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La fisiología de la lactancia constituye el conjunto de órganos, propiedades y

funciones de los mismos que hacen posible la secreción de leche materna,


líquido de vital importancia para la alimentación del neonato.
Hoy descubriremos cómo se lleva a cabo este proceso, desde el momento en el
que la madre produce la leche hasta que llega a amamantar a su bebé.

Fisiología de la lactancia, ¿cómo se produce la leche?


Al tratar el tema de la fisiología de la lactancia, debemos tener claro que la
producción de leche se desarrolla en las células epiteliales de los
alveolos que se encuentran en las glándulas mamarias.

En ellas están las células madre que son estimuladas por la hormona del
crecimiento y la insulina. Mientras que las células alveolares secretoras son
estimuladas por la prolactina.

Constitución de la mama:

 Senos lactíferos: quedan debajo de la areola, aquí se almacena la leche.


 Nervios: su función es enviar la orden al cerebro para que la leche pueda salir.
 Alvéolos: es donde se produce la leche, los alvéolos se contraen para sacar la
leche.
 Tejido graso: envuelve toda la glándula mamaria, funciona como un amortiguador.
 Conductos lactíferos: se encargan de conducir la leche de los alvéolos a los
senos lactíferos.

¿Cómo se sintetiza la leche?


La secreción láctea se sintetiza en las células mamarias. Algunos compuestos
se transportan desde el plasma hasta las células.
En el núcleo de la célula tiene lugar la síntesis del ADN y el ARN, que se
encargaban de regular el metabolismo celular y el trabajo de las enzimas.
De interés: ¿Qué pueden indicar los granitos en el pezón?

Mientras que en el citoplasma se lleva a cabo el proceso de oxidación de la


glucosa, la síntesis de los ácidos grasos y la activación de los aminoácidos que
sintetizan las proteínas.
Las mitocondrias actúan como centrales energéticas (ATP) y son precursoras
de los aminoácidos no esenciales y de los ácidos grasos.
Finalmente, en el retículo de los endoplasmáticos sucede la síntesis de las
proteínas, los triglicéridos y los fosfolípidos, así como la saturación de los ácidos
grasos.
¿Cómo se transporta la leche?

Los alveolos y conductillos están revestidos de epitelio secretor rodeado de


capilares y de fibras mio-epiteliales que se contraen como respuesta al estímulo
de la oxitocina.
Alrededor de 10 a 100 alveolos forman un lobulillo, encargados de drenar el
conducto lobuliliar y los conductos galactóforos que llegan hasta el pezón. Cuando
están en la areola, los conductos se dilatan y almacenan leche.
¿Dónde secreta la leche?
Una parte muy importante de la fisiología de la lactancia es saber dónde se secreta
la leche. La leche se secreta en el alveolo y en ocasiones en el conductillo de
conexión, es decir, reacciona ante el efecto de la prolactina.

Su contenido es enviado hacia los conductos galactóforos por efecto de la


contracción de fibras mio-epiteliales que responden a la oxitocina. Por lo tanto, el
bebé succiona los conductos galactóforos y de esta forma obtiene la leche.

«Cuando el niño o niña mama bien, la lengua y la boca estimulan el pezón.


Entonces los nervios del pezón mandan el mensaje al cerebro de la madre de que
el niño o niña quiere leche. El cerebro responde y ordena la producción de una
sustancia llamada prolactina. La prolactina hace que la leche se comience a formar
en los alvéolos. Entre más mama el niño o niña más leche produce la madre».

