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EL ORADOR

El trabajo de un orador es difícil. El busca que sus ideas queden grabadas y sean aceptadas por el
auditorio. Por ello, planifica con mucho cuidado, tal como lo hemos visto anteriormente. Para
alcanzar el éxito esperado en la etapa de planificación, ponen en juego muchas habilidades y
cualidades.

1.Cualidades
1.1 Elocuencia. Esta cualidad entendida como la eficacia de las palabras, gestos o actitudes en
la comunicación. Es la facultad que le permite a una persona hablar eficazmente para deleitar,
conmover o persuadir a su auditorio. La elocuencia es una característica innata en muchos de los
grandes oradores como Cicerón, Demóstenes, Bolivar , etc.

1.2 Ingenio y humor. El orador ingenioso siempre cuenta con la predisposición del del público.
Tan pronto realiza un gesto, el auditorio empieza a reír. Sin embargo, ser ingenioso para hacer reír
al auditorio no es facíl, se coloca con la práctica.

Debe adaptarlo al tipo de público y ocasión. No obstante, éste debe ser un humor sano , sin caer
de modo alguno en el humor negro o las obscenidades y mucho menos hacer chistes a costa de los
demás.

Para adaptar el sentido del humor a cada ocasión puede servir las siguientes recomendaciones:

- Demostrar absoluta confianza en uno mismo.


- Elección del momento y forma más oportuna, es decir deben estar situados en relación
con el discurso.
- No abusar del uso del humor.

1.3 Inteligencia
La aptitud del orador para resolver todo tipo de problemas y abordar el discurso de lucidez,
demostrando la validez e importancia de sus ideas o argumentos y de sus propuestas

1.4 Sensibilidad
A través de esta cualidad, el orador percibe las necesidades del auditorio a fin de adecuar su
discurso a las mismas. La sensibilidad le otorga al orador la capacidad de vivir el discurso,
demostrar apasionamiento por lo que se dice, sin esto lo lleve a la sensiblería y el descontrol.
1.5 cultura

El orador debe ser una persona preocupada por su preparación personal, no sólo en los temas que
disertará sino en todo tipo de temas, lo cual le otorgará una vasta cultura y fluidez de ideas y
argumentos, para llegar a ser una persona culta es indispensable que el orador le dedique algunas
horas diarias a la lectura de textos la filosofía, arte, literatura, economía, etc.

2. Recursos

2.1 Lingüístico

La hipérbole es un recurso muy efectivo, que solo debe usarse en los casos en los que la
argumentación es poco consistente.

Las palabras, al igual que las drogas, así como pueden ser beneficiosos, siempre y cuando sean
usadas en la dosis requerido, su exceso o enviciamiento pueden provocar una desgracias. La
moderación es lo más recomendable.

a. Las repeticiones. Estas deben hacerse deliberadamente, sólo en los casos en que se
quiera enfatizar en alguna frase importante. De ningún modo es aceptable la repetición
involuntaria , pues esto demuestra falta de preparación.
b. La brevedad. El tiempo es nuestro enemigo. Por ello, hay que saber valorarlo y emplearlo
con moderación a fin de conseguir el éxito en la presentación del discurso.
El general, si son pocos los asistentes menos extensos habrá de ser el discurso. Por el
contrario, será pertinente aprovechar el tiempo para comunicarse, para escuchar,
formular y responde preguntas, etc.
Es muy importante planificar el tiempo que durará el discurso y durante el desarrollo de la
disertación es necesario controlarlo.

