento en
particular de Colombia? Y de repente el impulso investigador de la literatura del Chocó cesó.

1Lección conversada del narrador colombiano Arnoldo Palacios en la sesión inaugural del XVI Taller de Escritores
Universidad Central, el 3 de junio de 1998.
Tomado de https://encolombia.com/educacion-cultura/educacion/educacion-revistas/origen-de-un-escritor/
Varios aspectos tratados en el curso “Teoría de la historia literaria” hicieron que el interés por el
tema de la historia de la literatura chocoana reviviera. En principio abordar el problema de la
historia literaria desde una perspectiva cercana en el tiempo motivó el interés por la concepción
de una forma dinámica del acontecer de la producción e intercambio de lo que llamamos
"literatura, su elaboración y análisis se propusieron diferentes y permitían aclararar tanto las
motivaciones como los intereses que suscitaba la argumentación teórica del problema. Luego, la
teoría y la metodología que se usaron para la elaboración de varias historias proveyeron más
elementos de juicio y de análisis que sumaron al proyecto. Finalmente, la posibilidad de elaborar
una propuesta propia que sentara las bases de aproximación a la literatura particular de un
departamento y que permitiera el análisis de sus expresiones literarias podría, en conjunto,
aportar a la construcción social del lugar. Las pretensiones iniciales se modificaron
sustancialmente con el avance del curso. Ya no buscaba realizar un proyecto gigantesco e
inmanejable, ya no deseaba un trabajo que le diera sentido e identidad a un territorio ni a un
grupo de personas, ya no quería exaltar el sentimiento regionalista, colectivista o racista,
Simplemente quería aproximarme a las expresiones literarias del departamento y encontrar una
manera de aprovechar su desenvolvimiento en el conjunto social que las produce y las recibe, en
suma, quería leerlas mejor.

En la búsqueda bibliográfica de textos relacionados con la literatura chocoana no aparecieron


testimonios que reflejaran la búsqueda o recopilación crítica de la producción literaria chocoana.
Los pocos textos que cubrían el área están encaminados a inventariar la producción escrita, a
exaltar la memoria de los escritores y a generar conciencia sobre la existencia de dichos escritores
en el departamento, luego no están pensados para ser historias (y menos críticas) de la literatura
chocoana.

Sin embargo y con el ánimo de realizar un trabajo de análisis con la propuesta del curso de teoría
de la historia literaria, me aproximo a un texto que propone un acercamiento específico a las
expresiones literarias chocoanas. Guía de autores chocoanos2 de Cesar Enrique Rivas Lara, de la
editorial Lealon de Medellín (pero publicada en Quibdó en 1993), es el seleccionado para el
análisis. La Guía sirvió como ponencia en la VI Feria Internacional del Libro de Bogotá y su
autor asistió en representación del departamento del Chocó. Tiene 65 páginas divididas en cinco
partes: prólogo, introducción, índice alfabético de autores, la guía propiamente dicha de autores
2 En adelante Guía solamente
chocoanos, y, a manera de epílogo, el texto “un autor controvertido”3. El prologuista anota que el
autor quiere “prestar un servicio a los inquietos estudiosos” (p.8) y el autor mismo inicia
aclarando las limitaciones del trabajo: “somos conscientes de la poca o ninguna difusión nacional
de nuestras producciones” (p.11). Así que la primera aclaración es que no estamos tratando con
una Historia de la literatura propiamente. Sin embargo el riesgo que asumo al realizar el análisis
se antoja más ambicioso, deseo proponer un modelo de historia de la literatura chocoana, a partir
de los aciertos y desaciertos de la Guía.

La Guía pretende hacer visible la importancia de realizar un análisis que podríamos llamar
‘Historia de la literatura chocoana’. Es fundamental el intento de visibilizar la producción
literaria del departamento del Chocó, y más hacerlo en el marco de un evento tan importante
como la Feria del Libro de Bogotá. Presenta un conjunto indexado de autores y obras que expone
una tradición de escritura en el territorio chocoano. Luego que el conjunto se ordene a partir de
una serie de explicaciones de método (en este caso la Introducción) se vincula la producción
literaria con una historia general del departamento y del país (incluso del continente). El profesor
Rivas Lara realiza una breve síntesis histórica en la que recuerda que Santa María la Antigua del
Darién fue la primera población de tierra firme y estuvo ubicada en lo que actualmente es el
caribe chocoano, y desde allí los conquistadores se extendieron por Suramérica. El autor es
consciente de “la escasa noción de nuestra [los habitantes del departamento] participación activa
en la edificación histórica, social y cultural de Colombia, América y el mundo” (p.11) y esto
refuerza la idea de que la Guía se podría constituir en un trabajo situado y relacional de la
literatura chocoana en el panorama nacional.

