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INFORME PERICIAL ANTROPOLÓGICO

Caso Machi Celestino Córdova Tránsito

José Quidel Lincoleo1


Jimena Pichinao Huenchuleo2
Héctor Nahuelpán Moreno3
Rosamel Millaman Reinao4
Herson Huinca-Piutrin5

1. PRESENTACIÓN

1.1. Objeto de la pericia

El presente informe pericial antropológico tiene por objeto establecer la


calidad de machi de don Celestino Cerafín Córdova Tránsito, relacionando su
condición de agente espiritual y médico mapuche con las categorías de weichan y
weichafe provenientes del mapuche kimün o sistema de conocimiento mapuche y
precisando en los efectos que el desarraigo territorial producto de la prisión
preventiva están generando en su salud y función espiritual.

1.2. Metodología

El presente informe ha sido elaborado sobre la base de los siguientes


procedimientos metodológicos:

a) Revisión y análisis de bibliografía antropológica e histórica sobre el sistema


médico mapuche, agentes especializados, clasificación de las enfermedades,
tratamientos y otros aspectos relacionados con el objeto de la pericia.
b) Entrevistas semi-estructuradas con el machi Celestino Córdova Tránsito (24
mayo, 11 junio, 23 julio, 12 de noviembre.
c) Entrevista semi-estructurada a machi que atendió al machi Celestino Córdova
Tránsito en las dos oportunidades en que vivió episodios descritos como
“desmayos”. Esta entrevista se realizó en mapuzungun siguiendo el protocolo

1
Profesor de Educación General Básica, Magister en Antropología Social y Doctor © en
Antropología UNICAMP-Brasil.
2
Antropóloga, Magister en Antropología Social, UNICAMP-Brasil
3
Historiador, Doctor en Antropología, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social, México.
4
Antropólogo, Doctor © en Antropología, City University of New York, EE.UU.
5
Historiador, Master en Historia Contemporánea, École Normale Supérieure, Doctor © en
Antropología Social, École des hautes études en sciences sociales, EHESS-Paris.
mapuche y se enfocó en el conocimiento biográfico que tenía la machi María
Huentelén sobre el machi Celestino, así como en el diagnóstico sobre el
estado de salud de éste.
d) Entrevista semi-estructurada a madre de dos hijos que han sido pacientes del
machi Celestino Córdova (28 de julio), desde la cual se obtuvieron evidencias
que respaldan su calidad de machi, considerando el factor temporal y el de la
eficacia del tratamiento provisto por aquél a sus hijos.
e) Traducción mapuzungun-español de entrevistas.
f) Análisis de contenido de las entrevistas semi-estructuradas, mediante la
identificación de categorías, conceptos y significados relacionados con el
objeto de la pericia.
g) Reuniones de análisis y discusión efectuadas por el equipo de investigación.

2. RESULTADOS DE LA PERICIA ANTROPOLÓGICA

2.1. Calidad de machi de Celestino Cerafín Córdova Tránsito

Las/los machi son hombres y/o mujeres cuyo rol médico y religioso no es
libremente escogido por éstos, sino que es abrazado en cumplimiento a un mandato
espiritual que se hereda y/o recibe. Este proceso se realiza ya sea por:

1) Filiación. El espíritu de machi se hereda de los machi muertos de la familia por


línea materna, se produzca o no de manera continua de una generación a la
siguiente. Citarella y cols. (1995: 208) informan que “en las comunidades del
valle de Chol-Chol, en un lapso aproximado de cien años, se recuerda la
existencia de nueve machi ya fallecidas, siete de las cuales ya han revelado el
poder en sueños a sus nietas matrilineales”. Agregan que, “en opinión de un
dungumachife: la machi de una familia no puede terminar, siempre tiene que
seguir un brote”.

2) Perimontu, o visiones en que un espíritu de la naturaleza zoomorfo y/o


antropomorfo se revela para hacer que la persona abrace el rol de machi,
cumpliendo así con el mandato espiritual. Según Quidel (1998: 34), el
perimontu es la “visión que la persona tiene del ngen que le hace un llamado a
asumir el rol”. Dado que los geh son los espíritus guardianes que tutelan todas
las formas de vida conocidas, el perimontu está asociado a los poderes de la
naturaleza. “Pueden adquirir el poder del trueno, del relámpago, de
animales como el toro, el caballo, poderes que las ayudarán [a las machi] en
2


las actividades que desempeñarán en su vida iniciática” (Citarella et. al., op.
cit.: 211-212).