–UNICEF–

Cabe destacar que, por estímulo nervioso, la secreción de prolactina y oxitocina


también permiten la eyección de leche.
Por otra parte, al principio de la lactancia, la mujer segrega un líquido
denominado: calostro. Este presenta un color amarillento y su consistencia es un
tanto espesa, por lo que es rico en proteínas y sales minerales, aunque cuenta con
una escasa proporción de lactosa.
¿Cuáles son las fases de la lactancia?
Lactogénesis
Es la primera fase, la glándula mamaria se prepara durante el embarazo para
poder alimentar al recién nacido, gracias a la producción de estrógenos y
progesterona. Pero, también participa la hormona lactogénica y finalmente se
produce la prolactina.
La lactogénesis es el proceso por el cual comienza la secreción de leche; se
establece entre las 24 horas y el sexto día después del parto. Para que ocurra
la secreción láctea, el bebé debe estimular el pezón mediante succión.
Lactopoyesis
La lactopoyesis es el transporte de la leche desde los alvéolos hasta los
pezones, pasando por los conductos galactóforos. También se llama
galactopoyesis.
En esta segunda fase, las glándulas suprarrenales se encargan de liberar distintos
tipos de hormonas. Por su parte, los glucocorticoides sintetizan la lactosa y
caseína.
Además, la prolactina aumenta la secreción de leche y se permite el
vaciamiento de la glándula.
Eyección láctea

La oxitocina tiene efectos sobre las células mioepiteliares de los conductos


galactóforos, los cuales se contraen y contribuyen a la eyaculación y expulsión de
su contenido.

En este sentido, cabe destacar que, mediante la succión del pezón, realizada
por la boca del bebé, se estimula la producción de leche.
Beneficios de la leche materna

Cuando hablamos de la fisiología de la lactancia, debemos tener en cuenta los


beneficios que esta tiene tanto para el bebé como para las propias madres.

Beneficios para el bebé


 Tiene cantidades adecuadas de proteínas, grasa y carbohidratos.
 Ofrece nutrientes que se requieren para su crecimiento y desarrollo.
 Ayuda a formar dientes sanos y evita deformaciones en la boca y los dientes.
 Al recibir el calostro, este le proporciona defensas para combatir enfermedades.
 Aporta vitaminas, minerales, proteínas digestivas y hormonas que los bebés
necesitan.
 La leche materna es higiénica, no se descompone y no tiene riesgos de
contaminación.
Beneficios de para la madre
 Durante la lactancia, el inicio de la menstruación se retrasa.
 Permite que la madre y el bebé establezcan un vínculo y lo fortalezcan.
 Alivia la incomodidad producida por la saturación de las mamas.
 Ayuda a bajar de peso con mayor rapidez.
 Disminuye el riesgo de enfermedades como cáncer de ovarios,
osteoporosis, obesidad y problemas en el corazón.

Hasta ahora sabíamos de una manera muy superficial cómo se llevaba a cabo la
lactancia materna. No obstante, ahora que conocemos la fisiología de la lactancia
tenemos un conocimiento más profundo de este proceso.
¿Cuánta leche se produce al día?

Los valores medios de producción son: -En la 1ª semana, 550 ml/día

-En las siguientes, 850 ml/día

-La media está entre 500 y 1000 ml/día

En Australia occidental, Peter E. Hartman demostró que las madres que


alimentaban exclusivamente a demanda, por períodos de hasta 15 meses,
segregaban hasta 1500 ml/día

LECHE INICIAL - LECHE FINAL

La leche inicial que sale al principio de la tetada, es rica en lactosa, sales y


proteínas de bajo peso molecular, y tiene un aspecto grisáceo (como de leche
desnatada).Ésta leche se acumula en los senos galactóforos y supone una tercera
parte del volumen que percibe el bebe

La leche final es extraída activamente por el bebé con su mandíbula y su lengua y


contiene una alta concentración de grasas y de proteínas de alto peso molecular,
tiene un color más blanco por la presencia de grasas, y es la que extrae
activamente el bebé y le deja saciado
¿Qué es la lactancia materna?
La lactancia materna es el proceso por el que la madre alimenta a su
hijo recién nacido a través de sus senos, que segregan leche
inmediatamente después del parto, que debería ser el principal alimento del
bebé al menos hasta los dos años.

Composición
La leche materna incluye todos los nutrientes que un recién nacido requiere
hasta los seis meses de edad, por lo que será su único alimento.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge en su libro La
alimentación del lactante y del niño pequeño los componentes principales de
la leche materna, que son:
 Grasas: En cada 100 mililitros de leche hay 3,5 gramos de grasa,
aunque la cantidad que recibe el lactante varía a lo largo de la toma. La
grasa se concentra especialmente al final de la toma, por lo que la leche
presenta una textura más cremosa que al inicio. Las grasas de la leche
materna son importantes para el desarrollo neurológico del niño.

 Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta


que en otro tipo de leches y sirve como fuente de energía. Otros
hidratos de carbono presentes en la leche materna son los
oligosacáridos, importantes para combatir infecciones.

 Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de


proteínas que la leche normal, lo cual la hace más adecuada para los
lactantes. Algunas de estas proteínas son la caseína o la alfa-
lactoalbúmina. La beta-lactoglobulina, una proteína presente en la leche
de vaca y que puede provocar intolerancia a la lactosa, no está
presente en la leche materna.

 Vitaminas y minerales: La leche materna ofrece la cantidad adecuada


de la mayoría de las vitaminas, a excepción de la vitamina D. Para
corregir esa carencia, se debe exponer al bebé a la luz del sol para que
la genere de manera endógena, o si no, mediante suplementos
vitamínicos.

 Factores anti-infecciosos: Entre ellos se encuentran las


inmunoglobulinas, los glóbulos blancos, las proteínas del suero o los
oligosacáridos.

 Factores bioactivos: Algunos de ellos son la lipasa, que ayuda a la


digestión de la grasa en el intestino delgado; o el factor epidérmico de
crecimiento, que estimula la maduración de las células de la mucosa del
intestino para mejorar la absorción y digestión de los nutrientes.

Periodos de lactancia
La Guía Práctica para Padres de la Asociación Española de Pediatría
(AEPED) establece dos periodos de lactancia teniendo en cuenta la edad del
bebé. Como también recomienda la OMS, la lactancia materna puede
extenderse hasta que el niño cumpla los dos años o incluso durante más
tiempo si así lo desea la madre.
De cero a seis meses:
Durante este periodo la leche materna debe ser el único alimento del bebé,
excepto si necesita algún tipo de suplemento vitamínico. No es necesario
que el bebé tome agua u otro tipo de líquidos: según la OMS la propia leche
materna contiene un 88 por ciento de agua, por lo que es suficiente para
saciar al lactante. La leche materna tendrá variaciones durante este periodo
en cuanto a su composición y cantidad, adaptándose a las necesidades del
recién nacido.
Se llama calostro a la leche materna que se producen durante los dos o tres
primeros días tras el parto. Esta leche contiene una mayor cantidad de
proteínas y minerales. En adelante, la leche va reduciendo su porcentaje de
proteínas y aumenta el contenido en grasas y lactosa.
En este periodo no hay que establecer un horario para amamantar, sino que
el bebé tiene que ser alimentado cuando lo necesite. Generalmente se dan
entre 10 y 12 tomas diarias que duran entre 10 y 20 minutos.
Desde los seis meses en adelante:
A partir de los seis meses, el niño comenzará a necesitar más alimento que
el proporcionado por la leche materna. Esta sigue siendo igual de necesaria,
y el aporte mínimo diario no debe bajar de los 500 mililitros. Las tomas
suelen ser de cuatro o cinco por día hasta el primer año, y a partir de
entonces se irán reduciendo de forma progresiva. Tanto la AEPED como la
OMS recomiendan que la lactancia materna se mantenga un mínimo de dos
años.
Una vez pasados estos años de recomendación, la madre puede seguir
amamantando a su hijo todo el tiempo que desee. En el momento en que se
decida llevar a cabo el destete, no se debe hacer de inmediato, sino que se
tiene que reducir paulatinamente la frecuencia.
Bebés prematuros:
El pediatra determinará si un bebé prematuro puede ser amamantado o no,
dependiendo del desarrollo que haya alcanzado. Mientras que algunos lo
pueden hacer desde el momento de su nacimiento, para otros habrá que
extraer la leche materna de las mamas y suministrarla a través de
jeringuillas, sondas o biberones.
Las tomas de los bebés prematuros suelen ser más frecuentes de lo normal,
y además no suelen succionar toda la leche que necesitan, por lo que es
frecuente administrar posteriormente leche previamente extraída.
En algunas ocasiones, la madre puede dejar de producir la cantidad de leche
necesaria para su hijo. En estos casos se recurre al método canguro, que
consiste en el contacto directo entre la piel del neonato y la madre, lo que
estimula la producción de leche.