En la misma introducción se nota el esbozo de una historiografía de la literatura que no dependa


de los conceptos tradicionales o hegemónicos al estilo de Menéndez Pelayo 4 en la cual se
minimiza la influencia de las expresiones literarias antecedentes a la llegada de los españoles y se
relega la importancia del contexto a un marco vacío en el que se planteó la ‘poética española’. El
Autor rescata la opinión de Leopoldo Zea quien propone como modelo el encuentro de culturas
que desplaza el ‘eurocentrismo’ de la historiografía tradicional. Luego la Guía señala tres

3 El prólogo es una presentación de Miguel A. Caicedo y el epílogo es un escrito del profesor Rivas Lara que hace
parte de una obra de Carlos Eduardo Caicedo, otro autor chocoano, dedicada a Jorge Isaacs.
4 Que consideraba el inicio de la literatura latinoamericana en el momento del ‘Descubrimiento’ En la Historia de la
poesía hispanoamericana (páginas 10 y sucesivas) tomado de http://www.cervantesvirtual.com/research/historia-de-
la-poesia-hispanoamericana-t-1--0/029130_0009.pdf
fenómenos que dispersan la revisión historiográfica: el marginamiento, la inadvertencia y la
subestimación a los que “siempre hemos estado sometidos por olvido ‘ex profeso’ o por
insuficiencia de causa” (p.12) estos fenómenos históricos del departamento se proyectan sobre su
literatura y ocultan los testimonios de la producción literaria del territorio particular.

El autor de la Guía continúa con un listado breve y comentado de algunos personajes notables de
la literatura chocoana, a la vez que intenta constituir un ‘canon de autores’ quiere crear la noción
de un campo literario constituido en el departamento con diversos exponentes en diferentes
disciplinas (pedagogos, músicos, periodistas, cuentistas, novelistas, poetas, incluso un narrador
oral), algunos insertos en series literarias, en movimientos artísticos o en ‘escuelas estéticas’ con
la intención de dotarlos de autoridad e importancia dentro de la vida cultural del departamento. El
esfuerzo es doblemente interesante, puesto que conforma un corpus canónico de autores en las
diversas manifestaciones artísticas y lo inserta de una manera dinámica (aunque arbitraria, pues
no recurre a ejemplos puntuales en los campos citados) 5 en el panorama del departamento según
su particular visión estética.

El profesor Rivas plantea (muy escuetamente) un panorama de la cultura chocoana y propone su


análisis literario en él. Explica, muy de pasada, razones que impidieron el auge de la literatura y
la cultura en el departamento y proyecta el desafío de la construcción “de un Chocó más sólido,
más digno de sí, más floreciente, y más grande” finalmente reconoce que su esfuerzo es “un
inventario de nuestros mejores hombres” para que “nos conduzca a la cercanía de nuestra
identidad terrígena, a la solidaridad que merece nuestro medio y a lo promisorio que se espiga”
(p.17)

El artículo conclusive de la Guía es un extracto de un libro de Carlos Arturo Caicedo, pero escrito
por el profesor Rivas, en el que plantea el problema del origen del escritor Jorge Isaacs y la
relación del pueblo chocoano con los personajes y situaciones de María (su novela cumbre). El
intento por consolidar a Isaacs como un ‘Monumento’ de la literatura del departamento es
importante para mostrar la toma de posición y los argumentos a favor de una tradición literaria en
el Chocó, sin embargo, es el primero de una serie de desaciertos en el conjunto de la Guía que
quisiera mencionar.

El primero, y bien importante, tiene que ver con la delimitación del espacio o del entorno físico

5 Dice de Adriano Arriaga: “…para […] convertirse en un Milton criollo que cantara…” (Rivas, 1993, p.14).
en el que se ubica la cuestión. El profesor Rivas no explica la escogencia del territorio, solo se
ampara en la segregación o en la separación del centro del país y en el oscurecimiento de la
cultura y otras expresiones en el departamento. Pero no alude a otras causas –también
importantes– como la constitución social y étnica del departamento, sus condiciones físicas y
climáticas, el tipo de mestizaje que se dio en el mismo, la configuración social e histórica,
condiciones que influyeron en la conformación de un pueblo particular. Las razones de peso de
esconden detrás de unos argumentos débiles y trajinados. Reconocemos una propuesta de
visibilización pero ignoramos la propuesta narrativa como la postula Ceserani (2004) hay una
linealidad, pero no se establece secuencialidad, y así la propuesta no es narrativa sino mostrativa 6
(p.200).