3) Pewmatuwün, mediante experiencias oníricas en que la persona recibe el


llamado a ser machi. Según Citarella y cols. (1995: 210), “los contenidos de los
sueños son muy importantes, ellos son los que ayudan a develar a la machi
consagrada –que generalmente atiende a la neófita durante su enfermedad-
si ésta puede efectivamente asumir el rol”. Estos sueños se caracterizan
porque en ellos las/los llamados a ser machi son exhortados por los espíritus a
asumir el mandato; asimismo, en ellos los espíritus hacen entrega de los
instrumentos sagrados y enseñan las diferentes partes del cuerpo humano y
los diferentes baweh con los que las/los machi sanarán enfermos; por último,
proporcionan una serie de principios éticos de conducta, como parte de los
códigos que regirán el desenvolvimiento del/la machi durante toda su vida.
Estos principios son parte del az mapu y az mogen, los principios que sustentan
la totalidad de la vida mapuche, los cuales son celosamente respetados por
quienes los conocen, so pena de recibir una sanción, generalmente bajo la
forma de mapuche kuxan.6

En el caso del machi Celestino Córdova Tránsito, las indagaciones en terreno


permitieron establecer que su rol está basado en las cuatro fuentes a través de las
cuales se hereda y/o recibe el rol de machi. Las entrevistas de campo indicaron que
la bisabuela materna del machi Celestino fue machi y que, así antes que ella, otros
parientes del pasado también lo fueron. Asimismo, se estableció que el padre del
machi ejerció, hasta el año 2012, el rol de dungumachife –agente que dialoga con el
machi mientras éste despliega el proceso curativo durante el estado de küymin o “el
momento en que el püjü entra en contacto con el zugumachife” (Ibacache et. al.,
2002: 16). Actualmente, una hermana de su madre es reconocida como ngütamchefe
o “componedora de huesos”.

De acuerdo con el propio machi Celestino, su espíritu de machi, fibew, es un antiguo


espíritu ancestral, que se le presentó a través de perimontu y pewma desde que era
niño. En la primera entrevista realizada (el 24 de mayo) el machi sostuvo que las/los
machi “somos elegidos por nuestro püjü. Los espíritus se encarnan, dejan los cuerpos
y se depositan en las plantas, los animales, los cuerpos, personas, aguas. Somos

6
Cabe señalar que este principio es parte del conocimiento mapuche relativo a los métodos de
adquisición del conocimiento necesario para restablecer la salud. Según se advierte en la
bibliografía (Durán et. al., 1997; Citarella et. al., op. cit.), este principio es compartido por todas las
autoridades médicas y religiosas de la sociedad mapuche, sin excepción, tales como bawehtuchefe,
gütamchefe, pewmatuchefe, en el primer caso, y logko, gijatufe, gempiñ, weupife, por otro.
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elegidos por espíritus ancestrales. Mi espíritu fue machi hace cuatrocientos años
atrás”.

La literatura etnográfica y antropológica sobre la medicina mapuche consultada


para este informe de ampliación (Quidel, op. cit.; Caniullán, op. cit.; Citarella et. al.,
op. cit.) indica que el mandato espiritual de machi conlleva una serie de
desequilibrios psico-orgánicos que son reconocidos al interior de la cultura médica
de las/los machi como kisu kuxan o enfermedad propia de las/los llamados a ser
machi. Según Quidel (1998: 35), kisu kuxan corresponde a “las primeras
manifestaciones de la posibilidad de que la persona sea machi […] van acompañadas
de distintas dolencias que afectan física y sicológicamente a la persona”. Kisu kuxan
se presenta junto con perimontu y pewma. La manifestación de ellos son, al interior de
la sociedad mapuche, síntomas inequívocos de que se está frente a alguien que ha
sido llamado/a a convertirse en machi.