Conservación de la leche
La leche de la madre puede extraerse de las mamas y conservarse, de forma
que el bebé pueda alimentarse si la madre no puede estar presente en el
momento en que lo pida. Además, cuando se produce más leche de la que el
bebé necesita, es recomendable extraerla para evitar problemas como la
ingurgitación o la mastitis.
Según el Comité de Lactancia de la AEPED, el calostro puede conservarse a
temperatura ambiente durante 12 horas. La leche madura se mantiene en
buen estado más tiempo, y dependiendo de la temperatura durará más o
menos:
 Más de 30º: cuatro horas.
 Entre 25 y 30º: de cuatro a seis horas.
 Entre 19 y 22º: 10 horas.
 A 15º: un día.
 Refrigerada, entre 0 y 4º: ocho días.

Congelada: si es un congelador dentro de la nevera, dos semanas. Si es un


congelador de nevera pero separado, tres o cuatro meses. En congeladores
comerciales, se puede conservar hasta seis meses.
Se recomienda conservar la leche en recipientes de cristal bien limpios (no
es necesario esterilizarlos) y no de plástico, ya que el plástico puede trasmitir
sustancias con efectos adversos como los ftalatos o el bisfenol A.
En el caso de que se congele la leche, es recomendable llevar a cabo su
descongelación sumergiendo el recipiente en otro con agua caliente. Una
vez descongelada, no se debe volver a congelar.
La leche puede adquirir un olor rancio en algunas ocasiones, algo que se
puede evitar escaldando la leche y enfriándola rápidamente después. No
obstante, la leche rancia no es perjudicial para el bebé, aunque
generalmente suelen rechazarla por su olor o sabor.

Salud de la madre
Alimentación:
Según la AEPED, la dieta de la madre no tiene por qué verse
alterada durante la lactancia si ya seguía una dieta equilibrada en cuanto a
variedad y cantidad de alimentos, ya que el aporte de la energía para su hijo
será suficiente. Aun así, la OMS recomienda que la mujer incremente en un
10 por ciento su ingesta de alimentos si no es físicamente activa, o en un 20
por ciento si realiza ejercicio de forma moderada o intensa habitualmente.
En ocasiones se recomienda aumentar la frecuencia de alimentos con ciertos
componentes como el yodo, la vitamina B12 o la vitamina D, que pueden
suplir carencias del bebé que puedan afectar a su desarrollo.
Ejercicio físico:
Las mujeres que realizan ejercicio de forma activa no tienen por qué
modificar sus rutinas de ejercicio, pero en ningún caso se debe comenzar a
realizar ejercicio de manera intensa si antes o durante el embarazo no se
realizaba: el volumen de leche puede disminuir, además de aumentar el
ácido láctico, lo que proporcionará a la leche un sabor amargo que el bebé
podría rechazar.
A la hora de realizar deporte, se deben evitar aquellos que pudieran causar
lesiones en las mamas, y para el resto se recomienda usar sujetadores
deportivos, preferiblemente de algodón. Tampoco se recomienda la natación
en las cinco o seis semanas posteriores al parto, pues existe riesgo de
contraer una endometritis.
Consumo de tabaco, alcohol y cafeína:
 Tabaco: La nicotina del tabaco se transmite a través de la leche
materna, y aunque no alcanza a intoxicar al bebé, sí puede producirle
problemas para dormir. Sin embargo, pese a esa trasmisión, es
recomendable continuar amamantando al bebé que no hacerlo, ya que
es más saludable. El humo del tabaco es más grave aún, y puede
provocar infecciones respiratorias, asma u otitis, por lo que se
recomienda no fumar en presencia del bebé o en los espacios que
frecuente.