Luego se nota el problema de la periodización. Si bien no se hace una propuesta narrativa, el


profesor Rivas quiere fundar en Jorge Isaacs la literatura chocoana –lo instituye como piedra
angular, como monumento en palabras ya expuestas–, al que agrega el inventario que se sitúa
desde la segunda mitad del siglo XIX hasta finales del siglo XX. Es inconveniente esa distinción
temporal, puesto que según confirman documentos y estudios anteriores y posteriores, la
actividad cultural y escrita (narrativa e informativa) se había iniciado mucho antes, la propuesta
de la Guía excluye varios años de las expresiones literarias del Chocó sin explicar las razones de
dicha periodización.

Los géneros que abarca y las categorías que postula para el inventario de autores chocoanos son
un problema evidente y conjunto. Los géneros simplemente están expuestos y tienen un
componente tan amplio que juntan las expresiones musicales con algunos ejercicios pedagógicos,
periodísticos y Literarios. Autores de libros de enseñanza de sociales y geografía están
nombrados junto a cuentistas, poetas, novelistas y cronistas, sin explicar las razones que
motivaron esa decisión ni las categorías que los acompañan. El trabajo del profesor Rivas (sin
demeritarlo, por supuesto) confunde, puesto que quiere crear un ‘campo cultural’, pero se
desdibuja como un listado de personajes importantes, sin explicar los criterios de selección (y de
exclusión) ni los aportes específicos.

Finalmente queda el problema de la producción–recepción de las obras. No se advierte cual ha


sido la circulación de las obras citadas, no se señala la existencia de un campo de producción
6 Le falta el “de-” para que busque un fin puntual, por eso decidí quitárselo y dejarla como mostrativa que creo
funciona para presentar a los autores o hacer el inventario pertinente.
(literario en particular o artístico en general) ni su relación con la escogencia. Si bien es fácil para
mí señalar este punto como desacierto, porque considero lo mucho que le puede faltar al profesor
Rivas (como investigador) y a la Guía (como producto) es importante precisar que el autor quiere
mejorar la percepción general de un conjunto cultural (literario en el caso del análisis) y amplía
las perspectivas de comprensión de los procesos del departamento del Chocó, al respecto Welleck
(1983) recuerda que obviar la “ciencia de la crítica no es una recomendación” porque da pie
“para la subjetividad pura, la ‘estimación’ y la opinión arbitraria” (p.35) y refuerza el desacierto
de la Guía.

Antes de pasar a la propuesta (bastante somera) quiero señalar la importancia de la ubicación de


la Guía en un panorama general de la cultura chocoana, afrodescendiente, colombiana y (tal vez)
mundial, Acosta acota que “desde la mirada de la historia, surge el interrogante por la forma
como las historias han propiciado la cristalización de lugares de la memoria” (2007, p.164) –con
el préstamo de término de Pierre Nora– precisión que da un lugar privilegiado a la obra del
profesor Rivas, puesto que busca inaugurar la pregunta por el lugar de la cultura en la
construcción colectiva del departamento, como un todo que impulsa a la población a reconocer
los individuos que han participado en la cimentación de una identidad chocoana.

PROPUESTA PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA HISTORIA DE LA LITERATURA DEL


CHOCÓ

La propuesta de una historia de la literatura chocoana debería iniciar con la explicación de la


arbitrariedad de la escogencia del territorio. Si bien es un territorio excluido y marginado por
ciertas condiciones, la sustentación de la delimitación territorial debe pasar por el desarrollo del
conjunto del departamento llamado Chocó, y se enlazaría inmediatamente con el problema de la
periodización, pero también debería tener en cuenta los factores sociales que el profesor Rivas
esbozaba, junto con otros que también tienen peso: los económicos, culturales, religiosos, etc.
según menciona Greenblatt (2005, p.108) se propone una historia interdisciplinar e intercultural
que permita explicar los fenómenos generales del conjunto sociocultural de la región (en este
caso la chocoana) y cómo se opone (en contraste) o se asimila (en cercanía) con otras culturas
ubicadas en Colombia7.