De no responder a tiempo ante estos síntomas, esto es, obedeciendo el llamado de


machi, el sufrimiento provocado por kisu kuxan tiende a agravarse, afectando no sólo
a la persona escogida por el espíritu sino a su familia y su entorno total. “Una
persona así elegida tiene su destino trazado, por lo que es muy difícil que no asuma,
si no quiere estar expuesta a graves riesgos personales. Al no obedecer sabe que su
futuro estará mediado por una enfermedad que finalmente la llevará a la muerte”
(Citarella et. al., op. cit.: 209).

Así como dentro de la cultura de las/los machi existe una fuente a través de la cual
se advierte y traspasa el llamado espiritual para aceptar el rol como parte de un
proceso de herencia espiritual, existe también un mecanismo a través del cual el/la
machi llega a realizarse como tal. Este es conocido como machilüwün, un proceso que
implica el contacto del/la machi con otro/a machi con el fin de aliviar los
desequilibrios que el llamado espiritual trae consigo y de iniciarlo/a en el mundo de
los conocimientos y prácticas de machi.

El proceso de iniciación contempla la formación especializada de las/los llamados a


convertirse en machi por parte de otros agentes experimentados y socialmente
autorizados, así como la organización y ejecución de una ceremonia de iniciación e
instalación del rewe o espacio de comunicación entre el/la machi con los espíritus de
la naturaleza y los ancestros con el propósito de mantener el equilibrio y la armonía
espiritual y de todos los seres vivientes.

El siguiente testimonio fue brindado por la machi María Huentelén, del sector Tres
Cerros, quien fue la machi que inició al machi Celestino Córdova en los
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conocimientos y prácticas de machi. El machi Celestino tenía unos 18 años cuando
ella lo trató para remediarlo.

“Yo lo conocí desde que comenzó a hacerse machi. Yo no me acuerdo


eso sí en qué año se hizo machi él. Al principio habían dicho que iba a
ser zugumachife, pero continuamos averiguando.

Cuando su papá llevó a Celestino, yo aún no tenía mi rewe, por eso no


lo pude hacer machi. Le pregunté a mi machi que me estaba formando,
le conté que me había llegado una persona para hacerse machi y ella
me dijo que no, que mientras no tuviera mi rewe, no podía hacer machi
a otra persona. Le pedí a su papá que lo llevara a otros machi,
aprovechando que él era zugumachife, que presentara a su hijo y le
dieran su parecer aquellas otras machi más antiguas para que lo vieran
y dieran su diagnóstico y así lo hizo su papá. Lo presentó a otros machi
y le dijeron que su hijo iba a ser machi.

Después vino nuevamente su papá y me lo presentó para que le hiciera


zatun (ceremonia de sanación) y en esa ceremonia él hizo küymin
(entró en estado de trance).

Celestino tenía como 18 años cuando llegó para que lo remediara.


Entonces le dije que se tenía que ser machi.

Se manifestó su perimontu y tenía que continuar su largo proceso de


hacerse machi. Así es como lo conocí, yo lo inicié. Después tuvo que
irse a otro machi para terminar su proceso, para ayudarlo a hacer su
chigkol foyen”.

La enfermedad y sanación del machi Celestino por parte de la machi María y


posteriormente su educación por parte de otros machi, son la expresión más clara
del proceso de convertirse en machi. Para lograr el reconocimiento y asumir el rol de
machi, se precisan varios pasos de orden ritual, tales como ulutun, zatun, chigkol
rügin, chigkol foyen por enunciar algunos. La ceremonia denominada chigkol foyen,
es uno de los primeros pasos en que la persona, su familia, su comunidad y su
entorno sociopolítico demuestra la condición y el camino de asunción de ser machi.
Posterior a los rituales nombrados anteriormente, está en anümrewen, uno de los
últimos rituales en que se asienta definitivamente el pürapürawe que simboliza el


rewe7 del machi. La existencia del rewe pürapürawe en la residencia de las/los machi
simboliza, pues, la presencia activa e indiscutible de machi en el lugar.