 Alcohol: Se trasmite muy rápidamente hasta las glándulas mamarias,


aunque no se almacena en ellas. El alcohol puede proporcionar un olor
muy fuerte a la leche, que es posible que provoque rechazo al bebé. Es
por ello que no se recomienda tomar alcohol durante los tres primeros
meses de lactancia, y una vez pasado dicho periodo, tomarlo lo más
lejos posible del momento de amamantar. Se debe tomar con poca
frecuencia, como un vaso pequeño de vino o una caña de cerveza una
o dos veces a la semana. Se deben evitar completamente los alcoholes
de graduación alta.

 Cafeína: También se trasmite a las glándulas mamarias y puede


producir irritabilidad y trastornos del sueño en el bebé.

Medicamentos:
El Comité de Lactancia Materna de la AEPED realizó en el año 2008 un
informe titulado Lactancia y Medicamentos: Una compatibilidad casi siempre
posible en el que establece que la mayoría de los medicamentos prescritos a
mujeres lactantes no tienen ninguna interferencia con el amamantamiento.

Beneficios de la lactancia materna


Tanto la AEPED como la OMS abogan por la lactancia materna en lugar de
la artificial, con base en diferentes estudios científicos que demuestran las
ventajas que tiene la leche materna en la salud del bebé. Los nutrientes
aportados por la leche materna son mejor absorbidos por los niños, aportan
mejor las propiedades contra infecciones, o incluso, proporcionan efectos
analgésicos.
La supervivencia del bebé también parece estar muy relacionada con el tipo
de leche que los bebés toman durante sus primeros meses: según la
OMS, los bebés que no reciben leche materna durante sus primeros meses
de vida tienen entre seis y 10 veces más probabilidades de morir que los que
sí la toman. Los niños alimentados de manera única por lactancia artificial
también presentan mayor riesgo de contraer enfermedades o trastornos
como la diabetes, la celiaquía, la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.
La madre también se beneficia de amamantar a su bebé en lugar de
alimentarle con leche artificial: ofrecer leche materna reduce las posibilidades
de una hemorragia postparto o de cáncer de mama o de ovario.

Problemas para amamantar


Problemas en las mamas:
Es posible que el bebé rechace la leche por problemas en las mamas. Estos
son los más comunes:
 Pezón plano o invertido: No impide al bebe succionar la leche, pero lo
dificulta. Se puede usar una pezonera o un sacaleches para conseguir
la leche.

 Dolor o grietas en la mama: Surgen a causa de una mala postura al


amamantar o porque el bebé presente problemas para succionar, como
un frenillo lingual corto. Para aliviar el dolor, se recomienda aplicar la
propia leche sobre la grieta, o tratar de amamantar con el pecho no
dolorido primero.

 Ingurgitación: Es el dolor que se produce en las mamas por


acumulación de leche. Para aliviar el dolor se debe extraer la leche,
para lo que se puede recurrir a un sacaleches si el bebé no quiere
tomarla. Para facilitar este proceso se puede aplicar calor sobre los
senos, ya que se produce una vasodilatación que permite que la leche
fluya mejor.

 Mastitis: Cuando se retiene leche durante mucho tiempo, los lóbulos


de la mama pueden llegar a inflamarse, provocando lo que se conoce
como una mastitis. Puede presentar síntomas parecidos a los de
una gripe: fiebre, escalofríos, malestar general, cefaleas, etcétera. Es
una infección que no puede trasmitirse al bebé, y la forma de tratarla es
extrayendo la leche (de forma similar a la ingurgitación) y reposar. Se
pueden tomar analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol para
aliviar los síntomas. Continuar amamantando también puede ayudar a
revertir los síntomas.

Rechazo del bebé:


En ocasiones, el bebé se mostrará reacio a mamar de uno o de ambos
senos. La mayoría de las veces esto se puede solucionar encontrando la
causa que provoca el rechazo:
 La postura de amamantamiento no es la correcta.

 El pezón es plano o demasiado grande.

 El bebé tiene una pequeña lesión (oído, clavícula, hematoma, etcétera).

 Mastitis.