2.1 Expresivos
Recordemos que en un discurso no todo se tramite con las palabras, sino que existen otros
elementos.

a. Dominar los nervios


Toda persona suele padecer de los nervios. La tensión nerviosa es una necesidad para
cualquier persona que se desvuelven en cualquier ámbito. Son los nervios los que segregan la
adrenalina, sustancia que despierta y tonifica el cuerpo y la mente. Esto es lo que podría
explicar que muchos de los mejores discursos se han originado en oradores nerviosos, pero
que supieron canalizarlo positivamente.
Para controlarlo, se recomienda:

° Comprender que los nervios se esfumarán una vez que se empieza a hablar.
° Los nervios son internos y el auditorio no debe conocerlos. Nunca se debe decir, por
ejemplo: “soy un saco de nervios…” Se debe mirar al público cara a cara.
° Evitar los movimientos o tic nerviosos que pueden delatar los nervios. Por ejemplo: poner la
mano delante de la boca, meter las manos en los bolsillos, cogerse el pelo, abrocharse y
desabrocharse los botones del saco, morderse las uñas, golpear la mesa con el lápiz, etc.

B -El estilo
La clave del éxito en la oratoria radica en el conocimiento del tema que se va a tratar, en la
compresión y utilización de las técnicas básicas que le permite al auditorio comprender y
aceptar sus ideas. Un orador con estilo ajusta las características de su discurso al impacto y al
mensaje que desea trasmitir. El disertante debe educarse en las técnicas básicas de la
oratoria: emisión de voz, uso del micrófono, rebatir argumentos ajenos, etc.

C- La apariencia
El aspecto personal es importante, por ello es necesario adoptar una imagen efectista en los
primeros momentos con el tipo de vestimenta que se usa, la misma que será seleccionada de
acuerdo con lo que se quiere lograr.

D- La emisión de voz
La voz debe tener alcance para todo el auditorio, sin embargo no se debe gritar. Se debe variar y
cambiar el volumen y el tono de la voz de acuerdo a las frases que se pronuncian y a la capacidad
auditiva del auditorio.

Al finalizar las frases no se debe bajar el volumen, por el contrario se les debe otorgar énfasis.

Para evitar la monotonía es recomendable realizar cambios en el ton, la velocidad y el volumen de


voz

E - Las pausas
Deben manejarse con seguridad, para controlar el nerviosismo, para pensar , pero sobre todo para
lograr un control efectista del discurso.

Una pausa bien empleada logra que el sentido de las palabras gane interés al final de la frase. Las
ocasiones en que se puede usar las pausas son:
-Al comienzo del discurso, para asegurarse que el auditorio esté en silencio.

-En medio de una frase, para darle énfasis.

-Después de una interrupción externa.

-Antes de decir las últimas palabras.

F- Expresión corporal
Los gestos deben ser limitados. Solo se usan para dar énfasis a las palabras, pero sin menoscabar
su significado. Si desea dominar al auditorio, adopte una postura erguida.

La expresión facial debe ajustarse al asunto que se está.

3. Ayudas
El orador puede según las circunstancias usar algunas ayudas, entre las que podemos mencionar:

3.1 Auditivas
El micrófono es un gran aliado para quienes no poseen una potente voz. Para usarlo
adecuadamente debe:

° Asegurarse que el micrófono funcione, de preferencia golpeándolo con los dedos.


° Ajuste del micrófono a la altura de los labios.

° Si el micrófono es inalámbrico o prefiere mantenerlo suelto, trate de mantenerlo siempre a la


misma altura.

3.2 Visuales
Usar diapositivas y transparencias. Las diapositivas por el hecho de presentar color son muy
efectivas, son muy usadas en auditorios muy grandes. Las transparencias, resultan más
económicas y son más versátiles pues pueden cambiarse o rectificarse en cualquier momento.

Las ayudas visuales no deben emplearse para reemplazar el mensaje verbal. Los gráficos, tablas,
etc, han de usarse para apoyar, ilustrar y explicar conceptos y detalles que no se podrían explicar
con palabras.

Se debe procurar que las ayudas visuales sean elaboradas sobre fondos claros, buscando que el
tamaño de los gráficos y letras sean visibles por todo el auditorio.

3.3 Apuntes
Ayuda para quienes no son oradores profesionales. En ello se plasma la estructura de la
exposición: la primera frase, la última y la estructura del discurso, frases breves para indicar los
puntos más importantes.

Es fundamental que los apuntes estén bien organizados a fin de facilitar su uso y se recomienda
llevarlos en fichas, de ninguna manera en hojas.

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