Por último, J.P., del rewe de Ütüngentu, sector vecino al de la residencia del machi
Celestino, señaló que éste ha atendido a sus hijos desde hace unos ocho años,
información que coincide con la otorgada por la machi María. Asimismo, relata que

“Mis dos hijos fueron pacientes del machi Celestino Córdova, deben ser
unos siete u ocho años atrás, primero fue mi hijo mayor y más tarde el
niño menor, ambos tenían mapuche kuxan. En ese entonces él era we
machi (machi nuevo) pero ya hacía muy buenos tratamientos, era muy
dedicado con su trabajo, mejoró a los dos niños. Mi hijo mayor estaba
bien complicado, habíamos pasado por muchos doctores y también
por varios machi, finalmente fue con el lamgen Celestino que logró
equilibrarse, y la enfermedad lo dejó. Tiempo después, cuando el
cirujano lo evaluó en Santiago, se declaró sorprendido de los avances
de mi hijo. Él mismo dijo: “señora ya no hay más enfermedad, lo peor
ya se superó”. Por esto y luego por la mejora de mi hijo menor,
considero que es un excelente machi, muy respetable y plenamente
confiable para tratar enfermedades de todo tipo, incluso las más
complicadas. Su trabajo como machi es muy necesario aquí” (J.P, 28 de
julio de 2013).

2.2. El rol de machi y las nociones de weychan y weychafe

En el ámbito del machitun (mundo del accionar medicinal mapuche) se dan


diferentes momentos de ritual que implican secuencias de movimientos que
simbolizan la lucha entre las fuerzas que provocan manifiestan y controlan el kuxan
(enfermedad). Todo el despliegue de los kefafafe (personas, generalmente hombres,
que ayudan a otorgar fuerzas a las o los machi), keju (ayudantes) que transforman el
ritual en un weychan, es decir una batalla.
Weychan: es un término que literalmente significa batalla, por lo tanto el término
weychafe significa persona que batalla. A diferencia del término awkan que significa
guerra y las personas que participan o hacen la guerra se les denomina awkafe.

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El término rewe, no alude exclusivamente al madero tallado con figura humana en su extremo
superior y con un determinado número de escaños, al cual se le denomina pürapürawe. El concepto
rewe, es mucho más complejo, pues alude a un conglomerado de personas, familias y lof que se
aglutinan bajo una causa determinada principalmente de orden sociopolítico.
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En un sentido, a los machi se les denomina un o una weychafe machi, que significa
que ellos o ellas, entran en el mundo o las dimensiones de la batalla espiritual.
Llevado a un contexto de los re che (personas comunes) el término weychafe significa
o denota a personas que poseen actitudes de ser luchadores, personas con
convicción de superar flaquezas en contra de las precariedades que la vida puede
otorgar.
Desde la espiritualidad mapuche, desde donde operan los agentes médicos
mapuche, la noción de weychan es algo recurrente y es absolutamente de carácter
simbólico y opera en ese sentido. Quienes establecen las batallas espirituales son los
newen que cada machi posee, sus perimontu, no son las personas en sentido estricto.
El weychan es una metáfora que alude a la batalla, al combate a los kuxan
(enfermedades), a los wezake newen (fuerzas que afectan al enfermo), a los newen
(fuerzas) de los kalku (brujos).

2.3. Impacto del desarraigo territorial en la salud y función espiritual a raíz de


la prisión preventiva.

La privación de libertad constituye un factor que afecta directamente la salud del


machi, por cuanto dicha situación constituye una ruptura con los principios de
reciprocidad y equilibrio ontológico y cosmogónico hacia la naturaleza y los
espíritus ancestrales que las/los machi se comprometen a preservar mientras vivan.
Cuando se produce este tipo de ruptura ontológica y cosmogónica se desencadenan
estados de desequilibrio o kuxan. A diferencia del concepto bio-médico de
enfermedad como una entidad biológica mórbida, el concepto médico mapuche de
kuxan refiere a una concepción más amplia del dolor y el desequilibrio que
“engloba a la comunidad, a la familia y al che mismo” (Caniullán, 2000: 131).

A través de este estudio se han establecido tres formas como la privación de libertad
afecta la salud del machi Celestino:

1) A través de la pérdida de contacto cotidiano, permanente y ritual con su rewe


y trayen-ko, que son los espacios en los que se produce y recrea el bawehtuwün
–la medicina- y el perimontu del machi, espacios de medicina y espiritualidad
propios de la cosmovisión mapuche.