7 Para éste fin de la delimitación conjunta intercultural–interdisciplinar considero útiles las investigaciones de
de Friedmann y Arocha en De sol a sol (1986), de Jiménez Meneses en El Chocó: un paraíso del demonio (2004) y
de Burgos Cantor (como editor) en Rutas de Libertad 500 años de travesía (2011).
La explicación intercultural debería tener obviamente un orden, dicho orden lo debe asignar el
autor de la historia de la literatura, puesto que el orden devela el tipo de narración que quiera
practicar el autor, Greenblatt añade que se trata de “distinguir el proyecto de historia literaria del
de la historia del gusto” (p. 109) la escogencia de las obras y los autores está unida a las
decisiones estéticas que comprendan la interdisciplinariedad del contexto, Greenblatt apunta a
que:
[…] la historia que asume como tema potencial el entero campo de los objetos
formados de palabras, rechaza asumir una distinción fijada a priori
entre un tipo de escritura y otro; se preocupa por los usos prácticos
de tales distinciones que se dan en todas las épocas (p. 113)
Y nos lanza al primer punto en que quisiera hacer especial énfasis, a la Oralidad como punto de
partida y de inflexión (y posiblemente de llegada8). Si bien el profesor Rivas quiso hacer la Guía
como una recopilación de los escritos publicados (en su mayoría), desconoce la principal fuente
de expresión de lo cultural y lo literario en el departamento (y en general en las zonas en donde
los afrodescendientes tienen influencia). Es en La Oralidad en que la narrativa chocoana está
fundamentada, las comunidades ágrafas (indígenas, negras, mestizas) depeden de la narración
oral y de la oralidad como mecanismo plurisignificativo de sentido.

Debe ser notable la relación entre la sociedad y la literatura, Welleck postula que “la literatura es
parte del proceso histórico general concebido como una unidad organizada, la literatura depende
de la sociedad, la representa”9 (1983, p. 28) así para analizar críticamente el ámbito cultural y el
literario se debe tener en cuenta La Oralidad como expresión fundante del resto de expresiones,
puesto que es referencial (aún más, Hiperreferencial) y enlaza diversas formas del conjunto
social: los mitos fundacionales han sido narrados desde tiempos inmemoriales, los contratos
laborales y sociales se hacían por voceos generales, las expresiones religiosas y tantos más
dependen de esa Oralidad, de la palabra dicha como mecanismo de legitimación y de sustento.
Sin embargo la mayor dificultad radica en que la noción de literatura en Colombia ha estado
mediada por la tradición letrada, como señala el profesor Freija: “el reconocimiento es una
necesidad cultural e histórica con los pueblos cuya voz no ha tenido eco en la escritura de la
historia de nuestra literatura” (2015, p.13).

El establecimiento de La Oralidad y su relación con la literatura oral10 justifican la escogencia


del territorio y del colectivo social, las condiciones particulares del Chocó (desde teóricos como.

8 Aunque eso depende en gran parte de la persona que realice la tarea de historiador literario, para que revise según
la posible propuesta narrativa el lugar de esta expresión.
9 Subrayado mío.
10 Aunque suene paradójico, el profesor Freija lo propone asertivamente enlazado con la obra de Walter Ong.
De Friedmann, Arocha, Jiménez y otros) abstraen las investigaciones particulares de sociólogos y
antropólogos y los sitúan al nivel de lo literario, deja de ser un producto exótico que pretende
explicar otros fenómenos y se inserta en la elaboración de un discurso literario. Se desplaza de lo
meramente social para situarse en lo significativo, la interdisciplinariedad quiere situar la
expresión literaria–cultural en un eje múltiple que de sentido a la configuración del territorio y su
influencia y aportes a la cultural colombiana. No se sitúa desde la esquina del menospreciado,
sino que se ubica en el centro del que dinamiza el campo sociocultural colombiano.

La Oralidad como expresión plurisignificativa nos lleva a reconocer con Fowler que “los
acontecimientos [literarios] están más relacionados entre sí de lo que se relacionan con
acontecimientos del mundo exterior actual” (2005, p.262) la oralidad se entronca con los
procesos narrativos que se han materializado con los autores que había propuesto la Guía, varios
poemas de Caicedo, por citar un ejemplo, son asimilaciones de las declamaciones y de las
presentaciones de decimeros, las relaciones entre historia e historia de la literatura se superponen
como círculos concéntricos y permiten un panorama amplio y eficaz. Esta interacción que
confluye o parte (según se desee) de La Oralidad se comprende mejor cuando se hacen patentes
la contribución de lo oral a la música, la literatura y otras artes para “la creación de ese gran
patrimonio textual del imaginario colectivo” (Ceserani, 2004, p.215).