 Una experiencia previa le produce rechazo al seno, como un sondaje.

 Cambios en la rutina: la madre comienza a trabajar, visitas, mudanzas,


etcétera.

 La madre está embarazada o menstruando, lo que puede provocar


cambios en la leche.

 Cambios en el olor de la madre, por jabones o perfumes.

 Ruidos fuertes durante el amamantamiento.


Generalmente, cambiando la posición para amamantar o al reforzar el
contacto con la piel, el bebé volverá a succionar sin problemas; en cualquier
caso, se puede consultar al pediatra para conseguir que el bebé vuelva a
amamantar y evitar una ingurgitación.
Crisis de los tres meses:
Es posible que el bebé se muestre más inquieto en ciertos días cuando
transcurren cerca de tres meses de su nacimiento. Esta inquietud se traduce
en una mayor insistencia para mamar con repentinos agarres al seno, lloros
o problemas a la hora de dormir.
Esto se debe a que el bebé está creciendo y, por lo tanto, su apetito crece al
necesitar más alimento. En estos días, el número de tomas se verá
aumentado, pero de forma natural las mamas producirán la leche necesaria
para que el niño quede satisfecho. En ningún caso se debe recurrir a
alimentar al bebé con leche artificial, ya que se puede producir una
ingurgitación debido al acumulamiento de leche.
Mordidas:
La curiosidad del bebé con sus dientes recién desarrollados puede hacer que
en ocasiones se produzcan pequeños mordiscos en el seno, que pueden
causar dolor. Para evitarlo, se debe hacer entender al bebé que no puede
hacerlo.
Para ello, se puede retirar al bebé del pecho en el momento de la mordida
mientras se le dice “no” con semblante serio. Poco después, se puede seguir
amamantando. Es posible que sea necesario repetir el proceso varias veces
para que el niño entienda el mensaje.

Lactancia materna
Si estás dudando si darle el pecho o no a tu bebé, te ayudamos a decidirte
con esta guía sobre la lactancia, en la que encontrarás desde los beneficios
para niños y madres a los posibles problemas que puede conllevar.

Las glándulas mamarias se preparan para la lactancia desde la adolescencia


donde se experimenta un aumento en el tamaño de las mamas, areola y pezón.

Los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo provocan el


crecimiento mamario, un aumento de los conductos y los alvéolos, estableciendo
el punto inicial y formal de la lactancia. Es el lactante el que estimula la producción
y secreción de la leche.
La lactancia es un período de la vida en el que la madre ofrece al recién nacido un
alimento adecuado a sus necesidades, la leche materna, no sólo considerando su
composición sino también en el aspecto emocional, ya que el vínculo afectivo que
se establece entre una madre y su bebé constituye una experiencia especial,
singular y única.

Beneficios de la lactancia para el bebé


La leche materna contiene todo lo que el niño necesita durante los seis primeros
meses de vida, favoreciendo su crecimiento, maduración y salud.

Muchos de los componentes de la misma se encargan de protegerle mientras su


sistema inmunitario completa su desarrollo, protegiéndole de enfermedades
como catarros, bronquiolitis, neumonía, diarreas, otitis, infecciones de orina,
etcétera; además de enfermedades futuras como asma, alergia, obesidad,
o diabetes, y favoreciendo el intelecto.
Beneficios de la lactancia para la madre
La lactancia materna acelera la recuperación, ya que la madre pierde el peso
ganado durante el embarazo más rápidamente y es más difícil que padezca
anemia tras el parto. También tienen menos riesgo de hipertensión y depresión
posparto.

La osteoporosis y los cánceres de mama y de ovario son menos frecuentes en


aquellas mujeres que amamantaron a sus hijos.

Ventajas para la sociedad

La leche materna es una alimento ecológico, lo que significa que no necesita


fabricarse, envasarse ni transportarse. Esto supone un ahorro de energía al mismo
tiempo que se evita la contaminación del medio ambiente. Además, resulta un
ahorro en alimentación a la familia.

Puesto que hay una menor incidencia de enfermedades, disminuye a su vez el


gasto sanitario.

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