2) Imposibilidad de contar con los instrumentos simbólico-rituales propios de


machi, tales como rewe, kulxug, tokikura, kaskawija, püfüjka, xuxuka, wezke, wiño,


likan, cuchillo, banderas, así como con los animales que hacen parte del
orden socio-familiar asociados al bienestar, kümefelen ka kümelkalen.

3) Debilitamiento y/o ausencia de vinculación con los otros agentes médicos y


religiosos con los cuales las/los machi se asocian para practicar la medicina y
la religión mapuche, tales como zugumachife, logko, gijatufe, jagkañ, tayülfe,
kefafafe, kojog.

4) Imposibilidad de recolectar y manipular baweh para practicar la medicina.

5) Desarraigo territorial, expresado en la pérdida de contacto cotidiano y ritual


con el entorno familiar y comunitario mapuche de procedencia.

La ausencia y/o alteración de todos estos elementos, gatillada por la privación de


libertad, desata desequilibrios psico-orgánicos y espirituales que, desde el punto de
vista médico mapuche, representan estados de kuxan. No estar en contacto con ni
cuidar las fuerzas de la naturaleza ni de los espíritus ancestrales, los newen, püjü y geh;
no contar con los instrumentos simbólico-rituales ni con los animales ni los baweh
son todas situaciones que alteran la salud y bienestar del machi, amenazando
desarticular el orden cosmo-ecológico y moral de su familia y lof mapu. Cabe señalar
que estos estados han sido documentados fundamentalmente en la literatura
antropológica nacional, tanto por parte de autores no mapuche (Bacigalupo, op. cit.;
Díaz et. al., 2004; Citarella et. al., op. cit.; Ibacache et. al., op. cit.), como por autores
mapuche (Caniullán, op. cit.; Quidel, op. cit.; Marileo, 2002).8 Fuera de este campo
científico, han recibido escasa atención, a excepción de la psiquiatría. Así, Riquelme
(1992) ha informado sobre casos de pacientes mapuche que, al no ser tratados
oportuna y adecuadamente dentro de sus respectivos contextos de origen cultural y
territorial, han desarrollado psicopatologías irreversibles desde el punto de vista bio-
médico occidental. Los médicos han reaccionado con sorpresa al advertir que
dichos pacientes han recuperado la salud al recibir tratamiento médico por parte de
machi mapuche.

El siguiente testimonio de la machi María, constituye una precisa descripción y


diagnóstico del fenómeno:


8
Lo anterior quiere decir que no han sido reconocidas como entidades mórbidas por parte del
sistema nosológico de la bio-medicina o medicina científica moderna. Esta situación dificulta la
comprensión cultural que los no mapuche pueden alcanzar sobre los mapuche, particularmente si se
ignora el marco de referencia cultural a partir del cual los mapuche organizan y dan sentido a las
experiencias de salud – enfermedad.
8


“La cárcel no es un lugar para los machi. Esos lugares son de dolor, de
ausencia, sufrimiento, en donde no existe ningún contacto con la vida
de los mapu.

Su espíritu no encuentra alivio en ese lugar, no encuentra los


remedios.

En la cárcel ha muerto mucha gente, sufre mucha gente y los espíritus


necesitan descansar, necesitan aliviarse y todos ellos absorben las
energías del machi.

En ese lugar los gijatu no pueden salir, no resultan porque nosotros


hacemos gijatu en los campos, en espacios abiertos y nunca en espacios
cerrados”.

El espíritu de machi “no está bien asentado allí [en la cárcel], está en
un estado de alteración muy grande, por eso no puede tener un trance
bueno, normal. Su püjü está muy triste y eso es peligroso para él como
che (persona).

El encierro no es normal para un machi, los machi necesitan estar en su


espacio, necesitan andar caminando, necesitan andar cogiendo
remedios, recorrer los cerros, los machi necesitan estar haciendo gejipu
en los wixugko (espacios de aguas corrientes), porque esa es nuestra
vida como machi, nuestro mandato. Es diferente a la vida de los reche
[las personas sin más], quienes pueden vivir sin necesidad de realizar
todo aquello”.