Propuesta La Oralidad como eje trasversal de la posible Historia de la literatura del Chocó, aún
quedan campos por delimitar, por ejemplo la periodización que para Santiáñez se constituye
como el ejercicio de “temporalidad histórica para la superación de la persistente visión unilineal
del tiempo histórico en el hispanismo” (2002, p.56) y continúa especificando que la división
temporal es un eje que debe tener en cuenta que es posible la existencia una “simultánea
pluralidad de tiempos… como construcciones del ser humano” (p.59) que se puede presentar
como otra construcción narrativa y supone una “transtemporalidad, una vigencia más allá del
tiempo histórico para la cual fue creada” (p.62) la obra resiste, pero también rompe el tiempo –
piénsese en los mitos africanos e indígenas que se superponen en una cultura de zambos, mulatos
y mestizos (al estilo de Jiménez)– aunque pudiera fallar la aplicación del proceso de
periodización al fenómeno oral.

Se suma a la temporalidad la cuestión de la recepción y las diferentes interacciones entre los


integrantes, miembros, clientes u otros participantes o miembros del campo literario, al estilo
bourdieusiano, con variados integrantes que se relacionan con las producciones literarias
(culturales en términos globales) dependiendo de su(s) papeles dentro del campo. Para Jauss la
posibilidad de objetivación de los sistemas de relación al interior de la historia de la literatura “en
la evocación del horizonte de expectativas de los lectores marcado por el género el estilo o la
forma” (2000, p.265) la recepción también está ligada al horizonte de expectativas que
desarrollen los lectores–espectadores con una estética particular de la recepción, atada al proceso
cultural que vive el departamento.

Es la relación entre un obra y su destino en general como una relación particular, entre las
contingencias que hicieron posible las obras literarias y las contingencias externas a las obras que
permitan su circulación y llegada hasta los espectadores o público según la dificultad de
homogeneización. El ejercicio que propone Freja de la identificación de la heterogeneidad es lo
que identificó en Greenblatt (1998) como "la poética de la cultura" que no es sino la Energía
social al estilo de los efectos estéticos producidos por las obras y permite encontrar en la Guía
intenta proponer un ejercicio cultural. Para finalizar se hace necesario identificar en el campo
sociocultural chocoano lo que Frye llama Desplazamiento del mito como el cambio que
promueve influencias más amplias y la concepción de aglutinamiento o de reunión. Aún queda en
el aire la definición de Lo genérico como mutaciones o la superación de tipos, el desplazamiento
mitológico de las categorías hacia el reconocimiento y el enriquecimiento de lo genérico

A partir de estas categorías es posible proponer un ejerció, al menos básico, de análisis y


construcción de la historia de la literatura del chocó

Referencias.
Acosta Peñaloza, C. E. (Ed.) (2010). Representaciones identidades y ficciones. Lectura crítica de
las historias de la literatura latinoamericana. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Acosta Peñaloza, C. E. (Et.al) (2007). Leer la historia: caminos a la historia de la literatura
colombiana. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia.
Burgos Cantor, R. (Ed.) (2010). Rutas de Libertad, 500 años de travesía. Bogotá: Pontificia
Universidad Javeriana.
Ceserani, R. (2004). Introducción a los estudios literarios. Barcelona: Crítica.
De Friedmann, N., Arocha, J. (1986). De sol a sol. Génesis, transformación y presencia de los
negros en Colombia. Bogotá: Planeta.
Fowler, A. (2005) Teorías de la historia literaria. Madrid: Arco libros
Freja de la Hoz, A. (2015). La literatura oral en Colombia: Romances, coplas y décimas en el
caribe y el pacífico colombianos. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia–Facultad de
Ciencias Humanas.
Greenblatt, S. (2005). «¿Qué es la historia literaria?», en Luis Beltrán Almería y José
Antonio Escrig, eds., Teorías de la historia literaria. Madrid: Arco libros.
__________. (1998) , «La circulación de la energía social», en Antonio Penedo y Gonzalo
Pontón, eds., Nuevo Historicismo. Madrid: Arco libros.
Jauss, H. R. (2007) La historia de la literatura como provocación. Barcelona: Península.
Jiménez Meneses, O. (2004). El Chocó: un paraíso del demonio. Nóvita, Citará y el Baudó, siglo
XVIII. Medellín: Universidad de Antioquia.
Rivas Lara, C. E. (1993). Guía de autores chocoanos. Quibdó: Lealon.
Santiáñez, N. (2002). Investigaciones literarias. Barcelona: Crítica.
Wellek, R. (1983). Historia Literaria: Problemas y conceptos. Barcelona: Laia.

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