La privación de libertad que afecta al machi Celestino Córdova lo imposibilita para


que ejerza la sanación de los enfermos y restablezca el equilibrio o küme felen
cósmico, ecológico y moral mediante la realización de rituales elaborados para
dichos efectos. La privación de libertad le impide observar cada una de las normas a
partir de las cuales debe cumplir su rol como agente médico y socio-religioso de su
lof mapu y su pueblo.

La realización de gejipun es una actividad cotidiana y muy necesaria de los machi, al


igual que realizar su pijamtun, canto ritual matinal. Es relevante destacar, que los
gejipun, no sólo son rituales que busca el beneficio personal, familiar de los machi,
es un acto que busca el bienestar, el küme felen de la comunidad en general.


Como resultado de todo lo anterior, se desata kisu kuxan. De acuerdo a la machi
María Huentelén:

“El encierro va produciendo toda esa crisis y ello continuará en la


medida en que se encuentre encerrado. Es muy posible incluso que
halle la muerte de esa manera. Si no es la muerte, caerá gravemente
enfermo. El problema principal se manifestará en el estómago, o en
las piernas y allí quedará en estado de invalidez”.

La machi entrevistada agregó que ella –y su esposo, un zugumachife que se encontraba


presente al momento de realizar la entrevista- conocía varios casos en que las
personas, por incumplimiento del mandato espiritual y/o por carencia de rewe,
habían quedado tullidas, habían desarrollado una enfermedad mental o habían
fallecido.

III. Conclusiones

En base a las evidencias culturales y empíricas proporcionadas hasta aquí, es posible


determinar lo siguiente:

1) Que don Celestino Córdova Tránsito, presenta una serie de características


específicas, biográficas, familiares, normativas y espirituales a partir de las
cuales se define y reconoce a las/los machi al interior de la sociedad y cultura
mapuche.

2) Que la salud del machi Celestino Córdova se encuentra actualmente en estado


de riesgo o amenaza vital debido a la emergencia de desequilibrios psico-
orgánicos y espirituales conocidos en la nosología mapuche como kisu kuxan.

3) Que la situación de privación de libertad le impide contar con las


condiciones y elementos necesarios para mantener el equilibrio y armonía
personal así como de la familia, el lof mapu (comunidad y espacio territorial)
y el waj mapu (mundo). No estar en contacto con ni cuidar las fuerzas de la
naturaleza ni de los espíritus ancestrales, los newen, püjü y geh; no contar con
los instrumentos simbólico-rituales ni con los animales ni los baweh son todas
situaciones que están alterando progresivamente la salud y bienestar del
machi, amenazando desarticular el orden cosmo-ecológico y moral de su
familia, lof mapu y waj mapu.

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4) La investigación y análisis desarrollados, expresan que el rol de machi sólo
puede desplegarse óptimamente dentro de determinados espacios, los que se
asocian a espacios naturales no intervenidos por la gente o espacios
especialmente consagrados al desarrollo de actividades rituales, terapéuticas y
religiosas, como son el rewe y re-üwe. En este sentido, los establecimientos o
edificios cerrados, como la cárcel, representan espacios inaptos para poder
desarrollar el rol de machi. Esta situación perjudica directamente la salud del
machi, particularmente porque como agente médico y religioso está
indisolublemente ligado a la naturaleza y el territorio.

5) El diagnóstico efectuado por la machi María Huentelén ha sido kisu kuxan,


un estado de desequilibrio que afecta principalmente a las/los machi cuando
éstos incumplen, sea intencionalmente o no, con los principios éticos de
reciprocidad y equilibrio hacia las fuerzas de la naturaleza y los espíritus
ancestrales. Kisu kuxan se manifiesta empíricamente en dificultades para
respirar, tragar, suscita trances prolongados, dolores de huesos, cansancio,
problemas a la vista y otros síntomas que aparentemente pueden deberse a
causas naturales. No obstante, su tratamiento y curación sólo pueden tener
éxito bajo el marco médico mapuche.

6) Por lo antecedentes expuestos, resulta imperioso para la salud y el ejercicio


de la función espiritual de machi, que Celestino Córdoba Tránsito recupere
su arraigo con la naturaleza y lof mapu (espacio territorial) de procedencia,
así como con los distintos elementos que allí co-existen.

Bibliografía

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